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1.

Talleres con la comunidad -personas adultas-

¿Qué es un taller?

Un taller de Acción Psicosocial es una experiencia de trabajo en grupo que permite compartir
experiencias, sentimientos e ideas, en este caso sobre situaciones dolorosas vividas por la comunidad;
facilita el análisis de problemas comunes, desarrolla habilidades de comunicación y fortalece las
relaciones en el grupo; se recomienda que el número de participantes sea máximo de 15. Cuando el
número es mayor, se pueden hacer subgrupos.

¿Cuáles son las características del taller?

En los talleres se da una relación horizontal, cálida, afectuosa y respetuosa con las y los participantes.
A través del diálogo de saberes y preguntas problematizadoras, las personas pueden expresar sus
sentimientos. Es muy importante que la persona que facilita el taller tenga empatía con el grupo y
una escucha activa, es decir, hable poco, propicie la comunicación y genere confianza. El tono de la
voz será cálido y la expresión facial amable expresión.

¿Qué materiales se necesitan?

Haga un inventario de lo que necesita, para tener todo dispuesto.

Taller para elaborar el diagnóstico del impacto psicosocial

Materiales. Para este taller es necesario contar con:

Marcadores de
Tarjetas en Cinta de
un ovillo de lana diferentes
cartulina enmascarar
colores

Duración del taller. Tiempo aproximado de 4 horas.

Objetivo. El taller tiene como propósito hacer un diagnóstico del impacto psicosocial y ayudar a
encontrar formas de procesar lo vivido.

Estructura:

a. Primer momento. Objetivo del taller. Con un amable saludo, explique qué se pretende con el
taller. Por ejemplo: “Buenos días a todos y todas. Estamos acá para hablar sobre los hechos
sucedidos, buscando formas para afrontarlos de la mejor manera”.
b. Segundo momento. Acuerdos. Quien facilite el taller presentará los acuerdos de este:

"Lo que aquí decimos aquí se queda"

"Respetamos el sentimiento expresado por


los otros"

No juzgo sino comprendo"

"Respeto el uso de la palabra"

c. Tercer momento: Actividad rompe hielo, para crear confianza. Desarrolle una actividad de
integración y explique el objetivo del taller. Recuerde las reglas del juego de respeto,
participación y solidaridad que debe darse en el taller.
Construyendo el tejido social. Todas las personas estarán de pie, formando un círculo;
con un ovillo de lana, quien inicia la actividad se queda con el inicio de la lana, luego lanza
el ovillo a otra persona, quien a su vez se queda con la lana y vuelve a enviar el ovillo, hasta
que todos los integrantes tienen una punta de la lana, construyendo un tejido entre todos.
Quien recibe el ovillo dirá su nombre y una cualidad y, después de tomar el ovillo, lo lanza a
otro participante.

Construyendo el
tejido social

Quien facilita el taller mostrará el sentido del tejido social y la afectación, positiva o negativa,
de cada uno en la construcción de ese tejido social, halando hacia arriba o hacia abajo,
notando que cualquier tensión afecta al tejido social.
d. Cuarto momento: Las y los participantes se sentarán, ojalá en círculo. Es ideal que tengan
comodidad para escribir. Se entregarán varias tarjetas o fichas, con un marcador. A cada
pregunta, habrá una ficha escrita. Luego de escribirla, se pegará en la pared, con la cinta
de enmascarar.

Alrededor de una pregunta problematizadora, se da inicio al diagnóstico: ¿Cuándo sucedieron


tales hechos, ¿cómo me sentí? ¿Qué me preocupaba más? ¿Cómo me afecta? ¿Cómo afecta
a la comunidad? Se da la palabra a quienes quieran expresar lo que escribieron, dando valor
a su sentir, siempre expresando comprensión por lo vivido. Quien facilite el taller explicará
por qué es normal haber sentido miedo, tristeza, rabia, entre otros, aclarando cada
sentimiento.

