Está en la página 1de 20

All rights reserved.

May not be reproduced in any form without permission from the publisher, except fair uses permitted under U.S. or applicable copyright law.

LA MUJER EN EL MUNDO LABORAL


DE LA ROMA ANTIGUA

Rosalía Rodríguez López


Universidad de Almería

I. LOS OFFICIA MULIERI REPUBLICANOS

La tradición otorgaba a las mujeres romanas la gestión de las


funciones domésticas, incluyéndose en su esfera de actuación la
fabricación de tejidos y el cuidado del huerto familiar; con esta
actividad la mujer también atesoró el conocimiento de las propie-
dades medicinales de la producción hortícola. En general, el do-
minio de una medicina ‘doméstica’ y de otras artes, propias de un
paterfamilias, sirvieron para estimar primeramente a la matrona
romana; así, habiendo sido el huerto una atribución extraordina-
ria para la mujer en momentos de interés para la patria, se convir-
tió en una tarea bajo su responsabilidad; de ahí que se emitiera un
juicio negativo de mala madre de familia respecto de aquella mu-
jer que tenía descuidado el huerto de la casa, por lo que significa-
ba de perjuicio económico-doméstico, teniendo que depender de
las reservas o del mercado para el avituallamiento1. Al hilo de lo
Copyright 2013. Dykinson.

1
PLIN. nat. 19,57; en OV. fast. 4, 691-701 se relata que una campesina ahor-
rativa tenía un pequeño terreno (rus breve) junto con su duro marido. Él sacaba ade-

EBSCO Publishing : eBook Collection (EBSCOhost) - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE
AN: 753193 ; Rodriguez Lopez, Rosalia, Bravo Bosch, Maria Jose.; Mulier : algunas historias e instituciones de derecho romano
Account: s4363706.main.eds
242 Rosalía Rodríguez López

cual apareció también la magia como elemento omnipresente en


la recogida de plantas y en su aplicación, y en lo tocante al uso de
la palabra y de los incantamenta carminum2; encantamientos que en
muchos supuestos eran tachados por las mores3.
También desde comienzos de la República, según cuentan los
historiadores, ellas asumieron, en el supuesto de ausencia de fi-
gura familiar masculina, la gestión de sus propiedades agrícolas.
Así, por ejemplo, Dionisio de Halicarnaso, narra que en torno al
459 a.C., el Senado propuso a Quincio el cargo de cónsul, estando
éste trabajando una tierra para la siembra. Tras aceptar, le encar-
gó a su mujer los asuntos de la casa, y marchó a la ciudad4.

II. RESTRICCIONES LEGALES EN LA PROYECCIÓN


PÚBLICA FEMENINA

La lex Voconia de mulierum hereditatibus (169 a.C.) había prohibi-


do a las mujeres ser instituidas herederas5, pero con los cambios
que sobrevivieron en el mundo romano desde el s. II a.C. las men-
talidades fueron evolucionando, y con ello la vida de las mujeres
en lo privado y en lo público: desde la extensión del matrimonio
sine manu, al activismo político femenino (actiosae) en las calles6.

lante su tierra, tanto si había que echar mano del arado, como de la hoz corva, como
del escardillo. Ella ora barría la villa, sostenida con puntales, ora ponía los huevos
a las gallinas para que los empollasen sus alas. O bien recogía malvas verdes o setas
blancas, o calentaba el humilde hogar con grato fuego. Y, sin embargo, ejercitaba sus
brazos frecuentemente en el telar y se armaba contra las amenazas del frío.
2
MONACO,L., “Veneficia matronarum. Magia, medicina e repressione”, Sodalitas
Guarino, Napoles 1984, p. 2020; RODRÍGUEZ LÓPEZ,R., «La represión de las artes
mágicas en Derecho romano», El Derecho penal: De Roma al Derecho actual, Actas de las
Jornadas del VII Congreso Internacional y X Iberoamericano de Derecho romano, Madrid 2005,
pp. 545-559.
3
PLAVT. Mil. 189-194.
4
D.H. 10,17,4-5; D.H. 10,24,1. Este ejemplo es también narrado por Persio, un
autor latino, quien comenta que Quincio desgastaba su arado en el surco cuando le
nombraron dictador, y su mujer le vistió temblorosa, delante de los bueyes (PERS.
1,67-75).
5
Ley que quedó sin vigencia en época Imperial.
6
LIV. 34,2-14; VARRO, ling. 7,66.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
La mujer en el mundo laboral de la Roma antigua 243

Se hace así evidente que el poder femenino siempre había sido


una amenaza latente a la estructura patriarcal, por lo que los sec-
tores más tradicionales de la sociedad reaccionan aferrándose a
las mores7, y a partir de ellas fueron perfilando un ideal de matrona
romana, encarnado por Cornelia, la madre de los Gracos; más tar-
de trataron de obstaculizar con disposiciones jurídicas el empode-
ramiento femenino8.
Desde mediados del s. I a.C., es frecuente que “los hombres
de estado” estuviesen lejos, en la guerra, ejerciendo cargos en las
provincias o en el exilio, a lo que hay que sumar la alta mortalidad
masculina. Todo ello favoreció la valoración de la mujer romana,
que pasó a un primerísimo plano social al quedarse, no en raras
ocasiones, en casa por largos periodos asumiendo la administra-
ción y gestión de patrimonios familiares9; consiguientemente
adquirió poder, que implicaba la concentración en manos feme-
ninas de grandes sumas de dinero, y se expuso a los peligros in-
herentes a su ‘nueva libertad repentina’10. Cicerón al ensalzar a
una de las esposas de Caecina, mencionaba que realizaba actos
jurídicos varios: ‘comprar fundos, arrendarlos, disponer de un
usufructo, gestionar la fortuna de sus hijos, recibir legados, admi-
nistrar sus bienes, y llevar un registro de sus transacciones, casarse
y confeccionar su testamento’11. Además de todo ello las mujeres

7
Para Catón, los cambios en el modus vivendi de las mujeres es un peligro,
pues “en cuanto tengan la igualdad se impondrán a nosotros (LIV. 34,3,2).
8
LIV. 34,3: “Examinad todas las leyes relativas a las mujeres con las que vuestros
antepasados sujetaron las libertades de las mismas y mediante las cuales las sometie-
ron a los maridos. Y aún estando limitadas por todas estas restricciones, apenas las
podéis dominar. ¿Qué ocurriría si les permitierais desbaratar esas leyes una a una,
dislocarlas y, en fin, que se igualasen a sus maridos?, ¿Creéis que podríais soportarlas?
En cuanto comiencen a ser iguales, serán superiores”.
9
Ulpiano, D. 3,5,3,1: “Estas palabras: ‘Si alguno’, han de entenderse así: ‘o si
alguna’; porque no hay duda de que también las mujeres pueden demandar y ser
demandadas por la gestión de negocios”.
10
Sobre la subjetividad patrimonial de la mujer desde el s. III a.C., aunque siem-
pre bajo control, véase PEPPE,L., Posizione giuridica e ruolo sociale della donna romana in
età repubblicana, Milano 1984, pp. 17 ss.
11
CIC. Caecin 4,10-11,6; 16-17; 9,27; CASTRESANA,A., Catálogo de virtudes feme-
ninas, Madrid 1993, pp. 101-102. Al respecto, y sin ánimo de establecer una enumera-

