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Introducción

En Chile existen 2.119.316 de personas con una o más discapacidades, es decir, alrededor
de un 12.7% de la población. Este sector de la población ha sufrido a lo largo de la historia
de marginación, discriminación e ignorancia por parte del resto de la población. Pero
desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se ha expandido el derecho de
igualdad y dignidad para todas las personas, por lo que es necesario ampliar el
conocimiento acerca de la discapacidad, e integrar cada vez más este concepto en todas
las legislaciones vigentes. Una de las maneras de conseguir la integración y dignidad de las
personas con discapacidad son el deporte y la actividad física, mecanismos por medio de
los cuales pueden desarrollar competencias físicas y psicológicas que les permitan
desenvolverse con total igualdad en el proceso socio productivo de las naciones. En Chile
es poco el desarrollo que se tiene con respecto a la inclusión de las personas con
discapacidad en deportes, aunque se han decretado leyes y decretos que tienen como
objetivo la integración y mejoramiento de la calidad de vida de las personas con
discapacidad, sin embargo, es escaso el conocimiento de la población general en este
sentido, por lo que este trabajo tiene como objetivo principal dar a conocer los términos y
desarrollo histórico del deporte en las personas con discapacidad, además de hacer
recuento de las instituciones y legislaciones que se encargan de regular la actividad física y
deporte de las personas con discapacidad en Chile. Para ello el trabajo de investigación se
ha estructurado de la siguiente manera: planteamiento del problema, justificación, y
marco teórico, en el que se hace un recuento de los conceptos de deporte, deporte
adaptado, y las legislaciones e instituciones encargadas del tema de deporte y
discapacidad en Chile.

I. Planteamiento del problema

Según datos de la OMS, el 15% de la población presenta alguna discapacidad, lo que


significa unos 2 mil millones de personas en todo el mundo, cifra que puede aumentar a
medida que la población envejece (OMS, 2016). La discapacidad es entonces un problema
al cual la totalidad de la población se encuentra expuesta, por lo que tiene implicancias a
nivel político, de los sistemas de salud y a nivel cultural, considerando que el abordaje de
la discapacidad apunta cada vez más a mejorar la calidad de vida de la sociedad en su
conjunto, a través de actividades incluyentes para todas las personas y no enfocadas en
un grupo poblacional específico. Chile no escapa de esta realidad, y ha vislumbrado al
deporte como una manera de lograr este nivel de integración social (Pantano, 2009).

La actividad deportiva entre las personas en situación de discapacidad ha ido adquiriendo


una creciente atención en el concierto internacional en los últimos años, tanto a nivel de
espectáculo deportivo, como también en términos de su potencial de inclusividad social.
En Chile, a partir del año 2014, el Ministerio del Deporte (MINDEP) y el Instituto Nacional
del Deporte (IND) comenzaron a ejecutar un plan de inversión destinado al desarrollo del
deporte paralímpico nacional, el cual viene materializándose en la organización de
competencias deportivas, en el mejoramiento de infraestructura y en el apoyo a
deportistas de alto rendimiento.

Si bien las personas con discapacidad han estado presentes en todos los períodos
históricos de la humanidad, no fue sino hasta mediados del Siglo XX en que la sociedad ha
comenzado a adquirir la conciencia de que ellas no son merecedoras de un trato
excluyente y discriminatorio, sino todo lo contrario, uno empático e integrativo que
busque incluirlas en la comunidad, valorando su aporte y participación en ella, procurando
para ello en primer lugar eliminar las barreras físicas y sociales que nosotros mismos les
hemos construido. Con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU en
1948, los Estados parte comenzarían gradualmente a comprometerse y hacerse cargo del
contenido al cual se adscribían, realizando las reformas necesarias en sus ordenamientos
jurídicos internos con tal de garantizar los derechos y principios proclamados en la Carta,
siendo el de igualdad en derechos y dignidad de todas las personas1 uno de los que calaría
con mayor fuerza en las Naciones.
En la actualidad, se entiende que las personas con discapacidad deben ser tratadas igual
que el resto, siendo tarea principalmente del Estado el asegurarles el ejercicio de los
mismos derechos que los demás, por lo tanto, es deber de las legislaciones nacionales el
regular mediante un ordenamiento jurídico eficaz y eficiente las distintas necesidades
específicas de este grupo de personas, con el objeto de tender a la autonomía,
equiparación de oportunidades e integración social de ellas. Esto debe estar basado en los
principios de accesibilidad universal y diseño universal. La accesibilidad universal es la
condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así
como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles,
utilizables y practicables por todas las personas, en condiciones de seguridad y
comodidad, de la forma más autónoma y natural posible. Por su parte, el diseño universal
es la actividad por la que se conciben o proyectan, desde el origen, entornos, procesos,
bienes, productos, servicios, objetos, instrumentos, dispositivos o herramientas, de forma
que puedan ser utilizados por todas las personas o en su mayor extensión posible
(Ministerio de Planificación, 2010). Estos principios deben ser aplicados en todos los
ámbitos en los que se desarrolla un individuo, llámese educativo, integración laboral,
recreación, y actividad física y deporte.

Por otra parte, el fin último de todas las regulaciones nacionales e internacionales que
tienen como destinatarios a las personas con discapacidad es siempre el mismo: la plena
integración o inclusión social de ellas. Si ya la rehabilitación puede parecer un proceso
complicado y de largo plazo en la actualidad, la consiguiente integración social se ve aún
más lejana. ¿Cómo poder integrar a una persona con discapacidad a una sociedad que no
sólo no está preparada para ella, sino que incluso aún mantiene actitudes y mecanismos
que tienden a excluirla? No sólo las deficiencias pueden producir discapacidad, sino
también el entorno. Hasta nuestros días sigue existiendo una clara segregación entre las
personas con discapacidad y aquellas que no debido fundamentalmente a la
estigmatización y discriminación que ejercen éstas últimas sobre las primeras. A nuestro
parecer, estas actitudes dejan de manifiesto el lado animal de los seres humanos, ese que
instintivamente tiende a separar de sí todo aquello que no sea igual o parecido a la
mayoría de lo que lo rodea, sin embargo, afortunadamente con el transcurso de los años
éste se ha ido aplacando por su lado racional, el cual ha sido artífice de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, la cual apuesta por una sociedad en que todos somos
iguales en dignidad y derechos.

Todo lo planteado anteriormente permite exponer la siguiente pregunta de investigación:


¿Cuáles son las limitaciones sociales que perciben los deportistas adaptados en la ciudad
de Calama?

II. Justificación

Si bien las personas con discapacidad han estado presentes en todos los períodos históricos de la
humanidad, no fue sino hasta mediados del Siglo XX en que la sociedad ha comenzado a adquirir la
conciencia de que ellas no son merecedoras de un trato excluyente y discriminatorio, sino todo lo
contrario, uno empático e integrativo que busque incluirlas en la comunidad, valorando su aporte
y participación en ella, procurando para ello en primer lugar eliminar las barreras físicas y sociales
que la misma sociedad les ha construido. En la actualidad, se entiende que las personas con
discapacidad deben ser tratadas igual que el resto, siendo tarea principalmente del Estado el
asegurarles el ejercicio de los mismos derechos que los demás, por lo tanto, es deber de las
legislaciones nacionales el regular mediante un ordenamiento jurídico eficaz y eficiente las
distintas necesidades específicas de este grupo de personas, con el objeto de tender a la
autonomía, equiparación de oportunidades e integración social de ellas. La práctica de actividades
deportivas o deporte por parte de las personas con discapacidad forma parte de todas las
actividades de inclusión que sebe llevar a cabo este sector de la población, debido a los enormes
beneficios que se asocian a la práctica de deportes por parte de la población general y por
personas con discapacidad.

Para que este nivel de integración y trato igualitario sean posibles es necesario el desarrollo de
investigaciones centradas en comprender como ha evolucionado la relación entre la discapacidad
y el deporte, cuáles son los avances que ha realizado Chile a nivel institucional y legislativo en
relación a la participación de las personas con discapacidad en el deporte, tanto recreativo,
terapéutico y de alta competencia. Todos estos estudios permiten comprender y analizar el estado
del arte con respecto al tema, de modo de que las instituciones del estado cuenten con
información recopilada, resumida y analizada que les permita orientar y dirigir los planes de
desarrollo e inversión relacionados con la participación de las personas con discapacidad en el
deporte. Este tipo de estudios permite conocer todo lo que se ha hecho bien, y todo aquello en lo
que aun falta mejorar y por qué, orientando por el camino correcto el desarrollo de políticas
públicas que garanticen la participación de las personas con discapacidad en actividades físicas y
deporte, pero no solo para cumplir con un requisito o celebrar el día internacional de la
discapacidad, sino de manera que de verdad se logren cambios significativos y alargo plazo en la
calidad de vida de las personas con discapacidad a través de los enormes beneficios que
representan su participación en deportes.

III. Objetivos de la investigación

1. Objetivo principal:

Describir las limitaciones sociales que perciben los deportistas adaptados en Chile.

