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TALLER DE ORATORIA

WORKBOOK

LIC. PAMELA MARTÍNEZ ACHECAR


¿QUÉ ES LA ORATORIA?

La oratoria se define como el arte de hablar en público con elocuencia y a lo largo de


la historia las personas la han empleado como una herramienta para generar
cambios, influenciar a otros, obtener prestigio y poder político.

La oratoria nace en la Antigua Grecia y es allí donde además de ser considerada un


arte, empieza a entenderse como una virtud. Se consideraba que solo los hombres
sabios eran capaces de hablar en público exitosamente. Por supuesto, esa es una
consideración que sigue vigente hasta el día de hoy.

Es imposible pensar en un líder incapaz de comunicar sus ideas claramente. Si


reflexionamos sobre los momentos más drámaticos de la historia de la humanidad,
siempre podremos identificar un gran orador que ha sido capaz de cambiar el curso
de los acontecimientos con sus palabras. Basta con recordar los inmortales
discursos de Martin Luther King Jr. o de Winston Churchill para confirmar que si
decimos las palabras correctas en el momento adecuado, podemos hacer historia.

Pero aún si no planeas convertirte en un gran líder político, la oratoria es una


destreza que necesitarás para ser más exitoso. En la universidad necesitarás hacer
presentaciones para sacar buenas calificaciones. En el área laboral tarde o temprano
deberás hacer una presentación a tus empleados, a tus colegas o a tus jefes y qué
tan bien lo hagas puede definir tu futuro dentro de una empresa.

De hecho, diferentes encuestas arrojan las habilidades


comunicativas como una de las principales destrezas
requeridas en el mercado laboral. Aún cuando la
tecnología ha revolucionado el mundo, la oratoria sigue
dominando la escena pública, ahora en forma de videos Si decimos las
de Youtube, de Lives en Instagram o de Webinars. palabras correctas
en el momento
Además, la oratoria permite hacer nuestras ideas públicas
adecuado, podemos
al compartirlas con otros y justo por eso constituye un
hacer historia.
medio importante para ejercer ciudadanía. Elevar
nuestras voces en símbolo de protesta ha probado a lo
largo del tiempo ser la semilla que da origen a grandes
revoluciones.
EN TUS PALABRAS ¿QUÉ DEFINE A UN BUEN ORADOR?

Debemos recordar que la oratoria en sí misma es un medio, no un fin. Esto significa que
la oratoria es el canal que utilizamos para alcanzar un objetivo, que típicamente puede
clasificarse en una de las siguientes categorías: informar/educar, convencer o
entretener (este último no se limita al discurso humorístico, sino también a una eulogía,
un brindis, o cualquier otro discurso dado en eventos sociales).

Los buenos oradores no hablan por hablar. Hablan porque pesiguen algún fin al
dirigirse a su audiencia -ya sea convencerlos de invertir en su idea de negocios,
informarles sobre cuáles son los métodos para protegerse del Coronavirus o
simplemente inspirarlos con su historia. Es por esto que una buena métrica para medir
a un buen orador es justamente si ha conseguido el fin que se ha propuesto.

Imagínate que debes hacer una presentación a un grupo de inversionistas con el fin de
convencerlos de financiar un nuevo proyecto inmobiliario. Cuando llega el día de la
presentación, logras crear empatía con ellos y presentar una exposición organizada,
con un lenguaje corporal impecable, con chistes buenísimos, casi a la altura de un
TedTalk. Sin embargo, al final, los inversionistas se sienten satisfechos por haber
presenciado a un buen orador, pero no están motivados a comprar. Ahora te pregunto
¿Lo hiciste bien o lo hiciste mal?

¿CUÁL ES TU MENSAJE?

Para poder establecer el objetivo de nuestro discurso tenemos primero que identificar
cuál es la idea central que queremos comunicar a nuestro público. Ese mensaje debe
poder plasmarse en tan solo una oración; por ej.: "Las clases virtuales deben sustituir la
educación presencial", "La diversidad es enriquecedora", "Debes invertir en X negocio."

