Estudio y Comparación de Costos y Beneficios de un Proyecto

Los costos de un proyecto

Los costos de un proyecto

La clave para cualquier persona que se encuentra evaluando un proyecto de inversión, está en identificar cuáles
serán los costos relevantes a considerar para llevar a cabo dicha iniciativa.

El concepto de Costo

Costo es el sacrificio de dinero (ej. recursos) que se debe hacer para obtener un beneficio, en general, es la
medida de lo que “cuesta” algo. En términos económicos, el costo de un producto o servicio, es el valor de los
recursos utilizados en su producción. Si consideramos esta definición, comprenderemos que la clave para
cualquier persona que se encuentra evaluando un proyecto de inversión, está en identificar cuáles serán los
costos relevantes a considerar para llevar a cabo dicha iniciativa.
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Los costos de un proyecto

A modo de ejemplo, si se va a producir una camisa, el costo de producirla, comprende el precio pagado por los
materiales utilizados para fabricarla (tela, hilo, botones, etc.), la remuneración de la mano de obra (el tiempo de
dedicación de los operarios a la fabricación de cada camisa), más una porción de los costos generales de
funcionamiento de la fábrica o taller (depreciación o arriendo del edificio de la fábrica, según sea propio o
arrendado, electricidad, mantenimiento, reparaciones, seguros, depreciación de la maquinarias y equipos, etc.).
De igual forma, se pueden determinar los costos de los servicios. Por ejemplo, el costo de transportar en avión a
un pasajero desde una ciudad a otra, comprendería tanto el costo de los productos entregados al pasajero
durante el viaje (comidas, bebidas, revistas, accesorios, películas, etc.) como las remuneraciones por el trabajo
realizado por la mano de obra asignada al vuelo (tripulantes, azafatas y auxiliares de vuelo), más una porción del
valor de todos los elementos necesarios para la prestación del servicio, tales como depreciación, mantenimiento y
reparaciones del aparato, equipos, combustible, derechos de uso de aeropuerto, personal de tierra, etc.
Diferenciar entre costos y gastos no es tan complejo, a modo de ejemplo, en las empresas productivas, los
costos tienen su origen en la fábrica, debido al proceso que tienen los productos que se fabrican allí, mientras que
los gastos están relacionados, más bien, con la comercialización, la administración y el financiamiento de la
empresa.

Situación sin proyecto y con proyecto

La mayoría de las veces, la situación base es aquella que tenemos antes de ejecutar el proyecto, por lo que
también se le conoce como “situación sin proyecto”. Su función es ser el parámetro de comparación respecto de la
situación “con proyecto” y los costos que se deberán enfrentar en ese caso. Cabe señalar que en algunas
ocasiones se utiliza también el concepto de “situación base optimizada” que es, una alternativa que considera una
mejora en el uso de los recursos existentes en la “situación base”, sin que haya ninguna inversión de por medio.
Por ejemplo, una entidad que atiende público de manera directa, y que ve sobrepasada su capacidad de atención
en ciertas horas, con los consiguientes reclamos de los clientes, podría instalar más puntos de atención
(inversión), o bien diferir los horarios de atención según alguna característica de los clientes.

 La clave para cualquier persona que se encuentra evaluando un proyecto de inversión, está en
identificar cuáles serán los costos relevantes a considerar para llevar a cabo dicha iniciativa.

Tipos de Costo

Existen varias categorizaciones de costos, a continuación revisaremos las más relevantes para los proyectos.

1. Costos fijo y variables

Los costos variables son aquellos que deberemos pagar para producir nuestros productos o prestar un servicio.
Mientras mayor sea el volumen de producción, más costos variables se deben pagar. Si volvemos al caso de la
camisa, los costos variables serían, tela, hilo, botones y comisiones por ventas.
Los costos fijos son aquellos que deben pagarse sin excepción, independiente del nivel de producción del
proyecto incluso en meses que no se produzca o no se venda nada. En nuestro ejemplo de la fábrica de camisas
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los costos fijos pueden ser el arriendo, los seguros y los sueldos.
Estos son algunos otros ejemplos de este tipo de costos:

2. Costo de las inversiones

Para que un proyecto se vuelva realidad y nos aporte la rentabilidad que esperamos, es fundamental que
pongamos atención en determinar cuáles serán las inversiones a realizar, y calculemos adecuadamente los
costos que demandará nuestro proyecto. Aunque a primera vista parece simple, es una actividad que requiere un
trabajo acucioso, pues cualquier error puede convertir un emprendimiento promisorio en un fracaso rotundo,
debido a los costos que puede tener y los recursos involucrados.
Para nuestros efectos, entenderemos las inversiones como los desembolsos que hay que hacer, usualmente al
inicio del proyecto, con el fin de dotarlo de los elementos que requiere para que se concrete como tal. Por ejemplo
las inversiones pueden ser la compra de maquinaria o terrenos, pago de arriendos o permisos, capital de trabajo,
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entre otros.

