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HISTORIA DE LA FILOSOFIA ANTIGUA

ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO


Docente

Apuntes presentados a los alumnos del Colegio xxxxxxxxxxxxx de San Gil


como ayuda para su estudio

SAN GIL
2021
CONTENIDO

INTRODUCCION
1. PERIODO HELENISTICO O GRIEGO
1.1. ESCUELA JONICA
1.1.1. Tales de Mileto
1.1.2. Anaximandro
1.1.3. Anaxímenes
1.2. ESCUELA PITAGORICA
1.2.1. Nuevo problema de la filosofía Griega
1.2.2. Pitágoras
1.2.2.1. El Número
1.2.2.2. La metempsicosis
1.2.2.3. Doctrina moral
1.2.3. Algunos Pitagóricos
1.2.3.1. Filolao de Tarento
1.2.3.2. Hicetas de Siracusa
1.3. ESCUELA DE ELEA
1.3.1. Problema fundamental
1.3.2. Jenófanes
1.3.3. Parménides
1.3.3.1. Vía de la verdad absoluta
1.3.3.2. La Opinión
1.3.4. Zenón de Elea
1.3.5. Heráclito
1.3.5.1. Problema fundamental
1.3.5.2. El devenir
1.4. LOS PLURALISTAS
1.4.1. Problema fundamental
1.4.2. Empédocles
1.4.2.1. Vida, obras
1.4.2.2. Los cuatro elementos
1.4.2.3. Las dos fuerzas
1.4.3. Anaxágoras
1.4.3.1. Vida y obras
1.4.3.2. Las Homeomerias
1.4.3.3. El Nous
1.4.4. Demócrito
1.4.4.1. Vida y obras
1.4.4.2. Los átomos
1.4.4.3. El vacío
1.4.4.4. El movimiento
1.5. LOS SOFISTAS
1.5.1. Nuevo mundo de la filosofía Griega
1.5.2. La sofística
1.5.3. Protágoras
1.5.4. Górgias
1.5.5. Otros Sofistas
1.6. SOCRATES
1.6.1. Vida y personalidad
1.6.2. El problema fundamental
1.6.3. La filosofía de Sócrates
1.6.4. Método Socrático
1.6.5. Ética Socrática
1.6.6. Valoración de la doctrina Socrática
1.6.7. Los Socráticos menores
1.6.7.1. Escuela de Negara
1.6.7.2. Escuela Cínica
1.6.7.3. Escuela Cirenaica
1.7. PLATON
1.7.1. Vida, obras y personalidad
1.7.2. Estilo de su pensamiento
1.7.3. Teoría del conocimiento
1.7.3.1. El conocimiento no es la percepción sensible
1.7.3.2. Grados del conocimiento
1.7.4. Teoría de las Ideas
1.7.4.1. Estructura del mundo ideal
1.7.4.2. Génesis y estructura del mundo sensible
1.7.5. Dios y el divino en Platón
1.7.6. Ética Platónica
1.7.6.1. La felicidad
1.7.6.2. La virtud
1.7.6.3. Concepción Platónica del hombre
1.8. ARISTOTELES
1.8.1. Vida, periodos, escritos, relación con Platón
1.8.2. La lógica formal
1.8.2.1. Generalidades
1.8.2.2. El concepto
1.8.2.3. El juicio
1.8.2.4. El raciocinio
1.8.3. Lógica material o Epistemología
1.8.3.1. Generalidades
1.8.3.2. Propiedades del conocimiento científico
1.8.3.3. Proceso psicológico
1.8.3.4. Proceso lógico
1.8.3.5. Conclusión
1.8.4. La metafísica
1.8.4. Qué cosa es la metafísica?
1.8.4.2. El ser
1.8.4.3. La sustancia en general
1.8.4.3.1. La sustancia es el ser en cuanto tal
1.8.4.3.2. La sustancia en sí
1.8.4.3.3. Propiedades de la sustancia
1.8.4.3.4. División de las sustancias
1.8.4.3.4.1. La sustancia primera
1.8.4.3.4.2. La sustancia segunda
1.8.4.4. Las cuatro causas
1.8.4.4.1. Principios intrínsecos: materia y forma
1.8.4.4.2. Principios extrínsecos: eficiente y final
1.8.4.4.3. El ser como acto y potencia
1.8.4.5. La sustancia suprasensible
1.8.4.6. La sustancia física
1.8.5. La psicología del alma
1.8.6. La ética
1.8.6. La política
2. PERIODO HELENISTICORROMANO
2.1. ESCUELA ÉTICA
2.1.1. El Epicureísmo
2.1.2. El Estoicismo
2.1.3. El Escepticismo
2.1.4. El Eclecticismo
2.2. PERIODO ALEJANDRINO
2.2.1. Decadencia de la ciencia helenística
2.2.2. Escuela de literatura e historia
2.2.3. Escuela filosófica de Alejandría
2.2.4. Final de Alejandría
2.3. PLOTINO Y EL NEOPLATONISMO
2.3.1. Génesis y estructura del Neoplatonismo
2.3.2. Vida, obra y escuela de Plotino
2.3.3. El uno como principio absoluto
2.3.4. Cómo proceden las cosas del Uno?
2.3.5. El Nous
2.3.6. Cómo ha surgido el mundo físico
2.3.7. Origen, naturaleza y destino del hombre
BIBLIOGRAFIA

INTRODUCCIÓN
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La historia de la filosofía coincide con la historia general de la civilización y cultura


occidentales que se divide en cuatro grandes épocas: edad antigua o griega; edad
media o cristiana; edad moderna y edad contemporánea.

Ese modo de sabiduría al que posteriormente se llamará filosofía tiene su origen en


el pueblo Griego, aunque los Griegos tomaron algunos elementos de las culturas
orientales, no quiere decir que ellos hayan copiado la sabiduría de estas
civilizaciones haciendo coincidir sus estilos, pues los Griegos se distinguieron por
dar a ésta sabiduría un toque eminentemente racional.

La filosofía propiamente dicha no aparece en los primeros pensadores Griegos. En


un principio encontramos poetas, intérpretes de las tradiciones religiosas, o geniales
creadores de mitos como lo fueron Homero y Hesíodo, quienes a partir de éste
lenguaje quisieron dar una explicación acerca del origen de los dioses y el origen del
cosmos de una manera armoniosa y ordenada.

Según Aristóteles con Tales de Mileto comienza propiamente la filosofía Griega ya


que él logra ser el primero en independizar la especulación sobre las cosmogonías y
teogonías de una reflexión ordenada y sistemática sobre la realidad.

La filosofía como reflexión sistemática sobre el universo el hombre y el principio


del cual se orina todo lo que existe, tuvo su origen en Grecia entre los siglos VII y
VI antes de Cristo; Grecia por aquella época era un país plural de pequeñas áreas de
cultivo y cultura, mejor comunicadas entre si, por mar que por tierra.

Por aquel entonces Grecia se consideraba como un mundo sin dogmas, sin
guardianes de la verdad, esto va a ser un hecho decisivo para el nacimiento de las
ideas filosóficas y del pensar teórico en general. En el campo religioso no existía
normas que impidieran el libre pensamiento de los Griegos. En cuanto a lo político
el pensar teórico se vio favorecido por la pequeñez del marco político, representado
en las famosas ciudades estado, que era como una nación del tamaño de un pueblo
pequeño; esto deja pensar que cada región poseía su política propia, es decir, que se
vivía no bajo la voluntad de un rey sino bajo la ley, eso era motivo de orgullo para el
Griego. “No tenemos más amo que la ley”; “Sócrates prefería la muerte a
desobedecer las leyes de su propia ciudad”. La filosofía Griega fue el resultado del
esfuerzo lanzado a la conquista de la verdad, sin otras armas que la experiencia y la
razón, ni otra garantía que la evidencia misma.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

La época antigua o griega abarca el periodo del siglo VI a.C. al II d.C. Y en ella se
destacan tres grandes momentos que son la época Helenística o Griega; la época
Helenístico romana y la época Patrística.

1. PERIODO HELENISTICO O GRIEGO

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Este periodo está conformado por las escuelas: Jónica, Itálica o Pitagórica, Eleática,
Pluralista o Atomista, Sofista, Socrática, Platónica y Aristotélica. Es muy interesante
notar que estas escuelas enfocan de una manera determinada la realidad afrontando
problemas filosóficos bien determinados que aunque los enfoques tengan sus
matices particulares la intención de cada una de ellas es muy clara, y consiste en
llevar al hombre a la búsqueda metódica y sistemática de la verdad.

1.1. ESCUELA JONICA

La filosofía Griega tiene su origen en Mileto, ciudad Jónica, situada en el Asia


menor, sus principales representantes son: Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Estos
pensadores abandonan la especulación sobre los dioses para centrar toda su atención
en la reflexión sobre naturaleza.

Su gran preocupación se centrará en el afán por dar una explicación de los seres que
existen en la Physis a través de un principio natural, sin que ésta explicación tenga
que ver con lo religioso o lo político. Así surge la filosofía, como explicación
racional como teoría acerca de la naturaleza.

El tema sobre el cual giró la investigación de ésta escuela fue el tema del principio
fundante, o “arjé”, de todas las cosas, es decir la búsqueda de aquel elemento o
componente primordial que se halla en el fondo de todos los seres naturales y que se
conserva a pesar de todos los cambios accidentales.

1.1.1 Tales de Mileto (630–545 a.C.) Filósofo y científico práctico. Viajó a Egipto
donde estudio geometría; cultivó las matemáticas y la astronomía; predijo un eclipse
de sol, que según Herodoto, sucedió al final de la guerra entre los Lidos y los
Medos, hacia el 28 de mayo del 585 a.C. Entre otras actividades que se le atribuyen
figura la elaboración de un almanaque y la introducción de la práctica fenicia de
orientarse en la navegación por la Osa menor.

Aristóteles en su libro de metafísica afirma que según Tales la tierra estaba sobre el
agua al estilo de un delgado disco flotante. Tales considera la humedad como el
elemento esencial de todas las cosas ya que todas ellas se nutren de lo húmedo; de
éste hecho, sacó su teoría que las semillas y los gérmenes de todas las cosas tienen
naturaleza húmeda y que por lo tanto, el secarse totalmente sería la muerte. Por ésta
razón la vida está unida a la humedad, y la humedad presupone el que, el agua es la
fuente última de donde brota la vida de todas las cosas. Todo viene del agua, todo
sostiene la propia vida con agua, todo termina en el agua. No se debe creer que tal
principio sea el elemento físico–químico que nosotros conocemos como H2O, tal
arjé va pensada de manera totalizante, o sea como aquel principio Ontológico

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originario del cual todo deriva, incluso, el agua que bebemos es una de sus tantas
manifestaciones. Tales hacía coincidir tal principio Ontológico originario con el
divino. “Dios –decía él– es lo más antiguo porque no ha sido generado”, es decir,
porque es principio.

Llegó a esta concepción por ser el agua capaz de tomar todas las formas, por
encontrarse en todas las cosas y convertirse en vapor, gas y hielo.

Tales fue el primer filósofo en plantear la cuestión acerca de cuál sea la naturaleza
última y fundamental del mundo.

Un punto realmente importante de la doctrina de Tales es su concepción de las cosas


como cambiantes formas de un elemento o principio último. Las razones
fundamentales que llevaron a este pensador a ser considerado como el primer
filósofo Griego son las siguientes: el hecho de haber sido él, el primero en concebir
la noción de la unidad en la diversidad, lo mismo que haber llegado a una clara
diferenciación entre mito, ciencia y filosofía.

Es de gran importancia detenernos ahora para teorizar sobre el concepto “arjé” ya


que durante todo éste curso nos iremos a encontrar con él. Lo primero que tenemos
que decir es que no es un término originario de Tales, quizás es introducido por su
discípulo Anaximandro.

Por “arjé” o principio se entiende aquello de lo cual se derivan originariamente


todos los seres. Arjé viene a ser como aquella realidad que sigue existiendo sin
cambiar a un dándose un proceso generativo de todas las cosas. Es la fuente de
donde surgen todas las cosas; el fin último de todas las cosas y el permanente
arquetipo que rige todas las cosas, es decir es aquello de lo cual vienen, aquello
hacia donde van a terminar, aquello por lo cual existen y subsisten todas las cosas.

1.1.2 Anaximandro. (610 al 545 a.C.) Nació en Mileto discípulo y sucesor de


Tales, escribió un tratado sobre la naturaleza, se considera el primer tratado
filosófico de occidente y el primer escrito en prosa de los griegos; fue más activo en
lo político que Tales.
Con Anaximandro la problemática del “Arjé” se profundiza. El afirma que el agua
es algo que deriva de otro ser y que el principio originante de todo es el “A-peirón”,
esto es, lo indefinido. A-peirón significa aquello que es cuantitativamente infinito
(en lo externo) y cualitativamente indeterminado (en lo interno), precisamente
porque es cualitativamente y cuantitativamente ilimitado el A-peirón puede dar
origen a todas las cosas delimitadas en varios modos. Este principio abraza y
circunda, gobierna y rige todo, precisamente porque como de-limitaciones y de-

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terminaciones de tal principio todas las cosas se generan de tal principio y existen en
tal principio

Ese principio no podía ser ninguna clase particular de materia; “aparece como el
divino por que es inmortal e indestructible” y aquí Anaximandro no sólo atribuye a
su principio las prerrogativas que Homero y la tradición antigua atribuían a los
dioses, o sea la inmortalidad y el regir y gobernar todo, él va más allá, precisando
que la inmortalidad del principio debe ser tal de no admitir principio ni fin. Según
los poetas griegos las divinidades nacían pero no morían, mientras que para
Anaximandro los dioses son eternos, es decir, así como no mueren tampoco nacen.

Se comprende de esta manera lo que ya hemos señalado, que estos primeros


filósofos son naturalistas en cuanto no ven al divino como algo fuera, o distinto del
mundo, sino como la esencia del mundo. Con Anaximandro la dvinidad se
constituye en el principio mientras los dioses llegan a ser los mundos, los universos
que son considerados como numerosos.

Hace una audaz y aguda conjetura sobre el origen del hombre, dice que en el
principio nació el hombre de animales de otra especie, pues mientras los demás
animales muestran de que alimentarse, solamente el hombre necesita de un largo
periodo de lactancia, por lo que si originariamente hubiese sido como es ahora
nunca habría podido sobrevivir, no aclara cómo vivió en una fase de transición.

Anaximandro explicada la génesis del mundo en los siguientes términos: De un


movimiento que es eterno, se generaron los dos primeros contrarios, considerados
como fundamentales: el frío y el calor. El frío originariamente de naturaleza
líquida, se transformaría, en parte, por el fuego caliente en aire. La esfera de fuego
se habría partido en tres, originando la esfera del sol, aquella de la luna y los astros.
El elemento líquido se habría recogido en la cavidad de la tierra constituyendo los
mares.

La tierra no es un disco, como afirmaba Tales, sino un cilindro de poca altura como
un tambor de columna, ésta permanece suspendida sin ser tenida por nada, pero
permanece quieta a causa de la equidistancia de todas las partes.

Para Anaximandro la vida salió del mar. Según él el proceso fue el siguiente: el
elemento líquido bajo la acción del sol, debieron nacer los primeros animales, de
estructura elemental, de los cuales poco a poco se fueron estructurando los animales
más complejos. Surgieron monstruos marinos con un caparazón dentro del cual
estaba el hombre, cuando se secaron las aguas el sol hizo estallar la concha y
salieron los hombres. El alma de estos es el aire. Esto quiere decir que las formas

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actuales de los seres vivientes son el resultado de su progresiva adaptación al medio


ambiente.

1.1.3 Anaxímenes. (588- 534) Discípulo y compañero de Anaximandro, escribió


un libro del que ha sobrevivido un breve fragmento. Los autores coinciden en
afirmar que su doctrina es un retroceso con respecto a lo planteado por su maestro,
abandona la teoría del A-peirón y sigue a Tales colocando como principio de todo
una sustancia determinada que es el Aire; tal vez se lo sugirió la respiración, pues es
un hecho que todos podemos constatar: el hombre vive mientras pueda respirar.
Traza un paralelo entre el hombre y la naturaleza. Así como nuestra alma, siendo
aire, nos mantiene unidos, así también el aire ánima todo el cosmos.

De esta manera el Aire se convierte en el Principio del se originan todas las cosas,
el Aire es vecino a lo incorpóreo, en cuanto no tiene forma, ni límite, es invisible, es
infinito, ya que no se disminuye; todas estas razones se van a constituir en
argumento suficiente para que Anaxímenes, llegue a concebir el Aire como el
“divino”; esto nos debe hacer comprender que su principio no lo equiparaba con el
aire atmosférico.

Explicar cómo todas las cosas vienen del Aire es complicado, pero ciertamente que
la forma como lo logra hacer Anaxímenes es genial. Él para lograr su objetivo
introduce las nociones de: Condensación y Dilatación. El Aire es de suyo invisible,
pero se hace visible en éste proceso de condensación y dilatación, convirtiéndose en
fuego cuando se dilata, o en viento, nubes, agua, tierra y finalmente en piedra
cuando se Condensa. Anaxímenes encuentra otro dato importante, pensó que
cuando el aire se dilata se hace más cálido, y así tiende a transformarse en fuego,
mientras que cuando se condensa se enfría y tiende a solidificarse. Concibió la tierra
plana, pero flotando por el aire como una hoja.

Conclusión: con la caída de Mileto hacia el 494, la primera escuela filosófica de


occidente llegó probablemente a su fin. Lo más importante de los Jonios está en el
hecho de haber sido ellos quienes plantearon la cuestión acerca de la Naturaleza
última de las cosas. Todos ellos vieron la materia como eterna, para ellos éste
mundo era el único mundo.

1.2 ESCUELA PITAGORICA

1.2.1 Los Pitagóricos y el nuevo problema de la filosofía Griega. No fueron sólo


un grupo de discípulos de Pitágoras más o menos independientes o aislados unos de
otros, eran los miembros de una sociedad o comunidad religiosa, política, científica
y filosófica. El Pitagorismo aparece primero al sur de Italia a finales del S VI a.C.

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como secta Órfica. La innovación pitagórica consistió en aliar sistemáticamente el


método místico y el práctico con el método racional y especulativo.

La escuela Pitagórica se distinguió de las demás por su carácter ascético y religioso.


La sociedad pitagórica presenta el espíritu de un renacer religioso que en ese
momento surgía, donde se mezcló un espíritu científico muy marcado, esta es sin
duda la razón por la cual se justifica la inclusión de Pitágoras en la filosofía.

Aunque no es fácil determinar el grado de relación o influencia del Orfismo sobre el


Pitagorismo, es importante saber que el pitagorismo tiene una fuerte influencia del
Orfismo concretamente en la forma como se planteo el problema sobre el hombre.

Otro elemento que caracterizó el Pitagorismo fue la política, sin embargo, no se


puede afirmar que fuese una comunidad política, aunque ejercieron una cierta
influencia en Crotona y otros pueblos.

En cuanto a las ideas y prácticas ascético-religiosas dieron un lugar especial a la


noción de pureza y a la doctrina de la trasmigración de las almas.

1.2.2 Pitágoras. (572-497) Nació en Samos; es fundador de la escuela de los


Pitagóricos propuso salvar al hombre no a través de ritos religiosos sino a través de
la ciencia y la música, esta es la razón por la cual se considera iniciador de un nuevo
movimiento filosófico.

1.2.2. El número. Siguiendo la búsqueda del primer principio iniciada por los
Jonios, no se fija en la naturaleza de las cosas. El va a proponer como principio
último de todas las cosas el número.

El siguiente párrafo de Aristóteles resume el pensamiento no sólo de Pitágoras, sino


de los pitagóricos:

“Los pitagóricos ante todo se aplicaron a las matemáticas las hicieron progresar, y
alimentados de ellas, creyeron que los principios de éstas fueran los principios de
todas las cosas que existen. Y por que en las matemáticas los números son por su
naturaleza los principios primeros y precisamente en los números ellos aseguraban
de ver, más que en el fuego, en la tierra y en el agua muchas más semejanzas con las
cosas que existen y que se generan... y por que veían que los números fuese aquello
que es primero en toda la realidad, pensaron que los elementos del número, fuesen
elementos de todas las cosas y que todo el universo fuese armonía y número”.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

En un primer momento la teoría pitagórica, por su originalidad, puede impresionar.


En realidad el descubrir que en todas las cosas existe una regularidad matemática, es
decir, numérica, es impresionante. Los sonidos de la música a la cual los pitagóricos
dedicaron una gran atención como medio de purificación ( Catarsis), son traducibles
en determinaciones numéricas. Así la diversidad del sonido en un instrumento de
cuerda depende de la diversidad del largo de sus cuerdas lo mismo que de su
diámetro, estas dos características se determinan con el número. No menos
importante resulta el descubrimiento de la incidencia del número en los fenómenos
del universo: según ellos la naturaleza está regida por leyes numéricas que
determinan el año, las estaciones, los meses, los días, los minutos etc.; son, aún más,
precisas las leyes numéricas que regulan el tiempo de la incubación del feto tanto en
los humanos como en los animales, los ciclos del desarrollo biológico y varios
fenómenos de la vida.

Es comprensible que impulsados por la euforia de éstos descubrimientos los


pitagóricos llegaran a encontrar correspondencia entre el número y otros fenómenos
(la justicia = 4, la ciencia = 1, la opinión = 2). Es muy claro el proceso a través del
cual los pitagóricos llegan a colocar el número como el principio de todas las cosas.

Todas las cosas derivan de los números, pero los números no son absolutos, sino que
derivan de otros elementos, en efecto los números resultan ser una cantidad
indeterminada que poco a poco se determinan o delimitan 1, 2, 3...infinito.

Dos elementos constituyen el número, uno indeterminado o ilimitado y otro


determinado o limitado el número nace entonces; del acuerdo de elementos
limitados y de elementos ilimitados y a su vez generan todas las otras cosas. Esos
elementos de los que venimos hablando prevalecen en los números, así en los
números pares predomina lo indeterminado (menos perfecto), mientras que en los
número impares predomina el elemento limitante o determinante (más perfecto).

Además los pitagóricos consideraban el número impar como masculino y los pares
como femeninos; consideraban los números pares como rectangulares y los impares
como cuadrados. El uno no es par ni impar es ambas cosas, ya que de allí proceden
todos los número, por ejemplo el 1 unido al 2 = 3 y unido al 4 = 5, el 0 permanece
escondido para los pitagóricos. Según Pitágoras el número perfecto es 10 que es
igual a la suma de 1+2+3+4.

1.2.2.2 La Metempsicosis. Parece haber sido el primero en reformular la doctrina


de la Metempsicosis, doctrina según la cual el alma por motivo de una culpa original
es obligada a reencarnarse en sucesivas existencias corpóreas hasta poder expiar
aquella culpa.

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Originalmente esta doctrina era llamada por los griegos “Palingenesia”, doctrina de
origen jónico pues fue de Mileto de donde llegó a Samos la teoría del “alma – aire”.
Según esta tradición el alma era considerada algo etéreo suspendido en el aire. Así
el alma salía del cuerpo del moribundo con la última expiración y entraba en otro
cuerpo, en un recién nacido, con la primera inspiración de ese.

Esta doctrina es originaria del Orfismo pero más elaborada por los pitagóricos que le
harán algunas modificaciones. El fin de la vida es liberar el alma del cuerpo y para
obtener tal fin es necesario purificarse, es precisamente en los medios de
purificación que los pitagóricos se diferencian de los órficos. Estos no proponían
sino celebraciones mistéricas y prácticas religiosas permaneciendo ligados a una
mentalidad mágica. Mientras que los pitagóricos colocaron en la ciencia la vía de la
purificación, ésta a su vez exigía dejar manjares, guardar silencio, examinarse
diariamente, trabajar espiritualmente en la especulación filosófica, cultivar la música
y la gimnasia y practicar la hermandad universal.

Y como el fin último era aquel de tornar a vivir entre los dioses, los pitagóricos
introdujeron el concepto del recto actuar humano como un hacerse seguidor de
dios, como un vivir en comunión con la divinidad. Los pitagóricos fueron los
iniciadores de aquel tipo de vida que fue llamada “vida contemplativa”, una vida
caracterizada por la búsqueda de la verdad que es la más alta purificación.

1.2.2.3 Doctrina Moral. Según estos pensadores todo procede del UNO y al UNO
debe retornar. Entre la procedencia original y el primitivo retorno se sitúa el
despliegue temporal de la incesante movilidad. En lo que se refiere al alma ese
despliegue debe consistir en el ejercicio de la virtud concebida como armonía, es
decir, como a una ley de justicia entre la sensibilidad y la racionalidad.

1.2.3 Algunos Pitagóricos

1.2.3.1 Filolao de Tarento. Contemporáneo de Sócrates, parece ser el autor del


primer importante sistema astronómico, en el que puede verse una genial
anticipación de la explicación heliocéntrica. Desarrolla la doctrina pitagórica en el
sentido más rigurosamente científico; ejerció poderosa influencia sobre Platón.

1.2.3.2 Hicetas de Siracusa. Enseño la rotación de la tierra sobre su eje. Cree que
el cielo, el sol, la luna las estrellas y todos los cuerpos celestes están quietos y que
ninguna cosa se mueve en el mundo a no ser la tierra, la cual girando y dando
vueltas con gran rapidez, sobre su eje produce los mismos efectos que se producirían
si estando quieta la tierra, se moviese el cielo. Este texto va a ser de gran interés

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para Copérnico. Podríamos también recordar a Hipócrates de Chio y a Arquitas de


Tarento, grandes matemáticos.

1.3 ESCUELA DE ELEA

1.3.1 Problema fundamental. Además de los Pitagóricos aparece en la magna


Grecia la escuela Eleática cuyo representante principal es Parménides. Para este
momento filosófico sigue muy vivo el problema de la realidad del mundo exterior.
Pero van a aparecer elementos nuevos en la reflexión como son la realidad del
cambio, el movimiento y el ser conceptos que se van a constituir en fundamentales
para la nueva escuela.

1.3.2 Jenófanes. Nació en la Jonia (Colofón) hacia el año 570-470 Cuando tenía
unos veinticinco años viajó al sur de Italia, murió en Elea. De su pensamiento
filosófico vamos a recordar dos aspectos fundamentales:

La crítica de las concepciones religiosas y morales del pueblo Griego que le


ocasionaría el tener que abandonar su patria y la obligación de pasar de ciudad en
ciudad recitando sus versos y su doctrina panteísta que sería preludio de la unidad
del ser característica fundamental de los Eleáticos.

Algunos historiadores lo tienen como el fundador de la escuela de Elea. No se


ocupa directamente del aspecto Ontológico sino de lo teológico, cosmológico y
moral y quizás como consecuencia de esto surge lo Ontológico.

El tema central desarrollado por Jenófanes versa sobre la crítica de aquella


concepción de los dioses que Homero y Hesiodo habían fijado como ejemplo para
los griegos. Este pensador descubre en modo perfecto el error de fondo del cual
surge tal concepción. Este error consiste en el antropomorfismo, es decir, en
atribuirle a los dioses formas exteriores, características psicológicas y pasiones
análogas a aquellas propias de los hombres, a lo cual Jenófanes agudamente objeta
que “si los animales tuviesen manos y pudieran compararse con los dioses, se harían
dioses en forma de animales”, pero lo que es más grave; que el hombre tiende a
atribuirle a los dioses todo aquello que él mismo hace, no sólo en el bien sino
también en el mal. De esta forma viene rechazado de una manera radical la
credibilidad en esos dioses tradicionales. Así los grandes poetas que habían llevado
estas enseñanzas van a ser declarados como pregoneros de mentiras.

Del mismo modo procede a desmitificar las explicaciones míticas de los fenómenos
naturales, atribuidos a los dioses. Por ejemplo aquello que llamaban Iris (diosa) es
una nube de colores.

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Las categorías de las cuales dispone Jenófanes para criticar el antropomorfismo y


denunciar la falsedad de las religiones tradicionales eran aquellas derivadas de la
filosofía de la Physis, es decir, de la naturaleza y de la cosmología Jónica, el viene a
afirmar que dios es el cosmos.

1.3.3 Parménides. (515 - 440 a.C) Nació en Elea. Para algunos historiadores
Parménides es el verdadero fundador de la escuela Eleática. Filósofo y político
activo. Aristócrata; redactó un código de leyes para su pueblo, estuvo en contacto
con los pitagóricos pero más tarde se separó de ellos y los criticó. Escribió un largo
poema filosófico dividido en tres partes: una introducción, una segunda parte que
trataba sobre la vía de la verdad y una tercera parte que se refería a la vía de la
opinión. El poema se llamó “en torno a la naturaleza”.

Parménides se sitúa en el ámbito de la filosofía de la “Physis” como un radical


innovador y como un pensador revolucionario. Con él la cosmología es como
sacudida y se transforma en una Ontología, es decir; en una teoría del Ser.

Parménides plasma en su cántico, que pone en boca de una diosa, los lineamientos
fundamentales de su pensamiento.

1.3.3. Vía de la verdad absoluta. Parménides parte de este gran principio: “El ser
es y no puede no ser, el no ser no es y no puede en algún modo ser”. Ser y no ser en
el contexto del discurso de Parménides, son tomados en el significado integral y
unívoco. El Ser es lo puro positivo y el no Ser es lo puro negativo, el uno es el
absolutamente contradictorio del otro.

¿Cómo justifica Parménides este principio? Su argumentación es muy sencilla: todo


aquello que uno piensa y dice es. No se puede pensar y por tanto decir sino
pensando y por tanto diciendo aquello que es; pensar la nada significa, por tanto, no
pensar y decir la nada significa precisamente no decir nada, por esto la nada es
impensable e indecible, por tanto pensar y ser coinciden.

Los intérpretes desde hace rato han estado de acuerdo en afirmar que en este
principio de Parménides por primera vez se formulaba el principio de no
contradicción, principio que afirma la imposibilidad que los contradictorios
coexistan a un tiempo. Los dos supremos contradictorios son precisamente ser y no
ser. Si existe el Ser es necesario que no exista el no Ser.

17
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

Teniendo presente el significado integral en el que Parménides entiende el Ser y el


no Ser, se comprenden perfectamente los signos y características esenciales del ser
descritas en el poema.

El Ser es en primer lugar “No Generado” e “incorruptible”. Si fuese generado, o


sería derivado de un no Ser, lo que es absurdo, ya que el no ser no es (no existe), o
también sería derivado del Ser, lo cual es igualmente absurdo porque entonces ya
sería. Y por éstas mismas razones es imposible que se corrompa. El “Ser”, no tiene
por tanto, un pasado porque el pasado es aquello que no es más, y tampoco un
futuro, que no es todavía, sino que es presente eterno sin inicio, ni fin.

El “Ser”, por excelencia, es también inmutable e inmóvil porque tanto la


mutabilidad como el movimiento suponen un No Ser hacia el cual el Ser debería
moverse o en el cual debería cambiarse. Por tanto éste Ser de Parménides es todo
igual; el Ser se estrecha con el Ser, y no se puede pensar un “más de Ser” y “un
menos de Ser” pues esto supondría la presencia del NO SER.

Parménides proclama su Ser “completo “perfecto”. Además habla de la unidad


aunque sus discípulos más que él son quienes se ocuparán de ésta característica del
ser.

1.3.3.2 La Opinión. El camino de la verdad es el de la Razón y el camino del


Error es substancialmente el de los Sentidos, en efecto son los Sentidos los que
parecen buscar o presentar el no-ser, en la medida en que atestiguan la existencia del
nacer y del morir, del movimiento y del cambio. Por eso la diosa exhorta a
Parménides a no dejarse engañar por los sentidos y por los hábitos que éstos crean,
lo mismo que exhorta a contraponer a los sentidos la razón y su gran principio.

Es evidente que sobre el camino del error camina no sólo quien expresamente dice
“El No Ser es”, sino también quien cree poder admitir, a la vez Ser y no Ser y que
cree que las cosas pasan del Ser al no ser y viceversa. En síntesis la vía del error
recoge todas las posiciones de aquellos que admiten expresamente, o hacen
razonamiento que implican el No Ser. El no ser no Existe porque es impensable e
indecible.

Conclusión. El mérito de Parménides está en haber enunciado claramente la


antítesis Ser y no-ser unidad y pluralidad, inteligible y sensible, verdad y opinión.

La falla de su filosofía está en aplicar apriorísticamente el principio de identidad del


Ser negando con eso toda pluralidad, diversidad y movimiento.

18
ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

La influencia de Parménides es sorprendente, estimuló a pensar el Ser en sí,


prescindiendo de lo aparente y planteó audazmente el problema del Ser. Su tajante
contraposición entre el Ser y el no Ser influirá en Empédocles, en los atomistas, en
los Sofistas y en Platón.

1.3.4 Zenón de Elea. (495-430) vivió en Elea; interviene en política y fracasa en


su conspiración contra el tirano Nearco. Sometido a tortura, para no confesar el
nombre de sus compañeros con quienes había organizado la revuelta, se cortó la
lengua con los dientes y la escupió en la cara al tirano. Escribió obras en prosa que
acreditan su fama como dialéctico invencible. Aristóteles le considera el creador de
la dialéctica.

Zenón afrontó las refutaciones de los adversarios y los tentativos de poner en


ridículo a Parménides. Su procedimiento consistía en hacer ver que las
consecuencias derivadas de los argumentos adoptados para refutar a Parménides
eran aún más contradictorios y ridículos que las tesis que querían refutar.