En tan solo una oración define cuál es tu mensaje.


¿CUÁL ES TU OBJETIVO?

Después de haber identificado cuál será nuestro mensaje entonces es preciso


determinar qué objetivo concreto estamos persiguiendo con nuestro discurso.

Brevemente explica cuál es el objetivo de tu presentación (informar sobre un tema en


particular, persuadir a que la audiencia haga algo, favorezca una postura; o entretener)
y qué quieres lograr en tu audiencia al terminar.

¿QUIÉN ES TU AUDIENCIA?

Uno de los principales errores que cometen los oradores es el de sentarse a preparar su
presentación o discurso tan pronto han definidio qué tema van a tratar y sin antes
preguntarse quién será la audiencia que los escuche y cuáles son las características
particulares de esa audiencia.

El Análisis de Audiencia es un proceso que separa a los grandes oradores de los


mediocres. A ninguno de nosotros se nos ocurriría contarle a nuestros padres, a
nuestras parejas y a nuestros mejores amigos qué tal nos fue en la noche de rumba de
la misma forma. El discurso no debe estar exento de este proceso de personalización.
Cuando hacemos un análisis de audiencia somos capaces de identificar cuáles son las
vías y los recursos principales que debemos utilizar para hacer llegar nuestro mensaje y
conseguir nuestro objetivo de una forma efectiva. 

Este análisis se hace en tres vertientes:

Demográfico - ¿Quién es tu audiencia? ¿Cuáles son sus


características individuales y grupales?
Psicológico - ¿Qué sabe tu audiencia y en qué cree? ¿Qué
piensan ellos sobre el tema a tratar?
Contextual - ¿Cuándo y dónde disertarás?   ¿Por qué esta
audiencia te escucha?
ANÁLISIS DEMOGRÁFICO

¿CÓMO PUEDO ADAPTAR


CRITERIOS RESPUESTA
MI DISCURSO?

Rango de edad al que


pertenecen

¿Hombres? ¿Mujeres?
¿Mixtos?

Lenguaje materno

Raza, cultura, o
procedencia étnica

Profesión

Religión

Nivel educativo

Membresía organizacional

Tamaño de la audiencia

Relación jerárquica entre


los miembros de la
audiencia

Otras cualidades
relevantes (Ej.: estado civil,
maratonistas, padres de
familia, etc.)
ANÁLISIS PSICOLÓGICO

¿CÓMO PUEDO ADAPTAR


CRITERIOS RESPUESTA
MI DISCURSO?

¿Qué saben sobre el tema?


¿Qué desconocen?

¿Qué desean saber?

¿Qué necesitan saber?

¿Dominan alguna
terminología
especializada? ¿Cuál?

¿Alguien dentro de tu
audiencia domina el tema
mejor que tú?

¿Están neutrales, opuestos


o a favor de tu mensaje?

¿Cuáles son sus principales


valores?

¿Cuáles son sus principales


problemas?
ANÁLISIS CONTEXTUAL

¿CÓMO PUEDO ADAPTAR


CRITERIOS RESPUESTA
MI DISCURSO?

¿Asisten de forma
voluntaria u obligatoria?

¿Por cuáles experiencias


han pasado en los últimos
días o semanas?

¿Qué tipo de presentación


espera la audiencia?

¿Cómo irán vestidos?

¿A qué hora del día es la


presentación?

¿Compartirás el escenario
con otros ponentes?

