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PARTE 1
ASPECTOS CONCEPTUALES
-
Rony Eulalia López Contreras
Los destinatarios de las normas penales son los ciudadanos, únicos sujetos que
pueden hacer realidad, a través de su comportamiento, la intangibilidad de los
bienes jurídicos que el Estado intenta proteger mediante el dictado de la norma
jurídica.
La norma jurídica penal contiene un mensaje prescriptivo (en el sentido de que prescribe un
determinado comportamiento), en el cual consta el supuesto de hecho o la conducta que el
legislador determinó como prohibida. De igual forma, establece la sanción correspondiente para el
que ejecutó la conducta prohibida. Dicha sanción puede ser una pena o una medida de seguridad,
según sea el caso.
La norma jurídico penal, expresa que si alguien realiza el supuesto de hecho, se le debe
imponer la consecuencia jurídica. Sin embargo, al señalar la pena para un determinado
comportamiento, como por ejemplo el homicidio, el legislador pretende algo más que dirigir una
norma al juez: pretende, además, prohibir el homicidio; pretende señalar: prohibido matar, ¡no
mates!
Curso de Derecho Penal 21
c) NORMAS PENALES INCOMPLETAS Y NORMAS PENALES
EN BLANCO.
Ejemplo, los artículos 23, 24, 25, etc. del Código penal, donde se establece que
dichas normas complementan a todos los supuestos de hecho de todos y cada
uno de los tipos penales del Código.
La doctrina, ha estipulado que todos los preceptos contenidos en la parte general del
Código penal (arts. 1 — 122), son normas penales incompletas, puesto que, tendrán
que complementar todas las normas contenidas en la parte especial- además no cuentan
con los dos elementos indispensables de las normas penales [supuesto y consecuencia] Ej.
las normas de la parte especial ostentan claramente el supuesto de hecho y su
consecuencia, empero, se tendrán que complementar con los enunciados de la parte
general para determinar la existencia o no de causas de inculpabilidad o inimputabilidad
y el grado de sanción cuando se tratare de un cómplice. Sobre esto último la doctrina no
es pacífica, como ha puesto de manifiesto Octavio de Toledo, al indicar que no es
correcto afirmar que las normas de la Parte general son incompletas, en cuanto
complemento de las normas de la Parte especial y, consiguientemente, que estas
últimas tampoco tienen un contenido completo. Las normas de la Parte General no son
completivas de las normas de la Parte especial, sino normas referidas a estas últimas
que limitan su alcance14. Y este, a diferencia de lo que aparentemente pudiera pensarse,
no es un matiz sin trascendencia. Así, por ejemplo, la concurrencia del estado de
necesidad no impide que la norma primaria implícita en el delito de homicidio siga
siendo ¡No mates! Por lo tanto, la norma contenida en el artículo 123
14 Octavio de Toledo y Ubieto, E., Sobre el concepto de Derecho penal, ob. cit., pág. 174•
Curso de Derecho Penal 23
Por lo anterior, se puede concluir que la ley penal en blanco puede establecerse cuando una
norma jurídico-penal remite a otra norma no penal o reglamentaria para el conocimiento del
supuesto de hecho.
La doctrina ha establecido que cuando se refiere a una norma penal en blanco, se necesita de cuatro
aspectos relevantes: a) La remisión a la legislación extrapenal debe ser expresa; b) La remisión
debe ser necesario y estar justificada por las necesidades de la tutela del bien jurídico que se desea
proteger; c) La legislación extrapenal debe constituir el complemento indispensable de los tipos
penales; d) La ley penal debe expresar en el propio tipo penal el núcleo de la prohibición penar.
Ley penal incompleta, se refieren a las normas que complementan los supuestos o
consecuencias jurídicas de otras normas del mismo cuerpo penal. Ley penal en blanco, se
refieren a los preceptos que contienen únicamente la consecuencia jurídica y remiten
expresamente a una norma extra penal el conocimiento del supuesto de hecho.
La distinción entre normas primarias y normas secundarias tiene su origen en BINDING. Este
autor parte de la constatación de que el delincuente, en realidad, no infringe la ley sino que, por el
contrario, realiza el supuesto de hecho. Sobre la base de ello, tuvo el mérito de señalar la necesidad
de admitir la existencia de normas no formuladas por la redacción literal de los preceptos penales.
Este autor se dio cuenta que de no admitirse tales normas, habría que aceptar la insatisfactoria
consecuencia de que el delincuente no infringe norma alguna y, pese a ello, se le castiga. Ello da lugar
a pensar que lo que se infringe es una norma que prescribe un determinado comportamiento (norma
primaria) y que dicha norma no se formula directamente en la ley penal, que únicamente contempla un
mandato dirigido a los órganos encargados de aplicarla (norma secundaria). Dicha deducción está en
el origen tanto de la teoría de las normas de K. BINDING como de la teoría de las normas de cultura
de M.E. MAYER. Para ambas teorías la ley penal no expresa un imperativo dirigido al ciudadano,
sino que se dirige a los órganos encargados de aplicarla. La norma primaria, según estos autores, es
previa
18 QUINTERO OLIVARES, G., Mcmllal de Dereclio Penal, l'arre General, Ob. cit., Pág. 66.
La finalidad del Derecho penal es la tutela jurídica, o sea, la protección de los bienes
jurídicos tutelados de una sociedad. Toda sociedad tiene viene jurídicos que el Estado debe
proteger, como el derecho a la vida, la libertad, el patrimonio, la integración, la justicia, etc.,
Estos bienes jurídicos son todos aquellos medios o instituciones indispensables que tiene el
ser humano para poder desarrollarse y desenvolverse libremente en la sociedad, para cumplir
con ese acometido, es necesario el Estado
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Para establecer los fines que ostenta la pena, es necesario hacer un recorrido de las
distintas teorías que han existido hasta la actualidad: Teorías absolutas, Teorías
relativas y las Teorías de la unión.
Delincuente. La pena se concibe, así, como una manifestación más del proceso dialectico
que HEGEL defendía: afirmación (el Ordenamiento jurídico como voluntad negación (el
delito como manifestación de una voluntad particular) y la negación de la negación (la
pena que restaura el orden jurídico negado por el delito)22.
A pesar de las diferencias en el planteamiento, en ambos casos la pena aparece como una
reacción que mira al pasado y no como un instrumento con fines utilitarios capaz de mirar
hacia el futuro. Detrás de estas fundamentaciones se esconde, de forma más o menos
velada, una cuestión de enorme calado, como lo es la exigencia de proporcionalidad entre
el delito y la pena, que se predica como consecuencia lógica y necesaria de estas teorías.
Se trata de establecer una garantía para los ciudadanos, un límite rígido frente a la posible
pretensión de instrumentalización del individuo para alcanzar otros fines, conforme al
cual la gravedad de la pena no puede rebasar la que determine la gravedad del delito, ni
siquiera por consideraciones preventivas y utilitarias que puedan estimarse de la mayor
trascendencia. Este aspecto de garantía para el individuo frente a los posibles abusos del
Estado, que se encuadra en un contexto de ideas que patrocina una elevada consideración
de la dignidad humana y la negativa a la instrumentalización del ser humano, a nuestro
juicio, es un aspecto muy positivo de. las teorías absolutas de la pena".
Las teorías absolutas tienen una finalidad concreta, retribuir el daño causado, ya que la
pena no es más que una recompensa o retribución por el delito cometido: malum
passionis quod infligitur ob malum actionis,
Las características básicas de las teorías absolutas son las siguientes: 1. Concibe n a
la pena como fin en sí mismo, ya sea como castigo, corresponsabilidad, reacción,
reparación o simplemente como retribución del delito. 2. En dicha perspectiva la pena
se justifica por su intrínseco valor axiológico, como un deber ser o meta-jurídico que
posee en sí mismo su propio fundamento. 3. Considera que es justicia pagar el mal con
otro mal. La concepción absoluta del castigo penal proviene de la antigua vendeta que
es un precepto divino de la tradición hebraica —venganza- aminorada, no obstante, por
el precepto evangélico del perdón en la tradición cristiana y católica. Además existen
dos ideas más: la expiación y el reequilibrio entre la pena y el delito". LA TESIS DE
KANT: se basaba que la pena es una retribución ética justificada por el valor moral de
la ley penal, que posee un imperativo categórico que ha de salvarse sin necesidad de
pensar en ninguna utilidad social. El pensamiento que ha sintetizado dicha idea es el
siguiente: "incluso aunque la sociedad civil con todos sus miembros acordara disolverse
(por ejemplo, el pueblo que vive en una isla decidiera separarse por todo el mundo),
tendría que ser ejecutado antes el último asesino que se hallara en la cárcel, para que uno
sufra lo que sus hechos merecen, y para que no pese la culpa de la sangre sobre el pueblo
que no ha insistido en su castigo". LA TESIS DE HEGEL: se fundamentaba que la
pena es una retribución jurídica justificada por la necesidad de reparar el derecho como
voluntad general, con una violencia contraria que restablezca el orden legal violado por
el delito en una voluntad particular. Su pensamiento se sintetizó con la formula sobre
la función de la pena: "negación a la negación del Derecho". 26
Para la teoría de la prevención general, la pena aparece como un instrumento que opera sobre
la colectividad (de ahí su denominación), evitando la comisión de cielitos a través de la
intimidación y disuasión para la realización de los hechos delictivos.
La teoría de la prevención especial también parte de la idea de que la pena es un medio para
evitar los delitos, pero, a diferencia de la anterior, no centra su atención en la colectividad,
sino en el sujeto delincuente. De este modo, a través de la pena, se busca impedir que el
sujeto delincuente vuelva a delinquir'9. La prevención especial equivale a prevenir el delito
a través de la resocialización del delincuente. La idea de la prevención especial se extiende,
fundamentalmente, a partir del último tercio del siglo XIX, presentándose como una
alternativa muy atractiva a la teoría de la retribución y de la prevención general. Con
diferentes matices, esta idea fue defendida por diversas tendencias en distintos países,
pudiendo destacarse el Correccionalismo español, la Escuela Positiva italiana, el
Movimiento de la Defensa Social y la Escuela Sociológica alemana".
una cuestión elemental destaca inmediatamente: "ni todos los que han delinquid precisan ser
resocializados (en el ejemplo más simple, el delincuente ocasional), ni todos los que quizás
necesitan tal resocialización son susceptibles de ella (también el ejemplo más simple, los
delincuentes incorregibles) Ello, unido al frecuente fracaso de los procesos de
resocialización en la práctica, explica la crisis en la que hoy está sumida esta teoría, al
menos en su formulación más radical, lo que no significa que el pensamiento preventivo
especial sea completamente desechable. En efecto, quien vea en la protección de bienes
jurídicos la función del Derecho penal y atribuya consecuentemente a la pena la finalidad de
prevención, deberá admitir que contribuye a la evitación de delitos una configuración de las
penas que tienda a resocializar o al menos a impedir la definitiva resocialización de los
delincuentes;'.
La prevención especial, está dirigida a la persona que cometió el delito, con el objeto de
evitar la reincidencia (prevención individual). Su fin es evitar la comisión de nuevos delitos
por parte del individuo a través de la resocialización del sujeto.
c) Teorías mixtas
En la actualidad, ante las insuficiencias que padecen los planteamientos puros, predominan
las teorías eclécticas, mixtas o de la unión, que combinan los diferentes puntos de vista.
Estas teorías tienen en común el haber reconocido que las concepciones puras tienen
aspectos aprovechables, que, sin embargo, es equivocado llevar hasta sus últimas
consecuencias. No obstante, el mayor inconveniente que, tanto desde un punto de vista
teórico como desde una perspectiva práctica, pueden plantear estas teorías proviene del
hecho de que combinan funciones que, en muchos casos, apuntan en distinta dirección y
conducen a consecuencias diferentes. Por ello, el intento de subsanar los defectos de las
concepciones puras a base de llevar a cabo una simple yuxtaposición o adición de las
mismas, esta condenado al fracaso, toda vez que nos lleva a resultados contradictorios.
Además, de esta forma también se acumulan los defectos de las teorías puras que se
yuxtaponen. Pero la mera adición no sólo destruye la lógica inherente que debe tener una
teoría de la pena, sino que aumenta de forma notoria su ámbito de aplicación, que se
convierte en un medio de reacción que puede apoyarse en argumentos de lodo tipo.
se dice que, se reafirma y se fortalece el Derecho penal con la sociedad; Artnin Kaufman o
conceptuó este tipo de prevención asignándole tres cometidos, en primer lugar: una función
informativa de lo que está prohibido y de lo que haya deber de hacer; en segundo lugar, la
misión de reforzar y mantenerla confianza en la capacidad del orden jurídico de permanecer
e imponerse; por último, la tarea de crear y fortalecer en la mayoría de los ciudadanos una
actitud de respeto por el Derecho» En síntesis esta prevención viene a realizar la retribución
que reclamaban las teorías absolutas. Muñoz Conde/García Aran, indican que con esta
prevención se demuestra la seriedad de la amenaza penal". Roxin, preceptúa, tres fines y
efectos distintos: El efecto de aprendizaje, motivado social pedagógicamente; el ejercicio en
la confianza del derecho que se origina en la población por la actividad de justicia penal. El
efecto de confianza que surge cuando el ciudadano ve que el derecho se aplica; y finalmente
el efecto de pacificación que se produce cuando la conciencia jurídica general se tranquiliza,
en virtud de la sanción sobre el quebrantamiento de la ley y considera solucionado el
conflicto con el autor (efecto de pacificación se conoce como "prevención integradora")." La
presente etapa se fundamenta en la teoría absoluta o retributiva.
Una de las construcciones doctrinales más destacables de las teorías mixtas es la teoría
dialéctica de la unión de ROXIN, que consigue una notable coherencia en la unificación de
los distintos fines de la pena". Este autor estima que hay que distinguir tres fases en la vida
de la pena: conminación legal, aplicación judicial y ejecución de la condena, y esas tres
esferas de la actividad del Estado necesitan de justificación por separado, aunque cada una
de ellas se encuentre relacionada con la anterior'''. Esta teoría se basa en tres etapas:
conminación legal, medición judicial de la pena y la ejecución de la pena, que también es
susceptible de dividirse en las fases que atraviesa la pena en relación a la actividad del
Estado, ya sea como función del legislativo, judicial o ejecutivo'''.
Finalmente, para RoxiN, en la fase de ejecución de la pena, como quiera que la pena
exclusivamente sirve a fines racionales y debe posibilitar la vida humana en común y sin
peligros, la ejecución de la pena sólo puede estar justificada si persigue esta meta en la medida
de lo posible, es decir, si tiene como contenido la reincorporación del delincuente a la comunidad.
Así, pues, sólo está indicada una ejecución resocializadora. Sin embargo, tampoco cabe eliminar
completamente el punto de partida de prevención general de la fase de ejecución, pues está claro
que la especial situación coercitiva, en la que entra el individuo al cumplir la pena privativa de
libertad, trae consigo graves restricciones a la libertad de conformar su vida, de las que, en
atención a la efectividad de las conminaciones penales, no se puede prescindir en los delitos
graves, ni aun en el caso de que la renuncia a la pena privativa de libertad fuera más útil para la
resocialización. No obstante, en tanto la autonomía de la personalidad del condenado y las
exigencias ineludibles de prevención general lo permitan, los únicos fines de ejecución lícitos
son los resocializadores".
Debe restringir el Derecho penal en este modelo de estado, entre los cuales destaca la
exigencia de proporcionalidad entre el delito y la pena. Por otra parte, el entendimiento
constitucional de la prevención general impone límites muy precisos a la utilización de la
intimidación a través de la pena, y entre esos límites destaca con luz propia el de la
proporcionalidad entre el delito y la pena. En cuanto a la Ejecución de la pena (prevención
especial), se da en la fase de ejecución de la pena, que lleva consigo los aspectos de
reeducación y reinserción social del condenado.
FUNCIÓN DE LA MEDIDA DE SEGURIDAD
Puesto que las medidas de seguridad también son un medio del que se sirve el Derecho penal
para la consecución de sus objetivos, resulta conveniente preguntarse por la función de las
medidas de seguridad a los efectos de responder de forma más precisa a la cuestión de la
función del Derecho penal". El fin de la medida de seguridad, que a través de ella se
pretende evitar la comisión de hechos previstos como delito actuando sobre el sujeto que
entraña un riesgo criminal, es la prevención especial.
Frente a la diversidad de opiniones que pueden encontrarse sobre la cuestión de los fines de
la pena, que incluso se han multiplicado desde el momento en se distinguen diferentes fases
en que la pena despliega su eficacia, existe un consenso extendido en cuanto a la función de
las medidas de seguridad.
Mayores dificultades, una vez que se ha superado en gran medida la idea de la retribución en
el ámbito del Derecho penal, suscita la cuestión de las relación entre penas y medidas de
seguridad y su coordinación. En efecto, mientras que el fundamento de la existencia de estos
dos instrumentos no podía ser más claro cuando se asignaba a
Con las medidas de seguridad se trata de evitar la comisión de hechos previstos como delito frente a
aquellos sujetos que entrañan una peligrosidad criminal relevante (enfermos mentales o inimputables),
manifestada en la previa comisión de un comportamiento contemplado como delito. Su función, por lo
tanto, es la prevención especial56.
La reparación del daño ha resultado ser uno de los dilemas más difíciles y complejos que ostenta el Derecho penal
de hoy, puesto que, la víctima, casi nunca, especialmente en Guatemala, se ve beneficiada en forma directa y
materialmente representada por la consecuencias sufridas a raíz del hecho delictivo del cual fue objeto. Siempre se
deja venir una disyuntiva en relación a la satisfacción plena de la persona que ha sufrido el delito. Es muy frecuente
que el agraviado se sienta perseguido por un sistema que no solo lo utiliza y humilla, sino que también, lo cautiva
en una oscuridad, sin foco de salida, de donde casi nunca puede observar el final del tedioso camino, la satisfacción
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de verse resarcido por el delito. Lo que se persigue hoy día es retomar o volver hacia el
pasado donde la composición formaba parte del amparo en beneficio de la víctima.,
En la actualidad lo que se persigue es invitar a que la reparación del daño sea una
de las consecuencias jurídicas del delito, distinta a la pena y de la medida de seguridad a
raíz de ello, a esta inclusión se le ha denominado, tercera vía.
La tercera vía nace como consecuencia del desamparo que ha sufrido la victima
por parte del derecho penal y por la impotencia demostrada para resolverlo los problemas
que surgen en la sociedad; concentrando otros problemas a partir de su ineficacia, tales
como la injusticia, desigualdad y selectísimo del sistema.
Lo que se persigue es evitar el anonimato que la víctima siempre ha gozado desde "la
moderna evolución jurídico-penal" que ha convertido al Derecho penal en una disciplina
del Derecho público que se ocupa de la relación del Estado con el delincuente, de modo que
la víctima aparece en el proceso penal, a lo sumo, como testigo; por el contrario, las
relaciones entre delincuente y víctima se someten al Derecho civil, único al que incumben
las pretensiones indemnizatorias. Lo que ahora se persigue, según Roxin, fundador
principal de esta teoría, es que la víctima en el moderno derecho penal juegue un rol muy
importante en la toma de decisiones político-criminales que lleven consigo su plena
satisfacción.
La reparación o tercera vía, tiene como eje diamantino y principal destinatario a la
víctima del delito, o en su caso a la propia sociedad, cuando la reparación se establece a
través de los trabajos comunitarios, detallando en primera línea el resarcimiento a la
víctima del delito por el hecho acaecido.
Aparte de la ventaja que tiene esta figura de logra r un restablecimiento del orden jurídico
quebrantado con un menor coste social, la reparación permite un rápido arreglo del conflicto
que supone el delito, pues al existir una conciliación entre la víctima y el autor del delito,
ello puede permitir que se alcance aquella solución sin necesidad de
que se celebre el juicio oral. Es decir, tan pronto se produzca aquella conciliación, el proceso
penal concluye.
La idea de esta sanción es reparar el daño causado en el patrimonio de la víctima, por lo que
se fija el resarcimiento o compensación del daño, con el consentimiento inexcusable de
ambos (agresor y agredido).
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Como se determinó con anterioridad, el ius puniendi es la facultad que tiene el Estado para
sancionar. A partir de allí, se hace necesario analizar la primera cuestión que se suscita en
torno a su fundamento, pudiendo distinguirse entre un fundamento funcional, que responde a
la pregunta de por qué se pueden imponer penas y medidas de seguridad, y un fundamento
político, que contesta al interrogante de por qué es el Estado quien puede castigar.
La explicación de por qué existe un ius puniendi y por qué lo ostenta el Estado,
ineludiblemente, debe tener en cuenta la clase de Estado en el que envuelve y las
funciones que corresponden a dicha clase de Estado. Corno se ha dicho, la función del
Derecho penal en un Estado social y democrático de Derecho no puede consistir
compensar males añadiéndoles otros males, sino en proteger las condiciones esenciales
para la convivencia. Los presupuestos indispensables para esta convivencia se concretan
en una serie de condiciones valiosas, como lo son la vida, la salud, la libertad, la
propiedad, esto es, los denominados bienes jurídicos, que el Estado tiene la obligación de
proteger, evitando su menoscabo. Hoy día, el Estado no puede limitarse a esperar a la
comisión del delito para reaccionar, sino que debe intentar prevenirlo, adelantarse al
mismo. Pero tampoco puede desempeñar esta función de forma ilimitada, sino a riesgo
volver a caer en las dramáticas experiencias totalitarias que tanto Latinoamérica como
Europa han tenido que padecer.
De la necesidad de un Estado que, sin abandonar sus deberes hacia la sociedad, esto
es, sin dejar de ser social, reconozca límites jurídicos a la potestad punitiva ,
precisamente surge la fórmula del Estado social y democrático de Derecho. En este
contexto, el Derecho penal, en cuanto Derecho penal de un Estado social, deberá
legitimarse como sistema de protección efectiva de los ciudadanos, lo que le atribuye la
misión de prevención en la medida, y sólo en la medida, de lo necesario para esta
protección, lo que ya constituye un límite. Pero en cuanto Derecho penal de un Estado
democrático de Derecho, deberá someter esa prevención a otra serie de límites, en parte
herederos de la tradición liberal Estado de Derecho y en parte reforzados por la necesidad
de llenar de contenido democrático el Derecho penal. En definitiva, los tres Componentes
de la fórmula Estado soocial y democrático de Derecho sirven de base 2
Curso de Derecho Penal 41
los diferentes límites que debe respetar el Estado en la configuración y ejercicio del ius
puniendi.
De ahí que en el estudio del Derecho penal subjetivo el aspecto más relevante y que ha
merecido mayor atención doctrinal sea, precisamente, el de sus límites, que afectan tanto a la
creación de las normas penales como a su aplicación y que, corno se ha señalado, derivan de
la consideración del Estado como social y democrático de Derecho.
Es decir, no hay delito ni pena sin una Ley anterior que así lo establezca. Asimismo a una
persona no se le puede imponer, ni hacer ejecutar una sanción, sin un juicio justo y de
conformidad con la legislación procesal y de ejecución. Se ha dicho recientemente que el
principio de legalidad es el eje diamantino sobre el que ha de girar el Derecho Penal en un
Estado de Derecho. El principio de legalidad es necesario e indispensable que impere
siempre en un Estado democrático, ya que, este es el fundamento principal para la
organización y funcionamiento de cualquier sociedad.
Aunque algunos han situado el nacimiento del principio de legalidad en la Magna Carta del
Rey Juan (1215), resulta más convincente la tesis que vincula su origen con el pensamiento
ilustrado, toda vez que ese antiguo texto contempla la denominada "rule of law", referida
esencialmente a una garantía jurisdiccional, que si bien se encuentra incluida en el principio
de legalidad, es incapaz de abarcar la dimensión y -el significado de éste en el Derecho
continental europeo y latinoamericano, en el que representa la primacía de la Ley sobre los
jueces6°. La revolución burguesa, primero en las colonias británicas y luego en Francia,
supuso una desacralización casi definitiva del Derecho, el auge del positivismo y el
consiguiente aumento de la confianza del
medio de este principio se evita que el Estado y sus funcionarios cometan actos
arbitrarios y violen las garantías fundamentales del ciudadano, garantizándole a la
población, que sólo podrá intervenir el Estado penalmente hasta don la ley le permita.
Este principio predica que no existirá delito y no existirá sanción, sino se encuentran
establecidas en la Ley
La garantía de ejecución implica que no puede ejecutarse pena alguna sino en la forma
establecida por la ley".
Las repercusiones inmediatas del principio de legalidad en materia penal se resumen con
el aforismo latino lex praevia, stricta et scripta.
Con la exigencia de lex praevia se establece que la ley debe existir previamente al hecho
que se pretende juzgar. No se pueden sancionar hechos que no estuvieren previamente
contenidos en ley. Con lo cual, expresa la prohibición de retroactividad
Con la exigencia de lex scripta, se expresa que sólo la ley escrita, emanada del poder
Legislativo, puede definir los delitos y establecer las penas correspondientes a los mismos,
lo que supone la exclusión, a estos efectos, del Derecho Consuetudinario y de las normas
dimanantes del Poder Ejecutivo67.
La exigencia de lex strieta, requiere que la ley debe ser clara y taxativa. No debe ser
imprecisa. Por lo que impone, por un lado, la precisión o determinación de la ley penal y,
por otro, la exclusión la analogía. La prohibición de indeterminación o imprecisión, que se
conoce también como mandato de taxatividad, parte de la constatación, evidente por otra
parte, de que el límite que supone el principio de legalidad sería ficticio si la ley pudiera
emplear fórmulas vagas e imprecisas en la descripción de la conducta o en el
establecimiento de las consecuencias jurídicas". En efecto, de poco serviría el acogimiento
constitucional y legislativo del principio de legalidad penal si el legislador se limitase a su
formal observancia, sin concretar los presupuestos de la punibilidad, sin fijar la clase de
pena o estableciendo marcos penales ilimitados o excesivamente amplios.
El principio de legalidad penal, que suele expresarse de forma resumida con el aforismo
latino "nullum crimen, nulla poema sine lege" —no hay delito ni pena sin ley-,
representa el límite fundamental que, para el ius puniendi, deriva de la consideración del
Estado como Estado de Derecho71.
Por lo tanto, a nuestro juicio, no debe estar permitida la regulación de la materia penal a
través del derecho consuetudinario, pro la exigencia escrita de las normas penales (lex
scripta) ni, en principio, a través de otra clase de norma estatal distinta a la anteriormente
mencionada, sin perjuicio de la existencia de leyes penales en blanco. El principal problema
que, desde el punto de vista del principio de legalidad, plantean las leyes penales en blanco
se refiere a aquellos supuestos en que la remisión se produce con respecto a una disposición
normativa de rango inferior al de la propia ley penal generalmente un reglamento. Hoy día,
normalmente se reconoce la necesidad de tales remisiones, fundamentalmente por lo
complejo y cambiante de algunas materias (medioambiental, laboral, sanitaria…), y no se
discute su posible constitucionalidad siempre que se mantengan dentro unos límites precisos.
Esto es, normas penales incompletas en las que la conducta o la consecuencia jurídico-penal
no se encuentre agotadoramente prevista en ellas, debiendo acudirse para su integración a
otra norma distinta, siempre que se den los siguientes requisitos: que el reenvío normativo
sea expreso y esté justificado en razón del bien jurídico protegido por la norma penal; que la
ley, además de señalar la pena, contenga el núcleo esencial de la prohibición y sea satisfecha
la exigencia de certeza o... se dé la suficiente concreción para que la conducta calificada de
delictiva quede suficientemente precisada con el complemento indispensable de la norma a
la que la ley penal se remite, y resulte de esta forma salvaguardada la función de garantía del
tipo con la posibilidad de conocimiento de la actuación penalmente conminada'''.
Con el fundamento del principio de legalidad se excluye la analogía, que consiste en aplicar
una ley a hechos que no están establecidos en ella pero que son similares a otros regulados.
La analogía puede dividirse en: Analogía Legis: Cuando un caso semejante se encuentre
regulado; Analogía Iuris: cuando no existe norma semejante pero puede obtenerse del
derecho positivo estudiado en su conjunto. En relación al resultado (tal y como se determinó
anteriormente) se divide en: Analogía in bonam partem, que se refiere aplicar la analogía
cuando beneficia al reo y la Analogía in malam partem, cuando se perjudica al sujeto; en
relación a estas dos últimas, la doctrina mayoritaria coincide que la única analogía
inaplicable sería la que perjudicaría al reo, pero para un pequeño sector, toda analogía es
inviable, porque en general la analogía es contraria al principio de legalidad, salvo que la
propia ley lo permita".
Independientemente del criterio que se adopte, nuestra legislación penal, regula la analogía
de la siguiente manera: el artículo 26.14 del Código penal, señala que "cuando se refiere a
cualquier otra circunstancia (atenuante) de igual entidad y análoga a las anteriores"; y el
artículo 14 del Código Procesal penal, establece que la analogía in makm partem está
prohibida, no así la que favorezca a la libertad (in bonam partem).
Con lo que expresa la doctrina mayoritaria en relación a que se debe de apreciar la analogía
que beneficie al reo, el autor García-pablos de Molina, indica: "No debiera haber obstáculo,
por el contrario, para admitir la analogía "in bonam partem», dado que la prohibición de la
analogía expresa una garantía para el ciudadano y dicha garantía queda a salvo cuando la
interpretación de la norma le favorece. El "nullum crimen" no veda, por tanto, la analogía en
favor del reo»".
A raíz de lo cual, se puede indicar que toda legislación penal deberá basarse y
Es necesario hacer mención del artículo 15 de la Constitución guatemalteca, toda vez que
consagra el aforismo nullum crimen nulla poena sine lex previa, al contemplar que "La ley
no tiene efecto retroactivo, salvo en materia penal cuando favorezca al reo" El problema de
la irretroactividad de la ley penal más favorable al reo, se da, en el de establecer la
benevolencia eficaz de una ley, ya que, en ocasiones se puede dar el caso de una inexactitud
para poder determinar el beneficio pretendido. El problema, como es lógico no se presenta
cuando una conducta ha dejado de ser vigente, sino que, cuando una ley posterior contiene
hechos beneficiosos y a la vez más perjudiciales, es aquí donde los tribunales de justicia
tienen el arduo trabajo para determinar con precisión la ley mas benevolente aplicable al
sujeto activo.
El artículo 4 del Código Procesal penal indica: "Nadie podrá ser condenado, penado o
sometido a medida de seguridad y corrección, sino en sentencia firme, obtenida por un
procedimiento llevado a cabo conforme a las disposiciones de este Código y a las normas de
la Constitución, con observancia estricta de las garantías previstas para las personas y de las
facultades y derechos del imputado". El artículo 7 del mismo cuerpo legal señala: "Nadie
puede ser juzgado, condenado, penado o sometido a medida de seguridad y corrección sino
por los tribunales designados por la ley antes del hecho de la causa" (garantía
jurisdiccional). Y el artículo 14 de dicho texto legal establece que la analogía in malam
partem está prohibida, no así la que favorezca a la libertad (in bonam partem).
La Ley del Régimen penitenciario, en su artículo 1°, señala que se "velará porque en el
tratamiento de los internos se observen las normas establecidas en la Constitución Política
de la República de Guatemala" (garantía de ejecución — y rehabilitación-).
Tal y como se puede observar, con el articulado en mención se establecen las garantías
ineludibles del principio de legalidad, tal y como se estudió anteriormente: artículo 1°. del
Código Penal, las garantías penal y criminal; el artículo 4.. Del Código Procesal Penal, la
garantía jurisdiccional; mientras tanto la garantía de ejecución se encuentra
52 Rony Eulalio
También pueden encontrarse, dentro y fuera del código penal, otras disposiciones que, de
forma más o menos directa, se refieren al principio de legalidad. De entro ellas merece
destacarse, fundamentalmente por la polémica a que ha dado lugar, la establecida en el
artículo 7 del código penal, que establece, con toda claridad, lo siguiente: “por analogía, los
jueces no podrán crear figuras delictivas ni aplicar sanciones”. Por lo tanto en el código
penal guatemalteco, al menos a nuestro juicio, no se admite la analogía, ni in malam partem,
ni tampoco, como principio general, in bonam partem. Esta es admisible únicamente en
aquellos supuestos específicos que el código expresamente la autoriza, como el artículo 26.
14, el cual refiere a “cualquier otra circunstancia (que atenue la responsabilidad criminal) de
igual entidad y analogía a las anteriores.
Curso de Derecho Penal 53
Bajo este principio se establece que el Derecho penal, únicamente, debe proteger bienes
jurídicos, dejando a un lado, aquellos que no lo son, como por ejemplo losmeramente
morales, internos o poco importantes. Junto con el límite al ius puniendi, absolutamente
necesario pero eminentemente formal, que conlleva el principio de legalidad penal, resultan
imprescindibles otras restricciones de carácter material, esto es, relativas al contenido de la
potestad punitiva del Estado, para evitar que el papel activo que debe desempeñar el mismo
en lucha contra la criminalidad se convierta en un intervencionismo opresivo y
antidemocrático, que sacrifique al individuo en post de los intereses colectivos. Se reconoce
así por la doctrina el denominado principio de ofensividad, lesividad o principio de
exclusiva protección de bienes jurídicos80.
ALVAREZ GARCÍA, "si queremos establecer límites al derecho de castigar del Estado>
éstos deberán ser proporcionados por el ordenamiento constitucional. Porque sólo o poder
constituyente y su producto normativo típico que es la Constitución, pueden condicionar la
actividad de un poder constituido como es el legislativo en aquellos ordenamientos, como en
el nuestro, en los que se adopte un concepto formal de ley Es decir: si el Estado crea el
ordenamiento y de lo que se trata es de fijar un límite -mediante el concepto de bien
jurídico- al poder de castigar del Estado, éste no Puede encontrarse en el propio
ordenamiento producido por el legislador ordinario. Esto constituiría, a nuestro entender,
una contradicción lógica y material insalvable. El limite, por el contrario, tiene que ser
impuesto externamente al legislador; pero a la vez ha de tener el consecuente carácter
normativo para no incurrir en los errores en los que han caído otros planteamientos. De esta
forma, el ilícito penal puede concretarse únicamente en la lesión o puesta en peligro de un
valor constitucionalmente relevante.
Hoy día, la protección de los denominados bienes jurídicos colectivos parece una exigencia
ineludible. De este modo, el Estado debe proteger bienes jurídicos tales como la salud
pública o el medio ambiente, que tanto redundan en beneficio de los individuos. Mayores
problemas puede plantear la admisión de los denominados delitos de peligro abstracto, en
los que el juicio de peligro es formulado directamente por legislador de acuerdo con la
experiencia y se vincula a ciertos comportamientos.
Los diferentes intentos de dotar de contenido material a este concepto, iniciados por von
lizst, quien ya concibió el bien jurídico como un interés previo a la norma e impuesto por la
realidad social, no resistieron los embates del positivismo jurídico, que en su formalismo
llevado al extremo lo considero como un mero elemento de sistematización e
interpretación85. Ello inició una senda peligrosa que desembocó en un vaciamiento de
contenido de este concepto que, a su vez, permitió justificar la política de terror penal de los
sistemas totalitarios". Los desastres y las consecuencias dramáticas que ello trajo consigo,
han llevado a otorgar una enorme trascendencia al concepto de bien jurídico, haciéndose
serios esfuerzos por dotarlo de un contenido material que suponga un límite efectivo al ius
puniendi, una labor esencial que, al margen de los supuestos extremos de ausencia de
lesividad, ha dado escasos frutos.
A los efectos de dotar de un contenido material y concreto al bien jurídico, son diversas las
posturas que se han ensayado. Como se ha señalado, inicialmente, el pensamiento ilustrado
tendió a identificar el bien jurídico con el concepto de derecho subjetivo. Sin embargo,
existen delitos en los que no es posible verificar la lesión de un derecho subjetivo y en los
que resulta incuestionable que se lesiona o pone en peligro un bien jurídico digno,
susceptible y necesitado de protección. También se ha identificado el concepto de bien
jurídico con la idea del interés, que en sentido propio comporta la idea de utilidad, de
beneficio para alguien. Sin embargo, estrictamente, ambos conceptos
56 Rony Eulalio López Contreras
halle interesado en ella, porque se trate de una vida desgraciada. Y pueden imaginarse da
supuestos de bienes por los que nadie tenga interés, incluso tratándose de la misma vida que
se ha propuesto como ejemplo: sin que ello nos legitime para terminar con ello Parece que el
concepto de bien jurídico debe aproximarse más a la idea de valor pero no entendido en un
sentido metafísico o exclusivamente ético, sino comprendiendo ,10 material, interindividual,
personal, socializado, histórico, dinámico", propios de una perspectiva moderna del bien
jurídico".
Sea cual sea la terminología que se prefiera a la hora de definir el bien jurídico, el auténtico
problema en este ámbito se plantea a la hora de dotar a este concepto de un contenido que le
permita desempeñar eficazmente la función limitadora del ius puniendi, y lo cierto es que,
como ha puesto de manifiesto ÁLVAREZ GARCA, la evolución de la teoría del bien
jurídico no ha podido proporcionar la esencial función critica, esto es, la de poner límites
precisos a la tipificación de conductas". Esta lamentable conclusión es predicable
especialmente de la concepción meramente formal del positivismo jurídico, de las teorías
que consideran el bien jurídico únicamente como trasunto de la ratio legis y, en general, de
las construcciones que, como las elaboradas durante el nacionalsocialismo, vaciaron de
contenido este concepto. Pero tampoco los intentos posteriores a la Segunda Guerra
Mundial, llevados a cabo con la conciencia de la necesidad de retomar la dimensión lesiva
de las conductas en relación con los bienes jurídicos y de fijar nuevamente la atención en el
individuo y no sólo en la comunidad, escapan a esta crítica.
Únicamente para resolver los extremos del problema, y para rechazar intentos realmente
abusivos en la tipificación de las conductas. Pero al margen de estos casos extremos, no se
puede esperar de ellos que cumplan la misión que tiene asignada, junto a la exegética y
sistemática, de poner límites mínimamente precisos al legislador penal. Para ello el concepto
de bien jurídico tendría que reunir, por una parte, riqueza de contenido, para designar que
bienes pueden gozar de protección penal, y, por otra, de autoridad frente al legislador
ordinario, ya que si se deja en manos de éste la determinación de lo que se considera "vital"
o "disfuncional" para el sistema el límite será ilusorio.
El principio de subsidiaridad del Derecho penal no puede desconectarse del contenido que se
asigne a la función del Derecho penal, y ello se haya íntimamente conectado a la particular
visión filosófico-política qu'e se tenga del Derecho y más concretamente del Derecho penal.
Si asumimos una concepción del Derecho penal en clave liberal y garantista asignaremos
una función tuteladora de aquellos valores estrictamente indispensables para la preservación
de un mínimo orden de coexistencia pacífica entre semejantes y de este modo el Derecho
penal no es más que el mecanismo de cierre del ordenamiento jurídico globalmente
considerado, es decir, es la última "ratio" de este último como respuesta tuteladora de bienes
jurídicos frente a las agresiones de estos bienes que materializan, en definitiva, la violación
de particulares preceptos tos jurídicos, es este sentido la selección de aquellos bienes
jurídicos que en cada momento, o siempre, se consideran más importantes, ese cometido que
compete al legislador y por consiguiente a las orientaciones político-criminales que este
último estime convenientes
Dicho principio de subsidiaridad es, por tanto, un, principio privativo de una concepción de
Derecho penal en clave liberal contrapuesta a otras de corte intervencionista o represivo, y
que requiere de medidas legislativas en materia penal que sean estrictamente necesarias,
porque en otros ámbitos del Derecho no sea posible el restablecimiento del orden jurídico,
con el fin de tutelar los bienes jurídicos constitucionales básicos en la preservación del orden
de coexistencia entre ciudadanos de un Estado citado. Por eso la disciplina penal tendrá
obligación de hacerse efectiva cuando otras no logren proteger los bienes jurídicos de la
sociedad; y por eso se dice que el Derecho penal tiene el carácter de subsidiario". MIR
PUIG, expone que en un Estado social es necesario el "mayor bien social con el menor costo
social" además señala que debe de existir una combinación entre la mejor utilidad del
Derecho hacia la víctima con el menor sufrimiento hacia el procesado".
Por su parte, ROXIN, al establecer la naturaleza subsidiaria del Derecho penal expone que
"sólo se pueden penar las lesiones de bienes jurídicos y las infracciones contra fines de la
previsión social, si ello es ineludible para una vida comunitaria ordenada. Donde basten los
medios del Derecho civil o de Derecho público, ha de retraerse el Derecho penal" ". En
efecto, para la persona afectada cada pena significa un menoscabo en sus bienes jurídicos, de
consecuencias que llegan a ser muy graves y que pueden restringirle fuertemente la libertad
personal. Por eso, se debe recurrir a ella en último extremo".
La relación entre gravedad del hecho cometido, desde la perspectiva del bien jurídico
lesionado o puesto en peligro, y sanción penal viene particularmente recorrida en las
legislaciones penales avanzadas por la férrea vigencia de la denominada proporcionalidad o
principio de proporcionalidad. Su proyección resulta bifronte en cuanto se despliega frente
al legislador imponiéndole el respeto de la proporción en el establecimiento de penas
proporcionadas a lo injusto penal y frente al aplicador del Derecho sometiéndole a la
obligación de respetar la citada proporción en la imposición de sanciones penales acordes
con la gravedad del hecho cometido.
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 ha sido objeto de un
importante desarrollo por parte del Tribunal Constitucional alemán, el Tribunal
Constitucional norteamericano, el Tribunal de las Comunidades europeas e, incluso, aunque
en menor medida, por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos97. Como ha expresado
PEDRAZ PENALVA, "la proporcionalidad adquiere pleno sentido, entendida como criterio
de lo razonable en la actuación de los poderes públicos, en lo que supone de medio de tutela
del ámbito fundamental para impedir que la actividad del Estado sobrepase los límites
exigidos por la consecución de los intereses colectivos que ha de buscar en armonía con los
intereses, sí legítimos, de individuos y grupos que sólo justificada y excepcionalmente han
de ser desconocidos... La proporcionalidad es, pues, algo más que un criterio, regla o
elemento de juicio utilizable técnica y asépticamente para afirmar consecuencias jurídicas;
constituye un principio inherente al Estado de Derecho con plena y necesaria operatividad
en cuanto su exigida utilización se presenta como una de las garantías básicas que han de
observarse en todo caso en el que puedan verse lesionados los derechos y libertades
fundamentales".
A) Adecuación a fin
Solo puede intervenir cuando sea eficaz e idóneo para desempeñar su función de tutela de
bienes jurídicos. Se trata de un principio con rango constitucional que deriva, de un modo
consecuente, de la fórmula sintética del Estado social y democrático de Derecho, pues si en
este modelo de Estado el Derecho penal se legitima en cuanto que protege -los bienes
jurídicos, perderá su justificación si su intervención se muestra inútil, por ser incapaz de
servir para evitar delitos 99. Como señala ÁLVAREZ GARCÍA, "cuando de la aplicación de
la sanción no es esperable ningún beneficio en relación a la salvaguarda el bien jurídico
protegido, la aplicación de sanciones penales carece completamente de sentido y es
constitucionalmente ilegítima... las normas penales "simbólicas" estarían privadas del
corolario de la efectividad y, por lo tanto, serían ilegítimas"'".
B) Necesidad
Lesivos no debe intervenir el Derecho penal. También en este caso nos hallamos ante un
principio constitucional perfectamente acorde con la consagración del Estado social y
democrático de Derecho, pues un Estado de estas características está llamado a desarrollar
sus funciones con el menor coste posible en los derechos y libertades de sus ciudadanos.
Sin embargo, parece posible convenir que la afirmación de que debe existir una proporción o
correspondencia entre la entidad o gravedad del delito y la entidad o gravedad de la pena,
aunque no es nada despreciable, resulta excesivamente genérica'". De ahí que la doctrina se
haya esforzado por establecer unos criterios más concretos. Es comúnmente admitido que
uno de los criterios fundamentales a este respecto es el de la importancia del bien jurídico
protegido m7. Las penas más graves, por lo tanto, han de reservarse para los bienes jurídicos
más importantes. Además de este elemento esencial, no se puede desconocer la gravedad del
ataque o el grado de ofensa al bien jurídico
Máximos, derivados de la idea del Estado de Derecho y de la dignidad individual, que eviten
la irracionalidad y la desmesura. Más si en el supuesto concreto la función de protección de
bienes jurídicos quedara satisfecha con una sanción inferior o sin sanción, dicha
consideración ha de ser la prioritaria, pues si bien el legislador debe partir de criterios de
proporcionalidad entre la gravedad del delito y la gravedad de la pena, también ha de tener
en cuenta criterios de prevención general y especial. La consideración de criterios de
prevención general en el momento legislativo, como se ha señalado con anterioridad, se debe
a que ésta es la función esencial de la pena en el momento de la conminación penal. La
ponderación de criterios de prevención especial, en los términos manifestados con
anterioridad, es una consecuencia de la necesidad de tener en cuenta los principios de
resocialización y reinserción en las diferentes fases por las que atraviesa la pena.
Es, por tanto el principio de proporcionalidad de las penas, un principio que nuestra materia
deberá de presidir en todo momento, la metódica crítica de las disposiciones vigentes así
como las eventuales propuestas lege ferenda que como consecuencia del análisis de cada una
de las penas puede formular. Este principio, al igual que el de culpabilidad, deviene de una
exigencia de carácter constitucional, indicada en el art. 5.3 de CADH, por medio del cual se
hace imprescindible su cumplimiento.
Así, se puede determinar, que a partir de la función de tutela de intereses que se le atribuye
al Derecho penal, se afirma que la pena debe ser la adecuada y la proporcionada a dicha
necesidad de tutela. Y ello porque la libertad como
El principio de responsabilidad por el hecho, conlleva una opción a favor del denominado
"Derecho penal de hecho", cuyo objeto son los comportamientos delictivos, frente al
llamado "Derecho penal de autor", que tiene en cuenta el carácter o la forma de ser"4. Este
principio, por lo tanto, cierra el paso a la teoría de los tipos de autor, que elaboraron los
juristas del nacionalsocialismo como parte de su política criminal autoritaria y selectiva" 5.
y equidad, las cuales se tendrán que evaluar a través de la subjetividad del accionar
Asimismo, no sería justo en un Estado de índole liberal y democrático, responsabilizar a un
sujeto en situación desigual; la igualdad penal, deberá ser representada, tarnbien, a través de
los aspectos psico-biológicos del sujeto; o sea, debe de prohibir el castigo a una persona que
no alcanza el nivel de motivación normal (o igual que la mayorri previsto por la ley. Por
último, la libertad de acción es la que nos permite determina:, el error de prohibición
constitucional, puesto que, ga5racnotinzastditiucchiacsnlibgeurtaatdem, hasta rozar el límite
de la infracción legal conocida. (arts.4 -artículos 5 - 11 de la CADH).
Por otro lado, es casi indiscutible, para una mayoría de la doctrina, considerar corno
fundamento esencial y constitucional del principio de culpabilidad, la presunción de
inocencia, estipulado en el artículo 14 de la Constitución guatemalteca. De todos es
conocido que inocencia significa la exención de toda culpabilidad de un hecho delictivo,
como consecuencia, no se ha demostrado que el sujeto haya sido capaz de resultar
normalmente motivable por la norma penal que se le pudiese imponer.
Este principio básicamente se refiere a la dignidad personal del condenado, o sea' lo que
trata es evitar penas inhumanas y degradantes a los responsables de delitos" 3:
Consecuentemente, su objetivo es evitar penas que dañen la situación personal del reo, por
lo que, con este principio se tiende a la aplicación de penas que no atenten en absoluto
dignidad del sujeto, y sobre todo se establece la necesidad de 2P1'''ie sanciones que lleven
consigo la humanización,
Curso de Derecho Penal 67
La historia de las penas es más infamante que la propia historia de los delitos, no siendo
aventurado afirmar que el conjunto de las penas ejecutadas a lo largo de 1a historia ha
generado un coste de muertes y padecimientos superior al producido por los innumerables
delitos. Sería un labor interminable intentar proporcionar un inventario de las atrocidades
del pasado concebidas y ejecutadas con el nombre (ahogamientos, asfixias, lapidaciones,
toda suerte de amputaciones y demembramientos, la quema en vivo, empalamientos, toda
clase de torturas y suplicios, desde los más refinados a los más brutales)' '9. Lo cierto es que
el género humano no ha tenido límites a la hora de inventar las penas más salvajes e
inhumanas. Pero la barbarie en materia de penas, lamentablemente, no es algo que
pertenezca al pasado, como en ocasiones se tiende a creer. Baste pensar que la pena de
muerte, con mayor o menor amplitud, todavía está presente en muchos países. FERRAJOLI
nos ofrece las siguientes cifras escalofriantes: "sólo 28 estados la han abolido por completo;
en 129 países... es aplicada incluso en tiempo de paz; y en otros 18 países... está prevista
sólo para tiempo de guerra. Por tanto, las víctimas de la pena de muerte se cuentan, todavía
hoy, por millares cada año. Sólo en los Estado Unidos, en particular, han sido ajusticiadas
3862 personas de 1930 a hoy, en su mayor parte negros"'". En Guatemala, aunque
formalmente permanece para determinados delitos graves, la Corte Interamericana de los
Derechos Humanos se ha opuesto y erradicado su ejecución (SCIDH, caso Raxcaco Reyes
versus Guatemala, 15 de septiembre de 2005 y SCIDH, caso Fermín Ramírez versus
Guatemala, 20 de junio de 2005). Por otra parte, no podemos olvidar los sufrimientos y
vejaciones extraoficiales que frecuentemente acompañan a la ejecución penal (ej. las penas
privativas de libertad, donde el sujeto, además de privación de libertad, se ve obligado a
sufrir, en los mejores casos, una situación de miedo y amenaza permanente).
Sería absurdo pretender que las penas no consistan en algo desagradable, pues resulta
evidente que, si se pretende que desarrollen la función preventiva que tienen asignada, deben
consistir en males idóneos para disuadir de la realización de otros delitos. Asimismo, sería
engañoso afirmar que en esta materia no se han producido avances considerables, sobre todo
en occidente, como consecuencia de la progresiva consolidación de los derechos
fundamentales tras la Segunda Guerra Mundial, aunque, corno se ha señalado, el panorama
en materia de penas todavía dista de la perfección. Una de las manifestaciones de este
avance se encuentra en el denominado principio de humanidad de las penas, que patrocina
en este ámbito el respeto a la dignidad de la persona y la prohibición de torturas y tratos
inhumanos y degradantes. Este principio
EL PRINCIPIO DE RESOCIALIZACION
69
El principio non bis in ídem, como ha confirmado la doctrina más avanzada en el tema, se
deriva de los artículos 17 de la Constitución guatemalteca, configurándose como un
verdadero Derecho fundamental del ciudadano''-. Este principio protege al ciudadano no sólo
frente a la ulterior sanción -administrativa o penal-, sino frente a la nueva persecución
punitiva por los mismos hechos. Garantiza que a nadie se le podrá) sancionar dos veces- por
el mismo hecho. Cuenta, por lo tanto, con dos manifestaciones: material y procesal.
El principio non bis in ídem, hace referencia a que el Estado no podrá sancionar o procesar a
un sujeto das veces por el mismo hecho.
Con referencia a lo anterior, se puede evidenciar que para Jakobs, existen dos tipos de
personas en la sociedad: la persona, a quien se le reconocen sus garantías y derechos
fundamentales y al segundo, a la no persona o el enemigo, quien por haberse apartado
gravemente del ordenamiento jurídico o por tratarse de un individuo especialmente
Peligroso, no merece ninguna consideración por parte del Estado. Al enemigo, según Jakobs,
no puede ser tratado como persona. Debe ser apartado de la sociedad y debe procurar su
inocuización.
Este termino de Derecho penal del enemigo, en realidad, no es nuevo, esta expresión se ha
utilizado desde el tiempo de los romanos, en donde, desde ya, se hacía una aplicación
diferenciada entre el inimicus y el hostis, siendo el primero el enernig personal y el segundo,
el verdadero enemigo político, el que podía plantear una verdadera guerra, era el hostil. El
extranjero, el extraño, el enemigo, el hostis, era el que carecía de todo derecho, el que se
encontraba fuera de la comunidad'". De igual forma, se pudo observar en el Siglo XVI, con
la inquisición en donde los enemigos fueron los "herejes o reformados y las brujas", en
donde la ejecución de los mismo era un gran espectáculo público, con los más crueles
tormentos de ejecución. En igual medida, se, muestra en los regímenes políticos
"totalitarios" donde etiquetan y estigmatizan precisamente como "enemigos" a los disidentes
y peligrosos para su régimen, tal es el caso de los judíos con respecto al nacionalsocialismo
alemán y en el caso de los árabes con relación al gobierno americano por la idea del
terrorismo'''.
