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Oclusión
Docente:
Dr. Julio Jimbo Mendoza
Nombre:
Diana Veloz López
Período académico:
Primer Periodo / Cuarto Semestre “A”
Año Lectivo:
2023
Tema:
2.1 Etiología de los trastornos funcionales del sistema masticatorio.
Terminología.
2.2 Signos y síntomas de los trastornos Temporomandibulares. Trastornos
funcionales de los músculos. Trastornos Funcionales de la ATM.
Trastornos Funcionales de la Dentadura.
Otros signos y síntomas asociados con los Trastornos Temporomandibulares.
2.3 Historia Clínica y exploración de los trastornos Temporomandibulares.
Anamnesis. Dolor. Exploración clínica. Exploración muscular. Exploración de la
ATM. Exploración dentaria.
2.4 Diagnóstico de los trastornos Temporomandibulares.
Etiología de los trastornos funcionales del sistema masticatorio.
Terminología.
Los trastornos funcionales del sistema masticatorio se han identificado con
diversos términos. En 1934 James Costen descubrió unos cuantos síntomas
referidos al oído y a la articulación temporomandibular (ATM). Una
consecuencia de este trabajo fue la aparición del término síndrome de Costen.
Posteriormente en 1959, Shore introdujo la denominación síndrome de
disfunción de la articulación temporomandibular. Mas tarde apareció el termino
de alteraciones funcionales de la articulación temporomandibular, acuñado por
Ramfjord y Ash. Algunos términos describían factores etiológicos sugeridos,
como es el caso de trastorno ocluso mandibular. Otros resaltaban el dolor,
como el síndrome de dolor-disfunción, el síndrome de dolor-disfunción miofacial
y el síndrome de dolor-disfunción temporomandibular. La Asociación Dental
Americana adopto el termino de trastornos temporomandibulares (TTM).
Historia de los trastornos temporomandibulares
La profesión odontológica presto atención por primera ve al campo de los TTM
a partir del articulo del Dr. James Costen en 1934, era otorrinolaringólogo y,
basándose en 11 casos, sugirió por primera vez que las alteraciones del estado
dentario eran responsables de diversos síntomas del oído. A finales de la
década 1930 y durante la década de 1940, solo algunos dentistas se
interesaron por el tratamiento de esos problemas dolorosos. Los tratamientos
mas frecuentes de esta época eran los dispositivos de elevación de la mordida,
que Costen había sugerido y desarrollado por primera vez. A finales de la
década de 1940 y durante la década de 1950, la profesión odontológica
empezó a cuestionar estos dispositivos como tratamiento de elección para la
disfunción mandibular.
La investigación científica de los TTM empezó en la década de 1950. Los
primeros estudios científicos sugerían que el estado oclusal podía influir en la
función de los músculos masticatorios. Se utilizaron estudios electromiográficos
para comparar estas relaciones. Los trastornos que con más frecuencia se
describían eran los trastornos del dolor de los músculos de la masticación. La
oclusión y posteriormente el estrés emocional se aceptaron como los
principales factores etiológicos durante la década de 1960 y principios de 1970.
También en esta época llego información relativa a los trastornos dolorosos
que tenían origen en estructuras intracapsulares. En la década de 1980 la
población odontológica pudo identificar plenamente y apreciar la complejidad
de los TTM.
Durante las décadas de 1990 y de 2000, los profesionales odontológicos
aceptaron el concepto de medicina basada en la evidencia y, con ello, la
necesidad de programas de preparación para que los clínicos trataran mejor a
los pacientes con TTM. En varias universidades empezaron a impartirse
programas de posgrado, lo cual permitió formalizar este proceso educacional.
En 2010, la Commission on Dental Accreditation, agencia encargada de
acreditar todas las especialidades dentales de Estados Unidos, admitió la
necesidad de reconocer y estandarizar estos programas. En ese momento,
estos programas universitarios comenzaron un proceso de acreditación similar
al de otras especialidades dentales. Se espera que estos avances en la
investigación y la educación mejoren de manera significativa el diagnóstico y el
tratamiento de los TTM, lo que proporcionará una mejor calidad de vida a
muchos individuos que sufren TTM y dolor orofacial.
Existen 5 factores asociados a los TTM, y estos son las condiciones oclusales,
los traumatismos, el estrés emocional, el dolor profundo y las actividades
parafuncionales.
3) la dentadura.
6. ¿Tiene usted dolor en los oídos o alrededor de ellos, en las sienes o las
mejillas?
- Nervios motor ocular común, patético y motor ocular externo. Los pares
craneales tercero, cuarto y sexto, que contienen fibras motoras dirigidas a
los músculos extraoculares, se exploran haciendo que el paciente siga con
la mirada el dedo del examinador Ambos ojos deben moverse de manera
suave y similar siguiendo el dedo. Las pupilas deben ser de un mismo
tamaño y redondas y han de reaccionar a la luz con una constricción.
Exploración ocular. Se tapa el ojo izquierdo del paciente y se le pide que lea
unas frases en un papel. A continuación se realiza lo mismo con el otro ojo. Se
observa la posible presencia de diplopía o visión borrosa, así como si ello está
relacionado con el problema de dolor.
Exploración del oído: Alrededor del 70% de los pacientes con dolor en la ATM
se quejan también de molestias en el oído. La proximidad entre el oído y la
ATM y los músculos masticatorios, así como su inervación común por el
trigémino, crea con frecuencia un dolor referido. Aunque pocos de estos
pacientes presentan realmente una enfermedad ótica, cuando sí es así, es
preciso identificarla y remitir al paciente al especialista adecuado. Todo
odontólogo que trate TTM debe dominarla exploración del oído para detectar
una patología importante. Debe revisarse la audición tal como se indica en el
examen del octavo par craneal.
Exploración muscular.
Las ATM se exploran para detectar posibles signos o síntomas asociados con
dolor y disfunción.
Exploración dentaria.
En la valoración de un paciente con posibles TTM deben examinarse de
manera cuidadosa las estructuras dentarias. La característica más importante
que se debe evaluar es la estabilidad ortopédica entre la posición intercuspídea
(PIC) de los dientes y las posiciones de las ATM. También es importante
examinar las estructuras dentarias para detectar posibles degradaciones que
puedan sugerir la presencia de una alteración funcional.
- Movilidad: La movilidad dentaria puede deberse a dos factores: pérdida del
soporte óseo (enfermedad periodontal) y fuerzas oclusales excesivamente
intensas (oclusión traumática). Siempre que se observe movilidad, deben
considerarse ambos factores. La movilidad se identifica aplicando a cada
diente fuerzas intermitentes en dirección bucal y lingual. La mejor forma de
realizarlo es utilizar dos mangos de espejo o un mango de espejo y un
dedo. Se coloca un mango de espejo en la cara bucal o labial del diente
que se ha de examinar y el otro en la cara lingual. Se aplica una fuerza
primero en dirección lingual y luego bucal, y se observa el posible
movimiento del diente.
- Pulpitis: Un síntoma muy frecuente de los pacientes que acuden a una
consulta odontológica es la sensibilidad dentaria o pulpitis. Existen varios
factores etiológicos importantes que pueden producir estos síntomas. El
más común es, con diferencia, el avance de la caries dental hacia el tejido
de la pulpa. Es importante, pues, descartar este factor mediante una
exploración dentaria y las radiografías apropiadas.
Referencias Bibliográficas
Anexos