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Desde luego, le puse otro título, que se condijese con este nuevo
propósito, " AMNISTÍA , INDULTO , y PRESCRIPCIÓN ", incorporando un capítulo
inicial introductorio, con una visión general y sistemática del tema, en
conexión con aspectos básicos del derecho punitivo y del actuar
perseguidor del Estado.
EL AUTOR
ANTECEDENTES
En este libro nos referiremos a tres temas :
Sin embargo, iniciaremos este trabajo refiriéndonos en forma breve, a lo que hemos
llamado antecedentes necesarios y en concreto al tema:
Antes de entrar en los objetivos de este libro, nos referiremos muy genéricamente, a
los pilares del Derecho Penal, que descansa en lo fundamental, en el concepto de
delito y la facultad del Estado para sancionar a quienes quebrantan esa orden,
interviniendo en su ejecución , ya seas como autores, cómplices o encubridores.
Podemos decir, en términos generales, que el delito ocurre cuando una persona o
más, llevan a cabo las conductas descritas como tales. Nuestro Código Penal nos
entrega una larga lista de conductas penadas por la ley, pero hay otras, que están en
otros ordenamientos jurídicos, de manera que no es solo el Código del ramo el que
nos señala esas conductas ilícitas y que son todas aquellas que atentan contra bienes
que la sociedad quiere proteger .
Cuando estaba terminando este libro, vi que cobraba fuerza especial una infracción
al Código Sanitario, como producto de la pandemia conocida mundialmente como
Corona Virus y se han instruido numerosas causas por este motivo.
Con todo, no obstante —de acuerdo con principioss jurídicos insoslayables— las
descripciones respectivas deben estar reconocidas o incorporadas por ley.
Tales dificultades tienen que ver con las etapas de ejecución del delito, los niveles
de participación, el encuadramiento en el tipo, la responsabilidad y la culpabilidad,
entre otros muchos aspectos.
El Código Penal, como lo dijimos, en su artículo 1º señala que "Es delito toda acción
u omisión voluntaria penada por la ley"; y en el inciso 2º agrega:
" Las acciones u omisiones penadas por la ley se reputan siempre voluntarias, a no ser que
conste lo contrario ".
El artículo 2º agrega:
" Las acciones u omisiones que cometidas con dolo o malicia importarían delito,
constituyendo cuasidelito si solo hay culpa en el que las comete ".
4. El delito en la doctrina
La doctrina, en cambio, registra numerosas definiciones o conceptos de delito —
según las distintas escuelas o tendencias de los penalistas y criminólogos—, siendo lo
más aceptado, a lo menos entre nosotros, la que señala que delito es la "conducta
típica, antijurídica y culpable" y así lo han repetido en sus clases la mayoría de los
profesores de derecho penal.
Desde luego, hay que apuntar que solo el primer elemento —la conducta— es
material y que puede analizarse en ese ámbito y con todas sus matices, incluidas la
subjetividad y la objetividad. Los otros —tipicidad, antijuricidad y culpabilidad—, son
jurídicos, y se refieren a que la conducta esté descrita en el tipo (no más y no menos),
a que atente contra el sistema jurídico y de bienes relevantes para la sociedad, ya que
el o los sujetos involucrados en la línea de autoría pueden ser tenidos como culpables
o sujetos de reproche.
En una primera perspectiva, para los efectos de este texto, interesa destacar que la
pena se encuentra incluida directa o indirectamente en las descripciones de
conductas reprobables que hacen las leyes penales, y que su clasificación general se
contiene en el artículo 21 del Código Penal, que es del siguiente tenor:
" Las penas que pueden imponerse con arreglo a este Código y sus diferentes clases, son
las que comprende la siguiente:
ESCALA GENERAL
Penas de crimen:
Presidio perpetuo.
Reclusión perpetua.
presidio mayor.
Reclusión mayor.
Relegación perpetua.
Confinamiento mayor.
Extrañamiento mayor.
Relegacion alcalde.
Inhabilitación especial perpetua para algún cargo u oficio público o profesión titular.
Inhabilitación especial temporal para algún cargo u oficio público o profesión titular.
presidio menor.
Reclusión menor.
Confinamiento menor.
Extrañamiento menor.
Relegación menor.
Destierro.
Prisión.
Multa.
6. El proceso penal
Desde otra perspectiva, la sanción o pena puede apreciarse en toda su fuerza, una
vez acaecida la violación del precepto penal, esto es, surgida la responsabilidad penal
debido a existir una conducta típica, antijurídica y reprochable, en que nace para el
Estado el derecho de hacer efectiva la responsabilidad penal y de imponer al o los
autores del delito, la sanción correspondiente. Tal facultad estatal se lleva a cabo
mediante el proceso penal, que está dirigido a verificar la existencia de dicha
responsabilidad y que concluye con la dictación de la sentencia que impone una pena
al que delinquió.
Según la doctrina, al derecho estatal antes referido, le corresponde por parte del reo
el deber de someterse a la sanción, naciendo así una relación jurídica entre el Estado
y el sujeto activo del delito denominado "relación punitiva"; También, en doctrina, el
cumplimiento de esta función estatal se denomina "la pretensión punitiva del Estado".
8. La acción penal
Por su parte, el Código Procesal Penal, aplicable a los hechos que ocurren hoy,
desarrolla este tema en los artículos 53 a 57 (Título III del Libro I), cuyo texto es el que
se transcribe a continuación.
" La acción penal pública para la persecución de todo delito que no esté sujeta a regla
especial deberá ser ejercida de oficio por el ministerio público. Podrá ser ejercida, además,
por las personas que determinen la ley, con arreglo a las disposiciones de este Código Se
concede siempre acción penal pública para la persecución de delitos cometidos contra
menores de edad.
a) Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494, número 5, del Código Penal;
b) La violación de domicilio;
c) La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247, inciso segundo, del Código
Penal;
d) Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal;
e) Los previstos en la Ley Nº 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios
industriales y protección de los derechos de propiedad industrial;
A falta del ofendido por el delito, podrá denunciar el hecho las personas indicadas en el
inciso segundo del artículo 108, de conformidad a lo previsto en esa disposición.
Iniciado el procedimiento, éste se tramitará de acuerdo con las normas generales relativas a
los delitos de acción pública ”.
Artículo 55. " Delitos de acción privada . No podrán ser ejercidas por otra persona que la
víctima, las acciones que nazcan de los siguientes delitos:
a) La calumnia y la injuria;
d) El matrimonio del menor tuvo efecto sin el consentimiento de las personas designadas
por la ley y celebró de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo ”.
Pero se extinguen por esa renuncia a la acción penal privada y la civil derivada de cualquier
clase de delitos.
Si el delito es de aquellos que no pueden ser perseguidos sin previa instancia particular, la
renuncia de la víctima a denunciarlo extinguirá la acción penal, salvo que se trate de delito
perpetrado contra menores de edad.
La responsabilidad penal puede, por un lado, verse impedida de nacer, sea porque
falta algún elemento del delito o alguna de las condiciones legales requeridas para la
aplicación de una pena, lo cual sucede con la concurrencia de las llamadas eximentes
de responsabilidad penal y que están expresamente señaladas en el artículo 10 del
Código Penal y que no son materia de este trabajo.
Por otro lado, puede ocurrir que aun cuando se reúnan los requisitos necesarios
para que la responsabilidad penal surja, este no se concreta debido a que existan
hechos o conocimientos reconocidos por la ley que hacen cesar la pretensión punitiva
del Estado, haciéndose imposible la persecución penal mediante el proceso, por
haberse extinguido la acción penal que permitía incoarlo. También puede suceder
que, no obstante ejercitado la acción penal y haber concluido ella con una sentencia
firme, quede excluida la posibilidad de aplicar la pena.
1. Por la muerte del responsable, siempre en cuanto a las penas personales, y respecto de
las pecuniarias sólo cuando a su fallecimiento no se hubiere dictado sentencia ejecutoriada.
3 . Por amnistía, la cual extingue por completo la pena y todos sus efectos.
4. Por indulto.
La gracia del indulto sólo remite o conmuta la pena; pero no quita al favorecido el carácter
de condenado para los efectos de la reincidencia o nuevo delinquimiento y demás que
determinan las leyes.
5. Por el perdón del ofendido cuando la pena se haya impuesto por delitos respecto de los
cuales la ley sólo concede acción privada.
De las siete causales que contiene la disposición legal transcrita, seis son aplicables
a todo tipo de delitos y una sola, la Nº 5, esto es, el perdón del ofendido, únicamente
a los delitos de acción privada.
CAPÍTULO I LA AMNISTÍA
13. La amnistía
Cury nos dice que "el derecho a otorgar este perdón pertenece, en primer lugar y de
una manera amplia, al legislador; en forma más restringida, al Presidente de la
República, como Jefe del Ejecutivo, y, por fin, dentro de los límites reducidos, al
particular ofendido por el delito". 2 Agrega, "cuando quien lo ejercita es el primero, se
habla de una amnistía o de un indulto general ; cuando lo hace el Jefe del Estado, de
un indulto particular , y cuando es el propio ofendido, simplemente de su perdón ". 3
Por su parte, Welzel señala que el indulto es "un acto jurídico estatal que condona,
rebaja, conmuta o suspende las penas impuestas por sentencia firme" ... "según el
número que afecta se distingue el indulto particular y el indulto general (amnistía )". 4
En nuestro país, al igual que en otros, se han dictado durante su historia numerosas
leyes de amnistía, como se detallará más adelante. Pero en el último tiempo —y por
razones obvias— el cuestionamiento se ha vinculado directamente con el referido DL
Nº 2.191, especialmente en dos rubros: si debe aplicarse de inmediato, sin
investigación, o luego de agotada esta última; y si cabe aplicarla en el caso de
aquellos delitos que se califican como de lesa humanidad.
En una primera época, el poder económico, político y religioso residía en una misma
persona, y que era el soberano, quien tenía la facultad de juzgar y perdonar y su
preocupación máxima no era siempre la de aplicar un derecho de gracia, de justicia,
que respetara las normas mínimas de igualdad de derechos de sus gobernados, sino
que a menudo de ensalzar su persona y magnanimidad frente a sus súbditos, de
manera que las determinaciones que tomaba, resultaban ser la consecuencia de sus
propios intereses personales. Incluso en etapas posteriores, cuando la justicia era
dada por otras personas a nombre del rey, tanto el castigo como el perdón eran
generados por esta autoridad, la que como estaba revestida de un carácter divino, no
permitía poner en duda sus decisiones.
Este derecho de gracia era ejercido por el soberano, correspondiendo así a una de
sus facultades privativas, y por tanto utilizándolo a su arbitrio. Hoy en día, es una
potestad del poder público, que encuentra su fundamento en dos pilares, la justicia y
utilidad social, que por supuesto deben ser ejercidas en forma legal. 5Y más tarde aún
en el tiempo, cuando ya no es el soberano quien juzga directamente, sino que ha
delegado esta función en funcionarios que la administran, sigue este ejerciendo el
derecho de gracia indiscriminadamente, como delegante de la función de justicia, de
manera que puede revocar lo resuelto por sus administradores, sin más límite que su
propia voluntad. Lo anterior actualmente permite aceptar legítimamente que la ley no
puede hacerse cargo de todas las situaciones posibles y ofrecer una solución a
cualquiera de ellas. 6
El origen de la amnistía asoma en la historia bajo Solón en el año 594 AC, aunque
algunos autores evocan el nombre de Trasíbulo como el primero en conceder
amnistía. Durante el período del Arcontado, Solón, después de haber rechazado la
tiranía, reintegró por un acto general y de forma amplia los derechos y privilegios de
los ciudadanos que los habían perdido por sentencia de los Arcontes, excluyendo
solamente a aquellos que habían sido juzgados por traicion y homicidio.
16. Roma
Era conveniente, entonces, como condición para eliminar excesos, que una
autoridad sin obligación de observar estrictamente la letra de la ley, pudiese ajustar la
sentencia a la gravedad de los hechos. Muchas veces esta autoridad fue el propio
pueblo, a quien se le confirió en ciertas épocas y circunstancias el poder de ejercer el
derecho de gracia. Esto fue por intermedio de la " provocatio ad populum ", por
ejemplo, en que se confiaba al pueblo la sentencia final de un acusado
condenado. Tampoco se produjo una apelación, como la sentencia fue sometida a
una revisión por parte de la asamblea popular. Solamente era posible confirmar o
anular la pena, lo que sin duda era ejercer el derecho de gracia.
En el inicio de la República, el ejercicio del derecho de gracia fue ejercido por los
cónsules, a quienes les cabía juzgar los hechos delictivos. Y para evitar que ellos se
transformen en nuevos reyes con poderes irrevocables, como ya había ocurrido antes,
fueron creadas las centurias, división política romana constituida por personas del
pueblo, ante quien el reo pudo apelar y recibir la gracia del perdón como última
instancia. Además, sin el consentimiento del pueblo, los cónsules quedaron privados
de imponer la pena capital a un ciudadano.
Las principales amnistías romanas que se conocen a través de la historia son las
atribuidas a Bruto, Valerio y Cícero. Los dos primeros la concedieron a los seguidores
del rey Tarquino; y el último consiguió que el senado amnistiase a los asesinos de
Julio César.
Hoy en día hay muchas voces que han criticado la existencia de la amnistía como
causa de extinción de la responsabilidad penal. El fundamento de las críticas radica
precisamente, en su carácter político y que a la larga puede convertirse en un medio
para generar soluciones no jurídicas, sino que muy "ad-hoc", con efecto retroactivo y
temporal, como dando lugar a una cierta "paréntesis" en la vigencia de la prohibición
penal. Tanto así que, por ejemplo, el artículo 62 i) de la Constitución española de
1978, posterior al gobierno de Franco, prohíbe que el Rey pueda autorizar
indultos generales. Por otro lado, el Código Penal español de 1995 ha dejado de
mencionar a la amnistía como causa de extinción de la responsabilidad penal. 8
19. concepto
El profesor Silva Bascuñán dice que "la amnistía equivale a una dispensa de la ley
penal de modo que permaneciendo ésta en todo su vigor, no afecta, sin embargo, a
las personas que favorece". 9
20. Fundamento
La amnistía es una medida a la que recurren los gobiernos para procurar la paz
social, después de graves trastornos políticos o profundas revoluciones que generan
grandes cambios en la sociedad, a fin de que esta vuelva a sus cauces
jurídicos. Busca apaciguar los ánimos y pretender que ese período de convulsión,
durante el cual siempre hay excesos, termine, a fin de que la sociedad se
reencuentre, una vez reestablecido el equilibrio. Desde todo punto de vista, la
amnistía debe ser considerada como ya se ha señalado, como una medida
excepcional y temporal, ya que hace desaparecer la pena que merece una conducta
punible.
"Ahora bien, a pesar de que en nuestro país el tema de la amnistía no sea un problema para
solucionar preferentemente, encontrar soluciones a la aplicabilidad de la institución en
cuanto a sus normas y el alcance de estas es determinante para formar una sociedad
íntegra en todos sus aspectos". 11
21. Clasificación
Para los propósitos de este trabajo, parece suficiente mencionar solo tres
clasificaciones que son las más relevantes en doctrina:
I) Amnistía general : Comprende a todos los que han cometido los hechos que la
originan. En cambio, la Amnistía particular: Solo comprende a algunos de ellos.
22. Características
Fatigadas han sido las discusiones a fin de poder llegar a un concepto más o menos
aceptado para precisar el contenido y alcance de lo que se entiende por delito político,
en especial, en nuestro país, donde no existe una definición específica. Todos los
autores para definirlo lo hacen desde diversos puntos de vista, pero no han podido
fijar claramente el concepto.
Para Giulio Paoli los delitos políticos son los cometidos por motivos políticos y por
interés político. Cuando el hecho no apareció de tal manera desproporcionado al
interés político o colectivo que lo haga asumir carácter de delincuencia común, lo
considera delito político.
Desde el año 1931 a la fecha, los conceptos han cambiado, de manera que a fin de
señalar las diferencias del delito político y el común, podemos decir que el primero es
cometido por un gran número de personas, en cambio el delito común es cometido
generalmente por una sola o con un grupo reducido; en cuanto a los móviles, para el
primero es el cambio de gobierno y sistema, en cambio para el delincuente común, es
su de lucro; y en cuanto a la presión de los derechos, el delito político ataca al Estado
ya su organización; y en los delitos comunes, se ataca a las personas.
La exigencia de una ley para conceder amnistía es lógica, puesto que implica la
supresión de la responsabilidad penal y de sus efectos, las que se encuentran
establecidas también por una ley.
Entre los diversos autores hay consenso de que la amnistía debe ser otorgada por
medio de una ley. Sin embargo, el profesor Fontecilla no concuerda con que sea el
legislador, quien, por medio de una ley, determine con posterioridad la impunidad de
un delito. Señala que esto produce una evidencia en el orden político establecido,
porque el legislador al otorgarla, solo considera los hechos y no así los antecedentes
de los individuos sobre los cuales se utilizarán, actuando con criterio objetivo y sin
considerar para nada la peligrosidad del delito; y porque los cuerpos del Poder
Legislativo son políticos por excelencia y es natural que están dispuestos a favorecer
a sus adeptos.
Para otros autores, la critica que se le hace es por la inseguridad que da a la pena y
al derecho. Estiman un absurdo que se pueda borrar el pasado, haciendo
desaparecer un delito existente y se impida al juez en el futuro, reconocer en el sujeto
favorecido, a un reincidente.
Pero estas son posiciones doctrinarias que nuestro derecho positivo no las acogió,
al aceptar la amnistía.
25. Efectos de la amnistía en general
Además, en los casos en que se dicta una ley de amnistía y hay personas que están
siendo objeto de juicio por hechos que quedan dentro de la órbita de esa ley, o que ya
fueron condenadas, se suspende la aplicación de las penas ya dictadas y se deben
sobrever los procesos en tramitación. La amnistía quita el carácter de punible a todos
los delitos a que se refiere, impide el ejercicio de toda acción penal y se impone a los
amnistiados de pleno derecho, aun contra su voluntad.
Debe reiterarse, sin embargo, que una parte de la doctrina estima que la amnistía
no impide que se realice la investigación completa, para luego, una vez determinada
la existencia del delito y las respectivas participaciones, aplicar la amnistía. Esta
posición ha tenido respaldo en Chile, especialmente en asuntos de derechos
humanos.
Este jurista, estimaba necesario castigar con el mayor rigor a los violadores de los
derechos humanos, pero tuvo la fortaleza de decir que reos ancianos y/o con
enfermedades terminales, perfectamente pudo cumplir el resto de sus penas en sus
casas, agregando que eso no era impunidad.
Más adelante, cuando veamos el indulto, vamos a poder observar que las
diferencias entre este y la amnistía son muchas.
" El sobreseimiento por amnistía del procesado no obsta a la siguiente, en el mismo juicio
penal, de la acción civil ya entablada ".
" el que haya cometido un delito o cuasidelito que haya inferido daño a otro, es obligado a la
indemnización, sin perjuicio de la pena que impongan las leyes por el delito o cuasidelito ".
El arte. 10 del Código de Procedimiento Penal ha permitido el ejercicio dentro del
proceso penal de las acciones civiles que tendrán por fin la reparación de los efectos
patrimoniales que las conductas de los procesados por sí mismas han causado o que
pueden atribuírseles como consecuencias próximas o directas.
Para algunas había acción civil entablada, cuando realmente se hubiera deducido y
para otra era suficiente que se hubiera anunciado durante el curso del sumario la
intención de demandar oportunamente las pretensiones de orden civil, ya que, a esa
altura del proceso, no se estaba habilitado para hacerlo.
Con todo lo dicho permaneció reafirmado que la responsabilidad civil y penal eran
del todo independientes y por lo tanto una vez extinguida la responsabilidad penal por
la amnistía, seguía vigente la responsabilidad civil. Un mismo hecho podría constituir
delito civil y penal. penal cuando esté sancionado como tal por la ley, pero en caso de
que no lo esté, sea por ejemplo porque una ley de amnistía lo borró, no es dable
considerar extinguida también, la materialidad del daño, si lo hubo, en cuanto a fuente
de una obligación civil.
No cabe duda pues, que un hecho puede constituir delito o cuasidelito civil sin
constituir delito o cuasidelito penal, ya este caso puede asimilarse el hecho de que
haya sido amnistiado.