Zenón descubre, de esta manera la refutación de la refutación, o sea la demostración


por absurdo, haciendo ver lo absurdo en que caen las tesis opuestas al eleatismo. Su
habilidad para la dialéctica causó verdadera sensación. Sus argumentos más notables
son aquellos contra el movimiento y la multiplicidad.

Se pretende que un cuerpo pueda, movido de un punto de partida, alcanzar un


término establecido. Pero esto no es posible, en efecto tal cuerpo antes de alcanzar la
meta, debería recorrer la mitad del camino que debe recorrer y antes de hacer eso la
mitad de la mitad y por tanto la mitad de la mitad de la mitad, y así sucesivamente
hasta el infinito (la mitad de la mitad de la mitad de la mitad... no llega nunca a
cero)

Para comprobar esta teoría construyó ejemplos muy interesantes. Primero el de


Aquiles el héroe de los pies ligeros que compite en carrera con una tortuga a la que
da una ventaja de salida: Ej. 50 metros. Con esa ventaja Aquiles ya no podrá
alcanzarla, cada vez que él llega a la posición que antes ocupaba la tortuga, ésta se
habrá alejado un poco más; se va acercando a la tortuga pero jamás logrará
alcanzarla ni menos adelantarse. El razonamiento parece tonto pero es lógico e
impecable.

Un segundo ejemplo es el de la flecha: la flecha disparada de un arco que la opinión


cree que está en movimiento, ocupa un espacio igual a sí misma y por lo tanto
permanece inmóvil. En efecto cada uno de los instantes en que es divisible el tiempo
del vuelo, la flecha ocupa un espacio idéntico y por lo tanto permanece inmóvil,

19
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

entonces si la flecha está en reposo en cada uno de los instantes lo debe estar
también en la totalidad de todos los instantes.

No menos famosos fueron los argumentos contra la multiplicidad que llevaron en


primer plano la pareja de conceptos uno - muchos que en Parménides era más
implícita que explícita. Para la mayor parte de los casos éstos argumentos tendían a
demostrar que para existir la multiplicidad deberían existir también muchas
unidades; dado que la multiplicidad es precisamente multiplicidad de unidad. Pero el
razonamiento demuestra que tales argumentos son impensables, porque comportan
innumerables contradicciones, y por tanto, son absurdos y no pueden existir.

1.3.5 Heráclito (544-484 a.C) De Efeso, de linaje noble, lo deja todo para
dedicarse a la filosofía. Fracasa en política. Recibió de sus amigos el apodo por los
de “el oscuro”. Toma como punto de partida para su filosofía la comprobación del
incesante cambio de las cosas, pues las vemos fluir. Diógenes Laercio nos cuenta
que Heráclito escribió un libro titulado “Sobre la totalidad” referido a la naturaleza,
parece que ese libro trataba de tres cuestiones:
 del universo,
 de política y ética,
 y de teología.

1.3.5.1 Problema fundamental. Heráclito también se siente atraído por el


problema de la realidad del mundo exterior. Mientras Parménides terminaba
diciendo que todo es y que el movimiento no existe, Heráclito concluía que sólo
existía el devenir.

1.3.5.2 El Devenir. Heráclito descubre un hecho universalísimo en la naturaleza,


es decir, en el mundo exterior: que “Todo cambia, es decir, que nada es”. El
mundo es algo que está en continua transformación, el fondo de la realidad es un
constante Devenir. Nadie se baña dos veces en un mismo río, ya que éste está
constituido por una corriente de agua que en cada momento es distinta.

Detengámonos un poco más en torno al problema del Devenir. “todo se mueve”,


nada permanece inmóvil y fijo, todo cambia sin excepción. Al decir Heráclito que
no se puede bañar dos veces en el mismo río quiere afirmar lo siguiente: El río es
aparentemente siempre lo mismo, mientras en realidad está constituido siempre por
aguas nuevas y diversas. Por eso en la misma agua del río no se puede bañar uno
dos veces; precisamente por que cuando se va la segunda vez es sin duda otra agua
la que está; y también porque nosotros mismos cambiamos y al momento en que
hemos completado la inmersión en el río, ya somos diversos, distintos de cuando
comenzamos a sumergirnos en el río. Así que Heráclito puede decir que nosotros

20
ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

entramos y no entramos en el mismo río y puede también decir que nosotros somos
y no somos, porque para ser aquello que nosotros somos en un determinado
momento, debemos no ser más lo que éramos en el momento precedente. Así como
para continuar siendo debemos continuamente no ser más aquello que éramos en el
momento anterior. Esto según Heráclito vale para cualquier realidad sin excepción.

Para Heráclito esto no es más que la constatación de base del punto de partida para
ulteriores inferencias aún más profundas. El devenir al cual todo está señalado está
caracterizado por un continuo pasar de un contrario al otro: Las cosas frías se
calientan, las calientes se enfrían, las húmedas se secan, las secas se humedecen, el
joven envejece, el vivo muere, pero de aquello que está muerto renace otra vida
joven, y así sucesivamente.

Entre los contrarios que se avecinan hay guerra continua, sólo en el devenir la
guerra se revela esencial: La guerra es madre de todas las cosas, pero se trata de una
guerra, que es a un tiempo paz, y un contraste que es a la vez armonía, ( no se
conocería el nombre de la justicia si no existiera la ofensa). Pero en todo este
cambiar hay una armonía de contrarios, en la armonía los opuestos coinciden; “la
misma cosa es el viviente y el muerto, ya que está cambiándose es aquella y
viceversa. Así todo es uno y del uno deriva todo.

Esta “armonía” es “unidad de los opuestos”, y el principio es por tanto el divino.


“El dios es día y noche, es invierno y verano, es guerra y paz y es sociedad y
hombre. Heráclito coloca el fuego como principio fundamental y ha considerado
todas las cosas como transformación del fuego. “El cosmos fue siempre, es y será
fuego eterno. Para Heráclito el universo está movido por un fuego central que lo
agita y lo disgrega todo.

Heráclito se esfuerza por definir y clarificar qué es el hombre. Contra las tesis
pitagórico-religiosas dualistas, afirma que el hombre no es divino, sino una
especialisima modificación de la materia que está sometido a los mismos procesos
que el universo.

Es el primer filósofo en reflexionar sobre su propio método, surge así la


Epistemología. Acuñó una palabra decisiva: Logos, antes de él, el saber era
acumulación de datos, pero no interpretación de los mismos de acuerdo a un método
racional (Logos). El saber no radica en organizar lo que se ve, la sabiduría consiste
en describir lo oculto. “Una sola cosa es la sabiduría, conocer un juicio verdadero
cómo todas las cosas son gobernadas a través de todas las cosas”.

1.4 LOS PLURALISTAS (S. V. a.C.)

21
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

1.4.1 Problema Fundamental. Toda la problemática que dejan pendiente


Heráclito y Parménides va a constituir el objeto de la filosofía de los pensadores
posteriores. A principios del siglo V aparecen en Grecia tres filósofos:
Empédocles, Anaxágoras y Demócrito, caracterizados por el empeño común de
conciliar a Parménides y Heráclito y resolver el viejo problema de la filosofía
Jónica.

Replantean el problema de la naturaleza, de la naturaleza misma de las cosas en


acuerdo de los cambios efectivos e innegables de las mismas. Para conciliar a la
naturaleza y el cambio en el seno de las cosas echaron mano a tres ingredientes
fundamentales: la pluralidad de los elementos (corrección a Parménides), la
primacía del ser sobre el devenir (corrección a Heráclito), y la noción de la fuerza
cósmica. Es bueno hacer notar que hay una gran diferencia entre los tres
pensadores.

1.4.2 Empédocles: 490 - 430

1.4.2.1 Vida, Obras. De Agrigento descendía de una familia noble Siciliana,


era físico, médico y filósofo. Parece que rechazó la corona real por que quería ser
dios. Ante sus discípulos se presentaba como dios inmortal. Gozó de una fama
extraordinaria en su tiempo, sus obras principales de las que se conservan algunos
elementos son: De la naturaleza y las purificaciones.

1.4.2.2 Los cuatro elementos. Empédocles está preocupado aún por el


problema que se plantearon los primeros presocráticos y pretende conciliar la
inmovilidad del ser con la multiplicidad cambiante de las cosas. Los elementos
constitutivos son cuatro: agua, aire, fuego y tierra. Empédocles les llama las raíces
de todo. Estos elementos son contrarios e irreductibles, eternos e inalterables. Por
combinación diversamente dosificada dan lugar a todas las cosas. Los Jónicos
habían elegido cada uno de éstos elementos como “principio” haciendo derivar de
ellos todas las cosas mediante un proceso de transformación. La novedad de
Empédocles consiste en el hecho de haber proclamado la inalterabilidad
cualitativa y la intransformabilidad de cada uno; nace así la noción de elemento
precisamente como algo originario y cualitativamente inmutable, capaz sólo de
unirse y separarse espacialmente y mecánicamente respecto del otro.

Como es evidente se trata de una noción que podía nacer solamente después de la
experiencia Eleática y precisamente como tentativo para superar las dificultades
encontrada por ella. Nace así la llamada consciencia pluralista que supera el
monismo de los jónicos más que el monismo de los Eleátas.

22
ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

Existen pues cuatro elementos que uniéndose dan origen a la generación de las cosas
y separándose dan origen a su corrupción. Pero qué fuerza es la que hace posible
que se unan o se separen éstos elementos? Empédocles nos va a hablar de dos
fuerzas.

1.4.2.3 Las dos fuerzas. El amor o la amistad (philia) y el odio o discordia


(neîkos) son las causas respectivamente de la unión y de la separación de los
elementos; tales fuerzas predominan una sobre la otra por periodos de tiempos
constantes fijados por el destino. En el principio reinaba el amor y por eso los
elementos estaban unidos y constituían un estado armónico, divino. Después entra
en acción el odio, se produce la desunión y se origina el cambio y la multiplicidad,
es entonces cuando aparece el mundo.

Con éste esquema quiere Empédocles explicar también la biología y la psicología.


En biología comienza por explicar que en un principio existieron grandes
monstruos, seres imperfectos cuyos órganos se separaron; éstos órganos vuelven a
unirse por el amor produciendo nuevos seres vivos de los cuales sobrevivieron
solamente los suficientemente adaptados. Algunos ven en ésta teoría una
antecedente del evolucionismo moderno.

Explica el conocimiento de una manera ingeniosa. Los seres emiten corpúsculos


que penetran por los sentidos, produciéndose la percepción al unirse el elemento del
alma que le es homogéneo: El fuego conoce el fuego, el agua conoce el agua y así
sucesivamente. En ésta visión arcaica el conocimiento tiene su vehículo en la
sangre y tiene su sede en el corazón, razón por la cual se concluye que el pensar no
es algo exclusivo del hombre.

En uno de sus poemas desarrolló la concepción órfica y se presenta como mensajero


de ella. Afirmaba que el alma del hombre es un demonio que se ha fugado del
Olimpo, a causa de una culpa suya original y ha sido tirado para que asumiendo
todas las formas de viviente expíe la culpa.

1.4.3 Anaxágoras.

1.4.3.1 Vida y obras. Vivió entre los años 500 y 428 a.C. Oriundo de
Clazomene, Asia menor. De familia noble. Renunció a honores y riquezas para
dedicarse a la filosofía. Fue el primero que en tiempos de Pericles introdujo la
filosofía en Atenas. Sus teorías astronómicas, en oposición a las ciencias religiosas
de los atenienses fueron causa de su condenación y expulsión de Atenas. Su
filosofía es el más genial esfuerzo de la edad Presocrática por resolver el problema

23
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

del Ser y el devenir, de la unidad y la pluralidad. Parte de la imposibilidad de que


algo provenga de la nada como lo demostró Parménides. El origen del cosmos se lo
figura como un caos de elementos mezclados en confusión y movidos por el nous.
Escribió un tratado sobre la naturaleza.

1.4.3.2 Las Homeomerias. Creía imposible poder explicar con pocos


elementos la constitución de todos los seres. Permanece fiel al problema general de
la época, que como hemos dicho trataba de conciliar el Ser inmóvil con la
multiplicidad cambiante de las cosas. Para Anaxágoras no existe ni verdadera
generación ni corrupción, las cosas son agregados de una infinitud de elementos
invisibles, pudiendo ser divididos hasta el infinito sin que se llegue a los cuatro
elementos de Empédocles.

Las partículas más pequeñas de que se componen las cosas se llaman


Homeomerias, son una especie de átomos cualitativos, infinitamente pequeños e
infinitamente numerosos. La aparición de las cosas se hace en cierto modo diverso
como lo explicó Empédocles; así como en este la mezcla de los elementos produce
las cosas, en Anaxágoras, por el contrario, es la separación de las Homeomerias de
una misma clase que al reunirse, se hacen visibles, lo que hace aparecer el nuevo
ser. En el principio las Homeomerias estaban mezcladas, no constituyendo un
cosmos, sino un caos. El cosmos nació del caos por un proceso de separación
primero y de reunión después de las homeomerías de todas las demás que
permanecen invisibles hasta que separadas de la mezcla, y unidas entre sí dan origen
a un ser.

1.4.3.3 El nous. El paso del caos al cosmos se produce mediante una fuerza
exterior y superior a la mezcla, a la que llamó Nous, mente y a la que parece haber
identificado con dios. El Nous, principio de la ordenación del mundo, es la más
pura de todas las cosas. El Nous es un intelecto exterior al caos que ha impreso en
un punto determinado de la mezcla caótica un movimiento rotatorio que se extiende
cada vez más, hasta llegar a constituir el orden que aparece en el mundo actual.

Por otra parte el Nous se halla presente en todo ser viviente, cuanto mayor sea el
fragmento de Nous en el hombre, tanto más perfecto será su conocimiento, este se
produce por los contrarios. Lo que está frío siente el calor; la pupila percibe la luz
porque es oscura.

Con Anaxágoras aparece un principio especial, distinto a todos los anteriores, como
es la inteligencia. El Nous como ya dijimos tiene poder sobre todas las cosas vivas.
Es el ordenador de todas las cosas que debían ser, esta misma separación produjo la
separación y lo denso se separó de lo ligero; lo cálido de lo frío, lo luminoso de lo

24
ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

oscuro, lo seco de lo húmedo y el Nous todo entero es a la vez la más grande y la


más pequeña de las cosas, pero cada cosa es única, ninguna es parecida a las demás.

El Nous es infinito y autónomo, con nada está mezclado, es sólo él mismo por sí
mismo. Anaxágoras lo llama “la más fina y pura de todas las cosas, poseedor de
todo el saber sobre cualquier asunto y del mayor poder”, dice también que él se
encuentra donde quiera que haya cualquier cosa. Habla del Nous como de algo
material, como de la más tenue de todas las cosas; afirma que ocupa un lugar en el
espacio. Sin embargo el que Anaxágoras concibiera el Nous como ocupando un
espacio no es prueba suficiente de que tuviera el Nous por algo corpóreo, si es que
llegó a distinguir entre espíritu y materia. Por esto no se le puede considerar como
materialista dogmático, más bien por el contrario el fue el primero que introdujo un
principio intelectual.

No hay que imaginarse el Nous como una materia creadora. La materia es eterna y
la función del Nous parece consistir en poner en marcha el movimiento rotatorio o
torbellino a partir de algún punto de la masa entremezclada, la acción del torbellino
mismo produce el movimiento subsiguiente.

1.4.4 Demócrito.

1.4.4.1 Vida y obras. Vivió entre los años 430 al 370 a.C. Natural de
Abdera; viajero infatigable, genio que trata sobre todos los ramos del saber.
Contemporáneo de Sócrates. Vive preocupado por el problema del mundo exterior,
es junto con su maestro Leucipo, fundador del atomismo, pero de quien se sabe
poca cosa. Materialista teórico, resultó uno de los idealistas mayores de todos los
tiempos. Sentía más felicidad especulando sobre la naturaleza que sentándose en el
trono persa. Esto le trajo mucha paz en el alma que le dio el apodo del “filósofo
risueño”, dicen que para reírse de todo se arrancó los ojos al final de su vida.

De sus obras sólo quedan fragmentos: “la gran ordenación”, “la pequeña
ordenación” “sobre la inteligencia”, “sobre la bondad del alma”.

Al hablar del Atomismo doctrina que caracterizó e inmortalizó a Demócrito no


podemos dejar de mencionar a Leucipo: Nació en Mileto, pero luego tiene que ir a
Elea (Italia) donde conoce la doctrina Eleática, hacia mitad del siglo V a.C. Más
tarde se desplaza a Abdera donde fundó la escuela que tendría como máximo
representante a Demócrito.

1.4.4.2 Los átomos. Para Demócrito en la base de todo lo real, hay dos
elementos: lo lleno y lo vacío. Lo lleno está constituido por partículas

25
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

pequeñísimas, invisibles llamadas átomos que en griego traduce “no divisible”; y el


vacío que es el espacio inmaterial sin el cual no podría producirse el movimiento
cuya existencia es evidente.

Los átomos no son generados son indestructibles e inmutables. En un cierto sentido,


son más cercanos al ser eleático que a los cuatro elementos de Empédocles y a las
Homeomerias o semillas de Anaxágoras, porque son cualitativamente
indiferenciados. Son todos un ser pleno diferentes entre ellos, sólo por la forma o
figura geométrica, y como tales mantienen la igualdad del ser eleático.

Según Demócrito el átomo una forma originaria, o sea una forma indivisible. El
átomo se diferencia de los otros átomos, más que por la figura por el orden y la
posición, ahora las formas así como las posiciones y el orden pueden variar al
infinito. Naturalmente el átomo no es perceptible por los sentidos, sino sólo con la
inteligencia. El átomo es pues una forma perceptible al intelecto.

1.4.4.3 El vacío. Es claro que el átomo para ser pensado como lleno de ser
supone necesariamente el vacío de ser. El vacío pues es necesario como el lleno.
Sin vacío los átomos - forma no podrían diferenciarse ni mucho menos moverse, por
tanto átomos, vacío y movimiento son principios fundamentales que hacen posible
la explicación de todo. El vacío es considerado como espacio inmaterial sin el cual
no podría producirse el movimiento. En el universo entero, no existe otra cosa que
los átomos materiales y el vacío inmaterial en que se mueven.

El vacío de Demócrito no es lo mismo que el no ser de Parménides. El vacío es un


principio real constitutivo de los cuerpos, el vacío no es una simple nada, un
absoluto no ser, sino que es un ser espacial.

1.4.4.4 El movimiento. Con esto intenta resolver el problema del


movimiento clásico en la metafísica Presocrática. Los átomos se mueven con
movimiento eterno en el espacio vacío. En un principio éste movimiento se verifica
de arriba a abajo y en dirección rectilínea. Pero si tal movimiento se produjera
siempre de la misma manera, los átomos no se encontrarían y no podrían formar
cuerpos compuestos y el mundo tal como lo conocemos no se hubiera formado.

Pero acontece justamente, que en ésta caída llegan algunos átomos a coincidir por
azar con otros, entonces por la violencia del choque, salen despedidos en todas
direcciones originándose la más variada diversidad de movimientos. El movimiento
como los átomos es eterno. Esta doctrina constituye el mecanicismo.

26
ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

Conclusión: Demócrito ha producido la forma más seria de materialismo antiguo.


El ser se reduce al ser material. Todo cuanto existe, incluso el alma humana, es un
agregado de átomos materiales. Así, ésta se constituye en una filosofía carente de
metafísica, ya que está ausente la explicación de las últimas causas, esto lo reprocha
Aristóteles.

El alma es principio de la vida y órgano del pensamiento, pero de naturaleza


material, como los cuerpos. Parece por dispersión de los átomos que la integran;
pero siendo los átomos eternos con la muerte del hombre entran en nuevas
combinaciones para dar lugar a otros seres.

Este materialismo es también aplicado a la teoría del conocimiento. Nuestro


conocimiento se inicia con la sensación. Los cuerpos emiten una especie de
imágenes muy tenues compuestas por átomos muy sutiles que penetran por los
sentidos golpeando los órganos del alma. Así se produce la impresión y se realiza el
conocimiento el cual no siempre tiene valor objetivo.

Demócrito es llamado a distinguir entre cualidades primarias y secundarias. Las


primarias como el peso y el volumen son inherentes a las cosas en sí misma, y por
consiguiente objetivas.

Las secundarias como el color, el sabor y el calor son meras modificaciones de


nuestra sensibilidad y por lo tanto son cualidades subjetivas. Desde el conocimiento
sensible de las cualidades primarias podremos llegar al razonamiento racional que
trata sobre los átomos y el vacío, únicos principios verdaderos y objetivos.

Es el creador de la primera teoría del alma formada por átomos como todas las cosas
pero más refinados. La muerte no es más que la desintegración de éstos átomos.
según Demócrito la inmortalidad no existe.

1.5 LOS SOFISTAS

1.5.1 Nuevo mundo de la filosofía Griega. La reflexión sobre la naturaleza había


llegado, a un callejón sin salida y no es extraño que entonces el hombre volviera la
vista hacia si mismo para preguntarse sobre el sentido de su propia vida,
abandonando provisionalmente la naturaleza. Hasta este momento el tema
cosmológico se habían constituido en la fuente de reflexión única, y el hombre
estaba en un segundo plano.

La filosofía había alcanzado una de sus metas convirtiéndose en ciencia racional de


las cosas y en el desarrollo de ésta tarea las soluciones fueron variadas

27
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

En el siglo V van a aparecer en Atenas los Sofistas, que se despreocupan del mundo
y vienen a dar con su especulación un lugar privilegiado al hombre. Los nuevos
sabios se desentienden del mundo exterior y aparece un nuevo concepto.
Eudaimonia, la felicidad, referida esencialmente al ser humano. “El hombre es la
medida de todas las cosas”

El uso de la palabra se hace esencial para salir adelante en la vida. Según los
maestros del buen hablar, por supuesto un poco indiferentes a la moralidad o
inmoralidad, justicia o injusticia, de los asuntos, por cuanto el interés supremo era el
del cliente. Los Sofistas se hacen pasar como los sabios, pero sabios en la
persuasión, no en las cosas. Sin embargo esa comercialización del saber tuvo un
lado muy positivo: el declarar que la sabiduría estaba abierta a todos, sólo que por
supuesto pagando.

A pesar de todos los defectos que puedan tener, los sofistas tienen el gran valor de
ser los primeros maestros de la cultura occidental. Son los primeros que se
preocupan
por la formación retórica de los ciudadanos para la vida pública.

Son los encargados de democratizar el saber, pues hasta el momento estaba


Aristocratizada. Tienen una función práctica.

1.5.2 La Sofística. La palabra “Sofista” significa “Sabio”, sin embargo Aristóteles


y Platón han dado un sentido peyorativo al afirmar que la sofística era una sabiduría
aparente. Ambos afirman que los sofistas trataban temas filosóficos fuera de los
caminos de la filosofía sin conseguir la sabiduría.

Los sofistas eran profesores ambulantes que comerciaban con el saber. Iban de
ciudad en ciudad enseñando la juventud mediante un sueldo, cosa extraña para los
filósofos Griegos, que consideraban serviles los trabajos retribuidos. El éxito de la
sofística estaba o se manifestaba en el éxito de sus alumnos en la vida pública. No
interesaba tanto la verdad cuanto el triunfo sobre el adversario. Eran profesores de
elocuencia. Con los sofistas se sacrifica el verdadero interés de la filosofía de sus
predecesores a fines secundarios mercantilistas y políticos.

Los sofistas no constituyeron un bloque compacto de pensadores, ellos representan


un complejo de esfuerzos independientes, para satisfacer con medios análogos,
necesidades idénticas.

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ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

1.5.3 Protágoras. Vivió entre los años 480 a 410 a.C. natural de Abdera, se le
considera como el más célebre de los sofistas. Enseñó en Atenas, fue acusado por
blasfemias a causa de sus ideas religiosas por haber dicho en su obra “sobre los
dioses” que no era capaz de saber si existen o no existen ya que hay muchas cosas
que impiden averiguarlo, sobre todo por lo complicado del asunto y por la brevedad
de la vida humana.

Muy amigo de Pericles quien le confió el encargo de preparar la legislación para la


nueva colonia de Turios en 444.

La doctrina de Protágoras que más ha influido es la del relativismo enunciada en


ésta famosa frase “el hombre es la medida de todas las cosas”: De las que son en
cuanto son y de las que no son en cuanto no son. Hay variadas interpretaciones de
ésta frase. Es innegable su sabor relativista y podemos basarnos en éste otro texto
suyo “Según cada cosa se me aparece, tal es para mi, según a ti se te muestra tal es
para ti, pues tu eres hombre y yo también soy hombre”. Con esto él buscaba negar
la existencia de un criterio absoluto, que distinga verdadero y falso. El criterio es
solamente el hombre, pero el hombre singular. Protágoras no se ocupa del ser de
todas las cosas, sino de la verdad de nuestros pensamientos, y no hallando un
criterio objetivo, apela a la subjetividad de cada hombre para determinar su validez.

La convencionalidad de la ley es simplemente aplicación del relativismo. La falta


de un criterio absoluto, que discierna lo verdadero de lo falso determina que cada
cual deba tomar por verdadero lo que se le presenta como tal, es decir, su propia
opinión. El número de las opiniones particulares es tan extenso como el número de
los hombres. Junto a la unión particular norma de conducta individual, debe
registrarse la opinión pública, norma de la conducta civil y política. La opinión de
la mayoría es la norma de la polis, por tanto ésta es convencional y varía de acuerdo
al lugar, la época, las necesidades y los intereses.
A Protágoras se le considera también como escéptico. Esta parece ser una
calificación apresurada. Lo que sucede en él es que no admite el mundo de
Parménides, es decir el mundo de la verdad y se queda simplemente en el mundo de
la opinión al cual considera como puro devenir, pero éste es el mundo
auténticamente real. Esto quiere decir que para Protágoras todo es relativo, no
existe un verdadero absoluto, como tampoco existen valores morales absolutos

1.5.4 Górgias. 487 al 375. Natural de Leontino Sicilia. Otro de los sofistas de
más fama por su oratoria y sus éxitos en la vida pública, criticó la doctrina del ser de
los Eleáticos (Parménides y Zenón). Escribió en su libro “del no ser” una serie de
tres proposiciones encadenadas que constituyen la más alta expresión del nihilismo

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

filosófico: Nada es; Si algo fuese seria incognoscible; si algo fuese y lo


conociésemos, sería incomunicable a los demás.

Con la primera afirmación niega la realidad; con la segunda el conocimiento y con


la tercera la validez del lenguaje. Un escepticismo tan radical jamás se ha vuelto a
dar en la historia..

La primera proposición la defiende así: Nada es, ya que si algo fuese, o habría
comenzado a ser, o sería eterno. No puede comenzar a ser, según los Eleáticos,
tendría que ser eterno, más lo eterno es infinito y lo infinito no existe en parte
alguna.

La segunda preposición dice “suponiendo que el ser existiera, éste no podría


conocerse”. Para esto busca ayudarse del principio de Parménides, según el cual el
pensamiento es siempre y solamente pensamiento del ser y que el no ser es
impensable. Concluye entre ser y pensamiento hay ruptura y divorcio. y si fuera
pensable permanecería el ser inexpresable. En efecto la palabra no puede comunicar
de forma verdadera algo que sea distinto de sí. Aquello que uno ve como lo va a
expresar con la palabra? O como podría esto llegar a ser comprensible para quien lo
escucha sin haberlo visto. En efecto, así como la vista no conoce sonidos, tampoco
el oído oye los colores, sino los sonidos y por tanto quien dice, dice, pero no dice ni
un color, ni una experiencia.

Destruida la posibilidad de alcanzar una verdad absoluta parecería que Górgias no


permaneciese sino en la vía de la opinión, sin embargo Gorgias niega también ésta
considerándola como la más incierta de todas las cosas. El busca una tercera vía,
aquella de la razón que se limita a iluminar hechos, circunstancias, situaciones de la
vida de los hombres y de las ciudades y ésta no es la ciencia que permite
definiciones o reglas absolutas ni la opinión vaga individualista. Gorgias es así, uno
de los primeros representantes de la “ética de la situación”.

Los deberes varían según el momento, la edad, la característica social; una misma
acción puede ser buena o mala según de quien procede.

Nueva es su posición frente a la retórica. Si no existe una verdad absoluta, y todo es


falso la palabra viene a tomar una autonomía propia, en su independencia se hace
disponible a todo. La retórica es el arte de explotar a fondo éste aspecto de la
palabra, y puede ser definida como el arte de persuadir. este arte en la Grecia del
siglo v a.C. era el verdadero temor en las manos del hombre de estado. El político
era llamado también rector que consistía en el ser capaz de persuadir los jueces en
los tribunales, los consejeros en los consejos, los miembros de la asamblea y así

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ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

cualquier reunión entre ciudadanos. La importancia política de la retórica es


evidente y por consiguiente es clara la consecuencia, un enorme éxito de Gorgias.

Es el primer filósofo en buscar dar valor a la Estética de la palabra y a la esencia de


la poesía, llamado por él un discurso medida que asusta a quien lo escucha, que
invade de nostalgia, de dolor, que hace brotar hasta lágrimas a quien escuche.
Desarrolló con maestría el arte de la sugestión, dándole una finalidad Artística, no
interesaba que su fin fuera bueno o malo.

1.5.5 Otros Sofistas. Contra las tendencias relativas y escépticas de Protágoras y


Górgias defienden otros sofistas, la existencia de una ley natural. Al oponerse lo
natural a lo convencional surge prácticamente la distinción entre derecho natural y
derecho positivo, esto es un aporte de la sofística a la filosofía. Lo grave está en que
la distinción entre derecho positivo, fruto de la convención y el derecho natural,
previo a las convenciones sociales, se entendió, con frecuencia como
contraposición.

Trasímaco: Sostenía que la ley natural es el derecho del más fuerte.


Calicles: Enseña que el más fuerte debe imponer tiránicamente su voluntad, por
encima de toda convención.

Conclusión: Lo más importante de éstos filósofos, está en haber dedicado su


actividad filosófica al problema del hombre abandonando al cosmos. Así abre en el
camino a la filosofía moral aunque no hayan sabido alcanzar los fundamentos
últimos de la misma, porque no alcanzaron a determinar la naturaleza del hombre en
cuanto tal.

Los sofistas, con su relativismo y escepticismo, con su no aceptar una verdad


objetiva no sólo se oponen al esfuerzo hecho anteriormente por la filosofía de buscar
un “principio” explicativo, sino que no colocan un principio que lleve a la verdad
objetiva. Para ellos importa más la elocuencia y lo exterior de la palabra que la
verdad o falsedad de ésta.

Destruye también la vieja imagen del hombre, propia de la poesía pero no


construyeron la nueva imagen de hombre.

Crearon un nuevo tipo de pedagogo socio político, filósofo, y retórico, que se hará
clásico durante la época Greco Romana.

Esta filosofía causó efectos desastrosos, al aumentar la superficialidad y la


arrogancia de aquella época, donde se buscaba más la opinión que la verdad. El

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

sofista logró el título de educador, porque enseñaba lo práctico. Contribuyó a


ejercitar las mentes en el discurso y con ello prepararon el gran periodo de la
filosofía Atica.

1.6 SOCRATES

1.6.1 Vida y personalidad. Nació en Atenas 470 - 399 a.C, hijo de un escultor
(Sofronisco) y de una comadrona (Fenarete), uno de los personajes más importantes
del mundo, no fundó escuela como los anteriores filósofos, ni dejó una línea de
producción escrita, su forma de enseñanza tenía como elemento característico el
diálogo. Dialogaba en el Agora, en el gimnasio, en las calles, con cualquiera que
quisiera escucharlo.

Humilde en sus modales y sencillo en el trato, honesto en su vida, irónico pero


siempre cordial, en el diálogo, supo arrastrar a los jóvenes a los más altos ideales,
con lo que produjo una honda revolución espiritual y se atrajo la enemistad de las
clases conservadoras, que habían de acusarlo de impío y corruptor de la juventud.
Le estaba agradecido a la vida por tres favores: ser hombre y no animal; por haber
nacido varón y no mujer, ser Griego y no Bárbaro. Físicamente su aspecto del
rostro no era muy agradecido, pero en ningún momento se siente menos, sino que
por el contrario el mismo en una forma jocosa se alaba (Cfer historia del
pensamiento fascículo No 7, pag 80).

Intervino como soldado en todas las batallas y campañas decisivas de la guerra del
Peloponeso, que supuso el fin de la gloria del Atenas. Discípulo de Diógenes de
Apolonia y de Arquelao a quienes aprendió la filosofía natural del tiempo. Los
temas que más le interesaron y que definen sus perfiles filosóficos característicos,
fueron los de la naturaleza humana y la conducta recta y virtuosa.

Diógenes Laercio recoge la acusación de la cual Sócrates fue objeto: “Mileto, hijo
de Mileto del distrito de Pita, acusa a Sócrates hijo de Sofronisco del distrito de
Alopece, bajo juramento al siguiente efecto. Sócrates es culpable: De no rendir
culto a los dioses a quienes rinde culto el estado, sino de introducir prácticas
religiosas nuevas y poco conocidas; y además de corromper a los jóvenes. El
acusador público pide la pena de muerte”.

