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Confucianismo

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Confucianismo

El filósofo chino Confucio

Fundador(es) Discípulos y seguidores


de Confucio tras su muerte

Tipo Religión china, filosofía espiritual

Número de seguidores 110 millones (2010)


estimado

Seguidores conocidos como Confucianos o confucianistas

Escrituras sagradas Los Cinco Clásicos (Liu Ching) y los


Cuatro libros (Ssu Shu)

Lengua litúrgica Chino

País o región de origen China


Lugares sagrados Qufu ciudad situada en la
provincia de Shandong, en China

País con mayor cantidad China


de seguidores

Religiones relacionadas Taoísmo, budismo chino, religión


tradicional china

[editar datos en Wikidata]

El confucianismo, a veces también llamado confucionismo,1 es el conjunto de doctrinas


morales y religiosas predicadas por los discípulos y seguidores de Confucio tras su
muerte. El nombre en chino de su escuela podría ser traducido por ‘escuela de los
letrados’. El confucianismo ha ejercido una gran influencia
sobre China, Corea, Vietnam y Japón. Fue la religión oficial de China hasta el siglo VII.
El canon de la filosofía confuciana lo componen los Cuatro Libros. Su pensamiento se
formó durante un largo período que abarca las épocas de Primaveras y otoños y Reinos
combatientes (siglos VII al III a. C.). Cuando China fue reunificada por Qin Shi
Huang (221 a. C.), ya era una doctrina perfectamente formada y definida, con muchos
seguidores y un gran corpus textual. Tras la breve dinastía Qin, su núcleo fundamental se
ha mantenido intacto, excepto por posibles errores de transmisión e interpolaciones que
sólo afectan lo accidental.
Como para la mayor parte de sus contemporáneos, los confucianos ven el cosmos como
algo armónico que regula las estaciones, la vida animal, la vegetal y la humana. Si esta
armonía era trastornada, habría graves consecuencias. Un ejemplo común que utiliza el
confucianismo es el del mal gobernante que conduce a su pueblo a la ruina mediante su
conducta.
El mal gobierno contradice el orden natural y viola el Mandato del Cielo. El gobernante que
se conduce así pierde su legitimidad y puede ser depuesto por otro que recibirá este
mandato.

Los cinco clásicos (Liu Ching)[editar]


Se trata de la recopilación más antigua. Durante la dinastía Qin se vería afectada por la
quema de libros del año 213 a. C. Debido a dicha circunstancia desaparecería
el Yuejing (Libro de la música).2

1. I Ching o Yijing (Libro de las mutaciones)

2. Shijing (Libro de las odas)

3. Shujing (Libro de la historia)

4. Lijing (Libro de los ritos)

5. Chunqiu (Anuales de primavera y otoño)

Los cuatro libros[editar]


Más vinculada con el propio sería la recopilación posterior que se publicaría por primera
vez como tal en 1190. Las dos primeras obras se corresponden a los capítulos 42 y 31 del
Li Chi.

1. Gran Saber (en chino tradicional: 大學, en chino simplificado: 大学, pinyin: dà xué)

2. Doctrina de la medianía (en chino: 中庸, pinyin: zhōngyōng)

3. Analectas (en chino tradicional: 論語, en chino simplificado: 论语, pinyin: Lúnyǔ)

4. Mencio (en chino: 孟子, pinyin: mèng zĭ)

Doctrina[editar]

Templo confuciano en el lago del Loto, Kaohsiung (Taiwán).

