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ESTADO DE SITIO

de: una

ter exlaordmarin cuya finalidad es la de prescrvar la vigencia

del sistema constituelenał (cenic a situacioncs craves cic cmcr-

géncia. Sin embargo, con lamentable frecuencia de y cs clins-

trumento legal empleado con mayor asiduidad para jusificar

los más aberrantes alentados contra la libertad.

No se trata de una garantia individual y cinceta de las liber-

tades constitucionales. Es una garantia institucionale, Lina:

vés de una limitación parcial y de interpretacion csencialmente

restrictiva de las garantias constitucionalcs individuales, pro

cura delcndecel sistema politicoensituaciones graves yanoma-

las que no pueden ser remediadas mediante la aplicacion

de re

medios ordinarins...

Coino Instrumento extraordinario destinado a defender en for-

ma directa al sistema constitucional, y de manera ladirecta a las 11-

Ucrtades constitucionales. el estado de sitio está previste-eristet

ticülos 23, 61.75 inciso 29 y 99, inciso 16, de la Ley Fundamentai.

79. 1. Causales del estado de sitio

Conforme al articulo 23 de la Constitución Nacional, cles

tado de sitio solainente se puede declarar por dos razones

+ Contación interior

Ataquc exterior

di'icil resolver las situaciones de energencia cumpliendo con la Constitu-

chói que apartándose ti ella. La elección de una u otra via depende del

grado de Inteligencia de los gobernantes y de la cultura civica de los go

bernatus

En ambos casos, se requiere que los hechos tengan una


magnitud tal que pongan en peligro el ejercicio de la Constitut

ción y de las autoridades creadas por ella.

La declaración del estado de sillo es un acto esencialmente

politico y discrecional que no es suscepuble

de revisian judicial.

en lo que respecta a las causas y razones que fundamentaron sui

dictado.

Pero tal como lo sostiene la moderna coctrina constitucio-

nal, el Poder Judicial es competente para controlar, en cada

caso concreto, la razonabilidad de los actos particulares que se

ejecutan con unotivo de la vigencia del estado de silio, y si que

ello importe cuestionar la validez del acto general ccclarativos ele!

estado de sitio.

Tal cs la doctrina tradicional de la Corte Suprema de Justi-

cia, reiterada en los casos "Granada" y "Rodriguez", 533 al desla-

car que son facultades privativas de los poderes Legislativo y

Ejecutivo las referentes a la apreciación de las circunstancias de

hecho que tornan aconsejable la adopción del estado de sitio.

por lo cual la decisión de esos poderes no resulta revisable por

los ſucces

Asimismo, y con respecto al control judicial de la legitimi-

dad en la declaración del estado de sitio, previsto por el articulo

4º de la ley nº 23.089, regulatorio del procedimiento del habeps

corpus, la Corte señaló que el mismo se refiere a los requisitos de

competencia y de forma, que incluyen lo relativo a las modalida-

des extrinsecas del acto declarativo del estado de sitio y a los po-

sibles requisitos sobre el contenido necesario del acto, tales

como el plazo de duración y la determinación del lugar sobre el

cual se aplica. Pero ese control no abarca el examen sobre la


apreciación politica de los hechos determinantes del acto que

declara el estado de sitio.

La expresión sonmoción interio debe ser entendida en for-

ma genérica y comprensiva de toda sublevación, lcvantamiento,

tumulto, conflicto social, poliuco o economico que, por su enver-

gadura y profundidad, ponga en peligro o hagan temer un peli

gro grave, serio e In nente para el orden constitucionats es suficiente cualquier perturbación, sino-
aquella que ponga en

peligro el gjercicio de la Constitución.

La conmoción puede ser aclualo potencial. El talado tie sl-

Liq puede tener caracter represivg cuando sų implahtación obec

dece a una cormorión existente y en desarrollo preventivos

cuando se declara con motivo de la percepción, seria y sienta de

que se producirá una situación de emergencia consliturio-

El concepto de ataque exterior deſine a loda actividad que

configure una situacion de guerra internacionals de guerra civil

geslada, proyecla la o apoyada desde el exterior, aunque en ta-

les actos 110 teugan participación alguna las auloridades de un

Estado extranjero.556 El concepte clásico de guerra ha variado

sensiblcniente con motivo de las nuevas nodalidades que han

asumido las conllagracioncs bélicas modernas. El fenómeno del

terrorismo o de la guerrilla nu se limita al ámbito Interior de un Es-

tado, sino que es proyeclado, fomentado y desarrollado desde el

exterior, configurando verdaderas hipótesis de alaque exterior.