Si alguna de las personas se


derrumba, debe haber alguien, como
apoyo, que le haga contención, esto
es, le saque del taller, le escuche, le
de agua, le haga masajes en la
espalda, entre otros.

e. Quinto momento. Receso. Se recomienda que haya un refrigerio. Si es tierra fría, una taza
de chocolate con arepa; sí es tierra caliente, chocolate frío; el chocolate ayuda a calmar.

f. Sexto momento: Luego del receso, se pasa a las siguientes preguntas: ¿cómo respondí a
ese momento? ¿cómo debería haber actuado?
De igual manera que en el cuarto momento, se pegan las fichas o tarjetas en la pared,
tratando de agrupar las respuestas afines.

Acá es importante hacer una síntesis de lo expresado, haciendo énfasis en las capacidades y
habilidades, individuales y colectivas, para responder al momento difícil que se vivió. Si surge
la necesidad de hacer un directorio de emergencias, es el momento de hacerlo.

g. Séptimo momento. Evaluación de la actividad. Se recomienda que cada participante pueda


expresar que le sirvió del ejercicio y que deja porque ya no le sirve.
h. Octavo momento. Cierre del taller. Una vez escuchada la evaluación, se hace el cierre del
taller, dando las gracias por la participación y haciendo énfasis en lo positivo que se encontró,
individual o colectivamente, como forma de afrontar la situación difícil.

Taller para evaluar lo sucedido y resignificar la experiencia. El árbol de la vida

¿Qué personas son importantes en mi vida


y por qué?

¿Qué es lo bonito que me ha pasado en la


vida? ¿Cuáles son mis logros?

¿Cómo quiero que me recuerden? ¿Qué legado


o huella dejará a mi familia, comunidad?

¿Cuáles actividades me oxigenan?

¿Qué metas tengo?

¿Qué me sostiene en la vida?

¿Cuáles son las cosas difíciles que he vivido?

¿Cuáles son las cosas que debo dejar


porque no me sirven?

¿Cuáles son mis raíces?

Se recomienda que esta actividad se realice más adelante, cuando ya las personas hayan realizado
el diagnóstico psicosocial por lo sucedido.

Materiales: pliegos de papel periódico, lápices, colores, marcadores

El sentido del ejercicio permite:

- Expresar los sentimientos


- Hacer un diagnóstico psicosocial individual
- Reafirmar lo positivo, desde la posibilidad

a. Primer momento. Quien facilite el taller pide a cada participante que se presente. Al final
de la presentación, se presentará la o el tallerista. Enseguida, se hará la explicación de la
actividad.
b. Segundo momento. Instrucciones para las personas participantes:
Dibuje un árbol. Ese árbol es la representación de su vida. Dese un tiempo para hacerlo. Escriba 1
en:

- Raíz: ¿Cuáles son mis raíces?


- Tronco: ¿Qué me sostiene en la vida?
- Flores: ¿Qué es lo bonito que me ha pasado en la vida? ¿Cuáles han sido mis logros?
- Frutos: ¿Cómo quiero que me recuerden? ¿Qué legado o huella dejaré a mi familia,
comunidad?
- Ramas: ¿Qué metas tengo?
- Pajaritos: ¿Qué personas son importante en mi vida y por qué?
- Hojas secas, que caen del árbol, no pueden volver a él: ¿Cuáles son las cosas difíciles que
he vivido?
- Parásitos: ¿Cuáles son las cosas que debo dejar, porque no me sirven?

c. Tercer momento. Luego de que estén los árboles dibujados, con las expresiones anotadas
en cada parte, se da la palabra a quien quiera hablar. Recuerde que si alguien no quiere
hablar no hay por qué insistirle.

d. Cuarto momento. Después de que las personas hayan verbalizado acerca de su árbol, quien
facilite el taller hará énfasis en los recursos con que cuenta cada persona y las metas que
expresaron. Se recalcará sobre la posibilidad de actuar, mejorar, cambiar positivamente sus
proyectos de vida, a pesar de la adversidad.

