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Malestar en la cultura:
Capítulo I:
En este capítulo, Freud trata principalmente el tema del origen de la sensación de eternidad o
"sentimiento oceánico" como fuente primordial de la religiosidad humana. Según él, "trataríase de
un sentimiento de indisoluble comunión, de inseparable pertenencia a la totalidad del mundo
exterior". Para aclarar el origen de este sentimiento debemos embarcarnos en el análisis del yo. En
situaciones normales, dice Freud, nada nos parece más seguro y establecido, como la sensación de
nuestra "mismidad", de nuestro propio yo. Sin embargo, la investigación psicoanalítica establece
que el yo se continúa hacia dentro, sin límites precisos, con una entidad psíquica inconsciente que
denominamos ello y a la cual el yo sirve de fachada. Por lo menos hacia el exterior, el yo parece
siempre mantener límites claros; sin embargo hay una situación en la que amenaza esfumarse el
límite entre el yo y el objeto: el enamoramiento. El enamorado afirma que yo y tú son uno, y está
dispuesto a comportarse como si así fuera. De esto aducimos (probamos) que lo que puede ser
anulado por una función fisiológica podrá, desde luego, ser trastornado por procesos patológicos.
Por lo tanto, el sentimiento yoico está sujeto a trastornos, y los límites del yo con el mundo exterior
no son inmutables.
Establecido esto, debemos decir que el sentido yoico del adulto no pudo haber sido el mismo desde
el principio, sino que sufre una evolución. El lactante, por ejemplo, aún no diferencia su yo del
mundo exterior. Va aprendiendo esto a través de diversos estímulos, pero lo que ha de causarle
mayor impresión es el hecho de que algunas de las fuentes de estímulo sean susceptibles de
provocarle sensaciones en todo momento, mientras que otras se le sustraen temporalmente, entre
ellas la que más anhela: el seno materno. Así, comienza a oponérsele al yo un objeto, uno que se
encuentra afuera y para cuya aparición es necesario realizar una acción particular: el llanto. Un
segundo paso en la demarcación del yo, lo que implica una aceptación de un afuera, es el
surgimiento de la tendencia a disociar del yo cuanto pueda convertirse en una fuente de displacer, lo
que es impulsado por el principio del placer, que induce a suprimir y evitar estas sensaciones. De
esto modo, el hombre aprende a dominar un método mediante el cual puede separar lo interior y lo
exterior. El que el yo aplique esta misma metodología al defenderse de ciertos estímulos
displacientes provenientes de su interior, habrá de dar origen a importantes trastornos patológicos.
De esta forma Freud dice que originalmente el yo lo incluye todo, y luego desprende de sí el mundo
exterior. Este razonamiento implica la aceptación de que el producto de las fases tempranas de un
proceso evolutivo se puede conservar junto con su parte evolucionada, lo cual ejemplifica Freud
con la supervivencia del cocodrilo luego de la extinción de sus predecesores, los dinosaurios. Otra
metáfora que usa es la de una ciudad imaginaria en la que persisten todas las características y
estructuras de la Ciudad Eterna, Roma, cuyas estructuras han cambiado, o incluso dejado de existir
para dejar paso a otras construidas durante períodos subsiguientes. Esta persistencia de todos los
estadios previos de algo, junto con su forma definitiva, es solo posible en el campo psíquico, y es
más bien una regla que una excepción.
Sin embargo, Freud considera poco fundada esta teoría y establece el desamparo infantil que sufre
el hombre como fuente irrefutable de la religiosidad.

Capítulo 2
Freud trata ahora el tema de la búsqueda de la felicidad, el objeto común a todos los hombres, y de
qué forma se relaciona la religión con este tema. Tal como nos ha sido impuesta la vida, dice Freud,
resulta demasiado pesada, nos depara excesivos sufrimientos, decepciones y empresas imposibles.
Por eso, necesitamos lenitivos (algo que alivie) para poder soportarla. Los clasifica en tres tipos:
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● Distracciones poderosas que nos hacen parecer pequeña nuestra miseria. Ej.: cultivar,
actividad científica
● Satisfacciones sustitutivas que la reducen. Ej.: arte
● Narcóticos que nos tornan insensibles a ella

Alega que es difícil saber en qué lugar de esta clasificación entra la religión. Ésta es la única que
puede dar respuesta acerca de la finalidad de la vida humana.
Aún más allá, la idea de adjudicar un objeto a la vida humana solo puede existir en función de un
sistema religioso. Por eso, Freud deja de lado este tema para centrarse en otro más modesto: el
objeto que el hombre se impone a sí mismo, la búsqueda de la felicidad. Él distingue dos aspectos
de esta búsqueda: evitar el dolor y el displacer, y experimentar intensas sensaciones placenteras.
Como vemos, el que fija este objetivo es el antes mencionado por Freud programa del principio del
placer. No obstante, este programa es irrealizable, ya que todo el universo se le opone, e incluso
podemos decir, reflexiona Freud, que el plan de la Creación no incluye que el hombre sea feliz.
Según Freud, la felicidad se puede traducir como la satisfacción casi siempre instantánea de
necesidades acumuladas que han alcanzado un punto elevado de tensión, y, por lo tanto, solo puede
darse como un fenómeno episódico. Esto es producto de nuestra naturaleza, que sólo nos permite
gozar intensamente del contraste, no de la estabilidad. En cambio, no es mucho más fácil
experimentar las desgracias, que nos atacan desde tres flancos:
● El propio cuerpo, que, condenando a la aniquilación y la decadencia, ni siquiera puede
eludir de los displaceres producidos por el mismo
● El mundo exterior, fuente de fuerzas destructoras omnipotentes e implacables
● Las relaciones humanas, tal vez la mayor y más intensa fuente de sufrimiento, y casi
ineludible.
Como resultado de este panorama, el hombre tiende a rebajar sus pretensiones, a seguir el principio
de la realidad, llegando a considerarse feliz por el hecho de haber eludido la desgracia. Así, la
finalidad de evitar el sufrimiento relega a segundo plano la de logar el placer. Freud emprende una
clasificación de las metodologías aplicadas por el hombre en su búsqueda de la felicidad:
● Fin positivo: obtención del placer
● Satisfacción ilimitada de todas las necesidades: no obstante uno de los caminos más
tentadores, significa anteponer el placer a la prudencia y pronto se hacen notar sus
consecuencias.
● Intoxicación: siendo uno de los métodos más efectivos, no solo proporciona estímulos
placenteros, sino que también nos impide percibir estímulos desagradables. Freud reconoce una
relación entre éstos dos fenómenos: "la descarga del placer oscila entre la facilitación y la
coartación y paralelamente disminuye o aumenta la receptividad para el displacer". Los
estupefacientes no solo proporcionan placer inmediato, sino también una considerable
independencia del mundo exterior.
● Desplazamientos de la libido: consiste en reorientar los fines instintivos, de manera que
eluden la frustración del mundo exterior. La exaltación de los instintos y la acrecentación del
trabajo psíquico e intelectual contribuyen a ello. Responde a esta metodología la satisfacción
que goza un artista por medio de la creación, o la del investigador, al solucionar sus problemas.
Sin embargo, aunque este tipo de satisfacción es más noble y elevada dice Freud, su
satisfacción es muy atenuada e insuficiente comparada con la satisfacción de los impulsos
instintivos más groseros y primarios. No obstante, el punto débil de esta metodología reside en
que es accesible a muy pocas personas, pues requiere disposiciones y aptitudes infrecuentes. Y,
aún en el caso de quienes ostentan estas cualidades, no proporciona una protección sólida contra
el sufrimiento.
● Imaginación: se relaja el vínculo con la realidad, buscando las satisfacciones en los procesos
internos psíquicos. En este caso, la satisfacción se obtiene de ilusiones que son reconocidas
como tales, sin que su discrepancia con el mundo real impida disfrutarlas. Las satisfacciones
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imaginativas, sin embargo, accesibles a los carentes de creatividad e insípidas para los más
sensibles al arte, solo ofrecen un refugio fugaz contra los embates de la vida y carece de poderío
para hacernos olvidar la miseria real.
● Amor: esta metodología persigue también la independencia del destino por medio de trasladar
la satisfacción a los procesos psíquicos internos, utilizando la desplazabilidad de la libido, pero
no por ello alejándose de la realidad, sino, por el contrario, aferrándose a los objetos y hallando
la felicidad por medio de la vinculación afectiva con éstos. Se concentra en la obtención de la
felicidad, dejando de lado el conformismo. Esta es el tipo de orientación de vida que hace del
amor el centro de todas las cosas, que deriva toda la satisfacción de amar y ser amado. El punto
débil de esta técnica reside en el evidente hecho de que nunca estamos tan a merced del
sufrimiento como cuando amamos.
● Fin negativo: evitación del sufrimiento
● Aislamiento voluntario: el método de protección más inmediato contra el sufrimiento
proveniente de las relaciones humanas, la felicidad de la quietud.
● Sometimiento de la Naturaleza a la voluntad del hombre: trabajar con todos por el bien de
todos.
● Modificación del organismo: dado que el sufrimiento no es más que una sensación solo existe
en función de que lo sintamos, y el que lo sintamos depende de la disposición de nuestro
organismo.
● Dominación de los instintos: busca dominar la fuente misma de nuestras necesidades, con el
fin de aniquilar los instintos, como lo enseña la sabiduría oriental.
● Moderación de los instintos: con la misma metodología, pero un objetivo menos extremo,
busca moderar el instinto bajo el gobierno de instancias psíquicas superiores, sometidas al
principio de la realidad. No obstante, aunque se logra cierta protección contra el sufrimiento, se
produce también una inmensa limitación de las posibilidades de placer. He aquí la razón del
carácter irresistible que adquieren los impulsos perversos y, tal vez, de lo prohibido en general.
● Rechazo de la realidad: metodología elegida por el ermitaño, quien ve en la realidad la fuente
de todo sufrimiento y displacer, lo que torna intolerable la existencia y con quien, por lo tanto,
es necesario romper todo lazo.
● Reemplazo de la realidad: quien comparte el sentir del ermitaño, puede llegar a reemplazar los
elementos repulsivos de la realidad con otros placenteros y adecuados a sus propios deseos. No
obstante, quien tome este camino no llegará muy lejos, pues la realidad es más fuerte. Se
convertirá en un loco a quien poco ayudarán en la realización de sus delirios.
● Delirio colectivo: este camino es el que toma un grupo de individuos con el objeto de
procurarse un seguro de felicidad y un salvoconducto contra el dolor por medio de una
transformación delirante de la realidad. Los miembros de estos grupos no pueden dar cuenta del
delirio, dice Freud. La religión se puede clasificar dentro de estos delirios colectivos.
Freud concluye estableciendo ciertas afirmaciones:
● La búsqueda de la felicidad es un designio irrealizable, pero no por ello despreciable.
● Esta búsqueda posee un aspecto positivo y uno negativo.
● Ninguna regla al respecto es válida para todos los hombres.
● No es conveniente la toma de decisiones extremas al respecto, dado que es una
inversión demasiado grande y su éxito jamás es seguro.
● La religión es un delirio que entorpece la búsqueda de la felicidad.

