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De aves migratorias
Nexos
Enero 1, 2023

Según una teoría la asociación entre cigüeñas e infantes humanos en el folclor del norte de Europa surgió de una antigua
costumbre germánica de llevar a cabo matrimonios en el solsticio de verano, antes de que las cigüeñas empezaran su
migración anual hacia África. Nueve meses más tarde, cuando iban naciendo los bebés concebidos en el verano anterior, las
cigüeñas regresaban al norte para reproducirse.

~En el Diálogo de milagros el predicador e historiador del siglo XIII Cesáreo de Heisterbach cuenta de un hombre intrigado
por saber el origen de las golondrinas migratorias que aparecían en su casa cada primavera. Atrapó a una y le sujetó a la
pierna una nota que decía: “Oh, golondrina, ¿dónde vives en el invierno?”. La siguiente primavera se apareció un pájaro con
una respuesta atada a su pierna: “En Asia, en la casa de Peter”.

~Durante los años setenta, mientras hacía una investigación en la remota región iraní del Juzestán, la folclorista Grace
Goodell descubrió que los aldeanos se negaban a darles caza a las aves migratorias “inesperadas”, por creer que hacían una
peregrinación. A partir de patrones de migración, las aves en efecto podían saltarse a La Meca en su vuelo rumbo al África,
observó Goodell, aunque “probablemente algunas cuantas sí pasaban el invierno en la casa de Dios”.
4. Zugunruhe. (Del alemán) Lit., “inquietud migratoria”. “Los estorninos europeos migran al sur en el otoño, y durante ese
tiempo entran en un estado de inquietud. Gustav Kramer, el ornitólogo alemán que acuñó la palabra Zugunruhe fue el
primero que dio cuenta de esta conducta en sus estorninos enjaulados, que en la primavera se agitaban y saltaban en sus
jaulas y se orientaban hacia el noreste. Se orientaban en la correcta dirección migratoria al salir el sol, pero con cielo nublado
dejaban de orientarse hacia lado alguno.

Fuente: Lapham’s Quarterly, abril-mayo 2022.

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