El único caso en que la declaración del estado de sitio fue

motivada por un ataque exterior, se presentó el 16 de abril de

1865, en oportunidad de la guerra con el Paraguay. En las res-

tantes ocasiones, la causal invocacla lue la conmoción interior.

79.2. Competencia para declarar el estudo de sitio


La declaración del estado de sitio es una de las facultades

propias del Gobierno federal

que han sido delegadas por las 1ro-

vincias y que, por ende ellas po pueden reasumir constitucio-

nalmente. El articulo 75. inciso 29, de la Ley Fundatuental, es-

lablece expresamente que es facultad del Congreso Nacional.de

clarar el estado de silio en uno o varios puntos de la Nación.

Asimismo, cl articulo 39, inciso 16, subraya que la declaración

del estadlo dustilo es una atribución que sourcsponde al Congre-

so. Se trata de una facultad delegada al Gobierno federal que 110

puede ser ejercida por las provincias.

Se podrá alegar que la suspension solamente se extiende

sobre aquellos.derechos y-garantias cuyodecalintento sc impon-

fa como medida eficaz y necesaria para superar la conmoción

interna o repeler el ataque externo. Sin embargo, esa solución

fo emana del texto constitucional, que se refiere a las garantias

conslitucionales y, entre ellas, a las relacionadas con la libertad

fisica de las personas.

Por otra parte, si la declaración del catado de sitio es una!

potestad que corresponde a los poderes politicos, ¿qué defensas,

tendrán los gobernados para cuestionar la clicacia y necesidad

de las medidas restrictivas? Y si se dijera que el Poder Judicial

podrá ejercer el control de razonabilidad en cada caso concreto.

¿que defensas pueden tener los ciudadanos frente a un organis-

569 César Enrique Romero decia:: Por que se incluye a los derechos? Esto es

apartarse Jel texto corslitucional y contrarlar los altos fines de la ley que

es asegurar los beneficios de la estad" Derecho Constitucional, Zavalia,

Buenos Aires. 1975, p. 162).

569 "Muchos tratadistas, cuando quieren precisar las garantias se referen


concretamente al artículo 18. Esa es su posición doctrinaria. Pero cuando

se ven obligados a decir que garantias sc suspenden durante el estado de

sillo, concluyen por aceptar la suspensión del artículo 18 y la de todos los

ntros del capitulo único que no se refieren a garantias, sino a derechos

proplamente dichos, o a declaraciones preceptivas"

INTERVENCIÓN FEDERAL

La intervención federal a las provincias, como el estado de

sitio, es un remcdio extraordinaro previsto por la Constitución

„Nacional para preservar su contenido y vigencia en el marco de

Situaciones institucionalmente anormales.

Una Constitución, concebida como el documento juridico

jundamental que determina la validez del ordenamiento normati-

7o. corno el instrumento que precisa los grandes objetivos de la so-

sciedad global a cuyo logro debe encaminarse la actuación guber-

lamental, y como simbolo de la nacionalidad que representa la

historia, el sentimiento y los ideales de un pueblo, debe estar inte-

grada por normas geuéricas y lexibles que permitan su perdura-

bilidad y consecuente adaptación a los requerimientos sociales.

Una Constitución, en el ámbito de la doctrina del Estado de

i, derecho, está destinada a regir plenamente en todo momento.

Siempre debe ofrecer los instrumentos idóneos que permitan

encontrar las soluciones apropiadas para satisfacer las innu- :

erables y cambiantes necesidades de la comunidad. Cuando

Ello no acontece, cuando una constitución, interpretada inteli-

gentemente y con honestidad, no ofrece soluciones a los proble-

nas que plantea el dinamismo de la vida social, corresponde

acudir a su reforma, aunque no por medio de la ruptura del or-

den constitucional, sino siguiendo los lineamientos que ella es-

tabicce a tal efecto.