2. Objetivos específicos:

a. Describir la situación de la discapacidad y participación en el deporte en Chile.


b. Enumerar los tipos de deportes para adaptados que se practican en Chile y la
ciudad de Calama.
c. Resaltar la importancia y los beneficios del deporte en las personas con
discapacidad.
d. Describir a los organismos encargados y relacionados con el deporte para personas
con discapacidad a nivel internacional y en Chile.
e. Enumerar y describir las leyes relacionadas con el deporte para personas con
discapacidad en Chile.
f. Reconocer las principales razones sociales que limitan la participación de personas
con discapacidad en deportes.
IV. Marco Teórico

1. Discapacidad en Chile.

Las primeras mediciones de la discapacidad en Chile se presentan en la década del 2000,


debido a un cuestionamiento de la Encuesta CASEN a cargo del Ministerio de Desarrollo
Social, y en el Censo Poblacional y de Vivienda del año 2002 (SENADIS, 2013). Los
resultados de la encuesta CASEN aseguran una prevalencia de la discapacidad de 5,3%
para el año 2000 y de 3,6% para el año 2003; mientras que el censo del año 2002 indicó
que la prevalencia de la discapacidad era de 2,2%, considerando como “discapacitados” a
todos aquellos que presentaban deficiencias en un grado severo (sordera total, ceguera
total, mudez total, lisiado o parálisis o deficiencia mental), sin tomar en cuenta otros
grados de discapacidad, lo que explica la baja prevalencia obtenida (FONADIS, 2005).

Para el año 2004, se realiza en Chile la primera encuesta específica de discapacidad, en el


marco del Primer Estudio Nacional de Discapacidad (ENDISCI) para medir y caracterizar a
este grupo poblacional, arrojando una prevalencia del 12,9% y una fuerte relación con
algunas variables sociodemográficas como prevalencia en 14,9% en mujeres en
comparación con el 10,9% en hombres, y una prevalencia superior 1,2 veces en medios
rurales que en medios urbanos. El dato más relevante fue encontrar que la prevalencia de
la discapacidad estaba asociada el estrato económico (20% estrato bajo, 11,7% estrato
medio y 4,7% estrato bajo), lo que hace pensar que el estrato socioeconómico no es un
factor asociado con la discapacidad sino más bien un probable agente causal (FONADIS,
2005).

A pesar de la relevante información levantada en el año 2004, no fue sino hasta el año
2015 donde se realizó un estudio sistémico y específico sobre la discapacidad, el Segundo
Estudio Nacional de Discapacidad (ENDISCII), donde se percata que el 20% de la población
adulta, mayor de 18 años, posee algún tipo de discapacidad, que la discapacidad es
significativamente mayor en mujeres (24,9%) que en hombres (14,8%), y que la
distribución geopolítica es muy desigual en las 15 regiones del país. Se continuó
observando la relación entre la condición socioeconómica y la discapacidad, y en el
ámbito laboral un 69,3% de las personas sin discapacidad están ocupadas, en comparación
con el 39,3% de las personas con discapacidad (MDS, 2016).

En lo que se refiere al enfoque de las personas con discapacidad y las actividades


deportivas, esta forma parte de los 5 ejes principales que debe atender el Estado para
asegurar el ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad, junto con salud,
educación, inclusión laboral y acceso y diseño universal. En la mayoría de los Estados se ha
legislado para solventar las 4 últimas, dejando a la actividad física y deporte en última
instancia, y Chile no es la excepción. La Ley 20.422 de Igualdad de Oportunidades e
Inclusión Social de Personas con Discapacidad hace referencia a los temas de salud,
educación e inclusión laboral, pero deja de lado la actividad física y deporte de este
importante sector de la población, la cual se contempla en la Constitución Política como
un derecho fundamental (García-Mingo, 2000). Sin embargo, a partir del año 2014, el
Ministerio del Deporte (MINDEP) y el Instituto Nacional del Deporte (IND) comenzaron a
ejecutar un plan de inversión destinado al desarrollo del deporte paralímpico nacional,
centrado en tres grandes ramas como lo son organización de competencias deportivas,
mejoramiento de la infraestructura y el apoyo a deportistas de alto rendimiento. Este
proceso está en pleno desarrollo, y los deportistas paralímpicos participan en un 43% en
competencias nacionales y 33,9% en competencias internacionales, mientras que el resto
solo a nivel regional, con apoyo financiero que escasamente proviene de entes públicos,
pero si en mayor medida de entes privados y de la red de apoyo del deportista (García-
Pacheco y col., 2020).

2. Definición de Deporte y Deporte para adaptados.

2.1. Definición de Deporte.


Antes de continuar con el tema de la actividad física o deporte en personas con
discapacidad es necesario realizar algunas definiciones importantes y que pueden generar
cierta confusión.

En principio se define como actividad física a cualquier movimiento corporal producido


por los músculos esqueléticos que implique gasto de energía. De acuerdo a esta definición
actividades como caminar, correr, saltar, bailar, trabajos de levantamiento de peso, entre
otros, son considerados actividad física (OMS, 2016). La Organización Mundial de la Salud
la considera como el factor que más interviene en la salud de las personas y la considera
como la mejor estrategia para prevenir la obesidad (Vidarte-Claros y col., 2011).

Por otra parte, la palabra “deporte” reconoce diversos orígenes en los cuales queda
asociada al pasatiempo y la diversión (deportar, disportar) o a ciertos juegos algo brutales
de marinería (de porto en porto). No pocas veces aparece como sinónimo de juego o
actividad hecha sin ningún fin o propósito (hacer algo por deporte). Lo cierto es que, más
allá de su etimología y de los alcances que al término le den el uso social y el sentido
común, es innegable que el propio concepto de deporte ha sufrido cambios relacionados
con el derrotero social e histórico que esta actividad humana ha seguido. Desde un punto
de vista forma, se considera deporte a cualquier actividad física, que a través de
participación organizada o no, tiene por objeto la expresión o mejoría de la condición
física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o la obtención de resultados en
competición en todos los niveles (Hernández y Carballo, 2003).

Al deporte se le atribuyen cinco funciones claves para el desarrollo social, que van mucho
más allá de la simple mejoría de la condición física, ya de por si muy importante: i) función
educativa, equilibrando la formación y el desarrollo humano a lo largo de toda la vida; ii)
función de salud pública, contribuyendo al mantenimiento de una buena salud y calidad
de vida hasta una edad avanzada; iii) función social, promoviendo una sociedad más
inclusiva al luchar contra la intolerancia, el racismo, la violencia; iv) función cultural,
permitiendo a los ciudadanos conocer y por lo tanto, proteger y respetar el medio
ambiente, a la vez que le ayuda a arraigarse a un territorio; y v); función lúdica, teniendo
una dimensión importante en el ocio y entretenimiento tanto individual como colectivo
(Hernández y Carballo, 2003).

La actividad física y el deporte son herramientas de vital importancia en el desarrollo


físico, psíquico y social de los individuos, aportando un sin número de beneficios a corto,
mediano y largo plazo, incluso pudiendo ser consideradas a nivel terapéutico por muchos
profesionales de la salud.

2.2. Definición de Deporte Adaptado.

El deporte adaptado es la modalidad deportiva en la que se han modificado algunas reglas


para permitir la participación de personas con discapacidad, siendo estas adaptaciones
mínimas, evitando perder la esencia misma del deporte. Se incluyen en esta definición
todas las actividades deportivas específicas que pueden llevar a cabo las personas con
discapacidad, pedagógica o médicamente permitidos, pudiendo estar orientadas desde un
aspecto terapéutico hasta un nivel de competición de alto rendimiento. En resumen, el
deporte adaptado es aquel que practican exclusivamente las personas con discapacidad,
con fines sociales, terapéuticos o de alta competencia (Arráez-Martínez, 2011). En los
últimos treinta años el objetivo del deporte adaptado ha cambiado significativamente,
pasando de una función meramente rehabilitadora, a una competición y desarrollo
personal y económico de las personas con discapacidad.

Se ha visto entonces que varios deportes convencionales han adaptado alguna de sus
características para ajustarse a las necesidades de un determinado colectivo de personas
con discapacidad que lo va a practicar, mientras que, en otros casos, se ha creado una
modalidad deportiva nueva a partir de las características específicas de un determinado
colectivo de personas con discapacidad. Por ejemplo, en el baloncesto, que adecuaron sus
características para ser practicado por personas con discapacidad física mediante el uso de
sillas de ruedas y algunas modificaciones reglamentarias respecto de la modalidad a pie,
definiendo como tal un nuevo deporte (Pérez-Tejero y col., 2012). En otro caso tenemos la
Boccia, diseñado especialmente para personas con parálisis cerebral o discapacidad física
severa.

Se considera que el deporte adaptado entra dentro de la gama de Actividades Físicas


Adaptadas (AFA), la cual es una de las disciplinas dentro de las áreas del conocimiento del
directorio de las Ciencias del Deporte, según el vademécum del Comité Internacional de la
Educación Física y las Ciencias del Deporte de la UNESCO (Icsspe, 2007). Las AFA se
entienden como movimiento, actividad física y deporte con especial énfasis en los
intereses y capacidades de los individuos con condiciones limitantes como una
discapacidad, problemas de salud o envejecimiento (Doll-Tepper y DePauw, 1996).