Sin embargo, esto no es una realidad aislada, sino que se integra en un contexto político más
amplio, en una lamentable evolución de la política hacia el populismo, hacia el dar la
apariencia de que se abordan los problemas, aunque en verdad no se resuelvan, hacia el
conceder lo que el pueblo intuitiva y apasionadamente reclama sin advertirle que eso no
resuelve nada y que incluso puede empeorar y agravar los problemas. Se trata, en definitiva,
de un contexto político más amplio de profunda y enorme irresponsabilidad, de
rentabilidades electorales a corto plazo, de dictado de leyes sin poner los recursos necesarios
para ejecutarlas, de apariencias. Pero no es un contexto político sin trascendencia, sino con
una enorme repercusión sobre el sistema democrático de Derecho, que lo sufre en sus
cimientos más esenciales. A este panorama se une otro hecho preocupante, como lo es la
carencia de alternativas, pues incluso los partidos políticos que tradicionalmente se
caracterizaron por la defensa de estos valores, se han "subido a este carro" populista y
desbocado, y no están dispuestos a bajarse del mismo en su lucha por el poder.
Pero para comprender mejor la base teórica de JAKOBS, es preciso tener en cuenta desde
ahora un par de cuestiones. En primer término, debe destacarse que la propuesta del
Catedrático alemán puede analizarse desde dos perspectivas, esto es, por una parte, bajo la
óptica un diagnóstico crítico sobre una estrategia legislativa que, motivada Por la voluntad
de atender a los complejos retos de seguridad que plantean las sociedades modernas, genera
grietas de hondo calado en los pilares básicos del Estado
74 I Rony Eulalio López Contreras
de Derecho, mientras que, por la otra, es posible interpretarla como una visión doctrinal que
propone como remedio para evitar las graves trasgresiones al orden normativo por parte de
los autores de ciertos sectores criminales, que el estado renuncie a las ataduras de su
configuración garantista. En segundo lugar, conviene señalar que el estudio del concepto
"Derecho penal del enemigo" exige la consideración de su polo antagónico, esto es, el
"Derecho penal del ciudadano", pues éste constituye el indicador que constata las
manifestaciones de aquél cuando se sobrepasan sus límites. En rigor, el Derecho penal del
ciudadano representaría al Derecho penal del Estado de Derecho y el Derecho penal del
enemigo su antítesis.
Esto significa que, con arreglo a este planteamiento doctrinal que estamos comentando, es
posible verificar la existencia de dos tratamientos distintos que forman parte de un mismo
sistema legal, dos polos opuestos que conviven, que se solapan y que se desarrollan en un
sólo escenario jurídico-penal, dos tendencias antagónicas que se superponen, pero que, al
mismo tiempo, se entremezclan, que pueden combinarse o interactuar en un solo supuesto de
incriminación. Eso es así porque, como explica JAKOBS, ambos esquemas de intervención
penal no se dan en la praxis de un modo puro, sino que más bien sus respectivos rasgos o
manifestaciones suelen aparecer simultáneamente en el tratamiento de un mismo delito o
sector criminal, aunque es verdad que sobre determinados ámbitos delictivos, como el
narcotráfico y el lavado de dinero en particular, y como la delincuencia organizada en
general, la balanza se inclina, y de manera considerable, hacia el Derecho penal del enemigo'
33.
Así pues, el Derecho penal del ciudadano se constituye como un esquema de regulación
penal que confiere al autor o presunto autor de un delito un tratamiento que se ciñe a los
criterios que informan el Derecho penal del Estado de Derecho, lo que conlleva el
reconocimiento de su condición de "persona o ciudadano", o lo que es lo mismo, el respeto
de cuantos derechos y garantías sustantivas y procesales ordena dicha configuración estatal.
En esta medida, según veremos posteriormente, la acción delictiva es percibida como un
quebrantamiento puntual del sistema penal, como una irritación aislada u ocasional"4, como
un desliz reparable"' o, inclusive, como un simple error'", de modo que respecto de su autor
todavía se mantiene la confianza de que en el futuro se conducirá con fidelidad a la norma'.
Curso de Derecho Penal 75
Conforme a la visión de JAKOBS, los rasgos preventivos del Derecho penal del enemigo se
reflejarían en la configuración formal de los tipos penales con la criminalización en estadios
muy previos a la lesión del bien jurídico, tan previos que se diluirían los límites del ius
puniendi estatal, siendo la manifestación más representativa y preponderante de este
adelantamiento de la intervención penal la utilización de delitos de peligro abstracto. Ese
sería el caso, según el penalista alemán, de la punición de conductas tan alejadas de producir
lesión al bien jurídico como la mera fundación o constitución de organizaciones o grupos
criminales'38, lo cual implicaría una injerencia estatal en la esfera privada de las personas y
un retroceso al Derecho penal de autor, quedando vulnerados, como indicador de ello,
principios tan elementales como el principio del hecho y el principio de ofensividad'". Lo
anterior vendría acompañado de la intensificación desmedida del rigor punitivo y, por ende,
de la trasgresión al
principio de proporcionalidad. Este sería el único recurso del legislador tras haber perdido el
interés por reinsertar a los autores de esta clase de acciones criminales, dada la presunción
sobre ellos acerca de su manifiesta peligrosidad y renuencia a desvincularse de un incesante
estado de contravención al orden penal. Mejor optaría por aumentar> hasta el máximo
posible, las penas privativas de libertad en orden a neutralizar al sujeto etiquetado como
enemigo y así evitar su reincidencia en el futuro y hasta la eliminación de beneficios
penitenciarios. La pena se orientaría, pues, antes que a la prevención especial, a la
inocuización de los enemigos, a la segregación de todos aquellos que ya no garantizarían un
comportamiento personal conforme a Derecho y por eso serían enemigos, a los que ya ni
siquiera se les reconocerían los derechos y garantías más elementales.
Conviene recordar, por otra parte, que tanto el Derecho penal del ciudadano, como el
Derecho penal del enemigo, son dos tipos ideales que, en Derecho positivo, difícilmente se
desarrollarán al modo puro, siendo lo común, en cambio, que se combinen o que se mezclen
en diversas disposiciones penales, sin perjuicio de que existan supuestos de tratamiento
penal en los que se acentúe el Derecho penal del enemigo. Tomarlo en consideración otra
vez tiene importancia, por cuanto que JAKOBS precisamente llama la atención respecto de
la contaminación que ha venido sufriendo el Derecho penal (del ciudadano) debido a que en
él se han venido integrando distintas disposiciones y figuras delictivas que reflejan una clara
injerencia estatal en la vida privada de las personas, que vulneran sus principios
informadores y cuya finalidad
prioritaria no es otra que la de neutralizar a individuos que son identificados como fuentes
de peligro. Lo anterior no sería más que la descripción de una linea político-criminal si no
fuera porque el penalista alemán viene a proponer, antes quina!: eliminación de esas
medidas penales contrarias al Estado de Derecho, su separación a un marco de regulación
específico, aislado y diferente, en el que no existan restricciones para combatir a los sujetos
peligrosos y sin que para dar cumplimiento a este objetivo tenga relevancia, inclusive,
despojarlos de su condición de persona o, si se quiere, de su dignidad y de sus más
elementales derechos.
Por esos cauces, a juicio de JAKOBS, debería conducirse la regulación del Derecho penal
del enemigo, porque ello, según refiere, por lo menos supone un comportamiento
desarrollado con base en reglas, en lugar de una conducta espontánea e impulsiva'". Sostiene
que sería menos peligroso, bajo el prisma del Estado de Derecho, un Derecho penal del
enemigo claramente delimitado, que entremezclar sus fragmentos con todo el Derecho
penal143. Así llega a establecer que, en estas condiciones, el Derecho penal del enemigo
sigue siendo Derecho, en la medida en que vincula a los ciudadanos y, exactamente, al
Estado, sus órganos y funcionarios en la lucha contra los enemigos. Sin embargo, parece que
con el afán de calmar la preocupación y rechazo que provoca la trascendencia de su
propuesta normativa, señala que el Derecho penal del enemigo no implica una regulación
para la "aniquilación ilimitada", sino, en un Estado de Derecho administrado con
inteligencia, una tritima ratio que es aplicada de manera consciente en cuanto excepción,
como algo que no es idóneo para su uso permanente1".
Pero, por mucha suavidad que JAKOBS pretenda otorgar a su propuesta, ello no le resta
ilegitimidad. En efecto, lo que a este respecto se pone de relieve es que las disposiciones que
presentan los signos típicos de este esquema normativo son incompatibles con el Estado de
Derecho; son, en definitiva, una anomalía desde el punto de vista de esta evolucionada
estructura estatal y de ahí que con contundencia se exija su eliminación de la legislación
destinada a garantizar su funcionamiento, sencillamente porque se trata de dos direcciones
que chocan, que se repelen. Así, desde la perspectiva del reconocimiento de los derechos
fundamentales y de las garantías sustantivas y procesales, el genuino Estado de Derecho no
admite tratamientos diferenciados para sus destinatarios, puesto que, dada su condición
humana (persona, son portadores de dignidad, de esos derechos fundamentales y de esas
garantías penales y procesales, y ello, en ningún caso, porque un sistema decida
concedérselos, sino por la elemental razón d que, por mandato universal, dicho sistema debe
reconocer que les son inherentes.
En efecto, lo que se denuncia y se trata de impedir es que el Derecho penal del enemigo
forme parte de la legislación y que se expanda progresivamente hasta ganar terreno al
Derecho penal del ciudadano', de tal modo que incluso se ponga en riesgo la existencia
misma de éste. Con razón se dice que no basta con identificar aquellos sectores del
Ordenamiento que responden a la lógica del Derecho penal del enemigo, sino que,
adicionalmente, deben desaparecer'46. Además, ya sabemos que el hecho de permitir la
posibilidad de dedicar un tratamiento de excepción -de por sí ilegítimo-2 contadas
manifestaciones delictivas, abre la puerta para que el problema se propague' se agudice y se
establezca dentro de lo ordinario. Cabe considerar que una concesión de por el contrario lo
este tipo, por mínima que sea, no suele permanecer estática, siendo común que sea el punto
de inicio para ir obteniendo concesiones hasta asumir el forro' de la guerra como algo
convencional; una contaminación crónica que difícilmente podrá reconducirse y
precisamente, de lo que se trata es de advertir la existencia del latente peligro de que ello se
extienda a otros sectores delictivos – como ciertamente ha venido sucediendo – hasta el
punto de que el derecho penal del enemigo se convierta en una práctica habitual en las
legislaciones penales y entonces el estado de derecho.
Curso de Derecho Penal 79
acabe siendo más una ilusión que una realidad, una cuestión, este sí, más de palabras que de
contenidos.
Y la pregunta que hay que hacerse es si merece la pena acabar con los principios y garantías
propios del sistema de Derecho de esta manera. A nuestro juicio, la respuesta debe ser
negativa, pues la respuesta positiva, en gran medida, es tanto como dar la razón a los
llamados "enemigos del sistema", que odian nuestro sistema de convivencia, quieren
cambiarlo, y nosotros, de este modo, estamos cediendo a sus pretensiones, reduciendo los
derechos y garantías individuales, auto-bombardeando los pilares básicos de ese sistema que
decimos proteger, de manera que nuestro sistema se parece cada vez más a sus sistemas o
subsistemas autoritarios o totalitarios, por lo que de algún modo nosotros mismos les
estarnos sirviendo "en bandeja de plata" que nos ganen la batalla. Lejos de intentar
apuntalar, en la medida de lo posible, los cimientos de nuestro sistema de convivencia, aún
asumiendo que ello tiene un precio, éstos resultan bombardeados por ambos lados.
Por lo que se refiere a las relaciones entre el Derecho penal y las restantes ramas del
Derecho, con respecto al Derecho Constitucional las relaciones son muy estrechas, como no
podía ser de otro modo, dado que la Constitución es la norma suprema del Ordenamiento
jurídico. Ello determina que tenga una influencia decisiva sobre el Derecho penal, no sólo
por ser superior jerárquicamente (principio de jerarquía normativa), sino también porque
consagra un modelo de Derecho, un modelo de Estado y unos derechos, libertades y
principios esenciales que tienen consecuencias decisivas en cuanto al concepto, función,
elementos e interpretación del Derecho penal, como tendremos ocasión de observar. Con
respecto al Derecho privado, además de la responsabilidad civil derivada del delito,
contenida tradicionalmente en el Código penal de Guatemala15°, puede afirmarse que
progresivamente las relaciones son más estrechas, protegiéndose por el Derecho penal cada
vez más bienes o intereses compartidos por otros campos jurídicos, como el Derecho Civil,
Mercantil o Laboral (piénsese, por ejemplo, en los delitos patrimoniales, societarios, contra
las relaciones familiares' contra los derechos de los trabajadores, etc.). Evidentes son las
estrechas relaciones
Hace ya años que el profesor CEREZO MIR puso de manifiesto las dificultades a las que se
enfrenta quien pretende delimitar materialmente el Derecho penal del Derecho
administrativo sancionador y las consecuencias que ello conlleva en el plano de las
sanciones respectivas'''. Ciertamente, de las relaciones que el Derecho penal guarda con
otros sectores jurídicos, la que mantiene con el Derecho administrativo es una de las más
interesantes, complejas y trascendentes. La conexión entre estas ramas del Derecho es
fácilmente apreciable a lo largo de nuestros ordenamientos jurídicos, no solo desde el punto
de vista de la protección que la legislación penal dispensa al correcto funcionamiento de la
Administración pública, sino también, más en general, por tratarse de das sectores jurídicos
pertenecientes al Derecho público y dirigidos a la protección de intereses de la comunidad.
En el marco de estas relaciones, particulares Problemas, no solo teóricos sino también
prácticos, plantea la delimitación entre el Ilícita penal y el ilícito administrativo, concretada
en la cuestión de si ambos ilícitos
Dicho lo anterior, conviene comenzar ya con los dos grandes grupos de teorías que se han
conformado sobre la naturaleza jurídica del ilícito penal y el ilícito administrativo
Podemos situar el inicio de esta reflexión científica, así como la consiguiente búsqueda de
criterios formales y materiales de distinción entre el ilícito penal y el ilícito administrativo,
en el advenimiento del Estado liberal, período en que cobraron una importancia fundamental
ciertas investigaciones incardinadas en el denominado idealismo alemán. En este contexto
fueron estudios como el de JAMES GOLDSCHMIDT los que motivaron el debate partiendo
de un dualismo entre individuo y sociedad, donde se veía al sujeto en su faceta particular y
como miembro de una colectividad. Sobre la base de ello se establece la distinción entre
antijuridicidad y antiadministratividad, entre injusto penal y administrativo, estableciendo
que el primero tutela derechos subjetivos o bienes jurídicos individualizados en tanto que el
segundo opera frente a la desobediencia de los mandatos emitidos por la Administración,
que no protegen bienes jurídicos ya existentes sino que están al servicio de los deberes de
orden público y del bienestar, por lo que no contienen un desvalor ético. Desde esta
formulación teórica se afirma que el Derecho tutela al individuo garantizándole el goce de su
libertad y patrimonio, en tanto que la Administración promociona el bienestar público. De
este modo, el ilícito criminal expresa la lesión de bienes jurídicos, en tanto que el ilícito
administrativo define la infracción del deber de colaboración que la condición del sujeto
como asociado reclama, pero no supone conculcar derechos ni bienes jurídicos genuinos'"
En suma, este primer grupo de teorías defiende que entre las sanciones administrativas y
penales no existe una identidad sustancial, es decir, que son diferentes desde el punto de
vista de su cualidad, de manera que ya sea por los distintos bienes o intereses que se tutelan,
ya sea por la intensidad en la afectación de estos bienes e intereses o por el
84 Rony Eulalio López Contreras
C) Teorías eclécticas
También pueden encontrarse criterios que, si bien como regla general niegan que pueda
establecerse una distinción en cuanto a su esencia entre el ilícito penal y el ilícito
administrativo, no obstante admiten esta diferenciación en uno o varios sectores particulares.
En este ámbito puede destacarse la tesis que mantiene que dicho principio general no es
aplicable en materia de ilícito disciplinario, fundamentalmente con referencia a las
relaciones de especial sujeción que mantienen los funcionarios públicos con respecto a la
Administración pública
Curso de Derecho Penal l85
D) Torna de posición
A nuestro juicio, las teorías cualitativas suponen un gran esfuerzo por una diferenciación en
cuanto a su esencia entre estas dos clases de ilícitos, pero se trata de un esfuerzo no sólo
fracasado, sino también con consecuencias negativas. La teoría que fundamenta la distinción
entre bien jurídico e interés de la Administración en el binomio Administración-Derecho
desconoce que no cabe una conformación de la Administración a espaldas del Derecho, pues
esta se halla sometida al mismo, además de que no es de recibo hablar de intereses propios
de la Administración, porque esta no tiene más intereses que los de la colectividad, como lo
establece el artículo 154 de la Constitución guatemalteca. Tampoco puede considerarse el
carácter remoto o próximo del peligro para el bien jurídico un argumento decisivo en orden
a la distinción de la infracción penal y la infracción administrativa, sino que se trata más
bien de una cuestión de gravedad del hecho. Así, cada vez pueden encontrarse en la
legislación penal más delitos de peligro abstracto que por su gravedad y su potencial lesivo,
sería impensable dejarlos reducidos a una mera infracción administrativa (por ejemplo,
terrorismo, tráfico de drogas, etc.). De la misma forma no resultan convincentes las
opiniones que intentan diferenciar el ilícito penal y el ilícito administrativo atendiendo al
principio de culpabilidad, pues dicho principio es, o al menos debería ser, una exigencia
común a dichas infracciones, tanto penales como administrativas. Finalmente, por lo que se
refiere a las teorías eclécticas que se apartan del criterio cuantitativo en el ámbito
disciplinario, tampoco pueden aceptarse. En este sentido, como ha puesto de manifiesto
HUERTA Tocildo, la existencia de una diferencia cualitativa entre el ilícito penal y el ilícito
disciplinario parte necesariamente de la idea de que uno y otro tienen un fundamento o una
finalidad diferente. Sin embargo, como bien señala esta autora, " por lo que se refiere a esa
pretendida diversidad de fines , no creo que pueda establecerse diferencia alguna entre los
que persiguen los tipos penales en los que se configuran los delitos de funcionarios y los
correspondientes ilícitos disciplinarios, ya que, en ambos casos, lo que se persigue es
garantizar un correcto ejercicio de la actividad administrativa; y tampoco me parece que
puedan apreciarse diferencias esenciales en lo relativo a las finalidades respectivamente
perseguidas por la sanción penal y por la sanción disciplinaria, pues en los dos casos se trata
de finalidades preventivas .
VIII. Las relaciones del Derecho penal con el Derecho procesal penal. Especial
consideración del problema de su delimitación
La delimitación entre el Derecho penal y el Derecho procesal penal constituye todavía hoy
una cuestión compleja y discutida en el seno de la doctrina científica, y no se trata de un
problema únicamente teórico pues a su solución se suelen asociar importantes consecuencias
prácticas corno lo es la aplicación o no de principios penales como la irretroactividad. A
pesar de ello la problemática de la delimitación entre el Derecho penal y el Derecho
procesal, a pesar de ser una de las primeras cuestiones que debiera de ser tratada al
aproximarse a estas disciplinas (concepto y delimitación con respecto a otras ramas del
Derecho) ha sido objeto de un abandono casi absoluto en nuestros respectivos países, en el
que los autores frecuentemente se han limitado hacer afirmaciones genéricas, sin ofrecer ni
siquiera un criterio elemental para distinguir' aunque sea por aproximación, las cuestiones
penales y las procesales' •
Según BELING, con la tesis del “merecimiento del mal de pena” cuyo criterio delimitador
es seguido, de forma más o menos explícita y consciente, por innumerables autores, “cada
precepto penal se distingue, como tal, por su contenido; el fondo del
Entre los seguidores de este criterio delimitador se encuntra Bemmann, cuya postura debe
ser recogida, pues la criticas que se efectúan a la tesis del merecimiento del mal de pena
frecuentemente se realizan desde la concreta opción sistemática de este autor, olvidando, de
forma más o menos interesada, el significado originario que le dio BFUNG. Para
BEIAMANN, "el Derecho penal material determina los elementos de la acción delictiva y
los enlaza a la amenaza penal. El Derecho penal formal determina el sí y el cómo debe ser la
vía jurídica que tiene Como meta la averiguación y la condena del autor, El Derecho penal
material indica las circunstancias desde las cuales surge el isu puniendi del Estado; el
Derecho procesal penal nombra los presupuestos bajo las cuales este ius Puniendi estatal
llega a su ejecución. Cada uno de estos campos jurídicos regula, por lo tanto, sus propias
cuestiones.
Pero la claridad conceptual con la que se diferencian ambos campos jurídicos, como
reconoce este autor, contrasta con la dificultad que parece existir a la hora de distinguir en el
caso concreto si un elemento es de naturaleza material o formal.. «En el fondo -señala
BEMMANN- la decisión sobre este asunto, como ya ha constatado Beling, es
tremendamente fácil y es casi extraño que en la teoría y en la práctica aun no exista claridad.
Sólo se precisa la siguiente maquinación: Todas las circunstancias y sólo lág circunstancias
que provocan el nacimiento del ius puniendi estatal forman. Como es sabido, el fundarnento
jurídico de la pena; pero dado que el ira punskodi estatal 5610 nace en el momento del
surgimiento de las respectivas circunstancias del Derecho material, resulta que precisamente
esas circunstancias, en su totalidad, justifican la pena. Por ello, las circunstancias
pertenecientes al Derecho penal material son de ui naturaleza que, en cierta manera,
provocan la pena o, en otras palabras, hacen aparecer la penalización del autor como algo
merecido. Las circunstancias iusmateriales residen, corno decía beling, en el ámbito de las
ideas del merecimiento del mal de pena. Por consiguiente, la decisión de si un demento es de
naturaleza iusmaterial o no lo es, en última instancia, siempre depende de si la característica
se adecua a la idea de la pena o no
88 Rony Eulalio López Contreras
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que BEMMANN, a la hora de contenido el concepto
del merecimiento de pena, adopta una solución diversa a la de BELING, ya que, mientras
para BELING el ámbito del ser merecedor del mal de pena abarca circunstancias que se
encuentran más allá de la culpabilidad (condiciones de punibilidad), para BEMMANN este
concepto se limita a la acción típica, antijurídica y culpable, pues otras circunstancias que
sean necesarias para el castigo no pueden tener nada que ver con la cuestión de si el autor
merece o no la pena, dado que no afectan ni al injusto ni a la culpabilidad, por lo que esos
elementos sólo pueden tener relevan procesan'''. Ello conduce, corno consecuencia necesaria,
a la negación de la punibilidad.
Por cualquier duda de sí se está ante una norma jurídica de Derecho penal o de Derecho
procesal penal debe solventarse en el primer término si la circunstancia que condiciona la
respectiva consecuencia jurídica se sitúa en el ámbito de la idea del merecimiento del mal de
pena; y en el segundo sentido sí la circunstancia condicionante de la consecuencia jurídica
está configurada de tal modo que no se ajusta tanto a la idea de la pena, sino que más bien
está en relación con el sí y el cómo de la actividad procesal.
Para el estudio del Derecho penal, es conveniente subdividirlo para adquirir una
sistematización coordinada dentro del esquema planteado por la doctrina y el legislador; con
esta sistematización se obtiene una mejor comprensión y análisis del Derecho Criminal,
puesto que se inicia desde la definición y todos los aspectos básicos- generales y se concluye
con el análisis de cada uno de los tipos penales que el legislado ha decidido prohibir. Esta
sistematización se concentra en: Derecho Penal, parte general: el cual estudia los principios
básicos del Derecho Penal y los lineamientos
Curso de Derecho Penal 89
La Ciencia del Derecho penal tiende interpretar las normas del Derecho penal, como
consecuencia el intérprete no puede crearlas, puesto que, son "dogmas inmutables", que
deberá resguardar y lograr una interpretación acertada al caso y circunstancias particulares
del mismo.
La Ciencia del Derecho penal deberá de encaminar sus esfuerzos para determinar y
establecer el conjunto expresiones de la sociedad, con el objeto de comprender de mejor
manera el actuar personal. Tiene que conocer y comprender las costumbres, los usos, las
prácticas y códigos de las comunidades y de todos los sectores de la sociedad para emitir un
buen juicio de valor y de justicia. En el caso particular de nuestra nación es evidente la
entera necesidad que tiene la Ciencia del Derecho penal de inmiscuirse en la comprensión
cultural para obtener resultados justos en cada caso concreto.
VII.2. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO PENAL.
Las características especiales que determinan la esencia del Derecho Penal son:
a) Derecho Público: Son normas que emana el Estado para efectuar el control social en
interés del bien común, donde el ente estatal es el interesado directo para su aplicación de
manera unilateral,
b) Sancionador: El Derecho penal se caracteriza por que siempre se asocia can una
pena o medida de seguridad.
EL SISTEMA PENAL:
El sistema de justicia penal, como cualquier otro sistema, tiene que establecer un modela
explicativo de la estructura y relaciones internas de todo un aparato que se denomina penal.
El sistema penal, no funciona con un solo elemento, sino que está integrado y desarrollado
por un grupo de instituciones que velan por el buen funcionamiento del sistema.
Básicamente, este sistema se compone de cinco instituciones básicas, siendo estas: la
criminología, la política criminal, el Derecho penal, el Derecho Procesal penal y el Derecho
penitenciario. A cada uno de estas instituciones, también suele subsistemas del sistema
penal. Estas instituciones o subsistemas del Derecho penal, deben de funcionar de manera
coordinada y sistematizada para obtener la prevención de la criminalidad. Cada uno de estos
subsistemas se constituye en un engranaje funcional y fundamental de todo el sistema penal.
Es una especie de cadena ron cada uno de sus elementos para el buen funcionamiento y
obtención del resultado buscado (el control de la criminalidad).
c) Derecho Penal : Es la ciencia que nos proporciona los dogmas sobre el delito y sus
consecuencias.
El sistema penal de hoy, debe mantener estos subsistemas de una manera interrelacionada
(inseparable) e interdependiente, en donde se centre la aportación empírica y el fundamento
científico (criminología) a transformar el estudio y experiencia criminológica en estrategias
para contrarrestar la criminalidad (política criminal), en convertir en proposiciones legales el
conocimiento criminológico y necesidades de un
92 Rony Eulalio López Contreras
Estado de Derecho (Derecho penal), así como, estipular los mecanismos procesales y de
ejecución (Derecho procesal penal y penitenciario) más adecuados para lograr los mejores
resultados posibles, sobre el delito.
Con forme pasa el tiempo, surgen determinadas formas de pensamiento y con ello, los
distintos modelos que se tienen para contrarrestar la criminalidad de un Estado. Según
Binder, se establecen tres: Modelo autoritario, liberal e igualitario.
c) Modelo igualitario: Este modelo es el que promueve un trato igual para todos y
cada uno de los ciudadanos, estableciendo una justa igualdad a todos. Es decir, tratar en
forma desigual a los que son desiguales y de tratar de una forma igual a los que son iguales.
No todos tenemos las mismas condiciones de vida, por ello se promueve un trato justo de
conformidad a la igualdad o desigualdad de las personas..
Curso de Derecho Penal 93
El delito ha sido un factor que siempre ha dado de que hablar desde tiempos inmemoriales,
por lo que ha cultivado el pensamiento y análisis para buscar las causas y soluciones al
mismo. En este pensamiento han estado los grandes pensadores griegos, como, Sócrates,
Platón, Aristóteles, los cuales atribuyeron, como causa primordial del delito. La
discapacidad mental y factores hereditarios.
En el Siglo XVIII, surgió el pensador más revolucionario, en materia penal, que ha conocido
la humanidad, en referencia al autor italiano, Cesare Beccaria, en su Tratado De los delitos y
de las penas (1764) donde destaca la búsqueda de la ineludible igualdad, legalidad y
proporcionalidad de las penas a todas las personas que hayan cometido un hecho delictivo.
En igual forma es importante mencionar a JEREMIAS BENTHAN, quien propuso reformas
al sistema penal inglés; De igual manera a HOWARD que con su obra "States of Prisons in
England and Wales" (1777), con la cual dio a conocer al mundo el grave estado de las
prisiones de Inglaterra y Gales e impulsó los movimientos de reforma. LAVATER, con sus
primeras publicaciones en 1775 de Fisonomía y los trabajos de GALL cuya obra principal
apareció en 1882, titulada "Les fonctions du cerveau': GALL es el precursor de la
Antropología Criminal. Con ello, se deduce la etapa pre científico de la criminología, basado
en un método de investigación abstracto-deductivo, fundamentado en los silogismos.
Durante el Siglo XIX, la humanidad se vio envuelta en una novedosa Escuela, auto
denominada "Escuela Positiva" y el origen de la "criminología científica", donde se estudian
los aspectos y rasgos físicos del delincuente y se establece que el ser criminal depende de la
misma naturaleza del hombre. Sus precursores fueron, Enrico Ferri, Garófalo y
Lombroso'69, considerándose a este último como el padre de la criminología moderna por
las circunstancias sociales positivistas que impulsó. La importancia de
94 I Rony Eulalio López Contreras
Criminal.
Las Naciones Unidas han mostrado su preocupación por la problemática de las víctimas del
delito pero esta cuestión no fue tratada directamente, sino hasta en el año de 1985 en el VII
Congreso de las Naciones Unidas para la prevención del delito y tratamiento del delincuente,
celebrado en Milán. En anteriores congresos la referencia a la situación de las víctimas no
fue tratada, sino con carácter accidental. En 1980, en el VI Congreso celebrado en Caracas,
si se perfiló una preocupación por las víctimas, subrayándose que este problema no podía ser
ignorado desde una perspectiva internacional. La reunión del Comité para la prevención y
control del crimen (Viena 1982) y el V Simposio Internacional de victímología (Zagreb
1985) incluyeron sus conclusiones en el documento presentado ese mismo año en el VII
Congreso de las Naciones Unidas, así como una recomendación a la Asamblea General de
una "declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y
del abuso de poder".
En cuanto al control social, debe de entenderse que la criminología actual, busca establecer
una serie de instituciones y estrategias que permitan promover y garantizar el respeto a las
expectativas y normas de la sociedad. Dentro de estas se encuentran las informales y las
formales, la primera se caracteriza por las adoptadas en la familia, el grupo social vinculado
y la escuela; las formales, son las que actúan a través del sistema de coerción, tal es el caso
de la Policía y la administración de la justicia. Es necesario determinar que al fracasar las
institucionales informales, se aplicarían las formales, con la aplicación de sanciones más
agresivas, con observancia de los principios y garantías constitucionales al procesado. En la
actualidad se ventila un Derecho penal de la tercera vía (no institucionalizado) consistiendo
en la posibilidad de solucionar sus problemas de manera pacífica y conciliadora entre el
agresor y la agraviado, en aquellos delitos menos graves que se enfatizarían en la reparación
del daño a la víctima. El Profesor García Pablos indica que la sustitución del control formal
tiene un solo alcance muy limitado, de hecho es parcial y fragmentaria, puesto que hoy por
hoy no disponemos de alternativas globales válidas que puedan asumir institucionalmente
las funciones del Derecho Penal...E1 control social formal tiene, desde luego, aspectos
negativos, pero
96 Rony Lopez
a) analiza el fenómeno criminal a través del conocimiento científico con método y técnicas
de investigación fiables y rigurosas;
e) la criminología debe buscar soluciones viables para tratar de controlar y prevenir el delito,
a través de estrategias científicas que se aporten derivado del estudio y explicación del
fenómeno delictivo.
Lo, que pretende la criminología moderna es darle importancia a las funciones de las
instituciones del Estado y motiva un papel incidental en el control del crimen. Como se
puede observar, deja atrás los factores exógenos y endógenos del delincuente y se centra en
las instituciones del gobierno. En la moderna criminología se estipula que el delincuente es
un hombre normal como todo hombre y se convierte en delincuente, porque comete un delito
y no porque nazca delincuente. En esta criminología, se establece la importancia de la
víctima, como sujeto de derechos y no como un simple objeto del delito. Se establecen
diferentes modelos de prevención del delito, desde una prevención primaria hasta una
terciaria". La resocialización y tratamiento de los delincuentes y a una respuesta cualitativa
al crimen (una tercera vía para la solución del problema).
La ley es la fuente del Derecho penal. El principio de reserva de ley, establece que las
normas penales deben de ser emitidas únicamente por el Congreso de la República, el cual a
través de normas ordinarias u orgánicas Ruede restringir y limitar algunos Derechos
constitucionales, tales como, la libertad, el Patrimonio...
a) Protección: Protege los bienes jurídicos más relevantes de una sociedad. Ej. La vida,
la libertad, el patrimonio, etc.
La ley penal debe de aplicarse a las personas que comentan hechos que califica como
delitos, dentro de una esfera de tiempo y espacio. El ámbito de validez de la ley penal, debe
de circunscribirse a tres aspectos: validez personal, validez espacial y validez temporal.
Igualdad ante la ley penal. Es importante hacer notar que la ley penal va dirigida a todos y
cada uno de los ciudadanos y personas que habitan o transitan por el territorio nacional. A
esta igualdad sobre el ámbito personal de la ley penal contiene dos excepciones.
Antejuicio: Háblese de la oportunidad que tiene un funcionario público de no ser sometido a
un proceso penal, hasta que sea desposeído judicialmente de dicha inmunidad.
El antejuicio es un mal necesario para los funcionarios que lo gozan, en virtud que se
convierte en indispensable para el bun funcionamiento de la administración pública de un
Estado. Para el funcionario público no es posible desistir del antejuicio, puesto que por las
distintas actividades que realiza y por su figura política-publica seria
1- Territorialidad de la ley penal: La ley penal sólo puede ser aplicada a todos aquellos
hechos delictivos que se comentan dentro del territorio del país; es decir, todos los
delitos cometidos dentro del territorio nacional, que comprenda los espacios
terrestres(suelo, subsuelo y aguas interiores) marítimo, (el mar territorial o sea
hasta doce millas marinas, zona contigua, zona económica de explotación'" y
plataforma continental"') y aéreo (espacio aéreo ubicado dentro de los dos espacios
anteriores). En cuanto a los buques y aeronaves se rige, en principio, de conformidad
a la "Ley del Pabellón" del país a que pertenezcan. Cuando un buque o una aeronave
se encuentre en jurisdicción de otro Estado, éste último podrá ejercer su jurisdicción
y aplicar su Ley Penal cuando el hecho cometido
b) Principio de universalidad: El Estado esta facultado para aplicar su ley penal a hechos
cometidos fuera de su territorio cuando así lo estipule algún tratado o convenio internacional.
Su principal fundamento es evitar la impunidad a hechos trascendentales para la comunidad
internacional (Genocidio, Trata de Personas, desaparición forzada, tortura, etc). El fundamento
de este principio se debe a la categoría de los bienes jurídicos protegidos, a la solidaridad entre
los Estados (comunidad internacional) y a la protección de los derechos humanos. Su
regulación se encuentra en el artículo 5.5 del Código penal guatemalteco.
d) Principio Justicia supletoria: Es doctrina alemana, que permite que la justicia penal
de un Estado se pueda aplicar supletoriamente a la del Estado que le correspondería aplicar su
ley penal. El fin primordial de este principio es evitar la impunidad y, se da cuando a un sujeto
no se le aplica (por diversas razones) la ley penal del Estado que le corresponde y de manera
supletoria se aplica la ley penal de otro Estado. Este principio rige especialmente cuando el
sujeto es detenido en un País y éste no concede la extradición, por lo que, asume la jurisdicción
penal en contra de dicho sujeto, aunque no haya cometido ningún delito en este último país.
Este principio no se encuentra regulado en nuestro Código penal.
102 Rony Eulalio López Contreras
La ley penal tiene vigencia por un tiempo determinado. Toda ley penal tiene un tiempo de
inicio y en algunas ocasiones el tiempo de su vigencia. La ley penal puede dejar de ser vigente
por dos razones: abrogación o derogación. Se abroga una ley penal cuando existe supresión
total y se deroga una ley cuando existe supresión parcial.
así:
Extractividad: Esto quiere decir que si la ley vigente al tiempo en que fue cometido el delito
fuere distinta de cualquier ley posterior, se aplicará aquella cuyas disposiciones sean favorables
al reo aun cuando haya recaído sentencia firme y aquél se halle cumpliendo su condena.
Existen dos formas de extractividad:
Ley excepcional o temporal. En determinadas épocas y gobiernos se dispone crear leyes que
tengan una vigencia temporal y para ello, se establece que una ley temporal sólo será aplicable
a los hechos cometidos bajo su vigencia, aun cuando ésta hubiere cesado al tiempo de dictarse
el fallo, salvo lo dispuesto por la extractividad.
103 Curso de Derecho Penal
El concurso de normas puede surgir cuando un hecho delictivo está regulado por dos o más
normas penales y sólo una de ellas debe de ser aplicada. Al existir varias normas que puedan
aplicarse a un caso concreto y para determinar la aplicabilidad de sólo una de ellas, se hace
necesario regirse de conformidad a los principios de especialidad, consunción, subsidiaridad y
el de alternatividad.
A) EXTRADICIÓN:
Es el mecanismo internacional que tienen los Estados para requerir a otro Estado la entrega de
una persona para que sea juzgada en el Estado que lo ha solicitado. Esta institución es la que
permite a través de instancias legales la entrega de cualquier persona que se encuentra en un
Estado y que está siendo procesada o perseguida penalmente en otro. El objetivo es evitar la
impunidad. La extradición en Guatemala se encuentra establecida en el artículo 27 de la
Constitución, en la Ley reguladora del procedimiento de extradición (Dto 28-2008) y en el
Código de Derecho Internacional Privado (arts 344 al 377). Es necesario determinar que
Guatemala cuenta con varios Tratados de Extradición, siendo los siguientes: Bilaterales: con
Bélgica en los años 1897, 1934 y 1959 (Decreto legislativo 380); con España en 1895 (Decreto
legislativo 357); con Estados Unidos en 1903 y 1940 (Decreto Legislativo 561); con Gran
Bretaña en 1885, 1940 y 1929 y Canadá (Decreto legislativo 132 para ambos países); con
México en 1997 (Decreto 5-2005); República de Corea por Decreto 69-2005. Multilaterales:
con Centroamérica en 1923 Decreto legislativo 1931); con el Continente americano en 1933
(Decreto legislativo 2145); con las Naciones Unidas sobre el tráfico ilícito de estupefacientes,
delincuencia organizada y corrupción (Decretos 69-90, 36-2003 y 91¬2005, respectivamente);
con la Convención interamericana contra la corrupción por medio del Decreto 15-2001.
Es importante hacer notar lo que sucede en el continente europeo, como manera de ilustración,
el cual cuenta con varios Convenios al respecto, siendo alguno de ellos, el Convenio de
Extradición de 1957 (extradición europea y los principios básicos de la extradición), el
Convenio de Aplicación del Acuerdo de SCHENGEN de 1990 (elimina algunos formalismos
de la extradición entre países europeos y contiene un sistema informático unificado), Convenios
de Extradición de la Unión Europea, el Tratado de Amsterdam (minimiza formalismos de la
extradición europea) y la euro orden (cooperación penal internacional de extradición entre las
autoridades judiciales europeas).
PRINCIPIOS DE LA EXTRADICIÓN.
a) Principio de legalidad: Sólo se podrá conceder la extradición por los delitos que
expresamente lo indique el Tratado o Convenio (Nulla traditio sine lege). El Tratado, es la
fuente fundamental de la Extradición, como consecuencia, se establece que procederá la misma
cuando así lo disponga el Convenio o Tratado. De lo contrario, la vía expedita sería a través de
la reciprocidad. El principio de legalidad en la extradición implica un numerus clausus, el cual
determina que los delitos que no están contenidos en el Tratado, no podrán ser objeto de
extradición. Este principio se encuentra establecido en el artículo 344 del Código de Derecho
Internacional Privado.
b) Principio de especialidad: No se podrá juzgar a una persona por delitos distintos a los
que motivaron la extradición. Para que el Estado requirente pueda juzgar por otro hecho deberá
contar con la autorización del Estado requerido. Su fundamento se encuentra en el artículo 377
del Código de Derecho Internacional Privado.
c) Principio non bis in idem. No se podrá extraditar a una persona si ya fue juzgada por
el delito que se solicita para la extradición. De igual forma, no se concederá la extradición si el
sujeto ya está siendo enjuiciado.
e) Exclusión por delitos políticos o comunes conexos con políticos. Por razones de
política internacional se considera que este principio es básico para evitar una persecución
política del gobierno de turno en contra de uno o varios funcionarios del gobierno anterior.
Tratando de establecer las consideraciones de delitos políticos, se ha estimado por la doctrina
que es un concepto resbaladizo y de difícil determinación, por ello, se dice que es concepto
superflexible, dependiente de interpretaciones jurídicas, criterios o coyuntura del Estado. Se ha
tratado de establecer con base en tres teorías: a) objetivas; b) subjetivas y c) mixtas. Las
primera indica que se refieren a los delitos que atentan contra la organización política o
constitucional del Estado. La segunda, hace referencia
f) Exclusión por faltas. Por faltas no se podrá conceder la extradición de una persona, por
considerar que son simples infracciones o contravenciones que no afectan en demasía los
bienes jurídicos más importantes (mínima non curat tractor). Este principio se encuentra
establecido en el artículo 354 del Código de Derecho Internacional Privado.
CLASES DE EXTRADICIÓN.
a) Activa. Se refiere a la solicitud que realiza un Estado a otro, para que se le entregue a
una persona.
b) Pasiva. Es la entrega que realiza un Estado a otro Estado de una persona que ha sido
solicitada.
d) Espontánea. Un Estado, sin requerimiento, hace entrega de una persona para que sea
procesada en otro Estado.
Curso de Derecho Penal 107
e) De tránsito. Es el paso que un Estado otorga a otro para que pueda transitar una persona
extraditada en su territorio.
A estos dos Tribunales Internacionales se les critica por la prevalencia política del momento de
las potencias vencedoras sobre las vencidas, además, la violación irrestricta al principio de
legalidad, derivado de la irretroactividad de la ley penal. Los condenados y ejecutados fueron
juzgados por delitos que no estaban contemplados con anterioridad y por Tribunales ad hoc.
Rwanda. Con fundamento y experiencias acontecidas en estos cuatro Tribunale s Penales Internacionales, se
aprobó en Roma en 1998, por medio de un Tratado Internacion al la actual Corte Penal Internacional,
con características de permanente, con principios y garantías básicas y para determinados delitos
establecidos.
La Corte Penal Internacional, entró en vigencia el 1°. de julio del año 2002, d e conformidad al
Estatuto de Roma, el cual fue adoptado en ceremonia especial d e la Organización de las Naciones
Unidas, el 17 de julio de 1998. Esta Corte, tien e dentro de sus facultades la de poder juzgar penalmente
a nivel internacional los delitos de genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y de
agresión, que se cometa por cualquier persona y en cualquier lugar del mundo. Las características esenciales
son:
Es un Tribunal permanente. Tiene una sede permanente en la Haya, que le permite ejercer su
jurisdiccional penal todos los días y horas del año. Artículo 1 del Estatuto.
Es complementario a la justicia penal de los países. Esto quiere decir que, la Corte Penal
Internacional, sólo puede intervenir después que se determine que la justicia penal del país,
donde se cometieron estos crímenes, ha sido negligente o carece de capacidad para el
juzgamiento. Artículos 1 y 17 del Estatuto.
Se fundamenta en el principio de legalidad. Solo perseguirá los delitos por los cuales tiene
competencia. Artículos 22 y 23 del Estatuto.
No es retroactiva. De conformidad al principio de legalidad, no puede conocer hechos que ocurrieron
antes de la vigencia de la Corte. Artículo 24 del Estatuto.
Se fundamenta en todos los principios y garantías penales y procesales. Art. 22 , 23, 24, 25, 26, 32,
33 y 67 del Estatuto.
Tal y como lo establece el Estatuto de Roma, la Corte Penal Internacional se conforma por 18
Magistrados, divididos en: presidencia, tres salas, la Fiscalía y la Secretaría de la Corte.
La Presidencia está compuesta por el Presidente de la Corte y dos Vicepresidentes. Las tres
Salas se integran por la Sala de cuestiones preliminares, Sala de Primera Instancia y la Sala de
Apelaciones. La Fiscalía la integra un Fiscal con uno o dos adjuntos y la Secretaria la conforma
un Secretario y otro adjunto.
Genocidio. Es el hecho delictivo que tiene como objetivo esencial destruir total o parcialmente
a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Ej. Matanza a miembros del grupo; lesiones
graves al grupo; esterilizaciones; traslado por la fuerza a niños del grupo;
Lesa Humanidad. Son ataques generalizados o sistemáticos que se dirigen a una población
civil, con el pleno conocimiento de dicho ataque. Ej. Asesinato múltiple, tentativa de dicho
asesinato, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, desaparición forzada de
personas, persecución y el crimen de apartheid.
Crímenes de Guerra. Son las violaciones a los Convenios de Ginebra, que regulan las
obligaciones que tienen los grupos armados en los conflictos internos o internacionales.
El Derecho penal definido como conjunto de normas y considerado como una rama del Derecho,
tal y como hemos estimado preferible, es el objeto de estudio de la dogmática jurídico-penal.
Como señala ROXIN, esta es "la disciplina que se preocupa de la interpretación, sistematización y
desarrollo de los preceptos legales y las opiniones científicas en el ámbito del Derecho penal"255
No es un tópico carente de fundamento la afirmación de que la ciencia del Derecho penal arranca
del pensamiento ilustrado y, en concreto, de la obra de BECCARIA, máximo exponente del
pensamiento de la ilustración trasladado al ámbito penal. Ciertamente, en sentido estricto, no
puede afirmarse que fueran los fundadores de la misma, pero sí que tuvieron una influencia
decisiva en su nacimiento. En efecto, la obra de BECCARIA De los delitos y de las penas no puede
decirse que constituya la exposición de un pensamiento jurídico sistemático y científico, por lo
que, en rigor, no puede ser calificado como el padre o fundador de la moderna ciencia del Derecho
penal. Pero resulta innegable que constituye un factor decisivo en la actitud y en la forma de
trabajar de los grandes juristas que vinieron tras él, que se apoyaron en su obra y en sus
novedosas ideas2S6
255 Roxin, C. "Sobre la significación sistemática A, dogmática del Derecho penal", en Polírica
Criminal v estructura del delito, trad. Bustos Ramírez y Hormazábal Barcelona, 1992, pág. 35.
256 c fc, en este sentido, Quinteto Olivares, G. Curso de Derecho penal. Parte general, ob. cit.,
págs. 15.3 v ss.
Rony Eulalio
152
desde el punto de vista del método, como el máximo precursor de la dogmática penal en
Alemania, lo que justifica el papel del fundador de la moderna ciencia del Derecho penal alemán
que comúnmente se le atribuye257. Ya en el prólogo del autor a la primera edición de su Tratado
se señala: "En cuanto al método de elaboración de su trabajo y en lo que hace al orden de
tratamiento en la totalidad y de las partes en especial, como también en orden a los límites que
traza entre lo filosófico y lo positivo, quizá pudiese desarrollar sus razones en un escrito especial,
que sería una teoría de la construcción científica del derecho penal positivo". Desde el punto de
vista metodológico, también CARRARA puede ser considerado como uno de los máximos
exponentes de esta época, con una gran influencia en la doctrina italiana posterior.
Pero, sin duda, ha sido la ciencia penal alemana la gran impulsora de la dogmática penal. En la
evolución del pensamiento jurídico-penal alemán destaca la enorme preocupación por la
formación correcta y coherente de un sistema penal, que arraiga particularmente en esta rama del
Derecho por razón de la mayor inquietud por la seguridad jurídica. Durante mucho tiempo, la
dogmática vio su misión esencial en la creación de un sistema de conceptos encerrado en sí, en el
que debía clasificar todo supuesto imaginable a través de la subsunción lógica25S. Se aspiraba con
ello a la eliminación de las dudas, de la incertidumbre y, por lo tanto, a la seguridad, algo que, a
pesar de las múltiples críticas, sigue estando presente en la elaboración de los conceptos
fundamentales.
Sin embargo, como fruto de su evolución, la problemática que se planteaba es que la dogmática
penal se quedaba reducida, como hemos señalado, a un sistema cerrado en sí mismo, donde
difícilmente podían ubicarse consideraciones de política criminal, que se consideraba que debían
ser objeto de otras ciencias. Ello venía a poner de manifiesto una dogmática penal excesivamente
neutra y aséptica, donde la prioridad absoluta era la cuestión teórico-sistemática, que encajaran
todas las piezas del "rompe cabezas margen de consideraciones prácticas. Este planteamiento
determina que la dogmática penal, en su acepción tradicional (ante todo como sistema), entre en
crisis, y que comience a extenderse la inquietud por el problema, ganando terreno el pensamiento
problemático frente al pensamiento sistemático. A nivel de teoría general de Derecho' la
formulación más relevante, como reacción extrema contra el pensamiento sistemático y favorable
al pensamiento problemático, vino de la mano de VIEHWEG, con su Obra Tópica y Jurisprudencia
quien propone un cambio radical en la metod010Na jurídica continental, orientándola hacia el
caso concreto y teniendo en cuenta las
153
peculiaridades que concurran en el mismo. Según el mencionado autor, los resultados más
importantes de su investigación son los siguientes: "La tópica es una técnica del pensamiento
problemático, que fue desenvuelta por la retórica y que es el desarrollo de una contextura
espiritual, que incluso en sus particularidades se distingue en una forma inequívoca del espíritu
deductivo sistemático. La tópica se encuentra en el iuS civile, en el mod italicus, en la doctrina
civilista actual y presumiblemente también en otras sedes. Los esfuerzos que en los tiempos
modernos han sido hechos para desconectar de ella a la jurisprudencia han tenido éxito sólo en
una medida muy escasa. Una continuación de estos esfuerzos exige una rigurosa sistematización
deductiva de nuestra rama del saber realizada con unos medios muy exactos. Su objetivo ha de
dirigirse a desarrollar la jurisprudencia, a través de una sistematización deductiva, como Ciencia
del Derecho, lo que presupone admitir que los problemas de nuestra disciplina pueden recibir de
este modo una solución mucho más satisfactoria. En cambio, si esto no se acepta, la jurisprudencia
tiene que ser entendida como un procedimiento especial de discusión de problemas, que, como
tal, es el objeto de la Ciencia del Derecho. Los esfuerzos deben dirigirse entonces a tomar
conciencia de este hecho, en todas sus particularidades, y a configurar un procedimiento del modo
más claro posible y más conforme con sus naturaleza.
Se trata, así, de una técnica del pensamiento de problemas, de un pensamiento que opera por
ajustes concretos para resolver problemas particulares partiendo de unas directrices que no son
principios lógicos, sino simples pautas de valor relativo revelado por la experiencia. El
procedimiento de la tópica, como nos aclara G IMBERNAT, consiste en enfrentarse con los
problemas de la mano de distin tos puntos de vista (topoi) que, en una etapa más desarrollada,
pasan a integrarse en determinados catálogos o listas de topi: esto es: en repertorios de puntos de
vista"261 En todo caso, se estima que la estructura jurídica total que realmente hay que encontrar
no es un sistema en sentido lógico, pues la categoría del sistema deductivo se considera
inadecuada para la ciencia del Derecho, de modo que la estructura total de la jurisprudencia y sus
partes integrantes, conceptos y proposiciones, sólo se pueden determinar y ser utilizados en
vinculación con el problema262 .
Desde nuestro punto de vista, de acuerdo con la doctrina mayoritaria, la virtud, una vez más, está
en el término medi0263. Ciertamente, no les falta razón a los que
154 Rony
se hacen sentir particularmente en las relaciones con el Estado y todavía en mayor medida en el
marco del Derecho penal, que no deja de ser el Derecho limitador de derechos por excelencia; y
en este sentido, parece indudable que, al menos al día de hoy, la elaboración categorías y la
integración coherente de los conceptos penales en un sistema, características del pensamiento
2Gdogmático, proporcionan una seguridad jurídica inalcanzable por otras metodologías
En esta materia se impone, por lo tanto, una solución de compromiso, pues todos queremos que
el Derecho penal atienda a nuestros problemas reales, pero, al mismo tiempo, necesitamos que
ello se lleve a cabo en un marco de seguridad jurídica, para no vernos sorprendidos por los
caprichos y la arbitrariedad del poder.
