Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Por:
Ana Jimena Martínez Soto – 202242482
Laura Alejandra Estrada Juárez – 202248320
Nancy Paola Méndez Camacho – 202248575
Dámaris Karina Catalán Cruz – 202240888
Julio Enrique Turcios Méndez – 200440718
Introducción ------------------------------------------------------------------------------------------------ 1
Sujetos --------------------------------------------------------------------------------------------------- 3
Consentimiento ---------------------------------------------------------------------------------------- 3
Objeto ---------------------------------------------------------------------------------------------------- 6
Causa ---------------------------------------------------------------------------------------------------- 7
Forma ---------------------------------------------------------------------------------------------------- 7
Condición ------------------------------------------------------------------------------------------------ 8
Stipulatio ----------------------------------------------------------------------------------------------- 17
Quirófanos -------------------------------------------------------------------------------------------- 19
Síngrafos ---------------------------------------------------------------------------------------------- 19
Contratos Re o Reales ------------------------------------------------------------------------------ 21
Mutuo --------------------------------------------------------------------------------------------------- 21
Comodato --------------------------------------------------------------------------------------------- 21
Depósito ----------------------------------------------------------------------------------------------- 22
Prenda ------------------------------------------------------------------------------------------------- 22
Precario ------------------------------------------------------------------------------------------------ 25
Conclusión ------------------------------------------------------------------------------------------------ 27
Laboratorio ------------------------------------------------------------------------------------------------ 29
1
Introducción
Las fuentes contractuales son precisamente aquellas obligaciones que nacen en
virtud de la celebración de un contrato o de un convenio, y las extracontractuales son
todas aquellas obligaciones que no se derivan de la celebración de un contrato ni de un
convenio, sino por una declaración unilateral de voluntad en virtud de una gestión de
negocios, por enriquecimiento ilegítimo o bien por responsabilidad civil.
Una parte contratante representa al cliente o proveedor con el que se ha firmado
el contrato. Un parte contratante también puede representar a una entidad interna
dentro de una organización de mayor tamaño. Una parte contratante representa al
cliente o proveedor con el que se ha firmado el contrato.
Justiniano señaló cuatro fuentes de las obligaciones: contratos, delitos,
cuasicontratos y cuasidelitos. Sin embargo, a lo largo del Corpus iuris encontramos
varias citas que demuestran que, para los bizantinos, estas cuatro fuentes no agotaban
la materia en cuestión, mencionando como fuentes adicionales la pollicitatio y el votum.
Son fuentes de las obligaciones los actos y los hechos jurídicos que producen
consecuencias jurídicas, estableciéndose una clasificación de estas en fuentes
contractuales y fuentes extracontractuales.
La capacidad de las partes contratantes es un requisito de validez de los
contratos. Las partes pueden ser personas físicas y personas morales y deben tener
capacidad legal para celebrar contratos, la falta de capacidad da lugar a la nulidad del
contrato.
El contratante se obliga a la ejecución del objeto del contrato y estará obligado a
cumplir con lo estipulado en las demás cláusulas y condiciones previstas en el mismo.
2
Si partimos de la máxima del ilustre Ulpiano que reza "donde hay error no hay
consentimiento” nos encontraríamos prácticamente en un callejón sin salida, puesto
que serían, dos conceptos que no podríamos avenir, situación por demás rígida, ya que
se presentan múltiples circunstancias en que un error no anula el consentimiento.
Es posible hablar de errores propios y errores impropios y subdividir a los primeros
en errores de derecho y de hecho. Si el error es de derecho, el sujeto que lo comete no
puede alegarlo para solicitar la invalidez del negocio jurídico, ya que la ignorancia de la
ley no nos excluye de su cumplimiento y no podemos alegar este tipo de error en
nuestro favor. Sin embargo, aunque este principio fue flexible en Roma, puesto que, si
error lo cometía, por ejemplo, un soldado o un campesino, a condición de que fuera
alegado en su favor para evitarse un daño y no para obtener un beneficio, podía
invalidarse el negocio del caso.
