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Universidad Nacional Autónoma de Honduras

Facultad de Ciencias Sociales

Escuela de Sociología

Max Weber: La Sociología Comprensiva

Marlon García*1

El motivo del artículo es dar una introducción al pensamiento de Max Weber, con una
orientación teórico-metodológica que le dé algunos elementos de referencia para construir la
objetividad en su trabajo de investigación.

Weber es contrario a las ideas del positivismo, que plantea el monismo metodológico (utilizar
el método de las ciencias naturales) y que estima que carece de sentido discutir sobre las
cuestiones últimas, considerando dicha tarea como vana y esteril. Para el positivismo, la tarea es
buscar, y aislar, regularidades empíricas y formularlas a modo de leyes, estableciendo una
subordinación del caso particular a una regla general. En cambio, la sociología comprensiva de
Weber, supone en cambio la aplicación de un método individualizante estableciendo, en palabras
de Jerez Mir, “una relación dinámica entre dos fenómenos cualitativamente diferentes” (Jerez Mir,
1990).

No obstante lo importante en Weber (a partir de la sociología de la acción) es la relación con


los valores, siendo la objetividad un valor más a practicar por el científico (neutralidad axiológica)
aislando conceptualmente los valores de cada agente histórico o grupo de agentes socialmente
determinados. Para Weber, la objetividad es un valor como cualquier otro que, debe ser observado
por el científico para lograr contrastabilidad y plurabilidad en el conocimiento (Eso le da sustento
y construye referentes para cualquier trabajo). Para Weber, la tarea del científico es esclarecer la
relación entre los fines (valores en juego) de cada acción y los medios implicados para
conseguirlos. Raymond Aron ve en el trabajo de Weber “El paradigma de la sociología que es
histórico y sistemático” ((Aaron, 1967, citado en (Coser, 1971)).

1
Texto Interno para uso en curso Sociología General SC 101. Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Para Weber son posibles diversas interpretaciones de un mismo dato, de ahí que en el centro
esté en los valores, ya que no se puede establecer fundamentos científicos para los mismos, se
fundamentan en la relativa racionalidad de una relación existente entre medios y fines. Así, para
Weber, la ciencia de la cultura o de la historia se concebía a partir de la comprensión de cómo las
personas habían vivido, el sentido de su existencia, de las relaciones cualitativas entre sus
valores.

Weber: Las Diferencias con Emile Durkheim y Karl Marx.

Al igual que Durkheim, el autor rechazó todo psicologismo, dado que considera las acciones
en tanto que sociales, referidas a otros y estimando una unidad de análisis más allá del individuo,
es decir lo social. Sin embargo, se desmarca de los conceptos más generales de la sociología, los
cuales no necesariamente eran más o menos verdaderos, sino que se ubicaban en diferentes niveles
de abstracción. Así asevera que:

“En general, en sociología, conceptos tales como estado, asociación, feudalismo,


etc.. designan categorías de determinada interacción humana. En consecuencia, la tarea de
la sociología consiste en reducir estos conceptos a acciones comprensibles, es decir, sin
excepción, a las acciones de los hombre individuales participantes » (Cita tomada de
(Lerena, 1983))”.

Es por eso que, Max Weber concibió la sociología como una ciencia que estudia la acción
social, para estos fines desarrolló lo que llamó una sociología comprensiva. A diferencia de
Dukheim y Spencer cuya sociología fue concebida a partir de términos socio-estructurales
(determinantes sociales). Para Durkheim, la sociedad debía preocuparse por las condiciones
institucionales que permiten la cohesión y las estructuras sociales –cuya unidad básica de análisis
es el hecho social- en la medida en que son externas, coactivas y, sobretodo, colectivas. Para Marx
el punto para comprender lo relevante de la sociedad estaba en el conflicto entre clases sociales y
al interior de las cambiantes relaciones de producción y las fuerzas productivas. Para Weber era
necesario que la sociología se enfocase en la forma en que los agentes interpretan y dan sentido a
esas estructuras (la acción social). De ahí que el autor define la sociología como la ciencia que
pretende comprender interpretando, la acción social. Entendiendo por acción social, la acción que
está referida a otra(o)s.
Al referirse a la acción social, Weber se enfoca en el sentido subjetivo que los(as) actores
atribuyen a sus acciones en sus orientaciones mutuas en un contexto socio-histórico específico.
Para Weber era tarea de la sociología interpretar al individuo y sus acciones. Para poder realizar
dicha interpretación, había que hacer una adecuación de sentido. Dicha adecuación de sentido no
es posible en sus últimas consecuencias (Entender el sentido último de nuestras propias acciones)
pero se podía facilitar a través de la empatía y el revivir la experiencia a ser analizada. En todo
caso toda interpretación explicativa, debía convertirse en una explicación causal si se
proponía alcanzar el estatus de ciencia. De esta forma, al igual que Durkheim, la intuición
inmediata del significado, debe ser transformada, en esto caso, en conocimiento válido solo
así, pueden ser incorporadas a estructuras teóricas que tienen como objeto la explicación causal.

En ese sentido, para Weber el método de la ciencia, cualquiera sea su objeto de estudio (cosas
o personas) procede siempre desde la abstracción y la generalización, no obstante, y en contra de
la opinión de los positivistas, tomó la postura de que los seres humanos, contrario a las cosas, podía
ser comprendido, no sólo a partir de las manifestaciones externas, como el comportamiento, sino
también, a partir de las motivaciones subyacentes.