" El juez no podrá dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean
imprescriptibles o no puedan ser amnistiados ".
El texto del arte. 93 Nº 3 del Código Penal favorece esta interpretación al señalar los
efectos de la amnistía, restringiéndolos a la pena ya todas sus consecuencias.
Finalmente cabe analizar también, esta vez desde el punto de vista procesal, lo
referente a cuál juez será el competente para seguir conociendo la acción civil,
cuando se haya concedido amnistía durante la tramitación de una causa.
Ahora bien, siempre desde un punto de vista procesal, sin duda que los derechos
que nacieron de esos delitos se pueden ejercitar por medio de la acción civil
indemnizatoria, pero a este respecto hay que tener muy presente lo que dispone el
art. 2332 del Código Civil que expresa que la citada acción prescribe en cuatro años,
lo cual debe ser entendido, naturalmente, en armonía con lo dispuesto por el texto
antiguo del ya citado art. 421 del Código de Procedimiento Penal; y sin perjuicio de lo
reiteradamente resuelto por la jurisprudencia respecto a la no aplicabilidad de la
amnistía en delitos de lesa humanidad, como se referirá más adelante.
Conforme a lo señalado, investigar un hecho que está cubierto por la amnistía, sería
ir en contra de la reiterada jurisprudencia de nuestros tribunales y, además, en contra
de un principio de economía procesal, sin perjuicio de las acciones civiles, tema ya
tratado en páginas anteriores.
Es posible que la ley de amnistía esté referida solo a hechos delictivos sin
determinar personas, y en este caso no existirán mayores dificultades puesto que el
hecho punible aparece borrado claramente para todos.
Pero puede suceder que la ley amnistíe a determinadas personas, sin referirse a los
cómplices, encubridores o coautores en los hechos. En esta situación hay que recurrir
a los dos principios que operan en materia de delincuentes de un mismo ilícito penal,
el de la unidad y el de la accesoriedad.
Respecto del principio de la unidad, nuestra ley considera como un delito único el
cometido por varias personas, como lo confirma lo dispuesto en los artículos 168 y
169 del C. Orgánico de Tribunales.
Por ello, se ha entendido que, desapareció la responsabilidad penal del autor del
delito, también desaparece la responsabilidad penal de todos aquellos que fueron
partícipes en formas distintas a la de autoría. Ahora bien, podría decirse que esto no
corresponde por no haber sido considerado de forma limpia en la ley de amnistía,
pero no debemos olvidar que, en nuestro ordenamiento, la participación delictual es
de carácter accesorio a la responsabilidad que cae sobre el autor principal. 24
Además, parece un despropósito extinguir la responsabilidad penal al autor del
delito con toda la relevancia que conlleva su actuar, y no así a aquellos que tuvieron
una participación accesoria o menor, como los cómplices o encubridores. 25
Cabe analizar si una persona puede renunciar a los beneficios que una ley de
amnistía le concede, y que quiera de todos modos quedar sometidos a un proceso
para que sea una sentencia definitiva la que determine su culpabilidad o inocencia en
los hechos delictuales que se le imputan.
Si bien hay algunos autores que no aceptan esta teoría y llegan a afirmar que es
posible rehusar la amnistía, nuestra jurisprudencia, sin embargo, es unánime en el
sentido que, otorgada la ley de amnistía, esta no puede ser rechazada ni renunciada
por las personas a quienes favorecen.
considerando:
1º.- La tranquilidad general, la paz y el orden de que disfruta actualmente todo el país, en
términos tales, que la conmoción interna ha sido superada, haciendo posible poner fin al
Estado de Sitio y al toque de queda en todo el territorio nacional ;
2º.- El imperativo ético que ordena llevar a cabo todos los esfuerzos conducentes a
fortalecer los vínculos que unen a la nación chilena, dejando atrás odiosidades hoy
cuidados de sentido, y fomentando todas las iniciativas que consoliden la reunificación de
los chilenos;
3º.- La necesidad de una férrea unidad nacional que respalde el avance hacia la nueva
institucionalidad que debe regir los destinos de Chile.
Artículo 3º.- No quedarán afectados en la amnistía a que se refiere el artículo 1º, las
personas respecto de las cuales hubiere acción penal vigente en su contra por los delitos de
parricidio, infanticidio, robo con fuerza en las cosas, o con violencia o intimidación en las
personas, elaboración o tráfico de estupefacientes, sustracción de menores de edad,
corrupción de menores, incendios y otros estragos; violación, estupro, incesto, manejo en
estado de ebriedad, malversación de caudales o efectos públicos, fraudes y exacciones
ilegales, estafas y otros engaños, abusos deshonestos, delitos contemplados en el Decreto
Ley Nº 280, de 1974, y sus modificaciones posteriores; cohecho, fraude y contrabando
aduanero y delitos previstos en el Código Tributario.
Artículo 4º.- Tampoco serán favorecidas con la aplicación del artículo 1º, las personas que
aparecieron responsables, sean en calidad de autores, cómplices o encubridores, de los
hechos que se investiguen en el proceso rol Nº 192-78 del Juzgado Militar de Santiago,
Fiscalía Ad hoc.
Artículo 5º.- Las personas favorecidas por el presente decreto ley, que se encuentren fuera
del territorio de la República, deberán someterse a lo dispuesto en el artículo 3º del Decreto
Ley Nº 81, de 1973, para reingresar al país ".
Quienes sustentan esta tesis, exponen que para aplicar la amnistía debe estar
perfectamente acreditado el hecho punible y la participación que le ha cabido a los
diversos agentes en tales conductas, y como además uno de los objetivos del sumario
es la individualización de el o los autores del hecho punible, es preciso dar
cumplimiento previo a este objetivo antes de aplicar la amnistía.
Este último criterio es el que han tenido nuestros tribunales, al sobreseer las causas
definitivamente, sin adentrarse en la investigación de los hechos, cuando queda en
evidencia que estos están amnistiados, si se trata de delitos comunes o generales.
Uno de los contrapuntos que pueden decirse clásicos y que abarcó los dos aspectos
que hemos destacado —directamente el primero e indirectamente el segundo—, fue
el ocurrido en las postrimerías de la década de los 80 y que corresponde a lo resuelto
por una de las Salas del Alto Tribunal en el llamado caso de los "desaparecidos",
sustanciado por el entonces ministro de la Corte de Apelacionesde Santiago, Carlos
Cerda Fernández, al pronunciarse sobre el recurso de casación en la forma y en el
fondo deducidos por los querellantes en contra de la sentencia confirmativa de
segunda instancia, que conoció del proceso sustanciado por el ministro Sr. Cerda y
que la E Corte Suprema sobresee definitivamente la causa por aplicación precisa del
decreto ley de amnistía. No deseamos hacer un análisis crítico de dicho fallo, sino que
solo referirnos a los aspectos más relevantes, para dar a conocer la posición
sustentada al efecto, tanto por el ministro Instructor como por el Tribunal de Casación
que resolvió definitivamente el asunto.
" a) Que el artículo 413 (del Código de Procedimiento Penal), para sobreseer
definitivamente, exige que la investigación del sumario esté totalmente agotada, lo que, a su
juicio, no hubiera ocurrido en la especie.
c) Que los delitos, materia de este proceso, asociación ilícita y privación ilegítima de
libertad, serían de carácter permanente, lo que quiere decir, a juicio del sentenciador, que
su consumación no es instantánea, pues no se agotan en el momento de privarse
materialmente a otro de su libertad ni en el de asociarse ilegítimamente, sino que perduran
en el tiempo, tanto cuanto el secuestrado siga cautivo o los delincuentes asociados.
Siendo así, no puede sobreseerse por causa de amnistía antes de haber ejercido el juicio
de reproche, lo que se lee en el inciso 12 del artículo 413 ya referido, en orden a impedir tal
sobreseimiento mientras penden las Investigaciones tendientes a la determinación de la
persona del delincuente ".
Ahora bien, pese a que esta norma es clara en afirmar que al Congreso le está
vedado ejercer funciones judiciales, debe interpretarse en armonía con otras normas
contenidas en la misma Constitución. El artículo 60 dice: "Sólo son materia de Ley Nº
16) Las que conceden indultos generales y amnistías y las que fijen las normas
generales con arreglo a las cuales debe ejercerse la facultad del Presidente de la
República para conceder indultos particulares y pensiones de gracia ", de manera que
le entrega al legislador la facultad de otorgar por ley amnistía.
" Publicada la ley, ésta obligó al Juez, quien, como tribunal de derecho, tiene la obligación
de aplicarla y acatarla. De no hacerlo estaría pronunciando su sentencia contra texto de ley
expresa y vigente. Es por tal motivo que los jueces al sobreseer definitivamente como lo
hicieron se limitaron a dar cumplimiento a dicha norma legal, aplicando correctamente el
derecho a la litis ”.
" Sobre el particular, debe tenerse presente que, si bien los delitos materia del proceso
pudieren ser de tipo permanente, para todos los efectos de carácter procesal debe
comenzar el hecho delictivo en el momento en que se dio comienzo a su ejecución ".
En base a lo antes dicho, la doctrina establece el principio que expresa que el hecho
delictivo se comete en el instante en que se da comienzo a la ejecución, cualquiera
sea la naturaleza y las formas de tipificación del delito.
" Desde este punto de vista, reviste especial importancia el momento de la comisión del
hecho delictivo o del principio de su ejecución, ya que de ello resultó si procede o no en el
caso, la amnistía ".
Del fallo se desprende que dado lo excepcional de la situación, debe quedar fijado
en forma precisa el momento de la comisión del delito, el que será justamente cuando
se dé comienzo a la ejecución.
" En esta circunstancia, lo que este Tribunal debe establecer para decidir acerca de la
procedencia de la causal de casación de fondo invocada, es si, en el caso de amnistía,
debe cumplirse la exigencia de estar agotada la investigación para que el juez sobresea
definitivamente , o si, por el contrario, como ya quedara demostrado en consideraciones
anteriores, la sola publicación de la ley produce como un efecto natural o consustancial a
ella misma, el agotamiento de la investigación, el término del sumario y el proceso, con
efecto de cosa juzgada ".
" En todos estos casos, resulta evidente que no es exigible el requisito de encontrarse
agotada la investigación, ya que los eventos descritos por la disposición que se comentan
eliminan tal posibilidad, lo que se deduce de una interpretación elemental de la norma ".
Termina el fallo expresando: " la amnistía es una causal objetiva y, como tal, sólo se
requiere acreditarla " .
Esta declaración de estado de sitio, lo único que hizo fue dejar en claro que el país
se encontró en una guerra interna, tal y como lo califica el artículo 3º de los
Convenios, por lo que son exclusivamente aplicables al caso y por tanto reafirma la
idea que ninguna actividad del estado puede pasar por encima de la dignidad
humana.
Ahora bien, en la reflexión sexta de la decisión recurrida se hace mención a que los
Convenios de Ginebra posibilitaron la dictación de amnistías, al establecer en el
Protocolo II artículo 6º Nº 5 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos
armados sin carácter internacional , que una vez terminadas las hostilidades "las
autoridades en el poder procurarán conceder las amnistías más amplias posibles a las
personas que hayan tomado parte en el conflicto armado o que se encuentren
privadas de libertad, internas o detenidas por motivos relacionados con el conflicto
armado" .
No cabe duda de que esa teoría, que no es compartida por todos, lo que busca es la
paz social y el reencuentro de los connacionales, lo que no es tarea fácil.
Recalca el fallo que no procede la amnistía en estos casos, debido a que sería un
instrumento de incumplimiento y violación de tratados internacionales vigentes, así
como también de principios generales del derecho internacional. Además, los
Convenios que constituyen un sistema en que todas sus disposiciones deben ser
interpretadas en conjunto y no cada una de forma aislada.
"El fallo recurrido se basó en apreciar extinguida la responsabilidad penal del imputado por
amnistía, y así ha decidido el sobreseimiento definitivo a que se refiere el numeral quinto del
artículo 408 del Estatuto Procesal Penal que permite hacerlo, cuando se ha terminado la
responsabilidad penal de procesado por algunos de los motivos contemplados, entre otros,
en el artículo 93, Nº 3, del Estatuto Criminal y, a este entendido, aparece evidente que en el
presente caso, la aplicación equivocada de la ley penal que autoriza el recurso de casación
en el fondo ha consistido precisamente, en cometió error de derecho al calificar las
circunstancias previstas en el Nº 5 del artículo 408 del ordenamiento procesal penal,
quedando incurso el dictamen dubitado en el literal sexto del artículo 546 del mencionado
cuerpo legal".
La Corte, poniendo en contexto los hechos acontecidos, refuerza la idea de que los
delitos cometidos son aquellos calificados como crímenes de lesa humanidad, los que
fueron revelados en un contexto de violaciones a los derechos humanos graves,
masivos y sistemáticamente por agentes del Estado y que , debido al compromiso
asumido por la comunidad internacional, deviene como lógico corolario la
inexorabilidad de su juzgamiento y su consiguiente imprescriptibilidad.
Debo señalar que, por razones obvias, nos limitaremos solo a transcribir los fallos y
no a comentarlos, todos de la Sala Penal de la Excma. Corte Suprema, los que han
ido consolidando la jurisprudencia en un mismo sentido.
" se encuentra escasamente contenido en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, sobre
Tratamiento a los Prisioneros de Guerra y las Personas Civiles en Tiempo de Guerra,
ratificados por Chile en Decreto Supremo Nº 732 y publicados en DO de 19 a 20 de abril de
1951 , los que en la actualidad han sido ratificados por prácticamente todos los países del
mundo ".
" 9º) Que, como ha declarado reiteradamente la Corte Suprema, dichos Convenios, vigentes
en nuestro derecho interno con mucha antelación a los hechos investigados en estos autos,
se aplica a la situación vivida por nuestro país en aquella época, a partir del DL Nº 5 de
1973, que fundado en la situación de conmoción interna, interpretando el artículo 418 del
Código de Justicia Militar, declaró que el estado de sitio fiscal por el DL Nº 3 de 1973, debía
entenderse como 'estado o tiempo de guerra', para los efectos de la aplicación de la
penalidad de ese tiempo, contenida en el código referido y demás leyes penales y para
todos los efectos de dicha legislación. (Véase, especialmente, los fallos de la CS, rol Nº
469-98, desaparición de Poblete Córdova, rol Nº 517-2004, secuestro Miguel Ángel
Sandoval y rol Nº 559-2004, caso Molco) ".
La base del rechazo fue precisamente que se trataron en este caso de crímenes
contra la humanidad, los que son inamnistiables; lo que se explicita especialmente en
los razonamientos Octavo y Noveno.
" De esta manera resulta inconcuso que las infracciones denunciadas por los recurrentes
carecen de sidero fáctico y jurídico, desde que la calificación que han recibido los sucesos
delictuosos, que este tribunal comparte, hacen improcedente la concurrencia de las
causales de extinción de responsabilidad penal reclamadas a favor de los acusados, de
manera que al proceder los jueces de la instancia acorde a ello, no han errado en la
aplicación del derecho, lo que conlleva el rechazo de los recursos en este segmento ".
Artículos
MAÑALICH , Juan Pablo (2004): "El secuestro como delito permanente frente al DL de
Amnistía", Revista de Estudio de la Justicia , vol. Nº 54.
tesis
jurisprudencia
CDID. Caso Barrios Altos vs. Perú , sentencia de 14 de marzo de 2001.
Textos legales
Codigo Penal.
CAPÍTULO II EL PLACER
43. concepto
La palabra indulto viene del latín " indultus ", que significa perdón o indulgencia. La
Real Academia española lo define como: "Gracia que excepcionalmente concede al
jefe del Estado, por la cual perdona total o parcialmente una pena o la conmutación
por otra más benigna".
El profesor Eduardo Novoa Monreal, lo define expresando que "se llama indulto la
remisión total o parcial de la pena impuesta por una sentencia judicial firme o su
conmutación por otra más leve". 30
Para Cury el indulto es "la forma más tradicional de gracia, puesto que
históricamente la facultad de otorgarla radica por lo común en el jefe del ejecutivo y,
antes de imponerse el principio de separación de poderes del Estado, recaía en el
monarca". 31
Para Carrara, si bien el indulto es muy diferente de la gracia, tiene por único motivo
la utilidad general del Estado, que en ciertos casos residen más en la impunidad que
en el castigo del culpable. 33
44. Características
Opera como una gracia, esto es una facultad privativa ejercida por su titular, sin
necesidad de expresión de causa, 34 que puede ser otorgada a través de dos vías: una
ley de quórum especial, cuando la concede el poder Legislativo o por decreto
supremo, si la concesión del poder ejecutivo. 35
Sobre este tema, hay que considerar también la Ley Nº 18.050, de 6 de noviembre
de 1981, que fijó normas generales para la concesión de adultos particulares, en cuyo
artículo 1º, inciso 1º dice:
" No obstante, el indulto no procederá respecto de los condenados por conductas terroristas
calificadas como cuentos por una ley dictada de acuerdo con el artículo 9º de la
Constitución Política del Estado ".
" Artículo 63. Sólo son materia de Ley Nº 16) Las que conceden indultos generales y
amnistías y las que fijan las normas generales con arreglo a las cuales debe ejercerse la
facultad del Presidente de la República para conceder indultos particulares y pensiones de
gracia ".
" Las leyes que conceden indultos generales y amnistías predominanten siempre de
quórum calificado. No obstante, este quórum será de las dos terceras partes de los
diputados y senadores en ejercicio cuando se trate de delitos contemplados en el artículo
9º ".
Respecto al beneficiario del indulto, solo puede optar a él quien haya sido
condenado por sentencias ejecutadas y tampoco es posible que el beneficiario
renuncie al indulto, esto es motivado por el hecho de que esta institución no mira el
interés particular, sino el interés público. 36 A esta idea podemos agregar, además, que
no existe ninguna disposición que prescriba el sentimiento del indultado para su
declaración y no puede ser renunciado.
Siguiendo lo ya expuesto, el indulto es una "gracia" y como tal puede ser otorgado
sin expresarse causa alguna, sino que por la sola voluntad del poder del Estado que
lo concede. La causa que lo mueve a otorgar un indulto quedará evidente o
limpiamente expuesto en el mismo, pero no cabe duda de que son las grandes
razones de justicia, equidad o conveniencia pública lo que lo mueve a
decretarlo. También hay ocasiones en que las razones tenidas en consideración no
han sido tan elevadas.
Desde el punto de vista doctrinal, una posible justificación del indulto particular
puede estar en la "injusticia" que puede provocar la generalidad de la ley cuando se
aplica a ciertos casos en concreto (" summun ius, summa iniura " se afirmaba en la
cultura romana ).
45. Efectos
Fue el legislador quien se encargó de precisar los efectos del indulto en el inciso 2º
del Nº 4 del art. 93 del Codigo Penal:
" La gracia del indulto sólo remite o conmuta la pena, pero no quita a los favorecidos el
carácter de condenados para los efectos de reincidencia o nuevo delinquimiento y demás
que determinen las leyes ".
De modo que el indulto, no es otra cosa que la renuncia al derecho de ejecutar las
penas, dejando subsistentes todos los demás efectos jurídicos. Queda así solamente
extinguida la obligación de cumplir materialmente la pena impuesta, permaneciendo
en pie todos los demás efectos de la sentencia condenatoria, conservando su calidad
de condenados para las multas de la reincidencia o la comisión de un nuevo delito.
" El indulto produce el efecto señalado en el artículo 93 Nº 4 del Código Penal y puede
consistir en la remisión, conmutación o reducción de la pena, pero el indultado continúa con
el carácter de condenado para los efectos de la reincidencia o nuevo delinquimiento y
demás que determinen las leyes ”.
La otra, en el art. 93 Nº 4 del mismo Código Penal que señala que al favorecido con
el indulto no le quita el carácter de condenado para los efectos de la reincidencia. Con
la modificación referida, tales casos ya no constituyen excepción.
Además de los preceptos estudiados existen normas legales que confirman que el
indultado sigue siendo considerado jurídicamente como un condenado.
También el art. 497 Nº 9 del Código Civil establece que son incapaces de tutela o
curaduría los condenados judicialmente, aunque se les haya indultado de ella.
