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El hecho ocurrió ayer, cerca de las 7:00, en el interior de una vivienda ubicada sobre las calles Manuel Ortiz
Guerrero y Gral. Aquino, del barrio Virgen del Rosario de la ciudad de Natalicio Talavera. Además de Cynthia,
sus padres Leoncio Orrego Garay (73), y Julia Sosa de Orrego (67), también fueron presas de la furia asesina del
hombre. Ambos recibieron heridas cortantes en diversas partes del cuerpo, al ser atacados con un cuchillo. El
fiscal de turno, Martín Escalada, dijo a Última Hora que el presunto victimario ya cuenta con orden de detención e
indicó que la policía ya se encuentra en la búsqueda del mismo.
Según datos de la Dirección de Policías del Guairá, siendo las 16:10 aproximadamente de ayer, personal de la
comisaria jurisdiccional recibió una llamada telefónica por parte de Blanca Orrego Coronel, manifestando el
fallecimiento de su hermana Cynthia Beatriz Orrego, a quien se le estaba trasladando al Hospital de Trauma, de la
ciudad de Asunción y debido a complicaciones de su estado ingresaron al Hospital Regional de Paraguarí, donde
el médico de guardia constató su deceso. Se comunicó el hecho al agente fiscal de la causa. Prosiguen las
averiguaciones para el esclarecimiento del hecho.
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Derecho aplicable_________________________________________________________________
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Una mujer acude a una comisaría de familia para denunciar que ella y sus dos hijos fueron maltrados por
parte de su expareja y padre de ambos menores, quien rompió la armonía familiar tras golpearla con fiereza
y provocarle una incapacidad de diez días certificados por el Instituto de Medicina Legal. En el hecho, la
señora había propinado primero una cachetada a su expareja, en señal de rechazo a su presencia, pues la
relación sentimental estaba rota. No era la primera vez que ello ocurría.
Con esos antecedentes la comisaría de familia concluyó que la mujer y sus hijos fueron víctimas de
violencia intrafamiliar e impuso una medida de protección definitiva a favor de la agredida y sus hijos, y en
contra del victimario, a quien le ordenó “abstenerse de cesar todo acto de violencia e intimidación, de
amenaza y venganza, de maltrato y ofensa, de hecho o de palabra”, así como ingresar a cualquier lugar
donde se encuentre la agredida. Además, le entregó provisionalmente la custodia de los hijos a la mujer y le
ordenó al padre el pago de una cuota alimentaria para los niños.
La Jueza de familia no analizó si la denunciante era víctima de maltrato, al ser sujeto de especial
protección por su condición de vulnerabilidad física que obliga a aplicar en el estudio enfoque diferencial”.
El asunto llego a la Corte Suprema de Justicia que, de entrada, señaló que en su precario análisis la jueza
de familia “pasó por alto el deber constitucional que tiene el Estado de erradicar toda forma de violencia y
discriminación contra la mujer, de brindarle especial protección y, por ende, no reparó en analizar si le
denunciante era víctima de maltrato, al ser sujeto de especial protección por su condición de vulnerabilidad
física que obliga a aplicar en el estudio enfoque diferencial”. Al mismo tiempo, le llamó la atención a la
funcionaria judicial por no valorar los materiales probatorios allegados al proceso, entre ellos el dictamen
de Medicina Legal, con lo cual desconoció “el derecho a la igualdad y la perspectiva de género dentro de
las decisiones judiciales a efecto de disminuir la violencia de género frente a grupos desprotegidos y
débiles como ocurre con la mujer”.
Y en un mensaje a todos los jueces, la Corte Suprema de Justicia advirtió que estos casos se deben juzgar
con “perspectiva de género”, que consiste en analizar si en este tipo de hechos “se vislumbran situaciones
de discriminación entre los sujetos del proceso o asimetrías que obliguen a dilucidar la prueba y valorarla
de forma diferente a efectos de romper esa desigualdad, aprendiendo a manejar las categorías sospechosas
al momento de repartir el concepto de carga probatoria, como sería cuando se está frente a mujeres, niños o
cualquier otro (…)”.Una postura judicial que la Corte resumió afirmando que “es necesario aplicar
justicia no con rostro de mujer ni con rostro de hombre, sino con rostro humano”.