Capítulo 3
Pasa ahora Freud a hablar de la cultura: sus características, su desarrollo y cómo sirve al hombre.
Menciona él una hostilidad respecto de la cultura por parte de ciertos hombres, según los cuales la
cultura sería fuente de gran parte de la miseria que sufre el hombre y que podríamos ser más felices
si la abandonásemos para retornar a un estilo de vida más primitivo. Analiza Freud las causas por
las cuales estos individuos parecen llegar a esta conclusión. Un profundo y antiguo disconformismo
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con la cultura constituyó el terreno donde ciertos sucesos y circunstancias históricas hicieron
germinar esta hostilidad hacia ella. De estos sucesos, Freud identifica claramente tres:
� El triunfo del cristianismo sobre las religiones paganas: teniendo en cuenta su íntima
afinidad con la depreciación de la vida terrenal implícita en la doctrina cristiana en general.
� Colonización: al parecer, el contacto con civilizaciones primitivas llevó a los exploradores
europeos a pensar que esos pueblos llevaban un vida simple, modesta y feliz, cuya razón de ser
era su nivel cultural más bajo.
� Comprensión del mecanismo de la neurosis: se comprendió que la causa de la neurosis reside
en la incapacidad por parte del individuo de soportar el grado de frustración que le impone la
sociedad en aras de sus ideales de cultura.
Además habla el filósofo de cierta decepción de algunos hombres respecto de sus avances en el
dominio de la Naturaleza. Según estos hombres, estos avances han suministrado los sufrimientos
que pretenden remediar los avances que los sucedieron. Dado el carácter subjetivo de este análisis,
Freud deja de lado el tema para sumirse en la caracterización de la cultura.
Según la concepción de Freud, ésta se compone de las producciones e instituciones que distancian
nuestra vida de la de nuestros antecesores animales y que sirven a dos fines:
● proteger al hombre contra la naturaleza
● regular las relaciones de los hombre entre sí

Los rasgos de la cultura se pueden clasificar de la siguiente manera:


▪ Actividades y vienes útiles para el hombre: toda invención y descubrimiento del hombre tiene
como fin poner la tierra al servicio del hombre y protegerlo de las fuerzas naturales. Entre éstos
están el descubrimiento y dominio del fuego, el uso de herramientas y la construcción de
herramientas. Mediante estas invenciones el hombre perfecciona sus órganos para sobreponerse a
los obstáculos que encuentra en su camino.
▪ Deidades: en éstas el hombre deposita las cualidades y aptitudes vedadas al él a modo de ideales.
En cierto modo, el hombre mismo ha llegado a ser un dios con prótesis: llega a ser un ser bastante
magnífico cuando hace uso de todos sus artefactos, no obstante ellos no son parte de su cuerpo y en
más de una ocasión le provocan displaceres.
▪ Belleza: la bella disposición y adorno de las creaciones que parecen carecer de utilidad son una
manifestación cultural muy importante.
▪ Higiene: cualquier falta a este precepto es considerada incompatible con la idea de cultura
▪ Orden: es una suerte de impulso de repetición que establece cómo, cuándo y dónde deben
efectuarse ciertas tareas con el fin de ahorrarse dudas e indecisiones respecto de cómo actuar. Su
carácter benéfico para el hombre es indiscutible, ya que le permite sacar el máximo provecho del
espacio y tiempo de los que dispone.
▪ Producciones científicas y artísticas: entre ellas se encuentran los sistemas religiosos, los planteos
filosóficos y las construcciones ideales del hombre, esto es, su idea de perfección, así como las
pretensiones que establece basándose en tales ideas.
▪ Regulaciones sociales: Mediante éstas, el hombre se reúne en comunidades, con el fin de que la
voluntad del individuo más fuerte no se superponga a la de los demás por debajo suyo en este
respecto. Si no fuera por estas, el único principio que regiría las relaciones humanas sería el de la
selección natural: la supervivencia del más fuerte. De ésta forma entonces, el poderío común, el
Derecho, se impone al del individuo, la fuerza bruta, con el fin de garantizar la justicia. Con este
fin, los miembros de la comunidad restringen sus posibilidades de obtener satisfacción y sacrifican
sus instintos en aras del bien común, cosa que el individuo no contempla. La libertad individual no
es un bien de la cultura, pues era máxima antes de la imposición de ésta. El desarrollo cultural le
impone restricciones, y la justicia exige que nadie escape a ellas. Sin embargo, cuando el ímpetu
libertario se convierte en una rebelión contra alguna injustica establecida, contribuye así al
desarrollo y progreso de la cultura, siendo así compatible con ésta. En realidad, gran parte de los
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enfrentamientos en la historia del hombre giran alrededor del fin de hallar el equilibrio, es decir, la
felicidad para todos.
A modo de conclusión, Freud hace un repaso
● La cultura no es sinónimo de perfección.
● La evolución cultural es un proceso particular que opera en la Humanidad.
● Podemos caracterizar este proceso por los cambios que impone a las predisposiciones
instintivas del hombre, en algunos casos dando origen a rasgos de carácter.
Critica a la religiosidad que tiene la cultura occidental ya que hay
un “ideal católico de una vida más allá”. Se religan a un A que no
existe dejando detrás de sí, lo que existe.
El problema de los ideales es que son nuestra satisfacción de
nuestra propia ruina.

¿Qué es la posmodernidad? Esther Díaz.


1. El fin de las Utopías.
En el siglo XX algunas corrientes de opinión comenzaron a utilizar el término “posmodernidad”
para referirse a ciertas manifestaciones culturales contemporáneas. El término “moderno” se remite
al siglo V de nuestra era y significa “actual”; es dilemático porque, si lo novedoso es moderno,
oponerse a la modernidad (como se pretende en la posmodernidad) ¿no es moderno? Se puede
responder que la posmodernidad no es moderna en tanto sólo pretende novedades sino también
rescatar fragmentos del pasado y, fundamentalmente, ahondar en la crítica a la modernidad.
Jurgen Habermas señala que lo moderno sigue conservando un vínculo secreto con lo
clásico. Si bien la modernidad surgió de una oposición a la época clásica, ha conformado modelos
perdurables, por esto está ya incluida en lo clásico. Moderna es la conciencia que tiene una época de
haber superado, por rupturas, sus lazos con el pasado. Ahora bien, lo moderno, como ruptura, es
exterior e interior a la modernidad, porque no sólo hubo rupturas de lo moderno respecto de lo
clásico sino también rupturas dentro mismo de la modernidad.
Como periodización histórica la Edad Moderna ya es pasada. Los historiadores la ubican entre los
siglos XV y XVIII (a partir de la Rev. Francesa comienza a Edad Contemporánea). En realidad,
cuando decimos “moderno” como superado por lo posmoderno, no nos referimos al sentido de
“actualidad” que tiene la palabra, ni tampoco a la Edad Moderna. Nos referimos a un movimiento
histórico-cultural que surge en Occidente a partir del siglo XVI y persiste hasta el XX.
No todas las manifestaciones de la modernidad surgieron al mismo tiempo ni en los mismos
lugares geográficos. El Espíritu de las luces dieciochesco, (la Ilustración) o madurez moderna,
defendió la idea progresista de la historia. Concibió la cultura conformada por tres esferas: la
ciencia, la moralidad y el arte. Estas esferas se validaban, respectivamente, por medio de la verdad,
el deber y la belleza. Además, convergían al orientarse por el ideal de unidad de la ideología del
Progreso.
La modernidad, apuntó al futuro; Todo había que hacerlo en pos de un mañana mejor. El discurso
de la modernidad se refiere a leyes universales que constituyen y explican la realidad. Algunos de
sus términos son determinismo, racionalidad, universalidad, verdad, progreso, mañana mejor. En
cambio el discurso de la posmodernidad sostiene que solo puede haber consensos locales o
parciales, diversos juegos de lenguajes o paradigmas inconmensurables entre sí. Y sus términos son
deconstrucción, alternativas, perspectivas, indeterminación, irreversibilidad, etc. La modernidad fue
rica en “ismos”: iluminismo, modernismo, etc; la posmodernidad es rica en “pos”:
posestructuralismo, posindustrial, etc…
¿Cómo y cuando comenzaron a desencadenarse estos cambios?
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En el área de la ciencia y la técnica, la conmoción se comienza a producir en la segunda mitad del


siglo XIX y continúa hasta nuestros días. Respecto de la moral que incluye en este término lo ético-
político, los cambios se desencadenan a partir de la 2da GM. Esta guerra fue la confirmación
empírica del fracaso del ideal que intentó justificar la Primer Gran Guerra: “para que nunca más
haya una guerra”. Desde el punto de vista estético, es probable que lo que hoy se denomina
“posmodernismo” se haya gestado en el seno mismo de las vanguardias modernistas. Tal vez ni
siquiera como escisión sino como continuidad de los principios modernistas.

2. El cóctel fantástico: Ética, Ciencia, Arte: 2.1 Lo ético-social.


A partir de mediados del siglo XX se registran cambios profundos tanto en las prácticas sociales
como en el imaginario colectivo con el que interactúan. Algo muy fuerte nos separa de la
concepción de la existencia vigente desde el Siglo del iluminismo hasta la 2da GM. La nueva
actitud podría resumirse en una especie de descreimiento en el progreso global de la humanidad: La
tan mentada globalización no hace más que desnudar su propia falacia: se globaliza el dominio
neoliberal, pero cada vez hay más ganancias concentradas en menos manos y hay, por consiguiente,
más pobreza.
Las ideas de progreso, en general, se afianzaban en el convencimiento de que el desarrollo de las
artes, del conocimiento y de las libertades redituaría en beneficio de la humanidad. Es difícil pensar
que la parte que pierde privilegios en un proceso de cambios, en aras de una pretendida
emancipación de la humanidad, acepte como progreso la pérdida de esos privilegios. Es como que
si la cultura moderna, basada en el valor fundamental de lo nuevo, hubiera caído en su propia
trampa. El marasmo posmoderno es el resultado de la hipertrofia de una cultura ávida de novedades.
El éxito económico, como ideal a ser alcanzado, es una de las principales utopías que conserva una
sociedad posmoderna que se ufana de no sufrir utopismo.
Otro aspecto del hedonismo y de la discutible tolerancia contemporánea, es el espíritu de
comicidad. Se vive en una gratuidad lúdica. Lo cómico en la moda o en la publicidad no busca
víctimas más bien de prodigar una atmósfera de buen humor.

