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Estilos Cognitivos, MBTI y Psicología Cognitiva

Carlos Arias

Introducción

Determinar el tipo de personalidad de una persona es algo que lleva un poco de tiempo en la

literatura. No todas las teorías de la personalidad buscan tipificar a las personas en una cantidad

discreta de categorías. Aquellas que sí lo hacen, se le llaman tipologías, es decir, el estudio de

los tipos (Allport, 1974a). Ahora bien, dichas teorías tipológicas se han realizado a lo largo de

la historia sin mucho rigor, como es el caso de Jung, pues sus postulados acerca de la

percepción, intuición (Betsch & Glöckner, 2010), memoria (Gluck et al. 2009) y pensamiento

son erróneos comparados con los hallazgos recientes de la psicología cognitiva y la

neurociencia (Ruiz et al. 2017). El objetivo de este documento no es entrar en detalle de dichas

distinciones, sino relacionar la evolución de los tipos cognitivos con los hallazgos más recientes

de la psicología cognitiva. La obra de Jung es apreciada desde el campo de la filosofía, mas no

desde la ciencia. Tanto es así, que no se le considera un referente o un antecedente remarcable

en lo que hoy se entiende son los tipos cognitivos (ver Lucas-Stannard, 2003 para una revisión

sobre el tema).

Aspectos Fundamentales de las Teorías de Personalidad

El enfoque contemporáneo de la Teoría de la Personalidad y la tipología sigue ciertos

lineamientos descritos por Andrés Pueyo (2016), los cuales son:

Disposicionalidad: Un tipo de personalidad dispone a la persona a hacer cosas y a tener ciertas

interacciones psicológicas. Es decir que hay aspectos centrales que se mantienen en la

personalidad incluso dentro de las variables de conducta o pensamiento.


Estabilidad: Los tipos de personalidad representan rasgos estables en las interacciones

psicológicas, es decir, no cambian. La razón de que no cambien tiene sus vínculos con el

desarrollo cerebral descrito por la neurociencia, en la que se demuestra la existencia de dichos

rasgos desde lo biológico.

Amplitud: Esto quiere decir que las tipologías no apuntan hacia cosas demasiado específicas

y que deben tener la modestia de no intentar explicarlo todo. Por ejemplo, una teoría cognitiva

debe reconocer sus limitaciones en el campo afectivo, motivacional y viceversa. Una teoría que

carece de amplitud termina no representando la variabilidad presente en los seres humanos,

incluso si hay rasgos que compartimos (Allport, 1974). La falta de amplitud es una de las

críticas que Allport y otros psicólogos de la personalidad han criticado al psicoanálisis radical

de Freud y la teoría psicodinámica de Jung con la sombra.

En lo contemporáneo, una teoría de la personalidad debe ser verificable. Esto quiere decir que

debe utilizar instrumentos claros y concisos con los que se pueda medir y ser planteada. Esto

se realiza para evitar la especulación y la alteración de la información por parte del

investigador, que como se sabe en psicología y ciencias sociales, tiene un efecto importante

sobre aquello que se estudia. Por ende, lo que se busca no es un entendimiento especulativo

basado en la comprensión subjetiva del investigador (tipólogo), sino en un entendimiento que

se pueda replicar, comprender y asimilar con facilidad.

Los Estilos Cognitivos

La neurociencia cognitiva y psicología actuales saben que hay rasgos estables en las

interacciones psicológicas, pues el conductismo radical y el empirismo veían al ser humano

como una pizarra en blanco al momento de nacer, que podría aprender y desaprender casi

cualquier cosa. Hoy se sabe que dichas interacciones se van haciendo más estables a lo largo

del tiempo y el desarrollo, y son las que describen los estilos cognitivos (Lucas-Stannard,
2003). Cobran importancia en la investigación porque afectan la forma en la que los seres

humanos aprenden, resuelven problemas, toman decisiones y representan el mundo. Las

investigaciones muestran que aquellos que tienen carreras relacionadas a su estilo cognitivo,

tienen un mejor desempeño y menor índice de deserción (Hansen, 1995).

El estudio de la cognición busca entender cómo es posible el conocimiento, cómo se adquiere

y progresa, y las raíces biológicas y evolutivas del conocimiento (Groome, 1999). Sin embargo,

uno de los temas que la psicología cognitiva ha eludido es el de las diferencias individuales,

donde resulta un poco paradójico pues comparten el nombre con el área de la psicología que

busca entender estas diferencias: los estilos cognitivos (Carretero, 2004). En todo caso, el

objetivo de este documento no es hablar sobre los postulados acerca de la cognición humana,

sino relacionarlos con los estilos cognitivos. Si bien la psicología cognitiva no es tan antigua

como otros enfoques de la psicología y la ciencias naturales, contiene muchos más postulados

y discusiones ya presentes en la literatura.

