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La definición del rol femenino o masculino que se produce durante la adolescencia es el punto departida de los cambios
psicológicos y de adaptación social que caracterizan esta etapa. Dentro de los cambios que se sufren existe una pérdida
de identidad; el adolescente no quiere ser como ciertos adultos pero elige a otros como ideales. El mundo interno del
adolescente construye puentes a través de imágenes paternas por los cuales elegirá una nueva identidad. Un buen
mundo interno ayuda a elaborar la crisis de adolescencia en condiciones conflictivas externas necesarias durante este
periodo.
Existe una diferenciación entre adolescentes y psicópatas que se resuelve a partir de los duelos que se emparentan en la
adolescencia. En ambas la conducta de los padres puede favorecer en cualquiera de estos planos. En éste periodo el
individuo redescubre sus genitales y la búsqueda simbólica de la otra parte (la pareja) que tiene la finalidad de elaborar
la desaparición de la fantasía del otro sexo en sí mismo. En ésta época existe una actividad masturbadora intensa que
surge para descargar las tensiones genitales así como para negar omnipotentemente que se dispone de un solo sexo. La
masturbación deja siempre un grado de angustia aun cuando se logra la descarga antes mencionada.
El adolescente suele fantasear con el objeto amoroso, esta fantasía tiene como finalidad elaborar la necesidad de pareja
abnegada a través de la masturbación, durante la labor de duelo surgen defensas cuyo fin es negar la perdida de la
infancia. La angustia y los estados de despersonalización que acompañan a la menstruación y a la aparición del semen
tienen el significado defensivo de no aceptar que se producen estos cambios en el propio cuerpo. El duelo frente al
crecimiento implica al yo desniveles entre el crecimiento del cuerpo y la aceptación psicológica de ese hecho. Solo
cuando el adolescente es capaz de aceptar simultáneamente los dos aspectos puede empezar en forma fluctuante los
cambios de su cuerpo y comienza a surgir su nueva identidad.
En esa búsqueda de identidad es cuando surgen patologías que pueden llevar va confundir habitualmente una crisis con
un cuadro psicótico. El psicópata fracasa en la elaboración del duelo y en la obtención de identidad adulta. El
adolescente y el psicópata muestran la elección de vocación con una continua angustia. Lo que traba la decisión es la
dificultad de renunciar, de elegir, de tomar significados, y/o de perder lo otro. Cuando el adolescente adquiere una
identidad, acepta su cuerpo, se enfrenta con él al mundo y lo usa de acuerdo con su sexo. La conducta genital se expresa
en todas las actividades. En el duelo por los roles en un psicópata, la simbiosis de roles identificados proyectivamente y
asumidos de manera total y masiva se enfrenta a un mecanismo de defensa.
a) algunas técnicas defensivas como la desvalorización de los objetos para eludir el dolor de la pérdida;
b) la búsqueda de figuras sustitutivas de los padres, a fin de ir elaborando el retiro de cargas. Se fragmentan las
figuras parentales y se disocia la actitud respecto a los padres y a los sustitutos (y allí surgen fluctuaciones de
personalidad).
c) La planificación y verbalización tanto de lo más genérico (ej. la ubicación del hombre en el mundo) como de lo
más cotidiano, como método defensivo ante la acción que siente imposible desde dentro o desde fuera (sea en
el plano genital como en otras capacidades que todavía no puede poner en práctica). Es que la comunicación
verbal tiene el significado de una preparación para la acción. El hablar equivale casi a la acción misma
(susceptibilidad cuando no se lo escucha). La palabra y el pensamiento ocupan en el adolescente la misma
función que el juego en el niño: permitir la elaboración de la realidad y adaptación a ella.