Recuerde: Quien facilite el taller aclarará que cada árbol es una gran obra de arte porque es la
expresión de su vida, única y valiosa. Hay que aclararles que no interesa la estética, si la persona
dice que no sabe dibujar, que le quedó feo. Lo importante es el ejercicio profundo de mirar su vida,
en todos esos aspectos.

e. Quinto momento. Evaluación. Luego de haber hecho la retroalimentación de lo dibujado y


expresado, se hace la evaluación de la actividad, alrededor de las siguientes preguntas:

¿Qué ¿Con qué


¿Qué dejo?
aprendí? me quedo?

f. Cierre. Se terminará el taller cantando la canción “Ay que bonita es esta vida”. Canción
disponible en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=tS34TijiFiM

1
Si la persona no sabe escribir, se le pide que explique verbalmente.
2. Ejercicio de relajación2.

La medicina oriental ha aportado de manera significativa en el campo bio-energético: se parte de la


unidad cuerpo - mente - espíritu, que sostienen la historia de vida de una persona. La energía de la
vida fluye a través del cuerpo y se irradia hacia fuera. Cuando la energía fluye libremente y sin
obstrucción a través de los canales y los centros de energía del cuerpo, la persona experimenta buena
salud, equilibrio emocional, claridad mental y bienestar espiritual.

Cuando el ser humano ha vivido eventos traumáticos, se bloquea la energía y se somatizan esos
hechos dolorosos de diversas formas. Por lo tanto, hacer ejercicios de relajación ayuda a recuperar
la tranquilidad y el fluir de la energía. La relajación se inicia con trabajo respiratorio, recordando que
el aliento es la fuente de la vida. La respiración profunda, inhalando la energía fresca que nutre
células y tejidos, exhalando el estrés, la angustia, el miedo, la rabia –cualquiera de estos
sentimientos-, ayuda a manejar situaciones difíciles.

De igual manera, el ejercicio de respiración puede ir acompañado de la visualización de imágenes de


paisajes que gusten, que ayudan a la relajación. Se recomienda estar con ropa cómoda. Si el
ejercicio se puede hacer al aire libre, es mucho mejor.

Ejercicio de relajación – Visualización, el lugar sagrado y seguro, refugio del alma y visita
con el guía sabio3

Materiales

lugar
tranquilo

ropa cómoda de acuerdo


a la temperatura del lugar

superficie plana y uniforme


o silla con espaldar

colchoneta, manta, tapete,


ruana, toalla grande

música suave y/o


aroma agradable

Líquido para
hidratarse

2
Tomado de Trauma, sanación y transformación, Patricia MATHES Cane, PhD., Fundación Capacitar,
California, 2003.
3
Se propone grabar el ejercicio para que pueda ser escuchado.
Objetivos

- Regular la respiración que se hace cada vez más profunda y pausada.


- Hacer una pausa física y mental y dar un descanso a los músculos del cuerpo.
- Hacer consciencia de las sensaciones corporales que se experimentan debido a las
ocupaciones diarias.
- Liberar endorfinas (sustancias químicas que se producen naturalmente) y que ayudan a
regular las emociones.

a. Alistar el espacio. Elegir el espacio (natural o cerrado) en el que se va a realizar la práctica


de relajación en el que ojalá se eviten las distracciones (como personas hablando en voz alta,
flujo de personas entrando y saliendo, llamadas de celulares y/o interrupciones) y que se
identifique como un espacio tranquilo y seguro. Si la práctica se hace en un lugar frío tener
en cuenta que quien va a realizar la relajación se cubra un poco. Si se realiza en el piso,
ojalá sea en una superficie uniforme y se disponga de una colchoneta, toalla grande, cobija
o ruana para recostarse en ella. Si se hace en una silla, en lo posible que ésta tenga un
espaldar cómodo. Se puede poner una música suave a bajo volumen y si se quiere
aromatizar el espacio puede ser con un olor que invite a la relajación (como lavanda, limón,
naranja, jazmín o laurel).

b. Primer momento. Explique a las y los asistentes el ejercicio. Si alguna de las personas no
desea hacer el ejercicio, se respeta su decisión.