Culto a los antepasados[editar]


Los confucianos eran practicantes de un culto que giraba alrededor de la adoración a los
antepasados y de poderes entre los cuales el Cielo era el más claro. El Señor de lo
Alto (Shangdi), que es a veces mencionado, era algo más arcaico. Cuando aparece en los
textos de los Cuatro Libros, el Cielo es un poder superior, que no está ni personalizado ni
tan separado del mundo. No es algo pasivo, pues de él vienen los mandatos y acciones,
pero no es un dios del tipo judeocristiano. El Señor de lo Alto aparece como una divinidad
suprema en los huesos adivinatorios de la dinastía Zhou. Los textos confucianos, al
remontarse a épocas de la Antigüedad, lo mencionan a veces.
El culto a los antepasados tiene una gran importancia. Implica la creencia de que las almas
de los difuntos pueden beneficiar o castigar a sus descendientes. Su evolución posterior lo
convirtió en un rito cívico simbólico. Sin embargo, ni Confucio ni Mencio hablan de esa
forma del culto a los antepasados. Otro elemento de importancia en el confucianismo es el
rey o emperador, también llamado el Hijo del Cielo. Él sería quien mediaría entre el Cielo y
los hombres. El gobernante chino tiene el mandato y con él la autoridad de celebrar ritos.
Armonía con el cosmos[editar]
Según el confucianismo, el hombre debe armonizarse con el cosmos, es decir, estar de
acuerdo a lo ordenado por el Cielo. Para ello, debe autoperfeccionarse mediante
la introspección y el estudio. Si lo logra, tendrá conocimiento de sí mismo y de los deseos
del Cielo, lo que le servirá para desarrollar su Li, que significa los ritos, las ceremonias, la
rectitud y las buenas formas interiorizadas. El Li es útil para desarrollar el Ren que se
podría traducir por «buenos sentimientos hacia los demás hombres». La práctica
del Ren supone las virtudes Zhong y Shu, que se traducen aproximadamente como
‘lealtad’ y ‘perdón’, o como ‘fidelidad’ y ‘compasión’. Si el hombre tiene Ren, podrá
fácilmente practicar la justicia, los buenos principios, llamados Yi.
En el confucianismo, Yi se opone a Li, siendo este último de diferente tono y grafía
al Li anteriormente citado que significa ritos o ceremonia. El Li opuesto a Yi significa
beneficio, ganancia, lo que supone alejamiento de la generosidad que exige Ren.
El hombre que practica las anteriores virtudes es un Junzi, un hombre superior. El término
viene de las clasificaciones jerárquicas que denotaban a los nobles y caballeros. Se opone
a Shunin, los plebeyos. Sin embargo, en el confucianismo el término resalta superioridad
moral, sin relación al origen social. El Junzi sería educado y justo, la (virtud) le sería
inherente y siempre estaría en el Justo Medio, que indicaba la necesidad de moderación
en todo. Además, el Junzi conoce y respeta los mandatos del Cielo, y conoce el propio.
El confucianismo nos sostiene que hay pocos hombres superiores y que la mayoría la
conforman los Xiaoren, literalmente hombrecillos. Ellos son hombres vulgares que no se
elevan a lo mejor de la humanidad. Debido a esto, el hombre superior tiene la misión de
ocupar cargos públicos para poder dirigir a la sociedad. Este punto es importante ya que
la burocracia de la China posterior llegó a identificarse mucho con esta idea, dando lugar a
gran espíritu de servicio en las buenas épocas. Sin embargo, en los tiempos de
decadencia, como pudieron verlo los europeos en el siglo XIX, era mayormente una
doctrina seca e hipócrita, muy lejos de los pensamientos del confucianismo.
Ritos funerarios[editar]
La muerte de una persona para la cultura china no significa en absoluto el cese de su
participación en la vida común de la familia. Existe una relación entre los vivos y los
muertos.
Los ancestros aparte de dar protección a la prosperidad a nivel tanto de felicidad como con
el entorno social, también la dan a nivel económico de la unidad familiar.
Aparte de ello otorgan a la familia la cualidad de en vez de ser un solo núcleo familiar, ser
una línea de descendencia continua.Los ritos funerarios chinos, forman parte de la
tradición folclórica, una tradición oral de dogmas y doctrinas, con un fuerte pasado clerical.
(Prueba es el hecho de que aún se podían encontrar chamanes de las primeras religiones
chinas hasta entrado el siglo XX)
Por tanto es sistema religioso chino es una integración de varias religiones tradicionales,
de cuyas podemos destacar el Budismo el Taoísmo o el Confucianismo.
Pasos de un rito funerario con entierro (Cabe recordar que también existe la posibilidad de
la incineración):
Ritos funerarios antes de la muerte[editar]
Desde la antigüedad, la sociedad tradicional china ha estado marcada por los ritos
vinculados al mundo de la muerte y los espíritus. Debido a ello, existían numerosas
prácticas que se realizaban antes, durante y después de la muerte física de una persona.
En la fase en que el individuo en cuestión estaba agonizando había tres componentes a
tener en cuenta:

