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filiación extramatrimonial.
Entrevista a Enrique Varsi Rospigliosi
En marzo de 2017 se promulgó la Ley 30628, Ley que modifica el proceso de filiación
judicial de paternidad extramatrimonial. Lamentablemente, el novísmo dispositivo,
mal anunciado, viajó por periódicos, portales, sets de televisión, etc., con el equívoco
sambenito de «Ley del ADN gratuito».
El grueso de asuntos filiales que se han ido viendo a lo largo de la historia, es el tema
de la filiación extramatrimonial, ya que al no haber un matrimonio que consagre una
presunción de que el marido de la mujer es el padre del hijo de esta, hay que recurrir a
la voluntad de este para que lo reconozca y, a falta de ello, demandar judicialmente el
establecimiento de esta filiación. Entonces, este tema, otrora, en nuestro medio era
desarrollado a través de un sistema presuncional, seguido de un procedimiento
ordinario. Luego se transforma en un proceso de conocimiento con el Código Procesal
Civil, y el tema de la prueba [se torna] sumamente complicada, así como la extensión
del proceso y los medios o armas.
Hablemos de esos temas que debieron ser mejor tratados en esta ley y las
novedades que trae.
Si nos ponemos a analizar, desde la dación de esta ley y todas sus modificaciones, ha
estado dirigida a facilitar una declaración de paternidad, permitiendo el derecho al niño
a contar con un padre y a reconocer ese derecho a la identidad que tiene toda
persona. En mérito de ello, se ha querido simplificar, agilizar y hacer mucho más
práctico el proceso. Y con estas últimas modificaciones identificamos seis puntos
importantes que nos trae esta norma:
En primer lugar, está exenta de los aranceles judiciales (pero se tiene que comprar
las cédulas de notificación). Al respecto, el proceso debió ser gratuito en el tema
procedimental, vale decir, ¿para qué me exonera de los aranceles (S/. 40.50) si no me
exonera de las notificaciones (S/. 4.20)? Si esto estaba dirigido, como entiendo que es,
a la gratuidad del proceso, la gratuidad no es total, sino que solo se han eximido los
aranceles judiciales.
¿Qué cosa se ha querido decir con esto? Si no requiere la firma de abogado entonces
yo puedo presentar cualquier solicitud, ya no una demanda. En ese orden,
imaginemos que una madre quiere demandar una paternidad y presenta un escrito
según su criterio y común entender. ¿Qué cosa hace el juez? ¿La admite o no la
admite? No, porque no cumple con los requisitos del artículo 424 del Código Civil, que
son los requisitos de admisibilidad de la demanda.
Por tanto, hay que hacer una cuarta modificación a la norma si es que el acceso de
justicia se quiere hacer de manera rápida y quieren prescindir de nosotros los
abogados en estos procesos de filiación. Por ello es que debería hacerse
una plantilla igual como en los procesos de alimentos.
Para seguir con el ejemplo, pongamos otro pero no tan extremo. Digamos que una
señora redacta un escrito con una mejor elaboración según su común entender (con
ayuda de algún amigo abogado o un estudiante), pero al final no es realmente una
demanda. Ergo, el juez admite la demanda, llega a las partes y esta inmediatamente
interpone un recurso de nulidad respecto del acto admisorio porque existe un vicio en
el procedimiento. Entonces, desde allí ya tenemos una herramienta para ir contra esta
facilidad que nos ha brindado la norma. El tema es delicado en ese aspecto.
Sobre ello, podría facilitarse una solicitud verbal de paternidad para no entrar al
aspecto riguroso, técnico, que se requiere en el resto de procedimientos que son
patrimoniales y económicos que si exigiría este tema. Precisamente por el carácter
sensible, importante, humano de declarar la paternidad y reconocer el derecho a la
identidad es que se ha querido hacer esto pero no se logró del todo.
Otro tema que resulta interesante (y que vino sucediendo en muchos procesos) era
que no se encontraba al demandado por estar ausente, indomiciliado, no se podía
ubicarlo; entonces el proceso se venía abajo. Ergo, esta norma de una manera
inteligente lo que llega a establecer es que, en los casos en los cuales no sea ubicable
la persona, o por ausencia, desaparición declarada o muerte, el proceso pueda
continuar. Esto me parece sumamente acertado.
Volviendo al tema de los incapaces, ¿podría haberse incluido el tema de que los
curadores habrían podido dar aprobación?
Es que una norma no puede decidir acerca de la voluntad de un incapaz, eso es
imposible. El curador se encarga de velar por la persona y su patrimonio según las
facultades y atributos que el juez le ha concedido en la sentencia y en mérito de la
aceptación del encargo de curador. No obstante el curador no puede disponer de
derechos personalísimos del incapaz por más que la sentencia así se lo diga.
La otra gran modificación que se ha realizado es sobre el allanamiento, porque claro,
tú te puedes allanar de un derecho indisponible (como el derecho a la identidad, a ser
padre, o afiliación) es por eso que en muchos casos se establecieron improcedentes
los allanamientos. Ahora sí la propia ley está reconociendo que si la parte reconoce su
paternidad, entonces, ¿para qué seguir con el proceso? No tiene sentido. Me parece
esto un tema interesante.
Otro aspecto interesante de este tema es que si no se paga la prueba, lo que hace el
demandado es oponerse a la prueba, y esto no significa que se suspenda el mandato
de paternidad, como sí sucedía anteriormente. Entonces, si tú te opones tienes diez
días para someterte a la prueba, y si no te sometes, inmediatamente se declara la
paternidad. Aquí por ejemplo, tenemos una consolidación de lo que antes existía, solo
que en este caso ya no se suspende el mandato porque se parte de la premisa de
que la propia admisibilidad de la demanda ya está generando una declaración de
paternidad y la que debe ser desdicha por medio de la oposición correspondiente.
Lo anterior viene a ser un tema novedoso en la norma, y por otro lado, si es que el
demandado no paga se declara la paternidad. Esto debido al sinfín de casos en el que
para evadir la solución del mismo no se honraba los servicios de los laboratorios.
Entonces, el transfondo gira en que se le ha seguido denominando a esta norma como
gratuidad del ADN, pero no es gratuidad. Si tú no pagas es porque no quieres que se
te haga la prueba y por ende, es porque sabes que eres padre. Esas son las
novedades que trae consigo.