En relación con los errores de hecho, podemos agruparlos de la siguiente manera:
o Error sobre la naturaleza del contrato. Cuando ocurra que cada uno de los
sujetos crea que está celebrando un contrato diferente, al ver cuál es la situación
real, cada una de las partes recupera su aportación y el negocio no procede.
o Error sobre la indicación del objeto. Si las dos partes no coinciden en su
referencia sobre el objeto materia del contrato, este será nulo, pero si ambas
pensaban en el mismo objeto, el error será irrelevante.
o Error sobre las calidades del objeto. En este caso tendremos que analizar la
naturaleza del objeto para ver si esas calidades específicas del mismo son
esenciales; o bien accesorias.
o Si el error es sobre calidades esenciales se anulará el contrato, pero si es sobre
calidades accesorias, el negocio subsiste.
o Las calidades esenciales o accesorias del objeto no podrán determinarse de
antemano sino en cada caso específico.
o Error en cuanto a la cantidad del objeto del contrato. En principio, esta clase de
error es subsanable y no anula el contrato; no obstante, al igual que en el caso
anterior, debemos amarlo en cada situación específica, ya que podernos topar
con situaciones en que, debido a la naturaleza del objeto sobre el cual recaen
5
los efectos del contrato, una cantidad mayor o menor de él puede afectar de
forma esencial los efectos deseados por una de las partes.
o Error en la persona. Éste se dará en aquellos casos en que el contrato se
celebra teniendo en cuenta determinadas cualidades de la otra parte; al no darse
las mismas el contrato será nulo.
o Error en la causa. Si una de las partes se equivoca sobre el motivó que impulsó
a la otra a la celebración del contrato, en este caso el error será irrelevante.
Por lo que respecta a los errores impropios cuando existe falta de coincidencia entre
lo que se dice y lo que se desea hacer, prevalecerá lo manifestado, pero si este error
es tan obvio que la otra parte podía haberse dado cuenta, se invalida el negocio.
b) Dolo.
Es toda astucia o maquinación efectuada por una de las partes para que la otra
incurra en error. Citando a Servio Sulpicio, Ulpiano lo define como "cierta maquinación
para engañar a otro, de, simular una cosa y hacer otra". Aunque la palabra dolo lleva ya
intrínsecamente la idea de falsedad, de malicia, en Roma se hacía una distinción en el
dolo; así, se hablaba de un dolo malo y de un dolo bueno, entendiendo por éste la,
astucia de un individuo sobre todo cuando se planeaba algo contra de un ladrón o de
un enemigo
En el derecho apto no hubo remedio contra el dolo yo fue sino hasta finales de la
época republicana que, siendo pretor Aquilio Galo, creó la actio y la exceptio doli como
medios que permitieran al contratante, de buena fe obviar los perjuicios ocasionados en
virtud del dolo de su contraparte.
La actio doli servia para reclamar el valor del daño, la excepción la tenía la víctima
del dolo que hubiera sido demandada del cumplimiento de los deberes contraídos. En
los casos previstos en el edicto, el pretor también podía otorgar, en contra del dolo, una
in integrum restitutio.
c) Intimidación.
Ésta se manifiesta en actos de violencia a sea física o moral, que traerán como
consecuencia que, la persona sobre la que se ejerce no exprese libremente su
intención. Para que una persona pudiese alegar intimidación en su favor, esta tenía que
ser verdadera, lógica, actual e ilegítima; en su contra o bien contra un miembro de su
6
A este respecto Justiniano señalaba que un hecho cierto en sí mismo por más que
sea incierto para los contratantes, no podía retardar una obligación. Que el hecho sea
incierto, significa que debe tratarse necesariamente de un acontecimiento que puede
suceder o no. Este elemento de incertidumbre acerca de la realización del hecho futuro
es el que diferencia a la condición del plazo; ya que este último es un hecho futuro pero
cierto, que irrevocablemente tiene que ocurrir.
Independientemente de su carácter suspensivo o resolutorio, la condición puede ser
de tres tipos:
o Potestativa
o Casual
o Mixta
Será potestativa cuando su realización dependa única y exclusivamente de la
voluntad de la persona que debe realizarla. Casual cuando su realización sea
independiente de la voluntad del interesado. Finalmente, la condición mixta, cuando su
realización esté sujeta a la voluntad de las partes afectadas, más un acontecimiento
ajeno a ellas; dicho acontecimiento puede depender de una tercera persona o de un
hecho natural.
Todas estas condiciones pueden ser, a su vez, de carácter positivo o de carácter
negativo. Las primeras dependen de la realización del acontecimiento futuro e incierto,
y las segundas, de la no realización de ese acto futuro e incierto.