El arte. 523 del Código Orgánico de Tribunales exige para poder ser abogado, entre
otros requisitos, en el Nº 3, no haber sido condenado ni estar actualmente acusado
por crimen o simple delito que merezca pena aflictiva, de modo que una persona
condenada y posteriormente indultada, no estaría cumpliendo con este requisito y por
lo tanto no podría jurar como abogado.
Por otra parte, el indulto no tiene efectos retroactivos, opera desde el momento en
que la autoridad lo concede, con el único efecto de eliminar, reducir o conmutar la
pena en la parte que no ha sido cumplida.
Esta irretroactividad la observamos en el texto del art. 44 del Código Penal según el
cual el indulto de la pena de inhabilitación perpetua o temporal para cargos y oficios
públicos y profesiones titulares repone al sentenciado en el ejercicio de estas últimas,
pero no en los honores, cargos, empleos u oficios de que se le hubiere privado,
señalando además que el mismo efecto produce el cumplimiento de la condena a
inhabilitación temporal.
Constituye esto una excepción al aforismo jurídico que proclama el principio de que
lo accesorio sigue la suerte de lo principal.
Esta característica emana del arte. 43 del C. Penal, de acuerdo con el cual:
Varias son las disposiciones legales que dicen relación con el hecho que el indulto
de la pena principal no lleva consigo el de las penas accesorias.
En efecto, el art. 497 del Código Civil, referente a las tutelas y curadurías expresa:
"Son incapaces de toda tutela o curaduría", Nº 9 "Los condenados por delito que
merezca pena aflictiva, aunque se les haya indultado de ella".
La condena por un delito grave supone la falta de moralidad del condenado y si
dicha condena trae consigo la pérdida de la patria potestad y con ello de la
administración de los bienes del hijo, con la misma razón la ley no le permite manejar
los negocios de otros incapaces como son los pupilos.
Así, no obstante existir indulto, este beneficio no tiene otro alcance que el ya
señalado, de manera que no extingue la incapacidad que hemos citado del art. 497
del Código Civil.
Esta norma ratifica el criterio antes señalado, de suerte que no pueden ejercer
albaceazgo personas que, habiendo sido condenadas, son indultadas, manteniéndose
respecto a ellas esa incapacidad.
Debemos sí recordar que nuestra legislación civil establece en forma muy clara la
separación existente entre la responsabilidad penal y la delictiva o cuasi delictual civil
como lo hacen los ya citados artículos 2314 del Código Civil, "El que ha cometido un
delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, está obligado a la indemnización, sin
perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el delito o cuasidelito”; a su vez, el
artículo 10 del Procedimiento Penal decía:
" Se concede acción penal para impetrar la averiguación de todo hecho punible y sancionar,
en su caso, el delito que resulte probado. En el proceso penal podrá deducirse también, con
arreglo a las prescripciones de este Código, las acciones civiles que tendrán por objeto
reparar los efectos civiles del hecho punible, como son, entre otras, las que persigan la
restitución de la cosa o su valor, o la indemnización de los perjuicios causados ”.
" En consecuencia, podrá intentarse ante el juez que conozca del proceso penal las
acciones civiles que persigan la reparación de los efectos patrimoniales que las conductas
de los procesados por sí mismos hayan causado o que puedan atribuírseles como
consecuencias próximas o directas, de modo que el fundamento de la respectiva acción civil
obligue a juzgar las mismas conductas que constituyen el hecho punible objeto del proceso
penal " ,
" Principio General. La acción civil que tuviere por objeto únicamente la restitución de la
cosa deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de
conformidad a lo previsto en el artículo 189 ".
Del contenido de estos preceptos legales se deduce que la responsabilidad penal y
la civil son independientes, de manera que, extinguida la responsabilidad penal por la
gracia del indulto, queda en pie la responsabilidad civil, produciendo todos sus
efectos.
Debemos tener presente, además, que el derecho civil solo toma en cuenta los
delitos y cuasidelitos como fuentes de una obligación, en cambio el derecho penal
atiende también al aspecto social y colectivo del delito y es por eso por lo que impone
penas.
Todo esto, es sin perjuicio de la prescripción civil, que naturalmente pueden impedir
a los afectados, si resultare procedente.
En lo referente a las costas y gastos del proceso penal a que pueda haber sido
condenado el reo, el indulto no las afecta en atención a lo que señala el art. 93 Nº 4
del Código Penal, el que solo se refiere a las penas; y las costas y gastos procesales
que se señalan en los arts. 24 y 47 del Código Penal, no constituye pena.
" Toda sentencia condenatoria en materia criminal lleva envuelta la obligación de pagar las
costas, daños y perjuicios por parte de los autores, cómplices, encubridores y demás
personas legalmente responsables ".
" En todos los casos en que se imponga el pago de costas, se entenderá comprender tanto
las procesales como las personales y además los gastos ocasionados por el juicio y que no
se incluyen en las costas. Estos gastos se fijarán por el Tribunal, previa audiencia de las
partes ".
" Son procesales las causas causadas en la formación del proceso y que corresponden a
los servicios estimados en los aranceles judiciales ".
" Son personales las provenientes de los honorarios de los abogados y demás personas
que han intervenido en el negocio, y de los defensores públicos en el caso del artículo 367
del Código Orgánico de Tribunales ".
Por su parte el art. 21 del Código Penal al señalar las diversas clases de pena que
pueden imponerse, en ninguna de sus clasificaciones establece que las costas sean
penas, de manera que podamos concluir que se trata de una responsabilidad civil,
que siempre lleva envuelta toda sentencia condenatoria en materia criminal , aun
cuando no se exprese; por consiguiente, independiente de la pena que se señale en
la sentencia, las costas quedan al margen de la gracia del indulto.
Esto, por lo demás, parece ajustado a la equidad, ya que el beneficio del indulto no
puede constituirse en un castigo para el actor diligente.
49. Clasificación
El indulto total abarca en forma íntegra todas las penas, tanto las principales como
las accesorios a que el reo haya sido condenado. Alcanza solamente a las penas
accesorios que están expresamente contempladas. 41 Este es el único que funciona
como una causal de extinción de la responsabilidad penal ya que extingue toda la
pena impuesta, incluso las accesorios.
Con todo, aunque el indulto sea total, también sus efectos son con fatiga más
restringidos que los de la amnistía. 42
"El terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los derechos
humanos. Una ley de quórum calificado determinará las conductas terroristas y su
penalidad. Los responsables de estos delitos quedarán inhabilitados por el plazo de quince
años para ejercer funciones o cargos públicos, sean o no de elección popular, o de rector o
director de establecimiento de educación, o para ejercer en ellos funciones de
enseñanza; para explotar un medio de comunicación social o ser director o del mismo
administrador, o para desempeñar en él funciones relacionadas con la emisión o difusión de
opiniones o informaciones; ni podrán ser dirigentes de organizaciones políticas o
relacionadas con la educación o de carácter vecinal, profesional, empresarial, sindical,
estudiantil o gremial en general, durante dicho plazo.".
" Los delitos a que se refiere el inciso anterior serán considerados siempre comunes y no
políticos para todos los efectos legales y no procederá respecto de ellos el indulto particular,
salvo para conmutar la pena de muerte por la de presidio perpetuo ".
Esta es una clara limitación señalada por la Constitución, a fin de evitar que la
mayorías simples los otorguen.
14º. Otorgar indultos particulares en los casos y formas que determinen la ley. El indulto
será improcedente en tanto no se haya dictado sentencia ejecutoriada en el respectivo
proceso. Los funcionarios acusados por la Cámara de Diputados y condenados por el
Senado solo pueden ser indultados por el Congreso ”.
Son indultos generales aquellos que solo pueden ser otorgados por ley y benefician
indeterminadamente a todas las personas que se encuentran en ciertas
condiciones. No tienen carácter personal sino más bien objetivo.
" La inhabilidad a que se refiere el inciso anterior tendrá lugar sea que el diputado o
senador actúe por sí o por interpósita persona, natural o jurídica, o por medio de una
sociedad de personas de la que forme parte ".
" Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso séptimo del número 15 del artículo 19, cesará,
asimismo, en sus funciones el diputado o que de palabra o por escrito incite a la cambio del
orden público o propicie el cambio del orden público institucional por medios distintos de los
que establece esta Constitución, o que compromete gravemente la seguridad o el honor de
la Nación ”.
" Quien perdiere el cargo de diputado o senador por cualquiera de las causales señaladas
precedentemente no podrá optar a ninguna función o empleo público, sea o no de elección
popular, por el término de dos años, salvo los casos del inciso séptimo del número 15 del
artículo 19, en los cuales se aplicarán las sanciones allí contempladas ”.
" Los diputados y senadores podrán renunciar a sus cargos cuando les afecten una grave
que les impida desempeñarlos y así lo califique el Tribunal Constitucional ".
Los efectos del indulto particular son los que determina el legislador en
el art. 93 Nº 4 del Código Penal: "La gracia de indulto sólo remite o conmuta; pero no
quita al favorecido el carácter de condenado para los efectos de la reincidencia o
nuevo delinquimiento y demás que determinen las leyes".
Los indultos generales solo se pueden conceder por ley de manera que deben
cumplir con todos los trámites para la generación de estas. El arte. 63 de la
Constitución, como ya lo señalamos antes, dice que: " Sólo son materias de ley " :
" Nº 16) Las que conceden indultos generales y amnistías y las que fijen las normas
generales con arreglo a las cuales debe ejercerse la facultad del Presidente de la República
para conceder indultos particulares y pensiones de gracia ".
Los efectos del indulto general son los mismos señalados para el particular, ambos
están sujetos al art. 44. Sus efectos operan únicamente hacia el futuro, no tiene efecto
retroactivo.
Como ya dijimos, la facultad del Poder Ejecutivo para otorgar indultos particulares la
establece la Constitución Política en su artículo 32 Nº 16.
Históricamente han existido algunos intentos para limitar este poder discrecional del
Poder Ejecutivo, en cuanto a su otorgamiento. Como ejemplo, puede citarse un
proyecto de reforma en enero de 1957, en el sentido de exigir que el otorgamiento de
los indultos lo decrete el Presidente de la República, con acuerdo del Senado, no
prosperando esta idea.
Artículo 2º. El indulto produce el efecto señalado en el artículo 93 Nº 4 del Código Penal y
puede consistir en la remisión, conmutación o reducción de la pena, pero el indultado
continúa con el carácter de condenado para los efectos de la reincidencia o nuevo
delinquimiento y demás que determinan las leyes.
Artículo 3º. La gracia del indulto sólo puede impedirse por el condenado una vez que se
haya dictado sentencia ejecutoriada en el respectivo proceso, circunstancia que deberá ser
acreditada.
b) Cuando fueren formuladas antes de haber transcurrido un año desde la fecha del decreto
que haya resuelto una solicitud anterior;
f) Cuando habiendo obtenido la libertad condicional, se les hubiere revocado este beneficio
y no fueren acreedores al indulto según el Tribunal de Conducta del respectivo
establecimiento el cual deberá, para este fin, conocer los antecedentes e informar sobre la
petición.
Sin embargo, en los casos contemplados en las letras d) ye), podrá requerir una solicitud de
indulto cuando hubieren cumplido, a lo menos, cinco años de su condena.
El cómputo del tiempo para los efectos de las letras d) ye) se hará en conformidad a lo
dispuesto en los artículos 14, 15 y 16 del Decreto Nº 2.442, de 30 de octubre de 1926 sobre
Reglamento de la Ley de Libertad Condicional. La calidad de reincidencia no se tomará en
consideración después de transcurridos diez años desde la comisión del hecho que motivó
la condena anterior, si se tratare de un crimen; ni después de cinco, si se tratare de un
simple delito. Si las condenas fueron varias, esta regla se aplicará separadamente respecto
de cada una de ellas.
Artículo 5º. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos anteriores, podrá solicitar indulto,
sin otras exigencias que las de los artículos 1º y 3º aquél a quien le falte por cumplir menos
de tres meses de su condena.
Decreto:
Apruébase el siguiente Reglamento que fija las normas conforme a las cuales deben
tramitarse las solicitudes de adultos particulares:
Artículo 1º. La solicitud de indulto deberá ser entregada personalmente por el interesado al
Alcaide del Establecimiento en que esté cumpliendo su condena oa la gubernativa local,
según se le haya impuesto una pena privativa o restrictiva de libertad.
A la solicitud del interesado, dicho funcionario deberá adjuntar un informe fundado del
Tribunal de Conducta del establecimiento, que contendrá un pronunciamiento acerca de la
procedencia de la petición y las menciones indicadas en el artículo 4º de este
reglamento. En los establecimientos en que no existe Tribunal de Conducta, este trámite
será cumplido por el Alcaide.
Artículo 3º. Las solicitudes de reos que cumplan sus condenas en establecimientos que
cuenten con el Servicio de Criminología, deben ser sometidas a su consideración, a fin de
que se emita un informe técnico sobre el caso.
Artículo 4º. Las menciones que deben contener el informe del Tribunal de Conducta o del
Alcaide del establecimiento, cuando corresponda, serán las siguientes:
b) Edad y nacionalidad;
f) Delito a que se encuentra condenado, penas impuestas, tiempo cumplido y que le falta
por cumplir; rebajas de tiempo que haya obtenido, con indicación del número y fecha del
decreto respectivo, y
Además, se indicarán las causales por las cuales no ha sido beneficiado con la libertad
condicional y se agregará el certificado de antecedentes del solicitante, con todas sus
anotaciones.
Artículo 8º. Una vez que los reo en libertad condicional hayan cumplido con los requisitos
contemplados en el artículo 38 del Reglamento de la Ley de Libertad Condicional, el
Tribunal de Conducta o la autoridad correspondiente elevará los antecedentes al Ministerio
de Justicia proponiendo el indulto de dichos reo.
Artículo 9º. Desde que una solicitud de indulto sea entregada por el reo a la autoridad
correspondiente, aquélla y sus antecedentes tendrán el carácter de confidencial y quedará
prohibido a los funcionarios de Gendarmería de Chile, de las Intendencias y Gobernaciones
y del Ministerio de Justicia informar o dar datos respecto a su transmisión. En
consecuencia, ninguna autoridad, funcionario o particular podrá tramitar o gestionar el
despacho de indultos o interesarse en ellos.
Los funcionarios que infrinjan esta disposición, sean necesarios datos o los requieran, serán
sancionados disciplinariamente, de acuerdo con el grado de responsabilidad que se
establezca en el correspondiente sumario o investigación sumaria.
Artículo 12. En las solicitudes de indulto de reos pertenecientes a las Fuerzas Armadas,
Carabineros e Investigaciones que cumplan sus condenas en las Unidades
correspondientes, los informes deberán ser evacuados por los jefes de las respectivas
Unidades al tenor de las disposiciones generales de este reglamento.
Los antecedentes serán enviados al Ministerio de Justicia por intermedio del organismo
máximo de la institución correspondiente.
Artículo 13. Deróganse los decretos supremos del Ministerio de Justicia Nº 423 y 2.450, de
1959, y 3.590, del mismo año, que fijó el texto definitivo y refundido de los dos primeros, y
sus modificaciones.
Considerando que el Decreto Supremo Nº 1.415, de 19 de mayo del último año, que
reglamenta el Decreto Ley Nº 321, sobre Libertad Condicional, ha sufrido diversas
modificaciones por los Decretos Nºs. 2.152, de 18 de agosto de 1925, 2.448, de 7 de
octubre del mismo año y 2.116, de 30 de Setiembre del año en curso, y que hay
conveniencia en que las disposiciones vigentes contenidas en estos decretos se refunden
en uno solo para facilitar su consulta, completándolas o aclarándolas para la mejor
aplicación del citado Decreto Ley Nº 321;
Decreto:
I. De la Libertad Condicional
Arte. 3º. El período de libertad condicional durará todo el tiempo que le falte al penado para
cumplir su condena, i la pena se reputará cumplida si obtiene su indulto o si terminare el
período de libertad condicional sin que haya sufrido una nueva condena o sin que se haya
revocado su libertad condicional.
1º Haber cumplido la mitad de la condena que se le impuso por sentencia definitiva, con
excepción de los condenados por delitos de parricidio, homicidio calificado, robo con
homicidio, violación o sodomía con resultado de muerte, infanticidio y elaboración o tráfico
de estupefacientes, a quienes se les podrá conceder el beneficio de la libertad condicional
cuando hubieren cumplido dos tercios de la pena. Si hubiere obtenido, por gracia, alguna
rebaja o se le hubiere fijado otra pena, se considerará ésta como definitiva;
3. El Director de la Escuela;
6. El Medico;
7. La Asistente Social; y
Podrán formar parte del Tribunal de Conducta, un miembro de los Tribunales de Justicia
designado por la Corte de Apelaciones respectiva, el Inspector Zonal correspondiente y un
Abogado del Servicio de Asistencia Judicial del Colegio de Abogados.
Arte. 6º. Citará a sesiones, las presidirá, comunicará i hará cumplir los acuerdos del
Tribunal de Conducta, el Jefe del respectivo establecimiento penal o la persona que lo
reemplace en virtud de la ley o de Decreto Supremo.
Hará las veces de Secretario del Tribunal, pero sin formar parte de él, el empleado que
designe el jefe del establecimiento. Accidentalmente podrá desempeñar estas funciones un
miembro del mismo Tribunal.
Arte. 7º. Los acuerdos del Tribunal no aceptados por el Jefe del respectivo establecimiento
penal, se consultarán por éste inmediatamente al Ministerio de Justicia para que resuelva si
se cumple o no.
Arte. 9º. Cuando no se lleve a efecto una sesión por falta de número, el Jefe del
establecimiento dará cuenta del hecho al Ministerio de Justicia indicando los nombres de los
inasistentes.
Arte. 10. El Tribunal de Conducta se reunirá ordinariamente una vez al mes i
extraordinariamente cuando lo cite el Jefe del respectivo establecimiento penal.
1º Las notas de conducta y aplicación que hayan obtenido en la escuela y donde trabajan,
según los certificados que deben presentar semanalmente al Tribunal de Conducta de
acuerdo con lo que dispone el Nº 3 del artículo 31 de este Reglamento;
El personal de este Cuerpo que desempeñe las funciones de profesores no estará obligado
a presentarse a revista de comisario i para incluirlos en la planilla de pago correspondiente
será necesario un certificado del Jefe del establecimiento penal respectivo.
A los condenados a más de veinte años se les podrá conceder el beneficio de la libertad
condicional una vez cumplidos diez años de la pena, y por este solo hecho ésta quedará
fijada en veinte años.
A los condenados por delitos de parricidio, homicidio calificado, robo con homicidio,
violación o sodomía con resultado de muerte, infanticidio y elaboración o tráfico de
estupefacientes, se les podrá conceder el beneficio de la libertad condicional cuando
hubieren cumplido dos tercios de la pena.
Los condenados indicados en los incisos precedentes deberán cumplir, además con los
requisitos que señale el artículo 4º de este reglamento.
Arte. 16. El condenado que por hurto o estafas deba cumplir más de seis años de presidio
o reclusión, tendrá derecho a salir en libertad condicional, siempre que cumpla con los
demás requisitos señalados en el artículo 4º de este Reglamento, después de permanecer
tres años privados de libertad. El hecho de que un reo comprendió en el caso contemplado
en este artículo haya obtenido su libertad condicional, fija en seis años el término de su
condena.
Arte. 17. Para dar por cumplidas las condiciones impuestas por los números 2, 3 y 4 del
artículo 4º de este Reglamento, se requiere un pronunciamiento del Tribunal de Conducta
respectivo, que deberá ser acordado quince días antes del primero de abril o del primero de
octubre de cada año. En el caso contemplado en el artículo 7º de este Reglamento, es
necesaria una resolución del Ministerio de Justicia o de la Secretaría Regional Ministerial de
Justicia correspondiente.
Para fijar las notas medias en conducta, aplicación y aprovechamiento que deben
estamparse en el Libro de Vidas, se procederá en la siguiente forma, sin perjuicio de las
excepciones que se consulten en este Reglamento en el inciso 2º del artículo 21 i en el
Título V .
La nota de conducta de cada condenado será el término medio de las notas que, cada mes,
pasarán al Tribunal de Conducta el Jefe de Compañía o Destacamento de Gendarmes, el
Director de la Escuela y el Jefe de Taller respectivo.
Cuando una nota media resulte fraccionada, se considerará como número entero la fracción
0.5 o superior a ésta y se despreciará la que sea inferior.