Sócrates consideró que su muerte era un digno final para una vida virtuosa como la
suya. Ya en prisión, Sócrates rechazó un ofrecimiento de fuga que le fue hecho por
sus amigos y dio muestras de un magnífico buen humor, reconfortando incluso a
aquellos que lloraban por su muerte.

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ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

1.6.2 El problema fundamental. Sócrates hizo su aparición en medio de la


sofística; fue visto en un primer momento, como un sofista más, llevando su crítica,
sobre la sabiduría antigua que investigaba sobre la naturaleza exterior. Sócrates
consideraba que el ocuparse de lo que llamaban cosmos significaba caer en un
montón de opiniones encontradas.

Se opone a los sofistas, y defiende la realidad de la ciencia moral, lo mismo que el


hecho que la enseñanza fuera pagada. Sócrates que fue considerado como sofista se
diferenció de ellos, no sólo por la intención, sino también por el contenido de su
pensamiento. No busca el triunfo en el éxito, sino la conquista de la verdad, por eso
transforma la opinión en concepto, la discusión en diálogo, la habilidad en virtud, la
retórica en ética. Frente a los Sofistas que creían saberlo todo se presentaba como el
que nada sabía, frente al escepticismo y al subjetivismo se presentaba como el
buscador de verdades objetivas. Así despierta en sus conciudadanos el interés por el
conocimiento y la verdad.

A partir de Sócrates empieza la plenitud de la historia del pensamiento occidental y


la madurez de la filosofía como tal. En el la nitidez intelectual coincidía, con la
rectitud ética: Saber era equivalente de ser bueno, quizás también por que el saber
era para el legado divino que al nacer está en sombra en nuestra alma, y que a fuerza
de preguntar y responder va despertando y saliendo a luz, hasta prepararnos al
retorno del verdadero ser.

Por eso con su típica ironía, Sócrates solía decir que aunque en cierto modo seguía
el oficio de su padre (escultor), en cuanto que ayudaba a esculpir en el hombre la
verdad; todavía más seguía el oficio de su madre (partera) en cuanto que ayudaba a
las mentes humanas a dar a luz la verdad. Sócrates dijo en cierta ocasión: “Yo soy
hijo de una excelente y tremenda partera que se llamó Fenarete” y solía afirmar de sí
mismo que había heredado el oficio de su madre, pues lo que hacía al dialogar con
sus conciudadanos era ayudar a salir a la luz lo que estaba implícito en sus ideas.

El gran problema filosófico abarcado por Sócrates, es precisamente “El


descubrimiento de la esencia del hombre”. Los naturalistas buscaban resolver el
problema del ‘arjé” y la “Physis”, se han contradicho hasta el punto de sostener el
todo y el contrario del todo: El ser es uno, el ser es múltiple; nada se mueve, todo se
mueve; nada se genera ni se destruye, todo se genera, y todo se destruye; esto
significa que ellos se pusieron problemas indisolubles para el hombre. El por el
contrario se centró en el hombre como los sofistas, pero a diferencia de ellos, supo
llegar al fondo de la cuestión.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

Los naturalistas, han buscado responder al problema: qué cosa es la naturaleza y la


realidad última de las cosas?, Sócrates al contrario buscaba responder al problema:
qué cosa es la naturaleza y la realidad última del hombre?, qué cosa es la esencia del
hombre?

La respuesta es precisa e inequívoca: el hombre es su alma, ya que es precisamente


su alma lo que lo distingue de manera específica de cualquier otra cosa. Y por el
alma Sócrates entiende “nuestra razón” y la sede de nuestra actividad pensante y
éticamente operante. En síntesis el alma era para Sócrates “el yo consciente” o sea
la consciencia y la personalidad moral e intelectual. Así aparece no sólo una
antropología sino fundamentalmente una ética.

Es evidente que, si la esencia del hombre es el alma; cuidarse a sí mismo significa,


cuidar no el propio cuerpo sino la propia alma, y el enseñar a los hombres el cuidado
de la propia alma, es la tarea suprema del educador, que fue precisamente aquella
tarea que Sócrates asegura haber recibido de dios como se lee en el siguiente texto:
“que esta es la orden de dios... que no del cuerpo debéis tener cuidado, ni de la
riqueza, ni de ninguna otra cosa primero más que del alma, de manera que ella se
constituya de manera optima y virtuosísima ya que no es de la riqueza que nace la
virtud, sino que de la virtud nace la riqueza y todas las otras cosas que son bien para
el hombre tanto para el ciudadano como para el estado.

Uno de los razonamientos fundamentales hechos por Sócrates para probar esta tesis
es la siguiente: Una cosa es un instrumento del cual se sirve el hombre y otra cosa
es el sujeto que se sirve del instrumento. Ahora el hombre se sirve del propio
cuerpo como de un instrumento, lo cual significa que son cosas distintas, el sujeto
que es el hombre y el instrumento que es el cuerpo. A la pregunta, entonces, qué
cosa es el hombre no se podría responder que es su cuerpo, sino que es aquello que
se sirve del cuerpo, pero la Psyqué, el alma y la inteligencia es aquello que se sirve
del cuerpo. La conclusión resulta evidente “conócete a ti mismo”, el alma nos lleva
a conocernos a nosotros mismos.

1.6.3 La filosofía de Sócrates. La filosofía socrática comienza siendo meditación


sobre sí mismo, reflexión sobre la consciencia propia. Pero la meta no está en un
conocimiento del hombre como medida de todas las cosas sino contrariamente
descubrimiento de la verdad como medida de lo que el hombre debe ser y norma a
lo que debe someter su conducta. La reflexión socrática como ya dijimos a
semejanza de los sofistas es centrada sobre el hombre.

La reflexión sobre la conciencia se ha convertido en meditación sobre las cosas y los


asuntos de la vida cotidiana para hallar el canon que las regula y por el cual regular

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la vida del hombre. La filosofía socrática es, esencialmente meditación ética,


búsqueda dialogal de los conceptos rectores de la conducta humana.

1.6.4 Método socrático. Como la mamá de Sócrates ayudaba a dar a luz vidas
humanas, así él procuraba el alumbramiento de la verdad en la mente de los
humanos, para ello es necesario arrancar de la consciencia del no saber, pues sólo
cuando se es consciente de la propia ignorancia se puede emprender la tarea
científica y soportar el esfuerzo que la adquisición del saber exige.

Sobre este punto de partida se levanta la reflexión tomando como elemento


importante el diálogo, el cual difiere esencialmente de la discusión, pues esta
normalmente lleva a una pugna de dos argumentaciones distintas. En el diálogo
socrático sólo existe una opinión, la del interlocutor, pues Sócrates sólo sabe que no
sabe.

El diálogo socrático tiene dos momentos: El primero consiste en el examen y la


crítica de las opiniones, admitidas por las gentes y que en general son falsas y están
desprovistas de fundamentos sólidos; este primer momento recibe el nombre de
ironía elemento que es considerado como peculiar en la dialéctica socrática. Ironía
significa “simulación”, es como una especie de broma, pero que siempre tiene un
objetivo serio y siempre es metódico. Algunas veces en su simulación irónica
Sócrates fingía acoger los métodos y argumentos del interlocutor, sobre todo si se
trataba de un hombre de cultura y en particular un filósofo. y jugaba a engrandecerlo
hasta el límite de la caricatura, para arruinarlo posteriormente con una misma lógica
que le era propia a ellos y así llevarlo a la contradicción.

El segundo momento llamado propiamente Mayéutica consiste en alumbrar en la


mente el verdadero conocimiento que expresa lo que la cosa es, el concepto y puede
concretarse en una definición.

La finalidad del método socrático es fundamentalmente de naturaleza ética y


educativa y sólo de manera secundaria y medianamente de naturaleza lógica. En
suma el dialogar con Sócrates llevaba a un examen del alma y a un examen moral
como lo subrayaban los contemporáneos.

A pesar de lo limitado de este método, tiene sinembargo indudables ventajas cuando


se trata de reafirmar los conocimientos ya adquiridos. El método socrático ha sido
admirado y seguido a través de la historia de la pedagogía.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

1.6.5 Ética socrática. Es el creador de la ética como disciplina filosófica. El


núcleo de la ética socrática lo constituye el concepto de virtud concebida como un
saber que capacita para la vida.

Según Sócrates, nadie obra el mal a sabiendas; el conocimiento del bien, se


identifica con la práctica de la virtud. Como el saber se adecua con la virtud, así la
ignorancia se adecua con el vicio. Propiamente no hay sino una virtud que las
comprende todas: la sabiduría y que es susceptible de enseñanza. La práctica del
bien, es un aprendizaje racional. La virtud propiamente consiste en la práctica del
bien y como el hombre virtuoso es feliz la virtud y la felicidad tienden a
identificarsen.

Partiendo del hecho de que Sócrates pretendía hacer mejores a los hombres nos
encontramos con éste comentario que hace Jenofonte. Nos dice que Sócrates no
habla ni de la naturaleza ni de sus leyes, porque le parecía una insensatez, averiguar
esas cosas por varias razones: se equivoca quien pretende especular sobre lo divino
(hablando de las leyes de la naturaleza) antes de conocer lo humano (así mismo y a
los demás); ese estudio es imposible para el hombre, como lo demuestran las
contradicciones de los filósofos presocráticos; teles investigaciones carecen de
utilidad, pues no hacen mejores a los hombres. De ahí su preferencia por la moral.
En ésto están de acuerdo Platón y Aristóteles.

Aristóteles en su libro sobre la metafísica I, 16 afirma lo siguiente: “Sócrates no se


ocupaba de la naturaleza y trataba sólo de las cosas morales, y en éstas buscaba lo
universal y en ello tenía puesto su pensamiento”.

La virtud según Sócrates consiste en saber , es la tesis básica, la ética socrática, que
pretendía dando a los hombres un saber claro y sólido de lo universal y esencial,
hacerlos buenos moralmente. El argumento era el siguiente: todos los hombres
aspiran a la felicidad; pero los bienes materiales y morales (riquezas, salud, nobleza,
fama) no la proporcionan, sino cuando están regidos por la sabiduría, luego la
sabiduría es la que hace buenos todos los bienes, y por consiguiente es el bien
mayor (Platón, diálogo Eutidemo).

La felicidad consiste pues, en la ciencia del bien y en vivir conforme a esa ciencia.
Esta teoría que identifica el saber con la virtud lleva a dos objeciones contra
Sócrates: Un rígido intelectualismo moral, que lleva al determinismo y un
hedonismo utilitarista.

Pensando en esto que se nos ha dicho, se seguiría que el hombre que conozca el
bien, necesariamente lo hace y no puede no hacerlo, así con éste intelectualismo

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moral queda suprimida la libertad. Sócrates nos da la respuesta mostrando que


aquel que está dominado por los placeres no es libre y por eso se ve obligado a obrar
el mal, obra como un animal porque carece de sabiduría.

Más aún nos afirma que el hombre bueno puede volverse malo, quedando privado
de la sabiduría por culpa propia o por necesidad.

Finalmente, comprendemos que no se trata en la teoría socrática de un puro


intelectualismo si recordamos que la sabiduría, identificada con la virtud no es un
saber teórico, sino práctico; es un hábito racional que regula las acciones y que se
denomina percepción intelectual, discreción y prudencia. Por tanto no se trata sólo
de un saber teórico, sino de un saber hacer. Entonces así como el artesano hábil se
llama buen artesano, porque entiende de su oficio, de la misma manera el que sabe
el bien, lo ejercita y es virtuoso.

Con esta misma idea entendemos cómo Sócrates se salva del determinismo; cuando
algo sale mal en un arte manual, se debe a que no se domina el oficio, no se posee el
saber y poder. Por consiguiente el mal no proviene de una fuerza extrínseca que
impulsa, sino que no se conoce mejor la cosa, sólo así se explica que los fallos sean
involuntarios, pues todo artífice quiere poseer perfección en su arte.

Como segunda objeción se dice que la ética socrática es “hedonismo’ y


“utilitarismo”. El concepto de técnica dado a la ética, hace que se le conciba la
moralidad como un obrar bien, un conformarse con un fin práctico. De ésta manera
será bueno aquello que aprovecha a cada uno, lo cual significaría que no hay un bien
absoluto, sino que el bien moral es relativo. Además se nos aconseja la virtud
porque nos hace más felices; se nos exhorta a ser sobrios porque esto es más
agradable; a obedecer a las leyes porque así vivimos satisfactoriamente.

Hemos de advertir que es Jenofonte quien dice que Sócrates se inclina a tal
utilitarismo. Platón lo muestra buscando un ideal absoluto. Podrá ser un hedonista
el que dice: “el mayor mal no es sufrir la injusticia sino hacerla”. De otra parte su
misma vida caracterizada por esa intima relación existente entre su doctrina y su
personalidad.

Nunca dejó de mostrar que la virtud es un bien superior a todos los demás. Su
doctrina es exigente y busca llevar a los hombres a conseguir el dominio de sí
mismos, limitando sus necesidades y deseos, para lograr esa independencia en lo
intelectual. Aconseja la amistad porque ennoblece la vida social y trae ventajas para
el bien común.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

Con Sócrates aparece el nuevo concepto de felicidad: “Eudaimonia”, la felicidad no


puede venir de las cosas exteriores, no del cuerpo, sino solamente del alma, porque
ésta y solamente ésta es su esencia. El alma es feliz, cuando es ordenada, es decir
virtuosa. Dice Sócrates, según pienso quien es virtuoso es feliz, el injusto es infeliz.
Como la enfermedad y el dolor físico, son desórdenes del cuerpo, así la salud del
alma es el Orden del alma y este orden espiritual, es la felicidad. El hombre es
verdadero artífice de la propia felicidad o infelicidad.

1.6.6 Valoración de la doctrina socrática. El discurso socrático aporta elementos


muy importantes y novedosos pero deja una serie de problemas abiertos.

En primer lugar su discurso sobre el alma, que se limitaba a determinar la obra y la


función del alma misma exigía una serie de clasificaciones profundas: si ella se
sirve del cuerpo, es decir que ontológicamente son distintos, entonces surge la
pregunta, Qué existe? cuál su diferencia con el cuerpo? Cuál es su ser?

No es nada lo que se habla sobre dios, ciertamente, el pensamiento de Sócrates, no


es vacío, ya que tiene como objeto la “Psyqué” y el cuidado de la “Psyqué” y dado
que la Psyqué, se cuida también simplemente despojándose de las ilusiones del saber
y portándola al reconocimiento del no saber.

También la influencia de Sócrates en historia de la filosofía ha sido grande.


Aunque no escribió nada, su influencia se perpetúa a través de Platón y se extiende
hasta nuestros días.

Sin ser la doctrina de Sócrates un sistema filosófico propiamente dicho, pues como
sabemos él ni escribió, ni puso en orden toda su doctrina filosófica, su estilo de
pensamiento se constituye en ejemplo dirige genialmente al pensamiento Griego
hacía las verdades absolutas y lo libra de la superficialidad y del escepticismo de los
sofistas, lo mismo que revolucionó la filosofía decadente de los sofistas.

1.6.7 Los Socráticos menores. Se conocen con el nombre de socráticos menores,


todos los filósofos que partiendo del socratismo y sin salirse de la atmósfera general
de la sofística pretenden continuar al gran maestro desarrollando su enseñanza en los
más variados sentidos dentro de la misma dirección fundamental. Cinco son las
escuelas socráticas menores:

1.6.7.1 Escuela de Negara Fundada por Euclides (450-340), de Megara.


Combinó las doctrinas socráticas con las Eleáticas fusionando el bien de Sócrates en
el ser uno e inmutable de Parménides, que se identifica a la vez con la verdad, la
sabiduría y dios. Niega la pluralidad y el movimiento de las cosas, pues es algo

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contrario al bien, lo que cambia y se mueve no existe. La verdad no se conoce por


los sentidos. Los otros representantes: Diodoro, Eubúlides de Mileto, Asclepiades.

1.6.7.2 La Escuela cínica. Comenzada por Antístenes 444 - 370, reunía


proletarios atenienses y extranjeros de baja condición, lo que les valió el apodo de
“Cínicos” (kynes) perros. Se presenta con tono agresivo, irónico a burlarse de la
democracia ateniense, de las costumbres y de las artes.

Se adhiere a un sensismo agudo, niega los conceptos universales, como también la


definición de las esencias. El pensamiento se reduce a palabras materiales y por
consiguiente el error es imposible, lo mismo que la falsedad y la contradicción pues
cada palabra no expresa más que una cosa, y esa cosa siempre es verdadera.

La ética se resumía en el buscar la felicidad, que era la vida tranquila lograda


mediante el ejercicio de la virtud. El ideal del sabio era la autosuficiencia.

El verdadero fundador de la escuela fue Diógenes. Despreciaba las convenciones y


artificios sociales, se preciaba de imitar a los animales y a los Bárbaros en
contraposición de los Griegos. Sucio, mal vestido, comía carne cruda, bebía en la
palma de la mano y vivía en un tonel. Para despreciar a sus conciudadanos, salió a
pleno día con una linterna en la mano “buscando un hombre”. Más que un
movimiento filosófico, el cinismo es una actitud subversiva y demoledora de todos
los valores sociales. Los representantes de éste grupo aparecieron como tipos
ridículos a quienes nada se les tomaba en serio.

1.6.7.3 La escuela Cirenaica. Fundada por Aristipo 435 al 360; se


contrapone al cinismo, y menosprecia como Sócrates la lógica, la física y la
matemáticas por no hablar de bien ni de mal. Sólo le preocupa hallar la felicidad de
esta vida a base de un materialismo sensista y de un relativismo fenomenista. Nada
hay absoluto ni existe criterio de verdad, sino lo individual sensible, que se reduce a
puro movimiento mecánico.

Todo el interés de la especulación se dirige a esclarecer la vida práctica, lo que se


debe obrar. Todo placer es un bien y debe ser procurado. El ideal de vida debe,
consistir en procurar el mayor número de sensaciones placenteras ( hedonismo).
Esta escuela terminará en el Epicureísmo.

Además de las anteriores podemos mencionar la escuela de Elis, fundada por Fedón
de Elis. Acentúa las sutilezas dialécticas de la sofística. La escuela de Eretria,
fundada por los discípulos de Fedón Menedemo, acentúa también la dialéctica.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

1. 7 PLATON

1.7.1 Vida, obras y personalidad Nació en el 428 a.C. y murió en 347 a.C., en
Atenas, su verdadero nombre era Aristócles, pero se llamó Platón por su físico, por
la amplitud de su espalda, en Griego “platos”, que significa amplitud, extensión. De
familia aristocrática, su padre se llamaba Aristón y su madre Perietione, tuvo dos
hermanos y una hermana, Adeimanto, Glaucón y Potona.

Su primera vocación le llevaba a la política, más la influencia de Sócrates, lo llamó


para la filosofía, fue discípulo de Cratilo y de varios sofistas, se alejó de ellos al
conocer a Sócrates de quien fue un fiel seguidor durante unos diez años. A la
muerte de su maestro abandonó Atenas y emprendió largos viajes, entre los cuales
se destaca uno a Egipto, país cuya estabilidad política admiraba profundamente.
Estuvo también en la magna Grecia donde conoció la filosofía de los Eleáticos y de
los Pitagóricos, cuya influencia había de acusar más adelante.
En el 390 se encuentra en Siracusa, intentando llevar a la práctica reformas, político
sociales, apoyado por el pitagórico Dion, jefe del partido aristocrático y sobrino del
tirano Dionisio el viejo. Este tirano terminó entregando a Platón como esclavo a un
embajador de Esparta; parece que fue liberado por su amigo filósofo Cirenaico
Anicérides.

Hacia el 367 volvió a Atenas, donde fundó una escuela, que estableció en el jardín
que compró a un amigo llamado Academo. De ahí deriva el nombre de Academia.
Respecto a éste nombre, otros dicen que tomó tal nombre porque en aquel sitio se
encontraba un parque dedicado al héroe Academos.

Platón es uno de los genios más completos de la humanidad, autor fecundo que
escribió numerosas obras, verdaderas joyas de la literatura universal. Se habla de 35
diálogos y 13 cartas de las cuales algunas son cuestionadas en su autenticidad por la
crítica moderna, su obra la podemos clasificar de la siguiente manera: Diálogos
socráticos o de juventud: Saques, Carmines, Eutifrón, Protágoras, Ion, Apología,
Critón, Lisis, Trasímaco, (ó república Libro I) e Hipias menor.

Diálogos Polémicos: Gorgias, Menón, Eutidemo, República (libros II - X), Cratilo,


Teeteto, Menexeno, e Hipias Mayor (éstos dos últimos de autenticidad dudosa).

Diálogos dialécticos: Fedro, Banquete, Fedón, Parménides, Sofista y Político.

Diálogos con tendencias al Pitagorísmo: Filebo, Timeo, Criticas (inconcluso) y


leyes inconcluso. Tal vez resultado de notas reunidas por algún discípulo.

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ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

Diálogos apócrifos: Alcibiades I y II; Rivales, Clitofón y Minos.


Cartas: Las trece cartas transmitidas bajo el nombre de Platón se consideran hoy
inauténticas en su mayoría.

El desarrollo del pensamiento platónico fue el siguiente: primero él trató una


problemática principalmente ética, siguiendo de cerca los pasos de Sócrates;
enseguida él se da cuenta de la necesidad de recuperar las instancias de la filosofía
de la Physis, problema que resulta bastante original y es más mediante una auténtica
revolución que el mismo Platón llamó Revolución de la segunda navegación, en
cuanto lo llevó al descubrimiento del Suprasensible. Tal descubrimiento lleva a un
volver a revisar antiguos problemas, y hace nacer otros que Platón va profundizando
poco a poco.

Además de sus escritos, se habla en Platón de una cierta doctrina oral. Fuentes
antiguas afirman que Platón al interno de la academia tenía unas conferencias
tituladas “en torno al bien” que no quiso poner por escrito.

En éstas conferencias él trataba de las realidades últimas y supremas, es decir, de los


principios primeros y adiestraba a los discípulos a entender tales principios con un
severo tirosinio metódico y dialéctico. Platón estaba profundamente convencido que
ésta “realidad última y suprema’ no se podía comunicar sino mediante oportunas
preparaciones y severas verificaciones que tenían lugar sólo en el diálogo vivo y en
la dimensión de la oralidad dialéctica.

Platón mismo en la carta séptima se refiere a ésta cuestión: “El conocimiento de


éstas cosas, no es efecto comunicable como los otros conocimientos, sino después
de muchas discusiones hechas sobre éstas cosas...”. Sobre esto Platón ha sido muy
claro al afirmar: “Sobre éstas cosas no existe un escrito mío, ni existirá jamas’.
Algunos discípulos suyos habiendo comprendido el problema hicieron sus escritos
pero fueron desaprobados por Platón teniéndolos como nocivos e inútiles por las
razones ya dadas.

Platón recupera y da un nuevo significado al mito. Hemos dicho que la filosofía


nace precisamente de esa superación mitológica alcanzada por la razón. La
explicación de las causas últimas no se hace ya mediante un lenguaje mítico sino
mediante un contacto y un análisis de la realidad a partir de la razón.

En un primer momento Platón siguiendo a Sócrates quien había condenado el uso


del mito exigiendo el riguroso procedimiento dialéctico lo rechazó. pero a partir del
“Gorgias’ él comenzó a revalorarlo y sucesivamente lo uso en un modo constante
atribuyéndole una gran importancia.

41
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

Qué sentido tiene el mito en Platón ? A éste problema le han dado distintas
respuestas. Hegel ve en el mito platónico una inmadurez del logos que no ha
adquirido la plena madurez. Para Heidegger y su escuela, lo cataloga como la más
auténtica expresión del pensamiento platónico.
La verdad está en el medio, Platón le da gran valor al mito, en la medida en que
comienza a revalorar algunas tesis de fondo del Orfismo y su componente religioso.
En él, el mito más que expresión de fantasía es expresión de fe y de creencia. En
efecto en muchos diálogos, a partir del Gorgias, la filosofía de Platón en relación
con algunos temas se constituye en una forma de fe razonada. El mito busca una
clarificación en el logos y el logos busca una plenitud en el mito. En suma, Platón
confía a la fuerza del mito la tarea, cuando la razón llega a sus límite extremos de
sus posibilidades, de superar intuitivamente éstos límites elevando el espíritu a una
visión trascendente.

Además es de notar lo siguiente, el mito del cual Platón hace uso metódico es
esencialmente diverso del mito pre filosófico que no conocía todavía el logos. Se
trata de un mito que no sólo es expresión de fe, más que de estupor fantástico, sino
que lo que es más es un mito que no subordina así el logos sino que hace de
estímulo al logos y lo fecunda.

1.7.2 Estilo de su pensamiento. Platón no publicó nunca un sistema filosófico


completo, bien ordenado y acabado: su pensamiento se iba desarrollando a medida
que iban surgiendo en su espíritu los problemas nuevos, dificultades que debían
tenerse en cuenta, aspectos de su doctrina que necesitaban mayor insistencia o
elaboración.

La filosofía de Platón desconcierta a veces por el empleo de mitos que no son puras
fábulas, sino fórmulas imaginativas, que tratan de hacer comprender lo que es
inaccesible no sólo a los sentidos sino también a la inteligencia. El espíritu del
platonismo consiste en un anhelo por una realidad fija, estable y necesaria en medio
de la movilidad y contingencia del mundo físico. En éste sentido el platonismo se
muestra como un sistema genial, que unifica en orden estrictamente racional,
elementos muy diversos.

Rasgo peculiar del platonismo es su profundo sentido moral. Platón no hace


filosofía para pasar el tiempo. Se empeña en dar sentido al destino del hombre. Su
filosofía no se concibe, sino en función de la virtud, esto es claro en la ontología
platónica, o teoría de las ideas, que es una auténtica filosofía primera. Este
inconfundible carácter moral del platonismo, herencia del pensamiento socrático,

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nos conduce a precisar las relaciones de Platón con Sócrates y en general las
influencias recibidas de otros filósofos.

1.7.3 Teoría del conocimiento. En ninguno de los diálogos de Platón se hallará


una teoría del conocimiento expuesta sistemáticamente. En dos de sus obras es
donde mayor número de elementos podemos encontrar a este respecto: El Teeteto y
la República.

La tarea de resumir la epistemología platónica y de presentarla de forma sintética es


una tarea complicada pues es muy delicado separar la epistemología platónica de su
Ontología. Platón a pesar de no ser un gran crítico busca afirmar que el hombre
puede conocer verdaderamente y trata ante todo de averiguar cual sea el objeto
genuino del conocimiento.

1.7.3.1 El conocimiento no es la percepción sensible. Sócrates no admitía


la idea de que la verdad fuera relativa, tenía la convicción de que la conducta ética
se ha de basar en el conocimiento y que este conocimiento debe ser sobre valores
eternos no sujetos a las variables y cambiantes impresiones de los sentidos, sino
idénticos para todos los hombres, para todos los pueblos y para todas las edades.
Platón heredó esta convicción de su maestro, de que es posible el conocimiento,
entendiendo por tal un conocimiento objetivo y universalmente válido. Pero quiso
demostrar esto y así se metió de lleno en los problemas del conocimiento.

El problema del conocimiento ya había sido tratado de algún modo por los filósofos
anteriores, pero no podemos decir que alguno lo haya impostado de manera
específica y definitiva. Platón es el primero en colocar el problema del
conocimiento en toda su claridad, gracias al descubrimiento del mundo inteligible.

La primera respuesta al problema del conocimiento se encuentra en el Menón.


Algunos habían buscado bloquear capciosamente la cuestión afirmando que la
búsqueda y el conocimiento son imposibles. En efecto no se puede buscar y
conocer aquello que aún no se conoce, porque si se encontrara no se podría
reconocer, faltando el medio para efectuar el reconocimiento y tampoco aquello que
ya se conoce precisamente porque ya se conoce.

Precisamente para superar este modo de pensar Platón encuentra una vía nueva: El
conocimiento es anamnesis, es decir, una forma de recuerdo, un volver a salir de
aquello que existe desde siempre en la interioridad de nuestra alma. El Menón
presenta la doctrina en una doble manera: Una mítica y otra dialéctica, es necesario
explicarlas ambas para no llegar a traicionar el pensamiento de Platón.

43
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

La primera manera de carácter mítico religioso se rehace con base en las doctrinas
Órfico Pitagóricas, según las cuales, como sabemos, el alma es inmortal y muchas
veces se reencarna, el alma por tanto ha visto y conocido toda la realidad, la realidad
del más allá y la realidad de aquí. Si así es, concluye Platón es difícil entender
como el alma pueda conocer y aprender: Ella debe simplemente sacar de sí misma
la verdad que substancialmente posee y posee desde siempre, y este sacar de sí es un
recordar, es decir, hacer anamnesis.

Después de la exposición mítico religiosa Platón hace un experimento mayeutico,


interroga un esclavo ignorante en cuestiones de geometría, y logra hacerlo resolver,
solamente interrogándolo socráticamente, una cuestión de geometría. Por tanto dice
Platón, ya que el esclavo no había aprendido primero geometría, y ya que la
solución no le ha sido dada por ninguno, desde el momento en que él ha sabido
defenderse solo, no queda más que concluir que él ha sacado esa respuesta de dentro
de sí mismo de la propia alma, es decir, que se ha recordado de eso y entonces como
es claro, la base de la argumentación, lejos de ser un mito, es una constatación de
hecho: Que el esclavo como todo hombre en general, puede sacar de sí mismo
verdad que primero no conocía y que ninguno le ha enseñado.

Es necesario concluir que entre los datos de la experiencia y las nociones que
tenemos existe un desnivel, esto porque los sentidos sólo nos dan conocimientos
imperfectos; por lo tanto la percepción sensible no merece el nombre de
conocimiento. Conviene advertir aquí que Platón está convencido de que los objetos
sensibles no son los objetos propios del conocimiento, ni pueden serlo, puesto que
sólo hay conocimiento de lo que es, de lo estable y constante. De los objetos
sensibles no se puede decir en realidad que son, sino únicamente que “devienen” .
El conocimiento real y propiamente dicho tiene que ser infalible y de lo que
verdaderamente es.

1.7.3.2 Grados del conocimiento. De los grados del conocimiento Platón nos
presenta su doctrina en la República y en los diálogos dialécticos.
En la República Platón parte del principio que el conocimiento es proporcional al
ser, lo que quiere decir que sólo aquello que es máximo ser es perfectamente
cognoscible, mientras que el no ser es absolutamente incognoscible; pero como
existe una realidad intermedia entre el ser y el no ser que es lo sensible que es un
mixto de ser y no ser, entonces Platón concluye que de este intermedio hay un
conocimiento intermedio entre ciencia e ignorancia un conocimiento que no es
propio conocimiento y por tanto no es verdadero y es llamado por Platón opinión es
decir, doxa, que traduce imagen, copia particular.

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La opinión para Plató es casi siempre falsa, ella puede ser también verdadera y
recta, pero no puede tener jamás en sí la garantía de ser plenamente correcta. Platón
especifica que tanto la ciencia como la opinión tiene cada una como dos grados: La
opinión se divide en mera imaginación (eikasía) y en creencia (pístis); mientras la
ciencia o conocimiento se divide en conocimiento mediano (dianoia) y en pura
intelección (noésis). Cada grado y forma de conocimiento tiene un correspectivo
grado y una correspectiva forma de realidad.

La imaginación y la creencia corresponden a dos grados de lo sensible y


respectivamente se refieren, la primera a las sombras y a las imágenes sensibles de
las cosas, la segunda a las cosas y a los objetos sensibles en sí .

El conocimiento mediano y la pura intelección se refieren a dos grados del


inteligible. El conocimiento mediano (diánoia) es el conocimiento matemático -
geométrico. La pura intelección (noésis) trata sobre el conocimiento puro dialéctico
de las Ideas. El conocimiento mediano tiene que ver con los elementos que se
pueden ver (figuras geométricas) y con hipótesis. La pura intelección es el tomar
puro de las ideas y del principio supremo y absoluto del cual todas dependen (o sea
la idea de Bien).

Platón ilustró ulteriormente su doctrina Epistemológica con la célebre alegoría de la


Caverna ( Rep. libro VII). Esta nos permitirá ver con mayor claridad y de una
forma gráfica todo el proceso del conocimiento.

Platón pide que nos imaginemos una caverna subterránea que tiene una abertura por
la que penetra la luz. En ésta caverna viven nos seres humanos, con las piernas y los
cuellos sujetos por cadenas desde la infancia, de tal manera que ven el muro del
fondo de la gruta, y nunca han visto la luz del sol. Por encima de ellos, y a sus
espaldas, es decir entre los prisioneros y la boca de la caverna, hay una hoguera y
entre ellos y la hoguera cruza un camino elevado por el que pasan hombres llevando
estatuas, es decir, representaciones de animales y otros objetos, de manera que éstas
cosas que llevan aparecen por encima del borde de la pared o pantalla. Los
prisioneros de cara, al fondo de la cueva, no pueden verse ellos entre sí, ni tampoco
pueden ver los objetos que a sus espaldas son transportados, sólo ven las sombras
de ellos mismos y las de esos objetos, sombras que aparecen reflejadas en la pared a
la que miran, únicamente ven sombras.