✓ Término o Plazo
Es un acontecimiento futuro de realización cierta del cual depende la entrada en
vigor o la cancelación de los efectos de un negocio jurídico.
En el primer caso, el término es suspensivo y el negocio tiene efectos a partir de
esa determinada fecha (ex die); en el segundo, estaremos ante un término resolutorio y
el negocio tendrá efectos hasta esa determinada fecha (in diem).
Se define como el hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio o extinción de
un derecho.
Los elementos del plazo son:
o Que se trate de un hecho futuro, o sea, que debe realizarse en el tiempo que
está por venir. Se trata de un hecho que debe verificarse con posterioridad a la
10
institución de herederos. En virtud del modo se impone al beneficiario del acto gratuito
un comportamiento determinado.
Como característica del modo debemos señalar que este gravamen no hace perder
al negocio su carácter de gratuito, convirtiéndole en oneroso, pues el gravamen
impuesto no reviste el carácter de contraprestación que el beneficiario deba realizar
como compensación por el beneficio recibido. Tampoco debe confundirse el modo con
la condición. En el ejemplo señalado pareciera que se trata de una condición
potestativa, sin embargo, la eficacia en los actos jurídicos condicionales de carácter
suspensivo se suspende hasta que se verifique el hecho en que consiste la condición.
En cambio, la institución de heredero sujeta a modo es de efecto inmediato. Dicho de
otro modo, la eficacia del acto jurídico no depende en nada de que el gravamen se
cumpla o no, ya que la liberalidad produce sus efectos en forma plena desde el primer
momento.
Los efectos del modo en el Derecho Romano fueron distintos en el Período Clásico
y en tiempos de Justiniano. En el Derecho Clásico, si el gravamen que se imponía
perseguía un fin imposible o ilícito, se estimaba como no impuesto. Cuando no había
ningún obstáculo para que el gravamen fuese cumplido, el problema que había que
resolver era el relativo a si el cumplimiento del modo podía ser exigido, y en caso de
serlo, por qué medios. Existieron vías indirectas para exigir el cumplimiento del modo,
por ejemplo, que el beneficiario de la liberalidad otorgase una caución.
En tiempos de Justiniano, se otorgó a quien hacía la liberalidad o a sus herederos,
un derecho especial para obtener la devolución de la cosa, de manos del beneficiario
que no había cumplido con el modo. El mecanismo procesal otorgado para obtener la
devolución de la cosa fue la condictio causae data causae non secuta. Si se pretendía
exigir el cumplimiento del encargo o modo, se concedió la actio civilis prescriptis verbis
13
Contratos nominados
Los contratos nominados hacen referencia a todos los contratos que aparecen en el
Código Civil con su correspondiente nombre que les denomina.
Existen varios tipos de contratos de este tipo, como pueden ser los contratos de
compraventa, los contratos de donación, los contratos de arrendamiento o los contratos
de depósito. Son contratos nominados por cuanto la norma los define específicamente,
como en el caso del contrato de compraventa, que está contenido taxativamente en el
artículo 1849 del código civil colombiano.
La mayoría de los Códigos civiles de los países cuyos ordenamientos jurídicos
provienen históricamente del sistema romano-canónico y germánico, contienen
definiciones aproximadas del contrato. La mayoría de ellos, siguen las directrices
estructurales del Código civil francés, heredero del Código Napoleónico, cuyo artículo
1101 establece (repitiendo el literal del Digesto referido anteriormente) que el contrato
es la convención por la cual una o más personas se obligan, con otra u otras, a dar,
hacer, o no hacer alguna cosa.
El contrato se aplica a todo acuerdo de voluntades dirigido a crear obligaciones
civilmente exigibles y estaba siempre protegido por una acción que le atribuía plena
eficacia jurídica.
Los contratos se dividen en verdaderos y en cuasicontratos. Eran verdaderos los
que se basaban en el consentimiento expreso de las partes y eran cuasicontratos los
basados en el consentimiento presunto. A su vez, los contratos verdaderos de dividían
en nominados e innominados. Eran nominados los que tenían nombre específico y
particular confirmado por el derecho (ej. compraventa) e innominados los que aun
teniendo causa no tenían nombre. Los contratos innominados eran cuatro: "Doy para
que des", "Doy para que hagas", "Hago para que des" y "Hago para que hagas". Lo
característico de los contratos innominados es que en ellos no intervenía el dinero
contado.
