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PRINCIPIOS GENERALES EN FARMACOLOGÍA

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 2
I. FARMACOCINÉTICA. ............................................................................................................. 3
II. FARMACODINAMIA ................................................................................................................ 5
III. TRANSPORTADORES DE MEMBRANA......................................................................... 6
IV. METABOLISMO DE FARMACOS ....................................................................................... 8
CONCLUSIÓN .................................................................................................................................. 9
REFERENCIAS ................................................................................................................................ 9

INTRODUCCIÓN

La farmacología se centra en el estudio de fármacos o medicamentos y cómo estos


afectan a las personas que los toman para tratar o controlar una enfermedad o un
trastorno; por ello, los medicamentos se vuelven una parte importante de la vida
cotidiana, y sus usos van desde ayudar a aliviar un dolor de cabeza hasta bajar la
presión arterial para prevenir una enfermedad cardíaca. La farmacología está
estrechamente vinculada con otros campos de estudio similares. La farmacocinética,
por ejemplo, es el estudio de la absorción, la distribución, el metabolismo y la eliminación
de los medicamentos. Para que un medicamento sea efectivo, debe administrarse en la
cantidad adecuada. El medicamento también debe lograr su objetivo. Para ello, deben
producirse interacciones entre el medicamento y el organismo. El proceso de la
farmacodinamia explica cómo el medicamento afecta el cuerpo. Entonces, la
farmacología tiene como objetivos: describir las condiciones en que varían las acciones
medicamentosas con el sujeto, y conocer los mecanismos que explican dicha
variabilidad, para mejorar el tratamiento con los fármacos disponibles y también
esclarecer los mecanismos de nuevos fármacos que pudieran ser eficaces para tratar
enfermedades en el ser humano. A continuación, se explicará con mayor detalle ambos
procesos.
I. FARMACOCINÉTICA.