En el caso de que un proyecto genere como resultado un producto o servicio, este proceso implica que elijamos
una tecnología específica, que tenga cierta capacidad de producción, y que transforme los insumos en un
producto final. Esta elección no es menor, pues tendrá efectos directos en nuestro proyecto.
Las principales fuentes de inversión necesarias antes de que el proyecto pueda operar, se dividen en:

 Activos fijos: Corresponde a la infraestructura tangible que permitirá que el proyecto pueda funcionar. Por
ejemplo el terreno donde se construirán las oficinas, los equipos de diversa índole; la flota de vehículos entre
otros.
 Activos intangibles: Son elementos que aunque no son de naturaleza física como los anteriores, nos
resultan igualmente indispensables para comenzar a operar: las patentes, los derechos de distinto tipo, entre
otros.
 Capital de trabajo: Es el dinero que debemos tener en caja para mantener nuestro proyecto funcionando.
Por ejemplo, una constructora de casas cuyos ingresos no se generan de manera homogénea, debe tener
capital en caja para soportar el período en que construye y aún no está vendiendo.

3. El Costo de oportunidad (o lo que dejo de hacer)

Este es otro ítem que siempre debe ser considerado en cualquier evaluación y se refiere a cualquier ingreso al
que se renuncie por destinar los recursos (económicos o humanos) a realizar el proyecto. El ignorar este principio
es motivo de decisiones equivocadas pero muchos emprendedores no lo consideran, lo que los lleva a
sobrevalorar la evaluación del proyecto.
Suponga que el proyecto en el que piensa embarcarse significaría ingresos por 1.500.000 al mes. ¿Implica esto
que debe realizarlo? La respuesta es variable, porque si para poner en marcha la iniciativa debe renunciar a su
trabajo donde gana $ 2.000.000 mensuales, optar por esta alternativa implica percibir $ 500.000 menos que en la
actualidad. Por lo tanto, es evidente que este camino no resulta rentable para usted.
Cabe aclarar que la respuesta anterior tiene un gran componente subjetivo, porque nuestra motivación para
gestar un nuevo proyecto puede ser diversa, y no sólo de ganancia monetaria. Sin embargo, en la decisión final
siempre pesará la comparación entre los costos y los beneficios que producirá tomar una u otra opción.

4. Los costos hundidos: el pasado, pisado

Aunque parezca de sentido común, las determinaciones que tomamos hoy sólo pueden cambiar el futuro, pero no
el pasado. Así, los costos históricos, por el hecho de haberse efectuado en el pasado, son inevitables. Es por esta
razón que los costos que nunca deben ser considerados en una evaluación de proyectos son: los costos
irrecuperables o hundidos.
Por ejemplo, si decide acompañar a un amigo al concierto de un grupo que no conoce bien, pero que le han
recomendado y en la mitad del concierto sólo piensa en irse porque no le gustó para nada su música. La decisión
de quedarse o no en el recinto no debiese considerar el hecho de haber pagado la entrada, ya que es un costo
irrecuperable y por ende, hundido. ¿Y perder el dinero del ticket? Ya lo creo, pero aún puede darle una utilización
mucho mejor a la hora y media que durará el resto del espectáculo.
En definitiva, un costo irrecuperable es aquel que no puede evitarse y sobre el cual el proyecto no tiene ninguna
injerencia. Un clásico entre quienes llevan poco tiempo en el mundo de los negocios es el persistir en su proyecto,
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decididos a no abandonan la iniciativa, aún cuando se demostró el fracaso de las ventas y la pérdida es inminente
y sostenida, esto con la idea de no perder la inversión inicial, idea que sólo acarrea mayores gastos para
mantener funcionando el emprendimiento.
Es importante comprender que los costos irrecuperables o hundidos no tienen ninguna relevancia al
momento de evaluar un proyecto en marcha. Esto permite generar estrategias, que a simple vista puede parecer
ilógicas, pero que pueden potenciar la iniciativa en el mediano plazo.
Tal es el caso del dueño de un bar que decide bajar sus precios radicalmente en un momento de crisis, para no
perder clientela. La motivación para esta determinación está dada por el hecho de que la imagen de un lugar
vacío es mucho más perjudicial en el mediano plazo que el reducir al mínimo, o incluso a cero, la ganancia. Y
aunque el arriendo del local y el salario de los trabajadores debe seguir pagándose, es muy probable que pasada
la crisis los precios vuelvan a la normalidad y los clientes sigan yendo al lugar.

 Un costo irrecuperable es aquel que no puede evitarse y sobre el cual el proyecto no tiene
ninguna injerencia.

Tener clara esta noción también explica porqué muchas aerolíneas lanzan ofertas de último minuto con precios de
sus pasajes muy por debajo de lo normal, y que muchas veces no alcanzan a cubrir los costos mínimos
considerados para cada pasajero. Sin embargo, si el avión ya está arrendado, y el viaje debe hacerse de todas
formas, los ingresos extra por la venta de pasajes siempre serán convenientes para la empresa.
De acuerdo a todo lo anterior, es clave considerar que los proyectos pueden sufrir imprevistos para los cuales hay
que estar resguardados. Por ello, es importante no quedarnos solamente con la estimación inicial.
Equivocarse en el cálculo inicial ha sido frecuente semilla de fracaso y ha estado en la génesis de muchos
emprendimientos famosos que han visto cómo sus costos se han multiplicado, sin poder hacer nada al respecto.