Trastornos de la Personalidad:

fundamentos y clasificaciones
diagnósticas.
Índice
Introducción ¿Qué entendemos por Personalidad? 1

Capítulo 1 ¿Qué es un Trastorno de la Personalidad? 2

Aproximaciones teóricas 3

Capítulo 2 Clasificación de los Trastornos de la Personalidad 4

DSM-5 5

CIE - 11 7

Capítulo 3 Consideraciones sobre las clasificaciones diagnósticas 9

Conclusión 11

Referencias 12

Sobre Adipa 13
Introducción
¿Qué entendemos por Personalidad?
La palabra personalidad proviene del latín personalitas,
y del griego prosopon: aquella máscara que usaban los
actores y actrices en la antigua Grecia para representar
un personaje; eventualmente, dicho concepto se
empleó para denominar a la personalidad.
Actualmente, es común emplear de forma cotidiana los
conceptos de carácter, temperamento y personalidad
como sinónimos; pero esto dista de ser cierto (Riquelme
y Jadue, 2003).
Varias teorías explican la estructura y el desarrollo de la
personalidad de diferentes maneras, pero todas
coinciden en que la personalidad cumple un rol
fundamental en la determinación del comportamiento
humano.
Sin embargo, en ocasiones los elementos basales de la
personalidad interactúan entre sí de manera
disarmónica y desadaptativa, generando dificultades
significativas para la persona afectada. Este fenómeno
constituye un Trastorno de la Personalidad.

Este ebook busca sintetizar la clasificación general de

Una definición certera es la que entrega la American los Trastornos de la Personalidad, sus principales
Psychological Association (2022), que la define características y explorar en torno a los nuevos
como "la configuración duradera de características paradigmas que están a la base de los manuales
y comportamientos, que comprende la manera diagnósticos.
única en que un sujeto se relaciona con el mundo,
incluyendo sus principales rasgos, intereses,
impulsos, valores, autoconcepto, habilidades y
patrones emocionales".

La personalidad se considera generalmente como una

integración o totalidad compleja y dinámica formada
por muchas fuerzas, incluidas las características
heredadas y adquiridas; factores fisiológicos; formación
temprana; identificación con individuos y grupos
significativos; valores y roles culturalmente
condicionados; y experiencias y relaciones críticas.

1
Capítulo 1
¿Qué es un Trastorno
de la Personalidad?

2
Un Trastorno de la Personalidad puede considerarse
como un patrón generalizado de conductas,
emociones y cogniciones inflexibles y desadaptativas.
Comienza a manifestarse en la adolescencia o adultez
emergente, y perdura a lo largo del tiempo, generando
dificultades en la vida de quien lo presenta, tales como:
malestar subjetivo, conflictos interpersonales y
alteraciones a nivel social y laboral.
Respecto de la prevalencia de los Trastornos de la
Personalidad, a pesar de la importante carga individual
y social asociada a ellos, la investigación científica
parece ser insuficiente para determinar su prevalencia.
Sin embargo, un metaanálisis de 2018 identifica una
tasa del 12,16% para cualquier Trastorno de la
Personalidad en población adulta proveniente de
países occidentales (Volkert, Gablonski y Rabung, 2018).

Las personas con Trastornos de la Personalidad
presentan fallas en el desarrollo del sentido de la
identidad del self y de la capacidad para establecer un
funcionamiento interpersonal acorde a las normas y
expectativas sociales (Bernardi, 2010).
Aproximaciones teóricas
Clarkin (2006) sostiene que parece existir un consenso
en torno a la esencia de una personalidad patológica:
problemas con el self o la identidad y una disfunción
crónica en el ámbito interpersonal.
Algunos autores mencionan que la población que
presenta algún Trastorno de la Personalidad tendría
mayores índices de morbilidad y mortalidad que
quienes no los presentan, además de una mayor
prevalencia de alcoholismo, tabaquismo y consumo
problemático de drogas (Tyler, Reed y Crawford, 2015).
¿Cómo distinguir entre una Crisis Normativa de la
Identidad y el Desarrollo de un Trastorno de la
Personalidad en la Adolescencia?

¿Qué nos dice la literatura? Te invitamos a ver este seminario gratuito, y analizar un
caso clínico.

Desde una mirada cognitiva conductual, el sujeto

con un trastorno de la personalidad tendría
creencias desadaptativas arraigadas en sus
esquemas mentales, estructuras básicas para la
selección y procesamiento de estímulos (Beck,
Freeman, Davis, et al., 2004).

La Teoría del Apego sostiene que las vivencias

interpersonales durante la primera infancia
influirían, posteriormente, en la construcción de la
personalidad y relaciones interpersonales a
través de elementos cognitivo-afectivos que
determinan los patrones de comportamiento
(Meyer y Pilkonis, 2005). Además, los síntomas de
los trastornos de la personalidad estarían
relacionados con patrones de comportamientos
negativos, copiados de cuidadores primarios a
través de la identificación, recapitulación e
introyección (Benjamin, 2005).