Puede llegar a decirse, incluso, que esta solución de compromiso es la actitud más coherente con
la fórmula dialéctica del Estado social y democrático de Derecho.
Desde nuestro punto de vista, por lo tanto, ni debe caerse en el extremismo, ni debe pensarse que
son dos métodos imposibles de conciliar. La sistematización se lleva a cabo a través de un proceso
de abstracción, intentando reconducir IO individual a categorías
cada vez más generales. Lo único que se pretende con ello es la elaboración de una serie de
conceptos esenciales y su ubicación adecuada en el sistema. Una sistematización del
155
material jurídico facilita el estudio y la solución de los casos que pueden presentarse, lo que nos
favorece a todos, pues contribuye a la previsibilidad e igualdad en la aplicación del Derecho y, con
ello, a la seguridad jurídica265. En la medida en que inhabilite al sistema como medio para
proporcionar soluciones a los problemas reales, sí sería criticable2f'('. En definitiva, que en
Derecho penal el sistema no pueda ser un sistema entendido en sentido teórico riguroso, como
sistema lógico puro y cerrado, no significa que haya que prescindir del sistema. Ciertamente, el
sistema de Derecho penal ha de ser un sistema abierto, problemático, interesado por la realidad
que el Derecho regula, El único sistema admisible, como señala MIR PUIG, "es un sistema capaz de
adaptarse a las variables necesidades que rigen la adecuada solución de los problemas y a la
incesante multiplicación y modificación de los mismos problemas planteados. El sistema no puede
imaginarse como el término final de la elaboración dogmática, sino como fase esencialmente
transitoria. Un sistema al servicio del problema no puede ser cerrado sino abierto
Todo ello supone que el Derecho penal ha de poner la vista en los problemas reales y no sólo en
los puramente dogmáticos. En esta orientación, sin duda, hay que destacar a R0XIN, que lleva
muchos años defendiendo, con gran acierto desde nuestro punto de vista, la introducción de
criterios político-criminales en la Dogmática penal. Su objetivo es muy claro: tratar de superar la
dualidad metodológica, que en aquellos momentos parecía inevitable, introduciendo la política
criminal en el seno mismo de la elaboración dogmática. La obra de ROXIN contribuye la superación
de la tradicional contraposición, que parecía insalvable, entre el pensamiento sistemático y el
pensamiento problemático en el Derecho penal, permitiendo poner fin al formalismo dogmático a
través de la introducción en el sistema de valoraciones materiales y eminentemente prácticas de
política criminal.
156
a) EL DELITO:
Desde la historia, al delito se le ha tratado de explicar de una manera filosófica, señalando que el
delito es simple y sencillamente el quebranto de la justicia penal, por el deber al respeto de la
misma. Otras definiciones filosóficas, han concebido al delito como la violación al deber social. El
profesor italiano Domingo Romagnosi, lo expuso como el acto libre de una persona inteligente que
daña a los demás y a la justicia. La filosofía del delito se empata con la violación al respeto, la
inobservancia de los deberes sociales, al daño y al mal que se ocasiona al derech0268
Para definir el delito, desde una conceptualización formal, es necesario acudir a IO que establece
el artículo IO del Código penal, en el cual se indica que delito son todos aquellos "hechos previstos
en las figuras delictivas atribuidos al imputado, cuando fueren consecuencia de una acción u
omisión normalmente idónea para producirlos conforme a la naturaleza del respectivo delito y a
las circunstancias concretas del caso o cuando la ley expresamente lo establece como
consecuencia de determinada conducta" • Es interesante observar la definición formal, puesto
que, trae consigo element0S esenciales que la dogmática penal ha estudiado y que ha logrado
aplicar, tal es el caso de la acción, la tipicidad (legalidad), anti juridicidad y la culpabilidad, que se
menciona en esta definición legal.
La dogmática ha elaborado una serie de elementos que considera indispensable que concurran
para la existencia del delito. Estos elementos son tan indefectibles
157
que, con la falta de uno de ellos, no existiría el delito. Los elementos esenciales son:
ACCIÓN, TIPICA, ANTIJURÍDICA Y CULPABLE. cada uno de estos elementos deberán presentarse
uno tras otro.
La dogmática penal ha establecido que delito es una "ACCIÓN, TIPICA, ANTIJURÍDICA Y CULPABLE"
y, consecuentemente, la definición formal, anteriormente indicada, se perfila a estos cuatro
elementos indispensables para la existencia del delito. Es decir, para que exista delito, no solo
basta con la acción, la tipicidad y la antijuridicidad, sino que se exige la culpabilidad. Nunca podrá
haber culpabilidad sin antijuridicidad. Nunca podrá haber delito, sin acción o culpabilidad. Es
conveniente, entonces, para analizar un hecho y tratar de encuadrarlo en un delito, el análisis de
cada uno de los cuatro elementos, iniciando por la ACCIÓN, siguiendo, la TIPICIDAD,
posteriormente analizar la ANTIJURIDICIDAD y, finalmente, la CULPABILIDAD.
En este apartado se estudiará cada uno de estos cuatro elementos del delito, con cada una de las
características y sub especies que conforman dichos elementos. Todo ello para apoyar el análisis y
determinación de existencia o no de un delito.
Es importante resaltar la exigencia ineludible de los cuatro elementos para la cosntitucion del
delito en un caso concreto: ACCION, TIPICIDAD, ANTIJURIDICIDAD Y CULPABILIDAD.
Cuando se tengan claros los elementos esenciales del delito y los componentes que integran cada
uno de ellos, se podrá resolver con plena confianza y convencimiento cualquier hecho que parezca
delictivo.
Por ejemplo, en un hecho con resultado muerte y la existencia de una persona que se le
sindica la autoría del mismo: las principales preguntas serían:
e) ¿Existió alguna causa justa (legal), que le motivó a cometer el resultado muerte?
158
Para la resolución de los planteamientos expuestos, y muchos más, es importante contar con el
conocimiento de los elementos esenciales del delito (acción, tipicidad, antijuridicidad y
culpabilidad) y con las características que los distinguen: por ello iniciaremos el estudio de los
mismos.
Como preámbulo al estudio de dichos elementos, es necesario hacer constar, de conformidad a las
distintas sistemáticas que los han tratado y los siguen analizando, tal y como se expuso
anteriormente, el trabajo aquí presentado es respetuoso de cada uno de los estudios realizados a
la sistemática del delito, es más, admira la lucha intelectual y el aporte en cada estudio que se ha
planteado. El objeto que tiene la presente obra es desarrollar cada uno de los elementos
esenciales del delito, para lograr la comprensión de estos, utilizando para ello, los distintos
planteamientos aportados por la doctrina mayoritaria y por toda aquella doctrina, aunque no
mayoritaria, ha contribuido en algunos aspectos relevantes y oportunos en la comprensión y
mejor aplicación del delito en casos concretos. Como es sabido, la teoría del delito es compleja y,
en muchas ocasiones, no se conoce, como debiera conocerse. El fruto de un conocimiento
simplista de la teoría de delito, arroja resultados incoherentes con el sentido común y con una
verdadera aplicación de la justicia. En distintos medios de comunicación y en algunas sentencias
de primer grado, hasta de casación, se han observado casos concretos con resultados aciagos para
la justicia; todo ello, por el desconocimiento en el manejo de la teoría del delito.
159
1. ACCION
Es tradicional empezar la definición de delito con el primer elemento del mismo, que hace
referencia a la "acción' o "comportamiento", entendido en sentido amplio, como elemento
comprensivo de la acción y de la omisión.
Tradicionalmente se ha expuesto que la acción está constituida por dos elementos indispensables:
CONDUCTA HUMANA y VOLUNTARIEDAD.
A.- CONDUCTA HUMANA QUE CONTRADICE EL ORDEN JURÍDICO PENAL: Para toda clase de delitos,
se necesita que la conducta o el comportamiento que provoque un resultado o ponga en peligro
un bien jurídico protegido, se realice a través un movimiento corporal humano. Se hace necesario
recalcar que se excluyen todos aquellos actos que no provengan de un comportamiento humano,
prescindiendo también, los pensamientos, modos de vida o modo de ser de las personas.
Consecuentemente, solo puede ser delito cuando se inicie con una conducta o comportamiento
humano.
B.- VOLUNTARIEDAD: Se necesita que la conducta o el movimiento corporal humano haya sido
guiado por la voluntad de la persona. De lo contrario no existiría acción. La voluntad se podría
definir como la capacidad del ser humano de realizar sus acciones con base a su conciencia,
sentimiento y libertad de actuar.
La acción es una conducta humana dirigida por la voluntad que por acción u omisión trasforma o
modifica el mundo exterior.
Esta definición anterior, es avalada por el propio ROXIN, al indicar en su libro de Derecho penal
que la acción es "una conducta humana significativa en el mundo exterior, que es dominada o al
menos dominable por su voluntad 269
161
Al día de hoy, los conceptos de acción han variado, toda vez que la dogmática penal ha superado
día tras día los conceptos anteriores y ha establecido los siguientes: a) el concepto personal de
acción de Roxin, el cual se refiere a la manifestación de la personalidad y se inclina por ser una
acción a todo lo que se puede atribuir al ser humano como el centro anímico-espiritual de la
acción. Los pensamientos y los impulsos de la voluntad pertenecen a esa esfera espiritual-anímica
de la persona; b) el concepto funcional de la acción del tratadista alemán GuntherJäkobs, quien es
el mayor exponente del funcionalismo sistémico, sostiene que la acción es un comportamiento
exterior evitable y, c) concepto comunicativo de la acción, el cual indica que la acción corresponde
a su significado social, toda vez que, existe una relevancia comunicativa de la conducta humana en
la sociedad.
De igual forma, se puede observar que el elemento de acción, para una parte de la dogmática
penal, ya no consiste en un elemento pre-típico, sino que, se ha constituido en una figura
conjuntiva con la tipicidad donde existe la absorción de la acción por el tipo penal: "acción típica -
Se refiere a una conducta o comportamiento activo, es decir, que la persona humana actúa con
impulso de hacer algo y que ése algo equivale a un hecho Contrario al ordenamiento jurídico. El
hombre o mujer que actúa o procede activamente a modificar el mundo exterior ejecuta una
acción activa, como consecuencia es una acción propia o de comisión exterior (matar, lesionar,
estafar, violar, defraudar, etc.). Es una conducta de hacer. Con la acción propiamente dicha se
lesionan normas imperativas, que establecen la obligación de abstenerse de actuar y a pesar de
ello se actúa.
Ejemplo.
Juan le dispara con un revolver a Oscar; Jose sustrae una billetera de la oficina de Manuel.; Karina
hace un documento falso para obtener beneficios. En estos casos se establece la comisión o la
acción propia: se trata de hacer o actuar por parte del Sujeto activo - matar, robar o falsear-.
OMISION
Es la conducta o comportamiento del ser humano en la que desatiende una obligación que la ley le
exige realizar. Es simplemente, una inactividad del ser humano sobre un hecho que el
ordenamiento normativo le obliga actuar. Es todo lo contrario a la anterior acción- La omisión,
tiene la peculiaridad que la persona no actúa, su actividad es pasiva y por ello, se le sanciona.
Ejemplo:
Manuel tiene que pasar pensión alimenticia establecida en una sentencia y no la paga; Jacinto ve
un accidente y no auxilia teniendo la posibilidad de hacerlo; Ana tiene un hijo y no le proporciona
alimentos y por eso muere el niño. En estos casos existe una conducta pasiva por no hacer y se
sanciona por el hecho de no hacer nada, teniendo la obligación legal de hacer.
Clases de omisión: No todas las conductas 0 comportamientos humanos de omisión tienen las
mismas características y consecuencias.
Omisión Propia: También denominada omisión pura, se determina a través de la pasividad del
sujeto a la realización de una conducta que la norma penal le obliga a
163
realizar. Esta clase de omisión se encuentra descrita en la propia legislación, por lo que,
únicamente se sancionaran las conductas omisivas cuando lo sancione expresamente la ley. Ej.
Omisión de auxilio (art. 156 cpg Negación de asistencia económica (art. 242 cpg), el
incumplimiento de deberes (art. 244 y 419 cpg), denegación de auxilio (art. 421 Cpg),
Incumplimiento de pago (art. 448 Cpg), Omisión de denuncia (art. 457 Cpg), Denegación de justicia
(art. 469 Cpg).
Ejemplo:
Todos estos tipos penales tienen la particularidad que la persona no realiza la conducta que la ley
penal le ordena: le exige que pague sus pensiones alimenticias y no lo hace; le exige que preste
ayuda a personas de un accidente o ancianos y no lo hace; le exige denunciar un hecho delictivo
que observó como Director de un Hospital no lo hace, etc.
Omisión impropia (Comisión por Omisión). Esta clase de omisión se deriva de un comportamiento
pasivo del deber de actuar contraídos por obligaciones legales, contractuales o familiares. Esta
omisión tiene la particularidad de no estar descrita taxativamente en la ley penal, como la omisión
pura. La comisión por omisión, se caracteriza por que el sujeto no actúa en un hecho que tiene
obligación de actuar. Esta obligación de actuar se deriva de un deber jurídico que se tiene por
disposiciones legales en general, por disposiciones de un contrato o por las relaciones familiares
existentes. El fundamento de la Comisión por omisión se encuentra en el artículo 18 de nuestro
Código penal, al indicar que 'quien omita impedir un resultado que tiene el deber jurídico de
evitar, responderá como si lo hubiere producido". Con ello, se pueden determinar los siguientes
elementos: a) la omisión —el no actuar-; b) el sujeto tiene la obligación de evitar el resultado —
tiene la posición de garante-; c) por esa omisión voluntaria y que tiene una posición privilegiada
por la ley para evitar el resultado, tendrá que responder de forma igual como si él lo hubiese
realizado. La diferencia esencial con la omisión propia, es la posición del sujeto activo, en la
comisión por omisión, se tiene una calidad especial para proteger y actuar. A esta posición
especial se denomina, posición de garante: El esposo tiene la obligación legal de proteger y
defender a su esposa. El salvavidas por medio de contrato, tiene la obligación de velar por la
seguridad y protección de los bañistas. Los hermanos tienen la obligación familiar de cuidarse y
protegerse mutuamente.
Cuando un sujeto no actúa (actividad pasiva), teniendo esa obligación de actuar, estaríamos en
una omisión impropia o comisión por omisión. En los casos anteriores,
164
cuando el esposo observa que su mujer se fracturó la cabeza (se encuentra inconsciente) y no
actúa para evitar su muerte o el salvavidas que no actúa para rescatar a un bañista que se está
ahogando en la piscina, el esposo y el salvavidas tienen una posición diferente al resto de la
población, por ser parientes legales o por tener contrato para evitar este tipo de tragedias, por Io
que, la legislación los coloca en una POSICIÓN DE GARANTE, ya que, tienen una posición especial
de cuidado y protección con respecto a la víctima. Por ello se dice que en esta clase de omisión, no
estamos ante una omisión simple, sino que se trata de una actividad omisiva que se equipara a la
acción (esta clase de omisión equivale como si el sujeto hubiese actuado para la realización del
hecho delictivo).
Ejemplo:
El esposo que llega a la casa y observa que su mujer se está suicidando y no actúa ni llama a los
bomberos y la mujer se muere; El salvavidas que observa que un niño se está ahogando en la
piscina que tiene bajo su responsabilidad y no actúa ni hace el intento de salvar al niño y este se
muere. El médico que voluntariamente deja de atender a un paciente herido y este fallece a
consecuencia de dicha inactividad médica. En estos casos, existe posición de garante del esposo,
del salvavidas y del médico (relaciones familiares-legales y por contrato), por su omisión
voluntaria, responderán como si hubiesen matado a la mujer, al niño y al paciente,
respectivamente. No se sancionarán como omisión de auxilio, sino que, como parricidio y
homicidio. Ellos tenían la posición de garante y no evitaron el resultado.
Lo más importante para esta clase de omisión (omisión impropia o comisión por omisión), es la
posición de garante del sujeto que omite y la consecuencia jurídica por dicha omisión. La conducta
de no actuar en estos casos, conlleva a que el sujeto sea sancionado como si hubiese realizado la
acción, de allí el nombre de comisión por omisión. Esta clase de omisión (por obligación legal,
familiar o contractual), se equipará exactamente a la acción (como si hubiera actuado y no solo
omitido). En el caso del esposo, se sancionará como parricida (dar muerte a parientes). En el caso
del salvavidas, y del médico se sancionará como homicidio. En estos casos, la omisión no es
simple, en virtud que estas personas tienen la obligación legal o contractual de impedir el
resultado que conocen. No se trata que sean héroes, lo que se busca es que las personas obligadas
(por ley, contrato 0 relaciones familiares) actúen y traten de evitar la consumación de los hechos.
165
Diferente es el trato para la omisión pura, puesto que esta clase de omisión se sanciona de
conformidad a lo que taxativamente se establece en las leyes penales. (ej. n vecino que observa a
una señora suicidándose y no actúa y ni llama a los bomberos; un bañista que observa a una
persona ahogándose y no actúa, en ambos casos se les sancionaría como omisión de auxilio y no
como parricidio y homicidio, puesto que en ambos casos no posee la posición de garante).
a) LEGAL: Cuando por disposición de ley se establezca la obligación de proteger, cuidar y asistir a
una determinada persona. Ej. obligación del marido con la mujer, obligación de los padres a
proteger y cuidar a sus hijos, la obligación de parientes en la alimentación; obligación de proteger
y proporcionar alimento a los reclusos; de igual forma se tendrá que determinar la obligación
especial contenida en todas aquellas normas administrativas que dispongan cualquier situación
similar (en Hospitales, Centros de Salud, Bomberos, Protección y cuidado de niños y ancianos, etc.)
Por ello, es muy importante acudir a la normativa de cada institución para establecer la posición
de garante del omitente. Ej. El jefe de policía que, faltando a los deberes de su cargo, permite un
acto de tortura.
c) FAMILIAR: Cuando se identifique una estrecha vinculación familiar entre la víctima con el
omitente, se determinará la posición de garante. Este apartado es muy complicado, puesto que
legalmente los parientes colaterales no tienen la obligación legal de proteger y cuidar a esta clase
de familiares. Pero por razones, de sentido común y de lógica simple, se puede establecer la
obligación de cuidar y proteger a sus parientes, cuando éstos se encuentren en una Situación de
peligro (no se puede sancionar de igual manera —omisión de auxilio. a un tío de la víctima por su
omisión, que a un peatón desconocido por la misma omisión). La doctrina tiene una ardua batalla
para considerar a los parientes como garantes. Una parte de la doctrina requiere, para estos casos,
una estrecha vinculación familiar y la existencia de una dependencia absoluta entre la Víctima con
el omitente.
d) RELACIÓN CUASI-CONYUGAL. Para un sector doctrinal, también considera como garantes a las
parejas sin formalización alguna (relaciones de noviazgo, cuasi-matrimonial, relación homosexual).
Este apartado es mucho más complicado, puesto que se necesitará establecer en cada caso
concreto la vinculación y la dependencia en el momento exacto de los acontecimientos.
f) EL ACTUAR PRECEDENTE: Esta figura acontece cuando alguien realiza una conducta previa
peligrosa y no controla el efecto o la posterior protección de un bien jurídico protegido. Ej. Quien
priva la libertad de alguien y omite darle comida y se muere.
Lo más importe para establecer la posición de garante es determinar si la persona que omitió, se
encontraba dentro de alguna de las posiciones anteriores. Al establecerse la posición de garante,
debe ser tratada la conducta como Comisión por omisión y la sanción será equiparada a la acción,
como si él hubiese realizado una conducta activa•
AUSENCIA DE ACCIÓN.
167
A) Fuerza irresistible: El que obra violentado por una fuerza absoluta, de tal modo que suprime por
completo su voluntad. No actúa voluntariamente, sino que se convierte en un mero instrumento
(vg. un empujón y, debido a ello, resulta lesionada otra persona). La fuerza exterior se clasifica en
dos: vis absoluta (física) y vis compulsiva (psíquica). La vis absoluta (física), se refiere a una fuerza
externa, motivada por la naturaleza o por otra persona, que imposibilita el actuar
voluntariamente. En el presente caso se necesita de una fuerza exterior que sea irresistible para la
persona. La situación es más compleja cuando se pueda determinar la existencia de una fuerza
exterior resistible. En estos casos, la jurisprudencia deberá de anteponerse a circunstancias
similares y determinar un quantum de cualidad de la fuerza. Lo más importante es determinar la
existencia de una influencia física irresistible que le haga actuar u omitir, para considerarse dentro
de la fuerza exterior, y así, excluir la acción.
Ejemplo.
Casos de vis absoluta: fuerza irresistible: Juan está caminando sobre la orilla de una piscina y
repentinamente es aventado por otra persona y al caer al agua golpea y mata a una niña que
estaba nadando. Juan no realiza acción alguna, por lo que, no comete delito porque sufrió de una
fuerza irresistible al caer al agua. El policía de un almacén que los delincuentes han atrapado y
encadenado a un poste, no impide el robo. En este caso, también se sufre de una fuerza irresistible
que le impide actuar.
Ejemplo:
Ejemplo:
El sonámbulo, que al caminar dormido lesiona a un niño recién nacido. En este caso no existe
voluntad del sujeto, por el estado de inconciencia en el que se encontraba.
En relación al Actio libera in causa (acción libre de causa), en doctrina se ha establecido una
opinión general al respecto, donde se establece que una persona al colocarse en un estado de
inconciencia de manera dolosa o imprudente, con anterioridad a la realización de los hechos, no
excluirá a la acción y posterior responsabilidad del sujeto. Existe una diversidad de casos de
jurisprudencia y de la doctrina que hacen alusión a este tipo de conductas anteriores al estado dc
inconsciencia del sujeto (artículo 23.2 del Código penal guatemalteco). La importancia de esta
institución, se determinará en el elemento de la culpabilidad.
RELACION DE CAUSALIDAD.
Es un tema de mucha relevancia en el Derecho penal, en virtud del cual se tiene que establecer
cuál fue la acción u omisión más adecuada o idónea que produjo el resultado (hecho delictivo).
Con ello, es de suponer que no todas las acciones u omisiones efectuadas son las que
verdaderamente ocasionan el resultado o hecho delictivo. Es importante establecer el vínculo
existente entre el resultado (hecho delictivo) con la conducta o conductas determinadas en una
acción u omisión, para concretar el comportamiento que efectivamente produjo el resultado.
para una definición formal, se puede indicar que la relación de causalidad es el método jurídico-
penal lógico que permite establecer el vínculo causal entre el resultado típico con la conducta de
la persona que realizó una acción u omisión. Es necesario, en todos y cada uno de los casos,
fundamentarse en el sentido común, para tratar de acercarse a la verdadera causa que motivó o
precedió el resultado. En el Código penal guatemalteco, se establece la relación de causalidad en
el artículo 10, el cual indica: "Relación de causalidad. Los hechos previstos en las figuras delictivas
serán atribuidos al imputado cuando fueren consecuencia de una acción u omisión normalmente
idónea para producirlos, con forme a la naturaleza del respectivo delito y a las circunstancias
concretas del caso o cuando la ley expresamente lo establece como consecuencia de determinada
conducta".
Con lo anterior, se establece la exigencia del legislador para determinar si la conducta convertida
en acción u omisión fue la idónea para producir el resultado. Es desde allí que se tiene la enorme
necesidad de establecer la verdadera causa que produjo el resultado, con el objeto de discriminar
otras acciones que se produjeron pero que no son las idóneas para producir el hecho delictivo. Las
palabras "acción u omisión normalmente idóneas para producir el resultado", constituye la clave
para determinar la relación de causalidad entre una conducta humana y el resultado. En
apariencia puede resultar sencillo, en especial aquellos casos que regularmente se conoce la causa
que produjo el hecho delictivo. Se puede establecer que los disparos "son normalmente idóneos
para dar muerte a una persona". Con esto, es importante determinar que con un dulce o un
chocolate nunca se puede dar muerte a una persona —estas acciones de dar un chocolate o un
dulce (sin sustancias negativas), no son normalmente idóneas para matar a una persona-.
En el transcurso de la vida se puede instituir un sinfín de realidades, por lo que, se hace necesario
constituir algunos parámetros que coadyuven a determinar la acción u
170
omisión correspondiente al resultado y con ello, establecer si esa acción u omisión fue la idónea
para producir el hecho delictivo.
Para ello, la doctrina ha elaborado y desarrollado varias teorías que han pretendido plantear las
soluciones a un sinfín de casos, entre las cuales están las siguientes, que se agrupan en dos
grandes apartados:
1.- LAS TEORIAS GENERALIZADORAS: Para estas teorías, todas las condiciones son generalizadoras
de las causas. Sobresale la teoría de la equivalencia de las condiciones:
Fue elaborada por Glaser en el año 1858, estableciendo que "es causa de un resultado toda causa
que motivó la producción del resultado, sin importar que tan grande o pequeña sea la causa'. En
otras palabras, ésta teoría establece que toda causa es condición válida del resultado producido.
La teoría se fundamenta en la fórmula de la conditio sine qua non, con la cual se considera causa
del resultado, toda conducta que suprimida mentalmente no hubiese producido dicho resultado.
Se trata de evidenciar la causa que produjo el resultado a través de la siguiente pregunta: ¿Qué
habría sucedido si no se hubiere realizado la conducta efectuada? La respuesta a la pregunta, no
permite delimitar todas las conductas, puesto que todas estas conductas, por pequeñas o grandes,
tuvieron su influencia para producir el resultado. Con ello, se puede responsabilizar a todas las
conductas de los resultados producidos, sin establecer que tan idóneos o necesarios fueron para el
resultado.
Como se puede determinar, esta teoría no tiene límites para establecer la causa del resultado, por
eso es descartable, no contiene fórmulas para restringir las posibilidades de imputación de la
causa con el resultado. Es importante tomar en consideración que no toda causa es realmente
idónea para producir un resultado.
171
TEORIA DE LA ADECUACIÓN:
Esta teoría fue elaborada por el médico Kries, para determinar de una mejor forma la causalidad
entre causas y efectos dentro del ramo de la medicina. Dicha teoría fue acogida en el ámbito
jurídico con el objeto de establecer y mejorar la teoría de la equivalencia de las condiciones. El
objetivo esencial fue estipular la restricción a ciertas acciones que no precisamente hayan
colaborado o sean idóneas para producir el resultado que se investiga.
Ejemplo:
Un hombre sin mediar palabra dispara a otra persona y esta fallece. Se puede establecer que la
causa del homicidio se debió a la acción del disparo, por lo que si se suprime mentalmente dicho
disparo, desaparecería el homicidio.
172
Dos jóvenes comen shucos en la sexta avenida a y ambos, Posteriormente, sufren de intoxicación.
Se puede establecer que la causa del daño en el aparato digestivo de los jóvenes se debió al
consumo de los "shucos", por lo que, si se suprime mentalmente dicha comida, prácticamente
desaparecería la intoxicación.
Requiere que el sujeto activo con su actuar, haya producido un riesgo relevante o haya aumentado
un riesgo con su proceder. En el momento que no se produzca un riesgo relevante para producir
un resultado, no se le podrá imputar el resultado a la acción realizada. Puede existir una infinidad
de hechos delictivos, que no necesariamente hayan sido precedidos por acciones relevantes que
hayan puesto en riesgo o en peligro el hecho. Se hace indispensable que el sujeto activo crea o
aumente un riesgo relevante para determinar este primer elemento.
Ejemplo:
Un hombre ataca a balazos a otra persona. Con esta acción de atacar a balazos, se determina la
existencia de un riesgo relevante para darle muerte a la otra persona.
Existe una infinidad de casos donde no se puede determinar el riesgo relevante actuado por el
sujeto activo, como, por ejemplo:
El hecho de mandar a una persona al bosque y en el camino le cae un rayo; el hecho de darle un
boleto de avión a la esposa y el avión se accidenta; el hecho de enviar, como castigo, a un hijo a
una cabaña y en esa noche se incendia la misma y muere el menor. En estos tres supuestos, se
puede advertir la inexistencia de la creación de un riesgo relevante para producir el resultado de
muerte, por parte del sujeto activo, toda vez que, el riesgo creado no está jurídicamente
desaprobado,
173
De igual forma, a través de este primer elemento, se pueden resolver casos complejos como los
siguientes:
La enfermera que no evalúa correctamente a un donador de sangre y resulta ser positivo de VIH,
empero se determina que en el momento de la omisión, dicho donador se encontraba en el
período ventanal (no se podía detectar por ningún medio). Con ello, no se podría imputar
objetivamente a la enfermera del delito de lesiones graves, en virtud que hubiese dado lo mismo
con la evaluación o sin ella. Del mismo modo resultaría el caso del conductor que conduce a
excesiva velocidad y atropella a un peatón embriagado, empero se demuestra que hubiese
sucedido lo mismo si hubiese conducido con la velocidad reglamentaria. En estos dos casos, no
existe un riesgo relevante o aumento del riesgo relevante para cometer los ilícitos penales. Muy
distinto sería en el campo de la sanción administrativa.
Tampoco es imputable el hecho que un conductor de vehículo que observando todas las normas
reglamentarias en su conducción atropella a otra persona, en estos casos, no existe un riesgo
relevante o aumento del mismo, toda vez que, dicho conductor se mantiene dentro de los límites
del peligro permitido. De igual forma, en el caso de un pequeñísimo golpe a un hemofílico que se
desconoce de su enfermedad, por lo que, no existiría imputación alguna, toda vez que, no existe
un riesgo relevante del sujeto activo en su conducta para causar la muerte de dicha persona,
distinto sería el caso, si se conocía de antemano dicha enfermedad y a pesar de ello, le ocasiona el
golpecito.
174
Ejemplo:
La persona que fue objeto de varios disparos fallece a consecuencia de dichos disparos, En cl
presente caso, existe una relación causal directa entre la acción de disparar con la muerte
producida a consecuencia dc dicha acción. No existió ninguna interrupción del nexo causal.
Al igual que en el elemento anterior, pueden surgir conductas que ese nexo causal, por lo tanto,
no habría imputación objetiva, como en los casos siguientes:
Ejemplo:
El suicida que se lanza bajo las ruedas de un carro en el periférico. El resultado muerte no se le
imputara al conductor porque la norma del delito de homicidio no impide la muerte voluntaria
del sujeto pasivo.
quién consume drogas con otro, el cual resulta muerto a consecuencia de dicho consumo; quien
acepta una lesión, estando en su plena capacidad volitiva; quien no permite que se le practique
una operación o transfusión de sangre; quien acepta participar libremente en un juego peligroso o
riesgoso (apuesta a la ruleta rusa, copiloto en carreras de vehículos, montañistas, etc.); quien
conduce una motocicleta sin casco de protección y le ocasionan un accidente y fallece como
consecuencia de su propia negligencia al no portar dicha medida protectora.
176
Actualmente la doctrina batalla sobre la posibilidad que la acción sea también realizada por las
personas jurídicas para su eventual responsabilidad penal. La doctrina mayoritaria niega dicha
posibilidad, tomando en cuenta que la acción es únicamente ocasionada por un comportamiento
humano con capacidad de motivación para su actuar, algo que con una persona jurídica (ficción)
sería imposible. Este círculo dogmático ha establecido que las personas jurídicas por sí solas no
pueden accionar, sólo lo harán a través de seres humanos que regularmente dirigen sus
actividades.
177
a.- No puede existir acción, como primer elemento esencial de la teoría del delito, por parte de
una persona jurídica, en virtud que esta persona no funciona por si misma, y mucho menos tiene
voluntad propia. Para que exista acción se hace necesario un comportamiento propio con
voluntad de hacer o no hacer algo, que depende Únicamente de aquella persona que tiene esa
facultad psíquica para decidir por sí misma y no por otros.
b.- No se puede responsabilizar penalmente a un ente jurídico, puesto que se estaría violando el
principio de culpabilidad. Es menester recordar que, dentro de las características propias de la
culpabilidad, se encuentra la responsabilidad personal. En el Derecho penal no se permite la
delegación de responsabilidad de un hecho criminal. El Derecho penal persigue y sanciona
únicamente al verdadero responsable de un delito. El Derecho penal, como lo indica un postulado
coloquial, busca al responsable y no a quien se le pueda responsabilizar. La responsabilidad penal
difiere de la civil, no es delegable.
c.- El penalizar a una persona jurídica por los actos voluntarios de personas individuales que la
integran, se estaría facilitando una violación al principio ne bis in ídem, en virtud que la sanción a
la persona jurídica es independiente a la que se le pueda sancionar a la persona individual. Con
ello, un acto voluntario de la persona natural se sancionaría doblemente: una, derivado de la pena
a la persona jurídica (muerte o cancelación de la persona jurídica, donde él es socio o dueño) y
otra, por la pena a esa persona individual (pena de prisión).
d.- En cuanto a la función de la pena, no se puede esperar los efectos preventivos generales y
especiales de las personas jurídicas, en virtud de que, la persona sancionada no tiene la capacidad
intelectiva para motivarse a la disuasión del hecho y a la resocialización.
178
a.- La persona jurídica tiene capacidad de acción, en virtud que posee plena facultad para contraer
derechos y obligaciones. En el Derecho Civil, Mercantil y Laboral se pueden concertar contratos
legalmente validos con una persona jurídica. No es coherente pensar que solo en otras ramas del
Derecho se puede establecer la acción voluntaria de la persona jurídica.
b.- La sociedad actual no puede permitir la irresponsabilidad de las personas jurídicas que hayan
cometido hechos criminales, puesto que a través de las mismas se cometen grandes delitos, como
estafas, lavado de dinero, terrorismo y cualquier otra actividad criminal que ha puesto de rodillas a
la comunidad nacional e internacional. Cada día se hace necesario responsabilizar directamente a
una persona jurídica, con independencia de la responsabilidad penal de las personas individuales.
En conclusión se establecería, en beneficio de una justicia social, el aforismo "societas delinquere
potest", en lugar de ('societas delinquere non potest .
c.- Es incuestionable que las personas jurídicas, en el ejercicio de sus funciones legales, cometen
actos ilícitos. Actualmente no basta con el hecho de sancionar únicamente a las personas
individuales (gerentes o administradores), puesto que son de fácil reemplazo • y la persona
jurídica seguiría vigente y activa, perpetrando muchos más crímenes en contra de la sociedad. Es
necesario sancionarla con penas muy específicas desde multas hasta el cierre definitivo de la
misma.
d.- Se tiene antecedentes en otras legislaciones, donde se ha establecido la responsabilidad
directa de las personas jurídicas, tal es el caso de Francia en el año de 1993, el Código penal de
Portugal, Belga, Perú, etc., donde no ha existido dificultades en la aplicación del Derecho penal a
esta clase de personas
179
para finalizar, es propio hacer referencia a un voto razonado que emitió el Dr zaffaroni, en una
sentencia de casación sobre el caso Fly Machinne, S.R.L , en agosto de 2006, el cual indicó: "Que,
en síntesis, la operatividad de la máxima constitucional injuria sine actione impone la
delimitación del concepto jurídico penal de conducta, sobre la base de un hacer u omitir que
reconocería como único sujeto activo al ser humano, respecto del cual puede reaccionar el Estado
con las penas legalmente previstas, excluyendo por ende a las personas jurídicas de acuerdo con el
principio societas delinquere non potest (o universitas delinquere nequit); el cual salva además los
irrenunciables principios de culpabilidad y personalidad de la pena. Que más allá de lo expresado
en torno al concepto de acción, existen otras limitaciones que no hacen viable la responsabilidad
penal de las personas jurídicas, En efecto, una de ellas está configurada por la imposibilidad de
realizar a su respecto el principio de culpabilidad dado que no resulta factible la alternativa de
exigir al ente ideal un comportamiento diferente al injusto precisamente por su incapacidad de
acción y de autodeterminación negando así la base misma del juicio de reproche. En este sentido
asiste razón al fallo apelado cuando afirma que la capacidad penal de una sociedad implica "la
derogación de los principios que rigen la acción, la imputabilidad, la culpabilidad y la pena"272
180
Este tema es de relevancia judicial, puesto que, desde el preciso momento que se reguló
penalmente la responsabilidad directa de las personas jurídicas, han existido ciertas voces de
inconformidad, especialmente, en el tratamiento de la injusticia para aquellos socios de las
empresas que únicamente tienen sesiones mensuales, sin involucramiento alguno con los
administradores o gerentes de la empresa. Tal y como está regulado hasta el día de hoy, esta clase
de socios también serían responsables penalmente y, consecuentemente, serían sancionados con
cuantiosas multas o hasta el cierre de su empresa.
Todo lo anterior, debe llevarse a debate, tal y como se está planteando en Europa, puesto que
habrá posiciones encontradas a las que se tendrá que poner atención. Por ello, es justo y
necesario que la academia guatemalteca y todos los expertos en materia penal, se involucren e
insten a proponer mejores normas para evitar cualquier grado de impunidad, como también,
cualquier grado de injusticia.
181
2. TIPO PENAL:
TIPO PENAL
El tipo penal consiste en la descripción de una conducta humana prohibida que el legislador ha
determinado como un hecho reprochable y punible. El tipo penal, como ya se indicó, se
fundamenta en el principio de legalidad, puesto que se exige la determinación de una conducta
previamente establecida en la ley para poder ser sancionada como delito (nullum crimen nulla
poena sine lege).
Ejemplo:
El artículo 123 del Código penal guatemalteco describe el homicidio (quien diere muerte a otra
persona), el artículo 246 del Código penal, expone el hurto (quien, tomare, sin la debida
autorización cosa mueble), el artículo 462 describe el prevaricato (El Juez que, a sabiendas, dictare
resoluciones Contrarias a la ley). En estas normas, como ejemplo, se pueden establecer las
conductas que el legislador determinó como prohibidas, como consecuencia, se Pueden establecer
en estos ejemplos tres tipos penales (homicidio, hurto y prevaricato)
182
LO importante es encuadrar la conducta humana voluntaria (acción), con la norma penal que
describe una conducta humana prohibida (tipo penal). Al encuadrar la conducta con el tipo penal,
se concretaría una acción típica. El encuadrar o circunscribir el hecho a la norma penal concreta, se
le denomina tipificación.
Ejemplo:
a) Es una norma penal: Las únicas normas que pueden estipular tipos penales son las Leyes
de carácter penal, que son elaboradas por el poder legislativo. Con ello, se cumple con cl principio
de reserva de ley, el cual estipula que sólo el Congreso puede promulgar este tipo de Leyes, donde
se establecen las conductas prohibidas y las sanciones correspondientes.
c) Protege bienes jurídicos: Todos los bienes indispensables para el buen desarrollo de las
personas dentro de la sociedad, son necesariamente protegidos por el Estado. Por ello, se le
encarga el resguardo de la vida, la salud, la propiedad, la libertad, la justicia, la seguridad, la
integridad física, etc. Los tipos penales, protegen todos y cada uno de estos bienes jurídicos.
d) Prohibición de la analogía: Se necesita que las conductas establecidas en los tipos penales,
sean concretas y taxativas. No se podría tipificar una conducta que no contenga los elementos que
describe un tipo penal.
183
Al tipo penal se le han atribuido una serie de funciones, de las cuales rescatamos las más
importantes:
a) Función limitadora: Solo puede llegar a considerarse como típica una conducta que se
adecua perfectamente al tipo penal, Se fundamenta en el artículo 5 de la Constitución
guatemalteca, al establecer que nadie está obligado a hacer lo que la ley no prohíbe.
c) Función motivadora: Sirve de motivación, para que la población se abstenga de realizar las
conductas establecidas en los tipos penales.
e) Función procesal: Prevé que con el aparecimiento de una acción típica se provoca la acción
penal ante el procedimiento correspondiente.
El tipo penal o tipo de injusto al describir la conducta prohibida por el legislador, se necesita que
sea en un lenguaje comprensible, con el significado y mensaje apropiado sobre la conducta que se
prohíbe. Para ello, codo tipo penal se compone de dos elementos esenciales: elementos objetivos
y elementos subjetivos del tipo.
Todo tipo penal o tipo de injusto, cuenta con los elementos objetivos que marcan la diferencia del
resto de tipos penales. Todo tipo penal contiene los elementos de bien jurídico protegido, la
conducta (acción), los sujetos (activo y pasivo) y el objeto donde recae la acción. De igual forma, se
cuenta con elementos descriptivos y normativos.
184
A) BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: Es el primer elemento a tomar en cuenta, puesto que todo
tipo de injusto considerado/por el legislador como conducta relevantemente prohibida, se
necesita que tienda a proteger un bien jurídicamente protegido (la vida, la libertad, la seguridad, la
justicia, el patrimonio, etc.). Todo tipo penal, necesariamente se dirige a proteger un bien jurídico
relevante para el buen desenvolvimiento de las personas dentro de la sociedad. Esto constituye un
criterio técnico-jurídico de prohibiciones penales: solo es posible verificar la lesividad o la puesta
en peligro de un bien, con respecto a una acción, cuando esta acción produce consecuencias en el
mundo exterior, es decir cuando ocurre un resultado. Bajo estos criterios, es necesario que el
legislativo, no determine prohibiciones penales sin referencia a la protección de un bien jurídico.
Ejemplo:
El tipo penal de homicidio, protege el bien jurídico protegido de la vida; el tipo penal de robo,
protege el bien jurídico protegido del patrimonio; el tipo penal de violación, protege el bien
jurídico de la libertad e indemnidad sexual; el tipo penal de secuestro, protege el bien jurídico de
la libertad; el tipo penal de prevaricato, protege el bien jurídico de la administración de la justicia,
etc.
Todos los tipos penales o tipos de injusto establecidos por el legislador en el Código penal o Leyes
penales especiales, se identifican con el bien jurídico que tienden a proteger. Existen
circunstancias especiales de algunos tipos penales que protegen dos o más bienes jurídicos a la vez
(Vgr. Muerte del presidente de Estado, protege los bienes jurídicos de vida y el orden institucional
del Estado; el tipo penal de Genocidio, protege bienes jurídicos de trascendencia internacional o
humanitaria, como los de la vida, integridad física, libertad individual, etc.).
B) SUJETOS: Todo tipo penal determina un sujeto activo y un sujeto pasivo, el sujeto activo es
el que realiza la acción típica establecida en el tipo de injusto; el sujeto pasivo es el titular del bien
jurídico lesionado o puesto en peligro.
Se establece en el tipo penal las personas a quienes se les dirige la conducta típica de la norma
penal. En otras palabras, el tipo de injusto determina a las personas que podrán ser sancionadas al
efectuar las conductas establecidas en tipo; de igual manera, determina a los titulares del bien
jurídico protegido.
185
Ejemplos:
cuanto al sujeto activo, regularmente es el primer elemento que se encuentra en los tipos de
injusto, en virtud que se establecen las palabras "Quien’, "el que", ' el autor, la persona", lo que
significa el establecimiento sujeto activo, o sea, el que efectúa la acción prohibida por el legislador
y, consecuentemente, el que será responsable penalmente del delito.
En cuanto al sujeto pasivo, es la persona titular del bien jurídico protegido, lo que significa, ser la
persona (individual o jurídica) por la que el legislador determinó la necesidad de establecer el tipo
penal. Se pretende proteger la vida de "cualquier persona" (Homicidio), se pretende proteger la
propiedad o los bienes de "cualquier persona" (Hurto, Robo, Estafa), se pretende proteger la vida
del feto" (aborto), se pretende proteger la vida de "la mujer" (Feticidio), se pretende proteger la
seguridad del "Estado" (Traición), se pretende proteger la salud de 'las personas" (Trafico de
drogas), se pretende proteger al "fisco estatal" Defraudación tributaria etc.
Es necesario rescatar una diferencia entre el objeto donde recae la acción con el sujeto pasivo. El
sujeto pasivo es el titular del bien jurídico protegido (la persona que tiene vida, la persona que
posee libertad, el propietario de los bienes), mientras que el objeto donde recae la acción puede
ser la cosa o el bien que se lesionó o se puso en peligro.
De conformidad a la exigencia de los tipos penales, en cuanto al sujeto activo y sujeto pasivo, se
establece la siguiente clasificación:
SUJETO COMUN: Cuando hace referencia a cualquier persona. En cuanto al sujeto activo, puede
ser cualquiera, sin exigencia de una profesión o especialidad [quien, el que, el autor, la persona].
En relación al sujeto pasivo, de similar tratamiento [a una persona o cualquier persona].
SUJETO ESPECIAL: Cuando se refiere a una persona con una característica especial, profesional u
oficio [Agente de seguridad pública, Juez, el Médico, el Comerciante, Funcionario público, Testigo,
etc.). En relación al sujeto pasivo, puede acontecer la necesidad de una especialidad similar
(Mujer, Feto, Presidentes de los Organismos de Estado, Autoridad o Funcionario público, Personas
de una embarcación, Artista, Intérprete, etc.). Cuando se encuentren
186
tipos penales que no identifican a un sujeto pasivo común o especial, se refiere a tipos con
intereses neutrales o indeterminados, como la sociedad [delitos de Tráfico y comercio de drogas,
Incendios forestales, Responsabilidad de conductores, Portación ilegal de armas de fuego, etc.).
Ejemplo:
La conducta del tipo de injusto señala con claridad la acción humana prohibida: matar, violar,
apoderar, lesionar, vender, engañar, coaccionar, distribuir, promover, etc.
Conducta simple: cuando se refiere a la existencia de una sola acción (ej.: "matar [homicidio],
"tomar" cosa mueble [hurto 246], "dañar' física o mentalmente [lesiones], etc.)
Conducta compleja: cuando se refiere a dos o más conductas o verbos rectores del tipo. Pueden
constituirse en acumulativo o alternativo. Los acumulativos, cuando se necesita la ejecución de
todas las conductas que establezca el tipo penal (ej.: Asesinato —"matar" "alevosamente"-;
Responsabilidad de conductores —"conducir" vehículo en "estado de ebriedad"-; Secuestro
—"detener ilegalmente a una persona y propiciar "amenazas" para obtener el rescate-). Los
alternativos cuando con el sólo hecho de realizarse uno de los verbos establecidos en el tipo penal
(ej: Allanamiento de morada —ingresar o permanecer sin autorización-;
187
lesiones específicas —castrar o dejar ciego-; Promoción o fomento ilícito de drogas —promocionar
o fomentar el consumo-; Comercio, tráfico y almacenamiento ilícito de drogas —comercializar,
traficar o almacenar).
D) OBJETO DONDE RECAE LAACCIÓN: Tal y como se denomina al presente elemento objetivo, se
necesita establecer el objeto donde recae la acción, el cual puede ser una persona determinada o
indeterminada o una cosa mueble o inmueble, según lo estipule el tipo penal.
Ejemplo:
Existen tipos penales que establecen con claridad el objeto a donde recae la acción: El homicidio,
se necesita un cuerpo humano donde recaiga la acción de matar; el robo y hurto, se necesita una
cosa mueble donde recaiga la acción de robar o hurtar; en los delitos contra el medio ambiente, se
necesita de árboles incendiados o ríos contaminados.
Existen algunos tipos penales que no determinan un objeto material a donde recae la acción,
como la obligación tributaria, la ocultación de impedimento matrimonial y la omisión de denuncia.
i. ELEMENTOS DESCRIPTIVOS DEL TIPO: Son todos aquellos elementos del tipo que
describen conductas comprensibles y claras para cualquier persona, sin necesidad de acudir a otro
tipo de valoraciones, tal es el caso del homicidio, que describe "el que matare a otro" (123 Cpg), la
conducta matar, es comprendida por cualquier persona. De igual manera, se puede concebir el
secuestro (201 Cpg), dañar (144 Cpg), abandonar (154 Cpg), amenazar (215 Cpg), etc.
Por Otro lado, es importante manifestar la imposibilidad de mantener solo Conductas descriptivas
en todos los tipos penales, por lo que el legislador acude a otro tipo de valoraciones, como los
elementos normativos.
188
ii. ELEMENTOS NORMATIVOS DEL TIPO: Existen ciertos tipos penales que describen
conductas que generalmente no son conocidas y admitidas con una compresión unificada para
toda la sociedad, derivado de la imposibilidad gramatical en la utilización de una palabra que
pueda ser capaz de obtener una definición y comprensión única. En la sociedad se derivan
conductas que difícilmente se puedan describir en un tipo penal de una manera exacta y cabal, por
lo tanto, el legislador acude a los elementos normativos para hacer referencia a ciertas
valoraciones que norman la vida social, cultural, científica y normativa. Dentro de los elementos
normativos del tipo se pueden clasificar de la siguiente manera:
En relación al tiempo del delito, es necesario determinar el momento preciso que se ha realizado
la conducta delictiva, ya sea en sentido activo u omisivo. Nuestro Código penal se fundamenta en
la teoría mayoritaria de la actividad, que refiere a que el tiempo del delito se fundamenta en el
preciso momento de la conducta humana.
En cuanto al lugar del delito se puede considerar realizado en el punto o espacio donde se efectuó
la acción u omisión y/o en el lugar donde se produjo o debió producirse el resultado del hecho
delictivo. Es necesario considerar que nuestra legislación pen se fundamenta en la teoría de la
ubicuidad para determinar el lugar del crimen' la cual considera realizado el delito en cualesquiera
de los dos lugares: donde se ejecutó la acción u omisión o en el lugar donde se produjo o debió
producirse el resultado•
189
Ejemplo:
El fundamento legal del tiempo y lugar del delito se encuentran estipulados en los artículos 19 y 20
del Código penal guatemalteco.
Los tipos penales también cuentan con elementos subjetivos: el Dolo y la Culpa (imprudencia). Los
elementos subjetivos del tipo (dolo y culpa), contienen aspectos de actitud anímica o psíquica del
autor para cometer un hecho delictivo y que trae consigo la trascendencia jurídico penal, derivado
de su actuación. Todo hecho delictivo será sancionado sólo por una conducta humana dolosa o
culposa. El Código penal guatemalteco, destaca los elementos subjetivos del tipo en los artículos ll
y 12, definiendo el delito doloso, como el culposo.
a) DOLO:
Es el elemento subjetivo del tipo que determina la conciencia y voluntad del sujeto activo para
realizar la conducta establecida en el tipo objetivo. En otras palabras, para que exista dolo, es
preciso que el sujeto activo actúe con conocimiento de lo que está haciendo y con plena intención
de realizarlo. De allí resaltan, dos elementos indispensables del dolo: Elemento cognoscitivo y
elemento volitivo 273 El artículo 11 del Código penal guatemalteco, define al dolo de la siguiente
manera: El delito es doloso, cuando el resultado ha sido previsto o cuando, sin perseguir ese
resultado se lo representa como posible acto.
190
En cuanto a los elementos del dolo, existen dos doctrinas: Dolus malus, que exige el conocimiento,
voluntad y la conciencia de antijuridicidad, fundamentándose dentro de la concepción causalista
del delito, derivado de lo que se conoce como formas de culpabilidad. Por otro lado, la doctrina
más aceptada y seguida en el presente trabajo, es la de Dolus neutro, la cual exige únicamente los
dos primeros: conocimiento y voluntad de realizar el hecho. La conciencia de antijuridicidad se
exige hasta en el elemento de la culpabilidad. A raíz de lo anterior, con base al Dolus neutro, los
elementos del dolo, son los siguientes:
a) Elemento cognoscitivo: Se requiere que el sujeto activo conozca los elementos objetivos
del tipo penal. El elemento cognoscitivo, exige que el autor conozca la conducta que se exige en el
tipo (matar, robar, encerrar), conocer la exigencia de sujeto pasivo (encerrar a una persona, tomar
cosa de otra persona) y conocer el objeto donde recae la acción (cualquier persona y cualquier
cosa mueble). De igual forma, se requiere que el sujeto activo conozca el alcance causal de su
actuación. En otras palabras, el elemento cognoscitivo del dolo, se podrá establecer cuando el
autor del hecho tuvo conocimiento de lo que estaba realizando; cuando sabia y comprendía su
conducta delictiva y cuando conocía la recepción efecto de su actuación. En conclusión, cuando el
sujeto conocía y comprendía perfectamente lo que estaba realizando con su conducta (conocía y
sabía que estaba matando, sabía que estaba robando, sabía que estaba violando, conocía y sabía
que estaba encerrando, etc.). En ningún momento se requiere que el autor conozca circunstancias
o características que hagan muy particular el tipo penal (robar objetos sacrílegos o bienes
arqueológicos, etc.)