De esta forma, hace énfasis en los valores subjetivos que acarrea la selección del problema para
el investigador y los valores neutrales de los métodos de la investigación social. De ahí, el autor
insiste en que los valores entran inevitablemente en la selección del problema que el o la
investigador(a) escoge resolver, ya que, no hay criterios científicos para la selección de tópicos, lo
cual no invalida la objetividad de las ciencias sociales (Entran en el ámbito de la ética y la moral).
Así una vez que el o la investigador(a) ha seleccionado su problema en términos de la relevancia
con sus valores, debe proceder de acuerdo a los valores de la ciencia (neutralidad). De esta forma,
a diferencia de Durkheim, no hay moralidad basada en la ciencia.

Tanto las ciencias naturales como las sociales conllevan abstracción. La predicción sólo es
posible dentro de un sistema de conceptualizaciones que excluye datos concretos que quedan fuera
de la red de abstracciones, es decir que ambas (Ciencias Naturales y Ciencias Sociales) conllevan
la selección subjetiva de la infinita variedad de la realidad empírica.

Dado que la ciencia conlleva abstracción, Weber, formula que se pueden hacer abstracciones
fuera del carácter generalizante del positivismo (evitando posturas demasiado abstractas que
explican todo y por lo tanto nada concreto), y que fueran más allá de las narrativas históricas
(evitando posturas que dan cuenta de realidades concretas empíricas lejos de la descripción
sistemática), les llamó tipos ideales. Un tipo ideal es un referente para poder establecer similitudes
o desviaciones en casos concretos, está formado por la acentuación unilateral que hace el científico
con la cual la observación sistemática es confrontada, contra características escenciales del hecho.
En palabras de Schnapper “es necesario definir un grado de abstracción que es justo, esto es,
heurísticamente fructífero en cualquier momento para un objeto particular” (Schnaper, 2000). Por
ejemplo puedo definir una serie de atributos particulares al hecho de ser de Tegucigalpa o San
Pedro. O las actitudes que asumen las diferentes adecuaciones de sentido para las reacciones a una
pandemia.

El hecho de estudiar el lado subjetivo no le impidió poder establecer formas de establecer


objetividad, es así que no se inclina con ninguna interpretación “materialista” o “idealista” de la
historia. Según Jerez Mir, Max Weber, planteo que la sociología comprensiva no pretende sustituir
o superar la sociología existente, sino complementarla en lo posible y profundizar en sus aspectos
más oscuros” (Jerez Mir, 1990). Si para el positivismo discutir sobre cuestiones últimas carece de
sentido, para la sociología comprensiva estas cuestiones deben ser tomadas en cuenta. La
sociología comprensiva considera a los indviduos y sus acciones como la unidad básica.

Entonces el tipo ideal puede servirle en su trabajo de investigación para la construcción de


hipótesis relacionadas con las condiciones que llevaron para que se diera el fenómeno o evento, o
qué consecuencias emergen del mismo. En este sentido los tipos ideales son probabilísticos, esto
no quiere decir que el comportamiento del ser humano en sociedad sea impredecible, más bien,
plantea lo contrario, la “libertad subjetiva” que podríamos experimentar en situaciones
coyunturales, está lejos de ser un comportamiento irracional, es más, Weber plantea que dichas
situaciones, pueden ser medidas y controladas.

Más alejado de lo metodológico, y en el campo de la sociología, la preocupación principal de


Weber estaba en la sociedad occidental, donde vio cómo el comportamiento estaba cada vez más
influido por una racionalidad orientada a fines (medios y fines), mientras que antes estaba más
motivada por las tradiciones, los afectos u orientada a valores. Así la pregunta era qué factores
llevaron a la privilegiar la acción racional sobre los otros tipos de racionalidad en la civilización
Occidental, es por eso que ve en la Ética Protestante el depositario de este tipo de racionalidad.
Siempre interesado en el estudio de la acción social, estudia 4 tipos: una acción racional con
arreglo a fines, una acción racional con arreglo a valores, otra acción afectiva y por último una
acción tradicional.

Desde el punto de vista de los tipos ideales, la acción social opera como tipo ideal que permite
interpretar las diferentes acciones reales en términos de su “desviación” relativa respecto a dicho
tipo ideal. Es así que plantea el poder, en estos términos en el sentido que la dominación, que
puede darse a partir del carisma, o puede concordar con las claves tradicionales. Pero en la sociedad
moderna domina la forma racional (a veces meritocrática, a vez burocrática).
En este sentido planteaba la racionalización y burocratización de las relaciones humanas. Para el
caso de la religión, había un proceso de racionalización que desplaza los procedimientos y rituales
mágico-religiosos por sistematizaciones racionales de la relación del ser humano con lo divino, en
este caso lo que culminó con la ética protestante. En general, planteó que la humanidad corría el
riesgo de terminar prisionera de una jaula de hierro hecha por sí misma a su medida (racional).
Parecía un presagio de lo que vendría después cuando las sociedades se volvieron eficientes en la
deportación de personas a campos de concentración, en lo que Hanna Arendth plantea como la
banalidad del mal.

En conclusión, Max Weber plantea la centralidad de la acción social, en tanto acción de sentido
referida a otros. El plantear la centralidad del sentido subjetivo de los actores referidas a lo social,
en este caso, la forma en que los y las actores dan sentido a las estructuras de la sociedad, esto no
le impidió ser sistemático y plantear conceptualizaciones complejas para dar cuenta de lo social y
plantear diversos niveles de objetividad.

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