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WORKBOOK
Debemos recordar que la oratoria en sí misma es un medio, no un fin. Esto significa que
la oratoria es el canal que utilizamos para alcanzar un objetivo, que típicamente puede
clasificarse en una de las siguientes categorías: informar/educar, convencer o
entretener (este último no se limita al discurso humorístico, sino también a una eulogía,
un brindis, o cualquier otro discurso dado en eventos sociales).
Los buenos oradores no hablan por hablar. Hablan porque pesiguen algún fin al
dirigirse a su audiencia -ya sea convencerlos de invertir en su idea de negocios,
informarles sobre cuáles son los métodos para protegerse del Coronavirus o
simplemente inspirarlos con su historia. Es por esto que una buena métrica para medir
a un buen orador es justamente si ha conseguido el fin que se ha propuesto.
Imagínate que debes hacer una presentación a un grupo de inversionistas con el fin de
convencerlos de financiar un nuevo proyecto inmobiliario. Cuando llega el día de la
presentación, logras crear empatía con ellos y presentar una exposición organizada,
con un lenguaje corporal impecable, con chistes buenísimos, casi a la altura de un
TedTalk. Sin embargo, al final, los inversionistas se sienten satisfechos por haber
presenciado a un buen orador, pero no están motivados a comprar. Ahora te pregunto
¿Lo hiciste bien o lo hiciste mal?
¿CUÁL ES TU MENSAJE?
Para poder establecer el objetivo de nuestro discurso tenemos primero que identificar
cuál es la idea central que queremos comunicar a nuestro público. Ese mensaje debe
poder plasmarse en tan solo una oración; por ej.: "Las clases virtuales deben sustituir la
educación presencial", "La diversidad es enriquecedora", "Debes invertir en X negocio."
¿QUIÉN ES TU AUDIENCIA?
Uno de los principales errores que cometen los oradores es el de sentarse a preparar su
presentación o discurso tan pronto han definidio qué tema van a tratar y sin antes
preguntarse quién será la audiencia que los escuche y cuáles son las características
particulares de esa audiencia.
¿Hombres? ¿Mujeres?
¿Mixtos?
Lenguaje materno
Raza, cultura, o
procedencia étnica
Profesión
Religión
Nivel educativo
Membresía organizacional
Tamaño de la audiencia
Otras cualidades
relevantes (Ej.: estado civil,
maratonistas, padres de
familia, etc.)
ANÁLISIS PSICOLÓGICO
¿Dominan alguna
terminología
especializada? ¿Cuál?
¿Alguien dentro de tu
audiencia domina el tema
mejor que tú?
¿Asisten de forma
voluntaria u obligatoria?
¿Compartirás el escenario
con otros ponentes?
EJERCICIO
Imagina que tienes que dar un discurso sobre salud sexual y reproductiva ¿cuáles
puntos tocarías si la audiencia fuera niñas adolescentes de entre 14-18 años? ¿y si en
cambio fueran mujeres adultas de entre 40-50 años? ¿Usarías las mismas estrategias?
Desarrolla.
EJERCICIO
Ahora eres nutricionista, con frecuencia debes de dar charlas a diferentes grupos
acerca de tomar decisiones alimenticias más saludables. Manteniendo el mismo
mensaje (debes comer cosas frescas y saludables) explica cómo presentarías a los
siguientes grupos:
Personas envejecientes
ESTRUCTURA DEL DISCURSO
Ya sabes cuál es tu mensaje, qué propósito persigues y cuál es tu audiencia ¡Ya estás
listo para empezar a preparar tu discurso!
Introducción
La introducción de tu discurso es uno de los momentos más cruciales de toda tu
presentación, pues es cuando la audiencia decide si te dedicará su atención y su
tiempo o no. La introducción busca enganchar a tu audiencia y establecer
credibilidad. En otras palabras, durante la introducción tus dos objetivos son:
crear empatía entre tu público y tú y anfizar que eres una fuente confiable de
informarción, que deben y pueden confiar en ti. La introducción es especialmente
importante porque es el momento de tu discurso donde te sentirás más nervioso.
Contextualización
Después de haber hecho la introducción debes dedicar un espacio para justificar
la importancia de tu tema para la audiencia. ¿Qué valor le agrega a sus vidas?
