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PARTE V

CONTRATOS DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS

CAPÍTULO I

DEPÓSITO

176. Definición. El contrato de depósito es aquel en el que el depositario se obliga


hacia el depositante a recibir una cosa, mueble o inmueble, para su custodia y
conservación y a restituirla con su individualidad cuando lo requiera el depositante.

El contrato de depósito está regulado en la legislación mexicana como un


contrato oneroso y consensual por cuyo efecto las partes adquieren las
obligaciones y derechos.

177. Clasificación. Es un contrato principal, consensual, bilateral, por


esencia onerosa y excepcionalmente gratuita cuando las partes expresamente así
lo convienen. De tracto sucesivo y conmutativo.

178. Diversas especies de depósito. Por la materia que los regula, el


depósito puede ser mercantil, administrativo, judicial y civil.

a) Depósito mercantil. El depósito mercantil se regula por código de


Comercio en el artículo 332 al prescribir que: "Se estima mercantil el depósito si
las cosas depositadas son objeto de comercio, o si se hace a consecuencia de
una operación mercantil". Dentro del depósito mercantil, existen a su ver: el
depósito bancario de dinero, depósito bancario de títulos, y depósito de
mercancías en almacenes generales. Estas últimas se regulan por la Ley General
de Titulas y Operaciones de Crédito en los artículos 267, 276, 277, 280 y 281.

b) Depósito administrativo. Se considerará depósito administrativo


cuando la Federación, el Estado o el Municipio intervengan con el carácter de
depositante o depositario.

c) Depósito judicial. El depósito judicial puede ser a la vez voluntario, u


obligatorio.

Será voluntario o convencional, cuando los litigantes depositen la cosa litigiosa en


poder de un tercero con dl fin de devolverla al litigante que tenga derecho
conforme a la sentencia.

Se considera depósito judicial obligatorio o secuestro judicial aquel que se


constituye por decreto del juez sobre los bienes propiedad de uno de los litigantes
con el fin de garantizar el cumplimiento forzoso de una obligación. El secuestro
judicial se rige por las disposiciones del Código Procesal Civil. En cuanto a las
obligaciones derivadas del depósito, éstas se regulan por el Código Civil.
d) Depósito civil. Por exclusión, será civil cuando no se encuentre dentro
de los presupuestos de las especies mencionadas.

REQUISITOS DE EXISTENCIA

179. Consentimiento. El consentimiento es el acuerdo de voluntades manifestado


exteriormente por el depositante y el depositario cuando ambos se han puesto de
acuerdo sobre el objeto a custodiar y conservar.

180. Objeto. El objeto indirecto del contrato podrá recaer sobre bienes
muebles o sobre bienes inmuebles. La legislación mexicana regula el depósito
tanto para bienes muebles como para inmuebles, como es el caso del inmueble
hipotecado cuando se ha hecho la notificación de la demanda y se suspende la
posesión que tenía el deudor hipotecario.

En los términos del tercer párrafo del artículo 5°. Constitucional nadie podrá
ser obligado a prestar servicios personales sin la justa retribución y sin su pleno
consentimiento y dado que el contrato de depósito implica la prestación de un
servicio, éste por esencia es oneroso.

REQUISITOS DE VALIDEZ

181. Capacidad. El depositante requiere de la capacidad general para contratar y


podrá constituir el depósito en bienes de su propiedad, también lo podrá hacer el
usufructuario, arrendatario, mandatario, y en general todas aquellas personas que
tengan la posesión de un objeto mueble o inmueble. El depositario requiere de la
capacidad de ejercicio. Sin embargo, si el depositario es incapaz, no se le podrá
eximir de restituir la cosa depositada, pudiendo excepcionarse sólo para reclamar
la nulidad del contrato más no para conservar en su poder el objeto del depósito
(2520).

182. forma. El contrato de depósito es de naturaleza consensual y no


requiere para su validez de formalidad alguna; por lo tanto, este contrato nace y
tiene vigencia por el acuerdo de las partes independientemente de que se otorgue
por escrito. En todo caso, la forma escrita sólo tendrá efecto probatorio entre las
partes.

OBLIGACIONES DEL DEPOSITARIO

183. Enumeración. El depositario está obligado a:

a) Recibir la cosa. El depositario por efecto del contrato tiene la obligación


de recibir la cosa para su custodia y conservación.

b) Custodiar y conservar la cosa. El depositario tendrá la obligación de


custodiar y conservar la cosa, física y jurídicamente. El depositario tiene la
obligación de realizar todos los actos necesarios de conservación para que el
objeto preserve sus cualidades y cantidades. En caso de destrucción del objeto
por caso fortuito o fuerza mayor sólo será responsable por culpa grave.

La conservación jurídica comprende todas las acciones tendientes a


conservar la eficacia jurídica del objeto. Dentro de estas acciones, compete acción
al depositario para oponer su derecho frente a los terceros cuando por su
inactividad se pueda derivar un daño o perjuicio en contra del depositante. Al
respecto la Corte ha resuelto lo siguiente:

Depositario judicial, acciones del

Si bien es cierto que el depositario judicial no adquiere la posesión a


nombre propio, si la tiene en virtud de funciones especiales que
desempeña, esta posesión la adquiere para tenerla como depositario a
nombre de quien, en definitiva, venza en el juicio, o de quien adquiera la
propiedad de esos bienes, por razón del procedimiento que se siga en la vía
de apremio. En esta condición, el depositario tiene la personalidad legal
bastante para, en ejercicio de sus funciones legitimas, ocurrir al amparo con
el objeto de evitar un desposeimiento que, si bien no le afecta
personalmente, si es con menoscabo de sus funciones de depositario, y por
consiguiente, frente al juicio de la persona, de momento indeterminada, a
quien de modo definitivo habrá de corresponder la indicada posesión.

Jurisprudencia 344. Pagina 654. Actualización 1975.

Depositario, cuando pude pedir amparo el

El depositario puede pedir amparo, pero sólo cuando se trata de sus


derechos personales o de sus funciones propias, que son las de guardián o
de administrador de los bienes. Fuera de esos casos, o sea, cuando los
actos que se reclaman afectan a la propiedad o posesión de los bienes
sujetos a depositaría, solamente el propietario o el acreedor en sus
respectivos casos, son los que pueden ocurrir al juicio de garantías.

Jurisprudencia 343. Página 649. Actualización 1975.

c) Dar aviso al dueño o a la autoridad competente en caso de que la


cosa depositada haya sido robada. Cuando el depositario tenga conocimiento
de que la cosa constituida en depósito es robada, deberá notificar esta
circunstancia al dueño del objeto y a la autoridad competente. Si notificada la
autoridad competente, en los ocho dias siguientes, no ordena judicialmente
retener la cosa o que se entregue a su legítimo propietario, el depositario podrá
devolverla al depositante sin responsabilidad alguna (2523 y 2524). Debe
considerarse como autoridad competente el ministerio público en consecuencia de
que el objeto de depósito es objeto de un ilícito

d) Restituir al depositante el objeto del contrato. El depositario tiene la


obligación de restituir al depositante el objeto en su individualidad. Esta obligación
deberá cumplirse al vencimiento del plazo, si lo hubo, o cuando el depositante lo
requiera, aunque se haya establecido plazo para la restitución.

No podrá retenerlo ni aún en el supuesto de que el depositante no haya


pagado el importe de los gastos o expensas, si las hubo, para la conservación del
objeto. Es de tal manera grave el incumplimiento de esta obligación, que la
retención indebida del objeto se tipifica en el Código Penal como abuso de
confianza.

En consecuencia, de que el depositario tiene una posesión precaria o


derivada del objeto, no tendrá acción alguna para reclamar la prescripción de la
propiedad en su favor. En todo caso, si no se le requiere la restitución o si
desconoce al depositante o ignora su domicilio, podrá ejercer su derecho para
liberarse de la obligación mediante las diligencias de consignación en pago.

OBLIGACIONES DEL DEPOSITANTE

184. Enumeración. El depositante quedará obligado a:

a) Entregar la cosa. El depositante tendrá la obligación de entregar la


cosa, sin embargo, si éste se niega sólo estará obligado a indemnizar al
depositario de todos los daños y perjuicios que le ocasione más el importe de las
prestaciones pactadas en el contrato.

b) Remunerar al depositario. Por la naturaleza onerosa de este contrato el


depositante está obligado a retribuir económicamente al depositario por el servicio
que presta, salvo pacto en contrario, en el caso de que ambos contratantes
acuerden que el servicio sea de carácter gratuito.

El depositante deberá cumplir con el pago en la forma y modo establecido


en el contrato, a falta de éste, se estará a las reglas del pago establecidas en el
Código Civil.

c) Indemnizar al depositario de todos los gastos que haya hecho en la


conservación de la cosa y en su caso de los daños y perjuicios que hubiere
sufrido. El depositante estará obligado a pagar al depositario todos los gastos que
haya hecho para la conserva la conservación y custodia del objeto así como los
daños y perjuicios que haya resentido por ese mismo efecto

CAPÍTULO II

MANDATO

185. Introducción. La institución de la representación tiene una utilidad


trascendente al permitir la ejecución de diversos actos jurídicos que no pueden
llevarse a cabo por sus titulares ya sea por conveniencia o porque se encuentren
incapacitados jurídicamente.
La representación se ha pretendido explicar a través de las siguientes teorías: Del
Nuncio, la Cooperación, de la Ficción y de la Sustitución Real de la Personalidad.
Por cuestiones de época, la legislación mexicana adoptó la teoría de la Ficción; sin
embargo, desde el punto de vista teórico, la más aceptada ha sido la tesis de la
Substitución Real de la Personalidad." La legislación mexicana regula la
representación bajo dos especies: La representación legal y la representación
voluntaria. La representación legal resulta de la ley; la representación voluntaria se
forma por un acto jurídico bilateral y se regula bajo la denominación del contrato
de mandato.

186. Definición. El contrato de mandato es aquel en el que el mandatario se


obliga a realizar a nombre del mandante los actos jurídicos que éste le
encomienda (2546).

El contrato de mandato tiene una enorme utilidad práctica ya que permite la


ejecución de diversos actos jurídicos sin que para ello sea necesaria la presencia
directa del titular de esos derechos.

Pueden ser objeto del mandato todos los actos lícitos para los que la ley no
exige la intervención personal del interesado (2518).

En el derecho romano cualquier acto podía ser objeto de mandato, ya fuera


jurídico o material; era suficiente que tuviese un interés para el mandante para que
fuera objeto del contrato. La Legislación de 1928 a diferencia del derecho romano
y del Código de 84, especifica que el mandato sólo debe recaer sobre actos
jurídicos."

187. Especies de mandato. El contrato de mandato con relación a terceros


se clasifica: En mandato con representación y mandato sin representación. Por
razón de la materia que los regula: En mandato civil y mandato mercantil. Con
relación al acto jurídico que se encomienda: En mandato general y mandato
especial.

188. Mandato sin representación. Sc considera mandato sin representación


cuando el mandatario al llevar a cabo la ejecución del acto jurídico no se ostenta
frente a terceros con ese carácter sino a nombre propio. Basta que ejecute el
mandato encomendado para que tenga plena eficacia en relación con el
mandante. Este mandato se realiza con la condición de que todos los efectos
jurídicos recaigan en el patrimonio del mandante. Es muy común que el mandante
no desee que los terceros conozcan quien pretende realizar ese acto jurídico, por
lo cual, expresamente instruye al mandatario para que actúe frente a los terceros
como si éste tratara a nombre propio. Esta figura ha dado motivo para considerar
al mandatario como testaferro o prestanombre ya que los electos repercuten en el
patrimonio del mandante y no en el del mandatario

Al respecto el código civil prescribe. El mandatario, salvo convenio


celebrado entre el y el mandante, podrá desempeñar el mandato tratando en su
propio nombre o en el del mandante" (2560).
Cuando el mandatario obra en su propio nombre, el mandante no tiene
acción contra las personas con quienes el mandatario ha contratado, ni
éstas tampoco contra el mandante.

En este caso, el mandatario es el obligado directamente en favor de


la persona con quien ha contratado, como si el asunto fuere personal suyo.
Exceptuase el caso en que se trate de cosas propias del mandante.

Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de las


acciones entre mandante y mandatario (2561).

El mandato sin representación deberá otorgarse solamente bajo la especie


de mandato especial, de tal manera que el mandatario rinda cuentas al mandante
sobre el acto jurídico encomendado. Tratándose de un mandato sin
representación que tenga como fin adquirir bienes inmuebles en favor del
mandante, y en el supuesto de que el mandatario estuviese casado bajo el
régimen de sociedad conyugal de no precisarse la naturaleza especial del
mandato los bienes adquiridos presumiblemente deben entrar al patrimonio de la
sociedad conyugal, y consecuentemente, la transmisión de los derechos de
propiedad en favor del mandante por la rendición de cuentas no podrían hacerse
sin la autorización del otro conyugue. Para evitar esta confusión jurídica es
necesario que al celebrarse el contrato de mandato el mandatario y su cónyuge
deberán manifestar expresamente que en la ejecución del mandato sin
representación los bienes que se adquieran no ingresaran a la sociedad conyugal
por ser bienes ajenos, y deberán transmitirse al mandante a la rendición de
cuentas, debiendo precisar también que el mandatario no necesita autorización del
otro cónyuge ni para la rendición de cuentas, ni para entregar ni transmitir los
bienes adquiridos por electo del mandato.

La rendición de cuentas en el mandato sin representación, tratándose de bienes


inmuebles debe formalizarse bajo los mismos presupuestos de la transmisión de
dominio, y en este supuesto, el mandante y el mandatario deberán pagar los
impuestos que se causen como si se tratara de un contrato traslativo de dominio.

189. Mandato con representación. Se considera mandato con


representación cuando el mandatario se ostenta frente a los terceros con esa
calidad. El mandante a su vez podrá ejercer frente a los terceros todas las
acciones que se deriven del acto jurídico realizado por el mandatario. Por otra
parte, los terceros tendrán acción para exigir del mandante todas las obligaciones
que se derivan del acto jurídico celebrado con el mandatario.

190. Mandato general. El mandante puede conferir al mandatario mandatos


generales, estos contienen todas las facultades implícitas que correspondan a la
naturaleza de ese mandato general. Estos a su vez se subdividen en tres
especies: Mandato General para Pleitos y Cobranzas; Mandato General para
Actos de Administración y Mandato General para Actos de Dominio.
El código de 84 reglamento el mandato general Oslo para actos de
administración en el que deberá enunciarse expresamente las facultades que se
conferían. En cambio, la Legislación de 1928 regula el mandato general para
pleitos y cobranzas, para actos de administración y para actos de dominio, de tal
manera genérica que su sola enunciación es suficiente para considerar implícitas
todas las facultades que correspondan al tipo de mandato de que se trata, y sólo
cuando el mandante pretenda limitar las facultades contenidas en el mandato
general, deberá enunciarlas específicamente, o en todo caso, otorgar un mandato
especial.

a) Mandato general para pleitos y cobranzas. El mandato genetral para


pleitos y cobranzas se reduce sólo a las cobranzas o a las acciones judiciales o
extrajudiciales que se relacionen con ese fin. La legislación mexicana prescribe
que cuando se otorgue un mandato general para pleitos y cobranzas "bastará que
se diga que se otorga con todas las facultades generales y las especiales que
requieran clausula especial conforme a la ley, para que se entiendan conferidos
sin limitación alguna" (2554).

Cuando por cláusula especial el mandatario quede facultado para que ante
un tribunal desahogue la prueba confesional a cargo del mandante,
“Forzosamente será conocedor de todos los hechos controvertidos propios de su
mandante o su representado, y no podrá manifestar desconocer los hechos
propios de aquel por quien absuelve, ni podrá manifestar que ignora la respuesta o
contestar con evasivas, ni mucho menos negarse a contestar o abstenerse de
responder de modo categórico en forma afirmativa o negativa, pues de hacerlo así
se le declarará confeso de las posiciones que calificadas de legales se le
formulen. El que comparezca a absolver posiciones después de contestar
afirmativa o negativamente, podrá agregar lo que a su interés convenga"

Tratándose de personas morales, la absolución de posiciones siempre se


llevará a electo por apoderado o representante, con facultades para
absolver, sin que se pueda exigir que el desahogo de la confesional se lleve
a cabo por apoderado o representante específico. En este caso, también
será aplicable lo que se ordena en el párrafo anterior (310 GPC).

b) Mandato general para actos de administración. El mandato general


para actos de administración es aquel en el que se faculta al mandatario para
realizar todos los actos jurídicos que tengan como fin la conservación o
acrecentamiento ventajoso del valor económico del patrimonio del mandante.
Dentro de las facultades de administración no queda incluida la facultad de
enajenar por cualquier título, ya sea parcial o totalmente el patrimonio del
mandante. Las facultades de disposición sólo corresponden al mandato para actos
de dominio. El acto de administración del mandato general queda circunscrito al
concepto de explotación económica sin llegar a los actos de disposición.

El patrimonio en explotación, sustentado por Bonnecasse, es un concepto


distinto al acto de administración del mandato, ya que este solo tendrá por objeto
la conservación y la obtención de ventajas económicas por efecto de las gestiones
administrativas, sin llegar a la disposición bajo el pretexto de que ésta redunde en
beneficio de una mejor administración.

El acto de administración a que se contrae el mandato general tiene una


función más jurídica que económica, por lo que no debe confundirse con el
patrimonio en explotación que va más allá del concepto jurídico de representación
por estar vinculado estrictamente a la valoración y acrecentamiento económico del
patrimonio, incluyendo la posibilidad de la enajenación de los bienes, es decir, es
un acto puramente económico

En cuanto a las facultades implícitas de este mandato el Código Civil


determina que cuando se confiera un mandato general para actos de
administración "bastará expresar que se dan con ese carácter para que el
apoderado tenga toda clase de facultades administrativas" (2554 párrafo 2°.).

e) Mandato general para actos de dominio. Dentro de los mandatos


generales, el de dominio es el más amplio y riesgoso, dado que el mandante pone
en manos del mandatario todas las facultades de disposición de su patrimonio. Por
virtud de este mandato general, el mandatario podrá realizar todos los actos de
disposición con excepción de los actos jurídicos personalísimos como es el
testamento o la donación y por tratarse además de que todo acto de liberalidad ya
sea mortis causa o intervivos tiene como fin disminuir el patrimonio sin
contraprestación alguna salvo la modalidad de la carga o modo que pude
establecerse tanto en el testamento como en el contrato de donación

El mandatario con facultades para actos de dominio no tiene implícita la


representación para transmitir gratuitamente los bienes de su mandante. El acto
de liberalidad es personalísimo.

