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TEMA 3

ESTRATEGIAS, INSTRUMENTOS Y TÉCNICAS DE EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA


EN LOGOPEDIA

CÓMO EVALUAR

 ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN

No existe una estrategia única para evaluar y establecer la línea base del
funcionamiento lingüístico; cada trastorno requiere un procedimiento específico, sin
embargo puede seguirse el esquema general que proponen AAVV:

1º El primer paso en el proceso de evaluación consiste en la recogida de la mayor


cantidad posible de información previa a la evaluación, acerca del desarrollo general
del niño a través de:

-Observación directa (*)

-Informes de evaluaciones anteriores (cuando sea pertinente solicitarlos)(*)

-Anamnesis a través de entrevista a la familia (*)

2º Un segundo paso en el proceso de evaluación lo constituye la exploración de los


aspectos comunicativo-lingüísticos propiamente dichos. Esta exploración debe abarcar
todo lo incluido en el tema 2, a través de:

-Observación(*)

-Test (o pruebas) de lenguaje estandarizados (*)

-Test (o pruebas) de lenguaje no estandarizados (*)

-Escalas de Desarrollo (*)

 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN (*)

Para evaluar y diagnosticar la conducta comunicativa verbal, no verbal y escrita se


utilizan diferentes técnicas, cada una de las cuales tiene su ámbito de aplicación en
función del niño, las conductas a evaluar y el objetivo de la evaluación.

A)La entrevista. La entrevista logopédica se trata de una situación de consulta inicial


en la que participan el usuario o paciente, la familia y el logopeda. A través de ella se
extrae la mayor parte de los datos previos útiles para la evaluación propiamente dicha.
Pero en este primer encuentro el logopeda también asesora y tranquiliza.

Posteriormente se lleva a cabo otro encuentro tras haberse realizado la evaluación


con la finalidad de informar de los resultados y proponer el plan de actuación.

Otras entrevistas se suelen fijar generalmente durante el tratamiento y también al


finalizar éste. Tienen igualmente carácter informativo.
→La entrevista en general y por tanto también la logopédica puede ser:

-Estructurada

-No estructurada

-Semiestructurada

A1) La anamnesis. Consiste en la recogida de datos de la historia de la vida del


usuario/paciente a través de una entrevista a la familia.

Los aspectos sobre los que interesa recoger información se refieren al desarrollo
general del niño y son los que siguen:

→Aspectos biológicos

.Aspectos referidos a antecedentes familiares: se trata de conocer si otros familiares han tenido
dificultades similares, lo que no es infrecuente en alteraciones del lenguaje concretamente.

.Aspectos referidos a antecedentes personales: embarazo y parto; enfermedades, operaciones


o accidentes padecidos por el niño; desarrollo físico, motor especialmente, y psicomotor. En
general, datos de tipo médico (físico, neurológico y de salud).

→Aspectos intelectuales

.Información sobre el nivel intelectual así como la actividad lúdica desarrollada. Además
interesan datos referidos a la evolución desde el punto de vista comunicativo sobre cómo capta
la información que le llega del medio y como interacciona con él.

→Aspectos emocionales

.Características reseñables de personalidad del niño.

.Aspectos referidos a su autoestima y a su autoconcepto.

.Autonomía y equilibrio emocional del niño

→Aspectos de adaptación social

.Relaciones a nivel familiar

.Relaciones con adultos

.Relaciones con otros niños

→Aspectos referidos a la historia escolar del niño, previa y actual. Informarán de esto
profesores del centro escolar.

*** En este esquema se hace referencia a aspectos generales. Sin embargo, deberán
recogerse también datos específicos del trastorno o alteración de que se trate.

B) El informe. Se alude al informe de evaluación que contiene información referida a


los datos personales del sujeto que ha sido evaluado; la clase de evaluación que se le
ha realizado así como los instrumentos y/o procedimientos de medida utilizados y los
resultados obtenidos; una síntesis diagnóstica finalizando con los objetivos que se
plantean para trabajar con el usuario.
El informe, los informes de evaluación ya existentes son una valiosa fuente de datos
para los profesionales cuando se va a llevar a cabo una nueva valoración.

C) Las técnicas de observación. La observación es uno de los mejores instrumentos


para poder detectar problemas comunicativos y/o lingüísticos en niños, a veces
infravalorado. Miller (1996) señala que el instrumento más eficaz y menos utilizado es
la escucha y observación atenta de la conducta verbal. En unos casos será suficiente
para determinar el problema y en otros será necesario un análisis más profundo con
otros instrumentos. Puede utilizarse en contextos naturales y no necesita ningún
aditamento.

*** Este apartado deberéis completarlo con “Importancia de la observación en el aula” que se
dictó en clase.

D) Los registros. Los registros anecdóticos intentan plasmar por escrito una serie de
conductas significativas del niño, realizadas en múltiples situaciones y que se pueden
interpretar después. Las anotaciones deben ser lo más objetivas posibles y referidas al
contexto donde se producen las conductas. Serán breves y descriptivas. Su principal
limitación radica en la dificultad para mantener la objetividad necesaria lo que puede
llevar a una deformación posterior.

