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¿Consideras que llevar a cabo la práctica del hedonismo conlleva a una falta

moral?

Considerar el hedonismo como una falta moral quizás equivale a no interpretar desde la
etimología de la misma, su concepto y su desarrollo, también incluye que no se resalte
desde su cronología y el desarrollo que se ha tenido a través de la historia.

Es necesario indicar que el hedonismo es considerado como una corriente filosófica,


relacionándose más como una corriente moral cuyo propósito es “el placer como único y
supremo bien de la existencia humana”. (Recuperado https://concepto.de/hedonismo/).

Desde principios de siglo, con la escuela cirenaica se expuso que los placeres deben ser
elegidos individualmente, planteándose intereses particulares sobre los generales, inclusive
tratándose de cometer actos inmorales, posteriormente apareció la escuela epicúrea cuya
corriente filosófica fue enfocada mas a la prudencia y la razón, conllevando a un
autocontrol y manejo de los placeres, que conllevo a que sus seguidores fueran indiferentes
al dolor.

Después del predominio del cristianismo, se impulso el hedonismo como una corriente
psicológica y moral en cuyo principio y según (Bentham) la vida transcurría a través de dos
variables el dolor y el placer, cuyo funcionamiento era evitar el primero y estar en la
búsqueda constante del segundo.

El hedonismo radical sostiene que todos los placeres físicos deben ser satisfechos sin
ninguna restricción, mientras que el hedonismo moderado afirma que las actividades
placenteras deben ser moderadas, para que así aumente el placer. En ambos casos el placer
es la principal motivación del comportamiento.
Existen escritos de Epicuro y de sus seguidores que nos muestran sus doctrinas: entre los
deseos, algunos son naturales y necesarios y otros ni lo uno ni lo otro, solo consagrados a la
opinión vana. La disposición que tengamos hacia cada uno de estos casos determina nuestra
aptitud para ser felices o no.

 Dentro de los deseos naturales y necesarios encontramos las necesidades básicas


físicas, como alimentarse, calmar la sed, abrigarse y el sentido de seguridad.
 Dentro de los deseos naturales e innecesarios están la conversación amena, la
gratificación sexual y las artes.
 Dentro de los deseos innaturales e innecesarios están la fama, el poder político,
el prestigio y los generados por las empresas.
Epicuro formuló algunas recomendaciones con respecto a estas categorías:
 Debemos satisfacer los deseos naturales necesarios de la forma más económica
posible.
 Podemos perseguir los deseos naturales innecesarios hasta la satisfacción de
nuestro corazón, no refiriéndose a uno mismo, sino de tratar de llevar el
egoísmo al placer de otra persona.
 No debemos arriesgar la salud, la amistad o la economía en la búsqueda de
satisfacer un deseo innecesario, pues esto solo conduce a un sufrimiento futuro.
 Hay que evitar por completo los deseos innaturales e innecesarios, pues el
placer o satisfacción que producen es efímero.

Cabe destacar que diversas religiones condenan al hedonismo por considerar que carece


de moral. La religión católica, por ejemplo, sostiene que el hedonismo atenta contra los
valores de su dogma, ya que privilegia el placer por encima del amor al prójimo e incluso
a Dios.

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