¿Qué impacto tiene para ellos este tema? ¿Por qué deben de escucharte?
Hoja de ruta
Presenta brevemente cuál es la estructura que seguirá tu presentación. Ej.: hoy
vamos a discutir sobre estos 3 puntos...
Tésis
Aquí va el cuerpo de tu mensaje, aquello que quieres comunicarle a tu audiencia.
En principio, deben usarse al menos dos ideas secundarias que apoyen a la tésis
central, cada una de ellas respaldada por alguna evidencia.
Antitesis
Si tu tema es controversial se recomienda incluir algunos de los argumentos
principales de la postura contraria. Es decir, si tu discurso es a favor del aborto,
incluye 1 o 2 de los argumentos más fuertes en contra del aborto con sus
respectivas refutaciones. Ej: "... sin embargo, muchas personas consideran que la
vida inicia desde la gestación y por tanto el aborto debe considerarse como
homicidio. Ahora bien, ante la ausencia de un consenso científico, jurídico o
incluso filosófico, cualquier criterio para determinar el momento en que se
origina la vida humana es tan válido como los demás y por tanto, no hay razón
para legislar en base a una creencia u otra."
Conclusión
Es el cierre de tu discurso, tradicionalmente se recuerda cuál es la idea central o al
menos se enfatiza el mensaje principal con que quieras dejar a tu audiencia.
RETÓRICA
La Retórica es el arte de la persuasión. Por lo general, cuando hablamos en público
tenemos un fin persuasivo, queremos convencer a otros de que adopten nuestras ideas
,nuestra forma de ver el mundo o cambien alguna conducta. Aristóteles se considera el padre
de la retórica y él explicaba que para lograr un proceso persuasivo efectivo debían
combinarse tres elementos: ethos, pathos y logos.
Ethos
Para lograr construir credibilidad los oradores deben establecer similitud con la audiencia
para poder establecer empatía; deben trabajar la autoridad que tienen con relación a su
público y finalmente, establecer su reputación y experiencia relativa al tema que van a tratar.
Pathos
Logos
Una de las principales estrategias que puedes usar para dominar el pánico escénico es
la Reestructuración Positiva. Esta técnica consiste en repetirte frases positivas que sean
capaces de mejorar tu ánimo y mejorar tu autoestima. Ej.: "Soy un/a orador/a exitosa",
"cada día me hago mejor en esto" etc.
EJERCICIO
Cuando te das cuenta que tus temores son irracionales y hay ínfimas probablidades de
que se conviertan en realidad, te sientes más confiado de que las cosas saldrán como
esperas.
EJERCICIO
Enumera tus principales 3 temores y luego determina qué tan probable es de que
realmente ocurran. Por supuesto, estamos partiendo de la premisa de que te has
preparado extensivamente para tu presentación y has practicado varias veces.
Poco Muy
probable Probable probable
Ej.: Tengo miedo de que se me
haga imposible conectar con la
audiencia.
Otra técnica poderosísima que puedes usar para calmar tus nervios se conoce como
Visualización. El poder de nuestra mente no tiene límites y para nuestro cerebro
imaginarnos una situación tiene básicamente las mismas consecuencias que vivirla. Si
no me crees, imagínate mordiendo un limón y confirma cómo arrugaste la cara o
salivaste más con tan solo pensarlo.
Esta técnica consiste en imaginarte a ti mismo (de forma vívida) dando un discurso con
éxito o recordando alguna ocasión en que hayas dado un discurso y hayas maravillado
a tu audiencia. Cuando lo hagas, tu cuerpo experimentará emociones positivas de
satisfacción, éxito y orgullo, ayudándote así a controlar tus nervios.
EJERCICIO
Imagínate dando un discurso, tal como sueñas darlo. Imagina cada detalle. ¿Dónde
estás discursando? ¿sobre qué tema? ¿qué estas vistiendo? ¿quién está en la
audiencia? ¿te dan una ovación de pie al terminar? ¿cómo se siente estar en ese
momento? Desarrolla con tantos detalles como puedas.