 La almohada: se creía que si el hombre podía verse los pies en el momento


agonizante, la desgracia acompañaría a su descendencia. Por este motivo, la
almohada debía retirarse para que reposara en horizontal y así pudiera morir en
tranquilidad. Esta es una posición incómoda, dado que dificulta la respiración, pero
imposibilita la visión de las extremidades. La almohada en la cual se ha apoyado el
difunto no podía volver a utilizarse, ya que tenía una influencia nefasta. Era habitual
arrojarla al tejado de la casa para que se descompusiera con el paso de los años.

 Las ropas: cuando la muerte acechaba de cerca al hombre, la familia seleccionaba


y preparaba las vestimentas del difunto. Existían diversas y complejas costumbres
supersticiosas en relación a la confección de las ropas y a la elección de las telas. Por
ejemplo, era importante llevar unas botas de papel con las suelas flexibles, dado que
la suela dura es insoportable para los muertos. Se procuraba que los vestidos no
incluyeran cinturón y que los botones estuvieran desabrochados. De esta manera, los
niños de la familia no serían secuestrados. Los botones de cobre eran demasiado
pesados para que el ánima cargara con ellos, por ello debían evitarse. A ser posible, el
traje debía ser nuevo y no compuesto de pelaje, puesto que se temía la reencarnación
en el cuerpo de un animal. Respecto a la mujer, lo correcto era que llevara un vestido y
un velo, además del atuendo correspondiente a la costumbre regional.

 La cama: el sujeto era transportado a un lecho ajeno al familiar con el propósito de


