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4 | Diálogos, Apuntes Teatrales
AUTORIDADES ENSAD
Director General Jorge Sarmiento Llamosas
Director Académico Juan A. Basauri Peralta
Secretario General Santos Cadillo Jara
RQ. MULTISERVICIOS
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6 | Diálogos, Apuntes Teatrales
Índice
9 Presentación
10 Testimonios
«Forjé mi trabajo sobre el personaje desde enfoques diferentes»
12 Lucho Ramírez
32 Reflexiones
El actor como agente performático en el teatro de la posmodernidad
34 Lucía Lora
Diálogos, Apuntes Teatrales | 7
La escena y el personaje
63 Jorge Eines
74 Textos de aplicación
75 Colacho hermanos (fragmento)
César Vallejo
Presentación
El presente número de Diálogos, Apuntes Teatrales está enfoca-
do en el tema de la construcción del personaje, desde la mirada del actor
en su praxis teatral; reúne el testimonio de actores y actrices que nos re-
fieren el modus operandi de sus trabajos, esto es, cómo abordan los per-
sonajes que interpretan. Tenemos así las declaraciones de Lucho Ramírez,
Lizet Chávez, Leonardo Torres Vilar, Anaí Padilla y Patricia Barreto. Por
otro lado, también nos encontramos con textos de orden reflexivo, como
las Nociones de poética del actor, a cargo de Daniel Dillon, El actor como
agente performático, de Lucía Lora, La escena y el personaje, de Jorge
Eines y Una mirada a la composición del personaje, de Sofía Palomino.
Testimonios
12 | Diálogos, Apuntes Teatrales
Lucho
Ramírez
Fotografía: Archivo ENSAD
Diálogos, Apuntes Teatrales | 13
(que antes no se llamaba Ensad), donde estudié hasta segundo año; ha-
<<El enfoque fue muy distinto cíamos análisis de texto, estudio de personaje (creo que con Alicia Saco
trabajamos y analizamos La gaviota, con cosas de Enrique Buenaventura
cuando entré a Cuatrotablas. o de Boal, si mal no recuerdo. Me fui con estas ideas de la Escuela. El en-
na, el actor […] no era tanto terizarlo bien, sino más bien diseñar trazos gruesos, más libres incluso, y
tampoco eran obras con caracteres concretos, se trataba más bien de fi-
hacer un personaje y carac- guras. Entrábamos por otras vías, no tanto a la representación de un per-
sonaje o de una historia, sino a otros modos de trascender o transmitir la
terizarlo bien, sino más bien historia que estábamos contando; más que la representación era el ritual,
como La noche larga, Encuentro y El sol bajo las patas de los caballos,
diseñar trazos gruesos, más que era una obra contada de una manera más libre, no tan esquemática,
libres, incluso>>.
naturalista. Con el tiempo nuestro trabajo se volvió casi un ritual, más que
la representación de una historia.
Ambas etapas, marcadas por estas dos vertientes, han sido con-
tradictorias, quizá, pero a la vez complementarias. En el fondo, me han
permitido tener varias herramientas para encarar diversos tipos de obras.
Cada pieza es distinta, por lo tanto, no se trata de que tenga un método
o plantilla para hacer una obra; ahora puedo trabajar con un texto o ha-
cer una creación desde una imagen, desde una improvisación, como se
hizo en la versión original de La isla, de Athol Fugard (no la nuestra1); los
En escena se decanta todo aquello que surge de la
actores improvisaban y el dramaturgo escribía. No he trabajado mucho
improvisación, en una etapa previa.
con dramaturgos, pero cada obra tiene un acercamiento distinto y trato
de que no se parezcan en lo posible; es decir, no se trata de quedarse en
un esquema de plantilla, se analiza la obra y se monta; cada obra tiene su
propia aventura. Caminatas e insomnios, que es una obra que yo hice en
el 81, me salió, digámoslo así, cuando yo estaba montando Los tambores
(de Reiner Zimnik); en ese montaje yo hacía el entrenamiento del actor,
que era muy físico y muy vocal, pero no textual. En ese sentido, considero
fundamental el entrenamiento en una etapa previa a la exploración del
personaje. El entrenamiento te da la capacidad de traducir las intenciones
en acciones, a pensar con el cuerpo. Yo puedo analizar una obra, tenerla
clara, pero el entrenamiento es la etapa que me permite traducir todas
mis intenciones en acciones físicas, no es mi técnica, ni mi modo de hacer,
porque es variable, no es igualito siempre, pero debo decir que a mí sí me
gusta más partir del entrenamiento, saber quién es el personaje o el rol y
de ahí me pongo a jugar con el cuerpo y voy encontrando actitudes, ac-
ciones, movimientos, texturas de movimiento, tipos de esfuerzo y el ritmo
del personaje.
Se refiere al montaje de La isla realizado por Perú Fusión en 1991 [Nota del editor].
