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UNA JORNADA EN LA

VIDA DEL MAESTRO


COMUNIDADES EN ORACIÓN
Personas que buscan a Dios
ENERO: Conociendo a Jesús
Semana 3 "Una jornada en la vida del Maestro"

1. ANUNCIO, SERVICIO, ORACIÓN

Ahora que estamos siguiendo a Jesús, que vamos con Él cada día, podemos
preguntarnos: ¿qué hace Jesús? ¿a qué se dedica? Conocer a una persona
es ver cómo es su vida cotidiana, en qué gasta su tiempo y sus energías.

Desde la época de los primeros discípulos de Jesús existe una tradición que
lo describe con esta fórmula tan precisa como sencilla: “Pasó haciendo el
bien y curando a los enfermos” (He 10, 38).

Jesús no es un hombre disperso, con múltiples intereses que lo disgregan.


Todo lo contrario: sus fuerzas, su atención, su vida entera están
concentradas en una única experiencia que le llena por completo: anunciar a
todos el amor infinito e incondicional que Dios nos tiene. En eso consiste el
Reino de Dios. Esa es su Buena Noticia, su Evangelio.

A ti, que vas con Él, que intentas seguirle cada día, te invita a compartir su
estilo de vida. ¿Te dejarás seducir por un Amor tan grande? Lucha y
contemplación van de la mano, tienen una misma y única fuente. ¿Lo
presientes? Si oras, es por Amor. Si luchas por devolver su rostro humano al
que sufre, es también por Amor.
ENERO: Conociendo a Jesús
Semana 3 "Una jornada en la vida del Maestro"

2. CONSIGNA PARA ESTA SEMANA: MI HORARIO PERSONAL

No se trata de responder a aquella vieja canción de José Luis Perales (“¿a


qué dedica el tiempo libre?”), pero las agendas, los planning, los horarios…
nos ayudan a organizarnos mejor el tiempo. O, al menos, a tomar
conciencia de a qué lo estamos dedicando...

En esta semana te propongo que trates de reflexionar acerca de qué


actividades, compromisos, rutinas organizan tu vida diaria. ¿En torno a qué
gira tu día a día? Más allá del necesario descanso (y sin obsesionarnos ni
pecar de inflexibles), ¿qué tiempo le dedicas a los demás, al trabajo, a la
familia, al ocio, a Dios, a ti mismo? Haz un horario tipo de un día y establece
el tiempo que dedicas a cada acción. Por ejemplo:

Estar con la familia- ¿…?


Pasear- ¿…?
Chatear- ¿…?
Preparar tareas docentes- ¿…?

Puedes hacerlo cómo te resulte más cómodo, pero intenta contabilizar


actividades y tiempos. Pésalo todo en la balanza de tu corazón. Rézalo. A lo
mejor quieres empezar a decir “no” a cosas que no te aportan nada esencial,
para hacer hueco a otras que están más en consonancia con lo que es tu
centro vital... ¿Dónde está tu corazón?
ENERO: Conociendo a Jesús
Semana 3 "Una jornada en la vida del Maestro"

3. EL ALIMENTO DE LA PALABRA DE DIOS

En el comienzo de la vida pública de Jesús, justo tras la elección de sus


primeros discípulos, podemos leer este pasaje en el que se nos muestra cómo
es un día en la vida del Maestro:

Llegaron a Cafarnaún y el sábado siguiente entró en la sinagoga a enseñar. La gente


se asombraba de su enseñanza porque lo hacía con autoridad, no como los letrados.
Precisamente en aquella sinagoga había un hombre poseído por un espíritu inmundo,
que gritó: «¿Qué tienes contra nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a
destruirnos? Sé quién eres tú: ¡el Consagrado de Dios!» Jesús le increpó: «¡Calla y sal
de él!» El espíritu inmundo sacudió al hombre, dio un fuerte grito y salió de él. Todos
se llenaron de estupor y se preguntaban: «¿Qué significa esto? ¡Una enseñanza
nueva, con autoridad! Hasta a los espíritus inmundos les da órdenes y le
obedecen.» Su fama se divulgó rápidamente por todas partes, en toda la región de
Galilea. Después salió de la sinagoga y con Santiago y Juan se dirigió a casa de
Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo hicieron
saber enseguida. Él se acercó a ella, la tomó de la mano y la levantó. Se le fue la
fiebre y se puso a servirles. Al atardecer, cuando se puso el sol, le llevaron toda
clase de enfermos y endemoniados. Toda la población se agolpaba a la puerta. Él
sanó a muchos enfermos de diversas dolencias y expulsó a numerosos demonios, a los
que no les permitía hablar, porque lo conocían. Muy de madrugada, cuando todavía
estaba oscuro, se levantó, salió y se dirigió a un lugar despoblado, donde estuvo
orando. Simón y sus compañeros lo buscaron y cuando lo encontraron, le dijeron:
«Todos te están buscando.» Les respondió: «Vámonos de aquí a las aldeas vecinas,
para predicar también allí, pues a eso he venido.» Y fue predicando en sus sinagogas
y expulsando demonios por toda Galilea.