2.2 Ciencia y Tecnología.


En la modernidad, la ciencia determinaba lo verdadero; generaba metadiscursos. La racionalidad
discursiva moderna entraña un dejo de delirio mítico, entendiendo “mítico” como relato validante
de prácticas y conocimientos que, curiosamente, no valen, para los modernos, por sí mismo. Por lo
tanto, había que fundamentar esos conocimientos de manera racional.
Durante la modernidad se creía que la ciencia, la moral y la política obtendrían legitimación desde
un gran relato emancipatorio o especulativo. La razón única iluminaría la verdad en un sistema
armónico. Sin embargo, esta unidad inmaculada se resquebraja en la cultura actual. El gran relato
pierde credibilidad. La ciencia entra en crisis interna o externa. Por una parte se conmuevan las
leyes inmutables y deterministas sobre las que la ciencia pretendió apoyarse y por la otra se
deteriora su imagen de salvadora absoluta de la sociedad. Ambos conflictos se tocan en un punto: la
tecnología. El conflicto externo se origina en la comprobación de que la ciencia a través de sus
aplicaciones tecnológicas, produce bienestar, pero también destrucción.
Las teorías no pueden ser legitimadas por un relato único, como suponía la modernidad. Cada
ciencia se legitima así misma. El problema ahora, no pasa por encontrar un discurso abarcador sino
por encontrar equilibrio respecto de la tecnología. La pertinencia propia de la técnica es la eficacia.
La ciencia no solo necesita de esa eficacia para sus aplicaciones sino también para constatar la
verdad de sus enunciados.
La técnica ocupa hoy el lugar que antes ocupaban los relatos abarcadores, la técnica legítima de
hecho, mediante la eficacia.
La pretensión de una uniformidad subyacente que explicaría toda la realidad, con el aval de una
objetividad universal, responde al modelo de ciencia propio de la modernidad, pero se la redefine.
Lo objetivo está condicionado por relaciones de poder, y obviamente de verdad.
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Cuando la fiebre de los modernos, la renovación y lo trasgresor comienza a disminuir, se suele


volver a formas de vida y de pensamiento que creíamos superadas. Llega un momento en que lo
moderno, es decir, lo opuesto, a lo clásico, no puede seguir desarrollándose y comienza a moverse
en el vacío. El artista moderno apuntaba al futuro y se esforzaba por omitir o negar el pasado. El
artista posmoderno, a semejanza del medieval, se fusiona con el pasado.
- El término “posmodernismo” surgió en el ámbito de la arquitectura como oposición al
movimiento “modernista”. Éste se había iniciado con la Bauhaus, escuela fundada en Weimar en
1919. La aspiración era alcanzar un orden severamente racional. Se auspiciaba la formación de una
unidad internacional en la vida, el arte y la cultura. Eduardo Le Corbusier creó un estilo propio en la
arquitectura moderna. Tal estilo estaba signado por la distribución racional de los espacios, la
armonía interior-exterior y la funcionalidad de los edificios.
El movimiento posmoderno, en cambio, se opone al racionalismo en la distribución de los
espacios. Rescata, la multiplicidad de códigos y descree de los postulados funcionales. La confusión
generada por algunas estructuras posmodernas ayuda a crear un clima estéticamente buscado: el
desencanto. El hombre posmoderno ve desaparecer ante sí el horizonte de universalidad otrora
constituido en aras de una razón que englobaría el arte, la ética y la ciencia.
La arquitectura opuesta al modernismo se caracteriza por un estilo que responde a técnicas
adaptadas a los materiales disponibles o a las circunstancias en las que se construye. Esas técnicas
ya no están al servicio de un progreso de la racionalidad sino de la creación libre, sin presupuestos.
Se toman elementos de estilos anteriores.
- El modernismo como movimiento literario surgió en la América de habla hispana. En 1988,
Rubén publicó Azul, bastión del modernismo literario. Él es quien delinea claramente las
características del modernismo en literatura: prosa sin oratoria, versos libres o hexámetros,
cosmopolitismo estético y la exaltación de la pureza de un arte al servicio de sí mismo.
Entre las rupturas y las continuidades que se registran en el paso de una época a otra hay un
elemento que atravesó prácticamente toda la modernidad: el gran relato. Los relatos abarcadores y
extensos no sólo han persistido desde el fin de los siglos medios sino que se han reforzado en la
madurez y la declinación de la modernidad.
En cambio, en la literatura posmoderna, se mimetizan otros textos, los relatos son breves, un
mismo autor transita por diversos estilos, abundan ironías, se cita falsamente o se copian fragmentos
de otros autores sin pulcritud ni pudor. Jorge Luis Borges brilla entre ellos como un cabal
representante del multifacético y breve relato posmoderno. El posestructuralismo y la poscrítica
organizan relatos deconstruyendo y recomponiendo discursos mediantes el montaje, el collage y la
mímica.
- El comienzo del modernismo, en plástica, se suele localizar a partir de la segunda mitad del
siglo XIX. Se inicia el impresionismo. Aparece luego el expresionismo. El posmodernismo recibe,
en parte el legado de las vanguardias estéticas. No obstante, el valor predominante no es la
aspiración al futuro y, menos aún, la pretensión de que el arte sea una “forma de vida total”. Se
tiende a rescatar las características locales situadas, históricas. En fin, se roba sin culpa. Porque le
rob estético, puede ser también una forma de creación.
El modernismo estaba basado en la aventura y la exploración, el posmodernismo tiende a la
reconquista. La huida hacia delante ha sido sustituida por el redescubrimiento de los fundamentos
del desarrollo.
- El movimiento modernista en música irrumpe, aproximadamente, al mismo tiempo que en
plástica. Primero surge el impresionismo, pero este movimiento va a hacer reemplazado por el
expresionismo y luego por las vanguardias musicales. Uno de los pioneros del posmodernismo
musical es Jhon Cage. Introdujo equipos electrónicos para la ejecución de música clásica. Recicló
instrumentos. Los ruidos cotidianos también se incluyen en la música.
Los parámetros de la simultaneidad de tiempos y de espacio o microrrelatos dentro de un no
demasiado claro gran relato son posmodernos, donde también se mezclan modas, costumbres
estilos de diferentes épocas históricas.
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Lo posmoderno se niega a la consolación de las formas bellas. Lo posmoderno, en estética es la


realización concreta de lo imaginario, las prácticas y los discursos de una época histórica, que
comienza al finalizar la Segunda Gran Guerra y se extiende hasta el fin de un milenio y el comienzo
de otro.
¿La caída de los ideales? (siempre son universales) Es una
tautología.
La modernidad dice que la cs cayo, pero si vamos al caso es lo que
más está presente hoy en día. (Ej: me dijeron que si me haces un test,
me sale lo que tengo que ser🡪 fe en la cs.)

Rodolfo Bohoslavsky: Orientación Vocacional. La estrategia Clínica.

Palabras Iniciales.
¿Qué es Orientación Vocacional? Es un campo de actividad de los científicos sociales. Como tal
abarca una serie de dimensiones o ejes que van desde el asesoramiento en la elaboración de planes
de estudio hasta la selección de becarios cuando el criterio selectivo es la vocación. Constituye por
lo tanto un amplio orden de tareas que incluyen lo pedagógico y lo psicológico en el nivel del
diagnóstico, la investigación, la prevención y resolución de la problemática vocacional.
La ov constituye uno de los campos de trabajo preferidos por los psicólogos argentinos.
En este libro entendemos por orientación vocacional las tareas que realizan los psicólogos
especializados cuyos destinatarios son las personas que enfrentan en determinado momento de su
vida la posibilidad y necesidad de ejecutar decisiones. Esto hace de la elección un momento crítico
de cambio en la vida de los individuos.
Por ov se entienden en nuestro medio, distintas actividades que responden a marcos de referencia,
orientaciones teóricas, concepciones filosóficas y científicas y técnicas de trabajo diversas, aun
cuando no siempre las diferencias sean bastante explícitas.
He resumido las diferencias en dos tipo extremos a los que llamaré modalidad actuarial y
modalidad clínica:
a) MODALIDAD ACTUARIAL.
Para los psicólogos que se colocan en esta posición, el joven que debe elegir una carrera o un
trabajo puede ser asistido por un psicólogo si éste puede encontrar entre las oportunidades
existentes, aquellas que más se ajusten a las posibilidades y gustos del futuro profesional. El test es
el instrumento fundamental para conocer estas aptitudes e intereses. Esta modalidad entronca con la
psicotécnica norteamericana y la ps diferencial de principios de siglo. Influida por ulteriores
desarrollos de la psicometría, recibe los aportes factorialistas, sus descripciones cuantitativas son
cada vez más rigurosas.
b) MODALIDAD CLÍNICA.
Para los psicólogos ubicados en esta otra posición la elección de una carrera y un trabajo puede ser
asistida si el joven puede llegar a tomar en sus manos la situación que enfrenta y llegar a una
decisión personal responsable. La entrevista es para estos psicólogos el principal instrumento. El
psicólogo se abstiene de adoptar un rol directivo, porque considera que ninguna adaptación a la
situación de aprendizaje o trabajo es buena si no supone una decisión autónoma. Esta modalidad se
halla más vinculada con las técnicas no-directivas. En nuestro país estuvo especialmente influida
por los aportes psa. En la Argentina desde la fundación del Departamento de Orientación
Vocacional de la UNBA hubo psicólogos interesados en abordar los problemas de orientación
vocacional desde una perspectiva de psicoanálisis clínico.
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Modalidad Actuarial Modalidad Clínica


1. El adolescente, dado el monto y tipo de 1. El adolescente puede llegar a una decisión si
conflicto que enfrenta, no está en condiciones logra elaborar los conflictos y ansiedades que
de llagar a una decisión por sí mismo. experimenta frente a su futuro.
2. Cada carrera y profesión requieren aptitudes 2. Las carreras y profesiones requieren
específicas. Estas son: potencialidades que no son específicas. Por lo
a)definibles a priori tanto, ésta no puede definirse a priori ni, mucho
b)mensurables menos, ser medidas. Estas potencialidades no
c) más o menos estables a lo largo de la vida son estáticas sino que se modifican en el
transcurso de la vida, incluyendo, por supuesto,
a vida de estudiante y profesional.
3. El goce en el estudio y en la profesión 3. el goce en el estudio y en la profesión
depende del interés que se tenga por ellos. El depende del tipo de vínculo que se establece
interés es específico, mensurable y desconocido con ellos. El vínculo depende de la personalidad
por el sujeto. que no es un a priori sino que se define en la
acción. El interés no es desconocido para el
sujeto, aunque posiblemente lo sean los motivos
que determinaron ese interés específico.
4. Las carreras no cambian. La realidad 4. La realidad sociocultural cambia
sociocultural tampoco. Por eso se puede incesantemente. Surgen nuevas carreras,
predecir, conociendo la situación actual, el especializaciones y campos de trabajo
desempeño futuro de quien hoy se ajuste por sus continuamente. Conocer la situación actual es
aptitudes a lo que hoy es determinada carrera y importante. Lo es más anticipar la situación
profesión. Si el joven tiene las aptitudes futura. Nadie puede predecir el éxito a menos
suficientes, no tendrá que enfrentar obstáculos. que por tal se entienda la posibilidad de superar
Tendrá una carrera exitosa. obstáculos con madurez.
5. El psicólogo debe desempeñar un rol activo 5. El adolescente debe desempeñar un rol
aconsejando al joven. No hacerlo le incrementa activo. La tarea del psicólogo es esclarecer e
injustamente su ansiedad y ésta debe ser informar. La ansiedad no debe ser aplacada sino
aplacada. resuelta y esto sólo si el adolescente elabora los
conflictos que la originan.

He definido en el marco de la segunda modalidad, la orientación vocacional como:


Colaboración no directiva con el consultante que tiende a restituirle una identidad y/o promover el
establecimiento de una imagen no conflictiva de su identidad profesional.

¿Qué es la estrategia clínica?