1
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siste en depositar en una acción o en un objeto tu interioridad; en el caso
<<Considero fundamental el del personaje de La alondra (el padre de Juana)2, decidí usar la manzana y
previa a la exploración del una manzana y pelarla, entonces pedí un cuchillo. Deposité toda mi rabia
en pelar la manzana, mientras le increpaba a Juana, entonces, la manzana
personaje. El entrenamiento fue como el depositario de la cólera del personaje.
Las combinaciones son amplias y creo que sí, hay grupos muy
particulares. El más típico que tengo es el de Raíces3, yo he trabajado con
algunos de sus integrantes. Con ellos ha sido un poco duro, tratar de no
bloquear o cortar, para lograr otro tipo de expresión. Igual, algunos direc-
tores, cuando viene un actor que está haciendo ballet le dicen: «Olvídate
de tu ballet»; o cuando un actor hace hip hop le dicen: «Olvídate de tu hip
hop». Entonces, los directores siempre tienen una imagen de lo que quie-
ren y para llegar a ella nos engatusan a los actores para hacernos creer
que nosotros lo descubrimos. Yo fluctúo, a veces lo tengo muy claro y de
frente se los digo: «Quiero esto», a veces no, a veces también aprendo
a engatusar y a veces no sé nada y lo voy descubriendo mientras hago.
Depende de lo que uno quiere.
2
Montaje de la ENSAD, del 2017.
3
Grupo del llamado Movimiento de Teatro Independiente caracterizado por un trabajo acto-
ral centrado fundamentalmente en lo físico.
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Leonardo
Torres
Vilar
Fotografía: Giuseppe Falla
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<<Lo que trato de hacer es te- Lo mismo puedo decir de Echecopar, hace poco, en Collacocha.
Ahí encontré finalmente el personaje cuando nos dieron el suelo sobre el
ner siempre puntos de vista cual teníamos que trabajar; texturizaron el piso del teatro La Plaza de una
son los míos) sobre los otros las piernas y dando unas buenas zancadas, para no caerse. Y de esas
cositas, descubrimientos muchas veces aleatorios, accidentales, nace el
personajes, sobre las cosas personaje, porque arrastra todo el resto, arrastra tu voz, arrastra tu punto
de vista, arrastra tu manera de pensar. De este modo, yo que no he sido
de las que se habla o sobre entrenado desde el punto de vista físico, porque he estudiado en una
escuela en Estados Unidos -- era más el método gringo, todo más interno,
los conceptos que enfrenta el emocional, con muy poca fisicalidad, al cabo de los años me he encon-
personaje>>.
trado prestándole mucha atención a la fisicalidad --y eso para mí ha sido
interesante. En el último montaje en el que he actuado, Savia, sí probé
cosas a propósito que terminaron siendo adecuadas para el personaje.
nazca básicamente de la in- agringamiento de Stanislavski y todo eso. Comencé a trabajar con el pun-
to de vista sobre mí mismo: <<No, yo soy un policía que tiene que hacer
teracción con el otro. Muchas las cosas bien. Tengo que tener un método muy claro, casi, casi extrema-
damente burocrático>>. Yo tengo que ser extremadamente claro cuando
veces el punto de vista que el hablo y entonces empecé a incluir ciertas inflexiones de voz que el texto
de Gino Luque lo permitía. Había muchas íes y muchos oes alargados y
yo real tiene sobre el otro yo en agudos; además se confrontaban muchas ideas o se sumaban ideas,
real basta>>.
<<quiero esto y esto, o quiero esto o esto>>, eso estaba muy presente en
el texto. Entonces, se me ocurrió que simplemente tenía que empezar por
dejar bien en claro si estaba diciendo y u o. Ricardo Morán –que en mi
opinión es uno de los mejores directores que hay en el Perú y lamento que
se esté dedicando más a la televisión– porque es particularmente sensible
con el asunto teatral, él vio que yo estaba trabajando en esto y que me
sentía cómodo; no solo me dejó hacerlo, sino que me empujó todavía a ir
mucho más lejos y el personaje terminó con una cosa de y o1. Entonces,
esa misma cosa jaló todo el resto y sí creo que nacía, no una cosa física,
no de una vía negativa grotowskiana, sino de una cosa gringa que es el
punto de vista, punto de vista sobre uno mismo en este caso. Esto jaló el
asunto vocal, el asunto vocal jaló el asunto físico y ahí estaba todo hecho.
Fue paja.
Patricia
Barreto
Fotografía: Difusión
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Fotografía: Difusión
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Anaí
Padilla
Fotografía: Giuseppe Falla
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Lizet
Chávez
Fotografía: CCPUCP
Diálogos, Apuntes Teatrales | 29
1
Obra de teatro testimonial que tenía como protagonistas a Fernando Verano y Marisol Pa-
lacios, quienes contaban en escena el impacto que tuvo en sus vidas la pérdida de seres
queridos en accidentes aéreos. Alberick García y Lizet Chávez acompañaban en escena re-
presentando a las personas que iban apareciendo en el relato de los protagonistas, entre
ellos el papá de Fernando y la poeta Blanca Varela, madre de quien fuera la pareja de Mari-
sol. (Nota del editor).