La actividad de los fármacos en el cuerpo humano se ve mediada por


mecanismos por los que atraviesan la membrana celular para cumplir con la
absorción, distribución, metabolismo y excreción del fármaco. Para predecir esa
actividad es necesario disponer de elementos que caracterizan al fármaco como
el tamaño, forma molecular, grado de ionización, solubilidad en lípidos en forma
ionizada y no ionizada, además del enlace con proteínas séricas y tisulares. En
primer lugar, tenemos que la absorción es la distribución del fármaco permitiendo
su introducción en el organismo, esto conlleva a una serie de etapas en la que
es absorbido por el estómago e intestinos, en el caso de la administración oral,
que lo dirigen al hígado lugar donde puede ser metabolizado o excretado, esto
evita que llegue a la circulación general haciendo que una cantidad menor llegue
al centro en el que debe de actuar, a esa cantidad se le denomina
biodisponibilidad. A la inactivación que puede sufrir una droga, antes de alcanzar
la circulación sistémica, se le denomina efecto del primer paso. Dos preparados
que contengan la misma cantidad de principio activo, pero que posean diferentes
características en cuanto a desintegración, disolución o tamaño de la partícula,
van a tener diferente biodisponibilidad. Entonces, al saber que una fracción
menor del fármaco llega al sitio de acción la cantidad administrada debe
calcularse tomando en cuenta ese mecanismo, dejando así a elección del
médico la vía y cantidad necesaria de administración del medicamento en
cuestión. Independientemente de la vía por la que se administre, la velocidad de
disolución de un fármaco, el pH del medio, la liposolubilidad y el gradiente de
concentración son factores que condicionan el paso a través de las membranas
y, por lo tanto, condicionan la absorción. La absorción de fármacos puede ser
inmediata o mediata. Se tiene que la absorción es inmediata cuando se utiliza la
vía intravenosa, porque en este caso el fármaco no tiene que atravesar
membranas celulares para alcanzar la circulación sistémica. Cuando se utilizan
otras vías en las que el fármaco debe atravesar membranas biológicas, se tiene
que la absorción es mediata. En segundo lugar, la distribución del fármaco por
el torrente circulatorio general y la velocidad depende del gasto cardíaco, la
corriente sanguínea y el volumen hístico, lo que permite distribuirse por el líquido
intersticial o intracelular. Los fármacos pueden hallarse en la circulación
fundamentalmente en forma libre o unidos a proteínas plasmáticas y hematíes,
y se alcanza un equilibrio entre ambas. Dos sustancias que tengan gran afinidad
por las proteínas plasmáticas pueden unirse a 2 sitios diferentes de la proteína
sin desplazarse entre sí o competir por el mismo lugar. El fármaco en su forma
libre puede acceder al espacio extravascular en dependencia del gasto cardíaco
y del flujo de cada zona, y se establece un equilibrio de concentración entre este
espacio y la sangre. A veces, un tejido puede actuar como reservorio (como el
tejido graso), de forma tal que cuando la concentración plasmática va
disminuyendo, el tejido cede lentamente el fármaco y prolonga su efecto. En el
paso siguiente, los fármacos se eliminan del organismo por 2 mecanismos
fundamentales: metabolismo hepático y excreción renal. Los fármacos que son
hidrosolubles se excretan generalmente en forma no modificada por el riñón,
pero los liposolubles no, ya que cuando se filtran por el glomérulo, son
reabsorbidos, debido a su liposolubilidad por el túbulo proximal. Mediante el
metabolismo, los fármacos se transforman en sustancias más polares, más
hidrosolubles. Desde una perspectiva general, las reacciones de
biotransformación generan metabolitos inactivos más polares, que se excretan
con facilidad al exterior. Sin embargo, en algunos casos se producen metabolitos
con potente actividad biológica o con propiedades tóxicas. Esto se lleva a cabo
principalmente en el hígado mediante reacciones químicas de 2 tipos: de fase I
y de fase II. En la fase I, la reacción fundamental es la de oxidación, aunque
también pueden ocurrir reacciones de reducción e hidrólisis. Durante las
reacciones de fase I el medicamento se hace más hidrosoluble, pero no siempre
excretable o inactivo. Debido a esto, muchos fármacos pasan después a la fase
II o sintética, en la que el fármaco o metabolitos producidos por reacciones de la
fase I se conjugan con un sustrato endógeno como el ácido glucurónico, un
aminoácido, un ion sulfato. El principal sitio de conjugación es el hígado, aunque
puede ocurrir también en el intestino. Los metabolitos formados a partir de estas
reacciones aumentan su peso molecular y se dificulta su paso a través de la
membrana, son inactivos y más polares, y se excretan con mayor facilidad por
el riñón o a través del hígado por la bilis que los derivados de reacciones no
sintéticas.

II. FARMACODINAMIA

El mecanismo de acción de las drogas se analiza a nivel molecular y la


farmacodinamia comprende el estudio de como una molécula de una droga o sus
metabolitos interactúan con otras moléculas originando una respuesta (acción
farmacológica). Los efectos de casi todos los fármacos son consecuencia de su
interacción con componentes macromoleculares del organismo; o dichas
interacciones modifican la función del componente pertinente y con ello inician
los cambios bioquímicos y fisiológicos que caracterizan la respuesta al fármaco.
El término receptor denota el componente del organismo con el cual se supone
que interactúa la sustancia química, es fundamental el concepto de receptor
farmacológico, estructura que ha sido identificada para numerosos fármacos. Un
grupo en especial importante de receptores de fármacos son las proteínas que
normalmente actúan como receptores de ligandos reguladores endógenos.
Muchos medicamentos actúan en dichos receptores fisiológicos y a menudo son
particularmente selectivos porque los receptores mencionados están
especializados para identificar o reconocer y reaccionar a moléculas especiales
de señalización con gran selectividad. Además, la unión de los fármacos con los
receptores utiliza todos los tipos conocidos de interacción: iónica, enlace de
hidrógeno, hidrófoba y covalente. La mayor parte de las interacciones entre
fármacos y sus receptores comprende enlaces de varios tipos. Cuando el enlace es
covalente, la acción del fármaco suele ser prolongada. Las interacciones no
covalentes de gran afinidad también suelen ser irreversibles. Cabe mencionar que,
los receptores por sí mismos están sujetos a muchos controles homeostáticos y de
regulación. Por otro lado, la interacción fármaco-receptor se caracteriza en primer
lugar por el enlace del fármaco 6con el receptor y en segundo lugar por la generación
de una respuesta en un sistema biológico. La primera función es gobernada por la
propiedad química llamada afinidad y es regida por las fuerzas químicas que
provocan la asociación reversible del fármaco con el receptor.

