JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS

FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

MONITOREO Y EVALUACIÓN DEL COMPORTAMIENTO DE LAS PRESAS DE

RETENCIÓN DE SEDIMENTOS EN EL ESTADO VARGAS

José Luis López (1), David Pérez-Hernández(2), François Courtel (1)

(1)
Instituto de Mecánica de Fluidos, (2)Departamento de Hidrometeorología, Facultad de Ingeniería,
Universidad Central de Venezuela,
jlopez@imf.ing.ucv.ve, dph@imf.ing.ucv.ve, fcourtel@imf.ing.ucv.ve

RESUMEN
En este trabajo se presentan los resultados de una investigación de campo con el objeto de evaluar el
comportamiento de algunas de las presas de retención de sedimentos construidas en el estado Vargas, a
raíz de la ocurrencia de los aludes torrenciales de diciembre de 1999. Inicialmente se hace un inventario
de las presas construidas (se han contabilizado 62 presas), y se describen sus principales características.
Posteriormente, para algunas de estas presas, se presentan los perfiles del lecho y las características de
los depósitos sedimentarios acumulados aguas arriba. Se ha determinado que 14 de estas presas,
aproximadamente el 23%, están totalmente sedimentadas. La pendiente de equilibrio en la mayoría de los
casos es inferior al valor típico dado por las experiencias japonesas. Las observaciones de campo indican
que el funcionamiento de las presas abiertas ha sido satisfactorio. Las aberturas han cumplido la función
de dosificar el transporte de sedimentos y retener las fracciones más gruesas. Se señalan también fallas y
deficiencias encontradas en el diseño de algunas de las presas.

MONITORING AND PERFOMANCE EVALUATION OF SEDIMENT RETENTION

DAMS IN THE STATE OF VARGAS

ABSTRACT
In this paper the results of a field investigation with the purpose of evaluating the performance of some of the
sediment control dams built in the State of Vargas, Venezuela, after the debris flows of December 1999, are
presented. First an inventory of the constructed dams is made (62 dams have been identified), and the main
characteristics are described. The results of a field work have allowed determining the bed profiles and the
characteristics of the accumulated sediment deposits upstream of some of the dams. Fourteen of the dams,
closely 23%, are full with sediment. The equilibrium slope in most dams is smaller than the typical Japanese
standard value of 2/3 of the original slope. Field observations indicate that the behavior of the open dams
has been satisfactory. The openings have complied with the goal of dosing the sediment transport and trap
the coarser material. Some inconsistencies and deficiencies encountered in the design of certain dams are
pointed out.

PALABRAS CLAVE: monitoreo, presas, sedimentos, Vargas.

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Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos

INTRODUCCIÓN las laderas y pendientes de la montaña. El número de

A raíz de los catastróficos flujos torrenciales que
ocurrieron en diciembre de 1999 en el estado Vargas,
el Gobierno nacional inició un programa intensivo
de construcción de obras hidráulicas para reducir
la vulnerabilidad de las poblaciones asentadas en
los abanicos aluviales de las principales quebradas
de Vargas. Al presente se han construido 62
presas para estabilización de cauces y retención de
sedimentos, distribuidas entre 25 quebradas to–
rrenciales. Algunas de estas presas son abiertas, del
tipo ranurada o con ventanas, y otras son cerradas.
La mayoría ha sido construida con gaviones, pero
se encuentran también presas de concreto armado,
concreto ciclópeo, presas con elementos tubulares
de acero, y presas de redes de anillos de acero.
La existencia de diferentes tipos de estructuras
y diferentes materiales en cuencas vecinas con
características geomorfológicas similares, ofrece una
oportunidad única para evaluar y comparar su
comportamiento y desempeño hidráulico. En este
trabajo se describen las características de las presas
de control de sedimentos construidas en el estado
Vargas después de los deslaves de 1999 y se discute
su comportamiento hidráulico después de estar
sometidas al paso de las crecientes extraordinarias
del año 2005. El objetivo fundamental es evaluar
el funcionamiento hidráulico de las presas basán–
dose en observaciones de campo y levantamien–
to de información topográfica, hidrológica y
sedimentológica.
ÁREA DE ESTUDIO
La región norte costera de Venezuela se encuentra
adyacente al mar Caribe y está compuesta por
una región montañosa (Serranía del Litoral) que
se extiende paralela a la línea del mar alcanzando
alturas máximas cercanas a los 2.800 m. (Figura 1).
La distancia entre los picos de las montañas y la línea
de costa oscila entre 6 a 10 km. Entre la montaña y
el mar, en una franja estrecha de tierra cuyo ancho
varía entre 200 y 2.000 m, han tenido lugar desarro–
llos urbanísticos y recreacionales que conforman
el estado Vargas, con una población cercana a las
300.000 personas. Las áreas más pobladas se han
asentado sobre las gargantas y conos de deyección
de las quebradas o torrentes, así como también sobre
cuencas afectadas por los deslaves de 1999 ha sido
contabilizado en 24. En este trabajo se analizan las
presas ubicadas en las cuencas de Curucutí, Piedra
Azul, Guanape, Alcantarilla, San José de Galipán, El
Cojo, Camurí Chico, San Julián, y Camurí Grande.
Figura 1. Vista satelital del área de estudio
(tomada del Google Earth).
OBRAS PARA EL CONTROL DE
SEDIMENTOS EN CAUCES TORRENCIALES
Las obras para el control del transporte sólido
y del perfil del lecho de los cauces torrenciales,
se agrupan en dos clases, de acuerdo a la función
que cumplen: a) las obras de estabilización y b)
las obras de retención. Las obras de estabilización
tienen como objetivo levantar el fondo del cauce y
reducir la erosión de las laderas. Usualmente estas
consisten en pequeñas presas escalonadas que se
construyen en el cauce principal o cauces tributarios
cumpliendo también la función de reducir la
pendiente y el transporte sólido. Las obras de
retención de sedimentos consisten en presas para
capturar y almacenar los arrastres sólidos, las cuales
se construyen usualmente en la garganta del torrente
o en la salida de sus afluentes principales.
Las presas de retención de sedimentos pueden
ser del tipo cerrado o abierto, también llamadas
impermeables o permeables, respectivamente. Ambas
cumplen la función de reducir la concentración de
sedimentos y la descarga pico de las crecientes.
Las presas cerradas (impermeables) interceptan la

