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CÓMO SUPERAR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO.

El duelo o la pérdida de un ser querido puede ser algo difícil de gestionar. Además, muchas
veces no sabemos qué es un duelo normal o cuándo el duelo se convierte en algo
patológico. Por ello, en el artículo de hoy vamos a hablar sobre ello y comentaremos
algunas estrategias para una correcta gestión de él.
¿Qué es el duelo?
El duelo es la reacción o respuesta emocional que tenemos ante el fallecimiento de un ser
querido. Además, en muchas ocasiones, la muerte de un allegado puede hacer que nos
planteemos cosas sobre nuestra propia muerte o que reflexionemos en exceso sobre nuestra
propia vida (Worden, 2013).
Lo anterior es un proceso natural que pueden llegar a vivir todos los seres humanos y por el
que se expresan una serie de reacciones físicas, emocionales y comportamentales. Todas las
anteriores pueden ser reacciones normales (Gil-Juliá, Bellver y Ballester, 2008). Sin
embargo, si interfiere en nuestro día a día en exceso o se prolonga demasiado puede
significar que estemos sufriendo complicaciones con el proceso. En el caso de que esto
ocurriese estaríamos hablando de un duelo complicado o patológico del que hablaremos en
los siguientes apartados.
Fases del duelo
Son muchos los autores que han tratado definir las distintas etapas o fases del duelo como,
por ejemplo, Kübler-Ross, Lindemann, Bowlby o Neimeyer. Estas etapas suelen ser las
siguientes: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Es importante tener en cuenta, como comentan Oviedo, Parra y Marquina (2009), que el
concepto de etapas o fases ha creado controversia debido a que todas las personas no pasan
por todas las etapas de manera sucesiva ni de la misma manera. Además, usar este concepto
también podría significar que estamos asumiendo que la persona es una parte pasiva del
proceso sin llegar a tener nada que hacer en la recuperación.
Debido a lo anterior Worden (2013) establece que es mejor usar el concepto de “tarea”, ya
que le da a la persona un rol activo en el proceso y le permite ir trabajando en función de en
qué tarea se encuentra el problema.
Las cuatro tareas del duelo propuestas por este autor son
Tarea 1. Aceptar que la persona ha fallecido y que no volverá. Es importante que se
produzcan dos tipos de aceptación: la intelectual y la emocional.
Tarea 2. Trabajar las emociones y el dolor. Estudiar si hay alguna conducta disfuncional
para poder mejorarla y trabajar y reconocer el dolor emocional que la pérdida ha generado.
Tarea 3. Adaptarse al nuevo medio. En esta etapa nos tenemos que dar cuenta y
experimentar cómo vivir sin la persona fallecida. Quizás toque asumir nuevos roles o darle
un nuevo sentido a la vida.
Tarea 4. Recolocar emocionalmente a la persona fallecida y seguir viviendo. Puede ser la
tarea más complicada de realizar. Consiste en buscarle un lugar correcto a la persona
fallecida en nuestra vida emocional para poder seguir hacia delante sin sentir que nuestra
vida se ha parado en el momento del fallecimiento.

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