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¿Qué es un taller?
Un taller de Acción Psicosocial es una experiencia de trabajo en grupo que permite compartir
experiencias, sentimientos e ideas, en este caso sobre situaciones dolorosas vividas por la comunidad;
facilita el análisis de problemas comunes, desarrolla habilidades de comunicación y fortalece las
relaciones en el grupo; se recomienda que el número de participantes sea máximo de 15. Cuando el
número es mayor, se pueden hacer subgrupos.
En los talleres se da una relación horizontal, cálida, afectuosa y respetuosa con las y los participantes.
A través del diálogo de saberes y preguntas problematizadoras, las personas pueden expresar sus
sentimientos. Es muy importante que la persona que facilita el taller tenga empatía con el grupo y
una escucha activa, es decir, hable poco, propicie la comunicación y genere confianza. El tono de la
voz será cálido y la expresión facial amable expresión.
Marcadores de
Tarjetas en Cinta de
un ovillo de lana diferentes
cartulina enmascarar
colores
Objetivo. El taller tiene como propósito hacer un diagnóstico del impacto psicosocial y ayudar a
encontrar formas de procesar lo vivido.
Estructura:
a. Primer momento. Objetivo del taller. Con un amable saludo, explique qué se pretende con el
taller. Por ejemplo: “Buenos días a todos y todas. Estamos acá para hablar sobre los hechos
sucedidos, buscando formas para afrontarlos de la mejor manera”.
b. Segundo momento. Acuerdos. Quien facilite el taller presentará los acuerdos de este:
c. Tercer momento: Actividad rompe hielo, para crear confianza. Desarrolle una actividad de
integración y explique el objetivo del taller. Recuerde las reglas del juego de respeto,
participación y solidaridad que debe darse en el taller.
Construyendo el tejido social. Todas las personas estarán de pie, formando un círculo;
con un ovillo de lana, quien inicia la actividad se queda con el inicio de la lana, luego lanza
el ovillo a otra persona, quien a su vez se queda con la lana y vuelve a enviar el ovillo, hasta
que todos los integrantes tienen una punta de la lana, construyendo un tejido entre todos.
Quien recibe el ovillo dirá su nombre y una cualidad y, después de tomar el ovillo, lo lanza a
otro participante.
Construyendo el
tejido social
Quien facilita el taller mostrará el sentido del tejido social y la afectación, positiva o negativa,
de cada uno en la construcción de ese tejido social, halando hacia arriba o hacia abajo,
notando que cualquier tensión afecta al tejido social.
d. Cuarto momento: Las y los participantes se sentarán, ojalá en círculo. Es ideal que tengan
comodidad para escribir. Se entregarán varias tarjetas o fichas, con un marcador. A cada
pregunta, habrá una ficha escrita. Luego de escribirla, se pegará en la pared, con la cinta
de enmascarar.
e. Quinto momento. Receso. Se recomienda que haya un refrigerio. Si es tierra fría, una taza
de chocolate con arepa; sí es tierra caliente, chocolate frío; el chocolate ayuda a calmar.
f. Sexto momento: Luego del receso, se pasa a las siguientes preguntas: ¿cómo respondí a
ese momento? ¿cómo debería haber actuado?
De igual manera que en el cuarto momento, se pegan las fichas o tarjetas en la pared,
tratando de agrupar las respuestas afines.
Acá es importante hacer una síntesis de lo expresado, haciendo énfasis en las capacidades y
habilidades, individuales y colectivas, para responder al momento difícil que se vivió. Si surge
la necesidad de hacer un directorio de emergencias, es el momento de hacerlo.