Exceptuando los actos personalísimos el Código Civil señala que cuando se


otorgue un mandato general para ejercer actos de dominio "bastará que se den
con ese carácter para que el apoderado lenga todas las facultades de dueño, tanto
en lo relativo a los bienes, como para hacer toda clase de gestiones, a fin de
defenderlos" (2554 párrafo 30.)

Esta última parte del párrafo transcrito enuncia las facultades implícitas
tanto para el mandato general para pleitos y cobranzas como para los de actos de
administración La celebración de un contrato de mandato general para actos de
dominio sólo puede otorgarse por quien tiene la facultad de disposición de los
bienes, por lo que, en el caso de copropiedad, o comunidad de bienes,
necesariamente deben concurrir todos los titulares del derecho de propiedad de
esos bienes.

Por otra parte, en la ejecución del mandato, aun tratándose de un mandato


general para actos de dominio deberá quedar limitado por la oposición de
intereses o por las limitaciones que expresamente determina la ley para el caso de
los administradores de bienes ajenos.
191. Facultades implícitas. El mandato general para actos de administración tiene
implícitas las facultades del mandato general para pleitos y cobranzas. El mandato
general para actos de dominio comprenderá a su vez las facultades del mandato
general para pleitos y cobranzas y las del mandato general para actos de
administración.

El Código Civil tratando de ser explícito en cuanto a las facultades


generales que se encuentran comprendidas en su totalidad, señala que, en todo
caso, "Cuando se quisieren limitar, en los tres casos antes mencionados, las
facultades de los apoderados, se consignarán las limitaciones, o los poderes serán
especiales". " Los notaros insertarán este artículo en los testimonios de los
poderes que otorguen" (2554).

Con relación a la obligación que se impone a los notarios de insertar el texto


del artículo 2554, debe entenderse en el sentido de que el notario insertará el texto
del artículo sólo en los testimonios y no en la escritura con un fin informativo para
el mandante, mandatario y para los terceros. Consecuentemente, la omisión del
texto en los testimonios que se expidan no afecta la validez ni de éste ni del acto
jurídico.

192. Registro público. Los mandatos generales no tienen el imperativo de


ser inscritos en el Registro Público de la Propiedad por no existir ninguna
disposición expresa en el Código Civil, de tal manera que su inscripción será
opcional. Aunque el Código de Comercio establece que en el folio electrónico de
cada comerciante o sociedad se anotaran los poderes generales, nombramiento y
revocación de los mismos si lo hubiere, conferidos a los gerentes, factores,
dependientes y cualesquier otro mandatario, esta facultad será opcional para el
comerciante o la sociedad, aunque debe reconocerse que con relación a los
terceros dicha inscripción dará certeza jurídica a la representación, pero la omisión
de la inscripción no afectará la eficacia del acto jurídico (21 C de C).

En cuanto al poder para suscribir títulos de crédito, en este caso, la propia


ley señala el imperativo de su inscripción.

En sentido estricto, los poderes especiales no requerirán de su inscripción


sino únicamente de las formalidades para su otorgamiento.

193. Mandato especial. Es aquel que se confiere para la ejecución de un


acto jurídico determinado en oposición a los mandatos generales ya que cualquier
otro mandato que no sea general por su propia naturaleza tendrá el carácter de
especial, Independientemente de que el mandato sea especial, en todo caso,
podrán enunciarse genéricamente las facultades generales que correspondan a
cualquiera de las tres especies de los mandatos generales circunscritos
únicamente al acto especial que se encomienda.

194. Mandato especial de representación patronal. Dentro de los mandatos


especiales y como consecuencia de los diferentes criterios expuestos por la H.
Suprema Corte de Justicia de la Nación, y en interpretación del artículo I1 de la
Ley Federal del Trabajo la representación de los patrones en un juicio laboral
deberá otorgarse expresamente en los términos de los artículos 46; 47; 523; 692
fracciones Il y NI; 787; 788; 866; 873; 875; 876 fracciones I y VI; 874; 877; 878;
879 y 880 de la Ley Federal del Trabajo, para acreditar la representación de los
patrones en un juicio laboral, de tal manera que el mandatario pueda asumir la
responsabilidad del patrón para la ejecución de los convenios o laudos. En cuanto
al trabajador, en todos los conflictos laborales no necesita actuar por conducto de
un apoderado, y en el caso de que así sea no se requiera de formalidad alguna.

195. Mandato judicial. Es aquel que se confiere para que el mandatario


actúe ante el juez de los autos. Este mandato es de naturaleza especial y se
confiere únicamente para intervenir en un procedimiento judicial

196. Mandato especial para suscribir títulos de crédito. El artículo 90. de la


Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito regula la representación para
otorgar o suscribir títulos de crédito. Esta representación quedará circunscrita a lo
que expresamente le haya fijado el representado en el instrumento o declaración
respectiva.

Cuando el poder se inscriba en el Registro de Comercio la representación


se entenderá conferida respecto de cualquier persona.

Cuando la simple declaración inscrita dirigida al tercero con quien habrá de


contratar el representante tendrá el carácter de representación especial y solo
podrá surtir efectos frente a la persona a quien la declaración escrita haya sido
dirigida.

La falta de inscripción del poder ante el Registro Público de Comercio no anula la


representación dados los electos de publicidad que tiene el Registro Público de
Comercio.

197. Endoso en procuración. Otra equivalencia de representación resulta


del endoso en procuración, que se hace constar en el título de crédito regulado por
el artículo 33 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y en el que el
endosatario queda facultado para presentar el documento a la aceptación, para
cobrarlo judicial o extrajudicialmente. Por virtud del endoso el endosatario tendrá
todos los derechos y obligaciones de un mandatario, aunque el endoso se aparta
de algunas reglas del contrato de mandato ya que esta representación no termina
con la muerte o incapacidad del endosante y su revocación no surte efectos
respecto de terceros en los términos del artículo 35 y 41 de la referida ley

198. Mandato mercantil. El mandato mercantil se regula por el artículo 273


del Código de Comercio y se denomina comisión mercantil en los términos
siguientes: " El mandato aplicado a actos concretos de comercio se reputa
comisión mercantil. Es comitente el que confiere comisión mercantil, y
comisionista el que la desempeña"
La denominación de los sucios de este mandato mercantil se denomina
comitente en equivalencia a mandante y comisionista en equivalencia a
mandatario.

En los términos de este precepto el mandato mercantil estará vinculado a


los actos de comercio que como tales sean considerados por dicho código.

En el caso del mandato mercantil, independientemente de la formalidad que


requiera este contrato y cuando se otorgue por un comerciante o por una sociedad
mercantil y se trate de poderes generales o mandatos generales quedara a opción
de éstos la inscripción de este mandato ante el Registro Público de Comercio en el
folio electrónico de cada comerciante o sociedad, de acuerdo al criterio de la H.
Suprema Corte de Justicia de la Nación referente a la inscripción de los poderes
en el Registro Público de Comercio.

Tratándose de sociedades mercantiles los poderes que se otorguen


mediante acuerdo de la asamblea general de socios o del órgano colegiado de
administración, deberá protocolizarse ante Notario el acta o la parte de ella en que
conste el acuerdo relativo a su otorgamiento, misma que deberá ser firmada por
quienes actuaron como presidente y secretario de la asamblea o del órgano de
administración, Para formalizar este otorgamiento la protocolización deberá ser
firmada por el delegado especialmente designado por la asamblea) quien en su
carácter de ejecutor formalizara el mandato respectivo ante el notario público, en
los términos del artículo 10 de la Ley general de sociedades Mercantiles. Así
también, cuando le órgano colegiado de administración haya otorgado poderes, el
acta respectiva protocolizará por el delegado especialmente designado que
deberá ser miembro del órgano de administración, y a falta de designación lo
deberá firmar el presidente del consejo de administración, quien deberá formalizar
el otorgamiento de estos poderes. No es suficiente la protocolización de las actas
en que consten los poderes, sino que además deberá formalizarse la
representación por parte del delegado designado para tal efecto, en los términos
del citado artículo 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles.

Las actas de asamblea general de accionistas deberán ser firmadas por el


presidente y por el secretario de la asamblea, así como por los comisarios que
concurran a ella, como lo dispone la Ley General de Sociedades Mercantiles. Al
formalizarse el otorgamiento de los poderes otorgados por la asamblea de
accionistas, administrador único, o por el consejo de administración. Deberá
acreditarse también, además de las formalidades mencionadas, la legal existencia
de la sociedad, así como también las facultades que correspondan al órgano de
representación de la sociedad contenida en el estatuto jurídico que es el orden
normativo interno de las personas morales, relacionando expresamente las
documentales que acrediten tal personalidad y agregando al apéndice de la
escritura copia cotejada de dichos documentales.

199. Mandato Civil. Por exclusión, si el mandato no queda comprendido en


las especies del mandato mercantil, será considerado mandato civil.
200. Denominación jurídica de los contratantes. Mandante es el suicito que
encomienda la ejecución de los actos jurídicos. Mandatario es el sujeto que realiza
los actos jurídicos encomendados por el mandante.

Si se trata de la institución de la representación, los sujetos genéricamente


se denominan representado y representante como sinónimos de mandante y
mandatario.

En relación con la documental que se suscribe, se denominan poderdante y


apoderado como sinónimo de mandante y mandatario.

ELEMENTOS DE EXISTENCIA

201. Consentimiento. Es el acuerdo de voluntades manifestado en forma exterior;


cuando las partes se ponen de acuerdo sobre el acto jurídico que se va a ejecutar
y la contraprestación o el carácter gratuito en su caso.

El contrato de mandato se reputa perfecto por la aceptación del mandatario


ya sea expresa o tácita, entendiéndose por la aceptación tácita todo acto en
ejecución de un mandato.

Es muy común que sé preconstituya el documento de la representación que


se denomina poder en el que se confieren las facultades de un mandato general
en cualesquiera de sus tres especies o de un mandato especial, y la aceptación
tácita surtirá sus electos para considerar perfecto el mandato cuando el
mandatario realice los actos en ejecución del mandato, salvo que la aceptación
haya sido expresa, sin embargo, en este contrato se contiene una excepción a las
reglas generales del consentimiento al señalar que el silencio del mandatario pude
producir efectos de aceptación en los términos siguientes:

“El mandato que implica el ejercicio de una profesión se presume aceptado


cuando es conferido a personas que ofrecen al público el ejercicio de su profesión,
por el solo hecho de que no lo rehúsen dentro de los tres días siguientes" (2547).

202. Objeto. El objeto indirecto del contrato de mandato recae


exclusivamente sobre actos jurídicos que se encomiendan al manda- mandato ya
que el propio concepto contenido en la legislación civil señala que:

El mandato es un contrato por el que el mandatario se obliga a


ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga.

Pueden ser objeto del mandato todos los actos lícitos para los que la
ley no exige la intervención personal del interesado (2518).

Los actos jurídicos que encomienda el mandante deben ser lícitos, es decir,
no pueden ser contrarios a las leyes de orden público o a las buenas costumbres,
y únicamente para los casos que la ley no exige la intervención personal del
interesado, como es el caso, entre otros, del testamento y del contrato de
donación. Estos actos personalísimos no pueden llevarse a cabo a través de un
mandatario porque se requiere necesariamente la valoración de los efectos que
implican el empobrecimiento del patrimonio de una persona y el enriquecimiento
del patrimonio de otro.

REQUISITOS DE VALIDEZ

203. Capacidad. El mandante requiere de la capacidad general para contratar y


que no tenga limitación alguna a su capacidad de goce cuando el acto jurídico
encomendado quede limitado por esa incapacidad; ya que sus efectos recaen
necesariamente en su patrimonio. Tratándose de personas morales, éstas obran y
se obligan por medio de los órganos que las representan sea por disposición de la
ley o conforme a las disposiciones relativas de sus escrituras constitutivas y de
sus estatutos de tal manera que quienes otorguen el mandato deberán tener las
facultades para este efecto ya sea para substituir su representación o para
delegarla, cuyas facultades deben estar expresas en el estatuto jurídico de la
persona moral, o en las facultades expresas conferidas por la asamblea de
accionistas, socios, o asociados o por la junta del órgano colegiado de
representación, o de la persona que en especial esté facultado para otorgar
poderes así como para revocarlos, dentro de los límites de su representación (27).

El mandatario sólo requiere de la capacidad general para contralar

204. Forma. La forma en el contrato de mandato, con excepción del


mandato verbal, es un elemento de validez que puede ser en escrito privado o en
escritura pública, y cuya omisión anula el contrato, pero deja subsistentes las
obligaciones contraídas con el tercero que haya procedido de buena fe. Pero si el
mandante y el mandatario o el que haya tratado con éste, proceden de mala fe,
ninguno de ellos tendrá derecho de hacer valer la falta de forma del mandato. Esta
regla, se convierte en una excepción al artículo 1833 que da facultad a los
contratantes para ejercer la opción del otorgamiento y firma de la forma omitida
cuando la voluntad de las partes para celebrar el contrato consta de manera
fehaciente, y faculta a cualquiera de los contratantes a exigir que se dé al contrato
la forma legal.

El mandato será verbal cuando es otorgado de palabra entre presentes


hayan o no intervenido testigos, con la circunstancia de que debe ratificarse por
escrito antes de que se concluya el negocio para que se dio, y que el interés del
negocio no exceda de cincuenta veces el salario mínimo general vigente en el
Distrito Federal al momento de otorgarse, con la condición de que se ratifique
antes de concluir el negocio; si excede de esta cantidad pero no excede de mil
veces el salario mínimo general vigente en el Distrito Federal, se otorgará en carta
poder firmada ante dos testigos. Si excede de mil veces el salario mínimo general
vigente en el Distrito Federal, se otorgará en carla poder firmada ante dos testigos
con ratificación de firmas ante notario, jueces o autoridades administrativas. Así
también cuando al mandato sea general, podrá otorgarse en escritura pública o en
carta poder firmada ante dos testigos y con ratificación de las firmas ante notario
público, jueces o autoridades administrativas.

El mandato especial deberá tener la misma forma que requiera el acto


jurídico que se encomiende.

El Código Civil al referirse a la forma, prescribe lo siguiente:

Art. 2550. El mandato puede ser escrito o verbal.

Art. 255l. El mandato escrito puede otorgarse:

I. En escritura pública;

II. En escrito privado, firmado por el otorgante y dos testigos y ratificadas las
firmas ante notario público, juez de Primera Instancia, Juez de Paz, o ante
el correspondiente funcionario o empleado administrativo, cuando el
mandato se otorgue para asuntos administrativos;

III. En carta poder sin ratificación de firmas.

Art. 2552. El mandato escrito puede otorgarse:

I. En escritura pública;

II. En escrito privado, firmado por el otorgante y dos testigos y ratificadas las
firmas ante notario público, juez de Primera Instancia, Juez de Paz, o ante
el correspondiente funcionario o empleado administrativo, cuando el
mandato se otorgue para asuntos administrativos;

II. En carta poder sin ratificación de firmas.

Art. 2552. El mandato verbal es el otorgado de palabra entre presentes, hayan o


no intervenidos testigos.

Cuando el mandato haya sido verbal debe ratificarse por escrito antes de
que concluya el negocio para que se dio.

Art. 2555. El mandato debe otorgarse en escritura pública o en carta poder firmada
ante dos testigos y ratificadas las firmas del otorgante y testigos ante notario, ante
los jueces o autoridades administrativas correspondientes:

I. Cuando sea general;

II. Cuando el interés del negocio para que se confiere sea superior al
equivalente a mil veces el salario mínimo general vigente en el Distrito
Federal al momento de otorgarse.
III. Cuando en virtud de él haya de ejecutar el mandatario, a nombre del
mandante, algún acto que conforme a la ley debe constar en instrumento
público.

Art. 2556. El mandato podrá otorgarse en escrito privado firmado ante dos
testigos, sin que sea necesaria la previa ratificación de las firmas, cuando el
interés del negocio para que se confiere no exceda de mil veces el salario mínimo
general vigente en el Distrito Federal al momento de otorgarse.

Sólo puede ser verbal el mandato cuando el interés del negocio no exceda
de cincuenta veces el salario mínimo general vigente en el Distrito Federal al
momento de otorgarse.

Art. 2557. La omisión de los requisitos establecidos en los artículos que


preceden anula el mandato, y sólo deja subsistentes las obligaciones
contraídas entre el tercero que haya procedido de buena le y el mandatario,
como si éste hubiere obrado en negocio propio.

205. Denominación jurídica del documento en el que constan las facultades de


representación. El documento escrito ya sea privado o público en que constan las
Facultades de representación se le da el nombre de poder y ahí la confusión con
el contrato de mandato, pues como se ha dicho, en el contrato de mandato el
mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que
éste le encarga, y su aceptación por parte del mandatario pude ser expresa o
tácita. El documento en el que consta la representación de los actos jurídicos
encomendados ya sea en forma general o en forma especial se le denomina
poder, por esta razón, el artículo 2554 al referirse al contenido genérico de los
actos jurídicos se refiere a los poderes generales ya sea para pleitos y cobranzas,
actos de administración y actos de dominio, así como los poderes especiales. Por
esta razón, este mismo precepto impone a los notarios la obligación de insertar el
texto de este artículo en los testimonios que expida, con el fin de dar a conocer a
los terceros las facultades que correspondan a la naturaleza del poder conferido.
Así también la expedición del testimonio tiene como fin acreditar la legitimación en
favor de la persona a quien se le haya expedido este testimonio.

La formalidad exigida en el contrato de mandato no sólo fue regulada por


una necesidad técnica para conformar los requisitos de validez del contrato, sino
como un documento probatorio con el fin de asegurar a las partes y a los terceros
la certeza y la naturaleza de la representación y los límites de ésta.

En la práctica es común que antes de celebrarse el contrato de mandato sé


preconstituye el documento donde consten las Facultades del mandatario de
acuerdo al tipo de mandato que se le otorga, ya sea general o especial. Pero
como se ha señalado anteriormente, mandato solo será perfecto cuando el
mandatario realice todo acto de ejecución del mandato. De tal manera que, si sé
preconstituye la formalidad denominada poder debería considerarse como un acto
previo a la celebración del contrato, salvo que el contrato se haya deliberado con
anterioridad entre mandante y mandatario y se den los elementos de existencia
consistentes en el consentimiento y el objeto, en este caso el poder será también
el documento probatorio de esta relación contractual.