Estos prisioneros representan a la mayoría de la humanidad, o la muchedumbre de


gentes que permanecen toda su vida en un estado de “Inmigración”, viendo sólo
sombras de la realidad y oyendo únicamente ecos de la verdad. Su opinión sobre el
mundo es de lo más inadecuada, pues está deformada por sus propias pasiones de

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

los demás, que le son transmitidos por el lenguaje y la retórico. Y aunque no se


hallan en mejor situación que la de los niños, se aferran a sus deformadas opiniones
con toda la tenacidad de los adultos. Y no tienen ningún deseo de escapar de su
prisión. Es más si de repente se les libertase y se les dijese que contemplaran la
realidades de aquello cuyas sombras habían visto anteriormente, quedarían cegados
por el fulgor de la luz y se figurarían que las sombras eran mucho más reales que
las realidades.

Sin embargo, si uno de los prisioneros logra escapar y se acostumbra poco a poco a
la luz, después de un tiempo será capaz de mirar los objetos concretos y sensibles,
de los que antes sólo había visto las sombras. Este hombre contempla a sus
compañeros al resplandor del fuego (que representa al sol visible) y se halla en un
estado de creencia, habiéndose convertido desde el mundo de las sombras, que era el
de los perjuicios, las pasiones y los sofismas, aunque todavía no haya ascendido al
mundo de sus realidades no sensibles, sino inteligibles. ve a los prisioneros tal
como son, es decir como a prisioneros encadenados por las pasiones y los sofismas.
Pero si persevera y sale de la cueva a la luz del sol, verá el mundo de los objetos
claros e iluminados por el sol que representa las realidades inteligibles, y finalmente
aunque sólo mediante un esfuerzo, se capacitará para ver el sol mismo , que
representa la idea del bien, la forma más alta, “la causa universal de todas las cosas
buenas y bellas... la fuente de la verdad y de la razón”. Se hallará en el estado de
noésis.

afirma Platón que si alguien, después de haber subido a la luz del sol, vuelve al
interior de la caverna, será incapaz de ver bien, a causa de la oscuridad, esto sería
muy ridículo. mientras que si trata de liberar a otro y guiarle hacia la luz, los
prisioneros que aman la oscuridad y consideran que las sombras son la verdadera
realidad, darían muerte a tal importuno si pudiesen agarrarlo. esta es sin duda una
alusión a Sócrates que trató de iluminar a todos los que quisieron oírle y procuró
hacerles comprender la verdad y la razón en vez de que quedasen sumidos en la
sombras de los prejuicios.

Platón considera que la educación es verdaderamente fundamental ya que por medio


de ella se va llevando de forma gradual y segura al joven a la contemplación de las
verdades y los valores eternos y absolutos, y así se libra a la juventud de pasar la
vida en el sombrío recuerdo del error, la falsedad, el prejuicio, la persuasión
sofística, la ceguera para los verdaderos valores etc. tal educación ha de ser de
primordial importancia para los que son hombres de estado. Los políticos y los
gobernantes serán ciegos guiando a otros ciegos, si se quedan en el plano de la
imaginación o en el de la creencia, y el naufragio de la nave estatal es mucho más
terrible que el de una nave cualquiera. Por esto el interés que Platón coloca sobre

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ésta problemática no es simplemente académico, lo que a él más le interesa es la


vida y la búsqueda del bien. El hombre que no realiza el verdadero bien del
hombre no vive, ni puede vivir una vida verdaderamente humana y buena, y el
político que no realiza el verdadero bien del estado, que no ve la vida política a la
luz de los principios eternos lleva a su pueblo a la ruina.

El conocimiento en Platón es comparado con una línea en ascenso, ya que siempre


debe ir en progreso pues parte de lo más inferior como es la simple imaginación
hasta llegar a la pura intelección.

Nota: Los cuatro significados del mito de la caverna: - Ante todo los varios
grados ontológicos de la realidad, es decir los géneros del ser, sensible y
Suprasensible - sensible, más allá del muro las cosas verdaderas simbolizan el
verdadero Ser y las Ideas y el sol, simboliza la idea de Bien.

En segundo lugar el mito simboliza los grados del conocimiento , en sus dos
especies y en sus dos grados: la visión de las sombras, simbolizan la imaginación
(Eikasia) y la visión de las estatuas simbolizan la creencia (pistis); el pasaje de la
visión de los objetos verdaderos y la visión del sol, primero mediata y después
inmediata representa la dialéctica en los varios grados y la pura intelección.

Simboliza también el aspecto ascético, místico y teológico del platonismo: la vida


en la dimensión de los sentidos y del sensible es vida en la caverna; así como la vida
en la dimensión del espíritu es vida en la pura luz, el pasarse del sensible al
inteligible es expresamente representado como “liberación de los cepos”, como
conversión, y la visión suprema del sol y de la luz en sí es visión del bien y
contemplar el Divino.

Expresa también la concepción política exquisitamente platónica. Platón habla, en


efecto, también de un retorno en la caverna de aquellos que se habían liberado de
las cadenas, de un retorno que tiene como objeto la liberación de las cadenas de
aquellos en compañía de los cuales el primero había sido esclavo. Y éste retorno es
indudablemente el retorno del filósofo - político, quien busca hacer que otros
puedan como él llegar a la contemplación de la verdad. Esto se constituye en un
riesgo que lo debe superar y es el riesgo de no ser aceptado, no ser entendido e
incluso hasta de llegar a ser tomado por la multitud y morir en sus manos como
sucedió a Sócrates. Sin embargo el hombre que ha encontrado el verdadero bien
deberá y sabrá correr este riesgo que es el que da sentido a su existencia.

1.7.4 Teoría de las ideas. (Fundación de la Metafísica). El descubrimiento de la


existencia de una realidad Suprasensible, es decir, de una dimensión Meta - física

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

del ser, de un género de ser no físico, que hasta el momento los filósofos de la
Physis, no habían descubierto, es lo que va a constituir el punto fundamental de la
filosofía platónica.

Todos los naturalistas habían buscado explicar los fenómenos recurriendo a causas
de carácter físico y mecánico, (agua, aire, tierra, fuego, calor, frío, condensación,
etc.). Dice Platón que el mismo Anaxágoras, ya había visto la necesidad de
introducir una inteligencia, universal, para alcanzar a explicar las cosas. Platón con
su esfuerzo (segunda navegación) va a encontrar el nuevo camino que lleva al
descubrimiento del Suprasensible, es decir del ser inteligible.

Los presocráticos (que pertenecen a la primera navegación), se quedan en lo


sensible, Platón supera éste plano, hasta alcanzar el plano del raciocinio puro y de
aquello que sólo a través de éste tipo de razonamiento se puede lograr. Afirma que
cualquier cosa física que exista tiene una causa suprema y última que no es de
carácter físico, sino como se dirá con términos legítimos un carácter metafísico.

La posición, o mejor el logro de Platón conduce a reconocer la existencia de dos


planos del ser: uno fenoménico y visible y otro invisible, Metafenoménico,
abarcable sólo con la mente y por lo tanto puramente inteligible.

Sin lugar a dudas podemos afirmar que éste descubrimiento de Platón constituye una
conquista, que señala el mismo tiempo la fundación y la etapa más importante de la
historia de la metafísica, precisamente, todo el pensamiento occidental será
condicionado, de manera decisiva por esta distinción no aceptando o negando ésta
posición.

Es después de éste hallazgo platónico que se puede hablar de “material” e


“inmaterial”, “sensible” y “suprasensible”, “empírico” y “Meta - Empírico”, “físico
y Suprasensible”. Y es a la luz de éstas categorías que los físicos anteriores resultan
ser materialistas, y el cosmos y la naturaleza no resultan más, la totalidad de las
cosas que aparecen. El verdadero ser está constituido por la “realidad inteligible”.

Estas causas de naturaleza no física, estas realidades inteligibles, han sido


denominadas por Platón con los términos de idea y eidos que quiere decir forma.
Las Ideas de las que Platón habla no son simples conceptos, es decir
representaciones puramente mentales, sino que son entidades, sustancias. Las
ideas en suma no son simples pensamientos, sino aquello que el pensamiento piensa
, cuando se haya liberado de lo sensible, son el verdadero ser, el ser por excelencia.
en resumen: las ideas platónicas son las esencias de las cosas, o sea aquello que

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hace que cada ente, sea lo que es y que se constituya en modelo de cada cosa
(sombras).

Platón tiene unas expresiones especiales para indicar las ideas: en si, y para sí.
Afirmar que las ideas son en sí y para sí significa, que éstas se imponen al sujeto, en
modo absoluto. También significan, que éstas no están en las cosas sensibles y en
su devenir, pero esto no quiere decir que la causa de la belleza no llegue a
transformarse en fea. En suma : Las verdaderas causas de todas las cosas sensibles,
que por su naturaleza cambian, no pueden cambiar ellas mismas pues de lo contrario
no serían las verdaderas causas; no serían las razones últimas y supremas.

El complejo de las ideas, con las características ya descritas ha pasado a la historia


con nombre de “Hiperuranio” usado en el Fedro, ha llegado a constituirse en
famosísimo aunque no siempre ha sido usado en modo correcto (lugar Suprasensible
celeste).

Hiperuranio significa lugar sobre el cielo, o más allá del mundo físico, y entonces es
representación mítica y es imagen que entendida correctamente, indica un lugar que
no es en efecto un lugar. Las ideas, en efecto son inmediatamente descritas como
caracteres que no tienen nada que ver, con un lugar físico, ya que éstas no tienen
figura, ni color y son intangibles etc.

Entonces el Hiperuranio es la imagen del mundo espacial del género del ser que va
más allá de lo físico. Platón subraya con cuidado que éste Hiperuranio y las ideas
que están en él, son tomadas sólo por la parte más elevada del alma, es decir por la
inteligencia y sólo por la inteligencia.

En conclusión con la teoría de las ideas, Platón ha entendido decir lo siguiente: lo


sensible se explica sólo recurriendo a la dimensión suprasensible, lo relativo con
lo absoluto, lo móvil con lo inmóvil, lo corruptible con lo eterno.

1.7.4.1 Estructura del mundo ideal. El mundo de las ideas está constituido por
una multiplicidad en cuanto existen ideas de todas las cosas: ideas de valores
estéticos, ideas de valores humanos, ideas de las diferentes realidades corpóreas,
ideas de los diferentes entes geométricos, y matemáticos. Tales ideas son
ingeneradas, incorruptibles, inmutables.

Ahora la distinción de los dos planos del ser, sensible e inteligible, superaba
definitivamente la antítesis entre Heráclito y Parménides. Lo propio del ser sensible
es su fluir, mientras que la inmutabilidad y todo lo que ella implica es propia del ser
inteligible. Quedaban por resolver los dos grandes problemas que los de Elea

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

habían colocado y los pluralistas no habían podido resolver: Cómo puede existir la
multitud y cómo puede existir un no ser?. Son dos problemas muy ligados entre sí
porque tienen el mismo fundamento como hemos visto. Platón debe afrontar ésta
situación y tratar de resolverla.

En el diálogo Parménides, uno quizás de los más difíciles Platón había puesto en
crisis la concepción de la unidad, como la habían entendido los Eleáticos. Lo uno
no puede ser pensado de manera absoluta, es decir, de tal manera que se excluya
toda multiplicidad. Lo uno no es sin la multiplicidad, así como la multiplicidad no
existe sin lo uno.

Pero la solución de la posibilidad de la existencia de la multiplicidad la coloca


Platón en el diálogo Sofista, en boca de un personaje al cual él no le da rostro y que
denomina emblemáticamente “el forastero de Elea”. Parménides tiene razón cuando
dice que no existe el no ser entendido como la negación absoluta del ser, pero se ha
equivocado al pensar que ésta sea la única forma de no ser. Existe el no ser como
diversidad o alteridad, esto no lo entendieron los Eleáticos . Toda idea por ser
aquella idea que es debe ser diversa por todas las demás, o sea debe “no ser” todas
las otras. Y así toda idea tiene una determinada idea de ser pero infinito no ser, en
el sentido que para ser aquello que es debe no ser todas las otra cosas. Así
Parménides es superado.

Platón podía concebir su mundo de las ideas, como un sistema jerárquicamente


organizado y ordenado en el cual aquellas ideas inferiores implican aquellas
superiores, desde las inferiores hasta la ideas que ésta en el grado más puro y que se
constituye como condición de todas, pero que no está condicionada por ninguno.

Sobre éste principio incondicionado (absoluto), Platón se ha pronunciado en la


República diciendo que es la Idea de Bien. Del cual ha dicho que no sólo es el
fundamento que hace las ideas cognoscibles y la mente cognoscente, sino que
produce al Ser y la sustancia, y que el bien no es sustancia o esencia, sino algo que
está más allá de la sustancia, siendo superior a esta en dignidad jerárquica y en
potencia.

Sobre éste principio incondicionado y absoluto que está más allá del ser y del cual
derivan todas las ideas, Platón en los diálogos no ha escrito más nada, sino que ha
reservado lo que había que decir a la dimensión de la oralidad, es decir a esto que
hemos hecho referencia en el primer punto.

El principio supremo que en la República es llamado Bien, en las lecciones no


escritas era llamado uno, la diferencia es perfectamente explicable. Como veremos

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enseguida lo uno resume en sí el bien, en cuanto todo lo que el uno produce es


bien.

Al Uno era contrapuesto un segundo principio igualmente originario, pero de rango


inferior, entendido como principio indeterminado e ilimitado y como principio de
multiplicidad. Este segundo principio era llamado: Diade o dualidad de grande y
pequeño, en cuanto es principio que tiende al mismo tiempo a la infinita grandeza y
a la infinita pequeñez.

De la cooperación de estos dos principios originarios brota la totalidad de las ideas.


El uno actúa sobre la multiplicidad ilimitada como principio limitante y
determinante, o sea como principio formal (principio, que da forma en cuanto
determina y delimita); mientras el principio de la multiplicidad ilimitada hace las
veces de sustrato. Cada una, y todas las ideas resultan de consecuencia como un
mixto de los dos principios. El uno además en cuanto de - limita, se manifiesta
como bien porque la delimitación de lo ilimitado que se configura como una forma
de unidad en la multiplicidad es esencia, orden, es perfección, es valor. Lo uno, así:
es principio de ser porque como hemos visto, el ser, o sea la esencia, la sustancia, la
idea nace precisamente de la delimitación de lo ilimitado. Es principio de verdad y
de cognoscibilidad porque sólo aquello que es de - terminado es inteligible y
cognoscible. Es principio de valor, porque la delimitación, implica como se ha
visto, orden y perfección o sea positividad.

En fin ese poner un límite aquello que es limitado, poner un orden a la justa medida,
está indicando que lo uno es sencillamente medida y medida exactísima esto revela
una clara inspiración pitagórica.

Dos elementos esenciales faltan todavía para entender la estructura de las ideas de
Platón. La Generación de las ideas de principios ( uno, Diade), no es de entenderse
como un proceso de carácter temporal, sino como una metáfora, para ilustrar un
análisis, estructura ontológica, esta tiene el objeto de hacer comprensible al
conocimiento, que se desarrolla de manera discursiva, el ordenamiento del ser que
es aprocesual y atemporal, de consecuencia cuando se dice que primero son
generados determinadas ideas, y después otras ideas, significa no poner una sucesión
cronológica, sino una graduación jerárquica, o sea “anterioridad” y “posterioridad”
Ontológica. De esta manera inmediatamente de los principios vienen las ideas más
generales, como por ejemplo, las cinco primeras ideas de las cuales habla el diálogo
Sofista (ser, quietud, movimiento, identidad, semejanza, desemejanza etc.). Quizás
sobre el mismo plano Platón colocaba los así llamados números ideales o ideas -
número, que son arquetipos ideales que no se pueden confundir con los números

51
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

matemáticos. Estas ideas son jerárquicamente superiores a los restantes, porque


éstas últimas participan de aquellas y no viceversa.

En el grado más bajo de la jerarquía del mundo inteligible están, los entes
matemáticos, es decir números y figuras geométricas, estos entes son múltiples
(muchos unos.. muchos cuadros), aún siendo inteligibles.

Más tarde éste llamado “lugar Hiperuranio” o también “llanura de la verdad”,


donde las almas van a contemplar, esta realidad inteligible ha sido llamado “cosmos
noético”.

1.7.4.2 Génesis y estructura del cosmos sensible. Del cosmos sensible, mediante
la “segunda navegación” hemos salido al mundo del inteligible, como a su
verdadera causa. Como el mundo inteligible deriva de lo uno, así el mundo físico
deriva de las ideas que hacen las veces como de principios formales y de un
principio material esta vez sensible, o sea de un principio ilimitado e indeterminado
al carácter físico.

Pero mientras en la esfera del mundo inteligible, el Uno actúa sobre la Diade
indeterminada, sin necesidad de mediador, porque ambos principios son de
naturaleza inteligible, no sucede así en la esfera de lo sensible. La materia, o
receptáculo sensible, que Platón llama “espacialidad”, es solamente partícipe de un
modo oscuro del inteligible. Como es posible entonces que las ideas inteligibles
actúen sobre la materia y del caos nazca el cosmos sensible?.

La respuesta de Platón es la siguiente: existe un Demiurgo, es decir , un artífice, un


dios pensante, el cual tomando como modelo el mundo de las ideas ha plasmado la
materia. Según éste modelo y así ha generado el cosmos físico.

El esquema, en base al cual trabaja Platón, para explicar el mundo sensible, es pues
muy claro: Hay un modelo (mundo ideal), hay una copia (el mundo sensible) y hay
un artífice (Demiurgo) que ha hecho la copia sirviéndose del modelo. El mundo
inteligible (el modelo) es eterno; el artífice también es eterno ( la inteligencia);
mientras que el mundo sensible construido por el artífice ha nacido, es decir, ha sido
generado, en el sentido verdadero y propio del término. El ha nacido porque se
puede ver y tocar y tiene un cuerpo y tales cosas son todas sensibles y las cosas
sensibles están sujetas a procesos de generaciones, de cambio.

Pero por qué el Demiurgo ha querido generar el mundo?, la respuesta platónica es la


siguiente: el artífice divino ha generado el mundo por bondad y amor de bien.
Aquí tenemos el texto considerado vértice en el pensamiento filosófico: “Digamos

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entonces, por qué razón el artífice hace la generación y éste universo. El era bueno
y en alguien bueno, no existe ninguna envidia, por ninguna cosa. Inmune pues de
ésta, quiere que todas las cosas lleguen a ser en cuanto puedan semejantes a él...
porque dios, queriendo que todas las cosas fueran buenas, y en cuanto fuera posible
ninguna mala tomó pues lo visible que no estaba quieto sino que se agitaba
irregularmente y desordenadamente y lo reduce del desorden al orden, juzgando esto
del todo mejor que aquello. Entonces, ni fue jamás ni es lícito al optimo, hacer otra
cosa sino la cosa más bella...”.

Entonces el Demiurgo hace la obra más bella que era posible, animado por el deseo
del bien: el mal y lo negativo que permanece en éste mundo son debido al margen
de irreductibilidad de la espacialidad caótica al inteligible del irracional al
racional.

Platón concibe el mundo como viviente e inteligible. El afirma lo siguiente:


“razonando entonces encontró que de las cosas naturalmente visibles, si se
consideran en su totalidad ninguna privada de inteligencia, habría sido jamás, más
bella de otra, que tenga inteligencia; y que era imposible que una cosa tuviese
inteligencia sin alma”. Esto depende del hecho, él lo concibe como perfecto y del
hecho que juzga el viviente y el inteligente, más perfecto del no - viviente y del no -
inteligente. Por tanto el Demiurgo dotó el mundo más de un cuerpo perfecto, de un
alma y de una inteligencia perfecta. Así el creó el alma del mundo y en el alma el
cuerpo del mundo. El mundo resulta así siendo una especie de “dios visible” y
dioses visibles son las estrellas y los astros. Y por ser esta obra del Demiurgo
perfectamente construida, no resulta susceptible de corrupción, así que el mundo ha
nacido pero no perecerá.

Algo más. El mundo inteligible está en la dimensión de lo eterno, es decir, no tiene


un “era” (pasado), ni un “será” (futuro). El mundo sensible al contrario, está en la
dimensión del tiempo.

Y qué cosa es el tiempo, para Platón, es la imagen móvil del eterno, como un
desarrollarse del es a través del Era y el Será, y éste desarrollarse implica
estructuralmente generación y movimiento. El tiempo entonces ha nacido junto con
el ciclo ( al mismo tiempo) o sea con la generación del cosmos. Lo que significa
que primero de la generación del mundo no existía un tiempo y que éste comenzó
con el mundo.

Hemos mencionado a Dios, en Platón, detengámonos un memento para tener una


idea clara.

53
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

1.7.5 Dios y el divino en Platón. Hemos encontrado más de una vez los términos
“divino” y “dios” al exponer el pensamiento platónico, llega el momento para
determinar cual sea propiamente el sentido de la teología platónica.

Alguien ha dicho que Platón ha sido el fundador de la teología occidental, y la


afirmación es exacta si se entiende en un determinado sentido. El descubrimiento
del Suprasensible, debía dar a Platón por primera vez, la posibilidad de ver el divino
y creer en el suprasensible, bajo éste punto de vista, Platón es indudablemente el
creador de la teología occidental, en la medida en que ha descubierto la categoría
inmaterial según la cual es pensable el divino.

Es importante añadir que Platón habiendo llegado a descubrir el plano de los


suprasensible, vuelve a proponer la visión que es una constante de toda la filosofía y
de la mentalidad Griega según la cual el divino es estructuralmente múltiple.

En la visión de dios platónica debemos distinguir el Divino impersonal del dios de


los dioses personales. Divino es el mundo ideal, en todos sus planos. Divina es la
idea de bien, pero no es dios persona, por tanto en lo más alto de la jerarquía del
inteligible, existe un ente divino (impersonal) y no un dios (personal) así como entes
divinos (impersonales) y no dioses (personales) son las Ideas.

El Demiurgo tiene ese carácter de persona que conoce y quiere: pero él es


jerárquicamente inferior al mundo de las ideas, ya que no sólo lo crea sino que
depende de él. El Demiurgo no crea ni siquiera el mundo de lo material de lo cual
es hecho el mundo, él es sólo plasmador, o artífice del mundo no creador de él. (de
los creados por el Demiurgo son también los astros y el mundo). Parece que Platón
llegó a mantener algunas divinidades de las cuales habla el antiguo politeísmo
tradicional. Divina es el alma del mundo, divinas son también las almas de las
estrellas y las almas humanas.

Como vemos el politeísmo vuelve a surgir en quien se puede considerar como de los
más grandes pensadores Griegos que abordan con mayor seriedad el problema
teológico.

1.7.6 Etica Platónica. El fin de la filosofía platónica era hacer al hombre


verdaderamente feliz. Y la verdadera felicidad se alcanzaba en la contemplación de
las ideas y buscando que la idea de bien enriquezca la naturaleza humana.

1.7.6.1 La felicidad. Todos los hombres apetecen la felicidad, pero muchos la


buscan por caminos torcidos: en las riquezas o el placer. Consumiéndose en deseos
nunca satisfechos y no alcanzando la verdadera felicidad. Otros por la ambición,

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parte irascible del alma, la buscan en los honores, en la gimnasia, en el dinamismo;


aunque son más acertados que los anteriores no la alcanzan plenamente. La
verdadera felicidad está en la verdad, auténtico valor, conseguida por la razón.

La felicidad viene a obtenerse con el desenvolvimiento de todos los placeres que


provienen de los tres grados de conocimiento armoniosamente subordinados según
su nobleza: así los placeres inferiores tienen cabida para la conservación de la vida
y de la especie; los placeres del corazón, con tal de que sean moderados por la
razón; los de la inteligencia constituyen la felicidad y no tienen medida a no ser que
afecten al cuerpo, pues la felicidad debe conseguirse por una armonía y equilibrada
formación del hombre total.

1.7.6.2 La virtud Es una disposición del hombre para obrar en conformidad con el
orden, anclada en el ser y en la verdad, que es lo que le permite liberarse de
caprichos. La virtud, patrimonio del alma espiritual y que busca la coordinación de
los placeres, lleva a la felicidad. Esa virtud se consigue con la dialéctica que es un
esfuerzo por librarse de la materia y elevarse al mundo ideal o contemplación del
bien en sí.

A las tres partes del alma corresponden tres virtudes: la templanza que gobierna la
parte concupiscible; la fortaleza, que rige la parte irascible y la justicia que
armoniza las funciones, vela porque se respeten los derechos de las demás partes y
corresponde a la parte racional. La virtud para Platón es armonía, salud del alma,
purificación, imitación de dios y participación de las ideas.

1.7.6.3 Concepción platónica del hombre. La concepción del hombre, según


Platón es dualista; porque se introduce más allá de la concepción “metafísico -
ontológica”, un componente religioso del Orfismo, la cual transforma la distinción
entre alma (suprasensible) y cuerpo (sensible), en una oposición. Por éste motivo el
cuerpo es entendido no como el receptor del alma a la cual debe la vida y sus
capacidades y por tanto como un instrumento al servicio del alma, como lo entendía
Sócrates, sino que era visto como una tumba o cárcel del alma, es decir como un
lugar de expiación del alma.

Nosotros mientras tengamos un cuerpo, estamos muertos, porque nosotros somos


fundamentalmente, nuestra alma, y el alma mientras esté en un cuerpo está como en
una tumba y por tanto mortificada, nuestro morir con el cuerpo, es vivir, porque
muriendo el cuerpo se libera el alma de la cárcel.

El cuerpo es raíz de todo mal, es fuente de amores impuros, pasiones, enemistades,


discordias, ignorancia, y locura y todo esto es precisamente lo que mortifica el alma.

55
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

Esta concepción negativa de Platón sobre el cuerpo se atenúa un poco al final de su


vida, aunque no desaparece del todo.

En las leyes Platón define el alma como la fuente del movimiento, “o principio
automotor”. El alma es superior al cuerpo porque éste es gobernado por el alma.
En el Timeo dice Platón que la única cosa existente que posee la inteligencia
propiamente dicha es el alma y es una cosa invisible mientras que el fuego, el aire...
son cuerpos sensibles.

En la República incluye entre los elementos de la educación verdadera, la formación


física y rechaza ciertos tipos de música por su pernicioso influjo sobre el alma. En
el Timeo admite también que una mala formación física y los hábitos corporales
viciosos pueden ejercer pésima influencia y llevar al alma hasta un estado de
irremediable esclavitud. Nadie es voluntariamente malo: el malvado llega a serlo
por algún hábito vicioso del cuerpo o por una mala crianza situaciones que le
ocurren al hombre sin buscarlas.

En la república nos encontramos con la naturaleza tripartita del alma en donde


afirma que el alma consta de tres partes: racional, irascible, apetitiva o
concupiscente, (el término parte, es metafórico, no quiere significar cantidad).

La parte racional, es lo que distingue al hombre del bruto, y es el elemento más


elevado del alma, ser inmortal y emparentado con lo divino. Las otras dos partes
son perecederas, la parte irascible es más noble de la tercera, es común con los
animales. La parte apetitiva concierne a los deseos del cuerpo. En el Timeo
Platón localiza la parte racional del alma en la cabeza, la parte irascible en el pecho,
y la parte apetitiva debajo del diafragma.

Platón declara en diálogos anteriores al Timeo, que el alma parecería ser inmortal
sin nacimiento y sin término. En el Timeo enseña que sólo la parte racional del
alma es inmortal, aunque en los mitos se admite explícitamente que el alma
sobrevive en su totalidad.

Por qué afirma Platón que el alma es de naturaleza tripartita? principalmente por la
vivencia de los conflictos que ocurren en el interior del alma. En el Fedro aparece la
famosa comparación del elemento racional con una Auriga y de las otras dos partes
con dos corceles que tiran, uno el bueno (el elemento vehemente, que es aliado a la
razón y ama el honor), el segundo caballo es malo (es el elemento apetitivo amigo
de contrariar) y mientras el buen caballo es guiado fácilmente porque acata las
órdenes del cochero, el caballo malo no es dócil y busca obedecer las ordenes de la
pasión sensual, por lo que hay que refrenarle y castigarle con el látigo.

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Platón es consciente de que existen éstas fuerzas que rivalizan pero nunca examina
en realidad como puede conciliarse éste hecho con la unidad de la conciencia y es
significativo lo que dice de que explicar cual sea la idea del alma requiere
prolongado trabajo y hasta casi divino, mientras que hablar de ella por símiles es
tarea más corta y humana.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

1.8 ARISTOTELES

1.8.1 Vida, periodos, escritos, relación con Platón 384 - 322, nacido en Estagira
(Tracia) en la costa del Egeo, de familia de clase media, su padre era médico del rey
Macedonia, tenía como nombre Nicómaco. Hacia los 18 años cuando ya era
huérfano se trasladó a Atenas donde ingresó a la academia platónica, donde
recibió la enseñanza de Platón y donde colaboró después como maestro. Se dice
que precisamente fue la escuela de Platón lo que lo llevó a su plena madurez
filosófica. Permaneció allí unos 20 años, hasta la muerte de Platón, ahora se
entiende porque Aristóteles en una primera etapa se va a constituir en un admirador
y defensor de la obra platónica.

Muerto Platón deja Aristóteles la academia que había sido tomada por Espeusippo
quien había dado una dirección distinta a la escuela platónica y se instala en la isla
de Lesbos. Llamado por Filipo se traslada a la corte de Macedonia, como preceptor
de Alejandro Magno. Al ser elevado al trono Alejandro, Aristóteles regresa a
Atenas donde funda el Liceo enseñando en él durante trece años. Su enseñanza era
dada a través de clases magistrales y de diálogos. Las lecciones dialogadas solía
darlas caminando con sus discípulos por el jardín del Liceo, de aquí también que la
escuela recibiera el nombre de Peripato y se llame peripatética la doctrina allí
enseñada.

Muerto Alejandro en el 323, el partido nacional ateniense dirigido por Demóstenes,


le obligó a salir de Atenas retirándose Aristóteles a Calcis, donde murió Aristóteles
a los 62 años, habiendo dejado a Teofrasto al frente del Peripato.

Aristóteles compuso numerosas obras pero se conservan muy pocas. Escribió


primero imitando a su maestro numerosos diálogos, con una gran profundidad de
pensamiento. En síntesis podemos agrupar sus obras en dos conjuntos: “exotéricas”
aquellos escritos destinados para quienes no frecuentaban la escuela; y los
“esotéricos” aquellos que contenían las doctrinas secretas que se enseñaban en el
Liceo. En otras palabras era el patrimonio interno de la escuela, el cual no estaba
destinado más que a sus discípulos.

El primer grupo de escritos se perdió casi completamente y sólo permanecen


algunos fragmentos y algunos títulos. Quizás el primer escrito exotérico fue: “el
grillo o de la retórica”, en el cual defendía a su maestro contra Isócrates, mientras
que los últimos fueron: de la filosofía y el protreptico. Otros escritos juveniles
dignos de mención son: entorno a las ideas, entorno al bien, el Eudemo; sobre la
inmortalidad del alma, del segundo grupo se conocen aquellas obras que tratan la

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problemática filosófica y algunos aportes a las ciencias naturales, ahora


mencionemos algunas de sus obras más importantes.
Obras de lógica: El organón, que comprende las categorías, sobre la interpretación,
primeros analíticos, segundos analíticos, tópicos y refutación de los sofismas.

Obras de física: La física, sobre el cielo, sobre la generación y la corrupción, los


meteoros.

Obras de Metafísica: La filosofía primera o Metafísica.

Obras de biología: Sobre las partes de los animales, sobre la generación de los
animales, historia de los animales.

Obras de Sicología: Del alma, sobre la sensación y lo sentido, memoria y


reminiscencia, la respiración.

Obras de ética: Etica de Eudemo, ética de Nicómaco, gran ética y la política.

Aristóteles pasó por tres grandes periodos en su pensamiento: la primera etapa está
caracterizada por la influencia platónica, donde se acentúa la mística de la filosofía
platónica. Piensa Aristóteles que el mayor bien del hombre hubiese sido no haber
nacido; fenómeno que se produce por la caída del alma en el mundo del devenir;
después de éste el mayor bien entre los alcanzables consiste en poder morir lo más
pronto posible, pues ésta posibilidad hace factible la vuelta del alma a su estado
natural, y la posesión plena de la sabiduría. Mientras tanto el hombre debe
esforzarse, en el ejercicio de la razón, esto es filosofar, amar y perseguir la
sabiduría, preparar el retorno del alma a los lugares celestes.

La segunda etapa es de transición, preparado por el diálogo sobre la filosofía o del


bien que contenía una historia del pensamiento filosófico, una crítica del mundo de
las ideas de Platón y una especie de teología de los astros. La filosofía se convierte
ahora en teología.

La tercera etapa es ya la de madurez Aristotélica. A la separación que Platón


establece entre las ideas y las cosas, Aristóteles opone la exigencia de la unidad, por
tanto las esencias universales y permanentes, aprisionadas por los conceptos debían
encontrarse en las cosas mismas y no separadas en un mundo aparte. El principio
fundamental del Platonismo se invierte, ya no será la idea, quien rige las
determinaciones entitativas de las cosas, serán éstas quienes rigen y determinan
todas las peculiaridades de nuestras ideas. El mundo sensible, comienza a recobrar
su valor, adquiriendo propiedad de autenticidad como lugar de alejamiento de la

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

realidad inteligible. Así la filosofía dejará de ser preparación para la muerte y


simple reflexión para las ideas y se convertirá en la ciencia de todos los seres, por
sus causas últimas y sus primeros principios.