Es importante destacar, que los deportes adaptados están regidos por federaciones
deportivas, incluso organizadas de acuerdo al tipo de discapacidad, y a nivel internacional
existen tres grandes eventos donde participan las personas con discapacidad: i) a) los
Juegos Paralímpicos, sin duda los principales y en los que participan deportistas con
discapacidades físicas (lesión medular, amputaciones, parálisis cerebral, y les autres),
discapacidad visual y discapacidad intelectual (con su reincorporación al movimiento
paralímpico en los Juegos de Londres 2012); ii) los Juegos Mundiales “Special Olympics”,
centrado en deportistas con discapacidad intelectual, pero con un enfoque más
participativo; y iii) las olimpiadas para personas con discapacidad auditiva o
“Deaflympics”, máxima expresión del deporte para personas con discapacidad auditiva a
nivel mundial (Moya, 2014).

2.3. Tipos de deportes para adaptados en Chile y la ciudad de Calama.

Los deportes para adaptados se pueden dividir de acuerdo al ámbito en el cual se


desarrollan. Teniendo entonces (IND, 2006:
a. El deporte adaptado escolar: que se desarrolla en las Escuelas Espaciales y las
Escuelas Comunes, en las que los estudiantes con capacidades especiales se
encuentran integrados con sus compañeros convencionales.
b. El deporte adaptado recreativo: primero considerado como recreativo, pero
adquiriendo luego una dimensión terapéutica. Generalmente se desarrolla en
entes estatales, escuelas, instituciones, Hospitales y Clínicas. Son muchas veces
juegos adaptados a todos los individuos que deseen participar, y tiene que ver con
el buen uso del ocio y el tiempo libre, y con la inclusión en la sociedad, a través de
su relación con múltiples personas.
c. El deporte adaptado terapéutico: se considera como un mecanismo de
rehabilitación, entendiéndose esta última como los procedimientos médicos,
psicológicos, pedagógicos y sociales que sirven para el mejor desarrollo de las
capacidades de las personas con necesidades especiales. A través del deporte y la
motivación que el mismo desencadenase realizan esfuerzos que muchas veces
superan aquellos que se realizan en una sesión individual de trabajo físico.
d. Deporte paralímpico: son actividades deportivas coordinadas en las que se
participa en competición a nivel nacional e internacional. En Chile se encuentran
las siguientes disciplinas: ski alpino, tiro con arco, canoa, cross-country, ciclismo,
fútbol 5, fútbol 7, goalball, judo, remo, vela, tiro al blanco, natación, tenis de mesa,
triatlón, curling en silla de ruedas, esgrima en silla de ruedas, rugby en silla de
ruedas, tenis en silla de ruedas, atletismo, basquetbol en silla de ruedas, bochas o
boccia, ecuestre paralímpico o doma, halterofilia y voleibol sentado.

En Chile, para ser deportista paralímpico hay que pasar por un proceso de clasificación,
uniendo a los deportistas con deficiencias similares para un deporte en particular, para
evitar que la discapacidad juegue un papel fundamental en el rendimiento en el deporte
en particular. Cada deporte tiene un sistema de clasificación diferente, basado en
requisitos y habilidades deportivas específicas de cada una (CPC, 2013).
Los deportes paralímpicos más importantes de Chile son basquetbol en silla de ruedas,
atletismo, halterofilia, bochas, natación, tenis en silla de ruedas y tenis de mesa, de los
cuales cada uno tiene una federación propia, lo cual es un requisito primordial para la
participación profesional en un deporte paralímpico. Sin embargo, la cultura deportiva de
Chile es escasa y, a pesar de los esfuerzos de los últimos años en la promoción del
deporte, son pocos los resultados obtenidos a nivel internacional. Se han estipulado
múltiples razones para esto, tales como sedentarismo, falta de líderes, mala formación
deportiva, falta de voluntad política, falta de planificación adecuada, entre otras. Pero de
todas las razones posibles la que más destaca es la de falta de recursos económicos, ya
que, si bien desde 2010 se ha incrementado la asignación de recursos al deporte, la gran
parte de éstos se destinan al fútbol por ser considerado un deporte de masas (IND, 2006).

Calama es una ciudad y comuna del norte grande de Chile, con una altura promedio de
2300 m.s.n.m, es la capital de la provincia de El Loa, perteneciente a la región de
Anfotagasta. En lo que se refiere al deporte, la región de Anfotagasta enmarca su política
deportiva en el marco de la Política de Actividad Física y Deporte 2017-2015, para diseñar
e implementar estrategias de corto, mediano y largo plazo en esta materia. Esta política
nace de un amplio proceso participativo, que implicó la realización de 231 diálogos
ciudadanos en el 60% de las comunas de Chile. En la elaboración del documento también
contribuyeron funcionarios del Instituto Nacional de Deporte y las Seremis de deporte de
todas las regiones del país. El objetivo principal de la política es promover el desarrollo
integral, social e individual de la población a través de la práctica sistemática de la
actividad física y el deporte, en sus diversas manifestaciones, durante todo el curso de
vida, desde un enfoque de derecho que resguarde la equidad de género, la
interculturalidad y la inclusión social en su sentido más amplio (Ministerio del Deporte,
2016).

En el marco de esta política, se han desarrollado en la ciudad de Calama diversos eventos


deportivos en los que la inclusión y la participación de personas con discapacidad han sido
el eje fundamental. Por ejemplo, el 10 de diciembre del año 2012 se celebró en el Estadio
Techado de Calama una actividad de deporte adaptado para las personas con capacidades
distintas, evento enmarcado dentro de un cronograma de trabajo que organizó la Oficina
de Inclusión Municipal asociados al Día Internacional de las Personas con Discapacidad,
que se conmemora el 3 de diciembre de todos los años. El evento consistió en un partido
de fútbol sala recreacional y circuitos deportivos diseñados para personas con
discapacidad (https://cobreloa.cl/noticias/f/cobrela-apoya-actividad-con-personas-con-
capacidades-distintas). Otro ejemplo lo constituye las actividades deportivas del 143
aniversario de Calama, la cual ofreció disciplinas de atletismo, atletismo adaptado,
lanzamiento de bala y salto largo, en las categorías todo competidor damas, varones,
niños y adaptado (https://enlalinea.cl/2022/03/07/con-atletismo-adaptado-se-dio-inicio-
a-actividades-deportivas-por-el-aniversario-de-calama/).

A pesar de lo mencionado anteriormente, Chile ha experimentado en los últimos 10 años


un alza deportiva, especialmente en el running, bajo el slogan de “elige vivir sano”, una
serie de corridas y cicletadas, pero apuntadas a personas sin discapacidad, siendo difícil
encontrar espacios con encuentros deportivos que apunten a la diversidad o integren a un
sector con discapacidad. Sin embargo, los primeros pasos están marcha, pero el camino
por recorrer el largo y difícil.

2.4. Beneficios del deporte para los deportistas adaptados.

Es bien sabido que la actividad física y el deporte tienen efectos beneficiosos en la salud
de las personas, los cuales se potencian en las personas con discapacidad, los cuales se
obtienen a través de la práctica de un deporte o actividad física dentro de una terapia o
rehabilitación, teniendo consideraciones especiales al tipo de discapacidad, ya sean físicas,
motoras, sensoriales o cognitivas. Es importante entonces tener en cuenta cuales son las
actividades físicas que son inherentes y posibles para un tipo de discapacidad particular
para que no sean contraproducentes para el individuo. Entonces, se recomiendan
actividades que fortalezcan musculatura y resistencias en brazos y piernas para personas
en silla de ruedas, o actividades que trabajen la coordinación motora y orientación
espacial para aquellos que presenten discapacidad motora o sentido de la vista disminuido
(INEF Madrid, 2009).