460

mayor proporción del material arrastrado, excepto
las partículas más finas que pasan cuando las
crecientes desbordan la presa. Las presas abiertas
(permeables) se construyen con aberturas en el
cuerpo de la estructura. Dependiendo del tamaño de
las aberturas, las presas abiertas cumplen la función
de filtrar los sedimentos, ramas y troncos de árboles,
o de dosificar el transporte de sedimentos aguas
arriba. Si la abertura es estrecha, la dosificación del
transporte ocurre por medio del remanso hidráulico
que se genera arriba de la presa. Si las aberturas son
grandes, o si la presa es del tipo de rastrillo o mallado,
la retención se produce por la acción mecánica de
filtro que ejercen estas aberturas.
PRESAS DE CONTROL DE SEDIMENTOS
EN EL ESTADO VARGAS
Se ha hecho un inventario de las presas construidas en
el estado Vargas y se han establecido sus principales
Tabla 1. Características principales de las presas para control de aludes torrenciales en Vargas.
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características, las cuales se muestran en la Tabla 1.
De las 62 presas construidas a partir del año 2000 se
encuentra que 36 de ellas son presas cerradas y 26
son presas abiertas. De acuerdo al tipo de material,
catorce (14) de las presas son de concreto, tres (3)
son de elementos tubulares de acero, dos (2) son
barreras flexibles construidas con redes de anillos
de acero, y el resto (43) han sido construidas en
engavionado. La altura de las presas varía entre un
mínimo de 2 m y un máximo de 11 m.
LA TORMENTA DE FEBRERO DEL 2005
En febrero del 2005 ocurrió una tormenta extra–
ordinaria en la misma zona afectada por los deslaves
de 1999, la cual acumuló aproximadamente un
total de 400 mm de lluvia en un período de 4 días,
comprendidos entre el 7 y el 10/02/05. La estación
de Macuto registró la máxima precipitación diaria,
175 mm el 9/02, alcanzando un total de 432 mm,
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siendo el valor promedio anual en la zona igual a 520 INVESTIGACIÓN DE CAMPO

mm. Una gran cantidad de material sedimentario y
restos vegetales fue arrastrado hacia las áreas urbanas
asentadas en los abanicos aluviales de los torrentes,
bloqueando parcial o totalmente los puentes,
rellenando los cauces y produciendo desbordes e
inundaciones de agua y sedimentos. Sin embargo,
los daños fueron minimizados en las zonas donde se
habían construido las presas de control de sedimen–
tos. Observaciones de campo hechas posteriormen–
te a este evento indicaron que aproximadamente
el 50% de las presas estaban totalmente sedimenta–
das, haciéndose notar que debido a la alta capacidad
de producción de sedimentos de las cuencas, algunas
de las presas cerradas ya se estaban sedimentando
con gran rapidez previo a la creciente de febrero de
2005 (López, et al., 2006). Un análisis de frecuencia
para los valores diarios máximos anuales indicó que
el periodo de retorno de la lluvia estuvo en el orden
de 100 años.
Se ha hecho un trabajo de campo a los fines de recabar
información para investigar el funcionamiento de
las presas construidas en el estado Vargas. Con este
fin, durante el mes de abril del 2007 se realizaron
levantamientos topográficos y muestreos de los
sedimentos del lecho en los tramos aguas arriba
de las presas construidas en las cuencas de las
quebradas Curucutí, Piedra Azul, Alcantarilla, San
José de Galipán, y El Cojo. El mes de mayo de
2008 se repitieron estos trabajos en las cuencas de
Alcantarilla, San José de Galipán, Camurí Chico,
San Julián y Camurí Grande. La Figura 2 muestra
una vista aérea de las tres presas construidas en la
Quebrada Piedra Azul, y una vista frontal de cada
una de ellas indicándose la altura de las estructuras.
Las características principales de las cuencas
hidrográficas y de las presas de control de sedimentos
se presentan en las Tablas 2 y 3. El total de presas
analizadas fue de 23, de las cuales 13 son cerradas y
10 son presas abiertas (Tabla 3). Estas presas fueron

