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Nacional”
UNIÓN DE HECHO
ESTUDIANTES:
Beramendi Muñoz, Ruby Lindura
Bustamante Collantes, Jorge Andy Arthur
Cahuama Chambi, Cristián Sendy
Castillo Gálvez, Diego Alonso
2022
1. LA UNIÓN DE HECHO
Las uniones de hecho se dan entre un varón y una mujer; es otras palabras, debe ser
una pareja heterosexual que conlleve una convivencia, que tenga intimidad y vida
sexual, para alcanzar ciertas finalidades y cumplir deberes que se asemejan a los de
un matrimonio. Una de las finalidades del matrimonio es hacer vida en común para lo
cual, se debe establecer un domicilio conyugal o convivencial. En el código civil
peruano en los artículos 288 y 289 está plasmado los deberes que nacen del
matrimonio y de las uniones de hecho como el deber de fidelidad, de asistencia, de
cohabitación y respecto a los hijos, tienen el deber de alimentarlos y educarlos.
Como existente a la unión de hecho con ellos conlleva diversos temas por tratar como
son tener posibilidad de reclamar judicialmente una pensión de alimentos en uniones
vigentes, la potestad de optar por un régimen de separación de patrimonios, el cambio
normativo en cuanto a la pensión de viudez de los concubinos, la eliminación de
barreras legales para el goce del derecho de salud, entre otros.
Según sea el caso en las relaciones matrimoniales, cuando se rompe este deber
pueden ocurrir distintas consecuencias: que el matrimonio continúe vigente a pesar de
que ya no viven juntos o que, debido a este alejamiento, se inicie un proceso de
separación legal o divorcio por mutuo acuerdo o por las causales de separación de
hecho o abandono injustificado del hogar conyugal. En el caso de las uniones
convivenciales, esta separación física da lugar a la culminación de la unión de hecho.
a) Unión de hecho propia: Todos los requisitos para proveer efectos jurídicos
están cumplidos
1) Unión de hecho impropia pura: Pasa cuando los cohabitantes ignoran por
desconocimiento la situación de esta traba u obstáculo como impedimento
matrimonial.
2) Unión de hecho impropia impura: Sucede cuando uno de los dos ya sea el
hombre o la mujer tiene sabido este impedimento para la validez y
formalización.
5. La declaración de testigos.
Con lo cual se hace distingo a dos tipos de uniones de hecho: propia e impropia.
Debiéndose entender por unión de hecho propia a la unión voluntaria entre un hombre
y una mujer, libres de impedimento matrimonial, para alcanzar los fines y cumplir los
deberes semejantes a los del matrimonio, de conformidad con lo establecido en el
primer párrafo del artículo 326 del Código Civil. Mientras que por unión de hecho
impropia debemos entender a aquellas uniones de hecho que se XII dan sin cumplir
con lo señalado anteriormente, es decir, que uno de los concubinos o ambos estén
casados, que los concubinos sean del mismo sexo, o que ambos o uno de ellos tenga
algún impedimento matrimonial. En cambio, en el caso de la unión de hecho impropia,
cuando esta unión termine, no se generará ningún tipo de derecho a favor de los ex
concubinos, ninguno de ellos podrá solicitarse indemnización o pensión alimenticia.
Por lo que la única acción que puede ejercer el interesado, en contra de su ex
concubino que se enriqueció o benefició económicamente a expensas de él, es la del
enriquecimiento indebido.
La unión de hecho se da por terminada por las causales de muerte de uno de sus
integrantes, por mutuo acuerdo, por decisión unilateral, por el matrimonio de ambos
convivientes que pasarían de convivientes a cónyuges o con el matrimonio de uno de
los convivientes con otra persona.
Según (Cornejo Fava, 2000) en nuestro país existe cuatro clases de concubinatos en:
4. Los casos del llamado servinakuy u otras denominaciones, practicados por los
campesinos indígenas de la sierra central y meridional del país.
Nos parece acertada la clasificación que realiza María Teresa Cornejo porque describe
la realidad peruana sobre las uniones de hecho. De esos cuatro casos, es de interés
prioritario del derecho peruano aquellos que no tienen impedimento para casarse. Esto
se debe a la adopción de la teoría de la apariencia del estado matrimonial; es decir, el
Estado sólo reconocerá a la unión de hecho que sea un remedo del matrimonio.
Sin embargo, no todos los autores están de acuerdo con la unión de hecho, por
ejemplo, el autor (Navarro-Valls, 2013)considera, ¡contrario a la admisión de la unión
de hecho la considera una “sombra” de! matrimonio, debido a que la mayor aceptación
debilitaría la familia legítima.