Se recomienda que esta actividad se realice más adelante, cuando ya las personas hayan realizado
el diagnóstico psicosocial por lo sucedido.
a. Primer momento. Quien facilite el taller pide a cada participante que se presente. Al final
de la presentación, se presentará la o el tallerista. Enseguida, se hará la explicación de la
actividad.
b. Segundo momento. Instrucciones para las personas participantes:
Dibuje un árbol. Ese árbol es la representación de su vida. Dese un tiempo para hacerlo. Escriba 1
en:
c. Tercer momento. Luego de que estén los árboles dibujados, con las expresiones anotadas
en cada parte, se da la palabra a quien quiera hablar. Recuerde que si alguien no quiere
hablar no hay por qué insistirle.
d. Cuarto momento. Después de que las personas hayan verbalizado acerca de su árbol, quien
facilite el taller hará énfasis en los recursos con que cuenta cada persona y las metas que
expresaron. Se recalcará sobre la posibilidad de actuar, mejorar, cambiar positivamente sus
proyectos de vida, a pesar de la adversidad.
Recuerde: Quien facilite el taller aclarará que cada árbol es una gran obra de arte porque es la
expresión de su vida, única y valiosa. Hay que aclararles que no interesa la estética, si la persona
dice que no sabe dibujar, que le quedó feo. Lo importante es el ejercicio profundo de mirar su vida,
en todos esos aspectos.
f. Cierre. Se terminará el taller cantando la canción “Ay que bonita es esta vida”. Canción
disponible en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=tS34TijiFiM
1
Si la persona no sabe escribir, se le pide que explique verbalmente.
2. Ejercicio de relajación2.
Cuando el ser humano ha vivido eventos traumáticos, se bloquea la energía y se somatizan esos
hechos dolorosos de diversas formas. Por lo tanto, hacer ejercicios de relajación ayuda a recuperar
la tranquilidad y el fluir de la energía. La relajación se inicia con trabajo respiratorio, recordando que
el aliento es la fuente de la vida. La respiración profunda, inhalando la energía fresca que nutre
células y tejidos, exhalando el estrés, la angustia, el miedo, la rabia –cualquiera de estos
sentimientos-, ayuda a manejar situaciones difíciles.
Ejercicio de relajación – Visualización, el lugar sagrado y seguro, refugio del alma y visita
con el guía sabio3
Materiales
lugar
tranquilo
Líquido para
hidratarse
2
Tomado de Trauma, sanación y transformación, Patricia MATHES Cane, PhD., Fundación Capacitar,
California, 2003.
3
Se propone grabar el ejercicio para que pueda ser escuchado.
Objetivos
b. Primer momento. Explique a las y los asistentes el ejercicio. Si alguna de las personas no
desea hacer el ejercicio, se respeta su decisión.
c. Segundo momento. Desarrollo del ejercicio. Póngase en una posición cómoda, sentado o
acostado. Cierre los ojos y respire profundamente. Deje todas las preocupaciones del día y
siéntase presente en el momento, en este salón. Sienta su conexión con la tierra….
Imagínese que la energía del mundo corre a través de sus pies y alrededor de su cuerpo
entero.
Usted comenzará una excursión por su cuerpo, dejando ir cualquier tensión y relajando cada
parte completamente. Conéctese con sus dedos de los pies, sus pies y tobillos. Estírelos y
flexiónelos, y comuníquese con cualquier tensión que sienta en ellos. Respire profundamente
y, mientras exhala, déjese ir por completo, soltando toda la tensión de los dedos de los pies,
los pies y los tobillos. Sienta una profunda paz y tranquilidad en todo su ser.
Respire profundamente de nuevo e imagínese que la energía de la tierra se mueve por sus
piernas y su pelvis. Conéctese con sus piernas, rodillas, muslos y pelvis. Mueva suavemente
estas partes del cuerpo comunicándose con cualquier tensión que pueda sentir en ellas.
Respire profundamente y mientras exhala, relájese por completo, sacando toda la tensión de
las piernas –muy relajadas-, las rodillas y los muslos –muy relajados y suaves-, la pelvis y
órganos internos –muy relajados y suaves-. Sienta profunda paz y tranquilidad en todas las
partes de su ser.
Respire profundamente otra vez e imagínese que la energía de la tierra corre por el tronco
de su cuerpo, moviéndose por el estómago y el pecho, subiendo en círculos por la espalda y
espina dorsal hacia los hombros. Conéctese con esas partes de su cuerpo y observe cualquier
tensión que pueda sentir allí. Mueva suavemente los músculos del abdomen, el estómago y
el pecho, la espalda y los hombros. Respire profundamente y al exhalar abandónese soltando
toda la tensión del abdomen y el estómago –bien relajados-, el pecho –bien relajado-, la
espalda, columna vertebral y hombros –muy suaves y relajados-. Sienta una paz y una
tranquilidad profundas en todas las partes de su ser.
