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SESIÓN: SOY CAPAZ DE HACERLO

INSTITUCIÓN EDUCATIVA: N° 1173 “JULIO C. TELLO”


ÁREA: TUTORIA
SECCIONES : 1° A Y 1° B DE SECUNDARIA
TUTORES : SILTER CAPARACHÍN - YLICEO GONZALES

DATOS LÍNEA DE ESTRATEGIA ESPACIO


GENERALES. ACCIÓN
DIMENSIÓN
Personal Social Formativa Tutoría grupal Presencial

PROPÓSITO.- Que cada uno de los estudiantes se valore y sea capaz de lograr una actividad propuesta

I. DURANTE.
MOMENTOS PAUTAS CLAVE (Se sugiere un espacio de 60 a 90 minutos)
a) Se inicia la sesión con el saludo, haciendo un recordar de nuestros
acuerdos de convivencia y dando algunas indicaciones para el desarrollo
de la sesión
b) Se forman grupo de 4 o 5 estudiantes, a cada grupo se le entrega
Apertura palabras impresas en hojas y el grupo con esas palabras debe armar una
frase, y luego comentar sobre el mensaje de la frase.
c) Luego a cada grupo se le entrega un poema de 4 o 5 estrofas, ellos deben
aprenderse en 10 minutos para luego salir a declamar en grupo y en un
papelote deben dibujar el mensaje del poema

Este es el espacio donde el tutor desarrolla las pautas de acompañamiento


socioafectivo y cognitivo para la buena acogida de los estudiantes.
Contenido o a) El tutor va monitoreando a cada grupo y orientando
desarrollo b) El proceso reflexivo lo debe guiar el tutor a través de preguntas que
orienten a la identificación, reconocimiento, aceptación, regulación y
validación de nuestras emociones.

Antes de realizar la despedida, resulta fundamental desarrollar dos puntos clave:


a) Resumen del propósito de la sesión, donde se rescatan los puntos más
importantes de lo trabajado con los estudiantes. Sirve mucho parafrasear
los aportes del estudiante o repetir algunas de sus frases (es importante
Cierre haber tomado notas durante la sesión).
b) Señalar las acciones o compromisos que los estudiantes han acordado
realizar en el futuro, que se desprenden de los puntos trabajados en la
sesión.
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.
Quejoso de mi fortuna
yo en este mundo vivía,
y cuando entre mí decía:
¿habrá otra persona alguna
de suerte más importuna?
Piadoso me has respondido.
Pues, volviendo a mi sentido,
hallo que las penas mías,
para hacerlas tú alegrías,
las hubieras recogido.

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:


«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,


clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,


con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces todos los hombres de la tierra


le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...

Cómo has cambiado, pelona,


cisco de carbonería.
Te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.

Te cambiaste las chancletas


por zapatos taco aguja,
y tu cabeza de bruja
la amarraste con peinetas.
Por no engordar sigues dietas
y estás flaca y hocicona.
Imitando a tu patrona
has aprendido a fumar.
Hasta en el modo de andar
cómo has cambiado, pelona.

Usas reloj de pulsera


y no sabes ver la hora.
Cuando un negro te enamora
le tiras con la cartera.
¡Qué...! ¿También usas polvera?
permite que me sonría
¿Qué polvos se pone usía?:
¿ocre? ¿rosado? ¿rachel?
o le pones a tu piel
cisco de carbonería.

Te pintaste hasta el meñique


porque un blanco te miró
«¡Francica, botá frifró
que son comé venarique...!»
Perdona que te critique,
y si me río, perdona.
Antes eras tan pintona
con tu traje de percala
y hoy, por dártela de mala
te has vuelto una negra mona.

Deja ese estilo bellaco,


vuelve a ser la misma de antes.
Menos polvos, menos guantes,
menos humo de tabaco.
Vuelve con tu negro flaco
que te adora todavía
Y si no, la policía
te va a llevar de la jeta
por dártela de coqueta
con tanta huachafería.

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