Del mismo modo encontramos diferencias en las legislaciones de otros países, por
ejemplo:
La unión de hecho presenta una amplia serie de problemas tanto patrimoniales como
no patrimoniales, sin embargo, el tipo de concubinato protegido por la mayoría de las
leyes del mundo es el de un hombre y una mujer que están estables y ambos sin
trabas matrimoniales.
Como dato interesante tenemos que este no cuenta con una regulación
sistemática e integral.
También se encuentra regulado en articulo Número 326 del código civil en donde se le
denomina “unión de hecho al concubinato, expresamente nos dice:
Nos dice (Aguilar Llanos, 2015) que “el término concubinato significa dormir
juntos y conceptualmente alude a una de las vías cómo se forma la familia; y,
en este caso, nos referimos a la relación entre un hombre y mujer, que sin estar
casados, viven como si lo fueran; ahora bien, en nuestro país se ha identificado
a las uniones de hecho exclusivamente con el concubinato, ello lo podemos
comprobar cuando la Constitución en su artículo 5 al referirse a la uniones de
hecho, alude a la relación de un hombre y una mujer que viven como casados
sin estarlo, y el Código Civil, cuando en su artículo 326 describe a esta unión
de hecho y sus características para ser amparada y protegida por la
normatividad. Es de observar que la unión de hecho protegida por la
Constitución y Código Civil debe darse entre un hombre y mujer, no existiendo
la menor posibilidad, al menos por ahora, de que la relación pueda ser entre
personas del mismo sexo.”
Siendo acertada tal definición dada por Dr. Benjamín, ya que con respecto nuestra
constitución en el artículo número 5 hace referencias al concubinato, siendo definida
de esta manera a la unión de una varón y una mujer sin la necesidad de haber
contraído nupcias viven como una pareja que si hubiera contraído matrimonio, donde
posteriormente en el artículo 326 de nuestro código civil se describe las uniones de
hecho abarcando sus características en este caso para ser amparada esta figura y
pueda ser protegida por la norma dándonos a entender que esta figura es reconocida
y existe solo cuando se trata de un hombre y una mujer mas no se reconoce para
personas del mismo sexo.
Se debe tener en cuenta que si bien el juez respecto en la Cas. N.º 2864-2014-
Lambayeque en pleno ejercicio del artículo número 194 el cual nos dice que respecto
a las pruebas de oficio. Cuando los medios probatorios ofrecidos por las partes sean
insuficientes para formar convicción, el Juez, en decisión motivada e inimpugnable,
puede ordenar la actuación de los medios probatorios adicionales que considere
convenientes.
Para que esta tenga valides tenemos que tener en cuenta que esta solo es usada de
manera excepcional y tiene que tener una motivación adecuada, en este caso se
vulnera el principio de contradicción de la demandante ya que si bien el juez uso el
articulo 194 para poder presentar la prueba de oficio en este caso trasgredió el
derecho de contradicción de a demandante y según el artículo numero 3 respecto a la
jurisdicción y acción nos dice que tanto los derechos de acción como contradicción en
materia procesal civil no admiten limitación o restricción para su ejercicio, en este caso
no se le permitió la aplicación de este principio de contradicción, trasgrediendo de esta
manera también su derecho a la defensa el cual garantiza que toda persona sometida
a proceso judicial no puede quedar en estado de indefensión por actos u omisiones
que sean imputables directa e inmediatamente al órgano jurisdiccional.
Por lo que al final la Corte declaró fundado el recurso de casación y dispuso la nulidad
de la sentencia recurrida. Además de que esta ordenó que la sala superior emita
nueva sentencia donde se realice un análisis acucioso de los hechos y medios
probatorios ya que podría estar afectando a los intereses de terceros.
Para para acreditar la conclusión de una unión de hecho no es suficiente con valorar la
declaración unilateral de abandono de hogar que en este caso realizó el demandante
ya que para ello se necesita, además, que el juez valore lo advertido por la autoridad
policial en la constatación de abandono, es decir, las declaraciones de vecinos y otros.
Así lo estableció una sentencia de la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema
recaída en la casación N.º 3208-2015-Lima Norte.
CONCLUSIONES:
En nuestro Código Civil. Al igual que en la Constitución del Estado, las uniones
de hecho regulares o perfectas están protegidas y reconocidas como
instituciones naturales y fundamentales que promueve el matrimonio. Así
mismo las uniones de hecho deben lidiar fundamentalmente con el matrimonio,
como institución paradigmática de relaciones afectivo sexuales y con respecto
a la cual se miden las nuevas formas de convivencia.