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ALUMNO: AMOZ HIDALGO ACOSTA

GRUPO: TEOLOGÍA EN LINEA

MATERIA: ÉTICA Y VALORES

DOCENTE: GAMALIEL GORDILLO

ACTIVIDAD: REPORTE CRÍTICO DE LECTURA

HERMOSILLO, SONORA, A 19 DE ENERO DEL 2022.


REPORTE CRÍTICO DE LECTURA; “APORTACIONES DE LA ÉTICA
SITUACIONAL A UN REPLANTAMIENTO DE LA ÉTICA CRISTIANA” de Diego
Calvo Merino

Introducción: poner sobre la mesa este tema creo que es pertinente, precisamente
por los tiempos en los cuales, como iglesia, nos movemos. La “Nueva moralidad” o
“Ética de situación” es promovida por la sociedad “secular” y la iglesia tiene (de
primera mano) una gran responsabilidad, un gran desafío como agente transmisor
y encarnado del evangelio del reino. Por lo tanto, (y totalmente de acuerdo con el
autor), la pregunta que como “cuerpo de Cristo” debemos responder en cuestión de
ética y moral es: ¿Cómo actuar en las situaciones concretas de la vida, para que,
por una parte, la conciencia se sienta realmente liberada de opresiones indebidas y
por otra parte, eso no degenere en un subjetivo desorden moral? (Merino.2015.3)
Desarrollo: me llama la atención lo que el autor hace desde el principio, poniendo
en balanza dos perspectivas; la legalista y la relativa frente a la responsiva nuestra
como iglesia. Lo cual cito textualmente a continuación; “El enfrentamiento entre el
absolutismo moral y el subjetivismo relativo constituye una realidad a la que
debemos responder los creyentes”. (Merino.2015.41). es decir, que la propuesta del
autor es no solo el conocer sino el actuar, ¿Qué debemos hacer? ¿Hacia donde
debemos direccionar la balanza? ¿hacia el absolutismo moral o hacia el relativismo?
Obviamente, la iglesia de forma mayoritaria, se ha mantenido del lado
rigurosamente legalista. No obstante, el autor nos presenta una forma de interpretar
las acciones de las personas en general: “Las acciones son buenas o malas según
si esas acciones ayudan o perjudican. Pero a veces lo que es bueno en un caso
puede ser malo en otro, según las circunstancias”. (Merino.2015.45). es decir, que
las circunstancias, no nos permiten ser absolutos, de tal forma que esto nos lleva a
buscar otra vía.
Merino nos dice lo siguiente: “La ética se dedica a reflexionar filosóficamente sobre
la manera en que nosotros actuamos haciendo uso de nuestra razón, para dar
orden, sentido y valor moral a toda nuestra vida”. (Merino.2015.15). es muy
interesante tener en cuenta que mientras los absolutistas morales afirman que sin
Dios no se puede vivir en este mundo, por el otro extremo, los relativistas predican
que Dios no es necesario para vivir socialmente bien en este mundo. De tal forma,
que pareciera estar la solución en la filosofía y no en la religión, en la axiología y no
en la teonomía. Y es precisamente en este punto, cuando el autor nos lleva a la
siguiente propuesta: (como iglesia debemos entrar) “En dialogo con una Ética
Situacional pero superándola a través del ejemplo de Jesús. Aspirando a un sistema
ético que busque siempre el bien mayor para todos, o del mismo modo, un mal
menor y que razone que es lo mejor en cada situación”. (Merino.2015.6)
LA ETICA SITUACIONAL se refiere al concepto que deja de lado la
imposición de normas y principios éticos con excepción del amor, que se
supone obligan en todo tipo de situación y apela más bien a una
comprensión del contexto específico en el que se lleva a cabo cada acción.
El carácter único de cada situación y la singularidad de sus potencialidades
demandan decisiones particulares que ninguna norma o ley puede
anticipar. (Merino.2015.19)
En pocas palabras, es la situación lo que determinará nuestro modo de actuar y no
como tal, la moral determinada por x o y tradición (incluyendo el cristianismo), no
obstante, no significa un abandono a la Biblia, sino más bien, al rescate de
“principios universales” y no a un listado de lo que se debe o no hacer. En este
mismo sentido el autor menciona lo siguiente: “LA NUEVA MORALIDAD se basa en
dos convicciones; primera, que el curso de acción apropiado para un conjunto dado
de circunstancias debe ser determinado por la situación misma y no por una norma
ética predeterminada (ni siquiera bíblica). Y segundo, que el único absoluto para
cualquier situación ética es el requisito del amor”. (Merino.2015.22-23).
Lo cual en absoluto veo nada de malo, porque cuando vamos a los evangelios,
encontramos un judaísmo (del segundo templo) legalista en demasía, donde lo
importante era la estructura y el sistema religioso, donde el Sabbath era más
importante que las personas, donde el templo era más importante que las personas,