Los beneficios del deporte para las personas con discapacidad pueden evaluados en
diferentes dimensiones, las cuales son (INEF Madrid, 2009):

a. Dimensión física:
 Desarrollo de potencia muscular y resistencia a la fatiga
 Mejor funcionamiento de las funciones vitales especialmente la respiratoria,
cardiovascular, renal.
 Contribución a mejorar el soporte esquelético, evitando complicaciones como la
descalcificación o la osteoporosis.
 Influencia preventiva de la obesidad y el sedentarismo
 Aumenta la resistencia del individuo a la aparición de enfermedades y lesiones.
 En el caso de las personas que cursen asimetrías en las extremidades superiores,
se pueden evitar desviaciones de la columna en el plano frontal o escoliosis,
mejorar la fuerza en la cintura y disminuye la restricción de la función respiratoria.
 Estimula el crecimiento armónico, previniendo deformidades y vicios posturales.
 Desarrollo de cualidades como agilidad, destreza, fuerza, velocidad, flexibilidad,
coordinación, atención y reflejos.
 Favorece el trabajo cardio respiratorio
 Mejora el equilibrio
 Aumenta el control de habilidades motoras
 Facilita la ubicación espacial y lateralidad (especialmente importante en personas
ciegas)
 Prevención de contracturas
 Desarrollo de cualidades perceptivo – motoras
 Previene el atrofiamiento de los músculos
 Desarrollo orgánico y funcional del individuo
b. Dimensión psíquica – cognitiva
 Eliminación de la depresión, la ansiedad y angustia
 Promueve la auto superación, mejora la auto confianza
 Desarrollo de iniciativa, liderazgo, autodominio, integración y cooperación
 Incremento de la seguridad en sí mismos
 Produce en la persona el sentimiento de utilidad, que elevan su autoestima
 Aumenta la capacidad de autonomía, mejora la disposición y fuerza de voluntad
ante situaciones adversas.
 Desarrollo de tolerancia a la frustración
 Adquisición de responsabilidad
 Potencia la autodisciplina
 Motivación ante desafíos
 Aceptación de la propia realidad.
 Mejora de la capacidad de autocontrol y agresividad

c. Dimensión socio - afectiva:


 Contribución a la socialización, desarrolla el sentimiento de pertenencia al grupo y
evita el aislamiento personal
 Incremento de la participación de la persona con discapacidad en las actividades
de su comunidad
 Mejora de la imagen corporal, incrementa la aceptación de su discapacidad, se
toma conciencia de sus posibilidades y limitaciones
 Ayuda a disponer sanamente del tiempo libre y el ocio
 Contribuyen a forjar relaciones interpersonales
 Fomenta la coordinación y cooperación entre personas
 Potencia el trabajo en equipo
 Crea y fomenta lazos de compañerismo y solidaridad
De acuerdo a lo expuesto anteriormente, se puede concluir que la actividad física y el
deporte son más que una mera recomendación de los profesionales de la salud para
personas con discapacidad, sino que son un eslabón fundamental del desarrollo integral
de este sector de la población, contribuyendo con su rehabilitación física y con la plena
integración de los individuos en la sociedad. Se ha demostrado que relacionan la actividad
física y deporte en las personas con discapacidad con una mejora sustancial en su calidad
de vida, mejora de interacciones sociales, participación activa en la comunidad, desarrollo
de independencia, y más propensión a formar familia y llevar vidas “normales”. En
conclusión, la actividad física y el deporte hacen mucho más que curar, sino que permiten
que las personas con discapacidad puedan disfrutar de su derecho a la vida, no solo por
estar vivo, sino por ser parte fundamental de la dinámica social en la que se encuentra
(González-Cabrera y Sosa-Sosa, 2008).

2.5. Definición de limitaciones físicas y psicológicas.

2.5.1. Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías de La


Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el año 1980 la OMS presenta la denominada Clasificación Internacional de Deficiencias,


Discapacidades y Minusvalías (CIDDM) que deriva del trabajo ya realizado anteriormente
en 1972 por la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). En la CIDDM se entiende
por deficiencia “toda pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica,
fisiológica o anatómica, por discapacidad, toda restricción o ausencia (debida a una
deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que
se considera normal para cualquier ser humano, y por minusvalía, como una situación
desventajosa para una persona concreta, producto de una deficiencia o una discapacidad,
que supone una limitación o un impedimento en el desempeño de un determinado rol en
función de su edad, sexo y factores sociales y culturales” (OMS, 2001). Queda claro que
una deficiencia no constituye discapacidad, en cambio, la discapacidad siempre implica la
existencia de una deficiencia previa.
Por otro lado, la minusvalía se caracteriza en cuanto toma en consideración las
consecuencias negativas provocadas por la deficiencia o discapacidad para la integración
del sujeto a la sociedad, es decir, se debe hablar de minusvalía cada vez que la deficiencia
o discapacidad interfieran en el ámbito social de la persona, por lo tanto, y según esta
clasificación, “el diagnóstico de una persona con discapacidad deberá formularse
atendiendo a la deficiencia que la origina y a las consecuencias que pueden derivar en
minusvalía” (OMS, 2001).

Durante los años siguientes a la publicación y aplicación del contenido de la CIDDM, se


realizaron una serie de revisiones a esta con el objeto de dar con una clasificación y
conceptos más positivos y universales. Es por ello que 22 de Mayo de 2001 se aprueba por
la OMS la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud
(CIF). En la nueva clasificación ya no se enuncian tres niveles de consecuencias de la
enfermedad, sino que se habla de funcionamiento (como término genérico para designar
todas las funciones y estructuras corporales, la capacidad de desarrollar actividades y la
posibilidad de participación social del ser humano), discapacidad (de igual manera, como
término genérico que recoge las deficiencias en las funciones y estructuras corporales, las
limitaciones en la capacidad de llevar a cabo actividades y las restricciones en la
participación social del ser humano) y salud (como el elemento clave que relaciona a los
dos anteriores). La OMS abandona el enfoque primitivo de «consecuencias de la
enfermedad» para enfocar el objetivo hacia «la salud y los estados relacionados con la
salud» (OMS, 2001).

La CIF señala que la deficiencia “es la anormalidad o pérdida de una estructura corporal o
de una función fisiológica. Las funciones fisiológicas incluyen las funciones mentales. Con
“anormalidad” se hace referencia, estrictamente, a una desviación significativa respecto a
la norma estadística establecida (ej. La desviación respecto a la media de la población
obtenida a partir de normas de evaluación estandarizadas) y sólo debe usarse en este
sentido” (OMS, 2001). Reformula el concepto de discapacidad y señala que “es un término
genérico que incluye déficits, limitaciones en la actividad y restricciones en la
participación. Indica los aspectos negativos de la interacción entre un individuo (con una
“condición de salud”) y sus factores contextuales (factores ambientales y personales)”
(OMS, 2001).

2.5.2. Clasificación funcional del deporte adaptado.

Una característica fundamental del deporte adaptado es el concepto de clasificación


funcional según la cual el deportista es clasificado en función de su capacidad de
movimiento a la hora de la práctica de un deporte concreto, y la deficiencia que plantea el
deportista ha de incidir en el rendimiento deportivo específico de un deporte (Tweedy y
Vanlandewijck, 2011). Es por esto que es necesario definir cuál es la discapacidad mínima
para competir en un determinado deporte adaptado a partir del potencial funcional del
deportista. A partir de ahí, y para aquellos que cumplen esa condición, pueden
desarrollarse diferentes clases funcionales. Se analizará el ejemplo de un deportista con
una amputación en una mano: será elegible para un deporte como la natación (donde su
deficiencia incide en el rendimiento) pero no para atletismo de larga distancia (maratón)
donde su deficiencia no incide en el rendimiento en la carrera (Tweedy y Vanlandewijck,
2011).

El propósito de una clasificación deportiva es permitir a cada competidor,


independientemente de la severidad de la discapacidad, competir de forma justa con el
resto de deportistas con una habilidad/discapacidad similar (Ritcher y col., 1992). Además,
estas clasificaciones deportivas, también deben estimular la participación de personas con
discapacidad en deporte competitivo y, al mismo tiempo, prevenir el abandono deportivo
de atletas con niveles de discapacidad severos, así como, permitir la participación
deportiva de personas con gran discapacidad (Mendoza, 2009) y mujeres con discapacidad
(de Léséleuc y col., 2009).

Este tema causa mucha controversia en la actualidad, y la tendencia en los últimos años es
la generación de un sistema de clasificación basado en parámetros de funcionalidad
aplicada al deporte, y no tanto en una categorización diagnóstica de la discapacidad, de
manera que el rendimiento se base en la habilidad y no en la discapacidad (Tweedy y
Vanlandewijck, 2011; Arroyo, 2011). Sin embargo, este tipo de clasificación ha perjudicado
la participación de grandes discapacidades en competiciones deportivas de élite
(Mendoza, 2009). Además, una consecuencia de este modelo de organización de la
competición ha repercutido en el ya indicado cambio en el modelo organizativo del
deporte adaptado, en el que la tendencia es que los deportes adaptados de máximo nivel
se empiezan a integrar en su respectiva federación deportiva, y ya no dependan
orgánicamente de una federación multideportiva que aglutine un determinado grupo de
discapacidades.

El objetivo de cualquier sistema de clasificación en deporte paralímpico es promover la


participación de personas con discapacidad en el deporte, mediante la disminución del
impacto de las deficiencias elegibles para ese deporte sobre el resultado de la
competición. Para ello, dichos sistemas han de a) describir criterios de elegibilidad en
términos de tipo y extensión de la deficiencia y b) describir métodos de clasificación de las
deficiencias elegibles para ese deporte en relación a la limitación de la actividad que
provocan. Cada deporte y modalidad adaptada tiene su propia clasificación funcional
(Tweedy y Vanlandewijck, 2011).

Por ejemplo, los deportistas con discapacidad visual están clasificados en tres grandes
clases que dependen de su grado de pérdida visual, B1 (ciegos), B2 y B3, y esta
clasificación se aplica a todos los deportes que practican. Pero en el caso de las
modalidades en equipo, como el baloncesto en silla de ruedas o el rugby en silla de
ruedas, donde el jugador es clasificado en función de su capacidad de movimiento sobre la
silla y en los diferentes planos de movimiento y acciones técnicas (de 1 a 4,5 puntos en
baloncesto en silla y de 0,5 a 3,5 puntos en rugby), no pudiendo el equipo superar los 14
puntos o los 8 puntos sumando los 5 ó 4 jugadores en pista, respectivamente para cada
deporte.