1.8.2 Lógica formal (Elementos que constituyen el pensar humano concepto,


juicio y raciocinio).

1.8.2.1 Generalidades. Aristóteles da a la filosofía el método más completo y


seguro. Antes de él los filósofos habían tratado sobre el saber y la verdad, pero es
con Aristóteles que nace la ciencia formal del saber mismo.

El problema sobre la verdad, o conformidad del conocimiento con su objeto había


preocupado a los filósofos anteriores, pero sin haber podido encontrar la solución,
porque según Aristóteles habían fallado en la consecución del método para llegar a
la verdad.

Ese es el objeto de la lógica, o ciencia formal, que estudia o analiza el


funcionamiento de nuestro espíritu en el conocer y en su lenguaje para determinar
su estructura y los elementos de que consta.

La lógica Aristotélica (organón) no es mera ciencia formal, como si estudiara


exclusivamente la forma o manera de pensar, sin preocuparse del alcance y eficacia
del conocimiento. Aristóteles en su lógica considera formalmente nuestros medios
cognoscitivos, es decir, los mira en su modo de operar rectamente; fuera de eso
examina si con ellos se capta el ser u objeto del conocimiento, en este sentido, la
lógica por captar el material del conocimiento es ciencia formal y equivale a la que
hoy llamamos epistemología o teoría del conocimiento. Estos dos aspectos, es
decir, la lógica formal, o lógica y la lógica material, o epistemología se encuentran
tratados conjuntamente en el “organón” y en algunas partes de la metafísica.

El primer aspecto de la lógica, es decir, la lógica formal nos muestra las


condiciones requeridas para emplear correctamente el instrumento de la verdad que
es la razón. Aristóteles distinguió claramente el aspecto lógico del aspecto
Psicológico, es decir, del proceso anímico del conocimiento, porque no confunde
este con el contenido del pensamiento. Para estructurar el pensamiento humano
analiza los tres elementos de que consta a saber: el concepto, el juicio y el
raciocinio.

1.8.2.2 El concepto. Ultimo elemento a que se puede reducir nuestro pensar, que
no se puede confundir con el enunciado o el juicio, razón por la cual el concepto ni

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es verdadero ni falso, pues para que se dé verdad o falsedad es preciso afirmar algo
de alguien.
En primer lugar analiza el concepto como palabra, o sea desde el punto de vista del
lenguaje, sin que se pueda decir que ve en él un puro nombre o palabra. Veamos
ahora las relaciones de los conceptos con la esencia, con la definición, con las
categorías y entre sí.

El concepto y la esencia. La lógica que es un procedimiento analítico del


conocimiento, tiene que considerar el último elemento con que pensamos, la forma,
que es la idea o concepto. Esta forma no será vacía si considera lo esencial y
necesario de un objeto, o sea, la sustancia. De esta manera la validez absoluta de la
forma viene del ser, o sea, representa algo que no falsea lo representado.

Por eso en su “metafísica” liga la lógica a la teoría de la sustancia, que es el


fundamento de la verdad para todo conocimiento intelectual. Así la forma, o idea,
es a la vez “razón de ser”, es decir, sustancia y razón de conocer, es decir, concepto,
con lo que se garantiza la correspondencia entre el concepto y el ser, o sea la verdad
del conocimiento y la verdad del ser.

El concepto, pues, tiene a la vez un concepto lógico y otro ontológico. El concepto


ya no es mero término de juicio o categoría funcional, sino la expresión del ser, de
algo real, de la esencia o sustancia. Puesto que el concepto expresa lo esencial y
necesario, la sustancia o aquello que permanece, es considerado siempre universal,
absoluto, necesario e inmutable.

El concepto y la definición. Además del concepto puro, que denota la esencia,


unido a él está el concepto artificialmente elaborado que se llama definición, y
tiene por objeto fijar o determinar la esencia o sustancia de un objeto, de tal manera
que netamente se distinga de todo otro ser. Este concepto expresa una unidad de
los elementos, materia y forma, en su relación necesaria que es la última causa de su
unidad.

Por eso la definición que expresa la forma ideal, se expresa por la unión del género
próximo y la diferencia específica, la cual se relaciona a su género como la forma a
la materia. La definición es pues un juicio en el que un sujeto es determinado por
un concepto genérico y otro específico (se nos dice que el género designa “lo
común dentro de la pluralidad específicamente diversa” y que la especia se forma
del género mediante la diferencia).

El concepto y las categorías. Esos conceptos genéricos supremos, si se consideran


en su manera de predicarse o aplicarse de alguien, se dividen en varias clases

61
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

llamadas “categorías”. Constituyen diversos puntos de vista bajo los cuales los
distintos conceptos pueden pasar a ser, por su contenido, elementos de proposición o
juicio en que se afirma algo de alguien. Categoría significa: predicar o atribuir un
objeto a un sujeto. Ellas se sacan del significado del lenguaje.

“Sustancia” es por ejemplo un hombre, un caballo;


“Cantidad” es por Ej. De dos o de tres metros;
“Calidad” Ej. Blanco;
“Relación” Ej. Doble, medio, mayor;
“Dónde” Ej. En el campo, en la plaza;
“Cuándo” Ej. Ayer, el año pasado;
“Situación” Ej. Está sentado;
“Hábito” Ej. Está calzado, está equipado;
“Actitud” Ej. Trabaja, juega;
“Pasividad” Ej. Es cortado, está hecho.

No se trata de meras palabras sin contenido, pues si las palabras no tuvieran un


significado, no habría posibilidad de establecer relación con los demás, y a decir
verdad, tampoco consigo mismo, pues no puede pensar quien no piensa una cosa
determinada. Y si puede hacerlo darás un nombre único a lo que piensa.
Afirmamos pues que cada palabra tiene un significado y solamente uno.

Por consiguiente, las categorías son elementos necesarios para concebir lo real y por
tanto verdaderas formas de ser: el ser en sí tiene tantas acepciones como categorías
hay por las significaciones dadas al ser. Ahora bien entre las cosas que abrazan las
categorías, unas son esencias, otras designan la cantidad, otras la relación, otras la
acción o la pasión, otras el lugar, otras el tiempo; el ser se toma en el mismo
sentido de cada uno de estos modos.

La última razón está en que el pensar corresponde al ser, lo cual se aclarará cuando
veamos las relaciones de los conceptos entre sí.

Las categorías consideradas en su aspecto ontológico son modos del ser y se


dividen en dos grupos: La sustancia, o aquello que existe en sí mismo y el
accidente o aquello que puede añadirse a la sustancia para determinarla más. En la
enumeración Aristotélica ya transcrita, se dan nueve accidentes. Por consiguiente
las categorías en su aspecto material, es decir, consideradas según su contenido son
diez.

Los conceptos entre sí. Esta cuestión capital pone en juego pone en juego el
problema de la posibilidad misma del conocimiento, es decir, del problema que ya

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Platón había intentado solucionar cuando en la teoría de la ideas, expuso su doctrina


sobre la participación, mostrando que las ideas tenían relaciones entre sí, pues de
unas se podía afirmar ciertas ideas y de otras no.

El fundamento de tales relaciones no estaba en nuestra mente sino en la


jerarquización de las ideas, que eran la auténtica realidad en las que se daba una
mezcla de no ser siendo éste último una realidad. Así se respondía a los Eleátas que
habían concluido en la absoluta unidad e inmutabilidad del ser, con lo cual se hacía
imposible el conocimiento y se desvanecía la realidad. Pensar significa afirmar una
cosa de otra, lo cual supone multiplicidad en el ser.

Aristóteles, por su parte descubre con toda claridad el error que vicia toda esa
doctrina, afirmando que el problema es que se ha confundido las nociones con las
cosas. El remedio consistirá entonces en distinguir los conceptos de las cosas, en
sustituir la doctrina de la simplicidad única del ser por la doctrina del uno múltiple
como ya lo habían hecho Platón y Parménides.

1.8.2.3 El juicio. El estudio de los conceptos y sus oposiciones lleva a la


consideración del juicio que les es inseparable. El lenguaje no se forma con
palabras o conceptos aislados, sino con la unión de conceptos y el juicio
precisamente es la unión de conceptos, por ello el juicio es la sede de la verdad.

Platón en su “Sofista” había mostrado la importancia primordial que para el orden


lógico y ontológico implicaba esa unión de conceptos y la dinamicidad que adquiría
con eso el ser. Ahí reside el principio fundamental de la lógica y de la ontología de
Aristóteles.

Ya se nos había dicho que la verdad y el error no residen en le concepto, sino en la


unión y separación, afirmación y negación de tales términos, esta operación no es
mera yuxtaposición, sino verdadera unión de pensamientos, así lo verdadero es la
afirmación de una composición real entre sujeto y atributo (Sócrates es sabio) y la
negación su separación real. Lo falso en cambio es la contradicción de esta
afirmación y de esta negación. Así pues todo aquello que es objeto de pensamiento
discursivo o intuitivo, es objeto de afirmación o negación: al pensar necesariamente
se afirma o se niega un predicado de un sujeto.

La verdad y la falsedad son para Aristóteles, funciones de las cosas, antes de ser
funciones del pensamiento. el verbo es que une los conceptos, no tiene un valor
puramente lógico, sino que corresponde a un es real (valor Ontológico).

63
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

El juicio pues consiste en una “síntesis objetiva o veritativa” y no en una síntesis


meramente copulativa.

Platón nos había dicho que el juicio consistía en unir o separar las ideas, y como el
mundo de las ideas se mostraba como la auténtica realidad, el juicio se venía
fundar en la realidad – idea.

Aristóteles funda la realidad no en el concepto – idea, sino en la cosa o realidad


concreta; aquello de quien se afirma o niega algo, tiene que ser perfectamente
determinado, pues de lo indeterminado no se puede predicar o decir nada. Por otra
parte ese sujeto no puede ser accidente, para ser, presupone una sustancia como
sujeto en que está. Por consiguiente el sujeto del juicio debe ser una sustancia
individual concreta y esta es la que funda la realidad.

Esa sustancia se llama primera, porque su función es regular el juicio y porque no


puede dejar su función de sujeto, ya que ella no puede ser predicado de otro,
mientras que de ella se predica todo.

En cambio la sustancia segunda es lo común a muchos seres y denota su esencia


específica Ej. Hombre; esta sustancia si puede ser predicado en un juicio, Ej.
Antonio es hombre, y aquí se nos invita a distinguir el orden metafísico o absoluto,
el de las esencias al que Aristóteles llama sustancia segunda, del orden físico o de lo
individual y que él llama sustancia primera.

El juicio en Aristóteles no es una representación de la existencia, sino la afirmación


o proyección de ésta como efectuada o efectuable fuera del espíritu. Si el juicio se
estudia en su aspecto puramente formal, es decir, en cuanto es síntesis o separación
de conceptos, el discurso declarativo puede ser afirmativo o negativo, universal o
particular. El juicio implica por una parte multiplicidad, pues son dos términos los
que se refieren , y por otra parte, una unidad, pues por el acto del espíritu del
predicado se refiere al sujeto; esta unión, no es arbitraria función de la mente, ya que
ella dice lo que hay en la realidad.

1.8.2.4 El raciocinio. El juicio no es aún en todo su rigor un pensamiento


científico, ya que éste consiste en un proceso de articulación de conceptos, bien por
vía inmediata (inducción), bien por vía demostrativa o razonamiento (deducción).
Se demuestra una verdad, cuando la mente pasa de juicios conocidos a otro
desconocido, mediante un enlace necesario. (VELEZ CORREA, Jaime. Historia de
la filosofía antigua y medieval. p. 145-159)

1.8.3 Lógica material o epistemología.

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1.8.3.1 Generalidades. La lógica Aristotélica, en efecto establece las bases de la


llamada epistemología, que estudia la naturaleza y origen del conocimiento
científico, así pues, Aristóteles explicará cómo nuestro conocimiento pasa de lo
concreto - sensible, la cosa a lo universal – intelectual, las esencias.

Nuestras sensaciones, con las que se conoce lo particular, son conocimientos


verdaderos, pero no científicos, porque están sujetos al movimiento de las cosas y
no distinguen lo sustancial de lo accidental que hay en ellos. Tampoco constituye la
ciencia lo que se llama opinión, porque carece de necesidad aun cuando puede ser
base de juicios verdaderos. El conocimiento científico requiere fijeza, estabilidad y
necesidad; por eso el conocimiento intelectivo, que produce conceptos universales
con esos caracteres es el único que da ciencia. de lo dicho se desprenden las
características del conocimiento científico.

1.8.3.2 Propiedades del conocimiento científico. Debe ser de las esencias de las
cosas, es decir, debe responder a la pregunta ¿qué es la cosa?

Debe conocer las cosas por sus causas, pues no le basta saber que una cosa es, o
sea, el hecho mismo de su existencia, sino que debe indagar qué es y por qué es.

Debe ser un conocimiento necesario, o sea, saber que una cosa es así y no puede
ser de otra manera, no se da ciencia de lo contingente.

Debe ser conocimiento universal, no en sentido abstracto, ni como contrapuesto a


particular y concreto, sino como equivalente a fijo, inmutable y necesario.

Cómo se logra un conocimiento de tales propiedades? Platón había respondido que


el objeto de las ciencias eran las Ideas subsistentes, necesarias e inmutables; pero
difícilmente había explicado como tales Ideas estaban realizadas en las cosas
materiales sobre las cuales teorizaba la ciencia.

Aristóteles critica esta doctrina y hace entrar al campo de las ciencias las sustancias
materiales, mediante la distinción antes anotada, del orden metafísico y el físico: las
sustancias materiales no son necesarias físicamente, porque están sujetas a la
mutación, a la generación y a la corrupción, es decir, ellas pueden ser y no ser.

Sin embargo en ellas hay una necesidad absoluta, si se la considera como realización
de formas metafísicas y en ese sentido no pueden dejar de ser, y este es el objeto de
la ciencia que nuestro entendimiento consigue mediante la abstracción.

65
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

El punto de partida del conocimiento científico está en la sensación o experiencia.


Es claro, dice Aristóteles, que nosotros tenemos que conocer por medio de la
experiencia que es lo primero que nosotros conocemos. “El universal se nos da
siempre a partir de las cosas singulares”. En el capítulo IX del libro I de la
metafísica critica la teoría platónica del mundo de las Ideas y afirma que estas no
pueden ser innatas porque sería sorprendente que el hombre sin advertirlo poseyese
la más excelente de las ciencias.

A la simple sensación le sigue la memoria que conserva las impresiones y hace que
los animales dotados de vista y oídos sean capaces de ser educados.

A la memoria sigue la experiencia que repitiendo y confrontando las impresiones


retenidas por la memoria, las une conscientemente, pero sin trascender lo particular.
Para dar a las impresiones sensibles ese carácter de universalidad y necesidad
requerido por la ciencia Aristóteles señala un proceso que se puede estudiar en dos
aspectos complementarios: el psicológico, que analiza la acción del entendimiento
sobre las impresiones; y el lógico que analiza la inducción o paso del singular al
universal.

1.8.3.3 Proceso psicológico. Observando el proceso de nuestro conocer se muestra


cómo el entendimiento reduce la muchas experiencias a la unidad de una sola noción
o concepto, y cómo reduce los hechos particulares a un término universal, que
siendo uno, abarca los muchos individuos. De las sensaciones se saca lo universal o
científico que está en ellas como en potencia, el entendimiento con una fuerza de
discernimiento, ve en esas imágenes sensibles y mutables lo necesario y permanente.
En este proceso vemos que el entendimiento unifica, pasando de lo múltiple
sensible a lo uno, estabiliza, reduciendo lo móvil a lo inmutable y desmaterializa,
prescindiendo de lo particular e individual, para formular lo general. A esta acción
del entendimiento se le llama abstracción.

El mecanismo psicológico de este proceso con el que se forma el concepto universal


lo explica Aristóteles con la metáfora de la iluminación, dada por el entendimiento
a las impresiones sensibles con la que estas se hacen inteligible: “ es en cierta
manera una virtualidad parecida a la luz; porque la luz en cierto sentido, convierte
los colores, que no existen más que en potencia, en colores en realidad. Lo mismo
sucede con la inteligencia, que está separada, que no está mezclada con otra cosa y
que por esencia es en acto”.

Con dicha luz la sensación se convierte en idea universal representativa de la


esencia de la cosa. las ideas, pues, no son formas separadas, como Platón hizo que
se entendiera su teoría, ni tampoco son construcciones arbitrarias de nuestra mente;

66
ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

son un producto elaborado por el entendimiento, pero en íntima colaboración con


la experiencia sensible.

En cuanto es un concepto aplicable a muchos y conocido como tal, tiene valor


lógico. En cuanto ha sido sacado de las cosas individualmente existentes, que lo
realizan y se identifican realmente con él tiene un valor ontológico. En cuanto
designa en esa realidad física algo que ha sido abstraído de ella y que se refiere a lo
absoluto, esencial y necesario de la cosa, tiene un valor metafísico. De este modo
tenemos una ciencia realista, justificada plenamente, pues los elementos con que
opera, los conceptos universales, ni son manera de unificar mentalmente, ni
montones de cosas individuales y contingentes, sino que salen iluminadas por el
entendimiento cuando éste actúa empleando el orden lógico en el físico.

Porque el entendimiento no es mero espejo pasivo en el que se reflejen las ideas,


sino que actúa en su formación, se le llama agente o creador o “artista”, pues saca
de las sensaciones que son como el material, las ideas o formas. De esta suerte,
Aristóteles, demuestra que el entendimiento es un proceso activo y no una copia
fotográfica muerta.

Para Aristóteles la abstracción es una acción del entendimiento con la que se revela
o ilumina una forma que está ahí y que mediante el proceso vital asimilativo de ella
con la mente, ésta toma posesión de tal forma en cuanto es lo esencial que se realiza
en otros individuos, y la entiende como universal y necesaria. Basado en la realidad
el entendimiento agente forma esa idea, y entonces el entendimiento posible, la
utiliza científicamente haciendo que ella sea conocida, en cuanto es aplicable a
muchos otros. Este último proceso como veremos se explica por la inducción.

Todo el problema se soluciona mostrando que la acción abstractiva del


entendimiento agente no es una simple elaboración psicológica en la que se fusionan
o sutilizan las impresiones sensibles sin decir nada del ser. La acción abstractiva del
entendimiento es captar la estructura del ser (la ida o forma), o sea, en mente
platónica, la noción o concepto de la esencia, la última explicación del ser, como se
nos dirá en la metafísica. Así pues, el entendimiento, sin tener que compara siempre
los individuos aprehende en una iluminación la esencia universal, por consiguiente
la abstracción para Aristóteles está obtenida intuitivamente.
1.8.3.4 Proceso lógico. En el proceso Psicológico se mostró cómo queda
constituido el concepto universal o científico; en esta segunda fase Aristóteles da un
paso más para mostrar cómo se utilizan esos conceptos, a la vez que se explica y
justifica el tránsito de la simple posesión de esas ideas a su aplicación a muchas
cosas. Se nos va a mostrar, no ya psicológica sino lógicamente, cómo se obtienen

67
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

esos conceptos universales, que constituyen la ciencia. Aristóteles lo hace de dos


maneras: La inducción y la deducción.

La inducción. La experiencia sensible, que nos da solamente la existencia de la


cosa o el hecho mismo, no explica qué es ella ni por qué; de ahí que este
conocimiento no sea necesario ni universal, sin embargo si la ciencia prescindiera de
la experiencia, sus conocimientos no serían objetivos, no corresponderían a las
cosas.

La inducción explica precisamente cómo, partiendo de la experiencia contingente y


particular, se llega a un conocimiento necesario y universal; ella es la vía que
conduce de casos singulares a la noción universal.

La deducción. O demostración. Saber científicamente es conocer las cosas en su


esencia o por sus causas, es decir, conocer la necesidad en virtud de la cual un
predicado pertenece por sí al sujeto. Se consigue tal conocimiento con el silogismo
demostrativo que hace del término medio la causa por la que el predicado de la
conclusión se atribuye al sujeto Ej. Todos los hombres son mortales
Sócrates es hombre
Luego Sócrates es mortal.

La eficacia de esta prueba consiste pues, en la afirmación de que el ser de Sócrates


está contenido y afirmado en el ser hombre. Este silogismo me hace ver que aquello
que yo quiero fundar (Sócrates es mortal) está contenido en su fundamento mismo
(en ser hombre) y que el proceso del silogismo consiste en hacer ver que el término
menor (Sócrates) está contenido en el término medio (hombre) y éste a su vez en el
término mayor (mortal).

No olvidemos que la verdadera demostración científica se basa en la esencia, es


decir, penetra en el por qué de las cosas mostrando su esencia, a diferencia de la otra
demostración que apela simplemente al que, o sea, a la existencia de un hecho sin
mostrar antes su por qué. Esta misma visión hace que la ciencia sea una búsqueda
del saber mismo o de la verdad por sí misma, a diferencia de la técnica que busca la
utilidad y en función de ésta, la verdad.

1.8.3.5 Conclusión. En Aristóteles la experiencia sirve de punto de partida para el


conocimiento y ella le traza las leyes; al mismo tiempo, el pensar trasciende eso
empírico y contingente para llegar a lo necesario y absoluto, al campo de la ciencia
verdadera. El ser o lo real rige con sus leyes al pensar o a lo ideal. De manera
exhaustiva Aristóteles estudia en su integridad el proceso del conocimiento:

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analiza en su aspecto formal cada uno de los elementos que constituye el pensar
humano, a saber, el concepto, el juicio y el raciocinio; a su vez demuestra el
contenido de cada uno de esos elementos, en una palabra la verdad, mostrando el
por qué o las últimas razones de cada afirmación. Así queda demostrado que
nuestro entendimiento es capaz de conocer la verdad al mismo tiempo que se traza,
hasta en sus más mínimos detalles, el camino para adquirirla. (VELEZ CORREA,
Jaime. Historia de la filosofía antigua y medieval. p 159 – 171)

1.8.4 La Metafísica. Aristóteles ha distinguido las ciencias en tres grandes grupos:


Teoréticas, prácticas y poéticas. Las Teoréticas: las que buscan el saber por sí
mismo. Prácticas: Ciencias que buscan el saber para alcanzar a través de él la
perfección moral. Poéticas: O productivas, ciencias que buscan el saber, con el fin
de producir determinados objetos. Las más altas en dignidad y valor son las
primeras y están constituidas por la Metafísica y la Física, la Matemática. La Física:
Está situada en el primer grado de inteligibilidad y tiene por objeto las cualidades
sensibles de los cuerpos, a ella se asimilan la biología y la psicología. La
Matemática: está colocada en segundo grado de inteligibilidad y tiene por objeto la
cantidad como tal. La Metafísica: se mueve en el tercer grado de inteligibilidad y
tiene por objeto el Ser en cuanto ser.

Aristóteles recuerda que las ciencias en general investigan regiones particulares del
ser, en cambio la filosofía primera trata del ser en general, del ser que se encuentra
en todo, del ser en cuanto ser. La filosofía primera investiga todo cuanto a este ser
en general le corresponde como: atributos y como causas de él. Se le llama filosofía
primera por tratar de lo más universal, por ser el fundamento de todas las ciencias,
por tener como objeto al ser por excelencia y porque es la ciencia de las primeras
causas.
La metafísica de Aristóteles es un genial esfuerzo por dar solución al problema del
ser planteado desde Parménides. Contra el monismo de los Eleatas Aristóteles
introduce dos clases de seres: la sustancia y el accidente. Contra el inmovilismo de
Parménides establece su teoría de acto y potencia. Contra el concepto unívoco de
ser de Parménides opone Aristóteles el concepto analógico: “el ente y el uno se
dicen de muchas maneras”. De ahí concluye que todos los seres excepto el motor
inmóvil son móviles y nada impide que haya muchos seres. Contra el movilismo de
Heráclito afirma la permanencia e inmutabilidad de las esencias, pero admite el
movimiento en los seres particulares. Contra el pluralismo idealista de Platón,
afirma que no hay dos mundos ontológicamente distintos, sino que el de las esencias
o metafísico está realmente identificado con el de las cosas particulares o físico.

1.8.4.1 Qué cosa es la Metafísica? Es de aclarar que el término, “Metafísica”, que


determina aquello que está más allá de la física, no es término Aristotélico. Tomo el

69
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

nombre de “metafísica” porque el compilador de las obras aristotélicas, Andrónico


de Rodas, en el año 70 a. C, colocó los escritos sobre filosofía primera “después
de la física”. Aristóteles apelaba el término “filosofía primera” o también teología
en oposición a la filosofía segunda o física, en efecto la filosofía primera es la
ciencia que se ocupa de las realidades que se encuentran más allá de lo físico. Fue
denominado como metafísica todo tentativo del pensamiento humano de ir más allá
del mundo empírico para alcanzar una realidad meta empírica.

Las definiciones que Aristóteles da acerca de la metafísica son cuatro: 1 “La


metafísica investiga las causas y los principios primeros y supremos”, 2 “La
metafísica investiga el Ser en cuanto ser”. 3 La metafísica investiga la sustancia”, 4
La metafísica investiga a dios y la substancia supra sensible”.

Estas cuatro definiciones aristotélicas de Metafísica no sólo están en armonía con la


tradición filosófica que precede al Estagirita, sino que están en perfecta armonía
con ellas. La una lleva estructuralmente a la otra y cada una a todas las demás en
perfecta unidad. En efecto quien busca las causas y principios primeros y por
necesidad debe encontrar a dios, porque dios es la causa y el principio primero por
excelencia. Preguntarse qué es el Ser, quiere decir preguntarse si existe solamente
el ser sensible, o también un ser Suprasensible o Divino; y también el problema qué
cosa es la Sustancia implica también el problema de cuales tipos de sustancia
existen, si sólo las sensibles o también Suprasensible y divinas, vemos como todos
éstos cuestionamientos terminan también en el cuestionamiento de lo divino, es
decir, en un problema teológico.

Para Aristóteles la metafísica es la ciencia más alta, precisamente porque no está


ligada a las necesidades materiales. La metafísica no es una ciencia destinada a un
objeto práctico o empírico. Las demás ciencias no valen en sí y por sí, mientras que
la metafísica es una ciencia que vale en sí y por sí, porque tiene en sí misma su
cuerpo y en tal sentido es ciencia libre por excelencia, decir esto significa afirmar
que la metafísica responde no a necesidades materiales y particulares, sino
trascendentes, o sea aquella necesidad que nace cuando se han satisfecho las
necesidades físicas. La necesidad es el conocimiento de la verdad, la radical
necesidad de responder a los “por qué” y en particular al “por qué último”. Por esto
Aristóteles escribe: “Todas las ciencias serán más necesarias a los hombres pero
superiores a esta ninguna”.

1.8.4.2 El ser. Ya hemos dicho que Aristóteles define la metafísica como “la
ciencia que considera el Ser en cuanto Ser y las propiedades que le competen en
cuanto tal”. Esta no se identifica con ninguna de las ciencias particulares: a
propósito, ninguna de las otras ciencias, considera el ser en cuanto ser universal sino

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como una parte de la totalidad. La metafísica, de acuerdo con ésta afirmación se


ocupa del ser en su totalidad, mientras las ciencias particulares consideran sólo
partes de él.

Pero qué cosa es el Ser? Parménides y los Eleáticos lo habían entendido como
Unívoco y la univocidad comporta también la unicidad. Platón había alcanzado un
avance introduciendo el concepto de no ser como diverso que permitía justificar la
multiplicidad de los seres inteligibles. Pero Platón no tuvo el coraje de incluir en la
esfera del ser al mundo sensible que decidió colocarlo en un estado intermedio entre
ser y no ser.

Ahora Aristóteles introduce la gran reforma que supera la visión anterior sobre el
ser. El Ser no tiene un sólo significado sino muchos. Todo aquello que no es pura
nada está en la esfera del ser, sea ésta una realidad sensible o un realidad inteligible.

La metafísica o ciencia del ser en cuanto tal debe mostrar qué significa ese concepto
de ser, el más familiar de todos”, el concepto sabemos explica lo esencial, lo real, lo
Ontico, se trata de averiguar como se realiza en el plano Ontológico el concepto de
ser, o sea, cómo se encuentra éste en los entes. La respuesta se dirige contra
Parménides: el ser no es unívoco sino análogo. El ser se toma en muchas
acepciones, pero siempre por relación a un término único, a una naturaleza. No es
un simple concepto equívoco (gato animal, gato herramienta) sino que así como
todo lo que es sano se refiere a la salud, así también el ser se toma en múltiples
acepciones, pero en cada una de ellas toda denominación se hace por relación a un
principio.

El concepto ser lo aplicamos a muchos: José es ser, la esencia del hombre es ser. La
sabiduría, la belleza, la bondad son ser. Aristóteles nos dice que este concepto ser
no lo aplicamos en un sentido perfectamente igual (unívoco), ni en sentido
totalmente diverso (equívoco), sino que lo tomamos en sentido análogo, es decir,
aunque hay cierta diversidad en el significado, sin embargo se da un sentido
originario y propio al que todos los demás menos propios se refieren . así pues el
concepto de ser tiene diversos sentidos que responden a multitud de modos distintos
de seres existentes reales.

1.8.4.3 La sustancia en general

1.8.4.3.1 La sustancia es el ser en cuanto tal. Indicar la sustancia de una cosa no


es más que indicar el ser propio de ella. La metafísica ciencia del ser en cuanto ser,
será la ciencia de la sustancia en cuanto sustancia. Los accidentes se dicen ser en
sentido derivado y secundario por cuanto son de la sustancia. En resumen toda la

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

metafísica general o tratado del ser en cuanto tal, se reduce a estudiar la sustancia en
sí, en su devenir, en su obrar, en sus causas.

1.8.4.3.2 La sustancia en sí. Si para Platón el mundo de las ideas era la realidad
central de la metafísica, la sustancia lo es para Aristóteles y así lo afirma él: “lo que
desde hace tiempo y aún ahora y siempre, hemos buscado, lo que siempre será
problema para nosotros: qué es el ser?; significa esto ¿qué cosa es la sustancia?
Todas las demás teorías sobre la causalidad, la potencia y acto etc. no serán sino
aclaraciones del concepto sustancia, que como ya se dijo es el ser.

Según Aristóteles el se es la esencia o forma determinada, lo concreto, la sustancia.


La sustancia es el ser del ser, el principio por el cual el ser es necesariamente tal:
“aquello que antes que todo es ser y no un determinado ser sin más, absolutamente,
eso será la sustancia.

De acá sale una doble función de la sustancia:

Es la esencia del ser aquello en que se determina y limita la necesidad del ser, por
eso ella es un ser determinado.

Es el ser de la esencia, o sea, aquella necesidad que determina y limita al ser, de ahí
que la esencia se diga primariamente de la sustancia y secundariamente de los
accidentes; de ella se dice el ser primariamente porque existe por sí misma y en sí
misma separadamente de cualquier otra, a diferencia de los accidentes , que existen
siempre unidos al sujeto; en ella como en algo real se sustentan las demás categorías
accidentales, entendiendo la sustancia como el ser primero o esencia primera, lo que
existe en sí y por sí y no en otro. La sustancia es el ser auténtico, es la esencia del
ser, y el ser de la esencia, o sea, la esencia necesaria.

1.8.4.3.3 Propiedades de la sustancia. Ella es lo que no “es afirmado del sujeto,


ni en un sujeto” ella, pues, permaneciendo la misma, puede recibir accidentes
contrarios, pues un sujeto sustancial puede ser primero blanco y después negro. Ella
no es ni más ni menos de lo que es por sí misma, no tiene contrario, es decir, no
puede cambiar.

1.8.4.3.4 División de las sustancias. La sustancia es:

 simple o inmóvil (Dios)

 compuesta viviente

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No viviente

Estos modos de ser la sustancia se reducen a dos: sustancia primera o individual y


sustancia segunda o universal. Así nos colocamos en el centro mismo de la
metafísica de Aristóteles que estudia al ser o sustancia en los dos ordenes aludidos
varias veces: el orden físico y el orden metafísico.

1.8.4.3.4.1 La sustancia primera. El ser real el ente existente, es la realidad


concreta ofrecida a los sentidos, aquello que no se dice de un sustrato, ni está
contenido en él, lo que siempre es sujeto y no predicado, esta es la sustancia
individual llamada primaria porque expresa el sentido originario y primordial del
ser. Las razones por las que se afirma la sustancia primera como la realidad
primordial y originaria son las siguientes: Cuando se nos pregunta por la esencia de
una cosa, respondemos con una realidad concreta: este hombre, este trozo de
mármol, no con una nota abstracta o genérica: un hombre.

La sustancia primera es, pues, el ser de la esencia, el principio que confiere a la


naturaleza propia de una cosa su existencia concreta al identificarse la esencia con
su realidad determinada. Además la sustancia primera es el último sujeto de
nuestros juicios, que aunque sean científicos y tengan por sujeto un universal, este
no tiene valor sino en cuanto abstraído del individuo o sustancia primera

Cuando Aristóteles encuentra que la sustancia es el ser que existe en sí y por sí no


investiga el fundamento último o principio de ese ser, sino su forma de ser.

