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La delincuencia

en Chile

Estudiante : Catalina Francisca Rojas Germani


Carrera : Derecho
Docente : Sonia Penroz Cid
Asignatura: Taller de habilidades comunicativas
10/11/2016
INTRODUCCIÓN.

“El desempleo y la falta de oportunidades ¿Son parte de las principales causas de la


delincuencia?

Sin lugar a dudas, la delincuencia es un hecho constante que se remonta principalme nte
desde 1960-1970 y, además, es un problema criminológico que aumente cada día más, tanto
nacional, como internacionalmente. Es notablemente un acto negativo socialmente y
contrario a las leyes establecidas, que, como consecuencia, afecta directamente al bien común
y a las costumbres aceptadas y creadas por la sociedad chilena, además de poner en riesgo la
seguridad pública.

Principalmente, en nuestro país, se puede visualizar que la delincuencia se comienza a


practicar mayormente por jóvenes de 14 años de edad. Las cantidades de denuncias de los
delitos más frecuentes referidos a este ámbito, tales como robo con violencia, con fuerza,
lesiones, violación, homicidio y hurto, se han elevado significativamente en los últimos años.

Dentro de las causas del por qué se produce la delincuencia, encontramos la drogadicción,
la pobreza extrema, entorno familiar descuidado y, a mi criterio, el desempleo y la falta de
educación forman parte de los principales motivos por el cual se comienza a delinquir.

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DESARROLLO.

Primero que todo, debemos conocer claramente el significado de delincuencia. Según la


RAE (Real Academia Española), delincuencia se define como el conjunto de delitos, ya en
general o ya referidos en un país, época o especialidad de ellos.

La delincuencia, a nivel general, se ubica dentro de un contexto social que se caracteriza


por incluir a niños y adolescentes que se encuentran dentro de notables estados de pobreza,
narcotráfico, bajos niveles de escolaridad, analfabetismo, desintegración familiar, agresiones
sexuales, desempleo, entre otras causas. Lamentablemente, a éstos grupos de personas se les
han negado muy a menudo todos los derechos humanos (derecho a la educación, vivie nda,
salud, entre otros). Debido a éstas falencias sociales es que los jóvenes se ven encaminados
por la delincuencia, se someten a estados anímicos que los llevan a tener que saciar de alguna
manera las necesidades, tanto personales como familiares.

Las cifras de delincuencia en nuestro país, son cada vez más alarmantes. Según el boletín
estadístico del primer semestre del presente año, publicado por la Fiscalía de Chile, se
tramitaron exactamente 655.516 casos de delitos, dentro de los cuales, sólo un 44,32%
presenta el conocimiento del imputado y un 55,68% se trataba de un imputado desconocido.

La escasez dentro del mercado laboral o la falta de oportunidades de trabajo, son factores
que producen violencia y por consiguiente inciden al hecho de tener que delinquir. Muchas
veces las personas en dicha situación no encuentran otro modo de poder solucionar problemas
de diversos tipos, principalmente económicos y en un estado de desesperación concurren a
cometer delitos de diversa índole.

La falta de educación es una de las principales causas de la delincuencia; podemos decir


que provoca un estado de inseguridad en las personas, por el hecho de no poseer diversos
conocimientos, en ocasiones no saber leer y/o escribir, entre otros. Ésta situación conlleva a
no poder encontrar un trabajo estable o bien remunerado, ya que hoy en día se requiere de
una serie de condiciones que las personas deben cumplir, especialmente relacionadas al nivel
de estudios alcanzado.

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El desempleo y la falta de educación (por lo general enseñanza media incompleta) están
estrechamente vinculadas y se relacionan directamente con el tema de la delincuencia; Es por
ésto, que el principal economista del Banco Bilbao Vizcaya (BBVA) nos plantea al respecto
que “Un bajo crecimiento y un mayor desempleo se asocian con un aumento de los delitos y
eso es precisamente lo que estamos viendo hoy en día en nuestra economía. Las
oportunidades de estudio y trabajo son primero que todo, los factores que pueden evitar el
inicio de niños y jóvenes en la delincuencia” (González, 2015).