III. TRANSPORTADORES DE MEMBRANA

Los transportadores son proteínas de membrana que existen en todos los


organismos. Estas proteínas regulan la entrada de nutrientes esenciales y iones, así
como la salida de los desechos celulares, las toxinas ambientales y otros productos
xenobióticos. Por un lado, los transportadores que son importantes en la
farmacocinética por lo general se ubican en el epitelio intestinal, renal y hepático.
Funcionan en la absorción y eliminación selectiva de sustancias endógenas y
productos xenobióticos, que incluyen a los fármacos. Muchos de los
transportadores que son importantes para la respuesta farmacológica regulan la
distribución en los tejidos, así como la absorción y eliminación de los fármacos.
Por otro lado, en el caso de la farmacodinamia, los transportadores fungen como
objetivos farmacológicos pues estos constituyen los objetivos de muchos
medicamentos utilizados en la clínica. Los transportadores de
neurotransmisores son los objetivos de los medicamentos administrados en el
tratamiento de los trastornos neuropsiquiátricos. Los transportadores regulan el
contacto de las células con los carcinógenos químicos, las toxinas ambientales y los
fármacos a través de mecanismos de introducción y expulsión. Por lo tanto, los
transportadores tienen una función central en los efectos adversos que estas
sustancias tienen sobre la célula. En relación, el transporte a través de la membrana
se da por medio de dos vías la pasiva y la activa. En la pasiva, la difusión simple de
un soluto a través de la membrana plasmática consta de tres procesos: división de
la fase acuosa hacia la oleosa, difusión a través de la capa doble de lípidos y
repartición en la fase acuosa del lado opuesto. Por otro lado, la activa es el tipo de
transporte de membrana que requiere energía. Es el transporte de los solutos
en contra de sus gradientes electroquímicos, lo que provoca una concentración
de solutos en un lado de la membrana plasmática y la creación de energía
potencial en el gradiente electroquímico formado. El transporte activo es
importante para la captación y expulsión de fármacos y otros solutos. Los
transportadores de fármacos tienen una función muy importante en la
farmacocinética pues algunos se encargan de la captación hepática de aniones
orgánicos, cationes y sales biliares; y otros de regular la salida de los fármacos
y sus metabolitos, sales biliares y fosfolípidos en contra del gradiente exagerado
de concentración que se forma entre el hígado y la bilis. Por el lado de la
farmacodinamia, se tiene que cuenta con transportadores participantes en la
acción farmacológica en el encéfalo. Sabemos que los neurotransmisores se
encuentran empacados en vesículas dentro de las neuronas presinápticas, son
liberados en la sinapsis por la fusión de las vesículas con la membrana
plasmática y, con excepción de la acetilcolina, posteriormente regresan a las
neuronas presinápticas o postsinápticas. Varios transportadores intervienen en
la captación neuronal de los neurotransmisores y la regulación de su
concentración en la hendidura sináptica. De la igual manera, varios
transportadores en ambas familias participan en la recaptación de ácido
aminobutírico g, glutamato y los neurotransmisores monoamónicos
noradrenalina, serotonina y dopamina. Estos transportadores sirven como
objetivos farmacológicos de los medicamentos neuropsiquiátricos. Es importante
señalar que, los fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central deben
cruzar la barrera hematoencefálica o la barrera hematorraquídea. Estas dos
barreras están formadas por células endoteliales de los capilares cerebrales y
células epiteliales del plexo coroideo, respectivamente. Los estudios más
recientes demuestran que no son sólo barreras anatómicas estáticas, sino
también dinámicas donde los transportadores de salida tienen una función
importante. Cuando se logre identificar a los transportadores de entrada y salida
en estas barreras, será posible hacer llegar de un modo eficaz varios fármacos
al sistema nervioso central sin efectos adversos y, además, será posible definir
los mecanismos de las interacciones farmacológicas y las diferencias de los
efectos terapéuticos sobre el sistema nervioso central entre un individuo y otro.
IV. METABOLISMO DE FARMACOS