Si los accidentes están en la sustancia, hemos de entender una relación íntima de


ellos con el ser, es decir, con la sustancia, pues a ella se refieren como al ser
originario y primordial. Por consiguiente si nosotros no vemos directamente la
sustancia sino los accidentes y si no llevamos nuestra observación científica sino a
los acaeceres accidentales de la sustancia, sin embargo por esa íntima relación de
éstos con aquélla, podemos llegar en nuestra especulación hasta la sustancia y
formular juicios científicos precisamente por esa conexión que tienen estos con ella
en el fondo mismo del ser concreto.

Accidente significa “lo que acompaña al sujeto, sustrato o sustancia”, es decir, “lo
que va junto”, pues no existe el color del caballo y aunque el color puede cambiar
hay un sustrato que permanece que es la sustancia. En este último sentido la
sustancia designa la esencia del ser, lo que una cosa es, independiente y distinto de
los accidentes.

73
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

1.8.4.3.4.1 La sustancia segunda. Decíamos que la sustancia primera equivale al


ser de la esencia, realidad primordial y necesaria, en cambio la sustancia segunda es
considerada como principio de necesidad del ser, esencia del ser en cuanto su
racionalidad necesaria, su fundamento metafísico. La primera consideraba al ser en
su plano físico, mientras que la segunda se situará en el plano metafísico.

1.8.4.4 Las cuatro causas. Hemos dicho que la metafísica es en primer lugar,
presentada por Aristóteles como “búsqueda de las causa primeras”. Debemos
pues establecer cuáles y cuantas son éstas “causas”. Dice Aristóteles que en
número deben ser finitas y ha establecido que por cuanto se refiere al mundo del
devenir se reducen a la siguientes: Formal, Material, Eficiente, Final.

Las dos primeras se refieren a la forma o esencia o la materia que constituyen todas
las cosas, las dos últimas la eficiente o motriz hacer referencia a quien genera y la
final, al fin u objeto al cual tiende al devenir del hombre.

El mismo Aristóteles afirma que éstas causas ya habían sido descubiertas por los
filósofos anteriores, claro está de forma incompleta e individual, nadie antes que él
las había enumerado y ordenado satisfactoriamente. Tales y los primeros filósofos
Griegos se ocuparon de la causa material al tratar de describir el sustrato último de
las cosas, el principio ingenerado e indestructible del que provienen y en el que se
diluyen todos los objetos particulares. Sin embargo surge una pregunta Por qué
sucedía esto?, cuál es la fuente del movimiento, en virtud del cual se generan y se
corrompen las cosas?.

Debe existir en el mundo una causa del devenir, un tipo de causa distinto de lo
material, a esto tratan de responder Empédocles y Anaxágoras. Este último
comprendió que ningún elemento material puede ser la razón suficiente de que los
objetos materiales manifiesten bondad y belleza, fuerza exterior y superior a la
mezcla de las Homeomerias. Sin embargo su explicación y el empleo del “Nous”
no resultan muy satisfactoria para Aristóteles y llega a decir que se sirve de él como
de una capa para cubrir su ignorancia. Empédocles colocó al odio y al amor como
aquella fuerza distinta al mundo material que llevaba a formación y aparición de las
cosas materiales. Así éstos habían logrado descubrir dos causas: La material y la
originante del movimiento, pero no habían puesto en juego sistemáticamente sus
concepciones.

Después viene Platón que desarrolló la teoría de las ideas poniendo a éstas que son
la causa de la esencia de las cosas, a parte de las cosas, así Platón según Aristóteles
se valió de dos causas “la de la esencia (forma) y la causa material”. La causa final
no fue tratada explícitamente por los filósofos anteriores; sin embargo parece que

74
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Aristóteles no fue justo con su maestro ya que él en el Timeo introduce el concepto


de Demiurgo que hace de causa eficiente y se encuentra en él en la idea suprema de
bien una doctrina de la finalidad ya que hacia allá se debe tender.

1.8.4.4.1 Principios intrínsecos: materia y forma. Se trata de una de las


concepciones más fundamentales del Aristotelismo, la sustancia como síntesis de
materia y forma, de potencia y acto. La sustancia primera o ser concreto y separado
es una idea encarnada en materia.

La materia es aquel fondo oscuro, imperfecto, indeterminado e incognoscible, lo


potencial.

La forma: es lo distinto, perfecto, determinado y cognoscible, lo que determina o


actualiza. Estos son los principios intrínsecos de la Sustancia, o ser mismo. Entre
estos dos principios del ser hay una relación esencial, pues la materia sólo se
conoce mediante la relación con la forma y como análogo secundario de ella (causa
intrínseca).

Materia y forma dos principios metafísicos que no se conocen por los sentidos y
que hacen inteligible al ser sensible o sustancia. Escapan a todo instrumento que
mida o cuantifique; el entendimiento es el único instrumento con que los
descubrimos. Mientras que el conjunto de materia y forma, si puede ser
comprobada por la experiencia.

Aclaremos entonces, que para Aristóteles viene a ser la esencia, de la sustancia


sensible, mientras que la materia es el soporte de la forma, pues en el seno de ella se
suceden las formas contrarias que constituyen el cambio de su sustancia. La materia
es el sustrato permanente, indeterminado que no puede existir separado de la forma.
No es pasiva, se puede decir en cierta manera, que aspira a la forma. Materia, pues
consiste en aquello inferior a la forma dentro de la escala de los seres.

Es muy útil saber cómo Aristóteles descubrió esos dos elementos o principios en la
sustancia.: Platón con su teoría de la participación no explica el problema clave, cuál
es el vínculo entre el mundo sensible, es decir, de las cosas y el mundo de las ideas,
que era el principio de inteligibilidad. Aristóteles nos dijo en la lógica que ese
vínculo estaba en la causalidad, pues saber consistía en conocer el por qué de las
cosas. Se trata pues de saber las últimas causas o principios intrínsecos de la
sustancia sensible.

75
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

Ahora para Aristóteles esos principios intrínsecos son la materia y la forma. Entre
las dos partes la que es primera y principal es la forma que determina la esencia
de la sustancia, por consiguiente hacia ella se orienta el devenir, no como a simple
término del proceso, sino como a algo que desde el principio determina el proceso;
la forma, pues, es como el alma del acontecer de las cosas.

El segundo principio intrínseco es la materia, que es el soporte de la forma, pues en


el seno de ella se suceden las formas contrarias que constituyen el cambio de la
sustancia. La materia es el sustrato permanente, indeterminado, que no puede
existir separado de la forma. Esta potencialidad de la materia que es pura
indeterminación susceptible de determinaciones, no significa una simple posibilidad
pasiva, sino que es potencia hacia algo preformado en cierto sentido. Así podemos
decir que la materia en cierta manera aspira a la forma, en tanto que como potencia
es una forma incompleta, un acto imperfecto, o sea algo esencialmente relativo, de
suerte que lo que es materia respecto a una forma más determinada (ladrillo respecto
a la casa), puede ser forma respecto a una cosa más indeterminada (ladrillo respecto
a barro). Materia, pues consiste en aquello inferior a la forma dentro de la escala de
los seres.

Aristóteles hace una distinción clara entre: materia primera y materia segunda. La
materia primera no se puede designar ni como sustancia, ni como cantidad; es la
absoluta indeterminación lo indiferenciado el sustrato de sustancia, carente de toda
forma, pero capaz de toda determinación, sin embargo no podemos tenerla como un
no ser absoluto, como la carencia total de positividad, pues entonces sería nada no
es sustancia, ni se le puede considerar como ser físico. Es principio metafísico.

La materia segunda es la sustancia, por ejemplo un bloque de mármol, que está en


potencia accidental, con respecto a una forma accidental, la de estatua, ya que ésta
no cambia en nada la sustancia mármol.

La materia prima es la absoluta privación de forma, lo indeterminado e


incognoscible, no es sustancia, ni se la puede considerar como un ser físico, es
principio metafísico, punto en que cesa la realidad del ser y su inteligibilidad.

La forma es algo universal, sustancia segunda y por el hecho de ser introducida a


lo sensible se concreta o individualiza produciendo múltiples ejemplares de la
misma especie, numéricamente distintos. Volvamos a decir que ni la materia, ni la
forma existen separadamente sino en conjunto. La sustancia primera, que es
siempre individual, y ésta es la realidad primordial de donde deducimos lo universal;
ahora nos dice que conocemos lo individual mediante lo universal, porque lo
individual es indefinible e inexpresable.

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1.8.4.4 2 Principios extrínsecos: Eficiente y final. Aun no ha quedado explicado


el movimiento, pues en las causas intrínsecas, la formal y la material, no se da la
razón suficiente del tránsito del ser potencial al actual. Se requiere otro principio
no intrínseco al ser que cambia, sino extrínseco y este es la causa eficiente, porque
“todo lo que se mueve, necesariamente se mueve por otro”.

La causa eficiente del movimiento se explica por la causa formal. Aristóteles habla
de una causa formal perfecta, actual y acabada, que será el motor inmóvil y otra
imperfecta concebida como lo que comienza a ser, lo que está en vía, es incompleta
y se explica con la forma. Por eso la causa eficiente se define como forma y se
identifica con ella: “todo devenir emana de algo y por medio de algo y esto último
es idéntico con la forma. No se vaya a creer que esta forma está realizada ya; la
causa formal imperfecta por no tener aún esa forma, tiende hacia ella, pues no ha
logrado su fin. Por eso mismo en la causa formal perfecta o primer motor, que se
mueve sin ser movido, lo formal y lo dinámico se identifican perfectamente, son la
actualidad o sustancia.

La causa eficiente se explica mediante la forma, que es aquello que tiene o alcanza
su fin, así el fin es verdadero motor o agente, verdadera y última causa de todo
devenir. Como la causa eficiente se reducía a la forma, la causa final se reduce
también a la forma, pues el fin de que habla Aristóteles no es otra cosa que la
esencia, la forma o idea, ella subyace en todo movimiento de la naturaleza. El ser
activo de la sustancia es una consecuencia de su forma.

Toda la actividad de los seres se ordena al fin ya incluido en la esencia como un


comienzo o principio de su actuación. La forma es la causa del movimiento tanto en
sentido eficiente como en sentido final. La esencia es un haber sido hecho para
algo.

Tener en sí el término o el fin significa haber alcanzado cierta meta de perfección y


no poseerla completamente, pues tratamos de las sustancias móviles de la
naturaleza, es decir, de los entes. Se sigue de ahí que todos los seres llevan en su
esencia una referencia a otro. Ej., la madera al ebanista de esta suerte la naturaleza
aparece como una maravillosa trama, o tejido de seres que se relacionan
esencialmente entre sí.
1.8.4.4.3 El ser como acto y potencia. En la explicación del ser o sustancia, la
forma es lo primero u original, todas sus demás funciones se explicaban en relación
a la forma. Como causa formal la forma era el elemento determinante de la
sustancia, la esencia del ser; como actualidad activa era el agente o causa eficiente

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

de su cambio; como forma poseía imperfectamente el término y tendía a él como a


fin, por eso Aristóteles nos hablaba de la forma como acto.

El acto o forma se presenta como principio determinante y activo del ser, mientras
que su término correlativo la materia se presenta como el principio determinable,
receptivo de la acción, capaz de ser realizado, es decir, se presenta como
posibilidad o como potencia.

Acto y potencia son dos conceptos universalísimos pues le convienen al ser en


cuanto ser. Por ser conceptos primarios no se reducen a otros y sólo pueden
describirse por medio de ejemplos. “el acto, es respecto a un objeto el estado
opuesto a la potencia”.

El acto es el objeto mismo o ser ya hecho, acabado, perfecto, actualidad que puede
ser perfecta e imperfecta. Puede ser imperfecta cuando no posee perfectamente su
fin. Perfecta si está perfectamente actuada.

La potencia puede ser: posibilidad de producir un cambio en sí o en otros, (p.


Activa) es potencia con relación a la actuación o ejercicio de esa capacidad y no
indica imperfección o carencia de algo positivo, sino un no ejercicio de la acción.

Puede ser posibilidad de sufrir un cambio (p. Pasiva) es propia de la materia y


denota imperfección pues dice carencia de perfección o forma, carencia de acto. La
potencia pasiva puede ser a su vez: pura que es absoluta posibilidad o carencia de
toda forma y corresponde a la materia primera; mixta: la que ya ha recibido alguna
actuación y es capaz de ulterior actuación, esta es la materia segunda. Ej. La madera
que es capaz de recibir la forma de mesa.

La potencia de suyo implica imperfección e incluye referencia al acto, éste, en


cambio no dice tal relación. Sin embargo la potencia no es simple carencia de acto,
tiene una realidad propia, pues, la nada absoluta no puede ser sujeto o capacidad de
nada. Sin la potencialidad el movimiento y la acción serían imposibles. Con esta
teoría Aristóteles explica racionalmente el movimiento y la pluralidad de seres
escalonados jerárquicamente y toma una posición media entre Heráclito y
Parménides. Heráclito reducía todo a movimiento negando la permanencia del ser,
y Parménides negaba la posibilidad del movimiento y el cambio del ser: “el ser no
puede venir del ser que ya es, ni tampoco del no ser porque esto sería absurdo”.

Conciliando esto Aristóteles decía que en el ser en acto no se puede dar movimiento,
pues el acto ya posee la perfección o forma; mucho menos en el no ser absoluto o en
la nada, se puede dar movimiento. Pero entre estos dos extremos hay algo

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intermedio, el ser en potencia que es a la vez ser y no ser. Es ser, en cuanto la


potencia se halla como en su sujeto, en su ser existente, con capacidad para recibir
modificaciones intrínsecas y extrínsecas, y es no ser, en cuanto dicha potencia, si
no interviene la acción de un agente, no pasará a acto. Del mismo modo
entendemos la esencia del movimiento entre el ser y el no ser.

Distinción real entre acto y potencia. Se saca de la mutación de los seres físicos,
que no podrían cambiar si no tuvieran capacidad de cambio (potencia), la cual es
algo real, distinto del acto. El escultor no podría dar la forma de estatua si el
mármol no tuviera capacidad para ella, ni el maestro podría enseñar si el niño no
tuviera la capacidad para la ciencia, ni de la semilla podría salir la planta si ésta no
estuviera en potencia. Si la capacidad se identificara con la actualidad, el arquitecto
cuando no construyera habría perdido su capacidad, no sería arquitecto. Por tanto,
en todo ser físico mutable existe un doble principio real, un acto y una potencia.

Las relaciones entre el acto y la potencia son consecuencia de la teoría: el ser acto,
es anterior al ser en potencia, tanto lógica como ontológicamente. Lógicamente
porque la potencia no se entiende si no en relación con el acto que es su analogado
principal y se define con relación a él: la potencia de edificar se define por el acto o
edificación; éste se conoce primero que aquella.

Temporalmente porque aunque la semilla (potencia) es anterior a la planta (acto) y


la capacidad de ver anterior al acto de ver, con todo la semilla procede de una planta
y la capacidad de ver de un ojo que ve.

Metafísicamente el acto es antes que la potencia ya que lo que en el devenir es


último (la forma lograda) es sustancialmente antes: por Ej. El adulto es anterior al
muchacho y la planta a la semilla, en cuanto los primeros han realizado ya la forma
que los segundos no poseen.

Causalmente el acto precede a la potencia en cuanto el agente o causa eficiente


precede al devenir mismo, al movimiento.

Valorativamente el acto es mejor que la potencia, ya que ésta es posibilidad de dos


contrarios, por Ej. La potencia de estar sano es siempre potencia de estar enfermo,
en cambio el acto de estar sano excluye la enfermedad.

Teleológicamente hay prioridad del acto respecto de la potencia, porque la potencia


tiende a su fin que es el acto. Así pues lo perfecto es siempre anterior a lo
imperfecto, el acto a la potencia: “un acto precede siempre a otro, hasta que se llega
al primer acto del primer motor eterno”.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

1.8.4.5. La sustancia suprasensible. La teoría del acto y potencia, que nos mostró
el fundamento racional último del ser móvil o sustancia sensible nos conduce al
supremo principio y última explicación metafísica.

Explicábamos el movimiento y el cambio de las sustancias sensibles con aquella


implicación mutua de ser y no ser, de acto y de potencia, hasta comprobar que toda
realidad envolvía posibilidad y toda posibilidad realidad. En esta mutua referencia
de lo perfecto e imperfecto, llegamos a aquella materia prima, pura posibilidad o
potencia y procediendo con mentalidad platónica, quien afirmaba que todo lo
perfecto se apoya en lo imperfecto, hemos de llegar necesariamente a un acto puro,
es decir, no mezclado de materia o potencia, o sea una esencia o forma pura esta
forma ha de tener en todo su rigor aquella primacía que decíamos tiene el acto en
relación a la potencia y por eso ella será forma primera.

Aristóteles no se plantea el problema de esta forma primera desde el punto de vista


de la existencia de las sustancias, sino desde el de su movimiento o cambio,
buscando la causa última del movimiento concluye en la existencia de un ser
supremo y trascendente, causa del movimiento de las sustancias celestes y
terrestres. A ese ser supremo y trascendente lo va a llamar primer motor
inmóvil.

La demostración del primer motor inmóvil aparece en la física y después la


complementa y perfecciona en la metafísica. El libro VIII de la física establece la
eternidad del movimiento y del tiempo, argumenta que no todo está en
movimiento, ni todo en reposo, entonces formula el principio fundamental: “todo lo
que se mueve es movido por otro” y concluye en la necesidad de una causa primera
que puede ser o bien un motor inmóvil o bien uno que se mueva a sí mismo.

Defiende ahora que el primer motor debe ser inmóvil, eterno y único, que actúa
sobre un primer móvil, cuyo movimiento también es eterno, confirma que el primer
motor es causa del movimiento local y finalmente completa los caracteres del
primer motor diciendo, que es indivisible, inextenso y no compuesto de partes.
Todo esto lo descubre desde el mundo físico. Así descubre y concluye Aristóteles la
existencia de una sustancia que dentro de ese orden se constituye en primer motor.
Pero Aristóteles no se queda en el mundo físico, él va más allá y quiere demostrar
que ese primer motor inmóvil trasciende todo lo físico y esto lo hace en su
metafísica, por eso lejos de contradecirse la física se complementa con la metafísica.
Este argumento lo va a tratar en también en el libro XII de la “metafísica”.

Las bases de este razonamiento son:

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Todo devenir tiene causa fuera de sí, o sea, lo que pasa de potencia a acto lo hace en
virtud de otro ser actual, pues el acto precede a la potencia, no sólo lógicamente,
sino también ontológicamente, como ya vimos.

Una serie infinita de causas dependientes no da la razón o fundamento del


movimiento, además de que sería imposible recorrerla para llegar a la última causa o
razón.

El primer motor inmóvil es metafísicamente anterior por naturaleza, pues el


movimiento es eterno y por consiguiente la prioridad no es temporal sino metafísica
en cuanto fundamento y razón última del movimiento, no se trata de algo que actúa
mecánicamente, sino del apoyo o sostén ontológico del ser movido.

El primer motor no solo no es movido por otro, sino que debe ser inmóvil, es decir,
puro acto sin potencia, porque lo que posee solamente potencia de mover y no la
acción misma de mover, puede no mover; pero si el movimiento del cielo es
continuo, el motor de este movimiento no sólo debe ser eternamente activo, sino que
debe ser por naturaleza acto carente de potencia.

Naturaleza del primer motor inmóvil. Es ser trascendente, es decir, está más allá
del universo, del tiempo, del lugar y del vacío, pues el raciocinio así exigió su
prioridad como fundamento de ser. Por consiguiente la noción de ser le conviene al
motor inmóvil de modo especial, como a supremo fundamento del ser, ya que todos
los demás tienen potencialidad y necesitan de él que es pura actualidad, acto puro
que en sí tiene su plena razón de ser, necesario y eterno. “de este principio depende
cielo y tierra”.

Es pura forma, o sea no tiene materia y por consiguiente es la causa formal


perfecta o primera por tener completamente en sí su fin y no depender más que de sí
misma. Lo ya nos había dicho Platón del Sumo Bien, fundamento de todo cúspide
de las ideas en su función teleológica. Para el maestro de Aristóteles, la idea suma o
forma, el bien, era el fin al que tendía todo el ser, Aristóteles en su teoría del acto y
la potencia expresaba precisamente que lo imperfecto anhela y busca lo perfecto.
Siendo el motor inmóvil sustancia simple y en acto, es lo más inteligible, siendo
forma primera y perfecta, es lo más excelente y deseable por sí mismo, pues se
desea lo que se entiende como bueno.

Acto puro, por tanto excluye toda potencialidad, no sólo la materia, sino aun la
dependencia de ella. No ocupa lugar por no ser cuerpo, es inmutable y eterno ya

81
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

que no admite devenir de ninguna clase por carecer de toda potencialidad, por ser
acto o perfección absoluta.

Es único. Aunque Aristóteles admite para la explicación del movimiento de las


esferas a otras inteligencias o dioses que mueven las esferas sin ser movidos, sin
embargo todos esos seres son movidos por el primer motor. Con todo, el orden
cósmico conduce a nuestro filósofo a ver la naturaleza como algo unitario que debe
tener un solo señor.

Es interesante que descubramos cual es la naturaleza del motor inmóvil. Este


principio del cual depende cielo y tierra es vida, y qué vida? La más perfecta,
aquella que a nosotros es posible sólo por breve tiempo. La vida del puro
pensamiento; y él permanece siempre en ese estado de vida. Este pues es dios y qué
piensa dios? Lo más excelente y qué es lo más excelente? dios mismo, pues se
piensa a sí mismo, es actividad contemplativa de sí mismo; “es pensamiento de
pensamiento”. Dios pues es eterno, inmóvil, acto puro, falto de toda potencialidad y
de materia, vida espiritual y pensamiento de pensamiento, es sin partes e indivisible,
inalterable.

El motor inmóvil es una o múltiples sustancias? Esta sustancia es única. Pero


existen otras afines, pues cree que el motor inmóvil no basta para explicar el
movimiento de todas las esferas que él pensaba constituían el cielo. Además de la
esfera que mueve las estrellas fijas que tienen en efecto un movimiento
regularísimo; existen otras cincuenta y cinco esferas que se mueven con movimiento
diferente, estas esferas son movidas por inteligencias análogas al motor inmóvil,
inferiores a él y es una inferior a la otra.

Es esta una forma de politeísmo? Para Aristóteles así como para Platón y en
general para el pensamiento griego, la divinidad hace relación a múltiples y
diferentes realidades. La divinidad para los naturalistas incluía estructuralmente
muchos entes. Lo mismo vale para Platón. Análogamente para Aristóteles, divino
es el motor inmóvil, divinas son las sustancias suprasensibles inmóviles motrices de
los cielos y divina es también el alma intelectiva de los hombres; divino es todo
aquello que es eterno e incorruptible.

Aristóteles ha llamado explícitamente con el término dios en sentido estricto sólo el


primer motor. En él hay pues un monoteísmo exigencial más que efectivo al
colocarlo como único y de esta unicidad deducir también la unicidad del mundo. Es
muy importante que nos quede claro que el dios de Aristóteles no es creador.

82
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Cual es la relación entre el Motor Inmóvil o sustancia suprasensible con lo sensible?


dios se piensa a sí mismo pero no la realidad del mundo y los hombres singulares,
cosas imperfectas y mutables. Para Aristóteles es absurdo que la inteligencia divina
piense ciertas cosas, ella piensa aquello que es más divino y más digno de honor y el
objeto de su pensamiento es aquello que no cambia.

Esta limitación del dios Aristotélico depende en efecto del hecho que él no ha
creado el mundo, sino es más bien el mundo que, en cierto sentido se ha producido
tendiendo a dios, atraído por la perfección.

Otra limitación del dios Aristotélico es que él es objeto de amor pero no ama (sólo
se ama a sí mismo); los individuos no son objeto del amor de dios. Dios como no
puede conocer no puede amar a ningún hombre singular, es decir, que dios es objeto
de amor pero no sujeto de amor.

1.8.4.6. La sustancia física. El estudio del mundo natural que según Platón
corresponde a la esfera de la opinión, para Aristóteles se constituye en una ciencia
en el pleno sentido. Para Aristóteles todo en la naturaleza tiene su significado.

A este respecto Aristóteles afirma lo siguiente: “Las sustancias inferiores siendo


más o menos accesibles al conocimiento, adquieren superioridad sobre las demás en
el campo científico; y como están más cercanas a nosotros y son más conformes a
nuestra naturaleza su ciencia acaba por ser equivalente a la filosofía que estudia las
sustancias divinas. Esta tesis Aristotélica halla su sentido y su justificación en la
teoría de la sustancia, centro de su metafísica. Esta teoría demuestra que cada ser
posee en la sustancia que lo constituye el principio de su validez. Cada ser posee en
cuanto tal su propio valor, por esto es digno de consideración y de estudio, es decir,
puede ser objeto de ciencia.

En su investigación sobre el mundo físico, fijó sobre todo, su atención en el mundo


animal. Es importante que quede claro que para Aristóteles, la física, que es la
ciencia sobre el mundo físico, es una ciencia teorética, su objeto es el ser en
movimiento, constituido por materia y forma.

El movimiento que para Aristóteles es el paso de la potencia al acto y posee por


tanto un fin que es la forma que el movimiento tiende a realizar es de cuatro
especies: Movimiento sustancial, que viene a ser la generación o la corrupción;
movimiento cualitativo o cambio; movimiento cuantitativo, aumento o disminución;
movimiento local o movimiento propiamente dicho.

83
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

En el mundo que es único, finito y perfecto los elementos se disponen en esferas


concéntricas según el orden de su peso; en el centro la tierra, alrededor de esta la
esfera del agua; alrededor del agua la esfera del aire, alrededor del aire la esfera del
fuego y alrededor de este los cielos y los cuerpos celestes; cada uno de estos
elementos alejado de su esfera por un movimiento violento, tiende a volver a ella
con un movimiento natural, este principio explica todos los movimientos que se dan
en el mundo, así demuestra también el principio de unidad del mundo.

El mundo está todo ordenado según un fin, dice Aristóteles que la divinidad y la
naturaleza no hacen nada inútil. Aristóteles compara el orden del mundo al de un
buen ejército que tiene un buen jefe. La casualidad en sentido absoluto no existe.

1.8.5 La psicología, el alma. Una parte de la física es la que estudia el alma, el


alma pertenece a la física en cuanto es forma incorporada a la materia, las formas de
esta clase son estudiadas precisamente por la física. El alma es una sustancia que
informa y vivifica un determinado cuerpo. Es definida como el acto primero de un
cuerpo que tiene la vida en potencia.

Aristóteles distingue tres funciones fundamentales del alma: La función vegetativa,


es decir, la potencia nutritiva y reproductiva propia de todos los seres vivientes,
comenzando por las plantas. La función sensitiva que comprende la sensibilidad y
el movimiento y es propia de los animales y del hombre. Y la función intelectiva
propia exclusivamente del hombre.

Las funciones superiores pueden sustituir a las inferiores, pero no viceversa.


Además de los cinco sentidos específicos, hay un sensorio común que permite
distinguir las sensaciones proporcionadas por órganos diferentes Ej. Lo blanco de lo
dulce, así como cada sentido distingue lo que le atañe.

Hay que distinguir de los sentidos la imaginación, la que a la vez se distingue de la


ciencia que es siempre verdadera y de la opinión que es acompañada por la fe en la
realidad del objeto porque la imaginación carece de esta fe. La función de la
inteligencia es análoga a la de la sensibilidad. El alma intelectiva recibe las
imágenes, como los sentidos reciben las sensaciones, su misión es juzgarlas
verdaderas o falsas, buenas o malas, y según como las juzgue las aprueba o rechaza.
La inteligencia es pues la capacidad de juzgar las imágenes que los sentidos
proporcionan. El pensamiento no tiene nada que ver con la imaginación: Es el
juicio emitido sobre los objetos de la imaginación y los declara falsos o verdaderos.

1.8.6 La ética. Todo lo que se hace se hace con vistas a un fin que nos parece
bueno y deseable. El fin y el bien coinciden. Los fines de las actividades humanas

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son múltiples y algunos de ellos son deseados solamente en vista a fines superiores.
Sin embargo debe existir un bien supremo, que es deseado por sí mismo, que ha de
ser condición y medio para cualquier fin. Si los otros fines son bien, el fin supremo
es el bien supremo, del cual dependen todos los actos. Este fin supremo para
Aristóteles es la felicidad. La búsqueda y determinación de este fin es el objeto
primero y fundamental de la política.

¿En qué consiste la felicidad para el hombre? Se puede responder sólo si se


determina, cuál es la misión propia del hombre. Y la misión concreta del hombre no
es la vida vegetativa, que le es común con todas las plantas, ni la vida de los
sentidos que le es común con los animales, sino solamente la vida de la razón. Así
que el hombre sería feliz sólo en cuanto viva de acuerdo a la razón y esta vida es la
virtud. El placer va unido a la vida según la virtud. Los vienes exteriores como la
riqueza, la belleza el poder, pueden con su presencia facilitar la vida virtuosa, o
volverla más difícil con su ausencia, más no pueden determinarla, ella depende
solamente del hombre.

Puesto que en el hombre además de la parte racional del alma existe la parte
apetitiva, así hay dos virtudes fundamentales: La primera consiste en un ejercicio de
la razón, por lo cual es llamada intelectiva o racional. La otra consiste en el
dominio de la razón sobre los impulsos sensibles, que determina las buenas
costumbres y por eso se llama virtud moral

La virtud moral consiste en la capacidad de escoger justo medio adecuado a nuestra


naturaleza, tal como es determinado por la razón y como podría determinarlo el
sabio. El justo medio evita que se peque por exceso o por defecto. La capacidad de
elección es un poder que se perfecciona y refuerza en el ejercicio. El valor es el
justo medio entre la cobardía y la temeridad, determina lo que debemos o no temer.
La templanza que es el justo medio entre la intemperancia y la insensibilidad se
refiere al uso moderado de los placeres.

La virtud ética fundamental es la justicia a la cual dedica Aristóteles todo el libro de


la ética. La justicia como conformidad a las leyes no es una virtud particular, sino la
más perfecta e íntegra. La justicia tiene un sentido específico y es entonces
distributiva o cuantitativa.
La justicia distributiva es la que determina la distribución de los honores o del
dinero o de otros bienes que pueden ser divididos entre quienes pertenecen a la
misma comunidad. Estos bienes deben ser distribuidos según los méritos de cada
uno.

85
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

La justicia conmutativa se ocupa de los contratos que pueden ser voluntarios o


involuntarios. Los contratos voluntarios son la compra, la venta, el préstamo, el
depósito, el alquiler etc., entre los involuntarios: Fraudes, robo, maleficio, traición,
los falsos testimonios, los violentos como: Crimen, rapiña e injuria. La justicia
conmutativa es correctiva.

Sobre la justicia está fundada el derecho. Aristóteles distingue entre el derecho


privado y público, que se refiere a la vida social de los hombres en el estado. El
derecho público se divide en: Legítimo (positivo) el establecido en diferentes
estados; natural, que conserva su valor en cualquier lugar.

La virtud intelectiva o dianoética, es propia del alma racional comprende la ciencia,


el arte, la prudencia la sabiduría, la inteligencia. Mientras que la prudencia se
refiere a las cosas humanas y consiste en el juicio sobre la conveniencia,
oportunidad y utilidad, la sabiduría se refiere a las cosas más altas y universales.

Aristóteles dedica a la amistad los libros VIII y IX de la ética Nicomaquea. La


amistad es una virtud, o está muy unida a ella, es la cosa más necesaria de la vida.
Dice Aristóteles: “Nadie escogería vivir sin amigos, aunque estuviese provisto en
abundancia de los demás bienes”. Amistad son todas las relaciones de solidaridad y
de afecto entre los hombres. Estas relaciones se pueden fundar: En el placer, en la
utilidad o en el bien; las relaciones fundadas en el placer y en la utilidad son
superficiales, accidentales y decaen, mientras que la que se funda en el bien es
perfecta estable y firme.

En resumen La ética de Aristóteles es un bien humano moral. Para todos los


hombres el bien consiste en la felicidad. Algunos han creído que la felicidad radica
en el placer. Lo original de Aristóteles consiste en haber clarificado que el placer no
constituye la esencia de la felicidad, sino que es un efecto relacionado con ella. La
felicidad tampoco consiste, como creen otros en la virtud. La felicidad propiamente
habrá de consistir en el ejercicio de la potencia más noble del hombre, que es el
entendimiento, la felicidad consistirá entonces en la contemplación intelectual.
1.8.7 La política. El estado lo mismo que cualquier comunidad existe para un fin:
El bien supremo del hombre, su vida moral e intelectual. La familia es la base de
cualquier comunidad y cuando se unen varias familias buscando algo más que
necesidades diarias se origina la aldea. De la unión de varias aldeas en forma de una
comunidad mayor que se basta a sí misma surge la Ciudad Estado. Aristóteles dice
que el estado se diferencia de la familia y de la aldea no sólo cuantitativamente sino
también cualitativa y específicamente. Sólo en el estado el hombre puede vivir feliz
en el sentido pleno y como ese es el fin del hombre al estado ha de llamarse
sociedad natural. El hombre es un animal político por naturaleza. Dice Aristóteles

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que el que es incapaz de vivir en sociedad o el que no ve la sociedad como necesaria


por bastarse a sí mismo ese ha de ser o un bestia o un dios.

