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TRASTORNOS DE LA ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR

Por: Mg. Nicolás Murillo Cabrera


Rehabilitador Maxilofacial & Físico 01D06 “El Pan a Sevilla de Oro”

CONCEPTO

El Trastorno Temporo Mandibular (TTM) o la Disfunción Temporo-Mandibular (TMD), como también


se le conoce, es un término genérico que consiste en un conjunto de condiciones dolorosas y / o
disfuncionales que afectan el sistema estomatognático, involucrando principalmente los músculos
masticatorios, la Articulación Temporo-Mandibular (TMJ - ATM) y estructuras asociadas.(Melo et al.,
2020)

ETIOLOGIA

Tiene una etiología multifactorial, y se relaciona con factores estructurales, neuromusculares,


oclusales (pérdida dentaria, desgaste dental, dentaduras desadaptativas, caries, restauraciones
inadecuadas, contacto prematuro de las restauraciones, inclinación de los dientes hacia el espacio
creado por la pérdida dentaria, bruxismo, etc.). también el morderse las uñas, sostenerse la mano y
la mandíbula, chuparse los dedos o el chupete y lesiones traumáticas o degenerativas de la
articulación temporomandibular (ATM). (de Lourdes Sá de Lira & Fontenele, 2020)

Con la creciente conciencia de la importancia de la salud bucal, el trastorno de la articulación


temporomandibular (TTM) ha recibido un mayor interés público. El TMT incluye una amplia variedad
de trastornos funcionales que involucran la articulación temporomandibular y el músculo
masticatorio, y se asocia con síntomas generales como dolor, movimiento limitado, estrés muscular
y solidez de las articulaciones. Es un síndrome de dolor que comúnmente afecta la cabeza y la cara,
y el 75% de todas las personas experimentan al menos 1 síntoma general de TMD durante su vida.
Su prevalencia es mayor en personas de 20 a 50 años, y las mujeres tienen el doble de probabilidades
de verse afectadas que los hombres. (Cho & Lee, 2020)

Se estima que la prevalencia de TTM en la población mundial oscila entre el 5% y el 12%, aunque solo
alrededor del 2% requieren alguna intervención o tratamiento.

La etiología de los TTM es compleja y multifactorial o incluso acentuando la progresión del dolor
están: factores físicos como trauma, fuentes de dolor profundo, hábitos parafuncionales, condición
oclusal, características posturales, hiperactividad muscular, factores neuromusculares; y factores
psicosociales, como condiciones socioeconómicas, trastornos del sueño, ansiedad y depresión.(Melo
et al., 2020)
La TMD tiene una etiología multifactorial, pero el papel de los factores etiológicos individuales sigue
siendo controvertido. Los pacientes con TTM presentan una variedad de características psicosociales
y conductuales y el estrés psicológico es un factor desencadenante importante. El estrés es una
condición de presión psicológica o fisiológica provocada por diferentes estímulos. Los factores
socioeconómicos, los cambios en el estilo de vida, las cargas de trabajo competitivas y los trastornos
emocionales conducen a un aumento de los niveles de estrés en el escenario existente. El mecanismo
de respuesta al estrés conduce a dos secuencias químicas. Las hormonas adrenalina y noradrenalina
facilitan una respuesta rápida y la hormona cortisol facilita una respuesta lenta. La hormona cortisol
se considera generalmente como un indicador del nivel de estrés. Los pacientes con niveles de estrés
más altos son más propensos al bruxismo y trastornos de la ATM y, en general, el estrés excesivo
tiene varias implicaciones en la salud física y mental. La exposición frecuente a condiciones de estrés
puede aumentar los niveles de cortisol, lo que puede tener efectos nocivos para la salud. El nivel de
cortisol salival es un indicador válido de la concentración plasmática de cortisol. Al igual que el cortisol
plasmático, la concentración de cortisol en la saliva es un marcador de estrés fiable. Este estudio tuvo
como objetivo medir la prevalencia de TMD en estudiantes de medicina y dentista mediante el
cuestionario RDC / TMD Eje I. El segundo objetivo fue evaluar el estrés y los niveles de cortisol en
saliva en estudiantes con TTM y comparar los resultados con estudiantes sin TTM. La hipótesis
establecida fue que los estudiantes con TTM no presentaban cambios en los niveles de estrés y
cortisol saliva. Como conclusión este estudio mostró que el estrés psicosocial juega un papel vital en
la etiopatogenia de los trastornos temporomandibulares. Las estudiantes mujeres tenían un mayor
riesgo de TMD que los estudiantes varones, y los trastornos musculares eran los más comunes. Los
niveles significativamente más altos de cortisol salival y los niveles de estrés en individuos con TMD
indicaron la importancia de los niveles de cortisol salival como un marcador biológico de estrés en
pacientes con trastornos temporomandibulares. (Venkatesh et al., 2021)