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
244 Rosalía Rodríguez López

podían dar juramento12 y prestar testimonio13, actuar en juicio14,


o nombrar procurador15; y es que la esfera doméstica no estaba
claramente diferenciada de la comercial en el mundo romano16.
Como indica Gallego Franco, uno de los factores de la mayor
independencia de la mujer romana del Imperio con respecto a
otras civilizaciones fue, pese a la tutela mulierum, su capacidad para
poseer y administrar su propio dinero17. Sin embargo, las mujeres
eran excluídas de toda labor civil y pública (officia virilia) 18, no
pudiendo ser jueces, ni ejercer magistraturas19, aunque indirec-
tamente participaban en la política y en las instituciones20. Con el
tiempo avanzado el s. II d.C., hay que tener presente que las fuen-
tes jurídicas claramente las obligan a desempeñar los munera pu-
blica en la ciudad donde fueren oriundas, o donde residan con sus

ción, las mujeres aparecen en las fuentes jurídicas como compradoras (Javoleno, D.
19,5,12), usufructuaria (Javoleno, D. 19,5,10; Escévola, D. 33,2,32,2-3), depositante
(Paulo, D. 16,3,26 pr.), acreedora pignoraticia (Africano, D. 20,4,9,2), comodataria
(Ulpiano, D. 13,6,3,4), acreedoras (Ulpiano, D. 33,4,2,1).
12
Paulo, D. 12,2,26: “Nada importa de que sexo o edad sea el que se dice que
juró”.
13
Ulpiano, D. 28,1,20,6: “La mujer no podrá ciertamente prestar testimonio en
un testamento, pero la mujer puede ser testigo en otros casos, como lo prueba la ley
Julia sobre los adulterios, que veda que la mujer condenada por adulterio sea presen-
tada como testigo, o preste testimonio”.
14
Escévola, D. 18,5,10,1, refiere como una mujer se defiende en juicio por una
propiedad. Ulpiano, D. 2,11,2,4: “Si la mujer no se hubiere presentado en juicio, no
por falta de salud, sino porque estaba embarazada, dice Labeón que se le debe dar
excepción ”.
15
Ulpiano, D. 3,3,8.
16
DIXON,S., “Exemplary housewife or luxurious slut: cultural representations
of women in the Roman economy”, Women’s influence on Classical Civilization, New
York 2004, p. 58.
17
GALLEGO FRANCO,M.H., “La mujer hispanorromana y la actividad so-
cioeconómica: las profesiones”, Minerva: Revista de Filología clásica 7 (1993) p. 111.
Paulo, D. 12,6,8: “Lo que en nombre del marido, que no sea solvente, hubiese pagado
otro a la mujer, no puede repetirlo, porque se habría debido a la mujer”.
18
Sin embargo, en la HA, Vita Heliogabali 3, se cuenta que este Emperador
estableció un Senado de mujeres en el Quirinal.
19
Sobre la dignidad de la mujer del cónsul, Ulpiano, D. 1,9,1, pr.-1, y de la mu-
jer del senador, Ulpiano, D. 1,9,8.
20
DIXON,S., “A familiy business: Women’s role in patronage and politics at
Rome 80-44 B. C.”, Classica et Medievalia 34 (1983) pp. 91-112.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
La mujer en el mundo laboral de la Roma antigua 245

maridos en el caso de que estuviesen casadas21. Tampoco podían


accionar, ni intervenir por otra persona, ni ser procuradores, justi-
ficando estas limitaciones en estos términos: “para que las mujeres
no se mezclen contra la honestidad correspondiente a su sexo, en
causas ajenas22, ni desempeñen oficios propios de hombres”23. No
obstante, ellas pueden litigar en defensa de los intereses de sus
padres en determinadas circunstancias24.
Ahora bien, desde época de Augusto, a partir de las leyes ma-
trimoniales, la situación jurídica de la mujer sufre restricciones en
pro de una imagen de matrona dedicada a la esfera familiar, que
es la que con los siglos se irá consolidando. Siglos atrás la lex Oppia
(215 a.C.) había intervenido sobre el decoro en la vestimenta de
las mujeres, recriminando el excesivo lujo y ostentación, pero la
legislación augústea en el s. I d.C. incide en la moral sexual me-
diante el atuendo que protege a la matrona del adulterio: velo,
túnica que cae hasta los talones, grandes capas que todo lo ocul-
tan, peinados, además de guardias, literas, y parásitos25; vestuario
y todo un acompañamiento que son lógicamente impensables en
la mujer trabajadora26; además, la libertad de movimiento que el

21
Calistrato, D. 50,1,37,2; Papirio Justo, D. 50,1,38,3; ahora bien, Ulpiano D.
50,4,1,3,3 escribe: “Su mismo sexo les deniega a las mujeres las cargas corporales (cor-
poralia munera), de suerte que no se le impongan honores o cargas”.
22
Paulo, D. 4,8,32 (35),2: “Si la mujer se comprometiera en nombre ajeno, no
se comprenderá en el compromiso una cantidad por razón de afianzamiento”. Véase
también al respecto, Gayo, D. 20,3,2.
23
Ulpiano, D. 50,17,2 pr.; Ulpiano, D. 3,1,1,5. En el apartado sexto, Ulpiano, D.
3,1,1,6 se indica que: “Mas también repele de abogar por otros al que con su cuerpo
hizo de mujer. Pero si alguno fue estuprado por violencia de ladrones o de enemigos,
no debe ser tachado, como también lo dice Pomponio”.
24
Paulo, D. 3,3,41: “Algunas veces se permitirá con conocimiento de causa a las
mujeres ejercitar por sus padres una acción, como cuando una enfermedad o la edad
tuviera impedidos a sus padres, y no tuvieran éstos quien litigara por ellos”.
25
Como expresa Horacio: “la cortesana muestra su mercancía, mientras que de
la mujer honorable sólo se ve el rostro” (HOR. sat. 1,2, 80-108.). “La mujer que sale
sin su velo y con ropas de sirvienta, no cuenta con la protección de la ley romana
contra los agresores, quienes se benefician entonces de circunstancias atenuantes”
(Ulpianus, D. 47,10,15,15).
26
PUERTA MONTOYA,D., Estudio sobre el Edictum de adtemptata pudicitia, Va-
lencia 1999, pp. 84-87, trata del Comitem abducere, esto es, el simple alejamiento del

