Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
BASES FARMACOLÓGICAS
Farmacocinética
Concepto
Fases farmacocinéticas
Estas distintas fases, implican la utilización y manejo de conceptos básicos para comprender la
dinámica instaurada. Así, las propiedades de las sustancias que actúan como excipientes, las
características de las membranas biológicas y la forma en que las sustancias pueden
atravesarlas, o las características de las reacciones enzimáticas que inactivan al fármaco, son de
necesario conocimiento para la correcta comprensión de la cinética del fármaco.
Todos estos conceptos se pueden representar mediante fórmulas matemáticas que tienen su
correspondiente representación gráfica. De esta manera se puede conocer tanto las
características de una molécula, como la manera en que se comportará determinado fármaco
conociendo algunas de sus características básicas. Así, el conocimiento del pKa,
su biodisponibilidad o hidrosolubilidad, orienta sobre su capacidad de absorción o distribución
en el organismo.
Las gráficas resultantes del estudio de un fármaco tienen valor trascendente en aplicaciones en
la industria (cálculos de bioequivalencia en el diseño de fármacos genéricos, por ejemplo) o en
la aplicación clínica de los conceptos farmacocinéticos. En efecto, la farmacocinética
clínica provee abundantes pautas de actuación para el correcto manejo de los fármacos,
buscando el máximo de efectividad y utilidad para los profesionales de la medicina humana
y veterinaria.
La liberación es el primer paso del proceso en el que el medicamento entra en el cuerpo y libera
el contenido del principio activo administrado. El fármaco debe separarse del vehículo o
del excipiente con el que ha sido fabricado, y para algunos autores comprende tres pasos:
desintegración, disgregación y disolución. Se hace una especial referencia a la ionización de las
moléculas del fármaco como factor limitante de la absorción, debido a las propiedades de las
membranas celulares que dificultan el paso a su través de moléculas ionizadas. La
recomendación de masticar los comprimidos o tabletas realizada por muchos profesionales
radica, precisamente, en facilitar esta fase, en concreto la disgregación.
En todo caso, es necesario recordar que las características de los excipientes tienen un papel
fundamental, ya que tienen como una de sus funciones el crear el ambiente adecuado para que
el fármaco se absorba correctamente. Es por ello que medicamentos con la misma dosis, pero
de distintas marcas comerciales pueden tener distinta bioequivalencia, es decir, alcanzan
concentraciones plasmáticas distintas, y, por tanto, efectos terapéuticos diferentes.
Disolución
En una situación típica, al ingerir una tableta pasa por el esófago al estómago. Por razón de que
el estómago tiene un ambiente acuoso, es el primer lugar donde la tableta se disolverá. La
velocidad de disolución es un elemento clave en el control de la duración del efecto del fármaco,
y por ello, diferentes formas del mismo medicamento pueden tener los mismos ingredientes
activos, pero difieren en la velocidad de disolución. Si se administra un fármaco bajo una forma
galénica que no es rápidamente disuelta, el fármaco se absorberá más gradualmente en el
tiempo, alcanzando una más larga duración en su acción. La consecuencia es una mejora en
su complianza, logrando en definitiva, que el medicamento no tenga que ser tomado tan a
menudo. Además, una forma de liberación lenta mantendrá concentraciones en rangos
terapéuticos aceptables por un período más duradero a diferencia de las presentaciones de
liberación rápida, que tienen picos de concentraciones plasmáticas más pronunciados.
La velocidad de disolución se describe por la ecuación de Noyes-Whitney:
Ionización
Las membranas celulares presentan una resistencia al paso de moléculas ionizadas superior a la
que presenta a las sustancias no ionizadas y liposolubles. Este hecho es de importancia sobre
todo con sustancias que son anfotéricamente débiles. El pH ácido del estómago y la posterior
alcalinización del mismo en el intestino, modifican los grados de ionización de ácidos y bases
débiles, dependiendo del pKa de cada sustancia.3 El pKa es el pH en el que una sustancia
presenta un equilibrio entre las moléculas ionizadas y las no ionizadas, y para su cálculo es
importante considerar la ecuación de Henderson-Hasselbalch.