La capacidad que tiene el ser humano de metabolizar y depurar fármacos es un


proceso natural que incluye las mismas vías enzimáticas y sistema de transporte
que se utilizan para el metabolismo normal de los componentes de la dieta. El
hombre tiene contacto con numerosos elementos químicos extraños o productos
xenobióticos (sustancias ajenas al organismo) a través del contacto con elementos
que contaminan el ambiente y también por la dieta. Esta capacidad de metabolizar
los productos xenobióticos, aunque es casi siempre útil, ha hecho que la
elaboración de fármacos sea muy prolongada y costosa, en gran parte por: las
variaciones interindividuales en la capacidad del ser humano de metabolizar
fármacos, las interacciones entre varios fármacos y las diferencias entre las
especies en la expresión de enzimas que metabolizan fármacos. Esta última
limita el uso de modelos animales en el proceso de síntesis y creación de
fármacos. Los fármacos se metabolizan a través de diversas reacciones que
incluyen: Oxidación, que es la pérdida de electrones por un átomo, molécula.
Por lo tanto, una molécula pobre en electrones es más difícil de oxidar que una
molécula rica en electrones. Una de las principales enzimas en el hígado
encargadas de metabolizar moléculas por oxidación son la familia del citocromo
P450 o enzimas Cyp. Las enzimas Cyp funcionan oxidando moléculas
pequeñas, incluyendo fármacos y toxinas ambientales. Realiza una variedad de
reacciones de oxidación de compuestos estructuralmente no relacionados,
incluyendo esteroides, ácidos grasos y agentes xenobióticos. La reacción de
oxidación aumenta la polaridad de las moléculas, haciéndolas más solubles en
agua y facilitando su excreción. Generalmente, si un fármaco se oxida
fácilmente, se eliminará más rápidamente dentro del cuerpo en comparación con
un fármaco difícil de oxidar. Una característica relevante de un fármaco es que
debe ser metabólicamente estable, lo que significa que debe permanecer en el
cuerpo durante un período de tiempo suficiente, a fin de ser eficaz. La fluoración
puede aumentar la estabilidad metabólica de un fármaco haciéndola menos
susceptible a la oxidación por las enzimas Cyp en el hígado; Reducción, es la
ganancia de electrones o una disminución en el estado de oxidación por una
molécula, átomo o ion; Hidrólisis, es una reacción química entre una molécula
de agua y el fármaco, en la cual la molécula de agua se divide y sus átomos
pasan a formar parte de otra especie química; Hidratación, es una reacción
química donde el agua, o uno de sus elementos H, OH, se añade a la estructura
de un fármaco, creando generalmente una molécula nueva, llamado también
hidrato; Conjugación, en las reacciones de conjugación, los productos de la
transformación metabólica de los fármacos son combinados con compuestos
endógenos hidrosolubles (agentes conjugantes). Estas reacciones son
catalizadas por enzimas como las transferasas; Condensación, es una reacción
en la que dos o más reactivos producen un solo producto principal con la
formación de agua o de alguna otra molécula pequeña, por ejemplo, amoniaco,
etanol, ácido acético, sulfuro de hidrógeno. La reacción de condensación la
producción de agua como subproducto son la reacción opuesta de
transformaciones que implican la hidrólisis, que divide un reactivo en dos nuevas
especies a través de la adición de una molécula de agua; Isomerización, es el
proceso por el cual una molécula se transforma en otra molécula, pero el
producto tiene exactamente los mismos átomos, pero una disposición diferente.

CONCLUSIÓN

La actividad de la farmacología en el estudio del efecto de los medicamentos en


las personas permite obtener el conocimiento de los principios de la
farmacocinética junto con la farmacodinámica, con la que los médicos ajustan
las dosis de manera más exacta y rápida, y de esa misma manera poder
individualizar la farmacoterapia en cada paciente pues, como se ha visto
anteriormente, para obtener un tratamiento eficaz requiere varios factores
además de una acción farmacológica conocida sobre un tejido específico en un
receptor particular.

REFERENCIAS

Brunton, L. L., Lazo, J. S., & Parker, K. L. (2006). Goodman & Gilman: las bases
farmacológicas de la terapéutica (No. 615.015 GOO).

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