¿Qué distracciones existen


en el salón?
Ahora te estarás preguntando: ¿y de dónde voy a sacar tanta información? Pues hay
diferentes métodos que puedes usar:

1. Encuesta directa: si tienes alguna forma de entrar en contacto con tu audiencia


antes del día del evento, puedes prepararles un formulario del cual puedas extraer
las informaciones que consideres más cruciales. Puedes auxiliarte del organizador
del evento para estos fines.
2. Puedes hacer deducciones a partir de la naturaleza misma del evento, es decir, si vas
a participar como orador en una conferencia sobre vocación laboral, puedes deducir
que los participantes en su mayoría serán jovenes pre-universitarios que aún no
están seguros sobre sus carreras y a partir de ahí llegar a diversas conclusiones.
3. Habla con personas que compartan las principales características de tu audiencia si
no puedes hablar con ellos directamente. Si realizas el paso 2 y finalmente concluyes
que el rango de edad de la audiencia es de 17-19 años, pero tú tienes 30, no caigas en
en el error de asumir ciertos estereotipos como ciertos. Habla con jóvenes de esas
edades e investiga cómo piensan, qué creen, qué los mueve.

EJERCICIO

Imagina que tienes que dar un discurso sobre salud sexual y reproductiva ¿cuáles
puntos tocarías si la audiencia fuera niñas adolescentes de entre 14-18 años? ¿y si en
cambio fueran mujeres adultas de entre 40-50 años? ¿Usarías las mismas estrategias?
Desarrolla.
EJERCICIO

Ahora eres nutricionista, con frecuencia debes de dar charlas a diferentes grupos
acerca de tomar decisiones alimenticias más saludables. Manteniendo el mismo
mensaje (debes comer cosas frescas y saludables) explica cómo presentarías a los
siguientes grupos:

Niños de 5-7 años

Padres y madres que trabajan

Personas envejecientes
ESTRUCTURA DEL DISCURSO

Ya sabes cuál es tu mensaje, qué propósito persigues y cuál es tu audiencia ¡Ya estás
listo para empezar a preparar tu discurso!

Introducción
La introducción de tu discurso es uno de los momentos más cruciales de toda tu
presentación, pues es cuando la audiencia decide si te dedicará su atención y su
tiempo o no. La introducción busca enganchar a tu audiencia y establecer
credibilidad. En otras palabras, durante la introducción tus dos objetivos son: 
crear empatía entre tu público y tú y anfizar que eres una fuente confiable de
informarción, que deben y pueden confiar en ti. La introducción es especialmente
importante porque es el momento de tu discurso donde te sentirás más nervioso.
Contextualización
Después de haber hecho la introducción debes dedicar un espacio para justificar
la importancia de tu tema para la audiencia. ¿Qué valor le agrega a sus vidas?
¿Qué impacto tiene para ellos este tema? ¿Por qué deben de escucharte?
Hoja de ruta
Presenta brevemente cuál es la estructura que seguirá tu presentación. Ej.: hoy
vamos a discutir sobre estos 3 puntos...
Tésis
Aquí va el cuerpo de tu mensaje, aquello que quieres comunicarle a tu audiencia.
En principio,  deben usarse al menos dos ideas secundarias que apoyen a la tésis
central, cada una de ellas respaldada por alguna evidencia.
Antitesis
Si tu tema es controversial se recomienda incluir algunos de los argumentos
principales de la postura contraria. Es decir, si tu discurso es a favor del aborto,
incluye 1 o 2 de los argumentos más fuertes en contra del aborto con sus
respectivas refutaciones. Ej: "... sin embargo, muchas personas consideran que la
vida inicia desde la gestación y por tanto el aborto debe considerarse como
homicidio.  Ahora bien, ante la ausencia de un consenso científico, jurídico o
incluso filosófico, cualquier criterio para determinar el momento en que se
origina la vida humana es tan válido como los demás y por tanto, no hay razón
para legislar en base a una creencia u otra."
Conclusión
Es el cierre de tu discurso, tradicionalmente se recuerda cuál es la idea central o al
menos se enfatiza el mensaje principal con que quieras dejar a tu audiencia.
RETÓRICA

La Retórica es el arte de la persuasión. Por lo general, cuando hablamos en público
tenemos  un  fin  persuasivo, queremos convencer a otros de que adopten nuestras ideas
,nuestra forma de ver el mundo o cambien alguna conducta. Aristóteles se considera el padre
de la retórica y él explicaba que para lograr un proceso persuasivo efectivo debían
combinarse tres elementos: ethos, pathos y logos.