Figura 2. Vista aérea y vista frontal de las tres presas de gaviones construidas en la quebrada Piedra Azul. Obsérvese
que las presas N° 1 y N° 2 son cerradas, y que la Presa N° 3 es abierta.

462
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Tabla 2. Características principales de las cuencas hidrográficas en estudio.

Tabla 3. Dimensiones y características de las presas en estudio.

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construidas entre los años 2002 y 2008 con alturas
que varían entre 4 y 11 m. La Tabla 4 presenta las
características generales de los tramos del cauce
donde se construyeron las presas. Las pendientes se
encuentran entre 4,5% y 10,2%, con anchos entre
6 m y 60 m. Los diámetros máximos observados
alcanzan hasta 6,00 m y los diámetros medios están
en el rango de las gravas y cantos rodados.
Los porcentajes de tamaños de los depósitos de
sedimentos acumulados aguas arriba de las presas
se indican en la Tabla 5. Curvas granulométricas
del material del lecho en los sitios de estudio se
presentan en la Figura 3. Dado el notable rango
en los tamaños de las partículas, se usaron dos
métodos diferentes para obtener la distribución
granulométrica. Las fracciones finas (arenas y gravas)
fueron muestreadas y analizadas por separación
mecánica mediante tamizado. Las fracciones más
gruesas fueron analizadas mediante el método de
contabilidad aleatoria de Wolman.
Tabla 4. Características de los tramos del cauce donde se construyeron las presas (B es el ancho promedio del fondo
del valle, So es la pendiente promedio, y Dmax es el diámetro máximo del sedimento del lecho).
464
PERFILES Y VOLÚMENES DE
SEDIMENTACIÓN DE LAS PRESAS
CERRADAS
La Figura 4 muestra los perfiles longitudinales del
lecho del cauce de la quebrada Curucutí donde se
han construido cuatro (4) presas, indicándose el
perfil levantado en abril del 2007 y el perfil inicial,
obtenido de restituciones aerofotogramétricas
realizadas antes de la construcción de las presas.
Las Presas 1, 2 y 4, son presas cerradas de
engavionado, construidas el año 2002 con alturas de
5, 7 y 5 metros de altura, respectivamente, estando
completamente sedimentadas para el momento
del levantamiento topográfico (04/07). Estas obras
consisten usualmente de un dique y un contradique,
ubicado a corta distancia aguas abajo para proteger
el cuerpo principal de la presa (ver Figura 2).
La Presa 3 es una presa abierta (ranurada) de
concreto ciclópeo de 5 m de altura, que se encuen–
tra parcialmente sedimentada. No se observaron
daños significativos en estas cuatro estructuras con
el paso de la creciente centenaria del 2005. El perfil
de sedimentación de la Presa 1 se extiende hasta casi
alcanzar el contradique de la Presa 2, ubicada a 160
m aguas arriba. Una marcada erosión del lecho y
márgenes se observó en el tramo de cauce entre las
presas 3 y 4, causado posiblemente por la retención
de sedimentos de la presa 4 y la gran distancia
existente entre ellas (Figura 4).