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
246 Rosalía Rodríguez López

ejercicio de una profesión requiere puede exponerla a raptos y


violaciones27. Pero no todos los negocios están igualmente vistos
ni la sensibilidad es la misma en todas las épocas28. También está
prohibido a las mujeres actuar como banqueras29, y, en virtud del
senatus-consultum Velleianum (mediados del siglo I d.C.), intercedere
pro aliis (mediar económicamente a favor de otro). Salvo excep-
ciones claramente determinadas, tampoco pueden ellas perseguir
penal30, ni administrativamente31. Otra cuestión a destacar en el
mandato de los emperadores Julio-Claudios es que las mujeres
casadas de clase media o alta son sorprendentemente víctimas o
agentes de acusaciones de superstición y prácticas mágicas, vincu-
ladas al crimen maiestatis, en tanto atentados más o menos difusos a
la salud del Príncipe o de sus familiares.

acompañante a una mujer, y que se califica como una agresión a su honor. Para
MARRONE,M., “Considerazioni in tema di iniuria”, Synteleia Arangio-Ruiz I, Napoli
1964, pp. 480 ss., el edicto tutelaba la pudicitia, de ahí que se tipificase el peligro, no el
evento; bastaba el peligro de ser confundida con gente impudica. CANTARELLA,E.,
Según Natura: la bisexualidad en el mundo antiguo, Madrid 1988, p. 155, señala que quien
alejaba la escolta a una materfamilias o a un praetextatus ponía en peligro su imagen,
pudiendo parecer a quien así los encontrase como personas de costumbres fáciles.
27
Por lo que se refiere a la época justinianea, véase la Nov. 14: “Porque hemos
sabido, que algunos viven de una manera ilícita, y que por crueles y odiosas causas
hallan para sí ocasión de nefandos lucros, y que recorren las provincias y muchas
localidades, y engañan a míseras jovencitas, prometiéndoles calzado y algunos ves-
tidos, y que asi las cazan y las traen á esta felicísima ciudad, y las tienen recluidas en
sus propias habitaciones, y les dan miserable comida y vestido, y después las entregan
à la lujuria de los que las quieren, y que aquellos mismos perciben toda la miserable
ganancia proveniente del cuerpo de ellas, y celebran contratos, para que ellas los
cumplan haetael tiempo que à aquélloe les haya parecido bien, desempeñando este
impío y malvado servicio”. También sobre raptos, entre otras, Nov. 17,5;7; Nov. 25,2,1;
Nov. 28,6, Nov.30,11.
28
RODRÍGUEZ LÓPEZ,R., “Ne mulieribus in contractibus: mujeres bajo sospecha
de indignidad”, Anuario de la Facultad de Derecho de Ourense 10 (2012) (en prensa).
29
Ulpiano, D. 2,13,12. Calistrato, D. 2,13,12. LÁZARO GUILLAMÓN,C., “Mu-
jer, comercio y empresa en algunas fuentes jurídicas literarias y epigráficas”, Revue
Internationales des Droits de l´Antiquité 50 (2003), pp. 155-193.
30
Pomponio, D. 48,2,1; Papiniano, D. 48,2,2, pr; Macer, D. 48,2,8; Papiniano, D.
48,4,8.
31
Papirio Justo, D. 48,12,3,2.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
La mujer en el mundo laboral de la Roma antigua 247

III. UN MUNDO LABORAL PARA LA MUJER ROMANA

No obstante estas restricciones legales, los juristas clásicos de-


jan claro una cierta paridad cuando señalan, por ejemplo, que la
expresión “si alguien” abarca tanto a los varones como a las hem-
bras32; o “con la denominación de ‘hombres’ no hay duda de que
se alude tanto a la hembra como al varón”33. Y esta igualdad se re-
fleja durante el Alto Imperio en el hecho de que libertos y libertas
tienen un gran protagonismo en el ámbito laboral, constituyendo
el grupo más dinámico de la economía34.
Como indica Campos, en el plano léxico, se aprecia significa-
tivamente la incidencia de este proceso de normalización laboral
de las mujeres. Junto a las formas masculinas de determinados ofi-
cios, se encuentran las femeninas. En algunos casos, el oficio es
propio de esclavas (servae). En otros, la mujer es dueña (domina) y
agente económico principal. Con el respeto debido a la polisemia
de muchas de las voces encontradas, se aprecian algunos campos
semánticos importantes en la especialización profesional de las
mujeres35.
Pero las divisiones de género también se expresan en la pública
representación de categorías de trabajo, y en la aparente exclusión
de las mujeres de los gremios artesanales. Al abordar Saavedra este
sector subraya que las mujeres romanas se igualan a los varones por
el dinero y el status social36. La participación de las mujeres en los
collegia, como matres, es una manifestación de su poder (subvencio-
nan edificios y restauraciones, se les dedican estatuas y epitafios, ...),
e implica socialmente un honor; como indica Ruibal es una espe-

32
Ulpiano, D. 50,16,1.
33
Gayo, D. 50,16,152.
34
MOLAS I FONT,M.D., “La funció social del treball de les dones a Roma”, Pen-
sar las diferencias, Barcelona 1994, p. 80.
35
CAMPOS VARGAS,H., “La mujer y la economía romana: una aproximación
desde la lengua del lacio”, Ciencias Económicas 28. 2 (2010) p. 290.
36
SAAVEDRA GUERRERO, M. D., “Manifestaciones del poder femenino en la
vida colegial”, Stvdia Historica 9 (1991) pp. 110-113. Sobre la capacidad patrimonial
de las mujeres, véase BORRAGÁN RODRÍGUEZ,N., La mujer en la sociedad romana del
Alto Imperio (s. II d.C.), Oviedo 2000, pp. 131-146.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
248 Rosalía Rodríguez López

cie de “do ut des”: ellas reciben honores y los artesanos financiación


(summa honoraria)37. Un testimonio muy llamativo de ‘poder’ feme-
nino es la lex collegii Aesculapi et Hygiae. Así Salvia Marcelina decide
fundar una asociación funeraria en el 153 d.C. para honrar a su ma-
rido, liberto y funcionario de alto rango en la Administración im-
perial. Dota a la asociación de un capital fundacional y de edificios,
e impone el número máximo de sus miembros, exclusivamente va-
rones. Las prestaciones de la asociación sólo se hacen extensivas a
sus familiares cercanos: hijos, hermanos o libertos a quienes se les
asegura un lugar de enterramiento.
Gayo a finales del s. II d.C. nos deja claro que existen muchas
mujeres de carácter independiente y con gran capacidad negocial38.
A veces se embarcan en este mundo a la muerte del esposo39. Incluso
disputan frente al Fisco la propiedad de algunas posesiones40. Dado

