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SUSTENTANTE

EMILIO TORRES

MATRICULA
2019-00042

MATERIA
Derecho civil 5
FACILITADOR
Milagros Moreno
Fecha
3-2-2022

Tarea 4 Deposito y secuestro

Redactar un ensayo sobre el depósito y el secuestro establecidos en el


Código Civil dominicano.
Instrucciones: El ensayo debe tener menos de dos mil (2000), palabras.
Los redactores del cogido civil francés dedicaron el titulo XI del libro III a
dos operaciones jurídicas: el depósito y el secuestro. Una y otra tienen la misma
finalidad; una persona recibe una cosa ajena, con la obligación de guardarla y restituirle
en especie (art. 1.915 del cód. civ.). Pero estas dos operaciones difieren por su ámbito
y naturaleza. Por su ámbito: el secuestro no recae sino sobre cosas litigiosas; el
deposito, sobre cosas no litigiosas. Por su naturaleza: el depósito es siempre
convencional; mientras que el secuestro es convencional o judicial.
EL CONTRATO DE DEPÓSITO
El depósito es el contrato por el cual una persona, el depositario, se obliga para con otra,
el depositante, que le ha confiado una cosa mobiliaria corporal, a conservarla y a
restituirla cuando esta última quiera. Por ser el móvil de las partes asegurar la
conservación, la guarda de la cosa, el contrato deja de ser un depósito cuando la
obligación de conservación impuesta a la parte que reciba la cosa no sea la finalidad de
la operación.
El depósito, a diferencia del secuestro, no puede recaer sino sobre bienes muebles (art.
1.918 y 1.959 del cód. civ.). El contrato por el cual se obliga una persona a asegurar la
guarda de un inmueble, es un contrato de empresa o un contrato innominado
desinteresado, según que esté prevista una retribución o no.
El deposito, por obligar, en principio, al depositario a devolver la misma cosa que se le
ha entregado, debe recaer sobre cuerpos ciertos; es el deposito regular. Sin embargo,
existe un depósito que recae sobre cosas fungibles: el depósito irregular.
 
El deposito regular
Presenta dos aspectos: el depósito voluntario y el depósito necesario, según que sea o no
sea la presión de los acontecimientos la que haya llevado al depositante a efectuar el
depósito. Existe una variedad de depósito regular sometida a una reglamentación
especial: el depósito de los hoteles.
El deposito voluntario
El depósito voluntario regular, o sea, el depósito que recae sobre un cuerpo cierto
entregado sin coacción por el propietario, es el depósito de derecho común; mientras
que el depósito necesario, el depósito de los hoteles y el depósito irregular son
situaciones excepcionales que derogan en algunos puntos las reglas del derecho común.
El estudio del depósito voluntario es, pues, el de las reglas de derecho común del
depósito; por eso, una vez hecho ese estudio, bastara con indicar en que puntos derogan
esas reglas los restantes depósitos.
El depósito es un contrato real
El contrato de depósito es un contrato que se perfecciona por la tradición real o fingida
de una cosa mobiliaria y corporal (art. 1.919 del cód. civ.); a los muebles corporales se
equiparan los créditos que constan en títulos al portador.
Según los términos del artículo 1.922 del código civil, "el deposito voluntario no puede
hacerse regularmente sino por el propietario de la cosa depositada". Ese precepto no
debe ser tomado al pie de la letra: si el préstamo puede ser consentido por un
usufructuario o un arrendatario, no se descubre porque un persona que cuenta con la
tenencia de una cosa que no le pertenezca y que desee asegurar su conservación
en interés mismo de los propietarios, no podría depositarla; el artículo 1.922 del código
civil significa solamente que el deposito no obliga al propietario más que si lo efectuado
por sí mismo o si lo ha consentido; pero un deposito hecho por u tenedor es válido en
las relaciones entre el tenedor que efectúa el depósito y el depositario; el artículo 1.938,
párrafo19, del código civil, lo supone, porque prohíbe al depositario exigir del
depositante la prueba del carácter de propietario.
Características del depósito.
Cuando su origen es contractual, presenta tres características fundamentales:
a) Es un contrato real: La entrega puede hacerse de cualquier modo que confiera la
tenencia de la cosa, incluso en forma simbólica, al aludir a la forma simbólica de
tradición denominada constituyo posesorio.
b) Es un contrato unilateral. El depósito, al igual que ocurre con el comodato y el
mutuo, origina obligaciones sólo para una de las partes. En efecto, al momento de
perfeccionarse el contrato oportunidad a la que debemos atender para calificar de
unilateral o bilateral un contrato, sólo se obliga el depositario, a restituir el depósito. Lo
anterior, sin perjuicio que a posteriori, también pueda resultar obligado el depositante, a
pagar las expensas de conservación de la cosa y a indemnizar los perjuicios ocasionados
al depositario. En tales hipótesis, estaríamos ante un contrato sinalagmático imperfecto.
c) Es un contrato a título gratuito. Ninguna contraprestación realiza el depositante a
favor del depositario, cediendo el contrato sólo en utilidad del primero.
d) Es un contrato intuito persona. En efecto, el depositante, por regla general, tomará
en consideración las aptitudes personales, la rectitud y la honestidad del depositario,
para confiarle la custodia de algunos bienes. Excepcionalmente, no será posible calificar
al depositario, tratándose del depósito necesario. Desde otro punto de vista, el contrato
de depósito también supone que el depositario acepte custodiar gratuitamente las cosas,
en consideración a la persona del depositante.
3.- Clasificación del depósito.
Se desprende que el depósito puede ser: Depósito propiamente tal. Este, a su vez, puede
asumir dos formas: Voluntario: la elección del depositario depende de la libre voluntad
del depositante; Necesario: la elección del depositario es impuesta por las
circunstancias. El secuestro. También puede asumir dos formas: Convencional: se
constituye por acuerdo de las partes; Judicial: se constituye por decreto del juez.