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cuáles son las cosas que yo quiero decir. En Pájaros en llamas yo partía
<<Para mí es bonito cuan- de mí misma, tenía que escuchar mucho a mis compañeros, porque era su
do empiezas a descubrir el
historia y creo que tuvo un valor mucho más importante para mí por eso,
porque era una historia real que ellos contaban todas las noches. Esto ha-
personaje en escena, con tus cía que para mí ellos fueran héroes, porque poner algo tan doloroso, todas
las noches, no es fácil. En ese trabajo mi acción era como que soportarlos,
compañeros, desde la primera acogerlos; fue bonito porque tuve que entender al otro, como cuando ha-
cía de Blanca Varela, sé que jamás voy a ser Blanca Varela, pero sí enten-
lectura>>. día por qué decía las palabras que decía, qué significaban sus poemas o
por qué escribía algunos de ellos o por qué era como era con Marisol. Lo
mismo me pasó con Fernando, cada palabra que decía sobre su mamá lo
ponía en acción, es decir, no la palabra, pero sí en la acción. ¿Qué quiere
el personaje de este otro personaje? ¿Qué quería el personaje de Blanca
con Marisol? ¿Qué quería cada personaje chiquito que hacíamos dentro
de la obra? A pesar de haber cambios muy sutiles, que no implicaban
un cambio de vestuario, tú podías darte cuenta que ahí estaba presente
Blanca o el papá de Fernando, que representaba Alberick, tú lo reconocías
inmediatamente, porque había una diferencia en lo que estaba haciendo
el personaje en relación a los protagonistas, que eran Marisol y Fernando.
Yo amo los ensayos, para mí los ensayos nunca acaban, las fun-
ciones incluso las considero ensayos, porque todo el tiempo cambias. No
es posible que todos los días estemos igual, eso es imposible; si tú estás
Diálogos, Apuntes Teatrales | 31
atento al otro todo el tiempo, podrás reconocer que el otro tampoco está
igual todo el tiempo y deberás trabajar a partir de eso. Si mi compañero
está distraído, yo trabajo a partir de eso, si yo estoy distraída, trabajo a
partir de eso, para mí todas las funciones son distintas, el público es dis-
tinto; eso es lo lindo del teatro, es que es un arte vivo, una expresión de
verdad. Cuando en Pájaros en llamas, Alberick, se cortó la mano, todos
nos juntamos para resolver la situación en el presente, creo que de eso
se trata el teatro. Lo lindo de los ensayos es que tienes más horas para
experimentar, en una función solo tienes dos horas. Yo amo los ensayos,
por eso trato de que cada función sea un ensayo más, nada está dado por
sentado, nunca, así es como lo veo yo.
Fotografía: CCPUCP
32 | Diálogos, Apuntes Teatrales
Reflexiones
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ver con la reivindicación de las control total de su cuerpo y un elevado nivel de abstracción que le permita
construir, a partir de la intervención de este cuerpo, imágenes potentes y
microhistorias, acto propio de cargadas de sentido y discurso.
Para sintetizar, usaré otra vez las palabras de Lehmann, que nos
dice que el actor posmoderno «se puede negar a ser el doble de un perso-
naje, puede aparecer como actor épico que hace una demostración, como
actor en sí o como performer, que hace uso de su propia presencia como
material estético primario» (pp. 242-243) y que «el cuerpo humano es una
metáfora; su flujo de movimientos es una inscripción en un sentido meta-
fórico complejo, un escribir y no un bailar» (pp. 162-163).
Hay sin embargo cuatro enfoques del trabajo de la voz, que me-
recen especial atención:
42
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Diálogos, Apuntes Teatrales | 43
en la presencia de un compañero vivo en la escena, sino que más bien
es una escucha corporizada y amplificada.
Bibliografía
CÉSAR Morón, A. (2016). UNED. En Signa N° 25, págs. 757-778.
DE TORO, A. (2005). Los caminos del teatro actual: hacia la plurimedialidad postmoderna o
el fin del teatro aristotélico. Assaig de teatre: revista de l’Associació d’Investigació i Experi-
mentació Teatral. (47). Pp. 17-31.
«El personaje es el ser del papel que ama, pero es el actor quien
dirá las palabras y hará los gestos de amor».
Anne Ubersfeld
naje depende de la línea de El personaje puede ser considerado como la intersección de dos
continuidad de sus acciones, conjuntos semióticos (textual y escénico) y, dado que se ha indagado en
el plano textual, será abordado ahora en el trabajo escénico.
estas deben tener coherencia ¿Cuáles son los procesos creativos internos y externos por los
con las acciones de los demás que atraviesa el actor para la composición de su personaje?
circunstancias de la obra>>. tancias de la obra. Los gestos, actitudes, ademanes, atuendos, objetos,
son los elementos visuales que el actor porta para diseñar el personaje
que representa. (Ráez, 2017)
necesita su perspectiva para Otro de los aspectos por considerar en el trabajo de composi-
ción del personaje es el proceso de interpretación del papel, debido a que
poder apreciar de una forma cada paso o movimiento efectuado en esta etapa de creación debe ser
revitalizado y motivado por una verdad escénica (Konstantín Stanislavski,
completa cada momento pre- El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la vivencia).