Se tratarán los siguientes estilos cognitivos: Dependencia de Campo, Sentimiento y Raciocinio

Formal, Pensamiento Abstracto y Concreto, y Pensamiento Convergente y Divergente.

Cabe recordar que los estilos cognitivos son tendencias y preferencias estables en las

interacciones psicológicas, por lo que todos los seres humanos pueden pensar en concreto y

abstracto; sentimental y formalmente; convergente y divergente, etc, pero preferirán uno más

que el otro (Lucas-Stannard, 2003).

Dependencia de Campo

La dependencia de campo es la tendencia a percibir y adherirse a un marco externo, mientras

que la independencia de campo es lo contrario, la tendencia de reestructurar la información

hacia un marco interno. Este parámetro mide el juicio asociado a lo externo en la manera de
tomar decisiones y organizar la información. Esto se asocia naturalmente a las funciones de

juicio extrovertidas Te y Fe (Sherman, 2010). Las personas dependientes de campo trabajan

eficientemente en grupo y responden más a la motivación externa (recompensas, diversión,

interacción, objetivos). Las personas independientes de campo (Ti y Fi) trabajan y se motivan

por su cuenta, responden menos a la motivación externa mencionada anteriormente y prefieren

elaborar sus propios esquemas (Hansen, 1995).

Los Dependientes de Campo (DC) responden principalmente a elementos externos, lo que le

puede dar al educador una mayor capacidad de intervención y motivación. Esto a su vez, los

hace más dependientes, naturalmente, de dichas intervenciones.

Los Independientes de Campo (IC) responden principalmente a elementos internos de su

motivación, lo que puede hacer que sean difíciles de motivar para el educador y que se adapten

a las demandas. La independencia tiene sus aspectos positivos y es una dependencia menor en

los elementos externos y una constante reestructuración de esquemas que permita salir fuera

de lo convencional.

Las categorías descritas por Wittkin (1977) no son totalitarias y tan polares, sino que la

dependencia de campo es un espectro. Esto le ha ocasionado ciertas críticas a su teoría. Sin

embargo, la tipología de funciones cognitivas entiende la existencia de polos complementarios

que combinan DC e IC.

Sentimiento vs Pensamiento

En la literatura anglosajona ha habido problemas de definición en cuanto a la palabra

sentimiento. Esto se debe a que feeling se ha utilizado como sinónimo de emoción y en algunos

casos, intuición. El sentimiento descrito por Jung y otras teorías de la personalidad no

representa un proceso emocional (Cloninger, 2002), sino que establece que las emociones son

más un proceso asociado al cuerpo, es decir, visceral (Ruiz et al. 2016). Los sentimientos son
construcciones y significados racionales a partir de la experiencia y emociones que le otorgan

disposiciones afectivas a las personas. De ahí que la felicidad, el amor, el desinterés y el odio

sean sentimientos, mientras que la alegría, el asco, la rabia, el tedio y el miedo sean emociones;

todo esto por dar un ejemplo. Estos procesos están entrelazados con la dependencia de campo,

pues la identidad, el sentido comunitario, la moral, la autenticidad, el sentido lógico y

psicológico son procesos de significados que se construyen, entonces el pensamiento y el

sentimiento son maneras de describir dichos procesos.

¿Cuál es la diferencia entre pensamiento y sentimiento? La literatura anglosajona no tiene la

respuesta, pues tiene el problema semántico de la palabra feeling. Los significados asociados

al sentimiento también se construyen a través del pensamiento y lo que la literatura anglosajona

ha entendido como feeling son los primeros impulsos viscerales mientras que la racionalidad

es aquello que debe conseguirse para controlar dichos impulsos (Pinker, 2021; Gershman, 2021

Bunge, Gomar y Mandil, 2011). Entonces debemos diferenciar con exactitud aquello que

queremos describir. En vez de hablar de pensamiento, hablaremos de raciocinio (formal). Este

busca construir sentidos lógicos de una manera formal y poco personal, es decir, buscando la

mayor objetividad posible. También podemos hablar de sentimiento, el cual busca construir

significados a través del contacto consigo mismo y la búsqueda de sentido propio de las propias

experiencias.

Al hacer esto evitamos decir que al hablar de sentimiento no se piensa. En cambio, decimos

que no se razona formalmente. Del mismo modo, si razonamos formalmente, no estamos

buscando un sentimiento. Al ser el raciocinio una búsqueda de significado lógico y formal,

tiende más a reducir los elementos con los que trabaja, a diferencia del sentimiento que da más

libertad y profundidad a los mismos. Es decir, el raciocinio tiende más a extrapolar datos para

llegar hacia ideas objetivas.