206. Enumeración. El mandatario está obligado a:

a) Ejecutar en representación del mandante el acto jurídico


encomendado. El mandatario deberá ejecutar personalmente el acto jurídico
encomendado. Sin embargo, el mandatario podrá encomendar a su vez la
ejecución del mandato a un tercero cuando tenga autorización expresa del
mandante. En caso de que la autorización fuere especial, el mandatario sólo podrá
designar al substituto que fue aprobado por el mandante. Si se confiere
autorización general, el mandatario podrá designar a quien quiera, siendo
responsable en caso de que el mandatario substituto sea de mala fe o se hallare
insolvente. El mandatario substituto tiene para con el mandante los mismos
derechos y obligaciones del mandatario (2574, 2575 y 2576). El mandatario
substituto no puede a su vez, substituir la representación conferida.

b) Modo y forma de ejecución del mandato. El mandatario deberá


ejecutar el mandato conforme a las instrucciones expresas del mandante, y en
ningún caso, podrá proceder contra esas limitaciones o instrucciones expresas
contenidas en el poder.

Si durante la ejecución del mandato sobreviene un acontecimiento que


altere las instrucciones recibidas, el mandatario deberá consultar al mandante
siempre que lo permita la naturaleza del negocio; si no fuere posible y el
mandatario estuviere autorizado para obrar a su arbitrio, hará lo que la prudencia
dicte, cuidando el negocio como propio; en todo caso el mandatario deberá
suspender la ejecución del mandato notificando el acontecimiento al mandante por
el medio más eficaz (2562, 2563 y 2564).

El exceso en la ejecución del mandato hará responsable al mandatario y


quedará obligado a indemnizar al mandante de los daños y perjuicios, así como a
la responsabilidad a que se haga acreedor frente a los terceros El mandante, en
todo caso, tendrá la opción de ratificar el exceso a las instrucciones o a los límites
del poder. De no ratificarse éstos, el mandatario será responsable de los daños y
perjuicios tanto frente a los terceros como frente al propio mandante (2565)

Dado el tracto sucesivo o la temporalidad que so requiere para la ejecución


del mandato es posible que se alteren las circunstancias jurídicas o económicas
que puedan modificar las instrucciones del mandante razón por la que el
mandatario queda sujeto a la forma y modo de su actuación con relación a las
instrucciones recibidas o a la naturaleza del negocio, hay casos, en que una
alteración económica brusca o imprevista modifiquen los efectos de la ejecución
del mandato como puede suceder en el caso, de la promoción y venta de bienes
muebles o inmuebles o que una devaluación de la moneda modifique
substancialmente el valor de los bienes o la depreciación monetaria que motivaría,
desde luego, la suspensión de la ejecución cuando ésta fuere perjudicial al
patrimonio del mandante; por esta razón, colas reglas que se relacionan con la
ejecución del mandato tienen como fin proteger el patrimonio del mandante de ahí,
que si el mandante tiene conocimiento de estos acontecimientos esté en
posibilidades de revocar el mandato o modificar las instrucciones bajo la misma
formalidad que deberá ser complementaria al poder otorgado. En estas
condiciones, aunque el mandatario no tenga una relación jurídica de obediencia
jerárquica por la naturaleza de la representación está obligado a suspender de
inmediato la ejecución del mandato o actuando como si el negocio fuere propio de
acuerdo a las reglas contenidas en el Código Civil que se relacionan directa-
mente con el modo y la forma de la ejecución de este contrato.

c) Rendición de cuentas, El mandatario está obligado a informar sin


demora al mandante sobre la ejecución del mandato y a rendir cuentas exactas de
su administración o ejecución del mismo. La rendición de cuentas será formulada
por el mandatario al mandante en los términos del contrato, si no lo hubiere,
cuando el mandante lo pida, "y en todo caso al fin del contrato" (2569).

El mandatario al rendir cuentas de su encargo deberá entregar al mandante


todo lo que haya recibido por virtud del mandato, incluyendo el pago de lo
indebido, si lo hubo. Si el mandatario distrae las cantidades recibidas en la
ejecución del mandato, estará obligado a para la entrega de esas cantidades
(2570, 2571 y 2572). Independientemente de estas obligaciones civiles, la
responsabilidad se ex- tiende a la pena pública en los términos prescritos por la
legislación penal

Correlativo a esta obligación del mandatario, y en el supuesto de que no haya sido


expensado para la ejecución del mandato o la reparación de los daños y perjuicios
que se le hayan causado por esta ejecución, el mandatario podrá retener en
prenda las cosas que son objeto del mandato hasta que el mandante haga la
indemnización y rembolso de estos adeudos. Sin embargo, para ejercer este
derecho de retención, una vez concluido el mandato, el mandatario se convierte
en depositario de los bienes objeto del mandato y la retención en prenda deberá
obtenerla mediante autorización judicial. De no ser así no se estaría facultando al
mandatario de hacerse justicia por propia mano; este derecho de retención debe
entenderse como un acto momentáneo, mientras el juez autorice la retención en
prenda, de lo contrario, estaría en la posible comisión del delito de abuso de
confianza.

La retención en prenda sólo puede darse cuando se trata de bienes


muebles, ya que la prenda es un derecho real que se constituye sobre un bien
mueble, para garantizar el cumplimiento de una obligación preexistente. En el
caso, si se trata de bienes inmuebles, el mandatario no pude retener en prenda
bajo ninguna circunstancia el objeto del mandato al desnaturalizar la concepción
jurídica de la prenda.
Tratándose de bienes inmuebles la responsabilidad del mandatario no solo
queda circunscrita al área civil, sino que se extiende a la pena pública. Este
incumplimiento se tipifica como fraude especifico en que incurren los gerentes,
directivos, mandatarios con Facultades de dominio o administración,
administradores de las personas morales que obtengan dinero, títulos o valores
por el importe del precio si no depositan este ante una institución financiera.

No existe en la legislación civil regla alguna, que impida que el mandante


dispense al mandatario de la rendición de cuentas ya que el objeto del mandato
recae en el patrimonio del mandante, por tal motivo, sólo cuando el mandato se
otorga para cumplir con una obligación preexistente el mandatario deberá aplicar
los bienes obtenidos por la ejecución del mandato para cumplir con el pago de esa
obligación, y consecuentemente dispensarlo de la rendición de cuentas cuidando
expresar la causa para evitar con ello un acto simulado o un acto en fraude de
terceros ya san particulares o de la autoridad pública como se daría cn cl caso de
la tributación fiscal.

OBLIGACIONES DEL MANDANTE

207. Enumeración. El mandante está obligado a:

a) Anticipar al mandatario las cantidades requeridas para la ejecución


del mandato. El mandante está obligado a anticipar al mandatario todas las
cantidades que requiera para la ejecución del mandato, así como las cantidades
que se hayan estipulado para la ejecución del mismo. Cuando el mandatario haya
realizado los gastos, el mandante tendrá la obligación de reembolsarlos, aunque el
negocio no haya salido bien, con tal de que el mandatario esté exento de culpa. El
reembolso comprenderá además los intereses por las cantidades erogadas por el
mandatario, cuando no fue expensado debidamente (2577)

b) Indemnizar al mandatario de los daños y perjuicios que se le hayan


causado por el cumplimiento del mandato. El mandante estará obligado a
indemnizar al mandatario de todos los daños y perjuicios que se le hayan causado
en la ejecución del mandato, ya que todos sus efectos recaen en el patrimonio del
mandante; por tal motivo, todos los daños y perjuicios resentidos por el mandatario
en la ejecución del mandato deberán indemnizarse por el mandante. Esta regla
está condicionada exclusivamente a que los daños y perjuicios resentidos por el
mandatario no se produzcan por culpa o negligencia del mismo.

En el supuesto de que el mandante no dé cumplimiento a estas


obligaciones, el mandatario “podrá retener en prenda las cosas que son objeto del
mandato hasta que el mandante haga la indemnización y reembolso de que se
trata" (2579). Como se ha dicho, el derecho de retención que se otorga al
mandatario deber ser momentáneo, es decir, sólo podrá retener en prenda los
objetos muebles producto de la ejecución del mandato, condicionado a formalizar
este derecho mediante una acción judicial. Ya que, interpretarlo en otro sentido,
seria aceptar que la legislación civil tutela la justicia por propia mano, con las
responsabilidades subsecuentes tanto civiles como penales correlativas a las
obligaciones del mandatario que con anterioridad fueron expuestas.

c) Pagar al mandatario por el servicio prestado. El mandante está


obligado a pagar al mandatario por el servicio prestado la cantidad o bienes en los
términos pactados en el contrato, de no existir pacto expreso por el valor del
servicio será la autoridad judicial quien determine su valor; salvo que los
contratantes hayan acordado el carácter gratuito del contrato.

Estas mismas reglas serán aplicadas al mandatario substituto (2576).

Tratándose de la pluralidad de mandantes, éstos serán responsables


solidarios de todas las obligaciones frente al o los mandatarios, salvo pacto
expreso en contrario (2580).

208. Obligaciones del mandante con los terceros, La relación jurídica que
nace del contrato de mandato puede originar a su vez una segunda relación
jurídica entre el mandante y los terceros. Cuando se trate del mandato con
representación, el mandante deberá cumplir todas las obligaciones que haya
contraído el mandatario dentro de los limites o instrucciones del mandato. El
mandante a su vez, tendrá acción para exigir el cumplimiento de las obligaciones
pactadas entre los terceros y el mandatario. El mandatario no podrá exigir el
cumplimiento de las obligaciones de los terceros a menos que expresamente se le
haya facultado para ello.

El mandante tendrá opción de ratificar o rechazar los excesos de ejecución


por parte del mandatario sobre los límites o instrucciones del mandato (2565,
2582).

En el mandato sin representación por el que el mandatario queda facultado


para actuar frente a los terceros a nombre propio, el mandato no tendrá acción
contra los terceros ni éstos contra el mandante (2561).

209. Obligaciones del mandatario con relación a terceros, El mandatario


será responsable frente a los terceros sólo cuando haya traspasado los límites
expresos del mandato. Los actos realizados en exceso a las instrucciones del
mandato serán nulos ya que dicha actuación no tendrá ningún efecto de
representación y conscientemente no producirán ningún efecto con relación al
mandante. Sin embargo, el tercero tendrá acción contra el mandatario por todos
los daños y perjuicios que se le ocasionen, a menos que el tercero hubiere
conocido los límites del mandato y hubiere aceptado el exceso, en cuyo CASO, "el
tercero que hubiere contratado con el mandatario que se excedió en sus
facultades, no tendrá acción contra éste, si le hubiere dado a conocer cuales
fueron aquéllas y no se hubiere obligado personalmente por el mandante" (2584).

Por esta razón, el poder como documento en escrito privado o con escritura
pública debe contener las facultades específicas de acuerdo a la naturaleza de la
representación para que los terceros con quien contrata tengan conocimiento
cierto del alcance del poder; por esta razón también los notarios deberán
transcribir en los testimonios que expidan, el texto del artículo 2554 que se refiere
a los alcances de los mandatos generales y especiales.

La formalidad del poder de acuerdo a los intereses económicos o la


formalidad de los actos jurídicos ya sea que se otorga ante notario o que se
ratifique ante notario público tienen como fin dar certeza y autenticidad del
documento y evitar actos lesivos en perjuicio de los terceros.

El poder como documento auténtico para los electos de la formalidad


exigida por la ley al contrato de mandato, requiere de la identificación del
otorgante así como el análisis de la personalidad de quien lo otorga y la
legitimación de quien lo ejerce. EI documento en el que consta la representación
denominado poder, debe contener las facultades de la representación.

Esta obligación de conocer el alcance de los poderes no solamente


corresponde a los terceros, sino que en el supuesto de que los de ejecución
requieran de formalidad alguna, quien deba formalizar los deberá analizar la
capacidad de las partes, la facultad de disposición de los bienes en su caso, aun
cuando no se encuentren relacionadas en el propio poder

Si se otorga un poder para actos de dominio ya sea general o especial


sobre un bien inmueble y el otorgante está casado y no acredita el régimen
económico de su matrimonio, cuando se ejecute éste, deber acreditarse el
régimen del matrimonio para la ejecución de la representación; así también,
tratándose de mandatos especiales si el acto de ejecución requiere de una
formalidad establecía por la ley esta misma formalidad deberá revestir el poder
especial.

En iguales circunstancias, se debe analizar el poder cuando fue otorgado


por una persona moral por conducto de quien tenga facultades para ello; así
también, se debe precisar la parte conducente del objeto de la persona moral para
la viabilidad del acto jurídico que se encomienda

Las reglas sobre las relaciones jurídicas entre el mandante y los terceros
solo son aplicables al mandato con representación (2561).

210. Revocabilidad del mandato. Hay una serie de contratos que por su
propia esencia tienen la facultad implícita para una de las partes de declarar la
terminación del contrato o de sus electos, esta facultad inherente se aparta de las
reglas generales de los contratos bilaterales onerosos en que sólo puede
demandarse su resolución o rescisión del con- trato cuando hay incumplimiento de
las obligaciones. Pero cuando los efectos económicos de un contrato solamente
se producen en el patrimonio de uno de ellos o ante la posibilidad de que el
contratante ya no pueda continuar con el cumplimiento de éste, entonces la propia
ley por la naturaleza de éstos los faculta para declarar unilateralmente la
terminación del contrato mediante la figura jurídica de la revocación.
Esta facultad de revocación corresponde al mandante ya que los efectos
jurídicos del acto que se encomienda repercuten únicamente en su patrimonio y
por tal motivo la revocación será posible por ser una facultad inherente al
mandato, con independencia de que éste quede obligado a indemnizar al
mandatario cuando la revocación sea inoportuna.

La revocación del mandato puede hacerse en forma expresa o en forma


tácita: Será expresa cuando el mandante por declaración unilateral declara la
revocación del mandato para que se extinga este, pero en este caso, no c
suficiente que exprese su voluntad de dar por concluida la representación, en la
misma forma en que fue otorgado, no porque esta formalidad se considere como
un elemento de valides sino como el documento probatorio fehaciente de la
revocación. Aunado a esta formalidad concurren otras actuaciones del mandante
que consisten en las siguientes hipótesis: Cuando el mandato sea otorgado para
tratar con determinada persona, debe notificar a mandatario la revocación, de no
hacerlo quedara obligado a indemnizar al tercero de buena fe, en actos
posteriores a la revocación.

Así también, el mandante además de notificar al mandatario la revocación


debe exigir la devolución del poder o documento en que consta la representación;
así como todas las documentales relativas al acto jurídico encomendado; "el
mandante que descuide exigir los documentos que acrediten los poderes del
mandatario, responde de los daños que puedan resultar por esa causa a terceros
de buena fe"(2598).

El mandato pude revocarse tácitamente cuando se constituye un nuevo


mandatario para un mismo asunto, se entiende implícita la revocación del
mandato. Esta revocación produce sus electos desde el día que se notifique o
quede enterado el mandatario de esta revocación. En el caso del mandato judicial
o para efectos administrativos o fiscales la simple designación del nuevo
mandatario ante ellas tendrá por notificado al mandatario de su revocación y
deberá abstenerse de continuar con Ésta, a menos que el mandante haga reserva
expresa para que continúe actuando conjuntamente con el o los nuevos
mandatarios designados.

La facultad implícita de la revocación se regula en la legislación civil al


señalar que "El mandante puede revocar el mandato cuando y como le
parezca ...." (2596).

Este fundamento jurídico determina la facultad del mandante para revocar


el mandato cuando y como le parezca porque todos sus efectos de ejecución
recaen en su patrimonio, así, la revocación en el mandato es la facultad del
mandante para que con la sola expresión de su voluntad declare concluido el
contrato, aunque no haya estipulación expresa para ello.

211. Mandato Irrevocable. Como se ha mencionado, aunque el mandato por


esencia es revocable, mandante y mandatario pueden convenir ese carácter
convirtiendo el mandato en irrevocable al quedar limitada la facultad del mandante
para declarar en forma unilateral la terminación del contrato, en estos casos,
tampoco el mandatario puede renunciar el poder

La irrevocabilidad del mandato debe considerarse como una excepción


cuya fuente es convencional y que tenga como fin que los efectos se produzcan
en favor del propio mandatario o de un tercero para el cumplimiento de una
obligación preexistente al mandato, es decir el mandato se vuelve bilateral por la
interdependencia de las obligaciones reciprocas de ambos contratantes.

Si bien es cierto que so puede convenir el carácter irrevocable del mandato


también es cierto que dicha irrevocabilidad no es absoluta ya que el
incumplimiento de las obligaciones de uno de los contratantes, faculta al que ha
cumplido con las que le corresponden para declarar la recisión del contrato.

Aceptar que esta modalidad faculte a los contratantes potestativamente a


cumplir o no con las obligaciones preexistentes que motivan la irrevocabilidad del
mandato, seria aceptar obligaciones potestativas que jurídicamente son
inexistentes por la falta de uno de los elementos de la obligación como es el
vínculo jurídico.

El Código Civil al referirse al mandato irrevocable señala que será


irrevocable -- en aquellos casos en que su otorgamiento se hubiere estipulado
como una condición en un contrato bilateral o como un medio para cumplir una
obligación contraída"

"En estos casos tampoco puede el mandatario renunciar el poder."

"La parte que revoque o renuncie el mandato en tiempo inoportuno, debe


indemnizar a la otra de los daños y perjuicios que le cause" (2596).

La irrevocabilidad sólo es una modalidad que se introduce en el contrato por


convenio de las partes, cuya ejecución beneficia al mandante y mandatario, ya sea
para dar cumplimiento a una obligación o porque se pacte como condición de un
contrato bilateral. El carácter irrevocable del mandato no impedirá a las partes
exigir la rescisión por incumplimiento de las obligaciones en los términos del
artículo 1949 del Código Civil vigente, que señala: "La facultad de resolver las
obligaciones se entiende implícita en las reciprocas, para el caso de que uno de
los obligados no cumpliere lo que le incumbe"

Esta modalidad tiene su origen en el derecho romano, que reguló el


mandatum credendae pecuniae, que estaba unido al afianza- miento y por cuyo
acto encomendado se otorgaba una verdadera caución al acreedor que podría ser
a la vez el propio mandatario."

Para el caso de los Mandatos Generales para Actos de Administración


y de Dominio con carácter irrevocable es aplicable lo dispuesto en la Ley
Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de
Procedencia Ilícita.