La Figura 5 presenta el perfil del lecho de
la Quebrada Piedra Azul antes y después de la
construcción de las presas. Las tres presas han
sido construidas en gavión, siendo las dos primeras
cerradas, de alturas igual a 5 m y 4 m, y la última
abierta, de 5 m de altura. Las Presas 1 y 2 presentan
un grado de sedimentación total, mientras que
la presa abierta 3, se ha sedimentado parcialmente.
Aguas abajo de la Presa 2, se ha producido una fuerte
erosión del lecho, habiendo este descendido unos
3 m, aproximadamente, lo cual puede atribuirse a
la combinación de los procesos de erosión local por
efecto del chorro y degradación generalizada debido a
la retención de los sedimentos aguas arriba (Figura 6).
La Figura 7 muestra diferentes perfiles del lecho
durante el proceso de sedimentación de la Presa
Macuto, una presa de gaviones de 7 m de altura
construida en la quebrada San José de Galipán.
La construcción de la presa fue culminada en marzo
del 2003 y para noviembre del 2004 estaba casi
totalmente llena de sedimentos a pesar de no haber
ocurrido crecientes extraordinarias en ese período.
El rápido proceso de sedimentación se asocia a
la ausencia de ventanas o aberturas en el cuerpo de
la presa, que permitan el paso de los flujos normales
de agua y sedimentos. La creciente de febrero del
2005 terminó de rellenar el vaso de la presa con
Tabla 5. Distribución de tamaños de los depósitos sedimentarios acumulados en las presas.
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sedimentos gruesos disminuyendo la pendiente del
lecho aguas arriba. La pendiente original de 4,5%
fue reducida a 2,9% para marzo de 2005. Los flujos
posteriores (crecientes ordinarias) que ocurrieron
entre 2005 y 2007 erosionaron los sedimentos finos
y abrieron un nuevo cauce, reduciendo ligeramente
la pendiente del lecho a un valor de 2,7%, tal como
se observa en el perfil levantado en 2007 (Figura 7).
El perfil medido en mayo de 2008 muestra una
pendiente similar a la de 2007 con ligeros incremen–
tos en la deposición de sedimentos en algunos tramos
del vaso de la presa.
De las 13 presas cerradas investigadas en este
trabajo (Tabla 3), nueve (9) de ellas están totalmente
sedimentadas, es decir, presentan acumulaciones
de sedimentos que alcanzan el nivel de la cresta del
vertedero. Estas presas fueron construidas durante
los años 2002-2003, y se presentan en la Tabla 6.
Allí se indican los volúmenes de sedimentación
y las pendientes de equilibrio, también llamadas
pendientes de compensación, en donde So es
la pendiente original del lecho en el tramo inme–
diatamente aguas arriba del sitio de presa, Se es la
pendiente de equilibrio del lecho, L es la longitud de
los depósitos, Z es la profundidad de los depósitos
al pie de presa, y Vol es el volumen acumulado del
material sedimentario.
La magnitud de los volúmenes acumulados
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aguas arriba de las presas oscila entre 2.840 m3 para
la presa 2 de la Quebrada Alcantarilla y 34.209 m3
para la presa 2 de la Quebrada Curucutí.
Las pendientes del lecho, supuesto en equilibrio
(pendiente de equilibrio o compensación), varían
entre 2,3% y 6,4%. En la Tabla 6 se indica también
el valor de la pendiente de equilibrio calculado por
la relación igual a 2/3 del valor de la pendiente
original, So, lo cual es una aproximación basada
en observaciones japonesas, de uso común en
el diseño de obras de corrección de torrentes.
Como se observa en dicha tabla, los valores medi–
dos son inferiores a los valores calculados por
la fórmula japonesa, excepto en el caso de la presa
de San José de Galipán donde la aproximación es
bastante cercana.

Figura 3. Curvas granulométricas del material sedimentario (fracciones más finas en el grafico superior y fracciones
más gruesas en el gráfico inferior).

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Figura 4. Comparación de los perfiles del lecho del cauce de la quebrada Curucutí, antes y después de la
construcción de las presas, y vista de la Presa 4 totalmente sedimentada.

Figura 5. Comparación de los perfiles del cauce de la quebrada Piedra Azul en los tramos aguas arriba de las presas.

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Figura 6. Vista desde aguas abajo de la Presa 2 en quebrada Piedra Azul. Foto izquierda tomada en marzo de 2005 y
foto derecha en abril de 2007, observándose descenso del lecho de unos 3 m aproximadamente al pie del contradique.

Figura 7. Cambios temporales en los perfiles del lecho de la quebrada San José de Galipán aguas arriba de
la presa Macuto.