Ethos

El ethos se refiere a la ética del orador o su credibilidad y se considera el punto de partida


para la retórica. Si el orador no goza de credibilidad frente a su público, su discurso no tendrá
impacto en su audiencia, sin importar lo bien elaborado que esté. Las personas creen en el
mensaje solo si consideran que el mensajero es una fuente fidedigna de información.

Para lograr construir credibilidad los oradores deben establecer similitud con la audiencia
para poder establecer empatía; deben trabajar la autoridad que tienen con relación a su
público y finalmente, establecer su reputación y experiencia relativa al tema que van a tratar.

Evidentemente, la credibilidad es algo que se construye dentro y fuera del escenario. Un


orador debe tener coherencia sobre aquello que predica en su vida personal y en su vida
pública, de lo contrario, sus plantemientos podrán ser puestos en duda por parte de quienes
lo escuchan.

Pathos

Se refiere a apelar a las emociones del público, intentando despertar sentimientos en la


audiencia. Cuando utilizamos lenguaje cargado, imágenes fuertes, metáforas, historias, entre
otros, estamos intentando convencer a la audiencia a tomar una postura, no por los
argumentos lógicos que podemos plantearles, sino a partir de sus emociones.

Logos

El logos o la lógica se refiere al uso de datos duros, estadísticas, teorías, observaciones


empíricas para dar validez a las propuestas que se defienden durante un discurso.
MIEDO ESCÉNICO

El miedo escénico o glosofobia es el temor y la ansiedad que sentimos cuando tenemos


que hablar en público. Según encuestas, el miedo escénico se posiciona como una de
las principales fobias, incluso mayor que el miedo a las alturas o a la muerte. El famoso
comediante, Jerry Seinfield, lo explicó maravillosamente cuando dijo: "en un funeral la
mayoría de las personas prefieren estar en el ataúd que pronunciando elogios sobre el
difunto."

Lo primero que debes entender es que el miedo escénico es perfectamente normal,


solo debes convertirlo en nerviosismo controlado que en lugar de ser un obstáculo para
tu presentación es una fuente de emoción y energía.

Una de las principales estrategias que puedes usar para dominar el pánico escénico es
la Reestructuración Positiva. Esta técnica consiste en repetirte frases positivas que sean
capaces de mejorar tu ánimo y mejorar tu autoestima. Ej.: "Soy un/a orador/a exitosa",
"cada día me hago mejor en esto" etc.

EJERCICIO

Prepara 5 frases positivas que puedas repetirte a ti mismo en situaciones de estrés,


como antes de hablar en público.
1.
2.
3.
4.
5.
Por otro lado, podemos luchar contra la irracionalidad de nuestros miedos. Esta técnica
se conoce como Modificación Cognitiva. Muchas veces tememos cosas que tienen una
probabilidad de ocurrencia mínima. Seamos serios ¿qué tan probable es que se nos
olvide TODO lo que estudiamos y nos quedemos totalmente en blanco? Sí, es posible,
pero ¿qué tan probable?

Cuando te das cuenta que tus temores son irracionales y hay ínfimas probablidades de
que se conviertan en realidad, te sientes más confiado de que las cosas saldrán como
esperas.

EJERCICIO

Enumera tus principales 3 temores y luego determina qué tan probable es de que
realmente ocurran. Por supuesto, estamos partiendo de la premisa de que te has
preparado extensivamente para tu presentación y has practicado varias veces.