donde la Torah era más importante que las personas, donde amar a Dios y amar al
prójimo eran dos líneas sin punto de contacto, donde los fariseos podían jactarse
de diezmar hasta del eneldo y el comino pero eran incapaces de extender la mano
al necesitado, donde el sacerdote y el levita por no quebrantar el mandamiento del
sábado, eran incapaces de ayudar al necesitado. Y de repente, aparece Jesús,
predicando a los pobres, compartiendo la mesa con los pecadores, colocando en
medio de su predicación a un niño, tomando tiempo para hablar con las mujeres,
prestando atención al llamado de los ciegos, tomando en cuenta al leproso y al
gentil, etc. Para Jesús lo importante eran las personas, lo importante era el amor.
el autor, al hablar de la ética situacional menciona algo que es muy importante e
interesante: “Hay que definirla en un SENTIDO UTILITARIO. Cualquier acción que
produce el mayor beneficio para la mayor cantidad de personas, es un acto de
amor”. (Merino.2015.25). “El mayor bien dentro del mayor número, hace del bien el
objetivo de la acción moral”. (Merino.2015.39). es decir, que la ética debe ser flexible
en la medida de la utilidad de las acciones a tomar. Recuerdo que en una ocasión
le hice una pregunta a mi maestro de “historia del cristianismo” (Hno. Abel Sánchez),
la cual era la siguiente: ¿Qué es sana doctrina? A lo que él respondió; “Sana
doctrina es el evangelio siendo relevante a cada generación”. Y esto lo menciono,
porque la propuesta de la ética situacional de eso se trata, de entender que cada
generación tiene distintos paradigmas y podemos tomar la biblia de forma literal
como un recetario a seguir, paso uno, paso dos, etc.
Pensemos en la siguiente expresión: “Vivimos como seres responsables primero en
la reflexión y después en la acción”. (Merino.2015.52-53). Lo menciono, porque he
oído muchas veces la siguiente afirmación; “La Biblia es nuestra norma de vida”,
¿Pero que se quiere con ello? Fácilmente tomamos un versículo y nos convertimos
en jueces de todo el mundo, el problema radica en que se nos ha enseñado “teología
sistemática” y no “teología bíblica”, por ello se ha llegado a doctrinas totalmente anti
bíblicas (sin fundamento bíblico) y fuera de contexto, como el sionismo cristiano, el
rapto secreto, el cuento ese de que Israel es el reloj profético de Dios, etc. ¿Porque?
Porque leemos los textos bíblicos fuera de su contexto histórico y cultural, de tal
forma, que viene alguien y apoya el machismo con ciertos versículos de Pablo (sin
investigar el contexto del autor y los remitentes de la carta) y así, terminamos
accionando antes de reflexionar.
Finalmente, el autor nos lleva de los extremos; absolutismo moral y relativismo a lo
que él presenta como ética Bíblica: (la cual) “Requiere un esfuerzo (nuestro) por
cooperar con Dios en la reconstrucción de la imagen divina en nosotros, con
madurez y autonomía, dentro del marco racional descrito entre Dios, el ser humano
y la creación. Es así como se realiza el proyecto de Dios en nuestra vida a la vez
que se -plenifica- nuestra existencia personal y social y nos convertimos en un
instrumento con capacidad de contribuir más eficazmente a la tarea de Dios en el
mundo”. (Merino.2015.47). como podemos ver, la ética bíblica se trata de una
sinergia entre Dios y nosotros, Dios actuando por medio de Su Espíritu Santo en
nuestra voluntad, en nuestra racionalidad y en nuestra libertad moral.
Conclusión: imaginemos un caso particular muy a tono a nuestros días; el aborto.
Si una joven ha sido violada y fruto de dicho ultraje ha quedado embarazada, sin
embargo, la joven no está preparada ni psicológicamente, ni mentalmente, ni
emocionalmente, ni económicamente para ser madre, por el contrario, pareciera que
un embarazo en lugar de ayudar, empeora su condición social. ¿Qué hacer?
¿Vamos al mandamiento del antiguo pacto que reza: “No asesinarás”? ¿Qué haría
Jesús en nuestro lugar? No solo se trata de amor sino también de justicia. La palabra
de Dios dice..) o nos movemos al relativismo (haz lo que mejor te parezca
(emocionalmente))?. La ética de situación nos dirá que la solución al problema (sea
la que sea) debe surgir del contexto y el favorecimiento de la mayoría. En mi caso
particular, abogaría por el embarazo y parto, proveyendo todos los cuidados y al
final, si la joven no quisiera a su bebe, darlo en adopción legal y seguro a una familia
que pueda y quiera hacerse cargo del bebe.
Referencia Bibliográfica:
• C, Merino. Diego (2015) Aportaciones de la ética situacional a un
replanteamiento de la ética cristiana. España. Aula7activa

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