Cuando un condenado no asista a un taller por causas ajenas a su voluntad, le fijará las
notas de aplicación y aprovechamiento en el trabajo el Jefe del respectivo Establecimiento
Penal, tomando en consideración los trabajos que haya hecho por su cuenta o un beneficio
del establecimiento.
Arte. 20. El Tribunal de Conducta podrá requerir en todo momento, de los empleados del
establecimiento, los informes que considere necesarios para el mejor desempeño de sus
funciones.
En cada bimestre, el Tribunal sólo podrá aumentar en un grado la nota de conducta que
haya obtenido un reo en el bimestre anterior.
No podrá figurar en la lista a que se refiere el artículo 24 de este Reglamento, el reo que
haya obtenido en conducta o en aplicación una o más notas inferiores a "muy bueno"
durante el semestre correspondiente.
Arte. 22. Derogado
Arte. 23. Derogado
En las mismas oportunidades a que se refiere el inciso anterior, cada Tribunal de Conducta
deberá tener hecha una lista similar de los condenados que, a pesar de cumplir el tiempo
mínimo y tener la conducta requerida para optar al beneficio, haya considerado que no
merecen la libertad condicional por no reunir los requisitos exigidos por los números 3 y 4
del artículo 4º de este Reglamento.
En ambas listas se obtuvieron, también, a los condenados que cumplieron el tiempo mínimo
que los habiliten para postular a la libertad condicional durante los meses de abril, mayo y
junio o durante octubre, noviembre y diciembre, respectivamente. A estos procesados se
les podrá conceder este beneficio desde luego, pero en ningún caso se hará efectivo sino
hasta que se cumpla el tiempo mínimo referido y siempre que a esa fecha reúnan todavía el
requisito exigido por el número 2 del indicado artículo 4º.
Se dejará constancia en cada lista de las opiniones disidentes que hubiere y de la opinión
personal que le merezca cada caso al médico y al representante de la justicia ordinaria que
formen parte de dicho Tribunal.
Arte. 25. Las listas a que se refiere el artículo anterior y todos los antecedentes que se
tendrán respecto de los condenados que figuren en ellas, serán entregados por el Jefe del
respectivo establecimiento penal a la Comisión de Libertad Condicional correspondiente el
primer día de los meses de abril y octubre, o en el siguiente hábil si aquél fue feriado. Para
el mejor estudio de los antecedentes, debe presentarse en nómina aparte las listas relativas
a condenados por Tribunales Militares.
La Comisión considerará esas listas como el informe del Jefe del establecimiento penal a
que se refiere el artículo 4º del decreto ley que se reglamenta por el presente decreto.
La Comisión solicitará del Supremo Gobierno la libertad condicional de los condenados que
figuren en la lista señalada en el primer inciso del artículo anterior y que, en su concepto,
manifestado por la mayoría de votos, merezcan esta concesión. En uso de la facultad
conferida por el inciso segundo del artículo 17, la Comisión podrá acordarse, en casos
calificados, por voto unánime y fundado, solicitar la libertad condicional de los condenados
incluidos en la lista señalada en el segundo inciso del artículo anterior y que a su juicio
reúnan los requisitos exigidos por los números 3 y 4 del artículo 4º de este Reglamento.
Inciso 3º. derogado
Arte. 29El Tribunal de Conducta puede autorizar un liberto para salir del lugar que se le
haya fijado como residencia, durante un tiempo no superior a dos meses en cada año. En
este caso y en el contemplado en el artículo 27 de este Reglamento, dar aviso al Jefe de
Policía de la misma ciudad y comunicará, dando la filiación i demás datos personales del
reo y de su condena, la fecha en que ésta se cumple y las informaciones que sean
necesarias, al Tribunal de Conducta y al Jefe de Policía del lugar donde se traslade el
liberto, ante quienes deberán éste presentarse el mismo día de su llegada o al día siguiente
a más tardar y, en adelante, una vez a la semana. Estas autoridades acusarán recibo y la
primera de ellas avisará al Tribunal de Conducta y al Jefe de Policía que corresponda
cuando el reo con permiso vuelva al lugar de su residencia.
Cuando un condenado liberto con permiso se traslade a un lugar donde no haya Tribunal de
Conducta o Jefe de Policía Fiscal, serán reemplazadas estas autoridades para los efectos
que señala este mismo artículo, por cualquiera de las siguientes: en lugar del Tribunal de
Conducta, por la autoridad administrativa de más alta jerarquía, por el Juez de
Subdelegación o por el Oficial de Registro Civil; y en lugar del Jefe de Policía Fiscal, por el
Comandante de Policía Comunal o por el Jefe de algún destacamento o grupo de
Carabineros.
Los demás Tribunales podrán pedir que a los condenados que van a salir en libertad
condicional y no tengan trabajo, se les fije como residencia donde haya talleres para
penados.
Los condenados que estén en los casos a que se refiere el inciso 1º de este artículo, podrán
ser obligados por el Tribunal respectivo a realizar trabajos del Estado o Municipales.
Arte. 31. Los condenados en libertad condicional están obligados de un modo especial:
1º A no salir, sin la autorización debida, del lugar que se les haya fijado como residencia;
3º A presentarse una vez cada semana, el domingo antes de los doce meridianos, a la
Policía que corresponde ia mostrar al Oficial de Guardia los certificados a que se refiere el
número 4 del artículo 32 de este Reglamento, pudiendo la Dirección General de Policía
disponer en los casos que estime conveniente que este cumplimiento la ante el respectivo
Tribunal de Conducta.
El mismo día deberá presentarse al Tribunal de Conducta del cual dependen i entregarán
dichos certificados a la persona que designe el mismo Tribunal.
Deben también justificar ante este Tribunal sus inasistencias al trabajo oa la escuela i los
atrasos i salidas anticipadas.
Los reo que trabajaron por su cuenta obtendrán el certificado de trabajo del Jefe de la
Compañía o Destacamento de Jendarmes que forme parte del Tribunal de Conducta
respectivo; I
4º A obedecer todas las órdenes que les dé el Tribunal de Conducta que les corresponda.
Arte. 32. Derogado.
Arte. 33. Derogado.
IX. de la policia
Arte. 35. La libertad condicional de un condenado sólo podrá ser revocada por medio de un
Decreto Supremo, a petición del Tribunal de Conducta respectivo, en los siguientes casos:
2º Haberse ausentado sin autorización del lugar que se le haya fijado como residencia;
5º Haber enterado tres notas de mala conducta en la escuela o donde trabajo, calificadas
por el Tribunal de Conducta respectivo.
XI. Del Indulto
XII. Sección de Criminología
Arte. 39. Derogado.
Arte. 40. Derogado.
Arte. 41. Derogado.
Arte. 42. Derogado.
Arte. 43. Derogado.
E. Figueroa.- A. Huidobro.
La Ley Nº 21.124, que "modifica el Decreto Ley Nº 321, de 1925, que establece la
libertad condicional para los penados" adecua el régimen de libertad condicional a la
problemática suscitada respecto de la concesión de beneficios a las personas
condenadas por delitos de lesa humanidad.
La redacción del nuevo artículo 3º bis, que más adelante se transcribe, deja de
manifiesto la intención que se tuvo por sus autores. De su lectura queda claro para
quién iba dirigida esa norma, que no esperaría una serie de factores que podrían
permitirles a determinadas personas privadas de libertad y que no están en situación
física o mental para impedir esos beneficios, poder hacerlo por intermedio de
familiares u otros personajes Nos referimos, como ya se dijo, a los que están
padeciendo enfermedades terminales, o sufren de Alzheimer u otras patologías, que
hacen imposible que al momento de postular, como dice esta ley
Sobre este tema, todas las opiniones vertidas con alturas de mira son respetables.
"A los colegas, sinceramente me voy porque me está echando la pandemia. Ser
Senador significa hablar con gente y andar por todos lados. El Partido no se juega en
los despachos y estoy amenazado por todos lados por doble circunstancia, por vejez
y por padecer una enfermedad inmunológica crónica. Si mañana aparece una vacuna
yo no me puedo vacunar".
"Y entonces tengo que tomar esta decisión y agradecerles la paciencia que han
tenido de soportarme y han sido muy elogiosos, demasiado elogiosos".
LEY Nº 21.124
MODIFICA EL DECRETO LEY Nº 321, DE 1925, QUE ESTABLECE
LA LIBERTAD CONDICIONAL PARA LOS PENADOS
Proyecto de ley:
Uno) Reemplázase el nombre del Decreto Ley Nº 321, de 1925, del Ministerio de Justicia,
por el siguiente:
" Decreto Ley Nº 321, que establece la Libertad Condicional para las personas condenadas
a penas privativas de libertad ".
" Artículo 2º. Toda persona condenada a una pena privativa de libertad de más de un año
de duración podrá postular al beneficio de libertad condicional, siempre que cumpla con los
siguientes requisitos:
1) Haber cumplido la mitad de la condena que se le impuso por sentencia definitiva, o los
tiempos establecidos en los artículos 3º, 3º bis y 3º ter. Si la persona condenada estuviere
privada de libertad cumpliendo dos o más penas, o si durante el cumplimiento de estas se le
impusiere una nueva, se sumará su duración, y el total que así resulte se considerará como
la condena impuesta para estos efectos. Si hubiere obtenido, por gracia, alguna rebaja o se
le hubiere fijado otra pena, se considerará ésta como condena definitiva.
3) Contar con un informe de postulación psicosocial elaborado por un equipo profesional del
área técnica de Gendarmería de Chile, que permita orientar sobre los factores de riesgo de
reincidencia, con el fin de conocer sus posibilidades para reinsertarse adecuadamente en la
sociedad. Dicho informe contendrá, además, los antecedentes sociales y las características
de personalidad de la persona condenada, dando cuenta de la conciencia de la gravedad
del delito, del mal que éste causa y de su rechazo explícito a tales delitos ".
Cuatro) Sustitúyese el artículo 3º por el siguiente:
" Artículo 3º. Las personas condenadas a presidio perpetuo calificado sólo podrán postular
a la libertad condicional una vez que hubieren cumplido cuarenta años de privación de
libertad efectiva. Si la solicitud del beneficio fuere rechazada, no podrá deducirse
nuevamente sino después de transcurridos dos años desde su última presentación.
Asimismo, las personas condenadas por los delitos de parricidio, femicidio, homicidio
calificado, robo con homicidio, violación con homicidio, violación, infanticidio, y por los
delitos contemplados en el número 2 del artículo 365 bis y en los artículos 366 bis, 366
quinquies , 367, 411 quáter, 436 y 440, todos del Código Penal, homicidio de miembros de
las policías, de integrantes del Cuerpo de Bomberos de Chile y de Gendarmería de Chile,
en ejercicio de sus funciones, y el de elaboración o tráfico de estupefacientes , sólo podrá
postular a este beneficio cuando hubieren cumplido dos tercios de la pena.
Las personas condenadas a dos o más penas, cuya suma alcance o supere los cuarenta
años de privación de libertad, sólo podrán postular al beneficio de libertad condicional una
vez que hayan cumplido veinte años de reclusión. En caso de concederse, el período de
supervisión a que se refiere el artículo 8º se extenderá hasta cumplir cuarenta años
contados desde el inicio de la condena.
Las personas condenadas por los incisos tercero y cuarto del artículo 196 de la Ley Nº
18.290, de Tránsito, podrán postular a este beneficio sólo una vez que hayan cumplido dos
tercios de la condena.
Artículo 3º ter. En caso de los delitos señalados en los incisos tercero y quinto del artículo
3º, se podrá conceder la libertad condicional una vez cumplida la mitad de la pena privativa
de libertad de forma efectiva a las mujeres condenadas en estado de embarazo o
maternidad de hijo menor de 3 años
" Artículo 4º. La postulación al beneficio de libertad condicional será conocida por una
Comisión de Libertad Condicional, que funcionará en la Corte de Apelaciones respectiva,
durante los primeros quince días de los meses de abril y octubre de cada año, previo
informe de Gendarmería de Chile.Este informe deberá acreditar el cumplimiento de los
requisitos establecidos en el artículo 2º, y de los artículos 3º, 3º bis y 3º ter, según sea el
caso, en la forma que determine el reglamento respectivo.
El delegado que hubiere sido designado para el control de la libertad condicional, dentro de
los siguientes 45 días, deberá elaborar un plan de intervención individual, el que deberá
comprender reuniones periódicas, las que el primer año de supervisión deberá ser a lo
menos mensual , la realización de actividades tendientes a la rehabilitación y reinserción
social del condenado, tales como la nivelación escolar, la participación en actividades de
capacitación o inserción laboral, o de intervención especializada de acuerdo a su perfil.
El plan deberá considerar el acceso efectivo del condenado a los servicios y recursos de la
red intersectorial, e indicar con claridad los objetivos perseguidos con las actividades
programadas y los resultados esperados.
" Artículo 7º. Si la persona en libertad condicional fuere condenada por cualquier delito, o
incumpliere las condiciones establecidas en su plan de intervención individual, sin
justificación suficiente, Gendarmería de Chile deberá, dentro del plazo de tres días, informar
de ello a la Comisión de Libertad Condicional, para que ésta se pronuncie dentro del plazo
de quince días, respecto de la continuidad o revocación de la libertad condicional.
Quedan exceptuados del beneficio del inciso anterior los que gozan de libertad condicional
conforme a lo dispuesto en el artículo 3º bis ”.
" Artículo 9º. Para los efectos del presente decreto ley, se entenderá que los requisitos
para la obtención del beneficio de la libertad condicional son aquellos que se exigen al
momento de la postulación.
b) Los informes de Gendarmería de Chile que se contemplan en los artículos 2º, 3º ter, 4º,
5º, 6º y 7º del presente decreto.
Tratándose del artículo 6º, referido a los delegados de libertad condicional, entrará en
vigencia transcurridos seis meses desde la publicación en el Diario Oficial del reglamento a
que se refiere el inciso precedente ”.
" 14. Otorgar indultos particulares en los casos y formas que determinen la ley. El indulto
será improcedente en tanto no se haya dictado sentencia ejecutoriada en el respectivo
proceso. Los acusados funcionarios por la Cámara de Diputados y condenados por el
Senado, sólo pueden ser endulzados por el Congreso ".
En este punto cabe analizar la cuestión planteada por quiénes han sido privados de
sus derechos políticos, es decir, el derecho de elegir o ser elegido para cargos de
representación popular.
Sobre esto el art. 42 del Código Penal señala en la parte respectiva que, el que ha
sido privado de los derechos políticos activos y pasivos, sólo puede ser rehabilitado
en su ejercicio en la forma prescrita por la Constitución. De esta manera la legislación
penal se ha remitido a la Constitución Política en cuanto a la rehabilitación, la cual en
su art. 17 dispone:
Los que la hubieren perdido por las causales previstas en el número 3 podrán solicitar su
rehabilitación al Senado una vez cumplida la condena ".
Finalmente me permito transcribir una norma reciente, que regula los requisitos de
los informes psicosociales que elabora Gendarmería y que sin duda tendrá un impacto
relevante en la jurisprudencia de la E. Corte Suprema:
Visitas:
considerando:
1º. Que, con fecha 18 de enero de 2019, se publicó en el Diario Oficial la Ley Nº 21.124,
que modifica el Decreto Ley Nº 321, de 1925, que establece la libertad condicional para los
penados.
3º. Que, no obstante estar vigente el Decreto Supremo Nº 2.442, de 1926, del Ministerio de
Justicia, que fija el texto del reglamento de la ley de libertad condicional, es necesario
derogar dicho reglamento y dictar un nuevo cuerpo normativo que regula la materia, dado la
profundidad de las modificaciones introducidas al Decreto Ley Nº 321, de 1925, mediante la
Ley Nº 21.124.
4º. Que, el Decreto Supremo Nº 518, de 1998, del Ministerio de Justicia, que Aprueba
Reglamento de Establecimientos Penitenciarios, regula, entre otras materias, los distintos
tipos de establecimientos penitenciarios y sus funciones, siendo necesario realizar ajustes
al mismo, para dar cabida al sistema a través del cual se realizará la supervisión de las
personas beneficiadas con la libertad condicional.
Decreto:
Título I
Disposiciones generales
Artículo 1º. Objeto. El presente reglamento tiene por objeto establecer las normas relativas
a la organización del sistema de libertad condicional, incluyendo los programas, las
características y los aspectos particulares que éstos deberán tener; a los informes de
Gendarmería de Chile que se contemplan en los artículos 2º, 3º ter, 4º, 5º y 7º del Decreto
Ley Nº 321, de 1925; a los planes de intervención individual; a las características y
requisitos que deberán reunir los delegados de libertad condicional; así como toda otra
cuestión que el Decreto Ley Nº 321, de 1925, mandata a regular.
Artículo 2º. De la libertad condicional. La condicional libertadl es un modo particular de
cumplir en libertad la pena privativa a que está condenada una persona por sentencia
ejecutoriada, bajo determinadas condiciones, que no extingue ni modifica la duración de la
pena.
Este beneficio podrá concederse a la persona condenada a una pena privativa de libertad
de más de un año que, por su conducta intachable durante el cumplimiento de su condena y
sus posibilidades de reinsertarse de manera efectiva en la sociedad, haya demostrado, al
momento de postular , que se encuentra en un procesode reinserción social que muestra
avances, habiendo dado cumplimiento a los requisitos establecidos en el artículo siguiente.
c) Contar con un informe de postulación psicosocial elaborado por un equipo profesional del
área técnica local de Gendarmería de Chile, que contenga un análisis de los factores de
riesgo de reincidencia de la persona condenada, con el fin de conocer sus posibilidades
para reinsertarse adecuadamente en la sociedad, además de sus antecedentes sociales y
características de personalidad, dando cuenta de la conciencia de la gravedad del delito, del
mal que éste causa, y de su rechazo explícito a tales delitos.
d) En el caso de las personas contempladas en los artículos 3º y 3º bis del Decreto Ley Nº
321, de 1925, presentar a Gendarmería de Chile la documentación idónea para acreditar el
cumplimiento de los requisitos adicionales que en los artículos citados se fundamentan.
Título II
De la calificación de la conducta de las personas
condenadas a penas privativas de libertad
Además, podrá asistir a las sesiones del Tribunal de Conducta, con derecho a voz, un
miembro de los Tribunales de Justicia designado por la Corte de Apelaciones respectiva, un
miembro de la Defensoría Penal Pública, designado por la jefatura de la Defensoría
Regional respectiva, y un miembro del Ministerio Público, designado por la jefatura de la
Fiscalía Regional respectiva.
Hará las veces de secretario del Tribunal de Conducta, pero sin formar parte de él, el
funcionario o funcionaria que designe la jefatura del establecimiento penitenciario.
La jefatura del establecimiento penitenciario deberá asistir a todas las sesiones del Tribunal
de Conducta.
Las sesiones del Tribunal de Conducta y sus acuerdos se registrarán en el acta respectiva,
donde se dejará constancia de todas las opiniones y sus fundamentos.
Las actividades de reinserción social pueden contemplar acciones en distintas áreas, por lo
que la participación en estas será evaluada conforme a lo siguiente:
Cada bimestre, la jefatura de Régimen interno evaluará con una nota la adaptación al
régimen interno; la persona encargada de coordinar los programas laborales y de
capacitación al interior de los establecimientos penitenciarios, la participación en actividades
de capacitación, laboral o de formación para el trabajo; la persona encargada de realizar la
coordinación del ámbito educativo en el establecimiento penitenciario, la participación en
actividades en el área de educación; y la jefatura técnica local, la participación en
actividades de intervención especializada.
La escala para evaluar cada área y factor será de "pésima", "mala", "regular", "buena" y
"muy buena ". Se deberá utilizar como equivalencia la nota uno (1) "pésima", nota dos (2)
"mala", nota tres (3) "regular", nota cuatro (4) "buena" y nota cinco (5) "muy buena ".
No procederá la evaluación con una nota del área respectiva, y se reducirá del denominador
para el cálculo de la ponderación, en las siguientes situaciones:
La jefatura del establecimiento penitenciario solo podrá aumentar en una nota en la escala
de evaluación, la calificación de conducta que haya obtenido una persona en el bimestre
anterior. Además, si hubiere existido una falta disciplinaria sancionada deberá disminuir la
calificación de la conducta, cuyo efecto deberá reflejarse en el bimestre en el que se
sanciona la referida falta.