Poco Muy
probable Probable probable
Ej.: Tengo miedo de que se me
haga imposible conectar con la
audiencia.
Otra técnica poderosísima que puedes usar para calmar tus nervios se conoce como
Visualización. El poder de nuestra mente no tiene límites y para nuestro cerebro
imaginarnos una situación tiene básicamente las mismas consecuencias que vivirla. Si
no me crees, imagínate mordiendo un limón y confirma cómo arrugaste la cara o
salivaste más con tan solo pensarlo.

Esta técnica consiste en imaginarte a ti mismo (de forma vívida) dando un discurso con
éxito o recordando alguna ocasión en que hayas dado un discurso y hayas maravillado
a tu audiencia. Cuando lo hagas, tu cuerpo experimentará emociones positivas de
satisfacción, éxito y orgullo, ayudándote así a controlar tus nervios.

EJERCICIO

Imagínate dando un discurso, tal como sueñas darlo. Imagina cada detalle. ¿Dónde
estás discursando? ¿sobre qué tema? ¿qué estas vistiendo? ¿quién está en la
audiencia? ¿te dan una ovación de pie al terminar? ¿cómo se siente estar en ese
momento? Desarrolla con tantos detalles como puedas. 
OTROS CONSEJOS

Sin lugar a dudas, ningún consejo o técnica será útil sino te dedicas a prepararte para
tu presentación. Preparar tu contenido y practicarlo incansablemente es la forma más
segura de vencer el miedo escénico. Si de todas formas te sientes muy nervioso, intenta
identificar rostros amigables en la audiencia. Éstos son las caras de aquellas personas
que siempre nos sonríen, que asienten con la cabeza, se ríen de nuestros chistes y
están en total sintonía con nosotros. Incluso puedes llevar tus propios rostros amigables
a tus discursos: tus padres, pareja, hermanos, amigos pueden ser tus porristas
personales desde la audiencia.

Una buenísima noticia que tengo para ti es que tu miedo escénico no es tan visible
para la audiencia como tú crees. Puedes sentirte súper nervioso sin que el público lo
note. Recuerda esto la próxima vez que estés en el escenario y relájate. 

Ten pendiente que contrario a lo que normalmente creemos, el público espera que
tengamos éxito y ellos no van a juzgarnos con la misma severidad que nos juzgamos
nosotros mismos. Dicho de otra forma, ellos no están esperando que seas el orador
perfecto, relájate.
LENGUAJE CORPORAL

El orador es parte del mensaje. Aquello que comunicamos con nuestro cuerpo,
nuestra vestimenta, gestos, ademanes y expresiones faciales influyen en cuál es la
interpretación que hace la audiencia sobre lo que decimos.

Sin embargo, hay una idea equivocada sobre el peso real que tiene nuestro cuerpo en
la transmisión de un mensaje. El prominente Albert Mehrabian, estudioso de la
comunicación, en su tésis doctoral propuso la famosa regla 55-38-7, que explica que el
55% de nuestro mensaje viene dado por los elementos visuales (fundamentalmente
lenguaje corportal), el 38% proviene de los elementos vocales (el sonido de nuestra voz)
y a penas un 7% de la comunicación ocurre dentro del espectro verbal (nuestras
palabras). Muchos "profesionales" de la comunicación han popularizado esta regla bajo
una interpretación equivocada de la tésis de Mehrabian. En principio la regla 55-38-7 es
válida, si y solo si, la aplicamos a la comunicación de emociones. No aplica para ningun
otro escenario.