MODOS DE TERMINAR EL MANDATO

212. Enumeración. El Código Civil enuncia los siguientes casos por los que se
extingue el contrato de mandato:

a) Por revocación. EL mandato tiene el derecho de revocar el contrato de


mandato cuando y como le parezca, con la condición de indemnizar al mandatario
de los daños y perjuicios cuando ésta resulte inoportuna, El mandato será
irrevocable cuando se haya pactado expresamente por las partes. Fuera de esta
excepción, el mandato por esencia será siempre revocable.

b) Por la renuncia del mandatario. El mandatario tiene el derecho de


renunciar al mandato, siempre y cuando no se trate del mandato irrevocable; esta
renuncia deberá notificarse fehacientemente al mandante, pero mientras tanto, el
mandatario quedará obligado a continuar con la representación hasta en tanto el
mandante no designe un nuevo mandatario. En todo caso, el mandante quedara
obligado a indemnizar al mandatario de los daños y perjuicios que ocasione el
retardo en la designación del substituto.

c) Por la muerte del mandante o del mandatario. Por el carácter intuitu


personae del contrato, la muerte del mandante o del mandatario trac como
consecuencia la extinción del contrato, aun en el caso del mandato irrevocable. Si
el mandante muere, el mandatario deberá continuar en la administración del acto
jurídico hasta en tanto los herederos no designen un nuevo mandatario, pudiendo
pedir al juez que conozca de la sucesión, que señale un término perentorio a los
herederos a fin de que se presenten a encargarse de sus negocios o a designar a
un nuevo mandatario. Estas reglas de extensión a la vigencia del mandato quedan
circunscritas únicamente a los actos de administración, aunque el mandato haya
sido otorgado para actos de dominio. Es entendible la disposición expresa de la
ley en que la continuación de la vigencia de la representación se refiere
únicamente a actos de administración con el fin de proteger el patrimonio del
mandante. En este caso se está en presencia de una reconducción temporal
perentoria del mandato.

Si el mandatario muere, se extingue el contrato, pero sus herederos, si los


hay deben dar aviso fehaciente al mandante y practicar, mientras este resuelva,
las diligencias que sean indispensables para evitar cualquier perjuicio. Esta regla
no implica ningún electo de causa habiencia jurídica de los derechos y las
obligaciones del contrato de mandato a sus herederos, sino únicamente a que
éstos procedan a dar aviso al mandante con la diligencia debida cuando éste
desconozca al deceso del mandatario. Esta necesidad de practicar las diligencias
urgentes se equipará a la gestión de negocios con el fin de evitar cualquier daño o
perjuicio en el patrimonio del mandante
La intervención de los herederos no puede considerarse de carácter
obligatorio ya que la relación contractual únicamente produce derechos y
obligaciones entro los que contraían y no puede obligarse a los herederos a
practicar ninguna diligencia aun ni por disposición testamentaria, dado que esta
posibilidad de la intervención de los herederos es de naturaleza inmediata y no se
debe esperar a que se tramito la succión correspondiente.

d) Por la interdicción de uno y otro. La incapacidad superveniente de


cualquiera de los contratantes extinguirá el mandato ante la imposibilidad de que
tanto uno como el otro no puedan cumplir cabalmente las obligaciones que se
derivan de la representación por haberse modificado la capacidad del mandante o
del mandatario. La deliberación de los efectos o la continuidad de la
representación requiere que ambos contratantes estén en plenitud de facultades
mentales para citar el predominio de una sobre la otra parte, salvo que el
mandante haya designado un representante para continuar con la administración
de su patrimonio, el cuidado de su propia persona y su tratamiento médico cuando
le sobrevenga al mandante una causal de interdicción, como sucede ya en
algunas entidades federativas

La interdicción del mandante y del mandatario será causa de terminación del


contrato, pero quedaran provisionalmente las mismas obligaciones a que se
refieren las consecuencias por la muerte del mandante o de mandato.

e) Por el vencimiento del plazo o por la conclusión del negocio para el


que fue concedido. Esta causa de terminación implica dos posibilidades:

Que el contrato de mandato esté sujeto a un plazo extintivo cuya


temporalidad estará sujeta a un día cierto que necesariamente ha de llegar, en
esta hipótesis, vencido el plazo se extingue de inmediato la representación.

Si el mandato fue conferido para la realización de un acto jurídico específico


mediante el poder especial una vez concluido cate la representación se extingue y
no es susceptible de prorrogarse por el carácter limitativo del poder especial.

f) Por declaración de ausencia del mandante o del mandatario. La


declaración de ausencia no trae como consecuencia la extinción total del contrato
de mandato sino únicamente para los actos de dominio. Los actos de
administración subsisten tanto en las medidas provisionales en caso de ausencia
como en la declaración de ausencia. En el primer caso, si el mandante fuera el
que se hubiera ausentado del lugar de su residencia ordinaria y tuviere apoderado
constituido antes o después de su partida, se tendrá como presente para todos los
efectos civiles, y sus negocios se podrán tratar con el apoderado hasta donde
alcance el poder (648).

En iguales circunstancias a las anteriores para la declaración de ausencia,


en caso de que el ausente haya dejado o nombrado apoderado general para la
administración de sus bienes, no podrá pedirse la declaración de ausencia sino
pasados tres años, que se contarán desde la desaparición del ausente, si en este
período no tuvieren ningunas noticias suyas, o desde la fecha en que se hayan
tenido las últimas" (670). Aunque se haya otorgado un mandato general para
actos de dominio este mandato se reduce únicamente para actos de
administración, es decir, el mandatario bajo ninguna circunstancia podrá realizar
ningún acto de disposición sobre el patrimonio del ausente. La temporalidad de los
tres años tiene su fuente en la ley y quedara sin efecto cualquier pacto en
contrario sobre la temporalidad (671). Estas reglas modifican cualquier
temporalidad ya sea convencional o legal sobre la vigencia de la representación

Vistos los anteriores preceptos la declaración de ausencia no extingue de


inmediato el contrato de mandato ya que en las medidas provisionales el
apoderado tendrá la personalidad jurídica hasta donde alcance su representación
para actos de administración. En la declaración de ausencia dl mandatario
continuará con la representación hasta por tres años más, únicamente para actos
de administración. En ambas hipótesis los efectos del mandato se producen en
beneficio del mandante

No existe ninguna regla que se relación con la declaración de ausencia del


mandatario, por tal motivo, el mandato se extinguirá desde que se decreten las
medidas provisionales en caso de ausencia, y en todo caso, únicamente
quedarían existentes los derechos del mandatario sobre los actos de ejecución del
mandato que haya realizado con anterioridad.

g) Por la constitución de un nuevo mandatario para un mismo asunto.


Desde el día que se notifique a éste el nuevo nombramiento (2595 y 2599).

Como se ha señalado en el tema de la revocación, la designación de un


nuevo mandatario para un misio asunto implica la revocación por ministerio de ley
salvo que se haga reserva expresa de su carácter de apoderado para actuar con
los nuevos mandatarios.

213. Reglas generales para la terminación del contrato. Concluido el


mandato, el mandante debe notificar fehacientemente al mandatario la extinción
del contrato, así como exigir del mandatario o a sus herederos "la devolución del
instrumento o escrito en que conste el mandato, y todos los documentos relativos
al negocio o negocios que tuvo a su cargo el mandatario"

El mandante que descuide exigir los documentos que acrediten los poderes
del mandatario, responde de los daños que puedan resultar por esa causa a
terceros de buena le (2598).

Concluido el mandato, si el mandatario continúa ostentándose frente a los terceros


con ese carácter y los terceros ignoran el término de la representación: Con
relación al mandante, los actos serán nulos, siempre y cuando el mandante haya
notificado al mandatario sobre la extinción del mandato. Sin embargo, el mandante
será responsable de los daños y perjuicios que se causen a los terceros de buena
fe si omitió exigir los documentos al mandatario. Igual responsabilidad tendrá para
reparar los daños y perjuicios a los terceros, si confirió un mandato para tratar con
una persona determinada y revocado o concluido el mandato, no notifica la
extinción del contrato. Esta responsabilidad quedara condicionada siempre a la
buena fe del tercero (1597).

MANDATO JUDICIAL

214. Concepto. Mandato judicial es aquel que se confiere en forma especial para
que el mandatario actúe ante el juez de los autos. Por esta razón, este: mandato
es de naturaleza especial ya que se confiere para intervenir en un procedimiento
judicial especifico con el fin de que sus efectos jurídicos se lleven a cabo en esa
jurisdicción. Con la reglamentación del mandato general para pleitos y cobranzas,
el mandato judicial resulta obsoleto ya que puede otorgarse en todo caso, como
un mandato especial para un caso concreto, sin embargo, en la actualidad se
sigue reglamentando como una especie del mandato.

215. Denominación jurídica de los sujetos del mandato judicial. La de-


nominación jurídica de los sujetos del mandato judicial se denomina mandante y
procurador, en equivalencia jurídica a mandatario. Esta denominación tiene su
antecedente en el derecho romano en que todos aquellos que estaban obligados a
comparecer en persona bajo las acciones de la ley podían hacerse reemplazar por
un mandatario o procurador, este último, debería garantizar la condena que
pudiese darse en contra de su representado,4

Tanto el Código Civil de 1870 como el de 1884, igual que el Código de


1928, tienen un capítulo relativo al mandato judicial con muy poca variación en su
reglamentación. Estas reglas resultan un tanto obsoletas en virtud de que el
mandatario puede actuar en juicio con un poder especial o general para pleitos y
cobranzas, sin embargo, el mandato judicial requiere que el mandatario tenga
patente de ejercicio profesional de la abogacía, no así en el mandatario para
pleitos y cobranzas que no requiere ser profesionista ni especialista en derecho.
En algunas entidades de la República el mandatario que se apersone en un juicio
con una representación para pleitos y cobranzas necesariamente debe acreditar
su Licenciatura en Derecho.

El procurador, es una denominación específica para el representante que


actúa en autos de un procedimiento judicial, esta representación queda
circunscrita únicamente a procedimientos ante el juez donde se radica el
procedimiento judicial.

Aun cuando existen reglas específicas en el caso del procurador en juicio,


no excluye en modo alguno que los interesados, actor, de- mandado o terceros,
puedan apersonarse en juicio mediante mandatos especiales o mandatos
generales a los que no se les deban considerar procuradores, pero a los que se
les reconozca su personalidad y su legitimación.

216. Forma. El mandato judicial será otorgado en escritura pública o en


escrito privado que será presentado y ratificado por el otorgante ante el juez de los
autos, si el juez no conoce al otorgante, exigirá testigos de identificación.
La substitución del mandato judicial se hará en la misma forma que su
otorgamiento (2586).

El escrito privado no tendrá las características de carta poder ya que ésta


requiere de testigos mismos que también deberán ratificar sus firmas, y en el caso,
la propia ley señala que será en escrito privado presentado ante el juez de los
autos y ratificado únicamente por el otorgante quien deberá identificarse
plenamente ante la autoridad judicial, en caso contrario, a criterio del juzgador
exigirá testigos de identificación.

217. Capacidad, El mandante y el mandatario requieren la capacidad general para


contratar, sin embargo, en el caso de este mandato existo una serie de
limitaciones a la capacidad del mandatario; así, el Código Civil al referirse a esas
limitaciones determina que no pueden ser procuradores en juicio:

I. Los incapacitados;

Il. Los jueces, magistrados y demás funcionarios y empleados de la


administración de justicia en ejercicio, dentro de los límites de su
jurisdicción.

III. Los empleados de la hacienda pública, en cualquiera causa en que


puedan intervenir de oficio, dentro de los límites de sus respectivos distritos
(2585).

218. Facultadles generales del mandato judicial. Cuando se otorgue un mandato


judicial éste comprenderá todas las facultades generales; sin embargo, el
mandatario requerirá cláusula especial en los siguientes casos:

I. Para desistirse;

El desistimiento de la acción o de la instancia presupone el abandonar la


pretensión procesal de su mandante.

I. Para transigir;

La transacción tiene como fin la concesión recíproca de derechos por tal


motivo dicho convenio puede lesionar el patrimonio del mandante, aún en el caso
de resolver el litigio.

III. Para comprometer en árbitros;

Este convenio tiene como fin allanar la etapa procesal y someter a la


decisión de un árbitro la pretensión del mandante.

IV. Para absolver y articular posiciones.


La facultad que se confiere al mandatario para absolver y articular
posiciones conlleva el riesgo de que a su representado sea declarado confeso en
caso de que el mandatario no tenga pleno conocimiento de los hechos como lo
dispone el Código de Procedimientos Civiles para el desahogo de la confesional a
cargo del mandatario.

V. Para hacer cesión de bienes;

La cesión de bienes de cualquier naturaleza tiene como fin la disminución


del patrimonio del mandante, por lo tanto, sólo por cláusula especial podrá
otorgarse esta facultad al mandatario con excepción de los actos de liberalidad
como es el contrato de donación.

VI. Para recusar;

La recusación injustificada tendrá la consecuencia de una sanción que se


aplicaría en contra del mandante, por esta razón se justifica esta cláusula especial.

VIII. Para los demás actos que expresamente determine la ley.

Cuando en los poderes generales se desee conferir alguna o algunas


de las Facultades acabadas de enumerar se observará lo dispuesto en el
párrafo primero del articulo 2551 (2587).

La limitación que se impone al mandatario para realizar Lodos los actos de


disposición del patrimonio del mandante justifica estas limitaciones.

OBLIGACIONES DEL MANDATARIO JUDICIAL

219. Enumeración. El mandatario judicial está obligado:

a) *A seguir el juicio por todas sus instancias mientras no haya cesado en su


encargo por alguna de las causas expresadas en el articulo 25957 (2588). El
incumplimiento de esta obligación no sólo trae aparcada una responsabilidad de
carácter civil sino que se extiende a la pena pública, en los términos del Código
Penal que tipifica el delito de quien abandone sin causa justificada la
representación de su mandante o los tipos delictivos equivalentes.

b) A pagar los gastos que se causen en la instancia. El mandatario


queda obligado a pagar todos los gastos que se causen en la instancia, en todo
caso, podrá solicitar al mandante el pago anticipado o el adelanto de los gastos o
expensas y los honorarios para dar cumplimiento a esta obligación (2588 frac. II).

c) A seguir las instrucciones recibidas por el mandante y si no las


tuviere, a las que exija la naturaleza o índole del litigio. El mandatario deberá
seguir las instrucciones del mandante, salvo que la naturaleza o índole del litigio
aconsejen otra cosa. En este caso el mandatario deberá actuar de acuerdo a los
conocimientos propios de la profesión y a las obligaciones que le impone el
contrato de prestación de servicios profesionales que obligan al mandatario con
patente de ejercicio profesional, no sólo a poseer el titulo respectivo expedido por
la autoridad u organismo competente y la patente de ejercicio profesional, sino a
ser un perito en derecho (2588 frac. III).

d) No aceptar el mandato de la parte contraria de su mandante en el


mismo juicio, aunque haya renunciado al mandato. En consecuencia, de que
el mandante confía al mandatario todos los secretos para la buena marcha del
juicio o litigio, por ese hecho, el mandatario está impedido de aceptar la
representación de la parte contraria en el mismo juicio, aunque el mandato judicial
haya cesado. La violación a esta obligación, además de la sanción civil que
corresponda incurrirá en el delito de prevaricación.

d.1) Origen de la regla. La prevaricación viene desde el derecho romano


que se aplicaba generalmente a los que faltaban a los deberes de su cargo ya
fuera en juicio público o privado, este delito se hizo extensivo a los abogados
cuando ayudaban a la parte contraria traicionando a quien c confiaba. Mas tarde,
este delito se redujo a los deberes del abogado con relación a la representación y
al secreto profesional.

e) Conservar el secreto profesional. El mandatario deberá abstenerse de


revelar los secretos confiados por su mandante. Independientemente de la
responsabilidad civil que le resulte por el incumplimiento de esta obligación, se
hará acreedor a las sanciones establecidas en el Código Penal por la revelación
de los secretos confiados por razón de su actuación profesional.

TERMINACIÓN DEL MANDATO JUDICIAL

220. Enumeración. El mandato judicial termina por las siguientes causas

a) Por separarse el poderdante de la acción u oposición de que haya


formulado;

b) Por haber terminado la personalidad del poderdante:

c) Por haber transmitido el mandante a otros sus derechos sobre la cosa


litigiosa, luego que la transmisión o cesión sea debidamente notificada y se
haga constar en autos;

d) Por hacer el dueño del negocio alguna gestión en el juicio, manifestando


que revoca el mandato;

e) Por nombrar el mandante otro procurador para el mismo negocio (2592).

CAPÍTULO II

CONTRATO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES


221. Noción general. En el derecho romano el contrato de prestación de
servicios formaba parte genérica del arrendamiento bajo la figura de lacatio operis
faciendi. Esta figura ha tenido una larga permanecía en la evolución histórica de
las legislaciones. El Código de Napoleón, influenciado por el individualismo liberal,
incorporó la prestación de servicios dentro del género del arrendamiento
conjuntamente con el contrato de locación de obra y de bienes. Un gran número
de legislaciones ha conservado los principios sustentados por el derecho francés
que en esencia conservó las bases romanistas.

La legislación mexicana, desde el Código de 1870, el de 1884 y el vigente


de 1928, separó los contratos de servicios del género del arrendamiento. El
avance de las doctrinas sociales del siglo antepasado conjuntamente con el
movimiento social de 1910 trajo como consecuencia un nuevo orden constitucional
que proscribió definitivamente el contractualismo del derecho privado en las
relaciones de trabajo. Se clevó a rango constitucional el derecho de los
trabajadores y desapareció el principio contractualista logrando una modificación
sustancial en los derechos del trabajador.

Desde el Código de 1870 se ha reglamentado la prestación de servicios en


forma independiente del contrato de arrendamiento, re- produciendo su
fundamentación en los siguientes códigos de 1884 y 1928. Este último reglamentó
provisionalmente el servicio doméstico, el servicio por jornal, el servicio a precio
alzado y el contrato de aprendizaje en los siguientes términos: "El servicio
doméstico, el servicio por jornal, el servicio a precio alzado en el que el operario
sólo pone su trabajo y el contrato de aprendizaje se regirán por la ley
reglamentaria que debe expedir el Congreso de la Unión, de acuerdo con lo
ordenado en el párrafo primero del artículo 123 de la Constitución Federal"

Mientras que esa ley no se expida, se observarán las disposiciones


contenidas en los capitulo, I, II, V y parte relativa del III, del titulo XIII, libro tercero
del código civil para el distrito federal, que comenzó a estar en vigor el I° de julio
de 1881, en lo que no contra- digan las bases fijadas en el citado artículo I23
constitucional

De estas reglas sólo se encuentran en vigor las que se refieren a los


servicios profesionales, las del contrato de obras a precio alzado y las de
hospedaje. Las restantes fueron derogadas por la Ley Federal del Trabajo en su
carácter de ley reglamentaria del artículo 123 de la Constitución Política.