En el Derecho Romano existían contratos unilaterales y bilaterales. Los contratos
unilaterales obligaban solo a una de las partes (por ejemplo, el mutuo) y los bilaterales
obligaban a ambas partes (como en el caso de la compraventa).
15
✓ Dictio Dotis
Los contratos verbales son una modalidad de contratos que se perfeccionan por el
pronunciamiento de palabras solemnes.
Estos contratos serían tres:
o Stipulatio,
o Dictio dotis
o Promissio iurata liberti.
Aunque el único que sería de uso común y generalizado sería la stipulatio, que
incluso sobrevivió hasta nuestros días.
Todos ellos tendrían como característica común que fueron verbales, unilaterales y
de derecho estricto.Dentro de la división de los contratos que hicieron los autores
clásicos, encontramos los contratos formados verbis, es decir, aquellos cuyo requisito
para obligar a las partes es el pronunciamiento de palabras.
La estipulación fue de lejos el más usado de estos contratos, pero no es la única, y
encontramos también otros dos tipos de contratos verbales que no requieren de
interrogación, la dotis dictio y la promissio liberti. En general, estos contratos se
describen por el hecho de que, para producir efectos, no requieren la tradición, sino la
palabra, de lo cual se desprenden sus demás características.
✓ Promissio Iurata Liberti
Este contrato cumple con la obligación de liberar al esclavo y una vez este en condición
de liberto se obliga a prestar servicios al patrono. En este contrato hay una obligación
civil. El liberto hace un juramento al amo para contraer las obligaciones y en primera
instancia se hace un juramento religioso. Una vez hecho el primer juramento nace la
manumisión que es la que permite que el liberto tenga obligaciones civiles con el amo.
La manumisión "es un acto de disposición por virtud del cual el esclavo se hace libre y
ciudadano."
Las obligaciones de la promissio iurata liberti se pueden extinguir si el amo o el
esclavo muere si hay una capitis diminutio máxima o media por alguna de las partes,
también por remisión acceptilati cuando el esclavo queda en condición de liberto se
pierde la obligación de esclavo. El contrato se puede extinguir por pacto de non
17
pretendo, en donde el amo puede liberar al liberto de continuar con las obligaciones
civiles.
✓ Stipulatio
En Roma, contrato oral, solemne, perfeccionado mediante un interrogativo por parte
del acreedor, seguida de una respuesta afirmativa por parte exactamente. De la
stipulatio nacía una obligación stricti iuris y abstracta, es decir, con validez
independientemente de problemas causales. Voz lat. Estipulación. El contrato verbal,
unilateral y de estricto derecho que se perfeccionaba por la interrogación del acreedor,
seguida en el acto de una respuesta afirmativa del deudor, con la consecuencia para
éste de tener que ejecutar una prestación a favor de aquél.
Era un contrato verbal, ya que el vínculo obligatorio surgía a partir del momento en
que eran pronunciadas las palabras. Y unilateral pues sólo surgen obligaciones para el
prominente. Era abstracto, pues la mención de la causa o finalidad económico-social
por la cual se prometía no constituía un requisito esencial del contrato.
Precisamente por su carácter abstracto, la estipulación se utilizaba para revertir
toda clase de convenciones, dotarles de acción y proporcionarles la eficacia jurídica de
la que carecían. Además, se utilizaba también para transformar una obligación
precedente en otra nueva (novación), para reforzar una obligación ya existente
(fideiusso), o para extinguirla sin más.
En cuanto al objeto, originariamente la estipulación sólo podía versar sobre una
prestación determinada (un certum), entendiendo como tal o una cosa concreta (el
fundo Corneliano), o una cantidad precisa de dinero (100 sestercios), o una cantidad
definida de otras cosas fungibles (100 litros de vino). Pero bien pronto la estipulación
pudo versar también sobre un incertum, como cuando el prominente prometía entregar
una cosa no determinada o futura, o constituir un usufructo, o realizar o abstenerse de
realizar una actividad, etc.
18
Contratos Re o Reales
Son aquellos que, para su perfección, necesitan dos elementos: la entrega del
objeto o cosa, datio rei, y el acuerdo de las partes, convenio, que instituye la finalidad
de la entrega y es dirigido, fundamentalmente, a crear una obligación de restitución a
cargo del que la recibe. Si alguno de estos dos elementos falla, el vínculo obligatorio no
puede realizarse, si no había acuerdo tampoco podía existir el contrato, si faltaba la
entrega, el acuerdo pasaba automáticamente a ser nulo (slideshare, 2015).