3. El deporte y las personas adaptadas.


3.1. Inicios del deporte paralímpico: momentos claves en el proceso de integración.

El deporte adaptado o para atletas con discapacidad existe desde hace más de 100 años, y
el primer club deportivo para sordos ya existía en Berlín en 1888. Sin embargo, no fue
hasta después de la Segunda Guerra Mundial que fue ampliamente introducido y se
comienza con la institucionalización del mismo. Para finales de la Segunda Guerra Mundial
se contaba con un gran número de veterano que habían sido heridos en la guerra, por lo
que, en 1944, a pedido del gobierno británico, el Dr. Ludwig Guttmann abrió un centro de
lesiones en la médula espinal en el Hospital Stoke Mandeville de Gran Bretaña. Guttmann
creía firmemente que el deporte tenía que ser una parte clave del proceso de
rehabilitación de sus pacientes, motivo por el cual ideó e impulsó los Juegos de Stoke
Mandeville, que tomaron el nombre del hospital de las afueras de Londres donde
trabajaba el alemán (Scruton, 1998).

3.1.1. Los Juegos de Stoke Mandeville.

El 29 de julio de 1948, el día de la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de


Londres 1948, el Dr. Guttmann organizó la primera competición para atletas en sillas de
ruedas a la que llamó Stoke Mandeville Games, un hito en la historia Paralímpica. Dieciséis
militares y mujeres heridos participaron en tiro con arco en silla de ruedas (Cid, 2008).

Solo un año después, mientras los deportes se volvían una parte clave del proceso de
rehabilitación que había revolucionado Guttmann, ya fueron seis los equipos que
compitieron en Stoke Mandeville, con la introducción de dos nuevas categorías:
el netbol en silla de ruedas (deporte similar a la pelota al cesto argentina y con una
estructura de juego emparentada con el baloncesto) y una forma muy iniciática del
baloncesto en silla de ruedas. En 1952, exmilitares holandeses se unieron al Movimiento y
fueron fundados los Juegos Internacionales de Stoke Mandeville (Cid, 2008).
3.1.2. Primeros Juegos Paralímpicos.  

Los Primeros Juegos Paralímpicos tuvieron lugar por primera vez en Roma, Italia, en 1960,
con la actuación de 400 atletas de 23 países, en las mismas sedes de los Juegos Olímpicos,
por lo que el Comité Organizador tuvo que efectuar varios acondicionamientos técnicos
para la accesibilidad de los deportistas. Los I Juegos Paralímpicos se celebraron entre el 19
y el 24 de septiembre de 1960, incluyendo 8 deportes en el programa de competición:
atletismo, baloncesto en silla de ruedas masculino, dartchery, esgrima, natación, snooker,
tenis de mesa y tiro con arco.

Desde entonces han sido celebrados cada cuatro años. Los primeros Juegos Paralímpicos
de Invierno fueron celebrados en Suecia, en 1976, y al igual que los Juegos de Verano, han
tenido lugar cada cuatro años, e incluyen una Ceremonia de Apertura Paralímpica y una
Ceremonia de Clausura Paralímpica. Desde los Juegos de Verano de Seúl, Corea del Sur, en
1988, y los Juegos de Invierno en Albertville, Francia, en 1992, los Juegos han tenido lugar
en las mismas ciudades y sedes que los Olímpicos debido a un acuerdo entre el IPC y el
Comité Olímpico Internacional (COI) (Sainsbury, 2004).

También en 1960, bajo la protección de la Federación Mundial de exmilitares, un Grupo


de Trabajo Internacional del Deporte para Discapacitados fue establecido para estudiar los
problemas del deporte para personas con discapacidad. Esto derivó en la creación de la
Organización Internacional de Deporte para Discapacitados (ahora IOSD) en 1964, que
ofrecía oportunidades para aquellos atletas que no eran elegibles para los uegos
Internacionales de Stoke Mandeville, como personas con deficiencia visual, amputados,
personas con parálisis cerebral y parapléjicos. Al principio, 16 países fueron afiliados al
IOSD y la organización apuntó a incluir atletas ciegos y amputados en los Juegos
Paralímpicos de Toronto 1976 y atletas con parálisis cerebral en Arnhem, en 1980. Su
objetivo era aceptar todas las discapacidades en un futuro y actuar como un Comité de
Coordinación. No obstante, otras organizaciones internacionales orientadas a la
discapacidad como la Asociación Internacional de Deportes y Recreación de Personas con
Parálisis Cerebral (CPISRA) y la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA),
fueron fundadas en 1978 y 1980 (Sainsbury, 2004).

Las cuatro organizaciones internacionales sintieron la necesidad de coordinar los Juegos y


así crearon el “Comité Internacional de Coordinación de Deportes para Discapacitados en
el Mundo (ICC)”, en 1982. El ICC fue originalmente compuesto por los cuatro presidentes
de CPISRA, IBSA, ISMGF e ISOD, los secretarios generales y un miembro adicional (al
principio fue el vicepresidente, y después, el oficial técnico). El Comité Internacional de
Deporte para Sordos (CISS) y la Federación Internacional de Deportes para Personas con
Discapacidad Intelectual (INAS) se unieron en 1986, pero los sordos seguían manteniendo
su propia organización. Sin embargo, los países miembros solicitaron más representación
nacional y regional en la organización (Scruton, 1998). 

Finalmente, el 22 de septiembre de 1989, el Comité Paralímpico Internacional fue fundado


como una organización internacional sin fines de lucro en Dusseldorf, Alemania, para
actuar como el órgano rector del Movimiento Paralímpico mundial. La palabra
“Paralímpica” deriva de la preposición griega “para” (al lado de o junto a) y la palabra
“Olímpica”, y su significado es que los Paralímpicos son los Juegos paralelos a los
Olímpicos e ilustra cómo los dos movimientos existen uno al lado del otro (Cid, 2008).

3.1.3. Primeras acciones en Chile de deporte para adaptados.

No existen registros oficiales que hablen sobre los inicios del deporte para personas con
capacidades diferentes en Chile, ni tampoco del número exacto de las asociaciones que
hoy prestan este tipo de herramientas, sin embargo, es notorio que desde la
mediatización de la Teletón a fines de los años ‘70, la necesidad de incluir planes
deportivos para estas personas comenzó a difundirse con mayor fuerza en nuestra
población (Ruiz, 2012).
Chile tuvo su primera participación internacional en el deporte paralímpico en 1969,
cuando decidió ir a los II Juegos Panamericanos en Silla de Ruedas realizados en Buenos
Aires. En aquella época aún se hablaba de “lisiados” y el trabajo que hacían los deportistas
paralímpicos era más duro, a lo que se sumaba la discriminación y la falta de apoyo
económico en ese ya difícil camino. Esta incursión del deporte paralímpico en el ámbito
internacional generó una nueva forma de concebir esta práctica y en 1970 se creó el club
Nuevo Horizonte, instancia deportiva que funcionó como uno de los primeros centros de
entrenamiento para los discapacitados. Con esto, en Chile se comenzaba a dejar de lado la
lógica de terapia y recreación que en un principio se le había atribuido a las disciplinas de
este tipo y se les agregaba la dualidad de la competición y del alto rendimiento. Con el
tiempo, los alumnos de la actual escuela especial Olga Romero, ubicada en la comuna de
San Miguel, se organizaron y dejaron el deporte de rehabilitación que les enseñaban en
ese lugar y comenzaron a prepararse para participar en los Parapanamericanos de 1971
(Ruiz, 2012).

Mientras los deportistas con discapacidades motoras viajaban a los Parapanamericanos


que se desarrollaban cada tres años, el resto de los atletas recién luchaba por organizar
campeonatos nacionales. En ese momento, Chile destacaba a nivel continental por
participar en los campeonatos internacionales, permitiendo crear la Federación de
Deportistas Lisiados de Chile (Fedelichi) en 1985. Con esto, el deporte para las
discapacidades motoras seguía en alza. Recién ocho años después se creó la Asociación de
Deportes y Recreación de Parálisis Cerebral (Aderpac) y un año antes, en 1992, la Unión
Nacional de Padres y Amigos de personas con Discapacidad mental (Unpade) era afiliada a
la Asociación Internacional de Deportes para deficientes mentales y se le permitía
competir en los I Juegos Paralímpicos para disminuidos psíquicos. Mientras la delegación
de Unpade partía a Madrid, los dos deportistas chilenos que fueron invitados a los Juegos
Paralímpicos viajaban a Barcelona. Sin duda, 1992 se convirtió en un año clave en la
organización del deporte para personas con discapacidad en Chile; eso sí, recién dos
décadas después comenzaría a recoger frutos con la medalla de oro que el atleta no
vidente Cristián Valenzuela consiguió en Londres 2012 (Ruiz, 2012).
3.2. Organismos deportivos para personas con discapacidad.