c. Segundo momento. Desarrollo del ejercicio. Póngase en una posición cómoda, sentado o
acostado. Cierre los ojos y respire profundamente. Deje todas las preocupaciones del día y
siéntase presente en el momento, en este salón. Sienta su conexión con la tierra….
Imagínese que la energía del mundo corre a través de sus pies y alrededor de su cuerpo
entero.
Usted comenzará una excursión por su cuerpo, dejando ir cualquier tensión y relajando cada
parte completamente. Conéctese con sus dedos de los pies, sus pies y tobillos. Estírelos y
flexiónelos, y comuníquese con cualquier tensión que sienta en ellos. Respire profundamente
y, mientras exhala, déjese ir por completo, soltando toda la tensión de los dedos de los pies,
los pies y los tobillos. Sienta una profunda paz y tranquilidad en todo su ser.

Respire profundamente de nuevo e imagínese que la energía de la tierra se mueve por sus
piernas y su pelvis. Conéctese con sus piernas, rodillas, muslos y pelvis. Mueva suavemente
estas partes del cuerpo comunicándose con cualquier tensión que pueda sentir en ellas.
Respire profundamente y mientras exhala, relájese por completo, sacando toda la tensión de
las piernas –muy relajadas-, las rodillas y los muslos –muy relajados y suaves-, la pelvis y
órganos internos –muy relajados y suaves-. Sienta profunda paz y tranquilidad en todas las
partes de su ser.

Respire profundamente otra vez e imagínese que la energía de la tierra corre por el tronco
de su cuerpo, moviéndose por el estómago y el pecho, subiendo en círculos por la espalda y
espina dorsal hacia los hombros. Conéctese con esas partes de su cuerpo y observe cualquier
tensión que pueda sentir allí. Mueva suavemente los músculos del abdomen, el estómago y
el pecho, la espalda y los hombros. Respire profundamente y al exhalar abandónese soltando
toda la tensión del abdomen y el estómago –bien relajados-, el pecho –bien relajado-, la
espalda, columna vertebral y hombros –muy suaves y relajados-. Sienta una paz y una
tranquilidad profundas en todas las partes de su ser.

Respire profundamente de nuevo y ahora imagínese que la energía de la tierra sube por sus
brazos, codos, antebrazos, manos y dedos. Conéctese con los brazos y las manos y mueva
suavemente estas partes de su cuerpo para ponerse en contacto con cualquier tensión que
pueda sentir allí. Respire profundamente y al exhalar, abandónese por completo, soltando
toda la tensión en los brazos, codos, antebrazos –bien suaves y relajados- las muñecas, las
manos, las palmas de la mano y los dedos –bien suaves y relajados-. Sienta profunda paz y
tranquilidad en todas las partes de su ser. Respire profundamente otra vez e imagínese
ahora que la energía de la tierra sube hacia su cuello y cabeza. Examínese el cuello y la
cabeza y comuníquese con cualquier tensión que pueda sentir allí; suavemente mueva los
músculos del cuello. Abra la boca, en un bostezo grande, flexionando la lengua y la quijada,
dejando ir toda la tensión y los sentimientos que haya allí atrapados. Haga una mueca y
flexione todos los músculos de las mejillas, la frente y alrededor de los ojos. Respire
profundamente y, al exhalar, abandónese soltando toda la tensión en el cuello –bien suave
y relajado-, la lengua, quijada y mejillas –bien relajadas-, frente, ojos, oídos y cuero cabelludo
–bien suaves y relajados-. Sienta profunda paz y tranquilidad en todas las partes de su ser.

Peregrinaje al espacio seguro y sagrado

Respire profundamente e imagínese que empieza un viaje a un lugar muy especial, en el


centro de su alma. Este es su refugio interior, su espacio seguro y sagrado donde sólo usted
puede entrar. Tómese un momento para peregrinar a este lugar y descubrir su refugio
especial.