El elemento cognoscitivo del dolo en el tipo penal de homicidio, se requiere que el sujeto activo
conozca lo relacionado a dar muerte a otra persona que es un ser humano vivo.
b) Elemento volitivo: Se refiere a la voluntad de actuar por parte del autor. Esto quiere decir
que, aparte de conocer lo que estaba realizando con su conducta, se necesita que el sujeto activo
haya efectuado el hecho con voluntad. Es muy importante establecer que la voluntad del autor
debe requerir un propósito o una intención capaz de efectuar el tipo penal, con ello se determina
que el sujeto activo actúo con
191
una decisión tendiente a realizar los elementos descritos en el tipo a través de una voluntad que
domina la realización material de los hechos que se encuentran en el tipo. En otras palabras, se
requiere que la voluntad no sólo sea mental, sino que cuente con los insumos necesarios para
materializar el tipo penal (no se percibirá voluntad, cuando se quiere matar a alguien con una
pistola de agua).
El elemento volitivo del dolo se da cuando el sujeto, aparte de conocer la acción de matar, tiene la
plena voluntad de matar a otra persona.
CLASES DE DOLO:
Con base en la definición de dolo anterior, se desprenden las clases de dolo siguientes:
a) Dolo directo de primer grado: Es cuando el autor del hecho persigue y quiere realizar el
resultado expuesto en el tipo objetivo.
Ejemplo:
El sujeto activo quiere matar y mata a alguien, quiere dañar y rompe la cosa mueble ajena.
b) Dolo directo de segundo grado: Esta clase de dolo también se le conoce con el nombre de
Dolo de consecuencias necesarias, en virtud que el autor del hecho no ha perseguido ni ha querido
directamente una o algunas consecuencias necesarias que se tienen que producir, pero las admite
como efecto colateral del resultado principal que pretende.
Ejemplo:
El sujeto pretende matar a Juan, pero éste se encuentra dentro de un bus extraurbano con otros
pasajeros. El sujeto decide colocar una bomba en el Bus extraurbano con el propósito de darle
muerte a Juan, a sabiendas de las consecuencias necesarias que conllevaría la explosión de la
bomba (El sujeto activo no desea matar a otras personas, pero acepta que son consecuencias
necesarias de su principal propósito). El sujeto también responderá como hecho doloso por ése
resultado colateral.
192
Ejemplos:
El que conduce a más de 100 kilómetros por hora en las calles de la Antigua Guatemala o en un
área urbana y le causa la muerte a varias personas.
El piloto de un autobús al que han informado de los problemas de freno que presenta el
vehículo, a lo que hace caso omiso y decide sobrecargar el transporte de pasajeros, indicando la
famosa expresión "de algo nos tenemos que morir", posteriormente decide conducir a excesiva
velocidad, sin impórtale las condiciones preexistentes concebidas y, posteriormente, se
desbarranca, falleciendo cuarenta personas.
Quien dispara su arma imprevistamente dentro de la facultad de derecho sin querer matar
o lesionar concretamente a alguien, empero mata a algunos alumnos.
Estos casos no se podrán determinar por delito culposo, sino que, por delitos dolosos, de
conformidad al dolo eventual del artículo 11 del Código Penal.
Esta clase de dolo se fundamenta en la segunda parte del artículo I I del Código penal
guatemalteco. o cuando, sin perseguir ese resultado se lo representa como posible y ejecuta el
acto
El dolo eventual es una circunstancia que va más halla de una imprudencia, puesto que el sujeto
activo contempla una enorme probabilidad que el resultado se produzca Y a pesar de ello, decide
actuar.
Lo importante del dolo eventual, es que se hace referencia a una clase de dolo, por lo que, si
alguien realiza una conducta con dolo eventual, se le sancionará como hecho doloso.
193
Juan dispara a una mujer con intención de darle muerte (dolo directo de primer grado); si la mujer
está embarazada y el autor lo sabe, con la muerte del feto se producirá el dolo de consecuencias
necesarias (dolo directo de segundo grado); empero, si solo sospecha del embarazo y no le
importa, se establecería el dolo eventual por el aborto.
C.I Teorías diferenciadoras del Dolo eventual con la culpa consciente. Es necesario deslindar o
tratar la diferencia existente entre el dolo eventual con la culpa o imprudencia consciente, puesto
que los separa únicamente una línea gris muy delgada, derivado de la frontera entre el dolo y la
culpa. En ambas formas se establece la carencia de voluntad para cometer un hecho delictivo, por
lo que se hace más difícil la distinción. Para ello, la doctrina ha elaborado dos teorías que han
tratado el tema de la diferenciación entre dolo eventual y la culpa consciente.
194
Ambas teorías tienen sus retractores, como sus promotores, por ello, ha surgido desde Alemania
una postura ecléctica, a determinar:
iii.- Teoría ecléctica; Esta teoría exige para el dolo eventual, las Siguientes condiciones: a) la
posibilidad sería de producir el resultado; b) que se establezca un grado de resignación por parte
del sujeto de cometer el hecho delictivo. Por lo tanto, existiría culpa, según la presente teoría,
cuando el sujeto actúe confiado en que el resultado no se producirá.
Ejemplo:
Al estudiar el dolo como un elemento subjetivo del tipo, se hace necesario desarrollar el siguiente
elemento subjetivo: la culpa. Desde un inicio el termino culpa' trajo aparejado una serie de
problemas de apreciación, derivado de la creencia por parte de la población de hacerse entender
como una conducta completamente culpable; incluyendo el hecho que a una persona a la que se
le determinase una conducta culposa' se pudiera apreciar como que ésa persona hubiese
cometido un hecho con plena culpa (plena intencionalidad para cometer el delito). A raíz de lo
anterior, la doctrina moderna
195
La culpa o imprudencia se puede definir, como la conducta del sujeto activo que falta al deber
objetivo de cuidado en su accionar. Es importante que el Estado pueda castigar, no solo, aquellas
conductas con plena intención (dolosas), sino que también, aquellos ataques imprudentes al bien
jurídico protegido (culposos). La culpa o imprudencia, se puede considerar como un ataque menos
injusto que el dolo, derivado de la imprudencia del sujeto en su actuar.
La culpa o imprudencia consiste en un actuar sin voluntad de cometer un hecho delictivo, pero
que por circunstancias carentes de precaución o previsión por parte del autor se provoca un
resultado delictivo.
En Guatemala se tiene un numerus clausus para los tipos penales culposos, por lo que de
conformidad al artículo 12 del Código penal, Únicamente los tipos establecidos en la ley como
culposos, son los que existirán, derivado que, no se podrán crear otras figuras culposas.
Consecuentemente, los tipos culposos o imprudentes establecidos en el Código penal son:
Homicidio (127), aborto (139), lesiones (1 50), delito deportivo ( 1 52), incendio y estrago (285),
desastres (293), propagación de enfermedad, envenenamiento de aguas, elaboración peligrosa de
sustancias alimenticias, expendio irregular de medicamentos (312), propagación de enfermedades
en plantas o animales (345), quiebra culpable (349), peculado (446), prevaricato (462), evasión
(472)
196
persona actúo sin el debido cuidado, en otras palabras, se actuó con descuido. Dicho descuido se
compone de cualquiera de los tres elementos establecidos en la norma, a) negligencia: se omitió
algo que debía de haberse observado antes de actuar (ej. no revisar los frenos antes de salir a un
viaje; no realizar la inspección mecánica antes de prender el vuelo, etc); b) impericia: falta al
deber objetivo de cuidado cuando se actúa sin observar las reglas básicas del conocimiento y de la
experiencia en el arte o técnica (ej. lesionar sin intención a una persona por disparo de arma de
fuego, cuando nunca había maniobrado un arma; la falta de habilidad en conducir un vehículo,
etc.); y c) imprudencia; cuando se omite actuar con sensatez (ej: conducir a excesiva velocidad o
en estado de embriaguez; excederse de las reglas de un juego, etc).
197
ELEMENTOS DE LA CULPA.
Ejemplo:
La persona que conduce un vehículo a excesiva de velocidad, no solo prevé un resultado no
querido, sino que se resiste a la debida diligencia para el acatamiento de las normas de tránsito.
En el presente caso se observa con claridad la concurrencia de los dos elementos anteriormente
descritos.
CLASES DE CULPA
Al igual que el elemento del dolo, la culpa o imprudencia se clasifica en culpa consciente y culpa
inconsciente.
198
En ocasiones, es muy difícil establecer la diferencia entre la culpa consciente con el dolo eventual,
por lo que es importante tener presente las teorías de la probabilidad, del consentimiento y la
ecléctica, que se ventilaron en el apartado del dolo eventual, para solucionar los conflictos que
puede generar el caso concreto. Su fundamento legal se encuentra dentro de las circunstancias
que agravan la responsabilidad penal, en el artículo 27 numeral 21 del Código penal.
Ejemplo:
El automovilista que conduce con frenos deficientes. El custodio que permite que el detenido
camine sin grilletes en sus manos. En ambos casos, se puede determinar que el sujeto activo del
delito culposo, puede prever la comisión de un delito —accidente de tránsito o evasión del
detenido-, pero confía que el resultado no se va a producir, porque considera que tiene
habilidades para controlar el automotor o al detenido
Ejemplo:
Una persona conduce su vehículo en autopista y repentinamente •se Le vencieron los frenos por
lo que lesiona a dos personas. El conductor no ha llevado su vehículo a revisión y hace más de tres
meses que venció el plazo estipulado para ello y manifiesta que le habían funcionado
correctamente hasta el día de hoy:
199
En los delitos culposos se tiene que estudiar lo relativo al principio de confianza, en especial los
hechos de transito que son hechos comunes en nuestra sociedad, derivado del aerobio diario y de
las distintas reglas de conducción de vehículos. Todo conductor confía irremediablemente en el
buen actuar y conducción de cualquier otro conductor, de allí, el principio de confianza. Los
conductores confían en el correcto desempeño y comportamiento de las demás personas y
conductores. Este principio tiene su limitante cuando un conductor extralimita su actuar o
conducción afectando directa o indirectamente a otro u otros conductores, faltando así al deber
objetivo de cuidado que se le exige en el momento de su conducción. En múltiples oportunidades
diarias se enfrenta la justicia a hechos de transito por violentar el alto del semáforo rojo, cruzar en
carril no permitido, conducir a altas velocidades, por lo que el principio de confianza se ve
violentado por el conductor y, de allí, surge la violación al deber objetivo de cuidado que se
necesita en la conducción de vehículos. De igual forma, se tiene que tener el cuidado
correspondiente al conducir en lugares donde existan niños en la calle, minusválidos, ancianos o
en situación de tránsito intenso. Todo conductor se fundamenta en la confianza depositada en
todos y cada uno de los conductores. Por tal razón, se confía que nadie contravenga las reglas de
conducción previamente establecidas. Al violentarse la confianza otorgada a un conductor, se
violenta el principio y, con ello, el surgimiento de un hecho delictivo imprudente.
200
existan acciones u omisiones ilícitas. De todos es conocido que la inmensa mayoría de delitos
culposos dependen de un hecho contrario a normas, tal es el caso de conducir a excesiva
velocidad —viola las normas de tránsito-, el portar un arma de fuego con permiso vencido —viola
la ley especial-, golpear inoportunamente el estómago de una mujer embarazada —viola la ley
especial-, etc.
En otras palabras, según la norma, toda acción u omisión lícita que devenga de una imprudencia,
negligencia o impericia se considerará culposa (vrg. Homicidio en accidente automovilístico por
desperfectos mecánicos). Entonces, según lo anterior, no abarcaría las acciones u omisiones ilícitas
que cometan hechos imprudentes, negligentes o por impericia (vrg. Homicidio en accidente
automovilístico por conducir a excesiva velocidad o por ingerir bebidas alcohólicas o
estupefacientes) en estos hechos al no existir la licitud que requiere el delito culposo en la
conducta del sujeto activo, dejaría de encuadrarse en el delito culposo y, por ende, también,
dentro del delito doloso por carecer de voluntad. Consecuentemente, tal y como lo establece la
normativa del artículo 12 del Código penal, muchos hechos que actualmente se configuran como
delitos culposos, deberían dejar de serlo por las exigencias del principio de legalidad.
Indudablemente, se hace necesaria una reforma para evitar cualquier acto de impunidad. La
reforma del delito culposo debería de ir encaminada a evitar la palabra LICITUD.
Aparte de los elementos subjetivos del tipo (dolo y culpa —imprudencia-), existen algunos
elementos subjetivos especiales del tipo. Los cuales se entienden como los elementos subjetivos
añadidos al dolo, en los que se establecen ciertas finalidades o propósitos en la conducta
desarrollada en el tipo penal por parte del legislador, Es importante considerar que estos
elementos subjetivos especiales del tipo, son características indispensables que se exigen en la
conducta del autor, sin los cuales la conducta sería atípica. Se determina como una especie de
dolo cualificado, en virtud que el tipo penal exige una intención especial para producir el
resultado' de no darse dicha intensi6n especial por parte del autor, no existiría la consumación del
delito. Ejemplo de los elementos subjetivos especiales del tipo, son las expresiones establecidas en
algunos tipos penales como: con el propósito" de, con el "ánimo' de ' con la intención" de, etc.
Estos elementos especiales, se hacen indispensables que los cumpla el sujeto activo del hecho,
puesto que si no se establecen por parte del autor' su conducta sería atípica.
201
Con base en los elementos subjetivos especiales del tipo, nos podemos encontrar con tipos
penales en tres grupos: delitos de intención, delitos de tendencia y delitos de expresión
Delitos de intención: Cuando la conducta del tipo establece una finalidad específica, sin importar
alcanzar dicha finalidad. Estos delitos tienen una finalidad añadida al dolo. A esta clase de delitos,
se les conoce como delitos mutilados de dos actos, puesto que, la actuación derivada de la
intención, es perseguida por el sujeto como medio de realizar otra conducta posterior.
Ej. El Secuestro (20 ICpg); el encubrimiento (474 Cpg), falsificación de moneda (313 Cpg); el de
revelación de secretos (366 Cpg).
Delitos de tendencia: Lo contrario a lo que sucede en los delitos de in tención, esta clase de
delitos no establecen una finalidad en la actuación derivada de la intención, puesto que, la
conducta misma tiene una tendencia subjetiva a parte del dolo, contiene un determinado ánimo
en la propia conducta delictiva.
Ej. Robo/hurto (animo de); tocamiento de genitales (tiene que tener el ánimo de) etc.
Delitos de expresión: Se refiere a las acciones donde acontece una contradicción entre lo que
conoce el sujeto activo y lo que expresa.
La doctrina ha definido al error de tipo como aquella circunstancia del sujeto activo que cuando
actúa o ejerce la acción, desconoce uno de los elementos objetivos del tipo (conducta, sujetos'
objeto)274. El error de tipo se establece cuando no converge el elemento subjetivo del actor con
los elementos objetivos del tipo, es decir, no existe una Coincidencia entre la percepción del sujeto
activo con el elemento subjetivo (intención) mismo. En consecuencia, el conocimiento errado o la
falta de conocimiento de
202
alguno de los elementos objetivos del tipo, se traduce en un error de tipo• En Otras palabras,
existirá un error de tipo, cuando el sujeto activo ejerce una acción Voluntaria, sin conocer que con
su actuar está produciendo un resultado dañoso' que pone en peligro o lesiona un bien jurídico
protegido. Por esa falta de conocimiento o percepción de lo que está realizando, se produce una
ausencia de dolo, en virtud que uno de los elementos esenciales del mismo es el conocimiento
(elemento cognoscitivo).
Sobre el error de tipo la doctrina ha derramado una enorme cantidad de tinta, tratando de
explicar y ejemplificar el mismo, que en algunos casos ha sido más afortunada que otras; de lo
cual, nos atrevemos a exponer en palabras sencillas que el error de tipo puede constituirse cuando
el sujeto activo no posee (o es defectuoso) el conocimiento sobre lo que está realizando, En estos
casos, el sujeto conoce que determinados resultados son prohibidos, pero lo que desconoce es
que su conducta actual está realizando este resultado.
Ejemplos:
Quien toma una maleta negra ajena, creyéndola propia. En este caso, el sujeto tiene plena
voluntad de tomar la maleta negra (sin saber que es ajena, ya que posee una similar), sin conocer
o saber que esta maleta realmente es de otra persona. Otros ejemplos: Alguien dispara a un
ciervo, pero no sabe que se trata de un hombre disfrazado. Un sujeto vende harina, pero no sabe
que dentro de la misma existen residuos de cocaína.
Es importante observar este tipo de conocimiento que hace indispensable al dolo. El sujeto activo
al desconocer lo que está realizando de conformidad a lo que exige el tipo penal no cum le con la
existencia del dolo carece del elemento cognoscitivo consecuentemente su conducta no es dolosa.
A raíz de lo anterior, el error de tipo supone, que el sujeto activo confía en estar ejecutando una
conducta muy diferente a lo que en realidad estaba produciendo, por tanto, desconoce, o no
puede representar el resultado criminoso que está realizando con su accionar.
203
El conocimiento y creencia e os caza ores era que estaban disparando a un jabalí y nunca a un
niño. Por eso se dice que el error de tipo, es cuando el activo desconoce uno de los elementos
objetivos del tipo, en este caso, desconocían al sujeto pasivo quien es una persona, porque ellos
que creían estaban matando a un Jabalí (animal) y nunca a un niño (persona).
Es necesario recordar que los elementos objetivos del tipo consisten en la conducta, los sujetos y
el objeto, por lo que, cuando el sujeto activo desconoce o carece de percepción sobre uno de
estos elementos objetivos, su conducta recae en un error de tipo, consecuentemente, dicha
conducta deja de ser dolosa. Otro ejemplo: a una persona le venden una réplica de estela maya —
a un precio muy bajo-, posteriormente la coloca en su negocio para revenderla, por lo que la PNC
lo consigna a los tribunales por daño al patrimonio cultural, en virtud que las autoridades
descubren que dicha estela maya no es precisamente una réplica, sino que es verdadera. En el
presente caso, el revendedor no conocía o nunca pudo representar que fuese una estela
verdadera, por Io que nunca existió el conocimiento que requiere el dolo. A raíz de ello, esta
conducta entrara dentro del error de tipo, por que el sujeto desconocía uno de los elementos
objetivos del tipo, en este caso, el objeto donde recae la acción, por el desconocimiento de la
originalidad de la estela maya.
Resumen:
Error de tipo: Una persona ignora lo que verdaderamente está realizando, porque cree que está
haciendo algo distinto a lo que realmente hace. No puede representarse el resultado dañoso que
está ejecutando su acción. No existe dolo.
El error de tipo tiene dos vertientes para su tratamiento: error de tipo invencible o error de tipo
vencible.
El error de tipo invencible o absoluto, cuando el error por parte del sujeto activo es
C0mpletamente inevitable, es de difícil o de imposibilidad apreciación. En otras palabras, el error
de tipo será invencible o absoluto, cuando dicho error de conocimiento 0 apreciación de uno de
los elementos objetivos del tipo no se puede evitar, ni siquiera aplicando la debida diligencia.
204
La consecuencia del error de tipo invencible, provoca la impunidad a favor del sujeto activo,
derivado de la imposibilidad que se tuvo de conocer o apreciar con toda la diligencia debida el
resultado que estaba provocando.
La consecuencia del error de tipo vencible excluirá al dolo, no así a la imprudencia. Como
consecuencia, al autor de un hecho delictivo con error de tipo evitable, no se le sancionará por
una conducta dolosa, sino culposa, derivado de la falta al deber objetivo de cuidado con que
realizó su conducta. Si bien es cierto, existió un error de tipo, también es cierto que con una
conducta cuidadosa hubiese podido evitar el resultado. De allí, el tratamiento del error de tipo,
como una conducta imprudente o culposa. Es necesario reafirmar que únicamente se pueden
aplicar conductas culposas las que estén establecidas en la ley, no se podrán crear más figuras
imprudentes (art. 12).
Ej. Alguien compra de buena fe un cuadro muy valioso a otra persona, pero no le hace entrega de
toda la documentación acreditativa de la propiedad. En juicio se descubre que en realidad no era
el propietario, había sido robado.
206
encuentre expresamente prevista en la ley (arts 12 Cpg). En otras palabras cuando un hecho
delictivo cometido bajo las circunstancias de error de tipo, Y dicha C0nducta se encontrare
estipulada únicamente en un tipo penal doloso, el juzgador no podrá crear figuras imprudentes,
por lo que este caso, también sería impune (ej. No existe la figura de secuestro culposo, no existe
la figura de violación culposa, no existe la figura de hurto culposo). Caso contrario sería cuando la
conducta se encuentre dentro de un tipo penal doloso, y a la vez también se encontrare tipificado
como culposo, en este caso, su accionar dejaría de ser doloso y se tipificaría en el tipo culposo
estipulado en la ley (ej. Homicidio doloso y homicidio culposo; lesiones dolosas y lesiones
culposas; aborto doloso y aborto culposo, quiebra dolosa y quiebra culposa).
Se entiende por elementos accidentales del tipo, todas aquellas circunstancias genéricas o
específicas que inciden sobre el tipo básico que hacen surgir un tipo calificado o atenuado o que
aumentan o disminuyen la pena. En relación a las circunstancias genéricas agravantes y
atenuantes, son aquellas que se aplican en la fijación y determinación de la pena, tal y como
establecen los artículos 26 y 27 del Código penal guatemalteco donde se fundan las circunstancias
modificativas de la responsabilidad penal (circunstancias atenuantes y agravantes), las cuales no
pertenecen a un determinado tipo penal, sino a la generalidad de los tipos, y se aplican cuando en
la conducta delictiva se hubiere observado algunas de estas circunstancias, las cuales pueden
aumentar o disminuir la sanción penal. En el caso del error de tipo, cuando no se observaren o no
se conocieren por parte del sujeto activo, en el momento de la conducta alguna de estas
circunstancias, no serán aplicables al mismo.
En cuanto a las circunstancias específicas, se refiere al tipo penal calificado 0 atenuado por
determinados elementos que hacen plantear un tipo penal distinto al tipo penal básico.
207
Ejemplo;
El parricidio, consiste en un homicidio (tipo básico), con circunstancias específicas (padre, madre,
hijos, esposa) que lo convierten en un homicidio calificado. En estos casos, el sujeto activo debe
conocer esas circunstancias específicas que lo convierten en un homicidio calificado (con
circunstancias específicas); de lo contrario, existirá un error en los elementos accidentales del tipo
y no podría ser sancionado por parricidio, sino sólo por homicidio o asesinato. Sería absurdo
condenar por parricida al sujeto que mató a otra persona de la que no conocía que era su padre;
en este caso se le deberá sancionar por homicidio y no por parricidio. Claramente se establece un
error en los elementos accidentales del tipo.
Ejemplo:
En lugar de dañar el vehículo de José, daña el vehículo de Luis o en lugar de matar a Estuardo, se
mata a Esteban.
i.- Puede resultar relevante el resultado del error in personam, cuando el sujeto tiene la plena
intención de agredir o matar a una persona que posee ciertas calidades y protección especial, y se
equivoca y agrede o elimina a otra. En estos casos puede suceder cuando el sujeto activo quiere
matar al presidente de la República o matar a su señor padre, pero se equivoca y mata a otra
persona distinta; en esos casos, el dolo del sujeto es matar a una persona con protección legal y
calidades que le hacen distinta al resto de la población, por lo que la
208
doctrina ha determinado que existe un resultado relevante, en virtud que el sujeto activo sería
sancionado en concurso ideal de delitos por homicidio doloso, al haber dado muerte a una
persona y por tentativa de magnicidio o parricidio. Esta solución es discutida en doctrina, derivado
que, para un grupo de autores, se debería tratar como concurso ideal entre homicidio imprudente
y tentativa de magnicidio o parricidio. En nuestra legislación se plantea la irrelevancia de esta
agravante que proviene de la naturaleza del ofendido o de vínculos familiares entre los sujetos, tal
y como lo expone el artículo 31 último párrafo del Código penal.
ii.- El error in personam puede resultar irrelevante, cuando el sujeto activo se equivoca de
persona y el sujeto pasivo a quien desea eliminar o dañar no posee alguna calidad o protección
especial. Es la confusión simple de persona. Esta clase de error es irrelevante puesto que no afecta
ningún elemento típico (homicidio por homicidio). Si se desea matar a xx y se elimina físicamente a
yy; en estos casos es irrelevante el resultado, por lo que sería sancionado por homicidio doloso,
puesto que quería matar a una persona y efectivamente mató a un ser humano. En caso contrario,
cuando el sujeto quería eliminar a un extraño y por equivocación mata a su padre, el error
impedirá que sea tratado como parricidio. Se establecerá un homicidio doloso, puesto que, el
sujeto quería matar a un hombre y mató a un hombre. En alguna doctrina, se establece que el
tratamiento de este último caso, es un concurso ideal de delitos entre un homicidio doloso con un
parricidio imprudente (siempre y cuando existiera el parricidio culposo expresamente en la ley —
en nuestros Códigos penales no se regula el parricidio culposo, por lo que sería imposible-).
El fundamento legal del error in persona, se localiza en el artículo 21 y 31 del Código penal
guatemalteco.
Esta clase de error se manifiesta cuando el sujeto se equivoca en la dirección de su conducta con
el resultado que pretende, es decir cuando el autor por mal acierto no le da al objeto que
pretende agredir. Para la solución de esta clase de error. La doctrina no es pacífica, pero
consideramos que merecería un tratamiento aproximado al error en persona con resultado
relevante, en virtud que, el sujeto posee todo el dolo para eliminar físicamente a una persona,
pero por una conducta imprudente elimina 0 daña
209
otra a la que no desea alcanzar. Para este caso, se podría resolver mediante un concurso ideal dc
delitos entre tentativa de homicidio doloso con un homicidio imprudente.
Ejemplo:
Juan pretende matar a Víctor, pero por su mala puntería ejecuta a José; en este caso existe un
error en el golpe, por errar en la dirección correcta y no sería un error en persona, puesto que el
autor no se equivocó de persona, sino en la dirección de su acción.
LA PROBLEMÁTICA DE LA RESPONSABILIDAD PENA POR EL RESULTADO.
Se debe entender como responsabilidad penal por cl resultado o responsabilidad objetiva cuando
se le responsabiliza de un delito a una persona que cometió un resultado, pero sin intención o
imprudencia para cometerlo. DC allí. es relevante el estudio en cuanto a que todo delito para que
se considere como tal, se necesita que exista dolo o culpa por parte del sujeto activo. Al no existir
el elemento doloso o culposo en la conducta, deja de ser relevante para cl derecho penal.
La problemática que plantea la responsabilidad penal por el resultado, resulta importante, puesto
que, tiende a responsabilizar penalmente a un sujeto que no haya actuado con dolo o con culpa,
por lo que, viene a contradecir los postulados del principio de culpabilidad, el cual exige que, para
responsabilizar penalmente a una persona, éste haya actuado de forma dolosa o culposa.
responsabilidad objetiva, tiene su fundamento en el Derecho medieval a través del principio
versari in re ilicira, en el que se sancionaba al autor de una conducta inicial ilícita por todo el
resultado producido y "solo" por el simple hecho de iniciar la realización de un acto ilícito, aunque
el resultado no haya sido previsto o evitable.
210
nuestra legislación existe delitos cualificados por el resultado, donde no se analiza el elemento
subjetivo del agente, sino solo el resultado finalmente acontecido, el cual, en muchas ocasiones
puede obedecer a circunstancias ajenas del sujeto activo. para evitar la responsabilidad calificada
por el resultado, se hace necesario que se valore la imprudencia del autor en el hecho finalmente
acontecido.
LA PRETERINTENCIONALIDAD.
En nuestra legislación penal guatemalteca se contempla la preterintencionalidad, consistiendo en
la acción delictiva del sujeto activo que tiene intención de producir un hecho, pero no de tanta
gravedad como el que produjo. Esta definición se encuentra establecida en el artículo 26.6 del
Código penal. La preterintencionalidad tiene su fundamento en praeter intentionem, que significa
más allá de su intención. Esta institución se puede establecer cuando alguien únicamente
pretendía producir lesiones a otra persona, pero le causó la muerte. Este es el típico caso de
homicidio preterintencional (art. 126 Cpg)
La doctrina actual considera que la preterintencionalidad es un vestigio del versari in re ilicita, toda
vez que, se podría encuadrar el homicidio preterintencional a hechos dolosos de lesión personal
que traigan aparejada acontecimientos imprevisibles por el autor -la muerte del sujeto pasivo-.
| 211
Ejemplo:
Enrique, padre de familia quien está muy molesto con su menor hijo, quien no le hace caso, decide
sujetarlo a un árbol y azotarlo duramente con la finalidad de enseñarle de una vez por todas que él
es su padre y que, a partir de allí, tendrá que aprender a obedecerle, empero, al poco tiempo el
niño empieza a desfallecer por el dolor y, en ese momento Enrique lo suelta y llama a los
bomberos y lo conducen al hospital, donde fallece. Se determina que Enrique no pretendía matar
a su hijo, lo que pretendía era lesionarlo. En este caso, existirá homicidio preterintencional.
EL CASO FORTUITO.
En Guatemala, el caso fortuito no es tan afortunado, ya que, en el artículo 22 del Código penal
establece: "no incurre en responsabilidad penal quien, con ocasión de acciones u omisiones lícitas,
poniendo en ellas la debida diligencia, produzca un resultado dañoso por mero accidente". A parte
de no expresar como únicas formas subjetivas de imputación al dolo y a la culpa, también se
encuentra investido de los mismos errores que se hicieron valer en el artículo 12 del Código penal
guatemalteco, en cuanto al delito culposo, puesto que, exige que se determine la existencia de
acciones u omisiones LICITAS para que proceda un caso fortuito.
A raíz de lo anterior, puede rozar lo absurdo la determinación penal de una persona que con su
actuar inicial produjo acciones ilícitas pero que por mero accidente Provoca un resultado dañoso,
tal es el caso de un conductor con licencia de conducir recientemente vencida, conduce con calma
su vehículo y un niño intempestivamente se le cruza en su camino. Para ei presente caso, de
conformidad a nuestra legislación penal, al conductor no se le podría establecer el caso fortuito
porque su conducta inicial
212
es ilícita, a pesar que la muerte del niño se debe a un mero accidente, consecuentemente
responderá por el delito de homicidio. caso contrario ocurriría, cuando el conductor del vehículo
con licencia a punto de vencérsele, le ocurre lo mismo. En este caso, si se le podría establecer el
caso fortuito. Es de considerar que en ambos casos no existe dolo ni culpa por parte de los
conductores, por lo que no se debería sancionar penalmente. Al igual que en el delito culposo, se
necesita una reforma en este artículo para evitar injusticias y aclarar el principio de culpabilidad.
Con relación a los delitos de mera actividad, se determina cuando no es necesario un resultado
separado de la propia acción, se consuma con la conducta o acción misma del sujeto activo. Lo
importante de esta clase de delitos es la innecesaridad de un fenómeno o circunstancia posterior y
distinto a la conducta del agente. El último movimiento o actividad del sujeto activo determina la
consumación del delito. Ejemplo: el allanamiento de morada, la portación ilegal de armas, la
violación y cualquier delito sexual, etc.
En cuanto a los delitos de resultado se hace necesario que aparte de la acción del sujeto activo, se
produzca un resultado posterior a la conducta en tiempo y espacio —que puede ser inmediato o
no-; Lo importante es determinar que con la conducta propia del agente deviene una relación de
causalidad que produce un resultado separable en tiempo y espacio de la propia conducta• El
delito se consuma, cuando se produce el resultado. Ejemplo: el homicidio, porque aparte de la
acción de disparar se necesita que la persona fallezca —sino falleciere, el delito no se consuma,
quedaría en grado de tentativa-; delito de lesiones, Abortos, etc.
213
Los delitos de un acto, son aquellos que se necesita una sola acción para producirlos (Hurto,
bigamia, etc). Los de pluralidad de actos, se refiere a la necesidad de dos o más actos para la
realización del delito (Robo —violencia y apoderamiento-; Violación —violencia y acto sexual-). Los
delitos alternativos, se refieren a la posibilidad de cometer un hecho utilizando una u otra acción
alternativa para producirlo. (allanamiento de morada —entrar o permanecer en morada ajena-).
Los delitos congruentes se refieren a la correlación existente entre lo que se pensó con lo que
efectivamente se ejecutó (el clásico homicidio doloso). En relación a los delitos incongruentes, se
distinguen puesto que no existe la correlación entre lo que se pensó con lo que se ejecutó. Pueden
existir incongruentes de exceso subjetivo, cuando se perseguía cometer el delito, empero, por
circunstancia ajenas al sujeto, no se lograron ejecutar (tentativa). Pueden existir incongruentes de
exceso objetivo. cuando se produce un resultado no querido, empero existe una falta al deber
objetivo de cuidado del autor (delitos imprudentes).
Los delitos de lesión consisten en el daño o lesión al bien jurídico protegido; se necesita
irremediablemente que se haya producido un perjuicio al bien que se protege (homicidio, lesiones,
violación, robo, hurto, estafa, etc). En cuanto a los delitos de peligro no se necesita de una lesión,
sino, solamente poner en peligro al bien jurídicamente protegido. Los delitos de peligro, se
clasifican
214
en delitos de peligro concreto y abstracto. En los delitos de peligro concreto se requiere de una
efectiva situación de riesgo o peligro para el bien jurídico. Se necesita de una proximidad de lesión
a un bien jurídico (cuando el Conductor de vehículo sin la pericia necesaria y con temeridad
manifiesta pone en peligro a los peatones —art. 157. 2-). En los delitos de peligro abstracto, no se
precisa que la acción realizada crea un peligro efectivo para el bien jurídico. Solo es suficiente con
la peligrosidad de la conducta del sujeto (conductor de vehículo bajo influencia de bebidas
alcohólicas —art 157. l, la portación ilegal de armas). En los delitos de peligro se puede diferenciar
lo siguiente: los de peligro concreto, son delitos de resultado por la proximidad de la lesión,
mientras que los de delito de peligro abstracto, son delitos de mera actividad por no existir la
proximidad de la lesión.
215
3. ANTIJURICIDAD
Esta expresión de antijuridicidad se basa en la doctrina del civilista alemán Rudolf von Iherin, la
cual fue adoptada en el ámbito penal por Franz von Liszt, Beling y posteriormente por el maestro
Mezger, donde se establece que para que exista delito se necesita de una conducta humana
tipificada en la ley contraria a derecho. Esto último en referencia a la antijuridicidad.
La antijuridicidad, significa que el actuar del sujeto activo contraviene la normativa penal y su
conducta carece de 'justificación alguna.
Ejemplo:
CLASES DE ANTIJURIDICIDAD.
b) Antijuridicidad material, hace referencia qué aparte de la contradicción que debe existir entre
la conducta y el derecho, se necesita que se materialice dicha contradicción a través de la lesión o
puesta en peligro del bien jurídico. Sin esto último, no se materializaría la antijuridicidad.
Se establece que con la conducta realizada descrita en el tipo penal se determina el indicio de
antijuridicidad. Cuando una persona con su conducta humana realiza los elementos del tipo, se
presupone que ya es una conducta antijurídica. Lo indispensable en estos casos es la valoración
que se realice en la antijuridicidad, donde se determinará si concurre alguna causa de justificación.
Al determinarse la inexistencia de causa que justifique la conducta descrita en el tipo penal, se
concluirá que existe antijuridicidad• Caso contrario sucederá, si la conducta efectuada descrita en
el tipo penal, contiene causa de justificación que justifica su conducta típica, en dicha circunstancia
se encenderá que la conducta no es antijurídica, por consiguiente, es justa.
217
El desvalor de la acción y el desvalor del resultado son conceptos indispensables para configurar la
antijuridicidad, toda vez que, deben de concurrir ineludiblemente para que exista antijuridicidad.
El fundamento del desvalor de la acción y el desvalor del resultado radica en la búsqueda de la
causa del hecho antijurídico, es decir, el injusto penal —antijuridicidad-, por IO que debe buscar el
motivo que provocó la lesión o el peligro del bien jurídico y, para ello, se debe de establecer si fue
motivada por la conducta realizada —desvalor de acción- o el resultado producido —desvalor de
resultado-, o por ambas a la vez, como lo predica la doctrina actual.
CAUSAS DE JUSTIFICACION
Como se estableció con anterioridad las causas de justificación son Circunstancias que van a negar
la antijuridicidad. Después de realizar el análisis de la conducta típica, se efectuará el análisis de la
conducta contraria al ordenamiento jurídico penal, para ello, se necesitará establecer la
concurrencia de alguna causa de justificación. Al determinar que no existe causa de justificación se
establecerá la antijuridicidad, pero si se logra concretar la existencia de una causa de justificación
se establecerá la inexistencia de antijuridicidad. Esto se deriva puesto que las causas de
justificación niegan la antijuridicidad y consecuentemente establecen como justa la conducta
típica.
Las causas de justificación, como su nombre indica, son normas permisivas que posibilitan la
exclusión de la antijuridicidad. Estas causas de justificación otorgan la facultad a un sujeto activo
de realizar un hecho típico, que en principio está penalmente prohibido, pero que, por razones
normativas, sociales o políticas, el legislador le Otorga la facultad de realizar el hecho típico. En
otras palabras, las causas de justificación justifican" el hecho delictivo del sujeto activo y por ende
lo irresponsabilizan penalmente. Las causas de justificación convierten en lícito el hecho realizado
por el autor.
Cuando alguien ejecuta una conducta típica con causa de justificación se justificará su actuar por
ende se negará su antijuridicidad y consecuentemente no existirá delito.
El fundamento de las causas de justificación se basa en la falta de interés de castigar por parte de
la sociedad y en el interés preponderante, que da la solución legal cuando se ven enfrentados dos
bienes o intereses que están jurídicamente protegidos, donde el legislador se inclina por uno de
ellos, con la finalidad de resguardar el principio de legalidad
219
Como forma de ejemplo, el elemento objetivo determinará la percepción del sujeto, tal es el caso,
cuando una persona dispara a otra en virtud que la segunda persona está apunto de dispararle. En
este caso, el elemento objetivo —percepción real del sujeto-, se determina a través de la
existencia de una conducta ilegítima contra él, que le obligó a defenderse.
En cuanto al elemento subjetivo, significa que el sujeto a parte de los presupuestos objetivos de
una causa de justificación —elemento objetivo-, se necesita que conozca y tenga conciencia de la
situación de defenderse. —elemento subjetivo-. Es decir, no basta con que se dé objetivamente la
situación justificante, sino que es preciso, que el autor conozca esa situación, por lo que, sólo
puede actuar con justificación quien sabe que se está defendiendo o protegiendo de un mal. El
elemento subjetivo de las causas de justificación comprende el conocer y querer defenderse del
mal al cual está sometido. Al determinar que el sujeto activo carece de este elemento subjetivo,
por no conocer de la agresión, faltará el elemento subjetivo, con lo cual se negará la causa de
justificación.
Sirva e ilustración e siguiente ejemplo: sujeto A espera a B para matar o, B sin conocer de la futura
agresión que puede ser víctima observa a B y lo mata Por cuestiones personales anteriores. En el
presente caso B no podría alegar legítima defensa en virtud que no conocía —elemento subjetivo-,
la situación de agresión ilegítima del cual iba a ser sujeto. Este caso ilustra la necesidad de
Contemplar el elemento subjetivo en las causas de justificación, puesto que, si bien es cierto, se
dieron los presupuestos objetivos de la legítima defensa — agresión inminente-, también es cierto
que se careció del elemento subjetivo, en virtud que el sujeto B le quita la vida a A sin conocer de
la agresión que iba a sufrir. En este caso el autor no conocía que se estaba defendiendo y, por ello,
no podría considerar la legitima defensa, como causa de justificación.
220
Acontece cuando el sujeto activo actúa en defensa de su persona 0 de sus bienes o defensa de
otra persona, bienes o derechos, siempre y cuando se establezca que existió una agresión ilegítima
en su contra. El Derecho penal, reconoce el derecho que tiene toda persona de defenderse cuando
se le es atacado injustamente. La legítima defensa supone una agresión de cierta gravedad, sin
que el agredido pueda auxiliarse de la autoridad 0 de terceros. Además, la defensa se realiza no se
planifica, dado que constituye casi un movimiento reflejo de defensa e instinto de sobrevivencia y
de protección personal. La legítima defensa es un derecho que el Estado le concede a cada uno de
sus habitantes, permitiéndoles acciones para contrarrestar las agresiones sometidas. Como ya se
indicó, el alcance de la legítima defensa puede comprender a la propia persona del agredido 0 a un
tercero, en éste caso, el que interviene no es el agredido, aunque bien puede derivarse de un co-
agredido, quien actúa solidariamente. De igual forma, la legítima defensa alcanza la posibilidad de
defender derechos propios o ajenos, lo cuales pueden ser de cualquier clase, pudiendo
corresponder a una persona física o jurídica.
Para la determinación de la legítima defensa, los Juzgadores deberán hacer una valoración
individualizada y circunstancial de todos y cada uno de los acontecimientos ocurridos, ubicándose
imaginariamente en el lugar donde se desarrollaron, valorando los antecedentes, las personas y
las circunstancias del hecho. La legítima defensa se hace necesaria para impedir una agresión
injusta contra los bienes jurídicamente protegidos cuyo fundamento es el instinto de conservación
y protección, lo cual es el sentido de la humanidad, lo que explica su universalidad. Este animus
defendendi posee un interés preponderante, puesto que se funda en la necesidad de auto-
protección y de afirmación del derecho, ya que, lleva un ánimo exclusivo de alcanzar el propósito
de fin defensivo.
A raíz de lo anterior, para determinar la legítima defensa se necesita que se establezcan tres
elementos:
221
dicho ataque debe de consistir en una actitud dolosa y no imprudente (en el caso de un ataque
imprudente cabe el estado de necesidad); la agresión debe ser ilegítima, porque es una actitud
típica y antijurídica, sin esperar que el agresor sea responsable penalmente. Para que se considere
que la agresión es ilegítima es necesario que medie un acometimiento o un ataque que crea un
peligro real con potencia de dañar. La agresión ilegítima debe ser real, actual o inminente. La
agresión debe ser real, puesto que no debe existir en su imaginación; debe ser actual, porque
posterior a la agresión no sería legítima defensa, constituiría una venganza, de igual forma no
existe la defensa preventiva; debe ser inminente, puesto que, no se debe esperar que el ataque se
produzca. En los casos de riña mutuamente aceptada por dos o más personas, la doctrina
determina la inexistencia de voluntad defensiva de los intervinientes, toda qué vez, existe plena
voluntad de agresión por ambos partes.
ñ) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla, la cual deberá examinarse
dentro de dos aspectos: ii.a) necesidad de defensa: cuando el sujeto se encuentra en un estado de
repeler o impedir la agresión; ii.b) racionalidad del medio empleado: la utilización del medio
empleado para defenderse debe ser el menos lesivo posible ó el menos lesivo que disponga. En
este tema de la proporcionalidad, es necesario acotar lo siguiente: no es conveniente confundir
entre la necesidad racional del medio empleado con la necesidad del medio empleado racional,
puesto que, la defensa debe estar justificada con base a su necesidad y no tanto por la
proporcionalidad del medio empleado. Sobre esta situación siempre ha existido confusión,
derivado que, para algunos se exige una proporcionalidad de los medios utilizados para su defensa
(revolver con revolver, navaja con navaja), empero para la mayoría de la doctrina moderna, lo que
se requiere es la necesidad de defensa que tiene la persona en el momento preciso de su
actuación defensiva. En cualquier caso, la proporcionalidad siempre deberá ser valorada con
posterioridad a los hechos y circunstancias establecidas, donde, quizá se pudiera exigir, a lo sumo,
una elección entre varios medios a disposición de quien se defendió, siempre y cuando se tuviera
dicha posibilidad de elección, empero, si no la tuviera, tampoco se puede exigir dicha
proporcionalidad del medio empleado, toda vez que, tal y como se expuso con anterioridad, la
defensa se hace, no se piensa, puesto que, si cabe la reflexión necesaria, prácticamente se
desvanecería la legítima defensa y se convertiría en venganza. Se hace necesario, también,
determinar los límites de la proporción, adecuación o idoneidad en su actuar, ya que, pueden
ocurrir excesos innecesarios o reprochables penalmente (se defiende y sigue lastimando y
torturando al agresor).
222
iii) falta de provocación suficiente por parte del sujeto: el defensor no deberá provocar un ataque
que promueva su defensa. Existe provocación "Suficiente» cuando la provocación es
proporcionada y adecuada a la agresión. No se establecería la legítima defensa cuando la
provocación es mínima y la agresión es máxima. La provocación suficiente, debe consistir que sea
bastante y adecuada para originar la agresión sin que la justifique plenamente. La Provocación
pudiera existir, siempre que no sea suficiente para provocar una reacción agresiva
desproporcionada. De allí, la importancia de la provocación "suficiente". para ello, es necesario
colocarse en una posición objetiva para determinar el grado de suficiencia para provocar una
reacción de defensa. El fundamento de la legítima defensa y sus elementos se encuentra en los
artículos 24. 1 del Código Penal de Guatemala.
Además de la legitima defensa anterior, se pueden establecer otras dos: i) privilegiada, la que
permite repeler una agresión sin necesidad de exigencia de la agresión ilegitima y, en algunos
casos, como en la legislación guatemalteca (art. 24. c), sin necesidad de las otras dos exigencias
requeridas; ii) putativa, repeler una agresión impulsado por una creencia imaginaria de que existe
una agresión ilegitima en su contra (arts 25.3 Cpg). Un tema relevante y discutible, en cuanto a la
legítima defensa putativa, es lo relacionado a la creencia personal de que es objeto de una
agresión ilegítima (vg. creencia de brujería o de actos diabólicos). Obviamente para ser
considerada tal legitimación, en estos casos ejemplificativos, deberá de ser probada tal
circunstancia, especialmente a través de un peritaje cultural u otros medios que puedan garantizar
la creencia y la acción correspondiente. Sobre la legítima defensa putativa, se desarrollará dentro
del error de prohibición indirecto —error en las causas de justificación-,
Juan percibe que será atacado con un disparo de escopeta y en ese instante reacciona disparando
su arma y matando a su agresor. En este caso, existe una agresión inminente por parte de su
agresor; existe una necesidad de defensa por parte de Juan y falta de provocación. Se dan los tres
elementos necesarios para la legítima defensa. No existe un hecho injusto por parte de Juan, por
ende, no existe antijuridicidad ni delito.
223
B) ESTADO DE NECESIDAD
cuando el sujeto activo actúa en defensa de su persona o en defensa de otras, derivado de un
peligro inevitable e insalvable de otra manera, El estado de necesidad surge como conflicto entre
dos bienes jurídicos, poniendo a salvo uno en perjuicio del
otro, esperando que con el bien jurídico salvado se cause un mal menor. Se necesita que exista un
hecho peligroso distinto a las exigencias de la legitima defensa (artículo 24. 2 del Código Penal de
Guatemala). Existe estado de necesidad en el caso de conflicto entre bienes iguales o desiguales,
lo importante es que exista la necesidad manifiesta de salvar o proteger los bienes. Lo importante
de esta causa de justificación es la presencia de una situación conflictiva de bienes, donde se daña
un bien para salvaguardar un bien propio o ajeno, partiendo de la premisa que no se puede utilizar
otro medio o procedimiento que salve al bien dañado. El fundamento de esta causa de
justificación es la protección del interés preponderante cuando se trata de conflictos de bienes de
igual calidad o jerarquía.
Los requisitos para establecimiento del estado de necesidad son los siguientes:
i) la existencia de un peligro grave, real o inminente: Se necesita que se represente una amenaza
para la vida, la libertad, la igualdad, la dignidad... de una persona. En cuanto a la realidad del mal
que se trata de evitar, se requiere, al igual que en la legítima defensa, la presencia real, actual o
inminente del daño, por tal razón se dice que el estado de necesidad debe ser instantáneo y no
permanente. Por lo anterior, en algunas ocasiones se puede determinar un estado de necesidad
putativo, cuando se está frente a la creencia errónea de su existencia, por tal razón, es susceptible
de ser tratado como un error de prohibición.
ü) que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar: Se refiere a la proporcionalidad
de los bienes salvados y lesionados. Lo importante a destacarse, es que el bien lesionado o
afectado no tenga una mayor ponderación
224
que el bien salvado. Esta circunstancia deberá ser valorada para determinar la cualidad de los
bienes jurídicos en conflicto, para determinar si la elección no ha sido desproporcionada, lo cual
sería inadmisible. Con ello, se debería de valorar no solamente los bienes en conflicto, sino que, la
verdadera esencia de la necesidad humana de supervivencia. Lo que se debe destacar es la
necesidad de defender un bien protegido y que el agente obre impulsado por la situación de
defensa, violentando con ello, otro bien jurídico de igual o menor valor que el salvado. La
excepción a esta regla básica es lo relativo a la afectación de los daños al patrimonio ajeno, toda
vez que, tal y como lo expone el artículo 24.2 del Código Penal, cuando el daño ocasionado en el
estado de necesidad sea a un bien patrimonial de otra persona, se requiere que dicho daño sea de
menor jerarquía o valor que el bien salvado. En otras palabras, cuando se haga necesario la lesión
a un bien patrimonial ajeno para salvar otro bien, se necesita que dicho patrimonio ajeno sea de
mayor importancia y valor que el bien salvado.
iii) que el estado de necesidad no haya sido provocado intencionalmente por el sujeto y que
el peligro no fuese evitable de otra manera: la necesidad de defender un bien jurídico protegido,
no deberá sobrevenir de un acto intencionado para pretender alcanzar cl estado de necesidad. El
estado de necesidad no debe surgir como consecuencia de una provocación de modo intencional
del sujeto para agenciarse de esta protección penal. Por tal razón, quedan cubiertos de este
elemento los actos fortuitos 0 las acciones culposas establecidas por el agente del estado de
necesidad. Además, que la conducta típica de actuar en defensa de sus bienes sea la única
alternativa posible.
iv) que el sujeto no tenga obligación de sacrificarse por razón de su cargo oficio: se refiere a
la existencia de algunas profesiones u oficios que obligan a enfrentar el peligro y, por ello, se les
excluye de esta causa de justificación (ej. policías, bomberos, médicos, etc.). Lo criticable de esta
normativa es la utilización de la palabra sacrificio, puesto que, es una expresión que conlleva la
perdida de la vida y, en ningún momento, se tiene que obligar a perder la vida a alguien; lo
correcto hubiese sido la utilización de las palabras obligación de correr peligro.
El que se salva, asimismo, en perjuicio de la vida de otro -caso tabla de carneades, caso de los
exploradores de las cavernas-; el medico que tiene que salvar la vida de la madre en perjuicio de la
vida del niño o a la inversa. En estos casos, de conformidad a nuestra legislación existirá estado de
necesidad porque los bienes salvados no superaran en valor y jerarquía a los bienes lesionados. Se
corresponden en igualdad de importancia.
225
Cuando el sujeto activo haya actuado derivado de su cargo, profesión u oficio legalmente
establecido (artículo 24. 3 del Código Penal de Guatemala). La doctrina establece que el legítimo
ejercicio de un derecho es un supuesto de causa de justificación Para encajar aquellas
circunstancias no establecidas en la legítima defensa y en el estado de necesidad, que deban estar
justificados. Lo necesario es establecer que el profesional 0 funcionario actúa dentro del margen
de sus funciones y atribuciones. Esta clase de
226
justificación, al igual que las anteriores, deberá de justificase, siempre y cuando, no suponga un
daño mayor, un abuso del derecho y que el sujeto actúe con base a su ordenamiento jurídico
permitido. Existe una diversidad de remas que se pueden tratar bajo esta causa de justificación: i)
el ejercicio de la violencia por parte de la auttoridad —debiendo contener la necesidad racional de
violencia-; ii) el derecho de corrección de los padres —moderadamente y sin causar lesiones-; iii)
el ejercicio profesional —por medio del sigilo profesional-; iv) el derecho consuetudinario.
Esta causa de justificación constituye una acción facultativa del titular del derecho. En estos casos
la propia legislación les garantiza a algunas personas el legítimo ejercicio para determinadas
actividades, permitiendo la exclusión de la antijuridicidad. Por ello, se dice que todo lo está
permitido en la ley no podrá ser objeto de sanción.