3.2.1. A nivel internacional.

3.2.1.1. Comité Paraolímpico Internacional (CPI).

La Organización Internacional del Deporte de Competencia para atletas con Discapacidad


está a cargo del Comité Paraolímpico Internacional (CPI). Este Comité está reconocido a
nivel mundial como la organización que lidera el Movimiento Paraolímpico. Reúne 176
Comités Paralímpicos Nacionales y 4 federaciones de deporte para personas con
discapacidad. Es responsable de organizar los Juegos Paraolímpicos de Verano y de
invierno y desempeña el papel de federación internacional para nueve deportes:
atletismo, natación, tiro, powerlifting, esquí alpino, biatlón, esquí de campo traviesa,
hockey sobre hielo sentado y danza deportiva; todos estos deportes en su versión
Paralímpica. Esto requiere que el Comité Paraolímpico Internacional supervise y coordine
los Campeonatos del Mundo y otras competiciones internacionales para cada uno de
estos nueve deportes. Aparte de los Comités Paralímpicos Nacionales, también son
miembros federaciones deportivas internacionales. Estas federaciones son reconocidas
por el CPI como representantes de un Deporte Paralímpico. Las responsabilidades de estas
federaciones incluyen jurisdicción técnica y guiar durante las competiciones en los Juegos
Paralímpicos (Ruiz, 2012).

3.2.1.2. Otras organizaciones deportivas internacionales para personas con


discapacidad.

Por debajo del Comité Paraolímpico Internacional, existen otras 5 importantes


Organizaciones Deportivas para personas Discapacitadas Internacionales, estas son (Ruiz,
2012):

 Federación Internacional de Deportes para Paralíticos Cerebrales


 Federación Internacional de Deportes para Ciegos
 Federación Internacional de Deportes para personas con Discapacidad Intelectual
 Federación Internacional de Deportes en Silla de Ruedas y Amputados
 Organización Deportiva para Discapacitados

Cada Federación de estas cinco mencionadas tienen sus deportes específicos dentro de
ellas, algunos de los cuales se encuentra unificados pero la gran mayoría son
independientes. Las componen 23 Comités Deportivos. Con el fin de que no existan
ventajas dentro los diferentes deportes existentes en cada una de las Organizaciones
mencionadas es que en materia de discapacidad existen diversos Sistemas de
Clasificación, los cuales miden y evalúan según el deporte y la discapacidad convaleciente.
No obstante, existe una clasificación por discapacidad la cual es más bien genérica, pues
dentro del deporte adaptado, un deportista con cierto tipo de discapacidad motora puede
variar su categoría según el deporte o la prueba que realice; por ejemplo: Un nadador
puede tener una categoría para crol y otra para espalda, o también, un atleta con Parálisis
Cerebral puede tener una categoría 6 en fútbol y en Boccia ser un categoría 2 (Ruiz, 2012).

3.2.2. Organismos deportivos de Chile.

Existen en Chile diversas organizaciones deportivas que tienen relación directa o indirecta
con las personas discapacitadas, tanto en el ámbito público como privado. Sin embargo, el
avance en el ámbito deportivo en personas con discapacidad es muy pausado en
comparación con el ámbito internacional, ya que el tema deporte y discapacidad en su
forma recreacional, educacional o competitiva, no es una rama desarrollada, con poco
financiamiento destinado sobre todo al fútbol.

3.2.2.1. Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS).

El Servicio Nacional de la Discapacidad no es una Organización Deportiva para


Discapacitados propiamente tal, sino que es una entidad que engloba diversas aristas de
la discapacidad y está al servicio de cada una de ellas, utilizando para esto distintas
herramientas, dentro de las cuales, una de ellas es el deporte, como instrumento de
rehabilitación e integración. Por tanto, si bien no puede ser considerada una organización
deportiva; de todas maneras, tiene injerencia dentro del deporte adaptado, fomentándolo
y organizado actividades específicas a lo largo de nuestro país. No obstante, no hay que
olvidar que no es una organización que se encargue del deporte para personas
discapacitadas, sino más bien lo utiliza en cierta medida para alcanzar los mismos
objetivos. Este Organismo fue creado por mandato de la Ley 20.422, que Establece
Normas sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de Personas con Discapacidad,
normativa publicada en el Diario Oficial el 10 de febrero de 2010.108 Es un servicio
público funcionalmente descentralizado y desconcentrado territorialmente, que tiene por
finalidad promover la igualdad de oportunidades, inclusión social, participación y
accesibilidad de las personas con discapacidad (Ministerio de Planificación, 2010).

3.2.2.2. Instituto Nacional del Deporte (IND).

También conocido por su antiguo nombre “Chiledeportes”, es un servicio público chileno,


funcionalmente descentralizado, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio,
encargado de ejecutar la política nacional de deportes elaborada por el Ministerio del
Deporte. También tiene a su cargo la promoción de la cultura deportiva entre la población
chilena, la asignación de recursos para el desarrollo del deporte y la supervigilancia de las
organizaciones deportivas en los términos que establece la Ley del Deporte. El Instituto se
vincula con el presidente de la República a través del Ministerio del Deporte. Dentro de las
asignaciones entregadas a su cargo por parte del Ministerio del Deporte está el “Deporte
Inclusivo”, a través del cual se implementarán talleres y eventos físicos, deportivos y
recreativos para personas en situación de discapacidad; buscando así desarrollar acciones
inclusivas las cuales consisten en la participación de personas en situación de discapacidad
junto con personas convencionales. Además, se incentiva el Deporte Adaptado. Estas
actividades contribuirán a la participación en actividades físicas y deportivas para las
ciudadanas y ciudadanos en situación de discapacidad y/o movilidad reducida, con
preferencia en un entorno inclusivo y en un marco próximo a su contexto social y familiar
(Ministerio del Interior, 2001).

3.2.2.3. Comité Paraolímpico de Chile.

El Comité Paralímpico de Chile es la organización deportiva que ejerce como Comité


Paralímpico Nacional en Chile, fundada el 20 de agosto de 2013, con su sede radicada en
Santiago. La Comisión tiene dentro de sus objetivos la planificación de la preparación y
participación de los atletas paralímpicos en los Juegos Parasuramericanos,
Parapanamericanos y Paralímpicos tanto de verano como de invierno, así como también
el establecimiento de las bases para desarrollar a nivel país el deporte paralímpico en
todas sus ramas y especialidades. La entidad tiene representación en el Comité
Paralímpico Internacional. Las disciplinas deportivas que se encuentran integradas y bajo
organización del Comité Paralímpico de Chile son para deportes de verano atletismo,
bochas, esgrima en silla de ruedas, goalball, halterofilia, natación, tenis en silla de ruedas y
tenis de mesa; mientras que para deportes de invierno desarrolla y promueve el esquí
alpino (Comité Paraolímpico de Chile, 2016).

A modo de unificar a los deportistas y crear la inclusión que se busca con estas
instituciones, se crea el “Team Chile”, concepto bajo el cual, en cada evento del ciclo
olímpico, que implica Juegos Bolivarianos, Juegos Sudamericanos, Juegos Panamericanos y
Juegos Olímpicos, y sus paralelos paraolímpicos, es que el equipo que representará a Chile
es nombrado como el “Team Chile” y competirá con una indumentaria común, tendrá un
capitán y una capitana y generará un espíritu de unión entre todos los deportistas que
compongan la delegación nacional entre todos los deportes participantes (Comité
Paraolímpico de Chile, 2016).

3.2.3. El teletón.
Teletón es la obra más importante que se ha realizado en favor de los niños y jóvenes con
discapacidad; no sólo por trabajar en su rehabilitación, sino por haber producido en el país
un cambio cultural en pro de la dignidad de las personas con discapacidad y de sus
derechos. Es una institución sin fines de lucro, dedicada a la rehabilitación integral de
niños, niñas y jóvenes con discapacidad motora, que enfatiza el mejoramiento de su
calidad de vida, promueve su dignidad de personas, fomenta el desarrollo de sus
capacidades y su inclusión en la sociedad. También acogen e integran a las familias de sus
pacientes cuyo rol rehabilitador es insustituible. Y está conformada por trabajadores y
voluntarios con un alto compromiso y vocación de servicio (Teletón, 2016).

Conforme a sus estatutos, su objetivo es el de orientar, encauzar y distribuir los bienes y


recursos que obtenga o produzca, destinándolos a satisfacer, con prioridad, las
necesidades de la Sociedad Pro Ayuda del Niño Lisiado, además de poder contribuir al
financiamiento de otras instituciones de beneficencia, públicas o privadas, sin fines de
lucro, que tengan por objeto la atención de personas en situación de discapacidad en
cualquiera de sus formas. La Fundación Teletón debe su creación a la importante iniciativa
de Mario Kreutzberger, quien desde su formación y hasta la fecha, mantiene una
destacada y activa participación en el desarrollo y promoción de sus actividades,
especialmente en el denominado Evento Teletón (Teletón, 2016).