El actor debe dar una ojeada por el pasado y futuro para eva-
luar la acción presente; y cuanto más clara sea su relación con el total
de la obra, más fácil será concentrar toda su atención en el presente. Por
consiguiente, la perspectiva del actor es muy importante, porque cuando
está en escena afirma su fuerza creadora interior y su capacidad para ex-
presarla en términos externos; además, está en disposición de aplicar sus
fuerzas motrices internas cuando sea necesario y hacer uso razonable de
los materiales reunidos para su papel.
Diálogos, Apuntes Teatrales | 49
Una cualidad importante en la perspectiva es que hay que saber
calcular con exactitud las propias fuerzas y los medios para traducir el
personaje que se interpreta; si nos detenemos al final de cada fragmento
de un papel para volver a empezar el siguiente, nunca adquiriremos una
continuidad en la acciones. La perspectiva del personaje es la que nos
guía por el camino por el cual atraviesa la obra en su totalidad y esta avan-
za de manera constante a la línea continua de acción. Estos dos elemen-
tos, la perspectiva y la línea continua de acción, funcionan de una manera
esencial en nuestro trabajo como actores para la interpretación del papel.
Bibliografía
•RÁEZ Mendiola. Ernesto (2017). El Arte del Hombre (reflexiones de un profesor de teatro).
Lima: Escuela Nacional Superior de Arte Dramático.
•STANISLAVSKI, Konstantin (1979). Manual del actor [recopilado por Elizabeth Reynolds
Hapgood]. México: Editorial Diana S.A.
•- - - - - - - - (2009) El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la encarna-
ción. España: Alba Editores.
Fotografía: Sofía Palomino
•UBERSFELD, Anne (1993) Semiótica teatral. Madrid: Cátedra - Universidad de Murcia, se-
gunda edición.
•- - - - - - - - (2002). Diccionario de términos claves en el análisis teatral. Buenos Aires:
Galerna.
•WRIGHT, Edward A. (1988). Para comprender el teatro actual. México: Fondo de Cultura
Económica.
50 | Diálogos, Apuntes Teatrales
Introducción
ducido cuando algo se aleja de su posición como una cosa para conver-
<<Generalmente el proceso tirse en otra. Además, nos dice que «a partir de esta concepción, en el
de construcción de personaje
campo de las artes, poiesis refiere a la fascinación provocada en el mo-
mento en que, mediante múltiples fenómenos asociativos aportados por
la de teatralidad propiamente
sucede en el ámbito de una presentación, representación, interpretación,
donde aparecerá la poética del actor. El francés Jean-Pierre Sarrazac, dra-
nes que interpreta del texto escritura dramática a partir de Ibsen, Chéjov, «tampoco la forma del dra-
ma abandona enteramente en Chéjov las categorías que requiere en tanto
al abstraer de los diálogos y continúa siendo forma dramática>> (2011, p. 123). Continúa Szondi con
Strindberg, Maeterlinck, Hauptmann, Buchner, los existencialistas y el
didascalias, si las hubiera, las teatro del absurdo hasta Pirandello y Beckett. Según Szondi, el autor en el
drama desaparece como hacedor de la acción dramática y manipulador de
relaciones subjetivas e inter- los seres de ficción. Esta escritura exige la ilusión del espectador. Robert
Los significantes para el actor vienen a ser las acciones que in-
terpreta del texto al abstraer de los diálogos y didascalias, si las hubiera,
las relaciones subjetivas e intersubjetivas de los personajes. El imaginario
como significado que el actor construye al interpretar el discurso textual
y transforma en significantes empieza a formarse desde que se imagina
la acción al leer el texto. Luego deberá traducirlas en acciones físicas en
el espacio para el espectador, parte laboriosa y extensa prevista para los
ensayos escénicos. Podemos entonces leer los parlamentos de Hamlet e
imaginar que el personaje reacciona espantado ante la aparición espec-
tral de su padre; las frases leídas como significantes del discurso textual
se hacen significado para el lector, en este caso actor, antes de volverlo
otra vez un significante en la realidad escénica. Supongamos el caso de
Hamlet, el actor interpreta el texto y en la acción se afecta ante la apari-
ción del espectro del padre, entonces su cuerpo retrocede con una cierta
cualidad de movimiento en vinculación con una impregnación psicológica.