Construya su propio refugio; quizás es un jardín lleno de flores y bellos árboles. Tal vez su
refugio se encuentra en las montañas cerca de un lago o en una pradera con el cielo claro y
con las nubes flotantes. O quizás su lugar seguro se encuentra en una capilla o en la casa
de su infancia. Ahora decida a dónde ir, para estar en un lugar seguro y sagrado. Tome
algún tiempo para explorar y crear ese lugar, llenándolo de todo lo que le apoye y nutra.
Puede tener colores, sonidos, olores, texturas… Tome algunos minutos y disfrute de su lugar
especial. Siéntase bien seguro, confiado y tranquilo. Llénese de una paz enorme y un
profundo sentido de seguridad. Tome tiempo para abrirse a recibir lo que pueda necesitar
en este momento. Tome más tiempo para disfrutar de su refugio de paz.

Invitación al guía sabio

Disfrute de su espacio seguro y sagrado. Ahora, invite a una persona especial, a un guía
sabio para que se junte con usted; a una persona importante en su vida; un guía o mentor
que tenga sabiduría para compartir con usted. Tal vez esa persona es un amigo, un abuelo,
una hermana o hermano, un santo o una persona sagrada, un modelo para usted. Invite a
la persona a su refugio y disfrute de unos momentos con ella. Pase un tiempo con esa
persona. Pregúntele que si tiene algunas palabras especiales de sabiduría para compartir
con usted. Tome algún momento para escuchar lo que necesita su alma. Imagínese que
esa persona le da un regalo o algún símbolo especial que sea significativo para su vida.
Reciba el regalo con alegría, amor y gratitud. Tómese algunos momentos más con esa
persona tan especial. Cuando esté listo, agradézcale y despídase de ella. El guía está
siempre dentro de usted y usted puede regresar a su refugio a buscar los consejos y la
compañía de esta persona. De nuevo tómese unos momentos solo en su refugio. Sienta el
calor, el consuelo y el amor que le rodean, sabiendo que puede regresar a este lugar cuando
quiera. Ahora, despídase de su lugar seguro y sagrado y comience a regresar a su cuerpo
y al momento presente.

Regreso al momento presente

Ahora comience a regresar a su cuerpo, respirando profundamente y tocándose los pies y los
dedos. Mueva suavemente los pies y los dedos de los pies para sentir una conexión con el
cuerpo. Yo contaré desde 5 hasta 1 y con cada número usted se sentirá más y más presente
en su cuerpo, en este salón. Cinco… respire profundamente, mueva suavemente las piernas,
sintiendo la energía que le corre de lleno alrededor del cuerpo. Cuatro, mueva suavemente
el tronco de su cuerpo, siéntase completamente vivo en la pelvis, el abdomen, el pecho y los
hombros. Tres… mueva suavemente los brazos y las manos, sintiendo que la energía corre
por completo a través de sus brazos. Dos…. Suavemente mueva el cuello y los músculos
faciales, sintiéndose vivo y relajado en la cabeza. Uno…. Respire profundo y ahora abra los
ojos, sintiéndose muy en paz y en tranquilidad en todo su ser.

d. Tercer momento. Quien facilite el ejercicio, preguntará a quien quiera responder, cómo se
sintió, qué lugar construyó, a quien invitó a ese lugar seguro y sagrado. Se puede dar un
espacio para estirar el cuerpo, bostezar, realizar movimientos suaves. También se puede
tomar un vaso con agua o aromática, de acuerdo con la temperatura del lugar.

3. Taller sobre el manejo del miedo para niños y niñas (entre los 8 y 12 años)

Objetivos:

1. Permitir la expresión de sentimientos de niños y niñas frente a la experiencia violenta vivida.

2. Entregar elementos explicativos acerca del miedo y sus diferentes manifestaciones.

3. Entregar herramientas que les permitan entender y manejar el miedo.

Materiales:

Cinta de
Papelógrafo Papel bond Lápices Colores
enmascarar
a. Primer momento. Objetivos del taller. Se explicará en forma sencilla la actividad que se
realizará, el sentido que tiene y de qué nos servirá; esto es, los objetivos del taller y la
forma como se desarrollarán las actividades. Se resaltará la importancia de la
participación y las opiniones, haciendo énfasis en la libre expresión de los sentimientos
de los niños y niñas, expectativas, preguntas y motivaciones frente al taller.