distanciarlo de los malos espíritus y de evitar que el alma fuese condenada a cargar
eternamente con ladrillos. De este modo, el hombre conseguiría descansar en paz.
La reunión del núcleo familiar[editar]
Cuando se acerca la muerte de un anciano, toda la familia debe reunirse. Pueden llegar a
viajar largas distancias para reunirse alrededor de la cama del anciano a esperar su
muerte. Cuando fallece todos lloran a lágrima viva, se retiran todos los ornamentos de la
casa y se coloca una pancarta blanca sobre la puerta para notificar que se ha producido
una defunción en esa vivienda.
Cuando alguien fallece, en el momento en el que lo hace se procede al lavado de cuerpo.
Después se viste el difunto de las mejores ropas de las que disponga, también se le
perfuma y se le embalsama. Luego, se sienta el difunto en la silla de mayor calidad que se
pueda obtener. En esa posición, se procede a hacer el velatorio.
Velatorio[editar]
Durante siete días, tres o cinco, dependiendo de la importancia social del difunto, se vela
al muerto. Se avisa a la familia, amigos, y sirvientes si los tuviera, y luego por orden
jerárquico (primer hermano mayor, segundo hermano mayor…), se van despidiendo de ella
o el, con palabras de arrepentimiento y tristeza. Luego los amigos se despiden por orden
de intimidad, y más adelante los sirvientes.
Los familiares y amigos por cortesía, normalmente traen algún tipo de dinero para el
entierro, o algún tipo de ofrenda material. Es necesario que durante todo el periodo que
dura este acto haya un familiar cercano siempre al lado del féretro para guardarle.
Una vez hecho este acto, se dispone al fallecido en un ataúd compuesto con una madera
aromática de la zona, luego se le dispone sobre unos caballetes o sobre una mesa con
velas encendidas, pan, frutas y otros manjares. Después se le cubre con una tela blanca,
en la que se pinta al huésped de la forma más acotada posible. Luego durante 15 días el
féretro recibe la visita diaria por la noche de religiosos o sacerdotes que hacen sacrificios y
ofrecen oraciones, traen muchos papeles pintados con dibujos de bienes que el muerto
debe (o se desea) obtener en la otra vida, y los queman. En unas cuerdas que dispuestas
para ello hay en la habitación se cuelgan collares de cuentas como ofrenda, luego gritan
para mandar el muerto al cielo.
Existen cinco grados de duelo. Se utilizan vestimentas de diferentes colores según la
relación que tuvieran con el fallecido: blanco, negro, azul y verde. Los familiares van
vestidos con una tela blanca compuesta de lana cruda, si su posición es suficientemente
alta, o del llamado lienzo crudo, compuesto de lino, yute o algodón teñido. Los amigos y
familiares más lejanos sólo deben llevarlo hasta el momento del entierro, más adelante es
de su elección. No se puede llevar atuendo de piel animal, porque el muerto podría verse
obligado a reencarnarse en ese animal.
El entierro[editar]
Una vez terminados los 15 días, toman el féretro y le llevan hacia el llano en procesión con
músicos junto con todos los parientes, sirvientes y amigos que llevan velas. Cuanto más
grande sea la procesión, más importante es el enterrado (en algunos entierros de gente
muy pudiente se contrataban lloradores y lloradoras). Cuando llegan al sitio, se entierra el
cadáver bajo tierra en un ataúd más elaborado y en vez de lápida, plantan un pino, de los
cuales están llenos los cementerios, y nunca más lo tocan si o muere porque lo toman por
algo sagrado. Queman sobre la sepultura papeles donde están pintados, caballos, plata,
oro, esclavos, etc. para que el difunto pueda disponer de ellos en la otra vida. Una vez
sepultado, hacen un gran banquete y fiesta, ya que creen que con la alegría que se
festejen ellos, será recibido el difunto en la otra vida. La ceremonia debe cerrarla un
maestro del budismo o del taoísmo. Durante un periodo de tiempo de 49 días, cada siete
días, respecto a la fecha del entierro, tiene que venir la familia a volver a ofrecer el
sacrificio de los papeles pintados. Los encuentros se realizan siempre cada un número
impar de días porque los números pares son considerados ocasiones alegres.
La Cremación[editar]
En los últimos años también se ha incrementado la popularidad de la incineración como
rito funerario. Todos los rituales exceptuando el punto de la incineración en vez del entierro
son muy parecidos, una vez efectuadas todas las oraciones necesarias por parte del
clérigo designado para la ocasión. Una vez quemado el cuerpo los miembros de la familia
recogen los huesos con unos palillos y los sitúan en un columbario.
Un nuevo ancestro[editar]
Ningún rito funerario está completo, si no se sitúa al ritualizado en su nueva posición post
mortem como ancestro de la familia.
La urna ( en el último caso ) con una foto, que es lo que normalmente se incluiría en el
altar ancestral de la casa.