FISIOPATOLOGIA

Entre las patologías orofaciales con este síntoma la más frecuente es la disfunción
temporomandibular (DTM). Los médicos y los investigadores comúnmente tienen como objetivo
reducir el dolor y mejorar la calidad de vida de las personas con TMD.

LA ESTIMULACIÓN NOCIVA

Da como resultado la activación de fibras aferentes que conducen al tronco del encéfalo,
lo que resulta en la liberación de neuroquímicos y la activación de neuronas en el
cerebro. Al cambiar estas vías y trabajar a través de la conducción periférica, el sistema
nervioso central (SNC) sufre cambios que se explican por la plasticidad neuronal. Entre las
estrategias utilizadas para lograr estos objetivos se encuentra el uso de ejercicios
isotónicos en la región dolorosa. Ya se han descrito algunas estrategias para beneficiar a
las personas con dolor crónico. Los estudios han demostrado que los ejercicios de
relajación de la musculatura mandibular reducen el dolor de las personas con TMD. En
asociación con la orientación, los ejercicios y la rehabilitación de las funciones
estomatognáticas, se observaron mejoras en los voluntarios con TMD en comparación con
el grupo de control después del uso de férulas oclusales. Por el contrario, Wirianski et
al. no detectaron diferencias entre los grupos de control e intervención después del
ejercicio de fuerza isotónico. Una de las limitaciones de este estudio fue la variabilidad
intraindividual durante la evaluación del resultado primario. La mayoría de los resultados
mostrados por los ejercicios de relajación, las orientaciones al hogar se miden por los
resultados clínicos. Además de eso, los exámenes complementarios permiten la medición
objetiva de cuestiones subjetivas como el dolor. (Brandão et al., 2021)

EL DESPLAZAMIENTO DEL DISCO DE LA ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR (ATM)

Es uno de los tipos más comunes de trastornos temporomandibulares (TMD) que


producen alteraciones funcionales del sistema masticatorio.

CAUSAS

Las causas etiológicas de los TTM pueden variar ampliamente, además de las etiologías biológicas,
ambientales, sociológicas, emocionales y cognitivas. La tensión emocional, la pérdida de dientes, las
interferencias oclusales, el trastorno de los músculos masticatorios, la postura incorrecta y la
variación de la estructura de la articulación temporomandibular están estrechamente asociados con
el TMD.(Cho & Lee, 2020)

CLINICA DE CONSIDERACIÓN

Como el agrietamiento de la articulación como tal, sensibilidad muscular y apertura bucal limitada,
progresando hasta síntomas profundamente incapacitantes, como dolor orofacial, neuralgia del
trigémino, neuralgia de arnold, odontalgia y dificultades en la función masticatoria. Además, se
observan síntomas otológicos, como acúfenos, otalgias, mareos / vértigo, plenitud auditiva,
hipoacusia e hiperacusia; todos estos factores interfieren en las actividades sociales y laborales
diarias del individuo, así como en su salud emocional y física.

La TMD se describe mediante una tríada típica de signos clínicos, como sonidos de la ATM, dolor de
la ATM o dolor de los músculos masticatorios, y desviaciones o limitaciones en los movimientos de la
mandíbula.

Los síntomas de TMD aumentan en la adolescencia, se vuelven prominentes durante la mediana edad
y se reducen gradualmente más adelante en la vida. El diagnóstico de TMD siempre se establece
mediante el examen de signos y síntomas; sin embargo, la presencia de síntomas es variable. Se han
realizado pocos estudios epidemiológicos para evaluar la prevalencia de TMD en pacientes e
individuos sanos.(Venkatesh et al., 2021)
SINTOMAS

Los principales síntomas de la DTM son dolor muscular, dolor y deterioro funcional de la articulación
temporomandibular, movimiento limitado de la mandíbula y movimiento de la mandíbula con dolor.
También se puede experimentar dolor en otras partes del cuerpo, como la oreja, la sien, la frente, la
laringe, la columna vertebral y la cintura escapular, y los síntomas asociados incluyen debilidad
articular y desviación mandibular. Por encima de todo, dado que la función masticatoria deteriorada
tiende a conducir a la privación de alimentos, eventualmente podría causar un deterioro de la calidad
de vida. (Cho & Lee, 2020)

Pueden aparecer de forma espontánea, pero en general se ven agravados por la función masticatoria.
Suelen ser unilaterales y se localizan cerca de la oreja, el ángulo de la mandíbula o la cara y el área
temporal, con movimientos musculares restringidos, sensibilidad a la palpación y dolor posiblemente
heterotópico cuando se detectan puntos gatillo.

