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Todos tenemos vínculos, donde estos nos dañan, teniendo experiencias del amor y del
desamor.
Lo que genera esos lugares duros en las relaciones es el rencor, aquello de lo que no
me he liberado. ¿Cómo se que tengo cosas por perdonar? Por los sentimientos que
tengo. Que nacen a partir de las experiencias en las relaciones que he tenido.
Tal vez el síntoma más grave de no perdonar es el endurecimiento del corazón, donde
no se puede comprender los sentimientos de los demás, además de no poder entender
los sentimientos del otro.
Nosotros estamos llamados a mirarnos a nosotros mismos como nos mira Dios. Él nos
tiene un amor incondicional.
1) Reconocer el rencor
a. No es un acto solamente de la voluntad, ocurre también cuando uno se
acerca al amor verdadero
b. Nos enojamos más con algunas personas… porque nos queremos más
2) Nosotros somos capaces de perdonar de corazón, en la medida en que nos han
perdonado a nosotros.
a. El perdón es una gracia, el perdonar es como si el amor de Dios fluyera
hacia nosotros
b. Es una decisión igualmente, difícil, pero que también requiere una
decisión personal
3) La palabra dicha
a. Aunque no siempre se puede dar, o no siempre se puede recibir, hay
que decir la palabra “perdón”
b. Uno pide perdón para libérame a mí y al otro de esa ofensa.
El perdón tiene mucho que ver con la comunicación, con el poder conversar y dialogar
lo ocurrido.