Los constituyentes de 1853/60, previendo la amplia gama

le alternativas que pueden producirse en el curso de la vida de

los pueblos, forjaron una serie de instrumentos de gobierno

cuyo funcionamiento está condicionado a las caracteristicas de

os hechos sobre los cuales deben desenvolverse.

La Constitución establece instrumentos ordinarios y ex-

traordinarios, todos los cuales tienen por fin Inmediato concre-

tar la plena vigencia dc la Constitución y, como objetivo media-

to, lograr el cumplimiento de la concepción teleológica que era

na de la Ley Fundamental, esencialmente personalista, y que se

traduce en la libertad y dignidad del hombre.

Uno

de tales instrumentos extraordinarlos es la interven,

ción federa), que constituye una garantia constitucional de.na-

Turaleza institucional destinada, especificamenter-a-preservar el

federalismo, asegurando a las provincias el desarrollo democrá

tico de sus autonomias.

La intervención federal, establecida en el articulo 6º de la

Constitución, es el remedio extraordinario previsto por ella para

garantizar a las provincias su desenvolvimiento bajo el sistema

representativo republicano, de acuerdo con los principios, de-

claraciones y garantías de la Ley Fundamental (art. 5º. CN), y su

facultad de darse sus propias instituciones locales y regirse por

ellas (art. 122, CN).

80.1. Regulación constitucional

La Intervención federal, como instrumento destinado a ga-

rantizar los principios expuestos en los artículos 5 y 122 de la

Constitucioni, está regulado por el artículo 6% que dispone: E

Gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para


garantir la forma republicuna de goblerno, a repeter invasiones

extranjeras, y a requisición de sus autoridades constituidas para

sostenerlus o restablecerlas, si hubiesen sido depuestas por la

sedición, o por invasión de otra proviracia.

Este articulo, igual que muchas otras cláusulas de la Cons-

titución, fue elaborado prescindiendo de los modelos constitu-

cionales existentes al tiempo de su sanción. Sus antecedentes

los encontramos en el Pacto Federal de 1831 y en el Acuerdo de

San Nicolás de los Arroyos de 1852, que preveian el auxilio que

correspondía dispensar a las provincias que fueran perlurbadas

por sublevaciones u hostilidades que pusieran en peligro sus 11-

bertades e independencia, procediendo a restablecer la paz y

sosteniendo a las autoridades legalmente constituidas.

Sobre la base de tales antecedentes y del artículo 59 del

Proyecto de Constitución elaborado por Alberdi, el cual disponia

que la Confederación interviene sin requisición en el territorio

de las provincias al solo efecto de restablecer el orden perturba

Autoridad provincial habilitada para

requerir la intervención

Esmirulo 6 de la Constitución dispone que, en caso de se-

femminile trivasión de otra provincia, la intervención federal

ug Turlisposta a requisición de las autoridades constituidas.de

i proxida. Pero no-aclara cuáles son esas autoridades.

tin su redaccion originaria, modificada en 1860, el artículo

li" establecia que el pedido debía ser formulado por la legislatu-

mocl gobernador.

20 la cláusula constitucional ha sido objeto de diversas inter-

pret: clones. Asi, a través de una interpretación literal del ar-

6. y considerando que la reforma de 1860 suprimió la re-


3D lcrcncta limitativa a la legislatura y el gobernador, se entiende

que cualquier autoridad provincial puede solicitar la interyen

C. **No solamente os órganos

legislativo, ejecutivo y judi-

cal, sisamblen una convención constituyente o un colegio

clectoral

También cabe entender que la Constitución se refiere a las

utorialades ordinarias, es decir, a la legislatura, el gobernador y

chitular de la función judicial. Quedarian excluidas las autorit

dettes extraordinarias, tales como la convención constituyente o

cl colegio ctectoral, por cuanto la atribución de requerir la inter-

l'ención es totalmente extraña a las funciones y objetivos de di-

chos órganos.

80,5. Alcances de la intervención federal

Normalmente, la intervención federal se materializa en al-

uno o lodos los órganos gubernamentales de la provincia, cu

satiljuciones, o algunas de ellas, son cjercidas por el inter-

veutor federal designado por el presidente de la República (art.