Para lograr sus objetivos, las actividades que realiza el área de deportes, se dividen en
cuatro programas que se desarrollan a nivel nacional (Teletón, 2016):

 Programas Terapéuticos: Psicomotricidad; Acondicionamiento físico; Habilidades


acuáticas; Destreza en silla de ruedas
 Programas de Inclusión: Visitas a establecimientos educacionales; Visitas a
comunitarias
 Programas de Iniciación Deportiva: Evaluación deportiva; Polideportivo de pie;
Polideportivo en silla de ruedas.
  Programas de Deporte Adaptado Competitivo: Atletismo; Bádminton; Basquetbol
en silla de ruedas; Bochas; Buceo; Esgrima; Esquí; Fútbol; Handball; Natación;
Scout; Surf; Taekwondo; Tenis; Tenis de Mesa; Voleibol.

3.2.4. Fundación Nacional de Discapacitados.

La Fundación Nacional de Discapacitados (FND), es una entidad sin fines de lucro, cuya
misión es ayudar a crear condiciones favorables para la plena integración social de las
personas con discapacidad y de sus familias. A través de un trabajo de promoción y
educación, esta agrupación realiza acciones específicas que buscan rescatar la dignidad
humana, a través de un concepto de “rehabilitación integral”. Este proyecto nace en 1985,
cuando Alejandro Hernández, actual presidente del directorio de la FND, junto con otras
personas cercanas a la realidad de la población que posee dificultades físicas y motoras
forman el Movimiento de Reivindicación por los Derechos de las Personas con
Discapacidad, con el fin de lograr aportes sociales y culturales en esta área. Años más
tarde, específicamente en 2001, se constituyen finalmente como una fundación y cambian
su nombre a Fundación Nacional de Discapacitados (https://www.fnd.cl/).

3.2.5. Ordenamiento jurídico sobre deporte y discapacidad en Chile.

En el ámbito legal, son varias las leyes y normativas que tienen implicaciones en las áreas
deportivas y las personas con discapacidad. Entre ellas se pueden mencionar:

a. Constitución Política de la República de Chile: señala que el Estado está al


servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común,
para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a
todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional, su mayor
realización espiritual y material, con pleno respeto a los derechos y
garantías que la Constitución establece y asegurar el derecho de las
personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional,
incluyendo de manera tácita a las personas con discapacidad (Ministerio de
Secretaría General de la Presidencia, 2005).
b. Ley 20.422: Establece normas sobre Igualdad de Oportunidades e
Inclusión Social de Personas con Discapacidad: promulgada con fecha 10
de febrero de 2010, se crea como motor de lo proclamado en la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad y con el propósito de actualizar la legislación existente a las
necesidades actuales y hacia las nuevas tendencias de inclusión que velan
por sobre todo a la participación activa de las personas en situación de
discapacidad y a su plena inclusión, asegurando el disfrute de los derechos
y eliminando cualquier forma de discriminación fundada en la discapacidad.
La Ley define un nuevo catálogo de conceptos vinculados a ésta y a la
Convención, que serán de utilidad al momento de generar la aplicabilidad
de estas normas. Entre los conceptos que define se encuentran: los
servicios de apoyo y ajustes necesarios, conceptos esenciales para el
ejercicio del principio de igualdad de oportunidades y no discriminación
(Ley 20422, 2010).
c. Ley 19.712: Ley del Deporte: Con fecha de promulgación 30 de enero de
2001, esta ley es considerada como el instrumento ordenador de la
activada deportiva y de la educación física nacional. Posee una visión
integradora de la participación del Estado y los privados que descentraliza y
regionaliza la estructura deportiva nacional. Crea una nueva
institucionalidad, el Instituto Nacional de Deportes (IND), ente autónomo,
con personalidad jurídica y patrimonio propio, que en el capítulo anterior
tratamos extensamente. Además, cuenta con un importante impulso social
pues refuerza criterios regionales y de equidad, de beneficio e impacto
social directo, hacia niños, adultos mayores, discapacitados y jóvenes en
edad escolar (Ley 19712, 2001).
4. Psicología del Deporte Adaptado.

Se puede definir a la Psicología de la Actividad Física y el Deporte como una rama de la


psicología que tiene por objeto el estudio científico de las personas que participan en la
práctica del deporte para la optimización tanto del rendimiento como de su desarrollo
personal, investigando, enseñando y llevando a la práctica los conocimientos específicos
alcanzados por esta disciplina científica. (Roffe, 2009).

Los psicólogos del deporte están realizando investigaciones en el deporte adaptado y


están trabajando con deportistas con discapacidad, desarrollando cada vez más
conocimientos en ese ámbito; sin embargo, los avances son lentos en comparación con el
deporte sin discapacidad. La mayoría de los estudios se centran en los beneficios
psicológicos de la participación deportiva para el atleta discapacitado, tales como
incremento del autoconcepto general, las percepciones corporales y la satisfacción
corporal, la autoestima, la eficacia para la vida diaria, el bienestar psicológico, la
integración social, la resiliencia y la calidad de vida en general (Tejero-González y col.,
2016).

La psicología del deporte debe ayudar al deportista con discapacidad a mejorar su


dedicación deportiva y su rendimiento, pero también debe promocionar otros aspectos
relacionados con la salud y bienestar, además de ser herramienta para la normalización en
inclusión definitiva de las personas con discapacidad (Tejero-González y col., 2016).

V. Limitaciones de los deportistas con discapacidad.

1. Principales razones de la ausencia de personas con discapacidad en el deporte.

Son varias las razones que a nivel social juegan en contra del normal desenvolvimiento de
las personas con discapacidad en actividades deportivas, entre las cuales se pueden
mencionar (González-Cabrera y Sosa-Sosa, 2008):
 Falta de información en la sociedad respecto de los beneficios de la actividad
física y deportiva de las personas con discapacidad. Por lo general, las personas
tienden a ignorar aquellas áreas y situaciones que no le son de interés o que no le
afectan directa o indirectamente. En este sentido, se hace difícil crear instancias de
integración de las personas con discapacidad a la comunidad si esta última está
llena de tabúes y mitos respecto de ellas. Esta ignorancia de la sociedad se ve aún
más acentuada en el ámbito de la actividad física y deportiva en personas con
discapacidad, puesto que muchas veces se tiende a excluirlas de dichas actividades
debido a cierto temor de dañarlas, o bajo el argumento de protegerlas. Es
necesario difundir los beneficios de la actividad física y deportiva en las personas
con discapacidad de manera transversal en la comunidad, con el objeto de
concientizar a la población de ello y como consecuencia obtener mayores
instancias de participación, desarrollo e integración social de la población
discapacitada.
 Poca cooperación de los padres. Muchos son los padres que evitan que sus hijos e
hijas realicen actividades físicas y deportivas por el temor de que estos puedan
hacerse daño, o por el miedo a enfrentarlos a situaciones que ellos consideren
puedan ser frustrantes. Por otro lado, también pueden verse complicados al no
disponer de tiempo o recursos para llevar a sus hijos e hijas a las áreas de
entrenamiento. La estimulación de los padres de su propio hijo o hija a la
realización de actividades físicas y deportivas puede llegar a ser esencial para que
éstos se inicien en alguna de ellas, por lo que será necesario en primer lugar perder
el miedo (mediante el conocimiento) de que realicen este tipo de actividades, para
luego pasar a una etapa de motivación y apoyo en su desarrollo.
 Falta de información y experiencia en los entrenadores y profesores sobre el
deporte y la educación física en personas con discapacidad. Son muy escasos los
profesionales o entrenadores que se especializan en el área de personas con
discapacidad, llegando a realizar entrenamientos mixtos con personas con y sin
discapacidad. Al no conocer las particularidades de cada discapacidad utilizan
métodos erróneos o en muchos casos no adecuados, causando lesiones
importantes en las personas con discapacidad, incluso evitando que la persona
vuelva y continúe con el entrenamiento.
 El problema de la accesibilidad universal . Se había mencionado anteriormente el
concepto de accesibilidad universal, en el cual las personas con discapacidad
tienen el derecho de acceder a todos los espacios, tanto físicos como intelectuales.
Sin embargo, la sociedad no cuenta con las condiciones mínima para que las
personas con discapacidad accedan a todos los espacios del medio macro en el que
se desenvuelven. Las actividades físicas no escapan de esta realidad, y las
instalaciones deportivas o recreativas no se encuentran adaptadas al acceso de
personas con discapacidad.
 Insuficiente promoción por parte del Estado de la práctica de actividad física y
deportiva en la población con discapacidad. El Estado debe ser protagonista en la
creación, promoción, difusión y ejecución de diversas actividad físicas y deportivas
destinadas exclusivamente a la población discapacitada, así como también de
aquellas para el público en general, pero cuidando que las condiciones no sean
excluyentes de los primeros. El rol del Estado en este sentido en Chile debe
considerarse como deficiente. El Ministerio del Deporte, Instituto Nacional del
Deporte (IND) y el Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS) son los
principales organismos públicos encargados de la realización de distintas
actividades físicas y deportivas de las personas con discapacidad. Cada una de
estas instituciones tiene su respectivo programa y cronograma de actividades, las
que suelen realizarse de manera aislada sin generar un verdadero impacto social,
es decir, no es posible considerar que exista un real compromiso y voluntad
política de desarrollar de forma coordinada un programa que promueva la
actividad física y deportiva en las personas con discapacidad.