El dolor es el síntoma más común y las mujeres se ven más afectadas que los hombres. Algunas
posibles razones para esto involucran factores psicosociales, psicológicos, conductuales, hormonales
y estructurales.

Los síntomas de TMD parecen ser más graves y duran más en las mujeres, lo que aumenta las
posibilidades de que busquen tratamiento. Los síntomas repercuten negativamente en la calidad de
vida del paciente, perjudicando las actividades laborales, escolares, del sueño y del apetito.(de
Lourdes Sá de Lira & Fontenele, 2020)

La bibliografía es sólida y coherente en apoyo del papel de otros factores, como los problemas
psicosociales y genéticos, así como la sobrecarga relacionada con los músculos, en la fisiopatología
del TMD.

A nivel odontológico cabe mencionar que la pérdida de dientes posteriores, menor número de
dientes y edéntulos se han asociado con síntomas de TTM. La no oclusión en al menos un lado
conduce a una mayor probabilidad de desarrollar dolor miofascial.

Aunque la oclusión se considera comúnmente como un factor de riesgo importante para TMD, existe
una comprensión limitada de la relación causal entre la aparición de síntomas de TMD y la oclusión y
del posible papel de los diferentes aspectos de la oclusión en la etiología de TMD.

Por este motivo, es necesario hacer un seguimiento de los pacientes mediante la realización de
ajustes oclusales y orientación para obtener dentaduras postizas removibles como reemplazo de los
dientes permanentes que se pierden, asegurando una mejora en la estética, el habla y la masticación,
es decir, en la calidad de vida del paciente.(de Lourdes Sá de Lira & Fontenele, 2020)

En la investigación RELATIONSHIP BETWEEN PATHOLOGICAL OCCLUSAL CHANGES AND THE SIGNS


AND SYMPTOMS OF TEMPOROMANDIBULAR DYSFUNCTION 2020 por de Lourdes Sá de Lira &
Fontenele, 2020, se encontró una asociación significativa entre los 2 signos de TMD (crepitaciones y
bruxismo) y maloclusión de Clase II. Los signos y síntomas de DTM fueron más frecuentes en los
pacientes que presentaron pérdida múltiple de dientes sin maloclusión.(de Lourdes Sá de Lira &
Fontenele, 2020)

EPIDEMIOLOGIA

El TJDS generalmente ocurre en personas jóvenes o de mediana edad con una tasa de incidencia de
28% a 88% según informes en el extranjero. La tasa de visitas ha aumentado en los últimos años. El
SDJT normalmente ocurre en un lado en la mayoría de los casos, pero algunos pueden afectar
gradualmente a ambos lados en progresión. casos, o incluso daños orgánicos. Se pueden encontrar
cambios patológicos como fugas y edema causados por inflamación no bacteriana alrededor de la
articulación afectada y los tejidos circundantes, lo que puede conducir a la acumulación de histamina
u otro material inflamatorio, y causar un grupo de síntomas que incluyen dolor, golpes y trastornos
funcionales. de la articulación afectada.

La patogenia del SDJT es complicada y, sin embargo, no se comprende del todo. La visión tradicional
sostiene que el TJDS se debe al desequilibrio del músculo masticatorio y la disfunción del movimiento
de diferentes partes de la articulación temporomandibular.

Según la gravedad de la enfermedad, el SDJT se puede clasificar en 4 categorías:

1. Disfunción del músculo masticatorio


2. Trastorno funcional
3. Enfermedad inflamatoria articular
4. Osteoartritis

Según los criterios de diagnóstico más populares en China. (Ding et al., 2019).