(Mc 1, 21-39)
ENERO: Conociendo a Jesús
Semana 3 "Una jornada en la vida del Maestro"

EN LA SINAGOGA

Jesús comienza el día en el lugar donde los judíos se reúnen para


celebrar y compartir la fe. Acude allí para dos cosas bien distintas y
llamativas: enseñar y sanar.

Él no es uno más, no adopta una actitud pasiva dentro de las tradiciones


religiosas de su pueblo. Tiene algo que decir, una enseñanza nueva que
transmitir. No necesita para ello apoyarse en nada, aparte de su propia
experiencia. Jesús enseña con la autoridad del que vive lo que dice.

Eso hace de Él alguien atrayente, pero también peligroso. Su forma de


actuar deja en evidencia a los letrados y maestros de la Ley. También
los “espíritus inmundos” se sienten amenazados por Él.

Pero Jesús es el Mesías (el Ungido o Consagrado por Dios) y tiene


autoridad y poder para liberar al hombre de todo lo que le atenaza y le
bloquea. Esto causa asombro y temor entre los que le contemplan.
Empieza a ser conocido por ello en toda su tierra.

EN CASA DE PEDRO

Entre sus discípulos, Jesús está en familia. Es un lugar de confianza e


intimidad. También Él precisa de este espacio para la convivencia, en el
que poder relajarse, descansar y compartir la vida.

Pero no por eso deja de enseñar y de curar, cuando es preciso. Pedro


tiene a su suegra enferma y Jesús la atiende con la misma diligencia e
interés que si fuera su madre: “la toma de la mano y la levanta”.

Lo interesante viene después. La enferma no queda convaleciente, en la


cama, recuperándose, sino que se pone rápidamente a servirles. Cuando
Jesús libera a alguien del mal que le aqueja, lo predispone
automáticamente para hacer lo mismo con los demás: atender, cuidar,
servir...
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EN LA CALLE

Cuando termina el sábado, concluye la prohibición que impide a los


judíos hacer incluso el bien. Es entonces cuando todos los que le
necesitan se acercan a Jesús, buscando su ayuda.

Él ya ha curado a la suegra de Pedro, aunque sea sábado; y va a seguir


haciéndolo, con todos aquellos que están oprimidos por el dolor, la
enfermedad y un sinfín de trastornos (mentales y espirituales) que les
impiden ser libres y felices.

Curiosamente, son los “espíritus inmundos” que atenazan a los hombres y


mujeres que Jesús se encuentra, los que le reconocen. Ellos saben quién
es Jesús. Pero Él no les deja que hablen: no ha llegado aún el momento
de ciertas revelaciones acerca del Mesías, ni va a permitirles que sean
ellos los que den testimonio de Él.

Los que vienen a verle son muy numerosos, porque Jesús ya es conocido
en toda la región, por lo que dice y lo que hace. Cuando alguien “pasa
haciendo el bien” de esta manera, ¿cómo no acudir desde donde sea
para encontrarse con Él, con la esperanza de ser sanado?
ENERO: Conociendo a Jesús
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A SOLAS, EN LA MADRUGADA

Tras una jornada intensa y agotadora, Jesús duerme poco. Antes de que
amanezca, busca un lugar apartado, en el que poder retirarse para orar.
Necesita estar a solas con Dios, con Abba, su Padre.

¡Son tantos acontecimientos, tantos encuentros, tantas sensaciones!


Jesús, como nosotros, necesita colocarlo todo en su sitio, para no perder
el centro. ¿Qué será de aquellas experiencias que vivimos, pero no
procesamos posteriormente? Una vida superficial, epidérmica, no tiene
memoria y carece de sentido casi inmediatamente.

Pronto le echan de menos, cada uno por sus motivos. Los primeros que le
buscan son sus amigos más cercanos, sus discípulos. Pretenden repetir el
éxito del día anterior: “Todos te están buscando”.