37
RUIBAL RODRÍGUEZ, M.M., Mujer y telar. Las mujeres trabajadoras en el mundo
romano, (tesis doctoral) Universidad Complutense 2002, pp. 94-96.
38
A mediados del s. I d.C., la tutela agnaticia ha desaparecido, y ya a principios del
s. III d.C., los juristas se refieren a la tutela mulieris como un fenómeno existente, pero de
poco poder real, aunque era una formalidad necesaria para contratar una obligación
por promesa solemne y unilateral, y para alienar un bien por acto formal, YAN THO-
MAS, «La división de los sexos en el Derecho romano», Historia de las mujeres I, Madrid
1991, pp. 167 ss.; Fragmenta Vaticana –FIRA II, p. 159, refiere algunos documentos en
los que el vendedor o el comprador ofrecían una garantía; pero la impresión general es
que la frase «actuando sin tutor» era a menudo usada en documentos y transacciones
donde el tutor de acuerdo con la ley romana no era necesaria de ningún modo. En
cualquier caso, el ius liberorum, daba a las mujeres plena capacidad jurídica, como atesti-
gua Gayo 1, 190: «mulieres enim quae perfectae aetatis sunt, ipsae sibi negotia tractant ...”.
39
Escévola, D. 32,1,102: “Uno legó con estas palabras: ‘Lego a mi mujer mis
alforjas de viaje y todo lo que en ellas estuviere guardado, los créditos que en pape-
les escritos de mi propia mano se contuvieren, y no hayan sido cobrados, cuando yo
muera, aunque hayan sido transferidos a mis cuentas, y yo hubiere transpasado las
cauciones a mi agente (actorem)…’”.
40
Paulo, D. 49,14,13,1: “El mismo declaró después en un edicto que cualquier
mujer que hubiese declarado que se le dejó pública o tácitamente cosa que no podía
adquirir, y que hubiese probado ya que aquella pertenecía al Fisco, ”; Marciano, D.
49,14,18, pr.: “No pueden delatar las mujeres por razón de la debilidad de su sexo; y
así se dispuso en las sacras constituciones”; Ulpiano, D. 49,14,16: “Dice el divino Tra-
jano: ‘cualquiera que hubiere declarado’. ‘Cualquiera’, debemos entenderlo tanto
varón como hembra; porque también a las mujeres, aunque les están prohibidas las
delaciones, se les permitió delatarse por el beneficio de Trajano ”.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
La mujer en el mundo laboral de la Roma antigua 249

que no es inusual que ellas posean y administren grandes propie-


dades, éstas representan al sector capitalista frente a los trabajado-
res manuales por ellas empleados. En muchas ocasiones se sirven
para sus negocios de gerentes, quienes actúan en nombre y por
cuenta de aquellas41. Las referencias legales a mujeres propieta-
rias, o dirigiendo negocios confirma que no son vistas como una
rareza42. Dixon apunta que diversas referencias atestiguan que
una gran cantidad de mujeres de clase alta fomentan el comercio
internacional de mercancias en la compleja economía romana,
que contribuye al crecimiento de la cultura comercial de las ciu-
dades romanas, y a redes de patronazgo que sostienen el pequeño
comercio. A veces estos negocios se establecen por libertos que
han sido formados en prósperas familias; otras habiendo sido fun-
dadas por sus antiguos dueños les son cedidas, conservando así
en la esfera de patronazgo vínculos sociales y financieros entre
ambos; de este modo el sistema se reproduce, pues estos mismos
libertos con el tiempo llegan a liberar a sus propios esclavos, y a
apoyarlos en aventuras comerciales. Parece, pues, que los valores
de severidad de las mujeres “ejemplares” alabadas desde instan-
cias oficiales quizá sean referencias en clave para el modo en el
que las mujeres actúan en sus negocios y en sus trabajos43, expan-

41
Escévola, D. 32,1,37,6: “Ticia, mujer honestísima, habiendo utilizado siempre
para sus negocios (negotiis) los servicios de Calímaco, quien no podía adquirir por
testamento, dispuso así en testamento hecho de su propia mano: “En ocasiones, el
gerente es un hijo, como se desprende de Escévola, D. 24,1,58: “Un hijo acostumbra-
do a intervenir en los negocios (rebus) de su madre, …”.
42
Paulo, D. 34,2,32,4: “Si habiendo sido comerciante (negotiatrix) la testadora
(testatrix) “También sobre mujeres a cargo de negocios, Papiniano, D. 33,1,10.
43
Aunque el reverso de la institución de paterfamilias es la de materfamilias, no
existe un correspondiente femenino a vir bonus; no obstante, los atributos de éste se
predican de la materfamilias. CIC. Lael. 5,19, describía perfectamente que se entiende
por viri boni: “Los que se portan así y viven de tal manera que su buena fe, integridad,
equidad y generosidad se pruebe, y no haya en ellos codicia o pasión o arrogancia
alguna, y sean hombres de gran constancia ...; porque, en cuanto pueden los hom-
bres siguen a la naturaleza, la mejor guía del vivir bien (virtuosam)”: “con economía,
contenido, austero y frugal”. Cicerón hablaba del decoro como virtud por la que nos
adaptamos al medio humano y que mira a la dignidad del hombre; es la belleza mo-
ral, que es subjetiva, y que contiene las virtudes sociales (firmeza, moderación, tem-
planza, conveniencia, pudor y respeto al otro). De la mujer, como mater, se exigen

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
250 Rosalía Rodríguez López

diendo su influencia y transmitiendo adecuadamente las destre-


zas comerciales a los suyos en el seno de su clase social44. Además,
el vínculo de patronazgo del liberto respecto a su patrona viene a
determinar incluso el lugar de desempeño de sus munera publica
conforme al domicilio de aquella45.
Sólo existen en el género “mujer” dos formas: la madre de fa-
milia, identificada por su honestidad46, y “las que tan sólo se tienen
por mujeres”47. La filiafamiliae puede ser titular de un peculio con
el que realiza operaciones comerciales48, disponiendo de la acción
de peculio, de la acción exercitoria, en caso de navieros y armado-
res, y de la acción institoria para el comercio en general49. Tam-

todas estas cualidades. Resulta así, que al modificar la mujer su status jurídico y social
con el matrimonio, tiene la posibilidad de superar la ‘supuesta debilidad congénita’
(infirmitas animi) –próxima a la imbecillitas– que, con carácter general se predica de
ella (Gaius, Instituta 1,144), y forjarse en esos valores morales del vir bonus (SEN. dial.
1,1). De las mujeres de clases alta y media, educadas a veces en la casa del marido, y
siempre con severidad, se espera la prudencia, la moderación en los gestos y palabras,
y una alimentación estricta. Una reserva forjada en la conciencia de su propio valor,
que favorece su contingencia sexual en el futuro. Séneca, Ad Helviam 16,3 exalta los
valores de la educación femenina tradicional frente a los vicios generalizados de su
época, y entre ellos no menciona siquiera aquellos atributos tradicionales de la mu-
jer de su casa y tejedora (domiseda y lanifica); el trabajo de la lana se relaciona con la
virtud matrimonial desde tiempos de la monarquía (OTERO VIDAL,M., “Casta fuit,
lanam fecit”, La condición de la mujer en los textos latinos, Málaga 1992, pp. 125-138).
44
DIXON,S., Exemplary housewife cit., pp. 65-70.
45
Calistrato, D. 50,1,37,1.
46
NUÑEZ PAZ,I., “La aportación de las madres al capitalismo en la antigua
Roma. Violencia económica y superestructura jurídica”, Maternidad/es: Representacio-
nes y realidad social. Edades antigua y media, Madrid 2010, pp. 135-166.
47
Ulpiano, D. 43,30,3,6 escribe que: “Al hablar de la madre, se entiende que
sea mujer de reconocida autoridad”, dado que: “Debemos entender por <madre de
familia> la que vive honestamente, pues se distingue y distancia de otras mujeres por
sus costumbres” (Ulpiano, D. 50,16,46,1). Ya un siglo antes, CIC. Top. 3,14 escribía
que “el género <mujer> admite dos formas: una es la de las madres de familia (que
son aquellas que están sometidas al poder marital del esposo); la otra corresponde a
las que tan sólo se tienen por mujeres”.
48
Ulpiano, D. 15,1,1,2,3: “Estas son las palabras del Edicto: El negocio realizado
por quien está bajo potestad ajena. Habla de él, pero no de ella, pero también se le da
la acción de este edicto a favor de personas del sexo femenino”.
49
La acción tributoria se aplica al paterfamilias respecto a las activiades comerciales
de los que están bajo su potestad (filiusfamilia y a la filiafamilia, y respecto a los esclavos