Su planteamiento estaba orientado hacia la Ciudad Estado griega, no a todo un


imperio pero aún así tenemos que decir que penetró en la esencia y funciones del
estado.

En su obra la Política habló de las relaciones amo, esclavo y la adquisición de la


riqueza. La esclavitud se basa en la naturaleza. “Desde el momento mismo de su
nacimiento, unos están destinados a la sujeción , otros a mandar es evidente que
unos hombres son por naturaleza libres y otros esclavos y que para estos la
esclavitud es a la vez conveniente y justa”. esta visión parece monstruosa, pero hay
que recordar que lo esencial de esta doctrina de Aristóteles es que los hombres se
diferencian por sus distintas capacidades intelectuales y físicas y están hechos por
tanto para ocupar distintas posiciones en la sociedad.

Que haya diferencias en las capacidades es un hecho de aceptar en la teoría


Aristotélica, pero lo que no podemos aceptar es la excesiva y rígida doctrina que
quiere establecer entre dos tipos de hombres y la tendencia a considerar la naturaleza
del esclavo como inferior en cierto modo a la humana. Aristóteles suaviza su teoría
diciendo que el amo no debe abusar de su autoridad ya que los intereses son
comunes para el amo y el esclavo, diciendo que los esclavos tienen la esperanza de
la emancipación.

Aristóteles criticó muchos elementos del estado ideal de Platón. No estaba de


acuerdo con la educación en común a los hijos de la clase de los guardianes,
basándose en que el hijo de todos no es hijo de nadie. “más vale ser auténticamente
sobrino que hijo platónico”.

Criticó también la noción de comunismo, diciendo que esto sólo originaría peleas e
indiferencias. El disfrutar la propiedad privada es una fuente de placer y de nada
sirve que Platón diga que el estado sería feliz si los guardianes llegaran a carecer de
esa fuente de dicha, pues la felicidad o la experimentan los individuos o no se
experimenta en absoluto. En cuanto a la riqueza comprende que hace falta no
igualar toda la propiedad, sino, más bien, educar a los ciudadanos de manera que no
deseen una riqueza excesiva y a los que sean capaces de tal educación impedirles
que adquieran bienes en exceso.

En cuanto al gobierno dice que todos los ciudadanos deberían participar


alternativamente en el gobierno y en el ser gobernados, y a todo ciudadano le
corresponde como mínimo derecho el de tomar parte en la asamblea y en la

87
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

administración de la justicia. Esto le llevó a excluir del derecho de ciudadanía a la


clase de los mecánicos y los artesanos que carecían del ocio necesario para aquellas
gestiones; otra razón es que el trabajo manual hace liberal al alma y la incapacita
para la verdadera virtud.

Aristóteles estudiaba los diversos tipos de constituciones, divide los gobiernos en


quienes procuran el interés común y aquellos que sólo se cuidan de su propio
interés: El de uno monarquía o despotismo, el de pocos, aristocracia u oligarquía; el
de todos, democracia.

En los libros VII y VIII de la política, expone Aristóteles sus opiniones positivas
acerca de cómo debería ser el estado y dice: el estado ha de ser lo suficientemente
grande para bastarse a sí mismo, pero no tan grande que se hagan impracticables en
él el orden y el buen gobierno.

Lo mismo se dirá de la extensión territorial del estado, no ha de ser ni tan pequeño


que haga imposible una vida de liberales ocios, ni tampoco tan grande que dé
incentivos al lujo. La ciudad no ha de aspirar a la mera riqueza, sino a importar lo
que necesita y a exportar lo que sobra.

Los ciudadanos. Los labradores y los artesanos son necesarios pero ellos no gozarán
de los derechos de los ciudadanos. Sólo la tercera clase, la de los guerreros, serán
ciudadanos en pleno sentido. Estos serán guerreros durante su juventud,
gobernantes o magistrados en su edad madura, y sacerdotes en la ancianidad. Cada
ciudadano poseerá un lote de tierra próximo a la ciudad y otro cerca de la frontera,
de modo que todos tengan algún interés en la defensa del estado. Esta tierra será
trabajada por los obreros no por los ciudadanos.

La educación: Aristóteles como Platón le daba mucha importancia, lo mismo que la


consideraba tarea propia del estado. La educación ha de empezar por el cuerpo, ya
que este y sus apetencias se desarrolla antes que el alma y sus facultades; pero al
cuerpo debe educársele con miras al alma y a los apetitos con miras a la razón. Así
pues la educación es ante todo una educación moral.

Como la política no se ha conservado en su totalidad, no podremos decir mucho


sobre la educación superior de los ciudadanos, pues lo concerniente a la educación
científica y filosófica se ha perdido. Es importante notar que para Aristóteles lo
mismo que para Platón existía una concepción noble sobre la educación.

Aunque a veces parezca que Aristóteles quisiera que se educase a los hombres tan
sólo para servir de ruedas o engranajes en la máquina del estado, no es así en

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realidad: Para él el fin del estado y el del ciudadano coinciden, no en el sentido de


que el individuo haya de ser absorbido enteramente por el estado, sino en cuanto el
estado prosperará sólo y cuando los ciudadanos sean individualmente buenos y estén
bien, cuando consigan su propio fin. La única garantía auténtica de la estabilidad y
de la prosperidad del estado es la bondad moral y la integridad de sus ciudadanos, y
a la inversa, solamente si el estado es bueno y si el sistema educativo es racional,
moral y sano llegarán a ser buenos los ciudadanos.

El individuo logra alcanzar su perfección que le es propia mediante los actos de su


vida concreta, que es una vida en la sociedad, es decir, en el estado; y la sociedad
alcanza su propio fin por la perfección de los miembros que la componen.

89
2 PERIODO HELENISTICORROMANO

2.1 ESCUELAS ETICAS

Este es prácticamente el último periodo de la filosofía griega, que va de finales del


siglo IV a. C., al IV d. De C., y más concretamente desde la muerte de Aristóteles
año 332 a C., hasta la caída del imperio Romano, año 476 d. C.

Grecia desde el año 336 aproximadamente es conquistada por Alejandro Magno y


pasa a ser una provincia del gran imperio macedónico y después del Imperio
Romano. Pero este gran gobernante que sigue conquistando oriente se propone
llevar “la cultura griega hasta los confines de su territorio”, este intento de
inculturación recibe el nombre de “Helenismo”, es decir, que en todos los territorios
y países conquistados la cultura griega se sincretizó con las culturas de cada región
enriqueciéndolas. Se establece así una nueva civilización, o “universalismo
cultural”, anticipación del “universalismo político” realizado por Roma, como
nueva cultura frente al Helenismo.

Durante este periodo decae el vigor especulativo de la filosofía griega, pero se


abren nuevos horizontes y surgen nuevas experiencias. La vieja “Polis” desaparece
y con ella la concepción política del viejo mundo griego. Nace una visión distinta
de la vida. Los prejuicios de la división entre bárbaros y griegos, entre libres y
esclavos, que tanta profundidad había alcanzado en el imperio griego , llegan a su
ocaso y el ideal político es suplantado por intereses individualistas.

Atenas ya no es el único centro de la cultura, junto a él surgen nuevos centros como


Pérgamo, en Asia Menor; Rodas; Antioquía; pero sobre todo Alejandría en Egipto,
que da nombre a una época de cultura llamada “edad Alejandrina”. De otra parte
en este nuevo momento de la historia y de la cultura el campo de la investigación se
extiende. Las ciencias particulares, de manera especial las matemáticas, la
astronomía y la geografía, que poco a poco se van constituyendo en ciencias
autónomas, alcanzan un gran desarrollo que influirá sobre toda la cultura posterior.

Toda esta situación de cambio lleva a un sentido de extravío y desorientación en la


que el griego ya no se abandona a la pura actividad científica, sino que pide a la
filosofía una regla para vivir feliz, de este modo se pone el problema moral en el
centro de la especulación filosófica y se atienden los otros problemas sólo por la
contribución que puedan aportar a la solución de lo ético. Este es el horizonte en el
que nacen las así llamadas “escuelas éticas”.
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2.1.1 El epicureísmo. Escuela fundada por Epicuro de Samos, quien vivió entre
los años 341 al 270 a. C., recibió una influencia especial de la filosofía de
Demócrito, fundó una escuela en Atenas que llamó “el jardín”. Su obra más
importante la tituló De la Naturaleza. La doctrina de Epicuro ha pasado a la
historia con mala fama. Es muy importante saber que la escuela originaria y en sí la
filosofía de Epicuro fue bien interesante y pocos hombres han sido tan moderados
como Epicuro. Después, como muchas veces sucede, algunos de sus seguidores
poco filósofos, degeneraron la doctrina en gozo vulgar de los sentidos.

Epicuro en su trabajo filosófico desarrolla tres aspectos importantes, ellos son: El


conocimiento lógico, la física y la ética.

El conocimiento lógico. Para él la investigación filosófica es un medio para la vida


práctica, para realizar el ideal de sabiduría, afirma que el conocimiento de las leyes
de la naturaleza nos libra del temor a los dioses y a la muerte y para lograr este
objetivo nos ayuda la física, así la lógica que da las reglas de la verdad obedece a un
fin práctico. Con Epicuro la filosofía y la ciencia, lo mismo que para los Estoicos,
se constituyen en medios para buscar la felicidad. Se dice que subordinar el conocer
al obrar es propio de las épocas de decadencia.

Para Epicuro todo conocimiento tiene su origen en la sensación, y como para él


todas las sensaciones son verdaderas, la sensación se constituye en el criterio de
la verdad. La sensación revela con evidencia inmediata su objeto y de la evidencia
de este no se puede dudar. Si una sensación fuese falsa, todas podrían ser falsas y
ya no tendríamos un criterio de verdad para vencer la duda. Este criterio no puede
ser dado por la razón, ya que el conocimiento racional es una derivación de las
sensaciones.
La doctrina del conocimiento Epicuro la presenta siguiendo el planteamiento de
Demócrito. Afirma que las imágenes se destacan de las cosas y entran en contacto
con los sentidos a través de los cuales se imprimen en el alma. El alma frente a las
sensaciones es absolutamente pasiva y tal pasividad garantiza la verdad de las
sensación. De la sensación se originan los conceptos por medio de la memoria: La
sensación repetida se imprime en la memoria y se fijan así los caracteres comunes a
las varias imágenes. La posibilidad del error comienza con el uso de la razón, es
decir, cuando por inducción de lo que hemos recibido pretendemos conocer aquello
de lo que todavía no hemos tenido sensación.. cuando la razón trata de interpretar
las sensaciones actuales o de anticipar los sucesos futuros, entonces es posible el
error.

La física. Ya dijimos que Epicuro construye su teoría de la naturaleza para fines


prácticos: Liberar a los hombres de la preocupación de los dioses y de ultratumba.

91
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

Y por lo tanto, excluye que el mundo sea de seres sobrenaturales: Es absurdo que
seres sobrenaturales y perfectos como los dioses cuiden de este mundo nuestro lleno
de males. Los dioses para Epicuro son seres inmortales y bienaventurados que
moran en los espacios vacíos puestos entre los mundos, lejos de las miserias de los
hombres y de las imperfecciones del mundo. Así Epicuro proyecta en la tranquila
bienaventuranza y serenidad de los dioses su ideal de vida. Los dioses son el
modelo del tipo de sabiduría epicura.

Para explicar el origen del mundo Epicuro se sirve del planteamiento mecanicista de
Demócrito. Por el choque de los átomos se producen en las diversas partes del
espacio innumerables mundos. Todos los mundos están destinados a perecer y
nuevos mundos nacerán del agregarse y disgregarse mecánico de los infinitos
átomos. El hombre es también un agregado de átomos, como cuerpo y como alma
compuesta ésta de átomos más finos y veloces , destinados a dispersarse con la
disgregación de los átomos del cuerpo. Así pues no cabe ninguna preocupación de
ultratumba, ni miedo alguno a un juicio divino después de la muerte. No hay una
justicia divina después de la muerte, como no hay una mente que ordene y sea
providente al desarrollo de las cosas.

La ética. Todos los seres vivientes tienden por naturaleza al único bien, el placer;
y huyen del mal, del dolor, con Aristipo discípulo de Sócrates y fundador de la
escuela de los cirenáicos (socráticos menores) concluye que el fin último de
nuestras acciones es el placer, pero a diferencia de Aristipo, Epicuro no pone el
bien en las singulares sensaciones agradables, sino más bien en un estado feliz
permanente del ánimo. Otra diferencia interesante está en que mientras para
Aristipo la felicidad consiste en el placer que sigue a una necesidad satisfecha, para
Epicuro la felicidad reside en no sentir necesidades, es decir, la felicidad no consiste
en el goce de placeres sino, sino en la ausencia de dolor, que es placer estable,
estado feliz permanente del ánimo o tranquilidad. Por esto Epicuro da gran
importancia a la prudencia, virtud fundamental para la selección de placeres y de
dolores, cálculo racional de lo que se debe desear o rehusar.

La prudencia es un sentido práctico al que debe uniformarse la voluntad, en tal


uniformidad consiste la virtud, que es la condición indispensable para la
tranquilidad del alma. Es sabio quien sabe moderar los deseos satisfaciendo los que
son naturales y necesarios, atendiendo poco a los que son naturales pero
innecesarios (comidas finas etc...) y descuidando los naturales e innecesarios
(honores, glorias, riqueza ...) los cuales turban la tranquilidad.

Entre los placeres el sabio debe preferir los del espíritu a los del cuerpo que son
momentáneos y no apartados de consecuencias dolorosas. En la ética epicúrea está

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vivo el sentido del dominio de sí mismo: es sabio el que es señor de las propias
pasiones. Para la consecución de la felicidad, además de la prudencia contribuyen
las otras virtudes: La templanza, contentarse con poco con lo que es natural y
necesario; la fortaleza, no temer a la muerte y soportar los dolores; la justicia, que
se funda sobre el recíproco interés y da a cada uno la seguridad externa y la paz del
alma.

Para Epicuro el estado es necesario para protegernos, pero es mejor huir de la


agitación de la vida política, sinembargo, no es necesario vivir en la soledad, porque
ésta da tristeza y miedo. Epicuro da gran importancia a la amistad, fundada sobre la
recíproca utilidad.

2.1 2 El Estoicismo. Escuela fundada por Zenón de Citio, quien nació en el año
324 a. de C. y se suicido en el año 262. Hacia el 300 enseñó en Atenas en un
pórtico (Stoa) de donde proviene el nombre de la escuela. Recibió una gran
influencia de Heráclito.

Sobre el conocimiento los Estoicos afirman lo siguiente : Para los estoicos el alma
humana es una tabula rasa sobre la cual las sensaciones imprimen los signos o
imágenes. La representación en efecto, es, o una impresión de las cosas sobre el
alma, o una alteración producida por las cosas en el alma. Al repetirse las imágenes
por medio de la memoria se finan los caracteres comunes y se anulan los
particulares. Las nociones generales se forman así : Unas por disposición general,
otras por reflexión. Sobre estas últimas se funda la ciencia como sistema de juicios
y de razonamientos. Ahora, cómo se obtienen estos ? De la percepción por medio
del silogismo se tienen las representaciones generales, las cuales forman las
convicciones comunes, que preceden al conocimiento científico. Sobre la
demostración rigurosa de los conceptos se funda la ciencia, sistema de convicciones
indudables.

Sobre la física o cosmología afirman, que el universo es un organismo viviente, que


tiene en sí mismo el principio de su ser y de su devenir. Según ellos el universo está
compuesto de un alma, la que as vez está constituída por fuego y aire, ella es el
elemento activo, es de naturaleza corpórea y penetra toda la materia, esta alma que
con Heráclito llaman fuego y que contiene en sí los gérmenes de todas las cosas, es
el dios de los Estoicos, inmanente al mundo (panteísmo). El obra en el mundo como
inteligencia y providencia y da al universo un orden armónico y providencial. Las
leyes de la naturaleza concatenan las cosas en una inflexible serie casual, a través de
la cual, por otra parte el universo realiza sus fines. El dios Estoico es, por lo tanto
necesidad y providencia.  Y por un cuerpo integrado por agua y tierra él es el
elemento pasivo.

93
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

El alma y el cuerpo del mundo derivan de la única substancia originaria, que es el


fuego, al que retorna. Cuando el ciclo del mundo se agote, entonces una
conflagración universal concluirá el gran año del universo y todo retornará a la
fuente divina. Después se iniciará un nuevo ciclo de existencia, que repetirá en todo
y por todos los sucesos del ciclo precedente (teoría del eterno retorno). También
nuestra alma chispa del Fuego divino, después de la disolución del cuerpo, morará
durante algún tiempo en la región supralunar, para confundirse después en la
inmensidad del Fuego divino.

Una vez admitido que el mundo y su devenir son regulados por un orden divino
necesario y providencial, los Estoicos sacan la consecuencia de que el mal en el
universo es irreal. El mal o atañe a las partes singulares y no al todo ; o es un
instrumento para conseguir el bien. La libertas, en cambio, queda comprometida en
la filosofía estoica. Si todo en el mundo es preestablecido por dios, si las leyes de
la naturaleza tienen la inevitable necesidad todo lo que en el universo suceda es un
anillo de la inmutable serie casual.

Recordemos que la ética, es decir, el aspecto moral fue el tema preferido por los
Estoicos. La actividad práctica del hombre debe respetar ese orden preestablecido y
uniformarse a él. La libertad consiste precisamente en uniformar la propia
voluntad a la divina Necesidad, en asentir al orden universal y no en una inútil
rebelión frente a él. Es libre quien se uniforma al orden de las cosas, quien
libremente obedece a lo que necesariamente sucede. El Logos debe disciplinar los
impulsos corpóreos y las pasiones y las pasiones de modo que éstas no trastornen el
orden racional del hombre por el que él es parte del universo. Vivir según la
naturaleza, vivir según la razón, vivir coherentemente consigo mismo, son fórmulas
que expresan la misma ley moral, en la misma línea sólida y coherente de conducta.

En actuar conforme a tales leyes consiste la virtud, que es felicidad y bien supremo.
El placer se une a la virtud, pero no la constituye. El único bien es la virtud, el
único mal es el vicio, todas las demás cosas : Riqueza o pobreza, salud o
enfermedad, honor o deshonor de incluso la muerte son indiferentes. Vivir según la
razón es triunfar sobre las pasiones. Es sabio quien sabe desnudar la pasión de lo
que tiene de seductora para convencerse de que el bien que promete es una ilusión.
Permanece esclavo de las pasiones aquel que yerra as juzgar que hace una falsa
valoración de lo bueno y de lo malo. Sólo es sabio quien considera la virtud como
bien y el vicio como mal y quien logra con un recto y constante uso de la razón,
dominar las pasiones y ser señor de sí mismo. En este dominio consiste la libertad
del sabio, el cual, cuando circunstancias que no dependen de su voluntad le impiden

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vivir conforme al ideal de la virtud , debe renunciar voluntariamente a la vida con el


suicidio.

El sabio sabe que todo lo que sucede debe suceder, y es un bien que suceda,
confiado en la bondad de la providencia divina. El sabio no pide que suceda lo que
él quiere, sino que quiere lo que sucede. Quien se comporta de un modo diferente
es un loco ; y los hombres para los estoicos se dividen en dos categorías : Los
sabios y los locos. Un abismo separa a ambos bandos. El sabio desde lo alto del
trono de la razón, mira orgulloso con desprecio cuantos esclavos de las pasiones se
afanan en conseguir bienes aparentes y en huir de dolores ilusorios.

2.1.3 El Escepticismo. Epicúreos y Estoicos consideraban la verdad como


instrumento de vida y el conocimiento como el medio típico para conseguir la
felicidad. pero subordinado el pensamiento a la acción y a la felicidad individual, es
decir, lo necesario a lo contingente, no podía tardar en afirmarse el escepticismo. Si
no hay ningún criterio de verdad la felicidad del hombre, fundada en la certeza del
conocimiento, no tiene ningún fundamento estable. El escepticismo es en realidad
expresión de una actitud de inseguridad intelectual, que en algunos casos, no impide
dar vigencia a los valores y preferencias morales o incluso creencias religiosas, por
más que se renuncie a darles un fundamento racional. Según los escépticos es
imposible conocer las cosas. No sabemos nada. Aún más ni siquiera sabemos eso,
que no sabemos nada. Si supiéramos eso ya sabríamos algo. Por tanto lo mejor es
callarse. No se puede hablar ni escribir. Este es el punto de vista de los escépticos.

Fue fundado por Pirrón de Elis, quien nació en el Peloponeso hacia el año 360 a. de
C. y murió en el 270 a. C. no escribió nada, su doctrina es conocida gracias a su
discípulo Timón.

El escepticismo surgió pujante después de Aristóteles, es decir, después del periodo


especulativo y metafísico, “como un sistema de agotamiento”. Los viejos
argumentos de los Sofistas son renovados por los Escépticos para demostrar que las
sensaciones varían de individuo a individuo y, en el mismo individuo, de un
momento a otro ; que las opiniones de la razón son opuestas y de igual fuerza y
valor y por consiguiente, se destruyen a la vez, dejando sin resolver todas las
cuestiones ; que el silogismo es un círculo vicioso, ya que en la premisa mayor se
presupone demostrada la conclusión. No queda más que una conclusión ; ya que no
podemos afirmar una cosa con preferencia a otra, es necesario suspender todo juicio
en torno a las cosas. El sabio no es el que uniforma las propias acciones conforme a
un criterio de verdad, del que siempre debe dudar con el consiguiente tormento del
pensamiento y turbación de su tranquilidad, sino es aquel que habiendo suspendido

95
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

todo juicio sobre las cosas, encuentra la tranquilidad de su conciencia en esta estasis
de su pensamiento.

A pesar de la “ duda universal” que el escepticismo contiene, Pirrón piensa que la


única solución al problema de la vida se halla en él. La felicidad es posible en
medio de esa duda : es cierto que nada sabemos de la verdad de las cosas, por lo
mismo no se justifica ni la “física de los Epicúreos”, ni la de los “ Estoicos” , las
normas morales no tienen ningún fundamento crítico. Entonces qué hacer ? Pirrón
pide abstenerse de toda especulación. Obrando así se obtiene una indiferencia
suprema y una calma inquebrantable, una imperturbabilidad serena. Efectivamente
la perturbación brota de la búsqueda de soluciones más o menos racionales :
Dudando de todo se vive en paz, en lo cual consiste la felicidad

Este escepticismo absoluto de Pirrón tiene como consecuencia la parálisis total de


toda actividad práctica. Pero la acción se venga y obliga al escéptico a reconocer
que en su escepticismo se halla siempre implícito un criterio de certeza.

2.1.4 El Eclecticismo. Eclecticismo quiere decir selección o escogencia, frente al


escepticismo no queda sino escoger, de los sistemas ya elaborados, un conjunto de
verdades que puedan guiar la vida. Podemos decir entonces que el Eclecticismo
surge entonces como exigencia de transición y fórmula de compromiso

Marco Tulio Cicerón quien vivió entre los años 106 al 43, grande y poderoso
orador es el representante típico del Eclecticismo. Sobre la certeza de los griegos
creó el lenguaje filosófico latino. Cicerón adoptó como criterio de certeza, el
consentimiento de todos los pueblos, por lo cual hay que admitir la existencia de
Dios y la inmortalidad del alma humana.

La moral de Cicerón es fundamentalmente estoica y antiepicureísta. Reconoce la


existencia de la ley natural en el hombre y como un hecho la ley positiva. La ley
natural proviene de la naturaleza y es por lo mismo, necesaria e inmutable, siendo
su fundamento último, la ley eterna de Dios. En cambio la ley positiva, proviene de
la autoridad del estado y puede variar según los diferentes pueblos.

2.2 PERIODO ALEJANDRINO

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Desde la muerte de Alejandro Magno y también de Aristóteles Grecia entra en un


proceso de decadencia. Se prepara así la dominación Romana. La filosofía no
avanza, por el contrario regresa nuevamente por razones políticas a Platón, a través
de las escuelas éticas que aparecen como luz ante las tinieblas de la crisis, para
buscar la felicidad humana y la solución a problemas morales. Más concretamente
tales reflexiones son desarrolladas por los Estoicos y Epicúreos.

Sin embargo en Alejandría, ciudad cultural fundada por Alejandro Magno, en el año
331 a. C., ubicada a la orilla nororiente del delta del río Nilo, se produce un
florecimiento de las ciencias o filosofías de la naturaleza. Allí se había concentrado
todo el saber obtenido asta el momento, se sistematiza y estructura de modo que se
convierte en el saber definitivo que recibe la edad media y que se conservaría y
trasmitiría hasta la revolución copernicana. No se busca cambiar la estructura
política y económica, pues no se luchaba contra el pueblo sino contra el poder, es
tanta la aceptación de la nueva propuesta política de Alejandro que en pocos años en
el nuevo imperio se fundan 70 Alejandrías, así se logra el equilibrio del mundo
oriental mediterráneo.

Alejandro fija la capital en Alejandría, (la que se constituirá en centro de cultura


científica y emporio de riqueza comercial), así quedaba unido definitivamente el
imperio persa, Egipto y el mundo griego en una sola entidad política. Se funda una
economía nueva y universal cuyo eje estaría en el mediterráneo oriental hacia el cual
convergieran todas las grandes vías de tráfico quedando incluso conectadas en esta
vía la India y Asiria central, permitiendo también las relaciones con Europa que se
conectaba al mediterráneo por los mares Egeo y Negro.

Así Alejandría de Egipto se va a constituir en el árbitro económico del mundo. Se


monta toda una organización fluvial y terrestre con importantes centros y ciudades
comerciales situadas cerca del mar.. Alejandro rescata la política de la valoración
del campo, por eso se buscó la mejora de cultivos, el ordenamiento de los cursos
fluviales, la apertura de canales y riegos. Este es el proyecto de Alejandro en cuanto
a lo económico.

97
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

En cuanto a lo político social. Esa agrupación del mundo en un nuevo sistema


económico va acompañado por una política de cosmopolitismo imperial. Alejandro
políticamente busco crear un clima nuevo mediante la destrucción de sentimientos
nacionales por eso favoreció la mezcla de razas, para lo cual él mismo dio ejemplo
con sus esposas, practicó una política de tolerancia religiosa y de respeto a las
tradiciones religiosas.

El comercio había hecho del griego la lengua internacional, por eso Alejandro la
declara como la lengua oficial del imperio. La compenetración económica, debía ir
acompañada por una compenetración moral bajo un doble aspecto:

Se vería extender sobre el mundo griego la teoría Egipcia de la monarquía de


derecho divino, mientras que las doctrinas griegas se propagarían rápidamente por
todo el oriente mediterráneo. Hasta el Siglo IV, Grecia no ejercía en su derredor
aparte de la difusión dada a su idioma por el comercio más que una acción
restringida. Después de Alejandro la cultura griega parte a la conquista del mundo
aprestándose a convertirse paralelamente al misticismo egipcio que se extiende cada
día más con las propagaciones del culto de los misterios en el lazo ético que unirá a
todo el mediterráneo en una sola cultura.

Otro de los grandes encantos de Alejandría fue su biblioteca, fundada por Ptoloméo
Soter, fue enriquecida con preciosos manuscritos griegos, judíos y egipcios. Todos
los viajeros y sabios que llegaban a Alejandría estaban obligados a dejar en ella
copia de los libros que poseían, según cuentan algunos historiadores su riqueza
bibliográfica alcanzó la cifra de 700.000 volúmenes. Hacia el año 391 de C., las
luchas entre los cristianos y los paganos de la ciudad trajeron menoscabo a este
templo de la cultura y de la sabiduría. Más tarde, al parecer, un incendio destruyó la
mayor parte de la célebre biblioteca. Se dice que fue un edicto de Teodocio
ordenando la destrucción de los templos, en una guerra entre cristianos y paganos de
la ciudad, lo que enconó los ánimos de tal manera que en una de las contiendas fue
destruida la célebre biblioteca.

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ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

Allí en Alejandría se van a desarrollar y a mantener las ciencia de la antigüedad


clásica: Mecánica, medicina, matemáticas, astronomía. Entre los grandes
representantes de esta escuela encontramos a Arquímedes quien desarrolla
especialmente la física mecánica; Galeno, quien le va a dar un gran impulso a la
medicina; Ptoloméo quien se dedicará la estudio del universo y Euclides quien le va
a dar un impulso muy especial a la astronomía y toda la obra matemática. Es muy
bueno aclarar que la concepción Griega de conocimiento y de ciencia no cambió.

Considero que vale la pena dedicar un momento para conocer unos datos muy
generales de estos sabios de Alejandría, pues aunque no son filósofos propiamente
dichos, sus conocimientos científicos desarrollados con una gran profundidad y
seriedad, de la mejor manera primero ayudaron a conservar todo ese enorme
esfuerzo de los griegos y de otra parte van a aportar nuevos e interesantes elementos
de conocimientos serios y profundos que se suman a ese esfuerzo del hombre a
través de la historia por conocer y buscar no solo para su bien, sino para bien del
hombre la verdad.

Euclides de Alejandría. Matemático griego que nació hacia el año 300 a. C., no se
conoce exactamente el lugar de su nacimiento, es probable que estudiara en Atenas
en la escuela de Platón, cuya influencia es innegable, sobre todo en lo referente al
carácter puro de la geometría; pero es innegable también la influencia de la obra
matemática de Demócrito de Abdera.

Fundador de la escuela de Alejandría, la cual representa las nuevas y más amplias


orientaciones de la nueva cultura helenística. Su pensamiento sigue siendo uno de
los testimonios esenciales del genio griego. Su obra principal “los elementos”
consta de trece libros. Los seis primeros contienen las proposiciones fundamentales
de la geometría plana y la teoría general de las proposiciones entre magnitudes; los
libros VII, VIII y IX tratan de los números y sus propiedades; el libro X propone en
forma geométrica una clasificación de los irracionales; los tres últimos estudian la
geometría sólida.

La geometría de Euclides se alinea con la metafísica de Platón, señalando, en el


plano de la visión griega del ser, la estructura racional y objetiva de la realidad
independientemente de los aspectos empíricos de las construcciones geométricas.
Como tal, esta es la estructura ideal del universo, y su función es conducir al
pensamiento humano a la comprensión de las condiciones originarias de la realidad
sensible,

Por todos estos aspectos volver a la época griega en su conjunto y profundizar en


sus concepciones y realizaciones no era solo algo interesante, sino imprescindible

99
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

para quien quiera reconstruir críticamente el proceso de formación del conocimiento


y de las ciencias, ya que allá en Grecia encontramos los fundamentos y el origen de
lo que hoy somos, hacemos y pensamos.

Arquímedes. Matemático y geómetra de la antigüedad. Máximo científico de la


era helenística. Nació en el año 287 a. C., en Siracusa, murió allí mismo en el año
232, cuando la ciudad fue conquistada por los romanos. Se dice que por familia
pudo haber alcanzado puestos muy importantes, pero prefirió llevado por su amor a
la ciencias consagrarse al estudio de las matemáticas y más especialmente al de la
geometría bajo la dirección del célebre Euclides.

Se destaco por su genialidad como soldado, pero sobre todo por haber inventado el
principio de hidrostática que lleva su nombre: “principio de Arquímedes”
descubrimiento que determinó gran adelanto en las ciencias físicas y que ha
alcanzado felices resultados. Este principio tiene dos partes: primera: “todo
cuerpo sumergido en un fluido desaloja de dicho fluido una cantidad determinada,
cuyo volumen es exactamente igual al volumen del cuerpo sumergido”. Esta
primera parte del principio de Arquímedes es, ni más ni menos, un corolario de la
ley de la impenetrabilidad, ley que afirma que es imposible que dos cuerpos
distintos ocupen simultáneamente el mismo espacio.

Y la segunda parte dice: “el cuerpo sumergido en el fluido pierde de su peso una
cantidad exactamente igual al peso del fluido desalojado por el cuerpo”. Todo esto
lo logró comprobar en lo sencillo de los hechos de la vida diaria, en la tina de su
baño, dicen que cuando descubrió esto salió corriendo por las calles de Siracusa, sin
darse cuenta que estaba desnudo, gritando: “eureka, eureka”, que significaba: lo
encontré. Así cumplió con una averiguación que el Rey le había pedido, para saber
si no le estaban robando los metales preciosos que él entregaba para que le hicieran
las coronas.

Además de este gran descubrimiento que ya hace a Arquímedes inmortal, inventó la


balanza que lleva su nombre y fue el primero que determinó las leyes del equilibrio
en la palanca, descubrimiento que lo llevó después de profundos estudios sobre esta
máquina a decir: “dadme un punto de apoyo y moveré la tierra”.

No fueron menos notables sus disquisiciones sobre la cuadratura del círculo, que no
viene a ser otra cosa en definitiva que el descubrimiento de la relación aproximada
entre la circunferencia y el diámetro, relación que los geómetras designan con la
letra griega  Arquímedes demostró antes que cualquier otro geómetra que el lado
del hexágono regular metido dentro del círculo es igual al radio de dicho círculo,.

100
ROBIN JAVIER APARICIO APARICIO

Demostró además que el lado del cuadrado cicunscripto a un círculo es igual al


diámetro de dicho círculo.

Murió asesinado por un soldado romano, que no lo reconoció o que por la ambición,
a pesar de haberse pedido respetaran la vida pues era un sabio admirado por todo el
mundo.