Pero Jesús les sorprende de nuevo. Él no busca la fama ni el


reconocimiento, mucho menos el poder sobre los demás. A todos los que
sana les pide discreción, que guarden en silencio lo que han vivido.
Ahora enseña a sus amigos un nuevo rumbo inesperado: hay que
desinstalarse, salir de casa, abandonar lo conocido, para ir a otras
tierras a seguir anunciando el Evangelio y curando a los
enfermos. Ésta es su misión.
ENERO: Conociendo a Jesús
Semana 3 "Una jornada en la vida del Maestro"

PARA REFLEXIONAR

-Jesús anuncia un mensaje nuevo, que libera a los que lo reciben y les abre a
una relación de amor con Dios. ¿Cómo acojo yo en mi vida lo que la Palabra me
dice cada día? ¿Soy también yo transmisor de esa Buena Noticia para los que
me rodean?

-Jesús ve los problemas de la gente, se conmueve y actúa para ayudarles a


recuperarse y salir adelante. ¿Por qué no cura a todos los enfermos, en lugar
de sólo a unos pocos? ¿Puede Jesús hacer algo por quien no cree en Él? ¿A
quién te sientes llamado a servir, curándole sus heridas, ayudándole a liberarse
de sus “demonios”?

-Jesús saca tiempo para estar a solas con Dios, en la oración. ¿Es esto
imprescindible, se puede seguir a Jesús sin esta disponibilidad y esta actitud?
¿Soy consciente de que ese es también mi momento de encuentro real con Él?
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4. SALMOS PARA LA ORACIÓN

SALMO 94 - CONFIANZA EN EL SEÑOR

Dichoso el varón a quien tú educas,


Señor, al que enseñas tu ley,
dándole descanso tras los años duros.

Que el Señor no rechaza a su pueblo


ni abandona su heredad.
El inocente recobrará su derecho
y hay un porvenir para los rectos de corazón.

Si el Señor no me hubiera auxiliado,


ya estaría mi vida habitando el silencio.
Cuando me parece que tropieza mi pie,
tu lealtad, Señor, me sostiene;
y aunque se multipliquen mis preocupaciones,
tus consuelos deleitan mi ánimo.

Aunque atenten contra la vida del justo


y condenen a muerte al inocente,
el Señor será mi alcázar,
mi Dios será mi Roca de refugio.
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SALMO 130 - MI ALMA AGUARDA AL SEÑOR

Desde lo hondo te grito, Señor,


Dueño mío, escucha mi voz.
Estén tus oídos atentos
a mi petición de gracia.

Si llevas cuenta, Señor, de las faltas,


Dueño mío, ¿quién resistirá?
Pero el perdón es cosa tuya,
y así te haces respetar.

Aguardo al Señor,
lo aguarda mi alma,
esperando su palabra;
mi alma a mi Dueño,
más que el centinela a la aurora.

Espera Israel en el Señor,


¡como el centinela la aurora!
que la misericordia es cosa del Señor
y es generoso redimiendo.
Él redimirá a Israel
de todas sus faltas.
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5. RECURSOS PARA ACOMPAÑAR LA ORACIÓN

“Jesús de Nazaret” es una superproducción anglo-italiana rodada en 1977 por el


recientemente fallecido Franco Zeffirelli. Su formato original es el de una
miniserie de 5 capítulos, aunque es frecuente también su proyección como
largometraje, pese a su duración. Narra con bastante fidelidad y detalle la vida
de Jesús, desde su concepción y nacimiento hasta su muerte y resurrección.

Te propongo un ejercicio de contemplación con el fragmento que narra la


presentación de Jesús en la sinagoga de su Nazaret natal, donde es rechazado,
su encuentro con Andrés y Felipe, como primeros discípulos, y la escena de la
sinagoga de Cafarnaún, donde enseña y cura a un endemoniado.

En el siguiente enlace tienes la película completa (el fragmento elegido va desde


1 hora, 38’ y 43” hasta 1 hora, 50’ y 10”).

Observa a los personajes, estate atento a sus rostros, sus miradas, tratando de
introducirte en la escena:

-¿Cómo vive María el regreso de su hijo a Nazaret?


-¿Qué dificultades encuentra Jesús en las sinagogas de Nazaret y Cafarnaún?
-¿Cómo puede ser que sus vecinos y conocidos no reconozcan en Él al Mesías y
los desconocidos e incluso los “espíritus impuros” sí?
-¿Qué ven los primeros discípulos en Jesús? ¿Qué ve Jesús en ellos?

CONCLUYE LA SEMANA

Anota en tu cuaderno aquellas cosas que has percibido de ti mismo: puntos de


alegría, deseo de amistad con Jesús; y otros tal vez de percibir tu
superficialidad o pecado. Saca conclusiones acerca del tiempo que le dedicas
al Señor en tu día a día. Tener tiempo para Dios ayuda a dar calidad a la
relación que tienes con los demás.

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