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Derechos Humanos

Todos los derechos humanos deben partir del principio de igualdad y el derecho a la no
discriminación, ya que éstos funcionan como ejes rectores para el acceso a otros derechos,
como la salud, la educación, el trabajo, entre otros; sin embargo, la desigualdad ha excluido a
determinados grupos de manera histórica y reiterada, generando obstáculos y limites en el
ejercicio de sus derechos que siguen presentes.

El principio de igualdad es como un deber ser, es decir, establece en la normativa de derechos


humanos que todas las personas, aun siendo distintas y diversas, poseen dignidad humana y no
deben sufrir distinción en el acceso y disfrute a sus derechos. Por su parte, el derecho a la no
discriminación refiere a la distinción arbitraria en el acceso a derechos de los grupos
históricamente oprimidos, la cual se basa en características y/o condiciones percibidas como
prejuicios y estereotipos negativos.

Por lo anterior, el principio de igualdad y derecho a la no discriminación parten de reconocer la


diversidad para protegerla, así como de evitar la posibilidad de que ésta sea motivo de
distinción en el ejercicio pleno de libertades y derechos fundamentales, entre ellos el derecho al
trabajo, reconocido y contemplado en el derecho internacional y en el Artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

A pesar de contar con un amplio marco legal y legislativo que prohíbe la discriminación para el
acceso a derechos y libertades fundamentales, este fenómeno se sigue reproduciendo en
distintas áreas de las vidas de las personas. Es preciso mencionar que la discriminación, es un
fenómeno sociocultural que afecta el ejercicio de otros derechos. En este sentido, uno de los
ámbitos donde frecuentemente se presenta la discriminación es en el trabajo, cuyas
consecuencias son reales, tangibles e inmediatas. Por ejemplo, el siguiente caso:

María está embarazada de cinco meses y solicitó un empleo como recepcionista en un negocio
local. El gerente reconoció que María cumplía con los requisitos para el puesto, pero se negó a
contratarla, explicándole que el negocio siempre estaba muy ocupado con un ambiente de
trabajo muy movido y que era poco probable que una mujer "en su condición" pudiera seguir el
ritmo. María fue discriminada por estar embarazada (la protección a la maternidad está
regulado en el artículo 123 de la CPEUM y en la Ley Federal del Trabajo, así como en las
ley federal y local que previene y elimina la discriminación).

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