Existen cuatro tipos de contratos:
✓ Mutuo
Es un contrato unilateral, gratuito y de derecho estricto, al que también se podía
llamar préstamo de consumo, por medio del cual la persona, llamada mutante, le
transfiere a otra, llamado mutuario, la propiedad de determinados bienes fungibles,
obligándose a este a devolver una cantidad igual del mismo género y calidad. Por lo
tanto, pueden ser objeto de este contrato aquellas cosas que se pesan, miden o
cuentan, con la finalidad de que el mutuario devuelva el objeto semejante, por ejemplo:
vino, trigo, dinero, alimentos, entre otros. El mutante no tienen ninguna obligación con
el mutuario, pero deberá de ser el propietario del bien en el momento de la celebración
del contrato. Para pedir que se devuelva lo prestado, el mutante tiene la condictio
certae pecuniae; dependiendo si se trata de mutuos de dinero o de otros objetos.
Ambas acciones se designan también con el nombre de condictio ex mutuo.
✓ Comodato
Conocido como préstamo de uso. Es un contrato o acuerdo sobre un cierto asunto
que debe ser respetado por todas las partes que se suscriben, sinalagmático
imperfecto, gratuito y de buena fe, por el cual una persona, llamada comodante, le
entrega un objeto no fungible a otra, llamada comodatario, para que sea utilizado con
un determinado fin y la devuelva en cierto plazo fijado. El objeto del comodato puede
recaer como bienes muebles como inmuebles, peor en cualquiera de los casos
deberán de ser objetos perfectamente determinables. Las obligaciones del comodatario
se reducen básicamente a dos: la utilización del objeto para conveniencia propia y
devolverlo al término del plazo establecido. Dicho retorno se hará con los productos
que se hayan obtenido, debiendo en todo momento cuidar el objeto una buena
22
conversación, siendo responsable de los daños que la misma sufriera, salvo que estos
proviniesen de causas ajenas a él. Por lo mismo, las eventuales obligaciones que
pudieran surgir para el comodante se reducen en realidad a una: indemnizar al
comodatario de los gastos extraordinarios que hubiese realizado para mantener el
objeto en un buen estado, así como aceptar el objeto materia del contrato cuando le
sea devuelto por el comodatario. Puesto que, el comodante y el comodatario tienen
derecho de reclamar el cumplimiento de las obligaciones de la otra parte mediante las
acciones respectivas. El comodante tendrá en su favor la actio commodati directa, la
cual se podrá ejercer para que se sea devuelto el objeto dado en comodato para
reclamar los daños y perjuicios ocasionados, con la ventaja de poder retener el objeto,
si es que el comodante no cumple con su obligación.
✓ Depósito
Otro de los contratos reales es el depósito, mediante el cual una persona, el
depositante, entrega a otra, el depositario, un objeto mueble para guardar, que deber
ser devuelta a su requerimiento. El depositario tiene la obligación de restituir la cosa
depositada, ya que es responsable por la pérdida o deterioro que sufriera el objeto,
salvo que fuese por causas ajenas a él. Y en cierto caso, es permitido pedir una
indemnización por los gastos que hubiera tenido que realizar para conservar el objeto
en la debida forma e incluso retener el bien en su poder y ejercer una actio depositi
contraria. En el supuesto de que el depositario utilice el objeto depositado en su
beneficio, deberá pagar los intereses correspondientes más los daños y perjucicios que
el depositante sufrienra, Teniendo este en su favor una actio depositi directa, por si el
depositario no cumple con las obligaciones estipuladas.
✓ Prenda
El último contrato real es la prenda, consiste en un deudor o una tercera persona
entrega un objeto a un acreedor, al que se le conoce como acreedor prendario, para
que se guarde en garantía de un derecho que este tuviese en contra del primero.
El acreedor prendario se obliga a restituir el objeto dada en prenda en el momento
en el que el deudor cumpla con su obligación, así como a pagar interese y daños, si el
objeto llegara a sufrirlos por haberlo utilizado en su beneficio, ejerciendo el dueño de la
prenda, en caso de incumplimiento, un actio pignoratitia directa. Por otro lado, él
23
también estará obligado a reembolsar al acreedor prendario los gastos que hubiese
efectuado para la conservación del objeto; de no hacerlo, el acreedor prendario tendrá
la facultad de ejercer un actio pignoratitia contraria para hacerse reembolsar los gastos
efectuados, gozando del derecho de retención de la prenda.