Los Agentes de Policía Nacional al detener a una persona, cumplen con su deber legalmente
permitido; el Agente Fiscal que allana una vivienda con orden de un juez, está cumpliendo su
deber legalmente reconocido.
227
le permita no puede ser objeto de sanción. Basta con fundamentar su conducta en una norma de
derecho vigente para quedar al margen de alguna persecución penal.
Ejemplos ejercicio legítimo de un oficio o cargo;
Se protege la conducta del médico que lesiona para operar a un paciente, empero no protege, las
lesiones dolosas o culposas que devengan de una mala acción. El policía que arresta a un
delincuente y utiliza la fuerza como Última alternativa para la aprehensión y en eso lesiona
levemente al capturado que se ha resistido a dicha detención.
D) CONSENTIMIENTO:
Ejemplo:
Las operaciones quirúrgicas, donde se le deberá informar al paciente previamente y este acepta
dichas intervenciones.
228
d) La causa de justificación por parte del autor del delito, justifica la conducta de los
partícipes (principio de accesoriedad de la participación).
229
4. CULPABILIDAD
1. CULPABILIDAD
Si no concurre ninguna causa de justificación hay que valorar si el sujeto es culpable, es decir, si
podía ser motivado normalmente por el mandato normativo en contra de la realización del delito.
La culpabilidad es la capacidad del sujeto activo de ser responsable penalmente y, para ello, se
hace necesario establecer que la persona tiene sus capacidades psíquicas mínimamente
requeridas para determinar su capacidad de culpabilidad. En este elemento de la teoría jurídica
del delito se deberá establecer que el sujeto activo no posee enajenación mental, inmadurez o
desconocimiento de la prohibición normativa que le impida ser declarado responsable
penalmente, además de haber podido obrar de una manera distinta a lo que realizó. Los
elementos que se deberán estudiar en la culpabilidad son: imputabilidad, conocimiento de la
antijuridicidad y la exigibilidad de un comportamiento distinto:
Culpabilidad consiste en la capacidad que tiene el sujeto activo de ser responsable del delito, esto
es, tener la capacidad mental de comprender el hecho que realizó, la consciencia de
antijuridicidad de su actuación y el haber podido obrar de otra manera y no lo hizo. Estos son los
tres requisitos ineludibles para determinar la culpabilidad del sujeto activo, y por ende, la
existencia del delito.
Ejemplo:
Sebastián al insertarle la navaja a Fernando en el abdomen, con dolo, cometió una acción típica de
homicidio doloso y sin causa de justificación, por lo que realizó un hecho antijurídico (injusto),
además, se determina que tiene una capacidad mental normal, conocía que matar a una persona
es delito y que no actúo de otra manera, pudiendo hacerlo. Por consiguiente, Sebastián es
culpable y, por ende, ha cometido un delito (homicidio).
230
ELEMENTOS DE LA CULPABILIDAD
Los elementos ineludibles para establecer la culpabilidad de un sujeto activo después de
determinar su antijuridicidad, son tres, como ya se consignó anteriormente: Imputabilidad,
conciencia o conocimiento de la norma prohibitiva y la exigibilidad de una conducta distinta:
a) LA IMPUTABILIDAD:
Para establecer la culpabilidad de una persona, se tendrá que determinar en primer lugar la
capacidad mental y edad cronológica del sujeto para ser responsable, por lo que, se necesita
establecer la capacidad de comprensión del hecho ilícito por parte del sujeto y la capacidad de
actuar conforme a su comprensión278. La imputabilidad sería, pues, uno de los requisitos de la
culpabilidad, concebido como "el conjunto de las formalidades mínimas requeridas para
considerar a un sujeto culpable por haber hecho algo típico y antijurídico"279 Así concebido, el
concepto de imputabilidad es, para algunos autores, "un tamiz, que sirve para filtrar aquellos
hechos antijurídicos que pueden ser atribuidos a su autor y permiten que, en consecuencia, éste
pueda responder por ellos"2S0 Así también es oportuno señalar lo que expresa MIR PUIG, en
relación a la imputabilidad, de conformidad con la doctrina dominante, ya que -según indica- se
requieren dos elementos: la capacidad de comprender lo injusto del hecho, y la capacidad de la
actuación conforme a dicho entendimient0281 Como consecuencia, JESCHECK señala que la
imputabilidad alcanza a quien tenga una determinada edad y quien no sufre graves perturbaciones
psíquicas, ya que posee un mínimo de capacidad de determinación que el ordenamiento jurídico
requiere para la responsabilidad pena1282
231
Psicobiologicos exigidos por la legislación vigente, que expresan que la persona tenía231
capacidad de valorar y comprender la ilicitud del hecho realizado por ella y de actuar en términos
requeridos por el ordenamiento jurídicos"2S3 BUSTOS RAMIREZ, desde perspectiva más
sociológica, a fin al concepto de subcultura, la define como "juicio de incompatibilidad de la
conciencia social de un sujeto en su actuar frente al ordenamiento jurídico" 284 Por otra parte, se
puede localizar definiciones que tienden a la función motivadora de la norma penal y en los fines
prospectivos de la pena, donde se puede señalar la definición de MUNOZ CONDE y GARCIA ARAN,
ya que estos autores afirman que para determinar la culpabilidad de una persona que ha cometido
un hecho típico y antijurídico, es necesario que el individuo pueda sentirse motivado por la norma,
que conozca su contenido y que además se encuentre en una situación que pueda regirse por ella,
sin grandes esfuerzos.
La noción de imputabilidad, es poco pacifica en la doctrina más insigne. Los diferentes autores se
ponen de acuerdo, en que, ésta debe de concurrir para que exista delito, pero discrepan en cuál es
el punto en el que se debe incidir para su definición.
Esta polémica doctrinal ha sido puesta de manifiesto, por diferentes autores, quienes afirman que
en torno a la imputabilidad, surgen tal variedad de doctrinas y criterios, además de señalar que
dicho concepto puede adquirir significados muy distintos de unos a otros comentaristas2S5 En la
Escuela clásica se aludía al bienestar individual, centrándose en el individuo como persona, y la
existencia en torno a él, de un conjunto de procesos patológicos susceptibles de determinar su
libertad de acción -Concepción indeterminista, propia de los clásicos, cuyo máximo representante
fue Francesco Carrara, basada en la idea del libre albedrío y de la responsabilidad moral-286
Mientras tanto la Escuela positiva se fundamentaba en una concepción determinista,
232
-cuyo máximo exponente fue Enrico Ferri-, donde se entendía a la imputabilidad dentro de los
límites de la peligrosidad social, en un intento de preservar a la Sociedad de los individuos
mentalmente alterados287
Para concluir con la definición al respecto, se puede indicar que tal y como lo concibió la doctrina
clásica, es inaceptable, ya que lo relaciona con la libertad, dependiendo del "libre albedrío",
basándose en una concepción del hombre como ser humano totalmente libre, capaz de entender
y querer lo que está haciendo y de elegir entre lo que se le ofrece2S8 . En la actualidad y más
concretamente con la doctrina más avanzada, se puede determinar que no puede ser aceptado el
libre albedrío ya que se fundamenta en un concepto intangible e indemostrable -somos realmente
libres o actuamos en gran parte condicionados-, además tampoco parece adecuado referirse solo
a los planos intelectivo (conocimiento) y volitivo (voluntad) a la hora de fundamentar o no la
imputabilidad de un determinado sujeto — ya que, los enajenados mentales también pueden
conocer y querer el hecho delictivo - Por ello se dice que estos dos últimos elementos deben
darse en todo caso, pero sin olvidar la existencia de otros factores que pueden condicionaren gran
medida nuestra forma de actuar, como son los sociológicos, psicológicos, biológicos, culturales o
incluso medioambientales289. El hombre al no vivir solo, sino que, al convivir en una soledad, su
actuar y comprender es muchas veces fruto de ese constante intercambio con su entorno, que
origina un especial proceso de interacción que es lo que la psicología moderna llama "motivación
A raíz de esto se puede concluir que para que exista imputabilidad es necesario que el sujeto sea
capaz de comprender el hecho que ejecuta y que tenga la capacidad de auto determinarse y de
controlarse de conformidad a la comprensión de la ilicitud de la acción realizada. Nuestro Código
penal, hace eco de esta doctrina moderna, ya que en el artículo 23.2, se refiere básicamente a la
inimputabilidad y se dice que es causa de ella, quien no tenga la capacidad de comprender el
carácter ilícito del hecho o de determinarse.
233
de acuerdo con esa comprensión. con esto se puede Indicar que, en nuestra legislación penal, -al
igual que en otros países - la Ley, aclara cuando una persona no es imputable. Como consecuencia
se hace necesario realizar una labor interpretativa a contrario sensu de como deberá ser
concretada la idea de imputabilidad, cuyo requisito previo y esencial es que no se incluya en
ninguno de los supuestos estipulados en el artículo 23 del Código penal guatemalteco. En
resumen, es imputable el que tenga la capacidad mental para comprender el hecho antijurídico
y posea la edad mínima para la imputación del delito.
Ejemplo:
Juan comete un hecho antijurídico y es una persona normal mentalmente y tiene la edad mínima
para la imputación del delito (18 años en el Código penal y 13 años en la Ley de la Niñez y
Adolescencia). Juan es perfectamente imputable del delito cometido.
b) CONCIENCIA DE ANTIJURIDICIDAD:
234
comunes y nada informados a la sociedad, los que por la propia negligencia estatal d trasladar la
conciencia de antijuridicidad en estos casos no comunes, no se les podría exigir el conocimiento
normativo de estas conductas a la población, salvo que por su profesión u oficio debiera de
conocer la normativa (ej. delitos fiscales, aduaneros económico especial, fauna y flora, etc.). La
conciencia de antijuridicidad requerida en la culpabilidad se contrapone a la normativa del artículo
3 de la Ley del Organismo Judicial, toda vez que en el Derecho Penal debe imperar esta clase de
conciencia para la determinación de la culpabilidad de una persona, todo esto se encuentra
fundamentado en el artículo 8. 2 de la Convención Americana de Derechos Humanos, artículo 32
del Estatuto de Roma -normativas vigentes para el Estado de Guatemala-, artículos 25.3 y 26. 9 del
Código Penal de Guatemala. El error de prohibición se estudiará dentro de las causas que excluye
la culpabilidad por carecer conciencia de antijuridicidad.
Toda acción es punible siempre y cuando su autor haya obrado en conciencia que su actuar estaba
prohibido en la norma.
Ejemplo:
Juan cometió un hecho doloso y antijurídico (homicidio doloso), poseyendo una capacidad
mental normal, además conocía que el matar es prohibido. Con ello, se determina que tenía
conciencia de antijuridicidad -saber que la norma prohíbe una determinada conducta-
Derecho no considera exigible la conducta cuando nadie puede resistir una presión de motivación
excepcional que ningún hombre medio podría
235
soportar. esto último hace referencia a que el sujeto activo actuó t y como hubiese actuado un
hombre normal en su situación. Ej. Quien extorsiona por haber sido amenazado de manera real y
grave por una pandilla.
Ejemplo:
Juan pudo haber obrado de una manera distinta que el matar. Juan tenía todas las condiciones
para no matar y a pesar de eso, mató. En este caso existiría, no solo la capacidad mental, la
conciencia de antijuridicidad, sino que, la exigibilidad de un comportamiento distinto. En
conclusión, existe culpabilidad de Juan. Situación distinta sería si hubiese matado por miedo
invencible. En este último caso, no sería culpable, si se demostrase que mató por miedo
insuperable y que no tenía otra manera que el sólo matar.
Son causas de inculpabilidad, o sea, las que determinan que la persona no es capaz de ser
responsable, las siguientes: Las que afectan directamente la imputabilidad, las que afecta a la
conciencia de antijuridicidad y las que afectan la inexigibilidad de una conducta distinta.
236
i.- La Minoría de edad.
El problema de la criminalidad juvenil, es muy amplio y preocupante, por el aumento del mismo en
estos últimos años y por su gran repercusión social. La población tiene miedo al observar que
jóvenes delincuentes cometen diariamente hechos delictivos; por ello es importante tomar en
cuenta lo que señala algún autor, al expresar que: 'el delincuente juvenil es aquella persona que
no posee la mayoría de edad penal y que comete el hecho que está castigado por las leyes. La
sociedad, por este motivo, no le impone un castigo, sino una medida de reforma", ya que le
supone falto de discernimiento ante los modos de actuar legales e ilegales"293
237
décadas, la delincuencia de los menores de 18 años no ha dejado de aumentar, hasta el punto de
suponer de forma aproximada que corresponden a un 20 por ciento de la delincuencia general
total. A título ejemplificativo, las figuras delictivas más frecuentes son el robo, el hurto, extorsión,
tráfico de drogas y homicidios.
De acuerdo con el art. 20 de la Constitución de Guatemala, el artículo 23. 1 del Código Penal de
Guatemala, los menores de 18 años no serán responsables con arreglo al Código Penal. No
obstante, cuando un menor de edad cometa un hecho delictivo podrá ser procesado y sancionado
con arreglo a lo dispuesto en la Ley de Protección integral de la niñez y de la adolescencia de
Guatemala, a partir de la edad de trece años.
De acuerdo con el art. 23. 2 del Código Penal de Guatemala "No es imputable., Quien en el
momento de la acción u omisión, no posea, a causa de enfermedad mental, de desarrollo psíquico
incompleto o retardado o de trastorno mental transitorio, la capacidad de comprender el carácter
ilícito del hecho o de determinarse de acuerdo con esa comprensión, salvo que el trastorno mental
transitorio, haya sido buscado de propósito por el agente" (actio libera in causa). Aquí pueden
incluirse las oligofrenias, expresión viene a reflejar una situación de retraso mental; las psicosis,
que se consideran como enfermedades mentales (ej. la esquizofrenia paranoide o las psicosis
maniacodepresivas), los trastornos metales transitorios. Dependiendo de la intensidad con la que
se den estas situaciones pueden eximir por completo la responsabilidad o Únicamente atenuarla
(artículo 26. I Código Penal de Guatemala).
Las anomalías psíquicas que afecten tanto al conocimiento como a la voluntad de las personas,
pueden afectar la imputabilidad penal. Siendo estas:
a) La esquizofrenia: Resulta ser uno de los paradigmas de las enfermedades mentales. Definida en
el siglo XIX (año 1898), por KRAEPELIN, como demencia precoz294 y más tarde por BLEUER, en la
terminología actual.
238
Supone una escisión de la estructura de la personalidad, una ruptura del yo que es su
característica fundamental. Comienza con un brote psicótico, o de manera lenta en personas
raras, introvertidas, aisladas, hostiles con otros individuos, que normalmente presentan
alucinaciones visuales, auditivas, voces que controlan su pensamiento, le ordenan y dirigen su
forma de actuar. En ocasiones, el esquizofrénico se sentirá perseguido o controlado por una
persona ajena inexistente, no pudiéndole controlar nadie, ni explicarle: se aísla, no se relaciona, en
fin, existe una ruptura en la comunicación.
c) La oligofrenia. Una de las enfermedades más frecuentes, hasta el punto que, según las
estadísticas, afecta a un dos por ciento de la población mundial. Etimológicamente, deviene de
'Coligo", que significa "poco", y "frenos mente", o sea dando como resultado una significación
general de escasez de mente; por eso tal y como señala GARCIA ANDRADE, que esta pobreza
afecta a la personalidad por entero. Siguiendo a este autor, podemos definirla como un estado de
déficit de la personalidad, congénito o precoz-mente adquirido"296 Para considerarla como tal, la
oligofrenia debe de establecerse antes de los 18 años de edad, en la que se cree, que ya no se
puede aumentar más la inteligencia. Si la pérdida de inteligencia se produce una vez que la
persona ha terminado su desarrollo, hablamos de demencia o de trastornos mentales de carácter
orgánico. Sus causas, son muy variadas (herencia, mal nutrición, lesiones neuronales, o situaciones
analíticas, como la de los niños
239
lobo de la india) y su sintomatología depende mucho del nivel de inteligencia que hayan
conseguido desarrollar, en un espectro que va desde personas que no consiguen hablar, con
motricidad torpe, incapaces de vivir por si solos, a estados límite con retraso mental leve que
pueden llegar incluso a trabajar y a realizar tareas rutinarias, integrados totalmente en la sociedad.
Atendiendo a la edad mental y al coeficiente intelectual, podemos clasificarlos en: oligofrénico
profundo, al que posee una edad mental de O a 3 años, con un coeficiente intelectual que no
excede la cifra de 25. En el plano intelectual, se caracteriza por una falta absoluta, o casi absoluta
de inteligencia, que lo hace incapaz de expresar pensamientos y de comprender el pensamiento
hablado de los demás; en el plano somático presenta malformaciones como la macrocefalia,
microcefalia, o el paladar hendido, entre otras. Oligofrénico medio, posee una edad mental entre
3 y 7 años de edad, un coeficiente intelectual de 25 a 50, ostenta capacidad oral, con lenguaje
defectuoso e infantil, dificultad para leer y escribir, dificultades psicomotrices, escasa memoria,
falta de conceptos y simplicidad asociativa. La debilidad mental, supone un grado superficial de
oligofrénica, cuya edad mental oscila entre 7 y 10 años, y con un coeficiente intelectual del 50 al
70 0/0.
240
f) La paranoia. Es un pensamiento paralelo, una forma alterativa de Conocer que supone
para KRAEPELIN, "el desarrollo insidioso de un sistema delirante inconmovible, con perfecta
conservación del sentir y del obrar Es una psicosis caracterizada por la presencia de un delirio
cónico, monotemático sistematizado, irrebatible a la argumentación lógica, y psicológicamente
comprensible. Generalmente, la persona que sufre de psicosis Paranoide parece ser muy normal
en su conversación, en su sensibilidad emocional y en sus acciones, de modo que solo las ideas
delirantes ponen en evidencia su desequilibrio latente. Por tratarse de un solo delirio. También es
conocida en algunos lugares como monomanía. Las formas clínicas de la paranoia están
determinadas por las ideas delirantes, siendo las principales: la paranoia persecutoria, la celotipia
y la mística300
g) Los trastornos neuróticos. Son los ocasionados por un mal enfrentamiento a los conflictos
personales, que están presentes en la vida del hombre con carácter continuado. Si bien no todo
sujeto con conflictos padece neurosis, podemos afirmar que ésta se da por un mal enfrentamiento
con nuestros problemas personales, que nos ocasiona ansiedad, como respuesta a frustraciones
impuestas por la sociedad o el entorno y no soportadas por el individuo, que tiene como síntoma
nuclear y presente la angustia, que se puede manifestar de forma generalizada, o en relación a
objetos o situaciones concretas -fobias-
Todos estos estados indicados afectan la imputabilidad penal del sujeto, de la manera o forma
que se indica a continuación:
241
Ello como regla general, pero pueden darse casos concretos en enfermos no crónicos, con buenas
remisiones en los que no esté distorsionado el mundo de los valores, que cometan el hecho
delictivo entre brote y brote psicóticos la imputabilidad dependerá del grado de defecto que les
quede, pues puede ser importantísimo o tan ligero que les permita hacer una vida normal: tal es el
caso de Newton, esquizofrénico declarado que entre brote y brote escribió la Ley de Gravitación
Universal. Nos hallamos aquí ante esquizofrénicos en fase de compensación o lucidez, cuyas
acciones suelen ser comprensibles, aunque queda en ellas una cierta contaminación patológica,
que puede observarse en la desproporcionalidad de medios o incentivos. Así basta con que el
enfermo crea que otra persona le miró mal, para llegar a matarla, respuesta totalmente
desproporcionada que es el reflejo de la esquizofrenia residual.
Más problemáticos son los supuestos del psicótico paranoico, habida cuenta que el paranoico es
un individuo normal, que puede llevar una correcta vida socio familiar, siendo responsable de la
mayor parte de sus actos, excepcionando aquellos que implican su núcleo delirante. En estos
supuestos nunca podrá hablarse de modo genérico de inimputabilidad, tal y como podría ocurrir
con los esquizofrénicos en fase de estado con presencia de síntomas. Y es que en el paranoico, la
conciencia, inteligencia, voluntad y la yoidad, solo aparecerán afectadas en la parcela referente al
núcleo delirante de forma que una misma acción, en circunstancias ideales idénticas, puede ser
tratada de muy diferente manera según esté o no conectada con la idea delirante principal. Si se
demuestra que, si lo está, la voluntad generalmente existirá, Pero la conciencia cualitativa se verá
alterada, por un proceso intelectivo existente pero equivocado y un falseamiento en las
ensopercepción.
ellos: la generalidad de las personas entiende que matar es malo, pero determinados sujetos
pueden no comprender qué es una insolvencia punible, o un caso de quiebra fraudulenta. No
olvidemos que en estos sujetos no solo se afecta la inteligencia, sino todo el desarrollo de la
personalidad. Habrá de atenderse, pues, al grado de independencia conseguido, a la autorización
que puede llegar el oligofrénico a realizar y, sobretodo, al delito concreto realizado a efectos de
eximir o no de responsabilidad criminal.
Los delitos cometidos por epilépticos, en pleno cuadro convulsivo, deben beneficiarse de
exención de responsabilidad, puesto que, en estos sujetos, se da una total desestructuración del
conocimiento y la voluntad, convirtiendo la Conducta en algo totalmente impulsivo y no
controlado por el sujeto. Se alteran así mismo la motivación, de forma que el individuo no conoce
la ilicitud del hecho, ni tampoco puede actuar conforme a esa comprensión. Se considera a este
supuesto un caso de anomalía psíquica y no de trastornos mental transitorio, ya que, aunque dure
escaso tiempo, no cumple una de las características esenciales de los trastornos mentales
transitorio, que es la de curar sin secuelas. La exención deberá de darse siempre y solo en el caso
de que el sujeto se halle en el cuadro convulsivo, no en estadios anteriores ni posteriores. El
electroencefalograma, es el que permite detectar con mucha precisión la epilepsia, aun en
aquellos casos que se encuentre larvada30.3
Las Neurosis, rara vez, se verán incluidas en la reducción de la imputabilidad, puesto que, en este
caso, el conocimiento suele estar intacto, y el sujeto mantiene plena conservación del pensar, del
sentir y del obrar. No hay afectación de la inteligencia, yoidad, conciencia o voluntad. No obstante,
puede convertirse en concausa en sujetos alcohólicos, drogadictos o toxicómanos, que de este
modo verán agravados sus síntomas anteriores. Especial importancia a efectos de reducción de
imputabilidad plantea la aparición de neurosis en personalidades psicopáticas, cuya asociación
puede originar un efecto multiplicativo, que altere la capacidad volitiva y la intelectiva.
Por su parte, entiende por tal a "todo aquel que tiene una causa INMEDIATA, NECESARIA Y
FÁCILMENTE EVIDENCIABLE, de aparición brusca, de duración no extensa y que termina con la
curación sin dejar huellas, produciéndose en el individuo la alteración de la mente, en términos
tales que lo hacen irresponsable de los actos en aquel momento ejecutados por el mismo"305
Dentro de este concepto se incluirían las situaciones tales, como una enfermedad somática, la
histeria, la intoxicación plena o los síndromes de abstinencia.
En relación a la enfermedad somática se puede indicar que se hace referencia a la fiebre puerperal
y al dolor agudo. Con esto se puede hacer una poca referencia al dolor que puede surgir en el
parto o los efectos mismos que trae consigo el embarazo. Ginecólogos, psiquiatras y criminalistas,
concluyen que el periodo menstrual, el embarazo y el parto, aun sin llegar a producir en la mujer
psicosis específica, originan perturbaciones psíquicas e impulsos anormales que pueden, a veces,
ser irresistibles. En cuanto a la histeria, se puede considerar que es una neurosis de deseo
asentada en una personalidad psicopática necesitada de estimación. Por eso se dice que la histeria
no es una enfermedad mental, sino que es una forma o modo de reacción.
Mención especial se debe de dar a la intoxicación plena, derivada del consumo de bebidas
alcohólicas o estupefacientes, ya que, al no estar contemplada expresamente en nuestro Código
penal, es viable considerarla dentro de este apartado, ya que la experiencia jurisdiccional y la
doctrina especializada así lo recomiendan. Al hacerse referencia a la intoxicación y no a la
drogadicción, es importante matizar la diferencia entre consumidor y drogodependiente, ya que
no todo el que en algún momento consuma droga, está en todo caso afectado de inimputabilidad,
al igual que no todo el que bebe es alcohólico. Por eso solo los estados intoxicación plena derivada
de drogadicción o de intoxicación alcohólica, suponen pérdida de libertad y Perturbación total de
la conciencia, y a raíz de ello, se puede considerar un trastorno mental transitorio, que trae como
consecuencia la anulación de la imputabilidad306
A estos efectos, se distingue dos grupos: Los cuadros agudos, producido por una elevada ingesta
de drogas, o de alcohol. Los cuadros crónicos, ocasionado por un consumo reiterado.
244
elevada ingesta de drogas, o de alcohol. Los cuadros crónicos, ocasionado por un consumo
reiterado.
Las manifestaciones de estos últimos dependen de cual sea la concreta droga consumida, pero
puede producirse desde trastornos mentales a demencias. Especial importancia tienen los cuadros
crónicos propiciados por el consumo de alcohol, entre los cuales podemos destacar el delírium
tremen cuadro que se inicia con un descenso del nivel de conciencia, estado crepuscular y se
acompaña de alucinaciones tanto visuales como cenestésicas, sudoración, agitación motora y
temblores- la alucinosis alcohólica - caracterizada por la presencia de alucinaciones de carácter
auditivo, en los que el paciente oye voces que le hablan y le insultan, lo que a veces da lugar a
problemas de agresiones o allanamientos de morada- el síndrome de koaa/eov - cuya
característica esencial es la presencia de amnesia y confabulaciones en los sujetos que la padece o
la oelotipib alcohólica o delirio de celos.
En estos casos, a efectos de imputabilidad, hay que afirmar que la capacidad de comprender
Únicamente se altera en los estados de intoxicación aguda lo que se conoce también como
intoxicación plena- o en los estadios finales, en los que ya aparecen lesiones orgánico
cerebraies307 La doctrina generalmente considera que el hecho de probar la adición a la heroína
debe suponer, cuando menos, una atenuante, como consecuencia de la afectación de la capacidad
volitiva, fundamentalmente. Suele presentar una alteración de lumbral de fatiga, una
hiperactividad, y unos trastornos sensoperceptivos que llegan a influir negativamente sobre
conciencia, inteligencia y voluntad. Los delitos del adicto a la marihuana suelen generarse a partir
de los trastornos de personalidad que se ocasionan por su consumo a largo plazo. Pero son sin
duda, el demás diseño, las que más pueden afectar a la imputabilidad, pudiéndose dar casos de
inimputabilidad total derivada de psicosis originadas por la crisis alucinatorias o alteraciones
anímicas de depresión o de euforia.
No obstante, se considera necesario resaltar que, a estos efectos, es necesario diferenciar entre
los verdaderos dependientes -que si deben considerarse beneficiad0S de una reducción de
responsabilidad- y los meros consumidores, porque hay mucha gente que, ante la comisión de
delitos, pueden intentar exagerar sus síntomas para beneficiarse de posibles atenuantes. Lo
mismo debe afirmarse respecto del alcohol: el
245
simple consumo no afecta para nada a la imputabilidad. La embriaguez debe ser plena y fortuita
para que se considere significativa. La borrachera patológica es el cuadro típico del trastorno
mental transitorio. En las formas crónicas del alcoholismo, habrá que tener en cuenta si van
acompañadas de trastornos mentales orgánicos para la valoración de la imputabilidad. En todo
caso, se considera que tendrá fuerza exculpante cuando se acompaña de lesiones cerebrales,
como son la demencia alcohólica, el delirium tremens, el síndrome de Korsakov o el delirio
celotipico.
Con respecto al Síndrome de abstinencia, se puede considerar como una rama esclavista que
mantiene atado al sujeto hacia la consecución de la dosis. Cuando se hace referencia a este
síndrome, básicamente se relaciona con la drogodependencia; y surge precisamente cuando el
drogodependiente se encuentra totalmente influenciado y dirigido a obtener la droga y así
satisfacer su necesidad dependiente, y a causa de dicha influencia se ve imposibilitado de
comprender la ilicitud del hecho que realiza30g
Para finalizar con el trastorno mental transitorio, es de suma importancia determinar el caso del
estado pasional, a pesar que la doctrina es muy escueta al tratar el presente tema, derivado de la
enorme perplejidad que presenta. El estado pasional puede impulsar a una persona a cometer
delitos, pero el problema consiste en evidenciar su culpabilidad, ya que es muy difícil establecer si
su imputabilidad ha sufrido menoscabo en su capacidad de comprensión del hecho y del carácter
ilícito. En la mayoría de los casos se logra establecer que los delincuentes pasionales son
plenamente imputables, pero es importante tomar en consideración la realización de un examen
exhaustivo en cada caso concreto ya que pueden surgir ciertas circunstancias que tiendan a
perturbar esa capacidad de comprensión que se requiere para la imputabilidad"09 (ej. Homicidio
en estado de emoción violenta y atenuante de estado emotivo).
246
Esta figura surge cuando el trastorno mental transitorio ha sido buscado de propósito por el sujeto
activo. Recoge aquellos supuestos en los que un determinado sujeto no es imputable al tiempo de
cometer un determinado delito, porque él mismo propicia esa situación, colocándose en ella,
sabiendo que así se librara de la responsabilidad crimina1310. En estos casos, claro está, la
legislación penal no exime de responsabilidad, a la situación de inimputabilidad buscada a
propósito para delinquir (v.gr. Un sujeto se embriaga para vencer sus inhibiciones y así dar una
paliza a su enemigo en estado de intoxicación plena) 31 1 o extendiéndola, a aquellos casos en los
que, aunque no se busca, si se debía de haber previsto que el hecho podría llegar a suceder. (v.gr.
el sujeto se embriaga sin meditar que durante su embriaguez emplearé violencia sobre su
enemigo)312 En estos casos, se adelanta la exigencia de imputabilidad, refiriéndose la misma no a
la acción típica, sino a la acción precedente a la acción típica, fundamentándose en esta la
exigencia de responsabilidad313 En la legislación penal guatemalteca se encuentra establecida en
el artículo 23. 2 del Código penal y como una circunstancia agravante en el artículo 27 numeral 17.
PROBLEMÁTICA DE LA PSICOPATIA
El concepto de psicopatía se inició en el año de 1803 por parte de Pinel, al hablar de manía sin
delirio; en 1 835, Prichard la denomino Locura moral, y en 1838, Koch prefirió hablar de lo
psicopático, y en su publicación de 1891, lo conceptualizo como personalidades anormales en
oposición a las psicosis que serían las auténticas enfermedades mentales314 hasta llegar a lo que
KRAEPELIN, en 1896 definió como
247
La imputabilidad del psicópata ha sido siempre un caballo de batalla en el Derecho penal, ya que
no son enfermos mentales, pero tampoco son personas normales318 Por ello, la doctrina más
avanzada y la propia jurisprudencia se hallan escondidas: para algunos, deben beneficiarse
totalmente de la exención de responsabilidad penal, al no poder actuar de otra manera (alteración
psíquica por falta del elemento volitivo); para Otros, en cambio, son totalmente imputables y
deben de responder de todos sus actos.
De todas las conductas delictivas, son sin duda alguna, los delitos contra la libertad sexual los que
despiertan mayor alarma social. Esto es debido, en parte, al ataque físico que sufre la víctima, pero
también influye el componente de humillación y afectación psicológica que estos delitos
conllevan. Este trauma es más intenso al ser causado por otro ser humano, que, en principio,
actúa intencionalmente. En estos delitos, como en todos, hay que partir de la premisa de que no
todo el que delinque es un enfermo, y que no todos los enfermos que lo son cometen delitos. Es
más, al contrario de la creencia popular que asocia la violación con la patología mental, se ha
demostrado que la incidencia de la enfermedad mental no es más elevada en los delincuentes
sexuales que en la población general. Así, en algunos estudios llevados a cabo en delincuentes
contra la libertad sexual, se han encontrado escasos diagnósticos psiquiátricos, aunque no se
puede generalizar: lo que si aparece con frecuencia en estos sujetos son alteraciones en los
instintos sexuales, denominadas paraflias. Cuando estas conductas parafilicas llegan a ser difíciles
de dominar por el sujeto, pueden desembocar en la realización de delitos sexuales, aunque estas
alteraciones del instinto sexual no necesariamente conlleven a una conducta asocial o delictiva.
Así las parafilias más frecuentes que pueden afectar a la imputabilidad, son:
Sadismo, es el que se encuentra presente en aquellas personas que solo se excitan infringiendo
dolor a su pareja. Estos sujetos suelen estar afectados de sentimient0S de culpa, en ocasiones son
neuróticos.
zoofilia, se fundamenta en tener relaciones sexuales con animales, Y que se encuentra presente
en muchos casos psicóticos.
Exhibicionismo, es una característica exclusiva del hombre. El perfil del delincuente sexual,
básicamente comprende a varones, con edades entre los 20 y 30 años; tienen escasos
antecedentes delictivos, suelen estar casados y conocen con frecuencia a su víctima
249
Quizá el delito más frecuente e importante por su trascendencia social, sea la violación. para
GARCIA ANDRADE, “El violador es, con frecuencia, una persona de escasa dotación intelectual,
que, al no poder actuar de manera normal en la dialéctica sexual con la mujer, utiliza la fuerza, lo
cual es asimismo una venganza, porque las mujeres se han reído frecuentemente de él llamándole
tonto"320 Esa es la razón por la cual no es infrecuente el asalto a menores, más asequibles a su
corta inteligencia que la mujer hecha y derecha. Estas violaciones, se cargan de violencia y de
ansiedad, síntoma que no se da en los violadores con trastornos de personalidad. Estos últimos -
psicópatas GARCIA ANDRADE, cometen violaciones con gran agresividad, por su escasa resonancia
emocional y por su hedonismo acorto plazo. Este autor, distingue a efectos de violación entre
violador sistemático, que, para él, refleja un trasfondopsico-sexual, del violador ocasional, que
lleva a cabo su agresión bajo la influencia de bebidas alcohólicas o tóxicos, y del violador
chantajista de la prostituta, cuando aquel deja de aportar la cantidad estipulada321
Otro hecho, mucho más frecuente de lo que la gente se cree, es el incesto, ya que
estadísticamente -lista negra-, se constata aquel que se da entre padre e hija. Estas relaciones
incestuosas suelen comenzar desde épocas muy jóvenes de la niña, el padre incestuoso con
frecuencia es alcohólico y generalmente realiza sus primeros ataques en grado de intoxicación
plena o semiplena. A medida que pasa el tiempo, estos ataques normalmente se continúan, esté o
no presente el alcohol, manteniéndose a veces durante años y, extendiendo estos ataques a sus
otras hijas, Hay que tener en cuenta en estos casos que la pedofilia es un delito que suele quedar
muchas veces en la sombra de la impunidad, por no denunciarse, a pesar de ser realizados
frecuentemente por familiares de las víctimas, y contar, en ocasiones, con la complicidad de la
madre, de forma que en muchas ocasiones silencian lo que está ocurriendo.
En lo referente a los delitos sexuales cometidos por la mujer, hay que decir que su incidencia
judicial en esta clase de delitos es prácticamente nula. Para GARCIA ANDRADE, esto se debe a que
la "agresión sexual femenina queda amparada por el silencio social o de la alcoba, ya que el abuso
en niños o niñas es muy difícil de demostrar y el acoso sexual se ampara en cierta actitud lúdica e
irónica por parte de la sociedad"322
250
a) ERROR DE PROHIBICION.
El error de prohibición se refiere a la ignorancia por parte del sujeto activo de la existencia de una
norma penal, que, derivado de dicho desconocimiento, ha violentado la prescripción penal. Este
tema es de singular importancia, puesto que, lo que trata es la consecuencia criminal de una
persona que haya actuado con la creencia de acción lícita, pero que en la realidad su actuación ha
violentado la norma penal. En otras palabras, el error de prohibición es creer erróneamente que
su actuación está dentro del ámbito legal. En Guatemala, erróneamente se ha privilegiado la idea
que el error iuris nocer perjudica y no beneficia, porque todos los ciudadanos están obligados a
conocer la normas jurídicas (art. 3 de la Ley del Organismo Judicial), por ende, se ha violentado
abiertamente el principio y elemento de la culpabilidad del Derecho Penal, además, del principio
favor rei, lo que ha conllevado a una serie de injusticias por el desconocimiento propio de los
aplicadores de la justicia sobre los elementos de la culpabilidad y el principio de culpabilidad, que
son los que garantizan la aplicación del error de prohibición y se contraponen a lo establecido en
el mencionado artículo 3 referido. Es necesario recordar que la culpabilidad es una exigencia
ineludible para la determinación de la responsabilidad y, cuando inexista por faltar la conciencia
de antijuridicidad, no existirá culpabilidad y por ende habrá irresponsabilidad del sujeto.
La teoría del error de prohibición en general tiene dos vertientes: vencible e invencible: en el
primer caso, acontece cuando el sujeto activo de ninguna manera pudo haber vencido su error o
desconocimiento de la norma, por lo que su consecuencia es la irresponsabilidad Penal —
derivado del principio de culpabilidad-• en el segundo caso, cuando el sujeto activo pudo vencer
el error o desconocimiento de la norma, por lo que, se le disminuirá su responsabilidad penal (se
atenúa su responsabilidad).
Dentro de las teorías que han tratado este tema están: la teoría del dolo, la teoría estricta de la
culpabilidad y la teoría de los elementos negativos del tipo.
La teoría del dolo: Esta teoría sirve de fundamento al sistema causalista, derivado del dolus
malus, con lo cual, el dolo y la culpa se consideran formas de culpabilidad, incluyendo pues, en el
dolo, el conocimiento de la antijuridicidad. Por ello, al existir un error en las causas de justificación,
se considerará, para esta teoría, un error de Prohibición con las consecuencias similares al error de
tipo, o sea, cuando se refiera a un error invencible, la conducta es impune; cuando el error fuere
vencible, la conducta se convierte en imprudente.
culpabilidad, que se derivaba del sistema causalista, el dolo es neutral, puesto que elementos
únicos son el volitivo y el cognoscitivo, sin la necesidad de contar con la conciencia de
antijuridicidad. A raíz de ello, la teoría estricta de la culpabilidad, al establecer que la conciencia de
antijuridicidad permaneció en la culpabilidad y el como elemento independiente se ubicó en el
tipo, considera que el error de prohibición no podría excluir el dolo, por ser un elemento
autónomo e independiente de la culpabilidad, por lo que ése conocimiento de antijuridicidad debe
valorarse dentro de la culpabilidad, sin importar la existencia de una conducta típicamente dolosa.
para esta teoría, al igual que la anterior, el error en las causas de justificación se considerará como
un error de prohibición. La diferencia es en el tratamiento del mismo: cuando se refiera a un error
invencible, la conducta es impune; cuando consista en un error vencible, la conducta será tratada
con culpabilidad atenuada (sanción disminuida).
La teoría de los elementos negativos del tipo: En esta teoría se determina que el error en las
causas de justificación se trata de dos formas distintas: a) cuando existe una creencia errónea de
algunos presupuestos (elementos objetivos o de percepción) de las causas de justificación, se
tratará como error de tipo, por existir un error en el tipo negativo. La consecuencia es, cuando el
error sea invencible, es impune; cuando sea vencible, la conducta se transforma en imprudente. b)
cuando alguien cree erróneamente que el Derecho le asiste como justificación (cree erróneamente
que su actuar está justificado), en este caso, sería un error de prohibición, con dos consecuencias:
cuando se trate de un error invencible, es impune; cuando la conducta errada pudo vencerse, se
convierte en una culpabilidad atenuada.
El error de prohibición directo acontece cuando precisamente el sujeto activo desconoce que su
actuación está prohibida penalmente. Es necesario determinar que el sujeto no tenga la
consciencia de antijuridicidad que se necesita para establecer la culpabilidad. De ninguna manera
se podrá responsabilizar a una persona que haya actuado por desconocimiento de la norma. El
sujeto activo que haya cometido un
253
hecho antijurídico, sin conocer que su actuación estaba penalmente sancionada, se le deberá de
irresponsabilizar por la carencia de motivación de la norma. No es lo mismo sancionar a una
persona que haya cometido un delito por desconocimiento de la existencia de una norma que otra
persona que efectivamente la conocía.
Ejemplos:
Los ejemplos anteriores del error de prohibición. Además, los siguientes: el caso de los
adolescentes de trece años que no conocen ni tienen la mínima conciencia que tener relaciones
sexuales consentidas entre ellos, por la edad, está penalizado (violación). Vendedor de discos
compactos y películas que no conoce y no tiene la minina conciencia que su actividad laboral diaria
está penalizada (violación a los derechos de autor). Quien no conoce ni tiene la mínima conciencia
que el acto de bailar con su amante en una fiesta familiar, está penalizado por la ley (injuria).
El error de prohibición indirecto o error en las causas de justificación, se concibe cuando el sujeto
activo cree que está actuando "legalmente" bajo una causa de justificación. Presupone una
diversidad de circunstancias que hacen surgir las necesidades de resolución, tal es el caso, cuando
el sujeto activo en el momento de su acción, haya percibido equivocadamente una agresión
ilegítima inminente hacia él, o, es posible que el sujeto esté completamente seguro que su actuar
está permitido, sin conocer de su equivocación. A raíz de lo anterior hace presuponer que nos
podemos encontrar ante dos clases de errores: error en los elementos objetivos de las causas de
justificación y error en los elementos subjetivos de las causas de justificación. En Otras palabras, se
hace necesario determinar que las causas de justificación tienen elementos objetivos 0 lácticos
como 10 son: la agresión ilegítima en la legítima defensa Y la necesidad en el estado de necesidad.
Así también, tiene elementos subjetivos, C0nsistente en el conocimiento del sujeto activo de
actuar bajo el amparo o la tutela de la ley. Es la creencia y voluntad de actuar dentro de una causa
de justificación, en otras Palabras, que el autor advierta que está obrando con causa de
justificación.
254
causas de justificación. Ej. Creer erradamente que sufrirá de un ataque inminente En nuestro
Código penal se establece el error en los elementos objetivos de las causas de justificación, en
especial en la legítima defensa, cuando se ejecuta la defensa bajo la creencia errónea de sufrir una
agresión ilegítima —legítima defensa putativa-. La legítima defensa putativa, según el ambiente
doctrinal, se fundamenta en que todos los requisitos de la eximente son imaginarios, comenzando
desde la supuesta agresión representada como tal en la mente y conciencia del sujeto, empero, sin
la existencia real de la agresión. Derivado de esa supuesta agresión imaginaria —en realidad
inexistente_, el sujeto activo actúa y se defiende. Dicho fundamento, en concreto sobre la defensa
putativa, se encuentra en el artículo 25.3. En cuanto a un estado de necesidad putativo, se
establece cuando se está en la creencia errónea de que existe dicho estado; es decir, cuando cree
fehacientemente que se encuentra bajo un peligro —realmente inexistente. Todos los casos de
error en los elementos objetivos de las causas de justificación, deberán ser abordados dentro de la
esfera del error de prohibición, el cual deberá de analizarse si el error es vencible o invencible,
Ejemplo:
Juan ingresa de emergencia a las once de la noche su vehículo a una gasolinera sin servicio y a
obscuras, con el propósito de inflar su rueda pinchada, empero, en el instante mismo de estar
inflando la llanta, percibe una sombra humana por atrás portando una escopeta larga apunto de
dispararle, lo que le motivó a accionar su arma y matar al sujeto. En ese preciso momento no
existía forma alguna para determinar la bondad o maldad de la persona, por la hora, el lugar
desolado y por la percepción del cañón de la escopeta apuntándole para ser objeto de disparo.
Después de los hechos, se descubre que la sombra era de un guardián de la gasolinera y lo que
llevaba pegado a su brazo era una escoba que de forma coincidente le apuntaba la espalda a Juan.
En este caso se puede establecer la existencia de un error de percepción de Juan, por ende, existe
un error en los elementos objetivos de la causa de justificación de la legítima defensa. se trata
como error de prohibición invencible en las causas de justificación —legítima defensa putativa, art.
25.3-.
Ejemplo:
Sebastián conduce su vehículo y se detiene por el semáforo en rojo, en ese preciso momento se le
colocan a su lado izquierdo dos sujetos sospechosos en una moto en ese instante el sujeto ubicado
atrás se le queda viendo fijamente a su cara y hace un movimiento brusco para sacar algo de su
cumpa y Sebastián cree en ese momento que va ser objeto de un disparo o de un zusalto —tal y
como lo ha visto muy frecuentemente en los noticieros-, por lo que decide atacar y matar a los dos
sospechosos. Después del incidente, la policía nacional civil determina que los sujetos eran
estudiantes universitarios, que no portaban armas, sino que, uno de los sujetos, antes que
Sebastián les disparará, iba a sacar su celular para hablar con su novia que lo estaba esperando en
la clase. En este ejemplo, se puede evidenciar, también un error de percepción, tomando en
consideración la actual realidad que se vive en Guatemala —los asaltos diarios y ataques
frecuentes por motoristas en los semáforos-.
255
En cuanto al error en los elementos subjetivos de las causas de justificación se establece cuando
el sujeto activo cree erróneamente que su actuar se encuentra justificado en la ley, aunque
realmente no lo esté. Ej. el sujeto cree erróneamente que está justificado en la ley el matar a un
ladrón después del robo. En este caso concreto sería una venganza, con lo cual no es justificable,
empero, por la creencia errada de creer que le alcanza el amparo de la legitima defensa, se
exculparía por estar comprendido dentro de un error en los elementos subjetivos de las causas de
justificación. Al igual que el anterior, esta clase de error deberá abordarse dentro de la esfera del
error de prohibición.
Ejemplo;
Armando, un piloto de autobús urbano es asaltado por tres pandilleros, a quien obligan a dar todo
el dinero ganado en el día, además de robarles el dinero a los pasajeros de su autobús. Segundos
después del asalto, los tres pandilleros deciden bajarse e inician el escape. En ese preciso
momento, Armando decide y ejecuta tres disparos matando a dos pandilleros. En este caso, no
existe legítima defensa por parte de Armando, puesto que la agresión ya se había ejecutado. Lo
que Armando realizó fue una venganza y esa es penalizada. Pero, si se determina que Armando
creyó que su actuar, post robo, era permitido y creía que hasta allí todavía la ley justifica su actuar,
estaríamos en el clásico caso del error en los elementos subjetivos de las causas de justificación,
porque Armando creía que su actuar estaba justificado. En dicho caso, Armando no cometería un
hecho antijurídico, porque existe un error de prohibición en las causas de justificación- elementos
subjetivos- de la legítima defensa. El ceria y estaba consciente erróneamente que su actuar
estaba justificado.
256 |
Ejemplo:
Indudablemente una sociedad como la nuestra, que se caracteriza por ser multiétnica y
pluricultural, pueden plantearse una infinidad de circunstancias que el Derecho penal de hoy no
los ha contemplado, razón por lo cual, es importante que la doctrina, la jurisprudencia y el
derecho comparado, auxilie en casos concretos para hacer llegar una mejor justicia. A raíz de lo
anterior, en nuestra sociedad, acontecen varios dilemas jurídicos como el surgimiento de
conductas permitidas dentro del seno una comunidad, pero legalmente sancionadas fuera de
dicha comunidad. Para las personas dentro de la comunidad, no se puede observar una sanción
penal, pero para el resto de la sociedad es viable dicha sanción. De allí surge la necesidad de
estudiar el error de prohibición derivado del nivel cultural de una comunidad. Razón por lo cual,
en Derecho comparado se puede observar que se excluye de responsabilidad penal al indicar que
"el que por cultura 0 costumbres comete un hecho punible sin poder comprender el carácter
delictuoso de acto o determinarse de acuerdo a esa comprensión será eximido de responsabilidad.
Cuando por igual razón, esa posibilidad se halla disminuida, se atenuara la pena.
257
Al igual que sucede con el error de tipo, se establece la inexistencia de una norma taxativa en el
Código Penal que establezca esta clase de error, empero de conformidad con lo que establece el
artículo 8.2 de la Convención Americana de Derechos Humanos, como fundamento propio de la
culpabilidad penal, se hace referencia a éste elemento ineludible del delito, por lo que, para que
exista culpabilidad se necesita consciencia de antijuridicidad, lo que garantiza la existencia legal
del error dc prohibición. Como ya se estableció con anterioridad, la consciencia de antijuridicidad
es un elemento esencial para determinar la culpabilidad y, eso, es lo que hace referencia el
artículo 8.2 de la Convención citada, por lo que, cuando se determine que un sujeto desconocía la
norma penal, éste carece de consciencia de antijuridicidad y por ende carece de culpabilidad. Al
igual, como se determinó con el error de tipo, en cuanto el error de prohibición se puede
establecer, también, de conformidad al principio de integración normativa, se hace necesario
tomar en consideración el Estatuto de Roma, ya ratificado por el Estado de Guatemala y, por ende,
legislación vigente en nuestro País, donde establece de forma taxativa el error de prohibición en el
artículo 32. Asimismo, de conformidad a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha
establecido lo relativo a la interpretación evolutiva, la cual contiene enormes ventajas de
interpretación normativa, inclusive cuando no se encuentra regulada una figura en la legislación
nacional, por lo que ha indicado que se hace necesario invocar la doctrina o jurisprudencia
internacional en aplicación del principio pro homine324. El error de prohibición, es una figura que
se adapta cabalmente al principio humano referido. De igual forma, tal y como ya se indicó con
anterioridad, el error de prohibición en las causas de justificación se encuentra regulado en el
artículo 25.3 del Código Penal. En cuanto al error de prohibición vencible, se adecúa dentro de la
circunstancia atenuante de la responsabilidad penal, respecto a la Ignorancia (Art.26.9), puesto
que como ya se indicó el error de prohibición vencible atenúa la responsabilidad penal del sujeto.
de responsabilidad. Cuando por igual razón, esa posibilidad se halla disminuida, se atenuará la
pena
258
11.3.- CAUSAS QUE EXCLUYEN LA EXIGIBILIDAD DE UN COMPORTAMIENTO DISTINTO.
Las causas de exclusión derivadas de una inexigibilidad de un Comportamiento distinto, son las
siguientes:
A) EL MEDIO INVENCIBLE
Se debe entender por miedo invencible al acto que se deriva de una perturbación angustiosa del
ánimo, producida por un riesgo o un mal que amenaza seriamente al sujeto y, que, imponiéndose
a su voluntad, le ocasiona el impulso para ejecutar un delito para evitar cualquier daño igual o
mayor. El miedo insuperable es lo referente a la vis psiquica o compulsiva que se determinó en el
apartado de ausencia de acción. Lo importante del miedo, es que sea insuperable, con lo que se
podría determinar desde la perspectiva del hombre medio. El miedo invencible es insuperable
para la persona, en el sentido que, si el sujeto no realiza la acción delictiva, lo sufrirá porque no
existe otra alternativa para superar el mal del que se siente amenazado. Dicho mal deberá,
necesariamente, ser injusto. Lo importante a tener en cuenta es que el sujeto activo actúa
libremente y con plena conciencia de lo que está haciendo, empero causa un daño derivado de un
miedo insuperable de sufrir otro daño igual o superior del que está realizando, con la finalidad de
evitarlo. El fundamento se encuentra estipulado en el artículo 25.1 del Código Penal.
Ejemplos:
Quien ataca a una persona por un miedo insuperable —colocados en su misma posición,
actuaríamos igual-. Quien pide dinero a unos pilotos de transporte público, bajo la amenaza real
que se matará a su familia, si no lo hace. El Gerente de un Banco que recibe una amenaza real
informándole que tienen secuestrado a su hijo y que Io mataran sino entrega inmediatamente
todo el dinero de su Agencia Bancaria. En estos casos, los sujetos actúan por miedo insuperable y
no son culpables de sus delitos, por no contar con otra manera de obrar. Al colocarse en su
situación, una persona con perspectiva media hubiese actuado igual. Por ello, no se le exige una
conducta distinta porque cualquier persona en su situación hubiese actuado de forma similar.
259
B) OBEDIENCIA DEBIDA.
Se presenta cuando existe un deber del sujeto activo de obedecer a otra persona investida de
autoridad. Para que se establezca la obediencia debida, se necesita la existencia de una relación
de causalidad entre el superior y el subordinado que se actualiza con el ejercicio del cargo dentro
de los límites de la competencia del superior y con el cumplimiento de las formalidades legales
que el acto exige, por lo que le permite al subordinado examinar la legalidad de la orden y la
competencia de los superiores jerárquicos. Se hace necesario establecer que la ilegalidad de la
orden no sea manifiesta, puesto que, de lo contrario, se no podría exigir esta inculpabilidad.
