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Universidad Nacional de San Martín – Tarapoto

Facultad de Ingeniería de Sistemas e Informática

Escuela profesional de Ingeniería de Sistemas e Informática

Tema:

Habilidades sociales alternativas a la agresión.

Alumnos:

Danny Alexander Pezo Inga

José Lennyn Sánchez Díaz

Angello Jean Paul Chávez Flores

Gael Edu Yaicate Vásquez

Esteban Aguilar Fernández

Profesor:

Ing. Víctor Alejandro Ávila Tuesta

Curso:

Habilidades Blandas

TARAPOTO

2022-II
ÍNDICE

I. CARÁTULA………………………………………………………………

……...1

II. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………

……..3

III. OBJETIVOS

……………………………………………………………………4

III.1 GENERAL………………………………………………………….

III.2 ESPECÍFICO………………………………………………………

IV. DESARROLLO DEL TEMA……………………………………………

IV.1 EL AUTOCONTROL…………………………………………….

4.1.1 BENEFICIOS………………………………………….

4.1.2 TÉCNICAS PARA GESTIONAR EL

AUTOCONTROL………………………………………………….

IV.2 EVITAR PROBLEMAS……………………………………………….

IV.3 COMPARTIR………………………………………………………….

IV.4 AYUDAR A LOS DEMÁS…………………………………………….

IV.5 NEGOCIAR…………………………………………………………….

V. CONCLUSIONES…………………………………………………………
VI. RECOMENDACIONES…………………………………………………

VII. REFERENCIAS

BIBLIOGRÁFICAS…………………………………....

II. INTRODUCCION

La presente investigación tiene como propósito mostrar que la aplicación del Programa

de Habilidades sociales “Alternativas a la agresión.” en la fomentación del control y la

autorregulación de nuestro comportamiento airado. Así mismo, nos proponemos para esta

investigación compartir todas sobre las alternativas de las conductas agresivas: emplear el

autocontrol, evitar problemas. De esta forma se pretende actuar sobre el comportamiento

agresivo de manera indirecta, potenciando todas aquellas conductas incompatibles con él.

Se sabe que en momentos de gran tensión reaccionamos de manera inadecuada, dando

así, una mala imagen de nosotros o de lo que representamos en el momento del acto; con dichas

acciones alejamos a nuestros amigos, compañeros de trabajo, familia y demás personas que nos

rodean. Es aquí donde las habilidades sociales alternativas a la agresión nos sirven en gran

manera para poder manejar nuestros sentimientos y emociones; pues la práctica de estas, no solo

nos permitirá defendernos ante posibles ataques de ira o ansiedad, sino que también, nos brindará

las herramientas necesarias para poder ayudar a otras personas que estén pasando por la misma

situación. El correcto uso del autocontrol, por ejemplo, nos delimita las acciones de respuesta

ante enfrentamientos y conflictos con los demás, o con nosotros mismos. La aplicación de la

estrategia de compartir, por otro lado, nos ofrece un acercamiento sano y coherente hacia otra

persona o grupo de personas, dando a conocer mediante este, las intenciones que tenemos para

tal o tales.
III. OBJETIVOS

3.1 GENERAL

Brindar herramientas necesarias para la correcta identificación de las habilidades sociales

3.2 ESPECÍFICOS
IV DESARROLLO

4.1 EL AUTOCONTROL

Autocontrol es un término que ha sido aceptado en forma reciente por la Real Academia

Española (RAE). Se trata de un concepto que hace referencia al control de los propios impulsos y

reacciones, y que supone una serie de técnicas de relajación.

El autocontrol podría definirse como la capacidad consciente de regular los impulsos de

manera voluntaria, con el objetivo de alcanzar un mayor equilibrio personal y relacional.

Una persona con autocontrol puede manejar sus emociones y regular su comportamiento.

4.1.1 BENEFICIOS

Gestionar nuestras emociones nos permite conocernos mejor, y esto es algo positivo que

repercutirá en nuestra vida social. Con el autocontrol, tomaremos decisiones más acertadas,

somos capaces de cumplir nuestras metas y saber organizarnos, todo es posible siempre que

tomemos y asumamos un compromiso con nosotros mismos.