En este estudio RELATIONSHIP BETWEEN PATHOLOGICAL OCCLUSAL CHANGES AND THE SIGNS AND
SYMPTOMS OF TEMPOROMANDIBULAR DYSFUNCTION 2020, hubo asociación entre dolor muscular
y ATM, chasquido y crepitación en algunas situaciones clínicas, como pérdida dentaria y
maloclusiones, corroborando Costa et al. Observaron que el 80% de los pacientes con TTM
presentaban respuestas positivas a los sonidos de la ATM, fatiga muscular o dolor al masticar, cefalea
y dolor en la región cervical, interferencia oclusal y maloclusiones asociadas.

Aunque otros autores han afirmado que los ruidos articulares son frecuentes, la ausencia de ruido
articular no puede ser un factor determinante de la normalidad articular. Existe una relación entre el
DTM y los factores oclusales que pueden predisponer, desencadenar o perpetuar esta disfunción, y
no se debe descuidar el análisis oclusal de los pacientes.

En particular, la pérdida múltiple de dientes posteriores fue bastante expresiva, lo que sugiere una
asociación con los signos y síntomas de TMD. Se considera que la pérdida del soporte posterior es
uno de los pocos factores dentales que tiene evidencia consistente en la literatura como causa de
dolor de ATM y TMD. Esto fue observado por Landi et al. cuando afirmaron que el factor oclusal más
prevalente en los pacientes con TTM era la ausencia de 5 o más dientes posteriores. Este tipo de
pérdida de dientes podría provocar problemas en las articulaciones, en particular el riesgo de
agrietamiento y dislocación del disco articular. Algunos autores han informado que los pacientes con
mayor pérdida dentaria en las áreas de apoyo fueron más afectados por miofascitis del músculo
pterigoideo lateral, capsulitis y desplazamiento parcial anterolateral del disco, lo que puede acelerar
el desarrollo de enfermedades degenerativas de la ATM.

En este estudio, se observó que los pacientes que presentaron pérdida de múltiples piezas dentarias
sin maloclusión presentaban signos y síntomas significativos de DTM, tales como chasquido, crujidos,
fatiga muscular, desplazamiento mandibular, apertura bucal limitada, bloqueo mandibular, apriete
dentaria. , bruxismo, dolor preauricular y dolor de ATM (apertura y cierre). Cabe mencionar que los
pacientes con pérdida de piezas dentarias asociada a maloclusión no mostraron ninguna correlación
significativa con los signos y síntomas de TTM. Esto sugiere que el tratamiento de ortodoncia por sí
solo no tratará esta disfunción. La rehabilitación oral está indicada para restablecer la correcta
función masticatoria y el equilibrio muscular. Tales observaciones han sido realizadas por otros
autores que concluyeron que la terapia dental invasiva, como el tratamiento de ortodoncia, no se
recomienda para el manejo o prevención de TMD, y su necesidad debe ser analizada con cautela por
los médicos.

En el estudio de Lemos et al. y Teixeira et al., la maloclusión no se asoció con la presencia de TMD o
la aparición de signos clínicos. Entre los factores oclusales analizados en el estudio, la maloclusión
Clase II se correlacionó estadísticamente con la necesidad de tratamiento y TMD, lo que corrobora
nuestros estudios porque la Clase II mostró signos significativos de crujido de TMJ y crujido de
dientes. Cuando la maloclusión se asoció con la pérdida de múltiples dientes, la Clase I con
apiñamiento dental fue más prevalente, pero los signos y síntomas de TTM no fueron
estadísticamente significativos, aunque sí se observaron en todas las maloclusiones estudiadas.

En un estudio longitudinal prospectivo, se encontró un aumento en la prevalencia de síntomas de


TTM en un grupo de pacientes con maloclusión Clase II. Según estos autores, el tipo de oclusión
puede jugar un papel como factor contribuyente en el desarrollo de signos y síntomas de TTM,
aunque esta influencia es difícil de cuantificar y predecir.

En una revisión sistemática de la asociación entre la maloclusión y los signos y síntomas de TMD, falta
evidencia significativa que sugiera que los factores oclusales funcionales o estáticos causan TMD. El
TMD no puede correlacionarse con ningún tipo específico de maloclusión.