En la obediencia debida, quien obedece no actúa con su propio raciocinio y con la plena capacidad
de querer hacerlo, sino que se encuentra bajo la influencia de un error esencial, con la creencia
equivocada que se le manda a un acto justo y legal.
Las condiciones básicas para fundar la obediencia debida son: a) que el receptor no determine el
error e ilicitud del mandado, creyéndolo de buena fe y legítimo; b) que, aun percibiendo la ilicitud
de la orden, se vea obligado a obedecerla por no poseer la condición mímica de arriesgar su
empleo o condición en caso de incumplimiento. LO anterior, sin menoscabar lo que establece el
artículo 33 del Estatuto de Roma del año 1998 -no se podrá determinar la obediencia debida en
caso de genocidio y delitos de lesa humanidad-.
Ejemplo:
El que realiza un acto ordenado por su jefe y lo cree legal y justo, aunque realmente no lo sea –
colocados en su posición hubiésemos obedecido lo mismo. Los mensajeros que llevan paquetes,
no conocen el contenido de los mismos.
260
11.4 OTRAS CAUSAS DE INCULPABILIDAD SEGUN EL CODIGO PENAL.
OMISION JUSTIFICADA. Quien omita actuar por una imposibilidad real. Al igual que la anterior, se
tiene que tratar como una ausencia de acción derivado que en este caso el sujeto no puede actuar
por una fuerza exterior que le impide ejercer y actuar conforme a su voluntad. (Ej. Policía que lleva
custodiado a dos reos y en el camino presencia un hurto).
261
5. LA PUNIBILIDAD
PUNIBILIDAD.
Ejemplo:
Declarado culpable Sebastián por la muerte de Fernando, se tendrá que establecer la existencia o
no de una excusa absolutoria o de una condición objetiva de punibilidad. Al no existir una de ellas,
el juzgador deberá de imponerle la pena correspondiente.
262
Ubicación sistemática: Aunque un sector de la doctrina incluye la punibilidad como último
elemento del delito, otro lo rechaza, reconduciendo estas circunstancias a los restantes elementos
del delito o a la individualización de la pena.
CLASES: Tradicionalmente, la doctrina distingue entre las condiciones objetivas de punibilidad y las
excusas absolutorias: a) Condiciones objetivas de punibilidad: son circunstancias sustantivas que,
sin pertenecer al tipo ni a la culpabilidad, posibilitan la imposición de la pena. Clases de
condiciones objetivas de punibilidad: un sector de la doctrina distingue entre condiciones objetivas
de punibilidad propias, que serían totalmente ajenas al injusto, e impropias, que, a pesar de
afectar al injusto, por motivos políticos-criminales se prefiere dejarlas al margen de la imputación
objetiva y subjetiva. En un sentido similar se ha hablado de condiciones extrínsecas e intrínsecas, o
se ha reservado la denominación de condiciones objetivas de punibilidad para las propias y se ha
calificado a las impropias como situaciones típicas anómalas. Otro sector de la doctrina califica
como condiciones objetivas de punibilidad propias a aquellas que excluye completamente la
posibilidad de imponer la pena e impropias a las que sólo impiden aplicar un tipo agravado' pero
no el tipo básico. En el mismo sentido se ha reservado la denominación de condiciones objetivas
de punibiliad para las primeras y a las segundas se las ha calificado como condiciones objetivas de
mayor punibilidad.
263
l,) Excusas absolutorias: se trata de circunstancias materiales que, sin pertenecer al tipo ni a la
culpabilidad, impiden la imposición de la pena. Clases: Un sector de la doctrina distingue entre
excusas absolutorias en sentido estricto, que son aquellas que concurren en el momento de
realización del hecho, y excusas absolutorias sobrevenidas, que concurren en un momento
posterior. En el mismo sentido se habla de excusas de exclusión de la pena, con referencia a las
simultáneas, y de causas de anulación o levantamiento de la pena, en relación con las posteriores.
Esta distinción subyace en el tratamiento diferenciado que suele hacerse de las causas de
extinción de la responsabilidad criminal (arts. 101 Cpg), que serán analizadas más adelante en un
tema específic0 325
264
CAMINO DEL DELITO (ITER CRIMINIS).
El camino del delito es un recorrido que se inicia desde la ideación para su realización hasta la
consumación del mismo. Regularmente se habla de cuatro fases: ideación, preparación, ejecución
y consumación del delito.
Los actos preparatorios, en principio tampoco representan relevancia en el Derecho penal, salvo
los casos que expresamente se establezcan en la ley (arts. 17, 377, 386, 394 Cp guatemalteco o
que posea la categoría de delito autónomo (conspiración en la Ley de la delincuencia organizada
en Guatemala). Los actos preparatorios son:
265
un derecho penal democrático. Tal y como se estableció con anterioridad, la conspiración es un
acto preparatorio, consecuentemente, el nivel de gravedad es menor que la tentativa y mucho
menor que la consumación del delito, en virtud que, la conspiración es un episodio del inter
cimininis muy cerca de la mera ideación y muy inferior a la ejecución del delito.
ii) proposición; cuando alguien ha resuelto la comisión de un delito e invita a otras personas
a ejecutarlo. Si la proposición es aceptada, esta se convierte en conspiración, por lo que, para
sancionar solamente la proposición, se precisa que dicha invitación no sea aceptada por los demás
sujetos. Con la proposición una persona busca a otras para que participen en el delito que él
mismo quiere cometer, pero acompañado. Requisitos de la proposición: a) La determinación de
una persona de cometer un delito; b) Invitación a otra persona para acompañarlo a cometer el
ilícito, La proposición se sanciona con independencia que sea o no aceptada la propuesta delictiva
por parte de los terceros. Es necesario hacer hincapié que, si acepta la invitación, dicha actitud de
los terceros será sancionada por conspiración, si no es aceptada, únicamente será sancionado el
proponente por proposición.
iii) Provocación: Cuando alguien incita a la comisión de un delito por medio de radiodifusión,
prensa, imprenta, etc. Lo importante de esta figura es lo relativo al acto que excita, estimula,
exacerba a otro u otros para que cometan los delitos. Lo importante a destacar, es lo relativo a
que el provocador solo insta para quesean otros quienes realicen el hecho delictivo, sin la
participación del mismo. La diferencia con la inducción con rango de autoría: La inducción, exige
una incitación directa y dirigida al autor material del delito con una eficacia intrínseca capaz de
convencer al sujeto para cometer el delito; determinando la causa esencial el flujo psíquico que
impregnó el inductor al hechor del delito. En tanto en cuanto, la provocación, solo estimula a otros
para que ellos decidan la comisión del delito. En concreto, la inducción utiliza una incitación
directa y dirigida capaz de convencer al hechor, mientras que la Provocación, estimula e insta,
empero no es capaz de tener una acción directa y dirigida para convencer al hechor.
266
c) EJECUCIÓN: Es cuando se inicia de alguna manera la repercusión de la ideación y la
preparación del delito en el mundo exterior. De aquí surge la tentativa grado de ejecución del
delito. Por ello, se determina la tentativa, tentativa inidónea y el desistimiento.
i.- Tentativa cuando se inicia con la ejecución del delito, pero por circunstancias exteriores y
ajenas a la voluntad del sujeto no se produce el resultado esperado (arts 14 Cp guatemalteco). De
allí viene una distinción entre la tentativa y la consumación, derivado que la consumación
representa una mayor gravedad por el desvalor de resultado, ya que es mayor que el de la
tentativa, aunque ambas tengan el mismo desvalor de acción. Desprendiéndose, en estos casos, la
necesidad de la antijuridicidad, puesto que, la consumación al tener un mayor desvalor de
resultado, posee un mayor grado de antijuridicididad que la tentativa. Ambas poseen la misma
cantidad de desvalor de acción, por el mismo elemento subjetivo que poseen (arts. 63 cpg).
ü.- Tentativa inidónea: es la misma tentativa (desvalor de acción) pero sin mayor relevancia en el
desvalor del resultado, puesto que, no existe elemento idóneo para poner en peligro el bien
jurídico protegido (vg. matar a un muerto, envenenar con chocolates, disparar con una pistola de
agua etc). Para convertir la tentativa inidónea en idónea se necesita que exista un mínimo peligro
al bien jurídico protegido, además en algunos casos, la jurisprudencia deberá establecer si
existieron actos, con criterios de riesgo permitido y de adecuación social, que establezcan
determinadas circunstancias que hagan merito a la punición (vg. envenenar con chocolates a
sabiendas que alguien con anterioridad les colocó veneno, disparar con una pistola que cree útil y
no lo está). La tentativa inidónea o imposible se encuentra establecida en el 15 del Cp
guatemalteco)•
iii.-Desistimiento, el cual consiste cuando una persona después de iniciada su acción, desiste
voluntariamente de seguir cometiendo el delito, el cual solo será sancionado por los hechos que
hasta ese momento haya ejecutado, siempre Y cuando constituyan delito o falta. (art, 16 Cpg)
267
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN.
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN.
Se hace necesario diferenciar entre la autoría y la participación. Son autores aquellas personas que
ejecutan el hecho por sí mismo, en conjunto con otras o a través de otros individuos que los
utilizan como meros instrumentos para ejecutar el delito. Mientras tanto, son participes, aquellos
sujetos que inducen o cooperan para la realización del delito. La diferenciación de autoría y
participación es fundamentalmente doctrinaria, derivado que nuestra legislación penal, la emplea
dentro de la teoría unitaria de autor, esto quiere decir que, para estas legislaciones, la autoría
abarca todas las formas de participación anteriormente indicas para la ejecución del delito (vid,
art. 36 Cpg.).
Es necesario resaltar que la autoría y la participación son dos conductas distintas para la comisión
del delito. La autoría conlleva una conducta principal en la comisión del ilícito a través del criterio
doctrinal del dominio del hecho. Este dominio del hecho quiere decir que solo es autor aquella
persona que efectivamente controla, supervisa y domina la realización del delito. Con base cn el
dominio del hecho, se puede establecer que autor es el que decide todas y cada una de las
circunstancias propias para la realización del hecho. A diferencia de aquellas personas que solo
cooperan o solo inducen a otro, por lo que no dominan o controlan el hecho, teniendo una
conducta accesoria de la principal (autor)326
CLASES DE AUTOR:
Juan ha querido matar a Pedro y lo mata. Ejecuta directamente la acción de matar -domina el
hecho-.
268
Dentro de los requisitos de esta autoría se encuentran, en primer lugar, el dominio y control del
hecho que debe tenerlo el "hombre de atrás' , pues si lo posee el instrumento o lo comparte este
con aquel, o un tercero, se debe pensar en otra forma de participación en el hecho punible; en
segundo lugar, el instrumento debe encontrarse subordinado al "hombre de atrás' , lo cual
significa que todos los presupuestos de la punibilidad deben concurrir en este último y referirse
sólo a él; esa subordinación puede proceder por coacción, error, incapacidad de culpabilidad o
sencillamente por la actuación de buena fe por parte del instrumento; en tercer lugar, debe
tratarse de un hecho doloso, pues esta figura no es admisible en los eventos culposos en los cuales
no existe dominio del hecho.
Es importante señalar la diferencia entre la inducción y la autoría mediata, ya que esta Última se
distingue por la instrumentalización del ejecutor, tal instrumentalización puede tener lugar sobre
la base del error y también sobre la del empleo de la violencia física o mora1327; y siempre
mantiene el total dominio del hecho, mientras que el inductor no lo tiene.
Ejemplo:
Juan ha querido matar a Pedro y decide matarlo utilizando a un enfermo mental para que
llegue a incendiar la cabaña donde duerme Pedro. El enfermo mental lo hace, incendia la casa y
muere Pedro. El autor mediato es Juan' quien es el que domina el hecho y es el hombre de atrás,
él ha utilizado a un inimputable —enfermo mental- para cometer el delito de homicidio.
269
Los requisitos para la coautoría son: a) acuerdo común de los sujetos (requisito subjetivo), donde
se establezca una decisión mancomunada de los actores como cotitulares de la responsabilidad,
comprometiéndose a una tarea especial conexada con todas y cada una de las otras,
determinando un solo hecho que permite imputar al sujeto respectivo la parte de los otros; b) la
contribución en el hecho (requisito objetivo), donde se establezca una actuación directa del sujeto
al hecho en su conjunto. Cada persona con su accionar es una pieza fundamental para llevar acabo
el hecho delictivo.
Ejemplo:
Juan quiere matar a pedro, se une con otros dos compañeros para ejecutar la acción de muerte.
Los tres planean, deciden y participan directamente en la ejecución del homicidio. Pedro dispara
el arma, el otro compañero distrae a Pedro, el siguiente compañero conduce el vehículo para la
ejecución y el escape. En este caso existe coautoría por que los tres dominan el hecho y participan
directamente en la ejecución del delito.
270
PARTÍCIPES:
FORMAS DE PARTICIPACIÓN:
Ejemplo:
Ejemplo:
Los cooperadores necesarios se pueden dar a través de la persona que traslada una información
privilegiada o exclusiva. El que está en contacto directo con la víctima, o sea, puede ser el sujeto
que le vigila mientras dura su cautiverio impidiéndole la recuperación de la libertad, suponiendo
un mantenimiento del status de privación de libertad personal por la fuerza o intimidación.
hecho principal, como también es inexcusable la acción del cómplice además sea de naturaleza no
necesaria o imprescindible, sin esperar contribución sea ineluctable, ya que el suceso siempre se
hubiera realizado su participación. también es necesario que el cómplice actúe dolosamente La
actividad del cómplice puede consistir en un aporte anterior, en el posterior. El cómplice debe de
carecer de dominio del hecho en su totalidad Según el Código penal guatemalteco, también existe
complicidad cuando concurra una especie de ánimo y/o apoyo para que el autor del delito
cometa, el mismo. Este ánimo y/o apoyo, no debe de ser de la misma magnitud de proyección
psicológica que exige la inducción.
Ejemplo:
Este es un caso común, empero muy poco analizado en doctrina y jurisprudencia, por lo que se
cometen equívocos en perjuicio del Derecho Penal y de la Justicia. En el caso de los linchamientos,
es de aplicación lo que estipula el artículo 39 del Código penal, que hace referencia al delito de
muchedumbre, y establece con meridiana claridad los actos delictivos cometidos por varias
personas; cal y como ocurre con los linchamientos, donde una multitud provoca y ocasiona delitos
(homicidio, asesinatos, lesiones, etc.), de allí, que dicha acción no debe quedar impune y debe ser
juzgada de conformidad a lo que establece el artículo mencionado. En dicho artículo se
determinan dos supuestos: l) un grupo de personas deciden y ejecutan un delito (homicidio,
lesiones, etc), todos ellos deberán responder por el delito cometido, incluyendo a sus directores.
Es una especie de coautoría. Ej. grupo de personas deciden ir por un reo para matarlo y lo asesinan
en la plaza pública. 2) un grupo de personas reunidas sin intención de cometer delito, pero
aprovechando su reunión, son motivadas o instigadas acometer uno. Se considera como autores
del delito a los instigadores y como cómplices a los instigados que participaron. Ej. En una plaza
central se encuentra un grupo de pobladores reclamando justicia y tienen retenidos a dos
supuestos violadores esperando que la autoridad local los ingrese a la prisión, empero, dos o tres
pobladores empiezan a Instigar al grupo en general para que los quemen vivos en la plaza y
efectivamente se ejecuta- En este caso, los autores serían los dos o tres instigadores y cómplices
toda la Población que participó directamente en el asesinato. Los demás observadores, estarían
exentos.
En nuestros países, como la mayoría del mundo entero, se ha hecho hincapié en el crimen
organizado, del cual se hace necesario desprender ciertos factores de importancia. Para que exista
un caso de crimen organizado debe tomarse ciertos aspectos; el grupo de personas, su
organización y las actividades delictivas a que se dedican. Se destaca el hecho de que se reúna un
grupo de tres o personas con el objeto de cometer de manera constante y permanente actos
delictivos. Estos individuos están revertidos de una estructura jerárquica, organizada (división de
tareas) y con el apego de ciertas reglas que rigen el comportamiento de la organización.
274
El crimen organizado realiza diversidad de actuaciones ilegales, donde actos de violencia, terror y
actos que permiten a sus dirigentes Controlar territorios, meaos y actividades, lográndose infiltrar
en la economía legal de un país Los hechos delictivos que grupo organizado de personas es el de
dinero, tráfico de armas, tráfico de personas, tráfico de drogas, robo de automóviles, corrupción a
funcionarios públicos, contrabando aduanero, extorsiones, etc.
Como una forma para combatir directamente el crimen organizado, ha establecido una
Convención Internacional denominada Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia
organizada transnacional (convención de Palermo de 2000), la cual tuvo eco en nuestra nación al
entrar en vigencia el Decreto 21-2006, que se refiere a la Ley del Crimen Organizado.
CONCURSO DE DELITOS.
CONCURSO DE DELITOS.
El concurso dc delitos hace referencia cuando existen varias conductas delictivas respecto del
mismo autor, es decir, cuando una persona comete dos o más hechos delictivos. La figura del
concurso de delitos se deriva por la concurrencia de varios delitos dentro de un solo proceso. Las
clases de concurso de delitos son: concurso real, concurso ideal y delito continuado.
Ejemplo:
Juan ha cometido tres delitos: un homicidio a Jose; un robo agravado a Maritza y lesiones a María.
Existirá un concurso real de delitos, porque, existan tres acciones y tres delitos diferentes
cometidos.
275
b) CONCURSO IDEAL: Cuando una sola acción produce varios delitos. En este caso pueden
existir delitos homogéneos o heterogéneos, los primeros, son varios tipos delictivos iguales
derivados de la misma acción, mientras que los segundos, varios tipos diferentes derivados de la
misma acción. La solución al concurso de delitos se fundamenta por razones de política criminal,
donde ha quedado plasmado que se aplicará la pena más grave del delito correspondiente
aumentada a una determinada previsión penal. Dentro del concurso ideal, se plantea el Concurso
medial el cual consiste cuando un delito es medio necesario para cometer otro, Este último
supuesto, efectivamente son dos hechos diferenciados, pero por la cercanía y la influencia del uno
hacia el otro, se ha tratado como concurso medial. Lo que importa aquí es la relación de necesidad
existente entre uno y el otro delito. Por lo que sin el primero el segundo no existiera (arts. 70 Cpg).
Ejemplo:
Juan conduce un vehículo y atropella imprudentemente a tres niños. Un niño muere y dos son
lesionados. En este caso existe una sola acción de Juan al conducir imprudentemente su vehículo y
produce tres delitos: un homicidio y dos lesiones. En este caso existe una sola acción produciendo
varios delitos. un concurso ideal.
Se puede hacer valer una crítica importante al delito continuado tal y como está establecido en el
Código penal nuestro, toda vez que, tal y como lo estipula dicho articulado, no existen límites de
aplicación para esta clase de concurso, por que, bien puede ser aplicado para todos los delitos
existentes en la normativa Penal, sin importar el bien jurídico lesionado. Por tal razón, se sugiere
de lege ferenda una normativa donde se excluya el delito continuado en aquellos hechos que
afecten la vida, la libertad física y la sexual, con la finalidad de evitar
276
que los asesinos o violadores en serie gocen de esta clase de concursos. En otras legislaciones,
para esta clase de delitos —homicidios, secuestros y violaciones, se excluye la aplicación del delito
continuado, para que, los sujetos activos puedan recibir la pena por cada hecho individual
cometido.
Ejemplo:
Juan estafa en tres ocasiones distintas a tres personas diferentes. Es un delito continuado, porque
se trata de tres acciones distintas de Estafa a tres personas diferentes. Aunque se cometieron tres
delitos, en distintas acciones, se lesionó el mismo bien jurídico (estafa). En realidad, se trata de un
concurso real, pero se sanciona como concurso ideal, por razones de política criminal, ya que se
lesiona o se pone en peligro el mismo bien jurídico.
Como punto de reflexión es necesario diferenciar entre el concurso de delitos con el concurso de
normas, el primero hace referencia a la necesidad de aplicar las distintas normas penales derivado
de las acciones y delitos cometidos, mientras que el concurso de normas se refiere al
establecimiento de la correcta interpretación para determinar la norma aplicable al caso concreto,
tal y como se expuso en el apartado de concurso de normas,
277
A raíz de ello, se ha determinado una serie de procedimientos que los hace inexcusables para
resolver los conflictos que van desde el aviso o denuncia que se le hace a la autoridad de la
comunidad, hasta la sanción reparadora y ejecución de la misma. Lo que se ha logrado con ello, es
una solución de conflictos de conformidad a la cosmovisión por pertenecer a los mismos códigos
culturales, con normas y valores comunes entre los juzgadores y las partes, y con el fin de abordar
la armonía y celeridad para obtener la reparación o restitución, antes que el castigo328
establecido en nuestra Constitución, con ello, no solo se tienen que garantizar todos y, cada uno
de los derechos fundamentales de todos los seres humanos juzgados (defensa técnica, debido
proceso, derecho recursivo, penas humanas no degradantes, etc), sino que, se hace necesario
respetar lo que establece la norma constitucional referencia a que el ente encargado de
administrar justicia es únicamente la Corte suprema de justicia y sus tribunales. (art. 203), con
ello, se centra el debate sobre la competencia de poder juzgar penalmente otra clase de
autoridades que no sea la que expresamente establece nuestra Constitución, que fija el sistema
jurídico nacional nuestro (art. 9 de OIT). A raíz de lo anterior, se hace necesario brindar unas
propuestas legislativas para garantizar la inviolabilidad de nuestra Constitución y, garantizar,
también, la justicia penal en el derecho consuetudinario.
constitucional tiene plena facultad de nombrar a los jueces correspondientes para función esencial
que es la administración de la justicia. Además, el artículo 207 de la Constitución permite, como
excepcionalidad, que determinados jueces puedan administrar justicia sin ser abogados; en este
apartado se estaría considerando su inclusión para esta clase de justicia. Así también, de
conformidad al artículo 66, el Estado se compromete a reconocer y respetar las costumbres de los
grupos étnicos, entiéndase esto, como la no intervención del ente estatal en todas las costumbres
y tradiciones de los indígenas, independientemente de cualquier actividad, incluyéndose la forma
o mecanismo de administrar justicia. En el ámbito, estrictamente penal, se hace necesario tomar
en consideración lo que estipula el artículo 9 del Convenio de la O.I.T.
c) Especial reforma de las leyes penales. Se trabajó Y se presentó un Proyecto nuevo Código
penal, por parte de la Honorable corte Suprema de Justicia, el año dos mil cuatro, donde se
establece como causa de justificación, cuando persona dc una comunidad indígena, acepte O
fomente regularmente la conducta prevista en un tipo penal. con ello, se está considerando la
inexistencia de delito a cualquier conducta típica un integrante de una comunidad realice
conformidad a sus usos, costumbres 0 prácticas arraigadas. No existirá un reproche del hecho, ni
mucho menos, un reproche de autor, como consecuencia no habría delito, en estos Además se
contempla, taxativamente, cl error de prohibición en sus dos vertientes, vencible e invencible.
Dentro de las sanciones del Proyecto se encuentran el trabajo en beneficio de la comunidad, la
sustitución de la pena privativa de libertad por los trabajos comunitarios y por determinadas
limitaciones especiales, como, abstenciones específicas. (cumpliéndose así con el postulado de los
artículos 9 y 10 del Convenio 169 de la O. l. T,)
2) Las reformas en los casos de diversidad cultural, son un poco más complejas para lo cual
se plantean las siguientes: reformar el artículo 90, agregando que, al tratarse de un imputado
indígena, en el procedimiento oficial, tendrá derecho a solicitar la presencia de un perito o experto
cultural para sus declaraciones' 0 debates. otra reforma sería, la del artículo 340, en cuanto a que
en la audiencia dc apertura a juicio debe de establecer la oportunidad de efectuar un arreglo
voluntario entre las partes, donde surja una solución de conformidad
281
a la cultura del acusado. Asimismo, se podría incorporar una reforma al artículo 383, para que, en
el momento de la deliberación de la sentencia, se cuente con la presencia, cuando lo requiera el
acusado, de un perito cultural, con voz, pero sin voto,
3) Las reformas en la etapa de ejecución de las penas, aunque son genéricas, ya se consolidaron cn
el proyecto de reformas que se presentó al Congreso de la República, por parte de la Corte
Suprema de Justicia, en el mes de septiembre de 2004, destacándose las siguientes: el principio de
humanización de las penas, derechos del condenado, reclamaciones del condenado, la ejecución
diferida, limitación de la prisión y la suspensión de la pena de multa.
ó 4) Sólo modificar el artículo 552 Bis del Cpp, con el objeto de otorgarles más competencia a los
Juzgados de Paz Comunitarios, sin limitación alguna, salvo las indicadas anteriormente,
La pena privativa de libertad continúa siendo la columna vertebral de los sistemas penales más
avanzados; no obstante, la doctrina especializada reiteradamente pone de manifiesto que esta
sanción, lejos de cumplir los objetivos asignados a la pena, produce un efecto desocializador
intolerable y otras muchas consecuencias nocivas.
Es necesario resaltar la existencia de una doble crisis, ya que, tanto la pena privativa de libertad,
como su finalidad resocializadora, sufren un profundo cuestionamiento, Ambas representan las
dos fases de un mismo problema: La crisis de la prisión.
I. - LA PENA:
LA PENA:
Con la concurrencia de los elementos de la teoría jurídica del delito, se puede establecer la
consecuencia del mismo todo delito tiene como consecuencia la sanción penal. La sanción o la
pena es un mal que se le impone a un sujeto por haber cometido un hecho establecido como
delito. Con esta sanción, el sujeto se le limitan o restringen determinados derechos o bienes
jurídicos. De conformidad al artículo 19 de la constitución guatemalteca, cuando a un sujeto se le
impone una sanción, esta debe de ir orientada a su reinserción social. La resocialización debe de ir
encaminada a la educación del condenado para su futura convivencia social.
286
La pena es una sanción coercitiva por parte del Estado que se impone a un sujeto que ha cometido
un delito. La pena es personalísima, porque solo se le impone a la persona declarada culpable de
un delito; es igualitaria, porque, se impone por igual sin distinciones particulares o sociales; es
justa, por aplicarse en igual de circunstancias es intransferible, porque no es transmisible a otras
personas.
Desde un punto de vista abstracto, la pena es un mal, una privación de bienes, con el que se
amenaza y, desde un punto de vista concreto, la pena es un mal que se impone por la comisión de
un delito». Sin embargo, la constatación de que la pena es un mal un castigo, no responde a las
preguntas sobre la justificación y función de la pena. La pena se justifica por su necesidad como
instrumento indispensable para posibilitar la convivencia de las personas en una comunidad. La
pena, como se ha señalado reiteradamente es "una amarga necesidad", sin la cual la convivencia
humana en la sociedad actual seria caótica'" Más discutida, sin embargo, es la pregunta esencial
de para qué sirve la pena, esto es, de la función de la pena33J . Sobre, ello, se hizo el estudio
correspondiente en el apartado de los fines del Derecho penal y de la pena.
Pena es la consecuencia jurídica del delito que se le impone a una persona capaz de ser
responsable. No se les debe imponer pena a los inimputables. A los inimputables se les impone
una medida de seguridad.
Las pueden clasificar en principales y accesorias. Las primeras son aquellas que se imponen por si
solas, sin necesidad de la existencia de otras, mientras que las segundas, dependen de las
principales.
287
i) penas privativas de libertad: esta clase de pena se refiere al encierro legal y obligatorio de una
persona en un determinado establecimiento don deberá permanecer durante el tiempo que le
indique la sentencia. El condenado se encuentra sometido bajo un régimen penitenciario que
determina la ley de la materia. Las penas privativas de la libertad se dividen en: pena de prisión,
arresto responsabilidad personal subsidiaria (conversión).
ib) El arresto: consiste en una pena de prisión limitada hasta los sesenta días y se imponen en caso
de una falta (art. 45 Cpg).
288
fi). Multa: Es una pena patrimonial de carácter pecuniario que consiste en el pago de una
determinada suma de dinero. Regularmente esta pena se establece por el legislador en aquellos
delitos menos graves, con el objeto que el condenado sienta que se le haya limitado en su bien
patrimonial, pero sin ocasionarle un mal] mayor y drástico como la pena de prisión. La pena de
multa puede ser aplicada como pena originaria o como pena sustitutiva. Como pena originaria
puede ser impuesta en sus tres vertientes: como única, acumulativa o alternativa. Es importante
señalar que las legislaciones correspondientes establecen sistemas para la determinación de la
pena de multa, los cuales son: el sistema de días-multa, el sistema proporcional y el sistema
tasado. El sistema días-multa se caracteriza por la idea en lograr una mayor igualdad de impacto a
todos los sujetos que sufren la pena. Se compone de dos fases. La primera fase, donde el Juez o
Tribunal determina los días, las semanas o meses de la multa, teniendo en cuenta el resultado de
la valoración del injusto y de la culpabilidad del sujeto. La segunda fase, el Juez o Tribunal fija la
cantidad de dinero que tiene que cancelar el condenado por cada uno de los días, semanas o
meses que se estableció en la fase anterior, y para eso se necesita únicamente establecer la
capacidad económica del sujeto. Por otro lado, el sistema de multa proporcional consiste en
determinar la multa de conformidad con daño ocasionado, el valor dcl objeto del delito o por el
beneficio obtenido por el mismo. se trata de un sistema que determina la cantidad a pagar por
parte del condenado, que puede ser el duplo, triplo o múltiplo correspondiente a los bienes,
objeto o beneficios obtenidos por la comisión del delito. Para determinar la pena de multa bajo
este sistema, se deberá establecer en primer lugar la pena
289
a imponer de conformidad con la valoración del daño causado y después se deberá tomar en
cuenta la situación económica del sujeto para determinar la cuantía valorable en duplo, triplo o
múltiplo. El sistema tasado, es el sistema de multas que establece taxativamente la pena de
pecuniaria a imponer dentro de cada tipo penal, estableciendo legalmente un parámetro entre un
rango inferior y otro superior —sin importar el parámetro de beneficio obtenido-, que para
determinar la sanción se deberán observar los parámetros anteriormente indicados en el sistema
proporcional. El Código penal Guatemala se basa principalmente en el último sistema estudiado
(Arts. 52 y ss).
b) PENAS ACCESORIAS: Son aquellas que junto con la principal privan determinados derechos a los
condenados. Lo importante a destacar de las accesorias es que dependen directamente de la
principal, o sea que, ineludiblemente deberá de imponerse la principal para que exista la
accesoria. Los derechos que se privan como penas accesorias son: la inhabilitación absoluta
(derechos civiles y políticos), inhabilitación especial (inhabilitación para un cargo, profesión u
oficio), comiso, expulsión de extranjeros del territorio nacional y publicación de sentencia, En el
Código penal guatemalteco están establecidas en el artículo 42. La problemática para su aplicación
radica en el principio de legalidad, toda vez que, para ser aplicada alguna de estas penas
accesorias se hace necesario que las mismas se encuentren establecidas dentro de cada uno de los
tipos penales donde se requiere su aplicación; en nuestro país, existen muy POCOS tipos penales
que contienen en la consecuencia normativa esta clase de sanciones, por lo que, de conformidad
al principio de legalidad, se hace difícil su aplicación real para muchos delitos que -carecen de la
pena accesoria en su propia descripción normativa.
290
Hoy día, con base al desarrollo de los derechos fundamentales y a la necesidad de brindar un cabal
cumplimiento a la prevención especial - resocialización del condenado., la tendencia es evitar la
pena corta privativa de libertad, y para ello, establecido algunas alternativas, como las siguientes:
a) La suspensión de la ejecución de la pena. que puede ser aplicada, únicamente al sujeto que se
le imponga una de prisión no superior a los tres años, quedando suspendida la ejecución de la
misma desde un inicio con la obligación de cumplir con determinadas condiciones durante cierto
tiempo; b) las sustitución de penas privativas de libertad, su objeto esencial es la de modificar o
cambiar la pena corta de prisión impuesta por otra sanción de distinta naturaleza; c) La libertad
condicional, se distingue de las anteriores en virtud que es aplicable después de haberse
ejecutado durante un cierto tiempo la pena de prisión, otorgándole la posibilidad al condenado de
cumplir en libertad la última parte de la pena impuesta. Esta clase de alternativas se encuentran
reguladas en los artículos 50 y del 72 al 83 del Código penal guatemalteco.
La pena de prisión impuesta no sea superior a los tres años, a excepción de los
delitos tributarios.
Que el beneficiado no haya sido condenado por delito doloso anteriormente
Que el beneficiado sea buen trabajador y de buena conducta.
No exista peligrosidad del sujeto activo.
Su fundamento legal se encuentra estipulado en el artículo 72 del Código pen
guatemalteco. al
291
b) Sustitución penal (Conmuta): que tiene como finalidad cambiar la pena corta privativa de
libertad por otra de distinta naturaleza, como la pena de multa. Los requisitos de la conmuta son
los siguientes:
c) Libertad Condicional: más que una alternativa a la pena privativa de libertad impuesta,
consiste en la posibilidad de obtener una libertad anticipada al cumplimiento total de la pena
establecida. La libertad condicional se concede bajo determinadas condiciones que el juzgador
determine necesarias durante el plazo de éste régimen de libertad condicional. Este beneficio se
concede al condenado que haya cumplido más de la mitad de la pena de prisión, cuando la pena
impuesta no sea superior a los doce años, de igual manera, se puede conceder cuando haya
cumplido las tres cuartas partes de la pena que exceda de los doce años de prisión.
d) Perdon judicial: esta figura mas que una extinción de la responsabilidad y de la pena, es una
especie de alternativa a la ejecución de la pena privativa de libertad, puesto que, por medio del
perdón que el propio juez otorga al condenado, le condena la ejecución de la pena. A parte de la
razones especiales políticas.
292
- Delincuente primario.
- De buena conducta.
- Que la pena de prisión impuesta no exceda de un año.
- El fundamento legal se encuentra establecido en el artículo 83 del Código penal
guatemalteco.
A los beneficiarios de los sustitutivos penales se les podrá imponer una serie de obligaciones,
como la prohibición de acudir a determinados lugares, de aproximarse a la víctima, a comparecer
personalmente ante el Juzgado o Tribunal, y a la participación en programas formativos, laborales,
culturales, educativos, etc.
La pena de muerte ejecutada en nombre de la población, nos involucra a todos. Todos debemos
ser conscientes de lo que es la pena de muerte, la forma como se aplica, como nos afecta y cómo
constituye una violación a los derechos fundamentales 333. Esta pena no es acto de legítima
defensa frente a una amenaza inminente contra la vida: consiste en dar muerte de forma
premeditada a una persona que podía ser sancionada con otros métodos menos gravosos y más
eficaces.
Pena y una disminución en los que introducen la pena capital. Y, sin embargo los sucesivos
estudios realizados no han podido establecer ninguna relación de este tipo entre la pena de
muerte y los índices de delincuencia 334.
Un Derecho penal liberal, moderno y respetuoso de los derechos humanos no puede plegarse a
ningún postulado general preventivo que pretenda lograr los fines defensitas de la sociedad por
medio de la pena impuesta con carácter irreversible a una concreta. Si a ello se une que dicho
Derecho penal y Procesal penal liberal, relativiza desde siempre la verdad entendida en sentido
absoluto e indiscutible, y absolutiza las garantías que deben presidir en todo momento el proceso
penal en orden filtrar lo más posible y, convirtiéndola en relativamente segura, so pena de
incurrir en una especie de esquizofrenia filosófico-metódica es aceptar desde una perspectiva
sustantiva una pena cuya ejecución despoja al hombre de algo que tenemos absoluto y sagrado
como es la vida humana.
En Guatemala, en los últimos veinte años, se han ejecutado aproximadamente doce penas de
muerte, nueve de ellas han sido por fusilamiento, y las últimas tres por medio del método de
inyección letal, en el año de mil novecientos noventa y ocho, y en el año dos mil, respectivamente-
— por reforma a la ley de ejecución, la cual se motivó, porque en el año de mil novecientos
noventa y seis se ejecutaron por fusilamiento a tres personas, lo cual causó conmoción a toda la
ciudadanía, ya que en dichos ajusticiamientos se permitió el acceso a todos los medios de
comunicación, y por ese impacto se planteó la necesidad de ser "menos drásticas" las futuras
ejecuciones Capitales. Pero la realidad marca codo lo contrario, en virtud que en las ejecuciones
por la vía de la inyección letal, se ha logrado obtener la misma Esta clase de ejecución, no es
humanitaria, puesto que sigue siendo muy cruel y es una ejecución idéntica a la crucifixión, ya que
si se pusiera al reo de pie, en lugar de estar acostado, se observaría la ejecución que se te hizo a
Jesucristo, solo que en sentido más moderno, en lugar de clavos se le insertan agujas,
Por lo anterior, es necesario señalar que el noventa y nueve por ciento de rodos los sujetos que se
les sigue un proceso que contiene la pena de muerte, devienen de una clase económico-social
baja, lo que les ha repercutido negativamente, desde luego, a seguir la vida delincuencial más
impactante en cl país, ya que desde muy pequeños aprenden a sobrevivir con actos ilícitos y llegan
a madurar cometiendo dichos actos pero de mayor gravedad y de más riesgo, y es allí donde
estamos favoreciendo al Estado que Únicamente le estamos permitiendo que haga lo más fácil, o
sea, si alguien secuestra o asesina ha.)' que matarlo, pero nunca le instamos a su labor real: velar
que todos los chicos, desde niños. Educados alimentados, para que sigan línea delincuencial; caso
contrario sucede con la sociedad en general, que nunca se ve beneficiada por estos actos, y sigue
siendo atemorizada por aquellos que no han sido educados y ni alimentados desde niños. De esto
último, el propio Estado está enterado pero no hace el mínimo esfuerzo de educar y alimentar a
los niños pobres, porque también sabe que esta labor, es sumamente Costosa y muy difícil, y es allí
donde decide hacer lo más fácil MATAR.
Se establecen varias razones para pensar en la abolición de pena de muerte, entre ellas; a) No
está demostrado que sea un ejemplo la pena capital; b) Existe desigualdad en la aplicación de la
pena de muerte, ya sea por el grado de severidad de los Tribunales, ya sea por el orden
socioeconómico o por el riesgo que se aplique únicamente a las personas pobres, ya que estos
están en las peores condiciones de buscar una defensa adecuada; c) Se cometen errores
judiciales336• d) La emoción que suscita la pena de muerte en la emisión de la sentencia como en
su ejecución e) La pena de muerte se puede considerar como lotería de siniestro; f) La pena de
muerte viola el carácter de inviolabilidad de la vida337
Con estas seis expresiones se sintetiza todo para abogar por una abolición de la pena de muerte
en Guatemala, ya que realmente en este país no se ha realizado hasta la fecha un estudio político
criminal, donde se establezca, hasta qué punto la pena de muerte obtiene sus frutos -aparte de
confirmar que el ejecutado ya no volverá a delinquir jamás-; como consecuencia de ello, opino que
no va a encontrar otro fruto más que la muerte de un ser humano, ejecutado por sus propios
medios -convirtiéndose en un asesino lega/-.
295
Otro de los puntos peculiares a resaltar cs la sentencia de Fermín Ramírez vs Guatemala, donde se
determina la imposibilidad de sancionar con pena de muerte, en un futuro, a una persona por el
delito de asesinato cuando se haya puesto en referencia la peligrosidad del acusado como el
elemento sustancial en el fallo. Esta situación fue motivada a raíz de lo que expone cl tipo penal de
asesinato (art. 132 Cp), donde destaca que para imponer la pena de muerte en esta clase de
delitos se hace necesario observar "una mayor particular peligrosidad del agente", siendo esto
algo muy subjetivo y sobretodo de difícil comprobación para cualquier juzgador.
En relación a esto último, la doctrina ha expuesto que la peligrosidad no desempeña ningún papel
en la agravación de la sanción, por lo que, desde el punto de vista de una concepción dualista, la
pena debe tener su fundamento en la culpabilidad y la medida de seguridad en la peligrosidad. En
efecto, como lo indica la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia
relacionada que la peligrosidad constituye claramente una expresión del ejercicio del ius puniendi
estatal sobre la base de características personales del agente y no del hecho cometido, es decir,
sustituye el Derecho de acto de hecho, propio del sistema penal de una sociedad democrática,
por el Derecho Penal de autor, que abre la puerta al autoritarismo precisamente en una materia
en -que se hallan en juego los bienes jurídicos de mayor jerarquía". Además indica que, "En
Consecuencia, la introducción en el texto penal de la peligrosidad del agente como criterio para la
calificación típica de los hechos y la aplicación de ciertas sanciones, es incompatible con el
principio de legalidad criminal y, por ende, contrario a la convención. Por tal razón y, como se
puede observar, el termino de peligrosidad es un término que contradice abiertamente los
derechos humanos de las personas y, por ello, contradice la Convención Americana de los
Derechos Humanos, consecuentemente, es inaplicable.
296
Existe un último punto, no menos importante que los anteriores, derivándose de la sentencia de
Raxcacó Reyes vs Guatemala, donde se destaca que la Corte Interamericana de Derechos
Humanos le ha prohibido al Estado Guatemalteco ejecutar las penas de muerte impuestas por el
delito de secuestro, mientras no exista una reforma sustancial en los elementos que integran el
tipo de penal referido (art. 201 cp). con esta resolución, no importa que a los condenados se les
niegue el recurso de gracia (indulto), puesto que, sólo se les puede ejecutar hasta que se
concretice la reforma en mención. En este fallo se estableció, no solo la obligación de legislar el
procedimiento del indulto, la imposibilidad de ejecutar la pena de muerte hasta que se resuelva
la petición de dicho recurso y, sobre todo, hasta que exista una reforma legal al artículo 201 del
Código penal.
Por lo anterior, se hace necesario analizar brevemente los casos de Fermín Ramírez y Raxcaco
Reyes, frente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos vs Guatemala, donde se ordena
reformar los delitos de Asesinato y Secuestro y prohíbe la aplicación de la pena de muerte.
CASO FERMIN RAMIREZ: En Guatemala se le impuso la pena de muerte por el deliro de asesinato,
siendo acusado por el Ministerio Público de violación calificada, con base en hechos distintos
considerados en la sentencia; a raíz de ello, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su
sentencia del veinte de junio de dos mil cinco, estableció que en la sentencia del 6 de marzo de
1998, el Tribunal sentenciador no se se limitó a cambiar la calificación jurídica de los hechos
imputados previamente, sino modificó la base fáctica de la imputación, inobservando el principio
de congruencia. Se pasó de la calificación de Violación Agravada a la calificación de Asesinato.
En este pequeño aparrado se puede observar la violación al derecho de defensa, derecho que
debe tener todo sujeto que está sometido aun un proceso penal, Este derecho fue fríamente
violentado puesto que el acusado en ese momento no tuvo las herramientas adecuadas para
poder defenderse, por lo que se determina una violación los artículos y 8.2.c) de la Convención
Americana de Derechos Humanos. Asimismo, el Estado violentó el derecho que tiene una persona
a solicitar el indulto o conmutación de la pena consagrado en el artículo 4.6 de la Convención. De
igual manera, existió violación al derecho a su integridad personal y al principio de legalidad penal,
establecidos en los artículos 5.1, 5.2 y 9 de la mencionada Convención,
A raíz de IO ante la Corte, resolvió: Estado debe llevar a cabo, en un plazo nuevo enjuiciamiento
en contra del señor Fermín Ramírez, que satisfaga las del debido proceso legal, con Plenas
garantías de audiencia y defensa para el inculpado. de que se le impute la comisión del delito
asesinato, tipificación estaba en vigor momento de los hechos que se le imputaron, deberá
aplicarse la legislación penal vigente con exclusión de la referencia a la peligrosidad. El Estado
debe abstenerse de aplicarla /vffte del art/culo 1.32 del Código Pena/de Guatemala que se refiere
a La peligrosidad del agente, _l modificar dicha disposición dentro de un plazo razonable,
adecuándola a la Convención Americana, conforme a lo estipulado en su artículo 2, de manera que
se garantice el respeto principio de legalidad, consagrado en el artículo 9 del misma instrumento
internacional. Se debe suprimir referencia a la peligrosidad del agente contemplada en ese
precepto. El Estado debe abstenerse de ejecutar señor Fermín Ramírez cualquiera que sea el
resultado del juicio al que se refiere el Punto Resolutivo séptimo 339, El Estado debe adoptar, En
un plazo razonable, las medidas legislativas y administrativas necesarias para establecer un
procedimiento que garantice que toda persona condenada a muerte tenga derecho a solicitar
indulto o conmutación de la pena, conformé a una regulación que establezca la autoridad
facultada para concederlo, los supuestos de procedencia y el trámite respectivo; en estos casos no
debe ejecutarse la sentencia mientras se encuentre pendiente la decisión sobre el indulto o la
conmutación solicitados —lo resaltado es nuestro-. Con esta resolución, prácticamente no se
debería aplicar penas de muerte, no solo en los delitos de asesinato, sino que también, en los
delitos de parricidio (art. 1 32) y el de magnicidio (383), toda vez que, en dichos tipos penales, al
igual que el de asesinato, se valora el término peligrosidad demás tipos penales que contemplan la
pena de muerte (ejecución extrajudicial 132 bis, desaparición forzada 201 rer), son estrictamente
ilegales, por que contradicen abiertamente el artículo 4.2 de la convención americana de derechos
humanos y, por ende, el artículo 46 de la constitución.
298
CASO RAXCACÓ REYES: El Estado de Guatemala lo condenó con pena de muerte por el delito
secuestro sin muerte por el delito de plagio o secuestro sin resultado muerte de la víctima, el
catorce de mayo de mil novecientos noventa y nueve. En el presenta caso, la corte interamericana
Derechos Humanos, en su sentencia del quince de septiembre de dos mil cinco, indicó que con la
reforma al artículo 201 (plagio o secuestro) del Código penal, en el año de 1996 se estableció la
modificación al supuesto de hecho, por lo que se ha violentado el artículo 4.2 de la Convención,
donde se estipula una prohibición a extender la pena de muerte a los delitos donde no se les había
establecido con anterioridad a la vigencia de dicha convención.
A raíz de lo anterior, indica: si bien el nomen iuris del plagio o secuestro permaneció inalterado
desde el momento en que Guatemala ratificó la Convención, los supuestos de hecho contenidos
en los correspondientes tipos penales cambiaron sustancialmente, hasta hacer posible la
aplicación de la pena de muerte por acciones no sancionadas con ésta en el pasado. Aceptar una
interpretación contraria permitiría que un delito pudiera ser sustituido 0 alterado con la inclusión
de nuevos supuestos de hecho, 110 obstante la prohibición expresa de extender la pena capital,
contenida en el artículo 4,2 de la Convención
Esto último trae como resultado que el tribunal encargado de juzgar a presuntos autores del delito
se deba limitar a determinar la existencia de los supuestos de hecho que constituyen el delito y a
aplicar luego la pena de muerte, de manera maquinal y sin posibilidad de considerar si tal pena es
adecuada al caso y al sujeto que se juzga, ni indaga sobre la posible existencia de causales de
atenuación (dadas por las condiciones personales del reo, por las circunstancias del hecho y
Otras). Por tanto, la regulación jurídica de los delitos sancionados Únicamente con pena de muerte
plantea problemas en cuanto al principio de desvalor subjetivo de la acción, el cual impide que
pueda castigarse con igual pena un hecho doloso y uno culposo y, en el caso de hechos dolosos
que no se tome en cuenta el grado concreto de desvalor subjetivo con que actuó el agente. Esto
adquiere especial significación en delitos calificados por el resultado, en
299
donde la realización de un tipo base unido a un resultado ulterior más grave impone una pena
adicional, sin tomar en consideración el desvalor subjetivo del autor (por ejemplo, el secuestro
cuando fallece la víctima, en donde las circunstancias en que pudo haberse producido la muerte
de ésta presenta numerosas variables — puede ser que el secuestrado fallezca por paro cardiaco,
o por alguna imprudencia personal, o puede que sea ejecutado con ensañamiento; estos casos no
pueden ser tratados de igual manera, para imponer la misma-). La pena de muerte obligatoria
violenta el necesario arbitrio del juez para considerar las circunstancias del caso particular y de las
personas involucradas, Consecuentemente, el juez es despojado de su poder de connotación
equitativa, que es el que le faculta a adecuar la pena a la culpabilidad del sujeto en el caso
concreto; no puede ejercitar una consideración razonada del caso: sus extremos ya están
determinados de manera rígida en la ley.
A raíz de lo anterior la Corte Interamericana de Derechos Humanos resolvió. "El Estado debe
modificar, dentro de un plazo razonable, el artículo 201 del Código Penal vigente, de manera que
se estructuren tipos penales diversos _y específicos para determinar las diferentes formas de
plagio o secuestro, en función de sus características, la gravedad de los hechos y las circunstancias
del delito, con correspondiente previsión de punibilidades diferentes, ti aquéllas, así como la
atribución al juzgador de la potestad de individualizar las penas en forma consecuente con datos
del hecho el autor, dentro de los extremos máximo y mínimo que deberá consagrar cada
conminación penal. Esta modificación en ningún caso ampliará el catálogo de delitos sancionados
con la pena capital previstos con anterioridad a la ratificación de In Convención Americana.
Mientras no se realicen las modificaciones señaladas en el punto resolutivo anterior, el Estado
deberá abstenerse de aplicar la pena de muerte y ejecutar a los condenados por el delito de plagio
o secuestro, en los términos del párrafo 132 de la Presente Sentencia. El Estado debe adoptar, en
un plazo razonable, un procedimiento que garantice que toda Persona condenada a muerte tenga
derecho a solicitar y, en su caso, obtener indulto, conforme a una regulación que establezca la
autoridad facultada para concederlo, los supuestos de procedencia y el trámite respectivo. En
estos casos no debe ejecutarse la sentencia mientras se encuentre Pendiente decisión sobre el
indulto o la conmutación solicitados.
Estado debe dejar sin efectos pena impuesta al señor Raxcaco Reyes en la sentencia del Tribunal
Sexto de Sentencia Penal, Narcoactividad Delitos contra el Ambiente dentro de un plazo
razonable} sin necesidad de un nuevo Proceso, emitir otra que en ningún caso podrá serla pena de
muerte. El Estado deberá asegurar que la nueva pena sea proporcional a la naturaleza y gravedad
del delito que se persigue, y tome en cuenta las circunstancias atenuantes y agravantes que
pudieren concurrir en el caso, para lo cual, previamente a dictar sentencia, ofrecerá a las partes la
oportunidad de ejercer su derecho de audiencia 344
300
Medidas de seguridad.
Como se indicó al inicio de la presente obra, es importante tomar en consideración que aparte de
la pena, como consecuencia jurídica del delito, se establecen las medidas de seguridad, la cual se
fundamenta en los estados peligrosos, esto es, situaciones de riesgo que revelan la probabilidad
de comisión de nuevos hechos previstos como delito por parte de un sujeto inimputable que haya
cometido un hecho delictivo (por ejemplo, un esquizofrénico violento que, siendo incapaz de
ajustar su comportamiento a la norma, mata a otra persona), por lo que, la medida de seguridad
es la respuesta estatal dirigida a evitar que ese sujeto pueda volver a delinquir (por ejemplo, el
internamiento en un centro psiquiátrico).
Ello encuentra su fundamento en la necesidad de poder afirmar con certeza que ese sujeto
verdaderamente entraña un grave riesgo criminal, lo cual es más importante, si cabe, teniendo en
cuenta que las medidas de seguridad, al igual que las penas, conllevan una afectación del núcleo
esencial de derechos y libertades fundamentales del sujeto. Por lo tanto, es posible decir que las
medidas de seguridad, al igual que las penas, exigen la comisión previa de un comportamiento
previsto como delito. Asimismo, están sujetas a principios comunes con las penas, como el de
Legalidad. Todo ello determina que la distancia entre la pena y la medida de seguridad se haya ido
acortando considerablemente. Si a ello se añade que las medidas de seguridad, al igual que las
penas, se imponen para prevenir esta clase de hechos, llegaremos a la conclusión de que ambas
presentan una íntima conexión con la función del Derecho penal, forman parte del mismo y han de
ser incluidas en su concepto.