222. Definición. El contrato de prestación de servicios profesionales es


aquel en el que una persona denominada profesor o profesionista, se obliga hacia
otro denominado beneficiario, a prestarle un servicio de carácter intelectual o
material o de ambos géneros, derivados de una profesión técnica o científica
reconocida por la ley mediante una retribución económica.

Este concepto implica la prestación de un servicio profesional a cargo de un


profesionista autorizado para ejercer esa actividad, ya sea de carácter intelectual,
material o de ambos géneros, teniendo derecho a una contraprestación
económica.

22.3. Denominación jurídica de los contratantes. Los sujetos que intervienen


en este contrato so denominan profesionista o profesor y beneficiario.

224. Clasificación del contrato. Es un contrato principal, consensual,


bilateral, conmutativo, oneroso por esencia y de tracto sucesivo.

REQUISITOS DE EXISTENCIA

225. Consentimiento. Es el acuerdo de voluntades manifestado en forma


exterior en el que las partes del contrato se ponen de acuerdo en el servicio
profesional a prestar y el monto de los honorarios y gastos de este servicio.

226. Objeto. El objeto indirecto del contrato se constituye por la prestación


de un servicio de carácter técnico o científico y los honorarios que podrán ser en
dinero o en especie.

227. Origen de la regla. Es en el derecho romano donde nació el concepto


jurídico honorarios aplicable al honor que se confería a una persona cuando
realizaba un acto en interés de otra, de ahí que el contrato de mandato fuese
siempre gratuito, ya que, si se pagaba cantidad alguna, éste se convertía en un
arrendamiento de servicios. Con el tiempo, este honor fue compensado
económicamente transformando el concepto jurídico honorarium que era el
estipendio económico que se concedió a los abogados, profesores y filósofos,
prestación económica que en todo caso se debía reclamar mediante la cognitio
extraordinaria; es decir, que el magistrado tenía la facultad de decidir las disputas
sin organizar el judicium cognitio. Esla connotación jurídica ha servido para
designar actualmente toda contraprestación económica en los contratos que
tienen como fin la prestación de un servicio profesional.

228. Fijación de los honorarios. En el contrato de prestación de servicios


profesionales las partes podrán deliberar el monto de los honorarios. Sin embargo,
cuando exista arancel obligatorio aplicable a una profesión, se estará a lo
dispuesto por el arancel. Si el arancel es opcional solo se aplicará supletoriamente
cuando las partes no hayan estipulado el monto de los honorarios. Pero en caso
de que no exista arancel obligatorio u optativo, ni las partes estipulen el monto de
los honorarios; éstos se fijaran mediante las siguientes reglas prescritas por el
Código Civil:

a) Se atenderá la costumbre del lugar, a la importancia de los trabajos


prestados y a la importancia del asunto en que se prestaron.

b) A la capacidad económica de quien recibe el servicio.


c) A la reputación profesional que tenga adquirida el profesionista o
profesor. Conjugados estos presupuestos se podrá determinar el monto de los
honorarios (2607).

REQUISITOS DE VALIDEZ

229. Capacidad. Las partes requieren de la capacidad general para contratar. El


profesionista o el profesor deberá tener además un título oficial reconocido por la
Dirección General de Profesiones para que pueda prestar el servicio profesional,
ya que la falta de la patente respectiva impide cobrar retribución alguna por los
servicios prestados, aunque el servicio haya tenido buen éxito; por tal motivo, el
que preste un servicio profesional sin tener el título oficial y la patente de ejercicio
profesional requerida, no sólo se hará acreedor a la responsabilidad civil
correspondiente sino a la responsabilidad que prescribe el Código Penal a este
supuesto.

OBLIGACIONES DEL PROFESIONISTA O PROFESOR

230. Enumeración. El profesionista está obligado a:

a) Ejecutar el servicio profesional en forma personal salvo convenio en


contrario. El profesionista o profesor está obligado a prestar el servicio
profesional personalmente. Sólo mediante acuerdo expreso del beneficiario, el
profesionista podrá delegar sus facultades para que otro profesionista realice el
servicio. En este caso, el profesor substituto deberá reunir los mismos requisitos
que se requieren para el profesionista. En caso de que el profesionista no pueda
continuar con la prestación del servicio, deberá dar aviso oportuno al beneficiario
bajo pena de ser responsable de los daños y perjuicios si no diere ese aviso con
oportunidad, pero en el caso del mandatario judicial y de los abogados ninguno de
los dos una vez que haya aceptado el mandato de una de las partes no puede
admitir el del contrario, en el mismo juicio, aunque renuncie el primero (2614 y
2589). El incumplimiento de esta obligación se extiende a la pena pública en el
Titulo del Código Penal que se realice a la responsabilidad profesional en el
capítulo de los delitos de abogados, patrones y litigantes, al señalar
específicamente que además de las penas que corresponden a la responsabilidad
profesional se impondrá una penalidad por patrocinar o ayudar a diversos
contendientes o partes con intereses opuestos, en un mismo negocio o en
negocios conexos, cuando se acepta el patrocinio de alguno y se admite después
el de la parte contraria;

b) Prestar el servicio profesional con la diligencia debida. El


profesionista o profesor estará obligado a prestar los servicios profesionales con la
diligencia debida de acuerdo a la naturaleza del servicio que presta. Debiéndose
entender esta obligación para que se lleve a cabo con prontitud y rapidez en la
prestación del servicio.

c) Prestar el servicio profesional con la pericia debida. El profesionista


no solamente está obligado a prestar el servicio con la diligencia necesaria sino a
conducirse con la pericia debida que requiere el ejercicio de su profesión. El
desconocimiento técnico o teórico de su profesión lo hace responsable de los
daños y perjuicios que ocasione, sin que su pericia se presuma por el hecho de
tener un título debidamente autorizado, ya que el propio código prescribe que: "El
que preste servicios profesionales, sólo es responsable, hacia las personas a
quienes sirve, por negligencia, impericia o dolo, sin perjuicio de las penas que
merezca en caso de delito" (2615).

El incumplimiento de esta obligación se extiende a la sanción penal por el


delito de responsabilidad profesional a que se refiere el Código Penal

La responsabilidad profesional no sólo resulta del daño causado al


beneficiario sino que sea el resultado de una notoria impericia o imprudencia del
profesionista, ya que el profesionista o profesor está obligado a conducirse de
acuerdo a los conocimientos de la profesión que ejerce y bajo la prudencia que se
requiera en el ejercicio de su profesión; en la consideración, cuando el
profesionista pretenda realizar un acto que en condiciones normales no lo
aconseje la ciencia pero que sea la única opción, se requerirá de la autorización
expresa del beneficiario del servicio por la naturaleza riesgosa del hecho
necesario. En caso de controversia, la prudencia profesional deberá ser calificada
a criterio del juez basándose a los peritajes que se rindan de acuerdo a la Ley de
Profesiones.

Si el que se dice profesionista carece del título necesario para ejercer una
profesión, no tendrá derecho a cobrar cantidad alguna ni tampoco podrá
considerarse el servicio prestado como una gestión de negocios.

OBLIGACIONES DEL BENEFICIARIO DEL SERVICIO

231. Enumeración. El beneficiario del servicio tendrá las siguientes obligaciones:

a) Adelantar Los Gastos O Expensas Y Honorarios. El beneficiario


estará obligado a anticipar los honorarios, gastos o expensas que requiera el
profesionista para la prestación del servicio profesional

b) Pagar los honorarios. El beneficiario estará obligado a payar al


profesionista el total de sus honorarios, expensas o gastos una vez que se preste
el servicio, cuando el servicio profesional concluya por ejecución total, o cuando
renuncie el profesionista. El pago de los honorarios será obligatorio
independientemente del buen o mal éxito que haya tenido el negocio o el trabajo
encomendado, salvo convenio en contrario

El pago de los honorarios y de las expensas, cuando las haya, se harán en


lugar de la residencia del que ha prestado los servicios profesionales
inmediatamente que preste cada servicio o al fin de todos cuando se separe
el profesor o haya concluido el negocio o trabajo que se le confió (2610)
Los profesores tienen derecho de exigir sus honorarios, cualquiera
que sea el éxito del negocio o trabajo que se les encomiende, salvo
convenio en contrario (2613).

En caso de pluralidad de beneficiarios y un solo profesionista, todos ellos


serán solidariamente responsables de los honorarios del profesionista. Cuando
exista pluralidad de profesionistas o profesores, éstos podrán cobrar en forma
individual el servicio prestado por cada uno de ellos (2612).

Las reglas de la prestación de servicios profesionales no se aplicarán a los


profesionistas que estuvieren sindicalizados o que se encuentren dentro de los
presupuestos de una relación laboral. En este caso, el servicio se regirá por la ley
federal del trabajo (2606). El sentido de este precepto debe entenderse con
relación a las prestaciones económicas entre las partes, pero no en cuanto a las
obligaciones intrínsecas del servicio profesional.

c) Restituir los gastos o expensas al profesionista. El beneficiario tiene


la obligación de restituir al profesionista todos los gastos o expensas que haya
realizado para la ejecución del servicio profesional, debiendo pagar además los
intereses legales desde la fecha en que fueron realizados esos gastos hasta su
restitución.

231. Diferencias y semejanzas entre el contrato de mandato y el de


prestación de servicios profesionales. El contrato de prestación de servicios
profesionales relativo a las obligaciones se equipará a las obligaciones del
contrato de mandato en cuanto a las reglas que sean análogas.

En ambos contratos hay prestación de servicios, sólo que en uno se lleva a


cabo la ejecución de un acto jurídico sin necesidad de ser profesionista, y en otro,
necesariamente se debe tener la calidad de profesionista y su patente de ejercicio,
el mandatario no se obliga personalmente, salvo el caso del mandato sin
representación; en cambio, en la prestación de servicios profesionales el
profesionista debe prestar el servicio de acuerdo a los conocimientos propios de la
profesión. En cuanto a la forma de ambos contratos el mandato es formal para su
validez y la prestación de servicios es de carácter consensual, aunque puede
hacerse por escrito únicamente con valor probatorio.

CAPÍTULO IV

CONTRATO DE OBRAS A PRECIO ALZADO

233. Definición. Es aquel en que una persona denominado empresario se obliga a


ejecutar una obra mueble o inmueble, sin que exista una relación laboral, a otra
denominada dueño de la obra, quien se obliga a pagar el precio convenido entre
las partes, o en su caso, el que lije el arancel respectivo o el que tasen los peritos.

234, Diversas denominaciones del contrato. Este contrato se le conoce


también como contrato de empresa, por ajuste cerrado, y contrato a destajo. El
Código Civil lo denomina indistintamente de obras a precio alzado y contrato por
ajuste cerrado.

235. Denominación jurídica de los contratantes. Los sujetos que inter-


vienen en este contrato se denominan empresario y dueño de la obra.

Empresario es el que se obliga a ejecutar o a realizar una obra mueble o


inmueble que le es encomendada. Dueño de la obra es aquel que encomienda la
realización de la obra y se obliga a pagar el precio.

236. Noción general. El contrato de obras a precio alzado nace con el


derecho romano como una especie dentro del contrato de arrendamiento. Algunas
legislaciones como la francesa, a conservado los principios romanistas y lo
reglamenta en la locación de obra o de empresa. En otras legislaciones como la
mexicana, se ha reglamentado en forma independiente del arrendamiento y lo
regula en los contratos que implican la prestación de un servicio.

Los fines de este contrato son propicios para llevar a cabo diversos
servicios, como son los de limpieza de bienes muebles o inmuebles,
mantenimiento y conservación de muebles o de inmuebles, obras de ornato o
construcción de inmuebles. Para la ejecución de estos trabajos no es necesaria la
contratación permanente de uno o varios trabajadores, ya que una vez concluida
ésta, no habría razón para conservar a los trabajadores que se ocuparon en su
ejecución.

Cuando el valor de los materiales de construcción se vuelve incierto o


cuando los salarios se alteran frecuentemente, este contrato se vuelve impráctico,
especialmente si se trata de la construcción de una obra inmueble. Es estas
condiciones, a pesar de que el empresario pueda prever los posibles aumentos en
los materiales de construcción; o el de los salarios, aun así, quedaría en
incertidumbre respecto de los efectos del contrato. En estas circunstancias, es
común que los contratantes acuerden la revisión periódica del precio de la obra, o
en todo caso que ésta se calice por administración.

237. Naturaleza compleja del contrato. El contrato de obras a precio alzado


es de naturaleza jurídica compleja, ya que implica una serie de actos jurídicos que
convergen en su realización al llevarse a cabo mediante una actividad artesanal,
artística, científica o de trabajo, incluyendo, en todo caso, la compraventa de los
materiales que se requieren en la construcción de la obra. En esta última
hipótesis, las diferencias que existen entre el contrato de obras a precio alzado
con la relación laboral y la compraventa se resumen en los siguientes términos:

a) Contrato de obras en el que el empresario pone únicamente su


trabajo. Si el empresario no está sujeto a las instrucciones del dueño de la obra y
en la ejecución actúa a su leal saber y entender, ya sea porque se requiera de una
ciencia, arte o destreza, se estará en presencia de un contrato de obras a precio
alzado. En cambio, si la obra encomendada es más o menos permanente y entre
el empresario y el ducho existe una dependencia económica, una dirección técnica
y una obediencia jerárquica, se estar frente a una relación obrero-patronal.

b) Contrato de obras en el que el empresario pone la dirección, mano


de obra y materiales de construcción. Cuando el empresario una obra muble se
estará en presencia de un contrato de compra de cosa futura y el empresario
tendrá el carácter de propietario de la cosa fabricada hasta el día en que la
entregue a quien se la encargo. Sin embargo, cuando el valor artístico, científico o
técnico sea superior al conjunto de materiales utilizados en la confección de la
obra, será un contrato de obras a precio alzado.

Cuando la obra se lleva a cabo sobre un terreno, Esta se considera contrato de


obras a precio alzado, independientemente del valor económico que se le dé tanto
a su valor artístico, científico, artesanal, como al valor de los materiales
empleados.

238. Códigos Civiles De 1870, 1881 Y 1928. Estos tres códigos


reglamentaron sucesivamente el contrato de obras a precio alzado en forma
independiente del contrato de arrendamiento.

239, Clasificación. Es un contrato principal, bilateral, conmutativo, de tracto


sucesivo, oneroso y formal.

REQUISITOS DE EXISTENCIA

240. Consentimiento. El consentimiento es el concurso de voluntades


manifestado en forma exterior cuando las partes se han puesto de acuerdo en la
obra a realizar y su precio.

241. Objeto. Doble aspecto del objeto indirecto. El objeto indirecto del con-
trato lo constituye la obra a realizar y el precio que se pacta por ella.

La obra a realizar pude llevarse a cabo mediante una actividad de trabajo,


artesanal, artística o científica. Cuando se trate de una actividad artística o
científica que requiera de una destreza o ciencia especial, el empresario deberá
actuar con independencia de criterio en relación con el dueño de la obra. En
iguales circunstancias deberá actuar con relación a la elección de cualidades y
cantidades de los materiales que se requieran para la ejecución de la obra
convenida. En el supuesto de que por disposición expresa del dueño se proponga
el uso de materiales defectuosos o que se pretende edificar en terreno inapropiado
elegido por el dueño, éste deberá de abstenerse de ejecutar la obra, y en caso
contrario, será responsable de los daños y perjuicios en los términos siguientes:

Recibida y aprobada la obra por el que la encargó, el empresario es


responsable de los defectos que después aparezcan y procedan de vicios
en su construcción y hechura, mala calidad de los materiales empleados o
vicios del suelo en que se fabricó, a no ser que por disposición expresa del
dueño se hayan empleado materiales defectuosos, o que haya edificado en
terreno inapropiado elegido por el dueño a pesar de las observaciones del
empresario (2631).

En relación con la última parte de este precepto, si la obra se realizó con


independencia de criterio técnico o científico, el empresario responderá de los
defectos o vicios en la construcción o hechura de la obra, ya sea por deficiencia
técnica o científica, por mala calidad de los materiales empleados o por los vicios
del suelo en que se fabricó ya que precisamente el empresario por virtud de esta
independencia no queda sujeto a las instrucciones del dueño. En estas
condiciones, si a pesar de su convicción respecto de los materiales defectuosos o
defectos del terreno en el que se va a ejecutar la obra, al dueño insiste en llevarla
a cabo, el empresario deberá negarse a ejecutarlas, sin embargo, si el empresario
accede a ejecutar la obra, éste seri responsable solidario de los daños y perjuicios
que se causen a los terceros, incurriendo además en responsabilidad profesional
en los términos que determina el código penal

En esta consideración, la parte final del artículo 2634 sólo surtirá sus
electos entre el empresario y el dueño de la obra, consecuentemente, ambos
serán responsables solidarios por los daños que causen a terceros, además de la
responsabilidad penal que les resulte por ese hecho.

a) fijación del precio. El empresario y el dueño de la obra fijaran de común


acuerdo el precio de la obra a realizar. Una vez que se haya fijado el precio en
forma voluntaria, ninguna de las partes tendrá derecho a exigir disminución o
aumento del precio convenido, salvo que se dé la imprevisión reglamentada por el
artículo 1796; 1796 bis y 1796 ter, del Código Civil para el Distrito Federal. Con
esta reforma en los términos del artículo 2° transitorio del Decreto que reformó y
adicionó los preceptos citados, quedó derogado el articulo 2626, que negaba
cualquier aumento aunque los materiales o el importe de los salarios hayan tenido
una variación.

Si aprobado el precio y con posterioridad se modifica el plano o diseño de la


obra y se aumenta el valor de la misma, el empresario no tendrá derecho a
reclamar ningún aumento en el precio, a no ser que el dueño de la obra haya
autorizado por escrito la modificación del plano o diseño o dl aumento en las
dimensiones de la obra mediante una estipulación expresa del precio modificado
(2627).

Si al celebrarse el contrato las partes no acuerdan un precio, se estará a lo


que designen los aranceles y a falta de ellos, al precio que tasen los peritos
(2624).