24
Contratos Innominados
Los contratos innominados o también conocidos como atípicos son aquellos que no
figuran expresamente en ninguna ley, pero que, por contener los elementos generales
de cualquier contrato surte efectos entre las partes que los suscriben.
Por ejemplo, el pacto de socios es un contrato que no figura ni el código civil ni en el
código de comercio, pero que es válido para las partes que lo han firmado.
✓ Contrato Permuta
El contrato de permuta en la legislación civil permite el intercambio de bienes, ya
sean muebles o inmuebles entre los contratantes. Es decir, en él se establecen las
disposiciones por las cuales una de las partes entregará un bien y la otra entregará otro
bien a cambio. Dicho contrato suele suponerse como antecedente de la compraventa,
pues implica el cambio de una cosa por otra y sus reglas le son aplicables, sin
embargo, la diferencia radica en la exigencia del precio cierto y en dinero.
Por lo anterior, no deben confundirse y cada una de las transacciones que
impliquen la transmisión de propiedad de alguno de los bienes parte de su patrimonio.
Para que un contrato de este tipo se lleve a cabo hay que tener en cuenta que Los
contratantes deben ser propietarios del bien mueble o inmueble que intercambiarán, de
lo contrario, se obligan a devolver el bien recibido. Este tipo de contrato implica
reciprocidad ya que produce iguales derechos y obligaciones para los permutantes.
Los contratos de permuta se pueden llevar a cabo para intercambiar bienes
muebles, por ejemplo, automóviles, o bien, bienes inmuebles como una casa o un
departamento, siempre y cuando los inmuebles tengan un valor igual o cercano.
El contrato de permuta permite tener garantía y seguridad jurídica sobre el
intercambio de bienes que se efectúe con algún tercero, no obstante, es importante que
este cumpla con los requisitos para que sea válido y pueda exigirse su cumplimiento.
✓ Contrato Aestimatum
Es un tipo de contrato mercantil que suelen celebrar los fabricantes o los
mayoristas, con minoristas, y consiste en que una de las partes, denominada "tradens",
quien es el comerciante o proveedor, entrega a la otra, denominada "accipiens", quien
es el consignatario, bienes o productos para que los venda en un periodo de tiempo
determinado. En caso de no realizarse la venta, el consignatario devolverá los objetos.
25
Una vez que se haya cumplido el plazo, deberá pagar los bienes que haya vendido
y devolver los que no haya vendido, o bien quedárselos hasta su venta. El comerciante
minorista asume el riesgo de daños o desperfectos que puedan sufrir las mercancías, y
si éstas sufriesen deterioros o daños, tendría que pagárselas al mayorista. Hay que
tener en cuenta que recibirá una contra prestación denominada comisión por el servicio
prestado.
La principal diferencia con un contrato de compraventa ordinario estriba en que la
entrega de los bienes que realiza el fabricante o el mayorista no transmite la propiedad
al minorista, pero sí la plena disposición de estos.
La principal ventaja de este tipo de contrato para los minoristas es que no tienen
que hacer desembolso de dinero hasta que no vendan la mercancía. Y la principal
ventaja para los mayoristas y fabricantes, que pueden ser utilizados como un medio
para introducirse en el mercado.
✓ Precario
El precario es una institución jurídica que se da cuando el dueño, usufructuario o
cualquier otra persona con derecho a poseer dicha finca, tolera o cede el uso de la
vivienda a otra persona, llamada precarista, para que la use sin contraprestación
alguna, incluyendo la inexistencia de un contrato y de una mensualidad en
representación de la renta o alquiler.
Dentro de este campo se considera ocupante en precario a “aquel que habita una
finca sin ser su propietario ni contar con un contrato de alquiler u otra legitimación”
(Conceptos Jurídicos, 2019)
En el intento de definir la figura del precario resulta que tal definición no se puede
tomar de la ley, sino que hay que acudir a doctrina y jurisprudencia. Ambas fuentes
identifican el precario con una posesión u ocupación de un inmueble ajeno sin estar
respaldada por un justo título.
Un arrendamiento en precario es un arrendamiento en el cual el propietario cede el
uso y disfrute de la vivienda o finca a otra persona, es decir, un arrendatario precarista,
sin contrato alguno y sin pagar ninguna renta.
