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Introducción
Vemos a estos dos factores como grandes barreras para la creación de centros fabriles
de mayor tamaño, a mayor escala, y para la producción destinada al consumo masivo
urbano. Por ende, resultó mas apropiado un sistema de producción articulado en varias
unidades dispersas de pequeño tamaño y escasa cantidad de mano de obra,
principalmente rural y artesana, en oposición a grandes centros productivos urbanos
concentradores de mano de obra, característicos del proceso de industrialización de
Inglaterra, y de varias otras naciones industriales del Siglo XIX.
En resumen, la primera fase del capitalismo industrial francés del siglo XIX no se
caracterizó por la introducción masiva de técnicas nuevas e innovaciones tecnológicas,
si no por la movilización, utilización y reorganización sistemática de la mano de obra,
es decir, de las distintas fuerzas de trabajo disponibles: artesanos tradicionales,
poblaciones rurales, grupos populares urbanos.
Hasta finales del siglo XIX, el crecimiento económico francés fue muy destacable y se
caracterizó por una taza anual de cerca del 2,5%. Aunque este crecimiento era
considerable, era menor al de países como Estados Unidos, Gran Bretaña o Alemania,
aunque el crecimiento per capita al nivel poblacional fue equivalente a la de estos
países. Es aquí donde se puede volver hablar de dualismo, ya que esta idea podía ser
víctima de críticas frente a la industrialización moderna. En pocas palabras, basada en
este doble sistema, Francia creció a un ritmo tal que eliminó dudas sobre la eficacia de
este modelo.
Crisis y del dualismo y reestructuración
Hacia las ultimas decadas del siglos XIX el sistema dualista francés entro en una
desaceleración y crisis que reestructuraría el sistema productivo de dicho país.
Como consecuencia de esta crisis y los motivos antes mencionados, comenzó un ritmo
de inversión en maquinaria y técnicas de producción nunca antes visto en la historia
francesa. Esto queda evidenciado en el incremento del 153% de caballos de vapor entre
los años 1880 y 1906 -y el hecho de que éstos fueran destinados primeramente a la
industria y no al transporte en forma de ferrocarril- en el derrumbe de varios núcleos
protoindustriales, la continuación de la ausencia del desempleo en los niveles anteriores
a la crisis, el considerable aumento de la inversión.
Aún así, la recuperación de fines del Siglo XIX y principios del XX la puso más cerca
del nivel de las otras economías industriales, puesto que todavía Francia se encontraba
en un pequeño retraso relativo, con un promedio de empresas más pequeñas y sistemas
de dirección más anticuados. Además, para comienzos del Siglo XX, la mitad de los
franceses vivía en pequeños pueblos rurales. La ausencia de un mercado urbano
definido y a gran escala dificultaba las tentativas industriales al nivel británico o
estadounidense. También la falta de integración productiva comercial era una barrera
para la producción, al mismo tiempo que la integración de los países antes mencionados
dificultaban la entrada de productos franceses en el período de preguerra.
Conclusión
2) Industrialización de Alemania y Estados Unidos
a) Alemania
Esto fue debido a que a comienzos del siglo existían varios conflictos institucionales,
como la fragmentación política del territorio, que impedía la formación de un mercado
interior unificado por una gran cantidad de barreras aduaneras, diferentes monedas y la
existencia de monopolios comerciales. Sin embargo, y a pesar de que dicha
fragmentación no se solucionó hasta 1871, ya en 1834 la unión
aduanera Zollverein posibilitó la conformación del mercado interno.
A su vez, Alemania tenía que superar la barrera que significaba la presencia de rasgos
feudales y servidumbre en sus áreas rurales, los cuáles limitaban la movilidad social y
geográfica y, asimismo, perjudicaban la iniciativa individual y restringían la demanda
interna no permitiendo al mercado interno crecer.
Sin embargo, no sólo había impedimentos sino también algunas condiciones ventajosas,
como por ejemplo la disponibilidad de recursos naturales, una importante tradición en la
industria artesanal y doméstica, y uno de los más desarrollados sistemas educativos.
A pesar de las diferencias que había entre Alemania y el resto de las naciones
industrializadas, una similitud fue la marcada diferencia regional, donde la región
occidental fue la zona industrializada; y la oriental, la rural. Estas dos zonas se lograron
complementar con el paso del tiempo y el afianzamiento de la industrialización. La zona
oriental proveía tanto de materias primas como de mano de obra a la zona industrial,
mientras esta le vendía manufacturas. Igualmente, para lograr un equilibrio en la
balanza comercial, la producción agraria no sólo proveía a la región industrial sino
también al mercado externo.
b) Estados Unidos
Sin embargo, dichos desarrollos no fueron los únicos que aportaron a la competitividad
de la industria estadounidense, sino también la innovación organizativa, a través de
métodos de gestión empresarial y de la organización del trabajo, aumentando así la
eficiencia y el aumento del beneficio con la disminución de los costos.