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r::.) 2000, Editora Vazes Ltda.
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Sumario
Presentación . 5
Introducción
Pensando en voz alta acerca de ¿Qué evaluación
queremos construir? 7
Bibliografla .......... 47
Presentación
5 •
por hacer y decir acerca de la evaluación del
aprendizaje escolar.
La evaluación del aprendizaje no es
un tema cerrado, una discusión finalizada,
una teoría aceptada.
Necesita más bien que el profesor la
vaya moldeando paso a paso, cada día y en
cada clase, para cada uno de sus grupos de
alumnos. El aprendizaje de todo lo que ya
se pensó y escribió acerca de la evaluación
vale nada más que para poner en marcha el
camino personal de cada uno y para des-
pertar reflexiones que orienten nuestra
mirada.
Nunca sabremos demasiado sobre la
evaluación del aprendizaje, lo que necesita-
mos, lo más importante, es saber que su
verdadera dimensión y dirección se apren-
den a cada instante.
11 6
Introducción
7 11
No importa cuál haya elegido Lastres definiciones
propuestas, respectivamente, por Ralph W. Tyler, Bloom,
Hastins y Madaus o Ausubel, Novak y Hanesiam, son ex-
celentes; y, como muchas otras, alcanzan el objetivo que
buscamos. Todos estos autores coinciden en que toda
evaluación del rendimiento escolar involucra procedi-
mientos de recolección, organización e interpretación de
datos de desempeño que representan una forma de "jui-
cio" y, finalmente, que el alumno constituye el objeto
central de la evaluación. La idea de evaluación del rendi-
miento escolar, as(, se asocia a una concepción del cono-
cimiento pero también a la emisión de un juicio de valor;
es por tanto mucho más compleja que los procedimien-
tos de medición y, como consecuencia de ese juicio, la ta-
rea del profesor, cuando evalúa, exige competencia, dis-
cernimiento, equilibrio, además, obviamente, de conoci-
mientos técnicos.
En este sentido están de acuerdo los autores de
las definiciones antedichas. Nosotros, convencidos de
que solo podemos transmitir saberes técnicos, elabora-
mos este libro a partir del deseo de poner en las manos
de los profesores -en la realidad de su aula- algunas re-
flexiones y estrategias que intentan ayudarlos a recoger
e interpretar datos con mejor criterio y juzgar con más
propiedad.
Esesencial que el profesor jamás se olvide de que,
cuando evalúa a su alumno, está, en último término, re-
flexionando sobre la grandeza del desarrollo humano.
11 8
1 • ¿ Qué evaluación queremos construir?
9 11
que no es posible aplicarlas a todos en todas partes, los
dos extremos muestran la importancia que ha adquirido
esta cuestión y cómo es esencial investigar formas más
conscientes de sistemas evaluativos.
11 10
elaborar los conocimientos. En otras palabras, enten-
demos la evaluación del aprendizaje a través de una
perspectiva constructivista.
11.
funcionan como anticuadas alternativas de la Inter-
net, de los sistemas de multimedia y de las computa-
doras.
• 12
2 11 La dimensión del desafío
13 •
sos en un lenguaje que pueda explorar otros múltiples
lenguajes y también hasta qué punto es imposible reunir
en la simple palabra evaluación toda la diversidad de ti-
pos, funciones, procedimientos e instrumentos que la
realizan, además de las decisiones que determinan el éxi-
to y el fracaso, la promoción y la retención del alumno y
del profesor.
Es díf(cil, es complicado y, sobre todo, es contra-
dictorio. Por eso es importante arremangarse. iYa!
• 14
3 • La delimitación del campo y de los
referentes psicopedagógicos y normativos
en la evaluación del aprendizaje
15 •
una sensibilidad creciente para el tacto, el paladar,
la audición, la capacidad de atención y concentra-
ción, el olfato y la sensibilidad y agudeza visual.
• 16
desempeñando roles diferentes y asumiendo la di-
mensión individual de sus responsabilidades colecti-
vas. En s(ntesis, es esencial que aprenda a vivir con
105 demás, incluso con aquellos a quienes no lo unen
sentimientos de afecto o simpati'a.