Absorción
La absorción significa atravesar algún tipo de barrera, diferente según la vía de administración
usada, pero que en último término se puede reducir al paso de barreras celulares. O dicho de
otra forma, la interacción de la molécula con una membrana biológica, donde las características
fisicoquímicas, tanto del fármaco como de la membrana, determinarán el resultado del proceso.
Membranas biológicas
1. Solubilidad: la absorción del fármaco es más rápida cuando está en solución acuosa con
respecto a si está en solución oleosa, y, a su vez, ambas son más rápidas que la que
presentaría en forma sólida.
2. Cinética de disolución de la forma farmacéutica del medicamento. De la misma depende
la velocidad y la magnitud de la absorción del principio activo.
3. Concentración del fármaco: a mayor concentración, mayor absorción.
4. Circulación en el sitio de absorción: a mayor circulación, mayor absorción.
5. Superficie de absorción: a mayor superficie, mayor absorción.
Teniendo en cuenta estos factores, los mecanismos por los cuales, independientemente de la
vía usada, se produce la absorción son los siguientes:
Absorción pasiva o difusión pasiva
Mecanismos de absorción.
Difusión simple: depende del tamaño de las moléculas, y puede realizarse a través de la
bicapa lipídica de la membrana o a través de los poros acuosos constituidos por las proteínas
insertas en la misma. Las sustancias no ionizadas tienen mayor facilidad para la misma,
siguiendo la ley de Fick.
Distribución
La distribución de los fármacos puede definirse, entre otras formas, como la llegada y disposición
de un fármaco en los diferentes tejidos del organismo. Es un proceso muy importante, toda vez
que, según su naturaleza, cada tejido puede recibir cantidades diferentes del fármaco, el cual,
además, pasará allí tiempos variables.6
A la hora de hablar de la distribución, habrá que tener en cuenta los conceptos sobre
compartimentación del organismo vistos en el apartado de Modelos farmacocinéticos.
Factores que afectan la distribución
Son múltiples, pero siguiendo a Pascuzzo, los más importantes son los tres siguientes: los
volúmenes físicos del organismo, la tasa de extracción y la unión a proteínas plasmáticas y/o
tisulares.
Metabolismo
Los fármacos son eliminados del organismo inalterados (moléculas de la fracción libre) o
modificados como metabolitos a través de distintas vías. El riñón es el principal órgano excretor,
aunque existen otros, como el hígado, la piel, los pulmones o estructuras glandulares, como
las glándulas salivales y lagrimales. Estos órganos o estructuras utilizan vías determinadas para
expulsar el fármaco del cuerpo, que reciben el nombre de vías de eliminación:
Orina
Lágrimas
Sudor
Saliva
Respiración
Leche materna
Heces
Bilis
En lo que respecta al riñón, los fármacos son excretados por filtración glomerular y por secreción
tubular activa siguiendo los mismos pasos y mecanismos de los productos del metabolismo
intermedio. Así, los fármacos que filtran por el glomérulo sufren también los procesos de
la reabsorción tubular pasiva. Por filtración glomerular solo se eliminan los fármacos o los
metabolitos no ligados a las proteicas plasmáticas (fracción libre), y muchos otros (como los
ácidos orgánicos) son secretados activamente. En los túbulos proximal y distal las formas no
ionizadas de ácidos o bases débiles son reabsorbidas pasiva y activamente. Cuando el fluido
tubular se hace más alcalino, los ácidos débiles se excretan más fácilmente y esto disminuye la
reabsorción pasiva. Lo inverso ocurre con las bases débiles. Por eso en algunas intoxicaciones
puede incrementarse la eliminación del fármaco tóxico, alcalinizando la orina y forzando
la diuresis.
En otras ocasiones los fármacos son eliminados en la bilis con la que llegan hasta el intestino.
Allí se unen a la fracción no absorbida del fármaco y se eliminan con las heces o bien pueden
sufrir un nuevo proceso de absorción y ser eliminados finalmente por el riñón.
Las otras vías tienen poca transcendencia, salvo para fármacos muy concretos, como la vía
respiratoria para el alcohol o los gases anestésicos, aunque en el caso de la leche materna es de
especial trascendencia. El recién nacido presenta todavía cierta inmadurez de hígado o riñones
y es más sensible a los efectos tóxicos del fármaco. Por ello hay que conocer qué fármacos
pueden eliminarse a través de la leche materna para evitarlos.