Los estudios indican que la contribución de los factores oclusales a la aparición de TMD es leve. Solo
unos pocos factores de oclusión estática se correlacionaron significativamente con los signos de TMD.
Sin embargo, el estudio de Motta et al. encontraron que había una asociación estadísticamente
significativa entre los hábitos parafuncionales y los senos nasales y / o síntomas de TTM en
adolescentes. Cabe señalar que el estudio de Lemos et al. demostraron que la maloclusión de clase
II, la sobremordida y los dientes rotados se correlacionaron con la presencia de signos clínicos de
DTM articular o la necesidad de tratamiento, pero que en general, la oclusión puede desempeñar un
papel como cofactor en la predisposición o perpetuación de los diferentes trastornos. formas de TMD
y no debe considerarse como el factor principal.

Se ha observado la ausencia de una asociación específica de la enfermedad entre las características


de la oclusión dental y los TTM, y no hay base para plantear la hipótesis de un papel importante de
la oclusión dental en la fisiopatología de los TTM. Por tanto, se deben realizar estudios longitudinales
para comprobar que existe una correlación entre maloclusión y DTM.

Como conclusión se vio que hubo una asociación significativa entre los 2 signos de TMD
(crepitaciones y bruxismo) y maloclusión de Clase II. Los signos y síntomas de DTM fueron más
frecuentes en los pacientes que presentaron pérdida múltiple de dientes sin maloclusión.(de Lourdes
Sá de Lira & Fontenele, 2020)

Además, se ha informado de una tasa de prevalencia del 16% al 59% en la población común. Solberg
y col. informó que los síntomas de TMD existían en aproximadamente el 26% de los estudiantes
universitarios.

Se ha informado de una mayor prevalencia de síntomas de TMD en mujeres. Zulqarnainet al. informó
una prevalencia del 12% en estudiantes universitarias. Muchos estudios han utilizado cuestionarios
autoadministrados para evaluar la prevalencia de TMD en la población general. (Venkatesh et al.,
2021)

CRITERIO DIAGNOSTICO PARA LOS TRASTORNOS TEMPORO-MANDIBULARES

Los criterios diagnósticos de investigación para los trastornos temporomandibulares (RDC / TMD)
fueron recomendados por primera vez por Dworkin y Leresche. El RDC / TMD detecta la relación
completa entre las dimensiones psicológica y física del dolor crónico. Proporciona una medición
correcta de los signos y síntomas en el TTM (Eje I) y los factores psicosociales y psicológicos asociados
(Eje II). Se ha verificado la validez y fiabilidad del RDC / TMD para los ejes I y II. Es universalmente
aceptado debido a sus resultados de buenos a excelentes. (Venkatesh et al., 2021)

DIAGNOSTICO

Los problemas de estructura anatómica del TMD se pueden diagnosticar mediante imágenes de TC,
RM o rayos X. La resonancia magnética es un método óptimo para evaluar de manera integral a un
paciente con signos y síntomas de TMD. Sin embargo, este examen es costoso, de difícil acceso y algo
limitado para evaluar los síntomas clínicos. Además, otras tecnologías disponibles para el diagnóstico
de TMD incluyen la kinesiografía mandibular (MKG), la electromiografía y la ecografía. Sforza y col.
sugirió que la cinemática mandibular y el análisis electromiográfico de superficie son muy útiles en el
diagnóstico de TMD. (Cho & Lee, 2020)
El conocimiento de TMD ha aumentado junto con el desarrollo de métodos de diagnóstico.
Actualmente, la resonancia magnética (MRI) de la ATM es la modalidad preferida de redimetría para
el diagnóstico de desplazamiento del disco. (Litko-Rola et al., 2020)

LA RESONANCIA MAGNÉTICA

Es una técnica multidimensional no invasiva que produce imágenes de alta calidad de tejidos blandos
sin radiación ionizante.

La literatura publicada sobre trastornos de la ATM se centra más comúnmente en el desplazamiento


anterior del disco de la ATM. Esto puede deberse a que en la mayoría de estos estudios, la posición
del disco de la ATM se analizó sólo en el plano sagital. En consecuencia, no se consideraron otras
direcciones de desplazamiento del disco (por ejemplo, medial, lateral). Además, de acuerdo con los
criterios de análisis de imágenes RDC / TMD, solo las imágenes de RM sagital se utilizaron como
método de referencia para el diagnóstico de desplazamiento del disco de la ATM en pacientes con
TMD a pesar de que el protocolo de imágenes estándar requiere una serie de imágenes sagitales y
coronales. Sólo unos pocos estudios se centran en el desplazamiento del disco en el plano coronal.