Metafísica[editar]
En los dichos de Confucio se encuentra a primera vista un carácter ético y moral que
desarrolla en amplitud el autor; más en lo profundo de esta doctrina está el aspecto
metafísico. El concepto li significa ceremonia que en su acepción común se entiende como
buenos modales; “una eficacia para transformar las relaciones humanas” (Angus, 1989).
La ceremonia es el rito al que todos los ciudadanos asisten, y lo hacen para rendir
homenaje a sus antepasados más cercanos, vg. el padre o la madre, abuelos, etc. Por un
lado, este concepto se compone de la dimensión ética y política; por el otro, tiene por
objeto “desembarazar” al individuo de “problemas” alojados en la psique. O complejos en
el inconsciente que el psicoanalista Carl G. Jung llama espíritus. Estos están relacionados
con enfermedades psicogenas, como trastornos de tipo histérico, que son causados por
conflictos psicológicos, mayormente inconscientes, que a su vez están ligados al conflicto
subjetivo, y éstos se remontan a los recuerdos de la infancia. “Las consecuencias
psicológicas que acarrean los padres son tan fuertes que en muchos pueblos se ha creado
todo un sistema en torno al culto a los muertos.” (Jung, 2004) En estas relaciones se
articula el culto a los muertos, pues es la manera de liberar se alivian o se libera estos
complejos del inconsciente. Cabe señalar que así como ocurre en un individuo el alivio de
los complejos, también ocurre en los social cuando la ceremonia es el medio por el que
efectivamente se transforman las relaciones.
En las analectas aparece constante una figura que se interpreta como si se tratase de un
dios, una divinidad que domina u ordena de alguna manera la vida social y la vida
individual de cada uno bajo su voluntad, unos lo llaman el Dios cielo, otros como Confucio
sólo menta Cielo. Pues para él el Cielo es algo que está arriba. “El cielo generó la potencia
que tengo, ¿qué me puede hacer Huan Tui?” (7/23) La interpretación más común de este
concepto en la filosofía de Confucio remite a pensar erradamente que el cielo es un dios;
recordemos que, por generalidad, el oriente es ateo y piensa más en energías que dioses.
Es decir, Confucio no pensaba el cielo como externo al individuo, sino que el cielo está en
él mismo. O sea, denota la parte superior, lo más alto, lo que está arriba del hombre, su
cabeza (cerebro). “El maestro dijo: “no hay nadie que me reconozca, ¿verdad?” Zigong
dijo: “¿por qué nadie lo reconoce?” El maestro dijo: “Yo ni le guardo rencor al cielo, ni culpo
al hombre; al estudiar lo de abajo, he llegado a comprender lo de arriba. Si alguien me
reconociera, ¿acaso no sería el cielo?” (14/35). El antiguo idioma oriental se entiende y
presenta simbólicamente. La sentencia de Confucio “al estudiar lo de abajo, he llegado a
comprender lo de arriba” se entiende aquí como agnihotra;3 es por una parte un ritual
hindú por el que se ofrece un sacrificio al fuego; por otra parte es un fuego (como energía),
interno que mediante la meditación se concentra éste en el vientre, y también por este
mismo ejercicio sube y llega a la parte más alta del cuerpo. Dentro de las escuelas, por así
decir, del pensamiento oriental está presente esta idea de un fuego (o también se puede
entender como dinamismo) que se extiende por todo el cuerpo y que se relaciona de
alguna manera con la armonía del hombre y el cosmos.
Otro concepto se articula también en referencia a la ceremonia, el
concepto Shu (parecerse), pues éste atraviesa y unifica la moral de Confucio. “Zigong
preguntó: ¿Hay alguna sola palabra que pueda guiarnos toda nuestra vida? El Maestro
respondió: ¿No sería la reciprocidad? Lo que no desees que te hagan a ti, no se lo hagas
a los demás.” (15.24) esta última idea se característica por ser universal en tanto que
abarca la esfera de lo moral. Y, además de unificar toda la moral tiene otra dimensión aquí
entendida desde la física teórica en palabras de Eli de Gortari, donde señala que un solo
electrón ocupa todo el espacio. “cada partícula llena todo el sistema por sí sola y, por
ende, tiene la propiedad de ser politópica, es decir, tiene simultáneamente una multitud de
localizaciones espaciales diferentes.” (Gortari, 1957) Esta propiedad de la partícula
también se haya en la subjetividad humana, donde el espacio y el tiempo son dos
intuiciones puras del entendimiento humanos que son, también, condiciones subjetivas
necesarias para la representación de intuiciones externas que constituyen el conocimiento
humano, es decir, así como la partícula agota el espacio dentro de su mismo sistema, la
conciencia abarca tanto el tiempo y el espacio en infinitud como intuiciones sensibles a
priori para el entendimiento humano.

La sociedad en el confucianismo[editar]

Estatua de Confucio en bronce.