La primera calificación de conducta realizada a las personas que iniciaron el cumplimiento
de su condena privativa de libertad probablemente contará con, a lo menos, treinta días
desde el ingreso al establecimiento penitenciario en calidad de condenada.
Título III
De la forma de acreditar los requisitos
para postular a la libertad condicional
Este informe deberá ser acordado por el Tribunal de Conducta a más tardar los días 25 de
marzo y 25 de septiembre de cada año y deberá contener lo establecido en los artículos del
presente título.
Las personas que estuvieren condenadas a presidio perpetuo y además a otra u otras
penas privativas de libertad, sólo podrán postular a la libertad condicional una vez que
hubieren cumplido con la totalidad de los tiempos establecidos por presidio perpetuo y los
tiempos establecidos por la otra u otras penas privativas de libertad que corresponden.
Asimismo, cuando la persona postulante se encuentre en la situación del artículo 3º ter del
Decreto Ley Nº 321, de 1925 y para efectos de indicar el estado de embarazo o maternidad
de un hijo o de una hija menor de tres años, se deberá reservar al informe de postulación
psicosocial el certificado del médico o de la jefatura del área de salud del establecimiento
penitenciario, que acredite el embarazo, o el certificado de nacimiento que acredite la
maternidad de un hijo o de una hija menor de tres años.
Artículo 13. Otros antecedentes. Cuando se trate de la situación del inciso final del artículo
3º del Decreto Ley Nº 321, de 1925, se adjuntará al informe referido en el artículo 9º, la
declaración simple, suscrita por la persona postulante, que contenga una renuncia
inequívoca al uso de la Violencia.
Asimismo, cuando la persona postulante se encuentre en el caso del artículo 3º bis del
Decreto Ley Nº 321, de 1925, se adjuntará al informe señalado en el artículo 9º, la
sentencia, en el caso que se hubiere considerado alguna de las atenuantes de los números
8 y 9 del artículo 11 del Código Penal, o el certificado expedido por el tribunal
correspondiente que acredita la circunstancia de haber colaborado sustancialmente al
esclarecimiento del delito o confesado su participación en el mismo; o aportado
antecedentes serios y efectivos de los que tenga conocimiento en otras causas criminales
de similar naturaleza. La persona condenada deberá acompañar los antecedentes, previo a
la sesión del Tribunal de Conducta correspondiente.
d) Un análisis global del proceso de reinserción social que explique la manera en que se
vinculan las necesidades de intervención, los recursos y fortalezas de la persona
postulante. Este análisis deberá incluir una fundamentación técnica de las áreas
visualizadas como facilitadoras del proceso de reinserción social y de las áreas que
requieren un mayor desarrollo para evitar reincidencias.
Título IV
De la forma de obtener la libertad condicional
En el tiempo que transcurre entre que se ha entregado el árbitro informe y hasta que la
Comisión de Libertad Condicional no había resuelto las postulaciones, Gendarmería de
Chile dar aviso inmediato respecto de cualquier hecho o circunstancia que hubiera ocurrido
y que pudiese ser de relevancia para que la Comisión pueda evaluar aquellos factores que
inciden en el proceso de reinserción social de la persona postulante.
Artículo 17. Resolución de la postulación al beneficio. La Comisión de Libertad Condicional
concederá el beneficio mediante resolución fundada a las personas condenadas que figuren
en la nómina del artículo 15. En la misma resolución se indicará el lugar de residencia a
cada uno, para efectos de la supervisión requerida.
Las resoluciones indicadas en el presente artículo, así como también aquellas que
revoquen el beneficio, serán remitidas por la Comisión de Libertad Condicional respectiva a
la jefatura del establecimiento penitenciario de origen, a la Dirección Nacional de
Gendarmería de Chile, a la Dirección General de Carabineros , a la Dirección General de
Investigaciones y demás organismos pertinentes.
Título V
De la organización del sistema de supervisión
de la libertad condicional
Artículo 22. Elaboración del plan de intervención individual. El profesional que hubiera sido
designado como delegado de libertad condicional a cargo de la supervisión de la persona
beneficiaria con ésta, deberá elaborar un plan de intervención individual, dentro de un plazo
de hasta cuarenta y cinco días hábiles, a contar de la fecha de designación de caso.
Además, este plan deberá ser firmado por la persona condenada como prueba de su
compromiso a dar cumplimiento a las actividades y condiciones ahí establecidas.
El delegado de libertad condicional que haya sido designado para elaborar y supervisar el
plan de intervención individual podrá sugerir la derivación a programas en las áreas de:
educación, empleo, consumo de alcohol/drogas, violencia contra terceros, u otros similares,
siempre que su participación en estas actividades sea recomendable para favorecer su
proceso de reinserción social.
Título VI
Del delegado de libertad condicional
b) Elaborar un plan de intervención individual dentro de los cuarenta siguientes y cinco días
hábiles, desde que se le asigne la persona con libertad condicional para dar inicio a la
supervisión establecida en el presente reglamento.
e) Informar de manera oportuna al Consejo Técnico de cualquier situación que diga relación
con las funciones de éste.
Título VII
De la revocación de la libertad condicional
Artículo 30. Revocación del beneficio. En aquellos casos en que una persona beneficiada
sea condenada por cualquier delito o cuando haya incumplido las condiciones establecidas
en su plan de intervención individual sin justificación suficiente, o cuando no se hubiere
presentado al establecimiento correspondiente dentro del plazo establecido en el artículo 21
del presente Reglamento , en (sic) Gendarmería de Chile informará de ello a la respectiva
Comisión de Libertad Condicional en un plazo máximo de tres días.
En el caso de lo establecido en el inciso final del artículo 4º del Decreto Ley Nº 321, de
1925, la libertad condicional se podrá revocar si la persona beneficiada no mantiene el
requisito exigido por el número 2 del artículo 2º del decreto ley citado.
disposición final
Artículo transitorio. Respecto de aquellas personas que hubieran obtenido la libertad
condicional con anterioridad a la entrada en vigencia de la modificación al artículo 6º del
Decreto Ley Nº 321, de 1925, dispuestas por el artículo transitorio de la Ley Nº 21.124, se
aplicaron las siguientes reglas:
b) El beneficio podrá ser revocado en caso de que la persona sea condenada por cualquier
delito o, por incumplir la supervisión a que se refiere el literal anterior. Asimismo, en el caso
de lo establecido en el inciso final del artículo 4º del Decreto Ley Nº 321, de 1925, la
libertad condicional se podrá revocar si la persona beneficiada no mantiene el requisito
exigido por el número 2 del artículo 2º del decreto ley citado .
1. En el artículo 11:
2. En el artículo 20:
d) Agrégase, a continuación del punto final (.) que pasa a ser punto seguido, la expresión
"Dichos establecimientos podrán además realizar el seguimiento, asistencia y control de las
personas condenadas que se encuentren haciendo uso del beneficio de libertad
condicional, así como también, de aquellos que estén en proceso de eliminación de
antecedentes penales, en aquellos casos en que los Centros de Apoyo para la Integración
Social, que se fundamenten en el inciso siguiente, no tendrán cobertura ".
Lo que transcribe para su conocimiento. Le saluda atentamente, Juan José Ossa Santa
Cruz, Subsecretario de Justicia.
Este concepto nos señala en forma clara y determina las dos clases de prescripción
que contempla nuestra ley.
Pessina, al estudiar esta institución, sin definirla, nos da un concepto muy preciso al
decir:
"Hay un obstáculo al castigo del delito, y es el que nace del transcurso del tiempo sin que la
eficacia de la ley penal venga a obrar contra aquéllos. Este obstáculo, que viene a negar el
derecho del Estado a proceder contra un delito dado para el castigo de su autor, toma el
nombre de prescripción, que en el derecho civil señala también a la extinción de un derecho
privado alienable, cuando se abandona largo tiempo su ejercicio". 50
Subrayo lo anterior, ya que hemos visto condenas, por hechos ocurridos hace
muchísimos años, en que los testigos en contra de el o los imputados, señalan que
recuerdan sus vestimentas, voces, etc., aceptándose en algunos casos esos
testimonios como suficientes para hacerlos acreedores a elevadas penas, lo que, en
estricto derecho, no debería ocurrir.
Sin embargo, es bueno tener presente que los juicios por violaciones a los derechos
humanos se investigan por el procedimiento antiguo.
Labatut, por su parte, haciendo suyas las palabras de Ferrer Sama, considera que
el fundamento de la prescripción hay que buscarlo en la necesidad social de eliminar
un estado de incertidumbre en las relaciones jurídico-penales entre el delincuente y el
Estado. 55
Franz von Liszt refuta esta teoría, sosteniendo que el simple transcurso del tiempo
no basta para operar un cambio en la mentalidad del delincuente. La razón de ser de
la prescripción y, al mismo tiempo, su justificación interna, no reside únicamente en la
fuerza misteriosa del tiempo, sino en el orden jurídico que tiene por misión la
realización de ciertas multas prácticas. 58 Por lo anterior, von Liszt acepta la
prescripción estimando que procede sólo cuando el delincuente no representa ya un
peligro para la tranquilidad y seguridad pública. Sin embargo, esta tesis no le da fecha
cierta y naturalmente deja en una situación ambigua a quien delinquió.
Es de toda evidencia que los delitos, especialmente los más graves, crean en la
sociedad un estado de alarma que se mantiene por un tiempo, y que luego empieza a
declinar hasta desaparecer. Cesando este estado de alarma, ya no existe la
necesidad imperiosa de reprimir el hecho delictuoso. Garraud considera que el castigo
demasiado lejano del delito o de la condena se torna inútil, puesto que el recuerdo del
hecho culpable se ha borrado, y la necesidad del ejemplo ha desaparecido. El deber,
y aun el derecho de castigar, dejan de existir para la sociedad. Es, pues, el olvido
presunto de la infracción, y el olvido presunto de la condena pronunciada, lo que libera
al delincuente de su responsabilidad. Esta presunción de olvido está fundada —como
todas las presunciones— en la observancia de hechos habituales; 59
Es decir, la ley presume que cuando una parte lesionada —ya sea la sociedad o un
particular— deja transcurrir un determinado tiempo sin ejercitar la acción o sin tratar
que el delincuente cumpla la condena que se le ha impuesto, es porque ha perdido
todo interés en la represion del delito.
Esto se debe, de acuerdo con esta teoría, a que las pruebas del delito se hacen
deficientes o casi imposibles de obtener, y, como es sabido, en el caso de algunas
condenas, las pruebas no son del todo contundente. El paso del tiempo podría
producir efectos en la conservación de eventuales testimonios 64 y yo agregaría, que
algunos de ellos, en algunas ocasiones, están más motivados por temas económicos
que de justicia. Una investigación perjudicial no tuvo otro resultado que un para el
Estado en cuanto a gastos y tiempo, y además sería inútil para el acusado.
62. Positivistas
Para los positivistas, la pena no constituye un castigo, sino que representa un medio
de defensa social, y es precisamente esta defensa social lo que da nacimiento al
derecho que tiene la sociedad de imponer penas a los delincuentes. En un principio,
Ferri se opuso tenazmente a la prescripción. 74
Para esta teoría, debido a su naturaleza, la pena debe aplicarse siempre que sea
necesario, habiendo o no transcurrido el plazo de prescripción, y es en cambio
inevitable ejecutar la pena, si el delincuente está exento de peligrosidad.
Más aún, la tendencia actual se orienta en el sentido de ir limitando cada día más el
plazo de prescripción, e ir acentuando la diferencia de plazos entre la prescripción de
la acción penal y prescripción de la pena. Como sea, "no puede válidamente
sostenerse que las normas que regulan la prescripción en el Código penal están
basadas en un único criterio uniforme". 75
Sabemos que nuestro Código Penal de 1874 tomó como modelo al Código español
de 1850, que en su título VI se refiere a la institución. La Comisión Redactora de
nuestro Código incluido en el título V a todas las causas de extinción de la
responsabilidad penal.
Con anterioridad a la dictación del actual Código Penal, regían sobre la materia las
normas contenidas en las Siete Partidas. El único reducto positivo al respecto era el
artículo 27 de la ley de 16 de septiembre de 1846, que disponía de la prescripción, en
el caso del delito de abuso de imprenta. En esta misma época, se estimaba que la
prescripción penal de todo el resto de los delitos tenía un término único de 20 años,
pues se correspondía con el término común de las acciones ordinarias a la que hace
alusión el artículo 2515 del Código Civil, 81 que señala:
" Este tiempo es en general de tres años para las acciones ejecutivas y de cinco para las
ordinarias ".
" La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y convertida en
ordinaria durará solamente otros dos ".
" Esta regla no se aplicará a las prescripciones de las faltas y especiales de corto plazo ".
Arte. 65. Cuando la ley señala una sola pena indivisible, la utilizará el tribunal sin
consideración a las circunstancias agravantes que concurran en el hecho. Pero si hay dos o
más circunstancias atenuantes y no concurre ningún agravante, podrá aplicar la pena
inmediatamente inferior en uno o dos grados.
Arte. 66. Si la ley señala una pena compuesta de dos indivisibles y no acompañan al hecho
circunstancias atenuantes ni agravantes, puede el tribunal imponerla en cualquiera de sus
grados.
Cuando sólo concurre alguna circunstancia atenuante, debe aplicarla en su grado mínimo, y
si habiendo una circunstancia agravante, no concurre ninguna atenuante, la imposición en
su grado máximo. Si en este último caso el grado máximo de los designados estuviere
constituido por la pena de muerte, el tribunal no estará obligado a imponerla no obstante.
Siendo dos o más las circunstancias atenuantes sin que concurra ningún agravante, podrá
imponer la pena inferior en uno o dos grados al mínimo de los señalados por la ley, según
sea el número y entidad de dichas circunstancias. Si concurrieren circunstancias
atenuantes y agravantes, las compensará racionalmente el tribunal para la aplicación de la
pena, graduando el valor de unas y otras.
Si concurre sólo una circunstancia atenuante o sólo una agravante, la utilizará en el primer
caso en su mínimo, y en el segundo en su máximo.
Para determinar en tales casos el mínimo y el máximo de la pena, se divide por la mitad el
período de su duración: la más alta de estas partes formará el máximo y la más baja el
mínimo.
Siendo dos o más las circunstancias atenuantes y no habiendo ninguno agravante, podrá el
tribunal imponer la inferior en uno o dos grados, según sea el número y entidad de dichas
circunstancias.
Si hay dos o más circunstancias agravantes y ninguna atenuante, puede aplicar la pena
superior en un grado.
Arte. 68. Cuando la pena señalada por la ley consta de dos o más grados, bien sea que los
formen una o dos penas indivisibles y uno o más grados de otra divisible, o diversos de
penas divisibles, el tribunal al aplicarla podrá recorrer toda su extensión, si no concurren en
el hecho circunstancias atenuantes ni agravantes.
Habiendo una sola circunstancia atenuante o una sola circunstancia agravante, no utilizar
en el primer caso el grado máximo ni en el segundo el mínimo.
Si son dos o más las circunstancias atenuantes y no hay ningún agravante, el tribunal podrá
imponer la pena inferior en uno, dos o tres grados al mínimo de los señalados por la ley,
según sea el número y entidad de dichas circunstancias.
Sobre esta materia, el Proyecto de Código Penal del año 1938 contiene
disposiciones que marchan más de acuerdo con este criterio, al fijar en los artículos
84 y 89 distintos plazos de prescripción de la acción penal y de la pena. Para los
delitos penados con muerte y presidio o reclusión indeterminados, fijaba un plazo de
prescripción de veinticinco años, y solo de veinte para la prescripción de la acción
penal. Un gran número de legislaciones contemporáneas señalan distintos plazos
para la prescripción de la acción penal y de la pena.
"Artículo 131.1. Los delitos prescriben: A los veinte años, cuando la pena máxima señalada
al delito sea prisión de quince o más años. A los quince, cuando la pena máxima señalada
por la ley sea inhabilitación por más de diez años, o prisión por más de diez y menos de
quince años. A los diez, cuando la pena máxima señalada por la ley sea prisión o
inhabilitación por más de cinco años y que no exceda de diez. A los cinco, los demás
delitos, excepto los delitos leves y los delitos de injurias y calumnias, que prescriben al
año. 2. Cuando la pena señalada por la ley fuere compuesta, se estará, para la aplicación
de las reglas detectadas en este artículo, a la que exija mayor tiempo para la
prescripción. 3. Los delitos de lesa y de genocidio y los delitos contra las personas y bienes
protegidos en caso de conflicto armado, salvo los castigados en el artículo 614, no
prescribirán en ningún caso. Tampoco prescribirán los delitos de terrorismo, si hubieren
causado la muerte de una persona. 4. En los supuestos de concurso de infracciones o de
infracciones conexas, el plazo de prescripción será el que corresponda al delito más grave".
"Artículo 133.1. Las penas impuestas por sentencia firme prescriben: A los 30 años, las de
prisión por más de 20 años. A los 25 años, las de prisión de 15 o más años sin que
excedan de 20. A los 20, las de inhabilitación por más de 10 años y las de prisión por más
de 10 y menos de 15. A los 15, las de inhabilitación por más de seis años y que no excedan
de 10, y las de prisión por más de cinco años y que no excedan de 10. A los 10, las
restantes penas graves. A los cinco, las penas menos graves. Al año, las penas leves. 2.
Las penas impuestas por los delitos de lesa humanidad y de genocidio y por los delitos
contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, salvo los castigados
en el artículo 614, no prescribirán en ningún caso. Tampoco prescribirán las penas
impuestas por delitos de terrorismo,".
El Código Penal alemán señala un rango de tiempo más amplio para la prescripción
de la acción, los cuales van desde los 3 hasta los 30 años. Sin embargo, establece la
misma regla de imprescriptibilidad respecto de los delitos de genocidio.
En algunos ordenamientos, el transcurso del tiempo no basta por sí solo para que
opere la prescripción como causal extintiva de la responsabilidad penal, sino que se
exige la concurrencia de determinadas condiciones que la ley prescribe
específicamente. Por ejemplo, el Código Penal italiano, en el artículo 172 inciso final,
establece que no gozarán del beneficio de la prescripción de la pena los que hubieren
incurrido en más de una reincidencia.
68. Es irrenunciable
Este carácter, la diferencia totalmente de la prescripción civil, porque ésta puede ser
renunciada por el beneficiado con ella.
El artículo 2494 del Código Civil lo dispone expresamente así al decir en el inciso 1º:
" La prescripción puede ser renunciada expresa o tácitamente; pero sólo después de
cumplida "
y el inciso 2º agrega:
" Renúnciase tácitamente, cuando el que pueda alegarlo manifiesta por un hecho suyo que
reconoce el derecho del dueño o del acreedor, por ejemplo, cuando cumplidas las
condiciones legales de la prescripción, el poseedor de la cosa la toma en arriendo, o el que
debe dinero paga intereses o pide plazo ”.
Para renunciar a la prescripción en materia civil, hemos dicho que debe estar
cumplida, o sea, que debe haber transcurrido el plazo necesario de prescripción que
ha fijado la ley.
Pessina, al referirse a la prescripción de la acción civil, nos dice que es lógico que
ella pueda renunciarse. La prescripción supone el abandono del ejercicio del derecho
y es en el fondo una renuncia presunta del mismo; en cambio, respecto de aquél en
favor del cual está establecido se reduce a una excepción meramente voluntaria, y,
por consiguiente, es lícito renunciar a sus beneficios. 83
La prescripción, en materia penal, debe ser declarada de oficio por el tribunal, aun
cuando el imputado o acusado no la alegue, con tal que se halle presente en el juicio
(art. 102 del C. Penal). Ya lo dijimos, que es irrenunciable.
" 2º Que según el artículo 102 del Código Penal, la prescripción de la pena o de la acción
penal, será declarada de oficio, aunque el reo no la alegue, con tal que se halle presente en
el juicio, o, en otros términos, no se puede hacer estas declaraciones si el reo se halla
ausente, ya que su presencia o prisión es la condición indispensable que la ley exige para
otorgarle el beneficio de la prescripción ”;
" 4º Que si bastara para que el reo se halle presente que sea representado por un
mandatario, no tenga objeto ni alcance esta exigencia; como tampoco si el Ministerio
Público alega esa prescripción, cuando el tribunal no pueda acogerla en virtud de la
disposición legal anterior citada ".