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
La mujer en el mundo laboral de la Roma antigua 251

bién al frente de los negocios suelen poner como dependientes


(institor) a muchachos o muchachas50; a veces esclavos y otras li-
bres, y en este último caso, trabajan a cambio de un salario, lo que
se estima degradante para la mentalidad romana. Entre “aquellas
que tan sólo se tienen por mujeres” se pueden distinguir, sub-
categorías; todo un universo de matices que marcan a la mujer
por su clase social y su modo de vida. También en inscripciones y
papiros51, como en numerosas representaciones artísticas, se en-
cuentran oficios específicamente femeninos, y otros que sin serlo
son ocupados indistintamente por hombres o mujeres, o de for-
ma asociada52, e incluso algunos que en principio parecen vetados
a ellas, como se verá más adelante en esta exposición; y es que
en la vida municipal del Imperio se percibe una amplia participa-
ción de las mujeres en el ámbito artesanal, ya como propietarias o
como trabajadoras53.
En el ámbito del hogar (domus) se encuentra una gran varie-
dad de puestos de trabajo; muchos de ellos desempeñados por
esclavos, y en ocasiones por libertas: ministra (ama de llaves);

y esclavas); Ulpiano, D. 14,4,1,4: “La palabra potestad se habrá de extender a todo sexo,
y también a todos los que están sujetos a derecho ajeno”; Ulpiano, D. 14,4,5,2: “Pero
también si negociare una esclava, decimos que se ha de admitir la acción tributoria”.
50
Ulpiano D. 14,3,7,1: “Mas poco importa quien sea factor de comercio (insti-
tor), si un varón o una mujer, un hombre libre o un esclavo, propio o ajeno; tampo-
co quien lo haya nombrado, porque también si lo nombró una mujer, competerá la
acción istitoria a ejemplo de la acción exercitoria, y si hubiera sido nombrada una
mujer también quedará obligada ella misma. Pero aún si hubiera sido nombrada una
hija de familia, o una esclava, compete la acción institoria. Gayo D. 14,3,8: “Porque
también muchos ponen al frente de sus tiendas a muchachos y muchachas”. Al res-
pecto, GARCÍA GARRIDO,M., El patrimonio de la mujer casada en el Derecho civil, Barce-
lona 1982, pp. 2-18.
51
LE GALL, J., “Métiers de femmes au Corpus Inscriptionum Latinarum”, Revue des
Etudes Latines 47 bis (1969) pp. 123-130.
52
Escévola, D. 34,1,16,3: “Uno que por más de cuarenta años tuvo con su mujer
sociedad de todos sus propios bienes ”.
53
GALLEGO FRANCO, M.H., La mujer hispanorromana y la actividad socioeconó-
mica cit., p. 114-120, destaca que en Hispania encontramos mujeres que siguen la tra-
dición familiar de la industria aceitera, a veces trabajando asociadas a su padre como
productoras (diffusores olearii), como mercatores, o simplemente contribuyendo al man-
tenimiento de un modesto negocio familiar, como esposa de un pictor (panadero).

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
252 Rosalía Rodríguez López

nutrix54(nodriza); ornatrix (encargada de los adornos; camarera en-


cargada de vestir y arreglar a la señora (domina) de la casa)55; ostiaria
(portera; ocupación que bien podría estar reservada a las esclavas);
pedisequa (acompaña en sus paseos a la señora y demás mujeres de
una gran familia; generalmente esclava); tonstrices (encargadas del
aseo de otros); vestipica y vestiplica (encargada del guardarropa).
Hay que tener presente que los oficios artesanos se consideran
tradicionalmente sórdidos en la cultura greco-latina56, y, por tanto,
ejercidos por esclavos-as, o libertos-as. Si se trata de mujeres de clase
alta o media pueden, sin problemas, ser propietarias de alguno de
estos negocios, y emplear a otros-as para su ejecución. Estas estruc-
turas laborales generan una ‘burguesía’ de artesanos y comercian-
tes57. Ahora bien, en el sector artesanal tienen una gran presencia
la industria textil, encontrándose documentos epigráficos que ates-
tiguan su presencia en casi todos los pequeños comercios58. El área
de los textiles parece haber sido ampliamente aprovechado por las
féminas del Lacio59; incluso cuando se hace para su comercializa-
ción se recurre a mano de obra femenina. Por el contrario, señala
Mossé, para las operaciones de batanado y tintura se requiere de
un utillaje más complejo, y entonces generalmente se realiza por
hombres60. Subraya Campos el alto grado de especialización labo-
ral atendiendo al color de las telas, y al material empleado61. Gayo

54
Nodriza, esclava (Escévola, D. 34,1,20 pr.), o libre mercenaria (TAC. dial. 28,
4-7; Escévola, D. 33,2,34,1); incluso libres cuyos servicios son pagados por el Poder
público (Ulpiano, D. 50,13,1,14). Al respecto, MEDINA QUINTANA,S., “Las nodri-
zas: una maternidad comprada”, Maternidad/es cit., pp. 203-2014.
55
En Marciano, D. 32,1,65,3, la ornatrix tiene naturaleza servil.
56
CIC. off. 1,42,150.
57
Pero los pequeños artesanos-as vivían en estrechas casas en los suburbios de
las ciudades, MOSSÉ,C., El trabajo en Grecia y Roma cit., p. 159.
58
KAMPEN,N., Image and status: Roman working women in Ostia, Berlin 1981.
DIXON,S., Exemplary housewife cit., p. 64.
59
MEDINA QUINTANA,S., “Las mujeres y la producción textil en la Roma Anti-
gua”, Cuestiones de género: de la igualdad y la diferencia 4 (2009) pp. 51-64.
60
MOSSÉ,C., El trabajo en Grecia y Roma, Madrid 1980, p. 25.
61
CAMPOS VARGAS,H., La comedia togata y la vida cotidiana en la Roma Arcaica.
San José, Costa Rica, 2007, p. 291. MOSSÉ,C., El trabajo en Grecia y Roma cit., p. 153
destaca que la producción en serie existía sólo en el caso de los vestidos baratos.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
La mujer en el mundo laboral de la Roma antigua 253