2.2.1 Decadencia de la ciencia helenística. Se constata que el momento


privilegiado de la ciencia helenística fue relativamente breve, alrededor de un siglo y
medio, comprendido, mas o menos, entre los años 330 a. C., hasta el 145 a. C.

En el año 145 a, C., se produjo la gran crisis del museo y de la Biblioteca, el rey
Ptoloméo Physkon se encontró en grave litigio con los intelectuales griegos por
motivos políticos y al no poder superar las diferencias son obligados a abandonar
Alejandría. Este hecho señaló la ruptura de la gran alianza entre los representantes
de la inteligencia griega y el trono Egipcio y abrió una fase de decadencia que se
convirtió en irreversible. El museo y la biblioteca reemprendieron sus actividades
pero en un tono notablemente menor.

En el 47 a. C., se da la segunda etapa de la crisis, durante la campaña de César en


Egipto es incendiada la Biblioteca, se dice que por este tiempo la biblioteca contaba
con unos 700.000 mil volúmenes, las pérdidas fueron irreparables y muy graves,
aunque se salvaron muchos volúmenes.

En el año 30 a, C., Octaviano emperador romano conquista a Alejandría y Egipto se


convierte en provincia del nuevo Imperio Romano, así Alejandría pierde su papel de
ciudad cultural que por mucho tiempo había alcanzado. Roma se había
transformado en el nuevo centro con unos intereses diferentes de talante espiritual.
Los romanos poseían intereses prácticos y operativos y apreciaban los resultados
concretos e inmediatos. En resumen a los romanos les resultaba extraño aquella
dimensión especulativo teórica que, como hemos visto, no sólo había nutrido la gran
filosofía griega, sino también la gran ciencia helenística.

Realmente la época imperial no fue de gran importancia en la filosofía y en los


intelectual, salvo unas excepciones notables en el campo de la astronomía con
Ptoloméo en Alejandría y en la medicina con Galeno en Roma. Hablemos ahora un
poco de estas dos figuras de la ciencia antigua, puesto que la herencia que nos
dejaron ha constituido hasta los tiempos modernos un punto de referencia, sirviendo
de puente entre la antigüedad y el mundo moderno.

101
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

Ptoloméo. De Egipto, vivió durante el S. II d. C., entre los años 100 a 170. Entre
sus principales obras se encuentran: Composición matemática (Almagesto nombre
dado por los Arabes, que traducía: el mayor tratado de astronomía), es considerada
como la suma del pensamiento astronómico del mundo antiguo; hipótesis sobre los
planetas; la geografía.

En el Almagesto Ptoloméo sitúo de modo preciso su investigación en el ámbito del


saber tal como había sido delimitado por Aristóteles. El había afirmado que las
ciencias se dividen en creadoras, prácticas y teóricas y que las teóricas se
subdividían en: física, matemática y teología (metafísica).

Ptoloméo se muestra convencido de la clara superioridad de las ciencias teóricas y


entre estas concede preeminencia a las matemática. La teología posee un objeto
demasiado elevado, “en una lejanía que se encuentra más allá de las cosas más altas
de este mundo” y absolutamente separado de las cosas sensibles”. La física, en
cambio, hace referencia a entes sometidos al cambio, ya que estudia las cosas en
cuanto están sujetas al movimiento, cosa que explica su preferencia por la
matemática. Ptoloméo escribe: “de aquí he extraído estas consideraciones: a los
otros dos géneros de la parte teórica (teología y física) habría que atribuir más bien
el carácter de conjetura y no el de aprehensión científica: al género teológico por su
absoluta indivisibilidad e inconcebiladad y al físico, por la inestabilidad y la
obscuridad de la materia, de modo que no se pueden esperar que en estos dos
géneros se llegue a un acuerdo entre los filósofos. Sólo el género matemático, si se
encara con rigor, ofrece a quien lo cultiva una ciencia sólida y cierta, dado que la
demostración aritmética o la geométrica se lleva a cabo mediante procedimientos
incontrovertibles”.

Por esto Ptoloméo opta por investigar en las matemáticas y sobre todo en aquella
parte suya que tiene por objeto las cosas divinas y celestiales que son inmutables y
ontológicamente estables y permiten una aprehensión clara y ordenada colaborando
a sí mismo con las otras ciencias.

Según Ptoloméo la Astronomía posee también una importancia ética y educativa


concreta: por lo que respecta a la nobleza de las acciones y del carácter, esta ciencia
más que ninguna otra nos hará inteligentes, por la semejanza al orden, la simetría y
la ausencia de vanidad que se contemplan en las cosas divinas; y convertirá a quien
la cultive en amante de esta belleza divina, de manera que mediante el hábito se
convertirá en algo casi natural una disposición del ánimo afín a esta belleza”.

Este es pues el marco teórico de la obra de Ptoloméo; miremos ahora las cinco tesis
fundamentales referidas al mundo y a la tierra:

102
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El mundo (cielo) es esferiforme y se mueve del mismo modo que una esfera.
De manera análoga la tierra considerada en su conjunto es esferiforme.
Esta se halla situada en el medio del mundo (cielo) como un centro.
En lo que se refiere a las distancias y a los tamaños, la tierra es como un punto, en
comparación con la esfera de las estrellas fijas que abarca todo el cielo.
La tierra no realiza ningún movimiento de lugar, es inmóvil.

Estas tesis son el fundamento del sistema geocéntrico, que perdura hasta la
revolución copernicana.

Galeno. Nació en Pérgamo alrededor del 129 d. C., estudió en su ciudad natal, más
tarde en Corinto y Alejandría, en el año 168, el emperador Marco Aurelio lo llama a
Roma como su medico personal y de palacio. Allí tuvo más tiempo para dedicarse a
la investigación y a escribir. Murió alrededor del año 200 d. C.,

Su obra el catálogo redactado por el propio Galeno en su obra “mis libros” aunque
se limita a los encabezamientos generales bajo los cuales enumera y sistematiza sus
distintos tratados sirve para darnos una idea acerca del carácter de su gigantesca
obra escrita. Este es el esquema:

Obra terapéutica;
Libros de doctrina sobre el pronóstico;
Comentarios a Hipócrates;
Libros de doctrina sobre el pronóstico;
Libros polémicos contra Erasistrato;
Libros referentes a Asclepiades;
Libros sobre las divergencias con respecto a los médicos metódicos;
Libros útiles para las demostraciones;
Libros de filosofía moral;
Libros referentes a la filosofía de Platón;
Obras referentes a la filosofía de Aristóteles;
Obras concernientes a las divergencias con la filosofía estoica;
Obras relativas a la filosofía de Epicúro;
Libros sobre argumentos gramaticales y retóricos.

Galeno quiere presentarse como restaurador de la antigua dignidad del médico, de la


que Hipócrates había sido el ejemplo más ilustre y un paradigma viviente. En
opinión de Galeno los médicos de su tiempo habían olvidado a Hipócrates y le
habían vuelto la espalda, a tales médicos les formula tres acusaciones gravísimas:
ser ignorantes; ser corruptos y estar absolutamente divididos.

103
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

A través de su obra, Galeno elaboró una grandiosa enciclopedia del saber médico y
de los conocimientos que le sirven de base. En esta enciclopedia confluyó gran
parte del material adquirido con anterioridad, pero Galeno posee el mérito de
haberle otorgado una nueva forma y de haberlo enriquecido con aportaciones
personales.

La notable sistematización del saber médico y de las disciplinas sobre las que se
basa un esquema teórico claro (platónico Aristotélico) y su elevado sentido religioso
y moral garantizaron al pensamiento galénico un enorme éxito en la edad media y en
el renacimiento.

A Galeno le sucedió algo parecido a Aristóteles: su doctrina fue tomada como


dogma, fue repetida de manera literal y por lo tanto su espíritu quedó
desnaturalizado. muchos de sus errores perduraron largo tiempo y, en cuanto tales
constituyeron un avance de la medicina.

2.2.2 Escuela de literatura e historia. Fundada por Ptoloméo a finales del S. IV a.


C., ha sido víctima de un olvido injustificado por la fama e influencia de la escuela
neoplatónica de filosofía.

Esta escuela compuesta por eruditos y poetas que duró hasta el S. I a. C., representa
en la poesía en la crítica y en la ciencia un largo periodo de la civilización griega.
Al mismo tiempo que la biblioteca Ptoloméo había fundado un museo en Alejandría,
donde sabios y poetas vivían . esta asociación estaba dotada de bienes propios y
tenían un jefe nombrado por el rey. La fundación del museo dio un gran impulso a
las ciencias y a las letras así Alejandría que por su posición geográfica había llegado
a ser el centro de las relaciones comerciales, no tardó en convertirse en sucesora de
Atenas como centro del movimiento intelectual.

Es opinión generalmente admitida que la astronomía, ciencia de la observación


nació en el famoso museo de Alejandría. Allí sobresalieron en las ciencias:
Euclides, el creador de la geometría científica; Apolonio de Pérgamo, que dejó una
obra sobre las secciones cónicas; Nicómaco, el primero que elevó a ciencia la
aritmética; Erastostenes, quien creó la astronomía e Hiparco, el más grande quizás
de los astrónomos de la antigüedad.

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2.2.3 Escuela filosófica de Alejandría. Se denominó así a la sucesión de filósofos


que desde el S. III de la era cristiana, hasta fines del S. V pretendieron unir la
filosofía griega con el pensamiento oriental. Además de grandes estudioso de las
matemáticas y la geometría, de la medicina y de otras ciencias en Alejandría hubo
espacio para la filosofía. Allí se opera la verdadera fusión de la filosofía griega, con
el predominio absoluto del platonismo y de la doctrina oriental de las emanaciones.
La escuela judía fue su preparación y el cristianismo le aportó material con el que
pudo llegar fácilmente al verdadero sincretismo que es su nota característica.

La filosofía alejandrina fue llamada ecléctica o neo – platónica, procede de Platón y


de Pitágoras, del oriente y de la Grecia, de los gnósticos y de los cristianos, intente
resumir y restaurar la antigüedad e inunda a la vez de idealismo y de misticismo
toda la edad media cristiana. Aun fructifican semillas de la escuela de Alejandría
en el renacimiento S. XVI que si reviste principalmente caracteres artísticos, lleva
dentro de su seno factores y elementos de aquella gran cultura.

Los caracteres más generales acentuados de la filosofía alejandrina son el


Eclecticismo y el misticismo. Termina la denominada filosofía griega con Zenón y
Epicúreo en el escepticismo, cuyo último periodo es señal evidente y clara de la
falta de reflexión y valor del espíritu helénico y también signo de decadencia de la
filosofía como antecedente cronológico de las tendencias eclécticas que acusan por
lo menos un paréntesis o estancamiento del genio filosófico griego.

Es necesario considerar este periodo como punto de transición de la filosofía griega


a la alejandrina, y si señala la muerte temporal del pensamiento helénico, indica a la
vez con más ricos y complejos elementos que prepara la laboriosa gestación debido
al sincretismo greco – oriental. La filosofía alejandrina o Neo platónica se va a
caracterizar por lo siguiente:

La dialéctica platónica según la cual lo más elevado es el bien supremo; la unidad


primera pura y absoluta de Parménides, unida al principio de la filosofía oriental del
proceso o emanación; la inteligencia como el principio de donde emana el verbo
(Logos) y con él el alma, principio de movimiento, y las ideas arquetipos invariables
de las cosas. Los principales representantes de la filosofía alejandrina son: su
fundador, Ammonio Sacas, el metafísico Plotino, y el lógico Porphyro, el teósofo
Jámblico y Próclo. (teosofía: doctrina de quien despreciando la razón y la fe,
presume estar iluminado por la divinidad e infinitamente unido con ella).

Expongamos el problema fundamental de la escuela alejandrina: además de no


tener un buen método, de la incoherencia de los principios, de la incoherencia de las
teorías, de la misteriosa oscuridad de las fórmulas y del abuso del lenguaje

105
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

metafórico, uno de los errores mayores del Neo – platonismo dimana de que los
alejandrinos abrigaron la loca pretensión de ser más apóstoles, teólogos y teósofos
que filósofos. Todo esto puede ser expresado así: El Platonismo tiende a conciliar
la doctrina aristotélica con la platónica, combinándolas con el principio de filosofía
oriental de la emanación

Para intentar esta síntesis el Neo platonismo recorre en u periodo de cuatro siglos,
todo el círculo de las especulaciones metafísicas y resume las doctrinas de todas las
escuelas que le precedieron. Así el Neo platonismo se encuentra entre el idealismo
platónico que suprime lo individual, pensado como lo irreal...(mundo sensible) y el
empirismo Aristotélico que no concibe la realidad de lo universal, a no ser en el
pensamiento estimado como el único acto puro y perfecto.

Este problema, que en sus comienzos se presentó como pura cuestión de método,
hoy se extiende a amplios horizontes y lleva, mediante la fuerza progresiva de la
indagación crítica, a una completa renovación de la ciencia y de la vida. (Confer)
Diccionario Enciclopédico Hispano americano. V I, “Alejandría”)

Con Numecio de Apamea se llega a los umbrales del Neoplatonismo, pero fue en la
escuela de Ammonio Sacas en Alejandría S. II y III d. C., donde se forjaron las
líneas maestras de este movimiento. Se dice que Ammonio fue educado en una
familia cristiana, pero cuando empezó a dedicarse a la filosofía, volvió a la religión
pagana. Llevó una vida discreta. Cultivó la filosofía como ejercicio no sólo de
inteligencia, sino también de vida y de ascesis espiritual, en compañía de unos
contados discípulos. No dejó ninguna obra escrita; sin embargo fue de una gran
profundidad en su pensamiento, esto se demuestra en el siguiente hecho. Cuentan
que Plotino al llegar a Alejandría asistió a las lecciones de todos los maestros que
enseñaban filosofía en la ciudad sin que nadie lo dejara satisfecho. Un amigo lo
llevó a presenciar a Ammonio y después de haber escuchado una sola clase
exclamó: “este es el hombre que buscaba” y permaneció a su lado durante once
años, eso hizo que Plotino heredara gran parte del pensamiento de su maestro.

2.2.4 Final de las grandes instituciones científicas alejandrinas y el ocaso de la


ciencia en el mundo antiguo. Ya habíamos recordado los hechos que provocaron
la crisis irreversible de las instituciones científicas que engrandecieron a Alejandría.
Ahora veamos los acontecimientos que marcaron el fin de dichas instituciones.

Algunos cristianos veían un peligro en aquellas instituciones científicas que


mantenían conceptualmente con vida la religión pagana, conservando la gran cultura
a la que habían servido de soporte. Así se ataca la biblioteca por orden del Obispo

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Teófilo, en el año 391 d. C. Pero el golpe fatal fue dado por los mahometanos en el
año 641 d. C

Quienes destruyeron totalmente la biblioteca, al considerar por completo inútil


cualquier libro que no fuera el Corán. Esta situación. Esta situación y debido a la
incomodidad para cargar los papiros, en Pérgamo rival de Alejandría va a aparecer
otro material más idóneo para la escritura: el pergamino

Volviendo a Alejandría recordemos que si bien fue perdiendo paulatinamente su


antiguo esplendor en lo científico por los motivos explicados, la ciudad continuó
siendo un centro filosófico muy importante en ella floreció la última filosofía griega,
con la escuela de Ammonio S. II y III d. C. ,y la escuela de los grandes
comentadores Neo platónicos y de Aristóteles. S. V VI d. C.

También floreció en Alejandría el primer intento de fusión entre filosofía griega y


pensamiento bíblico, con Filón el judío, durante la primera mitad del S. I d. C.
En Alejandría floreció la escuela catequética, a partir de finales del S. II d. C., en la
que se intentó realizar la primera síntesis de gran envergadura entre la filosofía
helénica y el mensaje cristiano. Nació así la Patrística que edificó las bases del
pensamiento medieval y Europeo tema que se desarrollará con amplitud al estudiar
la edad medieval

2.3 PLOTINO Y EN NEOPLATONISMO.

2.3.1 Génesis y estructura del Neoplatonismo. Los historiadores afirman que con
Numenio de Apamea se llega a los umbrales del Neo platonismo, pero fue en la
escuela de Ammonio Sacas en Alejandría; entre los siglos II y III d.C., donde se
forjaron las líneas maestras del Neoplatonismo.

Ammonio cultivó la filosofía como ejercicio no sólo de inteligencia, sino también


de vida y de ascesis espiritual. No dejó escritos, sinembargo fue un pensador
profundo y sobre esto afirma Plotino al llegar a Alejandría y escuchar su primera
lección y después de haber escuchado a otros maestros: “Este es el hombre que
buscaba” y permaneció a su lado durante once años. Se afirma que gran parte de su
contenido filosófico provenía de Ammonio. Entre otros discípulos de Ammonio
están el pagano Orígenes y el también el cristiano Orígenes, se dice que él asistió a
las clases de Ammonio antes que Plotino llegara a Alejandría.

2.3.2 Viva, obras y escuela de Plotino. Plotino nació en el año 205 d. C., en
Licópolis, a sus 28 años, es decir, en el 232 d. C., entró a la escuela de Ammonio
permaneciendo en ella hasta el 243 d.C. En el 244 llega a Roma y allí abre una

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escuela. Sólo hasta el 253 comienza a escribir rompiendo con un pacto que él y
otros discípulos (Herenio y el pagano Orígenes) habían hecho de no divulgar
doctrinas de Ammonio por escrito. Porfirio, discípulo de Plotino ordena sus 54
tratados, dividiéndolos en seis grupos de nueve, a causa del significado metafísico
del número nueve; esto explica el título de Enneadas, en griego ennea significa
nueve.

La agrupación de los escritos de Plotino no se hicieron por orden cronológico, sino,


por temática; en la primera Enneada agrupa los escritos de ética; la segunda y
tercera, los relativos a la naturaleza y el mundo sensible; la cuarta los del alma; la
quinta trata de la inteligencia y la sexta del Bien-Uno. Junto con los diálogos
platónicos y los libros esotéricos de Aristóteles, contienen uno de los mensajes
filosóficos más elevados de la antigüedad y de occidente. Murió a los 66 años en el
270 d.C.

La escuela de Plotino es totalmente diferente a las que le habían precedido. Platón


había fundado la Academia para formar mediante la filosofía hombres que se
dedicaran a renovar el Estado. Aristóteles había fundado el Peripato con el
propósito de organizar la búsqueda del saber. Pirrón, epicuro y otros habían
fundado sus movimientos espirituales para ofrecer a los hombres la paz y la
tranquilidad del alma. En cambio Plotino quería enseñar a los hombres el modo de
apartarse de la vida de aquí abajo para reunirse con lo divino y poderlo contemplar
hasta culminar en una trascendente unión extática.

2.3.3 El uno como principio absoluto. Plotino realiza una nueva fundamentación
en sentido estricto de la metafísica clásica. Según Plotino todo ente es tal en virtud
de su unidad, si desaparece la unidad desaparece el ente. Existen principios de
unidad en diferentes planos, pero todos suponen un supremo principio de unidad que
él denomina “uno”. Platón ya había hablado del Uno en la cima del mundo de las
ideas, pero lo había concebido como algo ilimitado y limitante.

Plotino en cambio, concibe al Uno como infinito. Sólo los naturalistas habían
halado de un principio infinito, pero lo habían dotado de dimensiones físicas.
Plotino descubre lo infinito en la dimensión de lo inmaterial y lo describe como
ilimitada potencia productora. Como consecuencia, dado que el ser, la substancia y
la inteligencia habían sido considerados por la filosofía clásica como finitos; Plotino
coloca s su Uno por encima del ser y de la inteligencia.

Recordemos que Platón ya había presentado la concepción Uno - Bien como lo


realidad suprema e implícitamente por encima de toda inteligencia. No obstante la
causa radical de este “ser por encima” sólo se halla en Plotino y consiste

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precisamente en la infinutud del Uno, El Uno según Plotino, es pues, “inefable”,


puesto que cualquiera que sea la palabra que se pronuncie, siempre se expresa algo
determinado.

A pesar de ello, la expresión “más allá de todo” es la única que entre todas responde
a la verdad. Hay que advertir que el término Uno aplicado al principio, no significa
un uno en particular, ni un uno matemático, sino el Uno en sí, es decir, la razón de
ser de toda unidad, lo absolutamente simple que es razón de ser de lo complejo
y de lo múltiple. Y esta simplicidad, en cuanto es principio, no es pobreza, sino
potencia de todas las cosas, riqueza infinita. El Uno absoluto, pues, es causa de
todo lo demás

El otro término que con frecuencia Plotino utilizó es el de “Bien”, lo mismo que el
Uno no se trata de un principio particular sino del bien en sí, o mejor dicho de lo
que está bien para todas las demás cosas que tienen necesidad de él. Es el bien
absolutamente trascendente, el Super- Bien. Para Plotino el Uno es actividad
autoproductora, es el Bien que se crea a sí mismo. Es como ha querido ser: Su
voluntad y su esencia coinciden y como quiera ser así también es. Y ha querido ser
como es, porque es lo más elevado que pudiera imaginarse.

El Uno es actividad autoproductora, asoluta libertad creadora, causa de sí mismo, es


lo que existe en sí y por sí, es el que trasciende así mismo. Gracias a esta
concepción, Plotino alcanza cimas más altas que las conquistadas por Platón y por
Aristóteles.

2.3.4 Cómo proceden las cosas del Uno? Por qué y cómo proceden del Uno las
demás cosas? Por qué el Uno, que se satisface por sí mismo, no ha permanecido en
sí mismo? La respuesta que Plotino da a estos interrogantes no sólo es muy
interesante sino totalmente novedosa en relación con lo dicho por los filósofos
anteriores sobre el principio fundamental. Sin duda, la imagen de la luz es la más
famosa de todas. Se representa la procedencia de todas las cosas desde el Uno como
irradiación de luz desde una fuente luminosa en forma de círculos sucesivos:
“Existe algo que podría llamarse un centro: En torno a éste, un círculo que irradia
el esplendor que emana de aquel centro; en torno a ambos(centro y primer círculo)
otro círculo: Luz que da luz”.

Esta y otras imágenes que Plotino emplea, como la del fuego que despide calor, la
sustancia olorosa que da perfume, la fuente inagotable que engendra ríos y otras, se
limitan a ilustrar un punto doctrinal: Que el Uno produce todas las cosas
permaneciendo en reposo. Al permanecer, engendra y su actividad generadora ni lo

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

empobrece ni lo condiciona para nada. Lo que es engendrado es inferior al


generador y no es utilizado por éste.

Existe pues: Una actividad del Uno que es aquella por la cual el Uno es Uno y
permanece Uno; y una actividad que procede desde el Uno, que es aquella por la
cual proceden otras cosas desde el Uno. Como es obvio la segunda actividad
depende de la primera. Ahora bien, la actividad del Uno consiste en el autoponerse
del Uno en su libertad autocreadora; por lo tanto se trata de una actividad libre por
excelencia; en cambio, la actividad que procede desde el Uno es especial, porque es
una necesidad que depende de un acto de libertad (podría decirse que una actividad
voluntaria).

Con esto es suficiente para dar a entender que no se puede hablar de “emanación”
sino que se debe hablar de “procesión” de las cosas desde el uno y que la procesión
no es una mera necesidad de tipo acostumbrado, porque es consecuencia de la
actividad suprema, es decir, de la libertad absoluta.

2.3.5 El nous. De esta primera realidad suprema, se deriva una segunda, que
Plotino llama nous. Este nous puede asimilarse al intelecto supremo aristotélico,
que contiene en sí mismo todo el mundo platónico de las ideas, es decir, la
inteligencia que piensa la totalidad de los inteligibles. La traducción de nous por
“intelecto” empobrece el significado originario del término, por eso sería mejor
traducirlo por “espíritu” , entendiendo por esta noción la unión que existe entre el
supremo pensamiento y lo supremo pensado.

Detengámonos un poco para seguir la forma como nace el nous o “espíritu”. La


actividad que procede desde el Uno es como una potencia informe (una especie de
materia inteligible) que para subsistir debe: Contemplar el principio del que se
deriva y fecundarse o colmarse de él; volverse sobre sí misma y contemplarse,
colmada y fecunda. En el primer momento nace el ser, o substancia, o contenido del
pensamiento en el segundo momento, nace el pensamiento en sentido estricto.
También nace así la multiplicidad (dualidad) de pensamiento y de pensado y la
multiplicidad en lo pensado; el espíritu, se ve a sí mismo fecundado por el Uno,
contempla en sí mismo la totalidad de las cosas, es decir, la totalidad de las ideas.

Mientras que el Uno era la potencia de todas las cosas, el nous o espíritu se
convierte en todas las cosas o en la explicación de todas las cosas, a nivel ideal. El
mundo Platónico de las ideas consiste, pues, en el nous, el espíritu. Las ideas no
sólo son pensamiento del espíritu, sino que son ellas mismas espíritu, pensamiento.
El espíritu Plotiniano se transforma así en el ser por excelencia, la vida por

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excelencia. Es el mundo de la pura Belleza, ya que la Belleza consiste


esencialmente en forma.

El alma. Como suprema realidad generadora está el Uno - Bien, luego está el nous
o espíritu y en un tercer nivel de importancia encontramos el alma. La naturaleza
específica del alma no consiste en el puro pensar, si así fuese no se distinguiría del
nous o espíritu, ella es la que da vida a todas las demás cosas que existen, a todas
las cosas sensibles, ordenándolas, rigiéndolas y gobernándolas.

Cuando el alma mira aquello que es antes que ella, el alma piensa; cuando se mira a
sí misma, se conserva; y cuando mira aquello que es después de ella, el alma ordena,
rige, manda sobre ello. Este orden, este regir y mandar coinciden con el engendrar y
con el hacer que vivan las cosas mismas. El alma, pues, es principio de movimiento
y es movimiento ella también. Es la última diosa, es decir la última realidad
inteligible, la realidad fronteriza con lo sensible y, al mismo tiempo causa de éste.

El alma ocupa una posición intermedia y por lo tanto tiene una especie de duplicidad
de caras: Al engendrar lo corpóreo, aunque continúe siendo una realidad
incorpórea, le acontece tener trato con lo corpóreo que ha producido, pero no al
modo de lo corpóreo, puede entrar en cualquier parte de lo corpóreo sin perder la
unidad de su ser y puede así encontrarse toda en todo. En este sentido cabe decir
que el alma es divisible e indivisible, una y múltiple. El alma, por lo tanto, es “uno
y muchos”, mientras que el Espíritu es “Uno-muchos”, el primer principio es
sólo Uno y los cuerpos son solo muchos.

Para entender mejor esta última idea, debemos recordar que para Plotino, la
pluralidad del alma no es sólo horizontal sino también vertical, en el sentido que
existe una jerarquía de almas: En primer lugar, está el alma suprema, el alma
como hipóstasis pura que continúa en estrecha relación con el Espíritu del cual
proviene; luego existe el Alma del Todo, que es el alma creadora del mundo y del
universo físico; por último existen las almas particulares, las que bajan a animar
los cuerpos, los astros y todos los seres vivos. Evidentemente, todas las almas
proceden de la primera y mantienen con ella una relación de uno y muchos.
Además son distintas del alma suprema sin estar separadas sin estar separadas.

La Physis o naturaleza se halla estrechamente conectada con el Alma del Todo y


constituye su frontera extrema. En Plotino la naturaleza es la actividad productora
de las formas de lo sensible, actividad que lleva a cabo el alma.

2.3.6 Cómo ha surgido el mundo físico? La materia sensisible es la etapa final


del proceso en el que la fuerza productora se va debilitando hasta agotarse. De este

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

modo la materia se transforma en agotamiento total y por tanto en extrema privación


de la potencia del Uno, o bien en otros términos, privación del Bien. En este
sentido, la materia es mal, pero el mal aquí no se entiende como una fuerza negativa
que se oponga a lo positivo, sino simple carencia o privación de lo positivo. A tal
privación también se le llama no-ser, porque es distinta del ser y está por debajo de
él.

La materia no nace del Alma suprema, totalmente activa en la contemplación.


Como ya se ha dicho, surge de la franja extrema del alma del universo, allí donde la
contemplación posee menos impulso, en la medida que el alma se dirige más hacia
sí misma que hacia el espíritu, esta contemplación resulta cuantitativamente más
débil y a medida que decrece se va desvaneciendo. De este modo la materia que es
producto de esta actividad contemplativa debilitada, ya no tiene fuerza para dirigirse
hacia quien la ha engendrado, y contemplar a su vez. En consecuencia corresponde
al alma misma adueñarse de ella, ordenarla, informarla y conservarla en conexión
con el ser.

El mundo físico nace de esta manera: Primero, el alma pone la materia, que es
como la extremidad del círculo de la luz que se transforma en oscuridad; a
continuación, otorga una forma a ésta materia, eliminando su oscuridad y
recuperándola, en la medida de lo posible para la luz. Como es obvio, ambas
operaciones no se distinguen desde el punto de vista cronológico, sino
exclusivamente desde una perspectiva lógica. La primera acción del alma consiste
en apartarse de la contemplación y la segunda en una recuperación de la
contemplación misma. El mundo físico es un espejo de formas, que a su vez son
reflejo de ideas y de esta manera todo es forma y todo es logos (panformalismo).

Cómo nace la temporalidad? La respuesta de Plotino es muy ingeniosa. La


temporalidad nace a partir de la actividad misma con la que el alma crea el mundo
físico. El alma, poseída por el deseo de trasmitir a otro la visión de arriba y no
contenta con verlo todo simultáneamente, sale de la unidad, avanza y se prolonga
mediante una serie de actos que se suceden entre sí, colocando así, en una sucesión
de antes y después, lo que en la esfera del espíritu es simultáneo. El alma crea la
vida como temporalidad, como copia de la vida que existe en la dimensión de
eternidad. La vida como temporalidad es vida que transcurre en momentos
sucesivos y que, por lo tanto, se dirige siempre hacia momentos posteriores y se
halla cargada siempre de los momentos ya transcurrido.

Desde esta perspectiva nacer o morir no son más que una variación del alma, que
refleja sus formas como en un espejo, una variabilidad en la que nada perece y todo
se conserva, porque nada puede resultar eliminado por el ser.

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El cosmos físico es considerado como una copia que imita un modelo, pero no es el
modelo. Como imagen, resulta la más bella imagen del original. El cosmos mismo
como todas las manifestaciones del mundo suprasensible, “existe para él y mira
hacia arriba”.

2.3.7 Origen naturaleza y destino del hombre. El hombre no nace en el


momento que nace el mundo físico, sino que preexiste en el estado de pura alma.
“Antes de que sucediese nuestro nacimiento, morábamos allá arriba: éramos
hombres y estábamos determinados de modo individual y también éramos dioses,
almas sin mezcla”.

Por qué descienden las almas a los cuerpos? Plotino da una respuesta que resulta un
poco contradictoria. Por un lado sostiene que el alma se debe bajar a los cuerpos
para actualizar todas las potencialidades del universo, es decir, por una necesidad
ontológica. Al mismo tiempo, afirma que hubiese sido mejor que no descendiese y
que dicho descenso es una especie de culpa. La contradicción se debe a que en los
sistemas no creacionistas siempre resulta problemática la procedencia de lo múltiple
desde lo Uno y por tanto la encarnación del alma en el cuerpo.

Plotino trata de explicar esta cuestión afirmando que existen dos clases de culpas: la
primera especie consiste, en general, en el descenso mismo que como hemos visto,
es involuntario, en la medida en que resulta inevitable. El castigo que corresponde a
ésta culpa reside en la propia dolorosa experiencia de bajar a un cuerpo. Con este
necesario descenso coincide el deseo de pertenecerse, el retirarse a la individualidad
del alma. Según Plotino en esto consiste precisamente el convertirse en alma de un
cuerpo individual.

En cambio la segunda especie de culpa hace referencia al alma que ya se ha


encarnado y consiste en un exceso de preocupación por el propio cuerpo, con todo
lo que ello implica, alejándose de su propio origen para ponerse al servicio de las
cosas exteriores, y por tanto, olvidándose de sí misma.

No es la primera clase de culpa, sino la segunda, la que constituye el gran mal del
alma, el mal que la lleva a olvidar sus propios orígenes. El hombre es,
fundamentalmente, su alma, y todas las actividades de la vida humana dependen del
alma. Según Plotino en la impresión corporal que se produce en los órganos
corporales, el alma contempla, bien en grado más débil, los vestigios de formas
inteligibles. En consecuencia, ara el alma la sensación es una forma de contemplar
lo inteligible a través de lo sensible.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

También afirma que la sensación es posible en la medida en que el alma inferior,


que siente, está unida al alma superior, que posee una percepción de los inteligibles
puros, la anamnesis Platónica. El sentir del alma inferior capta las formas sensibles
irradáindolas con una luz que emana de ella y que le llega desde aquella posesión
originaria de las formas, que caracteriza al alma superior. Plotino considera que la
memoria, los sentimientos, las pasiones, las voliciones y todo lo que está ligado con
estos fenómenos son actividades del alma, al igual que la sensación .

La actividad más elevada del alma es la libertad que se halla estrechamente


vinculada con la inmaterialidad. Los destinos del alma consisten en volver a unirse
con lo divino. Plotino recupera la escatología Platónica, pero sostiene que ya en esta
tierra es posible llevar a cabo la separación de lo corporal y el retorno al Uno.

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BIBLIOGRAFIA

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