Error en el depósito.
El Contrato de Depósito: que el error en que incurra el depositante acerca de la
identidad personal del depositario es inocuo, no le permite pedir que se declare la
nulidad del contrato. Tampoco invalida el contrato el error acerca de la substancia,
calidad o cantidad de la cosa depositada. Dicho error, afectará ciertamente al
depositario. En dos casos, sin embargo, la ley autoriza al depositario para restituir de
inmediato la cosa depositada: cuando padece error acerca de la persona del depositante;
cuando descubre que la guarda de la cosa depositada le acarrea peligro.

Prueba en el depósito voluntario.


El contrato deberá constar por escrito, cuando la cosa depositada sea de un valor
superior a 2 Unidades Tributarias Mensuales, de acuerdo a la regla general. A falta de
pacto escrito, será creído el depositario respecto a los aspectos esenciales del contrato,
esto es: en cuanto al hecho mismo de haberlo celebrado, a la cosa depositada y a su
restitución. Como puede observarse, la ley indirectamente obliga al depositante a
celebrar el contrato mediante un instrumento.

Obligaciones del depositario. Son las siguientes:


Obligación de guardar la cosa:
Se desprenden de esta obligación importantes consecuencias: La guarda de la cosa
obliga al depositario a emplear la debida diligencia o cuidado. Como el contrato sólo
cede en beneficio del depositante, el depositario salvo pacto en contrario, no responde
sino de la culpa lata o grave: Sin embargo, el depositario responderá incluso de culpa
leve, en los siguientes casos: 1- Si se ofreció espontáneamente o pretendió que se le
prefiriera por sobre otras personas, como depositario; 2- Si tiene interés personal en el
depósito, sea porque se le permita usar de las cosas depositadas en ciertos casos, sea que
estemos ante un depósito remunerado; 3- Si se estipula por las partes que el depositario
responderá de culpa leve o aún levísima.
El depositario no tiene derecho a usar la cosa dada en depósito, sin el
consentimiento del depositante: Debe respetar el depositario los sellos y cerraduras: la
fractura o rotura de sellos o cerraduras, distinguiéndose si hubo o no culpa del
depositario: 1- Hubo culpa del depositario: se estará a lo que declare el depositante, en
cuanto al número y calidad de las especies depositadas; 2- No hubo culpa del
depositario: habrá que probar, de acuerdo a las reglas generales, en caso de desacuerdo.
En todo caso, la ley presume culpa del depositario, si ha mediado fractura o
forzamiento.
Deber del depositario, de guardar el secreto de un depósito de confianza: Será tal,
aquél en el cual el depositante instruye al depositario para no revelar a terceros el
contenido del depósito o incluso la circunstancia de haberse celebrado el contrato.