Son muchos los beneficios del autocontrol, pero es necesario comentar que controlarnos

no es igual a reprimirnos. Tener la capacidad de establecer un límite a los impulsos y a las

pasiones, con el propósito de obtener bienestar. De los principales beneficios del autocontrol

tenemos: 
Coherencia en la comunicación
Cuando se siente ira se deja a un lado la verdadera comunicación, expresar sentimientos y

trasmitir ideas para hacernos comprender, Dejamos salir todas nuestras emociones, y en su

mayoría, terminamos hiriendo a otra persona.

En este caso, el beneficio del autocontrol es justamente ayudarnos a expresarnos desde la

asertividad. Así es mucho más sencillo decir lo que deseamos, en vez de llevarnos por los

impulsos del momento, en esos momentos de euforia las palabras pueden ser mortales y una vez

dichas no se echan atrás.

Claridad mental
Los sentimientos o pasiones fuertes afectan nuestras capacidades cognitivas, los estados

de intensa y extrema emocionalidad no nos permiten ver las cosas con claridad. Este es el motivo

principal por el que el miedo y la ira nos hacen tener un comportamiento errado, y el beneficio

del autocontrol es no permitirnos llegar hasta ese punto.

Actuar con justicia

Caemos en emitir actitudes injustas y juicios, incluso ante pequeñas faltas de otras

personas, casi como si el mundo se fuera acabar. El autocontrol evita que estas actitudes tomen el

control y no tengamos comportamientos injustos que provoquen luego un sentimiento de culpa y

de arrepentimiento.
Menor vulnerabilidad

Cuando una persona no se controla a sí misma, se convierte en vulnerable. En algunas

situaciones puede ser manipulado y actuar de una manera torpe, y quien pierde el autocontrol lo

pierde todo. La persona que es dueña de sus emociones y sus sentimientos muestra más signos de

fortaleza. El autocontrol le dará las herramientas necesarias para que las situaciones no tomen

rumbos indeseados ni se nos escapen de las manos.

Mejoras en las relaciones

Las relaciones no vuelven a ser las mismas luego de un estallido de ira, en especial si la

herida es muy intensa. Aunque es inevitable que estas situaciones se presenten, lo que sí se debe

evitar es que ocurran con frecuencia. Mantener el control de estas situaciones nos ayuda a no

estar involucrados en este tipo de situaciones. Poniendo en práctica la habilidad del autocontrol,

evitamos explotar irracionalmente, sabremos cuándo detenernos, incluso como sobrellevar

explosiones de ira de otras personas.

Aumento de la autoestima
El autocontrol es una manera de amarnos a nosotros mismos o de tener amor propio, no

nos permite actuar de una manera irracional ni tampoco irrespetar a los demás. El beneficio del

autocontrol se ve reflejado en nuestra autoestima.

Mejores decisiones

Las decisiones se deben tomar con la cabeza fría, por eso es indispensable contar con un

buen nivel de autocontrol. Cuando optamos por un comportamiento precipitado e impulsivo

seguramente nos equivocamos.  Los beneficios que nos brinda el autocontrol son innumerables,

con los que hemos mencionado nos bastan para comprender que tener autocontrol nos ayuda a

mantener controladas nuestras emociones, nos ayuda a crecer, evitar problemas y a tener poder

en cualquier situación y sobre nosotros mismos.

4.1.2 TÉCNICAS PARA GESTIONAR EL AUTOCONTROL:

Se consciente y define bien qué es lo que quieres cambiar o mejorar

La primero que debes saber es que aun cuando aparenta ser algo difícil, todo ser humano

tiene la capacidad de trabajar el autocontrol. Lo importante es mantener una actitud positiva y

estar consciente de cuáles son aquellos pensamientos, comportamientos o malos hábitos que

quieres cambiar o mejorar. Solo así podrás tener en cuenta la problemática situacional y

reaccionar a tiempo.