REQUISITOS DE VALIDEZ

242. Capacidad. Los contratantes requieren de la capacidad general para


contratar.
243. Forma. El contrato de obras a precio alzado o por ajuste cerrado deberá
otorgarse por escrito. La documental deberá incluir ademas de las clausulas
pactadas por las partes, una descripción pormenorizada de la obra y en todo caso,
el plano, diseño, presupuesto y programa o calendario de ejecución. Esta
formalidad mas que una condicion de validez tiene el clecto de una documental
probatoria ya que su omisión no anula el contrato, pucs la falta de forma se resol-
vera teniendo on cuenta la naturalcza de la obra, el precio de clla y la costumbre
del lugar, oyéndose el dictamen de peritos (2618, 2619).

OBLIGACIONES DEL EMPRESARIO

244. Enumeración. El empresario estará obligado a:

a) Ejecución de la obra. El empresario está obligado a ejecutar la obra en


forma personal. Cuando por la naturaleza de la obra se requiera de la participación
de otras personas, éstas quedaran bajo la dirección y responsabilidad del
empresario; pero en uno y otro caso, la obra se hará siempre bajo su total
responsabilidad (2633)

b) Ejecutar la obra de acuerdo al plano, diseño o especificaciones


pactadas. El empresario estará obligado a ejecutar la obra de acuerdo al plano,
diseño o especificaciones que hayan servido de base para la celebración del
contrato. Si la colaboración del plano o diseño quedó a cargo del empresario
basándose en sus conocimientos técnicos o científicos, éste deberá laborarlo con
la prudencia y pericia profesional necesaria para garantizar la utilidad de la obra.
Si el plano o diseño y presupuesto de la obra fue realizado por un tercero y el
empresario tiene conocimientos técnicos o científicos para valorar las cualidades y
especificaciones, en caso de desacuerdo, deberá notificar al dueño de la obra y
abstenerse de ejecutarla so pena de ser responsable solidario con quien elaboró
el plano.

c) Garantizar la utilidad de la obra. El empresario estará obligado a


garantizar el uso útil de acuerdo con las especificaciones del contrato o la
naturaleza de la obra. El carácter oneroso de este contrato obliga al empresario a
que el dueño de la obra se vea beneficiado con la utilidad y destino de la obra
realizada en relación con la contraprestación económica y el costo de la inversión.

d) Realizar la obra en el tiempo y modo pactado. El empresario estará


obligado a iniciar y concluir la obra en el término señalado en el contrato y, a falta
de éste, en el que se señale a juicio de peritos. Si existe un calendario de
ejecución deberá cumplirse en el modo y temporalidad acordada, y el empresario
no podrá justificar que por el hecho de que el dueño apruebe la secuencia de la
construcción y pague el avance de la obra se presuma que el empresario haya
cumplido cabalmente con esta obligación ni tampoco lo excluye de la
responsabilidad por vicios ocultos de la obra realizada (2629).

e) Entregar la obra a su conclusión. Concluida la obra, el empresario


estará obligado a entregarla al dueño y éste deberá recibirla y aprobarla,
independientemente de lo anterior, entregada la obra el empresario era
responsable de los defectos que después aparezcan y que procedan de vicios en
su construcción y hechura, mala calidad de los materiales empleados o vicios del
suco en que se construyó.

El Código Civil no señala un término para fincar al empresario la


responsabilidad derivada de los vicios ocultos. En otras legislaciones se establece
una temporalidad especifica durante la cual el empresario responderá de los vicios
ocultos que aparezcan una vez entregada la obra.

La legislación mexicana al haber derogado los principios del Código de 84


que establecía un término de diez años para fincar esta responsabilidad, dejó
abierta la temporalidad para que una vez que ocurra la ruina de la obra o
aparezcan los vicios ocultos, desde ese momento corriere el término general de
prescripción para reclamar los daños y perjuicios por vicios de la construcción o
deficiencia en la calidad de los materiales empleados o vicios del suelo en que se
construyó.

f) Responder de los daños causados por las personas que ocupe en la


obra, así como frente a los trabajadores que intervengan en ella. El
empresario será responsable de todos los daños y perjuicios causados por los
trabajadores que ocupe en la ejecución de la obra, y así también será responsable
frente a los trabajadores de todas las obligaciones derivadas de la relación laboral.

En principio el empresario adquiere las obligaciones frente a los


trabajadores que emplee de todas las obligaciones obrero-patronales, pero a la
vez el dueño de la obra por convertirse éste en el centro de trabajo como unidad
económica por la relación obrero patronal éste se vuelve responsable solidario con
electos de patrón substituido de las obligaciones obrero-patronales tanto las que
se deriven durante la constitución de la obra como las que resulten aún después
de entregarla. Bajo estos presupuestos la Junta de Conciliación y Arbitraje deberá
declarar la calidad de patrón substituto al dueño de la obra.

En la práctica, para evitar los problemas de carácter obrero patronal, y


especialmente de los accidentes de trabajo el empresario constituye una garantía
en beneficio del dueño de la obra para hacer frente a este tipo de
responsabilidades.

g) El empresario será responsable frente a los terceros que suministren


material para la construcción de la obra. Cuando el empresario aporte los
materiales para la construcción de la obra, oste será responsable frente a los que
suministren el material. Los acreedores en vía de la acción oblicua, sólo tendrán
acción contra el dueño hasta por la cantidad que alcance al empresario (2641).

h) Responder de los daños que se causen al inmueble contiguo. Si al


realizar la obra se causan daños al fundo vecino, el empresario será responsable
si estos resultan por vicios de construcción. El dueño de la obra será responsable
solidario de los daños causados, en los términos del articulo 1931 del Código Civil
que prescribe: “EI propietario de un edificio es responsable de los daños que
resulten por la ruina de todo o parte de el, si esta sobreviene por falta de
reparaciones necearías o por vicios de construcción

i) El empresario en la ejecución de la obra deberá observar las


disposiciones municipales y de policía. El empresario en la ejecución de la
obra deberá cumplir con todas las disposiciones administrativas y de policía. Las
disposiciones que deba observar se consideraran como reglas mínimas para el
empresario, de la manera que si las disposiciones administrativas comprenden
reglas técnicas o científicas para ejecutar una obra, el empresario perito
encargado de elaborar el plano o diseño, estará obligados a cumplir con las
disposiciones administrativas y a mejorar éstas cuando la técnica o la ciencia así
lo aconsejen, especialmente cuando la naturaleza del contrato obligue a usar de
su arte, ciencia o técnica para la ejecución de la obra.

En la vía administrativa, antes de iniciar la construcción de una obra


inmueble deberá obtener de la autoridad que corresponda el uso del suelo de
acuerdo a la ley que corresponda.

OBLIGACIONES DEL DUEÑO DE LA OBRA

245. Enumeración. El dueño está obligado a:

a) Pagar al empresario el precio fijado para la ejecución de la obra. El


duelo de la obra estará obligado a pagar al empresario el importe convenido para
la ejecución de la obra. En caso de que las partes no hayan fijado precio, se
estará al que designen los aranceles, a falta de ellos, al que se tase a juicio de
peritos. recibido el precio, no ha lugar a reclamación sobre el, a menos que al
pagar o recibir las partes se hayan reservado expresamente el derecho de
reclamar" (2624 y 2628). Este precepto no exime al empresario de la
responsabilidad que se derive por vicios ocultos o defectos en la construcción ya
que el pago no implica necesariamente que se releve al empresario de la
responsabilidad que le resulte por los vicios ocultos de la obra.

b) Pagar al autor del plano o diseño de la obra. El dueño de la obra


estará obligado a pagar el plano o diseño de la obra al perito o autor que lo haya
colaborado, aun cuando no se lleve a cabo la obra a instancia del dueño. Igual
obligación tendrá el dueño de la obra si se ejecutare por otra persona distinta al
autor del plano o diseño aun cuando se hayan modificado algunos detalles del
plano o del diseño original (2620, 2622 y 2623).

Cuando se haya concursado la ejecución de la obra, ninguno de los


concursantes que no sea el triunfador tendrá derecho a cobrar honorarios, salvo
convenio expreso en contrario (2621).

246. Riesgo de la obra. El artículo 2617 del Código Civil señala: “Todo el
riesgo de la obra correrá a cargo del empresario hasta el acto de la entrega, a no
ser que hubiere morosidad de parte del dueño no de la obra en recibirla o
convenio expreso en contrario". Cuando el dueño de la obra se constituya en mora
para recibir la cosa, el empresario sólo responderá por el cuidado ordinario de
conservación y será responsable sólo en caso de dolo o culpa grave.

247. Derecho de retención. La legislación civil otorga al empresario el


derecho de retención y preferencia en el pago, al establecer que: "El constructor
de cualquiera obra mueble tiene derecho de remunerar mientras no se le pague, y
su crédito será cubierto preferentemente con el precio de dicha obra (2644). Este
precepto otorga al empresario el derecho de retención sólo cuando la obra sea
mueble.

248. Derecho de revocación. El dueño de la obra podrá revocar el contrato,


desistiéndose de la ejecución, con la condición de que la obra se haya ajustado a
un precio fijo e indemnice al empresario de todos los gastos y trabajos de utilidad
que pudiere haber sacado de la obra. El dueño de la obra quedará en absoluta
libertas descontinuarla posteriormente, haciéndola ejecutar por una persona
distinta al empresario original aun cuando ésta se continúe bajo el mismo plano o
diseño. Igual derecho de revocación corresponde a los herederos del dueño de la
obra ya que el contrato no se extingue por la muerte del dueño (2635, 2637 y
2640).

249. Impresión. La legislación del Distrito Federal, como la de otras


cantidades de la República, admiten la teoría de la imprevisión la cual sostiene
que, el juez podrá revisar el contrato cuando las obligaciones se tornen onerosas
para alguna de las partos como consecuencia de circunstancias inesperadas que
alteren las condiciones económicas, El artículo 2626 del Código Civil que señalaba
expresa- mente la improcedencia de la imprevisión, ha quedado derogado en los
términos del artículo segundo transitorio del decreto que contiene adiciones y
reformas del artículo 1796, I796 bis y 1796 ter del Código Civil para el Distrito
Federal, por tal motivo, la regla que determinaba que di empresario no tenía
derecho de exigir después ningún aumento, aunque lo haya tenido el precio de los
materiales o el de los jornales, queda sin efecto por la introducción de la
imprevisión con- tenida actualmente en el Código Civil del Distrito Federal en su
artículo 1796, 1976 bis."

MODOS DE EXTINCIÓN DEL CONTRATO

250. Enumeración. El contrato podrá extinguirse:

a) Por ejecución de la obra. El contrato se extingue por la ejecución de la


obra.

b) Por revocación del contrato. El dueño de la obra o sus herederos


tendrán el derecho de revocar el contrato desistiéndose de la ejecución de la obra
comenzada, con tal de que indemnice al empresario de todos los gastos y trabajos
y de la utilidad que pudiera haber sacado de la obra (2635).
Cuando la obra fue ajustada por peso o medida, sin designación del número
de piezas o de la medida total, el contrato puede resol- verse por una y otra parte,
concluidas que san las partes designadas, pagándose la parte concluida
cualquiera de las partes puede dar por concluido el contrato si no se determinó el
número de piezas o la medida total, es decir, el empresario tendrá derecho a
cobrar por la parte o partes concluidas (2636).

c) Porque el empresario quede impedido para concluir la obra. Si el


empresario no puede concluir la obra por alguna causa independiente de su
voluntad, el contrato podrá rescindirse, pero el dueño indemnizará al empresario, o
a los herederos de aquél, del trabajo y los gastos hechos en la ejecución de la
obra (2639).

d) Por muerte del empresario. "Si el empresario muere antes de terminar


la obra, podrá rescindirse el contrato; pero el dueño indemnizará a los herederos
de aquél del trabajo y gastos hechos" (2638).

CAPÍTULO V

CONTRATO DE FIOSPEDAJE

251. Definición. El contrato de hospedaje es aquel en el que una persona llamada


hotelero, presta albergue a otra, denominada huésped mediante el pago de una
retribución convenida, pudiéndose incluir según se estipule los alimentos y otros
servicios afines al hospedaje (2666).50

252. Naturaleza compleja del contrato. El contrato de hospedaje Lene una


naturaleza jurídica compleja ya que el hotelero no solamente concede el uso de la
habitación, sino que recibe en depósito el equipaje y en algunos casos transporta
al huésped o le otorga el servicio de restaurante o de limpieza a la ropa del
huésped.

253. Clasificación. El contrato de hospedaje es un contrato principal,


bilateral, conmutativo, oneroso consensual y de tracto sucesivo.

254. Función económica y jurídica. El contrato de hospedaje tiene una


importante función económica no sólo en beneficio de los huéspedes sino de los
propios países que han hecho del turismo toda una industria. El turismo se ha
convertido así en un generador importante de divisas, especialmente en aquellos
países en que la naturaleza los hace más atractivos para los viajeros. La
reglamentación jurídica del hospedaje garantiza al huésped el cumplimiento de las
obligaciones del hotelero tanto para el alojamiento como para los servicios
colaterales que se estipulen.

255. Denominación jurídica de las partes. Los sujetos del contrato se


denominan hotelero y huésped. Hotelero, es el sujeto que presta el alojamiento y
los servicios colaterales que se estipulen.
Huésped es el sujcto al que se le concede el alojamiento y los servicios colaterales
que se estipulen y que se obliga a su vez a pagar por ellos el precio convenido.

REQUISITOS DE EXISTENCIA

256Consentimiento. El consentimiento es el acuerdo de voluntad des manifestado


en forma exterior y se da cuando el huésped y el hotelero se han puesto de
acuerdo sobre el alojamiento y demás servicios estipulados así como a la
retribución o el precio asignado a estos.

a) Consentimiento tácito. Habrá consentimiento tácito cuando cl que


presta el hospedaje tiene casa pública destinada a ese objeto y cuyas condiciones
del contrato se rigen por el reglamento expedido por la autoridad competente, en
cuyo caso, el reglamento constará por escrito y se colocará en lugar visible (2667
y 2668).

b) Consentimiento expreso. Habrá consentimiento expreso cuando las


condiciones del alojamiento y demás servicios se rijan expresamente por cl
acuerdo deliberatorio al que lleguen las partes, dentro de los límites fijados por la
ley (2668).

257. Objeto. El objeto indirecto del contrato lo constituye el alojamiento y


demás servicios colaterales que se especifiquen y la retribución económica que
deba pagar el huésped (2666).

a) Fijación Del Precio. El precio puede ser fijado por las partes, la oferta
del alojamiento y el precio deberán constar en caracteres claros, legibles y a la
vista del público, de acuerdo al artículo 57 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor que estatuye: "En Lodo establecimiento de prestación de servicios,
deberá exhibirse a la vista del público la tarifa de los principales servicios
ofrecidos, con caracteres claramente legibles. Las tarifas de los demás, en todo
caso deberán estar disponibles al público"

REQUISITOS DE VALIDEZ

258. Capacidad. El hotelero requiere de la capacidad general para contratar


y la facultad de conceder el uso del objeto destinado al servicio de alojamiento y
los demás servicios que se estipulen por las partes. El huésped requiere sólo de la
capacidad general para contratar.

a) Derecho de admisión. Los holcleros que ofrezcan al público en general el


servicio de alojamiento no podrán reservarse el derecho de admisión de acuerdo a
lo prescrito por el articulo 58 de la Ley Federal de Proteción al Consumidor que
señala: *Los provecdores de bicnes y servicios que ofrezcan éxtos al público no
podrán establecer preferencias o discriminación alguna respecto a los solici-
tantes del servicio, tales como sclección de clientela, reserva del drecho de
admisión y otras prácticas similares, salvo por causas plenamente justificadas en
cada caso o que alecten la seguridad o tranquilidad del establecimiento, o que se
funden en disposiciones expresas de otros ordenamientos legales"

259. Forma. El contrato de hospedaje para su validez no requiere de


formalidad alguna, sin embargo, si el consentimiento consta en una documental en
la que se cstipulen las condiciones del contrato, ésta deberá considerarse sólo
como un documento probatorio

OBLIGACIONES DEL HOTELERO

260. Enumeración. El hotelero está obligado a:

a) Proporcionar el alojamiento convenido. El hotelero estará obligado a


conceder al huésped el alojamiento convenido en el lugar que para ese electo se
destino

b) Proporcionar los servicios colaterales. Si las partes estipulan que el


hotelero proporcione servicios colaterales al albergue, deberá proporcionarlos en
las condiciones pactadas; a falta de convenio, de acuerdo a la costumbre para
prestar CSC SCIVICIO.

c) Responder por el deterioro, destrucción o pérdida de los bienes


introducidos por el huésped. El Código Civil prescribe los extremos de esta
obligación en los términos siguientes: "Art. 2535. Los dueños de establecimientos
en donde se reciben huéspedes son responsables del deterioro, destrucción o
pérdida de los efectos introducidos en el establecimiento con su consentimiento o
el de sus empicados autorizados, por las personas que allí se alojen; a menos que
prueben que el daño sufrido es imputable a estas personas, a sus acompañantes,
a sus servicios o a los que los visiten, o que proviene de caso fortuito, o fuerza
mayor o vicios de los mismos efectos"

La responsabilidad de que habla este artículo no excederá de la suma de


doscientos cincuenta pesos, cuando no se pueda imputar la culpa al
hostelero o a su personal.

Art. 2536. Para que los dueños de establecimientos donde se reciben


huéspedes sean responsables del dinero, valores u objetos de precio
notoriamente elevado que introduzcan en esos establecimientos las
personas que allí se alojan, es necesario que sean entregados en depósito
a ellos o a sus empleados debidamente autorizados.

Art. 2537. El posadero no se exime de la responsabilidad que le imponen


los dos artículos anteriores por avisos que ponga en su establecimiento
para eludirla. cualquier pacto que celebre, limitando o modificando esa
responsabilidad será nulo.

Estas disposiciones fueron tomadas de la legislación francesa que


estableció un límite máximo de responsabilidad sobre los daños o pérdidas
sufridas por el huésped, reglas que fueron necesarias ante el abuso constante de
los huéspedes que reclamaban indemnizaciones exageradas por daños o pérdidas
y cuyos montos resultaban desproporcionados en relación con el precio del
hospedaje. Ante la imposibilidad de acreditar la veracidad de las reclamaciones se
decidió fijar una cantidad máxima de responsabilidad en relación con el precio del
albergue y precisando que, en todo caso, si el huésped quisiere asegurar la
custodia de objetos valiosos, debería constituir en depósito los bienes de mayor
valor ante el propio hostelero."