Los colegios y escuelas en sí, se han enfocado mayormente en el ámbito académico y en


la feroz competitividad respecto a otros centros educacionales, a consecuencia de esto, se ha
dejado de lado la importancia por el desarrollo integral de los alumnos a la sociedad. Ligado
a esto, los proyectos de asistencia y recreación son mínimos e insuficientes para lograr
satisfacer las necesidades de la población juvenil. Es aquí donde la psicóloga, doctorante en
psicoterapia, Marianella Abarzúa Cubillos y el psicólogo doctorante en sociología, Álvaro
Jiménez Molina se encargaron de profundizar sobre el sistema que rige actualmente en Chile
referido a la falta de posibilidades: “Necesitamos, entonces, una reorientación mayor de las
políticas sociales y de desarrollo humano. Hoy el desafío es cómo combinar protección social
a lo largo de la vida con políticas dirigidas a la infancia y adolescencia. Es lo que los países
escandinavos denominaron “Welfare as social investment” (la protección como inversió n
social). Se trata de invertir en el potencial de los niños de hoy para asegurar el Estado social
de mañana.” (Abarzúa y Jiménez, 2014).

El tema de la delincuencia se debe frenar o disminuir lo antes posible, antes de que esto
llegue a formar parte cotidiana y normal en nuestras vidas. La delincuencia no se abolirá sólo
con el hecho de que haya más fuerza pública en las calles (carabineros específicamente), sino
que, uno de los mejores y más factibles medios para ello, es la educación; ya que ésta es
capaz de transformar a la sociedad, fundar nuevos pensamientos y es el principal punto de
partida del progreso contra la delincuencia. Entre otros medios, debemos destacar que el
acceso a oportunidades económicas en general, disminuiría en cierto grado éste hecho
delictual, ya que una parte de la población delictiva del país no tendría la necesidad de tener
que robar para saciar necesidades básicas.

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La delincuencia juvenil es el resultado de una mezcla de diversos factores de riesgo y
respuesta social. Los antivalores de violencia, tales como agresividad, consumo, competencia
salvaje, entre otros, se imponen a los valores primordiales de la sociedad, tales como la
solidaridad, la tolerancia y la justicia. Respecto a esto, el defensor público de penal juvenil
de Cartago, Rodolfo Chaves Cordero dice que “Dentro de una cultura de supervivencia, una
serie de elementos negativos confluyen alrededor de los jóvenes criados en esas
circunstancias y pueden impulsarlos a la delincuencia, a veces propiciada por el mismo grupo
familiar. Entre esos elementos están la falta de educación, amigos delincuentes,
drogadicción, venta de drogas como única opción económica, desocupación y, lo más
preocupante, un futuro sin esperanza.” (Chaves, 2013). Notablemente los factores que
inciden en que los jóvenes comiencen a delinquir o a cometer otro tipo de acciones graves,
tienen directa relación con la falta de oportunidades, y no sólo en el ámbito educacional, sino
que también la falta de una familia estable con una buena enseñanza de principios básicos
repercute directamente en los adolescentes que practican la delincuencia. Lamentableme nte
en casos así, es muy poco lo que se puede hacer para revocar la situación debido a que los
recursos de la mayor parte de dichas familias en la situación planteada, son muy escasos, no
pudiendo así acceder a una educación de calidad, oportunidad de mayor rentabilidad, etc.

Dentro de las formas para poder disminuir los niveles de delincuencia juvenil podemos
reconocer la disuasión, resocialización y la integración.

La disuasión busca puntualmente prevenir la delincuencia tratando de hacer desistir a


cierta persona a que no realice los hechos que agravan la situación delictiva de que se trate y
uno de los métodos utilizados comúnmente es el castigo legal, privando de libertad al
delincuente en las situaciones correspondientes.

El objetivo de la resocialización es rehabilitar al infractor y de cierta forma, dentro de lo


posible, reeducarlo. Lo que se espera, es que la persona pueda reintegrarse eficientemente en
la sociedad.

La integración hace hincapié en la reparación de daño, conciliación y pacificación de las


relaciones sociales.