Reconoce los pensamientos y sentimientos impulsivos


Las personas tenemos un límite y el autocontrol no significa que siempre tendremos la

capacidad y el poder de nadar contra la corriente. Cuando te enfrentes a una situación que ponga

a prueba tu capacidad para mantener la calma y tomar mejores decisiones, tómate unos minutos

para recapacitar. Para esto no es necesario aparentar que lo tienes todo bajo control.

Trabaje su inteligencia emocional

La inteligencia emocional se define como la habilidad del ser humano para identificar,

comprender y regular las emociones propias y las de los demás. Por ello, el autocontrol

emocional se suma a la lista de competencias que posee una persona con inteligencia emocional,

sin olvidar su dominio de otros elementos que componen este tipo de inteligencia, entre ellos: la

empatía y el autoconocimiento.

Evalúate constantemente

Una vez logres tomar conciencia y reconocer con facilidad los malos comportamientos o

hábitos que deseas cambiar, es necesario que incurras en un proceso de mejoramiento continuo

asertivo. Para ello, es recomendable no tan solo reconocer nuestras reacciones sino también el

impacto que estas tienen en los demás.

Modifica tu ambiente

Si quiere tener mayor control de sus emociones o comportamientos, es necesario que

durante este proceso de mejoramiento puedas distanciarte de todo lo que consideres un estímulo

negativo. Esto te permitirá ver mayor progreso en menos tiempo, lo que a su vez te ayudará a

generar confianza y mejorará tu autoestima.


Realiza ejercicios de respiración

El Mindfulness es una práctica moderna que ha probado ser efectiva para el manejo de

las emociones en situaciones de estrés. Básicamente el Mindfulness se centra en la atención

plena; la capacidad de estar en el presente, enfocados solo en el aquí y ahora, cumpliendo con

unos principios básicos caracterizados por no juzgar, aceptar, ser compasivos y pacientes.

4.2 EVITAR PROBLEMAS

Diferencia de valores y
Problemas de relación Mala comunicación
opiniones

Causas de los problemas

Diferencia de valores y
Desigualdades
opiniones

Evitar buscar Entablar un diálogo adecuado


Tomar autoconciencia
culpables con las partes afectadas

Cómo manejar conflictos

Identificar puntos de Desarrollar una estrategia


acuerdo y desacuerdo para solucionar el conflicto
4.3 COMPARTIR

R.A.E (2022) “Compartir es hacer a otra persona partícipe de algo que es nuestro o tener

algo en común”.

La intencionalidad compartida implica, básicamente, la capacidad de crear con otros

intenciones conjuntas y compromisos conjuntos en esfuerzos cooperativos. Estas

intenciones y compromisos conjuntos están estructurados por procesos de atención

conjunta y conocimiento mutuo, todo sustentado en los motivos cooperativos de ayudar y

compartir con los demás. Es aquí donde nace uno de los grandes debates en la

civilización occidental, que plantea si, los humanos nacen cooperativos y serviciales y

luego la sociedad los corrompe (p. ej., Rousseau), o si nacen egoístas e inútiles y la

sociedad les enseña mejor (p. ej., Hobbes).

En un experimento realizado, los bebés de catorce y dieciocho meses de edad se

enfrentan a un adulto no emparentado al que han conocido momentos antes. El adulto

tiene un problema trivial y los bebés lo ayudan a resolverlo, desde ir a buscar objetos que

están fuera de su alcance hasta abrir las puertas de los armarios cuando el adulto tiene las

manos ocupadas. En un estudio, de los 24 bebés de dieciocho meses evaluados, 22

ayudaron al menos una vez, y lo hicieron básicamente de inmediato. En el estudio,


ayudaron al adulto a resolver cuatro tipos diferentes de problemas: buscar objetos fuera

de su alcance, eliminar obstáculos, corregir el error de un adulto y elegir los medios de

comportamiento correctos para una tarea. Para ayudar a otros de manera flexible de esta

manera, los bebés necesitan, primero, ser capaces de percibir las metas de los demás en

una variedad de situaciones y, segundo, tener el motivo altruista para ayudarlos. (Michael

Tomasello, 2010, pag. 29).

