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1. INTRODUCCIÓN.
En esta segunda semana del Mes de María, queremos entregar una oración respecto al
cariño que nuestra Madre nos regala en todo momento. ¿Cuántas veces necesitamos de ese
abrazo cariñoso para sentir esperanza en el Corazón? Pidámosle a la Virgen santísima que nos
acompañe siempre y que nos ayude a sentir ese abrazo, el cual es tan necesario en este tiempo.
2. MOMENTO DE ORACIÓN
Hoy queremos invitarlos a leer un mensaje del Papa Francisco, quien nos habla de María,
el evangelio, el cual está dedicado a esa mujer, que simplemente dijo sí al encuentro de Dios en su
vida. Leamos con atención, lentamente y dejando que el corazón nos mueva.
“La Virgen guardaba todo en el corazón, abrazaba todo, hechos favorables y contrarios. Y todo lo
meditaba, es decir, lo llevaba a Dios. Este es su secreto. Del mismo modo se preocupa por la vida
de cada uno de nosotros: desea abrazar todas nuestras situaciones y presentarlas a Dios.
En la vida fragmentada de hoy, donde corremos el riesgo de perder el hilo, el abrazo de la Madre
es esencial. Hay mucha dispersión y soledad a nuestro alrededor, el mundo está totalmente
conectado, pero parece cada vez más desunido. Necesitamos confiarnos a la Madre. En la
Escritura, ella abraza numerosas situaciones concretas y está presente allí donde se necesita:
acude a la casa de su prima Isabel, ayuda a los esposos de Caná, anima a los discípulos en el
Cenáculo... María es el remedio a la soledad y a la disgregación. Es la Madre de la consolación, que
consuela porque permanece con quien está solo. Ella sabe que para consolar no bastan las
palabras, se necesita la presencia”.
A continuación, les invitamos a orar con la oración final del Mes de María
San Agustín.
Ruega por nosotros.