lo califica de oficio vulgar62. En la variada mano de obra empleada


se pueden destacar las siguientes tareas: Auri vestrix (sastra de ves-
tidos de oro); lanifica (tejedora); lanipendia (encargada de pesar y
comercializar la lana)63; linaria (hilandera); lintearia (vendedora de
lienzos); purpuraria (tintorera que aplicaba la púrpura a los vesti-
dos); quasillaria (tejedora, posiblemente de cestas –quasillum–); sar-
cinatrix (zurcidora, costurera, sastra)64; siricaria (encargada de los
vestidos de seda); staminariae/textrix65 (tejedora); vestifica y vestiaria
(sastresa); vestiplica (costurera).
La venta de productos agrícolas y marítimos también atrae a
muchas mujeres en diversos oficios: fabaria (vendedora de habas);
piscatrix (vendedora de pescado, pescadora); laniaria (carnicera);
seminaria (vendedora de semillas); negotiatrix frumentariae et legu-
menariae (comerciante femenina de granos y legumbres); pistrix
(panadera); furnaria (encargada del horno en las panaderías).
También es usual encontrar mujeres en las siguientes ocupacio-
nes: Conditaria (vendedora de especias); pharmacopola (especialista
en drogas, pomadas y cremas de belleza); resinaria (encargada de
depilar mediante cera); thuraria (perfumista); unguentaria (ven-
dedora de perfumes); unctrix/ tractatrix (encargada de fricciones,
posiblemente masajista).
Entre las profesiones liberales se pueden mencionar en el ám-
bito médico la función de la partera, para la que destacan varias
palabras con la misma significación: Iatromea (mujer especializada

62
Gayo, D. 15,1,27 (28) pr: “Se da la acción sobre el peculio así en nombre
de las esclavas, como en el de las hijas de familia, y especialmente, si alguna fuere
costurera (sarcinatrix) o tejedora (textrix), o ejerciera algún oficio vulgar (artificium
vulgare), se da la acción por causa de ella. Dice Juliano, que también se ha de dar en
nombre de ellas, la acción de depósito y la de comodato; pero asímismo se ha de dar
la acción tributoria, si sabiéndolo el padre o el dueño negociaren con mercancia del
peculio. Y con mucha mayor razón no se duda, que también, si lo que se contrató por
mandato del padre o del dueño se invirtió en provecho de su cosa”.
63
Pomponio, D. 24,1,31 pr.: “Pero si el marido hubiere hecho con lana suya un
vestido a la mujer, aunque este hubiere sido hecho para la mujer y con la supervisión
de la mujer, es sin embargo del marido, y no importa que en esto la mujer haya sido
distribuidora de la lana (lanipendia), y que procurase un negocio del marido”.
64
Gayo D. 15,1,25.
65
Sobre su naturaleza servil, Pomponio, D. 30,1,36; Alfeno, D. 32,1,61.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
254 Rosalía Rodríguez López

en medicina y obstetricia); obstetrix (comadrona)66; medica. Tam-


bíen hay constancia de su actuación en otras artes, como la profe-
sión de abogadas, aunque pronto se prohibe su ejercicio67.
Su presencia en la Administración y en el mundo de la cultura
y de la religión es también evidente: Educatrix (maestra de las niñas
y los niños)68; Librariae (bibliotecaria, copista), amanuense; lectri-
ces, anagnostriae (lectoras); notariae (notaria); escritoras69. Dentro
del sacerdocio se aprecia un mundo propio, ajeno al resto de las
actividades profesionales: vestales, sacerdos, flaminica dialis70.
El trabajo industrial y, por tanto, sector propiamente masculi-
no se desenvolvía en tres esferas: trabajo de arcilla, de metales, de
madera y piedra71. Respecto a la primera esfera abarca negocios de
figlinae (talleres alfareros, ánforas, ladrillos y demás producciones
cerámicas), así como las officinas plumbaria (que asumían la fabrica-
ción de cañerías de plomo, y la contrata de administración urbana
del agua, y demás productos en plomo), el aprovechamiento de ya-
cimientos minerales, o la comercialización de garum, se explotan
tanto por la familia imperial, la clase senatorial, y el rango ecuestre,
como por sectores sociales menos elevados. En ellos se pueden en-
contrar muchos casos en los que en los contratos de arrendamiento
aparecen dominas (clarissimae feminae), conductrices o negociatrices, y
officinatrices; estas últimas son algo más que meros capataces, con
competencias en la adquisición de materias primas y mano de obra
para la producción, mantenimiento de los materiales en buen esta-

66
Ulpiano, D. 9,2,9,pr.-1; Ulpiano, D. 25,4,1,pr.; Ulpiano, D. 50,13,1,2.
67
RESINA SOLA,P., “Carfania”, Grecia y Roma III: mujeres reales y ficticias, Gra-
nada 2009, pp. 391-412. LAMBERTI,F., “Sub specie feminae virilem animum gerere: sulla
‘presenza’ delle donne romane in ambito giudiziario”, El Cisne II. Violencia, proceso y
discurso sobre género, Lecce 2012, pp. 189-218 PEINHOPF,M., “Mujeres entre Derecho y
retórica en Roma antigua”, El Cisne II cit., pp. 279-294.
68
A veces, el matrimonio se dedicaba conjuntamente a la docencia, como se
desprende de Escévola, D. 34,2,18 (19),1: “El mismo testador encomendó a la fideli-
dad de su mujer que restituyese a un alumno común de ambos ”.
69
LÓPEZ LÓPEZ,A., No sólo hilaron la lana: escritoras romanas en prosa y en verso,
Madrid 1994.
70
LORSCH WILDFANG,R., Rome’s Vestal Virgins: A Study of Rome’s Vestal Priestesses
in the Late Republic and Early Empire, New York 2006.
71
MOSSÉ,C., El trabajo en Grecia y Roma cit., p. 25.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
La mujer en el mundo laboral de la Roma antigua 255

do, así como gestión de las ventas, comportándose a modo de arren-


datarias72. En estos negocios estas mujeres suelen tener empleados
en varios niveles a libertos, esclavos gestores de los que dependen
esclavos vicarios, y demás personal servil73.
También dentro del trabajo industrial, en la esfera de metales,
se ocupan las mujeres como aurifex (orfebre), brattiaria (joyeras
especializadas en oro y guirnaldas) y gemmarii (joyeras especializa-
das en perlas). Como se puede observar, labores que fácilmente se
identificarían como oficios propios de los varones son cumplidas
por las mujeres: Auri netrix (hiladora de oro); bractearia (fabrican-
te de láminas de metal); calcaria (calera); clavaria (fabricante de
clavos); coronaria, inventricem coronaria (hacían y vendían coronas);
furnaria (hornera); lagunaria (vendedora de botellas); metilia (fa-
bricantes de fistulae); plumbaria (plomera); sutrix (zapatera); tesse-
raria lignaria (mujer fabricante de teselas para mosaicos); tonstrix
(barbera); vitraria (cristalera).
Las mujeres también suelen actuar como prestamistas74 y pres-
tatarias75; no es tampoco extraño que conformen sociedades de
publicanos (societas publicanorum), o simplemente por ellas mis-
mas se constituyen en recaudadoras de tributos para el Tesoro pú-
blico76. Además, las mujeres podían presentarse a las licitaciones
y hacerse adjudicar un plan público sin restricción alguna77, en
proyectos como construcción de caminos públicos, explotación
de minas, entre otros. Tampoco es extraño encontrarlas como na-
vicularii (propietarias de barcos, responsables de compañías de