Julián Pérez Porto y María Merino (2010) mencionan que la tendencia a compartir es

considerada como un valor positivo. Quien comparte lo que tiene con el prójimo es generoso y

bondadoso. De lo contrario será señalado como avaro o egoísta. Se tiende a pensar que quienes

más recursos tienen, más deben compartir, ya que no les cuesta demasiado volver a obtener

aquello que comparten.

Saber qué y cómo piensan los demás es una habilidad que desarrollan en mayor o

menor medida las personas. Es decir, se basa en la empatía. Para sobrevivir en la

sociedad del conocimiento es esencial saber qué conocen los demás y qué pueden

hacer con ese conocimiento. Se presentan algunos métodos que pueden mejorar la

empatía en los alumnos como juegos de rol y dramatización, los grupos de soporte

emocional, la mediación de conflictos entre iguales, la escucha reflexiva, el análisis de

casos y el aprendizaje colaborativo.

Compartir con los demás es dar lo que tenemos a nuestros compañeros, padres,

maestros, etc. Podemos compartir muchas cosas, no sólo un objeto, sino también

pensamientos, ideas o cómo nos sentimos. Por lo tanto; se puede resumir que,

compartir nos ayuda a llevarnos bien con los demás, permite conocernos mejor, hacer

que los demás se sientan bien, contentos, alegres y felices; de esta forma
conseguiremos que se lo pasen bien con nosotros y que quieran ser nuestros amigos.

(Acosta, López, Segura y Rodríguez, 2001).

4.4 AYUDAR A LOS DEMÁS

Hoy en día es muy corriente formar parte de alguna ONG con el fin de ayudar a personas

necesitadas de compañía, cuidados médicos, enseñanza, etc. Esto indica que hay mucha gente

con ideales, que, sin esperarlo, les devuelven importantes beneficios. Ayudar a las personas es un

acto que mejora la calidad de vida en general. Pero además de ser una buena acción, estas

gestiones benefician directa e inmediatamente a la persona que los realiza. Una persona generosa

de corazón es una persona emocionalmente rica, alegre y feliz. Cuando uno se hace voluntario/a

con la pura intención de ayudar a los otros sin esperar nada a cambio surge un sentimiento de

satisfacción y hasta de gozo que le enriquece. La sensibilidad se afina, la disponibilidad crece y

el ingenio se agudiza logrando que al final todos salgan beneficiados. En realidad, cuando se

ayuda a los demás, uno se está ayudando a sí mismo. La actitud de preocuparse de los demás

crea una situación que fortalece el carácter y mejora la autoestima por haber podido contribuir al

bien de los demás. Además, cuando una persona da su tiempo con sacrificio y dedicación, se

debe a que es generosa, con valores y sentido de responsabilidad. Pero también aprende muchas

cosas, se rodea de personas igualmente nobles y olvida o pone en su debido lugar, sus propias

dificultades. Si uno da su tiempo no se queda con menos, al contrario, se le multiplica y se

enriquece, una regla matemática difícil de explicar. El dar es un acto que carga de energía
positiva a las personas además de que trae luz al mundo que vivimos. (“¿Por qué es bueno

ayudar a los demás?”, s.f.)

La Idea de Ayudar a los Demás

Cuando pensamos en ayudar a los demás, pensamos en el bien que hacemos o que

podemos hacer para otros, lo vemos como una acción meramente externa en la mayoría de los

casos. Asumimos que la mejor forma de ayudar a los demás es no esperar nada a cambio, ayudar

solo con la intención de hacer el bien, solo porque es importante ayudar a los demás según lo que

nos han contado, no porque hayamos interiorizado la esencia y el verdadero significado. (Arturo

R. Lomelin, s.f.)

¿Por Qué es Bueno Ayudar a los Demás?