Imagínte lo siguiente: te sientes agobiado/a por todo el trabajo que has tenido y a
penas sí has podido dormir. Todo tu cuerpo evidencia tu cansancio, desde tu postura
encorbada, tus ojeras y tu cara de "necesito 10 tazas de café." Uno de tus compañeros
de trabajo te ve y te pregunta que cómo estás; pero tú, demasiado cansado hasta para
hablar, respondes con un "estoy bien" pronunciado con una voz que suena a derrota.
¿Crees que tu compañero realmente cree que estás bien porque eso fue lo que dijiste?
¿O lo que dice tu lenguaje corporal y tu voz será mas influyente? Pues evidentemente,
tu compañero sabrá que no estás bien aunque tus palabras hayan dicho lo contrario. En
este caso puedes constatar cómo cuando comunicamos emociones y sentimientos
nuestra corporalidad y nuestra voz tendrán un rol mucho más protagónico que nuestro
mensaje verbal. Sin embargo, esto es solo cierto para estos casos.

Lamentablemente, muchas personas deciden estudiar oratoria pensando que dominar


el lenguaje corporal es lo que los convertirá en grandes oradores. La verdadera magia
está en el mensaje, en aquello que decimos, no en cómo lo decimos. Los grandes
oradores no son los expertos en hablar en publico, sino los expertos que hablan en
público. Evidentemente, un buen mensaje compartido por un orador que se ve
nervioso, encojido, con un tono de voz monótono, no dará los frutos deseados. Lo ideal
es poder dar un discurso impecable desde cualquier ángulo que querramos verlo. Pero
es esencial que jamás prioricemos la forma por encima del fondo. A fin de cuentas,
nuestro cuerpo y nuestra voz son los vehículos que transportan nuestro mensaje hacia
las mentes de los miembros de la audiencia. De nada nos sirve que el carro tenga más
valor que aquello que lleva dentro.
Ahora bien, hay ciertos parámetros que regulan lo que normalmente se considera
como un buen lenguaje corporal para hablar desde el escenario.

Para empezar, queremos mostrar un lenguaje corporal expansivo; espalda erguida y


gesticulaciones que vayan desde nuestro cuerpo hacia afuera. La idea es ocupar
espacio. Los líderes son fáciles de reconocer precisamente por eso, porque donde
llegan tienen una presencia arropadora. Piensen en alguna reunión de trabajo y
evalúen mentalmente cómo se veían los participantes. Lo natural es que la persona que
tenía el mayor liderazgo estuviera sentado a sus anchas, con sus cosas esparcidas en el
escritorio. La persona con menos poder probablemente estaba encorbada, con los
brazos sobre el regazo y cabizbaja.

Pero cuidado con que las gesticulaciones puedan parecer exageradas. El marco de
referencia es que no deben extenderse por debajo de la cadera ni por encima de la
barbilla. Veamos el siguiente ejemplo:

Observa sus brazos extendidos hacia los laterales. El orador se ve seguro e incluso
emocionado por su discurso.
En la imagen que se muestra debajo podemos ver a Dananjaya Hettiarachchi,
Campeón Mundial de Oratoria del 2014. Fijémonos en sus brazos, justo al nivel de la
cadera e igualmente hacía afuera. El orador no gesticula encima de sí mismo.

Del mismo modo, nota cómo sus


pies se alinean con la cadera. Ésta
es la posición recomendada. Si
mantenmos los pies muy unidos
nuestro equilibrio puede verse
afectado. Abrirlos más allá del nivel
de las caderas puede verse
agresivo.

Pero ¿Cómo gesticular cuando tengo un podium enfrente? En ese caso las manos
pueden orbitar por encima de la barbilla, pero bajo ninguna circunstancia en frente del
rostro. Veamos:

En la imagen de la izquierda podemos ver


a Michelle Obama, ex-Primera Dama de los
Estados Unidos. Observa cómo una de sus
manos está ligeramente por encima del
nivel de la barbilla sin cubrir su cara.
En la imagen de la derecha tenemos a
Elizabeth Warren, quien fue aspirante a la
candidatura presidencial por el Partido
Demócrata de Estados Unidos en el 2020.
Sus brazos se extienden hacia arriba
formando una "V" que es típicamente señal
de victoria. Cuando los oradores se
encuentran frente a una audiencia
multitudinaria, como ocurre en la esfera
política, se admite exagerar los movimientos
de los brazos para tener mayor visibilidad frente al público.