La Teoría de las Relaciones Objetales (Jacobson,

1964; Kernberg, 1980; Klein, 1957; Mahler, 1971)
señala que, mientras más vulnerable sea la
disposición temperamental del niño y más
perturbado el entorno de cuidado temprano, es
más probable que las concepciones
interiorizadas de sí mismo y del otro se
distorsionen y conduzcan a un comportamiento
perturbado en las relaciones con los demás.

3
Capítulo 2

Clasificación de los
Trastornos de la
Personalidad

4
En este capítulo, se expondrán las clasificaciones
diagnósticas de los dos manuales más utilizados en
salud mental: El Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales en su quinta edición (DSM-5) y la
undécima versión de la Clasificación Internacional de
Enfermedades (CIE-11). Ambos han realizado cambios
importantes en sus últimas ediciones respecto de los
Trastornos de la Personalidad. Para comprender estos
sistemas de clasificación, es necesario definir dos
conceptos clave (Riquelme y Jadue, 2003):
1 Criterios categoriales: históricamente, la
psiquiatría ha utilizado la observación como un
fenómeno separado del sujeto que las
experimenta, definiendo rasgos característicos
que han dado lugar a los tipos de Trastornos de la
Personalidad, considerando que el rasgo más
acentuado define la conducta de la persona.
2 Criterios dimensionales: consideran que el sujeto
se encuentra en movimiento entre los polos de
una misma dimensión, integrando esas
polaridades en un funcionamiento determinado,
generándose una gradiente en la que se ubica un
sujeto en particular.
DSM-5
Este Manual plantea que un Trastorno de la Personalidad
es considerado como un patrón permanente de
experiencia interna y de comportamiento que afecta al
menos a dos de estas áreas: cognición, afectividad,
relación interpersonal o control de los impulsos; es un
fenómeno generalizado y poco flexible; tiene un
comienzo en la adolescencia o en el inicio de la edad
adulta; es estable en el tiempo; y da lugar a malestar o
deterioro. En último término, un TP supone un fracaso en
la adaptación en el plano de la identidad propia y en el
de las relaciones interpersonales (American Psychiatric
Association, 2013).
Este manual opta por un enfoque categorial de los
Trastornos de la Personalidad y conserva el mismo
esquema clasificatorio que sus versiones anteriores. Es
decir, se mantienen los mismos diez Trastornos de
antes distribuidos en los mismos tres clusters:
Clúster A: raros y excéntricos
esquizoide, paranoide y esquizotípico
Clúster B: dramáticos, emotivos o erráticos
limite, antisocial, histriónico y narcisista
Clúster C: ansiosos y temerosos
ansioso-evitativo, dependiente y
obsesivo-compulsivo.
A modo complementario, se añaden otros trastornos
de la personalidad especificados y no especificados,
que implican, por ejemplo, a personas con criterios
diagnósticos de diversos Trastornos de la personalidad
(“características mixtas de la personalidad”) o que
responden a trastornos no incluidos en la clasificación
oficial (por ejemplo, el Trastorno de la Personalidad
depresivo o el Trastorno de la Personalidad
psicopático/sádico) (Esbec y Echeburúa, 2015).
¿Cómo reconocer algún trastorno de la
personalidad en la adolescencia?
Descúbrelo en este capítulo de Adipados Podcast, junto
a la psicóloga PhD. Mg. Irma Morales.
5
El DSM-5 presenta los siguientes criterios Criterios generales y categorías
diagnósticos para un Trastorno de diagnósticas de los TP según la
Personalidad: valoración alternativa del DSM-5
(sección III) (Esbec y Echeburúa, 2015)
A Un patrón persistente de experiencia interna y
comportamiento que se desvía notoriamente de
las expectativas de la cultura en la cual vive el
individuo. Este patrón se manifiesta en dos (o Criterios Categorías
más) de las siguientes áreas: diagnósticas

Cognición (o sea, modos de percibir e A. Deterioro moderado o

grave en el funcionamiento Trastorno antisocial de
interpretarse a uno mismo, a las demás la personalidad
(propio/interpersonal) de
personas, y a los sucesos). la personalidad

Afectividad (o sea, la gama, intensidad,

labilidad y adecuación de las respuestas
emocionales). B. Uno o más rasgos de Trastorno de la
personalidad patológicos personalidad por
Funcionamiento interpersonal. evitación

Control de impulsos.
C. Rasgos y deterioro en el
funcionamiento relativamente
Trastorno límite de la
B Este patrón persistente es inflexible y amplio, permanentes e inflexibles en
personalidad
cubriendo una amplia gama de situaciones diferentes situaciones sociales
y personales
personales y sociales.

