19-09-2022 Universidad de Medellín 1. Según el texto ¿Cuáles son las fuerzas principales que producen el comportamiento humano? Sigmund Freud expone que los deseos son aquella fuerza que producen el comportamiento humano. Freud le otorga el nombre de pulsiones y las clasifica en: Pulsiones de vida y Pulsiones de muerte. Estas buscan evitar la mayor parte del tiempo el malestar y atender a ese instinto natural de sentir satisfacción. En la mayoría de los casos es la desgracia que prevalece, pues esta no depende en su totalidad de nuestro control por lo que las pulsiones buscan ser un entorno para complacer nuestras necesidades.
Freud también propone la teoría de que cuando somos infantes se nos
impone un conglomerado de normas a seguir desde el exterior (La cultura) que nos produce diversas sensaciones y dependiendo de lo placenteras o implacenteras que puedan llegar a ser se genera un límite entre lo interno y lo externo, lo cual es fundamental para construir nuestra personalidad.
2. ¿Qué relación tiene el sufrir con los desarrollos de la cultura?
Sufrimos con el fin de generar instituciones que persigan el bienestar, sin embargo, estas entidades significan confrontación y nos imponen normas que atentan contra nuestra naturaleza, forzándonos a seguir limites que dificultan nuestra felicidad. Incluso conociendo esto Freud en ningún momento propone volver a un Estado de naturaleza, pues con el desarrollo de la cultura hemos logrado una domesticación en ciertas actitudes con la finalidad de mejorar nuestro entorno en pro de nuestra comodidad. Esta relación de sufrimiento puede trascender y causar neurosis, debido a que el humano no logra soportar el grado de frustración que le impone la sociedad con el objetivo de alcanzar los ideales de la cultura.
3. ¿Cómo vincularía las emociones primarias con la sexualidad y la
estructura cultural? La sexualidad, según Freud, es la mayor muestra de placer y el placer esta directamente relacionado con la felicidad, la cual la encontramos en emociones como la alegría. Sin embargo, como mencionábamos en el punto anterior, el desarrollo de la sociedad implica un sufrimiento directo al humano debido a que se nos impone limites que dificultan el desarrollo de ciertas actitudes naturales, entre esas la sexualidad. La estructura cultura se encarga de clasificar la sexualidad como tabú. Desarrollando en nosotros una figura neurótica, de la cual también habíamos hablado anteriormente, que nos obliga a ignorar instintos naturales esenciales para nuestra felicidad con el objetivo de mantener todo en orden.