Respire profundamente de nuevo y ahora imagínese que la energía de la tierra sube por sus
brazos, codos, antebrazos, manos y dedos. Conéctese con los brazos y las manos y mueva
suavemente estas partes de su cuerpo para ponerse en contacto con cualquier tensión que
pueda sentir allí. Respire profundamente y al exhalar, abandónese por completo, soltando
toda la tensión en los brazos, codos, antebrazos –bien suaves y relajados- las muñecas, las
manos, las palmas de la mano y los dedos –bien suaves y relajados-. Sienta profunda paz y
tranquilidad en todas las partes de su ser. Respire profundamente otra vez e imagínese
ahora que la energía de la tierra sube hacia su cuello y cabeza. Examínese el cuello y la
cabeza y comuníquese con cualquier tensión que pueda sentir allí; suavemente mueva los
músculos del cuello. Abra la boca, en un bostezo grande, flexionando la lengua y la quijada,
dejando ir toda la tensión y los sentimientos que haya allí atrapados. Haga una mueca y
flexione todos los músculos de las mejillas, la frente y alrededor de los ojos. Respire
profundamente y, al exhalar, abandónese soltando toda la tensión en el cuello –bien suave
y relajado-, la lengua, quijada y mejillas –bien relajadas-, frente, ojos, oídos y cuero cabelludo
–bien suaves y relajados-. Sienta profunda paz y tranquilidad en todas las partes de su ser.
Construya su propio refugio; quizás es un jardín lleno de flores y bellos árboles. Tal vez su
refugio se encuentra en las montañas cerca de un lago o en una pradera con el cielo claro y
con las nubes flotantes. O quizás su lugar seguro se encuentra en una capilla o en la casa
de su infancia. Ahora decida a dónde ir, para estar en un lugar seguro y sagrado. Tome
algún tiempo para explorar y crear ese lugar, llenándolo de todo lo que le apoye y nutra.
Puede tener colores, sonidos, olores, texturas… Tome algunos minutos y disfrute de su lugar
especial. Siéntase bien seguro, confiado y tranquilo. Llénese de una paz enorme y un
profundo sentido de seguridad. Tome tiempo para abrirse a recibir lo que pueda necesitar
en este momento. Tome más tiempo para disfrutar de su refugio de paz.
Disfrute de su espacio seguro y sagrado. Ahora, invite a una persona especial, a un guía
sabio para que se junte con usted; a una persona importante en su vida; un guía o mentor
que tenga sabiduría para compartir con usted. Tal vez esa persona es un amigo, un abuelo,
una hermana o hermano, un santo o una persona sagrada, un modelo para usted. Invite a
la persona a su refugio y disfrute de unos momentos con ella. Pase un tiempo con esa
persona. Pregúntele que si tiene algunas palabras especiales de sabiduría para compartir
con usted. Tome algún momento para escuchar lo que necesita su alma. Imagínese que
esa persona le da un regalo o algún símbolo especial que sea significativo para su vida.
Reciba el regalo con alegría, amor y gratitud. Tómese algunos momentos más con esa
persona tan especial. Cuando esté listo, agradézcale y despídase de ella. El guía está
siempre dentro de usted y usted puede regresar a su refugio a buscar los consejos y la
compañía de esta persona. De nuevo tómese unos momentos solo en su refugio. Sienta el
calor, el consuelo y el amor que le rodean, sabiendo que puede regresar a este lugar cuando
quiera. Ahora, despídase de su lugar seguro y sagrado y comience a regresar a su cuerpo
y al momento presente.