El confucianismo ve solamente al hombre realizado en tanto ser social que ocupa un


puesto y desempeña una función, no como un ser aislado. En la idea confuciana de la
sociedad utópica, la jerarquía no es sólo social, sino también moral. En la China antigua, la
familia no era un núcleo reducido, sino un gran clan, muchos de sus miembros vivían bajo
un mismo techo, reconocían un antepasado en común y mantenían vínculos con otros
grupos del mismo origen.
Una familia así era una prefiguración del Estado. Así, la familia era vista como un pequeño
reino con jerarquías, protocolos y métodos de gobierno, y el Estado como una gran familia
en la que debe haber afectos, relaciones y obligaciones morales. En la familia, los
miembros están jerarquizados mediante un complejo sistema. Para el confucianismo, el
aprecio, el amor y las relaciones que había entre los miembros debían estar graduadas
según cada persona, su puesto, etc. En consecuencia, había términos para significar el
amor por los padres o piedad filial (Xiao), el amor de los padres por su hijos (Ci), etc.
El aprendizaje del hombre superior se iniciaba en la familia y dificultosamente podrá el
hombre gobernar el Estado si no puede gobernar primero su familia.
A pesar de lo dicho anteriormente, para los confucianos todos los hombres son de
naturaleza básicamente igual, independiente de su posición o lugar de nacimiento. Pero no
pueden mantenerse iguales ya que sería perjudicial para el buen funcionamiento social.

Métodos del confucianismo[editar]


Los medios para alcanzar la máxima excelencia o Zhi shan eran dos: el estudio y la
introspección, entendida como un mirar hacia dentro, es decir, el conocimiento pleno de
uno mismo.
El estudio de textos antiguos y de las lecciones de los sabios y la naturaleza es la base de
la mejora individual. Además, sirve como soporte para la introspección porque el hombre
debe ver qué hay de bueno dentro de sí y desarrollarlo. La bondad natural humana, capital
en las enseñanzas de Mencio, parte del mismo principio de que lo bueno se encuentra
dentro del hombre y que debe ser descubierto usando la introspección. Así, un hombre
superior podrá obtener Ren y Li.
También el confucianismo da gran importancia a los ritos. Al ser una forma de conservar el
pasado mítico que fue legado, el confucianismo apoya que se los siga practicando y les da
nuevos valores. Eran vistos por los confucianos como un símbolo de jerarquía y poder.
Además, son un método de autodisciplina y dominio de uno mismo, al hacer que el
individuo deba realizar algo de una manera precisa.
Los ritos garantizan que la sociedad y el Estado funcionen correctamente, ya que las
acciones del gobierno deben tener orden y jerarquía.

La rectificación de los nombres[editar]


Para el confucianismo, la rectificación de los nombres es el principio y la consecuencia de
muchas de sus ideas. Su fundamento es el siguiente: las palabras tienen significados
precisos y, por eso, si se denomina a una cosa con un significante que no le corresponde,
se comete un error.
Esta idea se desarrolla hasta llegar a los temas que más interesan a los confucianos. Por
ejemplo, si a un usurpador se le llama rey, se comete un error, ya que no es un verdadero
rey. Lo mismo sucede si un rey legítimo no se comporta como tal. También esta idea vale
para un padre que no se comporta como padre, un hijo que no se comporta como hijo, etc.
Así, la rectificación de los nombres se transforma en una herramienta para corregir a la
sociedad y evitar que sea engañada.

Extensión del confucianismo[editar]


El confucianismo sobrevivió a su supresión durante la dinastía Qin gracias en parte al
descubrimiento de obras clásicas ocultas en las paredes de la casa de un erudito.
Después de Qin, con la nueva dinastía Han, el estudio de las obras clásicas del
confucianismo se convirtió en la base del sistema de exámenes del gobierno y del plan
educativo. No se presentó ninguna tentativa seria para sustituirlo hasta el Movimiento del
Cuatro de Mayo (4 de mayo de 1919), en el siglo XX.
Después de su reformulación como neoconfucianismo de Zhu en el s. XI, con Wang
Yangming y otros neoconfucianos, también se aceptó como filosofía de estado
en Corea y Japón. A Corea con la dinastía Joseon se le ha llamado un «estado
confucianizado».

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