17 •
recorrida por el docente en esa dirección. Por ejemplo:
uno de los atributos esenciales de los esti'mulos a la inte-
ligencia ling¡j(stica es el de hacer que el alumno sepa ex-
presarse cada vez con mayor claridad y precisión, que
descubra la fuerza de las palabras en la elaboración de
sentidos, que organice sentencias expl(citas y sepa usar,
entre un sinnúmero de otras habilidades, las habilidades
operatorias de la descripción, del análisis, de la s/n tesis y
de la cr(tica. En el momento en que se defina, as(, el cam-
po deseado y los objetivos de alcance pretendidos para
cada inteligencia (Iingu(stica, lógico-matemática, espacial,
sonora, cenestésico-corporal, naturalista, interpersonal e
intra-personal y, eventualmente, existencial y pictográfi-
ca), se debe evaluar cómo se alcanzaran estos progresos,
y si deben de ser mantenidos y, aun una vez más, cuál es
su zona de desarrollo próximo.
L'I 18
Pensándolo as(, a lo largo de algún tiempo clara-
mente definido de participación en las diferentes activida-
des escolares, es importante que el alumno muestre pro-
greso en:
19 •
oportunidades. Debe organizarse socialmente para
defender intereses y solucionar problemas a través
del diálogo y de la negociación, respetando las nor-
mas establecidas y teniendo siempre como uno de
sus objetivos el respeto por los derechos humanos.
• 20
que expresa solamente resultados cuantitativos y tal vez
cognitivos, y una ficha diagnóstica que muestre claramen-
te 105 progresos operados en las distintas capacidades, in
teligencias y competencias. Delimitado el campo de la eva·
luación (es importante insistir en que 105 tres campos pre·
sentados constituyen solamente una propuesta y de ningu·
na manera la evaluación debe circunscribirse nada más que
a estos), la etapa subsiguiente estará relacionada con los
referentes psicopedagógicos y normativos de la evaluación.
Los referentes psicopedagógicos deben surgir de
discusiones del equipo docente sobre:
21 •
* El modo de informar e involucrar a los padres o
responsables en los resultados alcanzados.
• Otros referentes .
• 22
4. Algunas directrices para
la evaluación del aprendizaje
23.
to exclusivo del profesor), ahora se busca un vinculo
profundo entre evaluador y evaluados no solamente en
cuanto al instrumento formal que se emplee, sino tam-
bién en cuanto a los procedimientos que serán ejecuta-
dos por unos y otros.
• 24
do invitamos a una persona a que coma lo "máximo", es-
tamos faltando el respeto a condiciones personales, ya
que el máximo es siempre igual para el glotón que para
aquel que se satisface con poco; pero si proponemos a
una persona que se alimente con una" cantidad óptima",
hacemos que cada uno ingiera lo que realmente necesita
y que todos salgan satisfechos.
25 •
3. ¿ Por qué debemos de privilegiar un atento
seguimiento de las acciones del alumno
y valorizarlas mucho más que a los
exámenes o a los trabajos que presenta?
~ 26
4. ¿Por qué debemos diversificar lo más posible
las actividades de evaluación del aprendizaje?
27111
ciente es la que ajusta el tipo y la intensidad de la ayuda
a las efectivas necesidades y dificultades encontradas por
los alumnos en su construcción de significados y atribu-
ción de sentidos.
• 28
sempeño. Al mirar al panel, observa la velocidad elegida,
la fuerza exigida, el recorrido virtual cumplido y, eventual·
mente, el tiempo que hace falta y las calarlas empleadas.
La carencia de informaciones para este deportista no se-
ria solamente frustrante, sino que también dificultarl'a la
evaluación dinámica, pertinente y eficaz de su desempe-
ño. La metáfora parece necesaria para mostrar que, en el
aula, no deben de ser muy diferentes los procedimientos
evaluativos para el alumno
29 •
nificativo es el aprendizaje que el alumno alcanzó; sin em-
bargo, ningún medio de evaluación alcanza en su plent~
tud todo lo que, efectivamente, un alumno fue capaz de
aprender.
En otras palabras, los alumnos siempre aprenden
mucho más que todo lo que puede ser captado por las
actividades de evaluación desarrolladas. Estas constata-
ciones nos conducen, por lo tanto, a la paradoja de acep-
tar que aun la más eficiente evaluación puede ser injusta
en la medición de 105 resultados. Nuestros alumnos siem-
pre saben más de lo que imaginamos que en verdad sa-
ben. Esto hace recordar una antigua y picara sentencia,
adaptada a los tiempos de la igualdad sexual: "Reprenda
a su cónyuge tres veces al dia. Si usted no sabe por qué
lo está reprendiendo, ciertamente él sabrá porqué usted
lo reprende".