Tenemos que comprender que el simple hecho de tener la oportunidad de ayudar a los

demás es un gran beneficio. Tener la oportunidad de ayudar, es la vida dándonos la posibilidad

de elevar nuestra vida por encima del egoísmo, es una oportunidad invaluable para aprender a

expandir nuestra conciencia y ver más allá de nosotros. La realidad es que la persona más

beneficiada en el proceso de ayudar es aquella que está brindando la ayuda. Piensa en las veces

que has ayudado con intenciones nobles, a una o varias personas. Analiza lo que sucedió en tu

interior, piensa en cómo te transformó aquel momento en el cual pudiste experimentar la


felicidad en los ojos de otra persona, y automáticamente te volviste más agradecido por lo que

tenías, más sensitivo y perceptivo; e incluso piensa como esto te motivó a querer hacer más el

bien. Como consecuencia de una o varias experiencias similares te has vuelto mejor persona, más

agradecida y con un nivel más elevado de conciencia, que te permite ver aquello que es

realmente importante. (Arturo R. Lomelin, s.f.).

Beneficios de ayudar a los demás

Ayudar a los demás es importante porque determina en gran medida nuestra evolución

personal, haciéndonos capaces de experimentar la vida a través de muchos ojos. Cuando tengas

la oportunidad de ayudar de ahora en adelante, agradece a la vida por esa posibilidad, y ayuda

siempre con la conciencia de no esperar nada, ni un gracias, ya que en realidad ya estamos

recibiendo bastante.

1. Mejora la autoestima

Cuando realizamos una acción beneficiosa para otros, nos sentimos mejor con nosotros mismos.

Dicha satisfacción proviene de la certeza de que estamos actuando del modo adecuado. La imagen que

cada uno mantiene de sí mismo se vuelve más positiva, al poder considerarse una persona buena y

generosa.

2. Fortalece nuestros vínculos


Contar con una red social de apoyo de calidad es verdaderamente beneficioso para nuestra salud,

tanto física como emocional. El apoyo social actúa como un amortiguador del estrés y nos ayuda a poner

en marcha mejores estrategias de afrontamiento, haciendo que la recuperación de la enfermedad sea más

rápida.

3. Despierta la gratitud

Ayudar a los demás nos ayuda a presenciar diferentes realidades y a tomar conciencia de todo lo

bueno que nos rodea. Nos motiva a agradecer por encontrarnos en la posición de quien puede ayudar en

lugar de en la de aquel que necesita ser ayudado. Esto favorece el desarrollo del pensamiento positivo y

aleja la queja, evita que nuestra atención quede atrapada en aquello que nos falta.

4. Potencia el sentimiento de pertenencia

El sentimiento de pertenencia es una de las necesidades principales de todo ser humano en el

camino a la realización personal. Cuando damos, trascendemos. Nos sentimos parte de algo más grande:

de una relación, de una sociedad, de la humanidad.

Esperar Recibir Algo a Cambio

En la mayoría de los casos esperamos recibir por lo menos un gracias, o alguna otra señal

de gratitud. Piensa en las veces que ayudaste y no obtuviste señales de agradecimiento por parte

del ayudado, probablemente el sentimiento de ayuda se transformó en ira y desprecio hacia la

persona. ¿Qué fue del sentimiento de ayudar sin esperar nada?, se evaporó, en efecto la ayuda

perdió su valor, ya que a partir de ese momento la mente solo va a buscar ayudar a las personas

que muestren gratitud hacia nosotros. Nos convertiremos en jueces, y decidiremos quien será

merecedor de nuestra ayuda. La ayuda, que debe ser algo que se brinde de manera incondicional,

estará condicionada a un juicio egoísta. Este mal es muy notorio en el mundo, hablemos de
individuos o naciones, nuestros juicios limitan nuestra capacidad y lejos de ayudar crean

conflicto y sufrimiento en el mundo.