Sin perjuicio de todo lo anterior, el artículo 102 CP hoy debe ser interpretado en el
contexto del proceso penal del CPP (2000). En este sentido, las facultades oficiosas
que disponen los tribunales son limitadísimas.
Estimamos que es más propia esta facultad de quien lleva adelante la persecución
penal (Ministerio Público) en el sentido de no someter a una persona a un proceso
penal que resulta ineficaz desde el punto de vista de una decisión terminal. Es lo que
conocemos como economía procesal.
" Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta la
terminación del proceso, los derechos y garantías que le derivaron las leyes ".
En el mismo sentido, el artículo 250, letra d) del Código Procesal Penal dispone:
" Sobreseimiento definitivo. El juez de garantía decretará el sobreseimiento definitivo: d)
Cuando se hubiere extinguido la responsabilidad penal del imputado por algunos de los
motivos establecidos en la ley; ".
Como sabemos los Nºs. 6 y 7 del artículo 93 del Código Penal señalan a la
prescripción de la acción penal ya la prescripción de la pena como causales de
extinción de la responsabilidad penal, y de la lectura conjunta de los artículos 263 y
264 del Código Procesal Penal se deduce que el acusado tiene determinados
derechos.
" Facultades del acusado. Hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación del
juicio oral, por escrito, o al inicio de dicha audiencia, en forma verbal, el acusado podrá...b)
Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento, y " ...
Así las cosas, si una persona comete un nuevo crimen o simple delito después de
que hubiere comenzado a correr el tiempo de prescripción a su favor, sea esta de la
acción penal o de la pena, se pierde el tiempo transcurrido hasta ese día, y desde el
día del nuevo ilícito se inicia el nuevo plazo.
No interrumpe el plazo de prescripción la comisión de una falta, por no considerarlo
así el artículo 99 del Código Penal . 84
La cuestión anterior parece resuelta con una certeza clara bajo las disposiciones del
CPP (2000) al señalar como efecto de la formalización de la investigación, la
suspensión de la prescripción de la acción penal. La formalización exige una
individualización del sujeto imputado, por lo que la cuestión sigue abierta —con una
menor intensidad, por cierto— en el caso de querellas "en contra de quienes resulten
responsables".
73. Relaciones de la prescripción penal con la acción civil nacida de los delitos
En aquellos casos en que las circunstancias que motivaron la violación de una ley
importante, junto a la lesión y atentado contra la sociedad, ocasionó un daño material
a una persona determinada, el delincuente debe responder frente a la sociedad y
frente al particular ofendido.
Estos los establece el Código Procesal Penal principios en su artículo 67, que
señala que:
" Toda sentencia condenatoria en materia criminal lleva envuelta la obligación de pagar las
costas, daños y perjuicios por parte de los autores, cómplices, encubridores y demás
personas legalmente responsables ".
Estas dos responsabilidades a las que pueden estar obligados el culpable —la
penal y la civil— no se hacen efectivos dentro de los mismos plazos.
En efecto, la acción penal prescribe de acuerdo con las normas dadas en el artículo
94 del Código Penal, en un plazo que fluctúa entre seis meses y quince años, según
la naturaleza de la infracción cometida. En cambio, la acción civil que nace de los
delitos prescriben en cuatro años.
" Las acciones que conceden este título por daño o dolo, prescritas en cuatro años
contados desde la perpetración del acto ".
Este plazo de cuatro años se ha fijado como regla, de manera que puede registrar
excepciones en normas particulares. Así las cosas, el plazo de prescripción de la
acción civil es más breve que el plazo de prescripción de la acción penal. 86
shouldn ambas acciones —la civil y la penal— ejercerse dentro de plazos iguales y
no como está establecido: un plazo fijo de cuatro años para la acción civil, en muchos
casos resulta ser muy reducido y solo favorece al delincuente y no corresponde a la
orientación que en general se le da a la prescripción, como una institución cuyo fin
primordial es beneficiario directamente a la sociedad, impidiendo la inestabilidad de
los derechos, cuando las acciones correspondientes no se han ejercido por un tiempo
más o menos largo.
Se consideró como fin primordial de la justicia penal el castigo del culpable por la
acción cometida contra la sociedad, y se desconoció, en cierto sentido, la verdadera
importancia que debe darse cuenta de la acción civil, que tiene por objeto reparar el
daño causado al particular . No nos olvidemos que, para el ofendido, la indemnización
puede ser muy importante, tanto en lo material como en el restablecimiento de los
equilibrios.
Esta diferencia de plazos se basa en los fines opuestos que tienen ambas
acciones. La acción penal es muy personal. El que cometiere delito será responsable
de él e incurrirá en la pena que la ley señale (art. 1º, inc. 3º del CP). En cambio, la
acción civil no tiene este carácter. El artículo 2316 en su inciso 1º dice:
" Principio general. La acción civil que tuviere por objeto únicamente la restitución de la
cosa deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de
conformidad a lo previsto en el artículo 189.
Asimismo, la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto del
imputado, con arreglo a las prescripciones de este Código, todas las acciones restantes que
tuvieren por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La
víctima podrá también ejercer esas acciones civiles ante el tribunal civil
correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil en el procedimiento
penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil.
Con la sola excepción indicada en el inciso primero, las otras acciones encaminadas a
obtener la reparación de las consecuencias civiles del hecho punible que interpusieren
personas distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas diferentes del imputado,
debe plantearse ante el tribunal civil que fuere competencia de acuerdo con las reglas
generales ”.
75. Efectos de la sentencia penal en el juicio civil
En cambio, el proceso civil —por regla general— no tiene ninguna influencia sobre
el proceso penal. El artículo 65 del Código Procesal Penal dice:
" Cuando solo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho punible de acción privada se
considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal ".
Hoy en día, el Código Procesal Penal no contempla una norma similar, por lo que
ambas acciones conservan su independencia, debiendo entenderse que, en este tipo
de delitos, si se ejerce solo la acción civil no se perjudica con ello la correspondiente
acción penal, como ya lo señalamos al transcribir el artículo 65 de este código.
De esta forma, el principio de separación o independencia de acciones civiles y
penales sigue vigente.
De todo delito nace una acción penal para el castigo del culpable, que es
inseparable a su mismo contenido. Esta acción es la que permite iniciar un juicio
penal. Su no existencia quita al hecho ofensivo el carácter de delito, y su extinción
impide iniciar la acción de la justicia en contra del culpable y en favor del ofendido y
de la sociedad. Esta extinción se produce por la concurrencia de determinadas
causales, que, en líneas generales, son comunes a todas las legislaciones en la
actualidad.
" Respeto de los crímenes a que la ley impone pena de presidio, reclusión o relegación
perpetua, en quince años ".
" Cuando la pena señalada al delito sea compuesta, se estará a la privativa de libertad, para
la aplicación de las reglas detectadas en los tres primeros acápites de este artículo; si no se
impusieren penas privativas de libertad, se estará a la mayor ".
" Las reglas precedentes se entienden sin perjuicio de las prescripciones de corto tiempo
que establece este Código para delitos determinados ".
Nota: Este artículo sufrió dos modificaciones, pero la más importante es el respecto
de la prescripción de quince años, modificada por el artículo 1º, Nº 11 de la Ley Nº
19.734 de 5 de junio del año 2001.
" Art. 95. El término de la prescripción empieza a correr desde el día en que se hubiere
cometido el delito ".
" Art. 96. Esta prescripción se interrumpe, perdiéndose el tiempo transcurrido, siempre que
el delincuente comete nuevamente crimen o simple delito, y se suspende desde que el
procedimiento se dirige contra él; pero si se paraliza su persecución por tres años o se
termina sin condenarle, continúa la prescripción como si no se hubiere interrumpido ".
" Art. 105. Las inhabilidades legales provenientes de crimen o simple delito sólo durarán el
tiempo requerido para prescribir la pena, computado de la manera que se dispone en los
artículos 98, 99 y 100. Esta regla no es aplicable a las inhabilidades para el ejercicio de los
derechos políticos ”.
" La prescripción de la responsabilidad civil derivada del delito, se rige por el Código Civil ".
Los plazos de prescripción que establece el artículo 94 del Código Penal varían
desde quince años a seis meses, según si se trata de crímenes, simples delitos o
faltas, diciendo: "La acción penal prescribe:" ya continuación hace la enumeración,
clasificando los hechos punibles y declarando que pertenecen a tal o cual categoría
según la pena que les impone.
Los crímenes, los delitos simples y las faltas prescriben en plazos iguales respecto
a la prescripción de la acción penal y de la pena. Se atiende solo a la gravedad del
acto punible para determinar el plazo de prescripción; plazo que será más o menos
largo en relación con la mayor o menor penalidad expuesta al delito. Para la
determinación del plazo en los casos de penas compuestas debe estarse a la mayor
atendiendo al delito de que se trata.
" El término de la prescripción (de la acción penal) empieza a correr desde el día en que se
hubiere cometido el delito ".
El día de la perpetración del delito es el que marca el punto inicial del cómputo del
plazo de la prescripción. De acuerdo con lo prescrito en el artículo 48 del Código Civil,
los plazos de días, meses o años de que se haga mención en las leyes o en los
decretos del Presidente de la República o de los tribunales, se entenderá que han de
ser completos ; y correrán además hasta la medianoche del último día del plazo.
Antes de referirnos al día en que se cometió el delito como punto inicial del cómputo
del plazo de prescripción, debemos hacer una clasificación previa de los delitos.
Por esta razón, no crean problema alguno en lo que respeta al momento inicial de la
prescripción, porque en ellos el plazo de prescripción se inicia desde el día en que se
cometió el delito, que en estos casos coinciden con el día en que se produjo el
resultado punible. En esta situación se encuentra la generalidad de los delitos. 88
" En los casos de delito continuado, delito permanente, así como en las infracciones que
exijan habitualidad, tales términos se computarán, respectivamente, desde el día en que se
realizó la última infracción, desde que se eliminó la situación ilícita o desde que cesó la
conducta ".
" En los casos de reiteración de hurtos, aunque se trate de faltas, a una misma persona, o a
distintas personas en una misma casa, establecimiento de comercio, centro comercial, feria,
recinto o lugar el tribunal calificará el ilícito y hará la regulación de la pena tomando por
base el import total de los objetos sustraídos y la impondrá al delincuente en su grado
superior.
Al referirse al día en que se cometió el delito como punto de partida del plazo de
prescripción, no se hace distingo alguno entre aquellos delitos que inmediatamente de
ejecutados son conocidos y aquellos que permanecieron ocultos por un tiempo. La
prescripción se inicia para ambos casos desde el momento en que se han cometido, y
no desde la terminación del delito. 90
Ahora, sin perjuicio de lo anterior, el Código Penal en el artículo 95, con sus
palabras, pareciere estar haciendo alusión a la noción de "consumación" como criterio
cronológico de inicio para el cómputo de la prescripción. Por su parte, el término
"consumación" es relativo a las exigencias del tipo penal que se encuentran colmadas
o no. Ello permite incluir dentro de la aplicación de este criterio, el tipo de tentativa, de
frustración, etc.
Al referirnos en general a los plazos de prescripción, hemos dicho que la ley los ha
fijado idénticos para la prescripción de la acción penal y de la pena; sin embargo, hay
ciertos delitos para los que la ley establece un tiempo especial y más corto de
prescripción de la acción penal.
El artículo 94 del Código Penal que señala los plazos de prescripción de la acción
penal, en su inciso final se refiere precisamente a estos plazos especiales, al disponer
que
" Las reglas precedentes se entienden sin perjuicio de las prescripciones de corto tiempo
que establece este Código para delitos determinados ".
No solo el Código Penal fija prescripciones de corto tiempo, sino que también las
han establecido leyes especiales. Se han introducido prescripciones de corto tiempo
debido a la naturaleza especialísima de algunos delitos. Los que señala el Código
Penal son todas las acciones privadas. La prescripción en estos delitos supone el
presunto abandono del derecho de acusar, y es conveniente al orden público que las
acciones no permanezcan sin ejercerse durante mucho tiempo.
Entre las primeras estaban, por ejemplo, las relativas a los delitos de adulterio y
amancebamiento (hoy no son delitos), y al matrimonio del menor celebrado sin el
consentimiento de la persona que debe prestarlo —hoy derogadas—, y respecto de
los cuales el Código establecía plazos de prescripción menores a los generales ya
comentados.
Así, en el adulterio el plazo era de un año desde que el ofendido había tenido
conocimiento del delito, con una extensión máxima a cinco años desde que se había
cometido el ilícito. En el amancebamiento, regirían los mismos plazos; y, en la
situación indicada del matrimonio del menor, el plazo era de dos meses desde que se
tuvo conocimiento del matrimonio (arts. 377, 381 y 385 del Código Penal, hoy
derogados). Citamos estos ejemplos, para que de constancia de la evolución del
derecho en estas materias.
" Art. 431. La acción de calumnia o injuria prescribe en un año, contado desde que el
ofendido tuvo o pudo racionalmente tener conocimiento de la ofensa.
No podrá entablarse acción de calumnia o lesión después de cinco años, contados desde
que se cometió el delito. Pero si la calumnia o injuria hubiere sido causada en juicio, este
plazo no obstará al cómputo del año durante el cual se podrá ejercer la acción ”.
81. Suspensión
En palabras del profesor Cury: "La suspensión, por lo tanto, determina que el plazo
de prescripción cesa de contarse, pero no implica la pérdida del tiempo ya
transcurrido hasta el momento en que ella se produce". 91
Las formas de inicio de la investigación que establece el artículo 172 del Código
Procesal Penal son la denuncia, la querella, o de oficio por el Ministerio Público. Bajo
la vigencia del actual sistema acusatorio, solo le compete al Ministerio Público la
persecución penal, no pudiendo ser reemplazada por un particular, de acuerdo con el
artículo 83 de la Constitución Política de la República.
Por lo anterior, es el Ministerio Público quien determina contra quién se debe dirigir
la investigación, y luego de estimarlo conveniente, puede formalizar la investigación,
ya que la formalización de la investigación es una atribución exclusiva del Ministerio
Público.
El artículo 233 del Código Procesal Penal establece los efectos de la formalización
de la investigación, y cuya letra a) dispone:
Cuarto: Que a efectos de resolver la cuestión debatida es necesario tener presente que
esta Corte ha abordado el tema aquí planteado en numerosas oportunidades, discurriendo
en torno a la discrepancia doctrinaria que se ha presentado sobre este tema dada la
redacción del artículo 96 del Código Penal, que consagra la suspensión de la prescripción
de la acción penal cuando el procedimiento se dirige en contra del delincuente. En ese
debate, se ha reconocido la existencia de dos posiciones, por una parte, la que otorga sólo
al auto de procesamiento el efecto de suspender el plazo de prescripción, en los entendidos
que a través de este acto procesal se cuenta con una voluntad innegable de los órganos de
la persecución penal de hacer efectiva la responsabilidad de que se trata; y por la otra, la
que estima que basta con que se inicie una pesquisa criminal mediante una denuncia en su
contra. En este contexto se ha concordado con este último sector de la doctrina, que
respondiendo la interrogante de cuándo se entiende que el proceso se dirige contra el
delincuente, ha sostenido que" ...para ello no es necesario el sometimiento a proceso.
Basta que el proceso se haya iniciado en cualquiera de las formas señaladas por el artículo
81 del Código de Procedimiento Penal y que apareció dirigido precisamente contra el
sujeto, el cual, por consiguiente , tiene que encontrarse individualizado en él". (Enrique Cury
Urzúa, Derecho Penal, Parte General, décima edición, página 802 ). De esta forma, como
se ha establecido previamente por esta Corte, la prescripción comienza a correr desde la
fecha de perpetración del último delito, y se suspende en la data en que se inicia el
respectivo procedimiento, al ordenarse instruir sumario a fin de indagar los hechos
constitutivos del ilícito denunciado(SCS Nºs. 1663-2009, 13 de enero de 2011; 3463-12, 24
de agosto de 2012; Nº 482-2013, 23 de mayo de 2013; Nº 406-2013, 3 de octubre de 2013).
quinto: Que, en esas circunstancias, cabe tener presente que el delito investigado fue
perpetrado durante el año 1999, mismo período en que un supuesto proveedor declaró la
utilización de facturas falsas, relato en el cual precisó que tales documentos aparecen
utilizados por el contribuyente Rafael del Carmen Valdés Valdés, de manera que dicha
actuación tiene el efecto de suspender la prescripción. Dicha suspensión surte, hasta la
fecha, plenos efectos, desde que no se ha alegado la paralización del proceso por un lapso
superior a tres años que permita estimar, al tenor de lo prevenido por el artículo 96 del
Código Penal, que la prescripción ha corrido como si no se hubiera suspendido. De esta
forma, seguramente no ha transcurrido el plazo previsto por el artículo 94 del código
referido para declarar prescrita la acción penal,".
Respecto al primero de los dos casos citados, esto es, que no se entiende
suspendida la prescripción si el procedimiento se paraliza por más de tres años, hay
interesante jurisprudencia.
Ahora, bajo las disposiciones del CPP (2000), pareciere ser más difícil que se
puedan dar las hipótesis comentadas. Entre otras razones, porque la duración
promedio de los procedimientos penales actualmente es muy baja (inferior a tres años
de todas maneras, salvo contadas excepciones) y, por otro lado, la prohibición de la
absolución de la instancia en materia procesal penal no permite que existe un
procedimiento sin que pueda reconducirse de alguna forma a una decisión terminal de
absolución o condena. En efecto, el término de la prescripción sigue vigente aun
cuando se haya decretado el archivo provisional (art. 167 CPP) o se haya ejercido por
el Ministerio Público la facultad de no iniciar la investigación (art. 168 CPP).
En los autos rol Nº 17391-13, de 4 de junio de 2014, se discutió una causa a propósito de la
suspensión de la prescripción por paralizarse el procedimiento por más de tres años,
contenida en el artículo 96 del Código Penal. La sentencia tiene como antecedente una
sentencia de 27 de diciembre de 2012, rol Nº 1530-2005 del Trigésimo Cuarto Juzgado del
Crimen de Santiago, que fue apelada y posteriormente casada en la forma y en el fondo.
En lo que nos interesa, el recurso de casación en el fondo invoca la causal del artículo 546
Nº 1 del Código de Procedimiento Penal, sosteniéndose la error aplicación de los artículos
102, 93 Nº 6, 94, 96 del Código Penal y 408 Nº 5 del Codigo de Procedimiento
Penal. Según el actor, el 11 de noviembre de 2005 se inició la causa, tramitándose hasta el
26 de marzo de 2008, fecha en que se tuvieron por cumplidas las medidas para mejor
resolver, mientras que la sentencia de primer grado se dictó el 27 de diciembre de 2012,
esto es, operó una paralización por cuatro años y nueve meses, por lo que el plazo de
prescripción continuó como si no se hubiera interrumpido y habiendo transcurrido en exceso
el lapso pertinente, probablemente sobreseerse definitivamente la causa. Al no haber
actuado de esta forma, los jueces del grado han incurrido en una aplicación errónea del
artículo 96 del Código Penal, que no distingue motivos de la paralización del proceso por lo
que deberá dársele efecto a la misma; además que se infringió el artículo 102 del mismo
código por no haber declarado la prescripción de oficio. Asimismo, indica que se
transgredió el artículo 408 Nº 5 del Código de Procedimiento Penal ya que no se dictó el
pertinente sobreseimiento definitivo, y se quebrantaron los artículos 93 Nº 6 y el 94 del
Código Penal al no declarar la prescripción.
octava: Que, finalmente, queda revisar el recurso en cuanto se asila en la causal primera
del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal, por no haber dado aplicación a la
prescripción de la acción penal. En ese aspecto, cabe tener en consideración que la
sentencia impugnada, en lo relativo a la alegación de prescripción formulada en segunda
instancia, señala en su considerando tercero que si bien una vez agotada la fase de
plenario transcurrieron más de cuatro años hasta que se dictó sentencia, esta circunstancia
no puede estimarse como una paralización en los términos del artículo 96 del Código Penal,
ya que éste alude a un abandono de la acción penal, que no se produjo en este caso ya que
la tardanza obedeció a razones de conocimiento público, como es la excesiva carga de
trabajo que soporta el sistema penal antiguo.