A mi juicio, la ps clínica no es una rama (por aludir este término más bien a un criterio descriptivo
en cuanto al desarrollo de una ciencia, que a una sistematización racional de la misma) ni a un
campo de trabajo específico, el de la enfermedad ( pues como veremos la psicología clínica tiene
que ver con cualquier campo de trabajo) ni un lugar de trabajo ( pues la tarea de los psicólogos
clínicos excede los límites de las instituciones asistenciales) ni una tarea (como el diagnóstico a la
terapia psicológicas) ni un método ( puesto que, tal como la psicología experimental, se ciñe a los
requisitos de un método, el científico o hipotético deductivo) ni a una intención o enfoque que la
oponga a la experimental, puesto que la intención y el enfoque dependen más del sistema
psicológico que el psicólogo use para definir su marco de referencia y encuadre que del carácter
experimental o clínico que le asigna a su quehacer.
Para mí la ps clínica se caracteriza por una estrategia de abordaje al objeto de estudio, que es la
conducta de los seres humanos. Para nosotros hablar de “estrategia” implica subrayar el tipo de
“mirada” y de “operación” sobre las conductas humanas por encima de lo que se mire o lo que se
opere.
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Si bien el manejo de una estrategia clínica guarda en parte relación con el “estilo” personal del
psicólogo y tiene por eso un carácter artesanal, es fundamentalmente una actividad científica pues
se basa sobre ciertas hipótesis o predicciones que han de verificarse ciñéndose al imperativo del
“control” que caracteriza al método científico. Además la estrategia es una mirada y operación
autoconsciente sobre la situación humana.
El carácter racional científico y autoconsciente de la estrategia clínica no permite diferenciarla de
la estrategia experimental. Pero son dos, las diferencias con la estrategia experimental. La primera
está ligada a relación entre reflexión y acción o teoría y práctica.
En la estrategia experimental la aplicación práctica de los descubrimientos verificados se halla
diferido: se pone énfasis en la elaboración de buenas teorías aun cuando no se perciban sus efectos
prácticos inmediatos. Pensamiento y acción se hallan transitoriamente separados. Esto no ocurre en
la estrategia clínica: en ella reflexión y acción se encuentran sólidamente unidas, de modo que el
mirar, el pensar y operar o cambiar conforman lo que Ulloa ha denominado una “unidad de
operación”.
En toda actividad experimental se ha de establecer una comunicación con el objeto de investigar:
El ruido es en ese caso, la subjetividad del experimentador, la comunicación es netamente un
vehículo para conocer el objeto, nunca para modificarlo. En la estrategia clínica el vehículo, la
comunicación, no solo persigue un buen conocimiento del sujeto, sino, al mismo tiempo, la
promoción de beneficios para él, bajo la forma de modificaciones favorables o de prevención de
dificultades. El vehículo se torna imprescindiblemente dinámico.
La estrategia clínica constituye el contexto óptimo para el “descubrimiento” de ideas o
concepciones sobre el hombre, pero es la estrategia experimental la que conforma el contexto de la
“verificación” de las hipótesis.
La psicología clínica, por lo tanto, provee, desde una perspectiva epistemológica, datos
observacionales e hipótesis útiles para la elaboración de teorías, en tanto que la estrategia
experimental, el “razonamiento” experimental, es la vía regia para su verificación y validación.

Psicología clínica y psicología Individual.


La ps clínica surgió en un momento del desarrollo de la ps en que ésta, preocupada por descubrir
leyes generales de los procesos psíquicos, había desatendido el enfoque individualizador
particularizante de la conducta humana.
Hasta que surge la psicología de la personalidad, el enfoque que destacaba lo que era idiosincrático
en las personas, su “manera específica de ser”, fue asumida por la psicología diferencial,
condicionada por las primeras investigaciones psicoestadísticas y el auge de los test a principios de
siglo. Una tarea similar le abarcó a la psicología clínica. Es por este motivo que para muchos la ps
clínica es sinónimo de estudio de individuos en tanto tales, es decir, de psicología individual. La
estrategia clínica puede aplicarse para conocer, investiga, comprender, modificar la conducta de los
seres humanos operando tanto en un ámbito psico-social como socio-dinámico, institucional o
comunitario.
Podemos admitir, por consiguiente, que la psicología clínica sea “individual” si por tal entendemos
una visión particularizante que encare cada situación como singular, peculiar, pero no la admitimos
si por “individual” entendemos que el psicólogo clínico sólo opera sobre sujetos aislados.

Psicología y Profilaxis.
La psicoprofilaxis puede entenderse como toda actividad que desde un nivel de análisis psicológico
y mediante el empleo de recursos y técnicas psicológicas, tienda a promover el desarrollo de las
posibilidades del ser humano, su madurez como individuo y, en definitiva su felicidad.
Si por psicoprofilaxis entendemos básicamente una finalidad, intención o actitud en el quehacer
del psicólogo, podemos entender que su propósito requiere apelar a una estrategia, una táctica
adecuada y específica para cada caso.
11

Los psicólogos clínicos.


Es alguien específicamente entrenado en el manejo de la información psicológica mediante el
método clínico, lo cual lo capacita para incluirse en la situación de un campo de relaciones
humanas, desde donde puede detectar los puntos de urgencia de dicha situación, que le permiten
diagnosticar la acción crítica y resolverla posibilitando el cambio más adecuado y previniendo las
dificultades en la adecuación al cambio logrado. En tanto trabajo a partir del grado de autonomía y
de la información del objeto, favorece en éste y en sí mismo el aprendizaje de pautas de conductas
eficaces para enfrentar futuros cambios.
En síntesis: la psicología clínica se caracteriza por una estrategia que incluye tres momentos: ver,
pensar y actuar psicológicamente. Para desarrollar su estrategia el psicólogo clínico necesita de una
Actitud Psicológica por la cual entendemos:
● La de aquel profesional para quien la situación que enfrenta pueda encararse como una
situación humana específica.
● Es actitud psicológica la de un profesional que tiene capacidad de decisión es decir que
posee autonomía suficiente como para ver, pensar y actuar ante una situación dada. Dos clases de
factores pueden atacar la autonomía: 1. Los factores institucionales 2. Los factores individuales.
● También forma parte de una actitud psicológica el respeto por el otro como persona.
● También integra la actitud psicológica la posibilidad de reconocer los propios límites
personales
● La posibilidad de poner constantemente a prueba las hipótesis que formula sobre la
situación
● El psicólogo clínico tiene que ser capaz de comprender.

Marco de referencia. Cap 1.


Del objeto al sujeto en orientación vocacional
La teoría de Huarte San Juan estaba centrada en una fundamentación biológica, ya que entendía que
los distintos “ingenios” se heredaban, los padres eran los encargados de detectar cuál era la
“naturaleza” de sus hijos. El progreso científico ha introducido muchas modificaciones en los
supuestos de Huarte. Por ejemplo nadie pondría en duda ahora que existe algo llamado “vocación”,
no sería en absoluto algo innato, sino más bien, adquirido. Se le atribuye más importancia al
aprendizaje que a lo congénito.
En la actualidad la O.V. sigue viciada por los mismos supuestos que tenia (1975). Por más que se
haya desplazado el énfasis de una naturaleza biológica a una cultural, se sigue pensando que la
gente está más preparada para ciertas tareas que para otras.
Si se deja de pensar en el ser humano como objeto de observación, diagnóstico y orientación
(reactor) y se lo entiende como un SUJETO (proactor) de conductas, se verá que es común a los
hombres y dejaremos de preocuparnos por aquello que lo hace diferente (ingenio, facultades,
intereses); se percibirá en los hombres algo que se podría llamar su capacidad de decisión, su
posibilidad de elección.

La persona no es sino la que busca ser


Un joven que concurre a orientación vocacional demuestra estar preocupado por su PERSONA en
relación con su FUTURO. Concurre a buscar ayuda, lo cual indica que en ese vínculo con el futuro
está comprometiendo a OTRO. Lo que pase en su proceso de orientación vocacional tendrá que ver
con la interacción de estos 3 factores.
El contexto social puede ser analizado en términos de órdenes y esferas institucionales. Por órdenes
se entiende al conjunto de instituciones que persiguen una misma finalidad. Hablan de 5 órdenes
institucionales: religioso, político, militar, familiar y de la producción. En lo que concierne a la O.
V. interesan las relaciones de la persona que elige con dos de ellos. El orden institucional de la
producción y el orden institucional familiar.
El termino esfera se refiere a ciertas organizaciones de productos y procesos culturales que tienen
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que ver con todos los órdenes institucionales.


Todo lo que ocurre en la relación PERSONA-FUTURO-OTRO es emergente de un contexto más
amplio que los que engloba (estructura social) y en un sentido ms restringido, del orden
institucional producción, familia y educación. La persona no es solamente “moldeada” dentro de
las instituciones sino que al mismo tiempo las moldea; o sea que las conductas son expresión del
contexto más amplio, pero en función de una relación dialéctica y no lineal. El adolescente no está
determinado pasivamente por la escuela, ni por la familia, ni por el trabajo.
El polo futuro tiene relación con el orden institucional de la educacional, muchas veces se pide
asesoramiento acerca de qué carrera seguir. Para el adolescente el futuro es una carrera, una
universidad, profesores. No es un futuro abstracto sino personificado y desconocido. El futuro es
también una familia, su inclusión en el sistema productivo de la sociedad en que vive.

Las dimensiones del problema


De este modo estructural podrían vincularse muchos temas, x ej, como influye en la O.V. El
contexto social.
El sistema de valores imperantes en una comunidad dada acerca del desino de la gente y del peso
que tiene la educación en la posición social de sus miembros determinara en sentido y hasta la
existencia del campo de la O.V.
El contexto también influye en cuanto a sistema de gratificación, no solo con el nivel de ingreso
sino con otras formas de gratificación que la gente puede dar.
La elección siempre tiene que ver con los otros (reales y fantaseados). El futuro nunca se piensa en
una carrera o en una facultad despersonificadas. Siempre será esa carrera o esa facultad o ese
trabajo que cristaliza relaciones interpersonales pasadas, presentes y futuras. Habrá que examinar
las relaciones con aquellos otros con los cuales se establecen relaciones primarias (miembros de la
flia, pares, parejas) y esos otros con los cuales se mantiene una relación de naturaleza secundaria
(profesores, psicólogos).

Qué hacer, quién ser


Para un adolescente definir el futuro no es solo definir qué hacer sino definir quién ser y, quien no
ser. Los verdaderos problemas de la O.V. Tienen que ver con el “realizarse” que plantea el
adolescente en la consulta. Con un realizarse realizando, o sea con un “llegar a ser” vinculándose
con objetos. Los vínculos pueden ser actuales, pasados y potenciales. Los primeros son los aspectos
manifiestos y no manifiestos de la relación con el profesional. Condensan y expresan vínculos
pasados (de la historia del sujeto) y potenciales (con objetos del futuro en términos de proyectos).
El psicólogo centrado en los vínculos actuales diagnostica los vínculos pasados y opera sobre los
potenciales.

La persona que elige


Quien elige es un adolescente en la mayoría de los casos; esta en edad de experimentar grandes
cambios. Estos son continuos, amplios definitorios que hacen pensar en un individuo sometido a
continuas crisis. Sorprende que en medio de crisis el A realice tareas tan importantes como:
definirse ideológicamente, religiosa y éticamente, definir su identidad sexual y vocacional.
La A es un periodo de crisis, transición, adaptación y ajuste. En los cambios involucrados el
individuo ha de encontrar distintos modos de adaptarse en áreas y niveles diversos y hallara en ese
proceso dificultades. Una de las áreas en que ese ajuste habrá de realizarse se refiere al estudio y el
trabajo, entendidos como medios y formas de acceder a roles sociales adultos. Cuando se realiza ese
ajuste en el plano psicológico decimos que el sujeto ha alcanzado su identidad ocupacional. Dado
que la id. Ocupacional es un aspecto de la identidad del sujeto, es determinada y determinante en la
relación con toda la personalidad. Los problemas vocacionales tendrán que entenderse entonces
como problemas de la personalidad. La id. Ocupacional es la autopercepción a lo largo del tiempo
en términos de roles ocupacionales. Llamare ocupación al conjunto de expectativas del rol. La
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ocupación no es algo definido desde adentro ni desde afuera sino su interacción.