4.5 NEGOCIAR:

Contemplado como un proceso o elemento por el cual se ve necesariamente relacionado

con nuestra vida diaria acompañándola en todo momento, tanto en lo personal como también en

el ámbito profesional. Las habilidades que necesitará dependerán de su entorno, el resultado

deseado y las partes involucradas.

Saber negociar requerirá de habilidades internas, interpersonales y de comunicación, las

cuales representaran una gran ventaja frente a otras personas que no cuentan con ellas.

Ante lo planteado con anterioridad, La negociación se encuentra, sin discriminación de

los grupos sociales, como una forma de relación permanente. Las naciones, los gobiernos, las

empresas, los gremios y las personas, utilizan gran parte de su energía en procesos de

negociación. La persona se enfrenta también a negociaciones cotidianas, tales como cuando va a

adquirir una vivienda, o tal vez un carro, o ponerse de acuerdo para pasar un fin de semana

(Vicuña, Hernández, Paredes, & Ríos, 2008).


La negociación, según Fischer, R. y Ury, W. (1981), también es una comunicación de un

lado al otro y viceversa, que se utiliza para llegar a un acuerdo cuando las partes tienen algunos

intereses compartidos y otros controvertidos. Para Gulliver, P. (1979), la negociación es un

proceso de intercambio de información que propicia el mutuo aprendizaje y el constante ajuste

de expectativas y preferencias de las partes. Mientras que Shea, G. (1983) califica a la

negociación creativa como un proceso en el que dos o más personas se reúnen y, a través de

discusiones en las que interviene la imaginación y la creatividad, se enfrentan a un problema y

llegan a una solución innovadora, la que mejor satisface a las necesidades e intereses de las

partes, y consigue el compromiso de todos en el cumplimiento del acuerdo.

Por otra parte, ¿Se trata de talentos naturales? ¿Pueden ser adquiridos? Aunque hay

personas con capacidades natas para negociar, también es cierto que pueden adquirirse con la

capacitación y el entrenamiento adecuados.

Para tener esto más en claro, lo primero que se ara será identificar cuáles son estas

habilidades, aquí planteamos los más relevantes:

Análisis de problemas

En una negociación siempre hay dos partes, y a la hora de pensar en una propuesta hay

que pensar en beneficios para ambas. La problemática ha desbordado la capacidad de respuesta y

de manejo de los mecanismos tradicionales para manejarlo, por lo cual es necesario afrontarlo

desde una perspectiva positiva como una oportunidad de aprendizaje (Tabula Rasa, 2003). Por

eso, un buen negociador puede “descomponer” un problema en todas sus partes y a fondo, pero

con una visión amplia y con la capacidad de identificar rápidamente puntos de interés común.
Capacidad de escucha

Una competencia importante evidenciada fue la capacidad de escucha activa de prejuicios

diferentes a los propios. Ello implica que en repetidas ocasiones se notó en los estudiantes una

disposición a entender lo que sus compañeros trataban de transmitir, desde sus inquietudes,

opiniones personales e incluso experiencias de vida propias (Núñez, Zambrano, Palacio, &

Maldonado, 2020).

Autocontrol

Lejos de convertirse en un robot, el buen negociador sabe usar las emociones propias y

ajenas a su favor. Una de sus principales habilidades es detectar cuáles son los sentimientos y

reacciones que pueden dominarlo, y no permitir que afecten su capacidad de razonamiento y

comunicación durante las reuniones e interacciones posteriores. También sabe reconocer las

frustraciones y debilidades de la otra parte negociadora, como el miedo.

Paciencia

Tomar decisiones apresuradas o bajo presión nunca es una buena idea. Con información

concreta sobre los objetivos del negocio y su capacidad operativa y financiera, tómate el tiempo

que necesitas para acordar las condiciones de un acuerdo. El ejercicio físico y las técnicas

de mindfulness o meditación pueden ayudarte a ejercitar esta habilidad personal básica.