Tal acción (siempre en presente) es el significante para el actor, la suma de
tales construye acciones y comportamientos, y el personaje. En el público,
el retroceso del actor se convertirá en el significado del horror que sufre el
personaje aun cuando no sepa lo que piensa o siente el actor (¿cómo po-
dría saberlo y para qué si tiene que intuirlo?). Sin tal esencia significante,
o con el significante fuera del discurso textual, por ejemplo, que el actor
salte extasiado de placer como Hamlet ante el espectro, el espectador
verá las acciones pero no determinará las causas de los comportamien-
tos del ser poético, excepto que esa acción tenga un fin unificador. El
espectador se aleja de las acciones si le son completamente invisibles las
movilizaciones subjetivas e intersubjetivas de aquellas en el actor.
Aun se ven lejanos los tiempos en los que los hallazgos científi-
cos revelen los sutiles misterios de la mente y su funcionalidad creativa.
60 | Diálogos, Apuntes Teatrales
Conclusiones
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
La escena y el personaje 1
Jorge Eines
Hay que prepararse para estar muy por encima de los límites que
el juego convencional impone. No hago como que juego sino que juego
como única opción posible para descubrir lo que no está antes de que me
ponga a jugar en serio. Es casi normal, y por lo tanto muy permitido, que
uno diga: el personaje no haría tal cosa o no haría tal otra. Esos son los
límites que el juego tiene que ayudar a transgredir. Nos ponemos limita-
ciones para ser y para hacer, como si le pidiéremos permiso a la informa-
ción que tenemos acumulada de la vida. Sin embargo, debemos asumir
que los permisos no vienen de ahí, la autorización se consigue buscando
hacia delante. El pasaporte no está en lo que hemos vivido, sino en lo que
tenemos por vivir.
¿Qué tendría que ocurrir para que me pusiera a jugar? Esa re-
sistencia no se vence sino es con la tozuda convicción del que actúa. La
imaginación derrota al enemigo.
En la vida, el sueño ocupa el lugar del juego. Freud nos hizo des-
cubrir que el sueño es una transacción entre dos instancias psíquicas:
censura y conciencia.
«Si defino al personaje antes El juego es al actor lo que el sueño al individuo. Jugamos para
vencer las resistencias que no nos dejan jugar y de esa transacción salen
de trabajar, lo limito. Puedo los personajes.
conocer lo que hicieron otros, Si defino al personaje antes de trabajar, lo limito. Puedo conocer
pero mi personaje será lo que lo que hicieron otros, pero mi personaje será lo que vendrá. No dejemos
que otros lo definan cuando aún no he podido quitarme de encima lo que
vendrá». no me deja jugar. Cuando haya atravesado las barreras que me impedían
ser libre para poder crear, estaré en condiciones de aprender una técnica
para poder obtener, con ella como intermediario, una auténtica experien-
cia en el escenario. Sin embargo, en ese momento, no debemos olvidar
el origen. La intensidad de esa experiencia surge más de la naturaleza
humana y del talento que de la técnica misma.
Anna Ajmátova
Este «yo puedo», más allá de toda facultad y de todo saber ha-
cer, es una afirmación que aunque no significa nada, pone al sujeto in-
mediatamente frente a la experiencia quizá más exigente y, no obstante,
ineludible, con la que le es dado medirse: la experiencia de la potencia.
Ese «sin saber por qué», que tanto inaugura como constituye,
acaba instalado no como metáfora, sino como conocimiento adquirido,
hasta quedar establecido cual huella personal e indeleble. El actor apren-
de a no saber que sabe.
Diálogos, Apuntes Teatrales | 67
Pronunciar este «yo puedo»
A todo hombre le llega el momento en que debe pronunciar este «yo pue-
do». El momento de una madre aguardando en la puerta de una cárcel
noticias de un hijo no es el momento de un actor en la escena, ¿por qué?
una conducta, que luego lla- Lo que más me impresiona es la dimensión existencial de este
La experiencia de la potencia.
Me resulta tentador pensar una vez más: ¿Qué es el personaje? Más ten-
tador aún porque nos invita a evitar la llamada de la identificación como
única puerta de entrada posible.
El previo:
del juego al personaje
Santiago Soberón
Es transversal.
Y lúdico en un inicio.
Un poco altivo
Sí.
Ni bien llegó a Lima, dijo usted algo que quizá pudo preocu-
par a los profesores de Análisis del texto dramático: «El peor enemigo
del actor es el texto». Lo que se entiende es que hay otra manera de
enfocar el texto.
¿Deconstruir quizá?
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| Diálogos, Apuntes Teatrales
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Diálogos, Apuntes Teatrales | 75
Colacho hermanos
(fragmento)
César Vallejo
Acto segundo
Cuadro tercero
En la casa de los COLACHO, en Taque, después de la cena. Un comedor elegante Puertas al fondo, a derecha
y a izquierda.
ACIDAL COLACHO, vestido con elegancia provinciana rebuscada, lee un periódico, de sobremesa. Al igual que
MORDEL, sus aires son ahora los de un nuevo rico.
Escena primera
ACIDAL y el GOBERNADOR
RINA
(La sirvienta –una campesina de unos 18 años, de una hermosura extraordinaria‒ desde la puerta del foro)
Don Acidal, pregunta por usted el señor Gobernador.
