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La metodología experimental aplicada en la investigación se basa en tres etapas:

caracterización de la materia prima, obtención de carbón activado y la evaluación de la


capacidad de adsorción del producto obtenido.

1) Caracterizar la materia prima a través de ensayos fisicoquímicos.

Se comienza recolectando la materia prima, huesos y endocarpios de Aguacate


(Persea Americana), para luego seleccionar, lavar y secar aquellos en mejor estado para
su posterior caracterización. La caracterización de la materia supone efectuar ensayos
fisicoquímicos a fin de poder analizar las propiedades físicas y químicas de la materia
de partida para la obtención del carbón activado. En este sentido, las muestras de los
precurses se analizaran físicamente mediante análisis de distribución y tamaño de
partículas, empleando un Analizador por Difracción de Rayos Laser en equipo LS13-
320; análisis termogravimétrico (TGA) y derivativo (DTGA) en crisoles de aluminio de
40 uL con un barrido de 25 °C a 600 °C y una velocidad de calentamiento 10 °C/min;
espectroscopia de infrarrojo en pastillas con KBr en un equipo FTIR, entre 370-4000
cm-1 con 10 barridos y resolución de 4 cm-1; potencial Z en un equipo Zetasizer
nanoseries y análisis morfológico utilizando un Microscopio Electrónico de Barrido
(MEB), operando a 10 kV. Para la observación, partículas de los precursores fueron
puestas en una cinta de carbón y cubiertas con oro.

La composición química de la materia prima se analizar tomando en


consideración las determinaciones en los contenidos de humedad (ASTM D3173,
1996), cenizas (ASTM D3174, 2000), materia volátil (ASTM D3175, 1997), carbono
fijo mediante la suma de los porcentajes de humedad, cenizas y materia volátil sustraída
de 100 como lo indica ASTM D3172 (1997), extraíbles (grasas y azúcares totales)
(TAPPI T204, 1997), lignina Klason (TAPPI T 222, 1998) y holocelulosa mediante el
método Método Wise et al. (1946). Finalmente, se realiza análisis elemental de C, H y
N mediante un analizador.

2) Procesar el endocarpio y el hueso del aguacate para para producir carbón


activado.

Para procesarla se corta el hueso del aguacate y se desgaja el endocarpio,


preferentemente con un escalpelo en varias partes de tamaño grande y se ponen a secar
dichas partes. Luego se trituran las partes, preferentemente con un molino de aspas con
un tamiz. Se colectan las partes trituradas y se tamiza para seleccionar el tamaño de
partícula de la fracción de mayor abundancia. Para preparar el carbón activado la
materia prima se debe someter a un proceso de carbonización, eliminando así elementos
como el oxígeno y el nitrógeno por descomposición pirolítica en atmósfera inerte para
deshidratar el material y eliminar sustancias volátiles, cabe destacar que esto es causado
por un calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno. Tras la
carbonización, el producto se le debe mejorar la capacidad de adsorción, para ello se
somete a un proceso de activación, que va a permitir eliminar los alquitranes y
desbloquear los poros. El proceso de activación lo que hará es aumentar la superficie
interna, el volumen de poro y de microporos de los carbones, aumentando así la
capacidad de adsorción del carbón activado. Esta activación puede ser física, química o
fisicoquímica. De Yuso A. Alicia M. (2012)

En este sentido, la activación fascia se lleva a cabo en dos pasos, los cuales
involucran la carbonización de un material carbonoso en el rango de 400-850 °C y
algunas veces hasta 1000 °C, seguida por la activación del material resultante a
temperaturas entre 600ºC y 900 °C en presencia de gases tales como CO2, vapor, aire o
mezcla de gases (Ioannidou y Zabaniotou, 2007). Estudios realizados indican que se el
proceso transcurre en tiempos de entre 1 y 2 h, obteniendo carbones activados con
estructuras porosas bien definidas y con superficies superiores a los 1000 m2/g.

Por su parte, la activación química combina la carbonización y la activación en


un solo paso. El proceso por esta vía se realiza de forma simultánea, ya que el precursor
se mezcla con agentes de activación que cumplen la función de actuar como agentes
deshidratantes y oxidantes a la vez, lo cual resulta en el desarrollo de mejores
estructuras porosas en los carbones activados. Los agentes químicos comúnmente
utilizados en este método de activación son ZnCl2, KOH, H3PO4, K2CO3 y H2SO4
(Ionnidou y Zananiotou, 2007). Estudios indican que el rango de las superficies
desarrolladas por este método de activación es de 728 y 2027 m2/g, las cuales son
considerablemente mayores a las observadas en los procesos de activación física
(Mohameed et al., 2010; Mohamad et al., 2013).

En cuanto a la activación fisicoquímica, esta ruta es de tratamiento adicional


para obtener carbones activados y se realiza en un sólo paso. En este método el
precursor es calentado a temperaturas en los rangos de 500-700 °C o 700-800 °C bajo
un flujo de vapor constante (Ioannidou y Zabaniotou, 2007). Algunos de los precursores
estudiados con este método han sido cáscaras de pistache, cáscaras de almendra y
cáscaras de coco (Mohamad et al., 2013).

3) Evaluar las propiedades de adsorción del carbón producido.

La capacidad de adsorción de los carbones activados dependerá del tamaño de


sus poros y por ende, de su área superficial, en efecto a mayor área superficial, mayor
número de puntos de adsorción disponibles. En este sentido, el área superficial es la
extensión de la superficie de los poros desarrollados dentro de la matriz del carbón
activado. La porosidad del carbón activado puede determinarse al estimar el número de
yodo mediante la adsorción de este elemento en solución, para lo cual se aplicará la
prueba ASTM D4607-14 a fin de índice de yodo del carbón activado producido y de
este modo, obtener un índice del área superficial del producto. Esto se debe a que el
yodo se adsorbe con mucha eficiencia en una capa monomolecular y su tamaño le
permite alojarse hasta en los poros más pequeños en los que se lleva a cabo la adsorción
De Yuso A. Alicia M. (2012).

Para la determinación del tiempo óptimo de contacto muestras de 0.2 g de carbón


activado con tamaño de partícula de 1.5-0.250 mm fueron adicionados a 50 mL de una
solución de azul de metileno con concentración inicial de 50 mg/L contenida en un
matraz Erlenmeyer a pH=8 y T=22 ºC. La mezcla se agitó a 200 rpm y se tomaron
muestras a 5, 10, 15, 20, 25, 30, 45, 60, 90, 120, 150 y 180 min, midiéndose la
absorbancia en un espectrofotómetro a una longitud de onda de 664 nm (Ramírez et al.,
2016; Pathania et al., 2017). Este procedimiento se realizó por triplicado para cada
adsorbente. Para determinar la concentración final de azul de metileno se realizó una
curva de calibración obteniéndose la ecuación de la recta con un R2 de 0.9992.

Para los experimentos de adsorción, 0.2 g de adsorbente se adicionaron a 50 mL


de soluciones de AM con concentraciones iniciales de 10, 20, 30, 40 y 50 mg/L
contenidas en matraces Erlenmeyer. Las pruebas se realizaron en un montaje tipo Batch
a 200 rpm, temperatura constante de 21 ºC y tiempo óptimo de contacto determinado a
partir de los experimentos de cinética. Para determinar la concentración se midió la
absorbancia en un espectrofotómetro a una longitud de onda de 664 nm.

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