No obstante lo equitativo de esta regla que establece un máximo de


responsabilidad, el monto máximo contenido en el artículo 2535 del Código civil
resulta obsoleto desde el punto de vista económico por la enorme diferencia que
existe entre el precio del hospedaje y el monto de la indemnización.

OBLIGACIONES DEL HUESPED

261. Pagar el precio convenido. El huésped está obligado a pagar el precio


convenido. En caso de incumplimiento en el pago, el hotelero podrá retener en
prenda el equipaje del huésped en los términos del precepto siguiente:

Art. 2669. Los equipajes de los pasajeros responden preferentemente del


importe del hospedaje; a ese efecto, los dueños de los establecimientos
donde se hospeden podrán retenerlos en prenda hasta que obtengan el
pago de lo adeudado.

Este derecho de retención deberá ejercerse momentáneamente, pues en un


tiempo prudente deberá solicitar de la autoridad judicial la confirmación de la
prenda, pues de no ser así, se estaría en presencia de un acto de justicia
ejecutado por propia mano.

El incumplimiento en el pago se extiende además a la pena pública que


determina el Código Penal bajo la figura del fraude específico lo siguiente:

Art.387, Las mismas penas señaladas en el artículo anterior se impondrán;

IV. Al que se haga servir alguna cosa o admita un servicio en cualquier


establecimiento comercial y no pague el importe.

PARTE VI

CONTRATOS CORPORATIVOS Y

DE FINALIDAD COMÚN

CAPÍTULO I

262. Introducción. La legislación mexicana regula con el carácter de contratos


corporativos y finalidad común a la asociación civil y sociedad civil; y sólo de
finalidad común al contrato de aparcería. Los Códigos de 1870 y 1884
reglamentaron la figura de la sociedad universal. En cambio, en la legislación
vigente la sociedad civil ya no es de carácter universal sino particular, tanto la
sociedad civil como la asociación civil se regulan como figuras corporativas,
porque por virtud de ellas, se crea una persona moral con personalidad jurídica
propia e independiente de la personalidad de quienes la constituyen. La aparcería
es propiamente un contrato de finalidad común, sin que constituya corporación
jurídica alguna.

Para los romanos la figura de la sociedad no tuvo mayor relevancia por el


poco interés económico que representaba, ya que éstos estuvieron más
preocupados por las grandes conquistas que les generaban enormes dividendos
económicos que por los beneficios de un contrato como el de sociedad. En estas
condiciones, el antecedente histórico de este contrato lene mas importancia para
las sociedades mercantiles modernas que para los contratos civiles.

En cuanto al contrato de aparcería, éste es más antiguo que el propio


derecho romano ya que fue practicado desde que las sociedades sedentarias
empezaron a cultivar los terrenos agrícolas y compartieron el trabajo y los
beneficios de una extensión de terreno. En el derecho romano se consideró a la
aparcería como el antecedente directo de la locación. Más tarde se reglamentó la
aparcería como una especie dentro del género del arrendamiento. En iguales
condiciones se contempla su reglamentación en algunas legislaciones como la
francesa.

El Código Civil de 1928 reglamenta el contrato de aparcería como un


contrato de finalidad común independiente del arrendamiento. Sin embargo,
aunque las reglas de la aparcería se encuentran vigentes en el código civil, su
utilidad es nula, ya que el territorio en el que se asienta la ciudad de México se ha
extendido a todo el Distrito Federal y difícilmente se pueden encontrar bienes
rústicos, bajo el régimen de propiedad privada, que sean objeto de este contrato.
De hecho la aparcería agrícola y ganadera en el Distrito Federal se ha convertido
en una institución para la historia del derecho.

En cuanto a la asociación civil, ésta es una figura novedosa en la


reglamentación del Código de 1928 ya que las legislaciones anteriores de 1870 y
de 1884 no la regularon en modo alguno.

La sociedad civil y la asociación civil se consideran figuras de carácter


corporativo en consecuencia de que por efecto del contrato se da nacimiento a
una persona moral ajena a los atributos jurídicos de quienes les dieron origen; por
regla general los fines económicos de los contratos civiles son de carácter
individual. Cada uno de los contratantes tiene interés en la ejecución de sus
obligaciones y de las reciprocas, pero el fin es eminentemente parcial en cuanto a
sus resultados, ya que en Lodo caso, el interés de las partes se reduce a cumplir
con su obligación y a obtener la contraprestación de la otra parte. En cambio, la
finalidad común de la asociación civil, sociedad civil y aparcería tiene por esencia
un interés único que redunda en beneficio común de los contratantes, debiendo
satisfacer de igual manera a todos los integrantes ya porque el beneficio sea
económico o material, o como en el de la asociación civil que sea de carácter
eminentemente extrapatrimonial ajeno a cualquier beneficio económico que
repercuta en el patrimonio de los asociados.

La asociación civil y la sociedad civil por su carácter corporativo tienen


identidad en cuanto a que adquieren el carácter de personas morales por virtud de
un contrato y se obligan a través de un órgano de representación. En ambas
figuras se requiere de un estatuto legal que se convierte en ley interna para los
contratantes.

Las diferencias jurídicas entre ambas figuras se encuentran en su esencia.


Mientras que en la sociedad civil se persigue un fin preponderantemente
económico en beneficio de los socios y que no constituye una especulación de
carácter mercantil, en la asociación civil los fines están vinculados a la
preservación o fomento de la cultura, de actividades políticas, sociales, artísticas,
deportivas o de otra índole que sean licitas; ya sea que beneficien a un sector de
la sociedad o a un grupo de personas determinadas

De acuerdo al derecho vigente, toda asociación civil que tenga como fin una
actividad de carácter político, ésta quedara limitada si pretende actuar en los
procesos electorales, ya que estos se rigen por la ley especializada. En la
actualidad las asociaciones de carácter político sólo están consideradas como el
antecedente directo de los partidos políticos modernos.

CAPÍTULO II

ASOCIACION CIVIL

263. Definición. Es el contrato por virtud del cual dos o más personas acuerdan
reunirse de una manera que no sea enteramente transitoria, para realizar un fin
común que no esté prohibido por la ley y que no tenga carácter
preponderantemente económico en beneficio de los asociados (2670).

264. Denominación jurídica de los integrantes de la asociación. Los


integrantes o miembros de la asociación se denominan asociados y su calidad es
intransferible.

265. Carácter corporativo. El contrato tiene como fin dar nacimiento a una
persona moral con capacidad para adquirir derechos y obligaciones y realizar sus
fines sociales (25 frac. VI; 26, 27 y 28).

266. Régimen jurídico interno. La asociación civil se rige por la ley y por sus
estatutos (28).

267. Estatuto jurídico interno. La vida interna de la asociación civil se rige


por sus estatutos y estos constituyen el orden normativo interno. Los estatutos de
la asociación estarán sujetos a los límites de la libertad contractual. Para que los
estatutos puedan producir efectos contra terceros deberán ser inscritos en el
Registro Público de la Propiedad (2673).

REQUISITOS DE EXISTENCIA

268. Consentimiento. Es el acuerdo de voluntades manifestado en forma


exterior en el que las partes se ponen de acuerdo sobre el objeto licito y el fin
común a realizar que no tenga preponderancia económica.

Los asociados que se admitan con posterioridad tendrán ese carácter pero la
concurrencia de su voluntad no se considerará como componente del
consentimiento en el contrato, sino un acto de adhesión, ya que Este se forma
exclusivamente con los participantes que celebran el contrato y dan nacimiento a
la persona moral

269. Doble aspecto del objeto. El objeto de este contrato lo constituye la creación
de la persona moral, misma que adquiere personalidad propia e independiente a la
de los asociados; y el fin común de carácter licito que no sea preponderantemente
económico, ya sea político, científico, artístico, de recreo o de cualquier otro tipo
con tal de que sea licito

REQUISITOS DE VALIDEZ

270. Capacidad. Los asociados deberán tener la capacidad general para


contratar.

271. Parma. La asociación civil deberá constar por escrito ya sea público o
privado y sólo mediante su inscripción en el Registro Público de la Propiedad
surtirá sus electos Irene a terceros.

272. Personalidad jurídica. La asociación civil en su carácter de persona


moral adquiere personalidad jurídica propia y podrá obligarse a través de sus
órganos de representación, sin embargo, su capacidad quedará limitada a las
prescripciones del articulo 27 constitucional.

273. Órgano de gobierno. El poder supremo de las asociaciones reside en


la asamblea general. El director o directores de ellas tendran las facultades que
les conceden los estatutos y la asamblea general, con sujeción a estos
documentos (2674).

274. Obligaciones de los asociados. Los asociados quedarán obliga- dos a


cumplir con el contenido de los estatutos de la asociación, en todo caso, a pagar el
importe de sus cuotas o aportaciones y a realizar las actividades señaladas
expresamente en los estatutos que correspondan al fin social de la asociación.
Estas obligaciones no solamente deberán cumplirse con relación a la asociación
sino con sus coasociados y con los terceros si así lo determinan los estatutos.
275. Derecho de los asociados. El asociado gozará de todas las prerrogativas que
expresamente se contengan en los estatutos. Gozará también de los siguientes
derechos establecidos en el Código Civil:

a) Derecho de voto. El asociado tendrá derecho de un voto en la asamblea


general. Sólo estará impedido de votar en las decisiones de la asamblea cuando
se encuentre directamente interesado el asociado, su cónyuge sus ascendientes,
descendientes o parientes colaterales dentro del segundo grado (2678 y 2679).

b) Derecho de vigilancia, Los asociados tendrán el derecho de supervisar


que las cuotas o cualquiera otra aportación se dedique a los fines que se propone
la asociación, teniendo para este efecto el derecho de examinar los libros do
contabilidad y toda la documentación administrativa de la asociación en el tiempo
que lo deseen. (2683).

c) Derecho al activo social. Disuelta la asociación, los bienes de la


asociación se aplicarán conforme a lo que determinen los estatutos, y a falta de
disposición de éstos, según lo determine la asamblea general. En este caso la
asamblea sólo podrá atribuir a los asociados la parte del activo social que
equivalga a sus aportaciones. Los demás bienes se aplicarán a otra asociación o
fundación de objeto similar a la extinguida (2686).

d) Derecho de separación. El asociado podrá separarse voluntariamente


con tal de notificar a la directiva con dos meses de anticipación. La separación
voluntaria dará motivo a que el asociado pierda todo derecho al haber social
(2680).

276. Asamblea general. El poder supremo de las asociaciones reside en la


asamblea general. Esta deberá reunirse en la época que lo de- terminen sus
estatutos o cuando sea convocada por el órgano directivo. Además de los casos
anteriores, la asamblea general deberá reunirse cuando haya sido requerida por lo
menos por el cinco por ciento de los asociados. En caso de que la directiva se
niegue a convocar a la asamblea, no obstante, la petición hecha por el cinco por
ciento de los asociados como mínimo, lo hará el juez de lo civil a petición de
dichos asociados (2675).

Constituida la asamblea general sólo trataran los asuntos contenidos en la


respectiva orden del día y las decisiones se tomarán por mayoría de votos de los
asociados presentes (2677).

No existe disposición alguna que determine la naturaleza de las asambleas


generales debiendo considerarse que todas son de naturaleza ordinaria, salvo que
en los propios estatutos se determinen los casos que deben tratarse en asambleas
ordinarias y en asambleas extraordinarias como es el caso de las sociedades
mercantiles.

277. Facultades de la asamblea general. El Código Civil señala las facultades de


la asamblea general en los términos siguientes: La asamblea general resolverá
I. Sobre la admisión y exclusión de los asociados:

II. Sobre la disolución anticipada de la asociación o sobre su prórroga por


más tiempo del fijado en los estatutos;

III. Sobre el nombramiento de director o directores cuando no hayan sido


nombrados en la escritura constitutiva;

IV. Sobre la revocación de los nombramientos hechos (2676).

273. Extinción de la asociación. La asociación podrá extinguirse por las causas


que determinen sus propios estatutos y lo prescrito por la legislación civil en los
siguientes casos:

I. Por consentimiento de la asamblea general.

II. Por haber cumplido el término fijado para su duración o por haber
conseguido totalmente el objeto de su fundación.

III. Por haberse vuelto incapaces de realizar el lin para el que fueron
fundadas

IV. Por resolución dictada por autoridad competente (2685).

279. Liquidación del activo social. Disuelta la asociación, el activo social se


liquidara de acuerdo a los estatutos y a falta de éstos a lo que decida la asamblea
general. En todo caso, los bienes se destinarán a otra asociación que tenga fines
similares (2686).

280. Instituciones de asistencia privada. Las instituciones de asistencia privada,


aunque tengan fines idénticos a los de la asociación civil se regirán por la Ley de
Instituciones de Asistencia Privada, dada la naturaleza distinta de su constitución.
Mientras que la asociación civil se constituye sólo por la voluntad de los
asociados, la fundación o Institución de Asistencia Privada requiere previamente
de la aprobación de la Junta de Asistencia Privada, misma que se convierte en un
órgano de vigilancia de todos los actos de administración. En cambio, la
asociación civil se administra autónomamente sólo por el acuerdo de sus
asociados

CAPÍTULO III

SOCTEDAD CIVIL

281. Definición. El contrato de sociedad civil es aquel en el que dos o mas


personas se obligan mutuamente a combinar sus recursos o sus esfuerzos para la
realización de un fin común licito de carácter preponderantemente económico,
pero que no constituya una especulación mercantil (2688).
282. Denominación jurídica de los integrantes. Los miembros que integran la
sociedad civil se denominan socios, quienes se obligan recíprocamente a
combinar sus recursos o sus esfuerzos para realizar un fin común licito
preponderantemente económico sin llegar a la especulación mercantil

283. Carácter corporativo. Por efecto del contrato se da nacimiento a una persona
moral que adquiere personalidad jurídica propia independientemente a la de los
socios y con capacidad para obligarse a través de sus órganos de representación.
La legislación civil le confiere el carácter de persona moral en los términos del
artículo 25 fracción III-

Son personas morales: III. Las sociedades civiles o mercantiles; VII. Las
personas morales extranjeras de naturaleza privada, en los términos del
artículo 2736.

Para la constitución de la sociedad civil se requiere de la autorización de la


Secretaria de Relaciones Exteriores en los términos de la fracción I del artículo 28
de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Igual autorización
requieren las sociedades extranjeras de carácter civil que pretendan realizar
actividades en el Distrito Federal. Concedida la autorización podrán inscribirse en
el Registro de Personas Morales (2736, 2737, 2738, 3069 frac. I).

284. Régimen jurídico interno. La sociedad civil se rige por la ley, por su escritura
constitutiva o por sus estatutos.

285_ Estatuto jurídico interno. Los estatutos constituyen el orden normativo que
rige la vida interna de los socios entre si. El oficio social no debe estar en contra
de las normas de orden público. Así también, para que los estatutos surtan sus
efectos frente a terceros deberán inscribirse en el Registro Público de la
Propiedad.

286. Atributos de la personalidad. Por su carácter corporativo, la sociedad civil


posee atributos de la personalidad de acuerdo a las reglas siguientes.

a) Nombre o razón social. El contrato de sociedad debe contener el nombre o la


razón social, debiéndose agregar necesariamente la palabra

"Sociedad Civil" (2693 frac. I1 y 2699).

b) Domicilio. Las personas morales tendrán su domicilio en el lugar donde se halle


establecida su administración. Cuando ésta se encuentre fuera del Distrito Federal
pero que se ejecuten actos jurídicos dentro del mismo, en esta jurisdicción se
considerarán domiciliadas para todos los actos que ejecuten. También la sociedad
civil podrá designar un domicilio convencional para el cumplimiento de
obligaciones especificas (34).
c) Capital social. El capital social de la sociedad civil se integra por las
aportaciones de los socios ya sea en dinero, bienes o industria. Toda aportación
de bienes presume su traslación de dominio salvo convenio en contrario.

d) Nacionalidad. Aunque la nacionalidad se considera un atributo político, el


Código Civil se refiere a las personas morales extranjeras de naturaleza privada,
bajo las siguientes reglas:

La existencia, capacidad para ser titular de derechos y obligaciones,


funcionamiento, transformación, disolución, liquidación y fusión de las personas
morales extranjeras de naturaleza privada se regirán por el derecho de su
constitución, entendiéndose por tal, aquel del

Estado en que se cumplan los requisitos de forma y fondo requeridos para la


creación de dichas personas.

En ningún caso el reconocimiento de la capacidad de una persona moral


extranjera excederá a la que le otorgue el derecho conforme al cual se constituyo

Cuando alguna persona extranjera de naturaleza privada actúe por medio de


algún representante, se considerará que tal representante, o quien lo substituya,
está autorizado para responder a las reclamaciones y demandas que se intenten
en contra de dicha persona con motivo de los actos en cuestión (2736).

Con relación al derecho conflictual aplicable a las personas físicas o corporaciones


jurídicas denominadas también personas morales, el Código Civil del Distrito
Federal prescribe lo siguiente: Las leyes mexicanas rigen a todas las personas
que se encuentren en la República, así como los actos y hechos ocurridos en su
territorio o jurisdicción y aquellos que se sometan a dichas leyes, salvo cuando
estas prevean la aplicación de un derecho extranjero y salvo, además, lo previsto
en los tratados y convenciones de que México sea parte. (12)

287. Sociedad civil y sociedad mercantil. La sociedad civil se rige por el Código
Civil y la sociedad mercantil por la Ley General de Sociedades Mercantiles, en
esta ley, mediante el articulo Iº lo reconocen las siguientes especies de
sociedades mercantiles:

I. Sociedad en Nombre Colectivo;

II. Sociedad en Comandita Simple;

III. Sociedad de Responsabilidad Limitada;

IV. Sociedad Anónima;

V. Sociedad en Comandita por Acciones; y

VI. Sociedad Cooperativa.


Cualquiera de las sociedades a que se refieren las fracciones I a V de este artículo
podrán constituirse como sociedades de capital variable, observándose entonces
las disposiciones del capítulo VIl de esta lev.

La sociedad civil se considera como un antecedente de las sociedades


mercantiles de tal manera que al haberse promulgado la Ley General de
Sociedades Mercantiles publicada en el Diario Oficial de la Federación del cuatro
de agosto de mil novecientos treinta y cuatro, prácticamente se desglosa esta ley
del Código de Comercio como una ley especializada.