Comunicación

Para la resolución de conflictos y llegar a poder negociar, es en donde la habilidad de

comunicación se vuelve fundamental. Se busca un equilibrio entre las partes en el que ambas se

sientan conformes con lo pactado. Tener una escucha activa y ceder en ocasiones se vuelve

importante para el desarrollo de esta habilidad. Los malentendidos son una de las principales

causas del fracaso de una negociación. Por eso, necesitas desarrollar una propuesta clara y ser

capaz de transmitir de manera efectiva sus ventajas para ambas partes. Ve al punto sin vueltas,

presenta tus argumentos de forma transparente y muéstrate siempre amable.

Visión amplia

Para ser un negociador efectivo, necesitamos estar abiertos a una amplia variedad de

soluciones y propuestas, incluso que no sean las nuestras. Así que, en vez de enfocarte solo en tu

idea inicial, o en tu beneficio propio, piensa en el objetivo final y entiende que, al final, siempre

tendrás que resignar algo

Capacidad de tomar decisiones

Sin esta habilidad, una negociación puede extenderse por demasiado tiempo. En algún

punto, hay que cerrar el trato con el mejor resultado posible para el negocio, o tomar la decisión

de abandonar el proceso. Para adquirir mayor seguridad en este punto del proceso hace falta

experiencia. Así que si sientes que no tienes la suficiente apóyate en un mentor, un superior o un

empresario con años de actividad en tu mismo segmento de mercado.


En la revista Desarrollo y Cooperación de Alemania, la negociación es considerada como

la relación que logra equilibrar intereses opuestos, articular diversidad de oposiciones y conciliar

diferencias a través de pactos concebidos, neutralizando divergencias y puntos de vista

concebidos como antagónicos por los actores vinculados. Esta actividad lleva implícitos procesos

de aprendizaje y fortalece una cultura democrática caracterizada por el debate, el escrutinio y la

crítica abierta de las ideas, intereses y proyectos que integran la comunidad. La negociación

implica el buen manejo de los procedimientos para cada una de las partes involucradas, es decir,

exige un manejo sistemático mediante el cual se legitima un acuerdo en el que se comprometen

los actores. Por lo tanto, es necesario planificar el proceso, tener claros los objetivos propios y

los de la contraparte, clarificar los intereses particulares, saber sobre qué aspectos se está

dispuesto a ceder y diseñar estrategias para el logro de los objetivos propuestos de esta manera se

verá reflejado un mayor control de las habilidades para negociar.


VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Bargh, J. A. (1994). The four horsemen of automaticity: Awareness, efficiency,


intention, and control in social cognition.
 Chalmers, David (2010). The Character of Consciousness. Oxford University

Press.

 Chirinos, M.P. (1994). Intencionalidad y verdad en el juicio: una propuesta de

Brentano. EUNSA, Ed. Univ. de Navarra.

 Damasio, A. (2001). La sensación de lo que ocurre. Cuerpo y emoción en la

construcción de la conciencia. Madrid: Debate, 203-227.

 Festinger, L. (1962). A theory of cognitive dissonance (Vol. 2). Stanford

university press.

 Acosta, López, Segura y Rodríguez. (2010). Cuaderno de habilidades alternativas

a la agresión.
 Michael Thomashello (2008). Why we cooperate.

 Kahneman, D. (2011). Pensar rápido, pensar despacio. Debate.

 Kelly McGonigal. (2012). El instinto de la fuerza de voluntad. Cómo

funciona el autocontrol.

 Meichenbaum, D. (2013). Cognitive-Behavior modification an integrative

approach. Springer.

 Vicuña, L., Hernández, H., Paredes, M., & Ríos, J. (2008). Elaboración del

test de habilidades para la gestión en la negociación de conflictos. Revista de

investigación en psicología, 11(2), 183-200.

 De Prada, J., & López, J. (2008). La mediación como estrategia de resolución

de conflictos en el ámbito escolar. Documentación social, 148, 99-116.

 Núñez Rueda, S. N., Zambrano Mantilla, A. M., Palacio García, L. A., &

Maldonado Serrano, J. F. (2020). Juegos de negociación: estrategia para formación de

competencias ciudadanas en universitarios. Educación y Educadores, 23(2), 291-308.

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