ACIDAL
(poniéndose de pie, con vivo interés) ¿El Gobernador? Hazle pasar. Inmediatamente.
RINA
Muy bien, don Acidal. (Vase. ACIDAL se corrige las líneas del vestido y de la corbata. Se pasea)
EL GOBERNADOR
(viejo de ojos badulaques, entrando por el foro) Señor don Acidal Colacho y Llagatocha, nuestro futuro diputa-
do a Cortes, buenas las tenga usted.
ACIDAL
(deferente, pero desde arriba) ¡Hola, don Sebastián! Adelante. ¿Cómo le va a usted? (Las manos)
EL GOBERNADOR
¡Cinco más, don Acidal! ¡Los de Cotongo!
ACIDAL
¡Caracoles! ¡Qué me cuenta usted, don Sebastián!}
76 | Diálogos, Apuntes Teatrales
EL GOBERNADOR
¡Sí, señor! ¡Los cinco Tarco! Yo me siento. (Se sienta) Y como la asamblea que debe designar las comisiones
receptoras de sufragios, se compondrá, a lo sumo, de unos 45 ó 50 mayores contribuyentes, creo que no anda-
mos lejos de la mayoría de votantes.
ACIDAL
Con los 5 de Cotongo, son 18…
EL GOBERNADOR
Es el caso que yo tenía preso, acusado de asesinato, a un sujeto que dicen ser guardaespaldas del médico,
en sus correrías mujeriles. ¡Un maleante, de los peores! Está visto que mató. Pues Cotongo, de pronto, esta
mañana ha venido a mi despacho a interesarse por este individuo, y yo, naturalmente, ni corto ni perezoso, le
propuse: Yo pongo en libertad, ahora mismo, al asesino, pero usted, doctor Cotongo, me promete, en cambio,
los votos de los Tarco, en la asamblea de mayores contribuyentes…
ACIDAL
¡Don Sebastián, lo agarró usted!
EL GOBERNADOR
(se hecha a reír) Culebreó, se retorció, se rascó la nariz. ¡Qué esto, que lo otro, que lo de más allá!... (Ríe y tose)
ACIDAL
¡Es todo un estacazo! ¡Cinco votos más, de un solo golpe!
EL GOBERNADOR
¡Figúrese usted! ¡Los Tarco! ¡Loa alparceros del propio Galtres! ¡Del candidato contrario!
ACIDAL
Total: 18. Faltan todavía, lo menos 7.
EL GOBERNADOR
Una cosa me preocupa solamente, don Acidal. No soy hombre que se fía del doctor Cotongo. El médico fue
nombrado médico oficial de Taque por Galtres, no hay que olvidarlo. Es un Galtrista solapado…
ACIDAL
Ya lo sé. Ya lo sé.
EL GOBERNADOR
El día de la asamblea, Cotongo puede enfermar a todos los Tarco…
ACIDAL
¡Qué ocurrencia! ¡Nos osará!
EL GOBERNADOR
¡Que no! ¡Enfermarlos a los cinco, le digo! Como es él quien otorga, en estos casos, los certificados de impedi-
mento…
ACIDAL
Los traeremos a la fuerza a la asamblea, don Sebastián.
EL GOBERNADOR
¿Aunque estén enfermos de muerte?
ACIDAL
Vivos o muertos. Además, ¿Cuántos días faltan para la asamblea?
Diálogos, Apuntes Teatrales | 77
EL GOBERNADOR
Todavía falta un mes aproximadamente, ¿por qué?
ACIDAL
¡Pues bien, voy a escribir en el acto a la “Cotarca Corporation”.
EL GOBERNADOR
(interrumpiendo) ¿Se acuerda usted, don Acidal, por qué los Tarco hacen, a ojos cerrados, cuanto les pide el
médico?
ACIDAL
Estoy enterado: porque les salvó la vida del padre…
EL GOBERNADOR
Bien. Nosotros haremos…
ACIDAL
¿Cambiaremos el médico oficial por uno de los nuestros?...
EL GOBERNADOR
¡Eso! Enfermamos al padre otra vez, vaciándole en la cabeza un buen botijo de agua fría, verbigracia…
ACIDAL
¿Para salvarle de nuevo la vida, por manos del otro médico?... (EL GOBERNADOR ríe a carcajadas) Después de
todo, la maniobra no estaría mala. Pero hay que ganar tiempo…
EL GOBERNADOR
¡Ca! No, señor. Bromas aparte, nos queda, don Acidal, el robo, el abigeato a mano armada, las heridas y
contusiones, el rapto, la violación y el estupro. En fin, hay mil pretextos para hacer detener a uno de los Tarco.
¿Usted me entiende?
ACIDAL
Sí. Ya lo creo.
EL GOBERNADOR
Esta misma noche, mando a los gendarmes por el menor de los hermanos. Usted, luego, se interesará por él
ante mi despacho y asunto concluido.