Obligación de restituir el depósito.


Se trata de la obligación fundamental del depositario. Debe efectuarse “en especie a
voluntad del depositante”.
Cómo debe hacerse la restitución: -La cosa debe restituirse en especie, en su idéntica
individualidad, aunque el depósito recaiga en cosas genéricas o fungibles: La excepción
la constituye el depósito de dinero siempre y cuando no se haga en arca cerrada cuya
llave conserve el depositante o con otras precauciones que imposibiliten tomarlo sin
fractura.-La cosa debe restituirse con sus accesorios, incluyendo los frutos que hubiere
producido.-El depositario no responde, si la cosa se pierde por caso fortuito (regla
general). -La obligación de restituir pasa a los herederos: Si los herederos del
depositario venden la cosa depositada, de buena fe (o sea, ignorando la existencia del
depósito y creyendo que el depositario era dueño de la cosa), el depositante tiene un
derecho alternativo.-Serán de cargo del depositante los gastos de transporte necesarios
para la restitución: La restitución debe efectuarse ante el requerimiento del depositante
(“a voluntad del depositante”). Si se estipuló plazo para la restitución, ello no impide al
depositante para exigir la restitución antes de la expiración del plazo en cuestión.
-El plazo sólo obliga al depositario, Sin embargo, en dos casos el depositario puede
exigir al depositante que retire la cosa: 1- Cuando peligre el depósito en poder del
depositario; 2- Cuando el depósito cause perjuicio al depositario
El secuestro:
Es una especie de depósito en poder de un tercero de una cosa que dos o más personas
disputan, mientras se resuelve definitivamente acerca de sus respectivos derechos. Se
trata, por consiguiente, de una medida conservativa o de precaución.

DE LAS DIVERSAS CLASES DE SECUESTRO. El secuestro es convencional o judicial.


DEL SECUESTRO CONVENCIONAL. Tal y como el Art. 1956 El secuestro
convencional es el depósito que hacen dos o más personas, de una cosa contenciosa, en
poder de un tercero que se obliga a devolverla después que se haya terminado el litigio,
a la persona a quien se declare el derecho de obtenerla. El secuestro puede no ser
gratuito. Cuando es gratuito, estará sujeto a las reglas del depósito propiamente dicho,
salvas las diferencias que más adelante se expresan. Art. 1959.- El secuestro puede tener
por objeto, no solamente efectos mobiliarios, sino también inmuebles. Art. 1960.- El
depositario encargado del secuestro no puede ser libertado de él antes que termine el
litigio, a no ser con el consentimiento de todas las partes interesadas, o por una causa
que se juzgue legítima.
DEL SECUESTRO O DEPÓSITO JUDICIAL. Tal y como el Art. 1961.- El secuestro
puede ordenarse judicialmente: 1- de los muebles embargados a un deudor, 2-de un
inmueble o de una cosa mobiliaria, cuya propiedad o posesión sea litigiosa entre dos o
más personas, 3- de las cosas que un deudor ofrece para obtener su liberación. El
nombramiento de depositario judicial produce entre éste y el ejecutante obligaciones
recíprocas. El depositario debe emplear en la conservación de los efectos embargados,
el cuidado de un buen padre de familia. Debe presentarlos, ya sea en descargo del
ejecutante para la venta, o de la parte contra la cual se han realizado las ejecuciones, si
se levanta el embargo. La obligación del ejecutante consiste en pagar al depositario el
salario fijado por la ley. Se confía el secuestro judicial, bien sea a una persona
nombrada de común acuerdo entre las partes, o bien de oficio por el juez. En uno y otro
caso, aquel a quien se le ha confiado la cosa, queda sujeto a todas las obligaciones que
implica el secuestro convencional.

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