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Las religiones de China

Cada pueblo tiene la religión que hereda de los antepasados. Este aforismo
ampliamente difundido es en China más cierto que en otros países. Los
estudiosos dicen que la primitiva religión de los chinos, como de los pueblos
que vivían cerca de ellos, era el culto a los antepasados, y a las fuerzas de la
naturaleza, a las que creían dotadas de espíritus propios. Precisamente estas
dos religiones primitivas han impregnado de forma evidente los dos sistemas
filosóficos y religiosos más importantes de la historia china, respectivamente el
confucionismo y el taoísmo.
Confucianismo
Los primeros misioneros europeos que llegaron a China pensaron que el
confucianismo era una religión. De hecho se encontraron con la existencia de
templos dedicados a él, un cuerpo sacerdotal diferenciado del resto de la
población, encargado de propagar sus ideas, el de los letrados, y una compleja
liturgia que se ponía en práctica tanto ante numerosos acontecimientos de la
vida privada, como en las festividades públicas.
Después los sabios han desmentido esta impresión, asegurando que Confucio
no propone la creencia en ningún dios, sino que únicamente establece una
serie de normas sociales. Sin entrar en mayores discusiones sobre la esencia
de las religiones. Las reglas morales en que deben basarse las vidas de los
ciudadanos, las llamadas cinco relaciones: (Gobernante y súbdito, padre e hijo,
hermano mayor y menor, marido y mujer y entre los amigos), no son más que
un desarrollo de ese culto a los antepasados de los chinos primitivos. Como lo
es el énfasis que se pone en cumplir los ritos funerarios, en los que la
presencia de sacerdotes budistas o taoístas sólo es una capa de barniz sobre
la ceremonia celebrada durante miles de años, en la que los familiares del
muerto conducían su alma al reino de las tinieblas. La presencia universal
antes de la Revolución en las casas chinas de un pequeño altarcito donde se
veneraba a Buda o a los antepasados, o a ambos, no es más que una herencia
de esos altares que se mantenían entre los chinos primitivos por si el alma de
los antepasados decidía pasar una temporada entre los vivos.
La necesidad de un dios, si es que alguna vez ha sido necesario, se suplió de
una forma un tanto ingeniosa con la figura del emperador, que, considerado
hijo del cielo, se colocaba en la cúspide de la pirámide humana, con una
categoría semidivina. De tal forma podemos ver que el confucianismo sí es una
religión. El Imperio es su dios (representado por el emperador de turno) y
Confucio su profeta. Su liturgia es milenaria, y sus principios básicos son tan
antiguos como el propio pueblo chino.
Taoísmo
El taoísmo, dicen los chinos que es la única religión originada en su propio
país. Y en realidad tampoco es cierto, primero por que a lo largo de la historia
se han numerosas religiones y cultos, de las que un buen número de ellas han
llegado hasta nuestros días tras una historia accidentada, y segundo por que
en su origen el taoísmo no era una religión, sino un sistema filosófico, el
desarrollado entre otros por Lao Zi y su discípulo Zhuang Zi. Una filosofía un
tanto esotérica que exploraba y desarrollaba la segunda de las religiones
primitivas de China, el culto a la naturaleza, propugnando la integración del
hombre en la naturaleza, y el alejamiento de los asuntos de gobierno.
Con el paso de los siglos, la filosofía no bastó para satisfacer los deseos de la
gente de creer en un dios, y gradualmente se fue convirtiendo en una religión,
de la que se aprovecharon también algunos avispados, que tras deificar a
Laozi, y a otros personajes legendarios como los llamados Ocho Inmortales, se
comenzaron a erigir templos y ofrecer servicios religiosos a la población.
Los templos taoístas, en general, no han aguantado esa transformación del
taoísmo desde filosofía a religión. De hecho, los auténticos monjes taoístas no
viven en los templos, sino haciendo vida de eremitas en las montañas que para
ellos son sagradas. Lo que vuelve a evocar ese culto a la naturaleza del que
son herederos.
Budismo
Es la más importante de las religiones que se practican en China, y la que
cuenta con mayor número de adherentes. Como todo el mundo sabe el
budismo se originó en la India, y aunque se dice que pocos años después de la
muerte de Buda ya llegaron las primeras noticias del budismo a China, la
religión se fue expandiendo muy lentamente, ya que las comunicaciones a
través del Himalaya eran muy escasas, y el rodeo por la llamada
posteriormente Ruta de la Seda tampoco era un camino fácil.
El primer empujón fuerte que recibe la nueva religión se da en el año 68 de
nuestra era, cuando un emperador de la dinastía Han envió a algunos
funcionarios a la India a informarse sobre esta religión, construyendo a su
regreso el Templo del Caballo Blanco, cerca de su capital Luoyang, desde
donde se inició el estudio de los textos traídos precisamente a lomos de un
équido del mencionado color. Durante los siglos siguientes el budismo va
cobrando fuerza en territorio chino, aunque no es hasta el siglo V que se
produce su verdadera expansión, alcanzando su difusión a los lugares más
remotos del país. No obstante, el budismo de esos siglos es todavía una
religión extranjera, muchos de cuyos conceptos, al no tener equivalencia en
chino, se traducían siguiendo los conceptos de los taoístas con los que
guardaban algunas semejanzas.
Islamismo
Las enseñanzas de Mahoma penetraron a China a través de la Ruta de la
Seda, de la mano de comerciantes y viajeros que llegaron a Xi'an desde los
países musulmanes. Simultáneamente se produce una penetración del
islamismo a través de los puertos de la costa, como Cantón y Quanzhou,
donde se asientan asimismo mercaderes musulmanes. En dichas ciudades es
en donde se construyen las primeras mezquitas, algunas de ellas han
mantenido el culto hasta nuestros días. Y aunque desde estos focos la religión
del Islam va extendiéndose por las diferentes ciudades y regiones de China, la
mayoría de sus adeptos los mantendrán entre las minorías del Oeste y del Sur,
así como sus descendientes establecidos en las grandes ciudades, sin llegar a
ejercer nunca una influencia importante sobre la vida y cultura china.
Cristianismo
El cristianismo volvió a empujar con fuerza en China durante el siglo pasado,
acompañado generalmente de las políticas agresivas de Francia e Inglaterra,
consiguiendo una buena implantación y realizando numerosas obras de
carácter social. Pero sus intereses estaban demasiado íntimamente
engarzados en los de unos gobiernos, los de sus países, que colonizaban
China, por lo que después de la fundación de la República Popular China la
mayoría de los misioneros extranjeros fueron expulsados del país. La situación
del catolicismo en China, es actualmente muy curiosa. Ya que el gobierno
asegura que permite y garantiza la libertad de creencias y culto, pero considera
ilegal que una organización religiosa jure lealtad a otro gobierno que no sea el
chino, como de hecho hacen los cristianos con el Papa y el Vaticano. Como
resultado de esto se da la existencia de dos iglesias católicas. La china, legal,
que pasa del Vaticano, y la que acata la autoridad del Vaticano, ilegal.

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