SD 99, Tnc, 74CN):

Las facultades de interventor federal resultan de la norma

que dispone la intervención y de las instrucciones que leliparta el presidente de la República. Pero
la intervención no importa

Jerugar la Constitución Nacional. Tampoco las lcyes federales y

nacionales. a menos que el acto de la intervención disponga lo

contrario.

La actuación del interventor está sujeta:

1) A la Constitución federal.

2) A las Icycs federales y nacionales, a menos que la ley que


establece la intervención disponga lo contrario.

3) A la norma que ordena la intervención.

A la constitución y leyes provinciales, siempre que no se

opongan a los fines de la intervención.

Si la intervención recae sobre el Poder

Ejecutiva provincial

gobernador será sustituido por el interventor,

Si recae sobre la legislatura provincial, ésta será disuelta y

el intervertor podia legislar mediante la emisión de decretos le:

yes.

Si recae sobre el órgano judicial, el interventor solamente

podrá remover y nombrar jueces si está autorizado por la norma

de intervención, o si ella también se extiende al órgano legislati-

VO.

5.588 Caso contrario, las remociones y nombramientos deberán

scr cfectuadas por el organismo previsto en la constitución pro-

vincial y las funciones del interventor judicial scrån simplemen-

te administrativas. Pero en Dirigun caso pudrá el interventor jui-

dicial administrar justicia, porque se estanăn desconciendo

Tos principios contenidos en el articulo B de la Constitución

Nacional, que prohibe el.juzgamiento de las personas por comi-

slones especiales o que sean sacadas de los jueces destgnados

por la ley antes del hecho de la causa.

Cuando el rol del interventor consista en sustituir a los

componentes de los órganos legislativo o ejecutivo de una pro-

vincia, sus facultades pueden ser superiores a las que les co-

Iresponden conforme a la constitución local, siempre que asilo

disponga la norma de intervención.

La intervención, como medida extrema y excepcional, no


puede ser Titustacta en su duración. Debe tener un plazo razona-

ble establecido por la norma en función de las caracteristicas de

cada caso y acorde con las necesidades que se tratan de satisfa-

cer. Si bien ese plazo puede ser prorrogado mediante una ley del

Congreso, su extensión no puede ser una via implícita para des-

naturalizar la forma republicana y representativa que el articulo

59 de la Constitución impone a las provincias y que debe garan-

tizar el Goblerno federal.

El intervento no es un funcionario provincial, sino federal,

que depende directamente del presidente de la República vante

quicn debc rendir cuentas de su gestión. Ello, sin perjuicio, a la

vez, de la obligación que tiene el órgano ejecutivo de explicitai

ante el Congreso el curso de la Intervención si así le es reque-

rido.

La condición de funcionario federal del interventor determi-

na que sus responsabilidades sean juzgadas conforme a la legis-

lación nacional, quedando sujcto a la jurisdicción de los jueces

federales, y no de los provinciales, con respecto a los actos eje

cutados en el ejercicio de sus funciones.

En sintesis, el interventor o comisionado federal es un dele-

gado del presidente de la República que, conforme a la ley de in-

tervención, cumple funciones politicas para concretar los fines a

que responde la intervención y funciones de iridole administra-

Liva para el normal desenvolvimiento

del estado provincial, las

cuäles no pueden ser linuitadas o reguladas

por las constitucio-

nes o leyes locales 589

NO
81. EL ORDEN CONSTITUCIONAL

En todo sistema político democrático constitucional, basa-

do sobre los principios furmulados por el movimiento constitu-

cionalista y la doctrina esquemática del Estado de Derecho, se

aspira a concretar la perdurabilidad del orden constitucional. El

orden constitucional, resultante de los principios rectores con-

sagrados en la Ley Fundamental, debe prevalecer subre las pa-

tologias del orden politico

gestadas por el comportamiento de

gobernantes y gobernados.

Sin enibargo, la experiencia politica nos revela que, con la

mentable frecuencia, se producen profundas alteraciones en el

orden constitucional mediante diversos factores coercitivos.

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