D. Relativamente estables en
C El patrón persistente lleva a un malestar el tiempo. Comienzo en la Trastorno narcisista de
clínicamente significativo, o a una alteración en las adolescencia o en el inicio la personalidad
áreas de funcionamiento social, ocupacional u de la adultez
otras.

E. No explicados mejor por Trastorno de la personalidad

D El patrón es estable y de larga duración, y su otro trastorno mental obsesivo-compulsivo
comienzo se puede fechar en la adolescencia o
adultez temprana.

E El patrón persistente no se explica mejor como una F. No atribuibles a sustancias

adictivas o a enfermedades Trastorno esquizotípico
manifestación o consecuencia de otro trastorno
médicas
mental.

F El patrón persistente no es atribuible a los efectos

G. No comprendidos mejor
fisiológicos de una sustancia química (como una por la edad o el entorno Trastorno de la personalidad
droga de abuso o un medicamento), o a otra sociocultural de rasgo especificado
condición médica (como trauma encefálico).

En la sección III del DSM-5 se ha introducido un nuevo

modelo híbrido de la personalidad. Se señalan algunas
categorías diagnósticas, pero se incluye también la
evaluación de las alteraciones del funcionamiento de la
personalidad (cómo un individuo se experimenta
típicamente a sí mismo y percibe a los otros), además
de 5 grandes factores o dominios de personalidad y 25
facetas-rasgo (Esbec y Echeburúa, 2015).
6
 Conoce los aspectos básicos de estos trastornos
en la adolescencia, reviviendo el seminario
Introducción a los problemas en salud mental y
trastornos de la personalidad en la adolescencia.
CIE - 11
Para el diagnóstico de los Trastornos de Personalidad,
este manual plantea que se deben evaluar tres niveles:
1 Determinar si la persona presenta o no un
trastorno de la personalidad, e identificar si éste es
de inicio tardío (en caso de presentar indicios de la
alteración después de los 25 años). La presencia o
ausencia del trastorno se evalúa en función de los
siguientes criterios:
Alteración profunda de la percepción de los
demás, de sí mismo y del mundo, que se
manifiesta en patrones desadaptativos en los
ámbitos cognitivo, emocional y conductual.
Los patrones desadaptativos son inflexibles, y
se asocian a dificultades significativas en el
ámbito psicosocial.
La alteración se manifiesta por medio de un
rango amplio de situaciones personales y
sociales.
La alteración es relativamente estable en el
tiempo y de larga duración. Comúnmente,
tiene sus primeras manifestaciones en la niñez
y es evidente en la adolescencia.
2 Estipular la severidad de la alteración; en caso de
no ser significativa, corresponderá a una
“dificultad de la personalidad”, que no constituye
una entidad patológica, pero sí requiere apoyos
especializados.
Trastorno de personalidad leve: se presentan
dificultades notorias en muchas de las
relaciones interpersonales y en la ejecución de
los roles ocupacionales y sociales, pero logran
mantenerse algunos de ellos. Suele no
asociarse con un daño significativo hacia sí
mismo u otros.
Trastorno de personalidad moderado: existen
problemas acentuados en la mayoría de las
relaciones interpersonales y en la ejecución de
roles ocupacionales y sociales, a través de un
amplio rango de situaciones. Son
suficientemente extendidas para comprometer
a la mayoría en algún grado. Se asocia con una
historia pasada y expectativa futura de daño a
sí o a otros, pero no en un grado que cause
daño duradero o arriesgue la vida.
Trastorno de personalidad severo: hay muchos
problemas severos en el funcionamiento
interpersonal que afectan todas las áreas de la
vida. La disfunción social del individuo es
profunda, y puede estar ausente la habilidad
y/o voluntad para llevar a cabo roles
ocupacionales y sociales. Se asocia con una
historia pasada y expectativa futura de daño
considerable a sí u otros, que ha provocado
daños duraderos o a puesto en peligro la vida.
7
3 Identificar la cualidad del trastorno por medio del ¿Conoces el Trastorno de la Personalidad
dominio de rasgos, aquellos cinco dominios más
relevantes en cada sujeto. Éstos son un conjunto
Narcisista?
de dimensiones y no categorías, por lo tanto,
están a la base de las disfunciones de la
personalidad. La CIE-11 presenta la siguiente Para profundizar, te invitamos a leer nuestro blog
propuesta de dominio de rasgos del trastorno de sobre el Trastorno narcisista de la personalidad.
personalidad:

Rasgos de afectividad negativa: se caracteriza

por la tendencia a manifestar un amplio rango
de emociones perturbadoras, a menudo en
respuesta a estresares percibidos o reales
relativamente menores.