Así, es un hecho de la causa que entre la resolución que tuvo por cumplidas las medidas
para mejor resolver y la dictación del fallo transcurrieron más de tres años. Sin embargo, no
es posible estimar que operó la paralización prevista por el artículo 96 del Código Penal, ya
que existen varias actuaciones procesales que corresponden calificar como enervadoras de
la prescripción de la acción penal en el tiempo de la presunta inacción que se establece en
el presente fallo, puesto que por dichas actuaciones se dictó una resolución que tuvo
presentes informes sociales, y otra que se pronunció sobre una petición expresa del
querellante de veintinueve de octubre de 2010 en orden a que se dictó sentencia definitiva,
a la que se resolvió estarse a la preferencia y lugar que le corresponde.
Así, no hubo una paralización del proceso en los términos exigidos por el artículo 96 del
Código Penal para estimar que la prescripción corrió como si no se hubiera interrumpido, de
manera tal que corresponda considerar la interrupción del plazo de prescripción por el inicio
de la causa en el mes de noviembre de 2005, que, dada la fecha de comisión del delito en
el año 2004, no permite estimar extinguida la acción penal por el transcurso del tiempo. Por
lo mismo, se rechazará esta última arista del recurso de casación en el fondo.
Tratándose de causas del Código Procesal Penal, rige su artículo 250, que se
transcribe a continuación.
d) Cuando se hubiere extinguido la responsabilidad penal del imputado por algunos de los
motivos establecidos en la ley;
e) Cuando sobreviniere un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a dicha
responsabilidad, y
El juez no podrá dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a los
tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean
imprescriptibles o no puedan ser amnistiados, salvo en los casos de los números 1 y 2 del
artículo 93 del Código Penal ”. (Por la muerte o el cumplimiento de la condena).
1º Cuando no resulte completamente justificada la perpetración del delito que hubiere dado
motivo a la formación del sumario;
2º Cuando, resultando del sumario se cometió el delito, no hubiere indicios suficientes para
acusar a determinada persona como autor, cómplice o encubridor;
5º Cuando el procesado ausente no comparezca al juicio y haya sido rebelde, siempre que
haya bastante mérito para formular acusación en su contra, y sin perjuicio de lo prevenido
en el artículo 604.
Ahora nos referiremos al caso del delito que ha sido cometido por varias personas, y
el término de prescripción está transcurriendo, ¿la suspensión del término de
prescripción obra contra todos los implicados, o solamente contra aquel que está
sometido a proceso? Las opiniones no están uniformadas en este punto. Algunos
considerando que la suspensión de la prescripción debe proceder contra todos los
culpables, aun cuando solo uno de ellos esté procesado o formalizado, porque la
prescripción se basa en el olvido del delito que se produce con el transcurso del
tiempo. Por lo tanto, si el procedimiento se inicia, aunque sea solo contra uno de los
responsables, revive el recuerdo del delito y desaparece entonces el fundamento de la
prescripción, justificando que la suspensión proceda contra todos los culpables.
Otros opinan que es injusto que la suspensión obre contra todos si el procedimiento
se dirige solo contra uno. Hay que tener presente que es un beneficio para el
delincuente y se le estaría restringiendo a los que no son parte en la causa.
Pareciese que la opinión que entiende que la suspensión procede respecto de todos
los culpables, es la que más armoniza con los fundamentos de la institución y tal vez,
la más configurada a la equidad, pero reitero, afecta un beneficio que la ley concede a
las personajes
Si el tribunal ante el cual se ha iniciado el procedimiento que suspende la
prescripción resulta ser incompetente, ¿es válidaigue siendo la suspensión? La ley
nada dice al respecto, pero se entiende que en este caso el delito no se había
olvidado, como lo prueba el hecho de iniciarse la acción contra el culpable, aunque se
haya incoado ante un tribunal incompetente. Una vez que se resuelva la cuestión de
competencia pasará a conocer del proceso el tribunal que corresponde; y el único
caso en que la prescripción se entendería suspendida entonces sería aquel en que se
termina el proceso sin condena, o si se paraliza el procedimiento por tres años.
La atención del resumen estará fijada, para los aspectos que se vienen analizando,
en los considerando segundo, séptimo, octavo y noveno de la sentencia de casación,
y primero de la de reemplazo y debe preferir que los hechos de que se trata se
procesan por la normativa antigua, atendida la época de su ocurrencia.
En los autos rol Nº 120133-L, del Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, por sentencia de
cuatro de febrero de 2011, pronunciada por el Ministro en Visita Extraordinaria Juan
Eduardo Fuentes Belmar, se condenó a las siguientes personas a laspenas que en cada
caso se señala:
1º Freddy Enrique Ruiz Bunger y César Luis Palma Ramírez: cada uno, a cinco años y un
día de presidio mayor en su grado mínimo más accesorias, como coautores de los delitos
reiterados de secuestro cometido calificados en las personas de José del Carmen Sagredo
Pacheco, Alfredo Ernesto Salinas Vásquez y Juan Antonio Gianelli Company, perpetrados
en Santiago el 3 de noviembre de 1975 y el 26 de julio de 1976, respectivamente;
2º Juan Francisco Saavedra Loyola: cuatro años de presidio menor en su grado máximo
más accesorios, como autor de los delitos reiterados de secuestro calificado cometidos en
las personas de José del Carmen Sagredo Pacheco, Alfredo Ernesto Salinas Vásquez y
Juan Antonio Gianelli Company;
3º Manuel Agustín Muñoz Gamboa: tres años y un día de presidio menor en su máximo,
más accesorias, como autor de los delitos reiterados de secuestro calificado en las
personas de José del Carmen Sagredo Pacheco y Alfredo Ernesto Salinas Vásquez,
perpetrados el 3 de noviembre de 1975;
4º Daniel Luis Enrique Guimpert Corvalán y Jorge Rodrigo Cobos Manríquez: cada uno, a
tres años de presidio menor en su grado medio, suspensión de cargo u oficio público
durante el tiempo de sus condenas más el pago proporcional de las costas de la causa,
como coautores del delito de secuestro calificado en la persona de Juan Antonio Gianelli
Company, perpetrado el 26 de julio de 1976;
Enseguida se libró sentencia absolutoria respecto de parte de los acusados, dentro de los
cuales, en lo que interesa, se absolvía a Manuel Agustín Muñoz Gamboa de la acusación
fiscal y adhesiones deducidas de ser autor del delito de secuestro calificado de Juan
Gianelli Company.
Luego de impugnada esta decisión por la vía de los recursos de casación en la forma y
apelación, una sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, por sentencia de diecinueve de
junio de dos mil trece, desestimó el primero de tales arbitrios y consiguiendo el fallo de
primer grado con las siguientes declaraciones:
a) se eleva la pena única impuesta a los procesados Juan Saavedra Loyola y Manuel
Muñoz Gamboa como autores de los delitos de secuestro calificados precisos en los
decisorios IV y V del fallo de primer grado (puntos 2º y 3º precedentes), a cinco años y un
día de presidio mayor en su grado mínimo con las accesorias de inhabilitación absoluta
perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos e inhabilitación absoluta para
profesiones titulares mientras duren sus condenas más el pago proporcional de las costas
de la causa; y,
b) se eleva la pena impuesta a Daniel Guimpert Corvalán en el decisorio VII del fallo de
primer grado (punto 4º precedente) a cuatro años de presidio menor en su grado máximo,
accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos e inhabilitación
absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena más el pago
proporcional de las costas de la causa.
En lo civil, se declaró la incompetencia absoluta del tribunal para conocer de las acciones
indemnizatorias entabladas en autos.
De acuerdo al considerando segundo de este fallo, el abogado Carlos Portales Astorga, por
los condenados Juan Saavedra Loyola y Manuel Muñoz Gamboa, dedujo recurso de
casación en el fondo por la causal 5º del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal,
denunciando como quebrantados los artículos 1º, 3º, 93 Nº 3 y 6, 94, 95, 101, 102 y 103 del
Código Penal, así como los artículos 1º y 3º del DL Nº 2.191, y los tratados internacionales
de derecho humano en relación a las causas de extinción de la responsabilidad penal de
amnistía y prescripción.
En relación a la violación del artículo 93 Nº 3 del Código Penal, indica que el precepto
resulta aplicable a los encartados Saavedra Loyola y Muñoz Gamboa en atención a que los
hechos investigados ocurrieron dentro del período comprendido por el DL Nº 2.191 del año
1978 —entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978—, porque el delito de
secuestro calificado que se les imputa no se encuentra excluido de la amnistía dispone
conforme el artículo 3º de esa normativa y porque no se encontraron procesados ni
condenados a la fecha de su publicación, sin perjuicio de que no existe mención alguna de
que el ilícito continúa ocurriendo más allá de las fechas señaladas en el fallo como de su
acaecimiento, esto es, el 3 de noviembre de 1975 y el 26 de julio de 1976.
Plantea que en el caso de los acusados Saavedra Loyola y Muñoz Gamboa, aun de
estimarse que se está ante el delito de "secuestro permanente" por no hallarse hasta el día
de hoy los restos de los ofendidos, es una situación que a ellos no les empece, y sin
embargo fueron condenados como autores a pesar de que su participación terminó al
momento de materializarse la detención.
También se reclama la infracción del artículo 103 del Código Penal, instituto que el fallo
ignoró y que permitió beneficiarios con una atenuante de carácter especial y así morigerar
la pena.
Finaliza solicitando que se declare nula la sentencia impugnada para que se dicte la
correspondiente de reemplazo que declare que los acusados Saavedra Loyola y Muñoz
Gamboa quedan absueltos de los cargos.
ha llevado a diversos autores a precisar que los delitos de lesa humanidad pueden ser
cometidos tanto en tiempo de guerra como de paz, como expresamente se ha reconocido
en el artículo 1º letra b) de la Convención de las Naciones Unidas sobre la
Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y Crímenes de Lesa Humanidad de 26 de
noviembre de 1968; y, más tarde, en el artículo 3º del Estatuto del Tribunal para Ruanda de
1994 y el Proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la Humanidad
de 1996, así como en el artículo 7º del Estatuto de Roma de 1998.
De esta manera resulta inconcuso que las infracciones denunciadas por los recurrentes
carecen de sidero fáctico y jurídico, desde que la calificación que han recibido los sucesos
delictuosos, que este tribunal comparte, hacen improcedente la concurrencia de las
causales de extinción de responsabilidad penal reclamadas a favor de los acusados, de
manera que al proceder los jueces de la instancia acorde a ello, no han errado en la
aplicación del derecho, lo que conlleva el rechazo de los recursos en este segmento.
En 2017, la Sala accedió a que el proyecto sea informado por la Comisión especial
de niños y posteriormente por la Comisión de Constitución. A lo anterior, se agregó
que el gobierno del presidente Sebastián Piñera presentó manifestaciones y urgencia
suma a este proyecto de ley.
" Artículo 369 quáter. Los delitos previstos en los dos párrafos anteriores serán
imprescriptibles ".
Sin embargo, este no es el caso de los delitos sexuales cometidos contra menores
de edad. De ninguna obligación impuesta por tratados internacionales de protección a
los menores se desprenden expresa y directamente la necesidad de declarar que
estos delitos son imprescriptibles. Desde el punto de vista del orden jurídico interno, la
imprescriptibilidad es una excepción a la prescripción general de los delitos, que se
fundamenta precisamente en la importancia de la materia que, generalmente, tendrá
alcances internacionales.
Surge la pregunta entonces, si este déficit probatorio puede ser solucionado con
otra medida menos drástica que la imprescriptibilidad. La cuestión no es baladí,
porque la imprescriptibilidad genera como consecuencia que un ciudadano
sospechoso deba vivir siempre con la incertidumbre o no de ser investigado y/o
acusado, a diferencia de quién comete cualquier otro delito. Ello genera una
diferenciación poco justificable, particularmente en los casos en que se investiga a un
sujeto como sospechoso por error, considerando especialmente la dificultad
probatoria de estos casos.
Ahora bien, la revelación tardía puede ser subsanada por otros mecanismos
distintos a la imprescriptibilidad. El derecho comparado arroja algunas soluciones,
como la posibilidad de aumentar la edad hasta la que opera la suspensión de
prescripción de estos delitos (actualmente en Chile la prescripción se suspende hasta
que la víctima cumpla 18 años de acuerdo con el actual 369 quáter CP). Esta es la
solución adoptada en la materia en Alemania (§78 B.1 StGB, 30 años), Francia (30
años), Suiza (art. 97.2, SchwStGB, 25 años) y Austria (§58 (3)3 ÖStGB, 28 años). La
ventaja de lo anterior es que no se rompe con la estructura de la regla de
prescriptibilidad de los delitos (intangibilidad de la prescripción), pero, por otro lado,
también se da cobertura a los casos probatorios más difíciles respetando de mejor
manera las garantías de los intervinientes
También existen casos en que, tal como en el ordenamiento jurídico chileno, existe
un plazo de prescripción, solo que este se encuentra suspendido para los casos de
menores de edad. Como fue mencionado anteriormente, Austria es un país que
contempla esta modalidad, solo que, de acuerdo al artículo § 58 (3).3 del Österreiches
Strafgesetzbuch (ÖStGB) dispone que «para el plazo de prescripción no será tenido
en cuenta el tiempo hasta el cumplimiento de los 28 años de la víctima de un
comportamiento delictivo contra la integridad física o la vida, la libertad o la integridad
o autodeterminación sexual, cuando la víctima fuera menor de edad en el momento de
la comisión del hecho». Esta solución, alternativa a la eliminación total de la
prescripción en este tipo de delitos, también cumple las multas del proyecto de ley,
Con todo, hay buenas razones que abogan por que estos tipos de delitos que
avanzan a un colectivo necesitado de protección sean imprescriptibles. En efecto, en
estos casos se trata de delitos que tocan especialmente una parte muy sensible de la
configuración de un ser humano: su indemnización y autodeterminación sexual.
" Proyecto de ley:
Título I
De la imprescriptibilidad de la acción penal
" Artículo 94 bis. No prescribirá la acción penal respecto de los crímenes y simples delitos
descritos y sancionados en los artículos 141, inciso final y 142 inciso final, ambos en
relación con la violación; los artículos 150 B y 150 E, ambos en relación con los artículos
361, 362, 363, 365 bis, 366, 366 bis, 366 quáter, 366 quinquies, 367, 367 ter; el artículo 411
quáter en relación con la explotación sexual; y el artículo 433, Nº 1, en relación con la
violación, cuando al momento de la perpetración del hecho la víctima fuere menor de
edad ".
4) Agrégase, a continuación del artículo 369 quáter, el siguiente artículo 369 quinquies:
" Artículo 369 quinquies. Tratándose de los delitos en los artículos 141, inciso final, y 142,
inciso final, ambos en relación con la violación; los artículos 150B y 150E, ambos en
relación con los artículos 361, 362 y 365 bis; los artículos 361, 362, 363, 365 bis, 366, 366
bis, 366 quáter, 366 quinquies, 367, 367 ter; el artículo 411 quáter en relación con la
explotación sexual y el artículo 433, Nº 1, en relación con la violación , perpetrados en
contra de una víctima menor de edad, se considerarán delitos de acción pública previa
instancia particular y se regirán por lo dispuesto en el artículo 54 del Código Procesal Penal
desde que el ofendido por el delito haya cumplido los dieciocho años de edad, si no se ha
ejercido antes la acción penal ".
Título II
De la renovación de la acción civil
Artículo 2º.Renovación de la acción civil. Tratándose de los delitos establecidos en los
artículos 141, inciso final, y 142, inciso final, ambos en relación con la violación; los
artículos 150 B y 150 E, ambos en relación con los artículos 361, 362 y 365 bis; los
artículos 361, 362, 363, 365 bis, 366, 366 bis, 366 quáter, 366 quinquies, 367, 367 ter; el
artículo 411 quáter en relación con la explotación sexual; y el artículo 433, Nº 1, en relación
con la violación, todos del Código Penal, perpetrados en contra de una víctima menor de
edad, la acción civil reparatoria podrá ser deducida por una sola vez, en contra del imputado
o del responsable del hecho ajeno, transcurrió el plazo de prescripción establecido en el
artículo 2332 del Código Civil, entendieron renovada la acción civil, cumpliéndose las
condiciones señaladas en los dos artículos siguientes.
A su vez, si se procede en los términos del artículo 390 o del artículo 235, ambos del
Código Procesal Penal, la acción civil reparatoria se entenderá renovada si la víctima
presentará su demanda ante el tribunal civil competente dentro del término de sesenta días
siguientes al requerimiento, oa la dictación de la resolución que dispusiere la continuación
del procedimiento según las reglas del Título I del Libro Cuarto del Código Procesal Penal,
oa la dictación del auto de apertura del juicio oral, según el caso. En esta última situación,
la circunstancia de deducirse apelación en contra del auto de apertura del juicio oral no
suspenderá el cómputo del plazo señalado.
Artículo 4º. Renovación de la acción civil contra el responsable por el hecho ajeno. Podrá
renovarse la acción civil reparatoria en contra del responsable del hecho ajeno, por los
daños derivados de la perpetración de los delitos señalados en el artículo 2º, si se cumplen
las siguientes condiciones:
a) Que el tribunal con competencia penal haya dictado sentencia condenatoria en contra del
autor del daño por la comisión de alguno de estos delitos y ésta quede ejecutoriada.
b) Que la acción civil sea deducida por la víctima del inciso primero del artículo 108 del
Código Procesal Penal en contra del responsable del hecho ajeno, por los hechos que
fundan la condena penal, ante el juez de letras con competencia en lo civil y dentro del
término de sesenta días que la sentencia condenatoria penal se encuentre ejecutoriada.
Renovada la acción civil en los términos señalados en este artículo, ésta se tramitará
conforme a las disposiciones del juicio ordinario, debiendo acreditarse respecto del
demandado todos los presupuestos de la responsabilidad civil por el hecho ajeno.
Título final
De la responsabilidad penal adolescente
Pasado el tiempo que la ley exige sin cumplido cumplido la sentencia impuesta al
delincuente, la ley da por cumplida la condena. En estos casos opera en favor del reo
la prescripción de la pena, que es una de las causales de extinción de la
responsabilidad penal señalada en el artículo 93 del Código Penal.
Los plazos de prescripción de la pena que exige nuestro Código Penal parecen
adecuados, pudiendo incluso estimarlos reducidos. Pero, como ellos se fijaron
idénticos para ambas prescripciones, de haberlos establecidos más amplios serían
excesivos para la prescripción de la acción penal.
Hay ciertos plazos de prescripción establecidos por el artículo 97 del Código Penal
que han sido fundados mentalmente críticos, porque no existe proporcionalidad entre
el tiempo que se ha fijado para la prescripción y el que se ha señalado para la pena
respectiva. Así, por ejemplo, un procesado que está condenado a cinco años de
presidio necesita un plazo igual para que opere la prescripción a su favor. En cambio,
para un individuo que ha cometido un delito que mereció pena de presidio, reclusión o
relegación perpetua, prescribe la pena en un plazo de quince años, que es bastante
reducido considerado en relación con el plazo que dura la condena. Para evitar estas
desproporciones, el legislador deberá establecer una escala proporcional,
relacionando la duración de las penas con los plazos de prescripción.
93. Interrupción de la prescripción
De los citados artículos 96 y 99 del Código Penal se desprende claramente que los
actos que interrumpen la prescripción son la comisión de un nuevo crimen o simple
delito. Y aquí surge el problema de saber si la comisión de una falta también la
interrumpe.
El Código Penal en los dos artículos que ya hemos citado, claramente dice que la
prescripción se interrumpe desde el día en que el culpable comete nuevamente
crimen o simple delito. Pero, es preciso esperar la sentencia de condena para tener la
certeza de que el delincuente cometió el delito, y, por lo tanto, que desde ese
momento él no tendrá derecho a seguir con la prescripción. Solo ante la seguridad de
su responsabilidad puede privársele del beneficio de la prescripción. Una solución
contraria nos podría llevar a cometer un error y quitarle el beneficio que significa el
derecho a la prescripción, ya que antes de que se dicte la sentencia, no puede
establecerse la responsabilidad, pero si es condenado, los efectos de la interrupción
se retrotraen al momento de la comisión del delito.
94. Prescripción de las penas accesorios
Los principios generales del derecho fundar que lo accesorio sigue siempre la
suerte de lo principal, de lo cual se desprende que las penas accesorias prescriben
siempre junto a la principal. La ley penal no lo dispone así expresamente, pero de la
aplicación de este principio general se hace efectivo el mismo plazo para las penas
accesorios y las principales.