468

Tabla 6. Pendientes de equilibrio y volúmenes de sedimentación de las presas cerradas.
OBSERVACIONES SOBRE EL COMPOR–
TAMIENTO DE LAS PRESAS ABIERTAS
En la Figura 8 se muestran los diferentes tipos
de presas abiertas que pueden encontrarse en las
quebradas del estado Vargas. Han sido construidas
presas en gaviones con ranuras (Fig. 8a) o con
ventanas (Fig. 8b), en concreto armado con ranuras
(Fig.8c y 8d) o con ventanas (Fig. 8e), en concreto
ciclópeo con ranuras (Fig. 8f); tubulares de acero
(Fig. 8g) y presa tipo barrera flexible con redes de
anillos de acero en quebrada Osorio (Fig. 8h).
La Tabla 7 presenta las características de las
aberturas de algunas de estas estructuras. La presa
de Camurí Chico es una presa en engavionado de
6 m de altura, culminada en agosto del año 2003,
Tabla 7. Características geométricas de las aberturas en las presas abiertas analizadas en este estudio.
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provista de 7 ventanas de 4 m de altura por 1 m de
ancho, y una abertura central con un ancho de 4 m.
Las fotos de la Figura 9 muestran el comportamien–
to de la presa y los efectos de la creciente de febre–
ro del 2005. Los flujos torrenciales movilizaron una
gran cantidad de cantos y peñones que se acumu–
laron en las ventanas laterales, bloqueando
parcialmente algunas de las mismas. Se observa una
acumulación de casi 3 m de altura de sedimentos
gruesos en las ventanas laterales, la cual disminuye
en dirección hacia la abertura central donde el
material fue activamente removido, apreciándose
ciertos daños del engavionado en este sector.
La Figura 10 muestra el perfil del cauce antes
de la construcción de la presa y el perfil medido
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Figura 8. Presas abiertas típicas construidas en el estado Vargas: a) presa ranurada de gaviones en Qda. El Cojo; b)
presa de gaviones con ventanas en Qda. Camurí Chico; c) presa ranurada de concreto armado en Qda. Guanape; d)
presa ranurada de concreto armado en río San Julián; e) presa de concreto armado con ventanas en Qda. San José de
Galipán; f) presa ranurada de concreto ciclópeo en Qda. Curucutí. Presas abiertas típicas construidas en el estado
Vargas: g) presa tubular de acero en Qda. Tacagua; h) presa tipo barrera flexible de redes de anillos de acero en
Qda. Osorio.
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Figura 9. Vista desde aguas arriba de la acumulación de sedimentos en las ventanas de la quebrada Camurí Chico
(todavía inconclusa en el momento de la foto, febrero de 2005).

Figura 10. Perfiles longitudinales del cauce aguas arriba de la presa Camurí Chico.

en mayo del 2008. En esta comparación se observa
la agradación que ha sufrido el cauce aguas arriba
inducido por el efecto de remanso creado por la
presa. En la Figura 11 se aprecian los cambios en
la sección transversal del cauce para diferentes
secciones ubicadas a 5, 10, 20 y 40 m aguas arriba
del pie de la presa.
Dos presas de gaviones fueron construidas en el
cañón de la quebrada El Cojo durante el año 2002.
La primera es una presa cerrada de 4 m de altura
que fue colmatada totalmente por los sedimentos
transportados por la creciente del 2005. La segunda
presa, construida a unos 100 m aguas arriba, es una
estructura abierta de 4 m de altura con ranuras
cuyo ancho varía de 0,7 m en el fondo a 1,0 m en el
centro, y a 1,7 m en el tope de la misma. El gráfico
de la Figura 12 muestra el perfil del fondo actual del
cauce para abril de 2007. El cauce aguas abajo de
la presa abierta fue también sujeto a una marcada
sedimentación, estimada aproximadamente en 2 m,
tal como se observa en la comparación de la foto del
año 2002, tomada justo después de la construcción
de la presa, con la del año 2005 (ver Figuras 9 y
10). Esto parece haber sido causado por el efecto
de remanso de la presa cerrada ubicada a corta
distancia aguas abajo.

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Figura 11. Variación en las secciones transversales del cauce aguas arriba de la presa Camurí Chico.

Figura 12. Perfil longitudinal del cauce de la quebrada El Cojo.

La presa abierta también mostraba un alto
grado de sedimentación aguas arriba, debido a
la obstrucción de las ranuras por peñones, ramas
y troncos de árboles, lo cual se ilustra en las fotos
de la Figura 14. El material depositado se observa
uniformemente distribuido a la ancho de la presa.
Peñones de hasta 1,5 m de tamaño se observaron
en los tramos superiores del cauce. Algunos daños
fueron observados en el recubrimiento de concreto
de las ranuras debido a las altas velocidades que
debieron producirse en las mismas, las cuales
causaron la abrasión del concreto por el flujo de
partículas de sedimentos gruesos.
Sin embargo, las crecientes ordinarias que se
produjeron posteriormente, entre el año 2005 y el
2007, fueron capaces de erosionar y remover parte
de material acumulado en algunas de las ranuras. La
Figura 15 muestra una vista cercana de la ranura 8
en fotografías tomadas en marzo del 2005 y en abril

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Figura 13. Vista desde aguas abajo de la Presa 2 en quebrada El Cojo. Foto tomada el año 2002
(izquierda) y 2005 (derecha).