E) La obtención de muestras de lenguaje espontáneo. Es la técnica de valoración del


lenguaje que proporciona una descripción más exacta del nivel real de desarrollo
lingüístico del niño, es decir del tipo de lenguaje que el niño utiliza habitualmente. Su
importancia se debe al hecho de que: 1) una vez transcrita al papel permite una gran
variedad de análisis: fonológico, morfosintáctico, semántico o funcional; 2) se presta
menos a interpretaciones subjetivas o a pérdida de información, y 3) puede ser
analizada por distintos profesionales. Generalmente se utiliza la grabación de 1/2 a 1
hora. (*)Ver más en apartado” test / pruebas de lenguaje no estandarizadas”.

F) Los test de lenguaje, estandarizados (prueba formal) y no estandarizados (prueba


no formal)

Los test de lenguaje son instrumentos de medida, objetivados y cuantificados


que suministran datos muy valiosos para el conocimiento del niño. No son un fin en sí
mismos sino instrumentos auxiliares, sólo un medio valioso para una evaluación
correcta. Normalmente su objetividad es más alta que el resto de las técnicas ya
mencionadas. Pueden ser estandarizados y no estandarizados.

◘ Son test estandarizados aquellos que han sido aplicados a gran número de
niños de distintos lugares, que han demostrado su fiabilidad y que resultan válidos
porque poseen datos normativos que permiten realizar comparaciones según las
puntuaciones de la escala y la equivalencia de edad en la evaluación individual del
niño (Miller, 1987). En general estas pruebas no son muy aplicadas en niños menores
de tres años pero prácticamente todos los test que evalúan el lenguaje están
pensados para las edades comprendidas entre 4 y 8 años por considerar que son
estas edades críticas para el aprendizaje lingüístico.

Criterios para seleccionar un test estandarizado cuando se vaya a realizar una


evaluación del lenguaje (citados por De las Heras Mínguez)
-Que disponga de un manual detallado

-Que haya sido baremado con una muestra amplia

-Que evalúe destrezas que dice evaluar de forma adecuada

-Que los datos normativos estén actualizados

-Que tenga alta fiabilidad y validez

-Que aporte instrucciones claras sobre la aplicación y la puntuación

-Que los ítems sean adecuados

-Que ofrezca una adecuada información diagnóstica y ayude a diseñar los objetivos de un
tratamiento

-Que el administrador esté suficientemente familiarizado con su uso.

◘ Son test no estandarizados aquellos que permiten una mayor flexibilidad en


su aplicación y pueden modificarse según las características de los niños. Valoran y
evalúan mediante técnicas o procedimientos observacionales aquellas habilidades
responsables de las alteraciones del lenguaje oral. Suelen valorar cuatro actividades
lingüísticas:

a) Producción verbal espontánea (en todas sus dimensiones)

b) Producción verbal provocada

c) Comprensión

d) Imitación provocada

El objetivo final de estas pruebas elaboradas es el de complementar las


pruebas estandarizadas que no recogen de forma sistematizada aspectos no
evaluados del lenguaje oral. Su validez resulta del juicio de varios expertos que han
analizado la representatividad de los ítems en relación con las áreas estudiadas y la
relevancia de los objetivos a medir, por ejemplo la respiración. Destacamos entre este
tipo de pruebas la de Busto (1995). Además, la técnica denominada (*) análisis del
habla constituye otro ejemplo de este tipo de pruebas.

El análisis del habla, a partir de la recogida de una muestra del lenguaje


espontáneo, es la técnica que resulta más fácil de llevar a cabo.

Las fases de este análisis son: en un primer momento se graban en vídeo o


magnetófono o similar secuencias de producción verbal espontánea con unos
cuarenta minutos de duración aproximadamente, en situaciones de interacción;
posteriormente se transcriben los veinte minutos centrales; y se pasa al análisis de
todo lo reflejado en la transcripción. De este modo se evita el sesgo o la distorsión de
una posible subjetividad permitiendo, a su vez, estudiar los distintos niveles de
estructuración (o componentes o dimensiones del lenguaje).

G) Las Escalas de Desarrollo. Se aplican para estudiar el lenguaje desde un punto de


vista madurativo proporcionando un perfil que se irá comparando a lo largo del período
de reeducación. Su objetivo principal es la evaluación del desarrollo en la infancia.
Respecto a la conducta lingüística, se trata de comparar la del niño con las de las
escalas para determinar el nivel evolutivo. La información se puede obtener por
observación directa, por preguntas a los padres o pidiendo al niño que realice una
serie de tareas. Están indicadas para la etapa de 3 a 6 años excepto la de Leiter que
muestra el desarrollo hasta los 20 años.

La Escala de Desarrollo de Leiter (hasta 20 años de edad)

“ “ “ de Lenneberg (de 3 a 6 años)

“ “ “ de Reynell (de 3 a 6 años)

“ “ “ de Rondal (de 3 a 6 años)

“ “ “ de Alexander (de 3 a 6 años)

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