El Código Civil vigente tomando como base los antecedentes de los códigos
anteriores han tratado de distinguir por exclusión las sociedades civiles por lo que
el propio Código Civil establece la regla de que las sociedades de naturaleza civil,
que tomen la forma de las sociedades mercantiles, quedan sujetas a la Ley
Concral de Sociedades Mercantiles, regla que debe interpretarse en que este tipo
de sociedades que su objeto se identifique con dl objeto de las sociedades
mercantiles deben adquirir ca naturaleza mediante la transfor- ración de una
sociedad civil a una sociedad mercantil. En la actualidad se ha aceptado la
viabilidad de la transformación de las sociedades civiles a las sociedades
mercantiles mediante el acuerdo de asamblea y bajo las reglas de la Ley General
de Sociedades Mercantiles.

La acepción gramatical a que se refiere el Código Civil de que la sociedad civil


tendrá un carácter preponderantemente económico pero que éste no deberá
constituir una especulación comercial, tiene un carácter confuso en virtud de que
esta regla no ha variado por los conceptos del Código de Comercio vigente
publicado en el Diario Oficial del dia sicte al trece de octubre de mil ochocientos
ochenta y nueve.

La confusión entre la idea de la especulación comercial con el carácter


preponderantemente económico de sociedad civil se dio antes de que se adoptara
la icoría de la calificación del acto de comercio a que se refiere cl articulo 75 de
este Código, y se aclara, con la

Ley de Sociedades Mercantiles que ya determina en forma precisa la naturaleza y


objeto de cada una de éstas.

Estos antecedentes jurídicos han tenido claridad en la actualidad al permitirse la


transformación de las sociedades civiles a sociedades mercantiles sin limitación
alguna únicamente por el acuerdo de los socios

288. Igualdad jurídica de los socios. La igualdad jurídica de los socios tiene como
fin prohibir el pacto que estipule que los provechos redunden en beneficio
exclusivo de uno u otros socios. Este principio de igualdad jurídica se ha venido
ratificando desde el derecho romano mediante la prohibición de la cláusula Iconica
en referencia a la fabula de Fedro sobre las ventajas que reclamaba el león
cuando fuc de caccria con el resto de los animales de la selva,55, si El Código
Civil estatuye este principio de igualdad en los siguientes términos:
Art. 2696. Será nula la sociedad en que se estipule que los provechos pertenezcan
exclusivamente a alguno o algunos de los socios y todas las pérdidas a otro u
otros.

Aunque este precepto prescribe la nulidad del contrato en esenca deberia ser una
causa de disolución de la sociedad, por tal motivo, mas que una nulidad se tract
de una causa de disolucion

REQUISITOS DE EXISTENCIA

289. Consentimiento La propia legislación civil señala que la sociedad civil nace
por virtud de un contrato y consccuentemente debera tener los elementos de
existencia y de validez, por lo que en primer termino debe considerarse que cl
consentimiento de este contrato c$ cl acuerdo de voluntades manifestado en
forma exterior cuando los contralantes acucrdan la combinación de sus recursos o
sus esfuerzos para la calización de un fin común lícito preponderantemente ceo-
nómico. Este concurso de voluntades se da únicamente entre las personas que
constituyen la socicdad, considerados como socios funda- dores, no así los que
son admitidos con posterioridad que aunque adquieren la calidad de socios,
únicamente se incorporan a la pre- existencia de un estatuto jurídico como un acto
de adhesión.

290. Objeto. Doble aspecto. El objeto indirecto del contrato liene un doble aspecto:

a) Crear una persona moral cuya personalidad jurídica sea inde- pendiente a la de
los socios que la constituyen y;

b) La realización de un lin común licito preponderantemente económico mediante


la combinación de los recursos o los esfuerzos de los socios.

En la sociedad civil pueden participar socios capitalistas y socios industriales de


ahí que el propio concepto de la sociedad determine la posibilidad de que los
socios pucdan combinar sus recursos o sus esfuerzos, considerando los primeros
como aportación de bienes, fungibles o no fungibles y la industria de otros socios.

REQUISITOS DE VALIDEZ

291. Capacidad. Los socios ademas de la capacidad general para contratar


requieren de la facultad de disposición cuando sus aporaciones se constituyen con
bicnes de los cuales se transmita el dominio en favor de la sociedad. Además,
tratándose de sociedades de profesionistas éstos deberán tener esa calidad para
realizar el objeto social.

292. Forma. El contrato de socicdad deberá constar por escrito. Si la aportación de


alguno de los socios implica la traslación de la propiedad de un inmucble, la
formalidad de la sociedad deberá hacerse con la misma formalidad que se
requicra para la transmisión del dominio de eso bien, asi, el contrato de sociedad
podrá constar en escrito privado o en escritura pública. Enunciativamente el
Código Civil prescribe las caracteristicas que deberán contener cl escrito o
escritura publica en que conste el contrato:

I. Los nombres y apellidos de los otorgantes que son capaces de obligarse,

II. La razón social;

III. El objeto de la sociedad.

IV. El importe del capital social y la aportación con que cada socio debe contribuir.

La falta de forma, da acción a los socios para exigir en cualquier época que se
proceda a su liquidación. Sin embargo, la liquidación solo producirá sus efectos
jurídicos entre los socios y no podrá oponerse a los terceros para cludir cl
cumplimiento de las obligaciones adquiridas por la sociedad, ya que todos los
actos jurídicos llevados a cabo por la sociedad de hecho, producirán todos sus
efectos frente alos terceros de buena le.

293. Soriedad civil irregular o sociedad de hecho. Se denomina sociedad civil


irregular aquella que tenga una existencia de hecho transgrediendo las
formalidades exigidas por el Código Civil. Los actos jurídicos lleva- dos a cabo por
la sociedad de hecho, producirán todos sus cfectos en relación con los socios y los
terceros que hayan contratado con esa sociedad. "La falta de forma prescrita para
el contrato de sociedad sólo produce el cfecto de que los socios puedan pedir, en
cualquier liempo, que se haga la liquidación de la sociedad conforme a lo
convenido, y a falta de convenio, conforme al capítlo V de esta sección; pero
mientras que esa liquidación no se pida, el contrato produce todos sus clecios
enre los socios y éstos no pueden oponer a lerceros que hayan contra- lado con la
sociedad la falta de forma" (2691). Visto lo preceptuado por este artículo la falta de
forma sólo será causa de disolución, por lal motivo, los efectos jurídicos de la
sociedad de hecho, tendrán plena eficacia tanto para los socios como para los
terceros.

294. Sociedad com objeto iluito. La sociedad con objeto ilieito es aquella que será
disuclta a petición de cualquiera de los socios, de un tercero o del Ministerio
Público, El juez decretara la disolución y ordenara la liquidacion de la sociedad;
ademis, "_ después de paga- das las deudas sociales, conforme a la loy, a los
socios se les rocmbol- para lo que hubieren llevado a la soviedad. Las utilidades
se destinarin a los establecimientos de benclicencia pública del lugar del domicilio
de la socicdad"(2692).

295. Caracter corporativo. Una ver que la sociedad civil Liene exis- tencia juridica
adquiere su calidad de persona moral o ente corporativo con independencia de la
personalidad jurídica de quienes dieron origen a ello, la sociedad civil tiene vida
autónoma y se obliga por conducto de sus órganos de representación con la
denominación que se le de en los estatutos o en los términos de la legislación civil,
ya sea en forma de administrador único o de un conscjo de administración, con la
salvedad de quo cl nombramicnto de los administradores hecho en la escritura de
la sociedad no podra revocarse sin cl con- sentimiento de todos los socios, a no
ser que la remoción se decrete judicialmente. En el supuesto de que el
nombramiento de los admimistradores se haya hecho después de constituida la
sociedad su nombramiento ser revocado únicamente por mayoría de volos.

OBLIGACIONES DE LOS SOCIOS

296. Enumeración. Los socios tienen las siguientes obligaciones:

a) Obligaciones del aporte. El socio estará obligado a aportar la cantidad de


dinero, bienes o industria a que se haya obligado, El socio que aporte bienes
trasmitiendo la propiedad de ellos, será responsable del sancamiento para el caso
de evicción y los daños que se causen por vicios ocultos (2689 y 2702).

La participación de los socios no podrá estar representada por títulos de crédito


sino únicamente el reconocimiento de su participación económica en cantidades
cuando se trata de socios capitalistas o por valores cuando se trata del o los
socios industriales. En caso de que al socio industrial no se le hubiere estimado o
designado cuota a su aportación se aplicaran los valores que para la liquidación
de socio industrial establece la legislación civil.

b) Obligación estatutaria. Los socios estarán obligados a cumplir con las


prescripciones de los estatutos que constituyen el orden normativo interno de la
sociedad civil.

c) No transmitir sus derechos de socio. Tratándose la socicdad civil de una


sociedad de personas, los socios no podrán ceder o trans mitir sus derechos sino
mediante el consentimiento previo y unánime de los coasociados, ya que la
esencia del contrato tiene su causa en la Tiralidad común de los socios. Por Lal
motivo, un socio extraño podría afectar la esencia del propio contrato, por lo cual
la cesión de derecho de socio, o la admisión de nuevos socios, requerira del con-
sentimiento previo y unánime de todos los integrantes de la sociedad (2705).

DERECHOS DE LOS SOCIOS

297. Enumeracion. Los socios tendrán los siguientes derechos:

a) Derecho a las utilidades. Los socios tendrán derecho a las utilidades en


proporción a su aportación o a la valoración que se haya dado cuando el socio
aporte su industria (2728)

b) Derecho de permanencia. El socio tiene derecho de permanccer en la sociedad


durante todo el tiempo de su existencia y sólo podrá ser excluido por cl acuerdo
unánime de los socios y por causa grave prevista en los estatutos. El socio
excluido scrá responsable de las perdidas proporcionales que le correspondan y
podrá ser liquidado hasta que se concluyan las operaciones pendientes al tiempo
de su exclusión (2707, 2708).
c) Derecho del tanto. Los socios gozaran del derecho del tanto en relación con sus
coasociados de acuerdo al precepto siguiente: "Los socios gozaran del derecho
del tanto. Si varios socios quieren ocho días, contados desde que reciban aviso
del que pretenda enajenar"(2706).

d) Derecho de voto. Los socios tendrán derecho de votar en las decisiones que se
tomen en la sociedad. Su voto se computará por el valor de su aportación. Las
decisiones se tomaran por mayoría de cantidades, exceptuando el caso en que
una sola persona represente el mayor interés y se trate de sociedades de mas de
tres socios; entonces se requerirá por lo menos del voto de la tercera parte de
lossocios (2713).

e) Derecho de vigilancia. Los socios tendrán derecho de vigilar la buena marcha


de la administración de la sociedad, para tal efecto, los administradores estarán
obligados a rendir cuentas cuando lo re- quiera la mayoria de los socios aunque
ésta se haya fijado para otra fecha. En base a este derceho, los socios también
podrán designar a un comisario que vigile los actos de administración (2718 y
2710).

298_ Responsalitulad de los sorios. Los socios sólo serán responsables por sus
aportaciones y obligaciones estatutarias en relación con la socicdad.

299. Tuculiad y traponsalilidad de los socios administradores. Los socios


administradores scran nombrados en la escritura constitutiva y no se podra
revocar su nombramicnto sino por consentimiento una nimc de todos los socios.
En cambio, cuando cl nombramiento de administradores se haya hecho después
de constituida la sociedad, será revocable por mayoría de volos.

También la revocación de los administradores podrá ser hecha judicialmente


cuando se demande su destitución por actos dolosos, culpa o inhabilitación en los
actos de administración (2711).

300. Autorizaciom expresa. Los socios administradores requerirán de autorización


expresa de los otros socios para los casos siguientes:

1. Para enajenar las cosas de la sociedad, si ésta no se ha constituido con ese


objeto;

MI. Para empeñarlas, hipotecarlas o gravarlas con cualquier otro de- recho real;

IN. Para tomar capitales prestados (2712).

301. Responsablulad de los socios administradores. Los socios admimistradores


serán responsables si en los actos de administración se excediesen en sus
facultades. Por tal motivo, si el exceso no fue rati- ficado por los demás socios, los
administradores serán responsables frente a los terceros por el exceso, más los
daños y perjuicios. Tam bién serán responsables frente a la sociedad por los
daños y perjui- cos que le causen (2716 y 2717).
Las obligaciones sociales estarán garantizadas subsidiariamente por la
responsabilidad ilimitada y solidaria de los socios que administren; los demás
socios, salvo convenio en contrario, sólo estarán obligados con su aportación
(2701).

DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD

La sociedad civil podrá disolverse en los siguientes casos:

I. POR CONSENTIMIENTO UNÁNIME DE LOS SOCIOS. Si no se ha cumplido el


plazo de duración de la sociedad, los socios de común acuerdo y por unanimidad
podrán decretar la disolución anticipada de la sociedad. El fin común del contrato
da derecho a los socios para modificar la vigencia pactada y por consenso
unánime acordar su extinción!

M. POR HABERSE CUMPLIDO EL TERMINO PREFIJADO EN EL CONTRATO


DE SOCIEDAD.

Cuando se cumpla el plazo establecido en la escritura para la vigencia de la


sociedad, ésta quedará extinguida.

Si los socios desean prorrogar el término de duración, éste deberá acor- darse
antes del vencimiento del término. No obstante el carácter extintivo del plazo, si
vencido el plazo no se prorrogó la temporalidad y la sociedad continua
funcionando "se entenderá prorrogada su duración por tiempo indeterminado, sin
necesidad de nueva escritura social, y su existencia puede demostrarse por todos
los medios de prueba (2721). Esta figura se equipara a una tácita reconducción
con efectos jurídicos de sociedad irregular a posteriori en concordancia con el ar-
ticulo2691 que regula la sociedad irregular por falta de forma.

I. POR LA REALIZACIÓN COMPLETA DEL FIN SOCIAL O POR HABERSE


VUELTO IMPOSIBLE LA CONSECUCIÓN DEL OBJETO DE LA SOCIEDAD. El
fin social realizado deja sin electo el objeto de la sociedad. En las mismas
condiciones queda el objeto de la sociedad cuando el fin social se torna imposible,
ya sea por su naturaleza o por disposición de la ley.

IV. POR MUERTE O INCAPACIDAD DE UNO DE LOS SOCIOS QUE TENGA


RESPONSABILIDAD ILIMTTADA POR LOS COM- PROMISOS SOCIALES. Si
contractualmente se pactó la responsahilidad ilimitada de uno de los socios en los
compromisos sociales, su muerte o incapacidad, será causa de disolución.

V. POR LA MUERTE DEL SOCIO INDUSTRIAL, SIEMPRE QUE SU INDUSTRIA


HAYA DADO NACIMIENTO A LA SOCIEDAD. La connotación del vocablo
industria fue tomada del vocablo latino que indicaba artificio, destreza o habilidad
para hacer una cosa. En esta consideración, si los fines de la sociedad dependen
de la destreza
o habilidad o el trabajo del socio industrial, a su muerte deberá disolverse la
sociedad. Si bien es cierto que en la sociedad civil los socios pueden combinar sus
esfuerzos con los recursos económicos, no es viable que todos los socios puedan
aportar exclusivamente una industria, ya que entonces se estaría en presencia de
una figura juridica diversa a la sociedad. Por tal motivo, la existencia del socio
industrial presume necesariamente la existencia de socios capitalistas.

VI. POR LA RENUNCIA DE UNO DE LOS SOCIOS, CUANDO SE TRATE DE


SOCIEDADES DE DURACIÓN INDETERMINADA Y LOS OTROS SOCIOS NO
DESEEN CONTINUAR ASOCIA- DOS, SIEMFRE QUE ESA RENUNCIA NO SEA
MALICIOSA NI EXTEMPORÁNEA. La legislación civil en el artículo 2723 señala
que "La renuncia se considera maliciosa cuando el socio que la hace se propone
aprovecharse exclusivamente de los beneficios o evitarse pérdidas que los socios
deberían de recibir o reportar en común con

arreglo al convenio* *Se dice extemporánea la renuncia, si al hacerla las cosas no


se hayan en su estado integro, si la sociedad puede ser perjudicada con la
disolución que originaria la renuncia (2721).

302. Lagualacion de la Sociedad. Disucita la sociedad, se pondrá inmediatamente


en liquidación, la cual se practcará dentro del plazo de seis meses, salvo pacto en
contrario (2726).

Puesta en liquidación la socicdad toda la documentación co- respondiente debera


contener textualmente las palabras

"en liquidación"

La liquidación podra hacerse por todos los socios o por los liqui- dadores que para
ese clecto se designen, o los designados en la cscritura constitutiva.

Los liquidadores deberán laborar un balance del activo y pasivo.

Liquidado el pasivo, si hay algún excedente, de éste se devolverán los aportes de


los socios. Si queda remanente alguno, será conside- rado como utilidad y sc
repartirá entre los socios en la forma estipulada. A falta de convenio se repartirá la
utilidad en proporción a las aportaciones hechas por los socios.

Si al liquidarse la sociedad no quedaren bienes suficientes para cubrir los


compromisos sociales y devolver sus aportes a los socios, el déficit se considerara
pérdida y se repartirá entre los socios en fora proporcional, salvo convenio en
contrario (2726, 2727, 2728 y 2730).

303. Liuulacion del socio industrial. El socio industrial se liquidara en los siguientes
términos? "Si alguno de los socios contribuye sólo con su industria, sin que ésta se
hubiere estimado, ni se hubiere designado cuota que por ella debiera recibir, se
observarán las reglas siguienles"
I. Si el trabajo del industrial pudiera hacerse por otro, su cuota será la que
corresponda por razón de sueldos u honorarios, y esto mismo se observará si son
varios los socios industriales.

I. Si el trabajo no pudiere ser hecho por otro, su cuota será igual a la del socio
capitalista que tenga más.

I. Si sólo hubiere un socio industrial y otro capitalista, se dividirán entre si por


partes iguales las ganancias; y.

IV. Si son varios los socios industriales y están en el caso de la fracción

Il, llevarán entre todos la mitad de las ganancias y la dividirán entre sí por
convenio, y a falta de éste, por decisión arbitral. Si al terminar la sociedad en que
hubiere socios capitalistas e industriales resultare que no hubo ganancias, todo el
capital se distribuirá entre los socios capitalistas.

Salvo pacto en contrario, los socios industriales no responderán de las perdidas.

Para que la liquidación de la sociedad surta clecto frente a los terceros es


necesario que se haga constar en el Registro Público de la Propiedad (2720, 2734
2734, 2735)

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