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LECCIÓN 10: UNA MESA SIEMPRE ABIERTA

OBJETIVO:
Comprender que el llamado de Jesús es un proceso de sanidad y salvación
que termina en su mesa que siempre queda abierta para quien necesita sanidad y
salvación.
INTRODUCCIÓN:
La ética, así también como las leyes y la historia es determinada por los
poderosos, por tanto, hablar de ética no siempre nos conduce a una discusión en
favor de la vida, sino en favor de los bienes e intereses de los poderosos.
La ética de Jesús no se redujo a un discurso, fue en gran manera, un
testimonio vivo, él no dijo ni se atribuyó hacer el bien, sino su círculo cercano, sus
íntimos dieron testimonio de su bien hacer.
BASE BÍBLICA: Marcos 2:13-17
13 Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. 14 Y
al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo:
Sígueme. Y levantándose, le siguió. 15 Aconteció que estando Jesús a la mesa
en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa
juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían
seguido. 16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y
con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con
los publicanos y pecadores? 17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen
necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a
pecadores.
ESTUDIO:
v.13 Sale nuevamente al mar y la gente le acompaña. Jesús sale a la zona de misión
y trabajo, y lleva a la gente consigo, ahí mismo les enseña, pues no hay mejor
manera de enseñar y aprender que en el campo.
v.14 Acto siguiente queda a la vista de todos, parte de la enseñanza, ahora llama a
un personaje que desconcierta a todos y sin duda el mismo recaudador de
impuestos que en desconcierto.
v.15 Leví acepta seguir a Jesús, y en el proceso le invita a su casa, ahora su hogar
se ha convertido punto de encuentro de quienes tienen necesidad de la enseñanza
del maestro.
v.16 El desconcierto de los escribas y fariseos es natural, no comprenden lo que
sucede, pues ellos se encuentran fuera, no son parte de la misma comunión, no
comprenden la enseñanza de Jesús, ni siquiera han querido escuchar, no son
testigos de lo que ahí está aconteciendo, desde fuera, desde la sospecha todo es
incomodo y nada confiable. Sus esquemas, sus comprensiones los mantiene fuera,
alejados y en desconocimiento.
v.17 Ellos al llamar pecadores a los publicanos, ya han creado una brecha que serán
incapaces de superar, al mismo tiempo se han declarado justos y buenos, tremendo
error, el tal los dejará varados, sin posibilidad de ser transformados, se quedan lejos,
pues no comprenden el mal que yace en ellos, asumiéndose sanos, desprecian la
sanidad que solo puede venir de parte de Jesús.
IDEA EXEGÉTICA:
Jesús nos llama para ser parte de su mesa, solo en su mesa hay sanidad, y
salvación.
Jesús regresa al mar para llamar a Leví, la orilla del mar es el escenario
donde acontece el llamado y donde la iglesia encuentra a Jesús. El llamo de parte
de Jesús invita a Leví a renunciar a ese camino que ha llevado por años, este
sendero no lo lleva a la línea religiosa tradicional, por el contrario, le muestra otra
propuesta. Queda claro que ninguno de los dos caminos existentes no son opción,
ni la institución judía ni el camino de cobro de impuestos y sobornos.
Jesús no se rige desde las valoraciones de bien y mal que norman todo,
porque no siempre lo que se llama bueno es bueno en verdad y lo que el mundo
llama ética, sea una ética en favor de la vida. Por ejemplo, en ciertas religiones
existen caudillos, terroristas, que sacrifican su vida en favor de un acto al que
consideran sagrado y honorifico, así lo comprenden, entregar su vida por un bien
mayor, servir a su dios. Solo una comprensión de esa naturaleza puede conducir a
una persona a sacrificar lo más preciado que es la vida.
Jesús transforma la situación ilegal y ventajosa de Leví en servicio a los
demás. El pasado a veces puede estar lleno de lastres que avergonzarían a
cualquiera, pero justo de esas situaciones de las cuales el Señor nos ha llamado,
siendo conscientes de esto, todos somos rescatados de un mundo entre el caos y
la sobriedad. Jesús vino a los enfermos, el banquete simboliza la cena escatológica,
representación de la restauración total de la creación. Todos necesitamos ser
restaurados, hoy, mañana y siempre. Tener un lugar en esa mesa es un acto de
amor y bondad tan grande de parte de Dios, nuestro lugar siempre ha estado listo
para nosotros, esperando, esa mesa siempre ha estado abierta para un pecador
arrepentido, hoy esa mesa sigue abierta, ¿Quiénes somos nosotros para pensar
que se ha cerrado para alguien?
Los escribas y fariseos no tenían espacio en su mesa para nadie que no fuera
digno, en sus mesas solo entraban ellos, y así se quedaron fuera de la mesa del
Señor, desde lejos miran con recelo y molestia. Las compresiones del bien y del mal
que ellos tenían estaban distorsionadas, ellos actuaban en favor del bien,
expulsando, discriminando y vituperando. Y nosotros ¿nos portamos bien, según
nosotros o según Dios?
PARA MEDITAR:
¿Estamos dentro o fuera de la mesa del Señor? No solo en la cena del Señor
debemos emocionarnos, arreglar la casa, el templo, comprar ropa, no podemos
resumir tal celebración con actos tan banales, que ni aportan ni importan.
Permanecer en la mesa es el propósito, no sentarnos solo para vivir el momento,
como quien asiste a una celebración, pasar un buen momento y nos vemos a la
siguiente celebración, sentarse a la mesa del Señor es romper con estructuras que
miden el bien y el mal. No llegar a relativizar el bien, sino esforzarnos y con
responsabilidad estar seguros de que realmente hacemos el bien y no solo acciones
que nos mantienen tranquilos.
ACCIÓN:
¿Cerramos o abrimos nuestra mesa? No es fácil abrir nuestra mesa a una
persona, pues más difícil es abrir nuestras ideas y compresiones de Dios y de su
voluntad, démonos oportunidad de pensarlo una vez más, ¿nuestras
comprensiones realmente son sanas?
¿Quién es Jesús?
Es quien nos llama de la orilla del caos de nuestra vida a su mesa.
¿Quién es el creyente?
Es quien, siendo servido y sanado, sirve abriendo su vida a los demás.
IDEA EXEGÉTICA: (Refuerzo).
Jesús nos llama para ser parte de su mesa, solo en su mesa hay sanidad, y
salvación.
CONCLUSIÓN:
Jesús nos llama a su mesa, abre su corazón a nosotros, nosotros en
respuesta a su libertad, abrimos nuestra vida, nuestra mente, luchando con nuestras
comprensiones, para recibir a los demás, aquellos que tienen necesidad de
salvación.

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