Parece claro que mientras no haya prescrito la pena principal no debe cesar
ninguno de los efectos de las penas accesorias; así, por ejemplo, el reo condenado a
reclusión mayor cuya accesoria es la interdicción civil que, logrando eludir el
cumplimiento de su pena, ejerce durante el plazo de prescripción de ella los derechos
de patria potestad, tutela, etc., realiza actos desprovistos de fuerza y valor
legales. Tales actos tienen eficacia legal únicamente cuando transcurra el tiempo
necesario para que prescriba la pena principal.
El artículo 23 del Código Penal las prescribe también como medidas preventivas en
los casos que dispone de este Código y los de Procedimiento.
" son accesorias las de suspensión e inhabilitación para cargos y oficios públicos, derechos
políticos y profesiones titulares en los casos en que, no imponiéndolas especialmente la ley,
ordena que otras las lleven consigo ".
Así resulta de la aplicación de lo dispuesto por el artículo 100 del Código Penal,
cuyo texto expresa:
Esta forma de prescripción tiene lugar cuando el reo se presenta o fuere ocurrido
antes de completar el tiempo de prescripción de la acción penal o de la pena. La
Comisión Redactora del Código la llamó prescripción gradual, encontrándose
legalmente enunciada en los siguientes términos, en el artículo 103 del Código Penal:
" Art. 103. Si el responsable se presentó o fuere encontrado antes de completar el tiempo
de la prescripción de la acción penal o de la pena, pero habiendo ya transcurrido la mitad
del que se exige, en sus respectivos casos, para tales prescripciones, deberá el tribunal
considerar el hecho como revestido de dos o más circunstancias atenuantes muy
calificadas y de ninguna agravante y aplicar las reglas de los artículos 65, 66, 67 y 68 sea
en la imposición de la pena, sea para disminuir la ya impuesta.
Esta regla no se aplica a las prescripciones de las faltas y especiales de corto tiempo ".
Respecto a este beneficio que contempla el artículo 103 para quienes son
aprehendidos o se presentan voluntariamente después de que ha transcurrido más de
la mitad del tiempo de prescripción, la reforma a la Ley Nº 11.183 los beneficios en
gran medida, pues al reducirse los plazos generales de prescripción, se reducen
también los plazos que se exigen para entrar a disfrutar del mismo.
La aplicación del artículo 103 del Código Penal —que consagra, como se ha dicho,
la prescripción gradual o media prescripción— ha sido objeto de diversas
interpretaciones con motivo del juzgamiento de las causas generadas por la
investigación de hechos constitutivos de delitos contra derechos humanos, de los que
se consideran de lesa humanidad.
98. Jurisprudencia
Esta decisión fue impugnada por la vía de los recursos de casación en la forma y
apelación, y una sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, por sentencia de
veintidós de enero de dos mil catorce, desestimó el primero de tales arbitrios y
concedió el fallo de primer grado con las siguientes declaraciones:
" Que se reduce la pena a los procesados Raúl Iturriaga Neumann a la de seis años de
presidio mayor en su grado mínimo; a Risier del Prado Altez España y Hugo Hernández
Valle a la de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo .
En lo civil, que se revoca la sentencia y se rechaza la demanda de autos por existir
incompetencia absoluta del tribunal para conocer de la acción indemnizatoria entablada en
autos ”.
Contra esta última resolución, las defensas de los acusados Iturriaga, Carevic,
Hernández y Rivas, y el representante de la parte demandante, dedujeron recursos de
casación en el fondo, que dan lugar al fallo Nº 4300-2014, de 4.09.2014. De esta
sentencia, solo serán resumidos los considerandos 1º, 4º, 5º, 6º, 10º, 11º, 12º y 13º
que versan sobre la media prescripción que fue legada; además de la prevención
realizada por el ministro Sr. Künsemüller, y los votos en contra realizados por los
ministros Dolmestch y Cisternas.
En lo que respeta al inicio del tiempo para computar la rebaja obligatoria, plantea
que existen tres criterios jurisprudenciales, a saber, normalización de la vida
democrática y del Estado de Derecho; fecha de declaración de muerte presuntamente
por resolución judicial; ya partir del nonagésimo segundo día posterior al inicio del
secuestro.
Finalmente señala que al no aplicar lo dispuesto en el artículo 103 del Código Penal,
se ha infringido el artículo 68 del mismo cuerpo legal, por cuanto concurriendo dos o
más circunstancias atenuantes muy calificadas y ninguna agravante, se rebajar la
pena en al menos uno , dos o tres grados bajo el mínimo señalado por la ley
imponiendo a sus representados en definitiva una pena de 61 días de presidio menor
en su grado mínimo y tres años de presidio menor en su grado medio para los
condenados Hernández y Rivas respectivamente, otorgándoseles el beneficio de la
remisión condicional de la pena por el mismo tiempo.
Luego, el considerando cuarto expresa que don Jorge Balmaceda Morales, defensa
letrada de los sentenciados Manuel Andrés Carevic Cubillos y Raúl Eduardo Iturriaga
Neumann, dedujo sendos recursos de casación en el fondo fundado en la causal
quinta del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal, por la infracción a los
artículos 93 Nº 6, 94, 95, 101, 102 y 103 del Código Penal, lo que es consecuencia del
rechazo de la excepción de prescripción que contempla el artículo 433 Nº 7 del
Código de Procedimiento Penal alegada como defensa de fondo o, en subsidio, por la
falta de aplicación de la prescripción gradual que contempla el artículo 103 del aludido
texto punitivo, lo que hubiera permitido la reducción de la sanción en dos o tres
grados, por lo que solicita que se invalide el pronunciamiento de alzada y se dice otro
en su reemplazo que,revocando la sentencia de primer grado, absuelva a sus
defendidos o, en su caso, se les reconozca la minorante del artículo 103 del Código
Penal, rebajando la pena en la forma antes indicada.
siendo el último en el que fueron vistos, el denominado 'Venda Sexy', ubicado en las
intersecciones de las calles Irán con Los Plátanos. Hasta la fecha, los hermanos Peña
Solari se encuentran desaparecidos e incluso como detenidos desaparecidos en el
Informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación".
Las razones que tuvo en consideración el juez de primer grado para su rechazo, fue
que en la especie se trata del delito de secuestro, tipo penal de ejecución permanente.
Los considerando décimo y undécimo son enfáticos en calificar estos delitos como
delitos de lesa humanidad. En particular se señala que este tipo de delitos son
aquellos injustos que no sólo contravienen los bienes jurídicos garantizados por las
leyes penales, sino que al mismo tiempo suponen una negación de la personalidad
moral del hombre, de suerte tal que para la configuración de este existe una conexión
íntima ilícita entre los delitos de orden común y un valor agregado que se desprende
de la inobservancia y menosprecio a la dignidad de la persona, porque la
característica principal de esta figura es la forma cruel con que diversos hechos
criminales son perpetrados, los que se contraria de forma evidente y manifiesta con el
concepto más básico de humanidad;
Los sentenciadores señalan que, entre las características que distinguen este tipo
de transgresiones se destacan la imprescriptibilidad, la imposibilidad de amnistiarlos y
de consagrar excluyentes de responsabilidad que pretenden impedir la investigación y
sanción de los responsables de tan graves violaciones a los derechos esenciales,
tales como la tortura, las ejecuciones sumarias, extra-legales o arbitrarias y las
desapariciones forzadas, todas ellas prohibidas por el derecho internacional de los
derechos humanos.
El fallo fue acordado con los votos en contra de los ministros señores Dolmestch y
Cisternas, quienes tuvieron un favor de acoger el recurso de casación en el fondo
deducido por los sentenciados y, por ello, invalidar la sección penal de la sentencia de
alzada, toda vez que cualquiera que hayan sido los fundamentos para desestimar en
el presente caso la concurrencia de la prescripción de la acción penal como causal de
extinción de la responsabilidad penal, es lo cierto que el instituto de la prescripción
gradual constituye una minorante calificada de responsabilidad penal, cuales efectos
inciden en la determinacion del cuantode la sanción corporal, independiente de la
prescripción, con fundamentos y consecuencias diferentes. Así, aquélla descansa en
el supuesto olvido del delito, en razones procesales y en la necesidad de no reprimir
la conducta, lo que conduce a dejar sin castigo el hecho criminoso, en cambio la
morigerante —que también se explica gracias a la normativa humanitaria— halla su
razón de ser en lo insensato que resulta una pena tan alta para hechos ocurridos
mucho tiempo atrás, pero que no por ello deben dejar de ser sancionados
irremediablemente, pero resulta de su reconocimiento una pena menor. De este
modo, en los casos como el presente, aunque el curso del tiempo desde la comisión
de los ilícitos se haya prolongado en exceso, no provoca la desaparición por completo
de la necesidad del castigo,
Del estudio de los autos fluye que el lapso requerido para la procedencia de la
institución reclamada por los impugnantes ha pasado con creces, y como se trata de
una norma de orden público el juez ha debido aplicarla, al ser claramente favorable a
los procesados, por lo que, en opinión de los disidentes se configura el vicio de
casación denunciado que torna procedente la invalidación de la sentencia en su parte
penal.
" que las circunstancias agravantes llegaron a tener en los N°s. 15 y 16 del artículo 12, no
se tomarán en cuenta tratándose de crímenes, después de diez años, a contar desde la
fecha en que tuvo lugar el hecho, ni después de cinco, en los casos de delitos simples ”.
Nº 15. Haber sido condenado el culpable anteriormente por delitos a que la ley
señale igual o mayor pena.
Para aplicar las disposiciones del artículo 104 y no tomar en cuenta las agravantes
señaladas en el artículo 12 (Nºs. 15 y 16), debe transcurrir un plazo de diez y cinco
años, contados desde que tuvo el lugar del hecho, según se trate de crímenes o de
simples delitos, respectivamente. Ahora bien, también se ha dicho que el momento
inicial de la prescripción debe ser el del cumplimiento de la condena o, en general, el
de la extinción de la responsabilidad penal, sin embargo, esta es una opinión que no
se ha logrado imponer.
Hemos dicho que la prescripción puede ser declarada a petición de parte, y en este
caso, el interesado puede alegarla en cualquier estado del juicio; o bien ser declarada
de oficio, previa la condición que el reo se halle presente en el juicio, entendida ella en
los términos explicados más arriba.
De acuerdo con el texto del artículo 408 del Código de Procedimiento Penal, la
disposición no distinguió entre las diferentes causales de extinción de responsabilidad
penal establecidas en el artículo 93 del mismo Código. Por ello una parte de la
doctrina estimaba que el sobreseimiento definitivo también procedió en el caso de la
prescripción de la pena, cuestión que desde marzo de 1990, con la modificación
modificación por la Ley Nº 18.857, de 6.12.1989, quedó definitivamente zanjado.
" Nº 5. Cuando se haya extinguido la responsabilidad penal del procesado por alguno de los
motivos establecidos en los números 1Q, 32 y 6f del artículo 93 del mismo Código (Penal) ".
" El sobreseimiento definitivo no podrá decretarse sino cuando esté agotada la investigación
con que se haya tratado de comprobar el cuerpo del delito y de determinar la persona del
delincuente.
Si en el sumario no están completamente probadas las circunstancias que eximen de
responsabilidad o los hechos de que depende la extinción de ella, no se decretará el
sobreseimiento, sino que se esperará la sentencia definitiva ”.
d ) Cuando se hubiere extinguido la responsabilidad penal del imputado por algunos de los
motivos establecidos en la ley ;
Por otro lado, no puede olvidarse que no habrá sobreseimiento definitivo si se está
en presencia de delitos que sean imprescriptibles o no puedan ser amnistiados.
" El juez no podrá dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean
imprescriptibles o no puedan ser amnistiados, salvo en los casos de los números 1 y 2 del
artículo 93 del Codigo Penal ".
En el ámbito del nuevo proceso penal cabe tener presente que el artículo 263 del
Código Procesal Penal consagra como facultad del imputado planteó excepciones de
previo y especial pronunciamiento hasta antes de la audiencia de preparación del
juicio oral.
" Artículo 263. Facultades del acusado. Hasta la víspera del inicio de la audiencia de
preparación del juicio oral, por escrito, o al inicio de dicha audiencia, en forma verbal, el
acusado podrá:
Lo que se complementa con lo prescrito en el artículo 264 de dicho código, que en su letra
e) señalada como excepción de anterior y especial pronunciamiento la "Extinción de la
responsabilidad penal ".
Esta excepción puede ser resuelta en la audiencia preparatoria o ser dejada para el
juicio oral, decisión esta última que es inapelable. En todo caso, debe abrirse debate
sobre las excepciones opuestas.
Tratándose de las excepciones previstas en el artículo 264, el juez podrá acoger una o más
de las que se hubieren deducido y decretar el sobreseimiento definitivo, siempre que el
fundamento de la decisión se encuentre suficientemente justificado en los antecedentes de
la investigación. En caso contrario, dejará la resolución de la cuestión planteada para la
audiencia del juicio oral. Esta última decisión será inapelable ".
Ahora, resulta interesante afirmar que aun cuando no se haya podido implementar
la alegación de la prescripción en estas oportunidades procesales regladas,
igualmente, a nuestra opinión, puede hacerse valer como una excepción de fondo o
perentoria. Entre otras razones, porque no poder precisarse su naturaleza con
claridad y exactitud (procesal, sustantiva o mixta) ello mismo impide desvincularla de
vocación "sustantiva", cuestión propia de las alegaciones de fondo o de defensa.
La Ley Nº 21.213 modifica los cuerpos legales que se señalan, para delimitar la
infracción por circular en determinadas carreteras sin el dispositivo electrónico
conocido como TAG y que es del siguiente tenor:
Proyecto de ley:
"Los Juzgados de Policía Local deben disponer de formularios que solicitar la declaración
de la prescripción de las multas cursadas por infracción a las normas de tránsito o de
transporte terrestre establecidas en la Ley Nº 18.290, de Tránsito, cuyo texto refundido,
coordinado y sistematizado fue fijado por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 1, de 2007, de
los Ministerios de Transportes y Telecomunicaciones y de Justicia, y al artículo 42 del
Decreto Supremo Nº 900, de 1996, del Ministerio de Obras Públicas, que fija el texto
refundido, coordinado y sistematizado del Decreto con Fuerza de Ley Nº 164, de 1991, del
Ministerio de Obras Públicas, Ley de Concesiones de Obras Públicas. Dichos formularios
deberán contemplar campos para la identificación del vehículo en que se hubiera cometido
la infracción y su propietario, la fecha en que se habia cursado la multa y la identificacion de
la causa judicial en que se habia impuesto. Asimismo, estos formularios contemplarán la
posibilidad de solicitar, mediante exhorto, la prescripción de las multas impuestas por otros
Juzgados de Policía Local, ubicados fuera del lugar de residencia del infractor".
Para tales efectos, la persona a cuyo nombre esté inscrito el vehículo deberá suscribir un
convenio con la municipalidad ante la cual se renueve o pague en forma atrasada el
permiso de circulación, en el que el pago señalado en el inciso anterior podrá pactarse en
hasta veinticuatro cuotas mensuales expresadas en Unidades Tributarias Mensuales, sin
intereses, debiendo pagarse la primera cuota al momento de la suscripción del
convenio. Dicho convenio sólo podrá suscribirse en forma simultánea con la renovación o
pago atrasado del permiso de circulación y para tales efectos deberá pagarse, en cuanto
corresponda, los permisos de circulación de años anteriores y las multas anotadas en el
Registro de Multas de Tránsito No Pagadas distintas a las indicadas en el inciso
primero. con todo,
Los pagos que se reciban en virtud del convenio antes señalado serán recaudados por la
municipalidad suscriptora del convenio, la que los distribuirá conforme a lo establecido en el
artículo 24 de la Ley Nº 18.287, que establece procedimiento ante los Juzgados de Policía
Local; en el artículo 14 de la Ley Nº 18.695, orgánica constitucional de Municipalidades,
cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado fue fijado por Decreto con Fuerza de Ley
Nº 1, de 2006, del Ministerio del Interior, y en el artículo 42 del Decreto Supremo Nº 900, de
1996, del Ministerio de Obras Públicas, que fija el texto refundido, coordinado y
sistematizado del Decreto con Fuerza de Ley Nº 164, de 1991, del Ministerio de Obras
Públicas, Ley de Concesiones de Obras Públicas, imputándose parcialmente el pago de
cada cuota a las distintas multas en proporción a su importación.
Una vez pagada la primera cuota, las multas serán eliminadas del Registro de Multas de
Tránsito No Pagadas para los efectos de permitir la renovación o pago atrasado del permiso
de circulación. En caso de falta de pago oportuno de dos o más cuotas acumuladas o de
retraso de más de treinta días corridos en el pago de la última cuota, el convenio de pago
quedará sin efecto de pleno derecho, dejando sin efecto la extinción de las multas objeto del
convenio. Tales multas se inscribirán nuevamente en el Registro de Multas de Tránsito No
Pagadas por el saldo impago de su import original, que fuere informado por la municipalidad
suscriptora del convenio, y su plazo de prescripción se tendrá desde la fecha de esta nueva
inscripción. Las eliminaciones e inscripciones en el Registro de Multas de Tránsito No
Pagadas que se fundamentan en este inciso se practicarán con el solo mérito de la
información remitida por la municipalidad que suscribe el convenio de pago al Servicio de
Registro Civil e Identificación a través de medios electrónicos , y estarán exentas de
aranceles. Tratándose de las multas aplicadas en virtud de lo establecido en el inciso
segundo del artículo 42 del Decreto Supremo Nº 900, de 1996, del Ministerio de Obras
Públicas, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado del Decreto con Fuerza de
Ley Nº 164, de 1991, del Ministerio de Obras Públicas, Ley de Concesiones de Obras
Públicas, no se reforzará el pago del capital adeudado más los intereses y costas para
eliminar las multas del Registro de Multas de Tránsito No Pagadas cuando la concesionaria
acreedora haya obtenido una prórroga y aceptado la eliminación de tales multas. Con todo,
si el convenio quedará sin efecto, las multas que se inscriban nuevamente se regirán
íntegramente por lo establecido en el inciso segundo del señalado artículo 42.
Sin perjuicio de la eliminación de las multas del Registro de Multas de Tránsito No Pagadas
que se establece en el inciso anterior, se anotará en ese registro la circunstancia de haber
suscrito el convenio referido en el inciso segundo y las multas objeto del mismo, y tal
anotación deberá incluirse en el certificado a que se refiere el inciso quinto del artículo 42
de la Ley Nº 18.290, de Tránsito, cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado fue fijado
por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 1, de 2007, de los Ministerios de Transportes y
Telecomunicaciones y de Justicia. En caso de que el convenio quede sin efecto, el
comprador responderá por las multas que hayan sido objeto del convenio y que se vuelvan
a inscribir.
Las multas por infracción a la disposición dispuesta en el inciso primero del artículo 114 de
la Ley Nº 18.290, de Tránsito, cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado fue fijado
por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 1, de 2007, de los Ministerios de Transportes y
Telecomunicaciones y de Justicia, que a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley
hubieren sido establecida por sentencia ejecutoriada, que no hubieren sido informadas al
Registro de Multas de Tránsito No Pagadas al 30 de noviembre de 2019, y que no se
encuentren prescritas ni pagadas a la fecha de publicación de esta ley, serán revisadas, a
petición de parte, por los Jueces de Policía Local que las hayan impuesto, para aplicar lo
dispuesto en el inciso segundo del mismo artículo 114 antes individualizado, modificado por
la presente ley. Si, no obstante,
Las denuncias por infracciones a la disposición dispuesta en el inciso primero del artículo
114 antes referido, cometidas con anterioridad a la entrada en vigencia de la presente ley
ya cuyo respecto no se haya dictado aún una sentencia ejecutoria, se regirán por lo
establecido en la misma disposición, modificada por la presente ley.
Siendo hoy en día, esta, la última materia que se refiere a la prescripción, damos
por concluido este trabajo.
CURY URZÚA , Enrique (1992): Derecho Penal, parte general , tomo II, (Santiago,
Editorial Jurídica de Chile, 2ª edición).
GARRAUD , René (1888): Traité théorique et pratique de Droit Pénal Francais , tomo II.