11 30
5. Presupuestos, funciones y procedimientos
que deben auxiliar al profesor en la
elaboración de un proyecto de
cambio progresivo en la evaluación escolar
Algunos presupuestos
31 !i\I
" En la confianza del equipo docente a la fidelidad y
validez de los datos recogidos, aun reconociendo
las limitaciones de todo proceso de evaluación.
• 32
* Identificar necesidades y capacidades de los alum-
nos en cuanto a sus competencias e inteligencias,
procurando una orientación individual.
33 111
Algunos de los procedimientos esenciales
en la elaboración de un proyecto
de evaluación del rendimiento escolar
l1li 34
6 • Evaluación del rendimiento
escolar y la repitencia
35 •
sibilidad por la educación, se está eliminando la repiten-
cia del alumno y proponiendo ciclos, generalmente de
dos años, en los que no se reprueba y se recupera, no se
castiga y SI se estimula. Indiscutiblemente es una conquis-
ta importante, un fuerte reclamo por una mayor calidad
en la enseñanza y un golpe fatal en la prepotencia de al-
gunos profesores que empleaban sus notas rojas como
instrumento de tortura y, por consiguiente, de poder.
11 36
Si estos mecanismos son buenos, honestos y cons-
cientes, y aun as¡' el alumno conscientemente resiste a
ellos, que sea retenido, como lo es aquel que, aun con
buenos instructores, todav¡'a no aprendió a manejar.
37 11
7!1 Una sugerencia acerca de cómo
evaluar el desempeño de los grupos
cuando se emplean juegos operatorios
11 38
pre que se comprometieran con igual dedicación. He aqu(
los pasos de nuestra propuesta:
39 11
cantidad de participantes (5), o sea, 30 puntos, pa-
ra que se los dividieran entre sus integrantes, a con-
secuencia del desempeño en cada uno de los juegos
operatorios realizados. Esta distribución naturalmen-
te fue precedida de un largo y cuidadoso trabajo en
el que se los enseñaba a evaluar y registrar el desem-
peño en cada uno de los juegos, afianzando la con-
ciencia democrática de una partición no dictada por
intereses o necesidades personales, sino por el traba-
jo cooperativo y el desempeño particular en cada ta-
rea propuesta.
• 40
8• Un breve comentario sobre
el Programa de Estimulación
Experimental de Feuerstein
41 11
do la receptividad de estimulos y colaborando con la supe-
ración de la ausencia de educación sistemática. Por ello es-
te programa se recomienda especialmente para la educa-
ción de adultos y jóvenes que no pudieron integrarse a sis-
temas de enseñanza compatibles con su edad. Este progra-
ma se desarrolla en diferentes lugares del mundo, procu-
rando corregir disfuncíones de aprendizaje (en mí pals, se
lleva a cabo en la provincia de Bahla con adolescentes
apartados desde su infancia de una educación progresiva).
Además de ese destinatario especIfico, el programa ofrece
una ayuda relevante a la educación regular y a la evalua-
ción del aprendizaje, en situaciones reiteradas de fracaso
escolar de alumnos con deficiencias de aprendizaje, y tam-
bién a delincuentes en prisión y centros de reeducación, a
pacientes de hospitales psiquiátricos, hospitales, ancianos y
adultos analfabetos. En la escuela convencional puede coo-
perar en el abordaje de dificultades de aprendizaje en gru-
pos especiales. Puede aplicarse en clases comunes de has-
ta 40 alumnos, pequeños grupos o aun en tratamientos cI¡:
nicos individualizados.
iI 42
Este entrenamiento presupone una carga horaria minima
de 200 horas, y no requiere formación especial u otro re·
quisito académico anterior.
d) Recursos materiales
43 •
todo el ritmo de la ejecución del programa, resolviendo
de modo cooperativo los problemas propuestos en los
apuntes, sobre la base de la estimulación del pensamien-
to divergente6 y buscando soluciones fundamentadas en
debates grupales. Los instrumentos del programa son
presentados en una secuencia con dificultades crecientes,
a través de tareas progresivamente más complejas que
ponen en acción una motivación intr¡'nseca; esta motiva-
ción facilita al alumno su autoevaluación y la compren-
sión de sus dificultades, el análisis de resultados de cada
etapa de su esfuerzo y estimula la superación permanen-
te en las tareas.
• 44
e) La evaluación en el Programa
de Estimulación Experimental
45 liII
Conclusión
11 46
Bibliografía
47 111
__ : Aprender a aprender, Porto Alegre, ArtMed,
1998. (Del mismo autor puede consultarse: Estudio y génesis de
la psicomotricidad / Manual de observación psicomotriz,
Madrid, Inde.)
11 48