Rasgos disociales: se presenta un desprecio

Trastorno narcisista
por las normas sociales y derechos y/o
sentimientos de los demás. Es frecuente la de personalidad
expresión de una visión abiertamente positiva NOTICIAS
de sí mismo y una tendencia a la manipulación El trastorno de personalidad narcisista se caracteriza por
o explotación. un patrón general de grandiosidad (grandeza)...

Rasgos de deshinibición: destaca una

tendencia persistente por actuar de forma
impulsiva en respuesta a los estímulos, sin
considerar las consecuencias a largo plazo.

Rasgos anancásticos: existe un foco estrecho

sobre el control y la regulación de la conducta
propia y ajena, con el fin de que las cosas se
conformen al ideal de las particularidades del
sujeto, con alta preocupación por seguir las
reglas y obligaciones contraídas.

Rasgos de distanciamiento: se crea un

marcado aislamiento social y/o indiferencia
hacia las personas, incluyendo evitación de
relaciones íntimas y/o amistades cercanas.
Existe una reducción de experiencias y
expresión de emociones, hasta el punto de una
disminución en la capacidad para
experimentar placer.

8
Capítulo 3

Consideraciones
sobre las clasificaciones
diagnósticas

9
La publicación del DSM-5 ha sido controversial, con
fuertes críticas vinculadas a conflictos de intereses y a
un paradigma desactualizado, partiendo desde la
propia definición de trastorno mental. Además, se ha
criticado fuertemente la metodología empleada en la
elaboración, cuestionando la validez de las categorías
planteadas, ya que estas se basarían más en el
consenso de sus autores que en evidencia científica.
La clasificación de los trastornos de personalidad
presentada en el DSM-5 constituye un regreso a la
conceptualización categorial utilizada en el DSM-4,
pero, incluyendo el enfoque dimensional en la sección
III del manual. En esta edición se elimina el sistema
multiaxial, incorporando los Trastornos de la
Personalidad al sistema único de clasificación (Esbec y
Echeburúa 2015). Se llevó a cabo una revisión de los
criterios diagnósticos, sin embargo, estos no tuvieron
mayores modificaciones en sus términos generales ni
en cada trastorno específico.
Pese a ello, la propuesta de la CIE-11 presenta falencias,
siendo la más relevante el hecho de que su objetivo
expansionista podría no resultar positivo sino más bien
perjudicial. Esto, según Watts (2019), se debe a que las
personas podrían tener más probabilidad de ser
diagnosticadas con un trastorno o dificultades de
personalidad. No existe evidencia que respalde el
aumento en el diagnóstico, ya que éste no aseguraría
un mayor acceso a tratamientos o a la reducción del
estigma (Tyrer et al., 2014).
Diversos enfoques teóricos nos permiten diseñar
abordajes integrales. Revisa nuestro seminario:

Por otra parte, al formular la última edición, la

Organización Mundial de la Salud hizo un llamado a un
cambio profundo de la conceptualización a presentar
en la CIE-11. Así, la clasificación categorial presente en
versiones anteriores se reemplaza completamente por
una clasificación dimensional, similar a la presentada
en la sección III del DSM-5. La clasificación de la CIE-11
facilita un diagnóstico más rápido y expedito, siendo
particularmente útil en países con recursos limitados
para atención en salud mental (Figueroa, 2018).

10
Conclusión: Desafíos y proyecciones
La discusión acerca de si los trastornos de la La falta de certeza en estadísticas como la prevalencia
personalidad están mejor clasificados como de los trastornos de la personalidad, podría constituir
dimensiones o cómo categorías permanece abierta: ¿se una barrera fundamental para la falta de consenso en
describen mejor los trastornos de personalidad como los sistemas de clasificación diagnóstica más usados.
representaciones dimensionales de categorías En base a ello, urge determinar el alcance de los
diagnósticas, o como representaciones categoriales en Trastornos de la Personalidad, y así, profundizar su
sí mismas? (Rodríguez, Fontalba y Pena, 2012). comprensión.

Aunque, ciertamente, los modelos categóricos En las próximas revisiones de los Manuales
aplicados a los trastornos de personalidad han Diagnósticos, idealmente deben recogerse los
facilitado un lenguaje común y han servido para un uso alcances realizados por la comunidad científica,
generalizado en investigación, también son conocidas velando por clasificaciones que posibiliten un
sus limitaciones: el solapamiento entre los diagnósticos, acompañamiento que beneficie concretamente a las
la gran heterogeneidad dentro de los pacientes que personas.
reciben el mismo diagnóstico, los límites arbitrarios
entre el funcionamiento normal y patológico de la
personalidad, y la dificultad para abarcar las distintas
manifestaciones psicopatológicas, de modo que el
diagnóstico de trastorno de personalidad "no
especificado" es el más común.

11
Referencias
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Washington, DC: American Psychiatric Association.

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Revision, Beta Draft.

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