El precarista puede serlo por:
26
o Haber entrado en la posesión de la cosa con el permiso del propietario, pero sin
contrato alguno.
o Haberse extinguido el contrato o título que justificará la posesión de la cosa.
o Por haber carecido en todo momento del título que habilitará para poseer u
ocupar la cosa.
✓ Contrato de Transacción
El contrato de transacción es un contrato que las partes pueden firmar para evitar
un litigio o para terminar uno que esté en curso o pendiente sin necesidad de iniciar un
juicio extrajudicial.
Según el artículo 2151 del Código Civil el contrato de transacción “es un contrato
por el cual las partes, mediante concesiones reciprocas, deciden de común acuerdo
algún punto dudoso o litigioso, evitan el pleito que podría promoverse o terminan el que
está principiado.”
En el artículo 2152 del mismo código establece que para que sea válido debe:
o Que las partes tengan capacidad para disponer de lo que sea objeto de la
transacción.
o Que las cosas o cuestiones sobre las cuales se transige sean dudosas o
litigiosas.
o Que las partes se prometan, cedan o den algo recíprocamente.
o Que, cuando se celebre por medio de mandatario, éste tenga facultad especial,
no sólo para transigir, sino para los actos y contratos derivados de la transacción
que necesiten facultad especial.
Si hay un conflicto entre las partes, estas pueden negociar total o parcialmente los
intereses que se discuten y llegar a un acuerdo que se plasma en un contrato de
transacción, que pone fin a la discusión, e incluso puede poner fin al proceso civil que
se lleve a cabo.
27
Conclusión
El contrato es identificado como la principal fuente de las obligaciones en el
marco del derecho. Este se define de forma concreta y general como el acuerdo de dos
o más voluntades para producir o transmitir derechos y obligaciones. En este sentido,
este ha sido considerado como la principal fuente de las obligaciones toda vez que, es
el acto jurídico o de derecho más común al que rodo individuo acudimos para pactar
voluntades. Asimismo, este se caracteriza por la manifestación de aquella voluntad que
se hace manifestar, ya sea de manera tacita o expresa, la cual tiene por objeto la
creación de un vínculo jurídico con terceros, el cual tiene el apoyo y respaldo en la
aplicación de las normas jurídicas.
Para que este acuerdo de voluntades pueda ser válido y logre existir debe reunir
elementos esenciales, mismos que se clasifican como elementos de validez y de
existencia. Siendo estos: sujetos, consentimiento, objeto, causa y forma.
Por hecho jurídico debemos entender aquel acontecimiento natural o del hombre
que el derecho toma en cuenta para atribuirles consecuencias jurídicas. En tanto que
por acto jurídico se entiende la manifestación exterior de la voluntad que se hace con el
fin de crear, transmitir, modificar o extinguir una obligación o un derecho y que esa
manifestación de voluntad produzca el efecto deseado por su autor, existiendo de tal
manera actos en los que sólo interviene una voluntad, llamados unilaterales, y aquellos
en que es necesaria la concurrencia de dos o más voluntades, denominados actos
bilaterales; los hechos jurídicos pueden ser voluntarios e involuntarios, y aquellos a su
vez lícitos e ilícitos.
Tenemos así que son fuentes de las obligaciones los actos y los hechos
jurídicos que producen consecuencias jurídicas, estableciéndose una clasificación de
las mismas en fuentes contractuales y fuentes extracontractuales.
28
Referencias Bibliográficas
Benedetti, A., Consuegra, F., Coy. O., Latorre, L., Trujillo, J., (28 de junio de 2012).
Contrato verbis y litteris. Aula virtual derecho romano. https://bit.ly/3Tbra62
Laboratorio
2) ¿Cuáles son las causas que pueden viciar el consentimiento del contrato?
• Error
• Dolo
• Intimidación
• Lesión
3) ¿Qué es Dolo?
Es toda astucia o maquinación efectuada por una de las partes para que la otra incurra
en error.
• Apreciable en dinero
• Determinado.
10) ¿En qué artículo del código civil se dice que “Hay contrato cuando dos o
más personas convienen en crear, modificar o extinguir una obligación”?
Art. 1517
26) ¿En cuántas categorías se dividen los contratos según las normas del
código civil?
Se dividen en 11 tipos de contratos.