ACIDAL
Sería éste el medio más idóneo a mi entender.
EL GOBERNADOR
Y, por desgracia, el único medio que la ley deja en mis manos, para servirle a usted, don Acidal.
ACIDAL
¡A los hechos! ¡Magnífico!
EL GOBERNADOR
Hace treinta años, un Gobernador ¡había que ver! era el amo y señor de una provincia. Todo el mundo caía en
la órbita de su autoridad. Ningún resorte de la vida social –desde la muela de una rata, hasta el minutero de
un reloj‒ quedaba fuera de la máquina de su gobierno: el resorte policial (No se diga), el resorte económico, el
resorte jurídico. ¡Qué tiempos! Ahora… ¿en qué ha venido a parar un Gobernador? ¿Qué soy? ¡Un gobernardor-
cillo de mira quién viene! ¡La mitad, ¡qué digo! ¡De la rodilla para debajo de un Gobernador!
ACIDAL
En verdad, todo eso, don Sebastián, está para ser cambiado.
78 | Diálogos, Apuntes Teatrales
Extraños
(Presagio azul)
Daniel Dillon
Quinta escena
Una agradable cafetería al costado de un cine. Ella toma un café y fuma, él está en la calle.
ÉL
Hace frío.
ELLA
Estoy harta, harta necesito vacaciones aunque sea metida en casa, con las piernas estiradas tomando sol, de
la ducha a la cama entre cremas y espejos y revistas con modelos siluetas y novelas galletas y desvelos.
ÉL
Faltan quince minutos, ¡qué mierda hago en quince minutos! Tiempos cortos son tiempos perdidos, y con este
frío… Con una hora me iría a comer algo a mi casa, que me ha dado hambre, pero ¿un cuarto de hora? Sin
embargo, quince minutos son quince minutos. Y no se pueden desperdiciar así como así, parado en medio de
la calle y mirando a la gente pasar, muerto de frío.
ELLA
¡Esa chica se parece a Verónica! Pero cuando joven. Hace mil años que no te veo, ¡cómo pasa el tiempo! Tus
hijos deben estar enormes. ¡Qué chiste! Cuando estudiábamos juntas aceptabas en silencio la preferencia de
los chicos por mí. ¡Yo era muy coqueta! Muy mal, muy mal, a veces ni te tomaba en cuenta, te quedabas toda
embobada escuchando mis conversaciones con los chicos. Muy mal. ¡Pero tú te casaste! Suena raro... ¿Qué
paso conmigo? ¿Qué pasa? ¿Y ese tipo? ¿Me está mirando o me parece?
ÉL
¡Qué lindas piernas! ¡Lo que hacen de uno unas bonitas piernas! Y el tiempo que nos hacen perder! Cuántas
cuadras inútiles, caminadas detrás de ellas. Pero qué se le va a hacer, uno lo hace con gusto. Yo encantado de
caminar, y si es posible, enredarme.
ELLA
¿Quién iba a pensar que al final la linda coqueta se encontraría completamente sola? Sin nadie que… no está
mal el tipo. Curioso, cada día me parecen más interesantes los hombres. Y más extraños. Es atractivo, como
para contrariar a la antipática amiguita “Soledad”. ¿Me mira? Lo ves, querida “Sole”? Conservas tu atractivo.
ÉL
Bueno, ojala sea buena la película. Ahora dan cada estupidez… Dígame, princesa, ¿no le gustaría acompañar
a un caballero de triste figura pero apasionado, al cine? ¡Es ridículo! Las cosas que se le pasan a uno por la
cabeza.
ELLA
Diálogos, Apuntes Teatrales | 79
¡Las cosas que se le pasan a una por la cabeza! ¿Qué me hizo recordar a mi vieja amiga Verónica? En el fondo
no te envidio: hijos, quehaceres, arrugas, hogar… No, no me veo en tu lugar. Me voy, no vaya a ser que al tipo
ese se le ocurra abordarme y yo me quede petrificada en mi sitio. ¡Mi café se enfrió, mozo! ¿Dónde se fue?
Debí tomarlo a tiempo, pero así es, así soy.
ÉL
Voy a tomar un café y sentarme frente a ella. Me duelen los pies.
ELLA
¡Qué frío hace! Estoy como el café que por no tomarlo a tiempo se enfría y… ¡No lo puedo creer! ¡Viene hacia
aquí! ¡No!, muy mal, ¡mozo! Tranquila, me voy al baño.
ÉL
Se va. ¿Qué habrá pensado? ¿Que yo…? Ah, no, se va al baño. Qué bonita mujer, la línea de la espalda, desde
el inicio, ya insinúa y promete un bello final, ojalá sea así de buena la película. Dios es un pintor que en las
mujeres gasta sus mejores trazos.
(Se sienta.)
Ahhh los domingos!
Uno nunca se acostumbra
con sus pausas, sus limbos
mirar menos el reloj
levantarse despacio y de a pocos
quedarse pegado en el espejo,
revisar algunos recuerdos.