Por rol entiendo una secuencia pautada de acciones aprendidas, ejecutadas por una persona en
situación de interacción.
El sentimiento de id. Ocupacional se ha gestado sobre la base de las relaciones con los otros.
● LA GENESIS DEL IDEAL DEL YO: el yo quisiera ser… de los chicos es siempre un “yo
quisiera ser como fulano que posee tales o cuales virtudes y que ha establecidos tal o cual relación
conmigo”. Así como el ideal del yo se establece sobre la base de identificaciones con adultos
significativos, el ideal del yo en términos ocupacionales se establecerá en términos de relaciones
con personas que ejecutan roles ocupacionales.
● IDENTIFICACIONES CON EL GRUPO FAMILIAR: debe tenerse en cuenta 2 aspectos.
El grupo familiar constituye el grupo de pertenencia y de referencia fundamental y es por ello que
los valores de ese grupo constituyen anclajes significativos en la orientación de la conducción del
adolescente.
El 2do aspecto. Las satisfacciones o insatisfacciones de los padres y de otros familiares
significativos en función de sus respectivos ideales del yo juegan un papel importante.
Los procesos de relación e internalización de los grupos son mecanismos de identificación con
ellos. La identificación se establece con el grupo como totalidad, su estatus y rol, las personas que
lo conforman, etc. La situación será diversa si el adolescente está identificado en ese grupo con un
rol subordinado o de líder, si es aceptado, aislado, rechazado, etc.
Con el grupo familiar ocurre el hecho de que en una familia de médicos el adolescente quiera
estudiar medicina puede implicar la existencia de vínculos tan diversos con el grupo como el
sometimiento, la cooperación, rivalidad, protección, etc.
● IDENTIFICACIONES CN EL GRUPO DE PARES: Opera de la misma manera que el
grupo familiar, pero a diferencia de él nunca es tomado como grupo de referencia negativo. Por otra
parte es algo adquirido y que debe ser defendido. El sometimiento a la norma del grupo es mayor y
las trasgresiones son vividas como generadoras de culpa intensa. La cultura de pres es más próxima
e imperativa porque funciona por el carril de la sanción por exclusión. De este modo los valores del
grupo de pares son a veces, mucho más imperativos para un adolescente que los valores del grupo
familiar.
● IDENTIFICACIONES SEXUALES: Si bien es cierto que nuestra sociedad se encamina
hacia la igualdad de oportunidades ocupacionales para hombres y mujeres, también es cierto que
las ocupaciones no son consideradas sexualmente neutras. Hay ocupaciones más o menos
“masculinas” o “femeninas”. Los patrones culturales en cuanto a rol social de hombre y mujer son
internalizadas a lo largo de las etapas cubiertas por la génesis de la identidad ocupacional del
adolescente y juegan un papel importante como causales de gustos, intereses, actitudes e
inclinaciones.

La crisis de identidad en la adolescencia


Crisis se toma como ruptura de una forma establecida de relación. La idea de pasaje, de reajuste, de
nueva forma de adaptación. Tiene que ver con algo que muere y algo que nace, con la idea
desestructuración y reestructuración de la personalidad. Del resultado de la tolerancia a esta crisis y
de los mecanismos empleados para superarla surgirán formas de relación con su mundo interno y su
mundo externo. Lo que se desestructura y reestructura es toda la personalidad del adolescente. Lo
que define a la persona es el hecho de poder ser un objeto para ella misma, un objeto para sí. Este
hecho se traduce en la sensación de que “yo soy yo”. Para que esto ocurra la experiencia tiene que
organizarse sobre 3 parámetros: TIEMPO-ESPACIO-OTRO.
TIEMPO: alguien siente que él es él porque tiene determinados proyectos que siente como si fueran
suyos. Expresan aspiraciones propias. Destacamos las expectativas respecto de uno mismo, del
mundo y los otros
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ESPACIO: el sentimiento de “yo soy yo” surge sobre la base del esquema corporal que discrimina
entre un espacio propio (interno) y un espacio no propio (externo).El esquema corporal no es
sinónimo de cuerpo sino de su representación.
OTROS: la sensación de que “yo soy yo” tiene que ver con “mis relaciones con los demás”. Estas
relaciones se expresan en un vínculo de doble carril, que son los procesos proyectivos e
introyectivos. La “extensión” de la persona nunca coincide con el límite de su piel, sino que
incluye todos los objetos que puede llamar “míos”.
La estructura de la personalidad se definirá por el interjuego de los 3 parámetros. En un adolescente
está caracterizada por un acercamiento a nuevos objetos de la realidad. Este acercamiento supone
procesos de discriminación y jerarquización de los objetos de la realidad. Estos se realizan si el
conocimiento de sí lo permite y, si el ejercicio de las funciones yoicas es adecuado.
Considerare al Yo como el nombre de 7 funciones de la personalidad son: 1-adaptacion a la realidad
2-interpretacion de la realidad 3-sentido de la realidad 4-defensas 5-relaciones de objetos 6-
funciones autónomas 7-sintesis.

Desarrollo de la identidad ocupacional


La vinculación de los individuos con las ocupaciones pasa por 5 etapas:
1ra- CRECIMIENTO: hasta los 14 años. Predominan las fantasías, los intereses, las capacidades.
Entre los 4 y los 10, la vocación está determinada por la fantasía, que expresa necesidades básicas
del niño. 11 y 12 años el interés pasa a primer plano, no habla ya de necesidades sino de gustos. 13
y 14 años los intereses dejan lugar a las CAPACIDADES sobre todo en su periodo escolar.
2da- EXPLORACION: 15 Y 24. El auto concepto no está centrado solamente en las
identificaciones sino en el ejercicio de roles. Divide la etapa en 3 momentos: el de las tentativas (15
y 17) el de transición (18 y 21) el de ensayo (22 y 24).
3ra- ESTABLECIMIENTO: entre 25 y 44 y tiene dos momentos: ensayo y estabilización. Luego
otras dos etapas, una de mantenimiento y otra de declinación.

El explorador:
El momento en que el adolescente concurre a la consulta.
El término “exploración” sugiere la idea de alguien que se interna en un lugar desconocido. El
explorador tiene en cuenta qué es lo que van a explorar y con que equipo ira de exploración. De la
síntesis de estos 2 factores surge el concepto de situación. Esta designa la percepción que tiene el
adolescente de aquello que va a explorar y de aquello con que cuanta para la tarea. Las situaciones
pueden ser de 4 tipos: pre dilemáticas, dilemáticas, problemáticas o de resolución.

Vocación. Identidad vocacional. Identidad ocupacional


Durante mucho tiempo el concepto “vocación” fue considerado explicativo de la elección de carrera
o trabajo. A poco de analizar el concepto de vocación se percibe que en lugar de ser un dato
explicativo es en realidad algo que debe ser explicado.
La orientación vocacional, es la identidad ocupacional, producto de “algo” que ha ocurrido en la
persona que elige. Ese algo, que determina la identidad ocupacional, lo denominar identidad
vocacional. Una persona tiene identidad ocupacional o ha adquirido su identidad cuando ha
integrado sus distintas identificaciones y sabe que es lo que quiere hacer, de qué manera y en qué
contexto. Incluye un cuándo, quién, con qué, un cómo y un dónde.
Identidad vocacional: una respuesta al para qué y por qué de la asunción de esa identidad
ocupacional.

Vocación y reparación
Más útil que el concepto de “sublimación” es el de reparación. (Surgido de la esc. inglesa).
Las vocaciones expresan respuestas del yo frente a los “llamados” internos, llamados de objetos
internos dañados que piden ser reparados por el Yo.
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La elección de carrera mostraría la elección de un objeto interno a ser reparado. La carrera seria la
resultante de una respuesta del Yo (lo vocado) a un objeto interno dañado (vocante).
Y la relación, el vínculo, con la carrera (objeto externo) estará determinado por la modalidad de la
reparación implícita en la relación con el objeto interno dañado.

PSICODINAMICA DE LA ELECCION
POR QUE- PARA QUE CON QUE CUANDO A LA MANERA DE
DONDE- COMO QUIEN
Reparación: Objetos Contexto socio- Identificaciones con
Personas, cosas, cultural imágenes
*Autentica naturaleza, (ámbitos profesionales y roles
*Seudoreparacion artefactos o pares institucionales y ocupacionales adultos.
1-maniaca de ellos. organizaciones
2-malancolica sociales)
3-compulsiva Instrumentos Tecnología, sistemas
4-otras Manuales, de significación, etc.
intelectuales, etc.

Identidad vocacional Identidad ocupacional

Elección y duelo
El que elige no está eligiendo solo una carrera, está eligiendo insertarse en un área específica de la
realidad ocupacional.
En la medida en que elige, deja; y éste es otro motivo para decir que la O.V. supone conflictos y
maneras de resolverlos.
Se “dejan” objetos y formas de ser. Por eso siempre la elección de una carrera supone elaborar
duelos. Sobre todo sobre 4 situaciones: a) duelo por la escuela secundaria b) D. por el paraíso
perdido de la niñez c) por la imagen ideal de los padres y d) por las fantasías omnipotentes.
Un duelo bien elaborado supone que se pueden tolerar los sentimientos de culpa frente al objeto y a
sí mismo, experimentados en toda separación. Los duelos experimentados durante el proceso de
O.V. Se expresan mediante sentimientos y manifestaciones clínicas; entre los primeros predominan
la tristeza, la soledad, ambivalencia, culpa y libertad del pasado y mayor contacto con el presente.
Estos sentimientos se observan claramente en la capacidad de recordar acontecimientos pasados, la
recuperación de ideas, los proyectos abandonados, los que son integrados y re vinculados con
decisiones actuales. También se percibe cansancio, reflexión, autonomía, y ganas de hacer cosas.

Momentos de la elección
2 tipos de datos. La intervención del yo encada momento del proceso y los trastornos típicos en
cada uno de ellos.
MOMENTOS FUNCION YOICA PATOLOGIA MAS FRECUENTE
COMPROMETIDA
SELECCION Adaptación, interpretación y “no ver” o “no verse” por con el
sentido de la realidad. vínculo. Identificaciones
Discriminación. proyectivas e introyectivas
Jerarquización de los masivas.
objetos.
ELECCION Relación de objeto. Rigidez y estereotipa o excesiva
Tolerancia de las labilidad de cargas. Bloqueos
ambigüedades y de la afectivos
ambivalencia
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DESICION Acción sobre la realidad. Trastornos en la elaboración de


proyectos duelos. Fracasos en el control de
impulsos

Elección madura. Elección ajustada


La elección madura: es una elección que depende de la elaboración de los conflictos. Se basa en que
el adolescente pueda pasar de un empleo defensivo de las identificaciones a un empleo instrumental
de las mismas al lograr identificarse con sus propios gustos, intereses, aspiraciones, etc, e identificar
el mundo externo, las profesiones, las ocupaciones, etc. Es una elección que depende de las
identificaciones consigo mismo.
Elección ajustada: es una elección en la que el autocontrol permite al adolescente hacer coincidir
sus gustos y capacidades con las oportunidades exteriores, hacer una síntesis o un balance que
puede ser defensivo. En él no solo interviene su capacidad de control sino la síntesis entre
responsabilidad individual, consigo mismo y responsabilidad social. Una elección ajustada es:
*Una elección que se hace con conocimiento de lo que se puede y de lo que no se puede.
*Una elección que provee el adolescente de una profesión o estudio en los que coinciden sus
intereses con lo que la realidad de esa carera le ofrece, al mismo tiempo que sus condiciones
personales lo hacen apto para ejercerla
*Puede ser el desenlace de una situación problemática.