El análisis de RM de ATM coronal fue introducido en 1986 por Katzberg et al. y todavía se realiza de
forma rutinaria como parte del procedimiento de imágenes de la ATM. Sin embargo, hay poco
acuerdo sobre su contribución a la evaluación de rutina de la posición del disco en pacientes con
TMD. Desde el punto de vista anatómico, TMJ es una estructura espacial.

Dependiendo de la dirección del desplazamiento en los planos sagital y coronal, se pueden distinguir
varios tipos de desplazamiento:

• Anterior,
• Posterior,
• Lateral,
• Medial y
• Combinado.

El reconocimiento correcto del estado completo de la posición del disco es importante para diversos
procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos que implican técnicas de reposicionamiento del disco,
así como para el pronóstico y la evaluación de los resultados del tratamiento.

En casos con síntomas clínicos de TMD en los que se planifica un tratamiento de ortodoncia, también
se debe evaluar el estado del complejo disco-cóndilo, ya que este tratamiento podría tener un
impacto en la relación de las estructuras de la ATM. posición normal del disco basada solo en la
evaluación en el plano sagital utilizada por algunos autores puede ser insuficiente y se vuelve
bastante controvertida, especialmente cuando se evalúa una sola imagen central. En la literatura
disponible, existe una falta de correlación entre la posición del disco de la ATM en la y síntomas
clínicos.
La compatibilidad de los diagnósticos clínicos de desplazamiento del disco de ATM y los diagnósticos
basados en la RM, según diferentes autores, según el tipo de desplazamiento, oscila entre el 44 y el
90%. Se puede sospechar que esto puede deberse, hasta cierto punto, al método de evaluación de
la posición del disco TMJ en la resonancia magnética. Esta discrepancia entre los hallazgos de imagen
y los síntomas sin duda complica el tratamiento clínico. Por lo tanto, la falta de acuerdo sustancial en
los datos publicados sobre la conveniencia de utilizar el protocolo de diagnóstico más amplio de la
evaluación de la posición del disco de la ATM en la resonancia magnética en pacientes con TMD es
motivo de preocupación aquí.

Es esencial una comparación de la información diagnóstica basada en la exploración central en el


plano sagital solo con la obtenida con imágenes sagitales y coronales multisección en una muestra
grande de participantes, el mismo que concluye que para mejorar la evaluación del trastorno interno
de la ATM y evitar diagnósticos falsos negativos, se deben recomendar imágenes sagitales y coronales
como estándar en la resonancia magnética del desplazamiento del disco de la ATM en pacientes con
TMD. (Litko-Rola et al., 2020)

MEDIDAS ACCESORIAS DE TRATAMIENTO

Entre los diferentes materiales que contamos para el tratamiento, estabilización y manejo de estos
problemas, tenemos:

La férula oclusal (OS) se ha utilizado ampliamente para restaurar el equilibrio neuromuscular


mediante el retorno de contactos oclusales equilibrados, reposicionamiento del cóndilo y relajación
muscular.

Consiste en un dispositivo removible de resina acrílica termo-polimerizable que se puede utilizar


durante el día o la noche dependiendo de la situación clínica.

La terapia manual (MT) es otra opción terapéutica conservadora que se ha asociado con buenos
resultados en tratamiento de pacientes con TMD. Se ha utilizado para restaurar el rango de
movimiento normal, reducir la isquemia local, estimular la propiocepción, romper las adherencias
fibrosas, estimular la producción de líquido sinovial y reducir el dolor.

Además, existe un consenso en la literatura de que el tratamiento se centró sobre la educación del
paciente a través de un asesoramiento personalizado e individualizado (CS) Se considera un
componente central del manejo de los TTM.

Varios autores informan que este enfoque biopsicosocial ha demostrado una mejora significativa en
la reducción del dolor. Si bien estas terapias se consideran tratamientos efectivos y no invasivos, se
sabe poco sobre su efecto en relación con factores psicológicos como la ansiedad. La literatura indica
que los estudios realizados presentan resultados contradictorios debido a la heterogeneidad de las
muestras incluidas, falta de criterios estrictos como el diagnóstico de TTM a través de Criterios
Diagnósticos de Investigación (CDR) y diferentes períodos de seguimiento.(Melo et al., 2020)
BIBLIOGRAFIA

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de Lourdes Sá de Lira, A., & Fontenele, M. K. V. (2020). Relationship between pathological occlusal
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Litko-Rola, M., Szkutnik, J., & Różyło-Kalinowska, I. (2020). The importance of multisection sagittal
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