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Al parecer
Claudio Lomnitz
Se p t i e m b r e 1 , 2 0 2 2

Versión de la prensa: el 10 de agosto —para enfrentar un operativo del Ejército que


buscaba atrapar a un mando del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): el RR— el
CJNG lanzó ataques simultáneos en varias ciudades de Guanajuato y Jalisco. Su
estrategia tenía como elemento táctico común el incendio de vehículos para cerrar
caminos y destrozos en tiendas Oxxo.

En los días siguientes hubo ataques con elementos tácticos parecidos en Ciudad Juárez,
Tijuana y otras ciudades fronterizas, presumiblemente realizados ya por otras
organizaciones y, por lo tanto, ya sin un motivo claro.

Al momento en que escribo estas líneas no hay información disponible que permita tener
siquiera una explicación verosímil (¡ni hablar de una explicación verdadera!) de los
hechos. ¿Qué fue lo que motivó una acción coordinada en tantos puntos del territorio?
¿Por qué participaron organizaciones diferentes en ataques coordinados? No lo sabemos.
¿Existe la inteligencia militar? ¿Por qué un Ejército tan bien financiado y pertrechado es
incapaz de prevenir agresiones de esta escala por parte de un crimen organizado que, se
supone, está vigilado? Tampoco lo sabemos.
Ilustración: Patricio Betteo

La falta de transparencia y de información respecto de sus tácticas es, al final, un atributo


de los militares que entienden la razón de ser de su labor como la defensa nacional, lo
que significa que deben intervenir contra un enemigo, externo o interno, y mientras
menos información tenga ese enemigo, mejor. Por esta razón, los militares explican lo
menos posible. Y así arde el Bajío y en realidad no sabemos por qué.

Lo único que sí sabemos es la forma en que el presidente de la República presenta los


hechos. O sea, no conocemos las razones de lo sucedido ni su verdadero sentido
estratégico —no hay información militar fidedigna—, pero sí eso que los periodistas
estadunidenses llaman el spin presidencial de los hechos. No hay información de fondo,
pero sí una interpretación oficial de los hechos. Y en esa interpretación se reafirma la
cosmovisión del gobierno respecto a la naturaleza misma de la violencia en México.

Al día siguiente de los ataques en Guanajuato y Guadalajara, el presidente explicó los


hechos en los siguientes términos: “Al parecer había un encuentro entre dos bandas.
Llegó la Sedena y hubo un enfrentamiento y detenciones. Esto fue lo que provocó las
protestas y quemas de vehículos”.

La explicación tiene entonces tres elementos:

El primero es que la interpretación es provisional y, en alguna medida, contingente. El


informe del presidente empieza con un “al parecer”, es decir: comienza aclarando que el
gobierno es apenas un observador externo que va a hacer su peritaje después de los
hechos. El gobierno es juez y no parte.

El segundo elemento de la explicación presidencial es que el conflicto arranca con un


enfrentamiento entre “dos bandas” (cuya identidad queda indeterminada). En otras
palabras: la violencia no empieza con una intervención (fallida) de las Fuerzas Armadas,
sino con un conflicto netamente local y prácticamente ilegible desde el Estado. Un
conflicto “entre bandas”. El Ejército arriba atraído por la violencia, como una fuerza de
paz.
El tercer elemento es que las quemas de vehículos y de Oxxos y el cierre de ciudades
enteras fueron una serie de “protestas” —presumiblemente en contra de la ejecución de la
justicia por parte del Ejército— y no ataques coordinados y deliberados, realizados con
objetivos estratégicos.

Visto todo junto, el encuadre narrativo que ofrece el gobierno propone (a) que la
violencia nace de la sociedad y no del gobierno; (b) que el Ejército aparece sólo en un
segundo momento, como una fuerza de orden; y (c) que la quema de vehículos y
establecimientos es una forma de protesta social y, por lo tanto, puede ser negociada
políticamente.

El papel del gobierno no es prevenir, sino apaciguar.

Claudio Lomnitz

Profesor de Antropología de la Universidad de Columbia. Es autor de Nuestra América.


Utopía y persistencia de una familia judía, La nación desdibujada. México en trece ensayos y
El regreso del camarada Ricardo Flores Magón, entre otros libros.

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