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Beneficios de la inteligencia emocional

Mejora el autoconocimiento y la toma de decisiones: Permite que las personas


evalúen su sistema de valores y sus creencias, ayuda a detectar los puntos fuertes y
débiles para poder mejorar .

Mejora el rendimiento laboral: La inteligencia emocional aplicada al trabajo es


sumamente útil en distintos aspectos. Por ejemplo, mejora la productividad de los
empleados, mejora la salud laboral, mejora el servicio de atención al cliente, etc.

Protege y evita el estrés: La correcta gestión emocional es tan importante para


proteger el estrés como para no provocarlo.

Mejora las relaciones interpersonales: Conocer y entender tus propias emociones y la


de las demás te ayuda a llevar mejor los conflictos, algo que puede ser inevitable
cuando convivimos con otras personas.

Favorece el desarrollo personal: Los expertos en desarrollo personal, aportan


herramientas de inteligencia emocional a los coachees, pues el desarrollo personal
de un individuo no puede entenderse sin el correcto autoconocimiento y la gestión de
las propias emociones.

Otorga capacidad de influencia y liderazgo: La inteligencia emocional es una


competencia imprescindible de los líderes. El propio autocontrol emocional del líder o
el saber entender a los demás son una buena demostración de las habilidades de
liderazgo.

Favorece el bienestar psicológico: En los últimos años está creciendo el interés por la
inteligencia emocional gracias a los beneficios que aporta para el bienestar
psicológico. Muchas patologías de la actualidad tienen que ver con la correcta gestión
emocional, y por eso, se aplica como método terapéutico.

Reduce la ansiedad y ayuda a superar la depresión: Muchas personas padecen


ansiedad por culpa de una evaluación negativa de la realidad o por un control
incorrecto de las emociones, y la inteligencia emocional puede ayudar a prevenir los
síntomas ansiosos.

Aumenta la motivación y ayuda a alcanzar las metas: Varios estudios han


demostrado que la inteligencia emocional es sumamente importante a la hora de
conseguir nuestros objetivos, y, de hecho, los coachs lo utilizan para motivar a sus
clientes.

La inteligencia emocional nos protege en situaciones difíciles, porque el


autoconocimiento nos puede mantener a flote incluso cuando queremos abandonar o
tirar la toalla.

Ayuda a dormir mejor: Gestionando nuestras emociones de la manera adecuada,


aceptando nuestras emociones negativas, entendiendo las emociones de los demás y
regulando nuestro comportamiento, es clave para tener un sueño plácido y una vida
sin grandes altibajos.
Estrategias de la inteligencia
emocional
Aprender a expresar las emociones:
No eres responsable de la cara que tienes, pero sí que lo eres de la cara que pones. Lo
más importante es expresar tus emociones y no reprimirlas, pero debes hacerlo
utilizando en método de comunicación adecuado. No expresaremos los sentimientos
negativos para castigar al otro. Por tanto debes informar de lo que nos desagrada y
tratar de hablar de la situación sin llegar a enturbiarla.

Asumir responsabilidad por nuestras emociones:


Reflexionar sobre la forma en que inicialmente aceptas y afrontas las situaciones. Esto
te ayudará a ajustar tu actitud hacia la predisposición y aceptación de los constantes
cambios por los que atravesamos.

Identificar nuestras emociones y cuestionarlas:


Analiza lo que estas sintiendo. Pregúntate porque estas reaccionando de esa manera, si
es lógico o normal este tipo de reacción. Puedes también cuestionarte cuales serian las
consecuencias positivas e negativas de la respuestas a esa emoción.

Controla lo que piensas para controlar cómo te comportas:


Es fácil perder el control ante determinadas situaciones, y justificar nuestras conductas
diciendo lo que no estábamos pensando. Esto en realidad sucede muchas veces. No
pensamos antes de actuar.

Aprende a pedir perdón:


Es posible que en expresar nuestros sentimientos y comentarlos veamos que hemos
estado injustos. Podría pasar que realmente hubiéramos exagerado, distorsionado o
interpretado equivocadamente. También sería posible que uno o el otro o los dos
hubierais adoptado actitudes y comportamientos adversos o provocadores de malestar.
Hemos de ser honestos, reconocerlo y disculparnos y decir: “Me he equivocado”, “siento
haberte disgustado”, “estaba muy disgustado”.

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