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a) Obraren en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las
siguientes circunstancias: Agresión Ilegitima; necesidad racional del medio
empleado para impedirla o repelerla; y falta de provocación suficiente por parte del
que se defiende.
Se entenderá que concurren estas circunstancias respecto de aquel que durante la
noche rechace, el escalamiento o fractura de los cercados, paredes o entradas de
su casa, o departamento habitado, o de sus dependencias, cualquiera que sea, el
daño ocasionado al agresor. Igualmente respecto de aquel que encuentra un
extraño dentro de su hogar, siempre que haya resistencia.
Tipos
Esto debe ser visto en el sentido, de que siempre es proporcional el medio utilizado
para la defensa, cuando éste puede lograr el mismo resultado final, que el que se
utiliza para el ataque, pero nunca uno mayor, sino abra exceso.
Los tres requisitos que son exigidos y debe acreditar quien ejerce un acto de
legítima defensa, no van a ser requeridos, cuando la víctima haya sufrido la
agresión de ¨noche¨ y en su vivienda, o en un lugar totalmente a oscuras, a
cualquier hora del día, lo que se conoce con el nombre de ¨nocturnidad¨, o en el
mismo lugar si fuere de día, siempre que haya resistencia por parte del agresor,
cualquiera sea el daño que se le ocasione al mismo (art. 34, inc. 6, penúltimo y
últimos párrafos, C.P.)
Aquí se dan los tres requisitos de la legítima defensa, pero el que la ejerce, lo hace
de buena fe, bajo los efectos de un error esencial de conocimiento invencible, ya
que para defenderse eficientemente, no puede detenerse a preguntarle al que lo
ataca, si lo hace para dañarlo, psíquica -la violencia comprende el uso de medios
hipnóticos o narcóticos, según lo preceptúa el art. 78 del Código Penal- o
físicamente, leve o gravemente, o con la intención de matarlo.
Imaginemos que nos apuntan con un arma de fuego. Nadie se detendría si tuviera
la manera de defenderse, y sobre todo con otro arma de fuego, para preguntarle al
que nos amenaza, cuáles son sus intenciones reales, si el arma es de verdad o es
de juguete, si está cargada o no, si funciona o no, ya que en ese tiempo se podría
poner fin a nuestras vidas.
los excesos
Dice el artículo 35, del Código Penal, que actuara con exceso -siempre que se
hayan dado primero los tres requisitos de la legítima defensa- el que hubiere
transgredido los límites impuestos por la ley, la autoridad, o la propia necesidad,
correspondiéndole en tal caso la pena establecida para el delito cometido por culpa
o imprudencia, que siendo siempre una sanción menor y susceptible de
cumplimiento en suspenso, y en libertad condicional, nunca deja de ser una
condena, como en el caso, por ejemplo de un homicidio culposo, que conlleva una
pena de 6 meses a 3 años de prisión.
Transgredir los límites impuestos por la Ley, significa violar alguno de los requisitos
establecidos por la misma, para justificar el acto.
Es el mismo caso en que conste una oposición al mandato legitimo que tiene la
fuerza pública cuando se hace cargo de una situación, en la que el particular no
debe intervenir, o por lo menos no debe obstruir, sobre todo y fundamentalmente
para que la misma resulte muy eficiente en cuanto a su defensa, salvo que medie
autorización expresa y su colaboración resulte imprescindible o por lo menos
complementaria.
Sistema de la prueba
1.-El estado de necesidad: Existe cuando se causa un mal menor para evitar que
se produzca otro mayor inminente al que es ajeno, como típicamente es el acto de
un bombero, que extraño al incendio que está apagando, para salvar vidas debe
romper una puerta, para entrar y liberarlos del fuego. Es decir que en este caso
comete un delito, el delito de daño, pero su conducta no será punible (art. 34, inc.
3, C.P.).
4.-La fuerza mayor: Se configura cuando alguien sufre una coacción física o
psíquica que no puede resistir, o bajo los efectos de la amenaza de sufrir un mal
grave inminente, y participa involuntariamente de la comisión de un delito, no será
sujeto a sanción penal alguna, como lo es el caso, por ejemplo, del cajero de un
banco, que a punta de pistola, abre la caja fuerte del mismo, facilitando el robo del
dinero depositado allí, para salvar su vida.
Es típico del que se halla desinformado o mal informado, creer que quien se ha
defendido legítimamente, debe ser sancionado, por haberlo hecho mediante la
utilización de un arma de fuego, con municiones de punta hueca, que son de uso
civil prohibido, por la ley administrativa, considerando que ello constituye un
¨agravante¨, lo que configuraría el delito de tenencia ilegal de munición de guerra.
Nada más erróneo. El carácter de munición de guerra se determina por el calibre y
no por el tipo de punta que posee, como así lo tiene establecido en forma pacífica y
uniforme la doctrina y la jurisprudencia, conforme lo dispone la Ley Nacional de
Armas, y su Decreto Reglamentario, cuando las define por exclusión, determinando
cuales son las armas y municiones de uso civil, siendo de guerra todas las demás.
• Evitar los malos tratos, respetando los derechos humanos de los justiciables.
• Proteger la salud.