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En Chile, los índices de violencia dentro de la delincuencia aumentan con creces en la
medida que el tiempo pasa. Entre los casos más comunes, encontramos los asaltos a
transeúntes, robo a casas habitadas, vandalismo, robo de bienes y artículos menores,
violación y lo que hoy en día se ha convertido en “pan de cada día”, los denominados
portonazos, con el principal fin de robar los vehículos s particulares. Lamentablemente, en
muchas ocasiones, la mayor parte de estos hechos han cobrado con la vida de las víctimas de
los delitos, preocupando así a la ciudadanía y sembrando un constante pánico que cada día
se agrava más.

Detrás de cada uno de éstos hechos que siembran pánico, algunas veces se encuentran
bandas delictuales, conformadas entre cinco a seis personas, dentro de las cuales mayorme nte
sus integrantes son menores de edad que son mandados u ordenamos por gente mayor que ya
sabe bastante del tema o procedimiento para llevar a cabo. “La delincuencia en Chile se ha
profesionalizado y el delito común hoy lo realiza un delincuente que actúa apoyado por toda
una industria del robo” (Frey, 2016), expresó el subsecretario de Prevención del Delito,
Antonio Frey.

Las cifras de casos de delincuencia juvenil han disminuido tras entrar en vigencia la Ley
de Responsabilidad Penal Adolescente, de 70.761 casos en 2008 a 49.131 en 2014. Sin
embargo, hoy en día los delitos son mucho más violentos. Sin embargo, Miguel Morales,
Director Magíster en Psicología Jurídica, señala que esta ley no resultó muy bien como se
esperaba, y referido a esto señala que “Para que el sistema cumpliera con el propósito de la
Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, tendría que poner foco en el individ uo
adolescente y su desarrollo, considerar su compromiso delictual, sus características
socioculturales y sus potencialidades, de modo que el sistema sea capaz de decir NO al joven
frente a su conducta infractora” (Morales, 2015).

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CONCLUSIÓN.

Se puede concluir que la delincuencia es una problemática social que afecta fuertemente
a la ciudadanía y sociedad en general y que, además, existen varios factores que provocan
la conducta delictiva en los jóvenes. Por consiguiente, se provoca una sensación de
inseguridad y pánico dentro de los ciudadanos, el cual crece en compañía del alza de la
cantidad de hechos delictivos.

En general, los delincuentes son personas que debido a la falta de oportunidades y de


empleo principalmente, han llegado a los extremos de tener que robar, asaltar y violentar
contra otras personas inocentes para poder así conseguir los medios para saciar necesidades
de diversos tipos, ya sean básicas o adictivas (drogas).

Estas prácticas comunes en los jóvenes, se adquieren generalmente en la etapa de la


infancia, debido a que el joven en cuestión es incapaz de controlar sus necesidades e instintos
principalmente, lo que les lleva algunas veces a pertenecer a bandas delictuales en las cuales
son guiados por gente adulta que tiene sus objetivos más claros.

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REFERENCIAS.

 González, H. (2 de noviembre de 2015) La estrecha relación entre desempleo y


delincuencia. El Líbero. Recuperado de http://ellibero.cl/opinion/la-estrec ha-
relacion-entre-desempleo-y-delincuencia/

 Jiménez, Á. y Abarzúa, M. (31 de marzo de 2014) Un sistema que llega demasiado


tarde. Ciper. Recuperado de http://ciperchile.cl/2014/03/31/un-sistema-que-lle ga-
demasiado-tarde/

 Chaves, R. (03 de julio de 2013) Familia y delincuencia juvenil. La Nación.


Recuperado de http://www.nacion.com/opinion/foros/Familia-delincuencia-
juvenil_0_1351464855.html

 Frey, A. (08 de febrero de 2016) Gobierno sobre la delincuencia: "Se ha


profesionalizado". Soy Chile. Recuperado de
http://www.soychile.cl/Santiago/Policial/2016/02/08/374410/Gobierno-sobre- la-
delincuencia-Se-ha-profesonalizado.aspx

 Morales, M. (30 de septiembre de 2015) ¿Por qué resultó mal la ley de justicia
juvenil?. El Mostrador. Recuperado de
http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2015/09/30/por-que-resulto- mal- la- ley-
de-justicia-juvenil/

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