Addenda 1974.
El autor subraya el carácter síntomal de la elección de carrera. La dinámica del deseo y la demanda
social se le imponen al sujeto y lo constituyen fundamentalmente a través de los procesos de
identificación, de modo que las nociones enfatizadas en el libro como “libertad de elección,
autenticidad, madurez” exigen un replanteo radical.
Sobre la frase “quien elige” se abre un interrogante de difícil respuesta. Si los objetos son
“vocantes” y la ideología “convoca” (interpela) al sujeto ¿este elije o más bien es vocado desde una
insoslayable alteridad (Otro)?
Tanto la pedagógica como la psicoterapia coadyuvan en un mismo propósito: la toma de conciencia.
Una la toma de conciencia en lo que a la lectura de la realidad institucional y social se refiere, la
otra una toma de conciencia en lo que hace a los significados icc de los motivos y proyecciones
personales con la represión, idealización y negación como defensa.
El propósito debe ser resguardado a toda costa aun cuando varíen las estrategias de abordaje y las
técnicas a emplear.

En el plano ideológico, el intrincado campo de la o. vocacional en el que las dimensiones


económica, educacional y familiar llegan a constituir lo que llame una “encrucijada vocacional”, ha
conducido a una necesaria discusión sobre las implicancias ideológicas de la teoría y de la técnica
( ¿Existe un yo libre capaz de elegir autónomamente? ¿existe un paralelismo sustancial entre
sociedad e individuo que permita pretender una complementariedad necesaria entre “realización
personal” e inscripción social en la estructura productiva? ¿Qué demandas del sistema hallan eco en
el psicólogo que pretende una elección madura, adaptada, libre de conflicto? ¿Qué condiciona la
búsqueda de la tan ansiada identidad personal?) Que además de recabar un análisis de los
componentes ideológicos de lo que constituye el marco conceptual, referencia y operativo, hace
necesario ver como aquellos actúan a través del psicólogo que como profesional los soporta y
transporta.
La addenda que Bohoslavsky agrega en la segunda edición de su libro deja en claro que hay
algunas cuestiones expuestas en el mismo sobre las que ha reflexionado, y sobre las que su punto de
vista ha cambiado. Menciona 4 áreas o planos dentro de los que pretende revisar o modificar
conceptos:
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⮚ TEÓRICO: menciona una “vuelta a Freud”, lo cual cobra sentido solamente si se tiene en
cuenta que Bohoslavsky inicialmente se manejaba en la línea del psicoanálisis inglés. En la
primera edición del libro habla de “libertad de elección” y “madurez”, pero en la addenda
establece que la elección está sobredeterminada por la estructura del aparato psíquico del
sujeto, y que hay ciertas demandas sociales que también se imponen (“la dinámica del
deseo y la demanda social se le imponen al sujeto y lo constituyen fundamentalmente a
través de los procesos de identificación…”). De forma que la elección ahora reviste un
CARÁCTER SINTOMAL.
⮚ ESTRATÉGICO: aclara su posición actual respecto de la relación entre orientación
vocacional, psicología (psicoterapia) y pedagogía. Establece que el objetivo de la
orientación vocacional es la TOMA DE CONCIENCIA, en dos posibles acepciones de
conciencia:
1- la práctica pedagógica en OV busca una toma de conciencia en cuanto a la lectura de la realidad
institucional y social (universidad, carreras, profesiones), oponiéndose a la ignorancia y sus
determinaciones educativas, familiares, ideológicas. Esta práctica en la dimensión pedagógica de la
orientación vocacional INFORMA.
2- la práctica psicológica en OV busca una toma de conciencia respecto a los significados
inconscientes de los motivos y proyectos personales, a la que se oponen la represión, la negación, la
idealización como defensas. Esta práctica en la dimensión psicológica de la orientación vocacional
ESCLARECE.
Tanto la dimensión pedagógica como la psicológica persiguen el objetivo en común ya planteado,
(toma de conciencia) que debe ser resguardado, a pesar de que el contexto puede hacer variar las
estrategias a seguir para alcanzarlo.
⮚ TÉCNICO-INSTRUMENTAL: revaloriza el empleo de encuadres grupales e
institucionales como formas de encarar las problemáticas que se presentan, sin reducir su
importancia al simple recorte de gastos (en principio un encuadre grupal implica trabajar
con más gente en el mismo tiempo, pero ésta no sería para Bohoslavsky la única razón de
esta aproximación grupal; se podría entrever un cierto distanciamiento del psicoanálisis
ortodoxo). Menciona además la necesidad del entrenamiento adecuado para el profesional
en este tipo de aproximación, y posibles patologías institucionales frente a las que debe
atento. También menciona la necesidad de crear recursos nuevos para el trabajo en OV (en
cuanto al diagnóstico y resolución de la problemática vocacional).
⮚ d) IDEOLÓGICO: explicita que el campo de la OV reúne las dimensiones económica,
educacional y familiar constituyendo la “encrucijada vocacional”. Esta complejidad hace
necesaria la discusión sobre la ideología. Bohoslavsky dice que ni la teoría ni la técnica
están exentas de implicancias ideológicas, ya que éstas se encuentran en el marco
conceptual, referencial y operativo del profesional, y el psicólogo puede soportarlas y
transportarlas (la ideología actuando a través del psicólogo). De ahí que realice esas
preguntas: “¿Existe un yo libre, capaz de elegir autónomamente? ¿Qué demandas del
sistema hallan eco en el psicólogo que pretende una elección madura, adaptada y libre de
conflicto?”
Se critica a si mismo (respecto más que nada por la modalidad
clínica) que quedo capturado por la ego psychology. Entonces
agrega la addenda (la crítica) donde con los tres conceptos (libertad
de elección, madurez y autonomía) de la modalidad clínica se da
cuenta que engordaba al yo (ideales).
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Emmanuele y Cappelletti: La vocación un mito de las sagradas escrituras.

La vocación: mitos y subjetividades. Una arqueología tentativa


La vocación: un mito de las Sagradas Escrituras.
Una de las características sobresalientes del discurso religioso en su forma particular de presentar lo
inmutable y lo eterno, que no expresan sino la verdad del dogma, y que se manifiestan en las
Sagradas Escrituras de principio a fin.
Dios se comunica gradualmente al hombre, lo prepara por etapas para acoger la Revelación
sobrenatural que hace de sí mismo.
La realidad de los hombres es siempre cambiante (al contrario de ‘católico’ que es un discurso
universal), y ello exige encontrar permanentemente formas nuevas para expresar aquello eterno e
inmutable que es la palabra de Dios. La actualización necesaria para adecuar la palabra de Dios a
las contingencias de los hombres sitúa a la vocación como objeto inherente a la constitución de los
individuos. Allí, en el corazón mismo de todos los hombres, se halla inscripto el deseo de Dios
padre, su creador y Dios no deja de atraerlos hacia sí, de llamarlos; Pero la vocación humana
conlleva un carácter comunitario.
Está claro que las contingencias de la historia y las profundas modificaciones producidas
tanto en los modos de organización social y económica como en las formas culturales no han
conseguido alterar lo esencial de aquella significación con que el término vocación se imprime en la
pesada materialidad discursiva del catolicismo: “la vocación es y ha sido un llamado de Dios”. En
ese llamado de Dios se condensa la coexistencia de un llamado a ser y de un llamado a hacer
consecuentemente, a no ser y a no hacer que se dirigen hacia esa entidad natural, humanamente
cuasi corpórea, denominada vocación.
Vocación: especie de facultad dormida, innata, destinada a ser descubierta mediante un acto de
revelación.
En nuestra cultura occidental, el mito de una vocación dada como objeto natural desde el llamado
de otro parece garantizar en el psiquismo humano, la presencia fehaciente (prueba o da fe de algo de
forma indudable) de ese algo enigmático, fuerza que dispone el porvenir- capturado mediante
nociones positivas, tales como aptitudes, capacidad tendencia, inclinación, que fundamenta con
total certidumbre las decisiones propias referidas al presente y, más aún, aquellas que involucran el
futuro o la suerte de un destino que se juega en la inserción social y laboral.
Para determinadas identificaciones profesionales, la fuerza de una supuesta vocación que justifica la
apuesta personal de su elección opera en calidad de discutible dogma.
Freud afirma que, la religión es una de las instituciones de la cultura obstinada en perturbar el “libre
juego de elección” del hombre, ya que impone “a todos por igual un camino único para alcanzar la
felicidad y evitar el sufrimiento”. Su técnica consiste en reducir el valor de la vida y en deformar
deliberadamente la imagen del mundo real, medidas que tienen por condición previa la intimidación
de la inteligencia; imponiendo por la fuerza al hombre la fijación a un infantilismo psíquico
haciéndolo participar de un delirio colectivo. Hay muchos caminos que pueden llevar a la felicidad,
en la medida en que es accesible el hombre, más ninguno que permita alcanzarla con seguridad.
Para el cristianismo, los dones diferenciales de cada uno son anunciados al modo de un
despertar o descubrimiento, sobre la base de una posesión, en primera instancia y para todos por
igual, de esa gracia del Dios Padre que otorga la condición de hijos obedientes a la ley que impone
su única Iglesia. La iglesia tiene la misión de enseñar, santificar y gobernar. Es asimismo una
madre, porque Dios es el Padre; aunque también se la ubica como la esposa de Cristo. La iglesia
representa el misterio de la unión de los hombres con Dios.
El campo disciplinar de la psicología ha contribuido de muy diversos modos el histórico tejido de
estas producciones del discurso científico. ¿Acaso no se alude a una supuesta autonomía del Yo que
se descubre mediante la revelación del mandado vocacional? Descubrimiento, revelación y
obediencia se anuda bajo formas discontinuas desde aquel antiguo y sagrado mito de la vocación.
19

La vocación es un llamado de dios, la voz de A… Pero, hay que saber


quién te llama.
No se puede tomar decisiones por sí mismo porque siempre (icc) nos
apoyamos en un A.

Rascovan: Subjetividad de época. La identidad vocacional interrogada.