Los estilos racionales (Te y Ti) buscan un orden objetivo de las cosas (Sherman, 2010). El

Raciocinio Introvertido va a buscar reducir las cosas a través de la lógica interna y formal, pues

tiene un enfoque de ideas por encima de los hechos. Antes que ver los consensos y evidencias,

el Ti se enfoca en la consistencia lógica de las ideas. Por otra parte, el Raciocinio Extrovertido

busca parámetros externos con los que pueda acreditar y utilizar la información, a partir de

criterios impersonales.

Si bien las naturalezas del Raciocinio Extrovertido e Introvertido son opuestas por definición,

comparten la búsqueda de un sentido lógico que dé orden y permita reducir y poner a prueba

la información.

Los estilos sentimentales (Fe y Fi) buscan construir significados relacionados con las

disposiciones afectivas como la identidad, el sentido y los valores. Los valores no son

necesariamente morales, pues lo moral está asociado a las costumbres sociales y la cultura. El

Sentimiento Introvertido valora su individualidad e identidad y construye de manera autónoma

e independiente sus significados. Aprecia los distintos tipos de individualidad en la interacción.

Por otra parte, el Sentimiento Extrovertido diluye su personalidad en un ambiente social y

valora la armonía y significado de las interacciones sociales (Cloninger, 2002; Sherman, 2010),

es más dado a construir valores en o para un grupo y las interacciones con los demás-

Si bien estas naturalezas también son opuestas por definición, comparten la construcción de

sentimientos asociados a aspectos no formales, menos definidos y reductores.

Raciocinio Formal Sentimiento

Dependiente de Pensamiento Sentimiento


Campo Extrovertido Extrovertido

Independiente de Pensamiento Sentimiento


Campo Introvertido Introvertido
Tabla 1: Interacción entre Dependencia de Campo y Juicio
Pensamiento Abstracto y Concreto (Intuición y Sensación)

Esta parte hace referencia a las conocidas descripciones de Intuición y Sensación de las

tipologías en un eje de percepción (Myers et al.1998). Sin embargo, las descripciones de Jung

(1971) acerca de estos procesos no son acertadas de acuerdo con la neuropsicología de la

percepción actual (Maia, Silva, Correia & Perea-Bartolomé, 2006) y la psicología de la

intuición (Betsch & Glöckner, 2010). A pesar de ser homónima con la teoría de Piaget sobre el

pensamiento abstracto y concreto (Piaget, 1981), no representa el pensamiento abstracto como

un proceso psicológico superior producto del desarrollo. En cambio, las tipologías sobre estos

tipos de pensamiento hacen referencias a tendencias en la forma de representar el mundo,

explorarlo y operar con sus elementos.

Sentido Común, Razonamiento Heurístico, Corazonadas, entre otros, son nombres con los que

se ha descrito la intuición como proceso instantáneo y de toma de decisiones rápidas. Esta

definición no abarca la intuición como una forma de pensamiento y resulta muy difícil asociarla

a un tipo de personalidad más que a la Teoría de Reflexividad e Impulsividad Cognitiva

(Sinayev y Peters, 2015), la cual trata de la tendencia de una persona a responder rápidamente

o a incubar y analizar reflexivamente las situaciones o problemas. Las corazonadas o

razonamientos rápidos no mejoran con base en el tipo de personalidad, sino con el nivel de

experticia de quien realice dichos razonamientos (Minda, 2015), por lo que no se puede decir

que hay personas con mejor intuición (corazonadas) que otras, pues la precisión de las

intuiciones varían con respecto a la experticia de la persona en el campo en el que se realicen

dichas intuiciones.

Los estilos concretos (Se y Si) tienden a pensar en características y objetos concretos. Se puede

entender como un ingeniero que al encontrarse con un problema piensa en componentes y

soluciones que haya visto o que pueda descubrir y explorar, busca la manera de encajar dichos
componentes concretos con sus características (Myers et al.1998; Feist et al. 2014; Sherman,

2010). Los estilos abstractos (Ne y Ni), abstraen representaciones de los objetos y experiencias

concretas, los cuales distorsionan y les permite modificarlos y explorarlos mentalmente. Esto

está relacionado con aspectos funcionales de distorsión de la memoria (Gluck et al 2009).