72
RUIBAL RODRÍGUEZ, M.M., Mujer y telar cit., pp. 100-125.
73
GARCÍA GARRIDO,M., El comercio, los negocios y las finanzas en el mundo romano,
Madrid 2001, p. 66.
74
Al respecto, LÁZARO GUILLAMÓN,C., “El depósito irregular como herra-
mienta para la práctica cotidiana de negocios crediticios entre mujeres en la Antigüe-
dad romana”, Experiencias jurídicas e identidades femeninas, Madrid 2011, pp. 259-267.
75
Paulo, D. 15,4,2,1: “Si por mandato del dueño se hubiere prestado a una esclava,
o a una hija por mandato del padre, se ha de dar contra ellos la acción de mandato”.
76
Paulo, D. 49,14,47 pr.: “Una cierta Mósquides, deudora del Fisco (fisci debitrix)
por arrendamientos de tributos, …”.
77
PRECIADO AGUDELO,D., El contrato de sociedad en el Derecho romano, Bogotá
1988, pp. 107-108.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
256 Rosalía Rodríguez López

navegación)78, o quien los dirige79; propietaria de hoteles, de gra-


neros privados; o en negocios de alquiler de camellos, molinos o
batanes.
Desde los primeros tiempos existen praeficae80 (plañideras,
que arriendan sus llantos en los funerales: “qui conducti plorant in
funere”)81. Ahora bien, variado es el campo de las profesiones ‘vi-
les’, en cuanto someten a la mujer aún más a la inferioridad de su
condición (peluquera o tejedora, sirvienta de taberna o de posa-
da, bailarina, verdulera, y las peores, prostituta y actriz). También
ha de incluirse en este amplio sector el mundo de los espectácu-
los, públicos y privados: Archimima (jefa de los mimos y de acto-
res); cantrix (corista); citharoeda / psaltria (citarista)82; embolaria
(mujeres que cantan, declaman y tocan música en los intermedios

78
D. 14,1,1,15: “Llamamos naviero a aquel a quien corresponden todas las uti-
lidades y ganancias, ya sea propietario de la nave, ya haya tomado la nave en arrenda-
miento a su riesgo temporal o indefinidamente”. Ulpiano, D. 14,1,1,16: “Poco impor-
ta que el que explota la nave sea varón o mujer, padre o hijo de familia”.
79
Ulpiano, D. 19,2,19 (21), 7, se refiere a una capitana de navío (si quis mulierem
vehendam nave conduxisset).
80
El término praefica aparece utilizada por Nevio y Plauto, y comentada o ex-
plicada por Servio, Gelio y Varrón, lo que indica que se trata de un término de
poco uso y, además, claramente arcaico o arcaizante. Los contextos son: NAEV.
Com. 129: “Haec quidem hercle, opinor, praefica est: quasi mortuum collaudat”. PLAVT.
Truc. 494: “Facile sibi facunditatem virtus arguta<m> invenit: / Sine virtute argutum civem
mihi habeam pro praefica, Quae alios conlaudare, <e>apse se<se> vero non potest”. SERV.
CLOD. gram. 8: “quae praeficeretur ancillis, quem ad modumlamentarentur, praefica est
dicta”. VARRO, ling. 7,3,70: “in Truculento: ‘sine virtute argutum civem mihi habeam
pro pr<a>efica’”…“<praefica> dicta, ut Aurelius scribit mulier ab luco quae conduceretur,
quae ante domum mortui laudis eius caneret”…“hoc factitatum Aristoteles scribit in libro qui
<in>scribitur nomima barbarika~g, quibus testimonium est, quod + fretum + est N<a>euii:
‘haec quidem hercle, opinor, praefica est: nam mortuum collaudat’” “Claudius scribit: ‘quae
praeficeretur ancillis, quemadmodum lamentarentur, praefica est dicta”. “utrumque ostendit
a praefectione praeficam dictam”. GELL. 18, 7, 3,3: “Ego enim grammaticus vitae iam atque
morum disciplinas quaero, vos philosophi mera estis, ut M. Cato ait, mortualia; glosaria
namque colligitis et lexidia, res taetras et inanes et frivolas tamquam mulierum voces prae-
ficarum”. LUCIL.954: “mercede quae conductae flent alieno in funere / praeficae, multo
et capillos scindunt et clamant magis”. PLAUT. Frag. Fabul. 84: “VII Superaboque omnis
argutando praeficas”.
81
HOR. Ars 5,431.
82
TITIN. Com.Psaltria.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
La mujer en el mundo laboral de la Roma antigua 257

teatrales –embolium–); fidicina (flautista)83; mima (mima); musica


(música); saltatrix (bailarina); scaenica (actriz); tibicina (flautista
de flauta de dos tubos); tympanistria (tocadoras de Tímpanos).
Igualmente en el ámbito deportivo se encuentran: Athleta (atleta);
gladiatrix (gladiadora). En el sector servicios destacan: Caupona,
tabernaria (tabernera)84; domina cauponae (propietaria de posada);
domina tabernae (propietaria de taberna); hospita (hostelera); mi-
nistra (sirvienta de taberna); popinaria (hostelera); vinaria (canti-
nera). Por lo que se refiere a las prostitutas componen un sector
muy variado al que corresponde una terminología muy rica85. Con
un valor peyorativo la jurisprudencia romana califica esta profe-
sión como el único modo de trabajo público de la mujer, al utili-
zar el eufemismo: “mujer que públicamente hace ganancia”86: (h)
Alicaria (prostituta que ofrecía sus servicios en las proximidades
de los molinos); meretrix (ejerce en un ambiente urbano)87; mu-