2. Limitaciones sociales que perciben los atletas adaptados en Chile.


No existen estudios específicos acerca de las limitaciones de los deportistas adaptados en
la ciudad de Calama, sin embargo, se han realizado estudios en los que se entrevistan a un
número significativo de atletas adaptados en Chile, y se ha tomado en cuenta su visión de
como se maneja la discapacidad en el deporte en Chile. Uno de los estudios más
completos y más recientes es el llevado a cabo por García-Pacheco y col. (2020), quienes
presentan los principales resultados de una investigación realizada en 2016 por el Centro
de estudios Katalejo, a solicitud del Ministerio del Deporte de Chile (MINDEP), cuyo
principal objetivo fue caracterizar la situación actual del deporte competitivo entre
personas en situación de discapacidad en Chile, materia sobre la cual existía un déficit de
investigación científica para la implementación de políticas públicas. Para ello,
desarrollaron un estudio descriptivo, que incluyó análisis de información secundaria, 17
entrevistas semiestructuradas y una encuesta a 560 deportistas chilenos/as con
discapacidad.

En lo que se refiere a los atletas con discapacidad entrevistados, el 67,1% tenía


discapacidad física, 15% discapacidad intelectual, 17,7% discapacidad auditiva y el 4,3%
discapacidad auditiva. Desde el punto de vista educacional, un 21,4% de los encuestados
completó alguna carrera técnica o profesional, y otro 36,8% egresó de la educación media
o secundaria, muchos de los cuales se encuentran actualmente cursando estudios
superiores. Respecto a la situación ocupacional, un 33,9% tiene un trabajo permanente
(como independiente o dependiente) y un 14,2% trabaja de manera esporádica o como
dependiente en jornada parcial. Sólo un 12,1% se dedica exclusivamente a su carrera
deportiva. Del estudio de García-Pacheco y col. (2020) se puede extraer la siguiente
información relevante en cuanto a las razones sociales explicadas anteriormente son las
más comunes que limitan el acceso de los deportistas adaptados al deporte:

 Un 96,1% de los deportistas con discapacidad está adscrito a algún tipo de


organización deportiva. En particular, destaca el alto número de personas afiliadas
a clubes deportivos (70,2%), los que constituyen, por tanto, la principal instancia
para la práctica de deporte competitivo por parte de las personas con
discapacidad, fenómeno que es especialmente significativo en el caso de las
personas mayores de 40 años y entre quienes practican un deporte colectivo. Por
el contrario, en los deportes individuales menos de la mitad participa en clubes
(46%). Esta condición es vital para que los atletas de alta competencia accedan a
competencias nacionales e internacionales de prestigio.
 Por otro lado, un 64,5% de los encuestados entrena en gimnasios o polideportivos,
y la mayoría lo hace en recintos administrados por la municipalidad (54,6%).
 Con relación a la accesibilidad a los recintos deportivos, los encuestados
manifiestan una opinión general favorable, destacándose la accesibilidad al campo
deportivo y al recinto. Por el contrario, los ámbitos con una evaluación más baja
son los baños y el trayecto hacia el recinto.
 Con respecto a la accesibilidad universal, el 87% de los deportistas consideran que
los recintos deportivos no cuentan con accesibilidad universal, y el 13% considera
que sí. El tema de la accesibilidad universal es fundamental para lograr la
verdadera integración en cualquier ámbito en el que se desenvuelven las personas
con discapacidad, en especial en lo que se refiere al acceso al deporte.
 En cuanto al equipamiento, el 75,2% de los deportistas señalaron contar con todo
o la mayoría del equipamiento necesario, siendo los que practican goalball los
mejor equipados, a diferencia de quienes compiten en bochas-frontón.
 El apoyo económico que reciben los deportistas encuestados en general es escaso,
tanto desde el sector público como privado, en el caso de los aportes públicos, tan
sólo el 27,5% de los deportistas encuestados han accedido a este financiamiento
durante los últimos dos años. Es deber del Estado generar los mecanismos de
financiamiento para el acceso de las personas con discapacidad al deporte, en
todas sus variedad, y este resultado demuestra lo que se ha puntualizado en otras
secciones de este trabajo, que a pesar de los avances en los últimos 20 años en
legislación en Chile referente a la participación de las personas con discapacidad
en actividades deportivas, es mucho lo que falta en financiamiento e instalaciones
deportivas adaptadas que permitan un pleno desarrollo de atletas paralímpicos de
alta competencia.
 Es muy importante destacar, que la mayoría de los deportistas encuestados
entrenan y compiten en la Región Metropolitana. Además de ésta, los resultados
de la encuesta permiten identificar al menos tres polos regionales relevantes: la
Región de Valparaíso destaca por la importante participación de sus deportistas en
competencias nacionales, y por el desarrollo de disciplinas emergentes, tales como
el surf y el rugby en silla de ruedas; la Región del Biobío es el segundo polo con
mayor presencia en competencias internacionales. La gran mayoría de sus
deportistas tienen clasificación funcional; por último, la Región de Los Lagos
sobresale por su emergente desarrollo local, impulsado sobre todo por clubes
deportivos de básquetbol en silla de ruedas. Esto evidencia que el desarrollo y
adaptación de las instalaciones deportivas es desigual a lo largo del territorio
nacional, sesgando las posibilidades de los deportistas adaptados de bajos recursos
a acceder a competencias nacionales e internacionales.

En lo que se refiere a la ciudad de Calama, la misma se encuentra dentro del Plan Regional
para el desarrollo deportivo de la región Antofagasta, el cual tiene como premisa
fundamental al diversidad e inclusión, de todos los sectores de la sociedad, no solo de las
personas con discapacidad, sino de todos los sectores sin distinción alguna. El plan se
encuentra en pleno desarrollo, pero hasta la fecha solo se han desarrollado acciones
pequeñas y sin mayor significancia en alcanzar la inclusión y mejora de la calidad de vida
de las personas con discapacidad en relación a actividades deportivas y deportes. Es
necesario que las acciones estén enfocadas a generar mecanismos de modificación de
infraestructuras y financiamientos a largo plazo que garanticen la continuidad de los
programas deportivos de las personas con discapacidad.

Conclusiones

 Se puede concluir que la actividad física y el deporte son fundamentales para la


rehabilitación e integración social de las personas con discapacidad, por lo que el
desarrollo de legislaciones que garanticen la inclusión y accesibilidad universal de
las personas con discapacidad es esencial para su desarrollo integral.
 La actividad física y el deporte producen múltiples beneficios en la población,
teniendo aún más impacto en las personas con discapacidad: en general, otorgan
beneficios científicamente comprobados a nivel físico, psíquico y socio afectivos
tales como la eliminación de grasas y prevención de obesidad, mejora del
rendimiento físico, liberación de tensión y reducción de stress o el favorecer el
autocontrol.
 Existen varios factores que dificultan la realización de actividad física y el deporte
en las personas con discapacidad: si bien no hay duda de su enorme potencial,
actualmente existen obstáculos para su ejercicio que pasan por la desinformación
de la población, sobreprotección de padres sobre sus hijos, limitaciones sociales y
arquitectónicas, escasez de recursos económicos e infraestructura adecuada para
el deporte adaptado, capacitación de profesores, entrenadores e instructores
respecto de cada discapacidad en particular o falta de promoción y difusión de
actividades recreativas y deportivas dirigidas a la comunidad discapacitada.
 La historia de la institucionalidad política relacionada con el deporte de personas
con discapacidad tiene escasos 20 años de desarrollo en Chile. Al ser tan joven ha
cometido errores importantes como la falta de integración entre las instituciones,
las cuales llevan planes independientes que no tienen el suficiente impacto para
generar un cambio positivo en la población de personas con discapacidad.
 A nivel jurídico, la actividad física y el deporte no están amparados en la
Constitución de Chile, por lo que ha sido necesario promulgar leyes y decretos para
tal fin, pero que al no estar amparados en la Constitución pierden fuerza legal.
 El rol del Estado en materia de actividad física y deporte adaptado es insuficiente:
Ha sido durante el último decenio que Chile ha avanzado más que en toda su
historia en materia de discapacidad, se han creado diversas instituciones como el
SENADIS o el Comité Paralímpico, y se han generado diversas políticas en este
sentido, sin embargo, nos encontramos muy lejos de lo exige el estándar
internacional.
 Desde el punto de vista de los atletas adaptados, independientemente de su
disciplina o tipo de discapacidad, existe consenso en que los dos principales
elementos que facilitan la práctica deportiva competitiva son la infraestructura
accesible y el contar con equipamiento suficiente, aunque es necesario mejorar el
tema de accesibilidad universal. Por el contrario, hay consenso en señalar la falta
de financiamiento como el principal obstáculo.
 La participación de atletas con discapacidad en competiciones nacionales y e
internacionales es mayor en aquellos que viven en la región Metropolitana,
Vaparaiso y Biobío lo que habla de una distribución geográfica desigual de los
recursos, haciendo imposible que atletas de bajos recursos tengan acceso a alta
competencia.

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