301
Las medidas de seguridad, por lo tanto, se fundamentan en la peligrosidad criminal del sujeto,
requiriéndose, como presupuesto necesario 0, si se prefiere, como prueba indispensable para
poder afirmar esa peligrosidad, que el sujeto haya cometido, al menos, un hecho previsto como
delito ("post-delictuales"). Por lo general, la medida de seguridad se les imponen a los sujetos
inimputables que hayan cometido un hecho delictivo.
En el ámbito de las felaciones pena criminal y medida se seguridad pueden distinguirse tres
soluciones: el sistema dualista, el sistema monista y el sistema vicarial.
El sistema monista establece como única reacción penal la pena. En este sistema no existe Otro
tipo de reacción más que la pena. El sistema dualista toma su fundamento de una nítida distinción
entre la pena criminal y la medida de seguridad, en razón de la diversidad de sus funciones. Es
decir, si la pena se Vincula a la retribución del mal causado y se fundamenta en la culpabilidad
entendida en el sentido tradicional, y la medida de seguridad se conecta con la prevención
especial y con la peligrosidad de los individuos, la existencia de dos caminos paralelos, uno que
mira hacia el pasado y otro que pone la vista en el futuro, encuentra un sólido fundamento. Este
sistema propugna una doble vía en sentido estricto: Pena y Medida de Seguridad; para los
delincuentes con culpabilidad, la pena, para los delincuentes con peligrosidad, la medida de
seguridad. Hoy día, y más aún en el contexto de nuestra Constitución, se produce una Inevitable
aproximación entre ambos instrumentos, que se acentúa en el ámbito de penas privativas de
libertad. Así el artículo 19 párrafo primero de la Constitución Política de la República de Guatemala
señala que "el sistema penitenciario debe tender a la readaptación social y a la reeducación de los
reclusos. . . Actualmente, por lo tanto, ya no es posible una distinción dogmática tan tajante, pues
tanto la pena como la medida de seguridad ponen y han de poner sus ojos en el futuro y sus
funciones inevitablemente se entrecruzan.
302
Todo lo anterior, explica el apoyo mayoritario al sistema ecléctico Conocido como sistema vicarial,
que mantiene en gran medida las ventajas inherentes al hecho de contar con estos dos
instrumentos para hacer frente a las exigencias de prevención general y especial, al tiempo que
permite superar razonablemente los excesos del modelo dualista puro. Este sistema permite la
aplicación conjunta, en algunos de las penas y las medidas de seguridad.
Al igual que las penas; las medidas de seguridad tienen una clasificación: de internamiento y no
internamiento. Como su nombre lo indica, las primeras serán ventiladas dentro de un
determinado establecimiento para su tratamiento y curación, mientras que las segundas, su
tratamiento y cuidado se realizarán en lugares fuera de un determinado establecimiento.
Como es sabido, las consecuencias que emanan de un delito o falta no se detienen en tan solo la
pena y medida de seguridad, sino que también de su comisión se derivan las sanciones civiles de
carácter reparatorio, corno consecuencia del daño que se haya producido. Es en el Código civil,
donde se establece la consecuencia reparadora del daño producido por un delito doloso o
culposo, lo cual se complementa con el artículo 1 12 del Código penal guatemalteco, donde se
acoge esta responsabilidad 3á5
Estos preceptos se hacen acompañar y complementar de lo que señala el Código procesal penal
en sus artículos 124 al 140, donde se establece el elemento procedimental de la responsabilidad
civil derivada del delito.
A raíz de lo anterior, se puede observar que con esta regulación nos encontramos ante una
sanción civil que nace como consecuencia del daño producido derivado de un delito o falta346.
Este sistema al permitir la exigencia de las responsabilidades civiles por medio de la vía penal,
vulnera el principio de autonomía de las esferas pública y privada, tomando en consideración que
la responsabilidad civil retribuye un daño privado y la responsabilidad penal un daño público. Sin
embargo, es necesario partir que existen poderosas razones de oportunidad y utilidad que lo
hacen indispensable 3í7 sobre todo, para evitar que el agraviado o cualquier persona se vea
inmersa en una actividad que le dificulte y le empantane la reparación del daño del que ha sido
objeto Y sea sometida a una actividad engorrosa, burocrática y molesta.
304
Aunque a primera vista pareciera contradictoria la normativa civil con la en relación a la fuente de
la obligación reparadora, dado que, en materia civil no se pronuncia el aspecto de falta (solo
delito), y en lo penal, se hace referencia a los aspectos (delito y falta), consideramos innecesario
un análisis con relación a ello, puesto que, aparte de la obligación de una normativa especial, es
necesario que se puede tratar de un lapsus o, que independientemente de este al aplicar el
principio de igualdad, creemos que el perjudicado por una falta posee todo el derecho de accionar
penal y civilmente, tal y como lo señala de manera específica el artículo 112 del Cpg.
Responsabilidad civil significa la sujeción de una persona que vulnera un deber de conducta
impuesto en interés de otro sujeto, a la obligación de reparar el daño producido.
A raíz de ello, la legislación penal sustantiva actual, puesto no existe una dotación completa de
resortes adecuados (mecanismos indirectos) para el juez pueda prescindir de la ejecución de la
pena, si la reparación / indemnización se ha llevado a cabo en forma satisfactoria. Es claro y
patente que una vez reparado el daño e indemnizado el perjuicio la razón de castigo pierde fuerza
349.
305
En el Código penal subyace esa conexión íntima entre responsabilidad penal y responsabilidad
civil; si bien las fronteras entre los penal y lo civil son difusas, en el código penal y procesal penal,
de igual forma, por dos motivos principales: uno de ellos, que la responsabilidad civil derivada del
delito recibe un tratamiento legal dentro del mismo código penal, y otro, que la acción civil puede
acularse en proceso penal. Es también un elemento a tener en cuenta, el que la determinación de
la pena se basa no solo en la culpabilidad del autor, sino también lo complementa, el daño
objetivamente considerado.
1. MECANISMOS DIRECTOS.
En nuestro Código penal, especialmente el artículo 112, se establece una cláusula general por
donde se determina la habilitación para lograr la reparación del daño a la víctima por medio de la
responsabilidad civil como mecanismo directo. Entendiéndose como la vía que tiene el agraviado
de solicitar en forma perpendicular el daño que se produjo como consecuencia del delito que
ocasionó el sujeto activo. Como ya ha quedado indicado en los párrafos anteriores, la acción civil,
o acción reparadora del daño, se puede ejercitar conjuntamente con la acción penal, con el objeto
de que no sólo se le sea impuesta una pena al sujeto, sino que también, se le obligue a reparar el
ocasionado como consecuencia del delito cometido, siendo este el fundamento de toda
responsabilidad civil.
Con esta vía directa, desde nuestro punto de vista, se logra obtener no solo la anhelada economía
procesal, sino que se ahorra en gastos y molestias al perjudicado, en cuanto que ya no tendrá
necesidad de iniciar un nuevo proceso, una vez finalizado el penal, para conseguir el resarcimiento
de los perjuicios producidos por el delito. De conformidad a una reforma oportuna, por parte del
Congreso de la República en el Código Procesal Penal bajo el Decreto 7-2011, se determinó una
acción civil oficio, por parte del Ministerio Público, dentro del mismo proceso penal. En el
306
artículo 124 del Código Procesal Penal, establece que la acción reparadora podrá ejercerse dentro
del mismo proceso penal al emitirse la sentencia Condenatoria. El juzgador deberá desarrollar una
audiencia de reparación civil al tercer día de dictada la sentencia condenatoria. Dicha audiencia
tiene como único objetivo determinar los daños ocasionados a la víctima y la reparación
correspondiente.
A raíz de lo anterior, es necesario hacer un pequeño matiz relacionado con los delitos que
permiten hacer valer la reparación del daño, el contenido de esta y as personas civilmente
responsables.
En principio todo daño derivado de un delito procede la responsabilidad civil ex delicto. Por ello,
todo delito que ha generado un daño da lugar a que se haga valer su reparación. Por tanto, si se
determina la existencia de un delito, pero no así un daño, es por lógica que no se puede hacer
valer una reparación.
Para establecer el parámetro e importancia del delito que produce daños necesarios de ser
compensados, la tesis italiana es la que se utiliza para determinar y distinguir el delito sin daño
civil, delito con daño civil inherente y el delito con daño civil consecuencial y exterior al hecho
crimina13S l. Con este modelo, se puede simplificar el mecanismo intelectual al momento de
determinar que no todos los delitos 0 hechos delincuenciales ostentan forzosamente un daño
compensatorio.
Como ejemplos orientadores, para la aplicabilidad de la teoría italiana, se pueden mencionar los
siguientes: a) delitos sin daño civil: el aborto con consentimiento, portación ilegal de armas de
fuego; b) delitos con daño civil inherente: el hurto, daños y estafa, y c) delitos con daño civil
consecuencial: lesiones, secuestros violaciones y homicidios.
Un sector de la doctrina manifiesta que en los delitos en grado de tentativa y en los de peligro es
muy difícil apreciar los daños perjuicios ocasionados352, puesto que al no consumarse el delito es
muy probable la negativa de una reparación inexistente.
307
La idea de las personas civilmente responsables, se fundamenta en el principio eral que toda
persona penalmente responsable de un delito o falta lo es también Como consecuencia, el sujeto
activo del hecho delictivo no solo debe de sufrir la sanción penal, sino que también deberá reparar
los daños ocasionados por el delito. para determinar la responsabilidad civil de las personas se
hace necesario la clasificación siguiente: Responsabilidad civil directa por hechos propios,
responsabilidad civil directa por hecho ajenos y la responsabilidad civil subsidiaria.
La condición de responsabilidad penal se deriva dc la conducta criminal del sujeto, el cual también
se hace acreedor de responder por la responsabilidad civil surgida de conformidad al daño que se
ocasionó por el delito cometido. Así pues, surge lo que se identifica como regla general que el
individuo Responsable penalmente Lo es también civilmente. Dándose con esto, la responsabilidad
civil directa del condenado.
En el caso de ser dos o más los autores del hecho criminal, con la concurrencia de Otros
partícipes, se establece una complejidad en el instituto de la responsabilidad civil ex delicto,
puesto que, según la doctrina y legislación, el juez o tribunal deberá de indicar las cuotas que, de
forma solidaria y subsidiaria, tendrá que responder cada uno. El problema que se puede plantear,
en estos casos, es en cuanto al criterio que deberá de seguir el juzgador al momento de señalar las
respectivas cuotas de participación. A raíz de ello, bien se puede deducir la facultad del juzgador
para imponer cuotas heterogéneas, sin importar cl grado de participación, o bien puede que, se le
conduzca para que le dé importancia a este último factor.
Pareciera -a simple vista, que existe una discrecionalidad absoluta del juzgador sin importar el
grado de participación, lo cual a nuestro parecer es equivoco, ya que de conformidad al artículo
113 del Código penal, se plantean las tres posiciones doctrinales a seguir: solidaria, subsidiaria y
mixta. Por ello, consideramos plantear la siguiente solución:
308
a) La responsabilidad civil debe de ser solidaria cada uno de los autores o participes, con las
cuotas de participación que le corresponda, de Conformidad a su clase o categoría de
participación.
d) En cualquiera de las tres formas anteriores, posible el derecho de repetir que tiene el que
hubiese pagado.
El estado de necesidad, como es sabido, surge a raíz de una situación de peligro para bienes
jurídicos, donde se crea la necesidad de protegerlos o salvarlos a través de lesionar otros intereses
protegidos jurídicamente. En cuanto a la reparación, siguiendo la línea mayoritaria, y en contra de
Lo que muy probable nuestra legislación se perfila (unificadora), consideramos que, formalmente,
no habría ninguna distinción entre una u otra teoría, ya que en ambos casos la responsabilidad
civil recae en las personas a cuyo favor se haya precavido la lesión, tomando en consideración que
el Código no distingue entre el beneficio propio y ajeno, puesto que En ambas situaciones el que
debe de responder por los daños ocasionados es el beneficiario de la acción de estado de
necesidad (arcu 117). El matiz doctrinal que sugerimos hacer es el del estado de necesidad
justificante, puesto que se considera conveniente en algunos casos, dado el aspecto justo,
equitativo y de sentido común que representa, la no exclusión dc la responsabilidad civil, ya que, al
no existir ningún enriquecimiento, que es el fundamento de esta responsabilidad por parte del
beneficiario de este acto de irresponsabilidad penal, no tendría razón ni sentido la exigibilidad.
En cuanto a la solvencia e insolvencia del beneficiario del estado de necesidad, nuestra legislación
no se pronuncia al respecto, como consecuencia sugerimos el siguiente planteamiento doctrinal:
a) mancomunado, todos los beneficiarios tienen Plena obligación de responder por el daño; b)
solidario, cl acreedor puede dirigir su acción contra uno o todos los beneficiarios; c) subsidiaria
general, los beneficiarios solventes responden por los insolventes y d) subsidiaria especial, el
autor del hecho es subsidiario de las obligaciones de los deudores"3. A nuestra consideración, sólo
el inciso d) queda plenamente insatisfecho dada la característica y filosofía de la institución
justificadora.
310
Nuestro Código penal excluye dc responsabilidad criminal al sujeto que hubiese cometido un
hecho delictivo en estado de miedo insuperable, de fuerza exterior, error, defensa putativa,
obediencia debida u omisión justificada (art.25 Cp). De éstas, sólo las dos primeras son las que el
Código establece una clara excepción al pago dc responsabilidades civiles por parte del ejecutor
del hecho, puesto que obliga, ineludiblemente, al que hubiere causado el miedo o el que hubiese
realizado la fuerza. Lo importante de la redacción de este precepto legal, es que no está definida la
responsabilidad subsidiaria por parre del que ejecutó el hecho. Como consecuencia se determina
que el único obligado la reparación del daño ocasionado a la víctima del delito es el sujeto que
ejecutó la acción "de atrás", o sea el que efectuó u ocasionó el temor o ejerció la fuerza.
A nuestro criterio, dada las circunstancias y características del Código penal, se advierte una
actitud antinómica, puesto que la obediencia debida y, en dado caso, la omisión justificada puede
presentarse como instituciones que tienden a excluir las responsabilidades civiles a los ejecutores
del hecho, ya que, al igual que el miedo y la fuerza irresistible, son factores incontrolables por
parte del actor, además de ser actividades ejercitadas por las personas "de atrás". Con ello, se
evidencia la similitud que existe con la obediencia debida, puesto que, ésta exige la clara
necesidad de una orden explicita, lo que provocaría, a nuestro criterio, la exclusión de la
reparación por parte del ejecutor.
La responsabilidad civil del empresario proviene de los hechos delictivos causados por las personas
que de él, directamente, dependan en el ejercicio de sus funciones El fundamento de esta última
se encuentra en la denominada "culpa in vigilando o in eligendo" del empresario, y es que se
presume que el empresario debe controlar en todo momento la actividad de sus empleados con el
objeto de que no se produzca lesión para el derecho de los en cualquier caso para poder exigir
este tipo de responsabilidad es necesario que exista una ineludible relación de dependencia. Es
importante resaltar' como forma de complementar la naturaleza de esta responsabilidad, que la
empresa no puede actuar por sí sola, sino que necesita la labor de las distintas personas que la
hacen productiva y generan su existencia, como consecuencia sus personeros 0 agentes
311
Nuestro ordenamiento civil, sin apartarse de lo expuesto, señala que los patronos y los dueños dc
talleres, hoteles, establecimientos mercantiles o industriales y, en general, las personas que tienen
a otra bajo su dependencia, responden por los daños o perjuicios que causen sus empleados y
demás trabajadores en actos del servicio. (art. 1663 cc.). De igual manera se refiere a un problema
cotidiano, como lo es el de las empresas de transporte, al indicar que los propietarios de estos
medios responderán civilmente por los daños y perjuicios que ocasionen sus pilotos como
consecuencia de un hecho delictivo que ejecuten en el ejercicio de sus funciones (art. 1651 cc).
De esta responsabilidad, como es lógico, no escapa el Estado o las entidades autónomas del
mismo, ya que deben de indemnizar los daños o perjuicios que se le causen a una persona por
hechos delictivos cometidos a través de sus empleados o funcionarios públicos en el ejercicio de
sus funciones o con motivo de ese El fundamento de dicha responsabilidad se estipula en el
artículo 155 de la Constitución Política de la República de Guatemala.
Esta clase de responsabilidad civil se caracteriza porque las personas responsables Civilmente son
terceros ajenos a toda responsabilidad penal, y en este caso se determina su Obligación de reparar
el daño causado debido a una relación directa entre el sujeto que realizó el delito y la persona
contra la que se pretende la reparación.
312
del daño y que el autor del delito haya actuado en estado de inimputabilidad o en el desempeño
de sus actividades o servicios que le competen en dicha relación. De lo contrario no procedería la
responsabilidad civil subsidiaria por parte de la persona que se pretende sea el responsable
subsidiario.
Nuestra legislación con base al artículo 116 Cp nos da la opción mixta, puesto que está obligando a
los inimputables a responder por las obligaciones civiles provenientes de los daños ocasionados
por su actuar delictivo; dejando en su último apartado la comprobación de la culpa in vigilando,
por parte de los que tengan la guarda legal de los inimputbles, de lo cual al comprobarse y
determinado la insolvencia del obligado, se les exigirá esta responsabilidad35S. De igual forma, se
traducen los supuestos enmarcados
313
Esta clase de responsabilidad es una responsabilidad eminentemente objetiva —sin culpa-, la cual
se establece con el objeto de prestar una garantía de insolvencia por parte del empleador directo,
como consecuencia no necesita probar una dependencia o subordinación entre el dueño de la
obra y el contratista demandado, como empleador directo y principal responsable por un hecho
delictivo acaecido bajo su tutela.
Con lo anterior se puede evidenciar que el propietario o dueño de la obra puede llegar a ser
civilmente responsable (aunque en forma subsidiaria y no directa) por los daños imputados al
contratista de la Obra (empresa encargada de la obra), siempre que el hecho delictivo sea
ocasionado por parte de un obrero del empleador directo (contratista de la obra), aunque no
exista relación de dependencia entre el dueño de Obra o empresa y el agente directo y material
del daño (generalmente otro dependiente del empleador directo).
Como regla general para que exista esta clase de responsabilidad civil subsidiaria, será necesario:
b) Que el hecho que genera la responsabilidad de halle dentro del ejercicio normal de las
funciones encomendadas en el e seno de la actividad o tarea confiada al infractor, como
perteneciente a su esfera o ámbito de acción. En el ejemplo anterior, surge la
responsabilidad subsidiaria, únicamente por el caso que motivo la contratación, no por
otros.
Por IO anterior, y para motivar un cierto análisis correspondiente a esta Clase de responsabilidad,
consideramos necesario hacer los siguientes puntos comparativos de hecho os probables, que
motivan, según nuestro criterio, a responsabilidad civil subsidiaria por parte de los primeros
contratantes:
Caso de los hospitales. En aquellos casos donde los torios solicitan los servicios de algunas clínicas
o laboratorios y se comete algún hecho delictivo por parte de algún empleado de estas últimas; a
nuestro criterio los responsables directos serían estas y los subsidiarios los hospitales y sanatorios
que contrataron.
Caso de los comercios. industrias o bancos que solicitan seguridad. LOS establecimientos de
comercio, industrias o bancos que hayan contratado a empresas para que les presten los servicios
de vigilancia y seguridad y, que por cualquier circunstancia , un guardia de seguridad, de dicha
empresa contratada, le causa la muerte O lesiona gravemente a un determinado cliente que había
ingresado al establecimiento' si considera, según nuestro criterio, que el comercio, banco o
industria es responsable civil subsidiario del hecho acaecido, en caso (le insolvencia del obligado
directo (empresa de seguridad.
318
Caso de las empresas fabricante. en el caso de las empresas de bebidas, comidas o cualquier
producto o mercancía que contrata los servicios de distribución de sus productos a alguna persona
particular o distribuidora que tenga varios vehículos y, que, por determinadas circunstancias,
algún piloto de estas últimas provoca un accidente mortal. La responsabilidad civil sería igual a la
de los casos anteriores (Responsabilidad civil directa es para la persona particular o distribuidora
contratadas y subsidiaria la empresa fabricante del producto.
para finalizar con esta clase de responsabilidad subsidiaria se hace indispensable enfatizarla
necesidad de la existencia del vínculo necesario entre él y el obligado directo, para ello, existe una
variedad de criterios tales como: a) El grado de control y dirección técnica que tenga 0 el
empresario demandado, con lo cual no se requiere que cl empresario ejercido dicho control sino
que basta con que tenido la posibilidad de hacerlo; b) En aquellos casos donde existe una larga
duración v de la relación dc servicio entre el empresario demandado y la organización de su
contratista; v c) cuando el principal obligado fue contratado y pagado directamente por el
empresario contratante y no por la persona agraviada.
Como se ha Visto, las personas responsables civilmente del hecho delictivo se dividen en dos:
directos e indirectos. Los primeros se pueden subdividir por hechos Propios Y' ajenos, siendo los
primeros los más comunes, donde el responsable del delito es el responsable de reparar el daño,
mientras que los segundos, la persona obligada es responsable a través de la in vigilando o in
eligendo. En cuanto al responsable indirecto, su responsabilidad nace a raíz del vínculo existente
entre el principal obligado, sin necesidad de establecerse una culpa, por lo que se habla de una
responsabilidad eminentemente objetiva.
acciona penal y civilmente en un mismo proceso. (Vrg. Caso VIH/SIDA-IGSS, donde se absolvió a los
procesados penalmente y paradójicamente se condenó al pago de responsabilidades civiles a la
Institución, en el mismo proces03S6) considerarnos que de conformidad a nuestra legislación no
puede condenarse civilmente a una persona que se le absolvió penalmente; ¿por qué podría
resultar condenado civilmente si se le demostró que no cometió ningún delito?
Es cierto que el Tribunal de sentencia, por razones morales y humanitarias, crearon la basta
necesidad de condenar civilmente a la Institución, pero lamentablemente sin fundamento y
argumentación legal, contradiciendo con ello el principio de legalidad, el cual fue reestablecido en
la sala de apelaciones que declaró con lugar el recurso de apelación interpuesto por el tercero
civilmente demandado (IGSS). Nuestro deseo no es quedar enmarcados a favor de las injusticias
sociales, sino encerrar y corregir las injusticias legales establecidas en nuestra legislación, puesto
que en la actualidad de conformidad a la normativa penal y civil (112 Cp y 1646 cc), solo puede
condenarse civilmente si se le demuestra su responsabilidad penal, con ello, se dejan enormes
vacíos como el caso planteado, cuando en alguna institución se cometió un hecho delictivo pero
no se determinó la responsabilidad penal de una persona, en estos casos, tal y como está
establecido en nuestra legislación, la única vía sería no ejercer la acción civil en el mismo proceso
penal, tal y como lo anuncia el artículo 1 647, en el que se determina que la irresponsabilidad
penal no libera a la civil, por lo tanto, es la única vía posible, pero se hace necesario no ejercitar la
acción civil juntamente con la penal.
317
puesto que, si se ejercitare juntamente y se llegare a la etapa del debate, ya no podría abarcar la
renuncia de lao acción y provocaría una sola alternativa que sería la condena penal para provocar
la condena civil, puesto que si no ocurriese así (tal y como sucedió con el Caso VIH/SIDA — IGSS),
ya no sería posible, porque sería ilegal condenar civilmente y absolver penalmente.
En consecuencia, se sugiere como propuesta lege ferenda, una reforma legislativa el Código penal,
donde se establezca que las personas jurídicas son responsables civilmente, cuando los delitos o
faltas sean cometidos en sus establecimientos como consecuencia de algún tipo de negligencia por
parte de sus empleados o cualesquiera que hayan infringido los reglamentos de policía o reglas
administrativas internas. Con ello, se lograría opacar toda una larga lista de impunidades civiles
que pueden surgir por el vacío legal existente en la actualidad. Además, este tipo de
responsabilidad tendría un criterio esencialmente objetivo, dado que se basaría en la idea de
creación del riesgo a raíz. de mantener abierto el establecimiento, dedicado a actividades
especialmente vulnerables a la actividad delictiva sin velar por el cumplimiento a las disposiciones
de seguridad correspondientes (Vrg. Lesiones, muerte —caso IGSS-, hurtos, robos en Agencias
bancarias, etc.). En conclusión, a efectos dc esta clase de responsabilidad sugerida, no sería
necesario precisar qué persona física fue la infractora de este deber legal o reglamentario. Bastaría
con determinar, dentro del juicio penal (etapa del debate), que existió la infracción y que ésta se
puede imputar civil y subsidiariamente al titular de la institución.
Toda legislación penal sustantiva dentro de su ordenamiento jurídico cuenta con una serie de
métodos indirectos que tienden a obtener la reparación del daño a la víctima, y como
consecuencia de ello, abstrae beneficios al sujeto activo del hecho punible. Con estos mecanismos,
se cautivan beneficios de compensación del daño y estimulación del imputado para la ansiada
reparación.
Como crítica directa que se le puede hacer a nuestra legislación penal sustantiva, Parte de una
inmensa que se merece, es la carencia de medios indirectos que tienden a la reparación del daño.
Sólo contiene una subliminal en la circunstancia atenuante establecida en el inciso 50. del artículo
26, además de la instituida en el artículo 80 numeral 3. Que se refiere a la libertad condicional. La
ley especial de la niñez y adolescencia, en su artículo 244, establece una sanción de reparación del
daño a la victima del delito por el adolescente infractor. Con estas dos medidas del código penal.
318
Lo razonable debiera de ser que exista en nuestro Código penal, para algunos supuestos"', una
serie de sustitutivos penales que pulimenten como objetivo primordial la sustitución de la pena
privativa de libertad por otra medida menos traumática, condicionando la reparación del daño,
como requisito ineludible para tal provecho.
por lo expuesto, consideramos conveniente hacer un pequeño análisis en cuanto a los dos únicos
supuestos que el Código penal estipula en relación a los medios indirectos establecidos para
obtener la reparación del daño.
Da cabida este supuesto a los modelos basados en el fomento de la reparación, con eminentes
fines prácticos para luchar contra uno de los efectos del delito: el daño. El fundamento de esta
circunstancia atenuante obedece a razones de política criminal, siendo aséptico al hecho y a la
culpabilidad del autor, mostrándose como un estímulo que se propone al delincuente atenuando
la responsabilidad penal, si ha procedido a reparar el daño ocasionado a la víctima, en cualquier
momento del procedimiento y en cualquier momento anterior a la celebración del Juicio oral. Por
un lado, esta actitud del culpable supone un reconocimiento, por su parte, del mal causado y
supone un claro indicio de alejarse en su actividad delictiva, facilitando el pronóstico de una
efectiva reintegración social. De otro lado, se facilita la satisfacción a la víctima, la
tradicionalmente olvidada de las grandes construcciones doctrinales del sistema de justicia penal
hasta época reciente, con reconocimiento del protagonismo que le corresponde en todo delito,
reconociendo que, además de integrar un ataque a
319
Bienes jurídicos indispensables para la convivencia en una sociedad reparación se atiende con la
imposición de la pena, supone, también un e individuales a los que es preciso dar satisfacción, los
de la víctima, de no se sienta desprotegida ni reducida a la exclusiva condición de testigo de
cargo.
En ambos casos, la reparación del daño causado debe ser claramente de determinar la concreción
de la pena, dentro de las precisiones legales, la de la atenuante quinta del art. 26 se traducen por
imperativo legal en una disminución de la necesidad de pena.
ü) La libertad condicional.
La reparación del daño a la víctima se constituye en óbice para que el condenado tenga acceso a
los sustitutivos penales y a los procedimientos desjudializadores, con la salvedad de la declaración
de insolvencia; siendo de plena aplicación a este punto lo expuesto anteriormente sobre la
tramitación de la pieza de responsabilidad civil.
Esta clase de sustitutivo penal alcanza la posibilidad que el condenado pueda cumplir en libertad,
la última parte de la pena impuesta. Otorgándole, de conformidad a nuestra legislación actual, el
resquicio de ejecutar la mitad de su pena o la última cuarta parte de la misma, en libertad, según
sea su caso, siempre y cuando haya restituido la cosa Y/O reparado el daño a la víctima, como
requisito inexcusable.
CLASES DE DAÑOS
La indemnización debe determinarse atendiendo no sólo al daño emergente, sino también al lucro
cesante y al daño mora1358. La reparación civil no puede extenderse más allá del daño
efectivamente ocasionado. Por ello se distinguen tres aspectos, siendo los siguientes:
Daño emergente: Consiste en el daño directo ocasionado por el hecho delictivo. Es el daño
patrimonial o personal —fisco y psíquico- que emerge directamente del delito cometido, En el
caso de un taxista que fue investido por un conductor y por ende le destruyó su vehículo, el daño
emergente sería el taxi propiamente destruido y/o las heridas provocadas. En estos casos, se
deberá cuantificar le precio del vehículo y/o la curación de las heridas ocasionadas por el delito.
Lucro cesante consiste en la ganancia o renta que la víctima deja de percibir a consecuencia del
hecho delictivo que le cometieron. Supone la producción de un perjuicio material indirecto
derivado de la perdida de algo (trabajo, capacidad) a consecuencia de la infracción penal que
incidió prima facie en el cuerpo de la víctima 0 en una cosa, nuestra jurisprudencia se orienta en
un prudente sentido restrictivo en la estimación de la misma, donde ha de probarse
rigurosamente que se dejaron de obtener las ganancias359. En el mismo caso anterior, el lucro
cesante sería el ingreso y las ganancias dejadas de percibir por parte del taxista, en cuanto a los
días que no podrá trabajar por motivos de salud personal y por la falta de vehículo para hacerlo.
Todo ello, deberá de ser cuantificado por El agraviado y, además, remunerado por parte del
infractor de la ley penal.
321
La fijación del quantum indemnizatorio es, en algunos casos, una cuestión reservada al libre
arbitrio de los tribunales, por lo que ha sido considerada como inaccesible a la casación, a
diferencia de lo que ocurre con los datos de hecho que sirvan de base para la indemnización. Solo
cuando exista error en la determinación de las bases bien por incorporar conceptos
improcedentes, bien por incorporar cuantías equivocadas podrá accederse al recurso de casación;
así las cosas, lo primero que hay que tener en cuenta es que en esta materia rige el principio de
justicia rogada, conforme a la cuenta, además, en atención al principio dispositivo y el principio de
congruencia. La petición o solicitud más alta que se formule actúa como límite máximo que no
podrá traspasar el órgano sentenciador.
322
DAÑO MORAL: Consiste en el dolor espiritual y sufrimiento sobre el honor, honra, fama o fuero
íntimo de la víctima por haber sido objeto de un hecho delictivo, no imputable a ella, lo que le
causa un padecimiento y sufrimiento intangible e incuantificable. Por lo anterior, se hace
necesario diferenciar los daños morales con los daños psíquicos. Estos últimos, por ser tangibles
a través de los dictámenes de ex no se les deberá considerar daños morales, sino daños
psicológicos cuantificables en el daño emergente o en el lucro cesante, toda vez. que, al detectarse
un trauma psíquico producido por el delito, dicho trauma es detectable como una enfermedad
cierta y tangible, por lo que la cualidad de intangibilidad del daño desaparece derivado del
tratamiento adecuado, el tiempo de curación, establecimiento de las secuelas ciertas o
eventuales, determinando a este daño psicológico, como un perjuicio indemnizable y
debidamente cuantificable, por tal razón, deja de ser moral y se convierte en una daño real y
tangible. Consecuentemente, cuando se tratare de un daño psicológico a la víctima derivado del
delito sufrido, se le tendrá que indemnizar por daño emergente o lucro cesante, con la
cuantificación determinada por los expertos en la materia —por ello, se establecen legalmente las
lesiones físicas y psíquicas-. En cuanto al daño moral, que es intangible, se deberá probar el
padecimiento moral instado —honor, honra, fama, fuero íntimo, etc.-, juntamente con las
cualidades de la víctima, estableciendo una relación de causalidad para apreciar la posibilidad de
la existencia (le' daño moral, por ello, en estos casos, se trata de un juicio de valor propio del
tribunal de Sentencia, puesto que, de otra manera, se hace imposible la cuantificación del mismo.
En el caso concreto de un delito de violación, con solo la comprobación del delito, prácticamente
quedaría probado el daño moral de la víctima, derivado de su honor y honra. Solo quedaría
establecer, para su cuantificación, la cualidad de la víctima, su edad, su educación, para
determinar el daño existente, pero intangible.
Para cierta clase de delitos, Únicamente se establecen los daños morales, tal es el caso de la
injuria, calumnia y difamación, salvo que se determine la producción de consecuencias materiales
tangibles como producto del delito. Como, por ejemplo, un profesional de prestigio que es
calumniado injustamente y, como consecuencia de ello, cae en una fuerte depresión y pierde su
clientela, dicho daño se convierte en tangible y cuantificable a través de las estadísticas de un
antes y un después de los hechos, por lo que, se deberá hacer valer el daño emergente y el lucro
cesante correspondiente.
323
La imposibilidad de establecer unos parámetros operativos para la valoración de los morales debe
desenvolverse en el siempre terreno de lo abstracto. En el del taxista se hace necesario
determinar judicialmente si se le produjo, como del accidente sufrido, un sufrimiento a su fama 0
prestigio que no le ha permitido maniobrar correctamente en su vida social y familiar.
Si entendernos que la reparación del daño debe ser en su integridad, mal se cohonesta con la
condición patrimonial del reo que poco o ninguna influencia debe tener, al menos en la fase de
declaración del daño que debe ser reparado, debiendo decantarse en una interpretación
teleológica en ser una referencia a la manera de cumplir con la obligación y no para la precisión
del quantum indemnizatorio.
324
Por otro lado, el criterio legal de atender a la posibilidad y capacidad de pago o más bien, a las
circunstancias personales y patrimoniales del culpable, responde a la voluntad de lograr una
fórmula de equilibrio entre los intereses del condenado y de los perjudicados, disfrazando la
situación, por cierto bastante frecuente, de insolvencia parcial del sujeto e impidiendo que se
convierta en una barrera infranqueable para consecución de una cierta compensación, acorde con
el principio de reparación en la medida de la propia capacidad, que forma parte integrante del
programa de política criminal en favor de la reparación difundido por el derecho comparado.
pregunta que siempre rodea la mentalidad en nuestra población es la incapacidad que ostenta el
delincuente dentro de la cárcel y por ende le hace imposible cumplir con la obligación de reparar
el daño causado. A raíz de lo anterior, se hace tomar en consideración lo que textualmente
expresa el artículo 47 del Código penal, el cual indica que el trabajo penitenciario es un derecho,
empero también, una obligación con la finalidad absoluta de obtener fondos para el cumplimiento
de sus deberes económicos contraídos y para cl pago de sus deudas, incluyendo la reparación del
daño causado por el delito.
En el mencionado artículo se indica con claridad que el producto del trabajo penitenciario será
para el cubrimiento de los siguientes aspectos: a) reparar e indemnizar los daños causados por el
delito; b) el pago de las pensiones alimenticias: C) contribuir con los gastos del centro de
detención; c) para su fondo o ahorro propio. De igual forma, se tendría que prever c/c lege
Ferenda, el pago de Obligaciones contraídas con acreedores.
Por lo anterior, con esta normativa sustantiva, se tiene la base legal para que la reparación del
daño a la víctima sea materialmente posible y así lograr una restauración positiva del perjuicio
ocasionado.
326
Las reglas de determinación de la pena están previstas en los artículos 62 al 66 del Código Penal de
Guatemala. Si se parte de la necesidad de que las decisiones deban tener fundamentos explícitos
respecto de los cuales sea posible una discusión racional como medio de control de esas
decisiones, es necesario establecer pautas teóricas más o menos firmes que guíen el proceso de
individualización de la pena, circunscribir los límites que no es posible sobrepasar. En este
apartado, se tratará de Formular las bases que deberían seguirse para un procesa de
individualización racional de la pena.
Es oportuno señalar, para que verdaderamente se cumpla con un ordenamiento jurídico penal
liberal y con extrema garantía de los derechos individuales que la Constitución garantiza, es
necesario evitar la discrecionalidad sin barreras, por lo que, se recomienda que los juzgadores
realicen una correcta fundamentación en la aplicación de los criterios legales, que para la
imposición de las penas exigen los artículos del Código penal, pues así se cumpliría o garantizaría
el cumplimiento del mandato constitucional de la correcta individualización penal que tienda a la
inserción social del delincuente, En este apartado, es importante traer a capitulo lo relacionado a
los fines de la pena, tal y como ya se estudió con anterioridad: prevención general y prevención
especial.
Aqui, es necesario que el juez realice un esfuerzo argumentativo (111c lleve a colocar, ante todo,
los fines constitucionales de la pena. Esto llevaría, a que la culpabilidad es el límite o barrera
infranqueable del juez: ninguna sanción puede ser superior a la culpabilidad del autor, pero las
penas, por razón de prevención especial si pueden tratar de evitar la desocialización del sujeto
(como la pérdida del trabajo, la pérdida de relaciones familiares, etc.). Prolongar la duración de la
pena por razones de prevenciÓ11 especial o general más allá de la culpabilidad es considerado
inadmisible. La posibilidad de admitir una pena por debajo de la culpabilidad sería posible, en la
media en que se demuestre las ventajas la prevención especial y una no significativa pérdida en
funciones de prevención general.
627
INDIVIDUALIZACION DE LA PENA.
Desde nuestro punto de vista, se hace importante, aunque en el Código penal pasos Concretos
que limiten el actuar del Juez en la imposición de la pena, la posibilidad dc pasos que se deberían
de tomar en consideración para judicial, siendo las siguientes: a) Marco legal abstracto; b) Marco
legal concreto y, c) Fijación de la pena.
En la normativa penal especial el legislador establece los límites de la pena en el caso individual
para cada deliro. La relación entre las distintas escalas caracteriza, al mismo tiempo, la
importancia y el rango de la norma respectiva dentro del ordenamiento jurídico. Las valoraciones
sociales respecto de un determinado delito quedan plasmadas dentro de este marco y en él
quedan recogidas las razones de prevención general. En principio, el juez debe dejar de lado sus
propias valoraciones y aplicar Únicamente las valoraciones legales. Sin embargo, la cuestión se
torna problemática cuando se plantea la posible inconstitucionalidad de un marco penal. Según
Bruns, las valoraciones judiciales deben ceder paso a las del legislador, aun en caso de duda
respecto de la constitucionalidad de la escala. No obstante, el criterio de Bruns tiene una
excepción ineludible para el juez: las penas crueles, inhumanas o degradantes. Dichas penas
contravienen normas expresas de la Constitución y de tratados internacionales y el juez no puede
aplicarlas cuando sea meridianamente clara.
En el presente caso se tiene que establecer en la parte especial la norma secundaria, esto es, la
sanción que estableció el propio legislador por cada uno de los tipos penales establecidos.
Ejemplo: Homicidio: 15 a 40 años de prisión; Asesinato: 25 a 50 años; Legiones gravísimas: 3 a IO
años. Estos son los marcos legales abstractos.
328
En este apartado se deberán observar los aspectos contemplados en el artículo del Código penal,
donde se determina la posibilidad de aumento o la disminución del marco legal anterior. Con este
segundo paso, se establece un nuevo marco (ya sea disminuido o aumentado), el cual, fijara los
nuevos límites correspondientes para la aplicación de la pena.
En cualquier caso, la determinación del nuevo marco penal tiene prioridad para la fijación de la
pena dentro de ese marco. Entran aquí naturalmente las reglas relacionadas al concurso de
delitos, al grado de consumación del delito y al de participación.
Con base en ello, se aplican los artículos 62 al 64 y 69 a/ 71 para la determinación del marco penal
concreto:
1) Al autor del delito consumado se le aplica el marco penal completo (art. 62).
2) Al autor del delito en grado de tentativa se rebaja la pena en una tercera parte (art.
63).
3) Al cómplice del delito consumado se le aplica la pena rebajada en una tercera parte
(art. 63).
4) Al cómplice del delito en grado de tentativa se le rebaja la pena en dos terceras partes
(art. 64).
5) El aumento del marco establecido en los concursos de delitos: real, ideal y delito
continuado. donde se determina la ampliación del marco legal del tipo penal (arts. 69
al 71)
Con base en los artículos anteriores, el Juzgador tendrá que aumentar o disminuir el marco
establecido en el tipo penal. El marco legal concreto no deberá pasar los 50 años de prisión.
329
c) Fijación de la pena:
con posterioridad al nuevo marco legal (concreto), el juzgador deberá analizar cada una de la
circunstancias establecidas en el artículo 65 del Código penal, donde se instituyen los requisitos
ineludibles para la fijación de la pena: Mayor y menor peligrosidad del culpable; los antecedentes
personales del reo y pena: de la Mayor y menor del deliro; la extensión e intensidad del daño
causado y las circunstancias atenuantes que concurrieron en el hecho, tanto en su número como
en su entidad o importancia.
En relación a la mayor y menor peligrosidad del sujeto, se hace necesario la existencia de una
serie de exámenes científicos que analicen la personalidad del De 10 contrario, no existiría el
cumplimiento cabal de esta exigencia. Así también, para preparar tal discusión se hace necesario
como conditio sine qua non que se haya intimado al acusado sobre esta circunstancia al hacer la
comunicación previa y detallada en la acusación. Consecuentemente, para que el Tribunal pueda
considerar probada la peligrosidad en sentencia, requiere que se haya dado a la defensa la
oportunidad del contradictorio y la refutación correspondiente'70. A parte de ello, se hace
necesario tomar en consideración lo que expuso la Corte Interamericana de Derecho Humanos en
relación a la peligrosidad del sujeto, en el caso Fermín Ramírez YS Guatemala, donde le ordena al
Estado de Guatemala la inaplicación de la peligrosidad del agente, contenido en el artículo 132 del
Código penal, en virtud que, no se adecua a las exigencias mínimas del Pacto de San José Con ello,
es más determinante su inaplicación que su aplicación porque se trata de un concepto de difícil
determinación y, en especial, por el razonamiento de la propia Cort.IDH. En cuanto a los
antecedentes personales del reo y de la víctima a se puede indicar que, con base en un derecho
penal del hecho, ha dejado de ser relevante el antecedente delictivo del reo, ya que, no se le
podría tomar en consideración otros hechos ya sentenciados y ejecutados. Lo importante que se
deberá de hacer valer en este apartado es la etiología del delincuente de la Victima, esto es, el
análisis y estudio que se deberá de hacer en cuanto a las causas sociales, económicas, personales y
dc educación que dirigieron la base formativa hacia el hecho que cometió y que le cometieron -sin
educación, sin padres, sin alimentos, sin vestuario-, circunstancias que se deberán evaluar para la
aplicación de la pena; no sería lo mismo, ni justo, la aplicación de una misma pena a personas que
han gozado de todas las circunstancias aquellas y que a pesar de ello,
330
cometen un hecho delictivo; de allí la importancia del análisis sobre la etiología. cuanto al móvil
del delito es una circunstancia que el juzgador debió anali7ar en momento de establecer la
conducta delictiva y determinó los hechos y del delito, como tal se tiene que establecer el motivo y
la causa que le provocaron cometer el ilícito, ej. por celos, impulsos agresivos, odio, venganza,
amor, pasión dinero, por pobreza, etc. En relación a la extensión i intensidad del daño causado se
refiere a la dimensión y grado dc lesión del daño ocasionado, Con ello, el juzgador deberá dc
evaluar todos aquellos aspectos lesionados o puestos en peligro por parte del autor, para poder
determinar y establecer la pena correspondiente, constituyendo una especie de grados para la
valoración del daño causado, entre IO mínimo, medio y máximo. Para ello, se hace necesario el
auxilio de expertos (técnicos, psicólogos, psiquiatras, médicos, etc.) que han dc determinar cl
grado dc afectación, que repercute para la fijación dc la pena, puesto que un daño menor no
merece una sanción y un daño mayor no merecería una pena menor. daño ocasionado con base
en la extensión y la intensidad se deberá valorar por Ej. la perdida dc una vida. dc un patrimonio,
destrucción de la vivienda, lesión a la honra, tamaño e importancia de la lesión física, etc., de igual
forma, se deberá 'IJO com
y sociales que hay que plantear a/ Derecho Penal, que para ser litil debe apro.vit11i113C a LE
condiciones reales de la administración de justicia penal, es decir, a las condiciones las que tiene
lugar e/proceso penal.. s" —Hassemer y Muñoz Conde-. Consecuentemente' se estipula que la just
icia, para que realmente sea justa, no solo se debe adaptar a revi
331
Lesión del bien jurídico tutelado, sino que a los intereses fundamentales de la sociedad Aunado a
lo anterior, es menester establecer que el principio de proporcionalidad, en derecho penal como
lo establece Gonzalo Quintero Olivares, se predica que es el adecuado equilibrio entre la reacción
penal y su presupuestos, tanto en el momento de la individualización legal de la pena
(proporcionalidad abstracta) como en cl de su aplicación judicial (proporcionalidad concreta). Este
principio se erige en un elemento definidor de lo que ha de ser la intervención penal, desde el
momento en que trata de traducir el interés de la sociedad en imponer una medida de carácter
penal, necesaria y suficiente, para la represión y prevención de los comportamientos delictivos, y
por el otro, el interés del individuo en la eficacia de una garantía consistente en que no sufrirá
castigo que exceda el límite del mal causado, en otros términos, la minimización de la violencia en
el ejercicio de/ ius puniendi, Así la justa medida de la pena se configura como un principio rector
de todo el sistema penal. En relación a las circunstancias atenuantes agravantes que
concurrieron en el hecho. Tanto en su cómo su entidad o importancia, se considera necesario
determinar cada una de las circunstancias atenuantes y agravantes que contempla nuestro Código
penal, para el establecimiento de la pena. Sobre ello, es importante tomar inconsideración el
siguiente apartado:
Inferioridad síquica. No se refiere a la persona con un grado de discapacidad mental, puesto que
de lo contrario, se trataría de un inimputable. LO que hace referencia a esta circunstancia
atenuante es lo relacionado a una cierta disminución de de comprensión por parte del sujeto, que
pueden ser orgánicas o patológicas, tal es el caso de los sordomudos, quienes poseen ciertas
alteraciones de la percepción desde su nacimiento o de su infancia, según sea el caso (sin
educación previa), pueden sufrir gravemente la percepción de la realidad. De igual forma, se podrá
determinar con cierta clase de ancianos y con los sufren de determinado grado de embriaguez.
Sobre esto último, la doctrina mayoritaria del Derecho penal, ha expuesto en una infinidad de
ocasiones que la embriaguez es una medida atenuante, siempre y cuando no sea habitual y que no
se haya producido con propósito de delinquir (accidental o esporádica), esto es, que la persona no
tenga como habito la embriaguez y, que, haya sufrido de cierto grado de alteración de la
percepción en el momento de su acción, toda vez que, la embriaguez otorga una turbación
pasajera de las potencias de la persona y provoca una notable disminución de la culpabilidad,371
tal y como lo expone ROXIN, al indicar que; cuando alguien, al consumir alcohol de una manera
que todavía ni siquiera excluye la imputabilidad, no puede prever la comisión de un delito, el
beber — hasta aquí socialmente adecuado- no puede redundar en perjuicio suyo en la medición
de la culpabilidad; sigue indicando, hay que restringir la renuncia a la atenuación del marco penal
a los casos que el sujeto sabe o debe saber, por experiencias previas, que se deja arrastrar bajo la
influencia del alcohol a la comisión de acciones punibles372 . El tema de la embriaguez, fue
debidamente tratado en el elemento de la culpabilidad
Exceso de las causas de justificación. Cuando el sujeto activo se excede en su legítima defensa 0
excede en la acción del estado de necesidad que le corresponde legalmente. En estos casos, el
agente no gozaría de la exculpación de la responsabilidad penal que hace mención el artículo 24
del Código Penal, únicamente sería beneficiado de esta atenuante para disminuirle su sanción
dentro del marco legal concreto correspondiente. Los acontecimientos más comunes de esta
circunstancia, es el caso de un excesivo acto de brutalidad innecesario en la defensa, la
provocación por parte del sujeto que se defiende, la utilización de otro medio más perjudicial para
impedir la lesión, existiendo la posibilidad de otros medios menos perjudiciales 0 haber causado
333
333
Un mal mayor al mal que se trató de defender. En estos casos existirá exceso en las causas de.
Justificación que por ende no justificarían la acción defensiva, solamente atenuarían la
responsabilidad. En otras legislaciones se considera una eximente incompleta.
Estado emotivo. Es el clásico caso de haber obrado bajo un estado de emoción violenta al cometer
el hecho delictivo. En el vocablo emoción cabe la pasión y la emoción propiamente dicha. Se hace
necesario que exista un estado de ofuscación de la mente que es producido por un estímulo
poderoso, difícil de controlar por parte del agente. El estado emotivo es la antítesis de la alevosía
que requiere un acto calculador y frío.
Reparación del perjuicio. Es una conducta POS delito y previa a emitirse la sentencia
correspondiente para que el sujeto activo pueda hacerse acreedor de este beneficio de
disminución de pena dentro del marco legal concreto. Se necesita que el sujeto haya reparado el
daño cometido por el delito, a través de las formas de indemnización, reparación o restitución. La
diferencia con la atenuante anterior, es que en esta atenuante al sujeto activo se le Otorga un
plazo mayor, hasta antes que se emita la sentencia.
Confesión espontánea. Es una manera de procurar que el sujeto activo declare y confiese su
delito. Todo procesado tiene pleno derecho de ejercer la defensa material a través de su
declaración y, a la vez, la ley le otorga una benevolencia en la imposición de la pena cuando acepta
los hechos en su primera declaración. Según la normativa, se hace necesario que la confesión sea
prestada en su primera declaración, empero, de conformidad a la analogía in bonanz partem
establecida en el artículo 26.14 del Código Penal, se atrae la presente atenuante a IO que
establece dicha analogía en el sentido de tomar en cuenta, también, las confesiones prestadas en
cualquier etapa del proceso, incluyendo, las efectuadas hasta antes de emitirse la sentencia.
Ignorancia. La ignorancia o desconocimiento del hecho, deberá ser tratado como un error de tipo,
tal y como se estableció en el apartado correspondiente. Si se tratare de un error de prohibición,
también deberá estudiarse en el apartado establecido, empero, tal y como se indicó con
anterioridad, en cuanto a un error de prohibición vencible, el efecto directo es la disminución de la
responsabilidad penal, y esta atenuante, sería el fundamento correspondiente para la disminución
de la sanción.
Provocación o amenaza. Se privilegia a favor del sujeto activo la actitud provocadora del
agraviado del delito. El procesado tiene derecho a esta atenuante cuando su actitud delictiva se
debió a una provocación o amenaza por parte del propio ofendido del delito.
Vindicación de ofensas. Se refiere al acto defensivo provocado por una Ofensa inminente, como
consecuencia esta no sería una atenuante, sino, una verdadera legítima defensa, toda vez que tal y
como se establecido con anterioridad, la agresión u ofensa requerida en la legitima defensa debe
ser real, actual o inminente. por tal razón' esta clase de conducta excluye definitivamente la
responsabilidad penal del sujeto por una causa de justificación. Si se tratare de una ofensa no
inminente, ni cierta' entonces se debería tratar la atenuante ya referida de exceso de causas de
justificación• Consecuentemente, esta atenuante no tiene sentido alguno dentro de la normativa
penal de circunstancias modificativas de responsabilidad penal.
335
II.- Circunstancias agravanates. Circunstancias que posibilitan el aumento de la pena, dentro del
marco correspondiente. (Artículo 27).
Motivo fútiles o abyectos. Cuando el sujeto activo comete el hecho delictivo con menosprecio a la
víctima o haya cometido el delito con actitudes o conductas despreciables, depravadas o
humillantes. Esta circunstancia puede ser aplicada cuando autor haya cometido el delito por
impulsos de odio, rencor o menosprecio a determinadas personas, ya sea por motivos de raza,
etnia, religión, sexo etc. De igual forma, cuando el sujeto al ejecutar el hecho delictivo deja
entrever los motivos de
336
Desprecio a la víctima del delito. En la legislación especial del femicidio, se establecen como
circunstancias propias del delito el menosprecio del cuerpo de la víctima, la mutilación genital y la
misoginia (odio o desprecio a la mujer, por hecho de ser mujer).
