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La Escolástica cristiana, que había llegado a su apogeo con Tomás de Aquino, inicia su crisis en
los últimos años del siglo XIII con Duns Escoto (quien propugna una separación radical entre
la Razón y la Fe, porque ‘‘son modos de conocer diferentes’’) y se agudiza en el siglo XIV con
la filosofía de Guillermo de Occam: el nominalismo.
Nacido en la última década del siglo XIII, ingresó muy joven en la Orden de los franciscanos.
Estudió en Oxford. Algunas doctrinas suyas fueron denunciadas como heréticas. Se unió a los
franciscanos espirituales , defendiendo un retorno de la Iglesia a la pobreza evangélica. Al final
de su vida fue excomulgado por el Papa.
Para Occam, el único modo de saber que Dios existe reside en la Fe (esta postura se llama
fideísmo). Defiende, por tanto, una separación radical entre la Razón y la Fe.
CONCLUSIONES
La Escolástica cristiana, que había llegado a su apogeo con Tomás de Aquino, inicia su
crisis en los últimos años del siglo XIII con Duns Escoto (quien propugna una
separación radical entre la Razón y la Fe, porque ‘‘son modos de conocer
diferentes’’) y se agudiza en el siglo XIV con la filosofía de Guillermo de Occam: el
nominalismo.
El siglo XIV es un siglo crítico:
• en cuanto que en él se cuestiona/rechaza la filosofía escolástica (en especial la
confianza que ésta había tenido en poder armonizar Razón y Fe)
• y en cuanto que es un siglo en el que una estructura histórico-social se derrumba
(el feudalismo) para dar lugar a una nueva (el capitalismo burgués).
En el ámbito filosófico, el problema de las relaciones Razón-Fe va a ser un motivo
central de disputa. El averroísmo llegó a sostener que una y otra pueden llegar a
verdades no sólo distintas sino contradictorias (=teoría de la doble verdad). Tomás
de Aquino, por el contrario, afirmó que la verdad es única y que la Razón puede/debe
colaborar, como subordinado/siervo, al esclarecimiento de la Fe. Sin embargo, ya a
finales del siglo XIII y sobre todo en el XIV, comienza a establecerse una definitiva
separación entre la Razón (la Filosofía) y la Fe (la Teología). Esta separación va a
constituir el punto de partida del pensamiento moderno .
Para Occam, el único modo de saber que Dios existe reside en la Fe (esta postura se
llama fideísmo). Defiende, por tanto, una separación radical entre la Razón y la Fe.