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Relativismo ético y
moral
TEXTO
“Reconozcan que Él es Dios; Él nos hizo, y somos suyos. Nosotros somos
su pueblo: ¡Él es nuestro pastor, y nosotros somos su rebaño!” (Salmo
100:3 TLA).
INTRODUCCIÓN
El relativismo ético asume que dos posiciones morales conflictivas
pueden ser verdaderas al mismo tiempo y en el mismo sentido, ya que
pueden existir en dos o más individuos, o en dos o más sociedades o
culturas.
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Postura filosófica que toma como factor primario para toda verdad y
moralidad a la individualidad psíquica y material del sujeto particular,
siempre variable e imposible de trascender hacia una verdad absoluta y
universal
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ES BUENO; ES MALO
TENDENCIAS SOCIALES (RELATIVISMO IDEOLÓGICO )
4. Ningún ser humano es mejor que otro. En un mundo relativo ningún
objeto es “mejor” que otro; las cosas simplemente “son”.
5. Estamos equivocados al creer que una reforma moral es posible. En
una sociedad gobernada por el relativismo no es posible hablar de
cambio, porque todo cambio implica una transformación hacia lo
mejor.
6. Todas nuestras decisiones son buenas. En un mundo donde la moral
es relativa, el corrupto y el honesto siempre toman decisiones
correctas.
El argumento principal al que apelan los relativistas, es el de la tolerancia.
Ellos afirman que el decirle a alguien que su moralidad es incorrecta, es
intolerancia, y el relativismo tolera todas las perspectivas. Pero esto es
simplemente un engaño. Por ejemplo, el mal nunca debe ser tolerado.
El hecho es que toda la gente nace con una conciencia y todos sabemos
instintivamente cuando hemos hecho algo malo o cuando se lo hemos
hecho a otros. Se necesita una mala filosofía para convencernos de que
estamos equivocados y que el relativismo moral es verdadero.
PENSANDO EN MI PROPÓSITO
Punto de reflexión: El Señor, en Su Palabra, nos ha dejado todas las
instrucciones que necesitamos para ser cada día mejores seguidores
suyos.
Oración para practicar: “Amado Dios, gracias por cada enseñanza, cada
instrucción y cada precepto que nos has dejado en Tu Palabra. Como
Tus hijos, nos corresponde ser obedientes a cada uno de ellos y así,
honrar Tu presencia, Tu bondad y Tu respaldo en todos los momentos
de nuestra vida. Ayúdanos, Señor, a ser mejores cada día. En el Nombre
de Jesús. Amén”.
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