Figura 14. Vista del vaso sedimentado de la Presa 2 en quebrada El Cojo (izquierda) y de la obstrucción de
las ranuras numeradas 7, 8 y 9 (derecha). Fotos tomadas en febrero del 2005, unos pocos días después de
las lluvias torrenciales de ese mes.

del 2007. La altura de los sedimentos acumulados
a la entrada de la ranura se redujo de 2,5 m a 0,50
m, aproximadamente. Los flujos menores fueron
capaces de abrir un nuevo cauce aguas arriba,
mediante un proceso de erosión del material fino
depositado en el vaso de la presa, tal como se aprecia
en la Figura 16.
La Figura 17 presenta perfiles longitudinales
de los depósitos sedimentarios acumulados en la
Presa 2, trazados a partir de las ventanas 1, 5, 7 y 8.
El cauce principal está representado por el perfil
de la ventana #8 mientras que un subcauce o cauce
secundario fue desarrollado aguas arriba de la
ventana #1. Acumulaciones de sedimentos de 2 m de
altura se observan en las ventanas 5 y 7, formando
barras de material grueso. Igualmente se aprecia una
especie de selección o arreglo (sorting) del material
sedimentario en la dirección transversal. Los cantos
y peñones más grandes se agrupan en el cauce
principal mientras que sedimentos finos se observan
mezclados con material grueso hacia los lados del
canal. Esto se explica por que durante el proceso
de apertura del cauce principal, los pequeños
caudales comenzaron a arrastrar el material fino
produciéndose en consecuencia el engrosamiento
del material del lecho.
La primera presa que se construyó en el estado
Vargas después de la tragedia de 1999 fue la de
Guanape, una presa ranurada de concreto armado
de 4,5 m de altura, la cual se terminó de construir

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Figura 15. Vista frontal de la ranura 8 en la Presa 2 de la quebrada El Cojo, mostrando la obstrucción
para el año 2005 y para el año 2007.

Figura 16. Vista del cauce principal generado hacia aguas arriba de la ranura 8 en la Presa 2 de la quebrada El Cojo
(izquierda) y sección transversal (mirando aguas arriba) levantada en el vaso de la presa a L= 2 m
(Abril de 2007).

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Figura 17. Perfiles longitudinales a lo largo de algunas de las ventanas de la Presa 2 en la quebrada El Cojo.

en mayo de 2001. La secuencia de fotos de la Figura
19 muestra la evolución en el tiempo del proceso de
sedimentación de la presa. A pesar de ser una presa
abierta, la tormenta del 3 de diciembre de 2001 que
se muestra en la Figura 18 (47 mm de lluvia en 2
horas con un período de retorno estimado de 2.5
años) la llenó completamente de sedimentos, debido
a la obstrucción producida por los arrastres vegetales
y troncos de árboles (Figura 19b y 19c). Sin embargo
los flujos extraordinarios que ocurrieron del 7 al 10
de febrero de 2005, los cuales fueron generados
por una lluvia acumulada de 432 mm en 4 días
(medida en la estación Macuto), erosionaron y
removieron una buena parte de los sedimentos y
restos vegetales atrapados en la presa. Estos pasaron
a través de las ranuras y se acumularon entre
el dique y el contradique, elevando el lecho del cauce
del tramo aguas abajo en unos 3 m aproximada–
mente (Figura 19d).

Figura 18. Histograma de la precipitación medida en la estación Macuto durante la tormenta del 3/12/01.

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Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos

Figura 19. Presa abierta ranurada en la quebrada Guanape: a) vista frontal después de finalizada la construcción en
mayo de 2001; b) después de la creciente de diciembre de 2001; c) vista del vaso sedimentado en diciembre de 2001; y
d) después de la creciente de febrero de 2005.

ALGUNAS FALLAS Y DEFICIENCIAS dirección hacia aguas abajo, atrapando o reteniendo

OBSERVADAS EN EL DISEÑO
Se han observado ciertas deficiencias e inconsisten–
cias en algunas de las presas construidas en Vargas.
Dos presas cerradas de gaviones de 3 m de altura,
construidas sobre el río Anare, fueron destruidas
por la creciente de febrero de 2005. La causa de
la falla de la primera de ellas está asociada con un
empotramiento inadecuado del estribo izquierdo el
cual fue anclado en material aluvial (ver Foto 56 en
Artículo 26 del libro).
En la quebrada Dos Comadres, afluente del río
Piedra Azul, se construyeron dos presas abiertas,
teniendo la presa ubicada más aguas arriba abertu–
ras de 1 m de ancho, mientras que la presa aguas
abajo presenta aberturas de 2 m de ancho (Figura
20). Esto contradice el principio de diseño de que
se deben filtrar los tamaños de los sedimentos en
primero los sedimentos más gruesos aguas arriba y
los menos gruesos aguas abajo. Es decir la primera
presa aguas arriba ha debido ser la de mayor abertu–
ra de ranuras seguida aguas abajo de la presa de
menor abertura.
Un caso similar se presenta en la quebrada
Curucutí, donde la primera presa construida aguas
arriba es una presa cerrada y la siguiente presa
aguas abajo es abierta, invirtiéndose el orden ló–
gico del sistema de presas. En estos dos casos faltó
una planificación y coordinación adecuadas para
acometer el diseño del conjunto de presas en forma
integral, y no individual.