Los domingos parecen otoños resumidos
claro, para nosotros los hombres solos
para otros deben ser verano, sol, ¡fiesta!
A mí me complacen con toda su tristeza
Pero uno, a pesar de lo vivido, ¡nunca se acostumbra!
Ella sale del baño, le sonríe mientras deja una propina, por un instante creemos esperanzados en el contacto,
pero no, aún falta algo, ella se va.
ÉL
¡Y se fue el amor! Bueno, faltan dos minutos. ¡No! Pero yo lo digo y redigo: ¡qué hermosas son ellas! Las líneas
curvilíneas. ¿Dije que la vida se desperdicia? ¿Mozo? ¡Mozo! ¿Hay alguien en este lugar? Esto es un verdadero
desperdicio de tiempo. (Sale.)
FIN
80 | Diálogos, Apuntes Teatrales
Nuestros colaboradores
DANIEL DILLON
Estudió en la Escuela Superior de Arte Dramático de Trujillo y en la Escue-
la Nacional de Arte Dramático (Ensad) de Lima. Ha trabajado con reco-
nocidos teatristas, entre ellos Alonso Alegría, Alfonso Santistevan, José
Carlos Urteaga, Sergio Arrau, Sara Joffré y Fausto Carrillo (profesor de
actuación del instituto de teatro de Barcelona). Ha sido premiado por el
fondo de apoyo a las artes escénicas, Iberescena. Publicó Nueve piezas
cortas, con el sello del Fondo Editorial de la Ensad, entre ellas La tercera
persona, estrenada por la misma institución (2014), con comentarios favo-
rables de la crítica. Además, ha participado como actor en varios montajes
de teatro y algunos cortometrajes. Su obra. Actualmente es profesor en la
Ensad y en la Universidad Privada del Norte.
LUCÍA LORA
Licenciada en Educación por el Arte, con mención en Pedagogía Teatral.
Se formó como actriz en el grupo Yuyachkani, donde trabajó durante diez
años. Paralelamente estudió en Cuatrotablas, así como con Alberto Ísola,
Lucho Ramírez, Arias y Aragón, entre otros. Complementó su formación
de actriz con estudios de danza contemporánea, coreografía y dramatur-
gia. Se ha desempeñado durante años como pedagoga, tanto en el Perú
como en Venezuela, Colombia y México. Actualmente se desempeña como
coordinadora de Investigación de la Ensad, donde también ejerce la do-
cencia, y está cursando su maestría en Artes Escénicas en la Pontificia
Universidad Católica del Perú.
PATRICIA BARRETO
Actriz de cine, teatro y televisión. Se ha formato en artes escénicas, can-
to y acrobacias. Ella es egresada de la escuela de Clown e improvisación
Pataclaun y del Taller de actores avanzados de Alberto Isola, así como del
seminario de Comedia del arte, máscaras balinesas - Lecoq con Marcelo
Savignone y del seminario Timbre 4, con Paula Ransberg, Lautaro Perotti
y Claudio Tolcachir de Argentina. Recientemente ha estrenado la versión
teatral de El diario de Ana Frank.
LIZET CHÁVEZ
Inició sus estudios de actuación con Aristóteles Picho e ingresó luego al
Club de Teatro de Lima. También es egresada de la carrera de Comunica-
ciones de la Universidad San Martín de Porres y ha llevado el taller profe-
sional de Actuación con Roberto Ángeles. Su formación incluye estudios
en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq (Francia). Actualmen-
te se desempeña como docente en Ciclorama y como actriz ha participado
en diversos montajes de Lima, entre ellos Pájaros en llamas, Casa de mu-
ñecas 2, Tres versiones de la vida, Casi don Quijote.
ANAÍ PADILLA
Es bachiller en Formación Artística, especialidad de Teatro, con mención
en Actuación por la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático, ha par-
ticipado de diversos montajes de teatro. Su formación incluye el canto y
baile. Su más reciente montaje, Negra, revela además su lado activista en
pro de la visibilización de la cultura afrodescendiente. Ha sido condecora-
da este año por el Congreso Nacional de la República con la Primera Me-
dalla Conmemorativa en Homenaje a la Cultura Afroperuana. Mejor Actriz
de Reparto Drama por la obra Ropa íntima por Oficio Critico en el 2016.
Ha formado parte de la obra Simón, el topo, que participó del Outburst
Queer Arts Festival de Belfast en Irlanda del Norte el 2017.
JORGE EINES
actor, El actor pide, Hacer actuar y Repetir para no Repetir. El 2015 publi-
ca Las 25 ventanas. Ha trabajado durante varios años como profesor de
Dramática Creativa, con niños y profesores en diversos colegios de Bue-
nos Aires, desde 1970 a 1976. Participa como profesor de interpretación
para actores en Teatro Planeta, Teatro IFT., Teatro El Vitral y TEA.
SOFÍA PALOMINO
LUCHO RAMÍREZ