La problemática vocacional es un campo atravesado por dimensiones subjetivas y sociales, más que
nada en centro está en la problemática de los humanos relacionados con la elección y realización de
un hacer (estudio/ trabajo). Es decir que el campo vocacional es una trama compleja, una
encrucijada.
Desde que comenzaron las primeras pruebas estandarizadas hasta la modalidad clínica, la
intervención siempre se determinó por la época. La modalidad clínica, desde su origen, es una
reacción para enfrentar a un modo de operar en ov que termino por deshumanizar al consultante. Su
aporte es su espíritu crítico, su carácter subversivo contra las prácticas que se convirtieron en
recursos de control social.
Toda práctica es una práctica histórica, que se edifica con los argumentos propios de una cultura y
sociedad singulares. A pesar de haber nacido como una modalidad rupturista (mod. Clínica) pronto
quedó encapsulada en un psicoanálisis tan rígido y mecanicista como la práctica a la que pretendía
combatir.
Rápidamente Bohoslavsky advierte la trampa en la que ha caído: A los pocos años es el primero en
promover una profunda revisión de los conceptos que la modalidad clínica que había instituido.
Escribió una addenda en la que, uno a uno, se autocrítica todo o casi todo lo expresado en su obra.
En 1975 compila un libro cuyo principal valor fue resistir a las formas adaptacionistas, mecánicas,
sumisas de encarar la orientación, típicas del discurso y la práctica psicotécnica.
Al enunciar lo vocacional como encrucijada Bohoslavsky nos estaba advirtiendo que la
modalidad clínica podría perder su principal motivo de existencia, es decir subvertir lo instituido.
Qué fue lo que ocurrió ya que comenzó a naturalizarse perdiendo aquella fuerza de sus comienzos.
Una de sus categorías fundantes es la de identidad vocacional, que en este escrito nos proponemos
deconstruir.
En nuestro país se expresa que los autodenominados procesos de ov tienen por objetivo desarrollar
la identidad vocacional del sujeto que consulta. El concepto de identidad vocacional remite al de
identidad personal: El concepto de identidad se construyó desde un paradigma moderno,
sustancialista, esencialista. Desde esta lógica el concepto de identidad qué surgió como intento de
articulación entre lo individual y lo social término explicándose en sí mismo como una entidad
cerrada, verdadera y única. El individuo fue considerado un ser autónomo, consciente, libre, capaz
de determinarse a sí mismo. Un individuo como indiviso, homogéneo, y encapsulado en sus propios
límites. En este sujeto escindido, el yo deja de ser un todo, tendría una dimensión inconsciente.
El registro de un yo, asiento de la identidad, sólo será posible desde la otredad. Y es el proceso de
identificación la operatoria psicológica por la cual el yo establece relaciones con los otros, hace
lazos.
Esta distinción entre otro y Otro es decisiva. Tiene efectos en el caso de la ov, en el proceso de
elección ya que respecto de ese Otro del icc sólo se puede lograr acceder a cierta verdad; y todo
proceso de hacer de acceso a una verdad inconsciente es doloroso y generalmente muy lesivo para
el narcisismo.
La identidad por lo tanto se conforma alrededor de un proceso de unión a los otros, de pertenencia,
pero al mismo tiempo también de separación con los otros, o sea de diferencia. Mientras la
identificación tendrá que ver con las primeras experiencias de satisfacción, la separación estaría
asociada al dolor que en conjunto establecen marcas que edifican la subjetividad.
20

Ana María Fernández sostiene que pensar desde la diversidad los distintos modos de
producción subjetiva, implican un proceso de des-sustancializacion de los relatos de la interioridad
psíquica estructurada básicamente en la infancia, el inconsciente, el deseo. Y agrega " lo que hoy
día está puesto en cuestión es la existencia de un mecanismo universal de estructuración del sujeto.
¿Cuánto de lo que creímos estructura universal de la subjetividad será narrativa propia de la
modernidad?"
La subjetividad como campo de problemáticas nos acerca a Pierre Bourdieu cuando plantea que "el
universo social tiene como peculiaridad que las estructuras que lo conforman, llevan por decirlo así
una doble vida. La primera en la objetividad del primer orden establecido por la distribución de los
recursos materiales y de las apropiación de los bienes y valores socialmente escasos, la segunda
objetividad de segundo orden, bajo la forma de clasificación, de esquemas mentales y corporales
que finge como matriz simbólica de las actividades prácticas, conductas, pensamientos y juicios de
agentes sociales.
Al pensar la subjetividad inevitablemente nos enfrentaremos entonces con los cruces, las
intersecciones, las articulaciones, funciones diversas psíquicas, biológicas, sociales, culturales,
ambientales, políticas.
En sintonía con esta línea de pensamiento Emiliano Galende nos Recuerda que" la primera
forma de reconocimiento de la individualidad, de la separación respecto del grupo, está ligada a la
institución social de la propiedad y, a partir de esta, la constitución de una esfera de lo privado... "
El concepto de subjetividad permitirá integrar lo idéntico y lo diferente, la estructura y el
acontecimiento, lo individual y lo social, público y lo privado. Coincidiendo con Ana María
Fernández preferimos hablar de subjetividad, de producción de subjetividad, antes que de identidad.
La vocación, lo vocacional:
La vocación se construye a lo largo de la vida. Es una construcción asociada al conjunto de
experiencias desarrolladas en la vida social. Vocación asociada con los diversos vínculos que los
sujetos establecen con los variados objetos (otros sujetos, actividades, lugares, experiencias) de la
realidad social.
Es un llamado interno, innato, que guían al sujeto hacia una única actividad determinada (carrera);
conceptualizándola de este modo podemos afirmar que la vocación no existe. Si en cambio el sujeto
no está atado a un solo objeto se abre la dimensión de la libertad y con ella la posibilidad de elegir.
Por lo tanto la vocación más que revelación, es búsqueda, como ejercicio de la libertad. La vocación
no es (si se toma como proceso acabado), es un ser siendo como proceso de creación. Algo que se
va construyendo a lo largo de la vida, algo que se mantiene pero que también cambia, la vocación sí
existe y podemos desarrollarla, enriquecerla.
Lo vocacional es un entramado complejo entre el sujeto, el objeto y el contexto. Lo vocacional
como problemática social es una construcción histórica, surgen en las sociedades modernas, allí
donde las personas pudieron empezar a preguntarse ¿qué hacer en la vida, con cierta libertad
individual, siempre condicionada por su particular ubicación social? En cambio es a partir de la
actual revolución tecnológica donde las distintas carreras se constituyen en los principales objetos a
elegir. La elección vocacional empezó a estar más ligada a los estudios que los trabajos. Las
carreras se transformaron en los nuevos mediadores para el ingreso al mercado de trabajo por eso es
que la llamada ov quedó muy vinculada a la intervención que se efectúa para acompañar a un sujeto
a elegir una carrera.
El contexto de época:
La característica más sobresaliente de la situación actual es el desempleo masivo y la precarización
de las situaciones de trabajo; pero para muchos el futuro empezó a tener, a diferencia de los años de
regular estabilidad elaborar, el sello de lo aleatorio. El drama que trae aparejado el derrumbe de la
condición salarial es la pérdida del lugar del trabajo como principal ordenador de la vida social,
como principal sostén de la identidad de las personas; la sociedad salarial necesito del estado como
sostén y protección de los individuos, actualmente en las sociedades reguladas por el mercado, la
21

economía se autonomiza y la condición salarial se desmorona, perdiendo el estado social su poder


integrador.
¿En un contexto así esbozado podemos seguir hablando de identidad vocacional? Sin duda se trata
de diseñar políticas públicas de inserción e integración sociales. Respecto de nuestra tarea en ov,
deberíamos facilitar la construcción de recorridos abiertos al cambio. Propiciar una identidad que no
se amolde a las estructuras de títulos y carreras sino que se organice dinámicamente como una
subjetividad dispuesta a enfrentar problemas.
El objetivo de un proceso de ov no será acceder a una identidad vocacional, si no el
acompañamiento en determinado período de transición a construir una decisión. Para ello se
intentará ubicar donde la elección hace nudo, la intervención consistirá entonces, en la operatoria
que permita desanudar aquello que se ha hecho nudo.
Haciendo carrera como forma de subjetivación:
La carrera es una senda que duraba toda la vida, a través del mundo laboral, y era expresión de una
vocación o disposición única que los individuos adoptaban al iniciar su madurez, pero para lo cual
frecuentemente se preparaban desde la niñez. Eran tiempos de identidad vocacional.
El deterioro de la carrera profesional como institución es, para Flores y Gray una consecuencia
inevitable del surgimiento de las economías basadas en el conocimiento. Para la mayoría de la gente
la corrosión de las carreras es experimentado como una disminución del control que tienen sobre
sus vidas.
El problema al que actualmente se enfrenta la gran mayoría de los seres humanos es la
vulnerabilidad por la inseguridad de sus empleos, con las ineludibles consecuencias económicas,
pero también simbólicas, en tanto la pérdida de significado que ocurre cuando la vida laboral deja
de tener una forma discernible. Resulta más sensato considerar como hacer para construir itinerarios
de vida acordé al nuevo escenario social, pareciera que la tarea fuera otra que la de consolidar una
identidad vocacional
El presente es un período de transición. Las carreras constituyeron un soporte de seguridad para
quienes las tenían, una fuente de identidad personal. Además cuando la carrera estaba vinculada a
ciertas ideas de vocación, confería significado a una vida humana en su conjunto, reforzando la
sensación de que cada individuo tenía una misión particular. Esto nos dice algo importante sobre el
trabajo, la identidad y la realización personal. Todavía identificamos a las personas por sus carreras,
"yo soy médico" y no "yo hago medicina".
Síntesis:
Rodolfo Bohoslavsky "podemos partir del producto que en el caso de la orientación vocacional es la
identidad ocupacional, producto de algo que ha ocurrido en la persona que elije."
Una persona ha adquirido su identidad vocacional cuando ha integrado sus distintas identificaciones
y sabe qué es lo que quiere hacer, de qué manera y en qué contexto. La identidad ocupacional
incluirá por lo tanto, un cuándo, un a la manera de quién, un con qué, un cómo y un dónde. Define
en cambio la identidad vocacional como una respuesta al para qué y porqué de la asunción de esa
identidad ocupacional.
Proponemos indagar los efectos psicológicos (producción de subjetividad) que produjeron las
severas modificaciones en el mundo del trabajo. Por ello intentaremos generar espacios en los que
el sujeto se niegue a identificarse con un papel, con una función o una utilidad social.
Michel Foucault dice que somos más libres de lo que creemos y no porque estemos menos
determinados, sino porque hay muchas cosas con las que aún podemos romper, para hacer de la
libertad un problema estratégico, crear más libertad. Para liberarnos de nosotros mismos.
Habla de la realidad social; el acento del texto está en la identidad
vocacional, lo que hace Rascovan es que con diversos autores habla
de la ↑.
22

Hay un dilema entre: identidad e identificación (él no lo llega a


argumentar, pero Lacan sí) → dice que no hay identidad, hay amor.
La salida del análisis es por vía de identificación Ego
del analista. Psy.
Analista→ lugar de ideal.
Aunque para Lacan, el analista no está en lugar del ideal sino en a.
(a= restos/ desechos, causa deseos).

Jozami: De Pasiones y Destinos. Contribuciones psa a la O. Vocacional.

Invocaciones.
¿Qué es Vocación? Cotidianamente está asociado al campo de la elección de las ocupaciones o
profesiones y definida vagamente como la predisposición o la tendencia, o el deseo o la inclinación
de una tarea o una actividad. Su etimología nos lleva al término “vocatio”, que significa llamado y
que incluye tanto el “llamar” “como el ser llamado”. Por influencia del Cristianismo esta palabra
tomó connotaciones fuertemente religiosas. “Vocación se podría definir como el llamamiento por el
cual Dios inclina a cualquier estado de vida”.
Por otra parte Ferreter Mora dirá: “La vocación es el resultado de una voz, y ésta es la acción y el
efecto de un vocare o llamar”.
Tenemos entonces una “Voluntad Divina” un llamado, un proyecto que espera una respuesta
incondicional. Tenemos también un “llamado de las Existencia (Vocación) a la Existencia
(vocación) perdida entre las cosas” y un encuentro posible. Es decir que en ambos planteos
encontramos el “llamar” y el “ser llamado”. Encontramos también “un proyecto de otro” (Dios) y
un compromiso para toda la vida.
Si bien es cierto que coincidimos en remitirnos al término Vocación defendiéndolo como llamado,
será importante señalar que “encontrarlo”, “escucharlo”, implicará y remitirá siempre a Otros.
Estos Otros que aluden imprescindiblemente a los Otros del sujeto que lo preexistieron y por cuyos
deseos, y por cuyos proyectos su constitución fue posible. Otros que aludirán necesariamente a una
interioridad o exterioridad del “llamado”.
Estamos entonces ante el sujeto del psicoanálisis, y su constitución, ante la responsabilidad de los
actos, lo que supone poner en juego la “libertad” y el “elegir”. Un sujeto que en tanto logre
hacerse cargo de su deseo podrá proyectarse y circular entre los significantes de la cultura y de la
producción apuntando a un ´punto de creación que lo topará con lo fundante de su ser para desde
allí realizar algo nuevo.
Es necesario remarcar que cuando citamos el concepto de Deseo, desde el psicoanálisis, nos
referimos a su estatuto de “deseo inconsciente”. “El deseo es el deseo del Otro”. El lenguaje
preexiste al sujeto por lo tanto implica otro. Entonces podemos decir que este lugar que el sujeto
evoca cuando habla hacia donde se dirige y desde donde espera que su decir sea sancionado como
tal, es el Otro, “tesoro de los significantes”.
Ahora bien, dijimos sujeto y deseo ¿Qué es lo primero? Lo primero es el deseo de la madre por el
niño.es lo que posibilitará su condición de sujeto.
La pérdida dejó un vacío, vacío de significación, algo va a faltar siempre, y esto que falta retornará
como deseo. Y es esto, este vacío, esta falta, como un hecho de estructura lo que causará el deseo. Y
es esto lo que llevará a un sujeto a una búsqueda permanente de aquello que le falta para sentirse
completo.
SUJETO, EDIPO Y LEY.
23