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Figura 20. Vista frontal de las presas abiertas de gaviones construidas en la quebrada Dos Comadres. La Presa
1 (izquierda) con aberturas de 2 m de ancho se encuentra a unos 200 m aguas abajo de la Presa 2 (derecha), con
aberturas de 1 m de ancho.
CONCLUSIONES
En este trabajo se han presentado los resultados de
una investigación de campo con el objeto de eva–
luar el comportamiento de las presas de retención
de sedimentos construidas en el estado Vargas,
después de los aludes torrenciales de 1999. Las
conclusiones más importantes del trabajo se
mencionan a continuación.
1. A partir del inventario realizado se ha
establecido que se han construido 62 presas
de retención de sedimentos, de las cuales 36
de ellas son presas cerradas y 26 son presas
abiertas. De acuerdo al tipo de material,
catorce (14) de las presas son de concreto,
tres (3) son de elementos tubulares de acero,
dos (2) son barreras flexibles construidas con
redes de anillos de acero, y el resto (43) han
sido construidas en engavionado. La altura de
las presas varía entre un mínimo de 2 m y un
máximo de 11 m.
2. El monitoreo de la precipitación y las
observaciones de campo han puesto en evidencia
la elevada producción de sedimentos que tienen
las cuencas de Vargas. Esto se demuestra con
el ejemplo de la presa de Macuto, sedimentada
casi totalmente en menos de dos años sin haber
ocurrido crecientes importantes, y con el caso
de la presa de Guanape, sedimentada con una
sola creciente de aproximadamente 2,5 años de
período de retorno (Figura 19b).
JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
3. De las 62 presas existentes, se ha determinado
que 14 de ellas, el 23%, están totalmente
sedimentadas, es decir, presentan acumulacio–
nes de sedimentos que alcanzan el nivel de
la cresta del vertedero. Todas las presas cerra–
das (14) construidas entre los años 2002 y 2004
se sedimentaron, la mayoría de ellas debido a
la creciente extraordinaria de febrero de 2005.
Estas presas cumplieron con su función de
retener los arrastres sólidos de las crecientes,
pero hay que anotar que varias de ellas ya
presentaban un alto grado de sedimentación
antes de febrero de 2005.
4. La capacidad de almacenamiento de sedi–
mentos que tienen las presas de Vargas es bas–
tante inferior a los volúmenes de producción de
sedimentos de las cuencas. Como un ejemplo,
la capacidad de las 2 presas construidas en
el cauce de la quebrada San José de Galipán
está en el orden de 60.000 m3, valor muy inferior
al volumen de sedimentos de la creciente de 1999,
estimado en aproximadamente 640.000 m3.
5. Se han medido las pendientes del lecho aguas
arriba de las nueve presas cerradas analizadas
en este estudio, las cuales presentan un grado
total de sedimentación, obteniéndose valores
que varían entre 1/3 y 2/3 de la pendiente
original. Los valores medidos son inferiores a
los valores típicos dados por las experiencias
japonesas para las pendientes de equilibrio o
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 LECCIONES APRENDIDAS DEL DESASTRE DE VARGAS
Aportes Científico-Tecnológicos y Experiencias Nacionales en el Campo de la Prevención y Mitigación de Riesgos
pendientes de compensación, iguales a 2/3 de la
pendiente original de cauce, excepto en el caso
de la presa de San José de Galipán donde la
aproximación es bastante cercana. Es probable
que los lechos de algunas de estas presas no
hayan alcanzado el equilibrio. Sin embargo,
en el caso de la presa Macuto, donde se han
hecho observaciones periódicas (Figura 7), se
demuestra que la pendiente de equilibrio varía
en el tiempo, disminuyendo con los caudales
de las crecientes ordinarias y aumentando con
las crecientes extraordinarias. Esto confirma las
experiencias japonesas que indican que el valor
de la pendiente, aguas arriba de una determinada
presa, oscila en el tiempo entre 1/2 y 2/3 de la
pendiente original.
6. La retención total de los sedimentos en las
presas cerradas ha originado, en algunos casos,
procesos erosivos en los tramos aguas abajo
debido al efecto del flujo con una capacidad de
transporte no saturada. En los cauces en donde
se han construido varias presas, el proceso de
erosión se manifiesta cuando la distancia entre
las presas es muy grande, tal es el caso de la
quebrada Curucuti, entre las presas 3 y 4, y la
quebrada Piedra Azul, entre las presas 1 y 2 (ver
Figuras 4, 5 y 6).
7. Las observaciones de campo indican que el
funcionamiento de las presas abiertas ha sido
satisfactorio. Las aberturas han cumplido la
función de dosificar el transporte de sedimentos
y retener las fracciones más gruesas. En algunos
casos las presas abiertas se han autolimpiado.
Los flujos ordinarios (crecientes anuales) han
sido capaces de erosionar y remover parte del
material acumulado en algunas de las ranuras
de las presas (casos de Presa El Cojo y Presa
Guanape) abriendo nuevos cauces aguas arriba
mediante el proceso de erosión del material fino
depositado en el vaso de la presa.
8. Las presas construidas con engavionado
se han desempeñado adecuadamente, con
excepción de las dos presas de Anare, las cuales
colapsaron con la creciente de febrero de 2005
por fallas en los empotramientos del estribo
izquierdo. El resto de las presas de gaviones,
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cerradas o abiertas, han presentado pequeños
daños, por erosión o abrasión del flujo, factibles
de ser corregidos y que no ponen en peligro la
estabilidad de las obras.
RECOMENDACIONES
1. Debe continuarse con el programa de cons–
trucción de presas en las quebradas del estado
Vargas. El ejemplo de Kobe es aleccionador.
La ciudad de Kobe, en Japón, ha sido azotada
por los aludes torrenciales desde hace centena–
res de años. Las primeras presas de retención
de sedimentos se construyeron a finales del siglo
XIX, y actualmente existen más de 500 presas
distribuidas en aproximadamente 20 cuencas
sobre las montañas Roko.
2. A pesar de que las presas abiertas de gaviones
no han sufrido daños de consideración, no se
considera conveniente que se sigan construyen–
do presas abiertas (ranuradas) con este material,
ya que ellas no están diseñadas para resistir
grandes impactos, tal como el impacto directo
de un alud torrencial donde predominen los
peñones.
3. Se recomienda que las primeras presas aguas
arriba sean presas abiertas de concreto armado,
ciclópeo o tubulares de acero. Las siguientes
presas aguas abajo deberán ser semiabiertas,
es decir, con ventanas u orificios en el cuerpo
de la presa para dejar pasar los flujos normales
de agua y sedimentos, y evitar su sedimentación
prematura. Con esta previsión se aumenta
la capacidad de vida útil de las estructuras. Ellas
pueden ser de gaviones o concreto. El número
de presas y la altura de las mismas, en todos
los casos, dependerán de la cantidad de mate–
rial sedimentario disponible aguas arriba en
la cuenca.
4. El espaciamiento de las presas debe ser tal
que evite la generación de procesos erosivos
aguas abajo de las mismas, para lo cual se
recomienda usar el criterio de la pendiente de
equilibrio o compensación calculada como 2/3
 JOSÉ LUIS LÓPEZ SÁNCHEZ - INSTITUTO DE MECÁNICA DE FLUIDOS
FACULTAD DE INGENIERÍA - UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