83
En una de sus comedias, Plauto, presenta en escena a dos mujeres, Frigia y
Eleusia, cuyos nombres de por sí adelantan su ocupación, ambas son flautistas, así lee-
mos: Strobilus: Posquam obsonavit erus et conduxit coquos tibicinasque hasce apud forum…
(PLAUT. Aul. 278-279). Una comedia togata de Titinio se denomina Tibicina.
84
Ulpiano, D. 23,2,43,8; 9: “Si teniendo alguna una hostería tuviera en ella mu-
jeres que comercian con su cuerpo (mulieres quaestarias), como muchas suelen tener
prostitutas so pretexto del servicio de hostería se ha de decir que también esta se
haya comprendida en la denominación de alcahueta (lenae)”. La baja estima social de
aquellos que se dedicaban a estos establecimientos de bebida se extiende también a
otros; así KAMPEN,N., Image and status: Roman working women cit., p. 111 n. 19, señala
que el término taberna también se usa a veces para designar tiendas pequeñas, por lo
que la baja estima pública de las tabernariae podría extenderse a sus dueños y al perso-
nal adscrito al negocio.
85
Sobre la especialización profesional en este ámbito, LÓPEZ LÓPEZ,A., “Las
prostitutas en Roma”, En Grecia y en Roma: las gentes y sus cosas, Granada 2004, pp. 143-
163. Incluso, a veces, mujeres de clase alta se inscriben como prostitutas (TAC. Ann.
2,85; SEN. Benef. 6,32,1, IUV. 2,37; SUET. Tib. 34-35).
86
Ulpiano, D. 23,2,43,pr., y ss: “Diremos que públicamente hace ganancia (pa-
lam quaestum) no solamente la que se prostituye en un lupanar, sino también la que,
como suele suceder, no respeta su pudor en la taberna de un hostelero, o en alguna
otra parte”.
87
Ulpiano, D. 17,1,12,11: “Si un adolescente lujurioso te mandara que seas fia-
dor por una meretriz, y a sabiendas hubieres tú aceptado este mandato, no tendrás la
acción de mandato, porque es lo mismo que si a sabiendas hubieres prestado dinero
al que lo había de perder”. También en esta línea, Ulpiano, D. 12,5,4,3.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
258 Rosalía Rodríguez López

liercula (mujerzuela)88; lena (alcahueta). Otras profesiones viles,


realizadas normalmente por esclavas en la fullonica son: lotaria (la-
vandera de paños); lavatrix; purgatrix.
En el ámbito rústico se desarrolla una situación laboral sui ge-
neris en torno al funcionamiento de las villas agrícolas. La com-
plejidad de funciones permite el desarrollo de tareas masculinas
y femeninas. Por lo que se refiere a éstas, destaca por su prota-
gonismo la Villica (capataza agrícola, ya sea esclava89 o libre90).
Diversas tareas son realizadas por esclavas, que aparecen a veces
citadas en los legados, como es el caso de la guardesa (mulier villae
custos)91, las que cuecen la comida de los rústicos (quae pulmenta-
ria coquant), la que cuida del fuego (focaria), y en general las que
prestan servicios en la villa (mulieres, quaeque villam servent)92; in-
cluso se requieren tareas a realizar por las lanificae93.
Descendiendo en la escala social, como se ha podido observar
hay muchos trabajos viles, pero aún así se puede decir que en las
personas condenadas a penas de trabajos forzados la escala social
toca plenamente fondo. Así en esta nula estima pública, se advier-
te que también las mujeres pueden ejercer coercitivamente deter-
minados oficios, como cumplimiento de una pena determinada
por la autoridad pública94.

IV. NOTAS CONCLUSIVAS

Desde el punto de vista geográfico, los núcleos urbanos, por la


riqueza del tejido productivo y la menor presión social, ofrecerían
en principio mayores posibilidades de actuación de la mujer en

88
Alfeno Varo, D. 11,3,16.
89
CATO agr. 152, 1-3.
90
COLUM. 12.1,3-6.
91
Pomponio, D. 33,7,15,2.
92
Ulpiano, D. 33,7,12,5.
93
Alfeno, D. 33,7,16,2.
94
Ulpiano, D. 48,19,8,8: “Las mujeres suelen ser condenadas a perpetuidad, o
temporalmente, al servicio de los mineros; y de igual modo también a las salinas ”; D.
48,19,10: “También se suelen condenar a calera, o a mina de azufre, pero éstas son
más bien penas a las minas”; véase también, Pomponio, D. 49,15,6.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
La mujer en el mundo laboral de la Roma antigua 259

un mundo laboral rico en matices y con más libertad de actuación


comercial; no obstante, en el caso de las mujeres de clase alta la
actividad de las villas rústicas también es un escenario propicio
para grandes operaciones económicas. En general las que más tra-
bajaban eran las libertas, pues el oficio que aprendían como es-
clavas luego lo desarrollaban fuera de la casa de sus amos cuando
compraban su libertad. Las mujeres en Roma ya se hacían cargo
de negocios, sobre todo en el caso de que falleciera el padre o
el marido95, dirigiendo pequeños talleres en los que hasta enton-
ces eran una pieza más del negocio familiar. También había al-
gún caso en el que lo regentaba conjuntamente con el esposo96.
Ahora bien, las mujeres insertas en el mundo laboral de la Roma
republicana y clásica no son sólo siervas o libertas, sino también se
encuentran miembros de las grandes familias; estas últimas, como
medianas o grandes propietarias dirigen explotaciones de tierras,
minas, fábricas u otros negocios muy lucrativos. Para Arcadio del
Castillo “la romana de época imperial mantuvo su emancipación
con el mismo coraje y decisión que ponen las mujeres de nuestros
días”97; y ello pese a la presión social que desde instancias oficiales
impone un modelo de mujer acorde con unas rancias mores, y en
la que la mujer trabajadora es objeto de sospecha, como reiterada-
mente recuerdan los juristas clásicos.
Con el paso de los siglos la sociedad y la moral irán transfor-
mando esta realidad en la que la mujer aparece inserta con bastan-
te normalidad en el mercado laboral. Desde el s. IV d.C. los mode-

95
Ulpiano, D. 3,5,3,pr.: “Si alguno hubiere administrado los negocios de otro,
o los negocios que hubieren sido de cualquiera al morir, daré acción por esta causa”;
Ulpiano, D. 3,5,3,1: “Estas palabras: ‘si alguno’, han de entenderse así: ‘o si alguna’;
porque no hay duda de que también las mujeres pueden demandar y ser demandadas
por la gestión de negocios”.
96
TREGGIARI,S., “Lower class women in the roman economy”, Florilegium, 1
(1979) p. 76, indica que a menudo la mujer se especializa en la venta mientras que
su marido produce los artículos en la trastienda, aunque en algún caso la mujer se
encarga de todo el proceso de creación y comercialización.
97
DEL CASTILLO,A., La emancipación de la mujer romana en el siglo I d.C., Grana-
da 1976, p. 89; MAÑAS NUÑEZ,M., “Mujer y sociedad en la Roma Imperial del siglo
I”, Norba. Revista de Historia 16 (1996-2003) p. 207.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use
260 Rosalía Rodríguez López

los femeninos van desde la virgen célibe, la casada, la viuda, a las


religiosas; y en el seno de estas comunidades surgirá el cuerpo de
enfermeras profesionales98. En época justinianea la mujer adqui-
rirá más derechos, pero también se afianzará un modelo cristiano
de mujer, caritativa y pudorosa, lo que atenta frontalmente con
esa visión abierta de finales de la República, y el Principado, cuan-
do la mujer romana ocupó amplísimos sectores profesionales.

98
RODRÍGUEZ LÓPEZ R., “Modelos femeninos de servicios sanitarios en los
inicios del cristianismo”, Identidades femeninas en un mundo plural, Sevilla 2009, pp.
661-667.

EBSCOhost - printed on 5/10/2021 11:10 AM via UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA UNIBE. All use subject to https://www.ebsco.com/terms-of-use

También podría gustarte