OTROS CONSEJOS
Sin lugar a dudas, ningún consejo o técnica será útil sino te dedicas a prepararte para
tu presentación. Preparar tu contenido y practicarlo incansablemente es la forma más
segura de vencer el miedo escénico. Si de todas formas te sientes muy nervioso, intenta
identificar rostros amigables en la audiencia. Éstos son las caras de aquellas personas
que siempre nos sonríen, que asienten con la cabeza, se ríen de nuestros chistes y
están en total sintonía con nosotros. Incluso puedes llevar tus propios rostros amigables
a tus discursos: tus padres, pareja, hermanos, amigos pueden ser tus porristas
personales desde la audiencia.
Una buenísima noticia que tengo para ti es que tu miedo escénico no es tan visible
para la audiencia como tú crees. Puedes sentirte súper nervioso sin que el público lo
note. Recuerda esto la próxima vez que estés en el escenario y relájate.
Ten pendiente que contrario a lo que normalmente creemos, el público espera que
tengamos éxito y ellos no van a juzgarnos con la misma severidad que nos juzgamos
nosotros mismos. Dicho de otra forma, ellos no están esperando que seas el orador
perfecto, relájate.
LENGUAJE CORPORAL
El orador es parte del mensaje. Aquello que comunicamos con nuestro cuerpo,
nuestra vestimenta, gestos, ademanes y expresiones faciales influyen en cuál es la
interpretación que hace la audiencia sobre lo que decimos.
Sin embargo, hay una idea equivocada sobre el peso real que tiene nuestro cuerpo en
la transmisión de un mensaje. El prominente Albert Mehrabian, estudioso de la
comunicación, en su tésis doctoral propuso la famosa regla 55-38-7, que explica que el
55% de nuestro mensaje viene dado por los elementos visuales (fundamentalmente
lenguaje corportal), el 38% proviene de los elementos vocales (el sonido de nuestra voz)
y a penas un 7% de la comunicación ocurre dentro del espectro verbal (nuestras
palabras). Muchos "profesionales" de la comunicación han popularizado esta regla bajo
una interpretación equivocada de la tésis de Mehrabian. En principio la regla 55-38-7 es
válida, si y solo si, la aplicamos a la comunicación de emociones. No aplica para ningun
otro escenario.
Imagínte lo siguiente: te sientes agobiado/a por todo el trabajo que has tenido y a
penas sí has podido dormir. Todo tu cuerpo evidencia tu cansancio, desde tu postura
encorbada, tus ojeras y tu cara de "necesito 10 tazas de café." Uno de tus compañeros
de trabajo te ve y te pregunta que cómo estás; pero tú, demasiado cansado hasta para
hablar, respondes con un "estoy bien" pronunciado con una voz que suena a derrota.
¿Crees que tu compañero realmente cree que estás bien porque eso fue lo que dijiste?
¿O lo que dice tu lenguaje corporal y tu voz será mas influyente? Pues evidentemente,
tu compañero sabrá que no estás bien aunque tus palabras hayan dicho lo contrario. En
este caso puedes constatar cómo cuando comunicamos emociones y sentimientos
nuestra corporalidad y nuestra voz tendrán un rol mucho más protagónico que nuestro
mensaje verbal. Sin embargo, esto es solo cierto para estos casos.
Pero cuidado con que las gesticulaciones puedan parecer exageradas. El marco de
referencia es que no deben extenderse por debajo de la cadera ni por encima de la
barbilla. Veamos el siguiente ejemplo:
Observa sus brazos extendidos hacia los laterales. El orador se ve seguro e incluso
emocionado por su discurso.
En la imagen que se muestra debajo podemos ver a Dananjaya Hettiarachchi,
Campeón Mundial de Oratoria del 2014. Fijémonos en sus brazos, justo al nivel de la
cadera e igualmente hacía afuera. El orador no gesticula encima de sí mismo.
Pero ¿Cómo gesticular cuando tengo un podium enfrente? En ese caso las manos
pueden orbitar por encima de la barbilla, pero bajo ninguna circunstancia en frente del
rostro. Veamos:
La selección del atuendo que usaremos para hablar en público debe considerar que
nuestra ropa es nuestra carta de presentacion y tiene el poder de acercarnos o alejarnos
de nuestra audiencia. Si vamos a exponer frente a un grupo de adolescentes y nos
vestimos con extrema formalidad, el público sentirá que somos muy diferentes y
establecer empatía será una tarea casi imposible. Estudiemos la siguiente imagen:
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