Analicemos ahora a Nayib Bukele, Presidente Constitucional de El Salvador para el


período 2019-2024, durante su icónico discurso en las Naciones Unidas.

¿Notan algo diferente que les llame la


atención?
La posicion de sus dedos es una excelente
ilustración de un ademán que se les
enseña principalmente a los políticos
como sustituto del dedo señalador que
suele verse muy agresivo.

Este gesto en particular permite


puntualizar lo que estamos diciendo sin
incomodar a la audiencia.

Veamos otras renombradas figuras


políticas utilizarlo:

Barack Obama Hilary Clinton Bernie Sanders


Existen otras gesticulaciones que nos ayudan a ilustrar mejor nuestro discurso:

La numeración. Siempre que vayamos a


enumerar puntos durante nuestro
discurso es esencial mostrarlo con las
manos. Por ej.: "Hoy voy a hablarles
sobre los dos principales ejes de mi
campaña."

Colocar nuestras manos sobre el pecho


sirve para representar que aquello que
decimos tiene un fuerte componante
emocional. Por ej.: "Lamento muchísimo la
muerte de inmigrantes en actos violentos
perpetrados por la policía."

El puño cerrado sirve para enviar un


mensaje contundente. Por ej.: "¡Las
potencias capitalistas no podrán frenar la
revolución bolivariana!"

Dependiendo del contexto puede revelar


cierta agresividad en el discurso.
Evita los siguientes gestos y posturas:

Los brazos cruzados comunican desacuerdo


y una actitud cerrada, además de que
marcan distancia entre los interlocutores. Es
muy importante tener en cuenta que a
pesar de que en muchas ocasiones
cruzamos los brazos porque es una pose que
resulta cómoda, cuando estamos frente a
una audiencia lo que motiva nuestra
lenguaje corporal es irrelevante, lo que
verdaderamente importa es lo que nuestra
audiencia puede interpretar de él.

La súper pose, popularizada por los


superhéroes. Los brazos en la cadera
establecen jerarquía. Solo recuerden cuando
sus madres les hacían un llamado de
atención cuando eran pequeños. Esta pose
busca comunicar que hay una relación de
verticalidad entre los participantes.

Debemos ser cuidadosos al utilizarla para


asegurarnos que está alineada con nuestra
intención comunicativa.

El dedo señalador o acusador añade


agresividad al discurso e incluso puede
causar incomodidad al público. Asimismo,
marca una relación de poder desigual entre
quien habla y quien escucha.
LA VESTIMENTA

La selección del atuendo que usaremos para hablar en público debe considerar que
nuestra ropa es nuestra carta de presentacion y tiene el poder de acercarnos o alejarnos
de nuestra audiencia. Si vamos a exponer frente a un grupo de adolescentes y nos
vestimos con extrema formalidad, el público sentirá que somos muy diferentes y
establecer empatía será una tarea casi imposible. Estudiemos la siguiente imagen:

Barack Obama mientras ocupaba la


presidencia de los Estados Unidos, se
presentó en eventos multitudinarios sin saco
y con la camisa remangada. ¿Por qué?
Obama intentaba ganar el voto juvenil y sabía
que para lograrlo necesitaría mostrarse de
forma tal que los jóvenes fuesen capaces de
identificarse con él y así poder crear empatía
con ellos.

También pudiese ocurrir lo contrario. Es


decir, si decides utilizar una vestimenta
casual para presentarte frente a un grupo
de empresarios e inversionistas te
arriesgas a causar un efecto adverso.

Hacer una evaluación tanto del contexto


como de la audiencia es vital para
seleccionar nuestra vestimenta, así
garantizamos que el efecto que logremos
sea congruente con nuestro objetivo al
hablar en público.
TALLER DE ORATORIA

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