Decíamos que lo primero es el deseo de la madre por el niño, pero existe todo un orden simbólico
del que la madre depende, hay algo más. “Hay otra cosa que mamá desea, además de mí, algo que
la satisface”, y con esto posibilita a entrada de un tercero. El padre, como portador de la ley, como
prohibidor del objeto que es la madre, ya que la madre va a buscar “otra cosa “allí.
El padre podrá entonces ocupar el lugar de mediador, de portador de la ley, pero solo y en tanto la
madre lo funde como tal. Podríamos decir que el Nombre del Padre en la madre será el fundamento
desde donde se origina para el hijo lo que llamamos autoridad paterna.
Decíamos anteriormente que sólo si algo falta es posible desear, dijimos también que “el deseo es el
deseo del Otro”. Tendrá que inscribirse en el sujeto, entonces, la dimensión de la falta,
promoviendo allí la circulación del deseo y la posibilidad de apropiarse de él.
Ahora bien, decíamos que el mito de Edipo nos permite dar cuenta de los tiempos lógicos por los
que pasa un sujeto para constituirse como tal. En un primer tiempo del Edipo se sitúa la madre
siendo interrogada, ¿qué quiere ella? El niño busca satisfacer el deseo de su madre, ser objeto de su
deseo. La respuesta que sobreviene a esta pregunta ¿qué quiere ella? En un segundo tiempo el padre
interviene como privador de la madre. Vuelve entonces al niño la ley del padre. La madre reenvía a
una ley que no es la suya y confirma al niño que el objeto de su deseo es poseído por ese otro al que
ella reenvía. En un tercer tiempo del Edipo podemos situar al padre como el que “tiene” esa “otra
cosa”, ese algo que la madre va a buscar para satisfacerse. De esta manera el padre es portador,
representante de la ley.
Ahora bien, el Padre, el Nombre del Padre, es una función ejercida por aquél al que la madre
reconoce y nombra como tal.
Podemos decir que el amor engendra el Superyó, el que será constituido por la identificación con
los trazos del padre y especialmente con su potencia.
Planteamos los tres tiempo del Edipo, dijimos que acceder al tercer tiempo le permitirá al sujeto una
salida, hablamos del padre en tanto función, que en tanto presenta la ley representándola pacificará,
posibilitará un ordenamiento y pondrá en circulación al sujeto como deseante.
Se puede afirmar entonces, que esta falta es un hecho de estructura, encontramos entonces la vía de
los significantes, y el vacío como elemento que tienen que ver con la estructuración misma de un
sujeto. A la frase que vincula estos dos elementos, Lacan la llamó “Frase axiomática”, una frase
organizadora de un sistema a partir del cual se crean sentidos.
SUJETO Y YO.
Dijimos anteriormente “el sujeto está amarrado, sujetado a los significantes del Otro, es decir que el
discurso de este Otro el que insistirá en él, conformándolo. El sujeto entonces es hablado, en tanto
que el Otro habla a través de él”. También en que se defiende de la inconsistencia que le produce
esta falta con una “frase axiomática”
La Identificación del sujeto con la imagen del “otro” creará la ilusión de la autoconsciencia.
Pero el Yo no puede situarse solamente en un plano imaginario ya que ese “otro” especular, su
imagen no es autónomo, está determinado por un significante que lo trasciende. EN SÍNTESIS: LA
CONSISTENCIA DEL YO ES UNA ILUSIÓN. Para mantenerla el Yo se sostiene en lo que
denominamos Ideal del Yo que le propone una salida airosa y lo lleva a incluirse en el campo de la
cultura y la producción, sosteniendo desde lo simbólico una identificación con una imagen.
Así por ejemplo, podemos pensar que en “quiero ser investigadora…” está en juego la compleja
trama de las identificaciones y de los ideales, Ideal del Yo que sostiene una imagen. Es decir, que
tanto “el libreto” como el YO cumplen el cometido de “dar paño” “dar sentido” al sujeto: en suma
darte continuidad a esta aprobación/ Identidad.
Si este “paño” esta “vestidura” se raja, se podría decir que el “texto” del libreto se quiebra “se
pierde el hilo”, es decir que este andamiaje que sostenía al sujeto vacila
En tanto que sujetado, capturado en las redes del lenguaje, el sujeto es un producto. “Sujeto del
inconsciente”. El Yo “piensa” el sujeto “existe”.
24

Decíamos también “un sujeto es posible porque hay Otro”, otro deseante, y desde aquí es desde
donde una frase hace posible una historia. Una historia que es construida desde un discurso donde
se juega el deseo de los padres.
El sujeto se las ingenia para no saber acerca de la castración. Pues bien, hay dos formas de evadir
ese saber: una vía es el síntoma el cual implicará la posibilidad del deslizamiento metonímico por la
cadena de los significantes y otra vía es esa “frase axiomática” que reenviará al vacío de
significación al que se articulará la frase fundadora, brindando “paño al sujeto”
El deseo pasa a la categoría de identificación. Ocurre primero una elección de objeto “el padre
como objeto de deseo del sujeto”. Luego se identifica con él, a un rasgo único, a un significante de
la persona deseada.
Doble vertiente, la del Ideal del Yo y la que se escucha en el imperativo mandato. Vociferación que
puede arrastrar a un sujeto hacia el vacío, hacia su destrucción.
Entonces, un lenguaje del inconsciente accesible a través de sus formaciones. El síntoma, dijimos,
es una de esas vías, en tanto repite e insiste en la cadena de significante con una verdad que está
separada del sujeto. Podemos sostener que el síntoma tiene estructura de ficción, en donde lo
reprimido tiene lugar sólo envuelto en múltiples disfraces. Esto nos permitirá situar al problema de
la “elección vocacional” en esta dimensión. Podríamos pensarlo como uno de esos múltiples
disfraces con los que lo reprimido se presenta en escena.
SUJETO, SÍNTOMA Y CREACIÓN
Ahora bien, se dijo que situamos al problema de la “elección vocacional” en La dimensión del
síntoma, cabe preguntarnos ¿es que todos los adolescentes hacen este síntoma?
Es necesario pensar que es justamente en la adolescencia cuando se pone en juego para un sujeto
“hacer uso” de los emblemas donados por el padre. Emblemas, que como dijimos instituye el Ideal
del Yo y esto implica elecciones respecto a su definición sexual, familiar, profesionales, etc.
CUANDO UN ADOLESCENTE DEMANDA UN SABER SOBRE SU VOCACIÓN REALIZA
ESTA PREGUNTA ¿QUE DESEA EL OTRO DE MÍ? ¿QUE QUIERE EL OTRO?
Planteaos el problema de la elección vocacional como uno de los múltiples disfraces con los que lo
reprimido aparece en la escena. ¿Por qué en la adolescencia, ese “disfraz”?
Ahora bien, si “el Sujeto no es el Yo”, y el problema de la elección vocacional puede devenir una
pregunta, es necesario plantear que si fuera así implicara una demanda por un saber sobre el
deseo de Otros. Pues bien, esta demanda que se expresa en el síntoma, es del sujeto del
inconsciente, no del Yo. Sujeto del inconsciente que da cuenta de su verdad por vía de una ficción.
Diremos entonces que es a través de la ficción que supone el síntoma como formación del
inconsciente, donde el sujeto da cuenta de su verdad.
En tanto el síntoma es una formación del inconsciente y en tanto está estructurado como un
lenguaje, toma la forma de una metáfora, de un significante que sustituye a otro significante.
Ahora bien, situamos al problema de la “elección vocacional” en el estatuto del síntoma, es decir en
el registro simbólico, significante, se podrá deslizar de significante en significante. La respuesta que
podrá retornar al sujeto sobre lo que el Otro desea de él, si proviene del síntoma, llegará por la vía
de los Ideales.
Estamos en condiciones de afirmar que este “enigma” con el que llega un sujeto a la consulta sobre
su elección vocacional puede convertirse en un planteo en donde este sujeto se percatará de las
causas de su malestar posibilitándose con esto una salida por vía de los ideales. Salida que le
permitirá incluirse en el mundo de la cultura y la producción. Será imprescindible para esto que el
orientador vocacional se corra del lugar de Sujeto Supuesto Saber para posibilitar este peregrinaje
de un sujeto hacia su verdad.

Cap v: el orientador vocacional: “SUJETO SUPUESTO SABER”


Un orientador vocacional que desde el “lugar del Saber”, dictamina , aconseja, da resultados,
diagnostica y pronostica y se ofrece a veces como modelo de identificación, orienta entonces a
25

imagen y semejanza suya, o desde una relación Yo a Yo: convierte el proceso de orientación
vocacional en un espacio de mutuo y recíproco aprendizaje.
La elección vocacional en el estatuto del síntoma: “síntoma en estado de enigma que aún no estaría
formulado” implica necesariamente a un orientador vocacional que soporte sostener el lugar de
“Sujeto Supuesto Saber”.
Entonces, tenemos al sujeto de la orientación vocacional, al orientador vocacional y un tercer
elemento: sujeto supuesto saber. Un orientador vocacional que soporte sostener este lugar debe de
tratar de no identificarse a él.
Dijimos al comenzar este capítulo que la tarea de orientación vocacional no tiene como objetivo “un
mutuo aprendizaje” tampoco el de “aprender a elegir”. “El sujeto no es el Yo” y se plantea la
propuesta de trabajar con el sujeto (del inconsciente, que “no aprende”, ni puede “ejercitar su
voluntad”). Es aquí entonces en donde se juega la escucha analítica del orientador vocacional, y es
desde aquí desde donde será posible remitir al sujeto propio enunciado, propiciando un efecto de
interrogación.
Desde este planteo el orientador vocacional no es un educador sino un profesional con amplia
formación psicoanalítica.
Invocaciones: Somos llamados. Ser llamado.
Al hablar al a, se le habla en realidad al A; se convierte en una
demanda.
Hay una frase axiomática→ sería el fantasma (es acosador), un vacío.
Es lo más triste que tenemos, produce lazos pero malos.
Ella toma al carácter síntomal (Bohoslavsky-> determinación en F.)
y retoma: “si los obj son vocantes (te eligen) y la ideología (te voy a
hacer pensar en contra de vos mismo) convoca al sujeto. ¿Este
“elige” o es más bien “vocado” desde una alteridad?
Es decir, te hacen creer que vos los llamas cuando es al revés.
“Nadie elige el síntoma, el síntoma nos elige”.
Somos menos seres hablantes que seres hablados…. Somos seres
hablados por los ideales.

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