Puede entenderse como un ingeniero que al encontrarse con un problema no piensa en

componentes, sino que busca abstraer y representar el problema, buscando la idea y abstracción

más adecuada, adaptándolo al final con los elementos concretos disponibles. Teniendo en

cuenta esto, el pensamiento abstracto o concreto define qué tanto de un objeto se representa en

función de sus características concretas, ciertamente el pensamiento abstracto es más holístico

y menos práctico que el concreto en este sentido.

Pensamiento Convergente y Divergente

El pensamiento convergente es aquel que se realiza con un objetivo claro y conciso, mientras

que el pensamiento divergente explora las posibilidades más allá de un objetivo (Guilford,

1967). De acuerdo con este Guilford, la creatividad combina habilidades de ambos tipos de

pensamiento ya que contribuyen a la producción de ideas, afirmación respaldada por (Weili

Zhu et al. 2019; Batey, 2012). Algunos autores relacionan la divergencia del pensamiento al

uso de hemisferios cerebrales y las estrategias utilizadas a la hora de resolver problemas

(Sukmaangara, & Madawistama, 2021). Los artículos citados exploran a profundidad dichos

tipos de pensamiento y sus aplicaciones en creatividad, solución de problemas y aprendizaje

(ver Meyerhoff, 2008; Kharkhurin, 2017, ).

El pensamiento convergente es reductor y se enfoca en la precisión y eficiencia de las

respuestas, mientras que el pensamiento divergente es exploratorio y se enfoca en descubrir

(Cropley, 2006). Los estilos que corresponden al pensamiento convergente (Si y Ni) producen

ideas con un objetivo claro. Sensación Introvertida crea impresiones sobre la experiencia que
tiene con los objetos y situaciones y les asigna valoraciones para lograr crear estructuras

confiables, estables (Sherman, 2010) y precisas combinando el pensamiento concreto con el

convergente. Intuición Introvertida busca la creación de patrones generales y holísticos a partir

de las ideas, colocando en primer lugar la interpretación abstracta que la extensión de los

hechos que suceden y buscando converger las ideas hacia la interpretación correcta de los

hechos (Sherman, 2010; Schultz et al. 2010)

Los estilos divergentes (Se y Ne) se caracterizan porque exploran los objetos y las ideas

respectivamente. Sensación Extrovertida recorre la superficie de la realidad, asimilando la

información evitando las impresiones subjetivas, descrita como realista y fáctica (Feist el al.

2014; Sherman, 2010). Intuición extrovertida explora las ideas de forma exploratoria al punto

de que ciertos autores le llamarían desenfrenada (Weili Zhu et al. 2019; Cropley, 2006).

Pensamiento Pensamiento
Divergente Convergente

Pensamiento
Ne Ni
Abstracto

Pensamiento
Se Si
Concreto
Tabla 2: Interacción entre Divergencia y Abstracción de Pensamiento.

Relación con el MBTI

Pensamiento Raciocinio Pensamiento


Concreto S Formal T Convergente J

Pensamiento Pensamiento
Abstracto N Sentimiento F Divergente P
Tabla 3: Relación entre los tipos psicológicos MBTI y los estilos cognitivos

Comentario acerca de la Extroversión Cognitiva


Resulta complicado definir la Extroversión Cognitiva pues comprende tipos psicológicos

bastante opuestos entre sí que se podrían separar por cualquier criterio. Por ejemplo

Dependencia de Campo [(ENTJ, ESTJ, ENFJ, ESFJ);(ESFP, ESTP, ENFP, ESTP)]. Podríamos

decir que un extrovertido cognitivo es una persona dependiente de campo con pensamiento

convergente o una persona con pensamiento divergente principal e independiente de campo.

Sin embargo, esto no sería más que enumerarlos de una forma distinta. La extroversión

cognitiva es vagamente descrita, por lo que sólo se usa como un diferenciador en el orden de

las preferencias cognitivas. Se podría decir que la extroversión cognitiva coloca su principal

atención en objetos e ideas externas, pero es más sencillo identificar el estilo cognitivo

particular al que se refiera dicha atención.

Conclusiones

Los estilos cognitivos son rasgos estables en las interacciones psicológicas que permiten

diferenciar a las personas. Estos determinan las estrategias habituales y formas de representar

y operar el mundo de los individuos. Las aplicaciones de los estilos cognitivos en el

aprendizaje, el entorno organizacional y la personalidad le han convertido en tema de interés

para la investigación científica de las ciencias cognitivas. Si bien la tipología empezó como

una pseudociencia basada en la especulación, los modelos de investigación cuantitativos como

cualitativos han permitido establecer resultados confiables y rigurosos acerca de las diferencias

individuales con los que se pueden comparar y elaborar tipos psicológicos.

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