de la pendiente original. Las presas deberán REFERENCIAS

ubicarse, en la medida en que las condiciones
topográficas lo permitan, en el punto donde López, J.L., Falcon, M., y Pérez-Hernández, D.
termina el perfil de compensación de la presa (2006) “Effect of the Torrential Flows of December
más próxima aguas abajo. 2005 on Sediment Control Dams in the State of
Vargas, Venezuela”, International Symposium on
5. Es necesario monitorear periódicamente el Hydraulic Structures, Puerto Ordaz, Venezuela, 12
desempeño y funcionamiento de las presas, al 14 de Octubre.
en el marco de un programa de monitoreo
hidrometeorológico global para las cuencas de López, J.L., Pérez-Hernández, D., Peñaranda, C.V.
Vargas. Esto debe contemplar levantamientos (2007), “Presas para el control de flujos torrenciales
topográficos de los vasos y muestreos de los en el estado Vargas, Venezuela”, Tercer Simposio
sedimentos del lecho, al menos una vez al año. Regional sobre Hidráulica de Ríos, Córdoba,
Argentina, 7 al 9/11/2007.
6. Es necesario diseñar y ejecutar planes
preventivos de mantenimiento periódico en las
presas, que contemplen la limpieza de los vasos de
las presas cerradas y la extracción de vegetación
y materiales gruesos acumulados en las ranuras
o ventanas en las presas abiertas. Igualmente
debe procederse a la limpieza y remoción de la
vegetación en las canalizaciones.
7. Es necesario elaborar un plan maestro de obras
de mitigación, en el marco de un plan global para
la prevención de desastres por inundaciones y
aludes torrenciales en el estado Vargas. El plan
de obras debe revaluar los criterios de diseño,
establecer los objetivos y las metas, los proyectos
prioritarios, estudios requeridos, recursos
necesarios, y cronograma de acciones y de obras
a ejecutar. Por ejemplo, el plan debe intentar
definir el número de presas requeridas por
cuenca, sus características (abiertas o cerradas,
tipo de material, etc.), alturas y capacidades
(volúmenes de almacenamiento), y programa de
construcción en el tiempo, para garantizar un
cierto grado de protección a las zonas urbanas
de Vargas.

AGRADECIMIENTOS
Se agradece al Consejo de Desarrollo Científico y
Humanístico de la Universidad Central de Venezuela
(CDCH-UCV) por el apoyo brindado para la rea–
lización de este trabajo.

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