Alevosía. Es cuando el sujeto activo se posiciona intencionalmente en una condición que asegura
el hecho y la víctima está colocada en plena indefensión. Por ello, se dice que existe alevosía
cuando el agresor cuida de los detalles para la comisión del delito de tal forma que la víctima no
pueda defenderse, excluyendo con ello todo riesgo personal. No existiría alevosía en los casos que
el agresor haya hecho cierta amenaza seria a la víctima O cuando la víctima haya tenido motivos
de esperar la agresión. Se dice en doctrina que existiría alevosía en los casos de los niños,
ancianos, parapléjicos o atentados con personas dormidas, por ser vulnerables a cualquier ataque
y se ubican en una condición que aseguran el delito por parte del autor.
Medios gravemente peligrosos. El sujeto activo utiliza ciertos medios para cometer el delito y
consigue su propósito de ocasionar estragos a la población. Según el análisis de la presente
agravante se considera que el ocasionar los estragos es lo esencial de esta circunstancia, ya que las
expresiones son modalidades del resultado estrago de carácter general. En el tipo penal de
terrorismo ya se incluyen estas modalidades (art, 391)•
Aprovechada para la ejecución del delito. La diferencia con la alevosía radica en que superioridad
no ha de ser tal que la víctima se encuentre sin posibilidad de poder defenderse, solo acentúa la
debilidad de la víctima por las condiciones expuestas. De igual forma, existirá abuso de
superioridad cuando se utilicen instrumentos poderosos sobre las propias Víctimas, tal es el caso,
de la utilización de maquinaria pesada para la ejecución.
Preparación para la fuga. Se considera agravante la conducta del sujeto activo por emplear un
medio para asegurar su fuga, empero, más que su fuga se deberá concentrar en un medio idóneo
que garantice su impunidad y, no simplemente, la utilización de un vehículo para escapar del lugar
donde cometió el hecho.
Artificio para realizar el delito. Se considera una agravante el cometer un hecho delictivo con
acciones incidentales de astucia, fraude o disfraz y que se llevaron a cabo para facilitar la comisión
del delito y/o asegurar la impunidad del sujeto.
Cooperación de menores de edad. Cuando el sujeto activo utiliza para la comisión del delito la
participación de menores de edad, sin distinción de imputables o inimputables (13 años en
adelante, son imputables de conformidad a la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia).
Interés lucrativo. Se haya cometido el delito por algún precio, recompensa o promesa
remuneraría. En este caso, se supone la participación de dos o más personas, una que ofrecer y
otra que acepta. En todos los casos se puede ofrecer o pagar con dinero o por cualquier otra cosa
de valor económico. Esta agravante solo es aplicable para ejecutor del delito, por lo que, el
oferente únicamente responderá como autor del delito por la inducción realizada, derivado de la
incomunicabilidad de las circunstancias atenuantes y agravantes con las circunstancias personales
(art. 30).
Se tendrá que determinar la causalidad entre el delito y el exceso dc la función. Agravante tiene
su sustento en la función del sujeto activo y dc ello se precisa para abusar de su cargo y autoridad
al servicio de su propósito delictivo. De conformidad con el artículo 28 del Código Penal, el
funcionario público o Agente de Policía que abuse de su cargo para cometer cualquier delito, será
sujeto a una agravante especial, donde a la pena se le aumentara en una cuarta parte.
Auxilio de gente armada. El haber ejecutado cl delito con auxilio de personas armadas o de
personas que favorezcan la impunidad. Esta circunstancia presenta dos supuestos: el primero, se
trata de una verdadera coautoría o dc una participación delictiva de todos los sujetos que
participen en el hecho, por tal razón, se debería de sancionar de conformidad a los artículos 36 y
37 dcl Código Penal, además, de la presente circunstancia. El segundo, requiere un auxilio que
proporcione la impunidad del delito, en dicho caso, se hace necesario interpretar el acto de
garantizar con suficiencia la fuga e impunidad del autor. Esto es muy complejo, porque desde el
momento que existe juicio, se evidencia que no existió ninguna garantía de impunidad. De igual
forma, se deberá de seguir las reglas de participación delictiva para los partícipes.
Cuadrilla. Cuando el delito es cometido por cuatro o más personas armadas. Se diferencia de la
circunstancia anterior en cuanto al número de personas armadas que participen en el hecho, esto
es; cuando existan menos de tres personas acompañando al autor, se tendrá en cuenta la
circunstancia anterior, pero, si actuaren cuatro personas armadas, se tomaría en cuenta la
presente.
Embriaguez. Expresamente nuestro Código penal establece en esta agravante la institución actio
libera in causa. Esta institución, tal y como ya se indicó en la categoría de la culpabilidad, se
determina cuando el sujeto activo ha buscado de propósito colocarse en un estado de
inimputabilidad, a través de la embriaguez o la drogadicción, para cometer el hecho delictivo. En
estos casos, se adelanta la exigencia de imputabilidad, refiriéndose la misma no a la acción típica,
sino a la acción precedente a la acción típica, fundamentándose en esta la exigencia de
responsabilidad
Menosprecio del ofendido. Cuando el sujeto activo ejecuta el hecho delictivo despreciando a la
víctima por ser anciano, por ser niño, por su sexo, enfermedad, incapacidad O pobreza. Desde
nuestro particular punto de vista, esta circunstancia queda subsumida en la agravante sobre los
motivos fútiles o abyectos, derivado que se establece el mismo menosprecio hacia la víctima del
delito.
Vinculación con otro delito. El ejecutar un delito para preparar, facilitar,-consumar u ocultar otro
delito o para impedir su descubrimiento. Esta agravante hace referencia al concurso de delitos
expuestos en la teoría jurídica de delito, por lo que no tendría razón su contemplación derivado
que en el marco legal concreto ya está incluido dicho Concurso, por lo que se deberá de establecer
otra circunstancia agravante para tornar en Consideración la sanción correspondiente. Todo lo
anterior, de conformidad a lo que estipula el artículo 29 del Código penal, donde determina la
exclusión de las agravantes, crítica que merece la presente, es lo relativo a que el legislador
pretendió considerar la agravante doblemente: una, en el marco legal concreto (art. 66) y la otra
por medio de esta circunstancia agravante.
Menosprecio del lugar. Realizar el delito en la vivienda de la víctima, cuando no haya existido
provocación por parte de ésta última. Lo que se pretende es disuadir la actividad delictiva en los
ambientes que favorecen la intimidad de las personas. En cuanto a la falta de provocación por
parte de la víctima, existirán casos de excepción, domicilio Por y ejemplo, el agresor que llegase la
víctima a buscarlo lo hubiese a su residencia provocado y, en allí un ejecuta lugar el distinto del de
su domicilio y el agresor llegase a buscarlo a su residencia y, allí ejecuta el hecho.
Reincidencia. Cometer nuevamente un hecho delictivo, después de haber sido condenado por uno
anterior. Esta figura es muy discutible en doctrina y en la jurisprudencia internacional, puesto que
atenta los postulados de un Estado de Derecho Democrático, toda vez que, se hace valer en
función de hechos cometidos y sancionados con anterioridad, violentando el nom bis in idem, y la
calidad de un derecho penal de acto 0 de hecho. De igual forma, la reincidencia tiende a contrariar
el principio de igualdad, toda vez que, con una condena anterior cobra nuevo valor para
incrementar la pena por el delito ya juzgado, situación distinta cuando se trata de un concurso de
delitos que al existir dos delitos o más, no suman o incrementan la pena por los Otros delitos, más
que, por el concurso de penas de los propios tipos penales. Se ha intentado otorgar a la
peligrosidad el elemento nuclear de la presente circunstancia374, en especial, por considerar que
el sujeto reincidente tiende a volver a cometer otro hecho delictivo en el futuro y, por ello, se hace
necesario esta disuasión, empero de conformidad a la propia Corte Interamericana de Derechos
Humanos, el tema de la peligrosidad del delincuente ha quedado zanjado al indicar que
"constituye claramente una expresión da' ejercicio del ius puniendi estatal sobre la base de las
características Personales del agente Y no del hecho cometido, es decir, sustituye el Derecho Penal
de acto o de hecho, propio sistema penal de una sociedad democrática, por el Derecho Penal de
autor, que abre la puerta al autoritarismo precisamente en lina materia en la que se hallan en
juego los bienes jurídicos de mayor jerarquía". La reincidencia como la habitualidad son figuras
que
341
Deberían de desaparecer del Derecho Penal porque violan frontalmente los derechos
fundamentales de las personas, y como ya se consideró con anterioridad. El verdadero
responsable de la reincidencia es el Estado mismo, porque con la reincidencia, se demuestra su
incumplimiento al mandamiento constitucional de la del delincuente, plasmada en el artículo 19
de nuestra Constitución. Si existe un incumplimiento del Estado para con la resocialización del
delincuente, no es justo que por ese incumplimiento estatal, el sujeto activo tenga que ser
sancionado tomándose en cuenta la sanción anterior.
Habitualidad. Cometer un nuevo delito, después de ser reincidente. Al igual que la reincidencia, es
una figura atentatoria a los derechos fundamentales de las personas. Sobre ello, se considera
necesario considerar lo expresado en la circunstancia de la reincidencia.
CIRCUNSTANCIAS MIXTAS.
Esta clase de circunstancia permite una dualidad funcional, puesto que puede agravar o atenuar la
responsabilidad penal del sujeto activo, según sea la situación concreta del caso. Esta circunstancia
se ha denominado por otras legislaciones y en la doctrina como una circunstancia mixta de
parentesco, toda vez que, alcanza a todos los delitos donde exista una relación personal y directa
entre el ofensor y ofendido, fundamentándose razones de parentesco, al margen de las
responsabilidades subsidiarias. Nuestro Código Penal hace referencia no solo al parentesco, sino
que también, expone razones de amistad, dependencia, respeto u hospitalidad que exista entre la
víctima y el agresor. Lo importante a tomar en consideración con esta clase de circunstancia
modificativa de la responsabilidad penal, es lo relativo a que, como regla general, ha de aplicarse
con carácter agravatorio en cuasicualquier delito, cuando se tratare de un sujeto pasivo que tenga
las características de la parentalidad o amistad indicada. En el caso del parricidio y femicidio ya se
encuentra incluida esta característica en el tipo penal, por lo que, esta agravatoria es inaplicable
en estos delitos contra la vida. En todos los más hechos delictivos, se tendrá que establecer e/
parentesco o la amistad entre los sujetos para determinar la agravación correspondiente.
Es importante hacer notar que esta circunstancia mixta no debería ser aplicada en los casos
cuando la víctima ha provocado al ofensor, cuando el sujeto activo desconoce en el momento del
hecho delictivo la relación o vínculo con el agredido, cuando haya existido un rompimiento de las
relaciones entre ambos y haya existido una rencilla profunda dc relaciones entre el sujeto activo y
pasivo.
Se hace necesario determinar que las circunstancias atenuantes o agravantes son personalísimas,
por lo que, son incomunicables a los otros participes del delito, De igual forma se hace necesario
establecer, en cuanto a las circunstancias agravantes, éstas no podrán ser aplicadas cuando ya
están establecidas dentro de un tipo correspondiente. No se permite la doble agravación. (arts. 29
y 30 del Código penal).
Con base a lo anterior, se puede establecer el siguiente mecanismo ejemplificativo para que los
juzgadores puedan tomar en consideración al momento de imponer la pena o sanción
correspondiente. Todo ello, de conformidad con lo indicado con anterioridad y con fundamento
en los artículos 65 y 66 del Código Penal.
Se tomará como base un caso de Robo Agravado en concurso ideal con lesiones específicas en
calidad de autor de delitos consumados. De conformidad a los artículos 252 y 145 del Código
Penal, respectivamente.
343
8------------------------------------------------------------------------------ 20
(Se establece la pena del delito mayor, aumentado en una tercera parte —art.70-)
8--------------------------------- ----------------------------------------------20
8------------------------------------ 14 ---------------------------------------20
8-------------1-------------------11---- -2----14-------3---17---4----
Peligrosidad
Antecedentes.
Móvil
Extensión e intensidad
344
8-------------------------10.6------11------14------17---------- --------18.6--------------------------------20
8--------------------------------------------- ------10.6-------------------------------------------------------------- 11
INJUSTO.
Preterintencionalidad
Provocación o amenaza.
CULPABILIDAD.
Estado emotivo.
Ignorancia.
Inculpabilidad incompleta.
VI. IDENTIFICACION DE LAS CIRCUSTANCIAS AGRAVANTE
17----------------------------------------------------18.6---------------------------------------------------------20
Injusto
Cuadrilla. Enseñamiento
Menosprecio ofendido
Facilidad de prever
CULPABILIDAD.
Interés lucrativo
Reincidencia
Habitualidad
Embriaguez
8------------- 10.6---------------11-------------14----------17-----------------18.6---------------20
Peligrosidad,
Antecedentes,
Móvil
Extensión e intensidad
Extensión e intensidad
El juzgador tendrá que determinar la situación concreta del autor de los delitos, en cada uno de los
apartados anteriores. A) Determinar la mayor o menor entidad sobre las circunstancias personales
del sujeto activo (' peligrosidad", antecedentes, móvil, extensión e intensidad del daño) para la
ubicación de la sanción; posteriormente, B) Determinación de las circunstancias modificativas de
la responsabilidad penal correspondientes (atenuantes o agravantes y la entidad e importancia de
las mismas) con la finalidad de ubicar la sanción indicada. Para la individualización de la pena, se
deberá partir de la media (la sanción del marco legal concreto, partido a la mitad), para
establecer un rango superior y un rango inferior. Con base a lo anterior, se podrá plantear una
diversidad de sucesiones del marco, por ejemplo, la inexistencia de circunstancias modificativas de
la responsabilidad penal, con lo cual, solo tendría que determinar la mayor o menor entidad de las
circunstancias personales y establecer en el apartado correspondiente la sanción. En dado caso, si
concurrieren ambas circunstancias se tendrá que valorar la importancia de las mismas y marcar la
sucesión correspondiente. Si se determinase la misma entidad e importancia, no habría necesidad
de correr el marco hacia alguno de los extremos. Cuando concurra una sola circunstancia
atenuante, no se podría rebasar, de ninguna manera, la media del marco legal concreto. Cuando
no concurra ninguna circunstancia y exista un daño ocasionado de mayor intensidad, se podría
rebasar la media hasta el tercer cuarto. Para rebasar el tercer cuarto y legar al último, tendría que
existir una circunstancia agravante, sin una atenuante y con un daño de mayor intensidad, Cuando
no concurra ninguna circunstancia y exista una menor intensidad del daño ocasionado, la pena se
deberá establecer dentro del segundo marco establecido y para rebajar el segundo hasta llegar el
primer cuarto, tendrá de concurrir alguna circunstancia atenuante (aunque sea analógicamente,
tal y como lo permite el artículo 26.14 del Código penal). Si no concurriere circunstancia alguna y
la extensión o intensidad del daño no fuere determinada, se establecería el favor rei (in dubio pro
reo), para que la determinación de la pena fuese dentro del segundo cuarto, sin excluir la
posibilidad de una analogía de circunstancias atenuantes para movilizarse hasta el primer cuarto.
De igual forma, se tendrá que determinar la situación del error de prohibición vencible, el cual,
estipula la disminución de la responsabilidad, en ese sentido, cuando no se determine ninguna
circunstancia modificativa, no exista una mayor extensión del daño y se estipule un error de
prohibición vencible, al sujeto se le deberá de imponer la sanción dentro del primer cuarto.
Se tomara como base un caso de DOBLE HOMICIDIO. En concurso Real en calidad de autor de
delitos consumados de conformidad a los artículos 69 y 123 del Código Penal.
15----------------------------------------------------------------------------------------------------------------40
HOMICIDIO SIMPLE
30----------------------------------------------------------------------------------------------------------------50
(Se les impondrá todas las penas, sin sobrepasar el máximo (50). En el presente caso se le suma
ambas penas, empero la máxima no podrá sobrepasar de cincuenta años — art.69)•
30--------------------------------------------------------------------------------------------------------------50
30--------------------------------------------------------40----------------------------------------------------50
348
30------------------35---------------------40-------------------------45--------------------------------------50
Antecedentes.
Móvil
Extensión e intensidad
30-------------------------32.6---------------35-----40------45----------------47.6---------------------------------50
V. ESTABLECIMIENTO DE LA PENA
30---------------32.6----35--------------4--------------------------45------------- 47.6-------------------------- 50
Antecedentes,
Móvil
Extensión e intensidad
349
En el presente caso, la sanción máxima no deberá sobrepasar de los cincuenta años de prisión, tal
y como lo establece el propio Código penal (arts. 44, 66, 69.1 y 123). La sanción mínima no debería
de bajar de los 30 años (arts. 66, 69.1 y 123), por lo que, el marco legal concreto en este homicidio
en concurso real con otro homicidio, sería desde 30 años hasta la pena máxima de prisión (50). Se
estipuló como mínima los 30 años por contener la pena menor estipulada por cada una de los
delitos (15+15=30). La pena máxima, por disposición legal no debería sobrepasar los 50 años. El
marco legal concreto de donde se tendrá que individualizar la pena de prisión sería desde los 30
hasta los 50 años. Dentro de dicho marco se deberá de determinar el móvil, la extensión del daño
y las circunstancias agravantes y atenuantes de los hechos. Con dicha determinación, el juzgador
tendrá que establecer la pena.
350
Consiste en el cese de la persecución penal por el delito cometido. La extinción es una figura que
no afecta en nada los requerimientos propios del delito, más bien es el ámbito procesal en donde
tiene plena injerencia, puesto que, cuando se dan las condiciones de extinción, deja de interesar
la persecución penal por el delito cometido. El delito se cometió, lo que se determina con esta
institución es la falta de acción estatal o personal de actuar penalmente sobre quien cometió el
delito. Indudablemente la extinción de la responsabilidad penal se da por la muerte del sujeto
activo, por el cumplimiento de la pena, por amnistía (perdón del delito), por prescripción (por paso
del tiempo) o por perdón del ofendido (en caso de delitos privados como la calumnia e injuria). —
artículos 101 — I II Cpg De igual forma se establece la extinción de la pena, en donde se da
importancia al cumplimiento O ejecución de la sanción y no, como en el caso anterior, a la
persecución penal375
Muerte del reo: Con la muerte del reo no se extingue la responsabilidad del mismo, sino, se
extingue la capacidad penal por parte del Estado. Concretamente, lo que se busca con esta clase
de extinción es la exclusión dc sanciones a los difuntos y/o a sus familiares. Con lo establecido, se
evidencia la exclusión penal de un imputado a quien no se le ha emitido una sentencia
condenatoria, empero, fallece en el transcurso del proceso.
bajo distintos nombres, como el indulto, gracia 0 perdón... existen estas modalidades de
clemencia que suelen ser otorgadas, más que por razones de justicia, por motivos dc benevolencia
o por consideraciones de carácter político-criminal. Son concebidas, según los diversos países, por
el Jefe de Estado, por el poder ejecutivo, o por los altos tribunales de justicia" 76. El derecho de
gracia es importante, especialmente en nuestro país, en determinados momentos para la vida
política general y, por otra parce, servir de correc-tiVO de la ley, aconsejado en el caso concreto
por equidad o por razones políticocriminales, tanto en el momento de imposición de la pena como
durante su ejecución, Es una institución que extingue total o parcialmente, o en su caso establece
una sustituciÓn heterogénea, de la sanción penal impuesta, que es conocido y resuelto por un
órgano diferente al que impuso la sanción, con el objeto de rentabilizar la necesidad político-
criminal del Estado y/o el principio de humanidad de las penas. Consideramos indispensable hacer
hincapié en los efectos que trae consigo la institución del indulto. En cuanto al indulto total, se
puede indicar que sus efectos se pueden medir en distintos parámetros: a) extingue la pena; el
artículo 105 del Cp, nos indica que sus efectos van dirigidos exclusivamente a la pena principal,
con ello no nos permite establecer una extensión a la penas accesorias y a las de responsabilidad
civil. b) no suprime el delito juzgado, puesto que se limita a perdonar la pena, sin impedir que el
hecho delictivo se mantenga cometido y sancionado, en otras palabras, la condena no es
suprimida, sólo la sanción. La consecuencia, más cercana, son los antecedentes delictuales, que en
la figura del indulto no se suprimen, ya que lo que se condona es la pena, no el delito. En cuanto al
indulto parcial, se puede indicar que el efecto primordial es la modificación o supresión parcial de
la pena impuesta.
Perdón del ofendido: Se le ha conocido en doctrina como indulto impropio, el cual extingue, en
algunos casos, la responsabilidad penal o la pena impuesta en los delitos perseguibles a instancia
particular, existiendo con ello, una especie de remisión tácita, si el ofendido no ejercita su derecho
a la persecución penal mediante la denuncia o querella correspondiente —obstáculo a la
perseguibilidad penal-. El perdón del ofendido puede producirse antes de iniciar el proceso,
durante el mismo o posterior de dictarse la sentencia. En los dos primeros supuestos, la
característica es procedimental, sin relevancia alguna en el ámbito sustantivo. El tercer supuesto
es eminentemente sustantivo. En los delitos contra el honor se produce el perdón del ofendido de
una
353
Forma sustantiva, o sea, cuando la víctima determina no querer que se sancione el delito
cometido en su contra, otorgándole dicha facultad el mismo Código penal, en su artículo 172.
Prescripción: Es una institución que consiste en la imposibilidad que tiene el Estado para perseguir
y sancionar el delito cometido, derivado del mero transcurso del tiempo. La verdad de las cosas, es
que, no es el delito que se prescribe, sino la acción penal para ejercer la pretensión, puesto que, el
delito nunca se borrará, ni se justificará. Lo que se establece con la prescripción es que el Estado,
la víctima o el agraviado ya no tendrían posibilidad de accionar penalmente contra el autor del
delito, por el mero transcurso del tiempo. Existen muchas teorías que justifican la prescripción: la
teoría del olvido, porque la sociedad olvida los delitos con el tiempo y ejecutar la sanción después
de un plazo razonable, ya no tendría sentido; la teoria del interés disminuido, indica que el interés
de sancionar a una persona va disminuyendo con forme pasa el tiempo, después de un cierto
período, la pena perdería su finalidad; la teoría de la prueba, establece que con forme el tiempo
transcurre, las pruebas son más difíciles de obtener y facilita su falsificación, se pierde el valor de
las pruebas; la teoría de la extensión de los efectos antijurídicos, indica que los efectos
antijurídicos del delito se desaparecen con el tiempo sin necesidad de la aplicación de pena, es una
acción suavizante del tiempo; la teoría psicológica, entiende que los recuerdos se borran o se
alteran en nuestra memoria y no se recuerda de ciertos detalles; la teoría de la enmienda,
considera que después del plazo de la prescripción, el hecho del delito consigue redimirse; la
teoría de la expiación moral o indirecta, supone que el autor del delito ha pasado suficiente pena
con el remordimiento personal que ostenta y que ha sufrido a lo largo de todo el tiempo de la
prescripción. Definitivamente, las dos últimas teorías se encuentran más que cuestionables por los
aspectos eminentemente de apreciación subjetiva.
en la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos Ydel
abuso poder, adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/34, de veintinueve de
noviembre de mil novecientos ochenta y cinco; en los artículos 2, 3, 19, 34, 39, de la ConvenciÓn
sobre los Derechos del Niño; en los artículos I al 4 de la convenciÓn sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación de la mujer; de igual forma los artículos I y 2 de la Convención
Americana de los Derechos Humanos. En ese sentido, ya se ha pronunciado la Corte
Interamericana, la cual ha establecido que: "los Estados deben abstenerse de realizar acciones que
de cualquier manera vayan dirigidas, directa e indirectamente, a crear situaciones de
discriminación de jure o de facto. Los Estados están obligados a adoptar medidas positivas para
revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio de
determinados grupos de personas" (Sentencia Caso Atala Rifo vs Chile de fecha 24 de febrero de
2012). De igual forma la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha indicado que "la inacción
estatal en el comienzo de la investigación, permite concluir que esta indiferencia, por sus
consecuencias respecto a la impunidad del caso, reproduce la violencia que se pretende atacar, sin
perjuicio de que constituye en sí misma una discriminación en el acceso a la justicia. La impunidad
de los delitos cometidos envía el mensaje de que la violencia contra la mujer es tolerada. Lo que
favorece su perpetuación y la aceptación social del fenómeno. El sentimiento y la sensación de
inseguridad en las mujeres, así como una persistente desconfianza de éstas en el sistema de
administración de justicia" de igual forma, se expresa dicha Corte, en relación cuando se trata de
niños f: y niñas víctimas que: "Esta corte ha establecido que los niños y niñas tiene derechos
especiales alos que corresponden deberes específicos por parte de la familia, la sociedad Estado.
Además, su condición exige una protecciÓn especial que debe ser entendida un derecho adicional
y complementario a los demás derechos que la Convención reconoce a toda persona. -.Asimismo,
el Estado debe prestar especial atención a las necesidades y los derechos de la presuntas
víctimas en consideración a su condición de niñas, como mujeres que pertenecen a un grupo en
una situación vulnerable- lo resaltado es nuestro – (caso campo algodonero Vs México de fecha
16 de noviembre de 2009).
Siempre se ha opinado que se debe ser consecuente con el Estado de Derecho y que el fin no
siempre justifica los medios. Sin embargo, en esta cuestión conviene ser inflexibles. Los brutales
crímenes en cuadrados en el concepto de genocidio los crímenes de lesa humanidad que se han
producido a lo largo del siglo han generado el consenso de la Comunidad Internacional, moviendo
a los Estados a llevar a cabo tratados internacionales con el objetivo, absolutamente elogiable, de
que ello no vuela a suceder, lo cual, lamentablemente, todavía no se ha logrado. A raíz de lo
anterior, se ha establecido en el ámbito internacional penal, la necesidad de establecer la
imprescriptibilidad dc csta clase de cri mines por ser los mas graves que puede sufrirla humanidad
(Genocidio, Lesa Humanidad, de Guerra y de Agresión), con la finalidad, no solo de obtener la
efectiva represión de estos crímenes, sino que, prevenir y proteger los derechos humanos y
libertades fundamentales del hombre, así también, estimular la cooperaciÓn entre los pueblos y
contribuir a la paz y seguridad mundial.
357
SISTEMA PENITENCIARIO
SISTEMA PENITENCIARIO
El Sistema Penitenciario consiste en el conjunto de normas jurídicas que tiene por objeto velar por
el efectivo cumplimiento de una sanción privativa de la libertad y de cualquier otra medida
limitadora de la libertad impuesta a un sujeto responsable o a un presunto autor de delito. La
finalidad esencial del sistema penitenciario es lograr la resocialización del condenado. El sistema
penitenciario ha desarrollado una diversidad de sistemas, siendo estos:
Sistema Filadelfilco. Se aplicó por primera vez en el Estado de Filadelfia, Estados Unidos. En el cual
se pretendía que el recluso por medio del aislamiento diurno y nocturno se dedicara a reflexionar.
A los reclusos se les permitía Únicamente leer la Biblia. Solo eran visitados por un capitán, médico
o autoridad del establecimiento.
Sistema Auburmiano. Al rededor del año de 1823 en la ciudad de Nueva York, se inicia este
sistema. Se obliga a los reclusos a la realización de trabajo diurno con la condición de silencio
absoluto, al que no cumpliera se le castigaba en forma corporal Durante la noche eran aislados.
Sistema de Montesinos. Buscaba la corrección de los presos y se les concedía l; libertad. Los
reclusos eran clasificados acorde a los crímenes cometidos. Durante I noche eran aislados y
durante el día debían trabajar en silencio. Se les inculcaba I lectura, escritura y aritmética.
Sistema Progresivo. El recluso pasa por diferentes etapas, encierro celular y analizado para luego
ser clasificado. Es puesto a laborar y se le imparte la instrucció académica. Al recluso se le concede
libertad mediante salidas, y por último libertad condicional. En Guatemala, este sistema es el que
prevalece, indicando qt es el conjunto de actividades dirigidas a la reeducación y readaptación
social de los sentenciados mediante fases, donde se va observando el progreso de su readaptación
la Primera fase lo constituye el Diagnóstico y Ubicación que se debe realizar en su Periodo no
mayor de quince días, determinará su ubicación acorde a sus característica.' personas serán
designadas en los lugares donde le sea pertinente, separando a.' a los más peligros para que cada
quien reciba el debido trato y que le ayude a SI rehabilitación. La segunda fase Io constituye el
Tratamiento, donde se busca que el
358
recluso empiece su proceso de rehabilitación, se ocupe por medio del trabajo y que siga
recibiendo su tratamiento individualizado. Esta fase se alcanza hasta cuando cumpla la mitad de la
pena impuesta. La fase tercera es la Prelibertad, donde el afianza su vinculación familiar y la
relación con la comunidad exterior para alcanzar la readaptación social. El recluso puede laborar
fuera del centro, siempre y cuando haya condiciones que lo permitan. Los reclusos gozan de
permisos para salir los fines de semana o salidas diurnas. La Libertad Controlada es la cuarta y
última fase, y consiste que el recluso logra tener su libertad bajo control, con ciertas
restricciones»:-
Los Fines del Sistema Penitenciario son: a) Mantener la custodia y seguridad de las personas
reclusas en resguardo de la sociedad; y, b) Proporcionar a las personas
359
Reclusas las condiciones favorables para su educación y readaptación a la sociedad. Que les
permita alcanzar un desarrollo personal durante el cumplimiento de la pena y posteriormente
reintegrarse a la sociedad.
El Sistema Penitenciario es una dependencia del Ministerio de Gobernación. Está conformado por
la Dirección General del Sistema Penitenciario, los Centros de Detención Preventiva y los de
Cumplimiento de Condena.La Dirección General del Sistema Penitenciario está encargada de la
debida administración de los Centros Penitenciarios del País, y vela por el cumplimiento de los
objetivos del Sistema Penitenciario.
El Sistema Penitenciario en Guatemala se regula por la ConstituciÓn y por la Ley del Régimen
Penitenciario, la cual se encarga de normalizar lo relativo a los centros penitenciarios y los centros
de cumplimiento de condena para la ejecución de las penas.
Articulo I de la Ley del Régi men Penitenciario, conte mpla los derechos yobligaciones de las
personas reclusas.
- Derecho a reserva.
- Derecho a trabajo.
- Derecho de defensa
- Derecho a información.
- Derecho a la educación.
- Derecho a colaboración.
El Sistema Penitenciario contará con dos tipos de centros de detención: Centros de detención
preventiva y centros de cumplimiento de condena. Los primeros tienen como finalidad la
protecciÓn y custodia de las personas privadas de su libertad por decisión judicial, con el fin de
asegurar su presencia dentro del proceso correspondiente, Mientras que los segundos, para la
ejecución de las penas de prisión.
Para velar por el correcto funcionamiento del Sistema Penitenciario en los artículos 34-43 se
encuentra estipulada la organización y funcionamiento de los órganos administrativos.
La ComisiÓn Nacional de Salud Integral, Educación y Trabajo tiene que proponer políticas que
faciliten el desarrollo de destrezas laborales con el fin de implementar las fuentes de trabajo y
educación por medio de programas penitenciarios y postpenitenciarios.
BENEFICIOS PENITENCIARIOS.
Los beneficios penitenciaros son de los temas más complicados en nuestra sociedad por el matiz
retributivo y de castigo que se le ha brindado a la pena y por el auge de la delincuencia común y
organizada. Se prefiere que el delincuente se quede sancionado indefinidamente, sin beneficio
alguno, tal y como ya se estableció en el Código penal ( arts 131, 132, 201), en el delito de
femicidio en la Ley de Femicidio (art. 6) y en la Ley del Régimen penitenciario (art. 74). Pero, es
importante establecer que todo reo, independiente del delito cometido, tiene el pleno derecho
de obtener beneficios penitenciarios para poder hacer valer la resocialización que hace hincapié el
artículo 19 de la Constitución. El objetivo de la redención de penas o beneficios penitenciarios, no
es solo obtener la ansiada reeducación social, sino que, motivar a los reos a una buena conducta
durante su estancia penitenciaria para evitar nuevos delitos e instarles a una nueva vida con
educación y trabajo. El régimen que prohíbe esta clase de redención 0 beneficios penitenciarios, es
un régimen sin sentido e inconstitucional, puesto que, limita severamente la resocialización del
reo y logra la institucionalización sin medida y sin remedio. Nuestra ConstituciÓn es clara al
indicar que toda sanción tiene el fin resocializador, además, de conformidad al principio de
igualdad, no cabría, de ninguna manera, un trato desigual a los reos en las prisiones —unos si
pueden obtener beneficios penitenciario y otros no-.
Buena conducta. Todo privado de libertad tiene la posibilidad de beneficiarse de una rebaja de
pena por motivos de buena conducta. Dicha rebaja puede constituir una cuarta parte de su
sanción. El requisito ineludible es que el reo haya estado durante su estancia en la prisión sin
delitos ni faltas. Este tipo de beneficio penitenciario se encuentra establecido en el artículo 44 del
Código Penal.
Libertad condicional. Como ya se expuso con anterioridad, la libertad condicional es más que un
sustitutivo penal, es un beneficio para evitar cl cumplimiento total de la pena impuesta. Se otorga
cuando el reo ha cumplido la mitad de la pena impuesta, cuando esta no excede de los doce años
de prisión. Cuando excede de este tiempo, la libertad condicional se podrá conceder cuando haya
cumplido las tres cuartas partes de la pena impuesta. Los requisitos para obtener este beneficio
son: Buena conducta y la reparación del daño. Su fundamento se encuentra en los artículos 78 y
siguientes del Código Penal.
362
Libertad controlada. Es la posibilidad que tiene el reo de obtener la libertad con el objeto de
desarrollar trabajo o estudio fuera del centro penal y que haya cumplido al menos la mitad de la
pena. Podrá otorgarse también, el beneficio de la libertad controlada, a quienes se haya
diagnosticado, por informe del médico del centro penal y del médico forense que padece
enfermedad en etapa terminal. Artículo 69.
Redención depenas. Es el resultado o beneficio a favor del reo por haber trabajado o estudiado
durante su escancia en el centro de privación de libertad. La redención de penas le concede al
sujeto la posibilidad de obtener un día de libertad por cada dos días de trabajo o estudio realizado.
La finalidad de la redención es proporcionarleal reo un beneficio que aparte de extinguir la pena
por el transcurso del tiempo le hace una significación de sanción que como contrapartida genera
el derecho al premio. De igual forma, se le otorga al reo la posibilidad de otorgarle una rebaja de
pena de noventa días por haber obtenido una certificación de estudio. Esta institución se
encuentra estipulada en los artículos 70 y siguientes de la Ley de Régimen Penitenciario.
Desde el punto de vista del principio favor rei, estas dos clases de beneficios —del Derecho Penal y
de la Ley de Redención de Penas-, se podrían aplicar en forma continúa' o sea, aplicar una cuarta
parte de la pena por buena conducta y la otra cuarta parte por motivos de redención de penas.
Esto, a consecuencia que los presupuestos para cada uno de los beneficios son distintos: el de
buena conducta por una conducta aceptable dentro de la prisión y la redención de penas, por
haber laborado y/o estudiado. Por cal razón, todo reo debería de agenciarse del beneficio de un
cincuenta por ciento de la pena, como consecuencia de una buena conducta y por el trabajo o
estudio realizado•
363
De conformidad a lo que establecen algunos artículos del Código Penal y Leyes especiales, el
legislador estableció que en determinados delitos no se podrán conceder beneficios penitenciarios
a los reos, tal es el caso del asesinato, parricidio, secuestro y femicidio. En dichos tipos penales se
establece con claridad la excepción legal para beneficiarse de estas ventajas o provechos
penitenciarios. De igual forma, en el artículo 74 de la Ixy del Régimen Penitenciario reafirma esta
clase de excepciones.
Desde un punto de vista personal, se considera que esta clase excepciones son contrarias a un
Derecho Penal Democrático y contrarias alos postulados constitucionales. Con relación a ello,
estas excepciones se contraponen a los principios fundamentales del Derecho Penal, tal es el caso
de la resocialización y humanidad de las penas. Son contrarios a la resocralización, puesto que, con
la cantidad de pena se hace imposible el cumplimiento del postulado resocializador. Además, es
contrario a la humanización de las penas porque las penas largas sin beneficios penitenciarios son
inhumanas y contrarias a la dignidad, igualdad y proporcionalidad entre la diversidad de reos de
diversos delitos y sanciones, De igual manera, esta clase de excepciones son contrarias deforma
directa y abierta al postulado resocializador que reza el artículo 19 de la Constitución; asimismo,
es contrario al principio de igualdad constitucional, porque, todo reo tiene las mismas
obligaciones y derechos. Dentro de los derechos, para todos por igual, deberá de ser la redención
de penas.
Desde el punto de vista criminológico, también es dañina esta clase de excepciones, toda vez que,
no le cultivan al reo la posibilidad de obtener un beneficio penitenciario y, con ello, en lugar de
motivarle trabajar y conducirse mejor, le motivan lo contrario, por no proveerle la posibilidad
dentro de la prisión de una disminución de penas.
DISTINTAS SISTEMÁTICAS DE LA TEORÍA DEL DELITO.
367
Desde épocas históricas, los grandes pensadores del Derecho penal, han dedicado un valioso
tiempo a fundar el mecanismo en común que permita establecer la relación de una conducta
humana con la producción de un delito, y para ello, establecieron la Teoría del delito, la cual se ha
ido evolucionando y discutiendo. Hasta en la actualidad, cada época filosófica o política ha
determinado un mecanismo propio para tratar la Teoría del delito. Es memorable reconocer la
capacidad de creación que han tenido los diversosTratadistas y científicos del Derecho penal, para
consolidar y establecer su propio mecanismo de explicación del delito. Los diversos Tratadistas
han empujado una serie de elementos indispensables para el establecimiento del delito; estos
elementos son los engranajes de una cadena que los hacen indispensables para considerar la
existencia del delito. Se hace necesario que un elemento sea indispensable para la existencia del
otro, hasta que se conjugan todos los elementos (al faltar tan sólo uno, no se consideraría delito).
Es importante señalar, para la mejor comprensión de las distintas sistemáticas para el tratamiento
del deliro, que han surgido con el ánimo de lograr una mejor precisión en el tratamiento y
construcción del delito, y que cada una de ellas, ha representado y sigue representado un avance
en la estructura del mismo. El Siglo XX se ha constituido como el eje temporal de diversas y fuertes
discusiones al respecto, permitiendo debates y dejando discusiones que han partido desde los
elementos que deberían incluirse en la definición del delito, hasta sub-elementos pertenecientes a
las categorías definitorias del delito.
Es importante advertir, que la estructura básica de cada una de las distintas sistemáticas, sigue
siendo la misma, con los elementos: ACCIÓN, TIPICIDAD, ANTIJURIDIAD Y CULPABILIAD; de allí,
surgen distintos sub-elementos, a discusión, que se consideran indispensables (según la
sistemática), a establecerse en los elementos de la estructura básica.
Lo más importante, desde mi particular punto de vista, es estudiar y conocer alguna de las
sistemáticas del delito para poder aplicarla y defenderla en cualquier caso concreto. Para cualquier
caso de Derecho penal, es necesario determi nar la existencia de delito o nó, y para ello, tenemos
que aplicar la teoría del delito, utilizando la sistemática que estudiemos, que profundicemos y que
creamos que es la mejor. No existe, ni debe existir un Código Penal que insinúe una determinada
sistemática (toda sistemática es cambiante, tiempo tras tiempo). Cada Juez, cada Fiscal y cada
Defensor, deberá de convencerse de la sistemática que conoce, aplica y estudia.
Los más grandes representantes de esta sistemática del delito Fueron, el gran maestro Franzvon
Liszt yErnest von Beling, (Alemanes) , quienes construyen un mecanismo puro para determinar si
una conducta constituía delito o no. Los grandes pasos o elementos indispensables que idearon
para la construcción de un delito, fueron los siguientes: ACCIÓN, TIPICIDAD (por Beling),
ANTIJURIDICIDAD Y CULPABILIDAD. La acción; como conducta humana natural con modificación en
el mundo exterior. La tipicidad: se limita a los elementos objetivos del tipo. La antijuridicidad:
relación lógica de contradicción de la ley. Lesión o peligro del bien jurídico. La culpabilidad:
constituía la valoración del nexo psicológico de la persona con el hecho o conducta realizada (dolo
y culpa). Para este sistema (causalista), la conducta se contempla como un movimiento corporal
del hombre, causado por un impulso, provocando el resultado y, estableciéndose una
modificación causal del mundo exterior. El tipo se considera como una descripción legal neutra del
delito, es decir, desvinculado de cualquier elemento subjetivo o interno del autor del hecho. La
antijuridicidad, se concibe como la contraposición del actuar típico en el orden jurídico. Por último
la culpabilidad es el elemento del delito donde se reflexiona la intención del sujeto, es decir, si
obró de manera dolosa o imprudente. Se dice que para el causalismo, los elementos de la
culpabilidad son cl dolo, la culpa y la imputabilidad, aunque para la mayoría de los autores de esta
corriente, la imputabilidad es un presupuesto, y no sólo un elemento de culpabilidad. El
causalismo parte de estas ideas para estructurar al delito y a la teoría general del mismo. Sin
embargo aunque esta corriente tiene el mérito de aportar, por vez primera, una estructuraciÓn
seria del delito, adolece de un problema de visión' puesto que se queda corta al analizar la
conducta humana como un mero fenómeno causal.
Dentro de los principales seguidores del causalismo se pueden mencionar a Franz von Liszt, Ernst
von Beling y Gustav Radbruch.
369
Esta sistemática fue adoptada por Edmund Mezger, quien fue uno de los más grandes maestros
delahistoria del Derecho penal de Alemania. Al igual que la sistemática anterior, se compone de
ACCIÓN, TIPICA, Y CULPABLE. El presente planteamiento tiene su base consolidada en el
esquema anterior. Le incluye a la acción el elemento de la voluntad. Con el surgimiento de la idea
de los elementos subjetivos del tipo, se le Otorga un cambio al concepto del tipo del positivismo o
causalismo naturalista, puesto que, Mecer, hizo incluir en la presente sistemática elementos
subjetivos especiales del tipo (el tipo también tiene elementos subjetivos), tales como, animo,
desee, propósito, etc. La antijuridicidad, similar a la anterior. A la culpabilidad la considera ya no
sólo psicológico, sino que normativo. Culpabilidad se entiende como la relación psicológica entre
el sujeto y el resultado, determinado las formas de culpabilidad (dolo y culpa), además del
reproche al autor por el hecho cometido. La culpabilidad se integra por la imputabilidad, formas
de culpabilidad (dolo y culpa) y la exigibilidad.
Dentro de los principales seguidores del sistema neoclásico se pueden mencionar a Edmundo
Mezger, Augusto Hegler y Max Ernest Mayer.
Consecuentemente, la culpabilidad adquiere un contenido nuevo. Para los causalistas era una
mera relación sicológica; para los neokantianos era normativa y para los finalistas es un
normativismo puro.
Dentro de los principales seguidores del sistema finalista se pueden mencionar a Hans Welzel,
Hellmut von Weber, Alexander Graf zu Dhona.
La Teoría de los elementos negativos del tipo fue originalmente formulada por Baumgarten, se
fundamenta en cada uno de los elementos distinguidos del delito (ACCIÓN, TIPICA, ANTIJURÍDICA
Y CULPABLE), y dispone de una definición bipartita, puesto que pata esta Teoría, el Delito es una
acciÓn típicamenteantijurídica y culpable, colocando en un mismo bloque a la acción-típica y
antijurídica, en virtud de que, por siempre, la tipicidad constituye antijuridicidad. De allí se
desencadena que el tipo, se compone de dos partes; parte positiva y parte negativa. La parte
positiva contiene todos los elementos objetivos del tipo (acción, sujetos, objeto, etc), mientras que
la parte negativa, la inexistencia de causas de justificación. Esto quiere decir, y de allí el nombre de
la Teoría de los elementos negativos del tipo, que cuando existe un determinado hecho delictivo
en concurso con una causa de justificación (legítima defensa etc.), se puede establecer, en ése
caso, que existió una conducta atípica, puesto que la legítima defensa (como causa de
justificación), niega el tipo, ya que, existe un elemento negativo del tipo que niega la tipificación
del hecho en un tipo penal. En conclusión, para esta teoría, las causas de justificación niegan toda
tipificación de un hecho delictivo.
TEORIA DE LA ATRIBUIBILIDAD.
Esta teoría se fundamenta en las anteriores, con algunos cambios en la estructura de los
elementos básicos del Deli to, puesto que incorpora el elemento de la atribuibilidad a los cuatro
elementos anteriormente indicados. La categoría de la atribuibilidad se sitúa en una posición
intermedia entre la antijuridicidad y la culpabilidad. Con ello, según esta sistemática, se entiende
el delito como: ACCIÓN, TIPICA, ANTIJURIDICA, ATRIBUIBLE Y CULPABLE. Incorporar la categoría
de atribuibilidad, para esta sistemática de teoría delito, se debe a una función meramente
práctica, para establecer, a primera mano, si es conveniente indagar sobre la responsabilidad del
sujeto. Esto quiere decir que, en la categoría de la atribuibilidad, se va a determinar si existen
circunstancias de inculpabilidad o excusas absolutorias; al determinar la existencia de las mismas,
el hecho no es atribuibible y consecuentemente, no se necesita pasar a analizar la categoría de la
culpabilidad. Dentro de las causas de inculpabilidad, que se pueden determinar en la categoría de
la atribuibilidad están: a) estado necesidad disculpante; b) miedo insuperable; c) coacción o
amenazas; y las excusas absolutorias. El fin de la atribuibilidad, según Bacigalupo: proviene de la
comprobación de que en los supuestos de hechos relevantes para esta categoría (las llamadas
tradicionalmente causas de inculpabilidad o de exclusión de la culpabilidad) en verdad no se
excluye la culpabilidad (entendida como la capacidad de obrar de otra manera) pues el autor que
Obra en un estado de necesidad disculpante, por ejemplo, tiene siempre la posibilidad de hacerlo
de otra manera, es decir, puede soportar sobre sí mismo o sobre sus bienes jurídicos las
consecuencias de haber omitido la acción"385
Otros elem.
Subjetivos
(propósito,
animo)
374
FUNCIONALISMO:
El razonamiento sistemático-teleológico sienta las bases para una modificación del Derecho penal,
caracterizada por un alejamiento del razonamiento lógico-objetivo del finalismo y que aparece
como un desarrollo ulterior del neokantismo. El moderno pensamiento teleológico tiene en común
con aquella corriente la deducción de los diferentes niveles sistemáticos de los valores y fines que
desempeñan el papel rector. Sin embargo, se diferencia sustancialmente de la misma por la
superación del relativismo axiológico mediante una diferenciación exhaustiva apoyada en las
ciencias sociales del fin de prevención, que constituye hoy el valor rector de la Administración de
justicia penal.
En los últimos años, en un sector de la doctrina penal se ha producido un giro extremo hacia la
sociología. Este giro es particularmente llamativo entre los autores que pueden ser adscritos a
planteamientos funcionalistas, que toman corno base el funcionalismo de PARSONS, matizado e
introducido en Alemania por LUHMANN. Se concibe, así, al Derecho como un sistema social y a la
ciencia del Derecho penal como la ciencia de este sistema social y no sólo como un conjunto de
normas sin conexión con las conductas sociales. La misión del Derecho es garantizar el
funcionamiento de los sistemas sociales y, en consecuencia, las acciones sometidas al Derecho
penal son las disfuncionales. Para decidir cuando una acción es disfuncional habrá que partir de la
consideración de las necesidades funcionales de los sistemas sociales.
Es indudable el tratamiento de la acción, por parte de esta sistemática, puesto que, elimina todo
tipo de discordancia entre la acción causal (sistema causalista y neokantiano), con la acción final
(sistema finalista), ya que, la determina como Teoría Personal de la acción, donde se destaca la
actividad humana como manifestación de personalidad de un hacer o no hacer, ya sea, doloso o
imprudente. Todo es una eXteriorización de la personalidad humana. En cuanto a la tipicidad, (se
le denomina tipo total), se estructura con base a las establecidas con anterioridad (tipo objetivo y
tipo subjetivo). En relación a la antijuridicidad, es estrictamente similar a las sistemáticas
anteriores (hecho antijurídico sin causas que excluyan el injusto). En tanto, la categoría de la
culpabilidad, como ya se expuso con anterioridad, entabla una diferencia en relación a las
anteriores sistemáticas, en virtud que la culpabilidad cs un elemento dentro de una categoría,
denominada responsabilidad. Por ello, la responsabilidad se
376
Dentro de los principales seguidores del funcionalismo moderado se pueden mencionar a Claus
Roxin, Schimidhauser, Schunemann y Wilhem Galas,
La dogmática de Jakobs es muy criticada y abalada por muchos, Ciertamente e: muy compleja y se
fundamenta en la abstracción, lo q ue repercute en su entendimientc y cabal aplicación,
Este sistema, parte de un cambio radical en el tratamiento de los fines de la pena, puesto que la
establece con base en la teoría de prevención-integración, fundamentando la pena en la
prevención general positiva, ya que según Jakobs, la pena tiene como funciÓn principal estabilizar
a la sociedad mediante la fidelidad al derecho. Esta fidelidad se logra, únicamente, confirmando la
existencia de la norma penal en la sociedad. Por eso se dice que la prevención general positiva,
tiene como fin, responder positivamente por la norma penal quebrantada.
Para JAKOBS, la pena hay que definirla positivamente: "Es una muestra de la vigencia de la norma
a costa de un responsable. De ahí surge un mal, pero la pena no ha cumplido ya su cometido con
tal efecto, sino sólo con la estabilización de la norma El delito pasa a entenderse como la puesta
en duda de la vigencia de la norma y la pena como reafirmación de la misma a costa del infractor:
"una infracción normativa es, por tanto, una desautorización de la norma. Esta desautorización da
lugar a un conflicto social en la medida en que se pone en tela de juicio la norma como modelo de
orientación" y la "réplica ante la infracción de la norma, ejecutada a costa de Sil infractor, es la
pena"390. En cuanto a la función de la pena estima que "no puede C0nsiderarse misión de la pena
evitar lesiones de bienes jurídicos. Su misión es más bien reafirmar la vigencia de la norma.. "391.
A nuestro juicio, el mero restablecimiento de la norma como única función directa del Derecho
penal es una tautología, vacía de C0ntcnido y, sobre todo, impide la crítica de la norma misma
La estructura del delito, para este sistema, se fundamenta en las mismas categorías establecidas
con anterioridad: acción, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad (infidelidad al derecho)• En
cuanto a la acción, se basa en la teoría material de la acción,
378
que propugna por una conducta que produce un resultado individualmente evitable593 y
objetivamente culpable. La acción se fundamenta en un supraconcepto de acción, y por ello, se
habla de comportamiento, en lugar de acción o conducta. Se indica que el comportamiento
(acción) es la evitabilidad de una diferencia de resultado; con ello, engloba la conducta activa y
omisiva. En cuanto al tipo, describe las configuraciones de la sociedad. Los elementos del tipo son:
objetivos (comportamiento, autoría, resultado, causalidad —imputaciÓn objetiva- elementos
normativos) y subjetivos (generales: dolo e imprudencia; especiales: elementos subjetivos
espcciales del tipo). En cuanto a la antijuridicidad, establccc que es el comportamiento típico
evitable que no está justificado. Las causas de justificación las clasifica de conformidad a los
principios de responsabilidad, intereses de la víctima y de solidaridad. En relación a la culpabilidad,
prefiere hablarse de infidelidadal derecho, puesto que el ciudadano violó las expectativas de la
sociedad y por ende es desleal al ordenamiento jurídico social. Se fundamenta en la prevención
general positiva y a la constitución de la sociedad. LOS requisitos de la culpabilidad son:
imputabilidad y la falta de respeto a la validez de la norma.
Esta sistemática de delito, propugna por el Derecho penal del enemigo, del cual nos hemos
referido con anterioridad. De igual manera, establece que el delito en grado de tentativa debe de
equipararse y sancionarse de conformidad a la de un delito consumado.
Dentro de los principales seguidores del funcionalismo radical se pueden mencionar a Gunter
Jakobs, Derksen y Lesch.
b) Se contempla una diferencia enorme en la función del Derecho penal (moderado: Derecho
penal con límites; radical: no hay límites externos del Derecho penal —todo por la supervivencia
de la sociedad-).
d) En cuanto a los elementos del dolo (Moderado: son necesarios los elementos Cognoscitivo
y volitivo —conocer y querer-. Radical: sólo es suficiente e/ conocimiento, ya no la voluntad para
la existencia del dolo. En el radical se establecen tres clases de dolo: de intención, eventual y
alternativo).
381
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