b. Segundo momento. Reglas del juego


Se establecerán las reglas del juego de manera consensuada frente a:

Escucharnos con respeto

No calificar las intervenciones de buenas o


malas... todas son válidas

Cuardar confidencialidad de lo trabajado en


el taller

Libertad para estar en el taller y libertad para


hablar y participar

c. Tercer momento. Presentación de las y los participantes. Para la presentación de todo el


grupo, se colocan en parejas y cada uno le cuenta al otro su nombre y color que les
gusta. Después, cada persona presenta a su pareja; por ejemplo: Ella se llama Juanita y
le gusta el color azul… Este ejercicio hace que se mencionen los nombres y se genere un
ambiente de confianza. Además, se colocará a cada participante su nombre, mediante
un adhesivo, para que se les pueda llamar por su nombre.

d. Cuarto momento. Actividad rompe hielo. Se desarrollará una dinámica de integración o


canto de una canción de la región. Se puede utilizar el video que aparece en el enlace,
pues vincula los movimientos de las manos y canción: “Pica piedra”, es de un grupo que
se llama Pim Pau. https://www.youtube.com/watch?v=UQ34zIP3gsE

e. Quinto momento. Desarrollo del tema. Se hace una breve presentación acerca del miedo,
sus causas y manifestaciones. Se inicia la reflexión explicando a partir de la siguiente
pregunta:

¿A qué le tengo miedo? Se propone que identifiquen hechos, situaciones o personas que
generen miedo en los niños y las niñas, causados por el desplazamiento u otros hechos
violentos vividos. Este ejercicio se puede realizar con el apoyo de dibujos en los que los
niños y niñas expresen sus miedos. La idea es permitir que los niños dibujen sin juzgar
los colores utilizados o las imágenes realizadas. Todos los dibujos son considerados
valiosos y únicos. Cada uno coloca su dibujo en la pared o tablero y lo explica al grupo.
Así mismo, se puede desarrollar mediante el juego de roles, en donde los niños y niñas
expresan sus temores. Se puede animar a que representen con gestos, movimientos y
palabras, los hechos que les han producido miedo o su reacción ante estos. Puede ser
una invitación a todo el grupo para que cada uno asuma el rol o papel de alguien en una
situación que les produjo miedo. O puede ser una expresión individual de cómo actuaron
cuando vivieron dicha situación.

f. Sexto Momento. Herramientas colectivas ¿Por qué creo que tengo ese miedo? Luego de
haber expresado en los dibujos o en el juego de roles los miedos, se pasa a identificar
por qué tenemos esos miedos. La verbalización es muy importante para que los niños y
niñas exprese ese sentimiento. A través de lluvia de ideas se anotan en el papelógrafo,
para pasar luego a concluir que, frente a situaciones de miedo hay respuestas distintas,
de acuerdo con la forma de ser y la historia de vida de cada persona. Es importante hacer
énfasis en las respuestas positivas frente a la situación.

g. Séptimo momento. ¿Cómo podemos manejar el miedo? Para terminar el ejercicio se pasa
luego a construir colectivamente cómo responder adecuadamente al miedo. Esta parte
del taller es muy importante porque, luego de escuchar diversos relatos, se resalta la
mejor respuesta a situaciones de miedo que se hayan vivido. La expresión colectiva de
los miedos permite sentir que no se está sólo y que muchas otras personas han vivido
situaciones parecidas; sentir que hay posibilidad para continuar, es muy importante como
apoyo a la persona afectada.

h. Octavo momento. Cierre. se realiza una síntesis de lo trabajado, recalcando lo positivo


como respuesta a la adversidad. Se hace un círculo y cada uno expresa lo aprendido en
el taller.

El ejercicio permite:

Tener una mirada


Reconocer la Aprender a
más
importncia de manejar de mejor
esperanzadora y
sentir miedo manera el miedo
positiva

Descubrir nuevas Identificarse con


formas de otros que han Sentir que no está
enfrentar el vivido hechos sola la persona
problema parecidos

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