Ahora comience a regresar a su cuerpo, respirando profundamente y tocándose los pies y los
dedos. Mueva suavemente los pies y los dedos de los pies para sentir una conexión con el
cuerpo. Yo contaré desde 5 hasta 1 y con cada número usted se sentirá más y más presente
en su cuerpo, en este salón. Cinco… respire profundamente, mueva suavemente las piernas,
sintiendo la energía que le corre de lleno alrededor del cuerpo. Cuatro, mueva suavemente
el tronco de su cuerpo, siéntase completamente vivo en la pelvis, el abdomen, el pecho y los
hombros. Tres… mueva suavemente los brazos y las manos, sintiendo que la energía corre
por completo a través de sus brazos. Dos…. Suavemente mueva el cuello y los músculos
faciales, sintiéndose vivo y relajado en la cabeza. Uno…. Respire profundo y ahora abra los
ojos, sintiéndose muy en paz y en tranquilidad en todo su ser.
d. Tercer momento. Quien facilite el ejercicio, preguntará a quien quiera responder, cómo se
sintió, qué lugar construyó, a quien invitó a ese lugar seguro y sagrado. Se puede dar un
espacio para estirar el cuerpo, bostezar, realizar movimientos suaves. También se puede
tomar un vaso con agua o aromática, de acuerdo con la temperatura del lugar.
3. Taller sobre el manejo del miedo para niños y niñas (entre los 8 y 12 años)
Objetivos:
Materiales:
Cinta de
Papelógrafo Papel bond Lápices Colores
enmascarar
a. Primer momento. Objetivos del taller. Se explicará en forma sencilla la actividad que se
realizará, el sentido que tiene y de qué nos servirá; esto es, los objetivos del taller y la
forma como se desarrollarán las actividades. Se resaltará la importancia de la
participación y las opiniones, haciendo énfasis en la libre expresión de los sentimientos
de los niños y niñas, expectativas, preguntas y motivaciones frente al taller.
e. Quinto momento. Desarrollo del tema. Se hace una breve presentación acerca del miedo,
sus causas y manifestaciones. Se inicia la reflexión explicando a partir de la siguiente
pregunta:
¿A qué le tengo miedo? Se propone que identifiquen hechos, situaciones o personas que
generen miedo en los niños y las niñas, causados por el desplazamiento u otros hechos
violentos vividos. Este ejercicio se puede realizar con el apoyo de dibujos en los que los
niños y niñas expresen sus miedos. La idea es permitir que los niños dibujen sin juzgar
los colores utilizados o las imágenes realizadas. Todos los dibujos son considerados
valiosos y únicos. Cada uno coloca su dibujo en la pared o tablero y lo explica al grupo.
Así mismo, se puede desarrollar mediante el juego de roles, en donde los niños y niñas
expresan sus temores. Se puede animar a que representen con gestos, movimientos y
palabras, los hechos que les han producido miedo o su reacción ante estos. Puede ser
una invitación a todo el grupo para que cada uno asuma el rol o papel de alguien en una
situación que les produjo miedo. O puede ser una expresión individual de cómo actuaron
cuando vivieron dicha situación.
f. Sexto Momento. Herramientas colectivas ¿Por qué creo que tengo ese miedo? Luego de
haber expresado en los dibujos o en el juego de roles los miedos, se pasa a identificar
por qué tenemos esos miedos. La verbalización es muy importante para que los niños y
niñas exprese ese sentimiento. A través de lluvia de ideas se anotan en el papelógrafo,
para pasar luego a concluir que, frente a situaciones de miedo hay respuestas distintas,
de acuerdo con la forma de ser y la historia de vida de cada persona. Es importante hacer
énfasis en las respuestas positivas frente a la situación.
g. Séptimo momento. ¿Cómo podemos manejar el miedo? Para terminar el ejercicio se pasa
luego a construir colectivamente cómo responder adecuadamente al miedo. Esta parte
del taller es muy importante porque, luego de escuchar diversos relatos, se resalta la
mejor respuesta a situaciones de miedo que se hayan vivido. La expresión colectiva de
los miedos permite sentir que no se está sólo y que muchas otras personas han vivido
situaciones parecidas; sentir que hay posibilidad para continuar, es muy importante como
apoyo a la persona afectada.
El ejercicio permite: